Aimé.

El viento amenazaba con derribar los postes del alumbrad, era una de las muchas desventajas de vivir en un Lodres si magia, pero se las había arreglado perfectamente ese par de años. Aimè Westrog se encontraba retirada, o algo asì, la verdad es que i ella misma era capaz de definir la situacio que la rodeaba. En el fondo, sabìa que ua vez que la llama del Fènix penetraba un alma, jamàs la soltaba. La orden era como su droga personal, no pasaba noche e que su mente no le recordara los maravillosos momentos que paso durante la mitad de su vida, era un recuerdo constante y atormentador.

Al momento de aparecerse en la madriguera, supo al instante que se iba a arrepentir, pero ¡que importaba?. La vida sin riesgos para una mujer como ella, a la que el fuego le corría e las venas remplazado la sangre, resultaba una tortura atroz.

Desdoblo su traje de guerrera de la luz, la típica vestimenta que dejaba a entrever sus cicatrices. Una capa plateada cubría su espalda de la lluvia. Recogió sus cabellos que habían vuelto a ser dorados y apareció en la madriguera con varita en mano.

Lo que es tuyo, siempre vuelve a ti, y si señor@s, yo soy parte del foro y lo seré para siempre. No importa cuantas frustraciones y estrés me cause, siempre serán insignificantes comparados con los momentos de alegría, de risas incontrolables. Y es que a casi dos años, SI, dos años, de inactividad, me he dado cuenta que cuando pienso en el foro no recuerdo a los HDP que se inventaban reglas en redadas, ni que te traían en jaque por simples roles, recuerdo mas bien las madrugadas en skype intentando sofocar las risas para no despertar a nadie.

Llegue al foro hace ya casi 6 años. Entre a la orden casi por casualidad, pero en ese entonces, no había gente que intentase motivar a los inties, y la marca era muy tentadora, por lo que no tardé en salir. Volví poco después gracias a la joroba enorme que tenía encima por culpa de Kris, y aunque actualmente estamos separados por boludeces tremendas, no puedo dejar de agradecerle por haber sido mi mentor. Crecí aquí gracias a el, y aprendí por el. Hay muchas personas que me ayudaron, que me enseñaron cosas, pero nadie se esmero tanto conmigo como mi comare. Si hay alguien a quien debo agradecer antes que a nada, es a Kris Gryffindor.

Pad, Bel y Majo, son quizás mis mejores amigas de por acá. Atesoren a sus amigos porque en ellos es donde encontraran la verdadera magia. Alimenten el sueño de guardar cada centavo que cae en sus manos, para conseguir viajar cientos de kilómetros, solo para quedarte en su sala bebiendo unas cervezas, o con Majo, juguito de Vodka con mango. Charlen con ellos y cuéntenles sobre sus chongos, sobre la escuela y el trabajo. Parece mentira pero ellos lo entienden sin siquiera mirarte a la cara. Saben cuando estas mal, muchas veces sin que lo cuentes. Y el tiempo, si, es un $&$/#%"" que distancia a todos, pero créanme, si algo vale la pena es aparecer al menos cada mes y decir: Hola, estoy bien. Las quiero pe****as.

Pau, gracias también a ti, ¿porque tendríamos que ser tan parecidas?.

Jank y Binny, mis primeros chicos que crecieron. No pueden imaginar la alegría de verlos convertidos en AR, porque crecí junto a ustedes. Jank, debo confesarte algo, a pesar del bullying, siempre creí en ti, jamás te consideré un vago, solo necesitabas un pequeño empujoncito y ya ves, vuelvo hoy y eres todo un Demon Hunter.

Respetando a los tres Demon Hunters que ya son leyenda en la Orden, Sally, Marcellus y Elvis, y después de las 4 DH de mi tiempo, Mei, Mey, Pad y yo (que si, con orgullo considero que hicimos un gran trabajo), se que ustedes mis niños, Jankudo, Adry y Arya, serán lo mejor que ha pisado la Orden del Fénix, porque siempre vi su esfuerzo, vi como se esmeraron para crecer son el fuego que ahora da la gran llamarada. Avivenlo y guíen a los futuros sucesores.

Gracias Gitax, amor eterno . Y Kass, mi niña y mejor amiga. Los amo.

Patri, mi estupida favorita, te quiero

Bueno, quizás mi carta no parezca agradecimiento, pero en cada línea crean que les agradezco, porque son ustedes los que me hacen sonreír ante el mínimo recuerdo. Mi agradecimiento eterno por haber crecido conmigo, por haber estado allí en los momentos mas frustrantes, por seguir creyendo en mi a pesar de los malos momentos. GRACIAS, TOTALES.

La yema de sus dedos vagó de una página a otra en aquel viejo ejemplar de Tolkien, los hijos de Húrin. El polvo se despegaba de las hojas y hacía que su nariz se tornará rojiza y empezará a estornudar. Recordaba que años atrás lo había hojeado, pero nunca se había atrevido a leerlo por completo, le resultaba ficticio pero tan semejante a su propio mundo que prefería ignorar la perfecta capacidad de los muggles de fantasear con sitios y criaturas tan comparables con la realidad. En su lugar, prefería leer las sosas historias de amor donde no se preocupaban de otra cosa mas que de perpetuar el cariño, así se sentía mas tranquila.

