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Sira Loveless Haughton

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Mensajes publicados por Sira Loveless Haughton

  1. Mazmorras con Lucie

     

    Al ver a su prima a su lado le dio un beso en la mejilla, era grato ver por fin a alguien en la planta que no fueran solo cobayas o algún que otro enfermo de vez en cuando. Le mostro a su pequeño demonio que ya se había cambiado y estiraba los bracitos hacia la joven sanadora:- Se que no debería traerlo pero…no molesta, además no me veo con fuerzas para separarme de él- Explico a su prima al ver su cara de sorprendida por traer al demonio al trabajo.

     

    Poco trabajo había en las mazmorras, sería el día de llevar a los hijos al trabajo. Sonrió a la Lovegood mientras pasaba sus manos por la carita de Demian, aquel pequeño demonio había nacido con tanta fuerza que incluso había dañado a su padre al nacer. Coloco la camisa de su hijo, era blanca con unos pequeños jeans a juego y un tenis blancos igual:- Se llama Demian, es el ojo derecho de su mami- Rio alzando a su hijo para darle un beso en la frente, escucho la risa del niño y volvió a mirar a su prima:

     

    - ¿Cómo vas por aquí?- Preguntó a la sanadora, aun no sabía como había comenzado su experiencia en el mundo de las mazmorras.

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  2. Mazmorras, con Lucie

     

    No se había acostumbrado aun a dejar a Demian solo en el castillo. Sabía que su marido no iría a trabajar pues esperaba la aprobación para su nuevo trabajo, pero aun así…se sentía demasiado ligada a su hijo como para dejarlo. Así había pensado en llevárselo con ella al trabajo. Últimamente estaba todo muy tranquilo por lo que no pasaría nada si iba con él, además así conocería ya el trabajo de su madre y los grandes mortifagos que pasaban por allí.

     

    Llevaba al pequeño demonio en sus brazos, era muy despierto para tener días en el mundo, no le extrañaría que pronto comenzara a crecer, lo haría durante unos años hasta quedarse en una edad joven, como le había pasado a ella. Ambos llegaron a las mazmorras deleitándose con el ambiente fresco y limpio del lugar. Como suponía, no había movimiento alguno en las mazmorras, Demian soltó una carcajada mientras movía sus bracitos de arriba abajo.

     

    Un grito se escucho en el silencio, alguien llamaba a la directora. La voz era inconfundiblemente de Lucie, su prima buscaba a su madre, fue entonces cuando Demian se rebulló en sus brazos. Acelero el paso hasta encontrarse de frente con su prima:- Lucie, ¿no ves que estamos en un hospital? Más bajito- Le dijo en apenas un susurro apaciguando mientras a Demian.

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  3. - No lo haces, sabes que me gusta estar con mi hermano- Sonrió nerviosa al castaño, ya no sabía cómo tratarle ni que decir, simplemente se limitaría a contestarle. Temía que a cualquier palabra él se fuera y la dejara, aunque ya lo sentía demasiado lejos de ella:- La verdad que nuestro comienzo ha tenido altibajos, más bajos que altos- De nuevo tenía un vaso de vodka frente a él, sentía que bebía demasiado, y posiblemente la culpa seria de ella:- ¿No crees que bebes demasiado Ian?- Pregunto inocente sin mirarle directamente a los ojos, simplemente se centraba en el vaso que seguramente pronto estaría vacio:

     

    - Si, hagamos las paces- Extendió la mano hacia su hermano, lo miro, y pronto comprendió que él no quería que lo tocase, tímidamente cerro el puño y echo la mano hacia atrás con una sensación nerviosa dentro de ella:- Perdón- Aunque había hecho las paces no sentía que delante de ella estuviera su hermano.

     

    Si se ponía a recordar al Ian que había conocido en Rusia y la había salvado de aquellos que decían llamarse los justicieros, no lo tenía delante, aquel Ian que conocía no era ni la mas mínima imagen de su hermano, pero no diría nada:- Si la acepto- Como había supuesto el vaso estaba ya vacio sobre la mesa. No tenía ya fuerzas para mirarle a la cara:

     

    - No tranquilo, no lo tomare así- La voz de la castaña sonaba quebrada, sentía la gran necesidad de irse de allí a desahogarse a solas. No iba a permitir que la viera llorar, no quería que estuviera a su lado por lastima:- Me vas a disculpar Ian…pero me necesitan en el hospital- Una excusa barata para irse, lo sabía y su hermano seguro que también. Pero a cada segundo que pasaba el nudo en la garganta era más fuerte y sentía que pronto iba a estallar en llanto. Se levanto y se giro con ojos tristes hacia su hermano:- Espero verte pronto Ian- La primera lágrima comenzaba en ese momento a emanar de sus ojos negros.

