Franck Lovegood R.

Luego de una extensa sesión de lujuria y pasión la extenuación al fin se hizo presente en ambos dos. Sin embargo aquel acto no consistió únicamente en saciar el apetito sexual, había algo más allí camuflado entre todo ese placer mundano. Un sentimiento de amor de hacía tiempo, cuya existencia era negada por el Lovegood y justificada como sí de un simple amor fraternal se tratara. Ambos hermanos permanecieron en la cama descansando, abrazados el uno al otro, reponiéndose del agotamiento generado. La Banshee dirigió su atención a la venda que llevaba en sus costillas, él simplemente se limitó a asentir mientras una mueca de dolor se manifestaba en su rostro al momento en que se deshacía de la gasa. Había estado ocultando la molestia que tenía a causa de la herida desde su llegada, luego por la adrenalina vivida se le había olvidado prácticamente. No obstante su preocupación retornó ante la expresión de su hermana y su posterior pregunta. Hubo una pausa por parte del Myrddin, dudaba si contar el verdadero motivo o no, se suponía que era información clasificada del ministerio de magia francés. Pero se trataba de su hermana, quizás la única persona en quien confiaba a pleno actualmente. Dio un pequeño suspiro para empezar a hablar. -En los Países Bajos al parecer había... mejor dicho hay un laboratorio secreto donde realizan experimentos con criaturas, experimentos que rompen con toda ética- comenzó a relatar el castaño -, están queriendo desarrollar alguna especie de arma de guerra, no se bien qué... haber firmado un tratado no significa que se hayan solucionado los conflictos entre Gran Bretaña y la Triple Alianza, todavía están lejos de eso y el tratado es tan frágil que puede romperse en cualquier momento. Además, aparentemente estas investigaciones clandestinas datan de comienzos del enfrentamiento- continuó explicando -. Yo tenía que ir a comprobar si las coordenadas con las que contábamos eran ciertas, bueno resulta que esa información era genuina. En ese mismo instante debería de haberme ido, ya había cumplido con mi propósito... pero no pude, no podía irme sabiendo que allí donde me encontraba estaban torturando y experimentando quien sabe con cuantas criaturas, así que intenté infiltrarme y ver que podía hacer al respecto. Como verás no funcionó bien eso último- terminó diciendo esa frase final con una pequeña risa intentando disimular la decepción que tenía para consigo mismo por haber fallado, y a su vez tratar de minimizar su actual estado para no preocupar a su hermana. @

Ok perdón, mala mía. Ahora sí, creo q era eso lo q me faltaba escribir, cualquier cosa me avisan... ID: 115601 Nick (con link a la ficha): Franko Lovegood Link a la Bóveda Trastero: - Link a la Bóveda de la cual se hará el descuento: Bóveda Link al Premio obtenido: - Nivel Mágico: 4 Fecha: 03-06-2020 Llave utilizada (para criaturas baby y Nundu): - Criatura: Micropuff Puntos: 10 Precio: 500 Llave utilizada (para criaturas baby y Nundu): - Criatura: Horklump Puntos: 10 Precio: 500 Total de puntos: 20 Total de Galeones: 1000

ID: 115601 Nick (con link a la ficha): Franko Lovegood Link a la Bóveda Trastero: - Link a la Bóveda de la cual se hará el descuento: Bóveda Link al Premio obtenido: - Nivel Mágico: 4 Fecha: 03-06-2020 Criatura: Micropuff Puntos: 10 Precio: 500 Criatura: Horklump Puntos: 10 Precio: 500 Total de puntos: 20 Total de Galeones: 1000

