Oniria

¡Buenaaaaaaaaaas nuevos mortis! JEJEJE. Ya estáis tardando en pasaros por nuestro topic, la Pizzería Inombrable, para ofrecernos vuestro apoyo incondicional como bases hechos y derechos que sois ya. Esta Guerra de Rangos es nuestra, que lo sepáis (¡No hay pizza sin base!).

No os conozco demasiado, pero espero hacerlo de ahora en adelante y rolear mucho con vosotros. Os he visto por ahí y sois geniales. Si necesitáis cualquier cosa podéis recurrir a mí siempre que queráis, estoy a vuestra entera disposición

De paso os invito a pasaros por el nuevo número del Vox Mortia, si es que no lo habéis escuchado ya. También andan los guardianes montando un rol en el Caldero Envenenado. El resto de información os la han explicado genial ya así que...

¡Felicidades por el ingreso!

Semper Fidelis

La pelirroja manipuló con dedos de mantequilla las arrugas de su capa para dejarla caer como un velo sobre mi lado de la cama. Su respuesta me arrancó una carcajada de infante, una de esas que son raíces primitivas y que de antigüedad están enterradas en lo más profundo de los seres, nutridas por el ambrosía del alma. Una de esas joyas que el tiempo guarda, conserva en el interior de un cofre confeccionado con los engranajes de todos los relojes congelados. No reía con tanta naturalidad desde que nací. Le revolví el cabello y su color cambió de un rojizo uniforme a un cobre betado, un manojo de tallos de guayaba visiblemente diferenciados, uno apuntando a cada dirección de la Rosa de los Vientos, como una fascinante brújula personal de mechones y olor a centro de la Tierra.

Me miró a los ojos hondamente. Me taladró con aquellas esferas azules de agua melancólica en las que podía verme reflejada como una copia magnificada de mí misma. Dentro de sus pupilas mi rostro no expresaba dolor alguno, ni podía rascarse el drama de entre los pliegues pronunciados de mis párpados o lamerse el néctar agridulce (producido por una vida abrumadora) de mis labios. Mi otra yo, la que se había vaciado en sus cuencas tantas veces, se deshacía en sonrisas y se sentía omnipresente, inmersa en la conciencia de las cosas. Deseé teleportarme a aquella fantasía que se sucedía intensamente en el intervalo de tiempo en que la luz conseguía penetrar en su retina.

Me tomó por sorpresa, con la guardia baja, indefensa, incrédula. No recibí sus labios, no inmediatamente. Apenas pude prevenirlo como para elaborar un plan de acción. Y con plan de acción me refería, indudablemente, a un conjunto de respuestas medianamente premeditadas que me permitiesen lidiar con el asombro, el deleite, el amor que erupcionaba en boca de mis arterias y transmitía el grito enfurecido de la sangre por todo el cuerpo. Me quedé paralizada unos instantes, recordando la sentencia dictada en el Caldero. Se estaba repitiendo. ¿Debía aborrecerlo, apenarme por Allen? Mi piel se embadurnó en el egoísmo más altruista jamás conocido. Egoísmo porque sacrificaba los sentimientos de mi amigo en pro de mis actos, altruista porque estos estaban en su totalidad dedicados a satisfacer a Arya, a transmitirle cuán necesaria era su existencia en mi mundo.

—No puedo evitarlo. —Me excusé, más para mí que para la Lúthien. Quería al menos reconfortarme con aquella falacia. Estaba en mi voluntad frenarlo, lanzarlo todo por la borda, sí, pero no entre mis deseos.

¿Eeeeeen serio han ganado esta prueba los tempestades? Vale, su topic está bastante bonito pero nada que ver XDDDDD lo siento, y ojo que soy objetiva y no es porque sea base ni nada (jsjsjs), pero es que nosotros nos lo hemos currado tanto D:

En fin, hay que saber perder, y por 15 míseros puntos no nos vamos a poner a llorar, que ya nos sobrarán en un futuro próximo Jeje. Se van a enterar de quién tiene el mejor de todos los cuarteles. Y el mejor de los ejércitos de spameadores, aunque pensándolo bien eso ya se lo hemos demostrado (habéis, porque no pude participar).

¡A ver si anuncia la siguiente prueba! Saludos chicos, ¡no hay pizza sin base! Ave Fee.

ON

—Sigue siendo sangre. —Mascullé. No podría sentirme aliviada hasta que Adry se curase. Intentó limpiarse con la mano y yo enarqué una ceja. ¿Acaso pretendía cerrarse las heridas frotando con sus dedos? Como si tuviera una fuente de poderes curativos bajo las yemas... Con ojos muy abiertos seguí el trayecto de su patronus. Una cobra. Me invadió una intriga inexplicable y sospeché sobre las auténticas inclinaciones de la profesora. Después sacudí la cabeza apartando aquellas suposiciones imposibles. Apreté los dientes con fuerza. El hambre era una hoguera avivándose en mi interior, cada vez que la alimentaba una bocanada de aire contaminado con el aroma a óxido que desprendía la rodilla de la mujer.

—Te sorprendería. —Gruñí como respuesta, aludiendo a su comentario acerca de mis conocimientos sobre cárceles. Cuando iba a repetirle -ya al borde del enfado- que se sanase los rasguños inmediatamente, una pesada red cayó sobre nosotras, neutralizándonos, atrapándonos, oprimiéndonos las espaldas y clavándonos los huesos al suelo. Me revolví, embolsada. La saliva se hizo espumarajos en mi boca y la expresión se me oscureció. Un hombre me cargó a su espalda como a un vulgar saco de patatas. Yo pataleé, desgarré la tela de la túnica que lo recubría con las uñas afiladas, pero no pareció inmutarse o sentir dolor alguno. Nos tiraron al suelo, fardos inmóviles. Fulminé a otro extraño con la mirada, las pupilas del color de la sangre. La sed me consumía, y Adry, a unos metros de mí, continuaba derrochando sus delicias circulatorias sobre la piedra.

