Jump to content

Ania Evans Weasley

Magos Expertos
  • Mensajes

    343
  • Ingresó

  • Última visita

  • Días ganados

    1

Todo lo publicado por Ania Evans Weasley

  1. Sonreí al ver cómo Arcanus se defendía de las cuerdas que le había enviado. Recordé en ese momento que él lo había utilizado contra mi la primera vez que nos vimos y me defendí de la misma manera. Sin embargo, la sonrisa se me borró del rostro cuando lo vi apuntarme, sabía que tenía que ser rápida, así que sin más miramientos volví a disparar. -DESMAIUS-pronuncié claramente y vi cómo mi rayo impactaba contra mi oponente a la vez que el suyo me llegaba a mi. Arcanus cayó inmóvil al suelo y quedó inconsciente mientras yo empezaba a bailar de una manera descontrolada y escandalosa para mi gusto, aunque de seguro era todo un espectáculo para cualquier ojo. Sin embargo sabía que no podía sólo esperar que termine el efecto del hechizo. Mientras bailaba busqué la manera de seguir el duelo y me percaté de que entre los árboles habían animales mirándonos atentos, así que los aproveché. -OPPUGNO- grité y un gato Montes adulto emergió de entre los árboles para atacar a Arcanus, sólo lo despojaria de su varita y el duelo acabaría si el mago no impedia su ataque. OFF. Tienes razón, me había olvidado de ese detalle, lo siento.
  2. El lugar era especial para un duelo, estábamos en lo alto de un cerro, rodeados de árboles pero pisabamos piedras, la veneración se encontraba a unos doce metros de distancia a la redonda y el sol empezaba a meterse. -El paisaje es bello, al menos vamos a tener un duelo en un bello jugar- le sonreí a mi compañero. Habíamos acordado practicar un poco para mejorar nuestras técnicas duelisticas. -¿Preparado?-dije una vez que ambos nos encontrabamos en nuestros respectivos lugares a unos ocho metros de distancia el uno del otro. -INCARCERUS- vociferé apuntando al mago antes de que tres cuerdas separadas se dirigieran hacia mi oponente para inmovilizarlo de modo que una atara sus tobillos para que perdiera el equilibro, otra se aferraria a sus manos en sus costados para que no pudiera apuntarme y la última rodeara su cuello para asfixiarlo y que no pueda decir ningún hechizo. -AVIS- volví a hablar y de inmediato un grupo de aves salieron disparadas hacia Arcanus para atacarlo.
  3. Aquel ataque de risa había durado unos largos minutos, mi cara estaba roja como un tomate y mi abdomen dolía horrores pero por fin me había calmado. La bruja, Mel, ya había recuperado su varita y los monos habían desaparecido. Yo respire profundamente y me acerqué a los recién llegados para saludar. -Hola Mel, soy Ania, mucho gusto- le saludé con un beso en cada mejilla antes de dirigirme a Richard, que al igual que yo acababa de recuperarse de un ataque de risa -Tio Richard, tanto tiempo- le sonreí y luego lo saludé de la misma manera que saludé a su acompañante. Estábamos analizando los recientes acontecimientos cuando escuchamos un grito proveniente del patio y todos corrimos hasta el lugar. -¡Kutsy!- dije en un hilo de voz preocupada por mi mejor amiga, había aparecido en la piscina, y mi primo tenía razón, podría haber muerto, las bromas ya no eran graciosas. Ayudé a Kutsy a incorporarse y luego pedí a Brina una toalla y ropa seca. -Aquí tienes, espero que te quede mi ropa- le sonreí - no te abrazo todavía porque estas mojada- le expliqué a la pelinegra con una mirada pícara, bromas que sólo nosotras entendíamos - me alegra verte, ya no te alejes- dije la última frase con un tono de reproche y luego hice puchero - bueno, cambiate mujer que no quiero que te me enfermes justo Ahora. Deje que Brina la acompañara y luego me dirigí a los demás presentes -tenemos que parar esto, no puede seguir así, tenemos que hacer algo, tienen idea de cómo podemos atrapar a esa cosa que deja los huevos?- pregunté
  4. Hacía mucho tiempo no me daba el lujo de caminar por las calles de Diagon, tenía mucho tiempo ya que todavía no me habían mandado las respuestas a mis solicitudes de empleo y me sentía aburrida en el Castillo todo el tiempo. Aunque en el día ordeñaba a mi vaca, pero no era la gran cosa, me tomaba un par de horas nada más y luego me pasaba leyendo o cantando, y claro, también comiendo. El día estaba muy bonito para salir a dar un paseo y ver como estaban las cosas en el mundo mágico últimamente así que me vestí sin mucha importancia en lo que iba a lucir, algo sencillo y casual, un jeans y una blusa de color verde, guardé mi varita y salí de la casa. Ya en el callejón Diagon vi muchos negocios que me llamaron la atención, pero entré en uno que me encantó por todo su ambiente, la tranquilidad y los árboles, era la naturaleza en todo su esplendor así que decidí quedarme en "Mi Edén Salvaje" Caminé por su largo