Meissa de Orión

Hola, tengo una pregunta (obvio, sino no estaría aquí, xd) en fin, hace poco entre en una nueva familia, la Ryddleturn, y me han dicho que tengo que poner en mi bóveda que soy de esa familia, pero no se como. ¿Me lo podríais explicar? En fin, la pregunta no esta muy bien hecha, no se como explicarme, así que si no la entendéis, preguntadme, gracias.

Meissa despertó aquella mañana con el mal humor que caracterizaba sus despertares. A su lado un despertador muggle le daba los buenos días con una musiquilla de esas que se te meten en la mente y es imposible sacarla de ahí. Lo apagó con un suave golpe y se levantó de la cama en dirección del lavabo. Se ducho en apenas diez minutos y salió de la ducha tarareando una canción de Melendi. No sabía porque últimamente se ponía a canturrear siempre que salía de la ducha.

-La alegría de vivir, nace al verte sonreír 
porque tutururu. 
Porque tu eres el ombligo de mi mundo 
porque tu eres la maceta pa’ mi flor 
porque tu eres la dama y yo el vagabundo 
porque tu eres la arena de mi reloj. 
Porque tu eres el ombligo de mi mundo 
porque tu eres la maceta pa’ mi flor 
porque tu eres la dama y yo el vagabundo 
que me diga ante notario, ver su nombre en tu diario 
rodeao de un corazón.

La canción era muy calorra y el cantante se comía letras por todos lados, pero a Meissa le gustaba cantar canciones Made in Spain, y esa mañana había tocado una del asturiano.

Se posicionó delante del espejo, éste estaba un poco entelado, no mucho porque el agua no estaba excesivamente caliente, pero lo suficiente como para no verse bien, así que con la poca elegancia que le caracterizaba cuando estaba sola, pasó la palma abierta por encima de la superficie.

Se estudió con los ojos entrecerrados. No tenía ninguna morado que demostrara sus últimos golpes contra las columnas así que dejó su cuerpo en paz y se centró en la maraña que tenía como pelo. Esta no era tan exagerada como otras veces así que pensó que si se lo cepillara estaría bastante bien.

Cogió el cepillo con algo de miedo, y con la mano temblorosa y una mueca de dolor, se lo acercó poco a poco a la cabeza. No pudo. En el último momento recordó su anterior travesía con el instrumento de Satanás así que lo dejo cuidadosamente encima de la encimera de mármol blanco, despidiéndose de él hasta el siguiente milenio. Total, tampoco es que lo necesitara en demasía, el pelo alborotado le daba un toque exótico, o eso le habían dicho.

Salió del Castillo Haughton con una gran sonrisa en la cara, ya vestida con su habitual ropa, y con el desayuno en sus manos: un trozo de brazo de gitano de nata y una pequeña botellita de leche.

Caminó a paso raudo al Ministerio. En el último momento había recordado que tenía lecciones de vuelo, así que si perdía tiempo llegaría tarde. Tras unos cuantos choques contra más de una persona, llegó al Departamento de Transportes cinco minutos antes de la hora acordada. Suspiró con alivio mientras saludaba a Mar y a Jeni, las únicas que estaban allí en ese momento. Los demás aparecieron segundos después y la Haughton se sorprendió al verlos. No se había dado cuenta de su presencia.

A lo lejos avistó a Ambrosio, el pequeño colibrí con el que había hablado en su ultima (y única) vistita al departamento y lo saludó con la mano, sin que le importase si los demás la trataban de lunática. Entró después, al darse cuanta de que Jeni había abierto la puerta y se maravilló con lo que la sala tenía dentro: arboles, césped, un increíble y despejado cielo azul… pero había algo que le decía que no estaban al aire libre, una especie de sexto sentido que no podía ser engañado por la magia del lugar.

Una mujer que vestía con un acertado look blanco y negro, que se presentó como Alyka Westrong, les dijo que se acercaran a unas escobas que estaban tendidas en el pasto. Meissa, junto con sus compañeros, lo hizo. Estaba tranquila, muy relajada si decía la verdad. Durante sus quince años de vida había tratado con dragones casi a diario, así que estaba acostumbrada a las alturas y a volar.

Alika les dijo que hacer segundos después y la elfa, antes de hacer lo que les había encomendado, se arrodilló y acercó sus labios a la escoba:

-Mira bonita – le susurró con una sonrisita traviesa – nos podemos llevar o muy bien o muy mal, así que por favor no me hagas quedar en ridículo. – tas decir eso se levantó, muy digna, y puso una mano encima de la escoba. No estaba ni mucho menos nerviosa pues ¿de que había que estarlo? De caerse no, ya se había caído de más de un dragón furioso. ¿De hacerse daño? Tampoco. – Arriba – dijo en voz firme.

La escoba voló por el aire, como por arte de magia y se acercó poco a poco a la catalana. Meissa la cogió con una sonrisa en su cara, al parecer la escobita había entendido su advertencia velada de convertirla en astillas. Siguió entonteces las instrucciones recién dadas de su profesora y, ya subida en la escoba, dio una patada al suelo con sus inseparables botas.

La sensación era extraña. No era como volar con dragones que te podían salvar si te caías, allí, sobre tu escoba, tenías el control absoluto de la situación. En un principio se sintió algo incomoda, el único lugar en el que se podía agarrar era el palo, pero se acostumbró al poco, tenía facilidad para habituarse a las situaciones. Hizo unos cuantos movimientos en el aire, apenas se podían considerar piruetas, no muy exagerados pues su profesora les había dicho que tuvieran cuidado.

Bajo al poco en un aterrizaje un poco brusco, no se había inclinado muy suavemente que digamos y estivo a punto de comerse el suelo. Bajó de su escoba en cuanto toco tierra firme y tras una suave despedida se dirigió a unas nuevas escobas. Eran bonitas, sus nombres igual de preciosos, pero la Saeta de Fuego y de Flecha plateada fueron sus preferidas.

¿Cuál escoger?

Bueno, pues vengo a actualizar

Nombre del Personaje: Meissa de Orión Haughton Ryddleturn

Sexo: Femenino

Edad: Joven, 15 años

Nacionalidad: española, con pasaporte indefinido

Familia(s):

* Familia 1: Haughton

* Familia 2: Ryddleturn

Padre(s) Sanguíneo:

Darwind (padre)

Padre(s) Adoptivos:

Eliah Ryddleturn (madre)

Trabajo:

--

Rango Social: Aprendiz

Bando: Neutral

Rango dentro del Bando: --

Nivel de Poder Mágico: --

Puntos de poder en objetos:20

Hechizos adicionales: --

Puntos de poder en criaturas: --

Criaturas controlables en asaltos y duelos: --

Habilidades Mágicas:

* Habilidad 1 --

* Habilidad 2 --

* Habilidad 3 --

Conocimientos Especiales:

* Conocimiento 1 --

* Conocimiento 2 --

* Conocimiento 3 --

Raza: Demonio.

Aspecto Físico:

Aunque Meissa tiene 15 años, en su raza, se crece antes tanto física como mentalmente, por lo que parece una chica de 19 humana.

Su cabello es castaño, alborotado y le cae por la espalda de forma desordenada, sus ojos castaño oscuro, nariz pequeña, labios grandes y pintados de un tono ocre suave, y bajo el inferior se podía ver un piercing redondo. Es alta y delgada.

Rostro marcado por un tatuaje marrón suave, que le tapaba toda la mitad superior de la cara, desde la línea del pelo hasta poco más de sus ojos, donde este acababa con dos líneas que daban a entender que la tinta había sido corrida.

Aparte de ese tatuaje, tiene un dragón en el muslo izquierdo, un tribal en el vientre, otro el brazo izquierdo y el último tribal en forma de espinas en el muslo derecho.

Viste un traje de cuero marrón de dos piezas, la primera (la superior), consta de una especie de chaqueta de manga corta que llega hasta debajo de sus pechos la cual se abrocha con un único botón y con un escote en forma de V. La parte inferior, es un short muy corto y por encima de este, hay una falda rota que solo cubre una pierna.Un mitón del mismo material que el traje cubre desde la muñeca hasta el codo del brazo derecho. Dos pulseras de plata se enrollan en ambas muñecas.

