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Rodrigo Snape

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Mensajes publicados por Rodrigo Snape

  1. Voltee a ver como se encontraban mis compañeros, en realidad usualmente no solia preocuparme por ellos ni un poco. Para mi lo importante era poder ayudar a mi bando, a la asombrosa marca tenebrosa. Y todo eso lo iba hacer simplemente usando todo mi poder y todos los hechizos que habia aprendido por medio de todos mis años de experiencia. Aunque probablemente no era la persona con mas poder en el local, sabia que era de los rangos mas altos y tenia que demostrar el porque lo era. Empece a repasar de nuevo todos mis hechizos, para poder usarlos cuando yo los consudere mas oportunos. Supe que era hora de atacar por lo que mire a mis contrincantes y a los hechizos que utilizaban.

     

    Apunte hacia la bruja llamada LAIMI y pronuncie: -Sectusempra- de mi varita salio un rayo color escarlata que de impactar en el pecho de la bruja haria que esta tuviera diversas heridas. Ahora apunte hacia Rose y exclame: Seneca la bruja se deshidrato al instante y ya no pudo hablar.

  2. Me senté en un lugar que se encontraba a lado de un estante, tomé un menu y lo lei rapidamente para ver que comeria al terminar todo ese bochinche, del cual me sentia seguro de que no nos iba ir para nada mal. En realidad, nunca me habia sentido tan seguro de mi mismo en uno de los tan famosos duelos entre fenixianos y mortifagos. Claro, que mi experiencia como Mago Oscuro hacia que yo resaltara sobre mucho de mis oponentes en las guerras magicas que me involucraban por lo menos dos veces a la semana. Me encontraba muy seguro de toda la experiencia que habia adquirido a lo largo de los años.

     

    Supe que ya iba ser hora de comenzar a atacar, por lo que observé uno por uno a mis contrincantes fenixianos y pense en los hechizos ideales para comenzar la gala magica. Levante mi varita y apunte hacia Jank y claramente pronuncie: -Sectusempra- de mi varita salio un rayo color escarlata que de pegar en el mago sangraria, necesitando episkeys. Ahora apunté hacia el mago llamado Hector W. y pronuncié: -Fuego Maldito acababa de invocar una llamarada de fuego en forma de lince que lo quemaria por completo y se tendria que recuperar.

  3. El día se volvía cada vez más nublado mientras pasaba el tiempo. Me coloqué mi capa de color dorado y mis botas. <<Por fin me libro de esos incomodos zapatos>> pensaba, mientras me quitaba los tenis que había utilizado todo el día. Me preparé completamente, tomé mi varita y me dirigí hacia el lugar que había sido acordado previamente. Tomé mi escoba y me dirigí rápidamente hacia un negocio llamado Mamma Mia. El lugar era realmente hermoso, o bueno eso pensé antes de entrar. Después de pensar en toda la idea, terminé antojado por una deliciosa pizza. Finalmente, miré completamente el entorno y me preparé porque supe que la lucha iba finalmente a comenzar.

  4. Había pasado mucho tiempo desde mi última visita al Ministerio de Magia, sin embargo ese periodo terminó cuando llegue a mi casa después de un largo viaje. Lo primero que hice al llegar al Castillo Myrddin, fue ir directamente a mi cuarto. En el trayecto me encontré a la elfina de mi madre, la cual me entregó una carte con un sobre dorado.

     

    Después de leer delicadamente la carte, caí en cuenta de que había sido aprobado como empleado en el Departamento de Juegos Y Deportes Mágicos. Me encontraba feliz por la noticia, pero me empecé a preocupar cuando noté que habïa sido enviada a principios de mayo. Sin duda alguna el viaje que realicé por Grecia me mantuvo muy ocupado.

     

    Me alisté rapidamente con una capa azul, me despedí de Mar y velozmente me dirigí hacia la salida del Castillo. Tomé mi escoba y empecé a elevarme mientras pensaba en todo el tiempo en el que no había volado, supuse que habían pasado varios meses desde la última vez que había usado esa escoba. Al principio perdí un poco el equilibrio, pero logré llegar hasta mi destino sano y salvo.

     

    Entré al Ministerio y me dirigí hasta la séptima planta, miré todo mi entorno y caminé tranquilamente. Me dirigí hacia una bruja sentada en un escritorio, la cual supuse era la secretaria y le dije:

     

    -Hola, mi nombre es Rodrigo y tengo entendido que trabajo aquí.

  5. Holaaa, ¿cómo andan? Pues bueno, vuelvo aquí que después de ver un comentario de Athe en mi perfil supe que tenía que venir (?.

     

    Wow, ni siquiera me había dado cuenta del pequeño detalle, muchas gracias a los dos, ahora mismo me coloco el nuevo. Que firmeros tan eficientes tenemos en la Orden *0000* y que bien se ven todas las firmas y avatares !!!

     

    Gracias de nuevo :)

  6. WOW me ha encantado!! Muchas gracias a ti Boss y a todos los que forman parte de esta gran actividad :) en seguida me coloco la firma y el avatar. *0* también me encanta el detalle de que los avatars sean redondos y no cuadrados.

