Leia Yui

El entrevistar fantasmas era algo realmente trabajoso, pero por suerte solo me quedaba una, pero para mi mala suerte era realmente complicada. Aquella fantasma adolescente empezaba a exasperarme.

Después de escucharla hablar por más de dos horas del chico que le gustaba, de cuantos panecillos se había comido, de cuantas películas románticas de autoayuda mugges había visto y de las grandes dietas que había hecho, estaba realmente convencida de que mi adolescencia había sido normal y estaba agradecida por ellos, pues no me llegaba a imaginar a mí misma viendo una de esas películas romanticonas comiendo litros y litros de helado de menta.

—Bueno eso es todo gracias por ser tan minuciosa en cada detalle— dije con una pequeña sonrisa para nada amable.

De un momento a otro noté como P-ko salía corriendo de mi cubículo totalmente apurado, la curiosidad, como siempre, me gano y salí detrás de él.

En ese momento escuché las palabras de Bel, realmente no me emocionaba tener más trabajo pero bueno tampoco quería ser despedida por lo que me abstuve de soltar un ruido que representara mi cansancio.

—Creo que ya pasaron los 10, debemos irnos de una vez— musité al ver que el resto no se apuraba, al parecer les daba igual.

Off: Roles externos realizados en el Castillo Atkins, para investigar la muerte de Leah y Ashley

Rol 1: http://www.harrylatino.org/index.php/topic/101819-castillo-atkins-mm-b-101825/?p=4593932

Rol 2: http://www.harrylatino.org/index.php/topic/101819-castillo-atkins-mm-b-101825/?p=4594221

Parecíamos algo desorientas, o al menos eso sentía en el ambiente. Más de una vez se me paso por mi cabeza la idea de preguntarle a Bel si estábamos pérdidas, pero la idea se descartó totalmente cuando llegamos a la entrada del Estadio.

El silencio reinaba entre las dos(?) camino al palco VIP, hasta que Bel como dando el primero paso, hablo.

—La verdad, que no, de pequeña nunca me dejaban salir— respondí en voz baja —pues en ese caso estamos casi en la misma situación, yo las he visto solo en libros a pesar de haberme criado aquí—.

La pregunta de Bel, me traía vagos recuerdos de mi niñez, eso me hacía poner triste, pero era mejor no pensar en eso, al menos no en este momento.

—¿Pero el no ser "nice" es bueno verdad?— respondí con una sonrisa —porque de ese modo sabrán que te preocupas más en tu trabajo que en como estas vestida—.

Al fin habíamos llegado al palco, realmente no conocía a nadie, no era de tener demasiados amigos trabajadores(?). Cuando Bel empezó a hablar tan solo me limité a inclinarme a modo de saludo también no quería parecer maleducada tampoco.

Ahora solo quedaba recibir próximas indicaciones.

Cuando parecía que todo ya iba a terminar la pelea se puse más buena, pero esta vez alguien más hablo, Rachel, que no ocultaba su desconformidad con la actitud de Bel. La curiosidad me ganó en ese instante y no salí de la oficina, quería presenciar lo que iba suceder.

<<Y en una esquina con 60 kg de peso Rachel(?) y en la otra no sin menos carácter ni fuerza Bel>>.

No podía evitar pensar en una pelea en mi mente, en serio quería ver una, aunque la idea fuera est****a y sin sentido alguno.

En cierto momento, sentí unas ganas tremendas de decirle a Rachel que estaba totalmente equivocada, ya que no sabía que Bel había llegado a esa hora porque había estado viendo el caso de un asesinato muy escalofriante. La pelea ya estaba llegando a su fin al Bel haberse quedado callada después de lo que le había respondido Rachel.

<<Supongo que ya es momento de irse>> pensé mientras de nuevo me dirigía a la puerta.

Cuando estaba saliendo logre ver a la elfina personal de Bel, P-Ko, y seguidamente oírla brindar su ayuda con un ligero tono de miedo.

—P-Ko yo necesito ayuda ven conmigo /o/— musité alegre. Adoraba trabajar con los elfos domésticos, ya que al menos con mi elfina me llevaba de las mil maravillas.

Cuando estábamos apunto de empezar cada uno con sus entrevistas a la cantidad de fantasmas que se les había signado, llego una joven mujer(?) que por su actitud hacía notar claramente su desánimo y malhumor. Apenas unos minutos después al fin llego Bel, mi jefa, llego de mal humor al igual que la otra mujer, tal vez los presentes se sentías irritados por sus actituds pero yo al menos no con la de Bel, ya que conocía el porque de su comportamiento.