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  4. Dama elfina de Sira

     

    La sanadora había aceptado la petición de la pequeña elfina y ya se encontraban frente al castillo donde su ama gritaba de dolor. El demonio de su ama parecía estar haciéndole sufrir y eso no lo podía permitir, de ahí que sus pasos fueran rápidos:

     

    - Señorita, la ama Sira se encuentra en una de las salas, no se puede mover a otro lugar- Resumió la pequeña acercándola hacia la sala donde Sira se encontraba, sudorosa, dolorida y perdiendo más sangre, así se le veía en el rostro que había perdido todo su color canela y se había convertido en un color blanco. El bebe absorbía demasiado de ella ahora que iba a nacer.

    *******************

     

    Las personas se agrupaban a su alrededor, no solo se encontraban Kritz e Irony que le sugería de ir a otro lugar, cosa imposible ya que no podría moverse demasiado. Al centrarse más en la realidad evitando un segundo el dolor, a quien encontró frente a ella fue a su hija Alexis, que acababa de llegar de un largo tiempo fuera de Ottery, la miro con cara de sorpresa pero pronto cambio de nuevo a una mueca de dolor mientras empezaba a empujar como Irony le había recomendado.

     

    Demian venia rápido y sobretodo lo sentía arder dentro de ella, aquel pequeño demonio tenía muchas ganas de venir al mundo y así se lo hacía saber con aquel dolor que la envolvía cada vez mas. Ahora tenía delante a sus hijas y a su esposo que permanecía de momento sin saber qué hacer. De pronto la puerta se abrió y por ella pasó su elfina acompañada de Bodrik la jefa de maternidad del hospital, suspiró aliviada al tenerla allí.

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  5. Dama, elfina personal de Sira

     

    La elfina no paraba de ir de un lado a otro esperando a que alguien le diera las indicaciones oportunas. Su mensaje era urgente, su ama estaba pasando por un parto complicado y no sabía cómo seguía la situación. Una recepcionista se asomo tras el mostrador indicándole que la siguiera hasta una sanadora llamada Bodrik.

     

    Sus nervios no habían cesado y no lo harían hasta que aquella sanadora fuera a ver a su ama y le cerciorara que todo estaba bien. La siguió a paso rápido, a su lado, aun moviendo sus manos rápidamente.

     

    Por lo que pudo leer la pequeña elfina, se encontraban en el ala de maternidad, lugar donde debería de estar su ama y no en el castillo, pero todo había pillado de improviso. Ambas pasaron al consultorio y mientras veía marchar a la recepcionista la pequeña elfina habló:

     

    - Señorita, mi ama esta de parto en el castillo Haughton, la necesita con urgencia, ¿puede usted ir?- Pregunto nerviosa esperando que la respuesta fuera afirmativa.

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  6. Llevaba un tiempo esperando cuando la puerta del departamento se abrió dejando pasar a su hermana Alba. La mortífaga se sorprendió gratamente al encontrarla frente a ella, no sabía que ella trabajara en aquel lugar, la joven se acerco para tomarla del hombro y así asegurarse que era ella:

     

    - Alba, que gusto verte- Correspondió a su abrazo y como ella le dio un beso en la mejilla con cariño.:- Pues veras, venía a pedir unos permisos de esos de antiaparicion para mis locales- Comento recordando aquel ataque a su querido trasatlántico:- Debes de ir a visitarlos- Rió mirando a su alrededor:- ¿Estas sola por aquí hermanita?- Preguntó extrañada por la ausencia de trabajadores:

     

    - Por cierto… ¿Qué deseas por tu graduación?- Preguntó recordando que hacía unos días se había graduado.

  7. Aqui vuelvo yo! que esperaba a tener unos cuantos posts para dejar por aqui y asi no venir tantas veces, no quiero ser pesada *le deja chocos y una botella de vodka a Aine*

     

    Visita realizada por: Sira Loveless Haughton
    Lugar visitado: El caldero envenenado
    Fecha: 22/08/2014
    Indicar quién recibió al guardián: Juve marchandome
    Visita realizada por: Sira Loveless Haughton
    Lugar visitado: mansion Riddle
    Fecha: 21/08/2014
    Indicar quién recibió al guardián: Hoguera
    Visita realizada por: Sira Loveless Haughton
    Lugar visitado: Castillo Gaunt
    Fecha: 21/08/2014
    Indicar quién recibió al guardián: Juve como Ian, y los patriarcas
    Visita realizada por: Sira Loveless Haughton
    Lugar visitado: Castillo Gaunt
    Fecha: 22/08/2014
    Indicar quién recibió al guardián: Juve como Ian, esperando
    Pues eso es todo, creo *desaparece*
  8. Sentía el nerviosismo de su hija a su lado, yendo de un lado a otro sin saber ciertamente que hacer, si se encontrara en otras condiciones le daría algunas indicaciones, pero Demian era demasiado ansioso y quería salir ya como para dejar que la mortífaga tuviera un momento de lucidez. No solo eso, sino que sentía que el pequeño demonio llegaba con demasiado poder al mundo. La pelirosada le daba a beber aquella poción que tantas veces les daba de tomar a sus enfermos, pero ahora era su turno. No se fijo siquiera en el sabor, cosa por lo que muchos se quejaban, simplemente se lo tomo, pero era demasiado tarde, por mucha sangre que fuera Demian estaba cerca.