pero muy bonito sendero hasta que llegue hasta un claro que a un lado tenía un pequeño naciente rodeado de piedras grandes, era tan perfecto para mi en ese momento que me quité las sandalias y me senté sobre una de las piedras para mojar mis pies en el pequeño riachuelo que se había formado a causa del naciente. Mientras me sentaba sobre la roca, rodeada de árboles y naturaleza, pensaba en pocas cosas en realidad sólo quería disfrutar de aquel paraíso y me limité a respirar profundamente, cada respiro era como un año de vida que me sumaba así que instintivamente cerré mis ojos e incliné mi cabeza para que los rayos del sol tocara mi rostro y mis labios se curvaron levemente. Di un gran suspiro y fue como si llamara a las nubes, pues de repente taparon al sol y cayeron las primeras gotas de lluvia sobre mi cara. Al principio me molestó pero luego lo disfruté y sólo abracé mis piernas y dejé que la lluvia me mojara. Luego de algunos minutos una voz me sobresaltó, yo tenía ya mis manos tapando mi nariz porque había estornudado. Miré al mago, antes de hacerlo pensé que era un encargado del local que me iba a pedir que me vaya pero luego me di cuenta de que no lo era. -Gracias, aunque ya estoy empapada- le dije un poco ruborizada al caballero que me prestó su paraguas -¿y usted no lo va a usar?- pregunté mientras me bajaba de la piedra y tomaba mis sandalias. El mago era muy alto y tenía una mirada muy enigmática.
  5. ID: 115870 Nick (con link a la ficha): Ania Evans Weasley Link a la Bóveda Trastero: -- Link a la Bóveda de la cual se hará el descuento: 97673 Fecha: 2018-04-09 Objeto:Ajedrez Mágico Puntos:10 Precio:500 Objeto:Capa "Camaleón" Puntos: 40 Precio: 2000 Total de puntos: 50 Total de Galeones:2500
  6. -Edward- exclamé mientras me abrazaba a mi primo -Estoy mucho mejor en comparación a la última vez que vine- respondí sonriente. Asentí ante la pregu ya de mi tía y pide notar que efectivamente las canicas estaban desapareciendo de a poco, así también la música iba bajando el volumen y el humo era cada vez menos denso. Entonces me percaté de que era una broma en la que todos habíamos caído y empecé a reírme imaginando como había sido la caída de Edward y la sorpresa de tía Bel. -Entonces es una broma- me sostuve por el pequeño hombro de mi pobre elfina. -Nosotros también caímos- dijo ella con su voz ronca nada divertida y eso me hizo reír aún más. -Rayos Brina, caímos en una broma y vaya broma. Mientras reía escuché que el Evans dijo que había otra víctima y corrimos hacia las voces, grande fue mi sorpresa cuando vi a dos personas en el corredor. La escena era demasiado cómica y no pude aguantar mi risa al ver a la mujer en el suelo y los monos con su sujetador. - ¡Por Merlín!- dije entre carcajadas y me recoste está vez por el hombro de mi tía, sentía adolorido el estómago de tanto reirme así que tuve que inclinarme sobre el levemente mientras seguía riendome y mis lágrimas que ya brotaban de mis ojos dejó notar que ya no podía más con tanta risa. -Basta por favor- decía mientras Edward se deshacía de los monos.
  7. ID: 115870 Nick: Ania Evans Weasley. Ficha: http://www.harrylatino.org/topic/97262-ficha-de-ania-evans-weasley/ Link a la Bóveda de la cual se hará el descuento: http://www.harrylatino.org/topic/97673-boveda-de-ania-evans-weasley/ Fecha: 2018-04-08 Objeto: Ajedrez Mágico Puntos: 10P Precio: 500G Total de puntos: 10P Total de Galeones: 500G
  8. Planilla de compras para PERSONAJES ID: 115870 Nick: Ania Evans Weasley. Ficha: http://www.harrylatino.org/topic/97262-ficha-de-ania-evans-weasley/ Link a la Bóveda de la cual se hará el descuento: http://www.harrylatino.org/topic/97673-boveda-de-ania-evans-weasley/ Nivel Mágico: 1 Fecha: 2018-04-08 Criatura:Micropuff Puntos:10P Precio: 500G Total de puntos:10P Total de Galeones:500G Edito: para proporcionar el Link a la ficha de personaje.
  9. Hola! Quiero solicitar la actualización de mi ficha de personaje en los siguientes campos: Dice: [citar] Conocimientos especiales: Defensa contra las Artes Oscuras. [/citar] Y quiero pedir el segundo ya que soy de la generación 50 de la Academia y no había pedido mis dos conocimientos, por ese motivo ahora quiero solicitar el de idiomas, por favor. Que diga así: [citar] Conocimientos especiales: Defensa contra las Artes Oscuras. Idiomas. [/citar] También en la historia, dice: [citar] Historia: Ania Nació en los suburbios de la ciudad de Caaguazú, una pequeña ciudad en el País de Paraguay, su madre, Kassandra Weasley tuvo que refugiarse con los muggles ya que en el mundo mágico había una persecución mortífaga y ella en ese estado no podía arriesgarse, pero apenas su hija nació, ella tuvo que volver para cumplir con los suyos, su bando la necesitaba más que nunca y