Por alguna razón cuando se empezó a dar ese pequeño cruce de palabras entre Bel y la otra mujer, sentía las ganas de apostar por alguna y decir !Primer Round!, eso por culpa de Killu, él me había pegado sus malas manías, como el apostar. Claro que él siempre me ganaba.

En el momento en que parecía que todo se iba a poner buenote e interesante una de las empleadas le hizo el pare a las dos mujeres (?). -Que aburrida- pensé mientras tomaba tres formularios para poder irme ya de la oficina de Kurt y elegir a los afortunados fantasmas que tendrían el honor de ser entrevistados por mí una gran amadora de pandas y comida.

El Sumo Inquisidor abrió la puerta casi en paralelo al último golpe que Rachel le daba a ésta. Al verlo descubrí que definitivamente no lo conocía de ningún lado. En ese mismo momento, un brujo más apareció, al parecer no era la única que había tardado en llegar, aunque por la expresión que vi en los demás parecía que era un empleado antiguo.

Escuché atenta lo que Kurt me decía, no tenía nada que decir, ya se lo había explicado de cierta manera a mi jefa, por lo que tan solo me límite a asentir con la cabeza a todos sus comentarios sobre mi ausencia y mi posible despido, aunque eso último definitivamente no pasaría.

Seguidamente a eso, empezó a explicarnos a mí y a mi compañero que recién habíamos llegado sobre la situación que en esos momentos estaba ocurriendo en la planta. Después de recibir aquella pequeña información del caso, todo tuvo sentido. Nunca antes había tenido la oportunidad de entrevistar a un fantasma, pero tenía el presentimiento de que sería algo muy divertido y para nada peligroso a menos que me tocará con uno renegón y aborrecedor de pandas.

En el momento en el que todos se disponían a llegar a los últimos acuerdos para empezar el trabajo llego alguien más hasta donde nos hallábamos, por su presentación, supe que era nueva como yo, al menos de cierto modo claro que ella era aprendiz. Nunca había sido aprendiz era algo muy raro ¿Qué hacía una?.

-Supongo que ya somos todos- pensaba mientras miraba como Kurt analizaba el formulario prototipo que había hecho dos de mis compañeros.

Las preguntas y respuestas iban y venían, empezaba a sentirme como en la academia, y al igual que en esos tiempos yo permanecía callada por miedo a lanzar una pachotada tremenda.

El trabajo ya estaba siendo repartido, era algo muy tranquilizante que fuéramos bastantes, ya que así el trabajo era menor y menos pesado.

-Tres, es poco- pensé mientras acomodaba detrás de la oreja un mechón rubio que se venía hacia mi rostro.

—Por mi aparte no hay ninguna duda— musité tranquila..

Después de unos minutos al fin logre ver a una joven bruja, por su expresión parecía preocupada y era totalmente entendible. ¿Con tantos fantasmas quién estaría tranquilo?.

Escuché las palabras de la joven, parecía estar apurada por lo que antes de que se marchase contesté rápidamente con total claridad y seguridad en mi tono de voz.

—Soy empleada, un gusto mi nombre es Leya Stark—

No quería dar más detalles de porque recién me presentaba al trabajo, eso se lo tendría que explicar ya a la jefa, claro que tampoco eran grandes razones las que le diría para excusar mi falta, más bien serían excusas nada preparadas y que soltaría en el momento.

Seguí ala joven sin decir nada más, mientras miraba a mi alrededor como el caos iba disminuyendo un poco.

-¿Cuándo vendrá mi jefa?- pensaba mientras caminaba -¿Por qué tarda tanto habrá tenido algún contratiempo en el Castillo.?-

Estaba totalmente sorprendida, después de ver aquella horrorosa escena en el Castillo Atkins. Realmente era increíble lo que las brujas podían hacer por un bando. Ahora pensaba más en ese tema de la lealtad. ¿Haría lo mismo yo?.

Era la primera vez que iba al Escuadrón, por lo que decidí subir por las escaleras para que en el camino me zafara de mis nervios y miedo. No lucía muy elegante, pues de mañana no había estado de muchas ganas, por lo que llevaba unos jeans algo gastados, una blusa color turquesa y unas zapatillas negras.

Lento pero seguro subí cada escalón hasta llegar a la segunda planta, realmente esperaba demorarme más. Entre con algo de nervios y vi algo realmente ¿extraño?. Habían una gran cantidad de fantasmas haciendo escándalo y pidiendo justicia.