     

    Su mirada se volvió hacia los pasos de su esposo que se acercaban rápidos a ella. Su grito consiguió que ella lo mirara con el ceño fruncido:- Deja de gritar- Decía rechinando los dientes, sintiendo un terrible dolor llegar a su espalda baja, lo que le hizo que apretara mas los dientes y su cara volviera a deformarse en una mueca de dolor. Ahora se encontraba en un sofá,

     

    Las miradas que le daba a su esposo eran de sorpresa, ¿de verdad le preguntaba por lo que sucedía? A veces había que hacerles un croquis a los hombros, suspiro hondo y tras darle la poción a Irony o al menos lo que quedaba de ella, su rostro cambio, parecía que había entendido que su hijo venia al mundo:- No quiero otra- Dijo apartando la poción de su boca, no necesitaba otra opción, necesitaba que la ayudaran a traer a Demian a sus brazos:

     

    - Me duele mucho- Si seo en un susurro sintiéndose desfallecer.

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  9. Parpadeo dos veces creyendo que aquello era un espejismo, no tuvo más tiempo de seguir pensando pues se encontraba en volandas sobre los brazos de su hermano. Parecía una niña pequeña, como le había gustado siempre que él la tratara, carcajeo sintiendo el aire en su rostro, tras aquel pequeño instante de niñez volvía a estar bajo la cobija de su hermano:

     

    - Si, veo que cumples lo que te ha pedido, aun así no me complace que se marchara así sin más- Sintió el pequeño beso en su mejilla lo que la hizo sonreír aun como una niña:- ¿Vienes como guardián? ¡Que sorpresa Ian!- Tan galante como siempre deposito otro beso, esta vez en la palma de su mano, pero lo sentía extraño, conocía aquella mirada:

     

    - Pues comenzó que no es poco, aun no hemos avanzado más de este pasillo- Explicó de una manera rápida pues la mirada de su hermano iba de un lugar a otro, buscando lo que ambos sabían y con lo que ella tenía que lidiar mientras estuvieran allí. Tenía que contenerle, si estallaba, su hermano podía ser una autentica bomba, pero confiaba en sí misma para contenerle y hacerle entrar en razón, ahora estaban trabajando y tenía que dejar las redecillas para otra ocasión:- Si, me puedo imaginar quien te avisó, pero recuerda, hemos venido a “guardar” el castillo Ian- Advirtió seria sin dejar de mirar al ojiazul:

     

     

     

    - Me pregunto qué haría mama si se enterara de ciertas cosas…- Comentó entre susurros adentrándose por el pasillo del castillo Gaunt intentando apaciguar a Fyre. Su hermano la sacaba de sus casillas, no entendía que no iba a permitir que ninguna fémina que no fuera de su agrado se acercara a él y el castaño lo sabía.

  10. @ *-*

     

    Cillian sin decir palabra se había marchado. Después de organizar y desear quedar con ella, desaparecía. No entendía para nada el comportamiento del rubio, lo veía marcharse y poco a poco la ira invadía a la castaña. Lo tenía todo abandonado, no solo la familia, sino que ahora la dejaba a ella allí hablando sola, si tenía esos pensamientos, ¿para que la citaba? Muchas veces no entendía porque seguía adorándolo tanto, aunque sentía que esa adoración iba para menos cada día que pasaba y le daba más desplantes.

     

    Por un lado estaba ya cansada de mantener a flote una familia que mas tenia polvo que visitas, y por otro no la quería dejar ya que había decidido volverla mortífaga, sin importarle que dijeran los patriarcas de la misma. Era hora de coger la sartén por el mango y muchas cosas iban a cambiar. Y después de eso, empezaría a borrar gente de la misma:

     

    - Te lo encontraras todo muy cambiado cuando vengas rubio- Rechino entre dientes la castaña. Estaba por levantarse cuando la puerta volvió a abrirse tras Cillian y allí se encontró de nuevo con los ojos de su hermano, aquel que había sido su gemelo y había vuelto para estar a su lado:- Ian- Soltó con una enorme sonrisa:- Estaba por irme, como veras me dejo sola- Le dijo señalando con la cabeza al rubio que acababa de salir por la puerta:- No tienes que preguntar, solo siéntate- Le dijo.

