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~Erath Anarion~

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Mensajes publicados por ~Erath Anarion~

  1. Ya habían entrado al lugar cuando una tarea se le encomendó a la pelirroja, y aunque no le agradaba mucho la idea, ella haría lo necesario por su bando y los que estaban en él. Así que rápidamente recibió la varita de Andy Greyback y se dirigió a buscarlo.

     

    -Allí estás... -siseó mirando al joven licántropo tirado en el piso de su celda, y amarrado por las cadenas.

     

    Respiró profundo y apuntó con su varita propia a la cerradura de la puerta de aquella celda.

     

    -Alohomora -susurró haciendo que el seguro saliera y la puerta se abriera lentamente.

     

    Luego dio unos pasos hacia él, entrando levemente en la celda y apuntó a aquellas cadenas que lo detenían e inmovilizaban.

     

    -Evanesco -volvió a susurrar para dejarlo libre se sus ataduras.- aquí está tú varita, ten -dijo sacando la varita de un bolsillo interno de su capucha, para extendérsela.- vamos, tienes que salir de aquí. -luego le extendió una mano para ayudarle a ponerse de pie.

     

    Una vez que se incorporó la pelirroja sólo le hizo un gesto con la cabeza para salir de allí, no sin antes cerciorarse de que no había nadie que pudiera detenerlos. Comenzaron a caminar a paso rápido hasta llegar junto con los demás mortífagos que se hallaban congregados ya dentro de la prisión.

     

    -Listo, ahora si estás a salvo. -finalizó la pelirroja mirándolo para luego volver la vista al frente, preparándose para hacer las defensas necesarias.

  2. La respiración entrecortada de aquel niño la podía sentir en su oído, mientras la sonrisa maliciosa se esbozaba en sus labios, pero sin articular palabra. Aquel olor a sangre era tan sutil, tan embriagador que no podía parar de beberlo ni un solo segundo, pero sabía que en algún momento llegaría el límite.

     

    El líquido carmesí recorría su lengua, su paladar, su garganta; era como un placer que quemaba a cada centímetro su interior y que la dejaba extasiada, preparada para pasar una noche de placeres inolvidables. De pronto un dolor punzante en su antebrazo izquierdo le interrumpió sus labores, haciendo que se separara del cuerpo agonizante de aquel niño de no más de 10 años, para luego posar sus orbes color índigo intenso sobre el tatuaje.

     

    -Pasó algo... -siseó para si mientras con su lengua limpiábase la comisura de sus labios.- De todas formas ya casi acababa -volvió a decir en voz baja mirando al pequeño retorcerse de dolor en el suelo húmedo de las calles de Ottery.

     

    Entonces con su diestra tomó la varita que aguardaba dentro de la liga de su panty, bajo su vestido de noche corto, y la posó sobre el tatuaje para luego dirigirse al lugar en donde la necesitaban. Cuando llegó notó que se encontraba en las montañas de Alaska y junto a ella estaban congregados varios de sus compañeros de bando, por lo que significaba una cosa: era un rescate.

     

    En el viaje de ida a aquel lugar, su máscara de plata había aparecido sobre su rostro, de manera que ahora quedaría irreconocible al menos por los odefos, pues sus compañeros si lograrían conocerla. Luego de una reverencia simple con la cabeza a sus los presentes de su bando, sus orbes se posaron en las acciones que Evarela y Spectum realizaban para derrocar las defensas de los protectores de la cárcel Abbadon.

     

    -No son suficientes sus defensas para impedir que entremos... -siseó para si mirando la situación. Su voz se había agravado producto de la sangre, y sus ojos color índigo se habían acentuado, por lo que su sola presencia dejaba un poco sorprendido a quien le viera.

  3. Todo estaba en sombras desde hacía un buen rato ya; la mente de la Haughton divagaba por los rincones más inhóspitos de su consciencia, pues pese a estar desmayada no había perdido completamente el sentido de saberse presente en aquel lugar.

     

    Podía escuchar las voces de otras personas, pero muy a lo lejos, y a penas entendía lo que querían decir, era como si le hubiesen tapado los oídos y cubierto los ojos, pues no tenía fuerzas para ver nada; se sentía prisionera de sus sentidos mientras luchaba por no desvanecerse a causa del dolor.

     

    La respiración de la pelirroja era entrecortada pues a cada minuto que pasaba, aquella sustancia que la cubría se iba apoderando de su cuerpo, podía sentirla moviéndose por su sangre, por su piel, por sus poros. Definitivamente jamás se había sentido así, tan débil y esperaba que al despertar aún estuviera aquel fantasma por allí, porque no se quedaría tranquila.

     

    Sintió que podía abrir los ojos, y pronto se vio sobre una camilla de color blanco perfecto. Tras ella un ventanal que dejaba la luz al sol, sol que odiaba completamente; de pronto sintió los pasos de alguien venir, seguramente la enfermera que se encargaría de curarla, así que levantó su cabeza como pudo, pues apenas podía moverse, para divisar a aquella persona.

     

    -Ha despertado... -susurró la voz de un hombre ya maduro y entonces Erath supo de quien se trataba.