-Debí hacerle caso a Killu- pensé al ver pasar a un fantasma todo gordo que no tenía manos.

No sabía que hacer, pues era nueva y no conocía a nadie excepto a Bel mi jefa con la que había estado en el Castillo, aparte de eso solo lograba ver fantasmas y nada más.

YOOO (?) vengo de chismosa del GP pero igual(?)

Nombre: Stephany

Edad: 14

País: Perú

Horario de disponibilidad: en las noches(Noche noche no madrugada u_ú) y bueh en las tardes aunque a esa hora no hay nadie (?)

Skype: happy.esp

Tema de preferencia: cualquier cosa creo(?)

Bueno u_ú, vengo a pedir mi salida de la brigada, ya qué por cosos escolares muggles ya no tengo tiempo para casi nada(menos el foro) u_ú, así que no quiero seguir apareciendo en la lista, sin hacer nada de nada :c(bien descarada me siento u_ú). En fin gracias por todo, se que fui poco activa en verdad lo siento pero bueh.. en mis tiempos de actividad hartante(?) disfruté todo de esta brigada.

Los quiero.

Saludos.

Hola, se tienes que llenar las tres líneas? TOT. Creo que sí e_e, pero en fin. Vengo a pedir los siguientes pequeños cambios.

Familia(s):

* Familia Stark

* Familia Rambaldi

Padre(s) Sanguíneo: Kris Gryffindor

Padre(s) Adoptivos: Lestat Rambaldi

Link a Bóveda Familiar 1: Mi vínculo

Eso sería todo *-*

*Dejo lo que sea*(?).

Estaba tranquila, apunto de tomar mi siesta, luego de haber terminado de leer por cuarta vez libro favorito. Estaba a punto de cerrar los ojos, cuando un fuerte sonido hizo que me levantará de un salto y me dirigiera a mi ventana. No era ninguna especie de ataque por suerte, pero era algo parecido, pues era un patronus en forma de jirafa con un peculiar mensaje que había extraño mucho en el tiempo que me había ido.

Totalmente descalza, y tan solo con mi especie de vestido que hacia de pijama, que por cierto era de una tela sumamente ligera, salí corriendo de mi habitación hacia los jardines de la Mansión Rambaldi. Ya allí, giré sobre mis talones y desparecí rumbo a Nurmengard, que ahora se encontraba en Canadá según el mensaje que el patronus me había dado.

Llegué al dichoso lugar. Una especie de máscara de luz ya cubría mi rostro. Sentía frío pero eso no era algo relevante. Caminé hacia donde se encontraban en el resto de mis compañeros, entre los que más resaltaban Paú y Bínfeyd quienes estaban derribando las defensas para poder entrar a la dichosa prisión, que olía no muy agradable.

Ya dentro, me coloqué a 10 metros de cualquier objeto, bruja o mago. Pues la posición en combate era muy importante.

YOOOOOO(?) soy la primera a dejar excusa tonta u_ú, ok no xD.

Bueno yo no creo que participe sinceramente y bueno ya no pediré plazos porque esa semana es justamente mi semana de exámenes bimestrales así que no me conectaré al foro definitivamente, a menos que sea por una emergencia o porque me dé ñaña estudiar(?) cosa que realmente dudo porqué si saco mala nota mis padres me apuñalan tan beshos ellos . Enf in vengo a decir eso lo lamento mucho Héctorr u_ú.

*me fui* .

Estaba tan sumida en mis pensamientos, qué ni siquiera noté que ya había pasado un buen tiempo y que aún no había rellenado la ficha de registro para elfos. Sujete la pluma y la sumergí en el tintero con cuidado, seguidamente empecé a llenar el formulario con sumo cuidado y tranquilidad, a pesar de todo, era mala rellenando formularios de registros, no eran mi fuerte(?).

—Aquí tiene— dije con una sonrisa, mientras le entregaba el formulario a Kurt.

Ficha para el Registro de elfos.

 

•Nombre del elfo: Soul

•Indicar si sirve a un mago/bruja, familia o negocio: Bruja

 

•En caso de servir a un mago/bruja

•Nombre del mago/bruja: Leya Malfoy Rambaldi

•Tiempo en el que lleva sirviendo al anterior: 1 mes

•Nombre de quien lo registra: Leya Malfoy Rambaldi

 

•Link de la ficha de personaje, registro de negocio o registro de la familia para la que sirve el elfo: *-*

Aguardé en total calma, alguna corrección o tal vez la inmediata aprobación del formulario.