     

    Ami también me alegra verte Boss, y a todos especialmente a los del bando :) Saludos y creo que ya complete las líneas xD

  7. Hola a todos!! Si, se lo que estan pensando (bueno en realidad no pero digamos que si) hace mucho que no me apsaba por el foro, aunque deje ausencia y me pase de fecha D: (que por cierto, necesito ir a levantarla :o). Duré un poco de tiempo viendo la lista de superheroes porque todos los que me gustaban ya los había tomado alguien (si, eso me pasa por no venir antes xD)y bueno encontré uno que me gustó mucho y que en realidad no conocía xD.

     

    EDITO: edito de nuevo xD creo que usare a ''Red Tornado'' espero que no haya algún problema y que no este utilizado xD Muchas gracias a todos!!!!

  8. Estaba sentado, leyendo un libro de Leyes Mágicas mientras tomaba una deliciosa cerveza de mantequilla. Últimamente todo lo que hacía era normal, claro, con la excepción de mi trabajo en la Orden. Aún así, me encantaba mi vida mágica desde que formaba parte de mi bando. Era como si hubiera dado un giro de 180 grados. Volteé hacia mi ventana y recibí el aviso de que al parecer algo malo pasaba en la Academia.

     

    El aviso me sorprendió mucho. ¿Qué podía suceder en la Academia? Siempre había llegado a pensar que era el lugar más seguro en todo el mundo, ya que nunca había escuchado que algún tipo de catástrofe ocurriera. Me senté en un sillón a pensar en las posibilidades de que algo malo ocurriera, cuando recordé la clase de Rol Básico en la que acabe envenenado junto a un gran grupo de compañeros.

     

    Salí rápidamente del Castillo Myrddin, sin embargo antes me cambié para ponerme una capa con tonos azules marinos y reyes, y unas botas de piel color negro. Me dirigí hacia la Academia y al llegar lo sentí de inmediato. El pánico se sentía por cada poro de mi cuerpo, pero al llegar a los jardines lo vi de inmediato.

     

    ¡Era un dragón? No podía creer que estuviera una de esas peculiares criaturas mágicas en la Academia. Aunque, debía haber un protocolo… para nada. ¿Quién traería un dragón a una institución mágica como esa? ¿Acaso alguien se encontraba loco? Era raro, en realidad nunca había logrado ver una de esas asombrosas criaturas especiales en la realidad. Era inmenso e imponente, además de que causaba miedo en todos los presentes.

  9. Seguía contando el dinero, cuando de repente me acordé de que mi jefa aún estaba ahí. No estaba seguro de si ella había escuchado algo y me preocupé un poco, ya que probablemente había pensado que me iría con Adry a tomar un café. Aún era mi primer día de trabajo, por lo que lo único que deseaba era el causar una buena impresión en Sagitas Potter Blue.

     

    Para mí era importante causar una buena impresión en mis jefes, especialmente el primer día de trabajo. Eran tiempos un poco difíciles para mí, además de que un simple puesto como aprendiz no me daba los galeones que necesitaba para gastar un poco en mis caprichos. Por un momento me distraje, pensando en mi postulación en el Ministerio. Yo me ponía nervioso cada vez que pensaba en ella, ya que la nueva platilla iba ser postulada en un tiempo y yo sabría si había sido aceptado o no.

     

    De repente, observé como Sagitas venía hacia el lugar donde yo estaba y simulé que seguía contando el dinero. Escuché que me preguntaba acerca de lo que había sucedido con Adry y yo pensé que me iba regañar o llamar la atención. Me sonrojé un poco y me preocupé al instante, hasta que escuché que eso le había parecido extraordinario. Me sonrojé incluso más y yo le contesté:

     

    -Bueno… simplemente sucedió, yo también espero que vuelva a suceder entonces- solté una pequeña carcajada y miré a la Potter Blue.

     

    Después, escuché que mencionó que podía agarrar lo que fuera como regalo de graduación, me sorprendí un poco y yo le dije:

    -Oh, para nada. Con las felicitaciones que me diste en el Castillo Hufflepuff fue más que suficiente.

  10. Aun seguía con mi gran amiga Ariane, mientras le entregaba los papeles que tenía que llenar para poder registrar a su fantasma. A mí me encantaba pasar tiempo con ella, ya que era una amiga que estimaba mucho. Por un momento la nostalgia llenó mi cuerpo al recordar todos los momentos que había pasado con ella, principalmente en su negocio Ollivander’s. Incluso recordé que hace unos días había entregado una carta para un evento en la Academia, justamente en su local en el Callejón Diagón, lo único malo de esa visita fue que no tuve la oportunidad de ver a Ariane.

     

    Escuché atentamente a lo que me preguntaba, y justamente antes de que le respondiera escuché otra pregunta. Rápidamente le contesté:

     

    -Oh, claro. Lo puedes usar, al cabo que la secretaria fue a… un lugar- dije recordando que no sabía dónde se encontraba Zamira.

     

    Por un momento me sumergí en mis pensamientos. No estaba para nada seguro de mi futuro en el mundo mágico. Tenía muchos asuntos pendientes, por un lado estaba mi graduación a la cual esperaba que asistieran al menos 3 personas a felicitarme. Por el otro, había tenido que faltar unos días al trabajo en el Ministerio, más que nada por asuntos personales. Para mí todo era como un gran signo de interrogación, no sabía que hacer para administrar mi tiempo y poder asistir a todos los sitios en un solo día.