Unas botas marrones protegen sus pies, una diadema de piedras de luna adorna su frente, y collar de cuero con piedras encastadas y un colgante de la estrella de cinco puntas cubre su cuello.

Por último, tres espadas colgaban de su espalda.

Cualidades Psicológicas:

Meissa es una chica fuerte, criada desde su infancia para que no sienta miedo y no deje entrever sus emociones. Aun así, es muy curiosa, nada tímida y algo agresiva. Es también muy impaciente y confía demasiado en los demás, aun así no se deja ver a no ser que confíe mucho en la otra persona.

También puede llegar a ser rencorosa, fría con las personas que no son de su agrado o hacen cosas est****as. No es falsa y si algo no le gusta te lo dice a la cara.

Historia:

Meissa nació en una tribu élfica barbara que residía en España, allí se crió en una sociedad donde los triunfos eran premiados con tatuajes y saber, y los cobardes morían por traidores. A los trece años su madre, líder elfa, quiso que ella matara a su mejor amigo*, que a su vez, no se había atrevido a asesinar a un "traidor". No lo hizo, lo dejó escaparse, pero a partir de ese día decidió que Ailana*, su madre, ya no tenía poder sobre ella. Poco después descubrió unas cartas que su padre, un mago ingles que nunca supo de su existencia, le envió a su madre poco antes de que ella naciera, y así Meissa decidió contactar con él. Cuando cumplió los catorce años consiguió encontrarle gracias a una bruja llamada Evarela Black, que la adoptó durante un tiempo bajo el titulo de ahijada.

A los quince le dio el adiós definitivo a su madre y se mudó al castillo Haughton, donde, por fin, conoció a su padre, Cornelius Wind Haughton, y aunque en un principio tuvieron unos cuantos problemas a causa de que él sentía remordimientos y no se sentía buen padre, se hicieron buenos amigos.

En el Castillo Haughton fue donde conoció al fin a su familia y descubrió que tenía cuatro hermanos: Red, Maika, otra a la que aun no conocía, y Logan.

Logan se convirtió en poco tiempo y sin quererlo en su hermano favorito, con quien hacía gamberradas y se divertía por todo y por nada. Hicieron frente común incluso cuando los dos no estaban en buenos términos con Red.

Por otro lado comenzó a trabajar en el Callejón Diagón, en cuatro negocios a cual más diferente. Por un lado su primer trabajo fue en el Battrek Fly, dónde sus jefas Madeleine y Paú se convirtieron en sus primeras superiores.

Al poco descubrió el Buffette Vladimir dónde conoció a la que le ayudaría a legalizar su situación en Gran Bretaña, Sagitas Potter Blue, con la que trabajó como secretaria y, después, como equilibrista en El Circ dels Joglars.

Su primera afiliación fue en el Passio Arcanum, un local de estilo español regentado por Mónica y Alexander, y a ésta se sumó su afiliación en el Carrito del Sabor, de la propiedad de Cye.

Entró en la Academia de Magia y Hechicería al mismo tiempo, sacándose con buena nota sus Generales y entrando en la Casa de Los Centauros, donde esta muy orgullosa de pertenecer. Allí, en generales, conoció a la que se convirtió en una muy buena amiga, Demona y también a Ania, Sol… que fueron muy buenas compañeras.

Fue por aquel entonces cuando decidió entrar en la Marca y conoció a la que iba a ser una de sus mejores amigas y, poco después, su madre: Eliah Riddleturn.

*Personaje inventado

Objeto Mágico Legendario:

--

Objetos Mágicos:

Objeto 1: Varita

Clasificación: AA

Puntos de poder: 20 puntos

Objeto 2: --

Clasificación: --

Puntos de poder: --

Mascotas y Criaturas:

Criatura 1: --

Clasificación: --

Puntos de poder: --

Criaturas en la Reserva:

Criatura 1: --

Clasificación: --

Puntos de poder: --

Elfos:

* Elfo 1: --

* Elfo 2: --

Licencia de Aparición:--

Licencia de Vuelo de Escoba: --

Registro de XXX: --

Registro de demonio: Registrada

Otros datos:

--

Cronología de cargos:

--

Premios y reconocimientos:

--.

Link al Perfil de Comprador MM: --

Link a Bóveda Personal: Bóveda no. 97818

Link a Bóveda Trastera:--

Link a Bóveda de Negocio: --

Link a Bóveda Familiar 1: Bóveda Familia 84511.

Link a Bóveda Familiar 2: Bóveda Familia Riddleturn

[center][size="6"][b]FICHA DE PERSONAJE[/b][/size][/center]



[indent][color="#2E8B57"][b][u]Datos Personales:[/u][/b][/color][/indent]


[color="#008000"][b]Nombre del Personaje:[/b][/color] Meissa de Orión Haughton Ryddleturn

[color="#008000"][b]Sexo:[/b][/color] Femenino

[color="#008000"][b]Edad:[/b][/color] Joven, 15 años

[color="#008000"][b]Nacionalidad:[/b][/color] española, con [url="http://img140.imageshack.us/img140/1601/passporte.png"]pasaporte indefinido[/url]

[color="#008000"][b]Familia(s):[/b][/color]
* Familia 1: Haughton
* Familia 2: Ryddleturn

[color="#008000"][b]Padre(s) Sanguíneo:[/b][/color]
Darwind (padre)

[color="#008000"][b]Padre(s) Adoptivos:[/b][/color]
Eliah Ryddleturn (madre)

[color="#008000"][b]Trabajo:[/b][/color]
--


[indent][color="#2E8B57"][u][b]Poderes Mágicos:[/b][/u][/color][/indent]


[color="#008000"][b]Rango Social:[/b][/color] Aprendiz

[color="#008000"][b]Bando:[/b][/color] Neutral

[color="#008000"][b]Rango dentro del Bando:[/b][/color] --

[color="#008000"][b]Nivel de Poder Mágico:[/b][/color] --

[color="#008000"][b]Puntos de poder en objetos:[/b][/color]20
[quote][color="#008000"][b]Hechizos adicionales:[/b][/color] --[/quote]

[color="#008000"][b]Puntos de poder en criaturas:[/b][/color] --
[quote][color="#008000"][b]Criaturas controlables en asaltos y duelos:[/b][/color] --
[/quote]

[color="#008000"][b]Habilidades Mágicas:[/b][/color]
* Habilidad 1 --
* Habilidad 2 --
* Habilidad 3 --


[color="#008000"][b]Conocimientos Especiales:[/b][/color]
* Conocimiento 1 --
* Conocimiento 2 --
* Conocimiento 3 --



[indent][color="#2E8B57"][u][b]Perfil del Personaje:[/b][/u][/color][/indent]


[color="#008000"][b]Raza:[/b][/color] Demonio.

[color="#008000"][b]Aspecto Físico:[/b][/color]
Aunque Meissa tiene 15 años, en su raza, se crece antes tanto física como mentalmente, por lo que parece una chica de 19 humana.
Su cabello es castaño, alborotado y le cae por la espalda de forma desordenada, sus ojos castaño oscuro, nariz pequeña, labios grandes y pintados de un tono ocre suave, y bajo el inferior se podía ver un piercing redondo. Es alta y delgada.
Rostro marcado por un tatuaje marrón suave, que le tapaba toda la mitad superior de la cara, desde la línea del pelo hasta poco más de sus ojos, donde este acababa con dos líneas que daban a entender que la tinta había sido corrida. 
Aparte de ese tatuaje, tiene un dragón en el muslo izquierdo, un tribal en el vientre, otro el brazo izquierdo y el último tribal en forma de espinas en el muslo derecho.
Viste un traje de cuero marrón de dos piezas, la primera (la superior), consta de una especie de chaqueta de manga corta que llega hasta debajo de sus pechos la cual se abrocha con un único botón y con un escote en forma de V. La parte inferior, es un short muy corto y por encima de este, hay una falda rota que solo cubre una pierna.Un mitón del mismo material que el traje cubre desde la muñeca hasta el codo del brazo derecho. Dos pulseras de plata se enrollan en ambas muñecas. 
Unas botas marrones protegen sus pies, una diadema de piedras de luna adorna su frente, y collar de cuero con piedras encastadas y un colgante de la estrella de cinco puntas cubre su cuello.
Por último, tres espadas colgaban de su espalda.


