Panterrosa

Años que no venía es te lugar. Se dijo el paladín para sí casi mentalmente, décadas antras sentiría él. Pero ciertamente ha Sido solo una. Una década . Y cuánto no ha pasado, en su lejano viaje. Se acercó apenas a los límites del edificio y lanzo un disparo hacia una de las ventanas. Un flechazo insonoro, resplandeciente por el materia de su punta, pareció un rayo. En horizontal, recto como una estrella fugaz surcando. Mas el único sonido perceptible fue el de una puerta siendo golpeada duramente. ¿Qué de su varita?, Y porque usar artefactos como los de los centauros, ¿Y ese material? Ni los galeones brillarían tanto. Ver: (link) Contexto: (encontrar últimas respuestas de Panterrosa en este Castillo, hace una década atrás. Accesible desde su perfíl)

La sentía preocupada, siendo obvio los sentimientos actuales de la demonio viendo caer lagrimas por sus mejillas. Se las seco una a una, y por donde saltaron las que no pudo alcanzar, que salieron de primeras, beso el ultimo lugar de su mejilla que estuvieron, mientras trataba de consolarla con caricias, sin estorbarle al silencio y casi a modo de susurro mascullo- vamos, no es culpa de nadie. Y mucho menos tuya..- levantando le el mentón -Ademas, por quien y para que estoy aquí, contigo, a tu lado (o enfrente; como prefieras) -dijo con cierto humor para mejorar la situación, seguido de un 'beso de mariposa' finalizando con un picotazo entre labios. Bueno, hey, -agarrando el pastel que visualizaba- hagamos algo entonces. Compartamos todo lo que comas... -metiéndose un pedazo en la boca. Pico otro pedazo, que iria a parar en la boca de Isy a modo de avión. -Ves- aun con la boca llena y mascando. Sonrió tras la sonrisa de la demonio haciendosele ver los/la dientes/boca negra por el chocolate, algo un poco asqueroso pero para aquel momento bastante divertido.

Se quedo vagando en su mente, pensando en todo y nada, si a la vez.. Sintio la dulce cercanía de Isabella, vaya, tanta dulzura advertía una posible diabetes (? sonrio, y quedo callado tras su susurro. La mira y en voz queda pregunto-Tienes que? - creyo haber escuchado bien, un retraso, y efectivamente eso fue lo que había dicho.. Yyy,- tartamudeo un poco, respiro y prosiguió- y eso quiere decir que..?, me refiero -calmando la emoción, poniendo su mano con la que anteriormente sostenía el menu sobre su estomago y luego su vientre- ​no me diras que Becan tendrá un hermano.-culmino con tono intrigado y un poco nervioso (ah característico de su ser, pero jamas lo habia o hacia reflejarse) y ante esto busco darle un beso en la mejilla a su chica de papel con el fin de relajarla [de hecho para relajarse el mismo pero no hacia pensando en ella (?]

Se lanzo para atrás como cuando anotan un gol importante con casi falible en quidditch, que bien. Anotación! -se diría mentalmente. Vaya que esperaba otra cosa, pero cual fuese sabia que irían a ser grandes noticias. Le dio un beso que la hecho tan atrás que la espalda de la chica quedo paralelo al suelo. Duro lo que el promedio y la alegría o una sonrisa duraba. -Pues hay que (? celebrar! -dijo visualizando el menu. Lo tomo con una mano mientras con la otra buscaba la cintura/espalda de su acompanante. Mhmm, la verdad no se que elejir -giro su cabeza mirandola a los ojos- escoges por mi? -recordaba que ella ya había estado en aquel negocio. Mostrando sus dientes.

Mucha luz, para alguien que la verdad no le gustaba mucho en dicho y paarticular escenario y momento le parecía de lo mejor, situados en aquella gustosa localidad y cómodos en el sitio elegido por la demonio uncomentario le volco el estomago, aquellos ojos penetraron los suyos y algo importante estaba por escucharse.. Esa intuición, sensacion de alqgo que no esperaba escuchar alfin de cuentas quizas si iria a oir despues de todo. Quizas el pensar que jamas lo iria a oir, hizo lo que le diera vida. Inmutado, viendose a los ojos dijo que toda tranquilidad -Aver, Que par?- devolviendo la sonrisa mientras temblaba de ansia en el interior.