     

    Respiré unos momentos, no estaba seguro de haberle puesto mucha atención a mi amiga. Volteé hacia la derecha y observé que caminaba hacia mí con el pergamino en sus manos. Escuché atentamente que me preguntaba acerca de dónde podía dejar el formulario y le dije: -Oh, no te preocupes que yo lo reviso y te entrego una copia-. Tomé el pergamino, caminé un poco lento hacia mi escritorio y me senté. Empecé a leer el formulario que me había dejado la Dumbledore y sonreí al leer que el fantasma era su bisabuelo. Garrick Ollivander era una de las personas más famosas en la historia del mundo mágico, gracias a que creaba las mejores varitas para magos y brujas.

     

    Al checar que todo estuviera correcto, saqué el sello del departamento y sellé el pergamino. Le saqué una copia y la original la guardé para mis jefes. Me dirigí hacia Ariane y le entregué la segunda copia, para después decirle:

     

    -Esta todo en orden, espero que disfrutes a tu bisabuelo, amiga.

     

    <o>

     

    Aprobado el registro de Garrick Ollivander , al nombre del negocio Ollivanders.
  11. Mar, elfina personal de la madre de Rodrigo.

    Seguía caminando por el Callejón Diagón, pensando en porque mi amo Rodrigo me había dado esta tarea tan molesta. Apenas había ido a un par de negocios y ya estaba sufriendo por el hambre y el calor. Se suponía que como elfina doméstica había sido creada para ayudar a mis amos, pero cada vez que ellos me daban una orden acababa con un cansancio que recorría todo mi cuerpo.

     

    Leí de nuevo la lista que contenía todos los lugares a los que tenía que ir y bufé. Era inmensa y me cansaba nomas de leer lo lejos que estaban algunos. Iba tener que solicitarle a mis amos por lo menos una escoba, ya que siempre querían que fuera a hacerles mandados caminando y ni siquiera se dignaban a comprarme unos zapatos nuevos cuando la suela acababa toda rota, siempre aplicaban uno de sus hechizos y lo dejaban peor que cuando los compraba.

     

    Según lo que decía en la hoja, mi siguiente parada iba ser un bar llamado ‘’Dumbledore’s Night’’. El nombre llamó mucho mi atención, además de que en la descripción mencionaba que únicamente magos y brujas lo podían ver. Esto me preocupó al yo ser simplemente una elfina doméstica. Aún así, supuse que lo podría ver ya que había sido mandado por Rodrigo Myrddin Hufflepuff.

     

    Pasé buscándolo por un largo tiempo, hasta llegué a pensar que nunca lo iba poder ver. Se hizo de noche y pensé que lo mejor sería regresarme. No pase mucho tiempo con esa idea, ya que desde lo lejos pude ver un lugar que encajaba perfectamente con la descripción que me habían dado. Fui rápidamente hacia él y ahí fue donde entré al lugar y vi varias personas.

     

    Quería un trago, sin embargo recordé que mis amos no me habían dado dinero. Fui hacia donde estaban sirviendo los tragos y le dije a la persona que estaba atendiendo: -Hola, me han mandado a repartir esta invitación. Espero que usted se la pueda dar a los dueños del lugar- se la entregué y me dirigí hacia la salida.

     

    http://img856.imageshack.us/img856/5240/invitaciones.png

     

    Salí del local, esperando que esta hubiera sido mi última parada. Ya era muy tarde, por lo que regresé al Castillo Myrddin.

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  12. Iba caminando por el Callejón Diagón, con la misión de entregar todas las invitaciones que traía en la mano. Miré a ver la lista en la cual decía los negocios que tenía que visitar y taché a los que ya había asistido. Observé al siguiente en la lista y sonreí al ver que justamente había ido a él hace poco tiempo. Era nada más y nada menos que el negocio Ollivanders, el cual pertenecía a una amiga mía: Ariane Dumbledore.

     

    Caminé únicamente cinco minutos mientras observaba todos los negocios por los cuales pasaba, algunos incluso los tendría que visitar ese mismo día. Desde el otro lado de la calle, justamente cuando iba pasando por una heladería, observé el negocio tan famoso por las varitas que hacían. Esperé a que dejaran de pasar todos los vehículos y me di cuenta de que todo hubiera sido mucho más fácil si hubiera llevado la escoba. Después de esperar aproximadamente un minuto y medio, crucé la calle y me situé a las afueras del negocio.

     

    Observé primero los estantes con todas las varitas que había y recordé la vez que fui a comprar mi varita de álamo. Estar ahí me traía nostalgia, no solo de la vez que fui a comprar la varita sino de los momentos que había pasado con esa gran amiga. Después, iba a entrar pero decidí observar la interesante puerta que supuse estaba hecha de cedro rojo. Esta, tenía varios arabescos que parecían simular algún árbol genealógico. Al instante pensé que era el de la familia Ollivanders y después de admirarlo varios minutos, entré al negocio.

