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Ellie Moody

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Mensajes publicados por Ellie Moody

  1. Luego de unos momentos examinando la decoración del establecimiento, se le ocurrió que la temática podría ser de Arabia; claro que el cartel que rezaba "The Arabic Place", y uno que otro cuadro con el nombre del lugar, le ayudaron a confirmar su teoría. Era divertido encontrar nuevos lugares en el Callejón Diagón, pues cada uno era bien diferente del otro, justo como ese en el que se encontraba. Por unos segundos, la bruja se imaginó a si misma abriendo por primera vez las puertas de algún negocio; esperaba tener pronto la oportunidad de abrir uno, pero también debía asegurarse de que lo visitaran.

     

    Apenas estando en la entrada, escuchó la voz de uno de sus compañeros de bando, que los llamaba para que se sentaran en un sofá, y así no estar regados por todo el lugar. Uno tras uno, hicieron una especie de fila, para dirigirse a un sillón que se encontraba en una esquina del local. Mientras caminaba, no puedo observar unos tubos, que parecían haberse instalado hacía poco. ¿Para que serían?

     

    - Buenas noches - les dijo a todos, una vez que estuvieron sentados en el mueble; le sonrió a Darla, a manera de saludo -. A lo mejor sí, Darla, pero igual todo está bien.

  2. Madeleine Haughton.

     

    El cielo se había coloreado rápidamente de un azul oscuro, adornado por los pequeños faroles flotantes que estaban guindados en la oscura bóveda; la luna también se encargaba de alumbrar el lugar, con su blanca y fría luz. Además de eso, las lámparas del Callejón Diagón también cumplían un deber similar, encargándose de iluminar esos traicioneros baches del suelo, para encargarse de que la castaña los notara y así no tropezara con ellos al arrastrar los pies.

     

    La verdad, es que tenía ganas de quedarse acostada en su cuarto, para contar las vigas del techo y tomar chocolate caliente. Pero la habían invitado allí, así que se le ocurrió que al ir a ese lugar, <<a divertirse un rato>>, o por lo menos eso le habían prometido. Estaba casi segura de que eso le animaría, y de paso, pasaría bien aquella noche.

     

    Se había vestido de manera sencilla, casual, pues no caminaría por los callejones luciendo como sábado en la noche, cuando era día de semana. Al llegar, se detuvo al frente de la fachada del negocio unos momentos, para contemplarlo bien, y luego entró, por fin.

  3. Buenas, buenas. Bien, acá vengo para modificar mi ficha. Gracias de antemano ;)

     

     

    FICHA DE PERSONAJE

     

    http://i1165.photobucket.com/albums/q598/MaddieM_/hermione__yule_ball_by_hiota-d4m35yw-1.png

     

    Datos Personales:

     

    Nombre del Personaje: Madeleine “Maddie” Haughton Rambaldi.

     

    Sexo: Femenino.

     

    Edad: Joven, 16 años.

     

    Nacionalidad: Escocesa.

     

    Familia(s):

    •Familia Haughton.

    •Familia Rambaldi.

     

    Padre(s) Sanguíneo:

    •Mónica Malfoy Haughton.

     

    Padre(s) Adoptivos:

    •Ginny Rambaldi Weasley.

     

    Trabajo: San Mungo. Planta 1 (Accidentes Provocados por Artefactos Mágicos y Heridas Provocadas por Animales o Criaturas Mágicas). Sanadora.

     

    Poderes Mágicos:

     

    Rango Social: Unicornio de Bronce.

     

    Bando: Orden del Fénix.

     

    Rango dentro del Bando: Initié.

     

    Nivel de Poder Mágico:

     

    Puntos de poder en objetos: 60

    Hechizos adicionales: --

     

    Puntos de poder en criaturas: 20

    Criaturas controlables en asaltos y duelos: --

     

    Habilidades Mágicas: --

     

    Conocimientos Especiales:

    •Conocimiento 1: Pociones.

    •Conocimiento 2: Historia de la Magia.

     

    Perfil del Personaje:

     

    Raza: Humana.

     

    Aspecto Físico:

    Madeleine mide un metro sesenta. Es de contextura delgada, tiene los hombros y la espalda estrechas; sus piernas son delgadas y largas a pesar de su estatura. Su rostro es tierno, y tiene la forma de un corazón redondeado; la barbilla pequeña y la frente ligeramente estrecha. Tiene la piel clara y suave, sin pecas, aunque tiene un lunar cerca de un costado del labio superior. Su nariz es un poco corta, ligeramente jorobada, aunque sólo se nota cuando se le mira de perfil. El cabello largo, grueso y ondulado; está acostumbrada a levarlo suelto, sin tratar de alisarlo. Sus ojos son de color avellana, vivos y penetrantes, enmarcados por sus oscuras cejas. Cuando está tranquila, su aspecto es apacible; sin embargo, al irritarse, se nota la diferencia.

