La gloria vikinga

[Martin N Roses]

El sonido de unos pesados pasos subiendo la escalinata se ahogaban por el rugido de varios miles de personas. Muchos meses de trabajo habían pasado para llegar hasta aquel día, el último de un nuevo evento que había sido todo un éxito. Black tomó asiento en el palco principal del estadio de las Tierras Altas escocesas, se encontraba rodeado de personalidades de diversas nacionalidades pero con algo en común: el amor por el quidditch. Había británicos y escandinavos, los principales protagonistas de la final, pero también de otros países europeos y de muchos continentes, puesto que el torneo había adquirido una popularidad mundial por la llegada de jugadores de todo el globo.

—La final reunirá al bicampeón, Tutshill Tornados, y gran candidato a revalidar el título por tercera vez consecutiva... —decía uno de los relatores radiales del mundo mágico en su transmisión—. Frente a Kattegat Krakor, un equipo debutante que ya ha vencido a los ingleses en la fase de grupos. ¿Podrán volver a hacerlo y convertirse, sin discusión, en el mejor equipo europeo del momento?

El director internacional de quidditch cesó sus conversaciones cuando el árbitro del encuentro indicó el inicio del partido. Las túnicas celestes y grises se fueron mezclándose con el devenir de la acción. La rubia cazadora de los escandinavos, Asa Haraldsson, se había apoderado de la quaffle apenas había sido lanzada al aire y comenzaba a volar con ella. Rápidamente, el mejor golpeador del mundo y desde hacía tiempo, Jeremy Triviani, le envió una bludger que la hubiera derribado de no ser por la lectura de Ace Williams para desviarla a tiempo.

—Ohhhh... —exclamó la multitud ante el susto de ver a la cazadora golpeada, pero eso no había sucedido.

Y entonces, Haraldsson le cedió la quaffle a Zahara Nabirye, la máxima goleadora de la competencia y también de la Copa Mundial de Brasil. La cazadora ugandesa no se lo pensó dos veces y con un puñetazo realizó un disparo de volea de forma directa hacia los aros protegidos por Maida Black Yaxley. La experimentada guardiana consiguió atrapar la pelota sin dar rebote, mostrando su capacidad para defender los aros y, sin dar respiro, realizó un sorpresivo pase largo que le permitió a su compañero, Luca Van Halen, quedar prácticamente mano a mano ante el guardián rival. Luca Van Halen giró sobre sí mismo para aumentar la fuerza de su disparo y venció a Olaf Ragnarsson, el afamado guardián escandinavo.

—¡Los Tornados toman la delantera! ¡Se ponen a ganar el partido 10 a 0! —rezaba el relator.

Era el momento de reiniciar el partido y Klaus Thorsen fue el encargado. Con su magia y habilidad, realizó una finta de Porskov para engañar a los rivales y cederle la quaffle a Asa. Asa perdió algo de tiempo intentando engañar a la guardiana del equipo inglés y entonces Jeremy Triviani aprovechó para enviarle una precisa bludger que llegó a destino con una estupenda parábola. Esta vez Ace Williams no había llegado a tiempo y su compañera recibió el fuerte impacto soltando la quaffle.

A todo esto, los buscadores revoloteaban por el campo en búsqueda de la snitch. Alguno de los espectadores parecieron vislumbrar un destello más próximo a Thiago Moraes, el campeón del mundo que ahora jugaba para los celestes. No queriendo quedarse atrás, John Smith, el golpeador estadounidense de los Cuervos Negros, le envió una bludger poderosísima al buscador brasileño que no fue posible de evitar. El impacto fue tan grande que el buscador de los Tornados quedó algo aturdido por unos segundos. Por otra parte, Ace Williams sí estuvo rápido en esta oportunidad para desviar una bludger que tenía como destino la cabeza de su compañera buscadora.

