Inauguración Hospital St Mary Jauncey

[Valky]

La asistente de Vakyria, Nicole, no debería tener más de veinticinco años. Era amable, discreta y muy eficiente, cuando le entregó la tijera dorada para que cortaran el listón rojo, además le informó que todo estaba listo para el almuerzo que tendría lugar luego de la ceremonia. Ella, por primera vez en todo el día, le dedico una sonrisa genuina y le agradeció, sin saber que aquella sería la ultima vez que la vería con vida.

Todo fue demasiado rápido y confuso, la cinta roja aun no caía por completo cuando sucedió la primera. Los aplausos habían sido silenciados y sustituidos por gritos de pánico, a su alrededor parecía que todo se movía a cámara lenta, aunque la realidad era que ella se había paralizado por la sorpresa, observó a todos los invitados asustados corriendo sin tener una idea clara de adonde ir. Lo siguiente que sintió era como era alcanzada por la onda expansiva y eran lanzados varios metros lejos de donde estaban, aturdida por el golpe levantó la mirada y una nueva explosión en pisos superiores desprendió gran cantidad de escombros que caerían sobre ellos.

Habían pasado segundos, segundos en los que ella había sido demasiado lenta para reaccionar ante el caos. Apenas sacaba su varita cuando sintió que alguien tiraba de ella e invocaba un escudo mágico que la protege junto a Goderic. Pronto no puede ver nada más que una nube de polvo, escombros seguían cayendo sobre ellos hasta que finalmente se detienen. No sabe si habrán más pero no pueden quedarse ahí por más tiempo, se escuchan lamentos y pedidos de ayuda por todas partes.

—Creo que si—Responde a la pregunta de Graves que es quien la ayudó, ignorando por completo varios cortes a lo largo de su perfil izquierdo producto de la onda expansiva de la primera explosión. —Parece seguro. Retira el escudo por favor —Le pide para luego ponerse en pie.

Mira a Goderic parece ileso o al menos no nota nada de gravedad, tan solo un par de rasguños, cabello desordenado y polvo por doquier. De todas manera lanza un hechizo de diagnostico sobre él para confirmar que estuviera bien. Cuando el polvo finalmente da tregua observa el panorama y no es nada alentador. Gran parte del nuevo hospital había sido reducido a escombros sin contar la cantidad de heridos que había.

—No podemos atender a los pacientes en las areas ilesas a menos que me confirmen que es seguro —Empezó a hablar luego de analizar la situación, sabía que habrían muchos que no llegarían con vida si esperaban demasiado. —No se cuantas bajas habrán tenido ustedes, pero es urgente que revisen y me digan que es seguro tratar a los pacientes aquí mismo —dice mirando a Hobb.

—Directora Karkarov—un sanador de cuyo nombre no se acordaba en ese momento se acercó a ella —El jefe de trauma esta de camino, yo soy su aprendiz… necesito instrucciones de como proceder —Era bastante joven así que decidió no regañarlo por no tener iniciativa.

—Protocolo de emergencia, triaje, hagan lo posible para mantenerlos estables y llama a todo el personal que este disponible… —Le pidió mientras se recogía el cabello pues ella misma ayudaría a tratar de salvar a la mayor cantidad que le fuera posible.

—Vi a Ellie y Madeleine entre los invitados...— Les comentó al par de magos mientras recorría con la mirada el lugar —Me avisan si las ven... —alcanza a decir justo antes de que una mujer llena de polvo y en estado de shock se la llevaba para que la ayude con algo.   

[Ellie Moody]

Mientras el discurso de Valkyria se prolonga, Madeleine lucha, plantada en el punto donde está parada, con la ansiedad que crece exponencialmente en su pecho. Intenta convencerse de que sólo es paranoia, y que no sucederá nada malo. No hay una amenaza real, está todo en su cabeza. Siempre es así, en todas las misiones; siempre tiene que obligarse a mantener la calma, a apegarse a la evidencia y no a lo que cree sentir. Siempre la han tildado de paranoica, de exagerada... y es consciente de que hay verdad en eso. No puede seguir arruinando misiones por culpa de ese comportamiento errático, y menos cuando no es ella quien las comanda ahora; no puede arruinar el esfuerzo de los demás, por su incapacidad para mantenerse bajo control. Así que intenta enfocarse en las palabras de Valkyria, aunque hace rato dejaron de tener sentido, y aprieta las manos con fuerza para controlar los temblores, sintiendo las uñas clavarse en la piel de sus palmas. «Todo está bien. Todo...».

Pero no puede continuar con el mantra cuando una corriente eléctrica recorre su brazo derecho. No necesita bajar la mirada y ver la esfera de obsidiana resplandeciendo en el anillo detector de enemigos para saber que esta vez el peligro no está en su cabeza. Madeleine toma a Ellie de la muñeca, ignorando su protesta al interrumpir la captura de una fotografía, y hace que se vuelva hacia ella para mirarla inquisitivamente a los ojos, de modo que ésta puede leer en ellos lo que sin duda demoraría más explicar en palabras. Ellie, en efecto, al observar la urgencia en la mirada de su prima se toma el atrevimiento de emplear la legeremancia para tomar un par de pensamientos superficiales y entender qué es lo que ocurre.

