Leia Yui

Después de pasar de celda en celda, buscando la que anteriormente había ocupado la encontré. Seguía igual de sucia quizás hasta peor pues la escritura que había hecho en una de las paredes ahora se encontraba algo moosa. Negué con la cabeza, y entré a la celda pero a pesar de que me quedé por unas horas no encontré a lolo por ningún sitio —maldeto tal vez se fue a vivir a un lugar mejor con su nueva novia— pensé.

Segundos antes de que me fuera, vi pasar a un ratón a toda velocidad por la celda, le seguí el paso y cuando al fin se detuvo pude comprobar que era lolo. Me sentí triste por una parte pues no podía saludarlo ni nada pues aunque lo intentará él no me escucharía y feliz por saber que se encontraba feliz.

Regresé a la celda donde se encontraba mi cuerpo y me coloqué al lado de éste aguardando que alguien viniera a revivirme.

La voz de una mujer me alertó, —que linda al venir a hablarme cuando estoy muerta(?— pensé mientras miraba que le hacía al mujer a mi cuerpo.

Sentía que mi cuerpo me absorbía o algo parecido, era una sensación muy extraña de explicar más aún para mí pues era la primera vez que me pasaba algo como eso.

Me sentía débil, dócil y sola. Abrí los ojos con algo de dificultad y vi la silueta de la mujer algo borrosa alejarse, intenté moverme pero era algo inútil estaba atada.

—Sacúdete sacúdete como una gallina muévete y remuévete y échale pa' atrás no pierdas el ritmo no pierdas el compás prepárate que ahora tú vas a cacarear cococococococo cococococococo cococococococo cocococococo ♫♫♫— alcancé a cantar en voz alta antes de que la motífaga se fuera de mi celda. Lo más seguro era que pensarán que me había vuelto loca pero eso no importaba yo estaba feliz pues de una manera u otra había podido cantar la canción que desde hacer semanas se me había pegado y éste había sido el lugar perfecto para cantarla después de todo.

—Tu cuerpo ya siente mi ritmo ardiente ♫♫— continué cantando hasta que la mortífaga se fue de mi celda en menos tiempo del que esperaba, lo que deseaba era que se le hubiera pegado la cancioncilla o que al menos le hubiera gustado un poco.

Llegué al lugar, con ayuda de mis pies estaba totalmente sobria y me había guardado justo para el lugar en el que ahora me encontraba presente. Al pasar, me quedé atónita, nunca había visto tanta gente junta en tal estado. Se podía observar claramente a gente tirada en el piso con copa en mano y otros que balbuceaban cosas indescifrables.

Estaba por pedir una bebida, cuando la figura de dos de tres mujeres que se encontraban reunidas me llamó la atención. Pues si es que mis ojos no me fallaban eran mi madre y mi tía. –Lindo lugar para encontrarlas- pensé mientras dibujaba en mi rostro una sonrisa de lado –voy o no voy- pensaba indecisa pues no quería interrumpirlas pero por otro lado quería buscar alguien con quien beber y pasar la noche, pues después de todo para eso era para lo que había venido al lugar, para desestresarme y beber un poco para que de esa manera pudiera olvidarme al menos por un noche todos los problemas que traía encima.

Aguardaba en las afueras de mi celda, esperando que aquel mortífago Patrick Colt se dignase a volver a aparecer para revivirme de lo contrario me vería en la obligación de volver a congelar la mucosidad de sus fosas nasales lo cual se me haría muy sencillo pues solo debía de atravesarlo y ya.

-Que aburrido que es esto- pensaba mientras miraba pasar a muchos mortífagos de una lado a otro –esto debería de ser divertido no aburrido- continuaba pensando mientras miraba a lo que parecía ser el cielo –que será de lolo- finalicé mientras soltaba un suspiro. Se me vino una idea a la cabeza, tal vez podría ir de celda en celda, hasta encontrar una en la que hubiese el mensaje que hace unos cuantos meses atrás había dejado, así podría ver como le iba a lolo con su nueva noviecita y quién tal vez ya podría estar hasta con lolitos.

Sabía que sería algo complicado pues había un montón de celdas en Nurmengard pero valdría la pena al menos intentarlo.

Wind Goddess

-Pera mala no me hables- dije furiosa al ver que ésta me hablaba sin siquiera presentarse(? –maleducada jummm- continué mientras me daba media vuelta y le daba la espalda –no te comeré a caso crees que estoy loca no comeré una fruta que habla- finalicé al oír su propuesta la cual era que la comiese y que algo grandioso pasaría en mí.

Estaba a punto de correr con las manos en alta gritando “una pera me ésta hablando ayudaaa”(? Cuando de rpente sentí que alguien me abrazaba y que me mojaba por completo.

-Si soy yo- respondí contenta al ver que no estaba completamente sola en el lugar como había creído, -disculpa si no te saludé antes es que andaba discutiendo con esa pera- continué mientras señalaba a la pera con mi dedo acusador -ya se que suena raro pero es la verdad- finalicé esperando que mi madrina no me creyera loca por decirle tremendas cosas que cualquiera que las oyese terminaría por decirme que era una loca total.

Inicio Flashback

Veía que los mortífagos se acercaban a donde me encontraba platicando con Killu y por alguna razón extraña que desconocía pensaban que estaba llorando -locos- pensé para mí misma al ver que decían frases sin sentido alguno. –killu ni un día nos dejan en paz, se nota que no pueden vivir sin nosotros- dije en voz alta con un tono irónico al ver que cada vez eran más los que venían, pero en ese momento se me ocurrió una idea de cómo entretenerlos para que no me matasen.

Seguidamente me puse de pié, abrí bien los ojos, hice el símbolo de amor y paz con mis dedos para finalmente ponerme a bailar sin dejar de verlos y acercándome cada vez más a ellos en especial a uno el cual fue el primero en acercarse a mí Patrick Colt.