El cabecilla de nuestros captores, de pie frente a nosotras, nos miraba por encima del hombro, debatiéndose entre la lascivia y la soberbia. Se paseó por la estancia, de un lado a otro. Su piel fornida y recia como el cuero estaba cubierta de cicatrices y tatuajes de tinta verdosa. Ni siquiera era capaz de concentrarme para dilucidar las intenciones de su discurso. Aquel maniático con delirios de poder se abrió un tajo en el brazo, que vino acompañado de una explosión de quemazón en mi paladar.

—Por favor... —Rogué, con un gemido áfono. El carcelero emitió una risilla cruel. Se giró hacia una vitrina, deslizó una diminuta llave oxidada por el cerrojo y lamió el contorno de sus herramientas de tortura con un híbrido de sus manos y la mirada.

Hinché el pecho. Aguardé al momento oportuno para aprovecharlo y me apresuré a romper la red con estirándola con las manos. Si algo podía aprovechar de mi actual estado era sin duda aquel vigor sobrehumano del que me dotaba el vampirismo. Se escuchó un tintineo metálico, el quejido sordo del hierro al caer. El hombre se dio la vuelta rápidamente para inspeccionar la sala, sin rastro de prepotencia en sus facciones. Sostenía unos alicates en la diestra y amenazaba con arrancarnos los colmillos. Toda su arrogancia se había esfumado al momento de saberse en peligro. Yo me había pegado al techo como una ventosa, y cuando se hizo el silencio previo a dar la alarma me abalancé sobre mi presa, hincando los colmillos en su tráquea y ahorrándonos unas horas de martirio y sadismo desatinado.

OFF

¡El final, chicas! Es una pena, una auténtica pena. Me ha encantado rolear con vosotras, ¡sois muy buenas! Fijaos que con sólo tres alumnos activos hemos conseguido mantener la actividad de la clase, lo cual es motivo de felicitación. Una felicitación sincera para todas, que os habéis esforzado en hacer esta lección de Generales amena y divertida. Espero que nuestros personajes se encuentren por ahí y se persigan un poquito, que la acción no está nada mal JEJEJEJE. Luna, mejórate.

Ya sabéis, lo que necesitéis aquí seguimos. No se deja de ser profesora de uno del día a la mañana

CORRECCIONES

Luna

Bruja

Samira

***RECORDAD***: no podéis postear antes que Adry.

—¿La líder? No más de lo necesario —mentí, disimulando mi vergüenza. Me rasqué la nuca—, mmmm... no sabría decirte. No la conozco. Quiero decir, es mortífaga, indudablemente, pero me temo que no nos han presentado. —Respondí, tratando de descifrar a quién pertenecía aquel olor. Esbocé una sonrisilla. Tau estaría divirtiéndose a unos escasos metros de mí, y la idea, lejos de ponerme celosa, me complacía bastante. ¿Qué tipo de mecanismos de atracción funcionaban en mi cabeza? Era incomprensible.

Afrodita paseó la mirada por el local, despanzurrando las paredes con sus pupilas lacerantes. Reí ante su comentario.

—Una taberna repleta de historia, ¿eh? No sé si imaginarme cuál es la otra cosa... —Apunté, entretenida. Apretó tanto el vaso que terminó por reducirlo a añicos. Contemplé los pedazos de cristal desparramados sobre la barra. Cada uno encerraba un rostro de las luces distinto, un brillo infinito y peculiar. Mi reflejo vacilante era un puzzle deshecho sobre los restos de vidrio. ¿Qué la habría empujado a aquello? Miré a la Malfoy de soslayo, construyendo hipótesis surrealistas con mi cabeza delirante. Tragué saliva.

—Espero que eso haya sido por un buen recuerdo. —Suspiré. Don Pascual limpió el estropicio, y ella curó sus heridas agitando el brazo. Una voz irrumpió en el ambiente, interrumpiendo nuestra conversación. Me giré sobre mi misma y contemplé a un joven que se había arrimado hacia nosotras. Besó la mano de Afrodita cortésmente, con la rendija de los párpados descomponiendo las formas de su cuerpo, el contorno de su rostro, su expresión tan sumamente atrayente como era ella. Hizo otro tanto conmigo, y aunque el gesto me incomodó -no estaba acostumbrada a semejante tratamiento-, lo recibí con toda la educación que pude escarbar de entre el manual de formalidad que archivaba en mi memoria.

—Encantada. Mi nombre es Oniria. Oniria Haughton. —Me presenté conteniendo los temblores de mi voz. Enmudecí al darme cuenta de que mi compañera ya había revelado el misterio de mi nombre. Junté las manos sobre mis rodillas, turbada. Enmascaré mis sentimientos con una leve sonrisa, y cuando el barman se enfiló trotando hacia nuestra posición escupí la palabra "tequila" como un deseo frustrado que se hubiese quedado varado en el océano turbulento que removían mis labios.

Todas parecían estar conformes con obedecerme. Sonreí para mis adentros, y aquella secreta satisfacción aplacó ligeramente la sed. Luna titubeaba, escudriñando el espejo follaje, precavida. Se acercó a mí, y en un susurro imperceptible para el oído humano me aconsejó beber sangre animal. Le respondí de igual forma -disimulando mi asombro, puesto que ni siquiera había sospechado de su naturaleza-, en un murmullo tan rápido y silencioso que pasó desapercibido para el resto.

