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~Erath Anarion~

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Mensajes publicados por ~Erath Anarion~

  1. Los rayos de sol se colaron desde su ventana por entre las cortinas, dándole a la Haughton precisamente en los ojos. La pelirroja hizo una mueca de disgusto y se volteó al otro lado de la cama, evitando el contacto con la luz; estaba casi segura de que podía dormir al menos una hora más cuando el despertador comenzó su ruido estrepitoso, vibrando sobre el velador.

     

    -Demonios… -musitó y rodeó los ojos con molestia. Levantó las sábanas y se puso de pie dirigiéndose al baño.

     

    A los treinta minutos la Híbrido salió y comenzó a vestirse con parsimoniosa lentitud. Para la ocasión había decidido usar una blusa de seda de un color azul índigo, como sus ojos, y unos jeans negros ajustados a sus piernas que combinaban a la perfección con sus botines del mismo color que la blusa.

     

    Finalmente estaba lista para dirigirse a su primer día de la nueva clase de Generales 88, por lo que sin más tomó su varita y un pequeño bolso que ajustó a sus caderas; después de su primera clase había aprendido a que llevar sus armas y provisiones era más que necesario, por lo que no dudaría en llevarles ahora.

     

    Cerró los ojos y pensó en aquella plazita pequeña en la cual se reuniría con la otra profesora y con sus alumnos, y desapareció enseguida. Su cuerpo esbelto, que imitaba la forma de un reloj de arena, se materializó unos metros antes de la plazita, pues quería caminar y apreciar el paisaje. Pasados unos minutos llegó junto a Sol y esbozando una leve y fría sonrisa le sonrió.

     

    -Erath Anarion Hauhgton… igualmente –le saludó un tanto arisca y pronto volvió la vista a la fila de alumnos separados por grandes distancias, que lentamente se iban acercando hasta sus profesoras.

     

    Una vez que el grupo estuvo consolidado frente a ellas, Sol tomó la palabra primero, cosa que la Haughton permitió, después de todo no era su estilo presentarse primero. Las palabras de la Lestrange cesaron y supo que era tiempo de hablar, por lo que sin más alzó la voz, esa profunda y casi siseante voz.

     

    -Hola a todos –los saludó cortante- mi nombre es Erath Anarion Haughton, trabajo en el Ministerio y seré, junto con Sol, su profesora en esta clase. Eso es todo lo que deben saber de mí. –Sentenció y paseó su vista por cada uno de los alumnos.- Ahora es su turno de presentarse.

     

    Cada joven denotaba cierta curiosidad y ansiedad en sus ojos, y podía oler la adrenalina que se arremolinaba en su interior, esperando salir pronto. Uno por uno los alumnos fueron hablando, y Erath apenas les tomó atención pues poco le importaban esos detalles banales. Finalmente cuando terminaron la pelirroja se encaminó al traslador y dejó su mano sobre éste, sin tocarlo.

     

    -Formen un círculo alrededor del traslador, cuando cuente tres, éste nos transportará a nuestro destino –les indicó la Híbrido, esperando a que su compañera docente y los alumnos hicieran lo que ella. Una vez que todos estaban listos la Tempestad comenzó a contar- uno... dos... ¡tres! -susurró y pronto todos tomaron el cáliz.

     

    Una sensación de presión se hizo sobre el grupo y rápidamente un destello los dejó afirmados del objeto y dando círculos en el cielo, descendiendo de forma rápida y brusca.

     

    -¡Sueltenlo! –exclamó la mujer y soltó el objeto esperando a que todos hicieran lo mismo.

     

    Los demás obedecieron y lo soltaron, tocando tierra pasados unos segundos –algunos de bruces, otros de pie. Pero cuando la pelirroja comenzó a escrutar cada rincón del lugar en donde se encontraban, cayó en la cuenta de que no era precisamente el Jardín Botánico, si no que se hallaban en otro lugar… uno más tenebroso y peligroso de lo que todos podían imaginar: El Laberinto Tenebroso.

     

    En aquel lugar se había llevado a cabo la última prueba del torneo de los 3 magos, y del cual sólo una persona había logrado regresar. Este sitio escondía una gran magia oscura que sólo pocos podían controlar y aquellos que no debían resignarse a alimentar a las extrañas e indomables bestias que allí vivían… ¿Cómo habían llegado hasta allí? Y peor ¿Cómo saldrían?...

     

    Definitivamente, más de alguno no saldría con vida, o simplemente no saldría; y los que lo lograran serían profundamente afortunados si aún continuaban cuerdos. La pelirroja desvió su vista a Sol, esperando a que ésta tuviera una idea de qué hacer, mientras trataba de no alarmarse, para así no contagiar a sus alumnos. La Haughton no podía negar que ese era uno de los pocos lugares que le causaban escalofríos.

     

    ~~~~**~~~~

     

    Off: Hola chicos, es un honor para mi darle la bienvenida a Generales 88, espero que disfruten de su clase y que den lo mejor de sí para que terminemos de buena manera esta etapa, que sin duda es el inicio de su vida académica. Luego de presentar al personaje, es mi turno, la persona que está tras esa frívola y malévola joven (? xD

     

    Me llamo Daniela y actualmente curso Pedagogía en Castellano, en la uni. Para los que no saben, estudio para ser profesora xD. Como se darán cuenta -por lo que estoy estudiando- me encantan los roles coherentes, con buena ortografía y redacción, por lo que les pido encarecidamente que no me hagan llorar sangre mientras leo sus roles. Entiendan que es muy terrible para una que ama el rol leer cosas incoherentes xD

     

    En fin, eso es todo lo que debo decirles y ahora paso a dejarles su calendario de clases, las calificaciones y lo que más les gusta a ustedes :unsure: La tarea xD

     

    Calendario de Clases.

     

    1ª tarea: Rol de llegada + Presentación off rol +1° cuestionario

    2ª tarea: Continuación del rol + 2° cuestionario

    3ª tarea: Continuación del rol + 3° Cuestionario

    4ª tarea: Rol final (Hincapié en el buen rol chicos, ya que ésta clase es una especie de introducción a rol básico)

     

    Calificación por tarea y rol:

     

    Extraordinario: 25 puntos

    Supera las Expectativas: 20 puntos

    Aceptable: 15 puntos

    No apto: 10 puntos

    No presentado: 0 puntos

     

    ¡La tareaaa *-*!

     

    1ª Tarea: Rol de llegada + Presentación on y off rol +1° cuestionario

     

    Plan desarrollado de la primera tarea:

     

    Rol de llegada: En este rol nos deberán decir ¿cómo se enteran de la clase?, ¿cómo llegan al salón de clases?, cómo se sienten sus personajes y sus impresiones.

     

    Presentación: Esta se divide en dos, en onn y off.

     

    - Dentro del rol [on rol] nos dirán ¿cómo se llama su personaje?, ¿a qué familias pertenece?, ¿tiene trabajo?. ¿cuáles son sus hobbies?, ¿tiene trabajo o negocios?

     

    - Fuera del rol [off rol], nos gustaría que nos cuenten un poco de las personas que manejan al personaje ¿cómo se llaman?, ¿cuántos años tienen?, ¿de qué país son?, ¿estudian o trabajan? y ¿cuáles son sus bobbies.

     

    Responder el siguiente cuestionario y mandarlo por MP [Mensaje Personal] a las DOS profesoras.

    Las respuestas de este cuestionario las encontraran Dentro de los Sub-Foros de Mundo Mágico: Zona de rol

    - Londres: Ministerio de Magia

    - Callejón Diagón: Negocios e Instituciones Mágicas [banco Mágico de Gringotts]

     

    Cuestionario 1

     

    1-. ¿Cuántos Departamentos Ministeriales Integran el Ministerio de Magia?

    2-. ¿Qué oficina es la encargada de realizar los exámenes de aparición y vuelo?.

    3-. ¿Quiénes son los Directores de los Deptos Ministeriales?

    4-. ¿Qué tramites se pueden realizar en el Banco de Gringotts?

    5-. ¿Quiénes son los moderadores del foro?, ¿Cuál es su función?

     

    Tienen hasta el 11 de Abril para responder.

  2. División de Seres, Duendes y Espíritus.

    Departamento de Regulación y Control de Criaturas Mágicas.

    Rol Ministerial.

     

    ~~~~**~~~~

     

    La joven Híbrido observó con paciencia y serenidad al elfo que hablaba, explicándole que el patriarca y las matriarcas no se encontraban presentes en ese momento, pero pese a todo la dejó entrar.

     

    -Está bien, como le dije antes, sólo necesito a alguien de la familia para realizar una visita Ministerial –respondió mientras entraba en el Castillo Triviani.

     

    El interior era tan o más hermoso que por fuera, decorado de una forma que podía cautivar a los visitantes, sin llenarlos de muchos adornos para mirar. Pese a todo Erath no iba precisamente a pasear la vista, si no que tenía asuntos mucho más serios que atender.

     

    -¿Va a venir alguien de su familia, o simplemente me atenderá usted? –le preguntó al elfo, dirigiéndole una pequeña sonrisa a la criatura.