No fue extraño que Angband existiera, pero si fue sorpresivo, pues jamás imaginó que las páginas de Tolkien tan meticulosas en detalles escondieran verdades e información tan relevante, pero que ante los ojos de un simple muggle pasaban desapercibidas y tomadas como simple ficción. Definitivamente aquel hombre era un mago, pero no común, un mago muy sabio. Angband significaba en el lenguaje elfeico prisión de hierro y dudaba que un elfo doméstico fuese guardián de tal información, pero dada calidad de los elfos nombrados en los libros, seguramente era una variación de un duende, y sabía como robar la información de esos seres.

Así, el resto de su mañana la pasó dentro de su cámara de gringotts, donde charlando "animadamente" con una criatura llamada Alguff consiguió el intercambio. Como todos los duendes, en un principio respondió ante los cuestionamientos con muecas y palabras sin salida, pero ante la mención de un tesoro, la avaricia del duende ganó. Cedió solo por una copa de rubies que tenía en su hogar que presuntamente había sido forjada varios siglos atrás, en su lugar, la Westrong recibió un mapa y una advertencia -- No te metas en sitios ocultos, se encuentran fuera de la vista porque son lo suficientemente peligrosos como para que un mago común entre en ellos.-- Pero Aimé no era una bruja común.

Westrong apareció en Londres, en los jardines de Angband. A simple vista pudo notar las enredaderas que daban forma al laberinto, pero la fuerza oscura era demasiado poderosa y hacía que su pecho latiera a mil por hora. Respiró hondo y se despojó de su capa, dejándola escondida entre los arboles. Si volvía, regresaría por ella, sino, la capa serviría de advertencia para futuros miembros de la luz. Ajustó las agujetas de sus botas y recogió su cabello como de costumbre, era hora de comenzar.

Gracias por responder tan rápido. Ahora hago una sugerencia. ¿Podrían pedir que todos marcaran sus palabras?. Resulta que muchos utilizamos varias de las palabras como elementos de nuestro rol, y por mas que busco todas (excepto unas cuantas que no quedan para nada con mi rol) ya fueron utilizadas, como árbol, ramas, profundo, rayos etc..

Ammm, ¿por que no hay un tablón de dudas para las pruebas de el torneo?

Bueno chic@s, tengo una duda. Según entendí, cada quien tomaría tres palabras de la lista pero en orden, es decir, la primera persona tomaría la 1, 2 y 3, la segunda la 4, 5 y 6 y así sucesivamente. Yo tomé las que me correspondían en ese orden, pero alguien mas ya utilizo las que me tocaban (según lo que yo comprendí). Me gustaría que me aclararan eso para en caso de estar en un error, cambiar mi rol.

Besos amores.

Madrugar era uno de sus hábitos. A lo largo de los años había aprendido varias cosas, en especial cuando se trataba de enfrentarse a algún enemigo. Lo mas común era arribar al lugar donde se llevaría a cabo el duelo, o la batalla, a altas horas de la noche, pero eso era un error garrafal. La mayoría de los planes, estrategias y demás acciones, se realizaban después de las 10 de la noche, lejos de sorprenderlos, sus oponentes los recibían con los brazos abiertos. Hacerlo de día tampoco era una opción viable, resultaba poco eficaz ya que arrebataba la paz del diurna a los civiles y se evidenciaba ante la sociedad de una manera por demás obvia. Lo ideal era llegar de madrugada, cuando el sueño hacía de las suyas y el estado de somnolencia jugaba malas pasadas. Pero no para ella, la madrugada era su día.

Aimé Westrong apareció en la orilla del lago alrededor de las 4 de la mañana de una forma grácil. Con la oscuridad el sitio se antojaba tétrico. No podía contar la cantidad de arboles, eran demasiados y parecía que la corteza formaba caras espeluznantes, de algún modo al mismo tiempo les daba vida. Aimé no tenía miedo. El silencio era abrumador, pues solo era roto por el llanto de las luciérnagas que brillaban a la distancia. El lago estaba rodeado de rocas de diversos tamaños, ninguna mas grande que un balón de futbol.

La ausencia de la luna le permitía mantenerse oculta hasta el momento indicado. Se escabulló entre los arboles tan sigilosa como un lince, su mirada felina le permitía observar mas que un humano común, además, las hojas esparcidas en el suelo, señal del eminente otoño, delatarían a su adversario.

Desde su posición podía contemplar el sosiego del lago. Cerró sus ojos imaginando el mismo sitio recubierto por luz solar, donde se podía observar el nado de un pez dorado que buscaba un poco de alimento entre aquellas aguas. Todo era tan hermoso y perfecto, pero no aquel día, donde seguramente los rayos que emitirían sus varitas iluminarían el sitio y ambos combatientes serían heridos, todo para probar su valía. Al final, todo aquello solo alimentaba su lema: unión, lealtad y sacrificio, tatuado en sus almas.

Se despojó de su capa, pues le resultaba realmente fastidiosa cuando intentaba moverse en un duelo, o en una batalla. Bajo la misma, vestía como siempre, un top ajustado de color amarillo y unos pantalones ceñidos en tonos rojizos. Otra cosa que había aprendido es que necesitaba flexibilidad para moverse y la ropa holgada (incluyendo las capas y túnicas) solo la enlentecía. Sus pies eran calzados por unas botas de montaña, pues con ellas no tenía inconvenientes en ningún paraje. Tomando una cinta que se enroscaba a su muñeca, la enrollo en su cabello hasta conseguir una coleta alta y la trenzó; el cabello también podía resultar molesto si obstaculizaba su vista.