debía ayudar por sus votos mismos de lealtad y sacrificio. Por razones obvias no llevó a Ania con ella, la quería demasiado para arriesgarla de esa manera, por lo tanto la dejó con los muggles con quienes ella se había refugiado, los Candia, era una familia humilde pero numerosa, sabía que su hija se quedaba en buenas manos y antes de marcharse dejó una carta que en su debido momento llegaría a las manos de su pequeña, explicándole todo y quien era en realidad ella. Ania creció como cualquier niña muggle, fue a la escuela a los cinco años de edad, luego paso a la secundaria, como cualquier persona, tuvo sus problemas, algunos que otros accidentes de niña que no fueron significativos pero que ya formaron parte de su vida, por ejemplo cuando se cayó de un árbol a los seis años, su “padre”, el señor muggle que se encargó de ella, pensó que no era grave y termino su labor rutinario para volver a casa donde la encontró con un enorme chichón en la cabeza y vomitando a más no poder, se asustó de sobremanera y de inmediato la llevó a su pediatra, ella no pudo hacer mucho, no pensó mucho y llamo al hospital de la capital del país para que prepararan todo ya que mandaría a una pequeña paciente de urgencia. -vamos a irnos de paseo Ania, vamos a Asunción-dijo la tía Nena derramando amor en cada palabra, tal y como la caracterizaban. La niña no quería saber nada de viajes en ese momento, ella seguía vomitando y el dolor en la cabeza se intensificaba cada vez más, pero ella no era una niña tonta, sabía que no era un simple paseo de aventura, nunca su padre la había llevado de “paseo” y ese no era un buen momento para hacerlo, así que se dejó y la trasladaron de inmediato hasta el hospital donde luego de una rigurosa investigación, sesiones de tomografías, radiografías y hasta electrocardiogramas lograron refutar cualquier tipo de gravedad, los síntomas que presentaba la niña era solo por el golpe en la cabeza que se dio al estrellarla contra el concreto. De todos modos Ania estaba internada durante un mes en el cual dejó de asistir a la escuela, pero luego todo fue un simple recuerdo del pasado. Cuando la tímida, inocente e introvertida niña llegó a la adolescencia, llegaron los problemas mayores, era tiempo de que ella supiera la verdad y su “padre” tenía que lidiar noche tras noche con los pensamientos que no le permitían conciliar el sueño pensando en cómo lo tomaría su hija. Una noche no pudo más con tanta carga y llamó a su hija a su cuarto para contarle toda la verdad. -Tengo que decirte algo muy importante, hija-comenzó con un hilo de voz. -Dime papi, que pasó? -No sé como lo tomes, pero pase lo que pase, quiero sepas que yo siempre te quise y siempre estaré contigo, nunca te abandonaré y las puertas de mi corazón siempre estarán abiertas para ti. Los ojos de Ania se llenaron de lágrimas al escuchar esas palabras de su papá, pensó que él le diría que moriría pronto o algo así por lo que le acaba de decir. -no me asustes papi, que pasa-dijo con un hilo de voz -no quiero asustarte, mi hija, solo quiero decirte la verdad de una buena vez -pues dilo que quiero saber papi -tu…no eres mi hija-soltó de una vez antes de romperse en llanto. Ania se quedó como en el aire, no sabía si creerlo, no quería hacerlo en absoluto, ella al igual que Ernesto, se rompió en llanto y contestó: -como puedes decir eso? Me niegas, padre? -no! No hija, claro que no, no te estoy negando, solo quería acabar de una buena vez con este martirio y decirte la verdad. -no creo papi, yo soy tu hija y de nadie más!-replicó al abrazarlo. -no sabes como quisiera que eso fuera verdad mi niña, pero lastimosamente no es así-dijo acariciando el pelo de la joven y luego se separo de ella y le entregó la carta que su verdadera madre había dejado para cuando ella tenía la edad suficiente de entenderlo. Ania tomo la carta y la leyó entre lágrimas y sin decir una sola palabra, luego de terminar la lectura, comprendió todo y después de unos días decidió ir en busca de su madre y de su verdadera vida. A los quince años, la vida de Ania había sufrido un cambio radical, no le costó llegar hasta el mundo mágico, en la carta que le había dejado Kassandra, estaba detallado cómo llegar hasta su casa, siguió paso a paso lo explicado y pudo llegar hasta la magnífica mansión Weasley, la cual le gustó desde un principio, conoció a su madre, quien desde el primer momento la llenó de amor y cariño, por fin pudo sentir el amor de una madre, de su verdadera madre, estaba en su casa, ella pertenecía al mundo mágico, la magia corría por sus venas, estaba en su gen. Apenas llegó a su nuevo mundo y volvió a tomar clases, pero clases de magia, claro, donde su propia madre fue su maestra, conoció nueva gente, fue adaptándose rápidamente a esa