El sentimiento de final estaba latente y comenzaron los cruces y las discusiones. Klaus Thorsen fue penalizado con un penal en contra por discutirle al árbitro, quejándose de que Luca Van Halen había tomado la punta de su escoba. Pero Luca Van Halen fue golpeado por John Smith y Asa Haraldsson terminó con la quaffle en sus manos. Cuando todos parecían recriminarle al otro por las cosas que sucedían, Zahara Nabirye aprovechó el desconcierto y realizó un nuevo disparo de volea que en esta oportunidad sí venció a Maida y sentenció el empate momentáneo.

Minutos más tarde, Aedis Greengrass, la popular "Mosquito", capitana y estrella de los Tornados, se dispuso a ejecutar el tiro penal. Olaf Ragnarsson, enorme como un oso pero ágil como un cuervo (dato inchequeable), logró detener el disparo y dejando caer la quaffle realizó un tiro de resbalón. Aedis se puso a reír por un instante ante la acción del guardián pero el disparo terminó venciendo a la guardiana búlgara y Kattegat Krakor pasaba a la delantera en el marcador.

—¡Los vikingos acaban de remontar el marcador! ¡Ahora ganan 20 a 10! —decía en ese instante el aturdido relator a los gritos.

El frenético partido ingresó en el período de descanso, donde debían realizarse los penales de entretiempo. En esa oportunidad, ambos guardianes se lucieron bloqueando dos cada uno. Sólo Rowan Ashryver en favor de los Tornados y Asa Haraldsson para los Cuervos Negros consiguieron modificar el marcador que ahora quedaba 30 a 20.

Ajenos a todo el desarrollo del partido, como Desdémona, los buscadores continuaban buscando la snitch dorada. La primera en verla y zambullirse hacia ella con una caída en picada magistral fue Sigrid Evensen, la mejor buscadora del mundo. Sin embargo, ni ella ni Thiago fueron capaces de alcanzarla y sólo pudieron seguir su rastro por unos cuantos segundos más.

El partido continuó muy disputado y los avances de ambos equipos terminaron con golpes excelentes de los golpeadores, que llegaron a tiempo para secundar a los guardianes, o directamente fueron estos últimos quienes se encargaron de proteger con eficacia sus aros. Olaf Ragnarsson detuvo dos disparos consecutivos, uno de los cuales había sido otro penal en manos de Luca Van Halen. Su vuelo hacia uno de los aros exteriores rozó lo inverosímil dado su tamaño sobre la escoba.

Lamentablemente otro golpe sobre Thiago Moraes, contundente en exceso, logró dejarlo inconsciente y fuera del partido. El trabajo de John Smith para enviar bludgers envenenadas había dado sus frutos y el brasileño no pudo continuar. Eso abría las posibilidades para una captura más sencilla de Sigrid, pero antes de eso, Zahara Nabirye cambiaba otro penal por gol y ponía a los escandinavos veinte puntos por encima de los Tutshill Tornados.

Y entonces...

—Sigrid Evensen vuela de forma increíble y a pesar de los giros de la snitch dorada, cada vez se encuentra más y más cerca... ¡Sigrid Evensen acaba de capturar la snitch dorada! ¡Vaya buscadora! ¡Y vaya victoria de Kattegat Krakor, el nuevo campeón de la Superliga Europea!

El partido había terminado y la victoria se había decantado para los nórdicos por 60 a 20 frente al todopoderoso Tutshill Tornados. La fiesta en las gradas, para algunos, apenas había comenzado. La comunidad mágica que había asistido a la final en el Inverness Stadium estaba como loca, sea por la alegría o la tristeza. Pero de eso se trataba el quidditch.

Editado 25 de Mayo del 2023 por Martin N Roses

[Noeline Malfoy McFarlan]

 

 

Brasil - Varios meses atrás

Pronto tendrían que regresar a Europa a las gélidas colinas escandinavas, para comenzar el entrenamiento para el torneo de clubes, torneo que iban a iniciar con grandes esperanza. El mundo ya había tenido una probadita de la furia vikinga, ahora sería el momento de dejarlo claro en Europa por si alguien todavía dudaba de ellos. El conjunto que se había conformado para representar a sus países en Brasil tendría que separarse, no todos jugaban en Europa, pero lo bueno era que la mayoría de ellos continuarían juntos en los Cuervos. 