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  11. El vestido que llevaba aquel día era un vestido azul oscuro, lo suficientemente ancho como para albergar el vientre de la castaña que lo portaba. Era simple hasta los pies, con una pequeña arruga creada por tres pequeñas flores sujetas a su costado, su cabello lo llevaba sujeto por horquillas a un lado, realizando así un perfecto peinado que combinaba con aquel vestido de corte palabra de honor.

     

    No se había ataviado así para simplemente pasear, sino que aquel día, en el jardín, su hermana Alba celebraba su graduación. No lo había recordado hasta que había visto como su esposo se acicalaba para ir, y sin invitarla. Le haría pagar por no decirle nada y ella sabía muy bien que podía.

     

    No tenía mucho contacto con su hermana desde la boda, ella tenía su hogar en el castillo Ryddleturn y ella en el Haughton de donde apenas salía sino era para el trabajo. Pero no era excusa para dejarla sola en aquel día tan importante. Aun recordaba el suyo, no hacía mucho tiempo ella había sentido los mismos nervios, y aun más cuando su broche había tomado aquel intenso color verde que la señalaban como miembro de la marca tenebrosa.

     

    Sonreía con aquellos labios pintados de un color marrón que los hacía más apetecibles a la vista de los demás. Esta vez la ceremonia se realizaría en los jardines de la Academia, nunca había visto una celebración en aquel lugar, pero gracias al buen tiempo que había en Londres era la mejor de las ideas.

     

    No tenía idea si alguien de la familia Loveless estaría presente, podría llevarse una desilusión si no encontraba allí a Cillian felicitando a su hija pero…sabia que eso era imposible. Había dado gracias de que tanto su madre Rias, la cual había desaparecido y su tío Cillian, acudieran a la suya, pero dudaba de que fueran a la de Alba.

     

    Y allí se encontraba, en aquel majestuoso jardín decorado tan delicadamente para aquel importante día. Busco con la mirada a su hermana que se encontraba en una mesa portando un broche, el cual brillaba igual de verde que había sido el suyo. Tea su prima y Bea, también se encontraban en la mesa de graduados.

     

    Sus ojos entonces se centraron en su esposo, el cual ya estaba allí ataviado con un traje que lo hacía verdaderamente hermoso. Desvió la mirada y se acerco hacia Alba.

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  12. Dama, elfina personal de Sira, hospital Magico, buscando un sanador.

     

    Sus pasos nerviosos iban rápido hacia el interior del hospital, lugar donde su ama trabajaba y del cual necesitaba un sanador con urgencia. El elfo del castillo Haughton, la había buscado para con rapidez contarle que su ama se había puesto de parto y que estaba sufriendo por la falta de sangre. El elfo no podía quitarse de la cabeza aquella imagen de la señora sufriendo por la venida de su hijo. Había recibido órdenes de ir a San Mungo, pero se sentía demasiado temeroso como para hacerlo, por lo que había buscado a la elfina personal de la propia Sira.

     

    De ahí que Dama más nerviosa aun ahora que se encontraba en el hospital en la recepción, buscando a algún sanador, pero se encontró a una enfermera que la miraba desde el mostrador esperando que le explicara lo que quería:

     

    - Señorita, necesito que una sanadora venga conmigo, mi ama se puso de parto en el castillo Haughton y necesita de atención medica- Decía nerviosa frotándose las manos una con la otra de una manera rápida y temblorosa.

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  13. Rol Guardianes.

     

    La situación se comenzaba a poner tensa, Agatha había tenido que marcharse por motivos de suma importancia y Aaron aun seguía en su mundo interior. Iban a contrarreloj, no sabía a ciencia cierta cómo iba el asunto de la maldición, solo podía sentir que todo lo que le rodeaba en el castillo era extraño. Al entrar había sentido un escalofrió pero que había omitido a sus compañeros, prefería esperar a ver como avanzaba la situación para juntos, encontrar aquel objeto.

     

    No estaba segura a qué tipo de magia se enfrentarían. Las palabras del aviso habían sido concisas, apenas un par de ellas, maldición en la Gaunt, simple y llanamente eso, de ahí que se hubieran puesto manos a la obra para ir a destruir lo que habían implantado en aquel castillo mortifago.

     

    La puerta volvió a sonar, la castaña bufó, cuanta más gente se encontrara en el castillo peor seria, ya que estaría bajo aquella maldición que, por desgracia, ellos ya se encontraban:- ¿Y ahora quién es?- Preguntó al elfo que había acudido raudo a abrir la puerta. Lo siguió de cerca, tenía que avisar a los recién llegados de la guardia y de lo sucedido, aunque maquillaría las cosas para no causar un revuelo.