Pero segundos más tarde empezaron a lanzar hechizos de toda clase, pero aún así yo toda valiente seguí con mi baile de la paz hasta que lograron matarme luego de unos cuantos minutos.

Final Flashback

Miraba mi cuerpo tirado en el piso, muy herido y sangrando aún. Se me hacía raro eso de no estar viva pero poder ver mi cuerpo pero que más daba tal vez sería una experiencia interesante, todos los días se aprendía algo nuevo. Me enojé un poco al ver que el motífago ni siquiera se dignaba a revivirme por lo que en un acto fugaz antes de que cerrará al celda, lo atrevesé haciendo que el moco que corría por una de sus fosas nasales y que estaba por llegar a su boca(? se congelara.

Reí, al ver su reacción, tal vez había causado también congelarle otros lados(? A parte de ese, pero era triste él ni siquiera podía ver mi felicidad.

-Ahora que hago esto es aburrido, mortifagos aburridos- pensé pues ni siquiera podía ir a visitar a lolo pues él, no podría verme.

Me acerqué a mi cuerpo y observé lo herida que estaba –esto me pasa por hacer el baile de la paz- pensé mientras ideaba una forma para que me reviviera lo más pronto posible o al menos que me curarán.

-Ya se molestaré a los guardias- dije en voz alta mientras salía de la celda.

Habían muchos guardias -a ver por donde empiezo- pensaba mientras los observaba –nah.. da igual- finalicé mientras atravesaba uno de ellos y miraba que el hombre sentía la necesidad de abrazar a su compañero por tanto frío.

Uhm.. bueno me paso por aquí por una razón obvia vengo a pedir tutorías porque ando el asco en todo T-T bueno espero poder alcanzar una . Dejo mis fichas ºº

Tutoría que se solicita: Rol.

Nivel que se posee de dicha: Básico.

Tutoría que se solicita: Perfil.

Nivel que se posee de dicha: Básico.

Tutoría que se solicita: Duelo.

Nivel que se posee de dicha: Básico.

Saludos ^^.

*Entra dando saltitos*(?

Holaaaaaaaaaaaaaaaaaaa... uhm.. bueno no se si necesito ficha T-T me da pereza buscar xDDD uhm.. pero buenooo.

La razón de postear aquí(? es que quiero unirme como amiga de la familia . Uhm.... *hace al promesa de la garrita de rolear*.

Creo que eso sería todo ando sin imaginación para hacer las tres líneas T-T son feas y chanchas(?.

Eeeeeeeeeeeeeeeeen fin espero me acepten *0* (así que haganlo ¬¬ ).

Salu. *me jui*

Sexta Planta

Llegué a la sexta planta con algo de apuro, cargando a cuestas el cuerpo de Pandora. Paú que se nos adelantado había podido llegar por su propio pie(sin mi ayuda) por estar solo herida. En esos momentos lo más importante era que la atendieran, por lo que deposité su cuerpo en el suelo con suma delicadeza y llamé a un sanador.

—Tengo una muerta aquí— dije en tono serio —alguien la podría atender pronto—.

Al inicio pensé en quedarme un rato, sentarme y asegurarme de que la dejarán sana, pero me lo pensé mejor. Mi presencia no hacia falta para que ello sucediera.

Me di media vuelta y salí con cuidado del edificio rumbo a mi hogar donde hallaría algo de paz y me encontraría al fin con Killu, mi oso panda al que había dejado por irme a una redada.

Magic Wardrobe( Noche un día antes de la clase)

La Pregunta de mi gordeishona Athena hizo que casi me meara por tanta risa pues la noche recién empezaba, además esta era larga y obviamente había que disfrutarla aún más si al día siguiente comenzaría la clase de Primeros Auxilios. Luego de unas cuantas horas de juegos y de tanto comer bocaditos, el sueño me invadió. <<No debes caer, debes resistir>> pensaba mientras me aferraba a mi osito de felpa “Niu” pero al final fui vencida por éste cayendo el los brazos de Morfeo.

Sentía que hacían arte en mi cara(?, pero me daba igual sinceramente, pues finalmente al día siguiente podría lavarme el rostro sin mayor problema borrando el mensaje o dibujo que hubieran hecho.

Presente

La dulce y melodiosa voz de Athena hizo que me despertará de improviso y con una expresión clara de sorpresa y susto al mismo tiempo en el rostro por el tono de voz elevado con el que se había expresado.

—Que ya es tan tarde— pregunté con desgano mientras me envolvía con mi mantita. Despegué por unos segundos mi rostro de la almohada fue entonces cuando vi la expresión de preocupación que tenía Athena, nunca antes la había visto así por lo que supuse que era realmente tarde. Sin perder ni un segundo más me levanté y empecé a quitarle la almohada primero a mi madre Laimi y después a Roxanne para que ellas también se levantasen y tomarán todo lo que necesitarían para partir lo más rápido hacia donde se desarrollaría la clase, que según sabía por el mensaje que había leído el día anterior se haría en San Mungo.

San Mungo

Era demasiado tarde eso era muy obvio, a pesar de que habíamos salido a toda prisa del negocio, tratando de no dejar nada primordial. Caminábamos por los pasillos de San Mungo, muy rápido e incluso por algunos momentos corriendo un poco. <<Que extraño>> pensé al ver que los que también pasaban por el pasillo nos miraban extrañados , otros conteniendo la risa y algunos cuantos algo temerosos inclusive.

En ese momento me llevé la mano a la frente, y sentí un extraño desnivel. —El arte en mi rostro o no— susurré para mi misma mientras contenía las ganas de auto zapearme por no haberme lavado la cara antes de salir.