  3. -Yo prefiero un mocaccino y un panqueque de manjar –ordenó a la mesera que se había acercado a ellas para tomarles la orden. Una vez que la joven se fue a por su pedido, Erath volvió su atención a la Crouchs con esa sonrisa traviesa que siempre le dedicaba.- Te aseguro que cuando salgamos de acá, tendrás tu postre… -le susurró, de manera que sólo ella la escuchara.

     

    Definitivamente la Haughton podía perderse en cada característica de las finas facciones de la Mago Oscuro, pues ahora su mente se hallaba inmersa en imaginar cómo besaba esos labios carnosos, y acariciaba sus mejillas con suavidad. Luego su mente divagaba en el hermoso color de sus ojos, que parecía trasladarla a las aguas azuladas del Caribe; no podía entender como había nacido aquel sentimiento por la peliazul, pero aunque tratara de evitarlo, no podía hacerlo: necesitaba estar con ella.

     

    Pasaron pocos minutos hasta que la joven mesera llegó con su pedido, por lo que con un simple “provecho” la pelirroja se dispuso a comer junto con Tauro. El panqueque sabía realmente exquisito y el aroma que emitía su tasa con mocaccino era delicioso.

     

    De pronto sintió la risita de Tauro, notando como el queso se estiraba de forma casi exagerada y finalmente caía sobre esos incitantes labios, quemándolos ligeramente. Un impulso que no pudo controlar hizo que su diestra se alza y su dedo pulgar los limpiara suavemente; no pudo evitar sonreír traviesa y mirarla con malicia cuando sintió la calidez de sus labios, que atrapaban su dedo para mantenerlo allí.

     

    La pelirroja le sostuvo la mirada nuevamente por varios minutos, que al final se hicieron cortos cuando la Demonio tomó su mano y la depositó sobre la superficie de la mesa, y entendió lo que vendría a continuación: era necesario conversar sobre lo que estaba pasando. Se mantuvo en silencio escuchando lo que le decía, y la respuesta vino de inmediato a su cerebro, no tenía mucho que pensar pues aunque no lo supiera, estaba más que segura de lo que le pasaba.

     

    -Pienso, y estoy segura, de que ya has notado que no sólo me gustas, también me encantas… -le respondió, sosteniéndole la mirada mientras acariciaba su mano y jugaba un poco con sus dedos. En sus labios aún se mantenía esa sonrisa traviesa, pero la seriedad también era parte de su gesto ahora, pues comprendía que no era tiempo de juegos, esos vendrían después.

     

    -Y pues… no sé la verdad, desde que te conocí me ha pasado… Debo serte sincera, traté de evitarlo –se aclaró un poco la voz para proseguir- pero luego me di cuenta de que no es algo que pueda evadir, así que decidí enfrentarlo… y no me arrepiento en lo más mínimo. –culminó y llevó su mano libre para dejarla sobre la de ella, en un gesto cariñoso, esperando a que ella dijera algo.

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  4. Un crack a las afueras de la librería café “Hojas de Café” denotó la presencia de una o más personas rondando la misma; el eco de sus tacones resonó junto con el sonar de la puerta al abrirse, mientras las dos figuras femeninas se encaminaban a una mesa dentro del local. Tauro y Erath habían hecho acto de presencia allí, para servirse –como cualquier mago- un café y platicar.

     

    -Parece bastante tranquilo –comentó la Haughton a la Crouchs, mirándola con una leve sonrisa plasmada en sus labios rojo carmesí.

     

    Al encontrar una mesa lo más alejada del resto de las personas, decidió que ese sería el lugar perfecto para llevar a cabo su conversación por lo que Erath tomó una silla y le cedió el asiento a la ojiazul, para luego sentarse frente a ella, en la misma mesa.

     

    -¿Un café y un bocado? –preguntó la Híbrido mientras tomaba la carta para leer el menú que el local ofrecía. Luego subió la vista a los ojos de aquella hermosa joven, que tanto le cautivaba- lo que es yo, ya tengo visto que quiero comer... –agregó y sonrió traviesa, mirando a Tauro con malicia.

     

    Se sentía realmente cómoda con la Crouchs, pues parecía que la conocía de antes pese a que sólo habían comenzado a verse desde la última gala que se llevó a cabo en Ottery. La encontraba sumamente interesante y llamativa, todo en ella, no sólo lo físico. Aunque no podía negar que ese factor era una de las cosas que a la pelirroja le encantaban de la Mago Oscuro.

     

    Suspiró un poco y dejó divagar su mente mientras sus ojos recorrían la boca de la joven, como le encantaban esos labios tan bien delineados… Luego subió la vista, tampoco quería parecer tan obvia.

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  5. No pasaron muchos minutos luego de que la joven, a quién había atendido un momento antes, llegará hasta su escritorio para pasarle el formulario que había llenado. Erath volvió su atención a ella y tomó el documento entre sus manos, revisándolo de inmediato. A simple vista no parecía haber ningún error, hasta que su vista de halcón encontró algo.

     

    -Bien, todo está en orden, lo único que falta es que me digas cuantos años lleva sirviendo para ti el elfo… con que me pongas “años” en la ficha, no me sirve –le explicó a la joven tratando de no sonar tan cortante.- ¿Cuántos años lleva contigo? –le preguntó tomando una pluma en su escritorio para anotar la cantidad.

     

    Una vez que Adryane le indicó la cantidad y Erath la anotó, estaba todo listo, por lo que sólo quedó tomar el timbre de “Aprobado” y marcar la ficha con éste. Cuando lo hizo miró a su interlocutora.

     

    -Listo, está todo en orden ahora –la pelirroja se puso de pie y se despidió de la joven con un leve asentimiento de su cabeza- gracias por regularizar tu situación, ahora lo iré a dejar con los demás formularios aprobados. Que tengas un buen resto del día –esas palabras servían como despedida, por lo que sin más la pelirroja entró a la oficina de su jefe Franko y dejó sobre su escritorio el formulario aprobado.

     

    Luego salió de la oficina con rumbo a sus deberes restantes, los cuales aún seguían sobre el escritorio de la Haughton.

     

    ~~~~**~~~~

     

    Rol con Tau.

     

    La invitación a continuar lo que habían empezado en otro lugar más privado le gustó bastante a la pelirroja, quien sin dudarlo asintió con delicadeza, sin despegar sus labios de la ojiazul.

     

    -Me parece una muy buena idea… -susurró sobre sus labios, para luego dejarse llevar por ese beso suave que trataba de medir las pasiones sin desbordarlas. Sus movimientos eran correspondidos, mientras sentía como la Crouchs se ponía de pie y la rodeaba con una mano por la cintura.

     

    Sentía su calidez mientras que con ambas manos acariciaba sus costados y sus caderas, pasando a su espalda baja con una lentitud sensual. Sabía que si no se detenía, su thestral terminaría traumado con la escena fogosa que se formaba en la mente de la Híbrido, por lo que ambas jóvenes se apartaron ligeramente una de la otra, agitadas.

     

    -Bien… -susurró y se relamió los labios, sonriendo con malicia- ¿Te parece un trago en la Taberna de la Academia? –le preguntó en una proposición la pelirroja, mientras caminaba a la puerta sin despegarle la mirada de encima.

     

    Abrió la puerta dándole el paso a la peliazul y luego la cerró tras de sí; era obvio que quería salir de allí y pasar un momento a solas con la hermosa joven que tenía frente a sí, la cual era capaz de cautivarla con su sólo aroma.

     

    ~~~~**~~~~

     

    Aprobado registro de Wisky como elfo doméstico, por Adryane.
  6. Esa sensación de protección le recorrió el cuerpo completamente, sabía lo que era: un Detritus,y realmente le agradecía a la compañera de bando que se lo había enviado, Blackmise. Dejó que Tauro hiciera sus hechizos para protegerse -aunque más protección no podía pedir- y caminó con ella por el pasillo, escoltadas por su vitae y su morphos.

     

    -Demasiadas cosas pendientes -respondió la Híbrido, recalcando en la primera palabra, para luego lanzarle una mirada traviesa a la que ahora era su prisionera- luego tendremos tiempo para eso, ahora me interesa sacarte de aquí -agregó.

     

    Sabía que se acercaba a la entrada de la prisión, por lo que a grandes zancadas pretendía acelerar el paso, claro que sin pedirle demasiados esfuerzos a la Crouchs, quien de seguro estaría más que exhausta.

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  7. Una vez que las defensas cayeron, era momento de actuar; no había margen de error, pues uno solo bastaba para que todo se arruinara. Sin más la pelirroja entró rápidamente en la prisión, evadiendo sigilosamente a los guardias dentro de ella, ya que su misión en ese momento era liberar a la Crouchs.

     

    Apenas emitió ruido alguno en el trayecto que recorrió hasta llegar a la celda de la Mago Oscuro, por lo que sólo alguien con muy buena audición u olfato, la notaría. Demoró unos cuantos minutos en encontrar la celda exacta en la que tenían a la Mortífaga, y cuando lo hizo no esperó más: alzó su pierna derecha y golpeó de una patada la cerradura de la puerta, derribándola enseguida.

     

    -Hola linda… -dijo saludándola con tono sensual- es hora de que te tome presa yo. –sentenció con malicia y le pasó la varita mágica que ella utilizaría, para luego ayudarle a salir- vámonos de aquí cariño.