Castillo de la Familia Ravenclaw. Ottery St. Catchpole. Cada palabra que dedicaba su padre pasaba atentamente por sus oídos, a pesar de ello su vista seguía puesta sobre el cielo. El castaño de pie frente a la ventana, sin inmutarse permaneció en silencio ignorando al vampiro. Una vez su hermana se presentara en escena, apenas girando levemente la cabeza, fue que desvió la mirada encontrándose con una madre dolida por tener que despedirse de su hijo. El Lovegood regresó su vista al punto inicial. Bronca, tristeza, impotencia, decepción, eran algunas de la sensaciones que ocultaba detrás de aquel semblante sereno. No tanto contra los muggles, sino más bien contra la propia comunidad mágica. Estaba más que claro que la reciente guerra, en la cual se vieron envueltas, utilizadas, y masacradas injustamente un gran número de muggles era una de las causas desencadenantes de todo lo que ocurría. Los acusaba de culpa y cargo a los lideres políticos mágicos de los diferentes países que permitieron e incentivaron la guerra. Tampoco abalaba la respuesta por parte de la comunidad no mágica, si bien entendía el por que de sus decisiones no las compartía en absoluto. Era consiente que muchos de sus líderes políticos mundiales estaban infestados de corrupción y no reflejaban del todo la opinión y los valores de sus pueblos, pero lo mismo ocurría con la sociedad mágica y sus representantes políticos. A veces los seres humanos no dejaban de sorprenderlo, lamentablemente para mal. Sin embargo su hermana, la única que lo conocía tan bien, se percató y vio a través de aquella careta de serenidad que llevaba puesta. El suave tacto de la mano de la Hawthorne lo trajo devuelta y su sonrisa le llevó un poco de tranquilidad al alma -Contigo a donde sea...- le respondió entrelazando su mano con la de ella y devolviéndole la dulce sonrisa. De pronto una nueva lechuza irrumpió en la sala, otra mala noticia, esta vez directo desde Hogwarts. La respuesta del patriarca era la esperada ante tal relato. Rápidamente el castillo se vio envuelto en un manto de múltiples hechizos protectores, seguido de la activación del encantamiento Fidelio, en la que los tres allí presentes ocultaron y resguardaron en sus mentes las coordenadas exactas de su hogar. Para finalizar su padre logró abrir un portal, demandándole mucho poder a cambio. -Deja de quejarte y levántate...- le reclamó el ojiazul al vampiro -, los espero del otro lado- culminó desapareciendo a través del portal. @@Keaton Ravenclaw @

ID: 115601 Nick (con link a la ficha): Franko Lovegood Link a la Bóveda Trastero: - Link a la Bóveda de la cual se hará el descuento: Bóveda Link al Premio obtenido: - Fecha: 29-05-2020 Objeto: Guantes de Piel de Dragón Puntos: 10 Precio: 500 Total de puntos: 10 Total de Galeones: 500

Castillo Ravenclaw. Ottery St. Catchpole. Lechuzas de diferentes razas y plumajes sobrevolaban los terrenos del castillo, cada una de ellas cargaban consigo una noticia diferente, pero ninguna de ellas podía ser buena. Una metodología de comunicación muy anticuada para la época, en ese sentido los no mágica los superaba con creces. El Lovegood había tenido que deshacerse de toda información sensible y datos personales relacionados a su origen, para proteger tanto a su madre muggle como a él mismo, allí el motivo por el cual poseía una conexión e interacción con la sociedad mágica. Por mismas razones tuvo que deshacerse de su Smartphone, adquirido años atrás en Francia, una radio que recibía transmisiones de ambas comunidades era lo único que lo mantenía informado aquella mañana. Una mañana que desde el ventanal de la habitación del castaño se presentaba tranquila en contraposición a los distintos anuncios que se escuchaban en la radio. Distintos puntos de vista se oían en los programas, sin embargo la gran mayoría, tanto muggles como brujas y magos, no reconocían sus errores y en lo único que coincidían era en el odio mutuo que se llevan. Han pasado tantos años, han ocurrido tantas cosas a lo largo de la historia y el mundo todavía seguía sin aprender, lamentable. El Ravenclaw se apareció donde estaba su padre y quien parecía ser su hermana subiendo por las escaleras. -Ahí lo tienes al inútil de tu ministro, levantando el estatuto en el peor momento posible...- dijo ubicándose a un lado de Keaton sin dirigirle la mirada, en su lugar observaba el cielo desde la ventana. Sabía que su opinión y punto de vista diferían rotundamente, por lo que ya se preparaba para recibir quejas e insultos. @ @@Keaton Ravenclaw

Buenas, que tal? Hacía como 6 años q no venía a comprar algo, y como tenía mis galeones juntando polvo ahí en la bóveda pues vine a gastarlos. Consulta, contando esta compra me faltarían solo 10 puntos para llegar a los 200 o hice mal las cuentas? ID: 115601 Nick (con link a la ficha): Franko Lovegood Link a la Bóveda Trastero: - Link a la Bóveda de la cual se hará el descuento: Bóveda Link al Premio obtenido: - Fecha: 27-05-2020 Objeto: Gema de la Desaparición Puntos: 80 Precio: 4000 Objeto: Protectores de Quidditch Puntos: 20 Precio: 1000 Total de puntos: 100 Total de Galeones: 5000

Jajajaj no hay ningún problema @@pandora dyonel yo preguntaba porq me acordé que habías dicho que ibas a empezar de cero con un nuevo personaje y no sabía que ibas a hacer con respecto a eso. Lo que si vi que en tu ficha figuran las siguientes familias * Familia coppola-vanthoo (**) * Familia Hightopp- millionett (**) Tendrías que cambiar la 1ra y colocar la ravenclaw como sanguínea, lo mismo con el apartado de tus padres. (También lo mismo con la bóveda, deberías de cambiar y poner la ravenclaw como sanguínea) Después hay que hablar y arreglar entre nosotros el tema de las historias de nuestros personajes para entrelazar nuestras historias y que haya concordancia.

