Libro del Equilibrio - Enero 2022

[Badru]

Badru se había especializado en las artes oscuras y maldiciones, creyendo firmemente que debía existir un equilibrio entre ambas. El bien existía porque contaba con su contra parte el mal, así mismo podían nacer criaturas que tuvieran arraigado muy dentro de su ser las ganas de matar o las que deseaban vivir libremente sin verse afectadas por ningún elemento del ambiente donde habitaban. Su arco siempre va calzado en su brazo derecho acompañado por si carcaj, dentro del cual lleva dos tipos de flechas. Las que son capaces de causar daño al estar elaboradas con madera de fuego y puntas de piedra.

El resto están conectadas al arco y el libro que suele enseñar dentro de Uagadou y al ser fabricadas de les coloco una punta de turquesa. No poseen la finalidad de causar un daño letal, pero si similar al del Cantar del Eleboro. Dato que no se debe tomar en cuenta dentro de momento, ya que no esta ligado al contexto que manejará dentro de la clase. El atardecer comenzaba hacerse presente dentro de los terrenos elegidos por el Uzza, viéndose rodeado por un inmenso paraje desértico en apariencia, pero que de un momento a otro se vio poblado por un nutrido grupo de pinos de gran tamaño. 

Las copas de estos eran capaces de tocar el cielo, si se lo proponían— Veremos que tan bien puede adaptarse a los cambios inesperados—la dureza de su rostro era similar a la que llevaba plasmada en su cuerpo. Años de exigente entrenamiento, le forjaron para soportar las inclemencias del tiempo y la vida misma. Al parecer los años no causaban la menor mella en su persona, asintiendo ante la sensación de lanzar una de las flechas que llevaba dentro de su carcaj—Lo haré cuando sea el momento indicado—enviando una turquesa como traslador a su aprendiz. Esperaba su pronta respuesta, el tiempo apremiaba a la hora de enfrentarse con el conocimiento que brindaban cada uno de los libros de hechizos. 

— Traiga consigo todos los elementos que acompañan el tomo, sino los lleva consigo. Ahórrese la labor de aparecer ante mi—aquella advertencia iba adherida al mensaje. El sitio sería sencillo de encontrar, tras tocar el traslador sería transportado sin mayor dificultad. Sujetando con fuerza su vara de cristal observaba a las alimañas que pasaban cerca de su ubicación, sintiéndose francamente satisfecho por el dominio que podía ejercer en ellas sin imprimir demasiado esfuerzo en sus acciones. Era como colocar una zanahoria dentro de una jaula, esperando que la liebre aspirara el aroma y cayera dentro de las rejas de acero. 

@ Scavenger Weatherwax

Editado 7 de Enero del 2022 por Hobbamock Graves

[Agnes Lynn]

Agnes Lynn

Después de semanas de invierno se siente inquieta, hiperactiva. La pizca de orgullo que ha acompañado sus días desde que aprendió a dominar el libro de la sangre en noviembre se ha visto mermada por el frío y la burocracia de las galas de cierre de año. Nunca ha sido alguien que crea en los nuevos inicios, pero hay algo reconfortante en el nuevo año, es como si pudiera ver el montón de posibilidades que se extiende frente a ella, casi al alcance de sus manos.

Hablando de posibilidades.

Mira dentro del bolso de cuero que cuelga de su cintura, como si los objetos que meticulosamente ha puesto ahí desde hace un par de días pudieran haber desaparecido. Ha recibido notificación de que su clase empezará pronto, y se ha dado a la tarea de estar prevenida para ello. Está acostumbrada a que cada libro trae consigo un anillo o colgante, pero el libro del equilibrio viene acompañado por más objetos de los que se esperaba, anillos, amuletos y un par de frascos más le fueron entregados cuando obtuvo el libro por primera vez.

Ha repasado el libro durante estos días, lo último que quiere es llegar a Uagadou sin estar preparada, así que tiene una idea básica de lo que cada objeto hace y está muy curiosa de verlos en acción.

Sus pensamientos acerca de libro son lo único que le ayuda a mantener la calma cuando una flecha cruza su ventana, su dirección clara hacia ella, pero deteniéndose apenas un par de centímetros antes de tocarla. Agnes parpadea tres veces seguidas. No es un método común de comunicación, pero la nota pegada a la fecha aclara sus dudas. «Traiga consigo todos los elementos que acompañan el tomo, sino los lleva consigo. Ahórrese la labor de aparecer ante mí.» El mensaje es conciso. Efectivo. Directo.

Extiende la mano para tomar el papel de la flecha, esperando encontrar una ubicación a la cuál transportarse cuando siente el familiar jalón de una transportación. Apenas y tiene tiempo de aferrar en su mano el tomo del equilibrio y de asegurarse que el bolso en su cintura estén seguros contra ella antes de que su cuarto en el castillo Evans desaparezca de su vista.