     

    Suele vestirse de manera sencilla y casual, pues no está acostumbrada a arreglarse mucho. Aunque usa túnicas, principalmente usa ropa muggle, como camisetas y vaqueros. Cuando está nevando o lloviendo, usa su capa de viaje color verde esmeralda. En cambio, al salir de noche a caminar, suele llevar consigo una capa negra de viaje.

     

    Cualidades Psicológicas:

    Debido a su estilo de vida antes de ir a Londres, es tímida y un poco introvertida, aunque según sus experiencias en Londres y por la cosas que allí vivió, ha ido convirtiéndose en una persona más sociable. Trata de evitar discusiones o peleas, pues a ella le parece que no es muy buena en esas cosas.

     

    Tiene una vena de la empatía pequeñísima, pues le cuesta saber si ha herido a alguien o si habló de más. También les cuesta saber cuando alguien usa, o no, el sarcasmo; y no soporta las preguntas retóricas, pues a veces cae en ellas. Y es pésima para interpretar las expresiones o el comportamiento de los demás. Incluso, a veces confunde sus propias emociones. Le cuesta saber por qué le duele el corazón, o cómo se le ocurrió hacer tal cosa. No es muy sensible, pues es capaz de ignorar olímpicamente el dolor, olvidando sentirlo.

     

    Es torpe a la hora de demostrar o expresar sus sentimientos, pues nunca se acostumbró a hacerlo, especialmente debido a que no conoció muchas personas en algún período de su vida por las cuales de verdad sintió algo especial.

     

    Se pone de mal humor en situaciones muy especiales, como cuando se equivoca al hacer algo; pero no son muchos los factores que la ponen en ese estado, por lo que no es de esas personas que siempre están enojadas. Se avergüenza con facilidad.

     

    Le tiene un gran aprecio al trabajo, el estudio, la moral y la honestidad, pues fueron las principales cosas que aprendió de verdad, tanto con los muggles como entre los magos.

     

    Historia:

    Nunca estuvo muy segura de sus orígenes. Desde que tiene memoria, logra ubicarse a sí misma en un internado muggle en Edimbrugo, Escocia. Si bien ese lugar no era de su entero agrado, todavía lleva consigo algunos recuerdos que caben dentro de lo bueno.

     

    Vive allí hasta cumplir los once años, cuando una mujer llega al instituto llevando consigo una carta que dice que ella es una bruja, y que tiene una plaza en la Academia de Magia y Hechicería. Esa mujer también es una hechicera, llamada Wanda Pierce(**), y se encarga de tratar de hacer comprender a Madeleine su naturaleza. El primer día, la pequeña no creyó en sus palabras, pues estaba segura de que esas eran cosas que nada más salían en libros; sin embargo, al otro día, Wanda vuelve. Esta vez saca su varita, y hace salir de un extremo de ésta una libélula plateada; luego de un tiempo, se daría cuenta de que fue el primer patronus que vio y de que no lo olvidaría.

     

    Más o menos desde ese punto, comienza a ver en esa mujer la imagen materna que le había hecho falta antes; por un tiempo, olvida que no tiene —o por lo menos, no que ella sepa— algún familiar sanguíneo. Ella le enseña lo que sabe sobre el bien y el mal, sobre los bandos y algún que otro truco de magia. Durante un tiempo, la joven se obsesiona con saber a quién apoya su <<hermana mayor>>, pero ésta no le quiere decir nada, ya que ambas organizaciones son secretas y no quería que Madeleine se preocupara mucho por eso.

     

    Sin embargo, poco antes de que cumpla los 14 años, Wanda es asesinada por una mortífaga(**) durante una reada, y no fue posible revivirla. Poco tiempo después, los rumores (y el boca floja de Lee(**), un compañero de la mujer) confirman la teoría de que ella si era parte de la Orden del Fénix. Triste, Madeleine decide que se unirá a ese bando; no sólo para honrar la memoria de Wanda, sino para demostrarle a ella, y a sí misma, que se convertiría en una gran bruja y fenixiana.

     

    Pertenencias:

     

     

    Objeto Magico Legendario: --

     

    Objetos Magicos:

     

    Objeto 1: Varita mágica (Veinticinco centímetros, avellano, núcleo de pluma de fénix. Dura)

    Clasificación: AA

    Puntos de poder: 20

     

    Objeto 2: Medallon/Colgante para avisar peligro

    Clasificación: A

    Puntos de poder: 10

     

    Objeto 3: Recordadora

    Clasificación: A

    Puntos de poder: 10

     

    Objeto 4: Vuelapluma

    Clasificación: A

    Puntos de poder: 10

     

    Objeto 4: Catalejo

    Clasificación: A

    Puntos de poder: 10

     

    Mascotas y Criaturas:

     

    Criatura 1: Lechuza

    Clasificación: X y no mágicas.

    Puntos de poder: 10

     

    Criatura 2: Gato

    Clasificación: X y no mágicas.