     

    -¿Qué haces tú aquí...? -sus párpados se abrieron de golpe, y enseguida un temblor y un frío inmenso debido al temor invadió su cuerpo.- Vete, este no es lugar para un loco maniático -le espetó intentando parecer fría y fuerte.

     

    -¿Así es como tratas al hombre que te ha estado cuidando todo éste tiempo? qué mal agradecida -respondió él con burla mientras se acercaba.

     

    -Aléjate -la pelirroja retrocedía en su camilla, no quería siquiera escuchar su voz- sal de aquí, ésto no es real.

     

    -Oh pero si la realidad es un término tan banal mi querida nieta, como el bien y el mal, la realidad varía... Y ésta es tu realidad ahora. -los ojos del hombre reflejaban esa locura y maldad.

     

    -¡No! sal de aquí ¡Ya vete! -gritó de pronto la pelirroja mientras se ponía de pie de su camilla como podía.

     

    Obviamente esa había sido su peor idea, pues apenas se puso de pie sobre el suelo cayó de bruces a éste. Pudo divisar como una jeringa rodaba por el piso hasta llegar a su lado, ésta tenía en su interior apenas unas gotas pues al parecer ya había sido usada; Erath se puso de pie lentamente y miró a Alexander desafiantemente con la jeringa en mano.

     

    -Te mataré si te acercas. -dijo con frialdad, pero su mirada se desvió a lo que había sobre la camilla ahora.

     

    Notoriamente todo el ambiente había cambiado y ahora se encontraba en el sótano de su antiguo hogar, presenciando la muerte del único hombre al que había amado. Su rostro reflejó una profunda frustración y sintió que el mundo se le venía encima, tal como aquella vez hace un buen tiempo atrás.

     

    -Sálvame... -exclamó el chico que lentamente se convertía en piedra mientras estiraba una mano hacia ella, para tomar su blusa.- Tú me hiciste esto...

     

    La pelirroja no podía reaccionar, más las lágrimas le corrían por las mejillas como si fuera una niña pequeña; entonces sintió las risas de Alexander y Louis, éste último se hallaba ahora allí también.

     

    -¡Ya déjenme! ¡Déjenme! -gritó desesperada la vampiro- ¡Salgan de mi mente de una buena vez! ¡Váyanse! -sus manos ahora se posaban sobre su cabeza, presionándola con fuerza para no escucharlos reír a ellos dos, ni escuchar como su novio agonizaba sobre aquella camilla que ahora era de metal.

     

    De un momento a otro aquella mano sobre su blusa comenzó a presionar su torso, para subir a su cuello y tomarla por éste mientras la acercaba al cuerpo de Azathot.

     

    -¿Crees que puedes olvidarme así de fácil? -le espetó él- te será imposible... te será imposible porque yo soy tú, y tú eres mi vivo reflejo... No puedes escapar de ti misma. -Ahora el rostro del joven se transformaba en el de su abuelo- no puedes olvidar tú pasado, porque es por él tu presente...

     

    -¡Suéltame! -volvió a gritar Erath tratando de soltarse, mientras sentía como la mano comenzaba a asfixiarla y ya no podía articular palabra.

     

    -Jamás te dejaré ir, tú vienes conmigo. -finalizó el hombre.

     

    Entonces abrió sus fauces cuál serpiente y se la llevó a la boca. Erath pudo vivir la sensación de ser absorbida, de estar muerta, de ser aplastada lentamente; se sentía pequeña y asustada, quería gritar, gritar una y otra vez.

     

    ~~~~**~~~~

     

    El grito desesperado y lancinante resonó en el ascensor, mientras la pelirroja se llevaba con desesperación una de sus manos a la herida en su torso. No había abierto los ojos pues no podía, se sentía presa de esa oscuridad y del dolor que aquella visión causada por la fiebre le había provocado. Parecía que estaba nuevamente consciente de todo, pero aún así se sentía débil y no entendía como la voz y el movimiento de su brazo había sido realizado.

     

    Su respiración se agitaba más ahora y no podía ignorar su acelerado corazón; parecía que en cualquier momento su cuerpo explotaba en fiebre ¿Era posible que un vampiro tuviera esa sensación tan humana? pensó para si mientras intentaba despertar.

     

    Las voces afuera seguían tan distantes como antes pero ahora cada vez se alejaban más ¿Estaba muriendo? lo dudaba pues solo había una forma de matarla, y nadie había concurrido a ella, aunque en esos momentos lo deseaba con todas sus fuerzas. Entonces un último respiro escapó de sus labios entre abiertos y su gesto de dolor se contuvo frío e infinito. Su mano cayó a su costado y su cabeza se soltó, mientras su mente y sus sentidos se esfumaban, ni siquiera podía tener pesadillas ahora, parecía que realmente había muerto, aunque aún podía escuchar a su débil músculo palpitar muy pausada e inaudiblemente.

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  4. -Si me disculpan un momento -dijo a los presentes en la oficina de su jefa- debo ir a ver como sigue Candela con su registro. -se despidió con una reverencia de cabeza y salió.

     

    Apenas llegó afuera notó como Candela esperaba por alguien a quien entregarle el formulario de registro de raza, por lo que se lo recibió con amabilidad y lo leyó en unos segundos.