—Hey Frozen,— llamó cuando alcanzó a ver a su compañero —tienes que mejorar si quiere ser el mejor de Europa. Ahora estuviste cerca pero no llegaste a mi nivel.— Le comentó con una carcajada a su compañero de equipo, nunca desperdiciaba la oportunidad de hacerle alguna broma sin ninguna otra intensión de soltar unas risas. Mientras, le extendía el diario deportivo que destacaba las mejores jugadas de todos los participantes del torneo mundial. Dando un ranking de jugadores que haría que se disputaran por sus nombres y cotizaran mejor en el mercado deportivo.

Todos los medios lo habían destacado, Sigrid había resultado número uno en la categoría de buscador y algunos de sus compañeros también habían ocupado algunos de los primeros puestos en los ranking, incluso los jugadores que venían de partes más lejanas del mundo eran miembros destacados en el deporte mágico. Y con esa premisas habían iniciado la SLE III.

 

Inverness Stadium - Final de la SLE III

 

No había sido facil, cada encuentro había resultado ser un nuevo desafío que los obligaba a exigirse cada vez más, luego de cada encuentro regresaban a los vestidores cansados y adoloridos pero la sed de triunfo intacta. Se habían planteado conseguir ese trofeo a como diera lugar y lograron demostrar su destreza y habilidades en cada partido. Estaban en la final.

El estadio estaba lleno hasta los topes con una multitud que generaba gran energía y emoción. El rugido de los fanáticos en las gradas se mezclaba con el viento y llegaban hasta sus oídos los cánticos que los animaba, y también los de aquellos Tornados. El color celeste era el que reinaba, los seguidores de ambos equipos llevaban los colores y emblemas de sus equipos favoritos. 

Los Tutshill Tornados no eran un equipo fácil, venían exigiéndoles en cada segundo y no podían bajar la guardia. Pero el marcador había resultado favorable y su guardián había logrado defender impecablemente los aros, logrando conseguir una ventaja no muy holgada pero favorecedora. Solo faltaba un pequeño detalle dorado que se contenía a aparecer todavía.

Todos los sonidos se había apagado para la danesa y su visión no tenía en foco mas que a la pequeña pelotita dorada que no paraba de agitar sus alas. Como en cámara lenta vio que la figura se perdía entre sus dedos y el trofeo era suyo, de ellos, de todo el equipo, de Kattegat Kråkor le habían ganado a los bicampeones y ahora eran los mejores de Europa. De inmediato el silencio desapareció y logró ver los rostros de alegría de sus compañeros que no podían evitar celebrar la victoria.

[Luna Gryffindor Delacour]

Luna Gryffindor Delacour- Jefa de la oficina de Aurores de Inglaterra/Pocionista

 

Estaba tan mal decir que en realidad ella no apoyaba a ninguno de los dos equipos? Sólo estaba ahí por su mejor amiga Ada y porqué reconocía que un evento como ese era imperdible, se preguntó sólo brevemente a quién estaria apoyando Elvis de estar vivo, supuso que a los Thursill tornados pero como desde que no jugaba más se había perdido la liga y dicho sea de paso no sabía si su papá los apoyaría o no al final, realmente ella no sabía si lograrían ganar este campeonato.

 

Parecía una hipócrita pensando al principio no apoyar a nadie y luego hacerlo, pero la realidad era que sólo apoyaba a los Tornados porque sus compañeros de trabajo hablaban tanto de ellos y a todos horas que se dijo que debería de apoyarlos porque serían buenos.

 

Se sentó en las gradas con su túnica azul oscuro con estrellas doradas, sabía que parecía bastante estrafalaria así pero no le importaba tanta lo que pensaran de ella, tenía su cabellera pelirroja sujeta en su prendedor del Fénix dorado, un regalo especial de su papá que cuidaba demasiado bien para no perderlo.