    Puntos de poder: 10

     

    Criaturas en la Reserva:

     

    Criatura 1: --

    Clasificación: –

    Puntos de poder: --

     

    Elfos:

     

    •Lucy. Una elfina a la que le fascina las tareas, aunque Madeleine le permita vagabundear un poco; sin embargo, no le gusta eso, pero como lo toma como una orden, debe hacerlo a regañadientes. Su ama le permite usar ropas, para que entienda que puede “escapar” cuando quiera; pero Lucy se queda con su ama por cariño, y no planea dejarla pronto. Sin embargo, últimamente su ama ha visto destellos de deseos de libertad en algunas ocasiones, lo cual le hace sentir bien.

     

    Licencias, Tasas, Registros

     

    Licencia de Aparición: Obtenida.

     

    Licencia de Vuelo de Escoba: Obtenida.

     

    Registro de XXX:

     

    •Registro de Criaturas No Mágicas: (Link)

    •Registro de Pasaporte (Link)

    •Registro de Elfina Doméstica: Lucy (Link)

     

    Otros Datos:

     

    Otros datos:

    •Perteneció, en su época en la Academia de Magia y Hechicería, a la casa de los Tritones del Río Wye.

    •Su color favorito es el verde.

    •Su cantante favorita es una muggle, llamada Barbra Streisand.

    •Le pierden las cervezas de mantequilla.

    •Le cuesta usar bien la varita, especialmente en algún duelo.

    •Su varita se llama Elphie, apodo de Elphaba, La Bruja Mala del Oeste.

    •Su patronus es un águila.

     

    Cronología de cargos: --

     

    Premios y reconocimientos:

    •El Tritón Más Dramático (Tritones Awards 2011): (Diploma)

    •El Tritón Más Social (Tritones Awards 2011): (Diploma)

     

    Links de Interés Referentes al Personaje:

     

    Link al Perfil de Comprador MM: 110

    Link a Bóveda Personal: Bóveda n° 94381

    Link a Bóveda Trastera: --

    Link a Bóveda de Negocio: --

    Link a Bóveda Familiar 1: Bóveda Familia Haughton

    Link a Bóveda Familiar 2: Bóveda Familia Rambaldi

     

  4. ¡Vaya! Había un montón de gente haciendo filas en diferentes mostradores del lugar, rellenando papeles y formularios a diestro y siniestro y luego haciendo formaciones de espera que parecían ser eternas. La mayoría lucían como estudiantes de la Academia de Magia y Hechicería; Madeleine recordaba que, en las clases de Rol Básico, los profesores hacían que los chicos registraran un elfo en el Ministerio (para practicar, y además conseguir su primer elfo), y alguno no era humano, debía pasar a otro lugar de ese Departamento para registrarse a sí mismo.

     

    La Bruja recordaba que, en esa ocasión, su amiga semigigante había formado un pequeño acto pues allí no tenían fichas para ese tipo de criaturas. Gracias a ella, pensó, otros como ella podrán sentirse cómodos. Aunque casi nunca se veían por allí.

     

    La espera parecía ser larga, así que Maddie se decidió por buscar las fichas de una vez y comenzar a rellenarlas.

     

    A ella no le agradaba mucho eso, pero a lo mejor le podían confiscar sus preciados animalitos si no los registraba en el Ministerio de Magia; de todas maneras, no de podía arriesgar, pues había pagado una buena cantidad de dinero por ellos en el Magic Mall. Y como era dinero producto de su trabajo, le iba a doler un poco demasiado si lo perdía de esa manera tan... simple.

     

    Al terminar de escribir, miró los pergaminos, satisfecha, y se dedicó a esperar su turno para entregar eso a un encargado.

     

    Nombre de quien registra: Madeleine Haughton Rambaldi

    Nombre del mago/bruja, negocio o familia a la que pertenece: Madeleine Haughton Rambaldi

    Nombre: Frida

    Especie: Lechuza común (Tyto alba)

    Clasificación del ministerio: X

    Color: Gris

    Tamaño: 30 centímetros

    Sexo: Femenino

    Edad: Un año

    Ambiente en el que vive: Generalmente viaja por Londres y recorre el pueblo de Ottery St. Cathpole

     

    Link a la certificación de descuento por parte Gringotts: Link

    Link de la Ficha del dueño de la criatura, registro de familia o negocio: Ficha

     

    Nombre de quien registra: Madeleine Haughton Rambaldi

    Nombre del mago/bruja, negocio o familia a la que pertenece: Madeleine Haughton Rambaldi

    Nombre: Fae

    Especie: Gato europeo monocolor

    Clasificación del ministerio: X

    Color: Negro

    Tamaño: 50 centímetros

    Sexo: Femenino

    Edad: Tres meses

    Ambiente en el que vive: Mansión grande y cómoda, duerme en una cómoda canasta localizada en la habitación de su dueña.