vida llena de misterios y magia, se hizo muy amiga de una pareja joven que la adopto como hija, Laimi y Lestat. Después de un tiempo, dejó la familia Myrddin para volver al Castillo Evans McGonagall, fue la primera familia que la había acogido durante unos días al llegar al mundo mágico, Laimi pertenecía a ella y fue la misma quien la dirigió hasta Pandora, ahora madre adoptiva de Ania. La chica le contó a su madre adoptiva lo que había pasado y ésta la llevó hasta Kassandra. En la academia de magia y Hechicería conoció a quien ahora es su novia y su futura esposa, Huntress, quien desde el primer momento la atrajo de una manera aterradoramente irresistible y no tuvo otro remedio que aceptar lo que sentía por ella, la amaba tanto que inclusive fue quien la convirtió en lo que ahora era, una vampiresa, aunque le costó convencerla. Tenía dos familias reconocidas por la sociedad mágica, hermanos, primos, madres de sobra, una novia a quien amaba con todo su ser, dos elfos que además de servirle eran dos amigos incondicionales, una mascota que la llamaba mamá y una larga vida por vivir, llena de aventuras mágicas y de obstáculos como cualquier vida sobre la faz de la tierra. [/citar] Que diga asi: [Citar] Historia: Ania Nació en los suburbios de la ciudad de Caaguazú, una pequeña ciudad en el País de Paraguay, su madre, Kassandra Weasley tuvo que refugiarse con los muggles ya que en el mundo mágico había una persecución mortífaga y ella en ese estado no podía arriesgarse, pero apenas su hija nació, ella tuvo que volver para cumplir con los suyos, su bando la necesitaba más que nunca y debía ayudar por sus votos mismos de lealtad y sacrificio. Por razones obvias no llevó a Ania con ella, la quería demasiado para arriesgarla de esa manera, por lo tanto la dejó con los muggles con quienes ella se había refugiado, los Candia, era una familia humilde pero numerosa, sabía que su hija se quedaba en buenas manos y antes de marcharse dejó una carta que en su debido momento llegaría a las manos de su pequeña, explicándole todo y quien era en realidad ella. Ania creció como cualquier niña muggle, fue a la escuela a los cinco años de edad, luego paso a la secundaria, como cualquier persona, tuvo sus problemas, algunos que otros accidentes de niña que no fueron significativos pero que ya formaron parte de su vida, por ejemplo cuando se cayó de un árbol a los seis años, su “padre”, el señor muggle que se encargó de ella, pensó que no era grave y termino su labor rutinario para volver a casa donde la encontró con un enorme chichón en la cabeza y vomitando a más no poder, se asustó de sobremanera y de inmediato la llevó a su pediatra, ella no pudo hacer mucho, no pensó mucho y llamo al hospital de la capital del país para que prepararan todo ya que mandaría a una pequeña paciente de urgencia. -vamos a irnos de paseo Ania, vamos a Asunción-dijo la tía Nena derramando amor en cada palabra, tal y como la caracterizaban. La niña no quería saber nada de viajes en ese momento, ella seguía vomitando y el dolor en la cabeza se intensificaba cada vez más, pero ella no era una niña tonta, sabía que no era un simple paseo de aventura, nunca su padre la había llevado de “paseo” y ese no era un buen momento para hacerlo, así que se dejó y la trasladaron de inmediato hasta el hospital donde luego de una rigurosa investigación, sesiones de tomografías, radiografías y hasta electrocardiogramas lograron refutar cualquier tipo de gravedad, los síntomas que presentaba la niña era solo por el golpe en la cabeza que se dio al estrellarla contra el concreto. De todos modos Ania estaba internada durante un mes en el cual dejó de asistir a la escuela, pero luego todo fue un simple recuerdo del pasado. Cuando la tímida, inocente e introvertida niña llegó a la adolescencia, llegaron los problemas mayores, era tiempo de que ella supiera la verdad y su “padre” tenía que lidiar noche tras noche con los pensamientos que no le permitían conciliar el sueño pensando en cómo lo tomaría su hija. Una noche no pudo más con tanta carga y llamó a su hija a su cuarto para contarle toda la verdad. -Tengo que decirte algo muy importante, hija-comenzó con un hilo de voz. -Dime papi, que pasó? -No sé como lo tomes, pero pase lo que pase, quiero sepas que yo siempre te quise y siempre estaré contigo, nunca te abandonaré y las puertas de mi corazón siempre estarán abiertas para ti. Los ojos de Ania se llenaron de lágrimas al escuchar esas palabras de su papá, pensó que él le diría que moriría pronto o algo así por lo que le acaba de decir. -no me asustes papi, que pasa-dijo con un hilo de voz -no quiero asustarte, mi hija, solo quiero decirte la verdad de una buena vez -pues dilo que quiero saber papi -tu…no eres mi hija-soltó de una vez antes de romperse en llanto. Ania se quedó como en el aire, no sabía si creerlo, no quería hacerlo en absoluto, ella al igual que Ernesto, se rompió en llanto y contestó: -como puedes decir eso? Me niegas, padre? -no! No hija, claro que no, no te estoy negando, solo quería acabar de una buena vez con este martirio y decirte la verdad. -no creo papi, yo soy tu hija y de nadie más!