Rodrigo Snape

Hola, disculpen, soy usuario que está regresando después de varios años. Cuento/contaba con mi ficha, pero esta es de antes de que se hicieran todas las reformas en el foro. Mi duda es, ¿tengo que abrir un tema nuevo con mi ficha o pido que se actualicen mis datos en la ficha antigua? ¡Gracias!

@@Niko Uzumaki

¡Hola! Tengo una pequeña duda que me surgió y creo que aquí es donde debo postearla. Estuve en el foro hace ya unos años y cuando no estaba fue cuando se hicieron todas las reformas. Mientras estuve en el foro logré graduarme de lo que entonces creo que era la academia. En el tema de consultas me comentaron que el rango de graduado se respeta. Ahora, mi pregunta es si debo comenzar cursando el séptimo grado o si puedo empezar directamente en el Ateneo.

¡Muchas gracias!

¡Hola! Tengo una pequeña duda, disculpen si ya ha sido respondida la verdad estoy un poco perdido. Formé parte del foro hace unos años, antes de que se implementaran las nuevas reformas. Ahora, mi duda es si todos los registros y lo que había completado en ese entonces se ha "borrado" en la nueva versión. Entiendo que aspectos como la ficha tendría que volver a hacerlos y que obviamente logros como haberme graduado, el bando, etc, ya no existen. Mi duda va más en aspectos en aspectos como la bóveda y demás registros, ¿debo hacer todo como si acabara de hacer la cuenta?

¡Hola! Sí, estoy vivo Si es que alguien se acuerda de mí pues estuve hace más o menos un año en el foro y ahora he vuelto. Nunca fui parte de esta familia, pero ahora quisiera poder serlo. Siempre me gustó y como además me la recomendaron pues aquí me tienen dando lata (?)

Holaaa bueno, me encanta la idea de las firmas temáticas y que mejor tema que este en Halloween (?) No soy muy fan de las películas de terror T-T en realidad, he vista muuuuuuuuy pocas por ello andube buscando personajes en google y no tardé más que unos minutos en encontrar uno que me gustase xD.

Bueno, les dejo la ficha:

Personaje: Jason Voorhees

Película: Viernes 13

Saludos, espero que este bien mi personaje (?) :3

Me volví a poner tenso, supe que esta no era una de mis mejores batallas. Siempre había sido alguien bueno según mi opinión, bueno, quizás promedio sin embargo hoy parecía que nunca hubiese ido a una situación de batalla en toda mi vida. Por un momento quise salir de ahí a toda costa, correr o volar hacia un rincón y esconderme del temor que sentía aunque supe que esa no era una opción válida. Cerré mis ojos de nuevo, esperé unos segundos para tranquilizarme y volví al presente, a la batalla.

Una pequeña sonrisa adornó mi rostro, sabía que después de todo ese temor tenía una felicidad de defender mis ideas, de luchar aun cuando sentía que no tenía la valentía suficiente. Después, una luz me cegó y no pude ver más por culpa de una infección, o algo así. Sentí que alguien me iba atacar, que algo iba estar por suceder; levanté mi varita y pronuncié: -silencius- el hechizo había rendido efecto en la bruja Madeleine Rambaldi, y de su boca unicamente salió ''mor...''.

Suspiré de nuevo, me apunté a mi mismo y pensé: <<Episkey>> al instante sentí como la heridas causadas por el strellatus comenzaban a sanar.

Observé como poco a poco iban llegando mis compañeros y mis adversarios. Me acerqué a Lestat y Jank, mi padre y en el fondo lo único que deseaba era salir vivo. Sí, quizás eso no era muy valiente de mi parte, quizás eso no era lo que debía sentir, aunque en el fondo era lo que mi cuerpo expulsaba. Cerré mis ojos, respiré hondo y decidí que era momento de dejar de sentir miedo.

Este era uno de esos momentos, uno de esos en los que sabes que todo está en juego. Mi equipo, mi bando, mis compañeros, mis amigos, mi padre; todos me estaban viendo y yo, lo único que demostraba era temor, me avergonzaba de mi mismo.

Abrí los ojos de nuevo, visualicé el panorama y sentí que recuperaba mi seguridad poco a poco. Observé a una bruja llamada Helen, vestida de estilo griego, y supe que quizás esta era mi oportunidad de atacar. Apunté hacia el vestido de Helen Reyes y pronuncié: -Morphos- su vestido se transformó al instante en una avispa marina que le inyectó su veneno al momento, para después caer muerta ante los ojos de todos.

Suspiré, me volteé hacia una bruja llamada Madeleine y apuntándole pronuncié: -silencius- al instante Madeleine Rambaldi se silenció y no pudo decir palabra alguna.