—No me sienta del todo bien... —Confesé. No era mentira del todo, aunque en una emergencia siempre podría recurrir a aquel paliativo gracias al cual pospondría el inevitable desastre: mi pérdida de control. La realidad es que detestaba el sabor de otra sangre que no fuese humana. Se convertía en cenizas en mi boca, o aquella era la sensación que me inspiraba. Para colmo carecía del valor añadido de la caza, la adrenalina, la ejecución perfectamente hilada y entretejida del papel de depredador y presa, como en una función de teatro o un documental cuyo cámara no pierde detalle del ataque del guepardo sobre las gacelas.

El aire se congeló. El contraste entre mi temperatura y la del ambiente disminuyó abruptamente hasta que sentí frío, un auténtico frío atemorizador. Blandí la varita. El aviso desgarrado que prorrumpió de la garganta de la vampiresa terminó por sacarme de mis deliciosas cavilaciones. ¿Dementores? Inmediatamente acudieron a mi mente imágenes funestas, recuerdos grises, asesinatos, nostalgia y una tristeza lacerante. La isla anteriormente paradisíaca, se había transformado en un infierno de lamentos, y ahora hasta las hojas de las palmeras me parecían cosidas con lágrimas. El vacío se extendió como una epidemia por mi pecho.

—¡Expecto patronum! —Chillé instintivamente, casi maldiciendo. Un cisne de tremenda envergadura, plumas de polvo de estrella majestuosas, alzó el vuelo desde mi varita y fue a atropellar a una de aquellas siluetas babosas que culebreaban a través del viento, con la indumentaria hecha jirones. Eché a correr junto a Adry y las alumnas. La profesora tropezó, pero antes de que pudiese ayudarla a incorporarse ya se sacudía el polvo de las rodillas, salpicadas de cortes sangrantes. Arrugué la nariz, cerré los ojos, contuve la respiración. Debía impedir a toda costa que el aroma de la sangre fresca penetrase en mis fosas nasales, o no sabría cómo contenerme. La miré con ojos desorbitados.

—Hazme... el favor... de curarte. —Sentencié con un gruñido. Contemplé el alto edificio al que señalaba su boca atónita. Suspiré aliviada -por unos segundos- al asegurarme de que no se trataba de Azkaban. Guardaba terribles recuerdos de una fugaz estancia entre rejas, de la que no había informado jamás a nadie.

—Es otra cárcel mágica. Azkaban está en el Mar del Norte. —Anuncié con un hilo de voz.

Las manecillas del reloj habían cortado a la madrugada en dos, desparramando sus tripas sobre la cúpula del cielo que era de un color negro anaranjado, embebido de la contaminación lumínica de la ciudad. El Callejón Diagon dormía, vencido por el cansancio, con su extenso y único brazo de reptil serpenteando entre los adoquines, revestido de escaparates que horas antes habían constituido todo un hervidero de vida. Todavía podía recogerse de entre las esquinas el rumor acumulado del roce de las túnicas contra el suelo, como los labios de un niño que sopla dulcemente a las profundidades del mar. La luna se había autoretratado en los cristales mustios, de múltiples identidades de sombra, vagabundos y traficantes clandestinos que hacían de las horas de sueño su imperio y paraíso.

 

Yo, varita en vano, con las arañas de la tensión tejiéndome una jaula en el pecho, me dirigía en completo silencio -como acechando- hacia la bocacalle que se abría paso en la penumbra hasta el abandonado, fantasmal, sitiado Callejón Knockturn. Los aurores pululaban allá donde no podías verlos, con los ojos inyectados en la niebla y en la sed de venganza que acrecentaba su pasado de presas. Se habían acostumbrado demasiado rápido al papel de depredadores, despojándose de sus antiguas precauciones, absorbiendo como parásitos el control y poder que emanaban del rencor. El cadáver del miedo hedía sobre sus cabezas, putrefacto, chupado hasta el hueso. Restos, restos inciertos resistían al paso de los meses, cada día más titubeantes con cada nueva redada que se cerraba con tres o cuatro detenidos. Cadena perpetua. El beso del dementor. Aquel era el infierno prometido.

 

Me apreté contra el muro y contuve la respiración. Los pasos resonaban unos metros más allá. Mi oído vampírico me permitía desplegar todo el abanico de ultrasonidos, de manera que prácticamente podía ver a través de las orejas. Cuando me cercioré de que no corría peligro, me apresuré a cruzar el tramo desnudo que me separaba del portón de Borgin & Burkes. Palpé el marco de la ventanilla trasera y presioné para introducirme por el estrecho hueco, que daba a parar al almacén. Nadie se hubiera imaginado que en aquel cuarto residual en el que apenas se advertía ya la mano del hombre, que era todo pasto de las polillas, cementerio de cachivaches, perfume de maldiciones, se hallaba un traslador que conducía a una vieja mansión a las afueras de Gran Bretaña, uno de los últimos refugios mortífagos vigentes. Las voces entrecortadas de una conversación inmersa en el agobio penetraron la madera carcomida de las paredes. Alguien huía a toda prisa. Sus perseguidores le pisaban los talones. Gritó, tropezó, cayó estrepitosamente al suelo y sus verdugos sobre él. Paz, pacifismo, igualdad, derechos. Aquella cantinela desentonaba con los hechos que acontecían en el exterior. No podía hacer nada por ayudar, porque yo también hubiese pagado el precio por mis creencias. Agarré el reloj -la esfera estaba hecha añicos-, y me dejé balancear por los gusanos de ébano del teletransporte. Aparecí entre unos árboles que me inspiraban puro alivio. Arrastré los pies hasta mi guarida. Los demás ya me esperaban dentro, debatiendo nuestra situación mientras se disputaban un pedazo de pan.

 

Pues aquí dejo el rol desde la perspectiva de mi personaje. ¡Un saludo!

Voy a dejar aquí un blinkie de apoyo que he hecho xDDD Por favor, los que sepáis hacer buenos blinkies, apareced! JAJAJAJAJ

Qué bonito nos está quedando el primer posteo *-* Voy a mandarle un MP a mis antiguos alumnos de generales que son todos minis y les pido que se pongan el blinkie en la firma (ellos encantados).