-replicó al abrazarlo. -no sabes como quisiera que eso fuera verdad mi niña, pero lastimosamente no es así-dijo acariciando el pelo de la joven y luego se separo de ella y le entregó la carta que su verdadera madre había dejado para cuando ella tenía la edad suficiente de entenderlo. Ania tomo la carta y la leyó entre lágrimas y sin decir una sola palabra, luego de terminar la lectura, comprendió todo y después de unos días decidió ir en busca de su madre y de su verdadera vida. A los quince años, la vida de Ania había sufrido un cambio radical, no le costó llegar hasta el mundo mágico, en la carta que le había dejado Kassandra, estaba detallado cómo llegar hasta su casa, siguió paso a paso lo explicado y pudo llegar hasta la magnífica mansión Weasley, la cual le gustó desde un principio, conoció a su madre, quien desde el primer momento la llenó de amor y cariño, por fin pudo sentir el amor de una madre, de su verdadera madre, estaba en su casa, ella pertenecía al mundo mágico, la magia corría por sus venas, estaba en su gen. Apenas llegó a su nuevo mundo y volvió a tomar clases, pero clases de magia, claro, donde su propia madre fue su maestra, conoció nueva gente, fue adaptándose rápidamente a esa vida llena de misterios y magia, se hizo muy amiga de una pareja joven que la adopto como hija, Laimi y Lestat. Después de un tiempo, dejó la familia Myrddin para volver al Castillo Evans McGonagall, fue la primera familia que la había acogido durante unos días al llegar al mundo mágico, Laimi pertenecía a ella y fue la misma quien la dirigió hasta Pandora, ahora madre adoptiva de Ania. La chica le contó a su madre adoptiva lo que había pasado y ésta la llevó hasta Kassandra. Tenía dos familias reconocidas por la sociedad mágica, hermanos, primos, madres de sobra, dos elfos que además de servirle eran dos amigos incondicionales, una mascota que la llamaba mamá y una larga vida por vivir, llena de aventuras mágicas y de obstáculos como cualquier vida sobre la faz de la tierra. [/citar] Desde ya, muchas gracias. Espero no causar demasiadas molestias.
  10. ¿Eres miembro o aspirante? Ex miembro, actual aspirante Nick:Ania Evans Weasley Nombre Muggle: Ania Noemí Cardozo Edad:23 Pais:Paraguay Fecha de Cumpleaños:9 de septiembre
  11. Abrí la puerta del Castillo muy emocionada y pase de largo el salón principal ya que escuché unas voces provenientes del pasillo, era de tía Bel, sentí el cosquilleo en mi estómago y corrí para llegar cuanto antes hasta ella, se alejaba. - ¡Al patio superior entonces!- grité y tomé un atajo. Desde abajo habían varias formas de llegar a todas partes y conocia el castillo así que apresuré mis pasos para llegar antes que ella, suponía que ella iría con toda calma, caminando con la elegancia que la caracterizaba, así que yo sonriente daba saltos de felicidad mientras me dirigía al punto de encuentro. De pronto vi algo que brillaba en un pasillo lateral, me llamó tanto la atención que quise saber qué Era, cuando me quise acercar, éste pasó con gran velocidad entre mis piernas, era tan veloz que sólo vi su brillo como una ráfaga y obviamente grité del susto, el eco me devolvió el grito y con él apareció Brina, mi elfina. -Brina, hay algo aquí, creo que es una criatura, ¡ahí esta!- grité cuando vi lo que era, un huevi dorado, hermoso, era un huevo de oro. - Sólo no lo toque- escuché decir a Brina pero era tarde. Apenas toqué el huevo éste se rompió y el pasillo se llenó de humo que se expandia rápidamente y con él empezó a soñar una música fuerte pero era buena, y el humo aunque casi no dejaba ver nada no parecía ser tóxica. -¡Miércoles! ¿Brina, qué está pasando aquí ?- comencé a agitar mis brazos para disipar el humo y seguí mi camino hasta llegar donde Edward. -¿Hola, que pasa?- dije alzando mi vozya que la musica era muy alta - !Cuidado!- ayudé al Evans a ponerse de pie. @@Syrius McGonagall @ Off: me disculpo por no poner las negritas y demás, roleo desde el cel. Es por eso. Los quiero!