Tenían tiempo que no salían, siempre se veian y hablaban pero siempre en sitios de monotonia. Había que variar ya.. Entro, halando la carinhosamente de su brazo, atraves del agarre en sus manos. Para el seria su chica de papel, por su tez, la manera en que congeniaba le parecia ligera (quizas sea por el peso de la chica y la mosculatura del paladin pero aquien importa), ademas llevaba grabada ciertas palabras y poco hojas, tienen dos paginas.. y el conocía la segunda. Felicidad intercambiaban en sus miradas, y directo al mostrador se dirijieron. Pedir o conseguir un lugar y pedir lo segundo mejor del menú, lo primero ya lo tenían entre manos..

Quería comentar alguna cosa pero algo le decia que no lo hiciera. A fin de cuentas preferia estar primero en cualquier lugar y alli ella se encontraba. Una razon mas seria esperarla en cierto lugar a por su llegada no mas.. y de tercero ps a criterio de él mismo. Como era de esperarse, la noche era amena; aunque otros factores asechaban (lo sentia) pues nada podria con aquello o almenos por parte del paladin mientras entrase en sus gobiernos, poderes, manos o como quiera llamarsele. Su silueta cada vez mas serpentiada, al aon de la seduccion. La vino venir, no conocería ya a su pequeña demonia.. sintio el caluroso toque de sus frios labios contra los suyos. Ambos estaban ahora en bunas manos, unos del otro; sujetandola por su lado preferido mientra se terminaba de despojar de su chaqueta. Chaqueta: sust. Objeto de categoria ropa para usar en ambientes frios o que se requiere para no teber ausencia de calor. Va puesto en el torso, tronco o parte superior del cuerpo. Subió una de sus manos delicadamente por la espalda de la Ravenclaw hasta la altura de la espalda siguiendo o teniendo como riel o guia su huesuda columna vertebral quedando en desconcierto por esta no llevar sujetador, un poco sorpresivo aquello ya que, se olvidaba de, parecia que llevara por el volumen de las mismas y encima por la condicion de Isabella en relacion a todo su cuerpo ¿) a raiz de todo esto esbozo una sonrisa a ojos entre abiertos. siguio hasta la nuca sobandole un poco la misma de manera tip o masaje como para 'relajarla' y pasar desapercibido su fail. La acercó mas a él, luego se quitaria la camisa al tiempo que ella tambien lo hiciese; como jugando al truco o prendranda aunque más era un diente por diente, pero cualquiera lo entiende.. No habia mas espacio suficiente que para el silencio y los sonidos hechas con unicamente vocales, y en tal caso aun seria silenciadas haciendo bajarle al volumen. Aunque a decir verdad hiciese bien el hechizo este que hace que nadie mas escuche si no pertence a la burbuja de comunicacion tal como se hace en el libro seis del famoso Harry Poter.

Rio mientras la veía alejarse. ¿Grosero?, al parecer no era tan obvio ;D Se rasco la nariz, -No que no me agrade, simplemente gustaría o erigiría primero algún otro lugar antes que este.-fue a sentarse a la cama- Pero no me quejo; estas aquí… Creí que las visitas inesperadas eran lo mejor del mundo- poniendo las manos detrás de la una y arrecostandose para atrás en forma de relajación. La silueta de la chica estando contra luz en frente de la ventana era ‘música para sus ojos’ -Y Becan?- pregunto con curiosidad por su hijo. El paladín a pesar de no saber mucho de él ni pasarse ni segundos con la cría por algún motivo le parecía indispensable el conocimiento sobre aquel demonio de Tasmania que de demonio, para Tadeo, solo tenía la sangre.