<<Esto es peor de lo que parece>> pensaba mientras me observaba de reojo, pués aun estaba con pijama y traía a Nilu en una de mis manos —Nilu oh no— susurré mientras dejaba de caminar por unos cuantos segundos, como se suponía que entraría a clase en pijama además de traer conmigo un oso en mano, y tener una frase que desconocía en la frente, era algo totalmente alocado.

Me lleve la mano a la frente tratando de borrar lo que estaba escrito pero era inútil con lo que fuera que me habían pintado solo saldría con algo de agua pues sobarse no era nada de ayuda.Después de caminar por unos minutos llegamos donde al parecer se desarrollaría la clase. Al cruzar la puerta, me quede lela no esperaba que el profesor se quedará así de sorprendido o al menos ese era mi caso porque no era la primera vez que iba vestida así a un evento importante, era la segunda pues hace algún poco tiempo donde había asistido así era a mi graduación.

De todas manera no lucía tan mal por decirlo así, claro sin contar el mensaje que traía escrito en la frente pues eso era lo único raro que veía en mí. Traía puesta una pijama color blanco de dos partes, están eran un top que en la parte de enfrente tenía un estampado de Perry el Ornitorrinco, un short del mismo color, unas pantuflas de delfín y obvio Nilu mi oso de felpa; estos dos últimos le daban un toque singular a toda la pijama por ser enormes.

El aula estuvo en gran silencio por algunos minutos al menos hasta que Athena se disculpo a nombre de todas nosotras, eso hizo que me calamara un poco pues en cuantos a las disculpas era muy mala pidiéndolas. Estaba indecisa, mi pijama no era la más adecuada pero me sentía muy cómoda con ella y por las expresiones de mis demás amigas al parecer su caso también era el mismo hasta que Roxanne se decidió por cambiarse poniéndose tras un biombo. Al salir lucía totalmente distinta excepto por sus enormes pantuflas que era lo único que conservaba; dibuje una sonrisa en mi rostro al verla así pues yo tampoco quería despegarme de mis pantuflas al menos no por el momento y la idea de conservarlas era genial además esto ayudaría a que estuviéramos cómodas toda la clase.

Minutos más tarde cunado Roxanne salió, le siguió Athena que hizo la misma operación. —Yei… es mi turno— susurré para mi misma pués no quería que ni mis amigas ni el profesor me oyesen.

Me coloqué detrás del biombo y con ayuda de varita transforme mi pijama en un vestido color rosa perla de corte recto, con escote Strapless, drapeado, con corpiño y armazón, como éste no combinaba con las pantuflas a éstas les cambia a color sandía. Mi cabello aún lucía desordenado, pero como me encantaba llevarlo así ni lo toque. <<Listo>> pensé con una expresión de satisfacción en el rostro y salí para que pudiera cambiarse ahora mi madre Laimi.

Tomé asiento al lado de Athena y saqué un pequeño pergamino y una pluma para tomar los apuntes necesarios de lo que dijera el profesor. Seguidamente luego de que todas ya estuviéramos listas llego el turno de presentarnos, apreté fuertemente a Nilu, estaba muy nerviosa como en toda presentación que debía de hacer pues estas no era demasiado de mi agrado desde la Academia hasta el presente día pero de todos modos tenía que hacerlo y aprovechando de que Athena fue la primera en presente, respiré profundo y trate de relajarme lo más que pude. La presentación de Athena fue corta, al menos yo esperaba que fuese más larga pero ya no había nada que hacerle. Sujeté a Nilu fuertemente con mi mano izquierda y me puse de pié para presentarme.

—Uhm… mi nombre es Leya Yui Rambaldi, trabajo en el Departamento de Regulación y Control de las Criaturas Mágicas como una empleada normal… así y este es mi osito de felpa Nilu— dije mientras lo alzaba, la verdad era que no tenía mucho que decir —y pues me inscribí en ésta clase porque quiero aprender a manejar situaciones donde se necesite saber sobre primero auxilios— finalicé mientras me sentaba nuevamente.

Al terminar todas la presentaciones, comenzó la introducción de la clase la cual era muy importante por lo que solté a Nilu y lo coloqué sobre mis rodillas para poder tomar apuntes y prestar toda mi atención a cada cosa que decía él profesor. Todo lo que el profesor decía se me hacía muy interesante además de nuevo pues era la primera vez que escuchaba algo como eso, pues en mi planta no era muy necesario conocer de esos temas.

Al oír la pregunta de Enrick me quedé la muda, era al primera vez que no tenía ni idea sobre algo pero por suerte Athena era conocedora del tema por lo que se ánimo a contestar sin dudarlo.

No tenía ninguna duda por el momento por lo que me quedé en silencio y continué apuntando en mi pergamino. Hasta ahora todo había marchado bien a pesar de los primeros contratiempos que habíamos tenido antes, sonreí a parecer la clase iba a ser interesante pero a la vez muy difícil al menos para mí pues desconocía muchos temas pero lo bueno era que aprendía rápido.

Mientras esperaba que el joven terminará de rellenar el formulario, iba pensando en una cancioncilla en peculiar <<Juanchito tenía un pez que quería ya tener un mes pero que no podía por ser solo un pez>>(?). Agité mi taza de café para ver cuanto quedaba, el sonido fue bajo por lo que supuse que quedaba poco o tal vez solo lo suficiente como para un sorbo más.

Le dí u último sorbo, estaba por salir de mi cubíc*** para traer otro pero en ese momento llego una clienta más. Se me hacia muy conocida, pero cuando se acerco más a mí cubíc*** pude comprobar que si la conocía, era mi hija Angel.

—Hijaaa… hola— dije con una sonrisa mientras tomaba el pergamino que contenía el formulario para ver si todo estaba correctamente rellenado. Lo revisé minuciosamente y al ver que estaba todo en orden procedí a aprobarlo.

Aprobado el registro de 1 perro labrador a nombre de angelcullen.