 

Apenas vio salir a los equipos grito como fanática que era, era cierto que no apoyaba a nadie pero amaba el quiddicht y verlo jugar era algo que le gustaba hacer desde niña y lamentaba haber venido sola a el evento y se preguntó si vería a Ada o a Malum por algún lado, sólo rezo para ver a alguien conocido pronto y se entusiasmo recordando los partidos en Hogwarts y lo divertido que solían ser siempre, intuía que se divertiría mucho este día y que la pasaría súper en compañía de algunos de sus amigos que esperaba ver pronto.

 

 

 

[Noeline Malfoy McFarlan]

 

 

 

 

La pelirroja había llegado al bullicioso estadio de Inverness con un propósito claro en mente: presenciar la gran final de la Superliga Europea de Quidditch. Aunque no compartía la misma emoción y entusiasmo que los fervorosos aficionados a su alrededor. Vestía un atuendo deportivo elegido para la ocasión. Lucía cómodos pantalones cortos de color negro con detalles en rojo, combinaba los pantalones con una camiseta ajustada de manga corta en tono gris, y sobre la camiseta llevaba una chaqueta ligera de color negro en la cual destacaba el símbolo de una urraca bordada en la espalda. Aunque estuvieran fuera del torneo quería declarar a donde se inclinaba su apoyo.

Mientras ingresaba al estadio, el ambiente se tornaba electrizante. Miles de fanáticos se habían congregado para presenciar el épico enfrentamiento entre los Tutshill Tornados y los Kattegat Kråkor. Ambos equipos habían demostrado su valía a lo largo del torneo y habían dejado una marca imborrable en los corazones de los aficionados. Noeline, como deportista profesional, no tenía preferencia por ninguno de los equipos en particular. Su admiración se extendía a todos los jugadores y apreciaba la habilidad y el esfuerzo que cada uno de ellos desplegaba sobre la escoba. Sin embargo, debía admitir que sentía una fascinación especial por el golpeador de los Tutshill Tornados, cuya destreza y precisión en el juego la maravillaban. En el fondo de su mente, siempre había anhelado arrebatarle el puesto del número uno en Europa, esperándolo hacerlo en el siguiente torneo.

Inmersa en el emocionante partido, Noeline también apreciaba el desempeño de los Kattegat Kråkor, un equipo revelación que había sorprendido a todos con su estilo de juego audaz y estratégico. Cada jugada, cada golpe de Bludger y cada esquivada capturaban su atención y la mantenían al borde de su asiento, como habían hecho algunos de los vikingos cuando jugaron en Brasil, en el mundial.

Sin embargo, en medio de todo el bullicio y la emoción del estadio, Noeline vislumbró a alguien familiar entre la multitud, cerca de su posición. Tenía que encontrar una forma de acercarse, y descubrir si quien estaba ahí era quien creía.

 

@ Luna Gryffindor Delacour  @ Ada Camille Dumbledore  @ Bodrik  para la que quiera rolear.

Editado 7 de Junio del 2023 por Noeline Malfoy McFarlan

[Bodrik]

Bodrik estaba muy ausente de gran Bretaña desde hacía años por esta razón no estaba al tanto de nada de lo que ocurra en occidente y mucho menos con el Quidditch que para ella no era más que un deporte a veces divertido, pero no era la más fanática de las personas y ni siquiera sería la liga como para saber mucho al respecto aunque en su estancia en Japón fue testigo de los entrenamientos de los equipos escolares en Mahoutokoro y algunos entrenamientos del equipo Nacional, pues fue invitada por algunos de sus amigos japoneses que si parecía bastante interesados en ese deporte .

Por otra parte, en china también jugaban aunque no solían mostrar al mundo sus equipos y solían participar de torneos nacionales, aunque algunos de ellos salían a otros países de Asia para participar y Bodrik tenía un par de amigos del hermoso país que aunque les agradaban cosas mucho más académicas como historia, astronomía, acupuntura y más, aun así disfrutaban de aquel deporte a su medida.