     

    Link a la certificación de descuento por parte Gringotts: Link

    Link de la Ficha del dueño de la criatura, registro de familia o negocio: Ficha

  5. Madeleine Haughton.

     

    Eso de <<Aún sigo>> no le pareció como tal a la muchacha, debido al ceño fruncido que estuvo presente ante la respuesta del muchacho. Sin embargo, decidió no insistir mucho; y no tuvo que hacer otra pregunta, pues Salazar había formulado una rápidamente, ansioso por esquivar el tema. No era que Maddie fuese una experta en el tema, pues a duras penas podía comprenderse a sí misma casi por completo, pero le pareció que él prefería evitar sus propios asuntos. ¡Que familiar se me hace!, pensó la Bruja, con la cabeza por un momento en el Castillo Haughton.

     

    Más que a nada, me he dedicado trabajo —dijo, cuando en realidad quería decir <<La Orden>>, pero sabía que no podía—, en San Mungo; es que soy sanadora en la primera planta.

     

    O algo así, por lo menos. A decir verdad, esos días no había mucha gente yendo a la Planta de Accidentes provocados por artefactos mágicos y heridas provocadas por animales o criaturas mágicas en busca de una cura, pues al parecer ya nadie se caía de escobas y en las clases de Duelos ya no había heridos por hechizos rebotados o cualquier cosa. Sin embargo, no podía simplemente no ir, ya que la paga no era tan mala y a ella no la mantenían desde que que se graduó.

     

    No hay muchas personas —murmuró ella, más para sí misma para que el chico—. Uhm, tengo curiosidad, ¿por ué se te ocurrió aparecerte por acá, si se ve un poco... solo?

  6. Madeleine Haughton.

     

    El barman asintió, y se fue a otro lugar de la barra para servir las bebidas. Recordaba la última vez que había tomando vodka; si bien a ella no le pasó mucho, ya que casi no había tomado, dos de sus primas habían tomado algo más de la cuenta. Madeleine todavía recordaba verlas tiradas en el suelo del baño, llorando y gimiendo que se querían mucho. Pero, después de todo había sido divertido, no lo podía negar.

     

    Luego de pedirle al encargado que también le llevara zumo de naranjas, recordando que era domingo y no podía ir tan arruinada a San Mungo, le pareció que alguien que alguien cerca de ella la saludó. Entrecerró los ojos un momento, pues las luces de colores de la discoteca la mareaban, especialmente cunado esas franjas y lunares luminosas iluminaban toda el lugar. Al principio, no reconoció al joven que le habló; sin embargo, luego de unos segundos, logró se dio cuenta que lo conocía. Él había estado allí, y otro enorme grupo de gente, en la última salida al lugar.

     

    Hola, Salazar —musitó, recordando su nombre—. Obstinada y difícil, pero bien —dijo Maddie, luego de pensarlo un poco—. ¿Y que tal tú? ¿Sigues en la Academia? —quiso saber. La última vez, todos ellos (salvo Bridget) eran estudiantes, aunque, poco después, la Haughton se graduó...

  7. Madeleine Haughton.

     

    No recordaba muy bien la última vez que había acudido a ese lugar. Sólo le llegaban imágenes de sus amigas bailando como locas por culpa del alcohol y ella marchándose temprano, pero había sucedido hacía unos meses; y, en realidad, no había pensado esa última salida esos días, ya que estaba más ocupada con el trabajo en San Mungo, su familia y las misiones que le iban asignando en su bando.

     

    Era tarde, y sin embargo la música se escapaba del local. No le sorprendió mucho a la Haughton, ya que era un club nocturno, y de seguro que de día era aburrido.

     

    La Bruja usaba un sencillo vestido vintage gris, unas botas de gamuza negras y un abrigo de lana color verde oliva, para protegerse del frío, que no tenía nunca piedad con ninguna persona ni tampoco esa noche. Su largo cabello castaño caía tras su espalda formando las ondas que tenía desde siempre. A lo mejor cuando era niña lo tenía ligeramente más liso, pero no había manera de que Madeleine pudiese recordar eso.

     

    Entró al lugar, simplemente deseando tomar algo y escuchar un poco de música. Se sentó en la barra, y luego de que el barman tomara el pedido del otro chico que se encontraba allí, se acercó a la muchacha.

     

    Vodka— musitó. Ella sabía que no acostumbraba a beber alcohol, pero caer en la rutina de correr desde Ottey hasta el Ministerio de Magia todos los días podía estresar a cualquiera. Y más a Maddie, que era bastante suceptible.

  8. Luego de su visita a la trastienda, se dirigió a la primera planta del Magic Mall, en dónde vendían Objetos Mágicos. Sólo adquiriría unas pequeñeces, pues trataba de ahorrar para cuando se decidieran a vender las escobas, pues a Madeleine le había falta una. Pues si no poseía una, ¿cómo podría volar por encima de Ottery St. Cathpole? Esperaba que pronto consiguieran esas tarjetas.