     

    -Bien, lo revisaré en cuanto puedo y te haré llegar el formulario aprobado o no, ¿te parece? -dijo con tranquilidad mientras se dirigía a su escritorio.

     

    No pasó mucho tiempo hasta que algo extraño se sintió en el ambiente, un aroma a muerte rondaba los pasillos y traspasaba incluso la carne humana de los allí presentes; un mal se agitaba y pronto llegaría hasta allí. La vampiro llevó su diestra a la varita pero antes de poder hacer nada notó como un aura espectral proveniente de un fantasma recién llegado la envolvía y la acorralaba contra la pared.

     

    Erath ni siquiera cerró los ojos, pues sus orbes con un gesto desafiante se posaron en las cuencas vacías de aquel individuo, conocido como Jack el Destripador. Una pequeña risa se escapó de sus labios con amargura, sabía su final, pues estos seres no podían ser combatidos por magia ordinaria.

     

    -No encontrarás terror en mis facciones, no le temo a la muerte, menos proporcionada por un ser tan efímero como un fantasma -le espetó con ese gesto desafiante aún plasmado en el rostro.

     

    Pero a él pareció no inmutarlo, porque apenas pudo penetró la piel de la joven con el puñal, haciendo que una electricidad de gran magnitud se esparciera por la el torrente sanguíneo de ella haciendo que temblara como una niña frágil, mientras de sus labios se escapaba un quejido de dolor profundo. Luego de ello cayó desmayada al piso, viendo apenas como aquel fantasma se alejaba.

     

    Irónicamente la había matado con solo tocarla, y pocos hombres lograban eso. Una lástima que durara tan poco.

     

    ~~~~**~~~~

     

    Candela:

    Tú registro está en buenas condiciones salvo por un problema, que es el siguiente: No puedes tener la posesión de ningún tipo de ser, ya que corresponde a los poderes otorgados al Diario de Ryddle: “otorgará un poder relacionado con la posesión de seres vivos.”; No puedes tener la fuerza porque corresponde a un poder dado por la Varita de Sauco: “quien posea esta varita, detentará un poder relacionado con la fuerza y la capacidad de ser invencible (salvo en duelos y asaltos) y de utilizar la varita en todas sus aplicaciones.”

     

    Con respecto a la Rapidez y la Agilidad no hay problema. Entonces ¿Prefieres cambiar esos poderes o simplemente dejarlos nulos para proceder con la aprobación del registro? Espero tú respuesta.

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  5. Erath apenas había notado la llegada de dos personas a la oficina, en busca de la posibilidad de poder registrar unas cuantas cosas; si bien se sentía nerviosa por ser la primera vez que atendería a alguien miró a Franko y asintió suavemente con la cabeza, dirigiéndose en primer lugar a Candela, a quien ya conocía de antes, pero apenas de pasada.

     

    -Hola Zamira, gracias por atenderla a tiempo -dijo la pelirroja saludando con una reverencia de cabeza a la secretaria.- Buenas para ti Candela -sus orbes se posaron en ella de forma calmada y con una sonrisa pequeña en los labios.- Como bien dijo Zamira, necesitamos saber a cuál raza quieres registrar para darte el formulario correcto. -hablaba mientras miraba como la secretaria le extendía el formulario para el registro de Elfos.- Apenas tengas el formulario para registro de razas me avisas, yo lo revisaré enseguida y estaré en contacto contigo ¿Te parece?

     

    Espero a que la joven asintiera y con una sonrisa observó a otra chica que llegaba, Laimi, mientras se encaminaba a recibir uno de los avioncitos de papel que habían entrado en el Departamento. Entonces se volteó rápidamente a Zamira quien se dirigía a ellos para hacerle entrega de los formularios anteriormente entregados por Laimi para ser aprobados. Entonces Meri pareció querer registrarlos enseguida, así Erath podría seguir con lo de Candela tranquilamente.

     

    Volvió con Zamira para recibir los formularios de la chica, en donde registraba a sus elfos y luego ir a un escritorio para revisarlos y aprobarlos en caso de que estuvieran en orden. Luego de que ya los había revisado se los entregó a la joven quien aún llenaba el formulario de registro para razas.

     

    -Cuando termines el registro de razas se lo dejas a Zamira por favor, yo ahora tengo una reunión con mi jefa, pero ya vengo. Apenas puedo apruebo tú registro. -dijo mientras se despedía con una ligera reverencia de cabeza para luego entrar en la oficina de Lyra.

     

    Finalmente entró en la oficina de su jefa bastante preocupada, allí ya se encontraban Franko y Meri, y otra chica más que a ella le parecía conocida.

     

    -Buenas, mi nombre es Erath -le saludó con cortesía.- ¿Pasa algo? -preguntó mientras miraba a los presentes uno por uno.

     

     

    ~~~~**~~~~

     

    Aprobado elfo doméstico Miss, para negocio La Mazmorra. Registrado por Candela Triviani.

    Aprobado elfo doméstico Rod, para negocio La Mazmorra. Registrado por Candela Triviani.

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  6. Ya parecía que no había nada más que hacer, además de que debía organizar algunas cosas para una fiesta, así que sin más se arregló la túnica y la máscara y guardó su varita para dirigirse a la salida de la prisión.