     

    Sin más que decir la tomó suavemente por el brazo y salió con ella de la celda, caminando por los pasillos de Abbadon. Como sabía que las defensas eran de suma importancia, la Haughton alzó su varita y apuntó a un mesón que se hallaba contra la pared de enfrente.

     

    -Vitae –exclamó con tranquilidad, y enseguida el mesón cobró vida. Sus patas se transformaron en sus extremidades, cubiertas de estacas filosas y con garras que podían cercenarle un brazo a cualquiera; en el centro se formó un hocico gigante plagado de colmillos filosos que amenazaban con triturar a quién se le cruzara en el camino.

     

    -Morphos –volvió a exclamar, apuntando ésta vez al estante que se hallaba junto a lo que era antes un mesón. Éste se transformó enseguida en un lobo negro adulto y bastante musculoso.

     

    Ambos se situaron uno tras de las dos jóvenes mortífagas y otro frente a ellas para defenderlas de cualquier amenaza que pudiera surgir en su camino a la salida de la prisión. Erath por su parte se hallaba seria, pero de cierta forma conforme de ser ella quien liberaría a la ojiazul.

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  8. El tiempo en que transcurrió después de que a Tauro la tomaran presa se hizo eterno para la Haughton, quien esperaba ansiosa a que el llamado de sus compañeros le indicara que ya era el momento de ir en rescate de la Crouchs. Erath se sentía más que culpable por lo que le había sucedido a la peliazul, y por esa misma razón pensaba en asistir a como dé lugar para acabar con aquellos que la habían tomado presa.

     

    Así que cuando el ardor excitante en su antebrazo izquierdo comenzó, la Híbrido sonrió de una forma maquiavélica, por fin había llegado el día. Cuando los rayos del sol alumbraban la tierra bajo éste, la pelirroja blandió en una suave floritura su arma mágica y enseguida en su rostro se formó la máscara de plata, al mismo tiempo en que su cuerpo era cubierto por una capa de color negro, dejando sólo a la vista sus pies cubiertos por sus botines del mismo color.

     

    Sin más cerró los ojos y visualizó el lugar donde aparecería; como resultado su cuerpo fue rodeado por un humo negro que más tarde sería ella misma, desapareciéndose con dirección a su destino. A los pocos minutos su cuerpo se hizo sobre las playas de Tulum, en el estado de Quintana Roo.

     

    Pudo divisar a más de un Mago Tenebroso lanzarse a las aguas cristalinas de aquella playa para perderse en las mismas, por lo que sin dudar caminó hasta la orilla e internándose en la costa, sumergió su cuerpo para seguir a sus compañeros de bando. La joven Mortífaga llevaba un casco burbuja, que le permitía almacenar oxígeno en el mismo y así no sucumbir ante la naturaleza.

     

    Nadó unos 500 metros bajo las aguas de aquella playa, hasta llegar a una cueva en donde se encontraba la prisión fenixiana. Fue allí en donde se reunió con todos los compañeros de bando que asistirían al rescate de la Crouchs y quizá de alguno u otro compañero atrapado en Abbadon.

     

    La pelirroja deshizo el efecto “casco burbuja” y observó a los mortífagos allí convocados por Lisa, conocía a casi todos por lo que sólo le bastó hacerles una pequeña reverencia con la cabeza y esperar a que la que había hecho el llamado, y Etoile derribaran las defensas odefas de la prisión, y por fin poder entrar a rescatar a sus otros compañeros de bando, que se hallaban allí prisioneros.

  9. Cierto era que debía hacer algo con ella, pero no precisamente hablar. A cada inspiración sentía el aroma que emitía la Crouchs, aroma que le encantaba y volvía loca; comenzaba a pensar que si no se controlaba, cualquier cosa podría suceder en la oficina de la Directora. Juntó sus piernas y las llevó hacia un lado de su cuerpo, mientras observaba cada gesto de la hermosa mujer que tenía en frente.

     

    No pudo evitar reír con un dejo de nerviosismo, pero entretenida, al escuchar su comentario, pero se mantuvo en silencio hasta la segunda vez que la peliazul alzó la voz, asintiendo ligeramente con la cabeza.

     

    -En efecto, el dinero no alanza a cubrir tu deuda… por ello creo que debe ser un pago de tipo físico… -Sus labios seguían esbozando esa sonrisa plagada de travesura y malicia, mientras su mano izquierda se posaba sobre el mentón de la pelirroja, gesto que de cierta forma le daba más concentración en la Demonio.

     

    Otra vez su mente se perdía en la comisura de esos labios carnosos y bien delineados, ya casi no podía evitar el querer besarlos, comerlos a besos nuevamente; los necesitaba, y comenzaba a dar por sentado que se habían convertido en una especie de droga para la Haughton.

     

    -Sí, aunque no hay mucho que pensar… -musitó la híbrido y se puso de pie lentamente.

     

    Se acercó a Tauro rodeando la mesita hasta quedar frente a ella; acto seguido, tomó por el mentón a la peliazul, subiendo su rostro hasta el de ella, quien se inclinaba para quedar a una altura relativamente igual. Sus ojos iban y venían entre sus labios y los ojos de la Crouchs mientras acercaba su rostro al suyo, sintiendo de forma placentera la respiración de su interlocutora, el roce de sus labios… el calor de los mismos.

  10. División de Seres, Duendes y Espíritus.

    Departamento de Regulación y Control de Criaturas Mágicas.

    Rol Ministerial.

     

    ~~~~**~~~~

     

    Tras haber pasado unos pocos días desde su vuelta al trabajo, a la Haughton ya se le había asignado un trabajo de suma importancia para su división, el cual consistía en ir a un Castillo o Mansión –en éste caso la Triviani- y hacer una pequeña visita a un integrante de la familia: un fantasma.

     

    El eco de sus tacones se escuchaba en las calles de Ottery y se perdía en la entrada de aquel Castillo, mientras que su cuerpo era cubierto por una capa de color azul índigo –el mismo de sus ojos- y bajo ésta se dejaban ver sus pantalones de cuero negro, ajustados y los botines que lo cubrían.

     

    Cruzó el jardín principal con pasos decididos y llegó hasta la puerta de aquella gran estructura, deteniéndose allí con tranquilidad. Llevaba un maletín de cuero negro sostenido en su mano izquierda, mientras que con la otra llamaba a la puerta para anunciar su llegada al lugar, esperando ser recibida.

     

    Fue entonces cuando la puerta se abrió lentamente dando paso a una pequeña criatura, que ella en su calidad de empleada de la División, conocía perfectamente: un elfo.

     

    -Buenas señorita ¿Qué necesita? –preguntó la voz pitona del elfo, con un dejo de frialdad en el tono.

     

    -Buenas, mi nombre es Erath Anarion Haughton –le saludó Erath, haciéndole una leve reverencia con su cabeza- necesito conversar con el patriarca o la matriarca, o bien en su defecto con alguien perteneciente a la familia, por favor, asuntos del Ministero de Magia –dijo la pelirroja, exhibiendo con su diestra sutilmente la credencial que la hacía parte del mismo.

  11. Un aroma a menta fresa acompañado del suave olor a sangre abofetearon ligeramente el rostro de la híbrido apenas abrió la puerta de la oficina y dio un paso para entrar en ésta; aquella mujer la cautivaba incluso sin tener contacto alguno.

     

    -No te preocupes, espero no interrumpir nada… -dijo notando a la pequeña criatura en la mesita de centro, para luego fijar su atención en la ojiazul que la saludaba de beso en mano.

     

    Le sonrió suavemente, pues ella habría dirigido aquel beso a otro lado, pero simplemente se dejó conducir hasta el interior de la oficina –no sin antes cerrar la puerta tras ella- y tomó asiento en el lugar indicado por la peliazul.

     

    -La verdad es que sólo venía a verte… y a hablar contigo… -susurró la pelirroja clavando sus ojos azul índigo sobre los de la Crouchs, para luego desviar la vista al mini thestral.- ¿Un secreto eh? Lástima, yo cobro por mi silencio –la sonrisa maliciosa y el paseo de su lengua por sus labios eran actitudes que florecían enseguida con la peliazul cerca de Erath, no podía evitarlo, ella le incitaba eso y mucho más.

  12. Había escuchado con suma atención las palabras de Franko, el nuevo jefe de la División, llegando a quedar totalmente al día con lo que sucedía en el Departamento. La pelirroja asintió suavemente al escuchar el nombre de la familia a la que debía visitar.

     

    -Me parece, comenzaré con la visita cuanto antes –respondió la Haughton y esperó a que Franko terminara de hablar con todos para dirigirle una corta reverencia con su cabeza y salir.- Que tengas un buen día Franko –le dijo de forma cordial y volvió a su trabajo en la División.

     

    Al salir de la oficina de su actual jefe se encontró con el ajetreo exterior tan común como lo recordaba: magos yendo y viniendo para ser atendidos, y trabajadores corriendo como locos de un lado para otro para poder atenderlos a todos de buena forma. Entonces notó la figura de una joven (Adr) hablando con la recepcionista, Zamira.

     

    Su olfato no la engañaba, era obvio que pertenecía al bando contrario por lo que en sus labios se formó una mueca de asco, la misma que tuvo que tragarse cuando notó que nadie más se dirigía a atenderla y ella debía hacerlo; sin más la pelirroja se acercó al escritorio de Zamira y dirigió la palabra a la morena que se hallaba consultando por su atención.