     

    Al entrar se escuchaban algunas voces, por lo que después de observar el lugar fui a una mesa ratonera, la cual recordé porque la había usado para probar la varita que actualmente tenía. Dejé sobre ella la invitación y fui cuidadoso para que no hiciera tanto ruido. No quería arruinar alguna conversación ya que se escuchaba importante. No tuve oportunidad de sentarme, tenía que ir a los demás negocios.

     

    http://img856.imageshack.us/img856/5240/invitaciones.png

     

    Me dirigí de nuevo a la puerta y salí del lugar, volví a ver la lista y taché el nombre ‘’Ollivanders’’. Estaba satisfecho de lo que hasta ahora había hecho, pero aun así me faltaba mucho por recorrer en el Callejón Diagón.

  13. Mar, La elfina personal de la madre del Hufflepuff había tenido una nueva misión. Usualmente a la elfina no le gustaba ir repartiendo cosas, u obedecer las órdenes de sus amos, algo que nunca habíamos entendido ya que raramente se le daban y a demás era tratada como una miembro más de la familia. En esta ocasión, ella iba tener que ayudarme aunque no lo quisiera.

     

    Le di las invitaciones que iba tener que repartir y las direcciones de los negocios en el Callejón Diagón. Estaba seguro de que ella iba poder encontrarlos sin dificultad, ya que era una elfina muy lista aunque a veces demostraba lo contrario. Y así fue como la elfina salió del Castillo Myrddin y se adentró en el Callejón Diagón, en busca del negocio Ars & Vita. Este negocio era el primero en la lista que le había dado yo.

     

    Después de unos minutos, Mar encontró un lugar que encajaba perfectamente con la descripción que le había dado. Tenía una arquitectura muy interesante y se encontraba alado de varios negocios pequeños. Se acercó hacia la entrada y al instante la puerta de cristal se abrió, dejando que la elfina pasara. Al entrar Mar observó muchos colores y halls, y después de buscar un rato encontró un mostrador de recepción e información. Detrás de este, se encontraban dos elfos que supuso eran algunos ayudantes o recepcionistas.

     

    Se acercó, y con las invitaciones en la mano les dijo a los elfos: -Hola, mi amo me ha mandado para entregar esto- la elfina sacó de su bolsillo la invitación y se la entregó a los dos elfos.

     

    http://img856.imageshack.us/img856/5240/invitaciones.png

     

    Mar, salió del negocio un poco atontada por los colores que había. Llegó de nuevo al Callejón Diagón buscando el siguiente negocio de la lista, ya que su misión en Ars & Vita había sido completada. Mientras caminaba, se preguntaba el por qué su amo no podía ir a repartir las invitaciones por el mismo. Se encontraba cansada, pero al mismo tiempo dispuesta a ayudar.

  14. Hola chicos aunque de lo que he leído la mayoría son chicas D: bueno ahora que me aceptaron en Almas (oh si) y como tengo mucho tiempo libre *0000* bueno me gustaría formar parte de Hunters Beta :) creo que no tengo que dejar alguna ficha o algo por el estilo, bueno no vi ni una al inicio del tema D: así que creo que con esto es suficiente.

     

    Saludos a todos :)

  15. Holaa bueno yo creo que ya saben para que vengo ¿o no? Naah si han de saber, es un poco obvio xD amm bueno vengo aquí para inscribirme en la brigada no solo porque hasta ahora me han gustado mucho las actividades en las que he estado, pero también porque me gustaría mejorar en duelo. Y bueno no se que mas decir, creo que todavia no completo las lineas -.- Por cierto las inscripcion si iba aqui, ¿no? xD Saludos a todos cuidence.

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  16. Empecé a pensar en que estaba defendiendo con todas las fuerzas y ganas a mi bando el fenixiano. Yo ya era un legionario, aunque en realidad no tenía mucha experiencia con las redadas y los asaltos. Solo quería que todo saliera perfecto, ya que para mí era perfecto estar en ese lugar luchando por mis ideales y por todo lo que había deseado en mi vida. Por un momento empecé a pensar en mis dos madres pero decidí que ese no era el momento indicado de andarme preocupando por ellas, ya que no me podía distraer ni un solo segundo.

     

    Observé como un fuego maldito que provenía de la varita de Abel llegaba hacia mí y al impactar, me apunté a mi mismo para decir: -Episkey- al instante me empecé a sentir mucho mejor de las heridas que el fuego maldito de Abel me habían causado.

     

    Supe que no me había curado por completo, por lo que volví a apuntarme a mí mismo y pensé: <<Episkey>> esta vez me curé de nuevo las heridas del fuego maldito que me había mandado Abel, por lo que al instante me empecé a sentir mucho mejor. Empecé a ponerme muy nervioso, no quería terminar muerto pero al mismo tiempo sabía que iba defender el honor de mi bando hasta el final de los tiempos mágicos.

  17. Maurice Croft

     

     

    Hoy era el día en el que se iba hacer todo. Yo, estaba muy emocionado porque iba defender a mi bando mortífago. Me encontraba en el Castillo Croft, viendo la televisión mágica mientras comía palomitas de maíz acarameladas. Estaba muy entretenido viendo lo que estaban pasando, usualmente no me sentaba en el sillón y gastaba mi tiempo haciendo ese tipo de actividades, sin embargo en esta ocasión mostraban un documental de los asombrosos primeros mortífagos que existieron. Supe que ya era hora, por lo que me vestí con únicamente una capa y me puse unos mocasines de piel color negros.