Paso su lengua por el contorno de sus labios y pudo percibir el sabor a sal. Colocó su mano a la altura de el pecho, podía escuchar los latidos de su corazón que le indicaban un aumento en su producción de adrenalina. Su sistema simpático se había activado y ahora mismo estaba alerta, esperando cualquier ruido, una respiración, una pisada, quizás un destello de luz. Cualquier error lo delataría y entonces ella saldría de entre las sombras dispuesta a atacar. Pero no quería ver sangre, lo heriría lo necesario para resultar victoriosa, su demonio interior estaba dormido.

Aimé Westrong

Aún podía dar un paso atrás y alejarse de ahí, sabía que podía y que seguramente era lo mejor, el problema era que no quería hacerlo. Una vez que te entregabas al bando en cuerpo y alma, del modo en que ella lo había hecho, no había forma de alejarte, te volvías parte de una vida dedicada a los otros, ignorando tus propios intereses y placeres. Ella se había alejado pero se había dado cuenta que al hacerlo, solo menguaba la llama que ardía dentro de su alma y tarde o temprano esta recobraría sus fuerzas hasta consumirla por dentro.

En su mente veía fragmentos de la promesa que había roto, en su lugar se posicionaba una promesa distinta: acabar con la Hydra y completar la labor encomendada por Albus Dumbledore. Confiaba en el resto de los aspirantes, pero sentía esa fuerza que le indicaba que aquella tarea se había escrito únicamente para ella. Era su destino, tanta fuerza acumulada, esas habilidades desarrolladas a lo largo de los años ahora tenían un objetivo especifico, no lo lograría sola, eso era claro, pues había aprendido que el mejor guerrero necesitaba de compañeros para fortalecer su fuerza, crear un equipo que les llevara al éxito.

Sus tacones negros resonaban por donde pisaba, pasos firmes que indicaban seguridad. Un par de mechones rojos se escapaban de la capucha de su túnica, pues no se había dado el tiempo de recogerlos, pero no permitía que nadie viese su rostro, no había intensión de hacerse notar aún, su regreso permanecería oculto, solo conociéndolo sus altos rangos. Aimé se quedó observando a distancia, analizando el terreno y todas las variables; conociendo a sus futuros compañeros o posibles rivales.

Sonrió por lo bajo. Aimé no era parte de la orden del fénix, Aimé era el fénix, y solo una criatura tan mística como un ave que renace de sus cenizas era capaz de vencer una Hydra, que tenía el aspecto de su eterno enemigo, la serpiente.

Ñem, ammm no se, esto puede ser divertido y pues me sirve para quitarme el oxido de encima, supongo, así que vamos a ver que sale:

Pronto se dio cuenta que le hormigueban los dedos de los pies. <<Diablos, es el alcohol>> ella sabía que no era precisamente la bebida lo que ocasionaba tales síntomas, sino la combinación de eso con otros menjurjes que había estado probando para calmar su ansiedad; siempre ocurría aquello, pero hasta el día de hoy no había podido dejar el alcohol, su dependencia al mismo era asombrosa y podía provocar en ella graves estragos.

Despojó de su cuerpo la capa esmeralda que lo cubría, para quedar únicamente con su túnica perlada. Las confesiones de la Gryffindor habían creado un ambiente acalorado, lleno de reclamos y perturbaciones que podían arremeter con la paz de las brujas. Por si fuera poco, la insensatez de Hilary crecía cada momento y estuvo a punto de levantarse y darle una bofetada para ver si esta entraba en razón, pero perder los estribos solo la colocaría en una mala posición delante de sus amigas y seguramente su conciencia no la dejaría en paz durante semanas.

Cuando Hilary admitió el uso de anticonceptivos muggles sintió una gran tranquilidad, como medimaga la pelirroja sabía que las medidas anticonceptivas muggles eran eficaces en la mayoría de los casos, pero en raras ocasiones era necesario el uso de una poción hormonal fortalecedora puesto que algunas brujas nacían con un gen distinto, mismo que impedía a su cuerpo asimilar la prohibición del embarazo, esto se revelaba puesto que era una medida para preservar la especie. En el caso de Hilary, al no contactar con un medimago de control natal no pudo asegurarse de esto y la situación se escapó de sus manos.

- Bueno, para tu fortuna tienes delante de ti dos medimagas - miró a Georgina quien anteriormente había trabajado en San Mungo, aunque nunca se cercioró de la planta.- Una de las cuales es experta en pociones. Pero lamentablemente una poción de embarazo necesita reposar con la luna llena para adquirir su autentica magia, sino, los resultados son imprecisos. Por lo que me dices, las pruebas muggles no funcionarán contigo. Para nuestra suerte, esta noche hay luna llena- probablemente aquella noche harían una pijamada monumental.

Ok, si es que el oxido se pasa creo que yo puedo hacer el blinkie, solo tenme paciencia que no tengo ni el programa ni mucho tiempo así que lo haré de a poquito, si no puedo conseguir el programa yo te aviso para que alguien mas tome el pedido. Saludos nena.

Corro, vuelo, me acelero para estar contigo (8) Vengo por mi pajitas y nadie me impedirá tomarlo. *Le pongo una camisa de fuerza y lo abrazo a mi pecho* Es mio, mio, mio y ahora será mi padrino. Mas le vale que se porte bien porque sino vengo y lo regreso jajaja Quierote amigo.