Rodrigo Myrddin

Me levanté, al parecer todo era un día completamente normal. El amanecer lucía despejado y comencé a preguntarme qué era lo que iba hacer durante mi rutina diaria. De seguro iba ser lo de siempre: ir al Ministerio para trabajar, regresar Winterfall y finalmente ir al Cuartel de la Orden del Fénix. Tal vez iría al Callejón, o a dar una vuelta por el Castillo Myrddin, aunque raramente cambiaba la jornada; tenía mucho tiempo que no salía a una redada o un asalto con mi bando y definitivamente empezaba a extrañar esos días.

De repente observé cómo llegó un patronus, el cual era un hipógrifo. Al principio me confundió su llegada, aunque supe lo que tenía que hacer; me coloqué un disfraz de Duende Mágico de Gringgots , el cual tenía unos zapatos poco cómodos y un traje que se parecía al usado típicamente por las criaturas mágicas –aunque sinceramente no lucía muy convincente. Fui hacia mi mesa que se encontraba a un costado de mi cama y recogí mi varita de álamo, después la coloqué dentro de mis bolsillos y me aseguré de que no hubiese oportunidad de que se cayera.

Era Halloween, una época celebrada por muchos en Ottery y sabía que mi encuentro se situaría en una fiesta de disfraces, justamente en el Castillo Ryddleturn. Bajé las escaleras y me coloqué la luz en mi rostro, para finalmente salir de Winterfall y volar hacia el bosque Sherwood.

Desde los cielos observé que había visto un lago, cosa que me advirtió que estaba llegando hacia mi destino. Bajé lentamente, inseguro de lo que iba pasar en unos momentos. Al llegar afuera de los límites de aparición me bajé de la escoba, saqué mi varita del bolsillo derecho y observé detenidamente el lugar; sentí como la tensión iba creciendo poco a poco en mi cuerpo.

Noté como la presencia de mis compañeros cada vez se hacía más notoria. Al parecer ellos también habían sido informados para poder rescatar a nuestros compañeros que se encontraban presos de ese terrible lugar. Este hecho no me sorprendió ni un poco, ya que la unión dentro de la Orden del Fénix siempre ha prevalecido.

Supe que ahora iba ser tiempo de preparar defensas, por lo que levanté mi varita hacia adelante y pronuncié: -Avis-. De mi varita hecha de vid salieron doce pajarillos que se colocaron en frente de mí; estos eran de varios colores dentro de los cuales, el amarillo y el rojo predominaban.

Volví a mencionar el mismo hechizo ‘’avis’’ y de mi varita salieron otros doce pájaros del tamaño de una paloma, solo que en este ocasión estos eran de color negro y blanco.

Sin duda alguna esto iba a comenzar a poners eintenso, la presencia d elos mortífagos no tardó y pronto comenzarona atacar a nosotros, los Miembros de la Orden del Fènix.

Era un día un poco raro. Hace mucho tiempo que no iba a ayudar a mis compañeros de bando, había estado ocupado desde que había salido del viaje por Europa. Era un poco extraño ese hecho, ya que yo había estado muy activo dentro de la Orden del Fénix y hoy en día solía ser simplemente una sombra de lo que parecía haber sido.

Me encontraba tomándome una taza de café mientras observaba el anochecer desde mi ventana en Winterfall. Todo el transcurso de la noche cambió cuando recibí el patronus de mi compañera de bando Athena Stark, el cual era una mariposa Sofía y me hacía el llamado hacia el rescate de mis compañeros que se hospedaban en la cárcel mortífaga ‘’Nurmengard’’.

Bajé las escaleras mientras me colocaba un saco color negro hecho de piel y me colocaba mis botas de la misma tonalidad. Coloqué mi varita en mi bolsillo derecho y preparé la luz de mi rostro la cual me cubría de que mi identidad fuese relevada. Tomé mi escoba y viajé rápidamente hacia el Pico Erapuca, en Honduras. Ahí se encontraba mi destino, por lo que decidí apurarme para llegar a tiempo.

Ingresé a la prisión y me coloqué junto a mis compañeros.

H

ola, ¿cómo estan? vi que Harry hizo esos asombrosos banners y me encantaron *0*. Bueno, a lo que iba, estuve pensando mi pseudonimo y la verdad es que si me tarde varios minutos e,e (?). Bueno, la verdad es que si me tarde u.u y ahorita no se con que rellenar las dos lineas ummm***

Bueno, a lo que voy (?) mi pseudonimo decidí que será ''Druida''. Bueno, como creo que no llené las lineas, así que lo haré contándoles lo que significa mi pseudonimo. Bueno, yo saqué lo de Druida de Teen Wolf (aunque si existieron en la vida real, pero yo lo quiero por la mitología de la serie (?)). Bueno (ya basta de buenos (?)), en la serie los Druidas eran los que aconsejaban a las manadas de lobos *---* así que si quieren más información busquense una wikipedia de teen wolf (?)

*fumus (?)* me voy chicos, saludos y gracias, esperaré mi banner *0* (?)