     

    -Buenas, mi nombre es Erath y seré yo quien te atienda hoy –se presentó con serenidad mientras buscaba sobre el mesón de la secretaria algún formulario para registro de elfos.- Según escuché tienes la ficha lista, pero te daré una en blanco para que llenes los datos de acuerdo al orden establecido en el formulario. –le explicó mientras tomaba una hoja y se la entregaba.

     

    Esperó a que ella lo recibiera y ojeara su contenido para proseguir con la explicación que la pelirroja acostumbraba a dar.

     

    -Una vez que llenes todos los datos que se te solicitan, me entregas el formulario para yo revisarlo y darle el visto bueno, o corregirlo en caso de que sea necesario –la Haughton le extendió una pluma con tinta suficiente para que llenara la ficha y sin más se retiró a su escritorio.

     

    ~~~~**~~~~

     

    Rol con Tau.

     

    Minutos después de haber atendido a la joven que había pedido ayuda para registrar a su elfo, Erath se hallaba parcialmente libre de deberes, por lo que sin pensarlo dos veces se dirigió a la oficina de la Directora del Departamento, necesitaba hablar con Taurogirl.

     

    -La Directora ordenó que nadie la molestara a menos que fuera muy urgente… -dijo Zamira, notando que la Haughton se dirigía a la oficina de la Crouchs.

     

    -Esto es “muy urgente” –le espetó la híbrido lanzándole una mirada asesina, no soportaba que esa muggle se entrometiera en cosas que no le incumbían en lo más mínimo.- Vuelve a tus asuntos –le ordenó de forma cortante, para luego dar tres pequeños golpecitos con sus nudillos, contra la puerta de la oficina de la peliazul.

     

    Esperó pacientemente hasta que notó como la manilla de aquella habitación giraba, abriendo la puerta ligeramente.

     

    -¿Puedo pasar o estás ocupada? –preguntó la pelirroja con un tono inusualmente amable, clavando su mirada de forma casi intuitiva en la de su interlocutora.

     

    ~~~~**~~~~

     

    Off: Formulario para Adri.

     

     

    Ficha para el Registro de elfos.

     

    Nombre del elfo:

    Indicar si sirve a un mago/bruja, familia o negocio:

     

     

    En caso de servir a un mago/bruja

    Nombre del mago/bruja:

    Tiempo en el que lleva sirviendo al anterior: (indicar tiempo en años y meses)

    Nombre de quien lo registra:

     

     

    En caso de servir a una familia o negocio.

    Apellido de la familia/nombre del negocio:

    Tiempo que lleva sirviendo a la misma: (indicar tiempo en años y meses)

    Nombre de quien lo registra:

     

     

    Link de la ficha de personaje, registro de negocio o registro de la familia para la que sirve el elfo:

     

  13. El eco de sus tacos resonaba en el Callejón Diagón, lugar que la pelirroja recorría mientras apenas amanecía, de vuelta a su casa, después de una noche de alcohol en uno de los bares del Callejón. El alcohol en su sangre era bastante, por lo que no le permitía caminar de forma correcta, aunque fuera de ello no se le notaba lo ebria.

     

    Entonces un dolor intenso la hizo recuperar los cinco sentidos, el tatuaje de la Marca ardía y punzaba en su antebrazo de forma placentera, pero insoportable. Algo pasaba nuevamente, y la Haughton asistiría sin siquiera titubear. Se adentró en uno de los callejones tenebrosos del lugar y escondiéndose tras los muros de un local, agitó su arma mágica. Pronto la máscara plateada apareció en su rostro dejando libre solo sus ojos color índigo, y la capa negra que cubría su cuerpo de forma completa, poniéndose además la capucha.

     

    Cerró los ojos suavemente y pensó en el lugar al que iría, por lo que rápidamente desapareció en un humo negro que viajó de forma rápida hasta su destino, al cual llegó en menos de unos cuantos minutos. Sus pies tocaron terreno en las Amazonas reuniéndose así con todos sus compañeros de bando.

     

    Les hizo una pequeña reverencia de saludo cordial y comenzó a seguirlos con avidez, fue así como pasaron sobre el puente levadizo que se rindió sobre las aguas del gran río con la orden de Patrick Colt, quien junto a Mía los guiaban hacia el rescate. Simplemente esperó a que derribaran las defensas para entrar en Abbadon y comenzar con el rescate que liberaría a sus compañeros de bando

  14. Parecía que todo había acabado de una buena vez, sus compañeros habían salido y ella ahora también era libre para salir de ese lugar que apestaba a gallinero. Suspiró al fin aliviada, de verdad que tanta acción la había estresado sobremanera, y esperaba no tener que volver a aquel sitio de nuevo. Pese a todo no guardaría su varita, pues siempre habían odefos locos que creían poder salvar la situación a última hora.

     

    Así que sin decir una sola palabra comenzó a caminar a la salida, llegando por fin al exterior de las amazonas; aire limpio, era lo único que necesitaba y lo que necesitaba para desestresarse de aquella situación. Pensó que no le vendrían mal unas copas, por lo que sonrió al saberse bien abastecida en su habitación, quizá a la noche podría volver a las andanzas por las calles de Ottery.

     

    Una vez completamente afuera pensó en su confortante hogar y decidió que era tiempo de desaparecer, por lo que su cuerpo se transformó en un humo negro que se dirigió directamente al Castillo de su familia; sólo allí podría relajarse por fin.

  15. Suspiró cansada, había sido demasiado ajetreo para un tan solo momento, pero ya no importaba pues su compañero estaba libre. Su lobo y su vitae permanecieron luchando contra las criaturas que se hallaban antes en la entrada de la celda, hasta que terminaron de matarlas.

     

    Luego de escapar de esas bestias se encontró con otras enajenaciones de la naturaleza, aquellos que eran más conocidos como “Odefos”. Negó con la cabeza y rodeó los ojos alzando su varita en una floritura rápida y precisa.

     

    -¡Sectusempra! –exclamó apuntando a una de las odefas (Madeleine) y el rayo salió dirigido directamente al pecho de ella. Si la tocaba le provocaría profundas heridas corporales, y si no se curaba moriría desangrada.

     

    Entonces su atención se desvió a otra posha que había llegado recientemente (Paú), la cual estaba frustrando la salida del compañero que a ella tanto le había costado liberar. Chasqueó los labios de forma negativa y apuntó a la mujer.

     

    -Silencius –sentenció la Tempestad y el efecto fue inmediato sobre la odefa (Paú), por lo que sus siguientes hechizos saldrían mudos de su boca.

     

    Movió sus hombros y su cuello haciéndolos tronar ligeramente, mientras su varita permanecía firme en su diestra, quería seguir atacando, a quien fuera, y terminar con aquel rescate de una buena vez por todas.

  16. Una vez que su tía y su primo derribaron las defensas y los mortífagos comenzaron a entrar en la prisión, Erath ya sabía perfectamente qué debía hacer. Por lo que a paso acelerado se adentró en aquel lugar y se dirigió hasta las celdas, buscando a un compañero de bando en específico. No tenía miedo pues su primo Near la había protegido con Detritus contra cualquier hechizo.

     

    Fue así como dio con la celda de quien buscaba (Zack), la cual se encontraba custodiada por un Oso y un Hipógrifo. El mortífago se hallaba enmascarado, pero ella podía reconocerlo a la perfección, tal cual como reconocía a todos sus otros compañeros de bando. Sin más corrió con toda la rapidez que podía pasando de largo por entre los animales; levantó la pierna derecha y de una patada botó la puerta de la celda, mientras recibía los rasguños y arañazos de las bestias.

     

    No le importaba, no podría sentir mayor dolor del que tuvo cuando sufrió su primera transformación, por lo que ávidamente desató al mortífago de manos, boca, pies, ojos y cuello, dejándolo libre para salir; pero algo faltaba, y era lo más importante. Sacó del bolsillo de su capa el objeto mágico de Zack, que había portado durante todo el viaje, y se lo extendió a él: Estaba hecho, era libre y tenía su varita.

     

    Se volteó y recibió varios arañazos en el cuerpo y rostro, pero su máscara la había salvado de feas cicatrices futuras. Con una rapidez poco común la pelirroja se abalanzó sobre los animales, cayendo al piso y deslizándose por éste hasta salir de la celda. Se puso de pie al instante mientras aquellas bestias dirigían su atención a su compañero de bando, y sin pensarlo apuntó a objetos no muy lejanos.

     

    -¡Morphos! –sentenció y el estante que se hallaba contra una pared cercana se transmutó enseguida en un lobo blanco adulto, bastante grande y musculoso, que saltó hacia el cuello del hipogrifo, mordiéndolo en la yugular sin piedad.

     

    -¡Vitae! –volvió a exclamar, apuntando a un mesón que se encontraba antes junto al transmutado estante. Dicho objeto cobró vida enseguida, convirtiéndose sus cuatro patas en sus brazos y piernas, los cuales tenían filosos cuchillos que cumplían la función de garras. Más arriba del centro del mueble, apareció una boca gigante llena de colmillos tan filosos como sus garras, que podrían cortar cualquier piel en cosa de segundos.