Mmm suena a muchas responsabilidades... Además mi idea era quitarte el patriarcado, no compartilo @@Keaton Ravenclaw Hasta llegué a preguntar en alguna ocasión el año pasado para quitarte del puesto, pero el castillo todavía no cumplía los 3 meses de inactividad requeridos para hacerlo así que no pude, tuviste suerte. Y encima me exiges que cambie la familia a sanguinea? Está bien, ya lo modificaré a su debido tiempo (tengo q modificar toda la ficha y adaptarla al nuevo formato todavía) Pero ni creas que te pondré como padre sanguíneo, nono no lo vales, demasiado con que seas adoptivo ya, así te quedas. Debería de agradecerle a @ entonces, serás bien recompensada hermanita @ y tú deja de mirar tantos animes y ponte a actualizar tu ficha ñ.ñ (pd: recomienda alguno bueno para ver en esta cuarentena) Con respecto a @@pandora dyonel no tengo problema en ser padre, tio, primo, o lo que sea que ella quiera. Desconosco que es lo que pandora va a hacer con su ficha de personaje y que le conviene mejor, así que espero a que se pase por aca devuelta y nos diga bien.

Buenas, que tal? Paso a comentarles mi caso, para saber si puedo reclamar este paquete de re-bienvenida. Yo me uni en 2012 y me fui del foro en 2014, tengo mas de 1000 posteos así q con eso no hay problema. Yo "volvi" el año pasado, y recien ahora me entero de la existencia de este paquete de re-bienvenida. Apenas he hecho algunos roles en ottery, si bien tengo un trabajo ya que lo pedi cuando actualicé mi ficha todavía no he participado en el CMI porq nunca pude adaptarme al nuevo formato del juego de rol, pero quería darle una oportunidad ahora. En este caso, es factible recibir entonces este paquete de re-bienvenida? Dejo los datos por las dudas: Nick: Franko Lovegood ID: 115601 Criatura que deseas: Hipogrifo Conocimientos que deseas: Transformaciones y Pociones

La última caja ya se encontraba preparada y sellada, lista para ser guardada en el sótano del castillo el cual funciona como depósito para todos los integrantes de la familia. Sin embargo el Lovegood ni se imaginaba lo que estaría por ocurrir segundos después. La Hawthorne irrumpió en su habitación avanzando abruptamente, una cara para nada amigable la acompañaba. El primero en sufrir su ira fue el elfo doméstico, el miedo infundido en éste fue tal que al acercarse a su ama, con su pequeño cuerpo todo tembloroso, no dejaba de pedir disculpas una y otra vez entre sollozos. Con cierto dejo de desconcierto en su rostro el castaño se limitó a observar aquel suceso, lejos estaba de comprender lo que acontecía. Una vez fuera de escena el elfo, la joven bruja redireccionó el enojo a su hermano; no se trataba de un simple enfado, una terrible furia la invadía, tanto que parecía a punto de estallar en cualquier momento. Con cada palabra y gesto que le propinaba el rostro del Myrddin fue transformándose, hasta que logró mimetizarse y comenzó a cabrearse él también. -¡Pues no es mi culpa que tengas un elfo como él, tan basura que inclusive busque hacerle daño a su propia ama!- respondió, elevando aún más la voz para imponer sus palabras, luego de percatarse de lo que realmente había ocurrido. Un dolor punzante manifestándose en una de las costillas, producto de la varita que tenía allí incrustada, generó una mueca de incomodidad. Sin embargo las palabras que mencionaría a continuación la Hawthorne provocarían un dolor aún mayor. Todo un cóctel de emociones terminaron saturando al ojiazul, desde bronca por toda la discusión que se estaba librando, hasta impotencia al saber que dichas palabras eran la pura verdad, sin olvidar el odio profundo que le tenía ahora a ese elfo. -¡¿Y que quieres que te diga?! Hace casi diez años que no te veía, viene tu elfo y me dice que había recuerdos que te atormentaban, y tu hijo...- tomó una pausa para cerrar los ojos y exhalar profundamente, dejarse invadir por la cólera no iba a terminar en buen puerto. Sabía que el niño era el único al cual no se le podía culpar de nada, por lo que bajó el tono de voz y prosiguió , tu hijo me habló de unos fantasmas del pasado, unos fantasmas con los cuales no te gustaría vivir, se puso mal y me dijo que no quería irse de acá... ¿Cómo esperas que no crea en lo que dicen quienes te acompañaron estos últimos años?- La tormentosa discusión había cesado en gran medida, dejando entrever todo el daño y dolor que había dejado como consecuencia el mismo. El mayor de los Ravenclaw al fin y al cabo no podía enojarse con su hermana por sus dichos, a quien debería de reprocharle es a sí mismo por ser tan iluso, por fallar como hermano mayor, por mentirse a sí mismo. -Pues yo veo a la misma Isy de siempre, sigo viendo a esa niña traviesa pero dulce, a esa niña que se enoja por culpa del idi*** de su hermano. Veo a esa hermana menor que cumple el papel de hermana mayor porque tiene un hermano que siempre termina arruinando las cosas. Veo a una madre amorosa que desea que su hijo sea feliz... y yo lo único que quiero es que esa madre y su hijo sean felices.- @