Ofú, no sé qué escribir para no hacer spam... Mi pizzaaaaa, me la robaron, anocheeeeeeeeee cuando dormía, dónde estará mi pizza, dónde estará mi pizza............... (perdonadme, de verdad. Lo que se hace por rellenar).

Cuelgo ya la dichosa imagen.

http://m.uploadedit.com/b039/1409845867970.gif

ON

A mis oídos también llego el crujido de los huesos de Ley. Afortunadamente Adry, siempre atenta al cuidado de sus alumnas, se acercó rápidamente a socorrerla y curó la fractura con un Episkey. Instantes después caminaron hacia donde yacía mi cuerpo -mi cuerpo solo, porque juraría que los ojos y la mente sobrevolaban unos metros más allá-, y me rodearon con expresiones de consternación. Reí a carcajada limpia ante el comentario de la profesora, tanto que creí que se me dislocarían las costillas.

—Muy amable por tu parte, pero la sangre de licántropo causa malestar en los vampiros. La de pollo puede tolerarse... —expliqué medio en broma medio en serio, frotándome la frente perlada de salitre—. De todas maneras, puedo aguantar un poco más. Tengo voluntad, tranquilas.

Miré en la dirección que señalaban, donde supuestamente se erigían las chabolas de la aldea. La imaginé inmersa entre las palmeras como si perteneciese al paisaje, muros de adobe, techos de ramas y hojas secas, hombres de arcilla tostada derritiéndose al sol.

—Iremos —concedí incorporándome, trastabillando y ahogando un gemido de dolor. El malestar general había infectado mis músculos, dejándomelos fláccidos, tirantes a cada movimiento, piezas de un complejo puzzle de agujetas—. Varitas en mano, atentas al más mínimo atisbo de peligro. Caminad en silencio. —Ordené, a la vez que recaía en lo mucho que me gustaba dar instrucciones. Contemplé a Adry buscando su aprobación. La garganta me ardía y la cabeza me jugaba malas pasadas, sustituyendo mi campo de visión -aquella isla remota-, por un collage de cuellos de diferentes grosores, pieles y razas. Apreté los dientes.

OFF

¡Esto se pone interesante! Cómo me encanta contemplar el desarrollo de las cosas xD es un proceso bonito, en serio. Os veo muy participativas, y os coordináis bien. Lástima que acabéis en el bando equivocado bueno, bueno, que Adry también se merece tener buenos compañeros JAJAJAJA, Nada, que felicidades a todos, os habéis ganado vuestro papel en esto y me sorprende confirmar nuevamente que los roles siempre dan giros imprevistos y que son relatos colectivos impredecibles. Con esta microcharlita espero transmitiros un poco de mi fascinación por esta peculiar forma de interactuar mediante la escritura.

¡Un saludo! Cuelgo el cuestionario...

BrujaOesed

¡Fee! Yo puedo estar de 12 a 1 cuando tú te vayas xDD te relevo. Me voy a poner a hacer algo y si está medianamente decente lo subo para seguir decorando. Oh dios, cinco páginas de mensajes ya JAJAJAJAJAJA a este paso se nos acaba el topic.

Estas son unas imágenes que he encontrado JAJAJAJA no las he hecho yo, obvio, pero es que me he muerto. Es mi situación cada vez que ingreso al topic y veo tanta pizza por todos lados xDDDDD Quizás alguien podría utilizarlas para diseñáh argoh :3 (en especial la segunda).

http://37.media.tumblr.com/1e1b6c049d14524f23b45c1dae9d0466/tumblr_n4nr5e447u1rq7z94o1_500.gifhttp://media3.giphy.com/media/p4gWW1Ms6HISQ/giphy.gif

Y estas son las frases que he hecho a lo Cissy (pero mucho peores).

http://oi57.tinypic.com/25ew7y1.jpghttp://oi62.tinypic.com/2a616av.jpghttp://oi57.tinypic.com/2hz0940.jpg

http://i58.tinypic.com/23r7add_th.png

Esto es lo único que he podido hacer xDD (iba escasa de tiempo encima, así que mañana por la mañana me esclavizaré para editar algo más xDDD). Por malo que sea, es, ¿No? JAJAJAJAJAJA sirve.

Aquí dejo la imagen... me han encantado las de Cissy *-* Son adorables.

http://oi60.tinypic.com/2cpcimo.jpg

(Mañana intento hacer algo mejor xDDD es que voy apurada, sorry. Nos vemos, buenas noches).

―Una agradable sorpresa. ―Repuse, enfatizando. Esbocé una sonrisa cálida. Guardaba buenos recuerdos de aquella clase de Generales tan extravagante, de aquellas chicas.

―Pues estar, estoy... con una resaca del copón ―confesé, rascándome la nuca y frotándome las sienes, imitando el clásico gesto de borracho aquejado de migrañas―, ¿qué es de ti? Supongo que superando las altas expectativas que tiene el profesorado de ti.

Le concedí el halago deshaciéndome en amables expresiones, antes de girarme y visualizar el rostro impasible de Ironía. Sus labios firmes, la piel tersa como si jamás hubiese movido un músculo, los ojos inexpresivos, el cuerpo en silencio, como entumecido a la vez que al acecho. La joven me recordaba a un felino que espera tras la hierba al momento exacto para abalanzarse sobre su presa.