     

    El hechizo se lanzó contra el oso, agarrándolo de los brazos, enterrándole sus garras en los mismos, mientras su boca su dirigía también a su cuello para morder la yugular y matar al animal de una sola mordida.

  17. Erath se hallaba descansando en el living del Castillo de la familia Haughton, cuando su antebrazo comenzó a arder de una manera desmesurada, era obvio: sus compañeros necesitaban ayuda con asuntos del bando. Sin pensarlo dos veces se puso de pie y agitó su varita.

     

    Al instante su máscara de plata se materializó sobre su rostro y una capa de color negro la cubrió por completo. Se colocó la capucha de la misma prenda y respiró lentamente, pensando en el destino al cual debía dirigirse lo antes posible. Así fue como apareció en Amazonas.

     

    Observó como ya se hallaban congregados varios de sus compañeros de bando, y notó en qué lugar se encontraban; entonces entendió que pasaba: se trataba de un rescate. Miró a cada uno de los allí presentes, a quienes conocía con sólo mirar las formas en sus máscaras, y con una suave reverencia de cabeza los saludó de forma cordial, ahora si estaba lista para comenzar. Simplemente se quedó observando como Evarela, su tía, Near derribaban defensas, mientras ella sostenía con firmeza su varita, lista para comenzar con las defensas y los ataques.

  18. A última hora iban llegando algunas odefas que sólo querían ocupar tiempo y espacio, cuando ya el lugar estaba sobrepoblado. Erath se hallaba lista sosteniendo su varita con determinación, por lo que enseguida apuntó a la recien llegada (Pau)

     

    -¡Silencius! –exclamó y el efecto fue inmediato, la mujer (Pau) quedó silenciada, por lo tanto sus próximos hechizos serían mudos.

     

    -¡Avada Kedavra! –sentenció la Mortífaga, y el rayo de un color verde brilloso salió disparado hacia la odefa (Pau). Si la tocaba, ésta caería muerta enseguida, y no habría nadie que lograra defenderla de su tan merecido destino.

     

    Erath tomó aire y volvió a empuñar su varita, dispuesta a defender o atacar a quien fuera. Estaba ahí para eso, siendo parte del escuadrón que se encargaba de regular la actividad de la prisión, no dejaría jamás que se llevaran a sus prisioneros, no sin que ella pudiera torturarlos antes.

  19. La odefa, que creía pasar sana después de todos los ataques, ya poco le importaba. Ahora sus orbes azul índigo se habían posado sobre otro odefo (Gode), a éste lo conocía, pues se lo había encontrado anteriormente, cuando era líder de la OF. Pronto su cuerpo se volvió hacia él y le apuntó con su arma mágica, no perdería la oportunidad de atacarlo.

     

    -¡Absorvere! –exclamó la mortífaga apuntando a la mano con la que él (Goderic) sostenía su varita. Los huesos de su muñeca sonaron, con aquella mano ya no podría utilizar la varita.

     

    -¡Sectusempra! –volvió a exclamar, y un rayo de su varita se dirigió de lleno al pecho del odefo (Goderic). Si le daba le causaría profundas y sangrantes heridas en el cuerpo, y si no se curaba, moriría desangrado.

     

    El odio que la Tempestad sentía por aquellos “Seres de luz” era interminable. Realmente detestaba el descaro con que se decían protectores de los débiles, y la forma en cómo irrumpían en asuntos que no eran en nada de su incumbencia.

  20. Sus compañeros parecían tener controlada la entrada, así que lo que importaba ahora eran los prisioneros. Erath sabía que en los pasillos de la prisión más de alguno debía andar merodeando tratando de salir, por lo que enseguida miró a sus defensas (Vitae y Morphos) y comenzó a correr por los pasillos. Una vez que llegó al principio de un pasillo notó como una de las odefas que antes eran prisioneras (Sally) intentaba salir, cosa que no pasaría a menos que ella matara a la mortífaga.

     

    -¿Vas a algún lado? –le espetó, pues su tono no parecía ser de pregunta. Entonces alzó rápidamente su varita y apuntó a la mano con que ella (Sally) sostenía su varita- ¡Absorvere! –exclamó y el efecto fue inmediato, la muñeca de su mano se quebró dejándola inutilizable.

     

    -¡Incárcerus! –volvió a exclamar y tres cuerdas de su varita salieron dirigidas a la mujer (Sally). Una le dio a sus manos, atándolas de las muñecas por delante; otra a sus tobillos, atándolos y obligándola a caer al piso; y otra a su boca, atándose alrededor de su cabeza e impidiéndole el habla.

     

    -No saldrás de aquí tan fácil… -sisieó la mortífaga apuntándole aún con su varita, de forma desafiante.

  21. Las defensas eran de suma importancia por lo que enseguida apuntó a una mesa de descanso que había cerca de la entrada de la prisión.

     

    -Vitae –exclamó con suavidad, enseguida el inmueble cobró vida. Sus patas traseras eran sus piernas y sus patas delanteras sus brazos. Aquellas “extremidades” poseían grandes y filosas garras que podrían causar profundas heridas. Además casi en el centro se formó una boca que parecía la de un tiburón, ya que estaba colmada de colmillos filosos, esperando para devorar a alguien.

     

    -Morphos –volvió a exclamar, apuntando esta vez a un estante que se hallaba en una de las paredes de la prisión. El objeto se transformó enseguida en un lobo blanco bastante grande y adulto.

     

    Ambas criaturas se posicionaron frente a la Tempestad, listas para defenderla o atacar si era necesario.

     

    -No se la llevaran tan fácil… -susurró la joven con odio, el asco que sentía por esos seres de “luz” no podía ser mayor.

  22. La pelirroja se hallaba en su hogar lista para salir a cazar cuando un ardor excitante en su antebrazo, cosa que sólo podía significar algo: su bando la necesitaba, y ella no dudaría en asistir. Movió su diestra –en la cual sostenía su varita- y enseguida en su rostro se materializó su máscara plateada, y su cuerpo se cubrió con la capa negra característica del bando. Se puso la capucha que dejaba ver claramente su rostro cubierto.

     

    Estaba lista para partir, así que lamió lentamente su marca, con un placer malicioso, estaba sedienta de sangre, de muerte; acto seguido su cuerpo se disolvió en un humo negro y la mujer fue a dar a la prisión de Nurmengard.

     

    Una vez que llegó allí vio a varios de sus compañeros ya listos para defender la prisión y negarse a liberar a sus prisioneros, y como, si esos sangre impura debían pagar por contaminar Ottery con sus inmundicias. La pelirroja saludó en una corta reverencia a sus compañeros, era cordial con ellos cuando de proteger al Bando se trataba.

     

    Sin más que hacer la Tempestad se volteó hacia la entrada, sosteniendo con determinación su varita en su diestra. La misma se paseaba por sus dedos lentamente, vibrando con la oportunidad de poder matar a más de algún odefo.

     

    -Estoy lista para defender… -siseó con malicia- Y para matar. –sentenció y sus orbes de un azul índigo se posaron en la entrada de la prisión, no dejaría que ningún solo posho pasara. No en su terreno.

  23. Erath no se autoidentificaba como una empleada antigua en la División de Seres,Duendes y Espíritus, pero al notar tantas caras nuevas, era más que obvio que se había vuelto en una de las antiguas trabajadoras de la División. Sin duda Franko se veía raro en aquel sofá, estaba acostumbrada a ver a Katara o a Tauro ostentar ese puesto, pero verlo a él, con quien había compartido en varias instancias trabajo, le era algo extraño.

     

    De todas formas estaba feliz por él, sabía que haría un excelente trabajo, y como era obvio, él podía contar con la ayuda de la Haughton en cualquier situación. Pese a ello, pese a ser una antigua empleada, no tenía ni la más mínima idea sobre las visitas a los fantasmas ¿Tanto había pasado en su ausencia?.

     

    -Disculpa, Franko -alzó la voz la híbrido, una vez que el pelirubio terminó de hablar; como notó las caras desconcertadas de los otros empleados, decidió presentarse.- Hola chicos, mi nombre es Erath y soy compañera de trabajo suya. En fin, ya aclaré, iré al grano -siseó volviendo la vista a su nuevo jefe- ¿Me podrías explicar qué es eso de las visitas a los fantasmas, Franko? Es que de verdad no estoy enterada de nada... -lo último lo dijo casi en un susurro, pues de cierta forma se avergonzaba de no tener idea de lo que pasaba en la División.

  24. Hola, me paso después de meses de venirlo planeando xD para cambiar varias cosas en mi ficha. De antemano gracias por cambiar y bueno eso ._. no sé que más poner xD!

     

    Aquí les va:

     

    http://i.imgur.com/8G5wBLC.png

     

    Datos del Personaje

     

    Nombre del Personaje: Erath Renasci Anarion Haughton

     

    Sexo: Femenino

     

    Edad: Joven.

     

    Nacionalidad: Húngara

     

    Familia(s):

    • Haughton

     

    Padre(s) Sanguíneo: Louis Corvinus* y Mónica Malfoy Haughton

     

    Padre(s) Adoptivos: --

     

    Trabajo: Departamento de Regulación y Control de Criaturas mágicas. División de Seres, Duendes y Espíritus. Empleada.