Hola, ¿cómo estan? bueno, ahora vengo a ahcer la tarea, por una extraña razón pensé que ya se había acabado el lapso de tiempo y me asuste D: pero veo que no :3 bueno, empiezo |o/

Dudas acerca de las capturas y los asesinatos :3

1) Primero, ¿cuál es la diferencia entre una captura/asesinato y un asalto? Esto lo pregunto por la parte final de la regla uno que dice: ''esto para evitar que termine en asalto''.

2) Respecto a la regla 5, ¿qué sucede si tus compañeros de apoyo vienen a ayudarte pero tu no hiciste el llamado? :3

3) Respecto a la regla 1 de las Listas de Objetivos, esta dice que las listas de la Orden y la Marca deben ser iguales tanto en números de objetivos como en los rangos, pero al menos yo no he visto que se cumpla lo de los rangos (por ejemplo este mes la Orden tiene un lider pero la Marca no), ¿o es que significa otra cosa la regla (?)?

4) Respecto a la regla 5 de Objetivos, ¿qué es eso de la ''lista negra'?

5) ¿Cuál es la diferencia entre capturar a alguien que es objetivo o a alguien que no lo es?

Reglas de Carceles de Bando :3

1) ¿Qué pasa si te llevan a la prisión y no te resucitan?

2) ¿Qué pasa si tu no tienes los 3 roles al termino de los 5 días?

3) En cuanto a la Regla 8, ¿lo que se hace ahora es lo que dice primero o lo segundo? o sea que, ¿las listas de hechizos estan revisadas?

Gracias :3

Caminé hasta un Departamento que me era muy reconocido, ya que era el lugar donde trabajé como aprendiz por mucho tiempo. En esta ocación, no iría a pedir trabajo, pero si haría algo que me parecía un asunto muy importante. Durante todo el transcurso del año me había dedicado mucho a lo que era papelería y registros dentro del Ministerio de Magia y ahora que ya tenía mi pasaporte, era hora de ir a registrar mi raza.

Tenía un poco de prisa, por lo que ya había llenado el formulario en mi alcoba dentro del Castillo Myrddin. El haber hecho eso alimentaba los recuerdos de mi infancia. Sin duda alguna el trámite que estaba por hacer era muy importante, ya que así estaría yo registrado como licántropo dentro del Ministerio y el Departamento de Criaturas Mágicas.

Después de unos cuantos minutos y un viaje por el elevador, llegué a la Cuarta Planta. Este era mi destino, por lo que tras observar un poco el entorno, caminé hacia la División de Bestias. En ese lugar tendría que ir a dejar el registro y esperar a que este fuera aprobado, lo único que esperaba por ahora era que no hubiera nada de incorrecto en mi formulario y además que el trámite no se tornara tan largo.

Observé a alguien que parecía ser empleado de la División y le entregué el siguiente formulario:

Ficha para el Registro de Licántropos

 

Link a la Ficha Personal: Aquí

Nombre: Rodrigo Myrddin

Residencia: Indefinida. Suele pasar la mayor parte del tiempo en el Castillo Myrddin y Winterfall, además de los terrenos de la Orden del Fénix.

Licántropo desde: Hace 5 años.

Mordido por: Desconocido, fue un licántropo dentro de un bosque en Grecia.

Situación que causa el enojo: Muchas razones, entre ellas la ignorancia y la hipocrecia, pero principalmente la falta de respeto hacia sus ideales, su familia y sus amigos.

Aspecto Físico Caracterizador: Cuando no esta transformado en licántropo luce como un humano normal, claro, con sus respectivos músculos (?). Cuando se transforma en hombre lobo, sus facciones del rostro se agrandan y arrugan, sus ojos cambian de color a un rojo intenso; también se debe mencionar que le crecen colmillos y garras. Una imagen de su físico (transformado) es esta (dar click a la palabra ''esta'').

Tras despertar de la primera aventura, decidí que debería caminar un poco por el sitio. Y en realidad, eso fue lo que realicé por unos cuantos minutos, mientras también observaba todo lo que estaba sucediendo en la escena. Al parecer todos estábamos un poco alterados, o eso era lo que suponía tras ver las reacciones de mis compañeros al despertar.

Después de un poco de tiempo, me acoplé junto a mis compañeros y esperé a las instrucciones. Todo marchaba igual, hasta que unos espejos aparecieron en frente de todos y se procedió a cubrirnos los ojos. No entendía lo que estaba sucediendo, parecía como si esto se fuera a tornar en algo como una casa embrujada, si, de esas que siempre están en la mayoría de las ferias.

Escuché atentamente a las instrucciones dadas por la tutora Felicity y respiré un poco antes de empezar a quitarme la venda. Lo hice de manera un poco delicada y observé el trozo de papel que se encontraba sobre mis manos. Aunque recordaba las instrucciones que habían sido dadas, me sentí como bloqueado, como si en ese momento no estuviera seguro de que hacer.