     

    -Espero que lo logren -murmuró para si mientras caminaba por los pasillos a paso calmado.

     

    Entonces luego de unos minutos la pelirroja desapareció de los terrenos tenebrosos de la prisión Nurmengard para dirigirse ahora a algo quizás tan importante como ésto.

  7. La zancadilla no duraría mucho en la vampiro pues esta terminó rápidamente con el efecto de dicho hechizo.

     

    -Finite incantatem. -siseó apuntándose a los pies, aquel lazo mágico desapareció enseguida.

     

    Entonces su varita se volvió al pecho del joven que con tanto ímpetu defendía el bando podrido.

     

    -Sectusempra -dijo mientras el rayo salía de su varita para dirigirse al pecho de él. Si éste le daba le provocaría grandes y profundas heridas en la piel, y si no se curaba podría incluso morir.

  8. Ya habían llegado bastantes odefos así que era hora de fijar su mirada en alguno que la pudiera entretener por un rato.

     

    -Silencius -exclamó apuntando a Jank, para que no pudiera hablar ningún hechizo, si no más le quedaba pensarlos.

     

    -Oppugno -dijo apuntando a la pantera que recientemente el odefo había creado.- Mátalo -siseó enviando a aquella bestia contra su anterior dueño.

     

    La pelirroja sonrió fríamente pero esa sonrisa fue invisible a los ojos de aquél hombre debido a la máscara que llevaba puesta en el rostro.

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  9. Las defensas debían ser prioridad en el momento, ya que al menos repelerían uno que otro ataque de esos seres indeseables.

     

    -Morphos -dijo apuntando a un estante para que éste se transformara en un tigre blanco.- defiéndeme y ataca si es necesario. -le ordenó secamente.

     

    -Morphos -volvió a decir mientras esta vez apuntaba a una mesa junto a lo que antes era el estante. Aquel mueble se transformó en un puma negro adulto que se posicionó junto al tigre, frente a la chica.- defiéndeme y mátalos a todos si es necesario.

     

    Le tocaba esperar a que esos sucios seres de la “luz” decidieran comenzar con el espectaculos de fuegos artificiales baratos que siempre daban y que no hacían más que dejar en claro cuan bajo estaban de los mortífagos, quienes jamás serían superados por unas gallinas como ellos.

  10. Una noche más era interrumpida a causa de esos malditos pollos, como los odiaba. Cerró los ojos profundamente y se colocó aquel traje que anunciaba una sola cosa: debía defender o atacar algún lugar que pertenecía al bando oscuro. En su ante brazo izquierdo punzaba aquel tatuaje por lo que la vampiro lo observó detenidamente, para luego desaparecer a su destino.

     

    Cuando llegó ya habían allí varios de sus compañeros y compañeras de bando dispuestos a morir defendiendo las paredes e interiores de la prisión mortífaga Nurmengard.

     

    -¿No se cansan de perder el tiempo?... dan pena. -siseó en voz alta, haciendo un gesto de asco que no se pudo ver a causa de la máscara plateada con diseños de calavera de halloween que tenía puesta.

     

    Sus ojos fríos esperaban la llegada de esos seres inferiores que no hacían más que molestar como plagas a los mortífagos, aunque se supiesen inferiores, tenían esas ansias ridículas de querer salvar el mundo de algo que a la vez protegía al mismo de la plaga que esos odefos eran.

     

    Su varita se sostenía casi sola entre los dedos finos y largos de la Haughton, quien con suma elegancia jugueteaba con ésta mientras observaba con frialdad la entrada de la prisión, esperando a que siquiera deseasen entrar en ella pues recibirían una bienvenida que daban como de costumbre los mortífagos a los odefos. Les esperaba la muerte a todos aquellos que quisieran desafiar la fuerza de los verdugos que ejecutaban el destino de los sangre sucia.

  11. Justo un rato después de que Meri y Erath entraran a la oficina llegaron dos compañeros de trabajo, una chica que era tan nueva como las dos ya presentes, y un chico que ya se manejaba bastante bien en el tema. La vampiro saludó a ambos de forma cortes, recibiendo sus respuestas de la misma manera; fue entonces cuando la jefa pidió los formularios, los cuales no tenían, y si los tenían no estaban completos.

     

    Lyra le devolvió casi enseguida el registro a Erath, ya que ella aún no lo había terminado. Aunque notaba que eso no la había disgustado ni nada, la pelirroja pensaba que cuando tuviera el tiempo comenzaría a llenar lo que le faltaba. Finalmente la jefa les indicó que podían seguir con su trabajo, y si es que tenían alguna duda le consultasen sin mayores problemas, ya que ella los atendería bien; por otro lado dijo que los registros de Demonios y Vampiros aún debían ser aprobados por ella, aunque los de Lobos y Gigantes no, pues no tenían esa necesidad.

     

    La Haughton escuchó las palabras de Franko y sonrió fríamente, pues le hacía gracia el hecho de que él quisiera encargarse de las nuevas empleadas a partir de ahora. Se puso de pie, no sin antes hacerle una leve reverencia con la cabeza a Katara, y salió a paso calmado de la oficina de su jefa acompañada de los otros empleados

     

    Una vez afuera el pelirubio tomó la palabra, ofreciéndole ayuda a las tres cada vez que lo necesitaran.