La noche se sentía confortable, iba a chaqueta. Todo normal excepto por una cosa, la grandísima distancia de los jardines al castillo y de allí a la habitación de objetivo. Fue tranquilo sin prisas, apremiaba el clima. Una luna que sonreía de par en par… Llego al fin al balcón de la susodicha Ravenclaw que por nombre llevaba Isabella y el nombraba, para fastidiar, como Isy. Una demonio exquisita, al menos para él. Sintio que, por más que fuere, se había hecho notar su presencia aunque la sorpresa no quita; Lo esperaban ya dentro de la habitación, el destello o reflejo del sol sobre la luna le ilumino el rostro y esta lo identifico, todo fue fluido por parte del paladín. Sabía lo que hacía. Se acercaron, dos conocidos que se esperaban como para una cita; con la diferencia que alguno se llevaba una sorpresa. -Pues que mas haría.. –entre besos- en el castillo Raven­- y susurros­- ..en el que tanto me agrada estar?­- finalizando con un leve tono sarcástico. Halando un poco su underwear para que actuase como liga contra su nalga izquierda.

Pensó en darle la mano a Isy, pero la suya estaba ya llena de sangre igual que casi toda su ropa. Sin mencionar que había sido prácticamente violada; no podía creer que la había dejado un momento y todo aquello había pasado, no podía apartar su mirada de ella. Verla así. Siguieron las instrucciones de la matriarca de insofacto. Tras oír lo que tenía que decir Isabella, el paladín no podía apartar la mirada ahora del tal Matt. Como era posible que todo aquello que había pasado por su mente era cierto, y peor aun; el estando cerca. ¿Qué había pasado que no le había dado su tremenda paliza aun? Le limpio, suavemente, con el pulgar donde debían estar ambos orificios para verificar y observar su existencia. Apenas lo hizo vio los puntos, dio un vistazo a su dedo gordo ahora con la sangre de Isy y se paró de una buena vez abalanzándose hacia el vampiro con el puño bien cerrado de tras de su oreja dispuesto a darle de lleno, con los nudillos, en la nariz. No le importaba nada cada vez que a Isabella R. C. se refería, más que ella claro. E indudablemente, mucho menos en aquella ocasión.

De la nada, no sabía dónde se encontraba.. algo le había pasado a nuestro paladín en segundos. Lo único que recato de aquella… lo que fuera, había sido el tacto de Isy en su brazo arrastrándolo por el lugar. Una que otra palabra de lo ocurrido allá dentro le venían a la cabeza pero desconfiaba de todas esas escenas. Sentía como si hubiera visto una película, un sueño (en el que él no estaba), se soltaron ambos al acercarse a las escaleras. Vio tras ellos un tipo con cara de maniaco perseguirles, enseguida noto que era vampiro. Vacilo en tocarse la garganta; en eso, sin pensarlo se alejo de Isabella y, odiando la acción realizada fue a por la búsqueda de la matriarca… No sabía si había sido, o no, aquel ser que había irrumpido en la biblioteca, presentía que no pero de igual forma y por alguna razón le había crecido dentro de él un gran odio al mismo. Puede que hayan sido las escenas de su mente, o el simple hecho de poder ser el que hizo que la matriarca le hubiera dado aquella tan desagradable ¿) bienvenida. Como no sabía dónde se encontraba ni las reglas de aquel techo, inquirió que hacia lo correcto. Ir con el otro ser de colmillos, un vampiro contra vampiro; aunque más que eso posiblemente un: jefa de casa vs. Criatura despreciable. Por Merlín, pensó. Corriendo –eh, oye!- llegando hasta ella. –¡sígueme pronto!- volviendo sus pasos. No quiso arrastrarla o halarla de algún lado, ya había tenido una acalorada charla con ella y no deseaba otra y mucho menos en aquel momento. Llego justo al instante en que se separaron los labios de aquellos dos, por dentro tenía unas ganas inmensas de matarlo con sus manos… encontrar a Isy de aquella forma: acosada contra la pared, dos líneas de sangre corriéndoles desde el cuello y su, casi, morada y bella boca ensangrentada; sin mencionar el bajón que había sufrido ella minutos atrás de él entrar a la habitación de la Raven. OFF: seh, jajaj un poco rara pero creo que no supera el drama/trama/locura/etc. De uds dos