     

     

    Poderes Mágicos

     

    Rango Social: Unicornios de plata

     

    Bando: Mortifago

     

    Rango dentro del Bando: Tempestad

     

    Nivel de Poder Mágico:

     

    Puntos de poder en objetos: 20

     

    Hechizos adicionales: --

     

    Puntos de poder en criaturas: --

     

    Criaturas controlables en asaltos y duelos:--

     

    Habilidades Mágicas: --

     

    Conocimientos Especiales:

    • Cuidado de Criaturas Mágicas
    • Artes Oscuras
    • Encantamientos
    • Runas Antiguas

     

     

    Perfil del Personaje

     

    Raza: Vampiro

     

    Aspecto Físico:

    http://i.imgur.com/NYPl9y2.png

     

    Es una joven de piel nívea y aspecto realmente joven a pesar de contar ya los veinticinco. Su cuerpo es curvilíneo, recordando a la característica forma de un reloj de arena que perfila su silueta dándole un toque de perfección. Sus cabellos rizados y pelirrojos caen casi siempre sobre su espalda hasta llegar a la altura de la cintura, y de vez en cuando algunos mechones se escapan sobre sus hombros cubriendo su busto parcialmente. Sus ojos son de un color azul índigo profundo y penetrante y verdaderamente expresivos, como cada gesto de su rostro.

     

    Cualidades Psicológicas:

     

    Es una joven reservada con sus asuntos y sólo aquellos que considera realmente cercanos pueden saberlos. Tiene un carácter muy fuerte y su humor es cambiante, pues debido a su nueva condición fácilmente puede caer en el disgusto. Es amable con quienes le agradan y tajante y seria con aquellos que no. Pero hay algo que en ella siempre está presente, y es esa frialdad que se puede reflejar en un gesto seco o en una sonrisa, ya sea burlona o de total sinceridad.

     

    Historia:

     

    Erath creció inserta en un mundo de complicaciones que acarreaba desde incluso antes de su nacimiento. Hija de una relación de unos cuantos años entre su madre Mónica Haughton y su padre Louis Corvinus, la pelirroja pasó la mayor parte de su vida encerrada en la mansión de los Corvinus, siempre en búsqueda de la libertad, la que no encontró si no hasta hace poco, gracias a su tío Marcus.

     

    Todo partió cuando Louis conoció a Mónica en una de las tantas calles de Sevilla, quien quedó totalmente prendido de la joven pelirroja, la cual obviamente no le dejaría la tarea tan fácil; y no sólo ella, pues Selim se negaba rotundamente a esa relación: “esa sólo será una relación enfermiza, Mónica” le dijo un día su padrino, pero la Malfoy sólo le indicó que desapareciera de su vida.

     

    Pasó aproximadamente un año y la noticia del embarazo de la Mortífaga no pudo haber puesto más feliz a Louis, pero quien más se ilusionaba con el acontecimiento era Alexander, quien llevaba meses convenciendo a su hijo menor para llevar a cabo su enfermizo plan. Por ésta misma razón, el científico decidió embarazar a su esposa, Helena… todo estaba fríamente calculado.

     

    http://i.imgur.com/DggRdQP.png%5B/img%5DLos meses de gestación llegaron a su fin y con ello vino el nacimiento de cuatro criaturas: dos mellizas de Mónica, y dos de Helena. Como era de esperarse, y a causa de un tratamiento basado en químicos asesinos, Helena y sus dos hijas fallecieron durante el parto; mientras que las dos mellizas de Mónica sobrevivieron, tal cual como la madre.

     

    Pero eso no significaba nada bueno para las criaturas recién nacidas, ya que fueron quitadas del regazo de su madre, mientras ésta permanecía bajo los efectos de un poderoso sedante que la dejaría varios días inconsciente. De ésta forma, Alexander dio por muertas a las hijas de Mónica, haciéndolas pasar por las hijas de Helena; y anunció al mismo tiempo la noticia de que su mujer había muerto en el parto.

     

    Una semana había pasado para que Mónica pudiera lograr despertar, pero la pelirroja no entendía absolutamente nada. En un principio, cuando recibió la noticia, no podía creerlo pues pensaba que era simplemente una broma que su novio y futuro esposo le jactaba. Pero no, parecía decir la verdad… parecía.

     

    La confundida mente de la Malfoy se rehusaba a aceptar que los corazones que antes palpitaban al unísono en su vientre, ya no latirían nunca más y comenzó a investigar, a preguntarse por qué sentía un lazo tremendo con las hijas de Helena, a querer saber exactamente qué había pasado el día del parto, el cual ella no recordaba. Fue así como una noche la figura de su padrino, Selim, se hizo presente en una esquina de su habitación.

     

    Aquel vampiro, tan silencioso como las sombras, le había esclarecido la mente de forma completa a su ahijada, quien unía con cada una de sus palabras los cabos sueltos que hasta entonces seguían dispersos en su entendimiento. Luego de planear la forma de salir del lugar con las dos niñas y terminar con los planes enfermizos de Alexander, Mónica y Selim se dispusieron a echar a andar su propio plan. Pero todo lo planeado terminó en la huída de la Malfoy y su padrino de forma desesperada de aquella mansión, jurando venganza.

     

    No mucho tiempo después de eso, Alexander procedió a dar en adopción a la menor de las mellizas, pues quería comenzar con su experimento el cual consistía en criar a una de las dos como un humano, y a la otra como un vampiro despiadado, un animal nocturno, una asesina.

     

    Así fue como un día, Louis fue a tocar la puerta de una de las familias más adineradas de por allí, para dejarles a la pequeña de ojos azules y pelo negro a cargo, ya que ellos no podían ser padres. Estando en ese lugar, el Corvinus le dio toda la información que necesitaban sobre la pequeña, advirtiéndoles que ella no debía probar sangre, o la bestia que llevaba dentro se desataría. Después de una conversación demasiado diplomática para el vampiro, éste se dispuso a volver a su hogar.

     

    Mientras Alexander monitoreaba la vida de aquella joven, también se encargaba de la vida de Erath, la pelirroja de ojos azul índigo, que poco a poco se transformaba en su arma más poderosa. Esto se debía a que la pequeña Corvinus había heredado de forma más fuerte el don sanguíneo de su padre.

     

    Louis era un vampiro chiroptero… pero, ¿qué significaba aquello? Aquel término era usado por Alexander, para establecer una diferencia entre los vampiros y aquellos con dones mucho más poderosos, ya que los chiropteros podían matar con sólo una pisca de su sangre.

     

    Y esa fue una razón para que varios años más adelante algunos de los muchos clanes de vampiros y hombres lobos se alzaran contra la familia que se afanaba en experimentar con los de las mismas razas. Para entonces Erath ya era una joven enterada de cada uno de sus dones, y de cada táctica de combate y tortura que podría alguien saber; la joven había sido criada como un arma para controlar a los demás clanes, bajo la creencia de ser la “nieta preferida”.

     

    Pero todo eso se vino abajo después de una de las peleas que la joven pelirroja encabezó, en contra de uno de los tantos clanes licántropos que se había alzado en contra de los Corvinus. Tras perder la batalla, Erath fue tomada presa por al menos unos dos meses, sobreviviendo de la piedad del líder de aquel clan; pero no era sólo piedad lo que lo movía a mantenerla con vida, después de todo Aleksei había logrado conocer una parte valiosa de ella.

     

    Fue así como la liberó para comenzar algo con ella, cosa que disgustó sobremanera a los que pertenecían al clan licántropo, después de todo ella casi los había exterminado y ahora era imposible que pasara a compartir cama con el líder. Por ésta razón se exigió la salida de la Corvinus, de vuelta a su hogar. Si volvía después al clan de licántropos en son de paz, podría comenzar algo más serio con Aleksei.

     

    Al mes de libertad Erath volvió a los terrenos de su familia, esperando con ansias poder contar la noticia y que ellos la comprendieran. Pero nada resultó como creía, pues fue acusada de traición por parte de su abuelo, ese mismo que le profesaba tanto aprecio, y mandada a encerrar en uno de los calabozos que se hallaban en el subterráneo del castillo. Su único medio de contacto con el exterior fue William, su tío y primer Licántropo, pues era él quien le ayudó con sus mensajes para Aleksei.

     

    Gracias a la comunicación semanal que la pelirroja sostenía, a través de su tío, con su pareja, pudo enterarse de que éste planeaba enfrentarse a las fuerzas de la familia Corvinus para liberarla de su prisión, y poder comenzar con ella una nueva vida. Pero el día en que Erath mandó la que sería su última carta para evitar que aquello pasara, los guardias del castillo tomaron preso a William, con el consentimiento de su propio padre, quien llevaba tiempo espiándolo.

     

    Alexander tomó como prisionero al licántropo y pese a que no pudo sonsacarle más información de la que aquella carta tenía, le bastaba y sobraba para preverse del ataque que recibirían dentro de unos cuantos días. Por eso cuando llegó el momento, más de la mitad de los guerreros fallecieron en batalla, y el resto fue capturado para usarse según Alexander estimara conveniente, aunque sólo quisiera a uno en especial.

     

    A la mañana siguiente, la puerta metálica del subterráneo se abrió dando paso a un guardia que llevaba preso de manos a Aleksei, hasta una de sus celdas, junto a William y Erath. La joven al verlo no pudo hace más que exaltarse, no era justo que estuviera allí, ni él ni su tío. Pero eso no era todo, pues precedido de ellos entraron Alexander y Louis al lugar.