[color="#008000"][b]Cualidades Psicológicas:[/b][/color]
Meissa es una chica fuerte, criada desde su infancia para que no sienta miedo y no deje entrever sus emociones. Aun así, es muy curiosa, nada tímida y algo agresiva. Es también muy impaciente y confía demasiado en los demás, aun así no se deja ver a no ser que confíe mucho en la otra persona. 
También puede llegar a ser rencorosa, fría con las personas que no son de su agrado o hacen cosas est****as. No es falsa y si algo no le gusta te lo dice a la cara.


[color="#008000"][b]Historia:[/b][/color]
Meissa nació en una tribu élfica barbara que residía en España, allí se crió en una sociedad donde los triunfos eran premiados con tatuajes y saber, y los cobardes morían por traidores. A los trece años su madre, líder elfa, quiso que ella matara a su mejor amigo*, que a su vez, no se había atrevido a asesinar a un "traidor". No lo hizo, lo dejó escaparse, pero a partir de ese día decidió que Ailana*, su madre, ya no tenía poder sobre ella. Poco después descubrió unas cartas que su padre, un mago ingles que nunca supo de su existencia, le envió a su madre poco antes de que ella naciera, y así Meissa decidió contactar con él. Cuando cumplió los catorce años consiguió encontrarle gracias a una bruja llamada Evarela Black, que la adoptó durante un tiempo bajo el titulo de ahijada. 

A los quince le dio el adiós definitivo a su madre y se mudó al castillo Haughton, donde, por fin, conoció a su padre, [color="#ADD8E6"][i]Cornelius Wind Haughton[/i][/color], y aunque en un principio tuvieron unos cuantos problemas a causa de que él sentía remordimientos y no se sentía buen padre, se hicieron buenos amigos.

En el Castillo Haughton fue donde conoció al fin a su familia y descubrió que tenía cuatro hermanos: [color="#ADD8E6"][i]Red, Maika,[/i][/color] otra a la que aun no conocía, y[color="#ADD8E6"][i] Logan.[/i][/color]

Logan se convirtió en poco tiempo y sin quererlo en su hermano favorito, con quien hacía gamberradas y se divertía por todo y por nada. Hicieron frente común incluso cuando los dos no estaban en buenos términos con [color="#ADD8E6"][i]Red.[/i][/color]

Por otro lado comenzó a trabajar en el Callejón Diagón, en cuatro negocios a cual más diferente. Por un lado su primer trabajo fue en el [color="#98FB98"][i]Battrek Fly[/i][/color], dónde sus jefas [color="#ADD8E6"][i]Madeleine[/i][/color] y [color="#ADD8E6"][i]Paú[/i][/color] se convirtieron en sus primeras superiores. 
Al poco descubrió el [color="#98FB98"][i]Buffette Vladimir[/i][/color] dónde conoció a la que le ayudaría a legalizar su situación en Gran Bretaña, [color="#ADD8E6"][i]Sagitas Potter Blue[/i][/color], con la que trabajó como secretaria y, después, como equilibrista en [color="#98FB98"][i]El Circ dels Joglars.[/i][/color]
Su primera afiliación fue en el[color="#98FB98"][i] Passio Arcanum[/i][/color], un local de estilo español regentado por [color="#ADD8E6"][i]Mónica y Alexander[/i][/color], y a ésta se sumó su afiliación en el [color="#98FB98"][i]Carrito del Sabor[/i][/color], de la propiedad de [color="#ADD8E6"][i]Cye.[/i][/color]

Entró en la Academia de Magia y Hechicería al mismo tiempo, sacándose con buena nota sus Generales y entrando en la Casa de Los Centauros, donde esta muy orgullosa de pertenecer. Allí, en generales, conoció a la que se convirtió en una muy buena amiga, [color="#ADD8E6"][i]Demona[/i][/color] y también a [color="#ADD8E6"][i]Ania, Sol[/i][/color]… que fueron muy buenas compañeras.

Fue por aquel entonces cuando decidió entrar en la Marca y conoció a la que iba a ser una de sus mejores amigas y, poco después, su madre: [color="#ADD8E6"][i]Eliah Riddleturn[/i][/color].


*Personaje inventado


[indent][color="#2E8B57"][u][b]Pertenencias:[/b][/u][/color][/indent]


[color="#008000"][b]Objeto Mágico Legendario:[/b][/color]
--

[color="#008000"][b]Objetos Mágicos:[/b][/color]

[b]Objeto 1:[/b] Varita
[b]Clasificación:[/b] AA
[b]Puntos de poder:[/b] 20 puntos

[b]Objeto 2:[/b] --
[b]Clasificación:[/b] --
[b]Puntos de poder:[/b] --


[color="#008000"][b]Mascotas y Criaturas:[/b][/color]
[b]Criatura 1:[/b] --
[b]Clasificación:[/b] --
[b]Puntos de poder:[/b] --

[color="#008000"][b]Criaturas en la Reserva:[/b][/color]
[b]Criatura 1:[/b] --
[b]Clasificación:[/b] --
[b]Puntos de poder:[/b] --



[color="#008000"][b]Elfos:[/b][/color]
* Elfo 1: --
* Elfo 2: --




[indent][color="#2E8B57"][b][u]Licencias, Tasas, Registros:[/u][/b][/color][/indent]


[color="#008000"][b]Licencia de Aparición:[/b][/color]--

[color="#008000"][b]Licencia de Vuelo de Escoba:[/b][/color] --

[color="#008000"][b]Registro de XXX:[/b][/color] --

[color="#008000"][b]Registro de demonio:[/b][/color] [url=http://www.harrylatino.org/index.php?showtopic=97769&view=findpost&p=4318800]Registrada[/url]



[indent][color="#2E8B57"][u][b]Otros Datos:[/b][/u][/color][/indent]


[color="#008000"][b]Otros datos:[/b][/color]
--

[color="#008000"][b]Cronología de cargos:[/b][/color]
--

[color="#008000"][b]Premios y reconocimientos:[/b][/color]
--.


[indent][color="#2E8B57"][b][u]Links de Interés Referentes al Personaje:[/u][/b][/color][/indent]


[color="#008000"][b]Link al Perfil de Comprador MM:[/b][/color] --
[color="#008000"][b]Link a Bóveda Personal:[/b][/color] [url="http://www.harrylatino.org/index.php?showtopic=97818"]Bóveda no. 97818[/url]
[color="#008000"][b]Link a Bóveda Trastera:[/b][/color]--
[color="#008000"][b]Link a Bóveda de Negocio:[/b][/color] --
[color="#008000"][b]Link a Bóveda Familiar 1:[/b][/color] [url=http://www.harrylatino.org/index.php?showtopic=84511]Bóveda Familia 84511[/url].
[color="#008000"][b]Link a Bóveda Familiar 2:[/b][/color] [url="http://www.harrylatino.org/index.php?showtopic=77616"]Bóveda Familia Riddleturn[/url]

Meissa dio las gracias a Dylan con una sonrisa de oreja a oreja, pero en cuanto se puso a leer el formulario una mueca se posó en su rostro... no sabía porqué pero esperaba que éste fuera corto, pero tenía demasiada letra.

Miró entonces a Dylan con una cara que decía claramente: estas de broma, pero él no se rió así que supuso que era más que serio. Bueno, pensó, tampoco es mucho intentó darse ánimos sin resultado y se sentó en el suelo, como estaba acostumbrado a hacer, más para decirle al Ministerio que no estaba de acuerdo que por otra cosa.

Formulario del examen de vuelo:

 

 

 

Ficha de Identificación Personal:

 

~ Nombre del examinado: Meissa de Orión Haughton Ryddleturn

~ Enlace a su ficha personal: Ficha de Meissa

~ Persona a la que se avisará en caso de terminar en el Hospital San Mungo: Eliah Ryddleturn

 

Consentimiento informado:

 

La escoba es el único objeto legal como medio de transporte que no necesita ser registrado. Es una de las formas de transporte mágico más utilizada y aceptada en Gran Bretaña, aunque es algo cultural. En el pasado, los magos eligieron la escoba como medio para volar por ser discreta, barata y fácil de llevar.