—P-peligro —tartamudea Ellie, en un susurro.

Sin embargo, la alarma sólo alcanzó a llegar un par de instantes antes de la primera explosión. Pero de esa forma por lo menos Ellie, en lugar de quedarse paralizada por el shock, alcanza a tomar su varita mágica y conjurar un fortificum. Una muralla de piedra se levanta inmediatamente desde el suelo, adecuándose a la forma ordenada por Ellie en su hechizo. La "pared" no tiene la forma típica, sino que parece más bien una especie de puente o arco, cuyos lados están expuestos, pero bajo el cual pueden ponerse a salvo varias personas. El hechizo apareció justo encima de donde Ellie, Madeleine y varias personas estaban; aún así, por instinto, todos se protegen la cabeza con las manos y se sobresaltan al escuchar los escombros caer. Ellie se estremece al reconocer que más allá de donde conjuró el fortificum, hay muchos gritos de pánico y de dolor, pero siente los músculos tensos y no es capaz de pensar con claridad. El shock comienza a llegar en oleadas tardías, ahora que la adrenalina parece haber abandonado su sistema y que se siente ligeramente a salvo bajo la estructura de piedra.

Madeleine, sin embargo, sabe que debe hacer algo.

—Quédate aquí —espeta Madeleine, hablando por encima de su hombro—. Y mantenlos a salvo.

Y prácticamente desaparece, sin hacer el más mínimo susurro, controlando la energía de su entorno para moverse ágilmente entre las personas que corren. Aunque siente el impulso de detenerse a proteger a las personas, es más fuerte el instinto de buscar a quién o quiénes hayan estado detrás de aquel atentado; sólo de esa forma, todos pueden verdaderamente estar a salvo. Apenas hace un esfuerzo para que aparezca en sus manos un arco hecho de pura Magia de la Oscuridad, al igual que el carcaj de flechas heladas colgado a su espalda. Toma una flecha y la coloca velozmente en el carcaj, mientras sus ojos buscan al enemigo, pero sólo puede ver empleados del MACUSA y personas asustadas. O huyeron, o están ocultos. De cualquier forma, parece que lo que buscaban no era comenzar un enfrentamiento, sino simplemente sabotear la inauguración y (o) atacar al MACUSA para ¿demostrar algo? ¿Sembrar pánico? 

Es por accidente que llega hasta donde están Graves, Slithering y Kaori, esta última aparentemente ayudando a una mujer.

—Si esto fuera obra de mortífagos, habríamos visto alguna marca tenebrosa —dice Madeleine, deteniéndose frente a ellos, pero sin dejar de mirar alrededor, esperando ver algo que le de información de lo que acaba de ocurrir—. Pero nadie ha salido a llevarse el crédito de esto. ¿Por qué? ¿Qué demonios es esto? —masculla por lo bajo.

Una vez más vuelve la mirada al lugar donde estaba el público; muchas personas salieron corriendo, pero otras no pudieron hacerlo y están heridas o confundidas. Los funcionarios del MACUSA que no se vieron heridos parecen estar buscando en qué ayudar; entre ellos, Madeleine reconoce a Matt Ironwood, que si mal no recuerda es parte del FBI.

—¡Ironwood! —llama Madeleine, como si tuviera derecho para hacerlo, cuando probablemente el mago tenga más jerarquía que ella en el MACUSA— Acordonemos la zona —sin embargo, no tiene mucha esperanza de que eso haga alguna diferencia. Todo se volvió un desastre en tan solo unos instantes.

No puede evitar pensar que el universo está haciendo un terrible trabajo en darle razones para mantener la calma cuando los pensamientos catastróficos y el temor irracional la invaden. Siempre hay que estar alerta, preparada para lo peor. ¿Cómo pudo hacer sido tan idi***?

@ Syrius McGonagall  @ Goderic Slithering  @ Kaori M.  @ Hobb Graves

[Juliens]

Solamente cuando supo que Valkyria estaba ven se permite sentir. Le duelen los oídos, hay un chillido casi imperceptible pero bastante molesto y constante. Seguramente es un efecto de la explosión, no tuvo tiempo de montar una protección adecuada, el escudo era demasiado pequeño para absorber todo el impacto. Le duele bastante la mano "buena". Hay algo incrustado en su brazo, parece metálico. No hay sangre porque al parecer aquella esquirla está haciendo las veces de tapón.

Antes de intentar curarse  hace un pequeño movimiento con la mano para que el escudo desaparezca. En menos de un segundo comienza a perder brillo y desaparece hacia el interior mismo de Hobbamock. Sigue sin remover la esquirla de su brazo, hay algo que necesita decir aunque no sea el lugar ni el momento adecuado.