Bueno paso aceptar a Keyla como mi hijosita *0000* obvio me elijo a la mejores(? Ok no xDD ok si(?. Me demoré lo sé pero en fin ya me reportó(eso sonó como soldado e_e). De todos modos te pasó a aceptar a msn Keyla para que podamos hablar mejor por ahí .

Bueno aún así debes pasar a confirmar si me quieres como madre .

Eeeeen fín *me jui* .

Bueno vengo a pedir los siguientes cambios en mi ficha :3 ahí les va(?.

 

http://images4.fanpop.com/image/photos/20600000/Ashley-Benson-Troix-magazine-pretty-little-liars-20632710-347-425.jpg?1356906989129

 

 

Datos Personales:

 

Nombre del Personaje: Leya Yui Rambaldi Myrddin

 

Edad: Joven

 

Nacionalidad: Inglesa

 

Familia(s):

* Familia Myrddin

* Familia Rambaldi

 

Padre(s) Sanguíneo: Lestat Ramdaldi

 

Padre(s) Adoptivos: Lestat Rambaldi

 

Trabajo: Empleada. División de Bestias. Departamento de Regulación y Control de Criaturas Mágicas

 

Poderes Mágicos:

 

Rango Social: Unicornios de Bronce.

 

Bando: Orden del Fénix

 

Rango dentro del Bando: Initié.

 

Nivel de Poder Mágico: --

 

Puntos de poder en objetos: 20

Hechizos adicionales:--

 

Puntos de poder en criaturas: 40

 

Criaturas controlables en asaltos y duelos: --

 

Habilidades Mágicas: --

 

Conocimientos Especiales:

* Artes Oscuras

* Encantamientos

 

Perfil del Personaje:

 

 

Raza: Humana

 

Aspecto Físico:Mide 1.70. Tiene ojos grandes color celestes plomizos que poseen un brillo singular. Tiene el cabello color rubio con ondas al final, generalmente lo tiene largo y le llega hasta la cintura. Sus piernas son largas y fuertes. Su color de piel es un blanco pálido. Suele vestir siempre con vestidos de distintos colores.

 

Cualidades Psicológicas: Es tímida, aunque con el transcurrir de los años a aprendido a desenvolverse mejor con las personas que la rodean. Cuando se trata de tomar decisiones es muy segura de sí misma y no piensa ni un solo segundo en arrepentirse. Es alegre, tierna e incluso sensible en algunos casos.

 

Su pasión son los viajes, por lo que suele no estar mucho tiempo en un solo lugar. Adora tocar el piano y bailar ballet.

Es impulsiva cuando tratan de herirla o herir a alguien que quiere. Adora las fiestas.

Historia:

 

Nació en Inglaterra, en un ambiente agradable para todo aquel que lo quisiera interpretar o ver así. Desde muy niña se mostró callada, solitaria, que raras veces alcanzaba a hablara menos que se le ordenase hacerlo. Creció bajo múltiples cuidados de los elfos pues no tenía un padre y su madre dado a que constantemente viaja la dejaba al cuidado de estos seres a veces amables y otras no tanto.

 

No tenía amigos, ni siquiera los elfos pues estos eran muy estrictos con ella. No la dejaban salir a ningún lado fuera de la mansión a menos que fuese de extrema urgencia o por ordenes de la madre de esta. A la edad de 5 años aprovechando que su madre no estaba y que los elfos estaban distraídos sobre un festín salió de su alcoba con mucho cuidado directo a los jardines que la mansión poseía. Las flores eran tan grandes que incluso la cubrían haciendo que sea difícil hallarla. Luego de varias horas decidió regresar pero mientras lo hacía se percató de que algo pequeño se movía entre las plantas no muy lejos de ella. Camino hasta donde se hallaba aquel ser pequeño que por como caminaba lo más seguro era que estaría apurado. La niña no puedo contener su curiosidad por lo que tratando de que este no la viera lo siguió por detrás tratando de no hacer mucho ruido.

 

Aquel ser se metió por un hoyo pequeño que había en una de las paredes de la Mansión, la niña hizo lo mismo pues dado a su pequeño tamaño no le costo demasiado trabajo hacerlo. Ya dentro de percato de donde se encontraba, era el sótano de la Mansión. Limpió su vestido un poco y miro al ser más de cerca fue entonces que se dio cuenta de que era un duende. La niña sabía algo de duendes, pues hace muy poco había leído algo sobre ellos, de acuerdo a lo que ella había leído decía que los duendes eran astutos, no bueno pero tampoco malos. El duende amablemente viendo la cara de sorpresa de la niña sonrió para luego extenderle la mano.

 

La niña le correspondió el saludo, pero no podía dejar de mirarlo pues le parecía tan curioso, nunca había visto un duende hasta ahora y era muy especial para ella conocer a su corta edad a uno. El duende empezó a decir unas palabras en un dialecto desconocido para la niña, pero se quedo quieta sabía que el duende no le haría nada o al menos eso era lo que sentía ella.

 

—Vaya vaya— dijo el duende con una voz algo chillona —eres valiente al parecer— continuo mientras reía —muchos al verme— hizo una pausa y luego siguió —huyen o pierden la conciencia— finalizo mientras miraba a la niña con una mirada atemorizante.

 

—Yo se que no eres malo— dijo la niña mientras se acercaba a él —así que porque tenerte miedo?— finalizo la niña mientras le quitaba el sombrero al duendo y se lo ponía, el duende solo se río y silbo una melodía alegre.

 

—Podemos ser amigos?— preguntó la niña con inquietud —es que no tengo ninguno— continuo mientras caminaba alrededor del duende esperando su respuesta —pero si no quieres, lo entiendo después de todo soy solo una niña— finalizo mientras se detenía.

 

El duende después de escuchar las preguntas de la niña soltó una carcajada para luego decir —claro me encantaría ser tu amigo—.