―Hola. ―Respondí a su saludo de misma forma, transmitiendo desgana a mis palabras. Si me rebajaba al registro coloquial y las trataba de tú a tú no era sino porque les tenía un cariño especial (sustentado en la nostalgia y las experiencias olvidadas en aquel extraño templo de allá por la selva). De todas maneras, inevitablemente, aquella cercanía desentonaba con mis refinadas costumbres y me sonaba ajena. Irony se adelantó para introducirse en las ruinas que descansaban frente a nosotras como las tripas de una antigua civilización desconocida que los siglos abandonaron a la intemperie y el desnudo. Un arqueólogo habría sucumbido a la belleza de aquel cadáver-joya de la arquitectura mágica que se ocultaba en los jardines de la Academia. El ladrillo parecía construido a base de finas telarañas de barro que se deshacían al tacto.

―Por supuesto. Sólo espero no terminar... rodeada de umpalumpas. ―Reí, siguiendo a mi exalumna. El interior de las ruinas, al contrario que su fachada, permanecía en buen estado, casi intacto. Sólo se intuía la vejez en el olor a humedad y moho.

―No tengo la más mínima idea. ―Contesté a Dark, estupefacta por nuestro descubrimiento.

Cuando aquel monstruoso tentáculo me envolvió la cintura y me retorció como a una fregona perdí la noción de la realidad. El dolor se instaló en mi cuerpo como un nuevo líquido circulatorio que regaba cada uno de mis vasos con magma y escozor. El golpe alimentó a mis arterias de cal viva, y todos mis órganos me parecían el guiso que se cuece en una olla en ebullición. Un calamar gigante me había atrapado cuando -tonta de mí-, trataba de nadar hasta una isla sorteando obstáculos tan diversos como tablas de metal del barco o tiburones hambrientos. Los ojos se me salían fuera de las cuencas, fustigados, exprimidos a causa de la presión, inyectados en sangre conforme los capilares, del esfuerzo, reventaban en mis escleróticas regándolas de lagunas inciertas de rubí. Clavé las uñas en la carne viscosa, elástica del cefalópodo, con la esperanza de poder así zafarme de su mortal abrazo.

Desde la orilla no llegaba ayuda alguna. ¿Se olvidarían de mí? Casi me arrepentí de haber recibido mal a mis alumnas. Tragaba litros de agua cada vez que en mitad de un forcejeo la bestia replicaba con bruscos movimientos. La sal me había secado por completo la garganta y me debilitaba minuto a minuto.

Recitaba mentalmente mis últimas palabras cuando tres gruesas cuerdas se enrollaron en torno a la insólita anatomía del animal, librándome de la fosa infinita del océano. El Triángulo de las Bermudas se extendía agua abajo como la Tierra prometida, el inframundo de los muertos. Braceé boqueando hasta la arena. Allí me tendí, maltrecha y vestida de contusiones. Utilicé la energía restante para sanarme los huesos rotos y las hemorragias internas, lo que, para mi desgracia, concluyó en un terrible ataque de sed. Ahora, para colmo, debería cuidarme de morder a Adry o a las chicas. Dejé caer los párpados. Mis huesos pedían un laxo de tiempo para relajarme. Las ropas empapadas pesaban como plomo dúctil. Respiré con irregularidad, hinchando exageradamente el pecho. Clavé la mirada en el cielo, las nubes tormentosas, desgarradas por los rayos...

Un momento... ¿Tierra en el Triángulo? Era... imposible. Me incorporé de un salto, alerta. Aquel paraje se me reveló como una ilusión óptica, peligrosa, la manzana envenenada que mordería Eva y desencadenaría el desastre. Debíamos huir, alejarnos cuanto antes.

—¡Esperad! ¡ESPERAD!

Arggggggggg. Es que yo soy negadísima con photoshop y demás. Para el diseño, en general. No sé ni hacer blinkies >.< patético, lo sé, pero no me culpéis, por favor. ¿Alguna otra forma de "enchular" el topic sin recurrir a todos esos caóticos programas? XDDD JAJAJAJAJA Dios, ya se masca la tensión, estoy hasta nerviosa (pero no sé por qué, somos los mejores, hombre). Cissy, aprovecho para felicitarte por aquí por tu ascenso, JEFAZA del EA :333 qué bien, me alegro mucho por ti, harás un gran trabajo <333

¿QUÉ SOMOS, BASES O HUEVONES? BASES BASES BASEEEEEEEEEES

¡No hay pizza sin base!

Había trasnochado en la Taberna de la Marca, conversando con unos cuantos compañeros acerca de futuros asaltos e inventando divertidos chistes sobre los pollos. El alcohol me había pasado factura sobre el cutis -aunque no se puede decir que me importara- escarbándome dos profundas ojeras bajo los ojos de lila desvaído y empalideciendo todavía un poco más mi tono de piel (que rozaba el blanco lunar). Tomé una ducha restauradora-de-resacas en el Castillo Haughton, al amanecer, cuando todavía el alba germinaba en el pulido horizonte, una lámina nítida de oro que bullía a la espera del sol iridiscente. Las golondrinas, los cuervos y los murciélagos tardíos revoloteaban a las afueras, sesgando el aire que se había despertado para madrugar y mecía cariñosamente las hojas de los árboles. El agua me golpeó la espalda como cientos de pequeños martillos hirvientes, y el contacto con el frío de mi cuerpo la hizo vapear. Mi sangre de nitrógeno líquido entraba en conflicto con aquellas cascadas de caldo trasparente, pero mis sienes se desperezaban liberándose de la presión aguda de los restos del tequila.

De camino a mi habitación, desnuda y de puntillas, decidí que haría una visita a los Jardines Sumaes. Con un poco de suerte encontraría a antiguos alumnos a los que reclutar (si no eran ya aspirantes al noble bando mortífago). Una vez frente a mi armario me decanté por un peto negro y unas sandalias del mismo color. Me eché el flequillo hacia atrás (aunque el muy desobediente se desplomó enseguida sobre mis cejas) y abrí de un mordisco una bolsa de sangre rancia. Recibí el alimento con un suspiro de alivio por parte del monstruo de mi sed, y me abandoné por unos instantes al placer de alimentarme.