—Slithering, si el Director del cuerpo de Aurores sigue vivo deberías considerar cortarle la cabeza y ponerme a cargo ¿Cómo permitió que esto suceda?

No espera respuesta, está molesto. ¿Es realmente posible que nadie supiera del ataque? ¿Es posible que nadie escuchara al menos los rumores? Cuando el Inquisidor atacó tenía sentido que todos estuvieran desprevenidos ¿Quién se tomaba en serio una amenaza proveniente de los nomaj? Pero a día de hoy, luego de la destrucción de Hogwarts y del Edificio del MACUSA cualquier rumor debería tomarse en serio.

—Expecto Patronum

Exactamente tres tigres surgen de su varita mágica y comienzan a galopar en dirección del infinito. El primero informa a su contacto en Ilvermony, deben reforzar la seguridad de alguna forma. Incluso quizá enviar a los estudiantes a casa. El segundo lo envía a Ben y Connor para pedirles que acudan a cuidar la tribu junto a gente de confianza. Y el tercero es dirigido a William.

—No tenemos idea de lo que aquí está sucediendo, Madeleine.

Solo entonces usa la varita mágica para extraer la esquirla de su brazo y curar la herida.

—Esto parece ser un ataque no mágico, los nomaj tienen tecnología capaz de destruir edificios.

 

[Ellie Moody]

Alcanza a escuchar la queja de Graves de quién fuese que estuviese a cargo de los Aurores del MACUSA, por permitir aquel ataque. Aunque Madeleine puede entender de dónde viene el enojo y la frustración, no puede decir que no siente algo de culpa por no haber sido más paranoica. A decir verdad, la consterna bastante el hecho de que algo de aquel calibre haya sucedido frente a sus narices y no hayan podido hacer nada por impedirlo. Tanta destrucción, tanto dolor, quizás incluso muerte... ¿y de verdad no había nada que pudieran haber hecho? El dolor de sus uñas hincándose en las palmas de sus manos le recuerda que tiene que respirar, y seguir adelante. Actuar en lugar de lamentarse y buscar culpables.

—¿Pero no se tomaron medidas anti-muggles? —replica, luego de que Graves enviase algunos patronus—. Sé que estas formas no parecen mágicas, pero no veo cómo personas sin magia pudieran haberse colado y organizado lo suficiente como para lograr lo que hicieron. Cuando mínimo sería necesaria un poco de colaboración interna...

Madeleine se sobresalta al sentir una mano en su hombro, pero al mirar hacia atrás encuentra a Ellie, cuyo rostro pálido está lleno de polvo gris. Sostenida con las manos temblorosas, tiene la cámara mágica prácticamente destruida. Aunque reconoce que está asustada y nerviosa, por lo menos está a salvo, así como las personas que lograron refugiarse bajo su encantamiento; sin embargo, estas ya están evacuando el lugar. Cualquier vida salvada es un alivio y una victoria, pero eso no significa que las bajas no sean dolorosas ni vergonzosas.

—De momento, enfoquémonos en evacuar a los civiles y hacer una inspección del edificio —dice Madeleine, esperando que suene a un plan coherente, aunque es consciente de que le cuesta pensar con claridad dada la situación—. Una vez hayamos confirmado que el atentado de verdad ha terminado, podemos investigar más a fondo qué demonios es lo que sucedió.

@ Hobb Graves  @ Goderic Slithering  @ Kaori M.

Editado 12 de Septiembre del 2022 por Hobb Graves
👀

[Juliens]

—Pues si, debieron levantarse seguridades para evitar que los nomajs pudieran estar cerca. Pero podrían entrar con la ayuda de magos o brujas que apoyaran este ataque. O incluso pudieron ser magos y brujas usando la tecnología de los nomajs. Las bombas pueden ser muy destructivas

Claro que está molesto, pero también entiende lo que dice Madeleine. Si bien muchas personas murieron a causa de la explosión y de los escombros que posteriormente se desprendieron del edificio. Pero a pesar de las palabras de la bruja y de sus buenas intenciones, él no es la persona más adecuada para prestar ayuda respecto a la sanación de personas.

—Yo iré a ayudar en rescate y recuperación. No soy muy habilidoso en magia curativa

No espera una respuesta, simplemente camina en dirección a los escombros cercanos al edificio del hospital. Porque aunque fue el hospital el blanco principal, la fuerza de la explosión fue capaz de dañar muchos edificios cercanos en dónde vivían personas tanto mágicas como no.

Mientras camina su piel cambia levente de color, un pequeño brillo indica que está usando la magia paladín a manera de escudo. También dos seres idénticos a Hobbamock aparecen y caminan junto a él. Tres paladines, aunque dos sean una copia, son mejores que uno solo.

Editado 1 de Noviembre del 2022 por Hobb Graves