 

Los alumnos de RB de la Academia de Magia y Hechicería que hayan sido mandados al Departamento, deberán recurrir al Consejo Regulador de Escobas para realizar el examen. Con esto se sabrá si el mago o bruja está capacitado para manejar el medio de Transportes.

 

Yo, Eliah Ryddleturn, madre de Meissa de Orión Haughton Ryddleturn, he leído y comprendido el presente informativo, asumo los riesgos que mi hija corre al realizar el examen de vuelo y libro de toda responsabilidad al Departamento de Transportes Mágicos.

 

Firma del responsable

Eliah Ryddleturn

-Bueno - dijo algo insegura - creo que ya está, pero si me he equivocado o algo, solo decídmelo - añadió sentándose en su sitio, en el suelo, entre dos sillas de aspecto cómodo.

Si alguien le preguntase a Meissa que qué hacia en esos momentos, ella respondería que hacer que sus células grises no se matasen entre ellas buscando un entretenimiento. Se aburría, mucho, así que decidió hacer una cosa que se le daba bien. Hablar con los animales.

Delante suyo, a apenas unos centímetros de distancia, se encontraba un pequeño colibrí. ¿Qué hacía un colibrí en el ministerio de magia? Nadie lo sabría nunca, nadie excepto la demelfa que con una sonrisa divertida estaba conversando con la pequeña cría. Cría que, según le había dicho él mismo, se llamaba Ambrosio, que en el idioma de los pájaros se pronunciaba Priupriumpo… pero era Ambrosio igualmente.

Éste le estaba contando unos rumores que le habían llegado desde la castillo Haughton, uno de sus dos hogares, cuando por la puerta entró una chica que apaciguó a la multitud.

-Ya nos volveremos a ver – sonrió mientras se ponía de pie, para entregar su registro. Éste le fue entregado poco después, aprobado, pero Meissa se dio cuenta de que estaba equivocado – Creo que te has confundido – le dijo con una sonrisa, si hubiera sido otra persona la hubiera puesto a caer de un burro, pero le caía bien – Yo me he registrado como Demonio Súcubo, no como vampiro.

La otra miró el documento y al ver que era verdad lo cambio por el correspondiente. La Haughton Ryddleturn le agradeció y se dispuso a salir del ministerio, o al menos a ir a otra planta. En su hombro Ambrosio estaba posado, tranquilo, y delante suyo se encontraba su archienemigo declarado, pero que al fin logró vencer para salir de allí.

El ascensor.

Meissa caminó lentamente y con una elegancia que estaba impregnada en su especie. Su anterior altercado con el ascensor estaba ya en el olvido, o al menos eso esperaba por la persona la que había amenazado si decía cualquier cosa.

Una sonrisa se posó en sus labios en contra de su voluntad al acordarse de la escena. En su mente estaba ella, muy digna, enfrente de las puertas del ascensor, acababa de entrar por lo que estaba pegada a estas de espaldas. Segundos después intentó caminar hacia la parte posterior de éste cuando se dio cuenta de que no se podía mover ya que su pelo estaba enganchado entre las, en su opinión, malditas puertas de ese aparato de las narices.

Un pobre chico fue testigo de su lucha contra el ascensor... un pobre chico que fue intimidado para que no dijese nada.

Una voz la despertó de sus pensamientos. Al parecer se había quedado empanada justo en la puerta de su "amigo" el elevador, así que la gente no podía pasar.

-Perdón, perdón- masculló sin sentirlo mientras caminaba hacia el centro de la habitación. Justo cuando estuvo allí, más para dar la nota que por otro motivo, preguntó fuerte para que todos la oyeran - ¿Que tengo que hacer para hacer el examen de vuelo?

Esperaba que la gente no la tomara por loca.

Meissa quitó los ojos del libro que tenia entre las manos en cuanto lo acabó. Le había gustado de sobremanera, así que miró la portada para ver el titulo: Los Crímenes de la Calle Morgue de Edgar Allan Poe. Le sonaba en nombre del autor. Si no recordaba mal una amiga suya, una elfa con tendencias muggles, le había dicho que iban a hacer una película basada en la muerte del tal Poe… El Enigma del Cuervo o algo así.

Al poco escuchó la puerta abrirse con un suave ronroneo, así que se giró para ver si, al fin, su compañero de duelo se había dignado a ingresar a su habitación. Grande fue su sorpresa al ver que el tardón de Lud se presentó al duelo y no se había rajado como se suponía.

Caminó lentamente hacia él, intentando desesperarle con su actitud, pero eso no hizo falta ya que, en su opinión, la cara agria que tenía era inmensa. Seguramente no le habrá hecho gracia el guarrazo que se ha metido la paloma, pensó con una sonrisa retadora, había gente que no tenía humor y al parecer Lud era uno de ellos. Sin saber porqué, en esos momentos le vino a la mente uno de sus anteriores encuentros, en la clase de Generales, dónde, más por los nervios que por otra cosa, le había dicho cuatro cosas… el otro aún parecía resentido por ello, pero si era tan infantil como para estar molesto por ello, ella no haría nada para impedirlo.

De repente, de la nada, no le dio por hacer otra cosa sino hacer una reverencia, y Meissa se quedó con la cara a cuadros mientras pensaba ¿pero que hace éste ahora? No entendía el porqué de aquel saludo, por lo que le pareció penoso.

-No la necesito, es más, te la deseó a ti, que es el que más la va a tener que usar – rió con sorna al escuchar sus “buenas” intenciones.

Entonces, sin avisar siquiera, unas flechas aparecieron de la nada y se dirigieron hacia ella. Sabía que no la mataría, pero aun así no se quería arriesgar a perder, sus cuerpos estaban distanciados por unos nueve metros, distancia perfecta para un buen duelo.

-¡Protego! – exclamó y un gran campo de fuerza absorbió el hechizo. Éste era grande y le cubría todos los flancos, así que se tranquilizó de sobremanera.

-Expeliarmus – gritó entonces con toda su rabia. Si el hechizo impactaba en su contrincante la varita del otro caería unos cuatro metros por detrás de Lud y le daría a ella una oportunidad más para vencerle.

Entró en la habitación otra vez con Mar, en busca de su profesora, pero la dejó ir por su lado al ver la escena que tenía delante. Una que, no sabía el porqué, pero ya había aparecido en sus pesadillas en más de una ocasión. Una francesa, de entre todas las personas que había, examinaba el cuerpo del alemán. De aquel alemán sex simbol. De aquel alemán sex simbol, rubio y guapo. De aquel alemán rubio, guapo y potencialmente bueno.

-Me cae mal – opinó en voz lo suficientemente alta para que la escucharan los que tenía a su alrededor, pero no la susodicha. Los hombres la miraron algo mal, las chicas con algo de indiferencia, aunque internamente muchas le daban la razón. – Es demasiado perfecta – añadió divertida por las miradas – Sigilosa, simpática, mona… parece Catwoman, y todos sabemos que Catwoman no es buena – acabó orgullosa. Había descubierto a Catwoman, un personaje muggle de unos tal Marvel… un nombre horrible si se lo preguntas a ella.

Es mejor el Capitan America y Iron Man pensó con un suspiro, definitivamente estaban echándose a perder viviendo como muggles si yo los pillara los volvía magos sin que tocasen una varita siguió pensando, pero lo dejó pasar con un movimiento de cabeza, no estaba en el lugar adecuado para... perderse de aquella manera pensando en el rostro aniñado y el pelo rubio Barbie de Steve Rogers... Rubio, como el alemán muerto, pensó perdiendo la sonrisa ladina con la que había adornado su rostro.

En eso vio a lo lejos a un camarero, castaño, alto, ojos color hielo, guapo admitió potencialmente sospechoso pensó como escusa para acercarse. Además, tenía que reconocer que también parecía demasiado perfecto para ser bueno... en realidad estaba demasiado bueno para ser... pues eso, bueno, valga la redundancia.