  12. Sonreí con aire de victoria cuando vi Cómo kutsy se dejaba atar por mis cuerdas y reí levemente ante el comentario que hizo luego. -Y muy valiente de tu parte- conteste. Pensaba que se quitaría el siguiente nudo pero no era así, kutuyo apuntó hacia mi con su varita y me atacó, desde un punto difícil pero al final lo hizo y el rayo venía directo a mi pecho pero fui rápida y pude defenderme. -Protego- y mi escudo absovió al rayo impidiendo que éste me haga ningún daño. -Y eso fue arriesgado- volví a sonreír. -Zancadilla- y Kutsy cayó al suelo de bruses. - a ver como te defiendes ahora? La finalidad de este duelo es aprender y compartir experiencias y conocimientos después de todo. A pesar de que quería ayudarla no podía porque podría usar mi cercanía a favor y además, sus verdaderos adversarios no la ayudarían. De todos modos si mi ayuda fuese necesario lo haría. Mientras dejaba que kutsy pensara en su siguiente ataque le expliqué algunas cosas. -Kutsy, podrías haber usado el evanesco antes de que las cuerdas se separen para que pudiera desaparecerlas por completo de una. No permitas que las cuerdas te aten si puedes de tenerlas antes. Es cierto que no puedes saber lo que tu adversario va hacer por ende no puedes anular su ataque antes de que lo haga pero tienes que defenderte y mientras más rápida y ágil seas podrás hacerlo. Para la próxima vez que te mande un Incárcerus - sonreí.
  13. Me senté sobre un atado de paja que se encontraba a un par de pasos de mi mientras esperaba a Kutsy. Queríamos tener un duelo, una pequeña práctica que había quedado pendiente antes de terminar la academia, y ya que queríamos pasar el rato juntas decidimos hacer algo no tan habitual y desempolvar nuestras varitas. Aunque no creo que la suya haya estado muy guardada puesto que formaba parte de la orden del fénix, bando que había tenido que dejar yo hace tiempo por razones de seguridad. Una historia complicada. Limpié un poco de polvo de mis botas antes de levantarme y salir del establo para ver si mi amiga había llegado. Efectivamente, kutsy se encontraba en la puerta que habrí justo antes de que puediera llamar. Le di un fuerte abrazo en forma de saludo y seguidamente nos dirigimos de nuevo al interior del establo. Dejé que se situara a una distancia prudente de más o menos ocho a nueve metros de mi para empezar con el duelo. Mientras ella se alejaba me saqué la capa de color verde mate que traía puesto sobre mi blusa y mi pantalón vaquero negro. Sencillo pero armonioso. Me acomodé el cabello alzandolo en un rodete a lo alto de mi cabeza y luego de una leve reverencia hacia la bruja lancé mi primer hechizo. -Incárcerus- pronuncié con claridad y de mi varita salieron tres cuerdas gruesas que se enrroscarian alrededor de su boca, imposibilitandole articular cualquier hechizo, otra de las cuerdas se amarraría por sus tobillos, juntandolos para que no pueda moverse y la ultima de las tres se ataría al nivel de su cintura pegando así sus manos en cada costado dificultando su puntería. Off: Roleo desde el celular, por eso no puedo poner en negrita los hechizos. Espero que sirva igual.
  14. - ¿Eres miembro o aspirante? Si eres miembro, dinos el rango: Ya no. - Nick: Ania Evans Weasley - Nombre Muggle: Ania Noemi Cardozo - Edad: 22 - Pais: Paraguay - Fecha de Cumpleaños: 9 de septiempre
  15. Un gran suspiro salió de mis labios al verme a través del reflejo de la puerta en frente de mi. Después de mucho tiempo volvía a pisar esos terrenos en momentos peligroso para mi, para mi familia y sobre todo para mis amigos y compañeros fenixianos. El callejón Diagon es uno de los mejores lugares para pasar el tiempo, comprar, pasear y claro, encontrar problemas también. Era consiente de que en cualquier momento podría toparme con uno o varios de ellos, mortífagos. Quienes prácticamente me obligaron a huir de la ciudad la ultima vez que me atacaron. Aun así la sangre, la raza y la familia son poderosas y la añoranza puede hacer grandes cosas, como esto por ejemplo, estoy de nuevo aquí donde casi acaba mi vida, he vuelto por mi familia, por mis amigos... Ingresé al Refugio Mágico y me dirigí al escritorio que se encontraba al final del pasillo, saludé a la el fina dedicándole una sonrisa y seguidamente pregunté por mi madre. Desde que recuerdo a estas horas ya se encontraba aquí. -Su madre se encuentra en su despacho, acompañeme señorita Ania. -No se preocupe, conozco el camino, puedo llegar sola, muchas gracias. Conocía las instalaciones del lugar puesto que no era la primera vez que venia a visitar a mi madre, de hecho hasta a Emi lo traje una vez, menudo oso, ¿qué será que habrá pasado con él? Seguro sigue comiendo chocolates como yo. Golpeé la puerta del despacho de Kassandra antes de abrirla y grata fue la sorpresa que me encontré en ese lugar. -Vaya! Veo que no soy la única que te ha estado extrañado todo este tiempo madre- me acerqué hasta ellas y las saludé, pero cuando pude darme cuenta de las cosas, vi al bebé sobre el brazo de Kassandra y no dije más nada, esperaba una explicación pero no podía evitar pensar en los posibles padres de la criatura, <<¿Quien? ¿Kriss? ¿algún mortífago? ¿algun mago que no conozco? ¿porque no me había contado nada? Ni siquiera me mando una lechuza!>>