     

    Antes de salir del Castillo, me coloqué una máscara color dorado, la cual protegía mi identidad. Esto era algo muy importante, ya que si no lo hacía, mi identidad sería revelada y yo tendría varios problemas en el Ministerio de Magia. No pensaba arriesgar mi gran puesto como Director en uno de los varios Departamentos que existían, por lo que me aseguré de que la máscara no se pudiera quitar por nadie, solo por mí.

     

    Tomé mi varita con mi mano derecha y me dirigí hacia el lugar donde estaban mis compañeros mortífagos, el cual era el Lago Ness. Observé que al parecer los contrincantes de la Orden del Fénix ya habían llegado al lugar. Me puse atento, sabía que desde ese momento todo podía ocurrir. No iba permitir que los fenixianos obtuvieran la espada de Gryffindor antes que nosotros. Saqué mi varita y observé el entorno.

  18. Hoy era el gran día, el que había esperado por semanas. Me levanté de mi cama y fui hacia el closet. Tomé mi ropa, no quería estar muy elegante pero sabía que la Ceremonia de Graduación iba ser uno de los momentos más importantes en toda mi vida. Saqué un pantalón kaki y una camisa de botones y manga larga, con rayas azul marino y blanco. Me alisté y bajé rápidamente las escaleras para salir del Castillo Hufflepuff rápidamente.

     

    Fui de una manera muy rápida hacia la Academia. No estaba seguro de cómo me veía, lo único que esperaba era que todo saliera perfecto ese día. Antes de entrar a la ceremonia, noté que ya había mucha gente y me preocupé al pensar que probablemente había llegado tarde. Observé a varias de las personas que se encontraban en el lugar y me dirigí al sitio donde estaban los otros magos que se graduaban, para situarme a un costado de ellos.

     

    Cuando mencionaron mi nombre, mis ojos se llenaron de una luz radiante y mis labios formaron una de las sonrisas más grandes en el mundo. Tomé el diploma y al instante el broche se torno en un rojo intenso y brillante, estaba seguro de que había hecho la mejor decisión de mi vida al escoger a la Orden Del Fénix. Sonreí de nuevo, noté como Gaspard tenía unas lagrimas, sin embargo yo nunca había llorado de felicidad.

     

    Quería hablar con alguien por lo que busqué a una persona conocida y al instante reconocí a Jessie, la cual era mi jefa tritona. Fui hacia su lugar y noté que ya estaba May hablando con ella. –Hola May, hola Jessie- les dije, para sonreír de nuevo. Aunque probablemente en un futuro no compartiría mucho con la Crouchs, sabía que con la Potter Blue iba pasar mucho tiempo.

     

    Unos momentos después, observé que alguien se acercaba. Cuando estaba a solo unos pasos de nosotros, reconocí que era Adryanie. Me dijo unas palabras y al instante le dije: -Muchas gracias Adry. Realmente espero que podamos vernos en otras ocasiones, aunque creo que así pasara- le sonreí y me puse feliz de que al menos habían venido un par de personas que conocía.

     

    Escuché que alguien gritaba me apellido (e,e) y al instante vi que era Pandora Starks. Cuando se acercó, me dio un regalo el cual era el colgante de la Orden del Fénix. Lo tomé y me lo puse. Al instante sentí como una paz llenaba todo mi cuerpo y me sentí genial. –Muchas gracias. Creo que este es uno de los mejores regalos que me pudieron haber dado- dije, feliz de haber recibido el colgante.

     

    Seguía pensando en el regalo, cuando desde lo lejos pude ver que una mujer rubia se me hacía muy conocida. No lograba distinguirla porque no nos encontrábamos muy cerca de ella, pero probablemente era algún familiar. Después de pensar unos segundos si ir hacia el sitio con ella, les dije a las personas que se encontraban conmigo:

     

    -¿Y si vamos hacia haya?- mientras al mismo tiempo apuntaba con mi dedo al sitio donde se encontraba la Vladimir.

     

    Caminé unos metros, sin darme cuenta de si me estaban acompañando o no, y reconocí que era nada más y nada menos que Xell Vladimir. Ella no solo había sido mi maestra de rol básico, sino que hace unos días habíamos descubierto que éramos primos. Rápidamente fui hacia el lugar y al mirarla con otras dos mujeres, le sonreí.

     

    -Hola Xell, ¿cómo estás? Gracias por venir- dije, mientras la seguía viendo.

     

    OFF:

    Holaa a todos. Realmente estoy feliz de haberme graduado *0*

     

    Primero que nada, felicidades a todos mis compañeros, estoy feliz de que tuvimos una graduación grande. Gracias a todos los que se pasaron, especialmente a Jessie, a Adry, a Xell y a Pad *0*

     

    Paad, creo que esa última parte de tu rol iba hacia mi xD es que no soy Rambaldi jajajaja

     

    Finalmente, gracias a todos los profesores que me dieron clases en la Academia y a los directores :)

     

    Lo siento si se me escapo alguien en el rol (aunque lo dudo)

  19. Buenas tardes ¿cómo se encuentran? espero que bien.

     

    Bueno ahora que me he graduado y que puedo tener dos conocimientos especiales sin tener que cursar la clase en la Academia, me gustaría solicitarlos. Según tengo entendido por este mensaje de León, entonces creo que ya lo puedo hacer.