Unas horas más tarde, ya en la Academia, paseaba por los senderos exteriores entre la cuidada vegetación, los lagos, los árboles enjutos, jóvenes, milenarios, torcidos. Fumaba un cigarrillo de liar y dejaba que el humo me contase sus historias. Las volutas eran ramas desprendidas del eje de un tronco perforable, cuya corteza estaba compuesta por el despliegue de plumas de aquel ave deforme y cancerígena que exhalaba la punta ennegrecida de tabaco que caía a pedazos de ceniza. Divisé a larga distancia una silueta inconfundible. Dark correteaba hacia alguna dirección que desconocía -y que pronto averigüé por el rumbo que trazaban sus piernas-. Opté por seguirla.

—¡Dark! —Exclamé, feliz por el reencuentro.

Por la súplica que leí en sus ojos supe que no debía tocar el tema. Callé de inmediato, lo aparté de mis pensamientos hasta recluirlo en una alacena escondida y cerrada con llave. Los muelles crujieron bajo nuestro peso, y la capa de viaje de la Lúthien se convirtió en nuestra manta improvisada. Por supuesto, yo no necesitaba apaciguar el frío que reinaba en el cuarto, pero agradecía la suavidad de la tela, el perfume humano que destilaba y que era penetrante, como si de un ser vivo gaseoso se tratara. Enrosqué mi brazo en torno a su cintura mientras alcanzaba su mejilla con la mano libre y frotaba las cuerdas de un violín imaginario, que conformaban sus pecas y la piel mullida de sus pómulos.

—Quizás Oniria sueña, y él duerme sin saber... —canté en un susurro, las cuerdas vocales fustigadas a causa de la postura horizontal—. Será un encuentro inesperado en noche azul, sí, ya lo verás. Cuando me gire entre la gente serás tú, sí, ya lo verás...

—Te he echado tanto de menos... Parece mentira que la única inmortalidad que viva día a día sea la de encontrarme lejos de ti. —Musité inspirada. La poesía emanaba de mis labios como un elixir secretado por mis glándulas, como si la mera presencia de Arya exprimiese las posibilidades líricas de mi corazón hasta elevarlo a su más alta esfera. Una utopía lingüística que me permitía performativizar mis enunciados, convertirlos en realidades, en actos, deshacerme del insulso constatativo para adentrarme en las selvas amazónicas de las teorías filosóficas de Austin, Butler y Derrida. Junto a ella comprendía que las palabras tenían manos, ojos, pies para correr, que eran capaces de besar y acuchillar como entes animados.

—No te vayas. Esta noche no.

¡Me encantan los blinkies y las frases y todooooooo! Somos los mejores, ais. Fee, felisidadeh por la organización :3333

Os voy a dejar mi foto de perfil que tiene la pizza con silueta femenina xDDD por si alguien quiere ponérsela también JAJAJAJAJAJAA. Yo estaré atenta por si veo alguna actividad y empiezo a avisar por el grupo de WA. Por ahora, peleas de status hasta moriiiiiiir.

Me hace gracia, todos copiándonos la idea la de pizza... BUAJAJAJAJA. Si es que lo petamos. Pero por mucho que quieran... La pizza sin tomate es una focaccia, pero el tomate solo es salsa de macarrones y ya está xddddddd. Desgraciadamente para ellos x) afortunadamente para nosotros.

JAJAJAJAJAJAJAJAJJAJAJAA me encanta lo de E=mc2 (ojalá yo sabiendo poner los superíndices). Suena genial lo de especias igual a masa con doble de carne xDDD es genial, de verdad. Debe de ser que yo soy de ciencias y lo encuentro graciosísimo y super original, pero puf, fan de tu ocurrencia.

Cris, creo que ya he mencionado que te amo por ese gif de las reliquias XDDDD ya anda por mi perfil dando envidia a todo el que se atreva a stalkearme BUAJAJAJAJAJA.

Vamos a ganar, chicos, tenedlo muy claro. Somos muchos, sólo necesitamos trabajar en equipo y organizarnos bien y JEJEJEJE.

ON

Las diversas reacciones (¿Diversas? Realmente todas podrían clasificarse como meras negativas, rechazo a mis palabras), tanto de las alumnas como de Adry no sólo no me sorprendieron, sino que eran exactamente las que esperaba. Oculté una sonrisa mezquina clavando mis ojos en las mareas, que como serpientes líquidas de toneladas de sal se retorcían y anudaban en puntos que parecían pequeños remolinos sin importancia. A mi espalda me taladreaban las críticas de todas aquellas aspirantes a vestir la luz en su rostro -y su corazón, si nos poníamos simbolistas-. La advertencia de una de las alumnas me sacó de mi ensimismamiento, pero nuevamente me vi obligada a ahogar una carcajada por no faltar al respeto.

—Eh, eh, tranquila, Ley, no vaya a tenerte reprobando hasta que se te quite de la cabeza esa idea de ingresar en la Orden. Aunque pensándolo mejor, no les vendría nada mal engrosar su larga lista de miembros con uno sólo que fuese valiente. Veremos si sigues con esa determinación cuando te enfrentes a un par de asaltos. —Siseé, y mis pupilas se encendieron. Conforme inyectaba veneno en mi discurso me acercaba a la joven para amedrentarla, pero ella no daba su brazo a torcer, y eso me gustaba y divertía en abundancia. Reí amistosamente para romper la tensión y le di un par de palmaditas en la espalda. Realmente yo era la primera interesada en que existiesen los fenixianos... Si no, ¿qué sentido tendría la Marca? La vida está demasiadas veces sustentada en una dicotomía de contrarios.