Me mantuve en silencio, mientras que lo único que realicé por unos minutos fue observar el espejo que tenía en frente de mí. Ya varios de mis compañeros habían hablado y quizás era entonces mi turno de hacerlo. Alcé un poco mi voz mientras leía el pergamino. Tras leer unas cuantas palabras observé hacia el frente para poder ver como se iba dibujando poco a poco el físico de la bruja.

-Bueno, sin duda alguna la descripción dada esta muy bien detallada- dije, mientras veía el rostro e intentaba ver qué era lo que podía faltar en el. Quizás en lo primero que me fije fue en las facciones, por lo que decidí seguir hablando acerca de ello. –Aunque esta muy completa la descripción, veo que le falta uno que otro detalle. Por ejemplo, las facciones. Puedo observar que son finas y delicadas, o al menos eso estoy suponiendo, sin embargo aquí no se puede ver con claridad si en cambio, son toscas. Los labios por ejemplo, están completamente definidos, perfectos diría yo; la nariz… bueno la nariz, no está detallada ni su forma ni su tamaño, sucede lo mismo con sus cejas, si bien podrían ser frondosas y pobladas, también pueden ser delicadas y delgas.

-Ahora, el cabello. Este es pelirrojo y se puede observar de manera perfecta su tamaño y forma, aunque no estoy seguro de si ella lo utiliza recogido o suelto, o quizás de ambas formas dependiendo la ocasión. Su piel, buen tiene una tez blanca que no llega a ser pálida, diría yo que parecida a la de muchos magos. No tiene muchas marcas, o eso es lo que yo supongo tras leer el texto, aunque podría tener uno que otro tatuaje escondido tras su ropa casual.- paré por un momento, necesitaba un respiro antes de comenzar a hablar.

-Finalmente, tenemos su complexión. Según el texto ella tiene una figura agradable, aunque la cuestión es, ¿para ella que es una figura agradable? Ya que todos podríamos tener una diferente idea acerca de ello. Creo que eso es lo que falta, ¿o ustedes opinan algo diferente?- dije de una manera un poco tímida, seguía sin encontrarme seguro acerca de quién era la mujer que estaba dibujada en el espejo.

Bueno, ya ayer en la tarda había enviado el mp con la tarea a mis profes, pero se me había apsado pasarme por aquí. Aún así ya le había dicho a Aime :3333 (?) que se lo había enviado, pero no esta de más apsarse pro aquí (además de que creo que lo tengo que hacer pero bueno). La tarea en si no se me hizo difícil, solo que digamos que yo no soy así de que bueno explicando las cosas (?) y a veces escribo mucho pero digo poco o escribop poco y me faltan expresar mis ideas (?)... si, yo me entiendo xD algunas como que ya ya se explicaban por si mismas, así que decidí poner ejemplos en algunas o intentar explicarlas mejor. Gracias a los dos

Rodrigo Myrddin Stark

Caminé hacia donde se encontraba mi compañera Jessie Stabilito, lo cual era una celda. Ingresé a ella y supe que era momento de entregarle la varita. Noté que tenía tres cuerdas, las cuales de seguro eran producto del incarcerus, así que las quité con magia. Después de hacer eso, verifiqué que tuviera la segunda varita, la cual iba ser para ella. La saqué del bolsillo de mi capa y se la entregué a Jessie Stabilito.

Me alivié de que ella ya tuviera la varita, ahora también podría utilizar hechizos apra defenderse y atacar a los mortífagos que se encontrarán defendiendo la prisión, todo esto con el propósito de que ella y otra compañera pudieran escapar de tan horrible lugar. Ahora todo tenía que salir bien.

Rodrigo Myrddin Stark, en Winterfall.

Me encontraba en lo que era Winterfall, en una de sus torres. Me encontraba recostado, la verdad era que el día había sido pésimo para mí y no quería hacer algo más, o eso era lo que suponía en el momento. Observé como el patronus de Jank –mi padre- llegó a avisarme que iríamos a rescate. Este era un búho, y ya lo conocíua ya que lo había visto otras veces.

Me coloqué mi ropa –una capa negra y unos botinas de la misma tonalidad- tomé dos varitas, aunque una no sería para mi. Preparé la luz en mi rostro para cubrir mi identidad y salí hacia el lugar. Tras unos minutos logré llegar en medio del bosque de Sherwood, cercano al pueblo de Edwinstowe, en Nottinghamshire, Inglaterra (lugar de la prisión Nurmengard).

Rodrigo Myrddin Stark en Nurmengard (bosque de Sherwood).

Llegué al lugar y subí hasta donde estaban mis compañeros, ahora me coloqué en posición de defensa y apunté hacia adelante con mi varita ya que sabía que en ese momento todo podía suceder. Caminé un poco por el lugar, ahora se volvía cada vez más tedioso. Lo siguiente que haría tenái que ser el movimiento neecsitado (?