     

    Me gustaría tener estos dos:

     

    * Idiomas

    * Leyes Mágicas

     

    Y bueno espero lo puedan poner por favor. No se si de una vez se pueda agregar que soy unicornio de bronce, pero si se puede realmente estaría agradecido con el moderador que lo hiciera.

     

    *dejo chocos al que se pase*

     

    Gracias de antemano.

  20. Rodrigo Myrddin Hufflepuff

     

     

    Estaba sentado, viendo la televisión como usualmente solía hacer. Estaba un poco aburrido, los documentales de magos no eran de todo mi interés. Estaba aburrido, por lo que caminé diez metros hacia la ventana de mi cuarto. La vista desde el Castillo Myrddin era asombrosa, había pasado horas viendo la luna y las estrellas por la noche. Unos instantes después, supe por el patronus de Adryanie, el cual era una cobra que tenía que ir a rescatar a alguno o algunos miembros de mi bando. Me cambie y me puse unos jeans y una camisa azul, unas botas y puse mi varita en el bolsillo derecho.

     

    Pase por la cocina, para preparar rápidamente mi poción multijugos y después tomármela. Supe que la cárcel mortífaga, se situaba en una especie de bosque en Suiza. Tomé mi escoba y me fui hacia el lugar. Estaba pensando en lo interesante que sería el estar en algún lugar de Europa que no fuera ni Grecia ni Gran Bretaña, por lo que me gustó mucha la idea. Me miré a mi mismo y noté que lucía como un gran empresario muggle, gracias a la poción multijugos que me había tomado. Unos instantes después, supe que había llegado al lugar donde estaba Nurmengard, ese lugar estaba en un bosque de Suiza, en un claro tétrico.

     

    Me bajé de la escoba y fui hacia el lugar donde estaban mis compañeros, saqué mi varita y me puse atento. Aún así no entré a la prisión.

  21. Miré cuidadosamente a la bruja. Era sombroso como nos habíamos topado el uno con el otro últimamente. Primero fue en la tienda Ollivander’s, después en otro negocio que estaba en el Callejón Diagon y ahora en el Departamento. Me ponía feliz cuando encontraba a gente conocida en lugares como la Academia y el Ministerio. Además, me encontraba feliz de que Ariane siguiera con su negocio, la vez que fui me di cuenta de que en realidad eran los mejores haciendo varitas. Escuché atentamente a Ariane y le dije:

     

    -Oh, claro. Deja nomas voy a buscar el formulario para que lo puedas llenar- sonreí ampliamente, mientras observaba que ella también estaba sonriendo. Después de escuchar lo de su bisabuelo, seguí hablando: -Que bueno, es asombrosos saber que tu negocio va bien. Aun recuerdo la vez que fui para comprar mi varita- la miré de nuevo, para después meter mis manos al bolsillo y sacar mi varita. Se la enseñé y después me dirigí al lugar donde se encontraban todos los formularios.

     

    Me senté, mientras agachaba mi cabeza para buscar todo lo que necesitaba. Aun agachado, le di un sorbo a mi café y lo puse en el piso. Tras varios minutos buscando, por fin encontré el papel en donde se tenía que llenar la ficha para poder registrar a un espíritu. Esperaba que hasta ese momento todo estuviera bien, porque esta era la primera vez que estaba atendiendo a alguien en mi trabajo. Volteé a ver a la Dumbledore, y antes de ir hacia ella, tomé una pluma y un bote con tinta. Me aseguré de que todo estuviera en perfectas condiciones y fui con ella.

     

    -Mira, debes llenar todo esto para poder registrar el espíritu- dije, mientras le entregaba todo lo que traía en mis manos.

     

    Ficha para el Registro de Fantasmas

     

     


    •  
    • Nombre del fantasma:
    • Lugar de residencia:
    • Tiempo estimado que lleva siendo fantasma:
    • Razones de su muerte:
    • Indicar si es visible a todos o para alguien en específico:
    • Parentesco: Si/no ¿Cuál?
    • Nombre de quién lo registra:
    • Link de la ficha de personaje, registro de negocio o registro de la familia:

  22. Escuché atentamente a todos los presentes en la habitación y sonreí al ver que al parecer todo iba perfecto en el departamento. Me caía bien el nuevo director, cuando entré en el departamento él era un empleado y la división no tenía un jefe. Me gustó el hecho de que alguien que tenía mucha experiencia con la oficina fuera nombrado como el nuevo Director de la División de Seres Duendes y Espíritus. Quería un café, pero todavía tenía que esperar a que Franko nos diera la indicación de salir. Cuando este lo hizo, suspiré unos segundos y me dirigí hacia la puerta para ir a la recepción.