  16. Brina me ayudó con el vestido, uno color lila muy claro y por supuesto, los zapatos, esta vez no tenía que ir muy elegante así que opté por unas chatitas del mismo color, bajas y cómodas. Me miré al espejo y definitivamente nada era igual a la Ania que recordaba, estaba más femenina y eso me asustaba un poco pero tampoco estaba tan mal. Di unos últimos retoques al maquillaje, como siempre, lo básico (delineador de ojos color negro) y bajé las escaleras dirigiéndome a la cocina, donde esperaba encontrar a Timo, mi elfo. Y efectivamente ahí estaba la pequeña criatura de piel arrugada, trabajando como es su deber. Sonreí y caminé con sigilo hasta él. Una ves lo suficientemente cerca toqué sus hombros y Timo dio un salto. -Tranquilo Timo, soy yo- dije entre risas. -Y porqué tan alegre esta mañana señorita? -Tengo que ver a alguien y necesito que me lleves- dije inmediatamente cuando mi sonrisa se me borró. - Está bien, ¿donde quiere que le lleve? -Ranas Lunares...-contesté en un susurro y con un atisbo de miedo en mis palabras. Timoteo soltó una risotada. -¿Quién la citó en un lugar así? al parecer no la conoce nada- dijo con una sonrisa en sus finos labios. - Vladimir. Timo no dijo una sola palabra y extendió su mano, comprendí su postura y lo tomé de la mano. Un segundo después nos encontrábamos en la entrada del anteriormente mencionado local. -Si necesita algo, lo que sea, ya sabe donde encontrarme- dijo Timo y desapareció. Di un suspiro y entré al local, me senté en una de las mesas esperando que llegue la persona con quien me vería de nuevo, después de tanto tiempo. Esperaba poder hablar con él como con un mago normal, es cierto que me sentía segura de mi misma y de lo que sentía o de lo que ya no sentía por él, pero también es cierto que me daba miedo escuchar los latidos de mi corazón en ese momento.
  17. Quisiera pedir un cambio en mi ficha: Conocimientos Especiales: Defensa Contra las Artes Oscuras.
  18. Hola! vengo a actualizar mi ficha, bueno, los siguientes campos xD
  19. No tuve que esperar mucho, un elfo me abrió la puerta y haciéndome pasar a la fiesta de mi amiga, esperaba verla radiante como siempre. El pequeño elfo me guió hasta los jardines donde se llevaría a cabo la fiesta de cumpleaños de Kytta. Al llegar, el pequeño ser me invitó a sentarme en una de las mesas. Por cierto, la decoración era esplendida, sonreí al pensar como estaría de feliz mi querida amiga, cosa que me ponía feliz a mi, le daría la gran noticia apenas tenga tiempo, ella debía saberlo así como todas mis demás amigas y claro, mi familia. Saqué de mi bolso una pequeña caja de color blanco portadora del obsequio de Kytta, y la puse sobre la mesa. Al parecer aun no había bajado ya que no la encontraba entre todos los presentes, pero sí reconocí a uno, el cual hizo que me tensara de inmediato, pero por suerte sabía que traía un antifaz bajo el cual estaba segura. Me quede sentada hasta que mi amiga apareciera con su abuela. Una vez hubo aparecido, sonriente obviamente, me acerqué a ella con mis pasos elegantes llevando la pequeña cajita en mis manos. -Estas hermosa amoshi, toma tu pequeño obsequio, apenas lo vi le dije "tu destino te puso en frente de mis ojos para llevarte con tu legítima dueña"-inquirí sonriendo luego de saludarle con un cálido abrazo y un beso en la mejilla.
  20. Me preparé tranquilamente para ir a la fiesta de mi querida amiga Kytta, me había invitado y no podía faltar en tan importante acontecimiento, ella era una de mis mejores amigas dentro del mudo mágico así que entré me puse las pilas y me preparé para festejar con mi amoshi su cumpleaños. Luego de salir del baño, me puse el vestido que tenía preparado junto con el antifaz de juego y bajé hasta la cocina para buscar a Brina y pedirle que me lleve hasta donde se llevaría a cabo la fiesta. Una vez hube encontrado a mi elfina, esta me preguntó que se me ofrecía, le pedí por favor que me llevara al castillo Lestrange Lupin donde mi amiga me esperaba. Tomé la mano de mi elfina y con la otra mano sostuve mi vientre para al otro segundo estar en nuestro destino, agradecí a Brina y di unos golpes a la puerta con mis nudillos esperando que alguien conteste.