Me sentía extraña al volver al departamento de Regulación y Control de Criaturas mágicas ya no como empleada. Sentía ganas de ir corriendo a mi cubículo e empezar a aprobar fichas como loca, pero ya no podía y tampoco había vuelta atrás, además era lo mejor ya qué ahora no tendría tiempo para nada y estaría desaparecida un buen tiempo. La única razón en sí de que viniera al ministerio era porqué quería registra un nuevo elfo.

Subí por el ascensor, no tenía demasiadas ganas de subir las escaleras, además trataba de evadir la mayor cantidad de gente posible ya qué no estaba demasiado presentable. Traía el cabello totalmente desordenado, que opacaba en sí el hermoso vestido corto color escarlata que traía.

Cuando al fín llegué al cuarto caminé hacia la División de Seres, Duendes y Espíritus.

—Podría darme una ficha para el registro de elfos— musité amablemente a uno de los tantos empleados que habían, realmente esa era la división que poseía la más grande cantidad.

Estaba parada como cualquier persona normal, atacando un mortifago, cuando de repente sentí que mi hueso se quebraba, para ser más específica, era el peroné y la muñeca y estaba segura de ello, gracias a mi conocimientos sobre primeros auxilios. Ese curso me había servido mucho a decir verdad. Por suerte dado a que sujetaba con fuerza la varita, ésta no se cayo por lo que un acto rápido, la pasé a la otra mano. Ya en la mano sana la varita pensé en mi siguiente movimiento.

<<Episkey>> pensé, isntantaneamente la quemadura provocada por el fuego negro quedo curada, aunque no del todo, pero al menos no empeoraría.

<<Episkey>> volví a pensar ésta vez hice que mi hueso se mi peroné se curara. El hueso de mi rodilla seguía roto pero eso lo solucionaría luego, por el momento era todo lo que podía hacer siendo una simple legionario.

Tal y como había pensado las barreras habían sido destruidas, por lo que pasé sin mayor dificultad <<Lealtad y sacrifico>> pensé mientras entraba a la prisión con suma prisa, tenía que ser rápida y precisa. No podía cometer errores ni nada parecido a ello. Ya dentro observé que ya s e encontraban a media batalla por lo que decidí alistarme.

Estaba descalza eso era una ventaja aunque pequeña, pero lo era.

-Avis- murmuré, 12 avecillas aparecierón al instante, y se colocaron delante del Fenixiano Boss Elessar, tal como les había indicado que hicieran de tal modo que recibieron el rayo letal de nombre avada kedavra enviado por el Mortifago Patrick Colt. De tal modo el fenixiano quedo libre de aquel ataque.

En serio amaba ese hechizo.

-Morphos- murmuré apuntando al zapato dercho del mortifago Patrick Colt, ésta al isntante inyecto su veneno en el hombre, pronto sentiría las consecuencias de aquel veneno, muy peligroso, que incluso podría llegar a matarlo si no se curaba.

Estaba exhausta, me tiré sobre los jardines Stark, contemplando en el cielo cuando de repente sentí una presencia era killu. Ambos empezamos a charlar sobre mi pijama cuando de repente, un patronus en forma de cobra se hizo presente. Traía consigo un mensaje, por lo que enseguida me puse de pié y levanté mi varita que se encontraba tirada en la hierba.

Seguía con mi pijama era irónico, hasta ahora no había podido cambiarme , eso realmente era el colmo aunque no había tiempo que perder, tenía que ser rápida y precisa, por lo que lo único que dice fue colocar luz en mi rostro antes de partir.

Ya lista gire sobre mis talones rumbo a Nurmengard, obviamente el patronus había traido la ubicación nueva de la dichosa prisión. En un claro en el tétrico bosque de Suiza.

Aparecí en el lugar, y casi instantáneamente pude distinguir la prisión. Ya no se encontraban ahí mis compañeros de bando claro pues ya habían entrado, al parecer había llegaod demasiado tarde, pero no sería complicado entrar ya qué era seguro que ya había derribado todas las barreras.

-De nuevo aquí- musité con una sonrisa, aunque esta no podía ser vista.

Llevaba una varita extra.