Horas antes con Becan y Hugo. La habitación de la Hawthorne en muy poco tiempo había quedado hecha un desastre. La biblioteca vacía por completo, todos sus libros desparramados por doquier, el ropero había sufrido el mismo destino, pocas eran las prendas de vestir que seguían a su resguardo. El Lovegood ante tal situación exigió una explicación, sin embargo, mientras instigaba al elfo para que éste hablara, la presencia de un tercero irrumpió en el cuarto. Un niño de no más de diez años de edad, se trataba de su sobrino, aquel que había conocido hacía apenas un rato atrás. Las facciones del pequeño denotaban cierto asombro mientras realizaba un cuestionario acerca de unos supuestos fantasmas que merodeaban por esas paredes. El Ravenclaw no pudo evitar fruncir el ceño en señal de confusión, automáticamente dirigió su mirada al elfo en busca de alguna respuesta, y éste entre llantos y reproches logró explicar con palabras justas lo suficiente como para que el joven mago se hiciera un idea en rasgos generales de aquello de lo que hablaban. Dichos fantasmas a los que hacían referencia se trataban ni más ni menos que de su hermana y él en sus épocas de juventud, tenía sentido puesto que el castaño solía pasar mucho tiempo en la habitación de la Ravenclaw, incluso más que en la suya propia. Mientras seguía atando cabos dentro de su cabeza a Becan se le desdibujo esa cara de asombro, casi que se le escapan algunas lágrimas incluso al hablar de su madre, pero el pequeño demostrando fortaleza las contuvo. -El mismo- respondió el Lovegood revolviéndole el cabello a su sobrino -. Y no te preocupes, lo único que queremos los tres es que tu madre sea feliz y haremos todo para que eso se cumpla- aseguró con una sonrisa en su rostro -¿Por qué no nos ayudas a guardar las cosas mientras te cuento el día que cubrimos de nieve todas las habitaciones y los pasillos del castillo? Fue muy divertido. El tiempo fue transcurriendo a medida que acomodaban el cuarto de la joven bruja en su totalidad. El recordar y contar varias anécdotas de las travesuras realizadas junto a quien solían denominar como su gemela habían hecho olvidar al ojiazul el enojo que tenía para con Hugo momentos atrás, al fin y al cabo todos querían lo mismo, la felicidad de la Hawthorne. A mitad de uno de sus relatos el elfo lo interrumpió para hacerle un comunicado al pequeño, al parecer requerían de su presencia en otro lado. -Será mejor que vayas, no querrás dejar esperando a las visitas ¿No? Nosotros terminaremos con el resto aquí. Con Hugo. -Muy bien, creo que es lo último- exclamó el ex rubeo teñido sellando la última caja con las viejas pertenencias de su hermana -, solo resta llevarlas al depósito. @