     

    -Gracias -siseó la pelirroja con una leve y fría sonrisa en sus labios.- cualquier cosa te avisaré... aunque ahora tengo una duda. -agregó ella.- ¿Sólo espero a que llegue alguien a la oficina? ¿O hay algo más que pueda hacer aquí?

     

    La vampiro esperó la respuesta de su compañero en silencio y mirándolo con atención, aunque también observando cada cosa que allí dentro había.

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  12. Vengo a disculparme con la tía Evarela :C se me olvida rellenar xDD.

    Por otro lado vengo al fin con mi primer prisionero *O* estoy feliz de poder torturar a alguien jojo xD

    En fin, dejo aquí la cosita xD

     

    Nombre de la Sombra (Mortifago): Erath Anarion.

    Actividad: Dejando a un prisionero en su celda.

    Prisionero: Paú Gryffindor.

    Resultado: Está encadenada y esperando por la tortura.

    Fecha: 15/11//2012

     

    Qué emoción *-* xD espero que así se ponga *-*

    Lisa, lo postié enseguida ññ xD

    Hasta pronto!

  13. La noche de guardia había sido bastante calmada, razón por la cual la Haughton había dejado sus labores para concentrarse en otros. A las pocas horas de salir de la prisión, volvió aparecer en ella, pero ésta vez no venía sola pues se hallaba acompañada de dos personas: una de ellas era Paú Gryffindor y la otra Andy Greyback.

     

    La pelirroja enmascarada soltó al hombre de inmediato, pues aún sentía una cierta desconfianza para con él. Luego de despedirse con una leve reverencia de su cabeza tomó a la Gryffindor del hombro y la encaminó por los pasillos hasta llegar a la celda que le tocaría.

     

    -Ya llegamos a tu suite querida. -dijo la mortífaga con una ironía bastante notoria.

     

    No perdió tiempo y tomó las cadenas que se enganchaban en la pared trasera y que reposaban sobre el suelo, para luego colocárselas a ella en las extremidades superiores, de forma tirante. Ésto lograría que sus brazos terminaran sufriendo graves consecuencias a causa de la tensión constante ejercida por las cadenas en sus hombros.

     

    Acto seguido la mortífaga se paró frente a la fenixiana con una sonrisa bastante burlona, la cual ella no podía ver a causa de la máscara, pero aún así el gesto se dibujaba en sus ojos color índigo, dando a entender el asco y la burla que aquella mujer en deplorables condiciones le provocaba.

  14. La vampiro sonrió levemente cuando escuchó a su jefa decir que en aquel trabajo conseguiría varios de los puntos que ella requería para hacer un buen trabajo, pero solo se limitó a guardar silencio esperando a que la otra chica respondiera. Una vez que ésta lo hizo Katara le dijo unas cuantas palabras y luego le dio la entrada a otro de sus empleados, un chico llamado Franko.

     

    -Buenas, es un placer, me llamo Erath -dijo la pelirroja con cordialidad al tempo que hacía una reverencia con su cabeza y luego volvía la cabeza hacia su jefa, quien les daba un pergamino con un comunicado a cada uno de los presentes.- entiendo, lo leeré para tener más conocimiento de ello -decía mientras tomaba la hoja y la desplegaba de manera que pudiera leerla.

     

    La bruja dio unas cuantas indicaciones sobre las habilidades que se puede o no tener según el Ministerio, y aunque a la Haughton le sorprendió bastante cuantas restricciones habían puesto, no dijo nada y solo asintió con su cabeza en son de acuerdo. Lyra pidió que le entregaran los registros de cada empleado así que Erath extendió el suyo que aún no estaba terminado.

     

    -Disculpa pero aún no lo termino por completo... -musitó ella para que solo su jefa la escuchara.

     

    Entonces la bruja le extendió otro papel en donde estaba el nuevo formato en el que sería entregado el registro una vez aceptado, así que Erath lo miró y revisó por unos minutos y luego lo devolvió a la mujer.

     

    -Entiendo, entendí pero de todas formas me es más cómodo, no desearía equivocarme en un registro. -dijo mientras observaba a sus compañeros de trabajo con detenimiento.

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  15. Luego de salir de una celda bastante aburrida decidió dar un paseo por los pisos de Nurmengar para cerciorarse de que todo estuviera en orden, pues no quería que algún pollo asqueroso interrumpiera las labores que allí se llevaban a cabo.

     

    -Todo parece en orden... -dijo para si mientras iba mirando cada celda, notando que algunas estaban vacías y otras no.- pero el trabajo se ha hecho de forma correcta -volvió a hablar.

     

    Algo que le gustaba del bando era la buena organización que dentro de él había, y como se buscaba sacar el mayor provecho de cada oportunidad para favorecerlo. Con un movimiento suave de su mano izquierda sacó de dentro de un bolsillo interno en su capa una botella mediana que contenía su alimento, el cual observó detenidamente; era una lástima que no pudiera beberla ahora debido a la máscara que llevaba puesta.

     

    Lo volvió a guardar y siguió paseando por los pasillos de la oscura y elegante prisión mortífaga.