Con Issa, Mia e Isy. (entrada de la biblioteca, al cuarto de la demonio) Sintió un enorme alivio al segundo que le soltado su garganta. Se la inspecciono mientras tocia un poco e inclinaba el torso. Mientras Mia la sostenía para evitar algún otro ataque y que no se siguiera con el bullying. En eso la vampiro le volvió a hablar, esta vez muchísimo mejor y más amable. Le pareció un tanto extraño, no busco en decir nada en lo absoluto, además que sentía que le dolería la garganta tras hacerlo. Siguió los pasos de ambas, un poco abatido, dieron con la habitación de… donde según la matriarca, debía estar Isy. No fue muy cómodo andar con ellas luego de lo sucedido, empezando por qué a una si apenas había visto por primera vez y la otra si apenas le conocía el nombre y rostro. Tocaron a la puerta, era obvio que eran hermanas. Lo curioso es que no podría saber quién era la mayor aunque lo del título de matriarca podría decir mucho, no se fiaba tampoco de eso. Se encontraba en medio de una situación de frustración y preocupación (desasosiego, más bien). Le habían rebatado el tiempo, despojado de serenidad; amenazado y desamparado. Había entrado en una gran duda, por suerte tenia la corazonada de lo que pudo ocurrir allá dentro pero le intrigaba todo lo que ocurrió luego incluyendo el por qué ahora yacían ellos dos (Tadeo y Mia) en el marco de la puerta, ¿no podrían entrar también?. Él solo deseaba volver a los ojos de ella y, no pedir una explicación pero sí: escuchar o hacer desahogar a su anfitriona ¿) pues en eso ya se le había adelantado la peli plateada, era obvio que no debía entrar; primero por educación y respeto de espacio y segundo porque se le fue dicho el quedarse allí de pie. Sintió la mirada intrigante de la Loveless, giro posando la vista en ella y notando que cambio los ojos a sus uñas al este voltear a verla. <<¿Podrías explicarme que pasa aquí? Porque no entiendo nada.>> a lo que respondió –Ja, también trato de explicármelo- apoyando parte del cuerpo y cabeza sobre la puerta, sosteniéndola para no abrirse de par en par y mirando a su interior con gesto desganado. –porque tampoco lo entiendo mucho.- Al momento que se escucho un pequeño BUM, ambos guardaron silencio. Tuvo la sensación de que irían a salir de la habitación pero vio como se aproximaba @ a zancadas, se aparto de inmediato, su rostro delataba que iba como bólida y no dudaría en hacer lo mismo que hace un rato con él a quien fuera que se le cruzase. Temió por @@Mia Torres un momento, pero pasó como pluma entre ellos… nuestro joven, al Issa quedar completamente de espaldas a él, decidió entrar apresuradamente a la habitación, recobrando el paso tranquilo adonde se encontraba @. Dio una vista rápida hacia el baño y noto que se encontraba allí por los pu tos medicamentos, medicinas, vitaminas o rayos lo que fuera eso. Debería empezar a cargar él también con uno de esos potes consigo, pensó. Se aproximo a ella tranquilamente, sentándose a su lado; recordó lo que llevaba en su bolsillo trasero, pero aun no era momento (o tal vez si pero él no lo creyó así). Poso su brazo a través de la espalda de la demonio haciéndola descansar su cabeza un momento sobre su hombro, ¿qué sería de Mía? Le pareció descortés haberla dejado casi hablando sola, aunque no tenían mucho que hablar por lo momentos. Más adelante, capaz sí. En lo que giro su cabeza en dirección hacia por donde este había ido, dio con su silueta; no le importaba su presencia, esperaba la opinión de Isy. Además ni siquiera sabía si estaba bien el quedarse junto suyo, se encontraba en un momento frágil para ella y era cuestionable si deseaba que él se mantuviese allí o prefiriese que se fuera aunque a él no le pareciera. Él no quería irse, y menos así. No pudo evitar el dar vista hacia la cuna donde se encontraba el bebe que por nombre tenia Becan, daba un poco de tranquilidad ver aquella criaturita en lo suyo alegre e inocentemente.