Me levanté de la cama rápidamente, sabía que hoy era el día que había sido indicado en la carta recibida hace unos cuantos días. En realidad, no sabía que esperar de la ocasión. Aunque se suponía que iba ser una tutoría, tenía el presentimiento que esta nos llevaría por un largo viaje. Este quizás no sería el más largo, sin embargo podría tener una gran caja de sorpresas que podría ser desencadenada minuto tras minuto.

Me preparé apresuradamente para la ocasión. Me coloqué una camisa tipo ‘’polo’’ a rayas azules y blancas, unos pantalones de mezclilla en tonalidad azul rey y finalmente unos mocasines que brillaban bajo la luz de la luna. Aunque no eran las prendas más elegantes, me sentía perfectamente cómodo en estas.

Salí del Castillo y me dirigí hacia mi destino, el cual era Grimmauld Place. Ya había acudido al lugar indicado varias veces, en realidad era probablemente el sitio más reconfortante al cual había acudido durante mi estadía en el mundo mágico. Ahí había pasado grandes noches de alegría, locura y risas con mis compañeros de bando. Nomas de pensar en el lugar, mi mente se llenaba de nostalgia y alegría, y mí rostro se cubría de una sonrisa.

El clima del día era totalmente frío, el cielo se encontraba nublado y raramente no había escuchado a los pajarillos cantar sus peculiares melodías. Esto no era totalmente de mi agrado, aunque en realidad me sentía indiferente acerca de eso. Mis pensamientos solo se centraban en todo lo que iba hacer hoy junto a otros compañeros, de seguro iba ser una experiencia difícil de olvidar.

Me iba acercando al lugar poco a poco. Acababa de echar a un bote de basura un café, aunque no estaba seguro del porque lo había tomado. Usualmente las personas lo hacían para recuperar energías tras unas cuantas horas de sueño, sin embargo era rara la ocasión en la cual yo lo sentía. Mis pasos se volvían cada vez más silenciosos a medida que seguía caminando, no me gustaba llamar la atención y esperaba que esta no fuese la excepción.

Y así fue como tras unos minutos llegué al número doce. Aunque lucía igual que siempre, nunca me cansaba de verlo. Inspeccioné un poco el lugar y me dirigí hacia los pisos inferiores. Me sentí aliviado de que no fuera tan difícil de llegar a ellos, ya que en mi corto tiempo como miembro del bando nunca había ido.

Al pasar la puerta sentí una sensación fría. El aspecto del lugar no me gustaba nada, quizás era el único lugar en ese sitio que quisiera dejar al instante. Prácticamente todo era hecho de piedra, además de que la iluminación no ayudaba mucho. Algo me decía que la habitación se convertiría en algo secundario durante las siguientes horas. Suspiré un poco y dirigí mi vista hacia adelante, donde Felicity y Elvis se encontraban presentándose. No me encontraba seguro acerca de si estos me reconocían, ya que llevaba un corto periodo dentro de la Orden.

Observé como mi tutor se acercaba hacia un gran espejo, mientras que Felicity nos hablaba. Al escuchar sus palabras me empecé a hacer preguntas. Ellos describían esta situación como un ‘’viaje’’, sin embargo la cuestión era que tipo de viaje sería. Miré con atención al espejo que reflejaba una historia, la cual supuse que era la de Elvis Gryffindor. Respiré un poco, no me gustaba ver unas de las partes trágicas que esta tenía.

Al terminar supe que tendría que pasar al espejo a hacer lo mismo que Gryffindor. No estaba seguro acerca de si yo quería hacerlo, ya que nunca me había gustado hablar de mi pasado. Suspiré por un momento, cada vez que pensaba en ello se me llenaba la mente de preguntas acerca de lo que hubiera sucedido de mi vida si no hubiera dejado a Grecia detrás. Había aprendido a no caer en esos pensamientos, sin embargo al parecer iba volver a hacerlo.

Me desconcentré por un lapso de tiempo, sin embargo mi mente volvió al lugar al escuchar una palmada. Al hacerlo volteé hacia adelante y noté como varias sombras surgieron desde el suelo y se postraron sobre la habitación. No tenía idea alguna de que eran, sin embargo me aterrorizaba simplemente el hecho de verlos.

Mi cara se llenó de horror y temor al ver como sacaban una varita de su manga derecha y apuntaban hacia nosotros. Cada criatura tenía su objetivo, y estaba seguro de que yo era el de uno. No sabía qué hacer, nuestros tutores no hacían nada y el miedo me inundo al escuchar como recitaban el hechizo que era probablemente el más famoso de todos: Avada Kedavra.

Al instante mi mente se quedo en blanco, no supe que hacer. Cerré mis ojos tras ver el rayo escarlata viajar hacia mí, solo quise prepararme para intentar no sufrir. El hecho de que ese ciclo de vida iba terminar para mí en ese momento, era algo que me aterrorizaba. No quería pensar más en ello. ¿Ahora que iba pasar? ¿Serían estos los últimos momentos de mi vida? Todas estas preguntas me inundaban al momento.