-Hola – dijo con una sonrisa esperando la respuesta del otro. Éste se la quedó mirando algo chulesco, como si pensase que Meissa quería ligar con él, cosa que si hubieran estado en otras circunstancias habría hecho – Soy de las encargadas de seguridad – le rompió la burbuja que había creado, con razón, todo se ha de decir.

-Pues parece que no han servido de mucho – soltó él como si nada y Meissa forzó una sonrisa que más que ello parecía una mueca que decía: te voy a matar. Odiaba a los chicos est****os, como cualquier chica si somos sinceros, y el camarero estaba por ganar el titulo de Mr. Borde del año... a lo mejor por eso se ha hecho esta reunión, pensó exagerando aun más su mueca.

-Todo depende de cómo se mire – respondió la elfa, y internamente se dijo que era como todos: Encantador cuando ríe, encantador cuando duerme, pero en cuanto abre la boca, todo el encanto pierde.

A lo lejos escuchó como la Barbie francesa dictaminaba que el compatriota de Merkel había muerto por envenenamiento, tampoco es que hubiera sido muy lista al hacer eso, cualquiera lo hubiese pillado al momento.

-Al parecer usted tampoco tiene mucho ojo clínico, o no habría servido comida envenenada – dijo entonces la española - ¿O acaso sabía que lo estaba?

-¿Me está acusando? Señorita… – dejo una mala conclusión a propósito para que ésta dijese su nombre. Parecía tranquilo, de estas tranquilidades que o bien indican que el sospechoso no había hecho nada, o dicen que es tan buen mentiroso que te podría estar matando en esos momentos y tu sin enterarte - Además, es usted la que está diciendo que el veneno estaba en la comida... ¿como lo sabe?

-Meissa de Orión Haughton – dijo respondiendo su primera pregunta antes de darse la vuelta para marcharse, le empezaba a aburrir aquella conversación, por muy bueno que estuviera el chico. Aunque siendo sincera con sigo misma, el camarero le había servido de mucho, él y su idea de que el veneno podía estar en cualquier sitio, no obligatoriamente en la comida.

-Will – escucho a sus espaldas, y ella sonrió a la nada – Me llamo Will, por si te interesa saberlo.

Empezó a caminar por la sala, pero todos los integrantes de ésta o bien ya habían sido interrogados, o lo estaban siendo en esos momentos, así que decidió subir al piso superior, haber si habían encontrado algo para divertirse, además, tenía que relajar su mente para que la idea, el pensamiento que luchaba por crearse, naciera.

Encontró por el camino a un chico que si mal no recordaba se llamaba Vladimir, éste le informó que en el tiempo que ella había estado fuera se habían ido las luces y había intentado perseguir a un hombre. Meissa asintió, un poco mosqueada porque a ella no le pasaban cosas tan divertidas y solo había estado viendo murciélagos.

Siguió su trayectoria hacia arriba, esperando encontrar algo de interés, cuando, de repente, recordó un detalle que había pasado por alto completamente. Por su mente, pasándose de célula a célula, estaban las imágenes y las conversaciones que había tenido en esa ultima hora.

La española sollozando y explicando su versión de la historia, el camarero diciéndole que el veneno podría encontrares en cualquier lugar, el caos que se formó de repente, en un segundo. Meissa sabía de luchas, de guerras que se ganaban haciendo que el enemigo se matara a si mismo, conocía técnicas que harían estremecerse al mas valiente, pero aquello le pareció fantástico, estratégicamente hablando, así que corrió rápidamente por las escaleras esperando que no se hubiesen llevado ya la hipotética arma homicida.

Pues, ¿que era más rápido que el humo de un puro?

Off:

Si de verdad que yo intento que los párrafos sean de unas tres lineas mínimo, y en el word así son, pero al pasarlo al foro se hacen menos UU'

--EDITO--

Bueno, pues os pongo aquí mi ficha... bueno, el nuevo (y actualizado) borrador.

Os pongo aquí el link de mi paso por el ministerio, en el Departamento de criaturas, y también otro del de Cooperación Mágica Internacional, aunque lo hice hace algún tiempo y lo hice bastante mal.

En cuanto al examen de vuelo... aun me tienen que firmar la autorización, pero lo intentaré tener hoy...

--EDITO 2--

Bueno, aquí esta mi visita al Dto. de Transportes Mágicos... no está del todo finalizado, aun falta que me aprueben el formulario, pero bueno.

Entrada

Entrega del formulario.

Uff, de acuerdo, gracias por contestarme tan rápido, es que pensé que si no se presentaba, no podíamos duelear (vaya palabra xd) y como la clase es de duelo (viva la obviedad) como que catearía un poquito... ahora estoy más tranquila, ¡haber si se presente ya! Para una cosa que me hace gracia hacer UU'

Hola, pues os escribo para preguntaros que he de hacer... explico. Mi contrincante en lo de los duelos era Lud624 o otro numero, ahora no me acuerdo, pero lleva desde el 19 sin pasar por el foro, así que... ¿como voy a duelear así? Mi nota depende de ello, si no no os molestaría con ello... en fin, no se si ya se han acabado las dos lineas por lo del spam uu'

Meissa sonrió a la sala con algo de ironía. Después de más de un mes viviendo en Gran Bretaña, se había enterado de que se tenía que registrar gracias a la Academia de magia y hechicería. Caminó lentamente hasta el mostrador donde una mujer mayor le dio el formulario que tenía que rellenar y suspiró algo cansada, odiaba tener que escribir en un papel para demostrar quien era.

Se sentó en el suelo para rellenarlo. Podría haberse sentado en una de las sillas que había en la habitación, cierto, pero le apetecía dar un poco la nota... o mejor dicho, darla aun más que la había dado.

Recordó entonces la travesía que había sufrido por culpa de aquel aparato de las narices que subía y bajaba... el tal ascensor o elevador... había tanta gente y cada uno le llamaba como le daba la gana, así que ella lo bautizó como Adelene... ADLN si quiereis las verdaderas siglas de (redoble de tambores) Aparato De Las Narices... No hace falta decir que en su vida se había montado en uno de ellos.

Saludó a Jay con una sonrisa en cuanto reparó en su presencia y siguió con su particular trabajo.

-No entiendo esta pregunta - dijo al aire, como si pensase que el oxigeno pudiese responderle -Pues no la contesto y ya me dirán que es... - resolvió.

La miró por enésima vez, intentando saber a que narices se refería esa pregunta.

Ficha para el registro de Demonios y Banshees.

 

• Link a la Ficha Personal: Ficha de Meissa

 

• Nombre del registrado: Meissa de Orión Haughton

• Tipo de espíritu: demonio súcubo.

• Residencia: Castillo Haughton

 

• Características físicas: Aunque Meissa tiene 15 años, en su raza, se crece antes tanto física como mentalmente, por lo que parece una chica de 19 humana.

Su cabello es castaño, alborotado y le cae por la espalda de forma desordenada, sus ojos castaño oscuro, nariz pequeña, labios grandes y pintados de un tono ocre suave, y bajo el inferior se podía ver un piercing redondo. Es alta y delgada.

Rostro marcado por un tatuaje marrón suave, que le tapaba toda la mitad superior de la cara, desde la línea del pelo hasta poco más de sus ojos, donde este acababa con dos líneas que daban a entender que la tinta había sido corrida.

Aparte de ese tatuaje, tiene un dragón en el muslo izquierdo, un tribal en el vientre, otro el brazo izquierdo y el último tribal en forma de espinas en el muslo derecho.

 

• ¿Puedes cambiar tu físico de alguna forma? si se enfada sus ojos se dilatan y su cuerpo entra en tensión. Lo poco que se ve de los primeros es que son de un rojo sangre. Sus tatuajes brillan, como si fuesen barreras que intentan controlarla.

 

• Características peligrosas: si se arrastra demasiado por sus sentidos se descontrola.

 

• Poderes o dones: puede dominar el fuego, este le hace caso, pero no puede crearlo ni apagarlo, simplemente moldearlo. Sus sentidos están más que desarrollados: fuerza extrema, velocidad, oído, vista, etc. Se lleva bien con los animales, en especial con los dragones, y puede comunicarse con ellos, menos las serpientes.