Xenix, atendiendo a Leandro

Xenix disfrutaba de una deliciosa infusión de anis mientras leía el nuevo ejemplar de corazón de bruja. Al parecer la magia de los grupos juvelniles no solo se había vuelto popular en el mundo muggle, sino que magos y brujas ahora podían disfrutar de la música de chiquillos de quince años que cantaban temas como "nena, yo no necesito amortentia" y "le haré incendius a tu corazón". Para el buen Xenix no había nada mejor que Celestina Warbeck, pero las exigencias musicales habían cambiado mucho en los últimos años y una buena imagen ganaba a las mejores voces.

La entrada de un muchacho lo expulsó de su descanso momentáneo. El elfo, quien había sufrido un maltrato minutos atrás, no pudo evitar suspirar al escuchar la voz del nuevo visitante, al parecer no tenía muchas ganas de platicar y sospechaba que tampoco recibiría un trato cordial, pero su trabajo no era juzgar a los clientes, sino servirlos de la manera mas eficaz posible.

-- Solo unos cuantos galeones y a cambio le podemos ofrecer la mas placentera estancia. Disponemos de habitaciones, le pudo ofrecer una con vista al lago si lo que busca es tranquilidad, o al callejón si prefiere una tarde entretenida mirando a los transeúntes.- El elfo saltó de su silla mientras se acercaba al mostrador- Usted solo necesita especificar sus preferencias y nos encargaremos de servirlo de la mejor manera posible. Algo es seguro, no encontrará sitio mas bello y tranquilo que este refugio en Ottery.

Aimé

De repente todo dejo de tener sentido y la joven bruja se preguntó si no se trataba de una mala broma de Hilary. Podía entender lo de la droga e incluso lo del padre de Apros, pero la realización de una boda de la nada le parecía ridícula. ¿Cuando habían pasado de estar conversando una situación complicada a llegar a una telenovela de poco raiting? no lo entendía, mucho menos que Jane se encontrase en un dilema en lugar de solo despachar a su cuasi suegra de su hogar.

La explicación de los hechos indicaba que la realidad era muy distinta a la expresada por los labios de su amiga, por decirlo de otro modo, ella si gustaba del hombre y probablemente también de casarse pero no se atrevía a articularlo en voz alta pues no quería volver a pecar de romántica como una vez había pasado con Farkas. La huida de la chica solo había dejado una cosa comprobada, Hilary debía madurar aún mas, la chica debía volverse fuerte y en eso Aimé la guiaría.

--Debes volver y correr a esa mujer. No me importa si es la mismísima heredera de Merlín, nadie tiene derecho de creerse superior a las decisiones de los demás. Si tu no te quieres casar, mándala al ca***o. No puede hacer nada al respecto - el tono impetuoso de su voz indicó que no bromeaba al respecto.- Guiar no sirve de nada, si planeas seguir huyendo toda la vida pues me temo que jamas vivirás. Es hora que crezcas amiga, me temo que tal vez mis palabras no te gusten pero es necesario que caigas en cuenta de la realidad.

Hacer car a alguien en insight resultaba dificil, dado que la confrontación siempre era acompañada de la negación, pero necesitaba expresarlo en voz alta o las palabras fluirían a modo de acciones poco alentadoras. Pero la siguiente afirmación de Hilary la dejo en shock y esta vez sin cuidado comenzó a reírse por lo bajo mientras mencionaba sin discreción.

-Bueno amiga, creo que necesitas un curso de medidas anticonceptivas.

*mira feo a Mei, Adry, Arya y a todos los que tomaron a las pelirrojas que conocía*

Bueno, casi creí que no encontraría otra pelirroja que me guste, pues Mary Jane y yo no somos compatibles, pero me puse a buscar en el link que dejo Elodía y creo que Firestar puede encajar bastante bien con Aimé. Si no se puede con esa, psylocke sería mi segunda opción. ÑE, ya que no han editado quiero a GAMBITO

Besos amores.

Para suerte de la pelirroja, Little no hizo ningún gesto en su contra, lo que facilitó las cosas para Hilary quien pronto les explicó toda la odisea por la que había sido víctima. ¿Podía juzgarla? claro que no, ella misma había sido victima de el engaño y había caído como una ilusa, pero lo que sabía era que cada caída creaba en si misma una fortaleza, una caída de tal magnitud convertiría en su pacifica e inocente amiga en una verdadera fiera. Después de todo, cuando se metían con los hijos de una mujer provocaban una furia incontrolable.

Sin embargo, la solución de Kassandra le pareció arriesgado, por no decir inconcebible. Ellas eran brujas y su magia era tan natural como el agua de lluvia pero el vudú era otra cosa. Deslizó sus níveos dedos alrededor del cristal del vaso y vertió todo el líquido de un trago. Debía encontrar la manera mas precisa de explicarse las cosas con las que se arriesgan al tocar el vudú. Es cierto, probablemente se desharían de Farkas pero una cantidad inimaginable de demonios y espíritus las seguiría. El vudú había sido creado para que simples muggles crearan vínculo con el mundo espiritual, un mundo al que no podían contactar sin una serie de ritos y sacrificios, muchos de ellos temibles.