     

    Su sorpresa fue cuando se encontró con los ojos azules de su hermano Ian:- ¿Ian? ¿Eres tú?- Preguntó dudosa sin saber que decir por tenerlo allí.

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  14. Me he leido todo, la verdad que no se como se les ocurren esas ideas, a mi poco se me ocurre, pero intentare estrujarme mas el cerebro, lo prometo.

     

    Con referencia a la idea me parece mejor como dice Oniria la de Juliens, mas que nada porque asi se podria masticar mas el perfil nuestro. Y por aportar algo, ya que seria el hundimiento de los lideres de la Orden, podriamos hacer la pocion multijugos y hacernos pasar por ellos, asi podriamos desvirtuar a la Orden, seria interesante hacerse pasar por ellos, intentar meternos en sus mentes para destruirlos desde dentro... Bueno es una idea.

     

    Para la fiesta de la Academia...siempre habia pensado en una presentacion de los aspirantes de la mano de algun mortifago, la fiesta se podria realizar en un cementerio o en unas catacumbas...despues un baile o en su defecto se podrian enterrar en tumbas con hechizos de donde deben salir...Mas o menos eso XD.

  15. Los gritos del Tempestad se escuchaban en la sala, ella aun se mantenía al lado de su hija, en el suelo, arrodillada acariciando a su hija. Se sentía desfallecer, la sangre que Irony le había tomado, pasaba factura ahora en la castaña que comenzaba a quedarse de un color blanco, poco a poco sus fuerzas estaban en decadencia. Demian necesitaba de la sangre de la Loveless y ahora había compartido con su otra hija parte de ella.

     

    Kritzai no estaba e Irony se levantaba como podía delante de ella. La veía ahora entre sombras, no podía mantener sus ojos abiertos, las fuerzas la abandonaron y se dejo caer sobre el sofá con la cabeza apoyada en el sofá y sus piernas aun dobladas en el suelo. Escuchaba de lejos a su hija decir que necesitaba una poción rebastecedora de sangre, pero no había tiempo para aquello pues un fuerte dolor en su bajo vientre la hizo gritar de dolor.

     

    En aquel momento la cara de la castaña se descompuso, apretó los dientes ahora sentada en el suelo. Sus manos las llevo a la tripa que comenzaba a moverse como si Demian se estuviera haciendo un hueco a través del vientre de la castaña que ahora gritaba más fuerte si podía. Hacia un ruido extraño, intentando no apretar pues eran las ganas inundaban su cuerpo, pero no podía ser el momento, allí no, aun no era el tiempo, Irony estaba mal aun…:-¡Kritzai!- Gritó con las pocas fuerzas que le iban quedando.

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  16. Mazmorras, sala libre comiendo pastel XD

     

    Emmet ya se encontraba con fuerzas para irse del hospital, como buen paciente, aunque reticente, se había tomado las pociones que ella le había dado, aun así sin ellas no podría salir de allí:- Si, debemos de hablar, seguramente te mande una lechuza- Le dijo al verlo salir mientras ella se quedaba en el box, colocando el cubículo, ahora parecía como si nadie hubiera estado muerto allí:

     

    - En fin…ese café y esos pasteles me esperan- Dijo con una sonrisa dirigiéndose hacia el box donde su prima estaba esperándola, suponía con aquellos majares. Cuál fue su sorpresa al encontrarse en el box sola. Su prima Lucie se había marchado, ¿tanto había tardado con Emmet? Pensó.

     

    Se encogió de hombros, al menos uno de los cafés y del pastel aun seguía allí. Tomo el cartón con el café y el trozo de tarta, se dirigió a la sala de descanso, esperaba allí encontrarse con alguno de los nuevos sanadores. Según tenía entendido habían llegado varias caras nuevas a las mazmorras y no se había aun chocado con nadie.

     

    La puerta estaba entre abierta, con una sonrisa paso esperando encontrar a alguien, pero de nuevo la estancia estaba solitaria. Suspiro y dejando sobre la mesa su merienda, pues ya era tiempo, se desprendió de la bata para no mancharla y se sentó para disfrutar de aquello…con la vana esperanza de que alguien apareciera. Mientras se acariciaba su abultado vientre.