Entre los equipos de gran Bretaña, la chiquilla simplemente no tenía un gran favorito, pero por lo poco que sabía que agradaban los Tutshill Tornados, sin ser una gran aficionada, por eso no sabía si estaría bien asistir como una mera espectadora o en calidad de Sanadora que sin duda eso le dejaría más tranquila de alguna manera.

A decir verdad, no tenía un favorito y quizá el otro equipo podía sorprenderla dando un excelente espectáculo y buen desempeño, por esta razón era imposible para ella pensar en solo un equipo como favorito de este juego que tenía entendido era la final del torneo y el problema de ser del público es que realmente no creía conocer a nadie ahí y pasaría sola probablemente.

@ Noeline Malfoy McFarlan

 

[Noeline Malfoy McFarlan]

 

 

 

Sus ojos permanecían fijos en los vertiginosos movimientos que ocurrían en el campo de juego. La quaffle cambiaba de manos con agilidad, mientras las bludgers surcaban el aire, buscando su objetivo bajo la precisa dirección de los golpeadores, en busca de sangre, o al menos unos cuantos moretones. La emoción llenaba el ambiente, anticipando un encuentro lleno de adrenalina y las posibles contusiones. Y la snitch, prometía dejar en buen concepto a Sigrid nuevamente. Sin embargo, entre la acción trepidante, algo capturó la atención de la Malfoy en las gradas.

Un destello de cabellos oscuros se agitó entre la multitud, evocando en su mente recuerdos de su infancia y de la niña que había sido su compañera desde temprana edad. Pero no podía ser su hermana. Ella no habría aparecido allí sin haber anunciado su presencia. Según sus últimas noticias, aún estaba de viaje.

Intrigada, decidió acercarse a la figura, abriéndose paso entre la multitud que habitaba las gradas. Sin siquiera detenerse a pensar en las consecuencias, colocó su mano en el hombro de la persona, llamando a la joven con confianza y familiaridad. Pero en el instante en que lo hizo, se dio cuenta de su error. Debió haberse dado cuenta antes de que no era su hermana. La estatura de aquella chica no coincidía en absoluto con la de su hermana, quien le llegaba casi al hombro, a diferencia de la joven ahí presente que no distaba mucho de su propia estatura.

—Disculpa, creo que te confundí con alguien más,— se disculpó apresuradamente, sintiendo una incomodidad que se apoderaba de ella. Se encontraba ahora atrapada en medio de una multitud aún más densa y no tenía manera de regresar al lugar donde se había encontrado anteriormente. De reojo, observaba a la joven a su lado, esperando que no se sintiera intimidada o incómoda, mientras la misma sensación se apoderaba de la pelirroja.

 

@ Bodrik

[Luna Gryffindor Delacour]

Luna Gryffindor Delacour- Jefa del Departamento Auror/Pocionista

 

¿Por qué mi mente estaba tan plagada de recuerdos? de veras que necesitaba tener un pensadero o hacerme con alguno porque no podía dejar de pensar en la vida que había tenido, como nunca le había agradecido ni a Annick y mucho menos a Elvis por la vida tan buena que me habían dado, tampoco le había dado las gracias nunca a Lisa, suspiré pensando en que había fracasado estrepitosamente en todo lo que me había propuesto tiempo atrás, juré mantener unida a la familia a como de lugar y honrar las enseñanzas de mis padres, ¿Qué había conseguido? solo ser expulsada de ella y terminar viviendo con mi mejor amiga Ada, en su castillo, estaba agradecida con ella mucho, porque era consciente que si no me hubiera dado cobijo ahora estaría en el ministerio muriéndome de frio y seguramente más sola que un dragón en cautiverio, el punto era que la vida me había quitado todo y yo había sabido salir de ello de alguna manera o al menos intentado ser feliz de nuevo.  