Sexta planta - Siendo dada de alta o/ / Tercer rol :ohsi:

Al fín había terminado de curarme mi gordeishona, por lo que debía de partir al fín a casa a descansar un poco, aunque lo más seguro era que no descansaría nada. Estaba aún sorprendida por la rápida atención, o tal vez era qué estaba vez había hablado menos con AThena y por eso me parecía así de corta. Tenía mucho que hacer ya qué, me había ido por varios días y seguro Ani estaba muerta de nervios por mi repentina desaparición, aunque seguro ya sospechaba el porque. Por otro lado Killu, hace mucho no lo visitaba y tenía que hacerlo, pues el se resentía con facilidad y no quería pelearme con él.

-Gracias Athe- mencioné con una sonrisa mientras me ponía de pié y salía a toda velocidad del lugar. Tenía que antender esos asusntos con Killu rápido, pues el era de perderse por las tardes o noches.

Sexta planta - Siendo Curada\o/ - Segundo rol

Pensaba que el proceso de curación tardaría más, pues lo recordaba así, pero me sorprendí al ver que casi instantáneamente me habían atendido. Generalmente tardaba más en encontrar a un sanador, tal vez ese día había habido menos pacientes de lo que comúnmente había o incluso podría ser totalmente lo contrario y por eso estaban tan apresurados.

-Si mucho mejor a decir verdad- contesté mientras levantaba un poco el rostro. Grande fue mi sorpresa, al darme cuenta que no era cualquier sanadora, si no mi gordeishona Athena, aunque al parecer ella tampoco me había reconocido. Debía de estar muy mal como para eso, o es que me había desaparecido durante mucho y ya se había olvidado de mí().

-Athena, es el colmo que no reconozcas a tu gordeishona- mencioné con una sonrisa aparentando estar ofendida -¿Acaso desaparecí tanto?-.

Sexta planta - En busca de un sanador \o/ - Primer rol

Estaba cansada, aunque debía admitir que quedarme más días de los que debía en la prisión no había sido del todo una buena idea y tenía que asumir las consecuencias de ello. No podía distinguir muy bien las cosas, pero estaba segura de que estaba en la sexta planta, pues era la única que conocía y con lo poco que distinguía parecía ser ella.

Odiaba que mi pijama estuviera ensangrentada, tendría que desecharla y eso me disgustaba pues era una de mis preferidas. Me preguntaba porque los mortifagos me capturaban en momentos como esos, donde estaba en pijama, a apunto de comer mi panquecito, acaso les gustaba verme por las mañanas.

Saqué esos pensamientos de mi cabeza y empecé a concentrarme en lo que en verdad importaba, buscar una sanadora, pero no sabía por donde empezar, la planta era muy amplia.

Aún aguardaba la respuesta del mortifago. En lo que esperaba empecé a escuchar pasos, cada vez más cercaos a mi celda <<Más en serio>>.

No pude evitar soltar un largo suspiro al ver como una mortifaga entraba a mi celda claro primero haciendo una reverencia al otro mortifago. Pero no venía sola o al menos eso sentía, ya qué entre tanta oscuridad no podía diferenciar demasiado las cosas. Pero al parecer sus acompañantes eran un par de dementores y un león. No podía negar que me sentía menos feliz cuando los dementores entraron pero tampoco estaba débil o algo parecido ya qué a pesar de todo, pensaba en mis seres queridos y en killu.

No entendía que quería lograr la mortifaga acercándome un simple león. Había pasado por cosas peores y el pensar que posiblemente sería torturada por aquellos mortifagos no me aterraba en lo más mínimo total, no tenían nada de especiales ellos, al menos no para mí.

—Claro porque no sería así— contesté con una sonrisa, lo que más disfrutaba en ese momento es que podía verla claramente en mi rostro.

Esperé con tranquilidad la respuesta a la pregunta, aunque esta no tardo demasiado. Aquello realmente me sorprendió, pero admiraba su honestidad claro que no era su nombre nombre (?) por decirlo así pero era parecido. Dibujé una sonrisa en mi rostro al escucharlo luego preguntar sobre mi nombre, yo también quería divertirme por lo que no le contesté al instante, además de que no sería tan tonta de decirle en verdad cual era mi nombre.

Luego de un par de minutos me anime a contestarle.

—Pues tengo muchos nombres a decir verdad— musité mientras bajaba la cabeza un poco para evitar que viera mi sonrisa —por ejemplo ustedes suelen nombrarme sangre sucia ¿O me equivoco? — solté un suspiro y continué —¿Eso podría considerarse como un nombre verdad?—.

Me quedé en silencio esperando la reacción de aquel mortifago. Al oír la palabra comida lo primero que se vino a mi mente fueron las uvas, seguidamente Killu, pues el hacía un riquísimo postre de uvas.