• Causas que te pueden descontrolar: de momento nada le ha descontrolado, pero supongo que qué insulten a los suyos o las serpientes]

* Hola, no he entendido esas preguntas... ¿me podéis explicar a que os referís? gracias.

 

Meissa de Orión Haughton

Si lo pensaba bien, esa segunda hoja sobraba, se lo podía haber `preguntado directamente a alguien, así que lo hizo también en voz alta.

Meissa entró en el aula vacía con algo de parsimonia. Tenía la sensación de que su contrincante no estaría ahí y, como siempre, acertó.

Sopesó la sala con la mirada y al parecer le gustó, ya que sus ojos brillaron con aprobación. Se sentó entonces en uno de los sofás claros que había cerca de la puerta, y pasó la mirada por la habitación por segunda vez.

Era muy luminosa. Esas palabras no se las podía sacar de la mente, ya que al escuchar que su duelo sería en una de las salas del castillo pensó en la típica mazmorra roñosa y con telarañas.

Suspiró ruidosamente y miró el reloj que colgaba en una de las blancas paredes. Su rival tardaba más de lo normal así que ella se tomó la libertad de ojear la biblioteca que había en la pared más alejada.

Tomos de medicina, de alquimia, de pociones y de embrujos… los desechó al instante ya que lo que quería era relajarse. Al final acabó con una novela de Poe que, como muchos podréis saber, no la tranquilizó precisamente.

Enganchada como estaba a las paginas, caminó lentamente, intentando no tropezar con ningún grabado de las claras baldosas del suelo, llegó a uno de los grandes ventanales que daba al balcón y lo abrió sin despegar la vista de las hojas.

La luz del sol brillaba en la gigantesca terraza y la elfa se dirigió directamente a la barandilla de piedra para sentarse encima, obviando descaradamente las en apariencia cómodas tumbonas.

El aire esa cálido sin llegar a ser sofocante, la novela de Poe estaba en su punto álgido, un pájaro se chocó contra una ventana y cayó espachurrado a la losa de piedra, bajo la mirada divertida de Meissa al ver tal porrazo y las inmediatas risas que se le sumaron.

Pero Lud, su contrincante, no aparecía.

Meissa siguió a la Evanik. Parecía algo decepcionada, pero la elfa no entendía el porqué…¿acaso habían hecho algo mal?

Salió de la cocina poco después. El aire de la calle entraba en sus pulmones y conseguía hacer que ella se sintiese viva y confiada. No habría conseguido ese grado de tranquilidad dentro, por lo que agradecía que su profesora la hubiese cogido en su grupo.

El jardín les dio la bienvenida y ella sonrió a la nada, como acostumbraba a hacer. Al poco su profesora les hizo separarse en grupos y ella prefirió ir al jardín trasero, junto con una chica que si no se equivocaba se llamaba Mar y otro chico que, siendo sincera, no se había molestado en ver su rostro.

Caminó junto con ellos con algo de parsimonia, mirando a su alrededor, más por curiosidad propia que por el bien de la misión. Rió con los botes que el chico del grupo iba dando al darse cuenta de los pequeños murciélagos que iban volando encima suyo.

Hombres pensó luego somos nosotras las que tenemos la fama

Un grito se escuchó al poco rato, y los tres corrieron al punto donde ése sonó. Parecía uno de esos chistes donde: Estaban un español, un francés y un ingles… e incluso estuvo a punto de reír cuando notó al hombre que estaba en el suelo.

-¿Está fiambre? – preguntó sin tacto a una chica que estaba a su lado, pero al ver que esta sollozaba más que antes calló. Se fijo en ese instante en lo que pasaba en la sala, y se indignó completamente al ver todas aquellas féminas (como ella) lloriqueando por las esquinas. Estuvo a punto de gritarles que tuvieran un poco de dignidad, pero se contuvo.

Se dirigió entonces a la chica que había soltado el grito, tenía un acento español más que marcado por lo que sintió simpatía por su compatriota.

-¿Podría decirnos todo lo que ha visto, por favor? – le dijo en español, intentando calmarla – Todo lo que nos diga será más que útil para nosotros, pero si prefiere tranquilizarse lo comprenderemos – añadió rápidamente.

Por suerte para la catalana, la mujer le explicó todo lo que había pasado y ella no pudo evitar notar el detalle de la mano hacia la boca.

-¿Nadie ha mirado ahí? – dijo señalando la zona. Al ver la mueca de asco de los demás siguió algo mosqueada – Ya lo hago yo, panda de vagos – se acercó a la boca alemana y, antes de abrirla suavemente con los dedos dijo con sorna – Todo esto es por Merkel, que te quede claro.

No pudo ver nada en la cavidad alemana por lo que supuso que o había conseguido acabar de tragárselo, o alguien se lo había quitado.

Se lo dijo a los demás pero al instante advirtió que le parecía poco probable la segunda opción.

Se lavó los dedos en el vestido y escuchó como Marcus decía que no se acercasen al alemán. –Alguien lo tenía que hacer – se disculpó haciendo lo que el otro dijo.

-Señoras, señores – dijo – como ya ha dicho el jefe, no salgan de esta sala, bueno, si salen corren con la suerte de no volver a entrar, así que hagan lo que quieran – concluyó sin tomar en cuenta lo que había dicho.

Salió tras decir eso con su grupo y, tras media hora, Mar pareció encontrar el porqué del asesinato del alemán.

-¿Ahora te enteras? – dijo, más que nada para despistar, pues ella no había caído.

Entraron entonces a la mansión de nuevo, para informar a sus profesores.

OFF:

Aquí teneis mi ficha: Meissa. Tengo que editarla un poco, pero prefiero que sea al acabar el mes

-¡Oh, al fin! - exclamó la elfa al ver caras nuevas -¡Nat, no todos están muertos! - casi gritó con las manos en alto y se abalanzó a un chico que hablaba con el que parecía su jefe de casa... o al menos a ella le dio esa sensación. Abrazó al chico fuertemente y le dio un beso en la mejilla - Nos has salvado - bromeó - por cierto, que guapo eres tontaco - reconoció mientras lo soltaba y se dirigía al cofre - ¡Oh! - dijo al ver uno de los trajes, lo cogió y se fue a su habitación con una sonrisa traviesa.

Entro en su habitación con una gran sonrisa en su rostro. Se dirigió rápidamente al espejo que había y se puso a arreglarse.

Al poco salió. Estaba orgullosa de si misma, ya que ese vestido le quedaba fenómeno con su piel morena y cabello castaño.

-He vuelto - exclamó entrando otra vez en la sala

Se sentó en el suelo tras entregar el papel a sus profesores. Por alguna extraña razón se encontraba más tranquila que momentos atrás y ya no tenía la fatal sensación de que iba a catear.

El profesor Zack se iba pasando entre ellos, seguramente en una táctica velada para que los más atrasados, los más perfeccionistas o que no se enteran de nada pensó Meissa, se diesen prisa. Ella entendía su presión silenciosa, la entendía y respetaba, pero aun así le daba algo de miedo que en una de sus zancadas, pisase a alguien.

Bueno, siendo sinceros más que miedo, le hacía gracia pensar que eso podía pasar.

Poco después ambos maestros dieron una lista repartiendo a los alumnos, y Meissa sonrió al ver que le había tocado Zack, el mortifago. Sabía que sería seguramente más bestia y menos compasivo que el otro, pero queriendo ella formar parte de la Marca necesitaba a un profesor así, que no le diera miedo enseñar, por así decirlo.

Se puso en fila con una sonrisa en la cara, aunque interiormente estaba de los nervios, y vio con algo de simpatía y pena a Liz y Demona, pues seguramente servirían de conejillo de indias.

Tras eso, el otro grupo se fue, y Meissa despidió con la mano a Ania. Volvió a dirigir la mirada al frente y vio como su profesor la miraba fijamente, intentando intimidarla. Ella se la aguantó con facilidad, no le tenía ni mucho menos miedo, en su vida había visto cosas peores que él , aunque le tenía respeto, todo sea dicho.

