Libro de la Sangre - Febrero 2022

[Badru]

El joven Uzza se desplazó despacio por la ciudadela que había elegido para llevar adelante su clase del libro de la sangre. En su mano sostenía la turquesa empuñadura de su varita, cuyo movimiento lento y rítmico señalaba frente a él los dos portales que estaba creando con Fulgura Nox y que sería la vía de reunión con sus dos alumnos del libro.

Aunque el libro no fuera su especialidad ese mes se había ofrecido para enseñarlo, atraído en particular por la idea de probar nuevas formas de enseñar sobre aquel libro del sacrificio. Incluso se había visto tentado de tomar la forma de la bruja que sabía había enseñado aquella magia Uzza meses atrás, pero había optado por seguir con su figura de cabello trenzado y mirada oscura solo visible debido a su rostro medio cubierto por su pañuelo amarillo.

Despacio caminó descalzo por las calles de piedra de la deshabitada ciudadela, esperando la aparición de sus jóvenes estudiantes y  haciendo sonar suavemente las grebas que junto a su peto eran sus vestiduras.

—Bienvenidos, mi nombre es Badru y tendréis el honor de aprender conmigo los poderes del libro de la sangre —dijo en cuanto la pareja hubo atravesado los portales creados para su llegada y éstos se desilusionaron a sus espaldas.

—Espero que estéis preparados para aprender este libro que además de daros conocimientos y mostraros el uso de una daga, os obligará a entregar vuestra sangre a cambio de cada poder que él conlleva —bajo su pañuelo una sonrisa que se reflejó en su mirada había aparecido —pero no existe poder sin sacrificio, por eso el nombre de la daga que podréis invocar con vuestra mente, sin gastar ninguna acción en vuestros duelos —como para demostrarlo estiró su mano libre mientras pensaba en la [daga del sacrificio], haciendo aparecer el arma, perfectamente equilibrada, con un filo más que preocupante y una joyería vistosa en su empuñadura, sobre la que sus dedos se cerraron tras hacer algunos giros con el arma.

—Pensad en el arma e invocadla, decidme ¿Sabéis lo que se puede hacer con ella? —preguntó al par de jóvenes aprendices mientras esperaba que demostraran que eran capaces de utilizar la magia que había en el libro.

@ noe_snape  @ Zenin

[toji]

Tazz Malfoy

Adquirir conocimientos, poderes y acceder a magia que antes le había sido negada, era su principal objetivo durante los próximos meses. Tazz llevaba sus proyectos aún en el más estricto de lo secretos, pocos era los que sabían sobre aquello. Su mejor amigo Toji, quien era clave en toda la tarea de investigación y mientras que él se empapaba del saber prohibido que les era necesario para sus fines. Uno de los pasos era adquirir la magia del sacrificio, que se estudiaba a través de uno de los libros de hechizos creados por los guerreros Uzza, concretamente el libro de la sangre. Era imperativo adquirir aquel poder para continuar con sus investigaciones. 

—Solo tomaré un café, Chávez— irrumpió en el comedor y junto a él el elfo anciano que encabezaba la lista de sirvientes de la mansión de la familia apareció junto al Malfoy. —Tengo que salir de inmediato… estaré fuera mucho rato, avisa a padre— sorbió un poco del café que le había servido el elfo domestico y soltó la taza en la mesa del comedor. Se levantó y se colocó bien la chaqueta de cuero que vestía. 

Un portal se abrió en el hall de la mansión justo en el preciso momento en el que Tazz se disponía a salir para desaparecer. Al parecer la persona encargada de impartir los poderes del libro solicitaba su presencia de inmediato. Así lo hizo, el pelinegro atravesó el portal y en un milisegundo estuvo en lo que le parecía una antigua ciudadela, estaba deshabitada y el silencio reinaba en aquel sitio. Así mismo, el portal que había cruzado desapareció al instante de poner un pie fuera de el. De ese lado encontró al responsable de haberle invocado, un guerrero Uzza, era el primero al que conocía. —Hola, soy Tazz Malfoy— saludó al joven guerrero. — Así es… vengo a adquirir los conocimientos que guarda el libro de la sangre… prometo ser buen alumno. 

El pelinegro observó atento como salía la daga de la mano del Uzza, entrecerró los ojos para intentar descifrar si hacía o no una mueca a causa del dolor que se suponía al abrirse la mano y que un objeto con filo salga de dentro de ella. —Perdone, Badru — interrumpió la exhibición de guerrero. —¿Duele? — preguntó sin cortarse ni un pelo. —O sea, cada vez que se hace la invocación y la daga se abre camino a través de la carne desnuda de la mano ¿Sangras y duele? — podría parecer una pregunta tonta o poco acertada para los primeros minutos de la clase pero realmente necesitaba saber la respuesta, la duda le había atacado nada más ver como salía el objeto punzante de la mano del guerrero. 