 

En el rostro de la niña una expresión de alegría afloro en forma de una sonrisa pero antes de que pudiera decir algo más el duende desapareció. La niña se quedo perpleja, tenía un amigo al fin por decirlo así pero ya no estaba <<acaso lo asuste>> pensó la niña mientras se quitaba el sombrero con tristeza y se disponía a subir a su habitación. Pero justo cuando estaba por subir el último peldaño de la pequeña escalera que había, volvió a escuchar al duende pero percibió una presencia más en la habitación.

 

Volteó rápidamente y bajo hacia donde estaba el duende pero éste ya no estaba solo, había venido en compañía de un fantasma. La niña tan solo sonrió.

 

—Sino estoy en jugará contigo— dijo el duende mientras apuntaba al fantasma —aunque lo más posible sea que no me separé de ti— continuo —ya nunca te sentirás sola— finalizó alegremente.

 

La niña más alegre todavía empezó a saltar. —Haber empecemos— dijo curiosa —de donde vienen— continuo —oh…. no no no esperen mejor díganme porque vinieron aquí- dinalizo mientras hinchaba las mejillas.

 

—Pues venimos por una sola razón— dijo el duende serio —venimos por un libro—finalizó mientras se sentaba.

 

—Libro?... que tipo de libro eh?— respondió la niña más curiosa aún.

 

—Un Libro que servirá para que pueda encontrar a… a alguien especial— dijo algo nervioso el duende —bueno cambiemos de tema— finalizó mientras reía discretamente.

 

Luego de hablar por horas la niña se quedo profundamente dormida peor al día siguiente despertó en su habitación como si todo hubiera sido un loco sueño, pero no lo era, era el comienzo de muchas aventuras. El duende, el fantasma y la niña vivieron muchas cosas juntos tanto así que la niña llego a querer más a ellos que a su propia madre.

 

A los doce años la niña cayo gravemente enferma, por contraer un virus de gripa, pero dado a que ella siempre había sido sobreprotegía su cuerpo no tenía las suficientes defensas como para confrontar al virus lo cual hizo que su situación empeorara hasta llegar al borde la muerte. La niña sabía que moriría, pero antes de que lo hiciera se dio cuenta de que para su familia ella ya estaba totalmente muerta pues ni siquiera la visitaban pues pensaban que les daría mala fama. El duende y el fantasma por lo contrario estuvieron con ella todo el tiempo desde que cayo enferma hasta cuando le quedaban pocos días.

 

Un vampiro se compadeció de ella su nombre era Lestat y antes de que muriera la mordió convirtiéndola en vampira y salvándola así de una muerte segura. Para su familia la niña ya estaba muerta y por parte de ella era igual por lo que decidió irse con Lestat, al que consideró como su padre desde aquel momento pero un sentimiento retorcido se formo en ella haciendo que los deseos de poder desde ese momento tomarán el control en sus decisiones.

 

A la edad de 16 decidió irse a la academia para poder así lograr en ese entonces su cometido el cual era ser una moritfaga por el gran poder que en ese entonces ella creía que estos poseían, le tomó varios años pero lo consiguió se graduó y luego se convirtió en una mortigafa que era lo que quería.

 

Pero dentro del bando se dio cuenta de que no era lo que buscaba o lo que esperaba, era totalmente distinto y por más que ella intentó adecuarse a su manera de ver las cosas no lo consiguió pues la manera en como ellas se movían en su opinión no era la más correcta. La manera en como estos actuaban iban contra sus propios ideales por lo que decidió irse del bando pues este le hacia un gran daño y estaba segura de que por como era n ellos tampoco la aceptarían al final.

 

Después de reflexionar pro varios años, decidió dejar atrás esos deseos de poder vacios que poseía para convertirse en una persona más sensible ante el dolor de los demás. Fue entonces cuando decidió irse al Bando de la Luz, sabía que muchos la criticarían, hablarían mal a sus espaldas, pero eso no importaba ella quería defender sus ideales a como de lugar. Con mucho esfuerzo entro a la orden, estaba orgullosa de si misma y no volvería a cometer decisiones tontas como antes, ahora lo único en lo que pensaba era “Lealtad y sacrificio”.

 

 

Objeto Magico Legendario:

 

Objetos Magicos:

 

Objeto: Varita mágica.

Clasificación: AA

Puntos: 20

Total de puntos: 20

 

Mascotas y Criaturas:

Criatura 1: Gato Angora

Clasificación: X y no mágicas.

Puntos de poder: 10 puntos.

 

Criatura 2: Caballo

Clasificación: X y no mágicas.

Puntos de poder: 10 puntos.

 

Criatura 3: Tigre

Clasificación: X y no mágicas.

Puntos de poder: 10 puntos.

 

Criatura 1: Oso panda

Clasificación: X y no mágicas.

Puntos de poder: 10 puntos.

 

Total de puntos: 40

 

 

Criaturas en la Reserva: --

Criatura 1: --

Clasificación: --

Puntos de poder: --

 

Elfos: Ani

 

 

Licencias, Tasas, Registros:

 

 

Licencia de Aparición: Aprobada

 

Licencia de Vuelo de Escoba: --

 

Registro de XXX:

 

- Registro de Vampiros: Link

 

Otros Datos:

 

-Su patronus es en forma de Pingüino Emperador

 

Cronología de cargos: --

 

Premios y reconocimientos: --

 

Links de Interés Referentes al Personaje:

 

Link al Perfil de Comprador MM: --

Link a Bóveda Personal: Bóveda de Leya Malfoy Rambaldi

Link a Bóveda Trastera: --

Link a Bóveda de Negocio:--

Link a Bóveda Familiar 1: Bóveda Familia Myrddin

Link a Bóveda Familiar 2: Bóveda Familia Rambaldi

Eso sería todo *dejo chocos* :3 :3

Tomé otro sorbo de mi café mientras esperaba que el joven terminara de rellenar el formulario para registrar a su hipogrifo. No me había dado tiempo de ver muy bien a aquel joven mago que hacia a penas unos cuantos minutos había atendido, por lo que me pareció algo extraño que me saludará así de repente.