- Chicas, para acceder al mundo espiritual del vudú es necesario hacer una conexión con su portero, Papa Legba-exhaló un momento mientras tomaba asiento en la silla mas cercana- El se aparece como un anciano tranquilo, pero en realidad se alimenta de nuestras debilidades, el no se quedará tranquilo solo con un gracias, Jane - Aimé las miró fijamente pero después sus ojos se posaron en Hilary- Yo no estoy de acuerdo en que sea el vudú la solución. Eres una bruja, créeme, existen magias tan poderosas que pueden ahuyentar hasta el mal mas perverso, desarrolla tu potencial, nosotras te ayudaremos a proteger a Apros.

Pero la siguiente confesión casi le provoca soltar una sonora carcajada. ¿Cómo podía ser su amiga tan inocente y confiar a un completo desconocido su propia intimidad?. No hacía falta que terminará de hablar, había dejado entrever lo acontecido y con ello una serie de dudas se arremolinaron en la cabeza de la Westrong. Recordaba su devoto amor por Farkas, solo faltaba que este nuevo individuo se hubiera inmiscuido en el corazón de Jane.

- Júrame que no te acostaste con el. Y si lo hiciste, prométeme que al menos es buen amante- El comentario había sido a propósito, para quitarle tensión a la situación y causar al menos una sonrisa en su trilliza.

- ¿Eres miembro o aspirante? Si eres miembro, dinos el rango: Aspirante
- Nick: Ashindrel Rosier
- Nombre Muggle: Aymee
- Edad: 20
- Pais: México
- Fecha de Cumpleaños: 11 de enero.

Fenixiano una vez, fenixiano forevehh

Aimé Westrong

Pasar un año fuera de su sitio de confort había sido caótico. Es cierto que había aprendido algunas cosas como cocinar, o aprender a hablar muggle sin ninguna referencia mágica pero le había costado imposible convertirse en ama de casa sin usar su varita, ¿cómo iba a fregar tantos biberones del goloso de James sin resultar cansada?. La pelirroja era una persona extraña, al parecer unos cuantos minutos dedicados a las tareas del hogar le resultaba agotador, pero el participar en guerras mágicas donde podía perder su vida era una inyección de adrenalina fascinante, seguramente alguien debería revisarla para saber si su cerebro andaba en orden.

Lo cierto era que a pesar de encontrarse fastidiada se le veía renovada. Los signos de la guerra jamás desaparecerían, las cicatrices estarían allí para recordarselo siempre y ella no las quería perder, era su advertencia del peligro que corría James y su memoria ante su mayor logro, la lucha contra el lado oscuro. Su cuerpo en cambio había sufrido evidentes mejoras, pues donde antes se podía ver piel cubriendo huesos ahora había un poco mas de carne que hacía bulto en su túnica, las ojeras permanecían pero mas tenúes, ya habían pasado los desvelos y ahora podía presumir que dormía mas de 5 horas diarias. Su palidez habitual había cambiado también y ahora contada con mejillas sonrosadas que hacían brillar sus ojos, pero lo más mágico se encontraba en sus labios, Aimé había vuelto a sonreír.

Ahora debía volver, la decisión si era por completo se tomaría después de ver a sus amigas y también a el, quería darse una vuelta por su mansión, los rumores apuntaban a que había regresado y sabía que a su lado no corría peligro. Pero el no la había buscado, había sido un mensaje de Hilary quien le alerto que algo extraño pasaba pero no sabía exactamente de que se trataba, solo sabía que si sus amigas hablaban ella debía atender el llamado. El punto de reunión era el Refugio.

No tardó mucho en llegar, sabía el sitio preciso donde debía aparecerse, conocía aquel lugar. Cuando llegó al callejón tropezó y cayó de bruces contra el suelo, la falta de práctica había hecho mella. De un salto se puso de pie, sacudió su túnica que por suerte era oscura y apenas evidenciaba su reciente descuido y sin pensarlo mas se decidió a entrar.

Nada mas dio un paso dentro de la edificación y un elfo salió a su encuentro, quien mostraba cierto nerviosismo en su voz. Tras un poco de indagación descubrió que cierta bruja le había tratado de manera despectiva y no tardó en adivinar de quien se trataba, la pequeña Georgina cada vez se comportaba mas de acuerdo a sus raíces que a la bruja dulce que había conocido en la torre aethonan. Asintió lentamente y planeó su reprimenda. Aimé no era bruja sencilla, mucho menos pasiva, unas cuantas llamas controlarían a la bruja y estaba dispuesta a sufrir las consecuencias de sus actos.

-Incedio- Tres llamas pequeñas volaron en dirección a Georgina cuando Aimé estuvo a tres metros exactos de ella. El fuego paró en la túnica de la bruja, creando una pequeña llamarada pero al ser mágico se sofocó segundos después. Había aruinado su túnica, pero la piel apenas y había recibido quemaduras de primer grado- Ten cuidado como tratas a los elfos, merecen respeto. La próxima podría ser tu cabello y no me imagino verte pelona. Coloca escencia de murtlap y para mañana la piel estará como nueva.- Volteando a ver a su hija y a Hilary agregó - Es un gusto de verlas chicas, Kassandra, ¿porque no me sirves un poco de whiskey a tu madre? estoy ansiosa de saber que tiene Hilary para contarme.