La clase se dispuso tal y como el mortifago quiso y éste, como si fuera lo más normal del mundo, les dijo que les iba a atacar y, básicamente, que más les valía defenderse si no querían ser heridos.

Bien pensó la catalana con ironía pues no sabía exactamente que les iba a pasar. Aun así, más por impulso que por otra cosa, convocó una camiseta ancha para ponérsela encima de la que ya llevaba.

Menos mal que lo hizo.

Los hechizos y los alumnos iban pasando y pronto le tocó a ella ser picada y hechizada. Puso una mueca de fastidio en cuanto Zack hizo aparecer el bichejo marino y una de asco cuando éste le picó.

No le dolía, o al menos no mucho, pero pensar que estaba inyectando algo en su cuerpo le daba mucho asco.

La avispa cayó al suelo muerta y Meissa se aguantó las ganas de pegarle una patada.

Después le lanzó un sectusempra y ella sabía perfectamente que hacer.

-Protego

Lo primero que debía hacer era desviar el hechizo de los cortes. Tras eso, con una parsimonia rayando a lo enfermizo, contando que estaba envenenada, apuntó a una roca con su varita y dijo:

-Morphos

La roca se transformó en un bezoar y se lo tragó con indiferencia. Se dirigió otra vez a la cola y esperó al siguiente ejercicio.

· · ·

-Oh, que asco - masculló al ver como hechizo que le había mandado al otro era interceptado por un protego.

-Silencius – gritó emocionada, hacia tiempo que la adrenalina no surcaba su cuerpo, así que iba a aprovecharla.

Sabía que el hechizo era muy típico, pero dudaba que otro hubiese cortado el Longlock que estaba a punto de salir de los labios del otro. Para su buena suerte solo pudo decir la primera silaba antes de que su hechizo impactara contra él.

-Expelliarmus

Sonrío divertida, si ese hechizo llegaba al otro su varita volaría por los aires unos cuatro metros hacía atrás, lo que haría que ella tuviese al menos una oportunidad de atacarlo antes de que el otro diese su primer paso.

Abrió los ojos antes de que la luz del sol entrase por la ventana de su habitación. Se levantó poco después, no tenía sueño, por lo que era una tontería y perdida de tiempo quedarse en la cama.

Entró en el lavabo con presteza, el tiempo corría y ella lo necesitaba pues, aunque en condiciones normales le hubiese dado tiempo de sobras, ese día iba a hacer algo que hacía tiempo que no le pasaba por la cabeza... Se iba a arreglar.

Se duchó rápidamente y, con el albornoz bien atado, se miró al espejo del lavabo. Cogió un peine y, por primera vez en años, pasó en cepillo por su pelo. Respiró con fuerza. Dolía, dolía mucho. El instrumento de tortura pasaba por su cabeza haciéndola sufrir, aunque el resultado lo valía, o al menos así lo creyó ella.

Meissa no se preocupaba por su físico. Era cierto que era bastante delgada, y se podría considerar guapa o, al menos, exótica. Mucha gente le había dicho que su belleza residía precisamente en que no se preocupaba por ella, pero Meissa simplemente pasaba de esos comentarios.

En cuanto su pelo estuvo presentable, suave como nunca, salió del baño cantando bastante entonada una canción que escuchó al llegar a Gran Bretaña.

-'Cause every time we touch, I get this feeling, And every time we kiss, I swear I can fly, Can't you feel my heart beat fast, I want this to last, Need you by my side - canturreó. No recordaba el nombre de la cantante, solo sabía que tenía algo que ver con el agua, pero lo dejó pasar. Llegó al armario justo cuando acabó de cantar la parte que sabía de la canción.

Estudió la topa que tenía dentro. Estaba su traje de tribu, la única ropa que se ponía y que lavaba cada noche, y, además, mil vestidos que le había regalado su padre para que, en teoría, se adaptara a la cultura de allí. 

Desechó la mayoría al momento, en la carta ponía que sería un sitio importante y elegante, por lo que no podría ir con según que cosas. Al final se decidió por el vestido blanco y negro que vistió en la boda de Jay y Dylan. Le tapaba los tatuajes de los muslos, aunque nada podía hacer con el de la cara y los del brazo. Por suerte, estos eran bastante "elegantes". Se puso un short  negro y un top del mismo color debajo del vestido, por si tenía que correr o algo por el estilo. Por esa misma razón calzó unas bailarinas, aunque estaba segura de que se las quitaría en el caso de una carrera, como ya había dicho en más de una ocasión, sus rasgos élficos hacían que no tuviese que llevar calzado a no ser que ella quisiese.

Ya preparada salió de su casa con una sonrisa en su cara al ver el rostro de asombro de sus familiares. Llegó unos minutos después gracias a la ayuda de un traslador, o trasladador, o como quiera que se llamen esos instrumentos.

Miró la elegante mansión que se encontraba delante suyo y entró por una de las puertas, la de la cocina.

Dentro había bastante gente, algunos de sus generales, a otros los conocía de vista más que nada, y por último, los más "espectaculares", era Addison y otro chico, que supuso que sería su otro profesor.

-Me llamó Meissa de Orión Haughton- sonrió cuando le tocó presentarse - soy demonio por parte de padre y elfa por parte de madre, así que se me podría considerar una... ¿Demelfa? - preguntó con duda, aunque al segundo la quitó de sus ser - Y normalmente voy más desgreñada - añadió orgullosa.

Off: 

Holaaa, me llamo Cristina, pero prefiero Krhis, y me encanta el chocolate, Johnny Depp (lo adoro), escribir y leer... Y bueno, tengo 15 años (desde hace dos días ) y vivo en España.

En cuanto al rol... Perdonad las faltas pero es que estoy escribiendo por el móvil 

Meissa llegó al lugar donde hacían las clases de duelo un poco justa de tiempo. En su mano derecha llevaba un vaso de cartón lleno de horchata que había comprado de camino. No sabía de donde venía aquel vicio de beber horchata para desayunar, pero como ya había dicho, le daba bastante igual.

Hizo desaparecer el vaso con un movimiento de varita, preguntándose donde llegaban todas las cosas que la gente hacía desaparecer. Tuvo que dejar su facción de filosofa de lado ya que sus profesores les dieron una tarea a realizar.

Será fácil pensó la catalana cogiendo un pergamino. No lo era.

La cara de Meissa se distorsionó en una mueca al no poder distinguir fallos en el duelo, si, había encontrado los fáciles que encontraban hasta los de generales, pero no encontraba nada mal en la manera de procesar sus profesores.

A su lado un chico no paraba de escribir como loco, y Meissa por poco no pudo aguantar las ganas de echar una ojeada. El deber moral le decía que no, y ella le hizo caso.

Entrego el pergamino sin ganas, preguntándose si podría aprobar haciendo media con otra tarea.

OFF:

Cierto es que como mi personaje no entiendo casi nada... UU'

-Me gusta esa temática... vampiros y cosas así... - se lo pensó un momento y se corrigió - no, solo vampiros.

La idea de gustaba y tenía todo lo que Nat's había dicho, aun así una idea le vino a la mente.

-¿Y si los chicos se visten de vampiresas y las chicas de vampiros? - se lo quedó pensando un poco y desechó la idea con la mano - Nah, demasiado enrevesado... pero igualmente tiene que tener alguna otra cosa aparte del tema principal... algo original... no sé, ¿tu que piensas?

Tras eso intentó que alguna otra idea le viniese a la mente, algo original... y si no era así esperaba que a la otra se le ocurriera.

El sol aun no había despuntado cuando Meissa abrió los ojos con pereza. La noche anterior no había dormido bien. Llevaba días esperando volver a clase, aunque si alguien se lo intentase sonsacar lo negaría con creces.

Cogió una toalla grande que tenía guardada en alguna parte del armario de su habitación. La que hasta el día anterior estaba en su lavabo había tenido ligeros problemas técnicos y había aparecido churrascada tras una pequeña pelea contra el lavamanos. Magia involuntaria. Tampoco se molestó mucho por ello, tenía más y si no fuera así, no era tacaña, se abría comprado otra.