Vi mejor al joven y comprobé que era mi primo <<que distraída que soy>> penaba mientras le hacia un ademan de despedida con la mano, solté un suspiro y me puse a revisar unos papeles mientras esperaba que el otro joven terminara de rellenar el formulario.

<<Había una vez un gato montés con la cabeza y la cola al revés>> pensaba mientras tomaba mi café tranquilamente.

Wind Goddes

Caminaba sola por el bosque, tenía un solo lugar en mente pero después de estar andando tantas horas en círculos era obvio que me había perdido. Ya casi frustrada a punto de irme del lugar me encontré frente a una murada de zarzas. Me acerqué a ellas lentamente y puse mi mano con sumo cuidado sobre ellas y murmuré con algo de dificultad –XXXX- casi instantáneamente aquellas zarzas empezaron a desenredarse dándome paso a aquel hermoso lugar que era solo para nosotras. Fue entonces que me topé con un árbol de peras.—Interesante—susurré mientras me acercaba lentamente al árbol; con la yema de mis dedos sentí al textura del tronco de éste.

Estaba a punto de seguir mi camino pero entonces algo muy extraño paso, escuché una voz, una voz proveniente de donde se encontraba el árbol. Voltee estrepitosamente; para ver quien era pero me quede perpleja al ver que no era una “persona” si no una fruta.

Desperté de improviso, sentía como si hubiera dormido días o al menos muchas más horas de lo habitual pero lo más extraño era que no recordaba lo que había hecho el día anterior, de seguro no era interesante o resaltante porque si lo fuera, lo recordaría todo con lujo de detalles, mi rostro estaba contra la almohada aplastada pues esa era mi manera de dormir plácidamente. En un acto heroico me estiré un poco para poder abrir la cortina de mi ventana, pues no quería le la cama aún y quería guiarme según como se encontraba el día que hora mas o menos podía ser.

El sol se estaba ocultando dándole paso a la noche y a su fiel amiga la luna. —Que pereza— vociferé con desgano mientras me ponía la almohada en el rostro tratando de dormirme nuevamente, fue entonces que escuché unos pasos que se acercaban a toda prisa —Ani— susurré mientras me cubría el rostro aún más con las sábanas y la almohada <<de seguro viene a levantarme>> pensaba mientras daba vueltitas en mi cama totalmente intranquila. Ani entro a toda prisa a mi habitación con muchas cosas en la mano. A diferencia de otros días Ani no había ni siquiera tocado la puerta como de costumbre sino que había entrado de frente sin siquiera preguntarme, pero era clara su expresión de angustia.

—Señorita ya es tarde levántese— dijo con un tono serio mientras depositaba todas las cosas que traía en mi pequeño sillón —Señorita le repito ya es tarde levántese— volvió a decir algo más seria al ver que continuaba recostada dando vueltitas y soltando una especie de gruñidos —tarde…. tarde para que eh?— contesté con desgano mientras me cubría el rostro con la almohada; y antes de que me pudiera responder me le adelante diciendo rápidamente —además hoy es hora de dormir hasta tarde, o mejor dicho dormir todo el día— solté un suspiro y me envolví más con las sábanas de mi cama.La cara de Ani se torno más seria aún pero luego cambio repentinamente a una alegre y solté una leve carcajada.

—Señorita usted sí que es muy olvidadiza— dijo entre risas después de unos minutos de silencio —hoy es el día del baile, gala o como se llame aquel evento— finalizo mientras continuaba riendo sin parar.

Luego de recuperarme por aquella noticia repentina respondí con una sonrisa inocente en el rostro —la gala cierto… ups lo había olvidado—. M e levanté de la cama de un salto y me dirigí hacia el sillón para ver que era lo que Ani me había traído. Tal y como esperaba era lo que usaría en la gala; le di un fuerte abrazo para después darles las gracias.

Luego de que mi informará sobre a que hora comenzaría aquella gala y donde se realizaría para luego no perderme; le ordené que se fuera a descansar, pues hoy ya me había sido de mucha ayuda, más de al que esperaba se podría decir por lo cual se tenía bien merecido su descanso.

Con algo de apuro saqué todo de las bolsas y las acomodé en mi cama. Corrí hacia el baño lo más rápido que pude para tomar un baño caliente pues después de haber dormido tanto tiempo lo necesitaba realmente para relajarme más aún. Abrí al manija, y me recosté por varios minutos en la bañera contemplando como el vapor salía pero debía apurarme me hacía más tarde por lo que apuré mi baño lo más que pude. Salí de la bañera, me puse la bata y volví a mi cama mientras tarareaba una canción algo curiosa que se me había pegado hace unos cuantos días.

Aquella cancioncilla no tenía casi nada de sentido pero era muy pegajosa y estaba totalmente metida en mi cabeza pues me era casi imposible dejar de tararearla. Mientras me secaba la seguía tarareando sin parar, en ese momento paré por unos segundos, alcé mi mirada para ver la hora en el reloj de pared de mi habitación y comprobé que ya era tarde… demasiado tarde.

Me vestí en apenas unos cuantos segundos tal vez minutos y me puse de pié. Y me dirigí hacia el espejo. Seguidamente me paré y me observé mi reflejo, ya casi todo estaba listo lo único que faltaba era el peinado que tal vez sería el lo que más me tardaría; pero como estaba sobre la hora y totalmente apurada; muy apenada volví a llamar a Ani para que me ayudara a hacerme el peinado más rápido.

—Listo— dije con una sonrisa, mientras me miraba una vez más en el espejo; el vestido, mi par de zapatos de tacón alto, el peinado y todo lo demás combinaban a la perfección.