Tras un pequeño lapso de tiempo, observé como mi vida se empezaba a repetir ante mis ojos. Era como si estuviera viendo una película, solo que en esta ocasión la historia giraba en torno a mí. Quería cerrar mis ojos, quería que todo esto se acabara, pero al intentarlo nada sucedía. Todo se sentía tan extraño, de un momento a otro esos momentos se tornaban cada vez más claros.

Observé con atención, aunque en el fondo no sabía si quería hacerlo. Todo empezó con una familia viviendo en una cabaña en la costa del mar Mediterráneo en Grecia. Era un tritón y su esposa, los cuales tenían dos hijos –una mujer y un hombre-. Al instante reconocí que yo era el menor. Todo lo que se mostraba era hermoso, prácticamente todo era felicidad entre ellos. Sentía como si quisiera detener la imagen en ese momento y no seguir hacia adelante.

Tras más momentos de risas y alegría, todo se fue tornando más oscuro. Apareció la imagen de una madre llorándole a su hijo licántropo, este era un momento que había marcado mi vida por siempre. Mi conversión a una muy temprana edad me realizó como mago, además de que fue un comienzo de un ciclo que acababa de terminar –o al menos eso parecía-. El Ministerio de Magia en Grecia no estaba establecido aún, por lo cual nosotros no teníamos ayuda alguna durante tal alterada situación.

Todo esto desencadenó un nuevo rumbo: Inglaterra. La animación mostraba como dejaba atrás mi vida, lo más doloroso fue nunca saber nada más de mi padre y mi hermana –hasta que supe que fueron matados a manos de los mortífagos-.

Al terminar mi embarcación hacia Inglaterra, lo único que nos quedaba a mi madre y a mí era buscar alojo en cualquier sitio. Tras una larga búsqueda de pueblo en pueblo, encontramos al sitio indicado: Ottery St Catchpole. Ahí fuimos acogidos por una inmensa familia llamada ‘’Myrddin’’. Toda la situación mejoró al descubrir que en realidad teníamos vínculos lejanos con esta.

Observé como pasaba noche tras noche viendo desde mi alcoba todo tipo de astros que posaban en el cielo azul que adornaba todas las noches del peculiar lugar. Imágenes con mi nueva familia acerca de todos los momentos buenos y malos que pase con ellos se mostraron durante gran parte de tiempo, sin embargo un nuevo viaje dentro de mi vida mágica iba empezar a ser mostrado.

Había ingresado a la Academia de Magia y Hechicería y ahí había tenido experiencias maravillosas. Lamentablemente muchos de los recuerdos durante ese lugar no eran con amigos, había permanecido gran parte de mi tiempo de manera solitaria y ahora lo estaba lamentando. Aún así tuve grandes recuerdos, la mayoría de ellos en la sala común de los Tritones en donde tuve la oportunidad de ser prefecto durante la mayor parte de mi estadía ahí. En esa sala había aprendido a ser positivo, a ayudar y ser servicial, lo cual se lo agradecía en gran parte a Jessie Delacour –Knight de la Orden del Fénix-.

Más momentos felices vinieron dentro de mi periodo de estudiante. Quizás uno de los más importantes fue cuando visité los Terrenos de la Orden en mi clase de Bando y Perfil, claro, todo eso junto a mis compañeros de clase y mis dos maestras, una de ellas Pandora Stark, la cual después se convertiría en mi querida madrina. Ahí fue cuando demostré que yo estaba decidido para entrar a mi actual bando, lo cual me llenó de satisfacción.

Las escenas se volvían cada vez más alegres, llenas de luz y felicidad. Entre los momentos más relevantes se encontraba mi graduación, donde mi época como estudiante se había culminado y había dado inicio a un momento que definitivamente era de los más relevantes: mi ingreso como initié a la Orden del Fénix.

Al instante se mostraron imágenes de batallas, redadas y defensa. Parecía que siempre era la misma historia. Me encontraba solo –como casi siempre- en mi habitación, cuando recibía el llamado de uno de mis compañeros para ir a batallar. Cada vez que me ponía la luz en mi rostro me sentía orgulloso, aunque casi siempre los nervios y la preocupación me llenaban el cuerpo. Siempre le había tenido temor a la muerte y sabía que al encontrarme ahí me arriesgaba a sufrirla, pero eso no sobrepasaba las ganas de querer demostrarle mi valentía al mundo mágico.

Todo lo que se mostró después fue una mezcla entre felicidad y tristeza. La gran mayoría de mis hermanos fueron desapareciendo poco a poco, liberando una época de dureza con mi madre. Todo esto había afectado mi vida mágica, sufriendo cambios dentro de mi trabajo en el Ministerio. Quizás los dos puestos más relevantes que había tenido eran como aprendiz en el Departamento de Criaturas Mágicas y como empleado en el de Deportes y Juegos mágicos, aunque en realidad no duré mucho tiempo laborando.