Iba a dirigirme a Adry para comentar un par de cosas respecto a la organización de la clase cuando atisbé la silueta de una gigantesca cresta de agua, un muro de cristal opaco que el mismo infierno submarino había levantado contra nosotras. La inmensidad del cielo nos cayó encima junto al peso de aquella masa de caldo y espuma. La tripulación se había dado a la fuga en el bote salvavidas, y a una distancia no muy superior a los veinte metros se formaba otra metralla de olas. La embarcación se zarandeó peligrosamente y en varias ocasiones la vi cerca de volcar. Mi compañera se aferró a unos tubos y sus miembros se emblanquecieron de la fuerza que ejercía para sujetarse. El océano la impactó aplastándola contra el suelo como si de un frágil títere y no de un ser humano se tratara. Aproveché mi velocidad vampírica para acercarme a ella y cerciorarme de su estado. Parecía algo magullada.

—Eres un pollo empapado. —Exclamé para que me oyese, todavía con sentido del humor. Le tendí la mano, dispuesta a ayudarla. Luna subió al barco gracias al efecto de un Ascendio. La seguí con la mirada, a la expectativa de lanzarme a rescatarla. Su expresión lucía hastiada e irascible.

—¡No te preocupes ahora por quién responderá e intenta salvarte el pellejo! —Bramé, fuera de mí. Bufé, abandoné a Adry en la seguridad de aquellos tubos y recorrí el camino hasta Luna entre tropiezos y resbalones—. Casco burbuja. Invoca un Casco Burbuja. —Indiqué atropelladamente instantes después de la ocurrencia. Me giré para dar las mismas instrucciones a Ley y Samira. La primera había encontrado protección en un poste; de la segunda no había ni rastro.

—¡Adry, Ley, utilizad el Casco Burbuja! Por lo menos así no moriremos de ahogamiento. —Chillé todo lo alto que me permitieron mis desgarradas cuerdas vocales. Al haberme despistado del mar embravecido para socorrer a los presentes recibí el puñetazo del rebujo de algas y burbujas contra la mejilla, con tan mala suerte que salí despedida cubierta abajo. Aterricé con un planchazo sobre la cordillera incierta que cambiaba de forma a cada segundo, atravesándola unos metros con la espalda arqueada y una mueca de dolor. Por primera vez en meses utilizaría la visión térmica con la que me había dotado mi transformación, esperando distinguir formas en las profundidades. Al ser una criatura sobrenatural podía prescindir de respirar. Me concentré en aumentar las capacidades sensoriales de mis retinas. Apreté los párpados hasta que me escocieron y percibí toda la sangre de mi cuerpo viajando hacia mis globos oculares, estancándose en los vasos del coroides. Cuando mi visión penetró en las sombras monstruosas que moldeaba la tormenta, reconoció puntos calientes en todas las direcciones. Algunos insignificantes, pertenecientes al coleteo de algún pececillo intruso en nuestro desastre, otros, grandes como tiburones que circundaban la zona en busca de carroña.

OFF

¡JAJAJAJAJA! Antes que nada, por favor, que nadie se moleste por la actitud de Oniria, que yo Off rol soy muy buena gente x). Y no os extrañéis de los "poderes" que tiene, son los que le atribuí al registrarla como vampiro así que xDD por fin van a servirme... A ver cómo continúa esto :3 ¡Hasta pronto!

—¡Oh, Romeo, Romeo! ¿por qué eres tú, Romeo? Niega a tu padre y rehúsa tu nombre; o si no quieres, júrame tan sólo que me amas, y dejaré de ser una Capuleto. —Repetí, encarnada en una lejana Julieta de Shakespeare, el diálogo que mejor recordaba de toda la obra. Acto seguido emití una suave carcajada, y separándome apenas unos milímetros de la pelirroja derramé mis ojos en los suyos—. ¿No es ciertamente extraño que seas tú Romeo? Pero está bien, está bien, mi sol y mis estrellas.

La necesitaba cerca. La necesitaba en mí. Reclamaba a la física cuántica de nuestros átomos una fusión espontánea, sin precedentes, sin lógica ni principios o hipótesis científicas posibles. Quería, simplemente, un suceso que nos atara para siempre como a dos hermanas siamesas. Deseaba con todas las fuerzas de los elementos anexionarme a su cuerpo, ser un parásito de sus nervios, alimentarme de sus huesos, ser carne de su carne, polvo dentro de su polvo de estrellas cuando la inmensidad del universo nos alcanzase y nos devolviese a nuestra cuna de orígenes metafísicos. La miré en silencio, relamiéndome los labios, con el corazón hecho una masa de incoherencias. Besé su frente con una dulzura tan infinita como el espacio que el destino nos prometía cada mañana al despertarnos. Su garganta disparó palabras afiladas como balas, de una belleza tal que me ardieron en el interior de los oídos. Me apené cuando mencionó el incidente del Slytherin, como si una mancha ensuciase la claridad de nuestro encuentro.

—No puedo justificar ni recriminar nada. Desgraciadamente no tengo vela en este entierro... y te arriesgas demasiado pisando territorio enemigo. No eres bienvenida aquí por mis compañeros, por mucho que yo lo lamente. Y es mi deber comprenderlos, defender nuestra causa.

<<Tú eres el único punto débil en mis ideales, porque sólo frente a ti me tiembla la mano mientras sujeto la varita. Nuestra relación es un delito para ambos bandos. Pero... ¿Sabes? Agradezco cada el día que el mundo escarbe un abismo de diferencias entre nosotras. Porque, precisamente por ese motivo somos lo que somos. Precisamente por ese motivo soy incapaz de despegarme un segundo de ti.>>

Enjugué sus lágrimas con la punta del dedo, aunque me hubiese gustado apartárselas con los labios. Todo lo hacia con tanto amor... Un amor contenido entre la cárcel de mis costillas. Un amor lunar, espectral. Orienté mi rostro hacia sus caricias y la conduje hasta mi cama para abrazarla sobre el mullido colchón.