El Lovegood lejos de querer invadir la privacidad de ambas brujas optó por retirarse del lugar, no sin antes llevarse consigo al elfo de su hermana. Sabía de antemano que su presencia allí estaba de más, entre ellas se adeudaban una plática de índole personal. La idea en un principio consistía en dar soporte a la cocina con la preparación de los platos que presentarían en el banquete, pero esos planes se vieron opacados repentinamente a causa de Hugo. Lo había agarrado desprevenido y, en un abrir y cerrar de ojos, la presencia de ambos dos fue borrada de la cocina, siendo transportada a una de las habitación del castillo. -No vuelvas a hacer eso- se quejó fulminándolo con la mirada sin percatarse aún donde se encontraban. Por un breve momento se olvidó del desagradable acompañante para voltearse y observar el entorno tan familiar en el cual estaba situado. La antigua habitación de su hermana, de cuando eran jóvenes, mantenía la misma esencia de aquellas épocas. Muchos recuerdos regresaron e invadieron la mente del Ravenclaw, risas y llantos, pleitos y reconciliaciones, múltiples vivencias transcurridas dentro de esas cuatro paredes. Incluso el recuerdo de su última visita allí se mantenía vivo en su memoria, aquel beso con un sabor muy ambiguo a causa de una pelea que habían tenido. Una zapatilla que salió lanzada y terminó golpeándolo detrás de la cabeza fue lo que lo trajo devuelta al presente. Flotando por toda la habitación se encontraban los objetos personales de la Hawthorne, volando por doquier, algunos a tal velocidad que podrían catalogarse como proyectiles. Desde libros y prendas de ropa, hasta los cuadros y adornos de las mesitas de luz, todo por los aires. El Ravenclaw por suerte tenía entrenado sus reflejos y pudo esquivar por poco uno de los cajones que terminó por estrellarse contra la puerta. El desastre que estaba presenciando era tal que podía escucharse por los pasillos. -Será mejor que me digas que es lo que estás tramando desgraciado- sentenció con furia al momento en que sacaba su varita y con un leve movimiento frenaba todo aquello que estuviera levitando o volando. @

Un dolor electrizante se manifestó de manera abrupta en la palma de su mano, una descarga que recorrió hasta la punta de sus dedos lo obligó a soltar el agarre que tenía con su hermana, una leve mueca de malestar se le dibujó en el rostro. Sin darle mucha importancia de momento le dio la bienvenida a quien aguardaba tras la puerta principal, era una fresca mañana por lo que no quería hacerla pasar más frio. La efusividad denotada por parte de la Hawthorne para con la visita le dio a entender que estaba en presencia de alguna vieja amiga de su hermana, o por lo menos alguien con quien compartía mucho afecto y hacía tiempo que no veía. Últimamente eran muchos las brujas o magos que retornaban a Ottery. El Lovegood se limitó a asentir con una leve sonrisa ante la cortesía de la pelirroja. El descenso de temperatura por aquellas épocas del año se hizo notar con una brisa pasajera, por lo que se resguardaron dentro el castillo. Acto seguido un niño, que compartía ciertos rasgos símiles a su hermana, se hizo presente en el vestíbulo, descendiendo por las escaleras a paso acelerado para luego recibir con un cálido abrazo a la joven bruja recién llegada. El Ravenclaw automáticamente dirigió su mirada a Isabella sin entender mucho que es lo que ocurría, quienes eran tanto la mujer como el niño, han sido muchos los años sin noticias de su hermana ni de ningún otro familiar. El castaño ojiazul se acuclilló para igualar la altura del pequeño y saludarlo revolviéndole el cabello con la palma de su mano, algo que solía replicarle a su hermana reiteradas veces. La simpatía reflejada en su rostro se vio esfumada al instante en que el elfo personal de la joven Ravenclaw apareció frente a ellos para anunciar que el desayuno estaba servido. Se dirigieron al salón para tomar asiento y disfrutar de un agradable desayuno entre todos para ponerse al día. Sin embargo el Lovegood notó una peculiaridad en la mesa servida. -Al parecer cuando dijeron que el desayuno estaba servido se referían al de ustedes, no al mío...- dijo en un tono seco junto a una mirada de igual calibre dirigida al elfo -Si me disculpan un momento voy a prepararme un café y ver como andan los preparativos del banquete. Por cierto, Isy...- el Ravenclaw formuló una pequeña pausa tras esa última palabra, hacía muchos años que no llamaba así a su hermana, no pudo evitar perderse brevemente en los ojos de la Hawthorne mientras su mente era invadida por infinidad de recuerdos compartidos junto a ella -¿No te molesta si me llevo a Hugo para que de una mano un rato en la cocina?- le consultó una vez vuelto en sí -, Goloso y Pastelero están a full preparando toda la comida del banquete y no dan abasto. @ @@Emilia Malraux