—Gracias supongo— respondí.

Estaba tranquila movilizando sin hacer mucha bulla en mi celda. Buscaba entre tanta oscuridad algo con lo que entretenerme una roca pequeña, un dedo(?) o lo que fuera realmente en momentos como en los que estaba poco me importaba con que me distrajese, no era demasiado exigente.

En ese momento sentí unos pasos, parecían de un asesino pues casi no se podían percibir con el oído. <<Ya vienen a darme la bienvenida>> pensé casi instantaneamente. Poco segundos después deje se sentirme cómoda, pues el mortifago se había querido asegurar de que estuviera bien encadenada al camastro y principalmente de qué no estuviera nada cómoda.

Respiré profundo, en realidad no esperaba que fueran a venir a darme la bienvenida tan rápido.

—Muchas gracias— dije con un tono sarcástico —pero bueno vayamos con las formalidades, cual es el nombre del gran mortifago que tiene el tiempo para darme la bienvenida, me encantaría realmente saber.

Me quedé en silencio aguardando su respuesta, realmente no solía hablar demasiado pero al fin y al cabo estaba aburrida y no tenía nada mejor que hacer en esa prisión.

Veía como mi cuerpo era arrastrado sin menor cuidado. Sabía que cuando volviera a la vida eso dolería pero eso no era lo que más importaba en realidad, ya qué lo importante era cuanto tiempo estaría en esa prisión no muy bonita por decirlo así. Llegó un momento en el que las mortifagas por las que había sido capturada de separaron, una de ellas se encargo de movilizar mi cuerpo hasta una celda por medio de un hechizo y ya no a rastras. Al parecer la mujer creía que estaba viva pues incluso le hablo a mi cuerpo sin vida lo que me pareció algo gracioso aunque por lo que recordaba no era la primera que hacia algo como eso. Ví como metía gotas de poción a mi boca e instantáneamente sentí que era como absorbida, debía admitirlo aún no estaba acostumbrada a ello a pesar de las múltiples veces que había ingerido aquella poción o lo que fuese.

Abrí los ojos con dificultad, sentía que no podía mover aún todas las partes de mi cuerpo e incluso miraba algo borroso. La mortifaga me había amarrado con grilletes y cadenas aunque de todos modos mis manos y mis pies de cierto modo estaban libres por así decirlo.

Estaba aburrida, me preguntaba qué hora era, cuando tiempo había estado muerta, la verdad no llevaba la cuenta y en mi celda no habían relojes para averiguarlo, además de qué con la poco luz que entraba en ella era casi imposible distinguir algo.

Por suerte mis queridos amigos dementores aún no venían a darme la bienvenida aunque de seguro no tardarían. Lo bueno era qué por el momento estaba sola y que nadie tal vez molestaría durante un buen rato, eso me daría tiempo para pensar al final de cuentas estar ahí no era tan malo…

Mi respiración se aceleró aun más, no quería ver a esa mujer, me ofendía al mi misma al aún recordarla con el nombre de “madre” era curioso nunca había llegado a saber su verdadero nombre ni tampoco me había atrevido a preguntárselo pero ¿Por qué? No lo sabía y recién se me venía a la mente ese tipo de preguntas. La puerta empezó a abrirse lentamente, al mismo tiempo que aquello sucedía sentía que mi corazón explotaría o que moriría yo en ese segundo, era algo realmente triste estaba sufriendo pero no quería llorar, no como aquella vez, ahora era más fuerte, ahora podía afrontarla pero no tenía el valor y no entendía porque.

Cerré los ojos sentía que alguien se acercaba hacía mí, pero por alguna razón no controlaba mis acciones pues estos casi obligándome a afrontar mi realidad se volvieron a abrir y ya no pude cerrarlos más. Quería salir de ese lugar, pero ¿Cómo? No tenía mi varita y no entendía que clase de lección quería darme Sally haciéndome recordar todo esto ¿Sally??Dónde estaría ella?.

Escuches una voz hablándole al elfo, definitivamente era mi madre o mejor dicho esa mujer que tanto odiaba. Una lágrima recorrió mi mejilla pero no era por pena, era por rabia, porqué no podía hacer nada para detener lo que estaba por pasarme, lo que estaba apunto de hacerme esa mujer..

Off:

Lo siento Sally T_T, te juro juradito que postearé doble si eso se necesita e_e, pero uno ando sin inspiración y dos sin tiempo T_T. En verdad mil disculpas :c.