Cuando puede ver de nuevo, está rodeada de pinos, aunque una mirada a piso confirma que no está en un bosque. ¿Algún campo de entrenamiento? Lo más seguro es que así sea. Acomodando la postura después de la sorpresa, mira a su alrededor sólo para encontrase con una figura a su costado. El hombre frente a ella trae un carcaj colgando del hombro, pero lo que lo delata es su mirada. Al igual que los otros guerreros Uzza con los que se ha topado, Agnes siente que el hombre que tiene en frente puede ver a través de ella.

Después de un par de segundos se aclara la garganta.

— Mi nombre es Agnes Lynn. Es un placer conocerle.

No espera que la reciban con un abrazo y un apretón de manos, así que sólo asiente de manera respetuosa, antes de mostrar el libro y señalar el bolso en su cintura. —  Sí traje todos los objetos, no se preocupe. — El amuleto y el anillo ya los lleva puestos, pero sabe que no debe aclarar eso, porque ambos son visibles encima de su ropa y en su mano derecha.

@ Badru

[Badru]

— Conoce el dicho que cita “Mas vale prevenir que  lamentar”, no está demás recordarles a todos los alumnos los implementos que deben traer consigo. No es cosa que me agrade hacer, pero existen parámetros que deben ser respetados y este no será la excepción a la regla—comentó endureciendo las facciones de su faz. Era como una estatua viviente, carente de expresar cualquier clase de sensación o sentimiento, aprendiendo a lidiar con los aprendices que se cruzaban en su camino— Se agradece que sea tan observadora, espero que sea así en todos los aspectos de su vida y ante todo aplicarlo dentro de está clase—

— Flechas de fuego—pensó invocando una andanada de filamentos de fuego, rodeando parte de la zona que era ocupada por ambos—Son capaces de quemar la piel, causando además heridas sangrantes. Debe apagarse primero el fuego empleando un aguamenti, ya después, si lo desea puede sanar las heridas con un episkey o emplear el hechizo de curación. Le aconsejo que lo haga porque en caso contrario, morirá, sino apaga el fuego. —sentenció admirando el fuego que brotaba de esas flechas. 

El viento comenzaba a soplar con fuerza, dándole la excusa perfecta para emplear el siguiente conjuro—Arena de hechicero—cruzando por su mente aquel hechizo como un destello fugaz— Son los huesos de un mago que ha muerto a causa de fuego mágico, si se lanza al aire es capaz de imposibilitar que el  rival pueda ver, cegándolo. Dejándole solo con la capacidad de emplear conjuros de que no requieren de puntería para realizarse con éxito—intentaba sonar lo más claro posible. Aunque siempre se decantaba por la práctica y no tanto por la teoría, ya tendría oportunidad de ver en acción a su aprendiz.

— Tome en cuenta cada uno de los consejos que pueda darle, no los eche en saco roto de  una—asintió viendo como la arena continuaba presente en el ambiente. Recordándole un poco al polvo peruano. Aunque para esa clase de elemento existía su contraparte la mano de la gloria, temas que no entraban dentro de la clase que estaba impartiendo en esos momentos. Divagar no era lo suyo, pero dar un viaje al pasado, no siempre era del todo una mala idea—Aprenda a equilibrar la magia que posee con la que esta por aprender, empate cada uno de los hechizos y cree estrategias que le ayuden a pasar la prueba final—cavilaba con calma los movimientos que daría dentro del campo de batalla.

 — Si tiene alguna duda, no tema en expresarla con libertad—caminaba por el terreno invitándole a que le siguiera—¿Qué considera que es el equilibrio para usted?—le interesaba conocer una perspectiva diferente a la suya. Para muchos el equilibrio era solo poner dos objetos de una balanza y que uno no pesará más que el otro. Empero para el era tener una conexión con todo lo que le rodeaba, desde lo más elemental hasta lo que hiciera pender su vida de un hilo.

[Agnes Lynn]

Agnes Lynn

Es fascinante. Puede ver detrás de los ojos de su profesor un gran poder, pero por más que se enfoca no encuentra una sola emoción. Más que expresar algo parece que sólo reflejan las emociones de ella.

Escucha con atención la explicación acerca de las flechas de fuego y la arena del hechicero, ambos encantamientos presentes a su alrededor. Puede sentir el calor de las flechas que queman a su alrededor aunque no están cerca de ella, y aunque la arena no fue lanzada directamente contra ella, puede sentir un escozor en su ojo derecho. Como todos los poderes que ha aprendido en Uagadou, sus usos prácticos están enfocados en batallas y dependen mucho de la circunstancia. Al igual que sus profesores anteriores, este la invita a no sólo aprender los poderes, sino a entenderlos y analizarlos.

— Entiendo que el primer paso es aprender a hacer esta magia, el verdadero trabajo será ponerlo en práctica en un campo de batalla, — dice después de que su profesor le habla acerca de las estrategias que tendrá que usar en su prueba final. — Espero no decepcionarlo.

» Leí el libro con atención antes de empezar, así que creo que tengo los conceptos bien definidos. Asumo que aunque consuma la arena del hechicero, esta se rellenará sola, ¿correcto?

Antes de que el profesor le responda, recuerda que también le ha preguntado acerca del equilibro. Agnes se toma un par de segundos para pensar, en realidad pensar en lo que el concepto significa para ella.