Tic toc... Tic toc. El sonido del reloj resonaba en sus oídos como si de una bomba se tratara. Tic toc... Tic toc. Comenzó a sentir el palpitar de sus sienes mientras hacia de sus párpados una muralla impenetrable hacia la luz. Tic toc... Tic toc. Sabía que no podría contenerlo durante mas tiempo. Tic... Y su mano alcanzó aquello que tenía mas cerca, no sabía si se trataba de un cenicero o de la misma lámpara pero la velocidad con la que surcaba el aire hizo que en cuestión de segundos estallará junto al reloj. El tic toc cesó de manera instantánea y entonces pudo relajar sus facciones, pero el sueño no regresaría.

Su cabello era un asco, podía encontrar en el pequeñas migajas de lo que fuera que hubiese consumido la noche anterior, que como de costumbre no tenía idea. Al parecer el calor nocturno la había hecho sudar todo el alcohol y la habitación tenía un hedor tan parecido a una cantina que pronto su boca se convirtió en un mar de deseo, casi haciéndola babear, pero ella sabía que debía controlarse. Regado por el cuarto encontró sus prendas, todas sucias para variar, acompañadas de otras de un dueño desconocido. Todo indicaba que la noche anterior había perdido cualquier pizca de dignidad que le quedaba, pero debía hacerlo, había sido su despedida al magnifico mundo de los muggles.

Aquel era su nuevo comenzar, poco importaba el pasado, nadie, absolutamente nadie, tenía que saber que había pasado con la hija olvidada de los Rosier después de casi 10 años. Pero tampoco era capaz de regresar a su hogar. Tenía que construir su propio camino,encontrar las piedras que le ayudarían a asentarse. Un empleo quizás, probablemente también conocer personas, aunque aquello no le entusiasmaba en lo mas mínimo. Pero sobretodo necesitaba un sitio donde alojarse, después de aquella noche no podría quedarse nunca mas en aquella pensión, la Sra. Elizabeth se lo había advertido, aún podía escucharla en su mente <<Una mas y te largas. Alcohol, drogas, destrozos. Pierdo mas de lo que gano contigo Drel.>> Sus ojos habían rodado mientras se reía, sin embargo había detectado la sinceridad de las palabras de la anciana.

Con pasos tranquilos fue a darse un baño, lo necesitaba urgentemente. Pronto estuvo lista, al menos físicamente. Caminó nerviosa hasta llegar al último de sus cajones, sacándolo del mueble y dando con un estante secreto, sellado con clave. Tras abrirlo no pudo evitar soltar una triste lágrima que acabo en sus labios; era la primera vez en años que volvía a estar en contacto con la magia, sus dedos volvían a sentir la firmeza de la madera que correspondía a su varita y con un movimiento de la misma hizo sus maletas. Era tiempo de volver.

Fue necesario del uso de un taxi para llegar al punto mas cercano a Diagon, donde se hizo de polvos flú. Poco después cubierta en cenizas llegó a la academia de magia, yendo hasta el aula y encontrando una triste nota que la invitaba a tomar un traslador. Ashindrel hizo caso omiso, salió del aula en busca de un baño. No tardó en dar con el. Fue allí donde se puso el supuesto traje de buzzo, comprado un par de días antes en una tienda de segunda. Regresó al aula y entonces, con mas nervios que ánimos, emprendió el excitante viaje que acabo por revolverle el estómago.

Y entonces se encontró frente aquel paraíso terrenal, que para ella se trataba del mismo infierno. Su piel pálida poco soportaría la intensidad de aquellos rayos solares, por suerte solo sus manos y rostro resultarían con quemaduras. Contempló a ambas profesoras y quizo estallar en carcajadas pero se contuvo, mientras se tiraba en el suelo y jugaba con la arena. Pronto llegó su punto de presentarse.

-- Soy Ashindrel, a secas.- Por nada del mundo diría su apellido. - Y resulta que ahora mismo me encuentro sin empleo ni sitio para pasar la noche. Así que si alguien aquí es bondadoso, soy toda oídos. Ahora mismo no me encuentro con ánimos de exigencias.- y sin decir una palabra mas, volvió a tirarse en la arena sin mirar a nadie.

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Ñe. Volví, o algo así. Ando oxidada en esto del rol.

Mi primera clase de generales hice esto mismo, llevé a mis chicos a nadar. Extraño dar clases jajaja. La verdad es que a veces extraño varias cosas, tantos años no pasan desapercibidos.

Hola chicos. Mi nombre es Aymee. Tengo 20 añitos. Vivo en México, en el estado de Sonora para ser exactos :norteñosrlz : . Estudio psicología, el día 19 entró a mi 5to cuatrimestre.

Ammm, me gusta comer, comer mucho . También me gusta leer, y escribir a veces.

No soy nueva en el foro, llevó en el desde mis 15 años, así que lo conozco alguito. Aunque con las nuevas reformas que se supone que ya conozco me encuentro perdida jajajaja. Debo admitir que nunca me gustaron, aunque fingí lo contrario .

Bueno, no creo que este sea mi regreso al foro, solo ando muy aburrida y con ganas de explorar un nuevo personaje. Besos.

PD.... La ODF rulea *le deja besitos a Arya.

Bueno, menos mal que gane este premio, ahora tengo la dicha de cambiar de personaje y con ello el nick (?. Tuve suerte de alcanzar a ser la primera en completar el rompecabezas, por un pelo y me gana Goderic, pero alcancé. Y ya no se que poner así que tengan una linda noche todos.