  16. Una sonrisa se formó nuevamente en los labios de la vampiro quien volvía a posar sus orbes color índigo sobre el licántropo.

     

    -Pues no es a mi a quien debes preguntarle, si no a la festejada y a su madre ¿No crees? -dijo con tono un tanto arrogante y burlón mientras una de sus cejas se subía suavemente.- son ellas las que deben decidir a donde ir, yo por mi parte, estoy de acuerdo con ir a la Haughton, pero si nos quieres enseñar tu... -antes de terminar la frase se tomó su tiempo para encontrar una palabra que definiera aquel lugar, una palabra que no ofendiera al perro y que mucho menos provocara problemas- ... casa, a mi no me causa la menor molestia.

     

    Cuando terminó de hablar se volvió hacia una mesa para tomar de ella algún caramelo y llevárselo calmadamente a la boca, mientras esperaba la opinión de su madre adoptiva y su media hermana.

  17. Cuando Erath llegó a la oficina de su nueva jefa Lyra, al rato notó como otra chica que ya conocía gracias a su actividad dentro de su bando hacía acto de presencia allí. La Haughton no hizo más que saludarla con una pequeña reverencia de su cabeza para luego tomar asiento en las respectivas sillas que la Ryddleturn les había designado.

     

    Entonces Katara comenzó con unas cuantas preguntas que seguramente le servirían para ver el nivel de las dos nuevas empleadas y a su vez, ver cuan comprometidas estarían con el nuevo trabajo.

     

    -Bueno, en mi caso, yo soy un vampiro y viví con ellos toda mi vida, así como con licántropos -al decir esa última palabra un dejo de asco se formó en sus labios, pero luego volvió su semblante serio y tranquilo.- demonios... si conozco uno, pero jamás me he enfrentado a ellos realmente; en cuanto a fantasmas, pocas veces me los he topado y con elfos si he tratado en el Castillo Haughton, aunque uno que me sirva a mi personalmente no tengo. -cuando finalizó se aclaró suavemente la voz para luego volver a hablar.- Pues lo que espero de esta oficina sinceramente, es tener un lugar de trabajo estable, llevarme lo más ameno posible con mis compañeros y contigo y hacer bien mi trabajo. -siseó con la misma calma de antes.

     

    Luego se acomodó en el asiento y comenzó a jugar con sus rizos pelirrojos mientras escuchaba la respuesta de la otra chica. Su semblante frío no había cambiado, pero trataba de ser lo más amable posible.

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  18. Después de una larga postulación y una larga espera, por fin la joven Haughton había sido aceptada como empleada en el Ministerio de Magia, exactamente en el Departamento de Regulación y control de criaturas mágicas. Para su sorpresa se había dado cuenta de que su oficina designada era la de Duendes, Seres y Espíritus aunque eso no le causaba molestia alguna, pues la pelirroja deseaba trabajar en lo que fuera, que disminuyera un poco los gastos que su madre debía hacer mensualmente por ella.

     

    -Hoy es un día muy importante, ¿no es así señorita Erath? -dijo Nina, la elfina de su madre.

     

    -Así es Nina -respondió la joven con calma mientras buscaba en su armario algo con qué vestirse.

     

    -Creo que es por eso que su madre me ha pedido darle ésto. -la voz pitona de la criatura volvió a resonar en lo oídos de la vampiro.

     

    Entonces Erath se volteó con curiosidad para mirar su cama y ver como Nina depositaba sobre ésta unas cuantas prendas.

     

    -Oh... no había pensado en ese detalle... -musitó la joven mientras se acercaba a la cama.

     

    -Si bueno, la ama Mónica piensa en todo señorita, y pensó que sería bueno una presentación como ésta para su primer día de trabajo. -la elfina sonreía abiertamente mientras la miraba.- bueno, debo seguir con mis labores.

     

    -Ah si, tranquila, ve y muchas gracias Nina -la pelirroja le devolvió una corta sonrisa mientras la veía desaparecer.

     

    Luego cuando ya se hallaba lista, decidió mirarse en el espejo para garantizar que todo estuviera bien, y se sintió bastante orgullosa de si al notar que todo estaba mucho mejor de lo que podría; de pronto sus ojos no pudieron evitar posarse sobre su reflejo, exactamente en su pecho, en donde reposaba la joya que su media hermana le había obsequiado el día de la graduación. Luego se acomodó el cabello pelirrojo y rizado sobre su espaldas, dejando caer en sus hombros apenas uncos cuantos mechones, y cerró los ojos pensando en el Departamento al que debía ir, desapareciendo de su habitación.

     

    Cuando llegó al Ministerio se apresuró a tomar el primer elevador que le llevara al cuarto piso, sintiendo la mirada extrañada de los allí presentes, ya que sólo una vez antes había estado en aquel lugar. Al llegar arriba el taconar de sus botines se dejaba escuchar bajo el murmullo de los presentes mientras ella se acercaba al departamento, y el susurro de su capa de viaje negra al ondear apenas era audible.

     

    Aquella capa cubría su cuerpo hasta un poco más arriba de la rodilla, dejando sin vista parcialmente las prendas que usaba abajo, que eran: una blusa que entallaba perfectamente sus curvas, y una falda que se amoldaba elegantemente a las formas de sus piernas y glúteos, y que le llegaba unos cinco o seis dedos sobre la rodilla, dejando ver sus descubiertas y bellas piernas, ya que para ésta ocasión había decidido no cubrirlas con nada.