-¡Filósofo! No corras con toda esa vajilla encima- le advirtió el Ravenclaw al elfo que cargaba una pila llena de platos, copas y cubiertos -, Vlad encárgate de decorar el vestíbulo y los pasillos con estas guirnaldas y demás adornos; Melissa has hecho un gran trabajo con esas servilletas- le felicitó a la joven elfina quien le sonrió agradecida ante el reconocimiento del mago. El Lovegood continuó supervisando los preparativos del banquete que se celebraría dentro de poco. Goloso y Pastelero cocinando a diestra y siniestra, Lando su elfo personal estaba brindándoles una mano en la cocina, mientras que el resto de la plantilla élfica se encontraban repartidos por todo el castillo colocando las decoraciones correspondientes. Rowena por su parte regocijó a los allí presentes con su fugaz visita por el salón, el joven mago hacía mucho tiempo que no se la cruzaba, quizá la curiosidad por todo el revuelo que hacía años no se vivía en el castillo la había hecho deambular por allí; le dedicó pequeña reverencia con la cabeza a la fundadora y prosiguió con sus tareas. -Y eso que te dije que no corras Filósofo- le reprochó el castaño al momento que aplicaba un Reparo a toda la vajilla que se había caído y destruido -, ten más cuidado la próxima. De pronto al ex rubio teñido le dio un vuelco el corazón. Una dulce y angelical voz que llevaba años sin escuchar sonó en su oído, la sensación de un leve contacto en el mismo hizo que se girara hacia atrás a la vez que llevaba su mano automáticamente al oído. Pero no había nadie detrás, por un breve momento creyó que estaba teniendo alucinaciones, hasta que regresó su vista al frente y allí estaba, aquella extensa cabellera platinada que recorría la totalidad de su esbelta figura, era imposible no reconocerla. El Lovegood acortó la distancia entre ambos de manera acelerada hasta llegar a rodearla con sus brazos por detrás. Siempre fue muy sobreprotector con todas sus hermanas, a veces se preguntaba si sería igual en caso de tener un hermano. -En cambio tú te ves más hermosa de lo que recordaba hermanita- le contestó depositándole un suave beso en la comisura de los labios, aquellos con los cuales tuvo el privilegio de deleitarse tiempo atrás; una vez que el Ravenclaw se prende en ese juego termina subiendo la apuesta. -¿Por qué no vamos un rato a mi cuarto para ponernos al día?- dijo con una pícara sonrisa ya plasmada en su rostro -. Podemos aprovechar el tiempo y pasar un buen rato juntos- le consultó a la Hawthorne mientras besaba su cuello, justo antes de ser interrumpidos por alguien quien llamaba a la puerta -, o podemos ir a recibir a la visita- comentó un tanto desilusionado por la oportunidad perdida. Tomó de la mano a su hermana entrelazando sus dedos y la llevó hasta el vestíbulo. En el fondo el Lovegood estaba feliz y contento de volver a ver su hogar tan animado como solía ser tiempo atrás. -¡Buenos días!- exclamó recibiendo a la extraña pelirroja -. Soy Franck Lovegood, patriarca de este castillo... puedo explicarlo- se apresuró a decirle por lo bajo a Isabella antes que tirara algún comentario -. Bienvenida al hogar de la familia Ravenclaw. @ @@Emilia Malraux

Buenas tardes! Pasaba por acá simplemente a dar aviso que no se me actualizó el trabajo, tanto en mi perfil como en el listado de orden alfabetico del 2do post. Aquí dejo el link a la solicitud de modificación de mi trabajo que les deje previamente: http://www.harrylatino.org/topic/112868-plantilla-inscripcion-de-la-ocupacion-o-empleo-magico/?p=5337336