—Gracias Ani— repetí una vez más mientras ambas salíamos de mi habitación.

Bajé las escaleras lo más rápido que pude, salí a toda prisa del castillo Rambaldi o bueno no del todo pues me encontraba en los jardines. Caminé un poco hasta llegar a un árbol muy alto ya ahí le ordené a Ani que cuidara hasta mi regreso a mi oso panda de nombre “Kilu” seguidamente a eso giré sobre mis talones rumbo al castillo de hielo.

El lugar era realmente hermoso se le podía contemplar horas incluso aunque solo me pude detener unos escasos minutos pues ya era demasiado tarde. Hacia frío o al menos eso parecía al ver que casi todas las personar venían con abrigo a diferencia mía que estaba totalmente descubierta pues no tenía demasiado frío por decirlo así.

Mientras caminaba hacia la entrada principal del castillo note que estaba más pálida de lo normal, pero supuse que era por el frío y por la nieve que caía. Alcé la mirada y vi el vielo a noche estaba hermosa y en todo su esplendor.

Desde lejos pude ver a Gaspard, estaba esperándome fuera del castillo —tanto tarde— dije amarga mientras arrugaba un poco mi nariz, odiaba ser impuntual y más aún que la gente me esperará más del tiempo debido.

Tratando de que no me viera me perdí entre la gente. Sin que se diera cuenta aparecí detrás de él y le tape los ojos con mis manos suavemente —adivina quien soy— dije entre risas aunque lo más seguro era que se diera cuenta al instante.

Esperaba que no estuviera muy enojado por haberlo hecho esperar, pero aún si lo estuviera hallaría la forma de alegrarlo para que la gala sea agradable para ambos.

Mientras el joven terminaba de rellenar sus formularios respectivos para registrar correctamente a su hipogrifo observé que otro joven mago necesitaba que lo atendiesen. Sin más tiempo qeu perder tomé sus formularios que ya se encontraban rellenados y después de revisarlos minuciosamente procedí a aprobarlos pues todo esta en total orden.

—Todo en orden— dije mientras sacaba mi sello para sellar los formularios.

Aprobado el registro de 2 Leones a nombre de William "Bill" Myrddin Rambaldi

Aprobado el registro de 1 Perro Husky Siberiano a nombre de William "Bill" Myrddin Rambaldi

Aprobado el registro de 1 Lechuza Artica a nombre de William "Bill" Myrddin

Minutos más tarde después de haber terminado de aprobar los formularios de aquel mago, noté que Zamira se acercaba con un pergamino en la mano directamente a mi cubículo <<este al parecer va a ser un buen día>> pensé pues había habido más clientes de lo habitual pero el día ya estaba por terminar.

—Gracias Zamira— vociferé mientras que me entregaba el pergamino rápidamente como si estuviera totalmente apurada. Lo revisé con cuidado, y después de percatarme de que estuviera en orden procedí a aprobarlo.

Aprobado el registro de 1 Perro San Bernardo a nombre de Laura H. de Ryddleturn

Rápidamente le entregué el pergamino a Zamira para que ésta se lo entregará a la persona quien había venido a registrar al animalito.

Llegué hasta mi cubíc***, y después de sentarme en mi silla, invité al joven para que tomara asiento también. Tomé un sorbo de café y acomodé el mechón de mi cabello mientras esperaba que me dijese con calma que tramite deseaba realizar en la división. Escuche atentamente todas las palabras del joven, seguidamente a eso cuando finalizo empecé a buscar en una de las cajuelas de mi escritorio el formulario que tenía que rellenar para realizar correctamente el tramite.

—Para registrar su hipogrifo, necesita rellenar este formulario— dije amablemente mientras deslizaba hacia él un pergamino.

Ficha para el registro de Criaturas Mágicas y No Mágicas

 

Nombre de quien registra:

 

• Nombre del mago/bruja, negocio o familia a la que pertenece:

• Nombre:

• Especie:

• Clasificación del ministerio: (Número de X)

• Color:

• Tamaño:

• Sexo:

• Edad:

• Ambiente en el que vive:

En caso de ser aves mensajeras, lugar a donde viaja con fecuencia

 

• Link a la certificación de descuento por parte Gringotts:

• Link a la ficha del propietario, local o mansión:.

Respiré profundo y continué —en cuanto a su otra pregunta, para registrar un elfo debe de ir a la división de seres, duendes y espíritus— finalicé esperando haberle sido de ayuda al menos en algo al joven.

Buenoooooo después de pasar muchas cosas para venir aquí (¬¬), vengo a aceptar a Finnegan B. como mi hijosito(? Ohsi el primer hijo de Leya .

Bueno yo te vengo a aceptar como hijo(? Claro si es que quieres , prometo ser buena madre(? Aunque soy primeriza de todos modos te ayudaré en lo que desees.

LARALALAL te dejo mi msn cualquier cosa estefany_890@hotmail.com

Listo eso sería todo espero no haber hecho spam .

Saludos ^^

Mi tía parecía estar incómoda en el cubíc*** probablemente porque ella estaba acostumbrada a espacios más amplios solté un risilla leve, y luego volví a ponerme seria. Estaba a punto de hablar con mi tía cuando de repente vi que un cliente se acercaba a la oficina, era algo raro verlo aunque era bueno eso significaba que tendría al menos un cliente hoy.

—Esta bien tía— dije mientras ordenaba un poco los papeles que traía en mano.

Me pare de mi asiento y me dirigí a paso lento hasta donde el joven se encontraba, éste lucía con la mirada perdida probablemente no frecuentaba demasiado la división y era entendible al división últimamente no había tenido mucha clientela.

—Muy bueno días— dije llegando casi a un tono serio —que es lo que desea?— continué mientras llevaba a David hacia mi cubíc*** para que me explicara mejor que tramite deseaba realizar.