Dentro de los siguientes acontecimientos, el más importante sin duda alguna era mi ingreso a la familia Stark. Tras descubrir unas raíces como hijo de Binfyed Evans y Jank Ravenclaw, supe que pertenecía a esta familia. Pasé hacia Winterfall para ser acogido como miembro oficial, y así fue como una aventura dentro de ahí comenzó. Había pasado muchos buenos tiempos con ellos y con mi hermano que acababa de conocer: Vrael. Sin duda alguna tenía dos familias que me habían acogido de la mejor manera posible durante el tiempo que llevaba en Ottery.

Y así fue como mi vida fue transcurriendo, teniendo muchas aspiraciones que no podía completar al estar escondido en este cuerpo de adolescente desde que había sido mordido por un licántropo hace ya varios años. A veces me sentía frustrado por el hecho de que ya tenía diez y nueve años y no podía salir de este cuerpo, sin embargo mi vida seguía y yo sabía que no podría detenerme por ello.

De repente sentí como si un suspiro de vida llegó a mi cuerpo. Intenté seguir viviendo y mi sorpresa fue grata al darme cuenta de que lo había logrado. Me sentía completamente extraño, no tenía idea alguna acerca de lo que acababa de suceder. Me levanté cuidadosamente del suelo, aunque no tenía ganas de hacerlo, di un gran suspiro y me encontré completamente aliviado de que todo esto había sido algo planeado… o al menos eso parecía.

Bueno, desde ayer mandé el mp con la tarea, pero como ya era un poco tarde me dio un poco de pereza venir a avisar (si, así de vagozo soy) xD

Como todos se presentaron en off, haré lo mismo. Mi nombre es Rodrigo (obvio xD) cumplí 14 años en mayo e,e estoy cursando secundaria :333 soy de Saltillo (la capital de Coahuila, un estado al norte de México :P ). Bueno, la verdad no se que más decir D: si quieren saber más de mi agreguenme al skype (rogigogb99)

Saludos y gracias por la tuto :33333

Al parecer muchos seguían aquí, tremendo revuelto era lo que se había ocasionado en la prisión de la Orden del Fénix. La verdad era que yo había pensado que no vendrían tantos mortífagos, aunque ya habían entrado mucho. Observé como mi madrina Pandora recibió un gran katanazo de Juve, por lo que le apunté a Pandora Stark y pensé <<Episkey>> al instante las heridas del hechizo que había recibido de Juve comenzaron a sanar. Parecía que todo iba bien, aunque al parecer mis compañeros habían recibido varias heridas por lo que supe que tendría que ayudarlos. Ahora seguía viendo de qué forma podría ayudar. Le volví a apuntar a Pandora Stark y pronuncié:-episkey- el resto de sus heridas se curaron.

Vi como al parecer los mortífagos intentaban defender a Spectum de cualquier hechizo que lo pusiera en peligro. Para mí eso era una prueba más de que él era mortífago, me parecía tan obvio ese hecho. Ahora al parecer mis hechizos volverían a ser de ataque por segunda vez consecutiva.

Al parecer la única diferencia en esta ocasión era que nos abría a quién dirigírselos. Seguía con ese pensamiento hasta que vi como una llamarada de fuego que provenía de la varita de Lisa, impactó en mi. Supe que tendría que curarme por lo que me apunté y pronuncié: episkey. Al instante las heridas del fuego maldito de Lisa me empezaron a ser curadas. Me volví a apuntar a mi mismo y volví a pensé el mismo hechizo ‘’episkey’’ esta vez las heridas del fuego maldito de la mortpifaga (Lisa) sanaron por completo.

La tensión subía con cada segundo que pasaba, ahora yo me encontraba en medio de un rescate por parte de los mortífagos. Según tenía entendido venían a rescatar al menos a un prisionero, aunque solo quedaban dos en la prisión: Spectum crouchs y Mery Anne Haughton. Aún así yo estaba seguro que vendría incluso más gente, ay que siempre que era un rescate, parecía que venían en multitud. Caminé hacia donde se encontraba uno de los prisioneros: Spectum Crocuhs. Le apunté con mi varita al instante y pronuncié: -sectusempra- de mi varita salió un rayo que al impactar en el pecho de Spectum, le causó heridas sangrantes que necesitaría curar al instante para sobrevivir.

Seguía ahí, por lo que le apunté al mismo prisionero (Spectum) y pronuncié el mismo hechizo ‘’sectusmepra’’. Al impactar el rayo en el pecho de Spectum crouchs, le causó más heridas sangrantes en el, por lo que requeriría de atención médica para sobrevivir.

Todo lucía completamente mal. Era la segunda vez en poco tiempo ene l que ellos osaban que podían venir como si anda a llevarse a nuestros prisioneros. Me molestaba demasiado eso, ya que ellos no tenían derecho alguno a hacerlo. Aún así yo iba luchar como nunca, ya que ese era mi deber como miembro del bando y guardián de la Torre. Había demasiada gente ahí, aunque quizás una menor cantidad de mortífagos que los que habían llegado la vez pasada.