     

    Ese día fue el que más marcó la vida de la pelirroja, y que hasta ese entonces, pensaba que era el único que la había cambiado de forma irreversible. Louis y Alexander querían hacer pagar a Aleksei por el daño que había hecho no solo a su clan, si no a su mejor arma, y a la vez querían demostrarle a Erath quienes eran los que realmente mandaban allí.

     

    Horas más tarde, cuando ya comenzaba a oscurecer, el cuerpo del líder del clan licántropo, Aleksei, se hallaba inerte y quebrajado cual vidrio roto sobre la camilla de torturas del calabozo… y para peor, la sangre que lo había asesinado era la de la única vampiro que él llegó a amar.

     

    Aún no podía explicárselo, pero todo tenía claridad, ella siempre había sido un simple objeto de estudio; una vez que cumplió su cometido era hora de acabar con ella, tanto física como moralmente. Sin duda su estadía en el calabozo la mantenía anémica y raquítica, y ahora esto: obligarla a fuerza mayor a darle de su sangre al hombre que amaba. El cual al más mínimo contacto con ésta comenzó a agonizar de forma terrible.

     

    Los gruñidos de dolor se habían escuchado incluso en el primer piso del castillo, y las convulsiones de su cuerpo hacían estremecer a Erath, quien sin duda había muerto en vida. Después de aquel episodio, la Haughton dejó de contar los días para ser libre pues apenas sabía si era de día o de noche; sólo deseaba morir, morir de una vez, de hambre, de lo que fuera, ya no quería seguir existiendo y aborrecía su inmortalidad más que a cualquier otra cosa.

     

    Pasaron unos ocho meses y Marcus, el hijo mayor de Alexander, volvió de su tan largo viaje por el mundo, el cual había partido como la expansión de la raza vampírica. Su padre y Louis habían llegado a la misma conclusión el día en que el primer vampiro volvió a casa: Ese ya no era el Marcus que ellos conocían, y representaba una amenaza tan fuerte como William o Erath.

     

    Las dudas sobre los verdaderos ideales del vampiro se hacían cada vez más notorias, y sólo las comprobaron una mañana en que al ir a ver a los prisioneros de la familia, descubrieron que ya no estaban. Marcus los había liberado y de paso había escapado con ellos, quien sabe a dónde, lo cual significaba obviamente una terrible amenaza para la familia Corvinus, pues una vez que esto pasó, todos los clanes se alzaron contra ellos sin temor a morir en manos de Erath.

     

    El viaje de huída duró un mes y más, pues viajar desde Hungría a Londres no era cosa de minutos, menos en tren. Finalmente los hermanos y su sobrina se bajaron en la estación de trenes cercana a Ottery, aquella ciudad de magos que se mantenía casi en su totalidad al margen de los humanos. Obviamente el viaje no había sido en vano, pues tenía una razón de ser. Marcus se había contactado meses atrás con Mónica, pidiéndole el favor de que alojara a una sobrina que necesitaba ayuda urgente, sin explicarle que la misma era nada más y nada menos que una de sus hijas dadas por muerta.

     

    Pese a que Erath partió sola con rumbo al Castillo de la familia Haughton, Marcus y William emprendieron un viaje lejos del pasado, sabiendo que la pelirroja estaría más que bien en aquél lugar, y que sin duda se reencontraría con más de una persona que pertenecía a su pasado.

     

    El recibimiento fue bastante bueno por parte de su familia “adoptiva” y Erath entró a la academia de Magia y Hechicería, para formarse como la bruja de sangre pura que era. Dentro de la misma, y por influencias tanto de sus vivencias como de su familia, la joven tuvo una fuerte inclinación hacia el bando Mortífago, al cual pertenece últimamente, orgullosa de su rango dentro del mismo.

     

    Pero junto con conocer a Mónica, también conoció a su entorno, sus otras hijas adoptivas y su pareja, un licántropo al cual no podía siquiera soportar. Sakura, quien era una de las hijas “adoptivas” de la matriarca, se volvió una persona realmente familiar para Erath, quien a pesar de no conocerla sentía un fuerte lazo con ella que tomaría sentido más tarde.

     

    Y así fue, cuando después de la ceremonia de graduación de Sakura se dirigieron al Castillo de la familia Haughton, para seguir con la celebración, pese al ambiente hostil que generaban las constantes disputas entre Andrés y Erath. Bastaron apenas unos minutos de descuido de Mónica para que se desatara el caos.

     

    Andrés, quien no se llevaba –ni lleva- nada bien con Selim, fue hasta éste para terminar una disputa que llevaba meses sin acabar, dejando como resultado la transformación del Greyback a su forma de licántropo, el ataque y posterior mordedura a Erath y el ataque a Sakura, sin contar los daños que el castillo y Selim recibieron. Pero eso no era todo, pues al ser mordida en plena noche de luna llena, Erath pasó inmediatamente a ser un híbrido entra vampiro y licántropo, convirtiéndose esa misma noche.

     

    La joven perdió control sobre sí misma y atacó a varias personas que habitaban los terrenos de la familia, entre ellos varios elfos y la hija de Mónica, quien no estaría viviendo de no ser porque la matriarca intervino. Andrés había huido del castillo con una duda que lo consumía, pues al tener contacto con la sangre de la pelirroja y la de Sakura, había notado un claro parecido entre ambas, y que tenían a la vez una unión muy fuerte a la de su novia, Mónica.

     

    Después de los incidentes vividos por la familia, Selim pasó a cuidar a Erath, junto con Sakura, quien además se ausentaba cada cierto tiempo para salir del Castillo rumbo a otra parte. Pero en todo ese tiempo Mónica había permanecido sin saber nada de Andrés, hasta que éste la citó a un centro de reunión mortífago, lugar en donde nadie podría interrumpirlos, ni siquiera Selim.

     

    Fue allí en donde el Greyback le contó todo lo que había descubierto tras el ataque, haciendo que la Malfoy cayera en la incredulidad y luego en la cuenta de que si tenía razón. Ahora sólo faltaba que ambas hijas se enteraran de lo sucedido, cosa que se llevó a cabo en una reunión familiar programada por la misma Matriarca.

     

    Desde entonces Erath había tenido que enfrentar la verdad que la había abofeteado en la cara: primero su vida había dado un giro en 360º gracias al Greyback, por quien sentía un profundo resentimiento, ya que la había transformado en una de las cosas que la Haughton más detestaba; y además ahora se enteraba de que su madre jamás había muerto, de que esa unión que sentía por Sakura y por Mónica se debían a que ellas eran nada más y nada menos que su hermana sanguínea y su madre biológica.

     

    Todo aquello al final gatilló en el encierro de la híbrido, que duró meses. Necesitaba acostumbrarse a su nueva vida, a ver las cosas de otra forma y a aprender a controlarse, pues ahora sus instintos y deseos eran mucho más poderosos que antes. Ahora vivía realmente con una bestia dentro, con la cual debía lidiar día a día, tratando de proteger a los seres con los que había formado profundos vínculos, de sí misma.

     

    Finalmente después de mucho tiempo, la joven de ojos azul índigo volvió a salir a las calles de Ottery para retomar su vida; el encierro había sido suficiente, las dudas se habían dispersado y sólo le queda ahora una cosa por hacer: Servir a su bando y a sus intereses, hasta que la muerte se lo impida, cosa que se ve muy difícil.

     

    Pertenencias

     

    Objeto Magico Legendario: --

     

    Objetos Magicos:

     

    Objeto 1: Varita Mágica de sauce de 25 cm. de pluma de fénix.

    Clasificación: AA

    Puntos de poder: 20

     

    Objeto 2: -

    Clasificación: -

    Puntos de poder: -

     

    Mascotas y Criaturas:

     

    Criatura 1:-

    Clasificación:-

    Puntos de poder:-

     

    Criaturas en la Reserva:

     

    Criatura 1:-

    Clasificación:-

    Puntos de poder:-

     

    Elfos: --

     

     

    Licencias, Tasas, Registros

    Licencia de Aparición: Obtenida.

     

    Licencia de Vuelo de Escoba: --

     

    Registro de XXX: --

     

     

    Otros Datos

     

    Curiosidades:

    • Dado al ataque sufrido a manos de
    Andrés Greyback Crowley, la Haughton ahora es un Híbrido entre vampiro y licántropo.
    Sus ojos se tornan diferentes ya sea al beber sangre o cuando se encuentra en situaciones que llevan al máximo sus emociones; la esclerótica se vuelve de color negro y los iris toman un color índigo oscuro pero semi brillante, al tiempo que sus pupilas se dilatan.
    Su sangre es capaz de cristalizar y coagular la de alguien que la ingiera, si ésta persona no tiene sangre pura de vampiro o licantropo. La persona muere luego de horas de agonía y convulsiones; en el caso de los humanos, éstos mueren enseguida.
    Siente una extraña atracción hacia Selim*, el padrino de su madre. Se ha convertido en la protegida del vampiro al igual que siempre lo ha sido su madre.
    Tiene una marca con su nombre en su nuca, la cual fue creada por Alexander utilizando la antigua técnica de tatuar con un metal caliente la piel; la razón de ser de dicha marca era para identificar a la Haughton y poder encontrarla en caso de que decidiera escaparse.
    Siente un fuerte vínculo de cariño por Sakura y Mónica, quienes han pasado a ser las personas más importantes en su vida, por lo que trata de protegerlas y ayudarlas en lo que le es posible.