 

Sabía porque pensaba en eso justo en esos momentos, cuando se disputaban la snicht en el campo de juego, porque me recordaba demasiado a los juegos de Quiddicht que habíamos tenido tiempo atrás, unos que nunca volverían obviamente, negué con la cabeza y decidí dejar mi mente en blanco, no sabia ni oclumancia y mucho menos legerenmancia, pero me dije que debería de haber una manera para parar de pensar, cualquier manera sería bienvenida así que hice lo primero que se me ocurrió y lo más lógico, intentar hablarle a mi amiga Noe y a mi amiga Bodrik, simplemente porque no sabía que más hacer y me daban una salida muy buena a mis horribles sentimientos.

 

- Hola Noe ¿Cómo estás? ella es Bodrik, mi amiga al igual que vos, estoy feliz de encontrarlas pensé que tendría que estar todo el partido sola, esperaba a Ada pero no la veo todavía así que simplemente pues esperaba hablar con alguien ¿Cómo andan? oh lo siento no quise molestar, solo bueno, no quería estar sola en las gradas y sin hablar con nadie ¿a qué equipo apoyan? yo no apoyo a ninguno, aunque si alguien pregunta apoyare a los Tornados, amo el quiddicht pero me tiene sin cuidado quien gane mientras pueda ver un buen partido ¿y a ustedes? - Les pregunté con mi repique de campanas más alto de lo habitual por la emocionada que estaba de estar con mis amigas - 

 

Mientras esperaba que alguna de las dos me respondiera sonreí por primera vez en meses, no me di cuenta de cuanto las extrañaba hasta que las vi y en circunstancias normales ya las habría abrazado a ambas, solo que tenía miedo de caerme del lugar así que solo me había limitado a sonreirles feliz de verlas y poder tener una charla amena con ambas, me pregunté si es que podría volver a ser la Luna que todos conocían, la que hablaba hasta por los codos y adoraba estar con sus amigos, me dije que sí y que realmente podría intentar ser feliz aunque sea un momento, solo debía de no ponerme triste y porque no seguir hablando hasta callar a mi mente inquieta, eso siempre me había funcionado y si bien ahora me era más complicado, al menos tener a mis amigas conmigo me puso feliz al instante y por primera vez me di cuenta que tendría un día divertido por primera vez en 2 años.

 

@ Noeline Malfoy McFarlan   @ Bodrik

[Anthony R. Dracony M.]

La indecisión me tiene atado, voy camino a mi Hotel, en Diagón corre la noticia del reciente triunfo en Quiditch, la gente comenta con entusiasmo lo ocurrido en ese partido, así que sin buscarlo, me he enterado de como se desarrollo y el desenlace del mismo.  

Debería estar más entusiasmado, después de todo, es el mejor de los deportes mágicos, pero con la dificultad de hacerme parte de algún equipo, mi interés se alejo igual que la estación de primavera. No es nada raro, pienso yo, poco puede importarme aquello en lo que no este involucrado, pues siempre me gusta estar en el centro de la acción, por lo que ya la práctica del quidditch, era una pasión del pasado en mi vida.

Llegue a mi hotel, en el loving también comentan aquel partido de quidditch, trato de pasar sin prestar oídos pero un nombre me hace girar la cabeza con genuino interés.

-- La participación de Jeremy Triviani fue decisiva, al nivel que posee como el mejor golpeador del mundo, se noto en cada una de sus acciones, ha impactado a todo el que presencio el encuentro entre estos geniales equipos, el resultado final quedará en la historia como debe ser, ¡una hazaña extraordinaria! -- Esa afirmación me deja pensando, tal vez debería buscar al rubio para escuchar de su propia boca aquella experiencia deportiva... quizás hubiera sido mejor, asistir a aquel encuentro de la Final de la liga de quidditch... pero la verdad, es que no hizo nada al respecto y arrepentirse no es el estilo de Dracony. 

[Bodrik]

El juego estaba bastante violento por el momento y pese a que ella era buena para el vuelo en escoba y a diferencia de su abuela Cye mantenía muy bien el equilibrio y aquello le había salvado la vida en más de una ocasión, pero para jugar aquel deporte, se necesitaba algo más que coraje que Bodrik de eso tenía de sobra, peor aparte de conocer perfectamente las jugadas era necesario tener como una sed de sangre que un medimago como ella, no poseía.