Todo parecía que iba ser nuevamente intenso, recordé que como era típico de mí, yo haría defensas de nuevo. Los hechizos defensivos me los sabía prácticamente de memoria, ya que yo había tenido que utilizarlos mucho en las redadas y rescates a los que había acudido durante mi estadía en el mundo mágico. Apunté hacia adelante y pronuncié: -avis- al instante doce pajarillos de tonalidades azules, se postraron en frente de mí. –Avis- volví a pronunciar y otras doce aves salieron de mi varita. Estos eran de igual tamaño que los pasados, pero de tonalidades amarillas.

Me encontraba aún en lo que era la última planta de la Torre Abaddon, donde los mortífagos que eran líderes eran encarcelados y entrevistados por los guardianes blancos. Sonreí de ver a los chicos, aunque no estaba seguro de si ellos podían apreciar mi sonrisa ya que yo aún me encontraba con la luz blanca que cubría la identidad de mi rostro. Observé mi ropa, tenía una capa negra en donde reposaba mi varita sobre su bolsillo derecho, además de unos botines de la misma tonalidad.

Todo se encontraba en completa normalidad, hasta que un patronus de mi compañera Jessie el cual era un, se acercó hacia nosotros. Al parecer los mortífagos habían invadido la Torre y nosotros teníamos que ir a defenderla. Lo más que necesitábamos era que no escaparan los prisioneros, aunque al parecer ese era el propósito de los miembros del bando tenebroso que se atrevían a retarnos al venir a la prisión.

Me alegraba al ver que los chicos llegaban e inundaban el lugar con sus sonrisas. Además, me apreció que el toque de los antifaces hacía que todo luciera mucho más interesante. La verdad era que para mí era una satisfacción el estar ayudando a todos estos chicos a que se adaptaran a la Orden, de verdad me parecía asombrosos hacer eso.

Escuché atentamente a mi compañera y empecé a hablar yo. –También es importante que no se separen del grupo, además de que no tengan cualquier tipo de peleas o discusiones. Como ya mencionó mi compañera, ahora nosotros tendremos que pasar por las protecciones de la Torre. Estas son muy importantes y de vez en cuando se tienen que cambiar.

Y así fue como todos nos empezamos a divertir mientras pasábamos las pruebas. Sabía que más de uno se había asustado en el laberinto y otros se horrorizaron con las acromantulas, pero al fin de cuentas se podía ver satisfacción, ilusión y felicidad en sus ojos. Hasta nos topamos con tres miembros de la orden, los cuales afortunadamente reconocieron que estábamos con ellos y entonces no atacaron.

Finalmente llegamos a la entrada real de Abaddon. Jessie abrió las puertas con unos conjuros que ella sabía hacer. Nosotros dos sabíamos que los chicos iban a disfrutar mucho el lugar, además de que se iban a sorprender ya que era la primera vez que venían a la prisión fenixiana. Observé como los chicos pasaban poco a poco y una sonrisa iluminó mi rostro.

Cuando todos por fin entramos, los guiamos hasta la sala de descanso de los guardianes. Ahí todos los chicos disfrutaron de comida, revistas, sillones y más. Hasta yo comí un pequeño bocadillo que lo disfruté cuando llegó a mi estomago. Aunque estaba disfrutando mucho el día, mi estomago requería un poco de alimento y el snack me ayudó a calmarlo un poco.

Salimos del lugar y los guiamos hasta el siguiente piso, donde encarcelábamos a sospechosos de ser mortífagos y aspirantes. Yo ya había estado ahí hace un día entrevistando a Mía Black Lestrange, la cual era sospechosa de ser mortífaga. Tras subir varios escalones, por fin llegamos al piso y mi compañera comenzó a hablar. Yo quise agregar algo más así que dije:

-Si, además los prisioneros no tienen su varita ni sus poderes, por lo que es imposible que salgan sin ayuda de mortífagos que vienen a rescatarlos. En caso de que pasen cinco días, los presos salen de la prisión por un sortilegio que existe.

Caminamos varios pisos y en cada uno les explicamos a los chicos lo que era y lo diferente de los demás. Cuando llegamos a la siguiente planta donde se encarcelaban a los mortífagos, mi compañera fue la primera en hablar. Observé cómo algunos chicos se notaban sorprendidos al ver que tenían cadenas las celdas y de porque se utilizan. Aunque había estado un poco callado durante el transcurso, decidí hablar de nuevo: -Chicos, cabe rescatar que los únicos que pueden abrir y cerrar las celdas son los guardianes, es por eso que los mortífagos no pueden salir con facilidad.

Al llegar a la última planta decidí permanecer callado, ya que en realidad nunca había visitado ese piso. Me sorprendí un poco al escuchar lo que la Knight le explicó a los aspriantes.