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  17. Hola, bueno pues despues de llenar a Aine de miel vengo a traer otros reportes :3

     

     

    Visita realizada por: Sira Loveless Hauhgton
    Lugar visitado: Mansion Riddle
    Fecha: 19/08/2014
    Indicar quién recibió al guardián: La hoguera, con todos
    Visita realizada por: Sira Loveless Haughton
    Lugar visitado: El caldero envenenado
    Fecha: 16/08/2014
    Indicar quién recibió al guardián: Juve
    Bueno una preguntilla, Agatha dejo el escuadron y estaba de guardia con ella, le escribi a Aaron y va a responder pero esta liado por eso no traigo reportes de la Gaunt, se quedo parado todo. Bueno eso es todo :3
  18. Mazmorras, curando a Emmet, segundo rol

     

    Esperaba colocando las pociones que debía de darle sobre una mesa de metal que tenia al lado. Aquella mesa se movía gracias a unas ruedas que le permitían movimientos que los sanadores necesitaban. El cuerpo de su cuñado comenzaba a moverse, el espíritu de Emmet volvía con ellos así lo veía al estremecerse y murmurar algunas palabras:

     

    - Bienvenido a la vida Emmet, si mucho tiempo…demasiado- Lanzó una mueca al vampiro, quería preguntarle demasiadas cosas pero no era el momento y mucho menos el lugar, acababa de regresar de entre los muertos:- ¿Cómo es estar en el otro lado?- Preguntó graciosa dejando que se volviera a recostar. Sabía que aquellas heridas escocerían:- Eso te pasa por ansioso, todos hacéis lo mismo, esperar a sanaros- Regañó la castaña a su cuñado.

     

    Todo paciente deseaba irse del lugar, no era tan malo, los curaba. Poco a poco elimino por completo la poción que mantenía sus heridas limpias, su torso había quedado como si nada hubiera pasado.

     

    - Quejica- Le dio en un hombro con cariño acompañado de un camisón para que subiera su cuerpo:- No me importa, vas a tomarlas, si o si- Dijo tajante de una manera seria. Ponía las pociones en su mano, la rebastecedora de sangre era más grande, sabía que la iba a necesitar. Mientras su alta estaba sellada y firmada a sus pies.

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  19. Mazmorras, atendiendo a Emmet, primer rol

     

    - Veremos quién me atiende tía- Le dedicó una sonrisa para pasar a carcajada cuando habló de aquel líder fenixiano que por obra y gracia del espíritu santo había acabado con su tía que ahora se encontraba fuera de peligro delante de ella:

     

    - Señorita Sira, perdona que la moleste- La enfermera de nuevo había vuelto a aparecer interrumpiendo su charla. Se giro lentamente antes de seguir con Anna.- ¿Qué pasa? ¿Ni un día me dejaras tranquila?- Preguntó dando un enorme suspiro mirando con los ojos cerrados y negando a su tía:- Bueno…como la señora directora no está en condiciones…le vengo a avisar de un nuevo cuerpo en las mazmorras, en el box tres señorita- Había hablado rápidamente, para que Sira no la interrumpiera con cualquiera de sus palabras.

     

     

    La castaña asintió:- Tía, el deber me llama, cuídate en un rato te iré a buscar- Le dio un beso en la mejilla y salió de aquel box delante de la enfermera hasta llegar al box donde el tercer cuerpo que esperaba había aparecido:- Ya tardabas en venir…cuñado- Las últimas palabras las dijo con cierta ironía, pero no iba a entrar en detalles, por lo que tras ponerse los guantes de látex, se posiciono al lado de la camilla, vislumbrando los tres profundos cortes en su torso. Aquellos cortes habían provocado que su camisa estuviera rota y sus pantalones llenos de sangre. No se lo pensó, y tras un movimiento grácil de su varita, sus ropas desaparecieron, dejando el cuerpo de su cuñado al descubierto:

     

    - Bien, esto te escocerá…cuando despiertes- Sonrió, se había vuelto muy risueña tras su noche con su esposo. Acercándose a la estantería tomó unas gasas y la poción que curaría las heridas:- Unas cuantas gasas con esta poción de tan bonito color- Decía para sí mientras limpiaba las heridas hasta dejar de nuevo el color del cuerpo del mortifago. Ahora con la varita y un par de Episkeys, las cerraba.

     

    A continuación lo que más le gustaba, la poción que lo traería a la vida. La saco de su bolsillo de la bata y abrió la boca de su cuñado y la introdujo con delicadeza:- Vamos arriba señor colmillos- Dijo con una sonrisa, aquel vampiro necesitaría más de una poción rebastecedora de sangre.

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  20. Mazmorras, con Anna, dada de alta

     

    - Eso se llama ser valientes- Le dijo a su tía mientras la veía vestirse a la vez que sus heridas comenzaban a estar mejor. Como había supuesto rechazó el liquido que le ofrecía, pero aun así le tendió un vaso de cristal con aquel liquido que tanto reconfortaba, agua. Simplemente un poco en sus labios para que así sintiera algo de consuelo.