     

    Cuando entró pudo ver el ajetreo inmenso que había en el lugar, cosa que era casi sorprendente, ahora se preguntaba si de verdad quería pasar horas de su vida trabajando allí. Claro que la respuesta era obvia, prefería trabajar y hacer algo productivo que vivir siendo una vagabunda. Frente a ella pasó un joven que no conocía, pero eso no le impediría preguntar por la oficina de su jefa.

     

    -¿Disculpa? -dijo acercándose a él a una distancia considerable- ¿Me podrías decir en dónde está la oficina de duendes, seres y espíritus?

     

    -Si claro, por allá -respondió él apuntando a la primera oficina a mano derecha que se encontraba dentro del departamento.

     

    -Muchas gracias -siseó Erath con una sonrisa leve en sus labios, y con una leve reverencia comenzó a caminar hacia la oficina en donde probablemente estaba su jefa.

     

    -Por nada -se le escuchó decir al joven finalmente.

     

    Al estar ya fuera de la oficina, la pelirroja empuñó la mano y con los nudillos golpeó sutilmente tres veces sobre la puerta, esperando a que le abrieran. Cuando eso pasó, la Haughton pudo ver que su nueva jefa era nada más y nada menos que Lyra Katara, cosa que la hizo sonreír levemente, pues ya la conocía de antes.

     

    -Buenas Lyra. -dijo la vampiro- vengo a presentarme, seré tu nueva empleada -mientras hablaba, la pelirroja estiraba la misma mano con que había llamado a la puerta, para estrecharla cortésmente contra la de su nueva jefa.- es un gusto para mi, realmente. -finalizó mientras sus orbes color índigo se posaban sobre los de ella.

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  19. Luego de lo sucedido en la cárcel varios de los mortífagos se habían dispersado para vigilar a los prisionero que quedaban, que si bien no eran muchos, dejaban en claro que aunque los odefos entraran 20 veces a rescatar, no lograrían mucho.

     

    La pelirroja recorría los pasillos habitados con suma tranquilidad, mientras observaba como dentro de cada celda, los recién llegados recibían una cálida bienvenida al estilo Mortífago y pese a que deseaba entrar, prefería mantener distancia, pues en caso de que entraran nuevamente a irrumpir la tranquilidad de la cárcel, Erath sería la primera en avisar de ello.

     

    Su capa negra ondeaba a cada paso que daba a causa de una leve ventisca que su andar provocaba, y su máscara de plata con formas cadavéricas resaltaba hermosamente en la oscuridad apenas contrarrestada por las luces débiles instaladas en cada pasillo; pese a ello, la Haughton no necesitaba más que sus ojos con de vampiro para notar cada movimiento a su alrededor, incluso tras de sí.

     

    Luego de un rato de hacer guardia por cada pasillo del lugar decidió darse el gusto de torturar a algún emplumado llegando a las afueras de la celda en donde se encontraba Carol con una polluela recién llegada.

     

    -Buenas... ¿No te molesta si entro Azura? -dijo la mortífaga que se hallaba parada en la entrada de aquel cuarto.- yo soy Natasha, por cierto. -entonces hizo una leve reverencia con la cabeza a su compañera de bando.

     

    La pelirroja podía sentir como la varita que sostenía en su mano derecha ansiaba asesinar o infringir dolor a alguien, y parecía haber encontrado a su víctima mucho antes de lo pensado, por lo que no podía evitar sonreír con malicia y frialdad, al imaginar cuantas cosas entretenidas le haría.

     

     

    ~~~*La Muñeca Te Está Vigilando*~~~

  20. Pese a que se hallaban en un lugar público, la pelirroja amaba en cualquier momento molestar a sus cercanos, era algo que no podía evitar simplemente debido a su creciente forma de pensar y de ver las cosas causado por ese trastorno psicológico que lentamente se expandía por toda su persona. Cuando Mónica respondió a sus palabras, Erath no pudo evitar que una fría sonrisa adornara su gesto irónico para con su madre, mientras la escuchaba hablar atentamente.

     

    De todas formas prefirió guardar silencio pues algo en su interior le rogaba que tuviera respeto, al menos por Sakura. Fue entonces cuando la matriarca sugirió ir a terminar el festejo al castillo de la familia, a lo que su media hermana respondió positivamente, por lo que la vampiro sólo se limitó a asentir con la cabeza afirmando que le parecía factible ir al castillo para celebrar de forma más privada.

     

    Pero de pronto ocurrió algo que definitivamente ni Sakura ni Erath esperaban: Andrés se acercó a besar a su madre en los labios con bastante tranquilidad, siendo correspondido por ésta de la misma forma. La vampiro se tuvo que guardar las ganas de vomitar allí mismo por el asco que le provocaba ¿Un lobo como éste besando a una mujer como ella? Eso realmente no podría ser cierto, incluso llegó a pensar que a causa de algún tipo de droga estaba imaginando esa terrible escena; pero no, era real por lo que no pudo evitar pensar aquella frase que antes tanto le molestaba, pero que hoy no hacía más que caracterizar la imagen : ”Demasiada carne para tan poco gato”.