Yo también quiero multiiiiiiiiiiiiiis! Creo que es una manera genial de conocerse, socializar, relacionarse con el bando. Me pondré el estado ese cuando esté disponible en Skype (porque lo uso más bien poco, pero prometo conectarme más a menudo a raíz de esta... actividad?). Lo único a ver cómo manejamos los horarios porque la diferencia es brutal y claro... u.u Lo que espero es que algún día alguien se anime a usar la cam xD sé que no es algo que pueda exigirse porque debemos respetar la privacidad de cada uno pero me parece mucho más divertido e interactivo JAJAJAJAJA además, que nadie muerde que yo sepa, y menos a través de una pantalla.

En fin, que eso ya son tonterías mías... ¡Saludos! Nos leemos.

Escuché pasos en mi habitación y todos mis sentidos se pusieron alerta. Se me erizó el vello de los brazos y la nuca y me colgué del techo para echar un vistazo a la estancia a oscuras, desde el exterior donde me encontraba rasgando la guitarra. ¿Quién andaría fisgoneando entre mis cosas? ¿Algún familiar cotilla habría querido aventurarse a explorar entre mi desorden? ¿Sospecharían de mi lealtad para con el bando y buscaban pistas de mi traición en la clandestinidad?

Cuando el perfume de Arya se introdujo por mis fosas nasales olvidé por completo cualquier mal que azotase mi mundo. Me deslicé tejas abajo, apoyé la planta del pie en el alféizar y me colé en el cuarto, que era todo desorden de escritor. Contemplé a la Luthien con recelo, entre azorada y a la defensiva, esperando reproches de su parte. Desde aquel episodio en el Caldero no sabía bien cómo mirarla. Entonces recordé, con dolor y culpabilidad, que apenas unas horas antes había sufrido un ataque en un intento por visitarme. Que se había, literalmente, suicidado por mi causa. A mi corazón lo atravesaron las agujas, y mi médula era todo calambre y fuego. Toda tensión se esfumó de la atmósfera, como si nunca hubiese existido entre nosotras. Cerré la puerta con fermaportus para que nadie pudiese molestarnos y estropear la velada que nos esperaba, seguro de todos los ciclos de la luna, jugueteos con Michtat (que nos espiaba bajo la cama) y confesiones hostigadas, y me abalancé sobre ella para envolverla en un abrazo sofocante. Cuando mi nariz se encontró a centímetros de su cuello me invadió el gusano de la sed, como una tenia que se alimentase de las horas de saciedad que me quedaban. Pero acostumbrada a aquella sensación de deseo inalcanzable era perfectamente capaz de soportar la tentación y de apegarme más y más a ella.

—Loca, más que loca... ¿Cómo se te ocurre volver aquí? No ha pasado ni un día desde aquello. Me informaron. No pude intervenir, estaba paseando por los alrededores. Debes avisarme la próxima vez que intentes suicidarme. Al menos intentaré matarte con mis propias manos. Yo soy dulce, ya me conoces.

Canciones que te ponen a mil xDDDDDDDDD cómo no, yo pensé fatal. Porque esa expresión es España quiere decir otra cosa JAJAJAJAJAJA. *huye de las tijeras de Leis*.

Ya que sólo pueden postearse dos canciones mi cerebro está sufriendo trabajando por seleccionar las indicadas. Es muy difícil, escucho demasiada música y de demasiados estilos xdd. Vida injusta.

Vale. Ya está. ¡Resultados encontrados! (esto es como el buscador de mi PC, Dios).

Los toros de la Wii, de Love of Lesbian. Bueno, es que Love of Lesbian es mi grupo favorito sobre la faz de la Tierra, y tenía que figurar aquí, sí o sí. Esta canción, sobre todo al final, me hace tener muchas ganas de saltar. Primero porque es con la que cierran todos sus conciertos y es cuando los ánimos están más crecidos, y segundo porque mezcla verso hablado con una letra que simplemente repite: ¡fantástico, parapaparaparapa!

West Coast, de The Neighbourhood. Yo no puedo describir lo nigga-yankee que me siento con esta canción XDDD. Lo peor es que paso mis veranos en California, y este por ejemplo he ido por la calle con esto a todo volumen moviéndome a lo rapero pffff JAJAJAJAJA. Ay si es que ya me está entrando el flow... If the sun was god I'd be covered in faith, if the ocean was the devil I'd be covered in hate... I'm so West Coast, It's a Goddamn shameeeeeee.

Pretty isn't everything, right? Nananananananana

Punto 1) el primero que le diga emplumada a Fee se lleva un crucio por mi parte. Respect.

Punto 2) OMG ese banner, me he enamorado profundamente. Y de los tipos de pizza... El de Spec es brutal XDDDDD salami picante pillín.

Punto 3) me muero con las frases JJAJAJAJA Yo aportaría... "Sólo ofrecemos BASES de primera calidad", y "la BASE está que arde". JAJAJAJA no sé por qué, la verdad, pero me gustan y yastah xd.

Saludooooooos pizzeros.

¡NO HAY PIZZA SIN BASEEEEEE!

Fee, sólo puedo decirte que felicidades por el liderato, y felicidades por esta pedazo de página. ME ENCANTA. Muy jarcormente. O sea, has dado en el clavo, sólo pueden cortarme las tijeras de Leis

A ver si hago algo útil por la humanidad (humanidad = bases, al resto que les zurzan BUAJAJAJAJA), y me saco algún banner/blinkie de la manga.

Chicos, vamos a ganar, yo lo sé, somos muchos, tenemos los mejores ingredientes por aquí y a ver quién es el listo que se atreve a superarnos.

Más alabanzas a Fee. Muchas más. Ereh la picsa más delisiosah de todas jefa :$$$$ (esto es todo para rellenar, pero los halagos te los suelto de corazón, no te asustes).