     

    Un elfo le llevaba la ropa que había pedido de los vestuarios, al menos no iría con el trasero al aire con aquella bata de enfermo (XD):- Las heridas van bien, no te preocupes- Le extendió el alta, además de darle de nuevo las pociones para que las terminara de tomar, no por ser la directora iba a librarse:

     

    - En ese caso, me asistiré yo misma- Dijo arrugando la nariz, la directora sabia de los caprichos de la sanadora, y de lo terca que podía llegar a ser si se le había metido en la cabeza que debía de ser un mortifago quien le atendiera, seria ella misma en ese caso:- No creo que sea aquí donde Demian venga al mundo- Había pensado en su castillo para aquel acontecimiento:- Puedes marcharte tía- Le dijo pensando en aquellos pasteles que Lucie tenía o eso esperaba.

  21. Mazmorras, atendiendo a Anna, dandole las pociones segundo rol

     

    La tos procedente del cuerpo de la directora la hizo sonreír, aquello significaba que estaba bien, que la poción había dado resultado y que, aunque las quemaduras eran graves, estaba con vida:

     

    - Che, che, che- Comenzó a decir a modo de regaño cuando la veía incorporarse aun con las cataplasmas puestas:- ¿Dónde vas?, espérate señora directora- Le regañó a Anna. Sabia lo malo que podían a llegar a ser los sanadores cuando ellos eran los enfermos, ella misma lo había sufrido en sus carnes:- Primero, los chicos,…bueno…según mis elfos no lograron salir- Había recibido una pequeña nota donde Ancla le contaba todo lo sucedido, de ahí que supiera todo lo ocurrido en el local:

     

    - Bueno más vale eso que entrar a por un civil de mucho menos poder- Sonrió y le guiño un ojo mientras le quitaba las cataplasmas comprobando que su piel estuviera en condiciones. Seguramente aun le dolía todo el cuerpo, pero al menos las quemaduras habían desaparecido:- Ponte algo anda- Le extendió una bata de paciente de uno de los armarios además de la poción revitalizante y reabastecedora de sangre:

     

    - Toma las pociones, ¿tienes sed? Las quemaduras deshidratan muchísimo, ahora que estas curada no te vendría mal- Dijo esperando la respuesta de la directora mientras firmaba su alta:- Antes de irte…- Le dijo extendiéndole el papel:- Me gustaría saber si podrías asistirme en el parto de Demian, quiero que seas tú- Posiblemente por un momento se lo pensara y mandara a una sanadora de maternidad, pero no quería a nadie más que no fuera un mortifago quien tocara a su hijo.

  22. Sus pasos le habían llevado al departamento de transportes, desde que se había examinado de aparición, no había pisado aquel departamento. Pero ahora necesitaba de sus servicios, los últimos acontecimientos en su local, el cual compartía con su esposo le habían llevado a tomar esa decisión, ahora si quedaría asegurado para que no pudieran pasar sino era con el consentimiento expreso del empleado.

     

    Los tres golpes que dio en la puerta seguro que se hizo resonar dentro del departamento. Con cuidado abrió la puerta para encontrar el lugar como siempre, empleados y estudiantes ansiosos por sacarse sus permisos de vuelo y de aparición. Ella había sido así hace unos meses cuando pidió todos los formularios aquellos:

     

    - Buenos días, ¿me puede ayudar alguien?- Pregunto alzando la voz esperando a que alguien estuviera desocupado.

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  23. Mazmorras, atendiendo a Anna, primer rol.

     

    Iba por los pasillos del hospital buscando a su prima cuando una voz la saco de sus cavilaciones. Su prima la llamaba desde uno de los boxes, con cuidado de no derramar el café y tirar los pasteles e acercó hacia aquella conocida voz:- ¿Qué haces prima?- Preguntó extrañada ya que en aquel momento no había pacientes en el lugar:- Sal del box prima, bien sabemos que su cuerpo deberá de ir a otro lugar- Le dejo los cafés y los pasteles ya que un olor a chamusquina había alertado los sentidos de la Loveless:

     

    - Parece que tenemos visita, no te los comas todos ¡he!- Dijo entre risas esperando luego volver para degustar aquellos pasteles. Tenía una sonrisa en el rostro, solo que era para disimular delante de su prima. Había recibido la noticia del ataque a su local, pronto esperaba a los caídos en batalla, y de momento aquel olor le avisaba de uno de ellos:

     

    - La próxima no tendrán como llegar- Decía en un susurro siguiendo aquel olor a piel quemada. Se colocaba la bata correctamente encima de su cuerpo a la vez que llegaba al box donde el olor era más intenso. No sabía a quién se iba a encontrar, estaba segura que a la pobre mortífaga que había muerto en manos de un alto rango posho no sería… ¿Cómo era posible que con tan solo mirar a los ojos supieran que era uno de los suyos? ¿Tendrían poderes especiales? Dejo de pensar para sí, ya se encontraba dentro del box para encontrarse aquel cuerpo sumido en quemadura.