     

    Cronología de cargos:

    • 20/09/2012 se gradúa en la academia de magia y hechicería y asciende a unicornio de bronce.
    • 02/10/2012 ingresa como mortifaga base a la marca tenebrosa.
    • 08/11/2012 entra como empleada en el Departamento de Regulación y Control de Criaturas Mágicas, División de Seres, Duendes y Espiritus.
    • 09/01/2013 toma el cargo de profesora de Generales en la Academia de Magia y Hechizería.
    • 05/02/2013 es ascendida socialmente al rango Unicornios de Plata.
    • 24/02/2013 asciende a mortifago tempestad en La Marca Tenebrosa.

     

    Premios y reconocimientos:

    --

     

    Links de Interés Referentes al Personaje

     

    Link al Perfil de Comprador MM: --

    Link a Bóveda Personal: Bóveda N: 97624

    Link a Bóveda Trastera: --

    Link a Bóveda de Negocio: --

    Link a Bóveda Familiar 1: Bóveda Nº 84511 - Haughton

    Link a Bóveda Familiar 2: --

  25. Castillo de la Familia Haughton, habitación de Erath.

     

    Los rayos solares chocaron contra sus párpados de forma inesperada; apenas podía abrir los ojos para ver qué demonios era lo que estaba pasando. Ciertamente es que ya había perdido el hábito de levantarse temprano, y la batalla campal que ahora se llevaría a cabo en su dormitorio, no era más que la repetición de todos los medios días.

     

    -¿Qué pasa? –exclamó seria y molesta, viendo la difusa imagen de una criatura pequeña y menuda.- Nina… -musitó la pelirroja, lanzándole como podía una mirada de enojo.

     

    -¡No me mires así, niñita! –exclamó la elfa con su voz pitona, que resonaba como grititos en sus oídos. Desde aquella vez en que Erath perdió el conocimiento y sufrió su primera transformación, ella y Nina no se llevaban para nada bien, y era de esperarse, si la híbrido casi la había matado.- ¡Ya es hora de que se levante! ¡Usted tiene un trabajo que hacer señorita Haughton! –le espetó la elfa, casi furiosa, y alterada.

     

    -No me molestes… -siseó la pelirroja y arropándose en sus ropas se giró hacia el lado contrario de Nina, dándole la espalda.

     

    Enseguida la criatura cayó en una molestia que podría haber terminado con cualquiera, pero no con Erath, después de todo, aquella sirvienta le temía profundamente a la bestia con la que tenía que tratar todos los días. Seguramente la elfa se preguntaba a diario porqué Mónica no sacaba a la zángana que tenía por hija, del castillo.

     

    -¡Ush! –chilló la elfina y tomando las ropas de la cama con aquellas manitas, destapó por completo a la pelirroja, sin siquiera avisar.- ¡Levántese, tienes trabajo que hacer! ¡Lo ordenó la ama Mónica!

     

    -¡Hey! –exclamó la pelirroja sentándose en la cama, mientras buscaba taparse con una sábana el cuerpo desnudo. Pero cayó en la cuenta de que aquella criatura era mujer también, así que poco le importó.- Está bien, pero no chilles más por favor, eres peor que ambulancia, Nina… -susurró la Haughton levantándose de su cama lentamente, llevándose una mano a la cabeza.

     

    La noche anterior se había ido de fiesta sola, claro que en el camino siempre encontraba con quien divertirse; y ahora se encontraba con una resaca terrible, no recordaba si el alcohol había provocado estragos ni nada, ya poco le importaba matar muggles e impuros, ella sólo quería alimentarse, disfrutar…

     

    Sin más que decirle a la elfina, la joven de cuerpo esbelto se dirigió al baño, saliendo desnuda de su habitación. Lo había olvidado por completo, y es que con tanto dolor de cabeza y deseos de agua, no cabía espacio para preocuparse por la bata. Nina gruñió de rabia y tomó la bata de la híbrido, llevándosela al baño, una vez que ésta se hubo instalado.

     

    -¡No te olvides que existe la ropa!... que irrespetuosa. –exclamó la elfa con rabia y salió del baño al resto de sus deberes.

     

    ~~~~**~~~~

     

    Ministerio de Magia, Dpto de Control y Regulación de Criaturas Mágicas. División de Seres, duendes y espíritus.

     

    El sonido de los tacos de sus zapatos se hizo notar en un eco que parecía ser interminable, mientras se encaminaba a su lugar de trabajo. Casi había olvidado el camino de llegada, después de tanto tiempo en ausencia; pero no, lo recordaba tal cual como estaba, pues Erath jamás olvidaba cosas importantes.

     

    A sus costados ondeaban las puntas de su capa negra de viaje que tanto atesoraba, pues tenía un parecido muy grande con la capa que se colocaba cada vez que su bando la llamaba a luchar en una causa común contra los que no hacían más que deteriorar Ottery. La capucha le tapaba hasta la nariz, dejando ver únicamente sus delineados y no tan carnosos labios, aunque resaltados por su labial de color rojo.

     

    Se paró unos centímetros antes de entrar a la oficina, y dejó escapar un leve suspiro de sus labios; realmente esperaba que no le dieran la noticia de que ya no trabajaría más allí, pero si era así, al menos tendría más tiempo para seguir viviendo de holgazana en el castillo de los Haughton. Entonces sin más comenzó a caminar a la puerta, abriéndola para entrar en la oficina. Se quedó parada allí, observando el lugar mientras se quitaba la capucha del rostro, para dejar al descubierto su identidad. Sintió el peso de tantas semanas de trabajo ausente sobre su cubíc***, pero pese a todo extrañaba eso, estar allí, ayudar. Eso le encantaba.

     

    -Vaya, vaya… miren quien apareció… -exclamó la malhumorada Zamira, quien en ese instante había dejado de lado su revista de la actualidad del mundo muggle, para no dejar pasar la entrada disimulada de Erath.

     

    -Hola para ti también Zamira –le espetó la pelirroja con molestia, desde que era híbrido no soportaba la idiotez ajena, por eso se soportaba muy poco a sí misma en algunas ocasiones.- ¿Me extrañaste, linda? –su tono sarcástico era más que notorio, mientras sus ojos se clavaban en los de la secretaria, casi como asesinándola con la mirada.

     

    -¡Ja! No te creas la empleada del año para ser extrañada… -le respondió con sorna la mujer- tampoco es que tu ausencia nos hubiera dejado perplejos. –sentenció y volvió la vista a su revista.

     

    -Tienes razón… Seguramente tu si lo eres, con ese trabajo tan pesado de leer chismes de sangres sucia… -levantó una ceja observando lo que leía, ese asco que sentía por los de su clase se hizo notorio en su gesto.

     

    -Como digas. –Culminó la mujer.- tienes trabajo que hacer, te aconsejo que le eches un vistazo a tú cubíc***, y luego vayas a ver al nuevo jefe –le sugirió Zamira, sonriendo con esa maliciosa chismosa tan característica de ella.

     

    Erath sólo se limitó a negar con la cabeza, resignada a que esa mujer jamás cambiaría. Aunque después de todo había extrañado verla, pese a que ese sentimiento se había esfumado apenas la vio en su escritorio. Sin más se dirigió a su cubíc***, el cual estaba lleno de papeles, que seguramente algún día no muy distante leería, pero no en ese momento. Se quitó la capa y la dejó en el respaldo de la silla acolchada que le servía de asiento para su escritorio.

     

    Fue así como la vestimenta de Erath, un tanto muggle por lo cierto, se dejaba ver. Llevaba puesta una blusa de color rojo fuego, tal cual como su pelo, la cual estaba desabrochada hasta el segundo botón de la misma, dejando ver su escote; llevaba también una falda de tela, especial para usar en ocasiones formarles, que se ceñía perfectamente a las curvas de sus muslos y piernas y que llegaba hasta cinco dedos más arriba de sus rodillas. Cuando terminó de acomodar su capa y el resto de las cosas en su escritorio, notó la presencia de un pequeño pergamino, el cual tomó y leyó.

     

    Aquella nota pedía la imperiosa e inmediata asistencia de todos los empleados de la división, en la oficina de la misma, por lo que sin más la pelirroja dejó el pergamino sobre el escritorio y se encaminó a la oficina. Al llegar notó a Franko, su viejo compañero de trabajo, sentado en el asiento que le correspondía habitualmente al jefe de la división, y pudo entenderlo todo sin necesidad de explicación.

     

    -Hola Franko, tanto tiempo –le saludó cordialmente, haciendo una reverencia de cabeza; esperaba que no la regañara por su ausencia, así que se apresuró a hablar enseguida.- Felicidades, por cierto, el cargo te queda bastante bien. –la pelirroja sonrió amablemente y esperó a que el resto de sus compañeros llegara, mientras ella se apoyaba en una de las paredes de la oficina, observando el lugar y a las personas que entraban en la habitación, de forma silenciosa, pero expectante.

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