     

    Así que la Bruja se paseó por el lugar, mirando sólo los objetos que podía manejar debido a su rango social. Cuando estuvo segura de lo que quería, se acercó a uno de los mostradores y entregó la planilla que había rellenado al empleado encargado. Y además, aprovechó de preguntar por el precio de uno de los objetos.

     

    Por cierto, ¿cuánto cuenta una bola de cristal mediana? —dijo, pues el precio de éstas variaban de acuerdo a su tamaño. Y ella no podía adivinarlo... Quizá para eso era la Bola de Cristal.

     

    ID: 113619

    Nick: Marijo Lovegood

    Bóveda: Bóveda #94381

    Fecha: 2012-02-18

     

    Nombre del producto: Vuelapluma

    Objetos, Criatura o Poción: B

    Catalogación: A

    Puntos por unidad: 10

    Cantidad de unidades: 1

    Precio por unidad: 100 G

     

    Nombre del producto: Catalejo

    Objetos, Criatura o Poción: B

    Catalogación: A

    Puntos por unidad: 10

    Cantidad de unidades: 1

    Precio por unidad: 400 G

     

    Precio total: 500 G

    Total de Puntos: 20

  9. Hacía un buen tiempo que la Bruja no se paseaba por el Magic Mall, para comprar algunas cosas lindas. Su primera parada fue en la Planta Baja (ya que tenía planeado ir de abajo hacia arriba), en dónde estaba decidida a comprar una mascota; no cualquier mascota, claro, sino un gato doméstico. No le agradaban mucho los perros (hacían mucho ruido, y no les gustaba que le lamieran el rostro y las manos); en cambio, un gato era más escurridizo, más suave, más callado... Casi le recordaba a ella misma.

     

    Luego de mirar por encima la trastienda, que era una especie de jungla artificial, se dedicó a dirigirse a la sección de animales muggles, más específicamente a esa parte en dónde estaban las jaulas con los tiernos felinos. Unos eran blancos, marrones, otros tenían la piel similar a la de un tigre (a rayas irregulares) y unos pocos tenían unas motas de color por la panza y el rostro. Pero el que más le gusto a ella fue uno negro, arrinconado en su jaula; sus ojos tenían unas pupilas levemente dilatadas, con un grueso iris de un color entre verde y marrón, que le rocordaba a Madeleine sus propios ojos.

     

    La castaña miró por última vez a la pequeña criatura, y, convencida de que lo quería a él, llenó los formularios necesarios. Luego se dirigió a un mostrador, en dónde se encontraba un empleado con el uniforme del lugar.

     

    Hola, quisiera comprar éste animal —dijo Madeleine, mientras que le entregaba el pergamino al encargado—. ¿Está todo en orden?

     

    ID: 113619

    Nick: Marijo Lovegood

    Bóveda: Bóveda #94381

    Fecha: 2012-02-18

     

     

    Nombre del producto: Gato

    Objetos, Criatura o Poción: C

    Catalogación: X

    Puntos por unidad: 10

    Cantidad de unidades: 1

    Precio por unidad: 100 G

     

    Precio total: 100 G

    Total de Puntos: 10

     

    Si es una criatura para personaje, colocar el Rango Social del comprador: Unicornio de Bronce

  10. Madeleine Haughton.

     

    Sonrió repentinamente, al darse cuenta de que ya se comenzaban a marchar del lugar. ¡Magnífico! Menos mal que ya había hecho esa prueba de Aparición, pues era un fastidio tener que ponerse en grupitos para ir de un lugar a otro; ella lo sabía muy bien, ya tenía experiencia en ese campo.

     

    Ya otros fenixianos comenzaban a perderse en el aire; los últimos que vio se fueron como en un pequeño grupo de amigos, seguramente eran cercanos. Podía ver a su rubia a miga Athena caminando cerca, seguramente con la misma idea que Madeleine… No era que la castaña fuese una cobarde, epro ahora no le apetecía un duelo.

     

    Cerró los ojos, sin soltar la varita, y visualizó ese lugar a dónde quería ir; la Mansión Rambaldi, pues ahora se le antojaba más ese lugar que el Castillo Haughton. Luego giró sobre sí misma, sin perder en vista su objetivo. Entonces desapareció en el aire, despeocupadamente.

     

    Soy una maldita sortuda, logró pensar.

  11. Madeleine Haughton.

     

    Su puño se relajó ligeramente al no sentir ella peligro, pero no dejaba de estar alerta a algún movimiento que fuese indicio de un ataque. De todas maneras, guardaba esperanza de que, en algún momento, el líder diera órdenes de irse de allí, pues nadie había ido a defender el lugar todavía.

     

    Todavía seguía caminando cerca, zumbando alrededor de otros compañeros, mientras que unos selectos miembros de la Orden sacaban a los fenixianos de sus celdas. Podía escuchar los ruidos que hacían, por lo que se extrañó de que nadie se hubiese dado cuenta. Sin embargo, todavía no acababan... Pero seguramente faltaba muy poco, lo sentía en los dedos de los pies.