     

     

    Antes siquiera de acercarse sus manos fueron enfundadas en unos guantes de látex que los hizo resonar sobre sus muñecas al ponerlos:- Bueno, veamos como estas- Realizo un movimiento con la varita y las cortinas rodearon la camilla dejando a ella y el cuerpo tapados, si debía de curar aquellas quemaduras, debería de desprender las ropas de su cuerpo:- De momento esto no te va a doler- Las ropas desaparecieron, su cuerpo repleto de quemaduras estaba delante de ella, la verdad que nunca había tenido unas heridas así, incluso su rostro estaba cubierto de una especie de hollín negro que la tapaba.

     

    La poción que ahora tenía en sus manos, era más una pasta que una poción liquida. Tenía un color anaranjado que desprendía un fuerte olor. La castaña impregno diversas gasas con aquella crema que limpiaría aquellas feas quemaduras y las puso por todo el cuerpo dejándolas actuar durante unos minutos. Mientras su cuerpo permanecía de aquella manera, limpio con un paño húmedo su rostro:- ¡Anna! Pero si eres tu- Sorprendida, la castaña se había encontrado en su mesa a la directora, su abuela que tanto le había enseñado y a la vez regañado. Se mantuvo firme:- Ay abue, mira que te hicieron- Estaba ahora tomando la poción que la traería a la vida, mientras aquellas cataplasmas hacían su efecto:

     

    - Vamos, bebe- Abrió con delicadeza su boca e introdujo aquella poción que tan rica estaba, y esperó. Demian se estremeció en su vientre.

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  24. Los canticos de su esposo habían terminado y su hija bebía de ella despacio pero sin descanso, sentía su sangre salir de ella, y veía como aunque poco a poco, la ponzoña dejaba de avanzar, y sus fuerzas las recobraba, pero aun no estaba todo decidido. Aunque ella decidió dejar de beber de su sangre, no había sido suficiente y volvió a dejar que su sangre cayera sobre su boca dejando poco a poco a la castaña casi sin fuerzas, pero eso ahora no importaba.

     

    Aun no estaba completamente restablecida, pero no por ello dejo de pronunciar el nombre de quien le había hecho aquello. Aquellas palabras se le quedaron grabadas en la mente y estaba segura que a su esposo también. Dejo su brazo apartado y con otro movimiento de varita cerro la herida:- Lo matare- Dijo simplemente con un tono cariñoso sin dejar de acariciar su cabello que estaba de diferente color, arrugo la nariz:

     

     

    - Sálvala Kritzai, ve tu a por esa opción, no me importa, Mónica estará muy ocupada, ve tu y ya- Ayudó a su hija a levantarse, con cuidado pues ella también había quedado algo débil tras la extracción de sangre, la acerco hacia uno de los sofás. La tumbó y se separo de ellas unos centímetros. Seguía sin saber porque con ella era así, la conexión que sentía hacia la demonio le era extraña.

     

    Sacudió su cabeza y agarró de nuevo su varita para dejar sus ropas secas y calientes:- ¿A qué esperas cariño? Ve por esa opción, Cadmus, trae algo caliente- Se arrodilló frente a su hija:- Todo pasara, no te preocupes-

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  25. Mazmorras, buscando a Lucie (O quien quiera rolear)

     

    Había desaparecido el día anterior con su esposo. Ambos magos habían “huido “hacia el castillo donde ambos residían para terminar aquello que con pasión habían comenzado en el mismo lugar donde ahora se encontraba la castaña. No le había gustado despertarse y dejar a su marido durmiendo pero había dejado su trabajo por lo que podía gozar de aquello. La Loveless le dio un beso en la frente intentando no despertarlo y llegó al hospital.

     

    Su despacho estaba completamente desordenado después de aquel momento de lujuria que ambos habían tenido. Hacía mucho que ambos no habían disfrutado como aquella noche, incluso con el embarazo ya avanzado, Kritzai había sido tan delicado que no aquello no había importado. En aquel cubículo aun sentía la presencia de él así como su aroma, que inundaba el lugar. Incluso Demian estaba mucho mas relajado despues de haber tenido a su padre.

     

    Comenzó a colocar el despacho, lo ventilo y dejo como había estado antes de todo lo sucedido y esperaba que pronto volviera a pasar de nuevo, aunque procuraría que no en su trabajo. Todo había vuelto a la normalidad y salió de allí para buscar a su prima Luci, sabía que era una de las nuevas sanadoras y les vendría bien descansar tomando un buen café procedente de su establecimiento:

     

    - ¿! Lucie!?- Llamo la castaña por los pasillos de las mazmorras portando un cartón con dos cafés y unos pasteles de bizcocho de chocolate.

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