  21. Xenix, el elfo que me había llevado hasta la oficina de mi madre asintió amablemente, aceptando así prepararme el tereré que le había pedido y se me antojaba cada vez más ya que el calor se hacía más intenso a medida que pasaban las horas. A mi madre le gustó la idea de que caminemos un poco por las instalaciones del refugio y de paso aprovechar para divertirnos un poco entre ella, tía Lisa, Emi y yo. -Le pedí a Xenix que me prepare un rico tereré mami, si gustan solo nos quedamos con eso pero si a ustedes les apetece tomar otra cosa pues tómenlo, por mi parte ya esta la invitación hecha-sonreí haciendo énfasis en mi ultima frase y mire a cada uno de los presentes. -Tereré?-preguntó Emi, ya era raro que no dijera nada, se estaba callando mucho. -Si mi amor, pero tu solo tomaras agua si quieres porque la yerba puede hacerte mal, aparte aun eres un bebé y no sirve-respondí de manera tranquila. -Pero mami, no es justo yo también quiero-volvió a decir haciendo pucheros. -Oye no llores precioso o no te vuelvo a dar chocolates, es por tu bien, estás muy chico para tomar tereré, aun no. -Esta bien, entonces sigo comiendo bombones que me da abuela-dijo cavisbajo tomando otro puño de bombones. -Si pero tampoco abuses con los dulces eh Emi!-respondí seria. -Esta bien Ania-contestó él. -Ya, calma, no quiero discutir y mucho menos contigo. El oso bebe se callo y siguió comiendo sus dulces mientras yo esperaba a que alguien mas hablara o acepten la invitación de tomar tereré conmigo.
  22. Mi madre respondió a Emi preguntándole si los osos pueden comer chocolates, como si él no haya comido nunca, me sentí un poco culpable ya que yo fui la que le enseño sus primeros chocolates y no pensé en si le iba a enfermar o no, me hice pequeña por unos instantes y me ruborice un poco pero al ver que mi madre me guiñó el ojo me alivie. -Si puedo abu, ya había comido antes, son deliciosos los chocolates-dijo de nuevo Emi para luego tomar unos bombones que mi madre nos ofreció a todos. Yo tome uno y me acerque Xenix para pedirle que si me podía preparar tereré que se me estaba antojando cada vez más. -Mami, luego nos vamos a recorrer el refugio si?-pedí a mi madre con una cálida sonrisa en los labios.
  23. No entendía muy bien la broma que hacía mi madre con tía Lisa, pero sonreí de todos modos, y ya que mi tía no me respondía y mi madre tampoco, pensé que ese tema tal vez aun no debería conocer(? aunque a mi me encantaban los chocolates, pero en ese momento no me apetecía ya que hacía un poco de calor. Se me antojaba un rico y fresco tereré e ir a tomarlo debajo de unos de los tantos árboles del refugio, al estilo paraguayo, mi familia muggle y yo nos sentábamos en frente de la casa y debajo del árbol a tomar el tereré mientras conversábamos de cualquier cosa incluso de cosas sin ningún sentido. Ya estaba a punto de pedir que me preparen un tereré pero Emi se adelantó antes de que yo pueda decir otra cosa-Abu, es cierto que tienes muchos chocolates no?-preguntó a Kassandra con su vocecita de niño bueno y poniendo la cara más tierna posible.
  24. Mientras hablábamos con mamá, su elfo apareció de nuevo y ella luego lo siguió, al parecer la necesitaba o alguien más había entrado al refugio mágico, mientras mi madre acompaño a Xenis, Emi y yo nos quedamos platicando. -Emi, que querías pedirle a mamá? -Chocolates -Pero ella no es un banco de chocolates!-dije riendo un poco. -Pero te regala chocolates y yo también quiero. Antes de que pudiera responder de nuevo a Emi, la puerta se abrió y mis ojos se posaron en la figura de mi tía Lisa, sonreí al verla y me levante de la silla para poder saludarla. -Tía Lisa!-dijo Emi mientras corría a abrazar sus piernas ya que era la única parte que alcanzaba por su estatura. Sonreí al ver tal hecho y tomé a Emi en mis brazos-disculpalo vieja, es un travieso y como es eso del chocolate y el sexo?-dije luego de saludarla y reír un poco tomé de nuevo asiento con Emi en mis brazos y esperé su respuesta
  25. Negué con la cabeza riendo cuando escuche a mi madre preguntar si Emi hablaba, me acerqué a ella y le di un beso en cada mejilla y luego la saludé. -Hola mami, el gusto es mío-reí de nuevo-ya te diste cuenta? Emi habla, la primera ves que lo escuché me asusté grande pero ya me acostumbre-terminé sonriendo y alzando una ceja-pensé que lo sabías-dije nuevamente. -Si hablo abu, es el mundo mágico no? aquí todo se puede, abu, quiero hacerte una pregunta-dijo el osito muy seguro de si mismo.

Sobre nosotros:

Harrylatino.org es una comunidad de fans del mundo mágico creado por JK Rowling, amantes de la fantasía y del rol. Nuestros inicios se remontan al año 2001 y nuestros más de 40.000 usuarios pertenecen a todos los países de habla hispana.

Nos gustan los mundos de fantasía y somos apasionados del rol, por lo que, si alguna vez quisiste vivir y sentirte como un mago, éste es tu lugar.

¡Vive la Magia!

×
×
  • Crear nuevo...

Información importante

We have placed cookies on your device to help make this website better. You can adjust your cookie settings, otherwise we'll assume you're okay to continue. Al continuar navegando aceptas nuestros Términos de uso, Normas y Política de privacidad.