     

    Hasta allí, era una verdadera delicia todo aquello.

  12. Madeleine Haughton.

     

    Esa noche el cielo estaba despejado, dándole la sensación de que alguien se había tomado la molestia de apartar las nubes de la bóveda azul oscuro para ver los sucesos siguientes. La luna llena, que recordaba al queso con su redondez y los relieves circulares, estaba fija encima de la cabeza de la bruja, que acaba de aparecerse en Papúa Nueva Guinea, el lugar dónde se encontraba Nurmengard, la prisión mortífaga. Se había logrado enterar del lugar gracias a un Hipogrifo, seguramente de uno de uno de sus camaradas.

     

    Sobre su rostro estaba una luz blanca, que servía para proteger su identidad ante los mortífagos; no pesaba, ni molestaba y tampoco le impedía ver el paisaje. Además, le servía para ocultar los ligeros rastros de miedo que no lograba sacudirse. Esperaba que no hubiesen muchos miembros de la Marca Tenebrosa; anhelaba que se hubiesen quedado dormidos o que estuviesen incomunicados. Quizá alguien que no sintió la Marca arder, se ilusionó.

     

    Estaba empuñando la varita con firmeza, mientras que esquivaba árboles y piedras olvidadas en el bosque; la capa de viaje negra que traía sobre la ropa de aspecto muggle se deslizaba por la tierra y el césped, y arrastraba un poco de éstos. No se dio cuenta de cuánto tiempo tardó, pero de un momento a otro logró divisar la prisión. Se tragó un pedrusco de terror que tenía atorado en la garganta, y sintió como éste caía en su estómago, demasiado pesado como para soportarlo; pero era su deber, y ella lo había decidido así hacía un tiempo, por lo que cerró la boca y se limitó a reunirse con sus compañeros de la Orden del Fénix.

  13. Buenas.

     

    Vale, sólo paso a decir que por mi parte acepto la tutoría, Agatha. Grupal será más divertido xD Entonces estaré al pendiente de cuándo comienza. Y como no tengo nada más que decir, me toca irme... Uhm, que molesto es ésto de las líneas.

     

    Bueno, mejor que vayas al tuto de defensa, Drew Athena. Te salió gratis ?)

  14. ¡Hola!

     

    Bueno, ya tengo tiempo cazando ésto, para ver cuáles tutorías pido xD Estuve apunto de pedir las tres, pero como vi que eran muchas y seguro que no me iba a alcanzzar la cabeza, me decidí por dos, que todavía veo que son muchas xD

     

    Tutoría que solicita: Defensa

    Nivel de conocimiento que posee: Básico

     

    Tutoría que solicita: Rol

    Nivel de conocimiento que posee: Básico

     

    Suerte a los que serán mis tutores, que mi cabeza en un poquito demasiado dura :3

     

    ¡Saludos!

  15. ~ Madeleine Haughton

     

    Le sonrió fugazmente a Grace, y se levantó de la celda. Al ver que un mortífago se acercaba, la bruja empuñó la varita mágica. Iba a hacer algo, pero la semigigante se ocupó rápidamente. Por lo que la Haughton se apuntó a sí misma y murmuró <<Episkey>>, para terminar de curar las heridas. Luego apuntó la varita al mortífago (Spectum), y exclamó:

     

    - ¡Sectusempra! - y un rayo salió de la punta de su vara, dirigiéndose peligrosamente al pecho del mortífago.

  16. Sin perder ni un nanosegundo más, corrió hacia el lugar dónde estaban las celdas. Nunca había ido a rescatar a nadie, obviamente, pues esa era prácticamente su primera misión como fenixiana oficial; si bien lo que le dijeron sonaba sencillo, con tanta adrenalina en el aire y tantos mortífagos correteando de allá para acá, pensaba que no podría sacar a ningún prisionero.

     

    Se dirigió a la celda de Grace Hagrid. Era una verdadera lástima que la volviera a ver luego tanto tiempo en aquella situación. Agarró su varita, y con la punta de esta apuntó al candado.

     

    - ¡Alohomora! –musitó con la voz clara, antes de nadie llegase a lanzarle ningún hechizo.

     

    Entró a la celda y, al ver el cuerpo de la semigigante en el suelo, recordó que debía hacer algo más. Dirigió la varita hacia su excompañera de la Academia, y murmuró, al tiempo en que la agitaba: <<Episkey>>. Sonrió, aliviada, y sacó la otra varita que le habían encomendado.

     

    - Vamos, que la cosa está un poco fea –susurró la Haughton, mientras que ponía la vara mágica en la mano de la castaña.

  17. ~ Madeleine Haughton.