— No creo en sentidos binarios, un bien o un mal. No creo que el equilibrio sea simplemente una pizca de ambos para mantenerse a flote. Si hablamos de física o alguna ciencia, es nada más un balance entre dos o más fuerzas. Estabilidad.

» La magia es inestable por definición, sin embargo. Para nosotros es casi un instinto. Así entonces el equilibrio es como podemos controlar esa inestabilidad. A través de nuestro entorno, casi a nivel molecular, la manera en la que podemos existir en el mundo sin perdernos ante nuestro propio poder.

Lo último que quiere es ponerse filosófica, menos con alguien que por pura experiencia de vida es mucho más sabio que ella. Son muy pocas las personas que pueden soportarla cuando empieza a discutir algo, y sabe que lo hacen más por el cariño que le tienen que por otra cosa. No va a poner a su profesor por ello.

@ Badru

[Badru]

Su alumna había dado una explicación detallada sobre lo que el Equilibrio era para ella, pero ante los ojos del Badru saber manejar una varita, no daba por sentado que eso fuera un equilibrio real entre el aprendiz y la magia. Debía irse al fondo del meollo, escarbando profundo en cada fibra del cuerpo, arañando cada nervio y detectar que todos ellos estaban interconectados de forma correcta— No la Arena de hechicero no está contenida dentro de ninguna clase de recipiente y tampoco se rellena al ser usada dentro de una situación de batalla—le corregía aquel fallo. Estaba errando entre las semillas de hielo y la arena del hechicero, ninguno de esos conjuros estaba conectado con el otro.

—Semillas de hielo—pronunciaba con la mirada aún carente de toda clase de emoción. Tomando entre sus dedos un frasquito que contenía una arena de color plata, aquellas eran realmente las semillas antes mencionadas por Badru— Son capaces de transformar en hielo cualquier superficie, usando una pequeña cantidad puede convertir una zona de 100m2. Si se emplean con demasiada frecuencia se agotan, pero se reponen al transcurrir un considerable lapso de tiempo—depositando una porción pequeña sobre el suelo este se vio abrazado por una capa helada. Desviaba sus ojos hacia el anillo antiveneno, recordando lo efectivo que era contra las toxinas que eran usadas comúnmente dentro de los duelos— La librará de cualquier clase de veneno, pero no sirve de nada contra el de un basilisco—encogiéndose de hombros rozaba con las yemas de sus dedos su alianza.

— Pétalos de pensamiento, se emplean para la elaboración de fragancias que suelen embelesar y al mismo tiempo envenenar de una forma fascinante a quien las aspira—entrecerraba sus ojos continuando con su explicación— Todo depende del grado de concentración que posea dicho liquido. Si el aroma suele propagarse a través de una vela, avivado por el fuego, provoca efectos alucinógenos antes de que la muerte haga lo suyo y acabe con el mago o bruja que quedo prendando de tan fascinante aroma—soltaba sin expresión alguna en su rostro— El lado positivo es que pueden ayudar a estimular la agilidad mental, aunque también logran que la persona no piense de forma sensata o lógica—cruzándose de brazos asintió ante la mención de que esperaba no decepcionarlo.

Realmente no esperaba nada de sus aprendices, solo que se fueran de esas tierras con el conocimiento que el deseaba entregarles en bandeja de plata—Amuleto de la Resurrección, le permite al hechicero que ha perdido la vida dentro del campo de batalla regresar del mundo de los muertos, evitando que deba ir a San Mungo. El uso del mismo consume demasiada energía y para que sea restablecida la misma debe esperarse una luna completa antes de poder utilizarlo nuevamente. Tiene la forma de una esmeralda y debe llevarse colgado en el cuello, siempre—señalaba el que el portaba—Semillas de hielo—sujetaba con firmeza su vara de cristal, tras pensar aquel conjuro una zona del terreno de vio cubierta de hielo. Un rayo fue el causante de dicha acción, dándole un ejemplo a Agnes de como debía manejar ese hechizo— No puede ser usado en criaturas de sombra u ofuscables—torciendo en sus labios una fina línea que no se concreto en una sonrisa.

—Cinaede—pronunciaba con claridad dejando flotar en el aire el veneno que había sido extraído de los pétalos del pensamiento— Este gas venenoso rodea al oponente, al ser invisible penetra en el acto en las vías respiratorias, cortándolas, siguiendo su camino hacia la sangre dando como resultado la parálisis del sistema nervioso y circulatorio, finalizando su labor con la muerte—rascaba con parsimonia su barbilla— El bezoar no es útil contra el veneno, debe considerar que el daño será mayor dependiendo del nivel que posea quien lo emplea. Para curarse de ese ataque es necesario usar un Anapneo para liberar las vías respiratorias, además de curarse la herida que ha causado con un Episkey. Ambos conjuros pueden usarse de forma no verbal, evitando de ese modo que sean silenciados y no poder realizar la sanación pertinente—daba por concluida la clase teórica practica, El duelo era el siguiente paso en su andar, esperando que estuviera preparada para enfrentarse al Uzza sin permitir que el miedo de apoderara de ella. 

@ Scavenger Weatherwax