El silencio matutino que recorría la torre norte en su totalidad se vio interrumpido abruptamente. En la habitación del Lovegood un fuerte golpe hizo eco, aquel que en algún momento supo ser patriarca de ese castillo se encontraba tendido en el suelo. Agotado y sin aliento buscaba recomponerse, durante la madrugada sufrió de una persecución en el país de los tulipanes, uno de los integrantes de la triple alianza. El motivo de dicha cacería, una misión impuesta por el ministerio de magia de Francia al director del departamento de regulación y control de criaturas mágicas y sus tres jefes de división; a cada uno le habían ordenado investigar supuestos laboratorios secretos ubicados en cada uno de los 4 países protagonistas de esta guerra que se vive en todo el mundo mágico y que incluso ya trascendió al de los muggles. Una vez bajado un cambio el Ravenclaw se quitó sus prendas hechas harapos y acto seguido tomó un baño. La fresca lluvia de la ducha recorría sus heridas generándole una sensación de ardor. Mientras tanto repasaba en su cabeza todo lo ocurrido en la madrugada. Había podido localizar el laboratorio secreto con base en los Países Bajos, pero en un intento de infiltración en el mismo fue advertido por personal de la organización dando comienzo a una persecución de la cual pudo escapar por los pelos, llevándose consigo algunas heridas. Devuelta en el castillo el ex rubio teñido con un leve movimiento de varita terminó por vendarse a la altura de las costillas y el antebrazo izquierdo, heridas producto varios cortes y hematomas sufridos mientras escapaba y evadía a sus perseguidores. Se estaba yendo a dormir cuando de pronto se percata de la presencia de varias personas en los terrenos, lo cual era de extrañar ya que por lo general la única persona que visitaba con frecuencia ese lugar era su hermana Saori. -Imposible que sean ellos, si los había perdido en las afueras de Haarlem.- exclama sorprendido y preocupado el Lovegood. Con varita aún en mano y en alerta salió de su habitación. Mientras cruzaba los pasillos y bajaba las escaleras pudo observar que el castillo se encontraba en un estado mucho más pulcro, algo raro ya que los únicos dos habitantes eran los hermanos hijos de Keaton, y tampoco es que se pasaran tan seguido por esos lares como para dejarlo impecable tal y como estaba ahora. A su vez varios elfos corrían de acá para allá, algunos cargaban sábanas, toallas y se dirigían a las distintas habitaciones a cambiarlas. Ya en la cocina otros elfos estaban cocinando como para un batallón. -¡Goloso, Pastelero! ¿Qué es lo que ocurre aquí?- preguntó el Ravenclaw confundido. Allí es cuando ambos elfos le explican la situación al castaño. Le comentan de manera efusiva el sorpresivo retorno de su amo al castillo. Automáticamente ese sentimiento de preocupación e inquietud desapareció dando lugar a un alivio inmenso al confirmar que sus sospechas eran falsas. Acto seguido una pícara sonrisa se le dibujó en el rostro, su padre adoptivo había vuelto luego de muchos años sin saber de él, no iba a desaprovechar esa oportunidad para hacerle alguna maldad como en las viejas épocas. -¡Perfecto! Los ayudaré con el banquete entonces amigos míos, pero primero iré a saludar a mi querido padre- dijo de manera irónica -, aprovecharé y le avisaré a mi hermanita también. Para llegar aún más rápido hasta la torre donde se ubicaba la habitación de su padre utilizó la chimenea, la cual estaba encantada para que sirviera de pasadizo. Dependiendo a que torre querías dirigirte tenías que empujar uno de los cuatro libros puestos encima de la chimenea de metro y medio de altura; con el primero te dirigías la Torre Norte, el segundo te llevaba hasta la Torre Sur, si empujabas el tercero conectaba con la Torre Este, mientras que con el cuarto libro aparecías en la Torre Oeste. Luego de salir por detrás de una biblioteca en uno de los pasillos de la Torre Sur caminó hasta dar con el cuarto de su padre, pero antes de irrumpir con un golpe en la puerta pudo oír que no se encontraba solo, sino que estaba muy bien acompañado, por lo que optó por no interrumpir dicha privacidad que estaban aprovechando ambos magos. Ya habría tiempo para hacerle la vida imposible. Después de dar media vuelta y marcharse se dirigió a su próxima locación, la habitación de su querida hermanita, otra de las victimas de sus bromas. Pero al acercarse a la puerta se encontró con que ella también estaba gozando de su privacidad junto a otra bruja. -Ahora todo el mundo anda revolcándose menos yo- exclamó indignado -, eso pasa por el exceso de dedicación al trabajo, por algo fue uno de los motivos de mi separación en su momento- reconoció el Lovegood -. En fin, mejor me vuelvo, voy a preparar algunas sorpresas para el banquete- dijo marchándose rumbo al vestíbulo principal.

Buenas! Vengo a actualizar un toque el empleo de mi pj. Nick: Franko Lovegood Link a la Bóveda: Bóveda de Franko Lovegood Rol del Personaje: Jefe de la División de Bestias, Departamento de Regulación y Control de Criaturas Mágicas, Ministerio de Magia Francés. Información Adicional: Si bien es el jefe de la división rara vez se encuentra en su oficina cumpliendo sus tareas administrativas, en lugar de eso prefiere realizar trabajo de campo.

La proposición terminó siendo del agrado de la Grindelwald. No solo eso, incluso le retrucó con una invitación a su propio hogar, a lo cual el Lovegood no pudo evitar reaccionar de manera muy interesada. Fue entonces que ella dio en esta ocasión la iniciativa, tomando su mano se puso de pie para luego enlazar sus brazos alrededor del cuello. -La idea de conocer el lugar donde vives me agrada... pero quizás en otro tipo de circunstancias, no quisiera molestar a tu familia, ni mucho menos faltarle el respeto, con mi repentina visita- le dijo a pesar que le gustaba la propuesta -, así que en esta ocasión optaré por una visita guiada por el sótano. Una vez dicho todo el Ravenclaw, tomado de la mano, siguió a la pelirroja escaleras abajo. En un fugaz paneo pudo observar la planta baja más concurrida que antes, incluso llegó a notar a un mago en la barra que destacaba por encima del resto debido a su lúgubre y solitaria aura, tratando de ahogar sus penas en alcohol, una secuencia un tanto más común en estas épocas de guerra. Continuando su camino ambos jóvenes llegaron hasta el sub-suelo, custodiado por dos seres demoníacos que quien sabe que atrocidades podrían causarles a aquellos que osaran ingresar sin permiso. @@Lady Luxure Grindelwald

Buenas! Antes que me cierren las elecciones vengo a emitir mi voto. Pues para empezar mis elegidos son Helike Rambaldi Vladimir, Niko Uzumaki y Melrose Moody. Por qué? Simplemente porque me gustaría ver la lista de candidatos más abultada en la primera instancia... ok no, además de eso y aunque nisiquiera he cruzado palabras en alguna oportunidad con ellos, creo que cualquiera de los tres cumpliría bien con su deber.