     

    Todavía no se enteraba de quién se había enterado de la ubicación de Numergard, pero lo importante era que ya la habían encontrado. Gracias a ese patronus en forma de paloma, pudo dirigirse a los bosques de Albania, por primera vez. Sabía que no podía evitar que los mortífagos estuviesen allí, pero por lo menos esperaba que no estuviesen sentados en la entrada de la prisión con sus inferis al frente… No podía evitar sentirse un poco vulnerable, con tantos miembros de la Marca cerca. Se hubiese sentido peor, de no ser por la luz que ocultaba su rostro.

     

    Llevaba lo que a ella le parecía un montón de varitas, que se le antojaban más y más pesadas con cada paso que daba, que la acercaban a ese oscuro lugar. Tenía tres para unos compañeros, además de la suya propia.

     

    Al ver las siluetas ilumadas en la cabeza, estuvo segura de que eran ellos; así que apresuró el paso, y se acercó a ellos. Esperaba no haberse retrasado, cosa casi imposible. Tomó dos de las varitas, y distinguiendo a los seres desarmados, les entregó sus varitas, una de ellas era para Goderic y la otra para Pandora; era mejor que los mortios no los pillaran así.

     

    Luego empuñó la suya propia, llenó sus pulmones de aire, y se preparó para cuando los mortífagos llegasen. No dudaba que ya uno de ellos se hubiese tocado la Marca Tenebrosa.

  18. Buenas.

     

    Vengo para cambiar la imagen del inicio por ésta:

     

    http://i1165.photobucket.com/albums/q598/MaddieM_/Sinttulo-2.png

     

    Y para cambiar ésta sección, pues ahora tengo una nueva madre, pero de la misma familia:

     

     

    Padre(s) Sanguíneo:

     

    ˜ Mónica Malfoy Haughton

     

    Gracias de antemano :)

  19. Le sonrió un poco al reconocerla, luego de entregarle el trozo de pergamino; hacía un tiempo que no la veía, pues tenía tiempo que iba al Castillo Haughton.

     

    - Bien, ya sabes - murmuró por lo bajo, mientras que Mónica revisaba el pergamino; al escuchar la respuesta, puso la boca en forma de o, al darse cuenta del error -. Oh, bueno... No, entonces creo que no compraré nada por ahora; pero volveré luego.

     

    Hizo un ademán de despedida con la mano, y comenzó a caminar hacia la puerta de la planta, para irse; a medio camino, la castaña se paró en seco, giró sobre sus talones y añadió algo más, como para tratar de preservar las buenas costumbres y los modales:

     

    - Oh... ¡Buen día, nos vemos luego!

  20. Madeleine sonrió, alegre por la idea de tener galeones; comprar era divertido, aunque debía cuidar no gastarse todo, pues faltaba un mes para que le dieran el pago de su trabajo en San Mungo. Contó mentalmente su dinero, y asintió a sí misma, pues le quedaría suficiente como para no caer en la bancarrota o en la necesidad de pedirle moneditas de bronce a su compañera de planta, para pagar el café.

     

    Así que, algo familiarizada con el proceso, se puso a rellenar campos en la planilla; luego se la extendió a la encargada, esperando que todo estuviese correcto.

     

    ID: 113619

    Nick: Marijo Lovegood

    Bóveda con link a la bóveda: Bóveda #94381

    Fecha: 9/1/2012

     

    Nombre del producto: Escoba Voladora Cometa 280/290

    Objetos, Criatura o Poción: B

    Catalogación: A

    Puntos por unidad: 10

    Cantidad de unidades: 1

    Precio por unidad: 390 G

     

    Precio total: 390

    Total de Puntos: 10

     

    Si es una criatura para personaje, colocar el Rango Social del comprador: Unicornio de Bronce

  21. Una silueta delgada y delicada apareció en el Callejón Diagón, dirigiéndose exactamente al Magic Mall. Hacía poco tiempo había ido, pero en esta ocasión se dirigía a la trastienda, en busca de una criatura; no una mágica, sino más bien una muggle. Necesitaba esta lechuza, pues ya había aprendido, luego de un largo día de trabajo sin que su compañera apareciese, que sí era necesaria tener una de esas criaturas; de otra manera, ¿de qué manera le diría a Charlotte que diera señales de vida, o le preguntaría a Hermione si no le dolía la herida que Madeleine le había curado?

     

    Y todos necesitaban de una mascota; ya ella no vivía con esos muggles que no le dejaban tener un bendito animal.

     

    Madeleine tomó un formulario, y sacó una pluma. Lo llenó rápidamente, pues le faltaba comprar un par de objetos mágicos; en unos momentos se lo entregó a la encargada de la tienda.

     

    - ¿Está todo en orden?