     

    Al llegar, me preparé un café y noté que la secretaria me miraba muy detenidamente. Le di varios sorbos y la miré a ella también. Nunca había hablando con Zamira, pero no esperaba que fuera alguien muy cálida. Empecé a pensar en que nunca había atendido a alguien en el ministerio, únicamente había ido hacia la Mansión Vladimir para revisar que todo estuviera bien con su fantasma. Empecé a pensar en esa visita, todo había sido bueno ese día. Había conocido a un fantasma que se encontraba orgulloso de serlo, además de que se comportaba como un humano más.

     

    Noté que me había distraído un poco, por lo que volteé hacia mi derecha y desde lo lejos noté que una mujer se encontraba parada. También observé que la secretaria ya no se encontraba, justamente cuando una bruja llegaba para pedir ayuda. La miré, cuando al instante pensé que era alguien familiar. No me encontraba seguro, por lo que no podía decir con toda seguridad que yo conocía a la Dumbledore. Después me acerqué hacia ella, pero antes pensé en que esta sería la primer persona que ayudaría en todo el tiempo que llevaba en el trabajo.

     

    Al llegar al lugar donde estaba ella y mirarla me di cuenta de que se trataba de Ariane Dumbledore. –Oh Ariane, que grata sorpresa verte por aquí- dije, mientras sonreía. Recordé que no era tiempo para andar preguntando, por lo que le pregunté: -¿Necesitas algo?

  23. Noté como la bruja hacía una sonrisa, mientras yo fruncía el ceño un poco. Estaba seguro de que por dentro se estaba atacando de la risa, lo cual me preocupó un poco. No quería haber estropeado mi primer venta, hasta empecé a sudar de los nervios que tenía en ese momento. Empecé a pensar por un largo tiempo, no quería que mi jefa se enfadara o algo por el estilo. Conté los galeones para asegurarme de que era la cantidad correcta y sonreí al ver que por primera vez había ganado una cantidad de dinero para la tienda.

     

    Mientras seguía pensando en la tienda, sentí como la bruja me tomaba del brazo. En realidad, yo pensaba que esta ya se había ido de la tienda y al escuchar lo que me susurró me puse nervioso. Pensaba que el comentario lo había dicho únicamente en mi mente, cuando me di cuenta del grave error que había cometido. Después, le susurré yo también al oído: -Lo siento, juraría que únicamente lo pensé- me sonrojé, me di cuenta de que era una persona distraída en situaciones importantes.

     

    Observé como la bruja se apartó y yo me dirigí a poner los galeones donde correspondía. Volví a mi color normal y sonreí al depositarlos en la caja registradora.

  24. Rodrigo Myrddin Hufflepuff

     

    La fenixiana acababa de contestar mis preguntas y sonreí. Realmente no sabía porque lo hacía, no había recibido las respuestas que necesitaba pero sabía que en un futuro las tendría. Observé cómo nos indicaban que saliéramos e hice una mueca. No sabía que iba pasar unos momentos después, pero tenía el extraño presentimiento de que no se me haría para nada algo divertido. Le di vueltas al asunto, pensando en todas las opciones que eran posibles, sin llegar a una conclusión.

     

    Caminamos por todo el bosque. Nunca había estado en un lugar parecido, además de que la sensación que me daba era asombrosa. Me sentía ligero y puro, aunque realmente no estaba seguro si era por el hermoso entorno o por la magia de ese lugar. Observé el sitio, todo estaba lleno de hermosa naturaleza y de magnificas creaciones arquitectónicas. Por un momento, me desconecté de la clase para simplemente dejarme llevar por el inconsciente.

     

    Llegó un momento en donde me agaché al escuchar que mi profesora nos daba esa indicación. Sabía que iba pasar algo, cuando unos instantes después, noté que acababa de aparecer algo que no había observado antes. Nos indicó sentarnos en un tronco muy grueso y al escucharla simplemente caminé unos metros para obedecer su indicación.

     

    Después, oí como nos decía algo y al instante comprendí la actividad que íbamos a tener. Supe que no iba ser para nada algo fácil, por lo que empecé a temblar un poco. Me levanté después de mis compañeros y tomé un sendero que se encontraba en la izquierda. Caminé hacia el lugar y me sorprendí de que en realidad no se encontraba tan frío como había pensado. Todo el entorno era como un hermoso y solitario bosque.

     

    Por un momento bloqueé todos mis pensamientos y me recosté debajo de la sombra de un alto árbol. Cerré mis ojos por unos segundos, cuando después recordé que tenía que buscar una especie de reliquia. Realmente no tenía idea de que era lo que tenía que buscar, simplemente no se me ocurría algún objeto que tuviera yo y que fuera tan preciado para mí. Saqué mi varita y me puse atento, sabía que desde ese momento todo podía pasar.

     

    Sentí la sensación de que algo se estaba moviendo. Sabía que no era muy cerca, pero en ese bosque todo podía llegar a resultar peligroso. Volteé hacia mi derecha y detrás de uno de los múltiples arboles, noté la presencia de un licántropo. Me sacudí por un momento, no podía creer que esto estaba pasando. Al verlo directamente hacia los ojos, la nostalgia llenó al instante cada pequeña parte de mi cuerpo. Recordé ese momento que había ocurrido hace años en un bosque de Grecia, hasta sentí de nuevo como esos colmillos se clavaban en mi pierna.