 @ Badru  @ noe_snape

[Noeline Malfoy McFarlan]

Noeline Malfoy McFarlan

 

Sin darse cuenta se había demorado un poco en el dormitorio, parecía que la mañana avanzaba lentamente y se había tomado su tiempo preparándose para salir. Cuando bajó al comedor con sus ropas oscuras y prácticas, unos guantes de piel en la mano y un abrigo largo, pudo ver a Chávez recogiendo la mesa. – Pon el desayuno para mi, algo ligero– dio la orden mientras se acomodaba en un puesto, enseguida el elfo regresó con unos cuanto platillos.

Devorando una tostada y antes de que aquel malhumorado desapareciera de su vista le preguntó. –¿Has visto a papá? ¿se acaba de marchar?–, quería despedirse de él antes de partir. –No– refunfuñó el elfo como respuesta –Su hermano es el que acaba de salir.– Terminó el breve desayuno y retirándose del comedor vio como se formaba un portal delante de sus ojos. Se terminó de ajustar los guantes y lo atravesó, esperaba que aquel lo trasladara delante del Guerrero Uzza con el que tenía que encontrarse en breve.
 
Antes de fijarse en cualquier cosa del nuevo lugar donde se encontraba su mirada tropezó con una silueta más que conocida. –¿Qué haces tu aquí? sabías que vendría y no me dijiste nada.– reprendió a su hermano con los brazos cruzados delante del pecho, aunque él fuera mayor no se solía contener cuando necesitaba reclamarle algo, estaba segura que en algún momento de los días anteriores había hecho algún comentario al respecto delante de él. –Buen día– se volteó hacia el caballero que se prestaba a impartirles los conocimientos, sus vestiduras eran un poco típicas, ahora que todos parecían mostrar una ligera inclinación por la moda muggle, le resultaba extraño encontrarse con alguien con personalidad propia al vestir. –Mi nombre es Noeline Malfoy– le comentó al desconocido con educación, a la vez que alternaba miradas de disgusto hacia su hermano.

Badru no les hizo esperar y de inmediato comenzó a explicarles como se convocaba el objeto. Imitándolo extendió la palma de su mano, en su mente estaba recreando la misma forma que había visto sobre las manos del guerrero. Pensando en el arma, sintió como tomaba materia la Daga del Sacrificio y su peso caía poco a poco en la mano. A su lado Tazz planteaba cuestiones que su curiosidad no le había dado tiempo de plantearse. Parecía que había funcionado aunque sospechaba que se había tomado por lo menos el doble de tiempo que le había tomado al instructor.

–No tengo claro para que funciona– recordaba haberla visto usar en una ocasión, pero la situación no había sido muy alegre así que prefería evitar esas memorias. –Podría ser para fortalecer hechizos vinculantes con sangre.– Aquel filo parecía que podría cortar hasta el aire que le rodeaba. –O tal vez para aquellos que exigen algún tipo de sacrificio como menciona el nombre de la daga.

 

@ Badru  @ Zenin

[Badru]

El guerrero dio unos pasos y observó a sus alumnos, la pregunta que le había dirigido el joven Malfoy provocó que una sonrisa apareciera en sus labios, pero la misma quedó oculta tras el pañuelo que cubría la mayor parte del rostro de Badru. El hechicero negó mientras giraba alrededor de sus alumnos.

—La daga se invoca y esta aparece sobre tu mano, no a través de ella o desde dentro, piensas “daga del sacrificio” [no se olviden de resaltarlo aunque sea no verbal]  y ésta estará en la mano en la cual pensaste apareciera, sin consumir acción alguna dentro de un duelo, asalto o redada, lo que sí  te aconsejo no tener en ella la varita, pues si se te cae alguna de las dos será un desastre y más si caen ambas por tu torpeza, lo que nadie podrá hacer es quitártela con evanesco o accio ni modificarla con un morphos.

El Uzza caminó despacio girando entre sus manos la daga antes de agregar —lo que sí duele es lo que ocurre luego, y no, no se trata de fortalecer hechizos de la sangre —el nefir se acercó a la muchacha y la señaló con la punta de la daga mientras sus ojos seguía clavados en Tazz.