Nick Actual: Aimé Westrong
Nick Nuevo: Ashindrel Rosier
Premio obtenido: 1er lugar rompecabezas

OFF:

Paso a dejar mi ultimo veredicto:

Todos los miembros de la Orden del fénix salen vivos, ilesos pero ebrios y con una gripe en camino gracias a salir empapados. Una de ellos se encuentra desaparecida entre cenizas, de encontrarla, favor de llamar al: 01-800-DH- SEXY

La tigresa del Oriente, Copa A y Barack Obama, salen heridos.

Shakira y Britney, pendiente de verdicto.

Las culisueltas y los wachiturros estan muertos y deben pasar a curarse por San Mungo. Recuerden que no podrán rolear de no ser así.

Cillian puesto en un pedestal...

Todo lo anterior fue negociado con Chavez en nuestro lugarcito secreto.

Y por ultimo. Hagan sus apuestas:

Si Aimé se va por que se peleó con Mei... Marca 1

Si Aimé se va por que Boss no la subió a líder luego de pasarle fotos de sus lolas... Marca 2

Si Aimé se va por que esta ardida con admin o con lo sucedido con Kris ... Marca 3

Si Aimé solo esta feliz y quiero un tiempo sin foro... No marques nada, sabes que es mentira pues las vidas no existen (?

Si deseas abonar una cifra... Marca.... ok, eso no era de aqui xD.

Por cierto, nos encontramos esto saliendo del closet de Crazy. Quisimos cuidarlo pero nos dimos cuenta que no era para nosotros. Si nos hacen el favor de regresarselo a su dueño.

https://www.youtube.com/watch?feature=player_detailpage&v=t4PTtXIQ3vs

Besos chicos xD. Nos estamos viendo... o tal vez no (?

- ¿Esos quienes son Compañera? ¿Acaso buscas torturarme?- podía estar muy ebria, pero reconocía a One direction donde quiera que los viera.... ¿por que eran one direction, no?. Hizo una floritura con su varita y cuerdas ataron los pies de aquellos hombres haciendolos caer al suelo, otras mas se depositaron en sus bocas y así, no cantaron mas.

-ORDEN EN LA CORTE- Gritó la mujer y las luces brillaron enfocando su rostro.- Un día como hoy, hace exactamente un año (si, mezclo On y off, muajaja) La Orden pensó que había caído en un poso y que no saldrían de alli. La marca tenebrosa nos dominaba y nosotros no sabíamos como regresar a nuestros inicios y luchar para ganar esta guerra, para salvar a los nuestros y a los inocentes. Hoy, La Orden sin duda alguna ha encontrado su camino. Hace un año, estaba dispuesta a irme sin más pero la Orden me necesitaba, hoy, cuentan con miembros maravillosos que no dudarían de sacar la casta por sus compañeros, por los suyos.

Tosió un poco, pues la garganta se les secaba.

- Hoy no tengo miedo de decir quien soy- apuntando la varita a su rostro, la luz desapareció- Aimé Westrong fue quien les pateo el culantro durante tantos años mortifagos. Esta mujer los encarcelo, les sacó verdades y los posicionó en el lugar en el que se merecían. Ratas inmundas, animales rastreros, escorias de la vida y adefesios mal hechos, mis chicos seguirán con el legado de la Orden del Fénix, trabajando de lado e sus AR y de sus lideres. La Orden del Fénix tiene la capacidad de renacer de sus cenizas.

Aimé salto y dio un beso mas a Aziid y sin dudarlo le dio uno a Lisa mientras le guiñaba el ojo. Ese era el discurso de su despedida. Aimé dejaba su bando y posiblemente no apareciera mas por Ottery, pero si lo hacía, quizás muchos ni la reconocieran. Alzó su varita e hizo aparecer en el aire aquello por lo que daría incluso la vida.

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-La que loca llegó, loca se va. LEALTAD, UNIÓN Y SACRIFICIO. Orden del Fénix, eres mi vida. Y entonces, Aimé fue envuelta en llamas doradas que sin quemarla comenzaron a consumirla, dejando en el suelo simples cenizas que quizás, algún día la trajeran de vuelta. Junto con ella iba Chavez, el elfo de la Malfoy a quien había secuestrado.

-tuuuuuuu, te has ganado el premio. Dijo mientras veía salir a Adryanie con los calzones del Señor Malfoy. En algún tiempo habían sido blancos, pero aquel día lucían de cierto modo amarillentos. No pudo ahogar una risa ni tampoco la mueca de asco, ella no se hubiera animado a tocarlos- Hay que hacer una hoguera con ellos, pero antes, ¿Que eliges? el beso o el tequila?- ya no le importaba deshacerse de la botella, estaba demasiado borracha como para que algo importase.

- Dame otro tequila, apra olvidarme de tu amor- cantaba mientras se lanzaba como la tigresa al cuello descubierto de aquel hombre que se dedicaba a hacerle un stripper. No supo de donde pero consiguio mas tequila y le dio de beber al ritmo de la peinada.

Un tubo apareció en medio del patio, no supo como, quizas era su imaginación por tanto alcohol, pero de cualquier modo se golgo en el mismo y se despojo tanto de su tunica como de su blusa, dejando al descubierto su COPA A.