Mi tía acepto era una idea grandiosa pues generalmente no habían demasiados pedidos en mi oficina por lo que seríamos libres de hablar al menos por unas cuantas horas sin que nadie nos interrumpiese. Me sonroje un poco pero finalmente reí levemente al escuchar lo que decía Rox, al parecer ya se había dado cuenta de que no venía muy seguido a mi oficina aunque por lo que tenía entendido ella era muy trabajadora a diferencia mía.

Al escuchar las palabras de Rox supe claramente a que se refería, pero eso ya lo conversaríamos llegando a mi cubículo claro si es que aún quería preguntar. Llegamos hasta mi oficina <<al fin>> pensé mientras me dirigía hacia mi cubículo, deje los papeles y los sellos sobre la mesa y luego invite a Rox a tomar asiento.

—Bueno, de que quieres hablar— dije mientras tomaba un sorbo de mi café.

Caminaba por las calles de Londres, dirigiéndome únicamente hacia mi oficina que ya no visitaba hacia buen tiempo por muy diversas razones pero ya era hora de retomar las cosas con fuerza y dejar de lado otras cosas. Traía casi como siempre puesta un vestido negro que me llegaba casi a la altura de mis rodillas, unos tacones altos y un abrigo encima.

Estaba a punto de tomar el ascensor para subir hasta mi oficina cuando vi entre todas las personas que salían de el, a alguien muy familiar <<será… mi tía…>> pensaba con una mirada de curiosidad mientras la miraba discretamente, pero al ver lo sexy que se veía con aquel abrigo pude comprobar que era ella. Me acerqué a ella moviéndome con mucho cuidado entre tanta gente pues no quería derramar la taza de café caliente que traía en una de mis manos ni tampoco soltar los papeles y sellos de mi oficina que traía en la otra.

—Rox…— dije mientras le hacía un ademán con la mano para que se acercará hacia donde yo estaba; era mi tía pero habíamos crecido casi como primas por lo que le tenía más confianza.

—Hola— dije con una sonrisa y antes de que pudiera responderme me le adelante —te parece si vamos a mi oficina?— finalicé mientras subía al ascensor.

Sentí un crujido, producto del hechizo de Pik pero aquello duro poco pues al poco rato sentí como el dolor paraba, era gracias a que me habían curado, especificamente mi compañera de Bando Athena -gracias- dije esperando que me escuché aunque aún si lo hacía ya tendría tiempo de decírselo después.

Miré a mi alrededor ya era hora de marcharse del lugar, esperaba que lolo viniera a visitarme para presentarle a unas cuantas ratonas decentes y no como aquella que había conocido(?). A pesar de todo me había llevado un buen recuerdo de la prisión lo cual para me había sido totalmente inesperado, y ese recuerdo tan preciado era lolo el ratón conquista ratonas(T-T).

Cuando estaba apunto de salir sentí como un montón de hechizos me impactaban a la vez, o bueno se podría decir que los ví por solo unos instantes mientras que por mi cabeza solo pasaban imágenes de lolo decir era muy seguro que estaba muerta o re- muerta o muy muy muerta.

Debía de apurarme porque mientras más tardase más complicado sería salir del lugar por la gran vigilancia que había por lo que apresuré mi paso , pero necesitaba más protección pues los mortifagos tenían la manía de lanzar hechizo por doquier y esto era malo pues si uno lograba impactarme no podría salir.

-Avis- murmuré, otras 12 avecillas de color celeste me rodearón con la obligación también de protegerme de cualquier rayo que me quisiesen lanzar los mortifagos.

-Avis- volví a decir, otras 12 avecilla de color celeste me rodearon, con al espera de alguna orden, aunque por el momento su deber era protegerme.

<<Como se nota que las avecillas me aman>> pensaba al estar rodeada por tantas avecillas. Pero bueno vale la pena si es por mi protección, la verdad era que alas avecillas no me agradaban tanto por decirlo así. Los minutos corrían, y cada vez habían más mortifagos, lo cual era extremadamente malo.

Di un salto de alegría al ver que no era un guardia si no mi compañera de bando Athena que había venido a rescatarme y a darme a mi fiel amiga la varita. Tomé la varita en mano y después de decir un breve gracias salí a toda prisa no sin antes alzar la mano y hacer un además de despedida a lolo para que supiese que siempre lo recordaría y lo llevaría dentro de mí como un gran recuerdo.

Con la varita ya en mano y fuera de la reja mi objetivo ahora era salir del lugar pero no sería fácil eso estaba claro, pues con mortifagos por todos lados sería casi imposible pero sabía que si algo pasaba lolo me protegería(?), apreté con fuerza mi varita y respiré profundo contemplando mi alrededor.

-Avis- murmuré, 12 avecillas de color celeste me rodearon con la obligación de protegerme de cualquier hechizo que los mortifagos que me lanzasen para impedir que salga de ese lugar repugnante, que lo único bueno que tenía eran sus ratones, no sus ratonas pues éstas eran unas corruptoras(T-T).

Estaba herida por lo cual aún no podía salir del lugar que me causaba asco, pero por suerte una de mis compañeras Binfeyd me había curado del Absorvere lanzado por aquel mortifago Zack. Mi rodilla ya estaba bien por lo cual ya podía y debía de marcharme del lugar lo más rápido que pudiera, pues ese era mi objetivo aunque sonase algo cobarde. Me pusé de pié y en un acto fugar mi dirigí hacia la salida del lugar.

Cuando al fin estuve afuera, libre de cualquier espacio antiaparicion, sonreí lo había logrado gracias a mis compañeros aunque aún recordaba lolo con algo de tristeza espera que este tuviera una vida grata en la celda. <<Hogar alla voy>> pensé, acto seguido giré sobre mis talones y desaparecí rumbo al Castillo Stark.