     

    ID: 113619

    Nick: Marijo Lovegood

    Bóveda: Bóveda #94381

    Fecha: 9/1/2012

     

     

    Nombre del producto: Lechuza

    Objetos, Criatura o Poción: C

    Catalogación: X

    Puntos por unidad: 10

    Cantidad de unidades: 1

    Precio por unidad: 75 G

     

    Precio total: 75 G

    Total de Puntos: 10

     

    Si es una criatura para personaje, colocar el Rango Social del comprador: Unicornio de Bronce

  22. El golpe de sus zapatos contra el suelo provocaban un sonido mudo, que nadie escuchaba; en cambio, se sentía una especie de vibración sorda, que se sentía en la columna vertebral en la planta de los pies. Casi nunca compraba nada, pero, ahora que tenía un poco de dinero en su bóveda, decidió salir a gastar un poco; y nunca le venían mal un par de objetos mágicos, que se le antojaban más que un vestido o zapatos nuevos. A decir verdad, necesitaba de verdad uno de los objetos que iba a adquirir, y el otro solo lo quiso comprar, porque le parecía algo útil.

     

    - Buenas tardes- dijo a la empleada en la caja, para luego entregarle la planilla correspondiente a la venta -. Y feliz Navidad, por cierto.

     

    ID: 223791

    Nick: Marijo Lovegood

    Bóveda con link a la bóveda: Bóveda ·94384

    Fecha: 25-12-2011

     

    Nombre del producto: Medallon/Colgante para avisar peligro

    Objetos, Criatura o Poción: B

    Catalogación: A

    Puntos por unidad: 10

    Cantidad de unidades: 1

    Precio por unidad: 350 G

     

    Nombre del producto: Recordadora

    Objetos, Criatura o Poción: B

    Catalogación: A

    Puntos por unidad: 10

    Cantidad de unidades: 1

    Precio por unidad: 260 G

     

    Precio total: 610 G

    Total de Puntos: 20

     

    Si es una criatura para personaje, colocar el Rango Social del comprador: Unicornio de Bronce

  23. Alzó las cejas, al escuchar quién era el tritón más dulce. Cielos, no se lo esperaba... Incluso, hubiese entendido si Bridget era calificada como la Más Divertida, la Tritona Honorífica o la Más Misteriosa... ¿Pero la Tritona Más Dulce? Cielos, era una sorpresa; ahora, no estaba segura si podía felicitarla o no, porque quizá hasta se lo había tomado mal xD

     

    De todas maneras, se acercó a la pista y se puso a moverse con ellos dos tratando de seguir el ritmo de la canción que sonaba.

     

    OFF:

    Sebas me contagió esas súper ganas ._. Menos mal que él es el Espíritu Tritón xD

  24. Puso los ojos en blanco, ante el comentario de Andy, que en realidad ya había anticipado. Así que volvió sobre sus pasos, y ocupó su mismo asiento junto a Bridget.

     

    - Pues, sí... ¡Es que quiero saber quién gana!

     

    Luego escuchó la otra pregunta de su amiga, y casi se ahoga con el zumo de calabazas; no por la pregunta en sí, sino que eran bien raras las veces en que ella preguntaba algo así. Es que no eran como del estilo de Bridget, a decir verdad. Pero, de todas maneras, no trató de esquivar su duda. También, ignoró su tono, no porque estuviese acostumbrada a él, sino que no lo sintió.

     

    - Nada, Brid, nada... - musitó - Uhm, quizá sea que pronto me tendré que ir de la Sala Común; o puede que sean mis zapatos, que me están matando las pantorrillas.

     

    Luego de eso, concentró su atención en Xareni, que lucía apurara; fugazmente, nombró a algunos de los ganadores de los premios; se extrañó, al escuchar su nombre esas dos veces. Ella no era dramática... ¿o sí? ¿Y era hasta "social"? Cielos, ellos sabían más cosas que ella misma; Madeleine todavía no se daba cuenta de eso.

     

    Se levantó a recibir los diplomas y recibió el abrazo de la Malfoy; estuvo esperanzada en dar un discurso, y agradecer a los votantes, pero como Xareni le arrebató el micrófono para otro anuncio se resignó (?).

     

    Le sonrió a Bridget, y se acercó; luego extendió un brazo.

     

    - Vamos, Brid, que sabes que te gusta bailar...

  25. - Hola - masculló hacia Andy, que llegó a la mesa donde se encontraban.

     

    Madeleine no quería preocupar a Hermione, pues sabía que a su amiga le gustaba un poco el chico, pero Andy le estaba cayendo un poco pesado últimamente. Ellos se perdieron en una charla, mientras que la Haughton divagaba en su cabeza, a lo que la premiación comenzaba. En un momento, ellos se fueron a tomar algo de beber; la bruja no estaba segura, pero le pareció que comenzaban a hablar de ella. Lo intuyó, porque justamente luego de decir algo, la rubia miró por un momento a Maddy.

     

    - Que no le mencione la Graduación - masculló para sí.

     

    Se levantó rápidamente, y alcanzó a oir que, justamente, hablaban de ello; para disimular, comenzó a servirse jugo de calabazas.

     

    - Ajá, ya viene mi Graduación - comenzó, luego de un trago de la bebida -, como le he dicho a Hermione... Claro, sería bueno que asistieras, ya debo avisarles a las jefas... Por cierto, me han mencionado que te has ganado la prefectura.

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