Claro, ella era semivampiro y su padre se encargó de enseñarle a controlar su sed y cuando él se fue de, Ottery St Catchpole, los encargados fueron Su abuelo Adriano junto con su abuela Cye, pero era distinto, Finn Lockhart era un vampiro y sabia como se sentía tener sed, pero para sus abuelos Paternos era fácil y el día que conoció a su abuela materna Aleera, está casi la mata y de no contar con su propia madre, su tía y su abuelo Dagonet , ese día, ella quizá no estaría contando el cuento.

Lo que sí hizo siempre fue animar un poco al equipo de su casa, pero no era tan fanática a ese deporte y no estaba tan acostumbrada a ir a apoyar los equipos ingleses en las diferentes copas europeas a las que pertenecían, pero esta vez había decidido aparecer en el partido, sin tener idea de quienes se disputaban.

Distraída en sus pensamientos y tratando de llevar el ritmo de juego, una chica pelirroja apareció tocando su espalda y le dio un vistazo, pero no era ninguna de sus primas que recordara, y menos una hermana porque no la tenía, pero su melena era como algo que evocaba un recuerdo que no conseguía hilar.

—No hay Ningún problema a señorita. — aseguró a la joven bruja que había tocado su hombro y se veía bastante incómoda, pero Bodrik estaba menos incómoda que ella.

Por suerte, Luna apareció  de la nada y Bodrik sin duda sintió un descanso pues parecía conocer a la pelirroja a quien saludo muy efusivamente como ella solía hacer y después de eso continuo con ella d ella misma manera y sabiendo que no se veían hace un par de años, a la pelinegra se le hizo genial entrarla e nuevo  —Estoy Bien Lunita, apenas regrese al país como hace una semana más a o menos porque tenía ganas de ver a mi abuela— comenzó a hablar

—Pero no la he encontrado y no sé cuándo podría verla, por lo pronto ando por ahí, mirando en que pasar el tiempo—

 

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 @ Luna Gryffindor Delacour , @ Noeline Malfoy McFarlan

 

[Noeline Malfoy McFarlan]

Noeline se encontraba en el animado estadio de Quidditch, donde el bullicio de los aficionados llenaba el aire. Sin embargo, en medio de la emoción del juego, había cometido un error y confundido a una chica con otra. Una sensación de incomodidad se apoderó de ella, pues no le gustaba causar malentendidos. Justo en ese preciso momento, como si el destino hubiera intervenido, apareció de manera inesperada Luna Gryffindor.

Con su carácter cálido, Luna tomó la iniciativa y presentó a la joven. Luna conocía a la persona que Noeline había confundido. La confusión de Noeline se desvaneció gradualmente, reemplazada por la gratitud hacia su amiga por intervenir de manera tan oportuna y amable. Mientras tanto, el partido de Quidditch continuaba enérgicamente en el trasfondo.

Por las palabras que intercambiaron, la nueva conocida parecía conocer bien a Luna, y no solo a ella, sino que también entendía que las familias a las que ambas pertenecían también se conocían.

―Hola, Luna― dijo Noeline con una sonrisa en el rostro, ahuyentando la incomodidad de hace unos segundos. ―Un gusto, Bodrik― saludó nuevamente a la otra joven. ―Pues, los Tornados no son de mis favoritos― recordó cómo en dos ocasiones consecutivas se habían enfrentado en la final por el trofeo de la Liga, y en ambas ocasiones les habían arrebatado la oportunidad. ―Aunque no apoyo a ninguno de los dos, creo que los nórdicos tienen más oportunidades de ganar.

A su lado los gritos y los himnos no cesaban, era evidente que los Tornados eran los favoritos, dos años consecutivos sosteniendo la copa les daban esa ventaja entre los fanáticos del deporte mágico.

 

@ Luna Gryffindor Delacour  @ Bodrik