     

    Solté una lágrima, todo ese tiempo había tenido que soportar ser un licántropo y ahora tenía la oportunidad de vengarme. Una sensación de hormigueo me llenó de nuevo, sacudí mi varita y estuve a punto de atacarlo. Me detuve, no iba dejar que un pensamiento de venganza llenara mi cuerpo. Sabía que tenía que escapar del, pero al mismo tiempo no tenía derecho a lastimarlo. No podía hacerle algo malvado, ya que yo era la persona que hace unos instantes acababa de defender los derechos de todos los humanos, y yo sabía que ese licántropo era uno.

     

    Metí mi mano en mi bolsillo derecho. Intenté sacar una poción matalobos que me había regalado mi madre adoptiva el primer día que nos conocimos, pero me di cuenta que no estaba. Al instante supe que esa era la reliquia, ya que siempre la cargaba porque representaba algo muy importante para mí. Tenía que recuperar esa poción, porque era como si me hubieran quitaba uno de los recuerdos más hermosos que tenía.

     

    Miré de nuevo al licántropo y pensé: <<Zancadilla>> al instante noté como el hombre lobo caía al suelo porque acababa de ser atado con una especie de lazo mágico. Caminé a ver si se encontraba bien, noté que estaba en un perfecto estado de salud y caminé hacia el norte para seguir buscando la reliquia. Desde lo lejos, observé un inmenso nido que parecía de águilas y mi instinto me dijo que ahí encontraría lo que estaba buscando.

     

    Corrí hacia el lugar, pero antes me encontré con que había un gran río en medio del camino. Tenía que hacer algo para pasar, por lo que le apunte y dije: -Glacius-. Acababa de hacer un encantamiento, el cual hizo efecto unos minutos después. Todo el río se había congelado por completo. Sonreí, cada segundo estaba más seguro de que encontraría la poción que me había regalado la bruja Hufflepuff hace un tiempo.

     

    Caminé por el río y salté un poco, en ese momento estuve seguro de que duraría mucho tiempo congelado. Caminé unos metros hacia donde se situaba el árbol y observé la rama en la que estaba construido el nido. Estaba un poco alto, y me preocupé porque estaba muy peligroso. <<Que fácil sería si tuviera mi escoba>> pensaba, mientras me acercaba para poder escalar. Lo intenté varias veces, pero siempre caí justamente antes de llegar al nido.

     

    Pensé que nunca lo iba lograr, pero volví a pensar cuanto quería esa poción. Escalé de nuevo, estaba exhausto pero no podía darme por vencido tan fácil. Escalé centímetro por centímetro y cuando menos lo esperaba, llegué al destino. Sin embargo, no todo era color de rosa. Había encontrado la sorpresa de que se encontraba un águila arpía cuidando a sus huevos. Me asusté al instante, no sabía qué hacer.

     

    Lo medité unos segundos antes de que me viera y al apuntarle dije: -Oppugno- le di la orden de que se quedara quieta sin atacarme y después fui hacia el inmenso nido. Busqué la poción rápidamente, teniendo cuidado de que no se quebraran los huevos. Después de buscar un instante, lo encontré justamente en el medio. Tomé la poción y la metí en el bolsillo derecho, después le dije al águila: -Se libre-.

     

    Me bajé cuidadosamente del árbol y pase de nuevo por el río congelado. Recorrí el inmenso bosque y al observar que el licántropo seguía tirado, me acerqué hacia él. Me agaché y saqué la poción matalobos. La abrí silenciosamente y después de abrir la boca del hombre lobo, le introduje unas gotas de la poción. Al instante, el licántropo se volvió inofensivo, después lo miré y dije: -Finite Incantetem- el zancadilla desapareció al instante y sonreí unos segundos.

     

    Giré en dirección al norte, ya que tenía que volver al lugar donde se encontraban las maestras. Observé de nuevo la naturaleza y unos minutos después, miré que había llegado al lugar donde ya se encontraban mis compañeros. Enseñé mi reliquia y dije:

     

    -La encontré- sonreí y volví a mi lugar.

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  25. Hola a todos, bueno vengo a dejar mi tarea.

     

    Primero que anda, en el post #26 roleé que me defendí con un aqueora, sin embargo yo seguía bajo los efectos del langlock y por eso no salió ese hechizo. Aún así, me curé en el siguiente turno de los hechizos que impactaron al no poderme proteger con el aqueora.

     

    http://www.harrylatino.org/index.php?showtopic=100900&view=findpost&p=4476455

     

    Después, en el post #45 intenté silenciar dos hechizos, pero no lo pude hacer porque estos estaban en primera acción y no se puede adelantar a la primera acción según entendí e,e

     

    http://www.harrylatino.org/index.php?showtopic=100900&view=findpost&p=4477515

     

    Otra cosa es que en el post #56 le iba lanzar un zancadilla a May para que su sectusempra saliera desviado. Me confundí y se lo mandé a Rachel, por lo cual el sectumsempra impactó en mi D:

     

    http://www.harrylatino.org/index.php?showtopic=100900&view=findpost&p=4478844

     

    Y bueno también algo pero no sé si fue error ye s que cuando levanté mi varita no roleé si fue con la mano afectada ye so es vacio de rol D: además de que no me curé la muñeca. También que en mi primer rol no puse mi vestimenta.

     

    Gracias :)

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