Se pasó tres cuartos de hora en la bañera, pensando en sus anteriores compañeros de Generales 70, maldiciendo por no tener a ninguno de ellos en su casa, los Centauros de Blodwyn. Le hubiera gustado que Sol, Ania, Demona… estuvieran con ella.

Tras su baño se dirigió otra vez a su habitación, abrió el armario y cogió, como siempre, su ropa habitual, aunque, ahora que lo pensaba, siendo su ropa habitual era normal que la utilizara siempre… Lo dejó de lado, se vistió con el traje de su tribu y, como cada mañana, se dedicó a su ritual matutino enfrente el espejo.

Salió de casa una media hora después, con un trozo de tarta con merengue en una mano, y la otra ocupada con un vaso de horchata. Era un desayuno extraño, no había motivos para negarlo ya que era así, pero le encantaba, y si había una cosa que le encantaba… ¿por qué negársela sí misma?

Llegó a la Academia un buen rato después, había decidido ir andando, tenía tiempo de sobras, y hubiese odiado perderlo haciendo lo mismo que nada. Entró en la Academia con paso seguro, perdida en sus pensamientos, sobre sus profesores y compañeros.

Esa vez eran, contándose a ella, y si no se equivocaba, unos cincuenta y cinco compañeros, nueve de ellos de sus Generales.

Poco a poco fue cruzando pasillos, inmersa en la carta que le daba la bienvenida a Duelo Básico 37, y, sin darse cuenta, sus pies la llevaron al lugar donde, unos días atrás, había cursado su anterior clase… Generales 70.

Acarició con suavidad la madera de la puerta y se preguntó dónde realizaría su siguiente clase. De repente oyó dos voces discutiendo a base de indirectas y salió a los jardines por una puerta que se encontraba cerca.

Abrió los brazos, como si acogiera al sol, y echó el cuello atrás, con los ojos cerrados, disfrutando de la sensación. A unos pasos de ella estaban sus actuales compañeros, no todos, tan solo los más madrugadores, y sus profesores.

Meissa creyó reconocer a uno, el de la chaqueta negra, pero lo dejó estar, se había cruzado con mucha gente en el Callejón Diagón, así que no le sorprendía para nada.

A lo lejos le pareció ver a Liz, a Demona y Sol, y un poco más allá a Nats, una chica con la que había hablado en su sala común. Se acercó a ver a la primera, saludando claro está a las otras tres, y por el camino pudo distinguir a Lud, el chico con el que había tenido una pequeña “discusión” en la clase anterior. Aun así le saludó inclinando suavemente la cabeza.

Se sentó al lado de Liz, estaba un poco mosqueada porque Ania aun no había aparecido, pero igualmente sonrió a la chica.

-Me encanta volveros a ver – dijo suavemente – Aunque hay mucha gente que no conozco… ¿y tu?

Mientras hablaba con la Mellark, sus profesores, que se habían presentado como Zack y Kriss, les repartieron unos folletos, y Meissa no pudo evitar pensar, mientras los leía, que sería una gran clase… y no solo por sus alumnos.

Después se dio cuenta de que muchos, la gran mayoría, no la conocían, así que se levantó.

-Mi nombre es Meissa de Orión Haughton - se presentó con una sonrisa - Encantada de conoceros, espero que seamos buenos compañeros, y si no, pues que se le va ha hacer.

Se encogió de hombros y se volvió a sentar. No se había explayado mucho en la presentación pero aun así, sentía que al decir su nombre, les había dicho todo sobre ella.

OFF:

Bueno, mi nombre es Cristina, pero prefiero Krhis (manías ☺), tengo 15 años… bueno, en realidad 14, pero este viernes 13 (mal royo) cumplo los quince, así que ☺.

En fin, me encanta leer, escribir, la música Heavy, Punk y todo lo que se parezca… también la Ska, ahora que lo pienso, pero también adoro a Ricky Martin, Chayanne, Melendi, Macaco… vamos, que menos música estilo Justin Bieber y semejantes, me gusta la mayoría.

En fin, pues creo que ya está… ¡ah! Me encanta el chocolate O.O

-Me parece bien - dijo mirando a Nat - Muy bien - asintió tras pensarlo durante unos momentos - ¿Pero donde?

Se lo quedó pensando un rato más y siguió diciendo lo que se le iba formando en la cabeza.

-No se mucho de fiestas, se que te estoy encolomando mucho el muerto, pero,¿ que te parece si tu dices lo que se tiene que hacer y yo te ayudo con ello? Es decir, nos repartimos las tareas

La Haughton se quedó mirando a su compañera de casa, curiosa de como le respondería.

Cogió el pasaporte que la chica le entregó con una sonrisa y se puso a ojearlo rápidamente. Le encantaba.

Tras una suave inclinación con la cabeza, como despidiéndose, se encaminó hacia la salida con la cabeza en sus mundos, contenta de tener al fin su pasaporte.

Tan solo pasar las puertas de la oficina sonrió arrogante. La mejor forma de conseguir las cosas era haciéndose la inocente

- Ah, bueno, pues dos novatas At the power! - rió levantando un puño en alto, tras eso se puso a canturrear una canción que había escuchado hacía ya tiempo. Se divirtió al oírla cantada con su dulce voz en vez de las cascadas de sus autores originales - Y el presente aquí contigo, mano a mano, oyeme hermano disfruta el camino...

Le gustaba el eco que se formó, aun así quería que algo pasase, cualquier cosa...

-Y el caballo los mató - versionó una canción de Melendi, refiriéndose a sus compañeros de casa.

-Realmente esto está muy callado - dijo Meissa desde detrás de la chica que acababa de hablar - Me llamo Meissa de Orión Haughton, soy nueva, encantada de conocerte - sonrió con algo de arrogancia, no mucha, la suficiente para sentirse segura de nuevo.

Aun llevaba el sombrero que algún centauro había perdido, pero se lo sacó de la cabeza para posárselo en el pecho, en una actitud solemne.

-Alguna idea... emm... - con la mano hizo un gesto para decir, para dar a notar, que no sabía como se llamaba la otra chica.

-Oh, gracias - le dijo a la chica que le atendió algo abochorada - Lo siento, los nervios - sonrió nerviosa antes de sonreírle.

Miró ambos pergaminos estudiándolos rápidamente, y cogiendo una pluma vete a saber tu de donde, se dispuso a completarlos.

Ministerio de Magia

Departamento de Cooperación Mágica Internacional

Ficha de registro de Brujas y Magos inmigrantes

 

 

Nombre: Meissa de Orión Haughton

Ficha:Aquí

Nacionalidad: Española

Motivo de inmigración: mi padre vive aquí y he decidido mudarme con él.

Situación actual en Gran Bretaña: aprendiz en la Academia de Magia y Hechicería. Vivo con la familia Haughton.

Marca

Ministerio de Magia

Departamento de Cooperación Mágica Internacional

 

Plantilla para Pasaporte

 

Nombre: Meissa de Orión Haughton

Edad: 15 años

Sexo: femenino

País de origen: España

Ficha de personaje: Aquí

-Creo que ya está - murmuró algo insegura, entregándole los pergaminos a la chica, aunque los estuvo releyendo hasta el último segundo - Si hay algún problema, algún fallo o algo por el estilo... perdone por ello - se disculpó mirando el suelo sin saber donde esperarse a que se lo firmaran o no.

Caminó por la oficina nerviosa, en su mano derecha llevaba el formulario que debía entregar. Se acababa de enterar que tenía que legalizar su estancia allí y estaba nerviosa por las represalias que podría ganar por no hacerlo antes. Y se quedó enfrente de un escritorio vacío, esperando a que alguien le dijese si se podía quedar allí o debía irse.

Releyó la carta una vez más, deseando que estuviese bien, y se puso a jugar con una de sus pulseras

Ministerio de Magia

Departamento de Cooperación Mágica Internacional

 

Formulario de Cooperación Internacional:

 

Lugar a visitar (especificar fronteras):Toda Gran Bretaña

Periodo de tiempo a pasar en el lugar: indefinido

Actividad a realizar: Vivir

Número de asistentes: 1

Pasaportes: individual [x] Colectivo []