Apenas pudo hacer nada, cuando lo dejaron… despojaron de Isabella. Ella fue por el bebe, y antes de salirse en zancadas le vio caer lagrima por su mejilla; le tomo fuera de lugar, fuese lo que fuese que hubiese estado allá dentro. Hizo mucho daño sin saberlo, el se percado de la energía negativa pero había sido mínima para él, simplemente le incomodo y más que todo por cómo había sentido, a quien le acompañaba, de un momento a otro. Siguió a la demonio con la mirada, yéndose por el pasillo y sin darse cuenta ya tenía encima una amenaza, mano en el cuello, miles de dudas y un dolor provocado por el desamparo e ingenuidad en la situación. Para nada la vio venir, hace un rato iba todo de maravilla pero luego la cosa iba de peor e peor. Con una mano, ajena, en el cuello; fue como una explosión… <…quién demonios eres, por qué estás aquí y qué le hiciste a mi hermana Isy,…>, le producía un poco de gracia, a pesar de estar contra la pared e inculpado pues lo único que tenia aquel de demonio era un auto. Busco calmar sus respiraciones, además que se le dificultaban las mismas, podría hacer desmayarse a falta de aire y además de que haría fluir más lento la sangre; no le convenía tentar mas a la vampiro. ¿…que si no contestaba bien?, que se suponía que debía responder: Hola soy Dios y he venido en son de paz, ¿acaso?. Mientras era ahorcado?? –pensó. Se mojo un poco los labios, lo mínimo si apenas cuanto pudo. –So, soshy Se.. Sev. -apenas logro decir, y por ir ahorcado más que otra cosa. Viendo su dentadura, -.. tú?- Viendo esta vez los ojos. Aunque presentía que de todas formas ya lo iría a saber sin siquiera preguntar. Sobo sus yemas de los dedos de su mano derecha (donde llevaba la de la Ravenclaw) con la palma de la misma, como queriendo tener de vuelta aquella masa, un tanto huesuda a decir verdad, entre sus dedos delgados y cálidos. Vaya problema en el que no se había metido pero si acabado… vaya, lo que pasa cuando no te presentas. Eso o el haber dejado ir a su compañera de habitación\cuarto\suite\etc. (? ;D La presión era fuerte, en cualquier momento o mal movimiento le degollarían allí… realmente había llegado al tope, eso es una de las cosas malas en acumular y en especial no saberlo controlar; esa ira. Nisiquiera él sabía con exactitud que había pasado y, además, que iría a decir? ‘sentimos un aura extraño y decidimos salir/irnos’ y ya, aquella empezó a llorar y yo me hice el desinteresado o algo?? Trago algo de saliva, tampoco podía más. Podría ahogarse si es que no pasaba otra cosa mortífera antes -…- abrió la boca para responder pero apenas exhalar ligeramente pudo. Hizo seña con la mano derecha para indicar el ahorcamiento, capaz incluso la vampiro ni se percataría de que lo tenía tomado de allí por la arre che ra. Una vez soltado, se llevo la mano misma al cuello. Sintió que le debió dejar marca, seguía ahí ‘de pie’ (aunque con el torso doblado y apoyándose en una de sus rodillas) por poquito.Miro al frente como para estirar el cuello y la faringe y entonces fue cuando se dio cuenta de la otra bruja, Mia, al parecer tenia la corazonada de ya conocerla pero en ese momento su cabeza estaba pensando, preocupado más bien, demasiado como para buscar en la memoria de su mente hasta dar con aquella femenina. Se incorporo junto a una boconada de aire y sus brazos en frente de su pecho/abdomen. Se volvió a quien recién lo tenían en una mano y dijo en voz lenta y algo cansada junto a un ademan con la mano: ­-ni idea de lo que paso, fue de repente algo ahí dentro- busco otra leve tomada de aire. –yo solo,…- se volvió a medio agachar - ..juro que no hice nada malo, o al menos eso creo.-ya volviendo a la postura, irguiéndose, y terminando con seguridad en lo ultimo con punto y todo. En parte no sabía qué hacer, si pensar o no… le llegaban unos como para que vine; habrá estado bien esto; fue algo que dije; pero no dije mucho, será algo que hice; sería buena idea seguir allí; e Isy???? No le dolía la cabeza por la única razón de que era lo que menos quería usar. –Entonces no se si sería un gusto conocerte- vacilo en extender la mano, modales ante todo y ps en especial ante aquella ocasión. –la duda está en si me mataras o dejaras quedarme, -ya hablando por lo bajo, no quería suponer autoridad ante otro y menos en casa que no era suya- refiriéndome tanto en esta dimensión como en el castillo, claro.­ – sobándose aun el cuello y haciendo una insignificante reverencia (apenas y movió la parte superior de su torso). Intercambiando mirada de a tiempo a ambas damas y al final ver hacia la dirección que tomo Isabella bien preocupado, no quería mas nada que estar/tenerla a su lado y ps hablar sobre la situación y demases. Pero sabía que no podría zafarse fácilmente de aquella fiera de colmillos especiales y mucho menos dar con ella en aquel castillo que de paso lo habían sumido en una especie de psico-terror tal feto; como para andar por ahí solo.