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-Para el carro bonita- y sin mas levanto la varita, no sin antes arrebatarle la botella de las manos. - Desmaius- lanzó el rayo contra Lisa, que de golpearla la dejaría demasiado aturdida para seguir disfrutando del evento. Si quieres tequila, andate a buscar tangas tarada, que para eso los traje aqui.

Dándose la vuelta, volteó hacia el jardín que de nuevo se encontraba vació y supo de inmediato que era lo que hacía falta en la decoración. No lo dudaría dos veces, invocaría a aquel animal conocido en los mundos secretos como Balá.

-Corpus Patronus- Una ballena azul de color blanco surgió de la varita de la mujer, quien echo un grito a sus compañeros- ¿Quien tiene ganas de mojarse un rato? murmuró mientras se jalaba a Britney y Shakira nuevamente hacia los jardines y las hacía subirse en el lomo del animal, mientras la ballena echaba por su espiraculo chorros de agua, o supuesta agua plateada. Aimé sonrió de lado y entonces le dio un beso a Britney, como si fuera Maddona en los premios MTV. Comenzó a bailar al ritmo de la musica.

-SPECTUM, MI AMOR, VEN A MI- Y si alguien osaba en callarla, le daría un beso también.

Aimé se encontraba extasiada, todo era incluso mas chiflado de lo que pensó que sería. ¿Qué carajos hacía alli Britney Spears?, no tenía ni idea, pero no dudaría en sacar a flote su fase lesbica de ser necesario (?. Sus pulsiones se encontraban de algún modo desinhibidas. Cuando sintió los labios de Aziid sobre los suyos, no dudo en devolverle el y morderle ligeramente los labios, quien iba a decir que años atrás aquella joven había sido su profesora.

- A ver chiquita, si quieres un poco de tequila, andate a buscar las tangas de Crazy que si no, yo me lo bebo sola- y sin mas, dio un trago directo a la botella sintiendo de inmediato como el licor quemaba su garganta. Sacó la lengua a la Weasley y entonces corrió a los interiores de la mansión para poder ver a Britney a su Máximo esplendor, mientras sacaba una lata de Spray fluorescente y comenzaba a pintar en las paredes: Aimé estuvo aqui.

-Ohhh, ¿Spectum vive aqui?- y una mueca de sorpresa se posó en su rostro.- Oferta triplicada, les doy todos mis galeones al que me traiga a Spectum ahora mismo, el tiene que ver a su amada para poder tener en alto el pulgar de papi- no podia aguantar las carcajadas, parte de eso era gracias a los niveles elevados de Alcohol que corrían por sus venas.

--Porque esta noche no me importa, nada - canturreaba alegre la Westrong mientras caminaba a paso decidido rumbo a la mansión de la familia Malfoy. Era su gran noche, el día de su despedida oficial donde dejaría su huella de una vez por todas en los hogares de Ottery. Por fin y después de tantos años de servicio leal a la Orden del Fénix, tanto tiempo venciendo sus demonios y entregándose cual guerrera a una única misión, era tiempo e abandonar, no sin antes darles a sus chicos una noche formidable, llena de acción, diversión y tequila . Ya se encargaría después de las consecuencias que sus actos acarrearían, pero ahora, todo se trataba de encontrar mortifagos y darles una paliza.

Ya podía imaginarse los titulares del profeta el día siguiente, tachando a la Orden de vándalos descarriados que se dedicaban a saquear mansiones y destruir cualquier cosa que se les pusiera al frente. Por supuesto, todos olvidaban que la mansión Malfoy había sido cuna de las reuniones del mago oscuro mas grande de todos los tiempos y que hasta la fecha contaba con los mas fieles seguidores, incluido el señor ministro. Y por esa misma razón, Aimé sonreía, por que por una vez por todas Crazy y demás compinches verían a la Orden no solo como su rival, sino como una fuerza superior.

-Expecto Patronum- Conjuró la mujer al quedar delante de aquella verja, que ya comenzaba a formar una cara deforme, arrugada y ridícula. El lince surgió de su varita de inmediato y comenzó a flotar a su alrededor, esperando una Orden fija.- Mansión Malfoy, zapatos cómodos y dispuestos a un poco de diversión.- murmuró y segundos después, el lince ya se había esfumado.

Haciendo una fina floritura por los aires, logró derribar aquellas verjas, haciéndolas volar en destrozos. Quizás al día siguiente fuera reparada, pero aquella noche no impediría que la mujer entrase a los terrenos e hiciera lo que se le viniera en gana. Ajustó la capa que cubría su vestuario de guerrera. Vio el collar de fénix colgar de su cuello y una lágrima resbalo por sus mejillas hasta perderse entre su piel, extrañaría todo eso, estaba segura.

Cuando sus compañeros aparecieron, no se digno a decirles aún el porque de su actitud, aunque sabía que la seguirían, eran sus compañeros: Always. Se limitó a caminar, con paso firme y sonriente hasta llegar a los jardines.

- El que encuentre los calzones del señor ministro se gana un beso de esta pelirroja o un trago de tequila. Lo que sea que les parezca mas placentero- dijo y entonces todos la miraron extrañados, ese no era el tipico perfil de la mujer- Quiten esas caras, estoy hablando en serio. Esta noche olvidemos un poco las formalidades, busquemos evidencia mortifaga pero también nos vamos a divertir. No quiero excusas de ningun tipo.- casi podía sentir la mirada fulminante de Mei.

-Calla tu, que no em tienes tan contenta- dijo la mujer sonriendole a Lisa.