—Suponte que quiero dañar a tu hermana Noeline entonces diré “immolo oppugnare” y me efectuaré un corte en algún lugar de mi cuerpo, corte que se replicará exactamente en ella y ambos habremos recibido una herida grave [-30 PV] que requerirá un episkey o curación —Badru rozó la piel de su antebrazo con la daga sin cortarse para luego agregar —pero supongamos que tu amor por ella es muy grande y decides “sacrificarte” para defenderla y que no la dañe, en ese caso dirás “Immolo ad protegendum”, tú, con la daga invocada previamente obviamente, no te harás a ti mismo el corte, pero, el corte que yo me hice, para dañarla a ella, se producirá en mi carne pero  en lugar de proyectarse a la carne de Noeline, se proyectará en tu carne Tazz—Badru caminó hacia el joven mostrándole una vez más la daga antes de agregar —invócala —ordenó —si yo utilizara de segundo hechizo el immolo oppugnare podrías silenciarlo y yo me habría producido el corte pero no  se produciría el daño deseado sobre Noeline, en cuyo caso solo yo necesitaría el episkey y no ambos, pero, utilizado de primer hechizo solo se le puede o defender con el immolo ad protengendum o curar,  elige,  Immolo Oppugnare —pronunció el guerrero mientras la daga cortaba sobre el brazo derecho de Badru, produciendo que la sangre comenzara a brotar abundamente del corte y ahora dependía de Tazz si él o su hermana sangraban. Curación, pensó el guerrero mientras retrocedía un par de pasos y la herida en su brazo comenzaba a sanar habiendo dejado de sangrar.

—No olviden que a quién se corte con la daga, ya sea en forma física, apoyando la daga sobre su piel, o proyectando el corte mediante el immolo oppugnare, quedará sujeto a la posibilidad de que se utilice el “juramente de sangre” sobre su persona, obligándolo a cumplir una promesa o prohibición ya sea de atacar, defender, desaparecer, lanzar rayos o invocaciones o efectos o hechizos verbales o no verbales y eso se logra pronunciando “Yo juro… “ seguida de la prohibición que se jura. Pero esto tiene un doble efecto, ya que el juramento nos prohíbe a ambos, y en caso de no cumplirlo, la daga nos proyecta un corte cuya herida es grave [-30] y requiere un episkey o sanación. Dura tres turnos de un asalto o redada y solo uno en un duelo uno a uno.

Badru se detuvo, dándose cuenta que estaba siendo por demás de exigente con sus jóvenes aprendices, por lo cual cruzó los brazos sobre su peto para agregar con voz tranquila.

—¿Habéis entendido hasta aquí? Expresad ahora todas vuestras dudas porque luego cuando os tengáis que enfrentar a estos hechizos en un duelo ya será tarde para dudar —y pacientemente decidió esperar que la pareja expresara lo que pudieran no haber entendido.

@ noe_snape  @ Zenin

[toji]

Tazz Malfoy 

La voz de Noe, hermana pequeña de Tazz, llegó de dentro del portal que atravesaba para llegar a la ciudadela en donde iban, por lo visto, a estudiar los hechizos del libro de la sangre. —Yo tampoco tenia esa información, hermanita— saludó con una replica mientras se acercaba para darle un pequeño golpe de codo. —En fin… siempre viene bien tener a alguien con quien practicar los nuevos hechizos que se supone que aprenderemos una vez nos vinculemos con la magia de la sangre— bromeó colocándose junto a ella para escuchar las enseñanzas del guerrero que les habían asignado para dicho cometido. 

El Uzza empezó su explicación sobre como se ha de invocar correctamente la daga, que era la responsable de la magia que estaban por estudiar. El Malfoy intervino como ya era su costumbre, de la única manera y más directa que conocía. —Vale, por un momento pensé que tendría una cremallera en la palma de la mano para sacar y meter la daga— bromeó. Era sin más un comentario tonto en un intento por quitarle la seriedad al asunto, sin embargo, en el fondo sabía para qué había venido, sabía el porqué de estar allí para aprender ese tipio de magia. 

—No la dañaría, nunca…— pensó inmediatamente y las palabras se verbalizaron fuera de su cuerpo. —La acabo de recuperar después de tantos años separados…— 

Las palabras del Uzza tensaron la situación, para Tazz el instinto por guardar a su familia era algo que llevaba tan arraigado en su ser. Su familia había pasado por muchas separaciones, distanciamientos y una que otra muerte de por medio, pero siempre hubo una constante, su amor por ellos, por cada uno de los miembros de su familia y jamás se le pasaría por la cabeza causarle. Su corazón se aceleró, casi podía escuchar las palpitaciones dentro de su pecho, como se expandía y se dilataba cada musculo. De inmediato en su mente apareció aquel pensamiento que invocaba la daga del sacrifico. Abrió su mano izquierda con la palma hacia arriba y en ella la daga apareció, brillante tanto en su afilada hoja como en la decorada empuñadura. 