La intensa mirada que lo atravesaba, acompañada de su dulce voz eran un conjunto hipnotizante, imposible para el Lovegood oponer resistencia aún si así lo quisiera. Fue entonces que la Grindelwald acortó la distancia entre ambos hasta quedar cara a cara, apenas unos centímetros eran los que impedían la unión de sus labios. Él sin dudarlo llevó su mano al rostro de la joven bruja, acariciando suavemente su mejilla, y puso fin al trecho que los separaba. Instintivamente cerró sus ojos anulando por completo el sentido de la vista. De fondo la música del lugar mezclándose con el barullo de la gente, el fragante aroma de su pelirrojo cabello que resultaba ser embriagador, y sus labios que se amoldaban a los de ella suavemente. El Ravenclaw se separó un breve momento, simplemente para tomar aire y verla a los ojos, no hacían falta palabras, se decían todo con la mirada. Continuó con aquel beso, esta vez con mayor intensidad. Sus labios se tocaban una y otra vez, sus lenguas jugueteaban una con la otra. Parecía que ambos competían por ver quien era más rápido, más profundo, más placentero. El corazón le martilleaba el pecho, casi como queriendo salir disparado, todo a causa del ritmo cardíaco que iba en aumento. Aquel beso se prolongó más de la cuenta, no querían separar sus labios, hasta que la falta de aire los obligó. Su frente apoyada contra la de ella, perdiéndose en aquellos orbes carmesí, esbozando una pequeña sonrisa. Había una conexión entre ambos franceses que pocas veces tuvo la oportunidad de percibir. -¿Qué opinas de ubicar un lugar un poco más tranquilo, más íntimo... fuera de la mirada de terceros, donde podamos estar solos tú y yo? @@Lady Luxure Grindelwald

Es la 2da vez en el día q participo de una votación, acá en argentina estuvimos votando en el día de hoy a nuestro próximo presidente, y ahora me toca votar al próximo ministro... En fin, mi voto va para SAGITAS por qué? Pues porque es la más mejor... simplemente estoy reiterando mi voto emitido en la 1ra instancia, creo q sagitas sería una gran opción, alguien que enriquecerá mucho al juego, además de su alma caritativa para con todos aquí en el foro.

-Yo siempre fui fiel a mis parejas, no haría nada que no me gustaría que me hicieran a mí... sin embargo, como bien dije anteriormente, prácticamente estoy casado solo ante la ley, porque todavía no hice los trámites correspondientes para quitarme dicho estado civil... por lo que estoy abierto a conocer gente nueva- comentó el Lovegood interesado en la Grindelwald. La conversación poco a poco comenzaba a tomar un rumbo más acorde al ambiente del lugar. Era una charla fluida y agradable, el ojiazul sentía que podía hablar de lo que sea con la anfitriona. A eso hay que sumarle todas las cosas en común que compartían ambos, y el hecho de su belleza inigualable. -Con que siempre obtienes lo que quieres...- dijo recordando las palabras de la pelirroja- ¿Y que es lo que deseas en este preciso momento?- preguntó con un tono pícaro, insinuándosele a la joven bruja. @@Lady Luxure Grindelwald

Puesto que estan a punto de cerrar las votaciones, vengo a emitir mis votos... los primeros dos votos son para Jank Dayne y Matt Blackner, si bien nunca he llegado a cruzar palabras con ninguno de los dos creo que dan con el perfil necesario para el cargo y aportarían mucho a la causa... y con respecto al último y tercer voto simplemente voy a seguir a la multitud y elegir a Sagitas, ni hace falta explicar el por que, el hecho que esté a la cabeza en las encuestas lo dice todo.

@ Nah olvidalo, hablarle a mi padre es como hablarle a una pared, no vas a tener respuesta alguna de su parte... bueno, no me quedara otra que tomar el castillo de manera ilegal (? Tienes suerte que legalmente no pueda hacer nada @Keaton Ravenclaw Muchas gracias por responder siempre a mis dudas sagitas!!