     

    Estuvo a punto de decirla en voz alta pero para evitar esto prefirió voltear a mirar los tragos sobre el mesón y tomar uno, el que fuera, para beberlo de un solo trago; cuando lo saboreó en su lengua y paladar pudo notar que era vodka puro por lo que nuevamente cayó en la cuenta de que eso solo empeoraría las cosas. En efecto el alcohol como éste y de otros tipos lograba agudizar aún más sus sentidos y su humor, razón por la cual se pondría mucho más insoportable de lo que ya estaba siendo, aunque esta vez de forma más inconsciente.

     

    Se volteó mientras sus ojos color índigo se intensificaban y sus mejillas se prendían ligeramente en un rosado que le daba vida a su semblante, casi como una niña.

     

    -¿Nos vamos ya? ¿o nos quedamos otro poco más? -preguntó mirando a los tres tratando con todas sus fuerzas el no sonar desagradable o no lanzar algún comentario fuera de contexto.

     

    Se arregló las arrugas que se formaban en su vestido y luego comenzó a jugar con uno de sus rizos rogándole a alguna entidad inexistente que le diera las fuerzas para soportar una velada junto a un lobo que olía a perro callejero y que además era novio de su madre, con quien encima estaba bastante molesta.

     

    -<<El demonio me libre de esta situación tan incómoda>> -pensó mientras miraba los adornos de halloween sin siquiera querer voltear a mirar a sus familiares, pues sabía que alguna frase burlesca, irónica o sarcástica se le escaparía.

     

     

     

    ~~~*La Muñeca te Está Vigilando*~~~

  21. El baño se hallaba bastante vacío cosa que la dejaba bastante tranquila. Se acercó al lavamanos que tenía en la pared un gran espejo, y sin más abrió la llave para dar el agua y mojarse el rostro y sus cabellos, acentuando aún más sus rizos rojizos que caían sobre su espalda libremente.

     

    -Que asco, aún no me puedo quitar ese olor de la nariz. -siseó con arrogancia mientras se miraba al espejo, dejando caer las gotas de agua por su rostro hasta su pecho.- de todas formas es la graduación de Sakura así que debo calmarme... -suspiró profundamente y se encaminó a sacar unas toallas de papel para secarse el rostro.

     

    Luego de secarse el rostro se acercó nuevamente al mesón para quedar frente al espejo y sacó desde dentro de su cartera de mano maquillaje para retocarse levemente. Una vez hecho ésto, guardó el maquillaje y sacó su botella con sangre de la cual bebió un buen trago; al instante sus ojos índigo se tornaron más profundos y un poco brillantes, y sus mejillas se encendieron levemente al igual que sus labios dándole más intensidad a sus facciones.

     

    Por último guardó la botella e hizo los últimos retoques para salir finalmente del baño y encaminarse al salón en dónde aún se celebraba la graduación. Cuando divisó a su hermana en compañía del lobo se sorprendió al notar que alguien más los acompañaba ahora.

     

    -Vaya... ahora si tiene tiempo -siseó con un dejo de molestia caminando hacia el grupo.

     

    Mónica había llegado vestida con un verde esmeralda, cosa que le daba más parecido con Erath, ya que ambas eran pelirrojas, con rizos y llevaban un vestido verde. Pese a que su "madre" se hallaba presente, la pelirroja ni siquiera se notó alegre, es más se vio bastante incomodada y con un dejo de enojo en sus ojos, pues Erath la había estado esperando por bastante tiempo en su graduación a la cual no asistió y de la cual parecía no interesarse.

     

    De todas formas la Haughton se acercó al grupo con una fría sonrisa y saludó a la matriarca con una simple y corta reverencia de cabeza.

     

    -Hola Mónica -siseó secamente- me alegro de que al menos hayas venido a esta graduación -su tono denotaba cuan molesta se sentía por la falta de su madre, pero aún así no le sorprendía lo que había pasado, después de todo ni siquiera era su verdadera madre.- ¿Cómo has estado?

     

    Con ello finalizó para luego perder la atención sobre lo que Mónica decía y centrarla sobre la ornamentación de Halloween que había en la gran habitación. De pronto recordó que a la botella con sangre le había echado vodka por lo que seguramente en un rato más sus sentidos se volverían más exactos y su carácter más insoportable, así que desde allí en adelante prefirió apenas decir unas cuantas palabras, y mantenerse lo más alejada del grupo para no decir nada fuera de contexto e incomodar a Sakura.

  22. Cuando todos los pollos parecían caer apareció otra fenixiana (Aimé) con deseos individuales de proteger al bando, aunque era obvio que todos los hechizos se cernirían sobre ella. La pelirroja no quiso ser menos por lo que le apuntó con su varita.

     

    -Silencius -siseó haciendo que el efecto fuera inmediato, ella quedaría muda.

     

    -Sectusempra -exclamó, y un rayo salió directo al pecho de ella, de darle le provocaría grandes heridas corporales, y si no se curaba moriría.

     

    -Creo que ya no es necesario defender algo que se perdió hace mucho... -dijo con frialdad la pelirroja observando a los odefos caídos.

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