—Señor… no hay nada que pensar — mascullo Tazz mientras apretaba con entusiasmo. —Immolo ad protgendum— añadió después de que el guerrero se cortara su brazo derecho. El corte se proyectó en el brazo derecho del Malfoy, la sangre brotó del mismo a grandes cantidades, le había provocado una herida grave que necesitaría una curación inmediata para no desmayarse en los próximos minutos. —No ha sido para tanto — dijo dibujando una pequeña mueca disfrazada de sonrisa. —Ya lo entiendo, esto es eficaz en redadas o asaltos para guardar de compañeros que estén en peligro inminente. 

El Uzza se curó la herida y Tazz lo imitó, al fin y al cabo, era solo practica todo lo que hacían en aquella ciudadela desierta. El pelinegro pensó en Curación y de inmediato sintió como se cerraba la herida que le había proyectado el Uzza. —De momento no tengo ninguna otra duda, señor— respondió. —Podemos seguir con la clase. 

 

@ Badru  @ noe_snape

[Badru]

Badru había evitado lanzar un gruñido ante las bromas, claro que le agradaban, pero por un momento pensó que tener dos hermanos sería más sencillo, aunque quizás era como el de las historias que había leído y los mellizos Weasley quedaban hechos una nimiedad junto a lo que podían ser los hermanos Malfoy. Pero sus palabras le demostraron que en algo más se parecían que en las bromas  y era en el cuidar de la familia. Bien, esa era una buena forma de practicar.

El guerrerro sonrió satisfecho bajo el pañuelo que tapaba la mitad de su rostro, no solo eran palabras las del joven mago, sino que también era capaz de mantener en acciones sus dichos.

—Muy bien jovencito, lo has hecho perfecto, no esperaba menos de ustedes, me alegro que la unión familiar ayude a la práctica del libro. Repasemos igual, una sola vez invocas la daga y la usas en tres ocasiones, una por turno y sí, en redadas o asaltos estarás protegiendo o siendo protegido por tus compañeros, ahí demostramos la unidad y el sacrificio —el uzza hizo una pausa esperando a la muchacha antes de continuar.

—En este libro debes pronunciar los encantamientos para que los poderes se activen excepto al invocar la daga y excepto el conjuro “Maldición” que es un efecto no verbal y que provoca que el siguiente hechizo, de tu rival u objetivo, invocación, rayo o efecto, sea “mal pronunciado” incluso si es no verbal, porque lo pensará en forma incorrecta y lo que saldrá de su varita será una versión ridícula de lo que quería hacer —les dio unos segundos para asimilar la idea antes de aclararles —no confunda como que saldrá un riddikulus porque nada que ver —tras esta aclaración Badru se acercó a Noe y le dio una palmada delicada en el hombro que dejo una imperceptible marca roja del tamaño de la palma de su mano con forma de arco doble  y girando lentamente alrededor de los dos hermanos regresó a donde estaba antes, a ochos metros de ellos.

—Bien, en la vida diaria tendría ahora una “servicial” bruja que obedecería todas mis órdenes, pero en una redada o asalto necesitaría realmente haber podido tocar a la persona sobre la que quiero hacer la "marca de sangre" o alguno de sus objetos, incluso podría conseguir con accio alguno que arrojase o perdiese durante la batalla y bastaría que pronunciara “Obedire” y durante una acción haría lo que yo quiera, excepto hacerse sangrar a sí mismo de alguna manera. Es utilizable en criaturas que no sean ofuscables salvo que tengáis un nivel 45 de magia —el guerrero pasó su mano por sus cabellos trenzados, con gesto pensativo —¿se dan cuenta de a qué me refiero? ¿De lo que ha ocurrido? Obedire Noe, lanza un hechizo a tu hermano —Badru no tenía intenciones de provocar daños innecesarios a sus alumnos, pero luego de haberle hecho la marca de sangre a Noe mientras caminaba alrededor de ellos era la forma más práctica que encontraba de enseñarles a utilizar el hechizo. Claro que de estar en un duelo, ya eso hubiera sido más difícil, tocar a su rival, quizás, como había dicho, con un accio atraer una prenda que tras ser transformada, por ejemplo, en avispa marina, tras la muerte de ella volvía estar como prenda en el suelo, una jugada algo loca en un duelo, pero quizás útil en un asalto o redada donde uno de los participantes podía jugarse a recuperar la prenda de uno de sus rivales y utilizarla para dichos fines.