Había sentido su desasosiego, no sabría que había sido pero… a él tampoco le gustó. De acuerdo. –le beso su cachete, y sacando la mano del bolsillo para ir hasta la salida a paso firme; halándola de la mano que llevaban entrelazada. Procuraba transmitirle a ella seguridad, así fuese lo más mínimo pero hacerla saber que estaba con él y nada más. Contra todo. Ya a unos metros de la puerta, esta sonó dos veces; haciendo paralizar/entrar-en-shock, brevemente y exaltar a quien le acompañaba. Sintió como a se le pegaba a él la Ravenclaw y encima el miedo que cargaba ella, le acaricio uno de sus brazos y siguió hacia delante, dando los últimos pasos finales para abrir la puerta. Al hacerlo, vio a una chica… de cabello plateado, esta vez era como un casi-rubio. Contrario a su chica la cual tenía el cabello rubio tirando a plateado, lo cual le gustaba más. Aquella que yacía ahí parada perecía irreal, además de que llevaba un bebe en brazos. Una parte de él se aliviaba pero la otra entraba en más desconfianza, ¿Quién sería? Tiene un parecido a Isabella pero… esta ultima hacia presencia, nuestro paladin no dio créditos a sus oídos; la diferencia entre oír y escuchar (no logro lo segundo; quizás ella no había hablado pero si se sentía algo mas aliviado, por alguna razón). Estos hace rato que se encontraban conectados, a lo mejor eso hizo que terminaran estando donde estaban y como estaban. No destino pero si compatibilidad de almas ¿) Cuando tuvo la oportunidad de hablar, o hacer uso de sus cuerdas vocales, sin interrumpir; a excepción del silencio (si es que lo hubo). -¿Por qué no abriste?, viste que no estaba cerrada; no?- en realidad no estaba seguro de si la habían cerrado con llave o no, él la había abierto puede que sí lo haya estado pero de ser así, no fue obstáculo para el paladín.

Con Isabella, en la biblioteca. De repente escucho unas leves respiraciones desenfrenadas; no estaba seguro si eran las de él, ella o ambos. Empezó a suavizar sus besos y a hacerlos más externos, pasando de lo que eran unos apasiónales a cariñosos. Controlaba el tempo de aquello, a pesar de no saber cuánto tiempo llevaban. Lo que Isabella, aquella bella demonio con la cual compartía algo más que solo, superficialmente, su saliva, etc., se le acerco aun mas. Quizás por pensar que ya la iría a soltar/dejar… Acostumbraba a que la mayoría de las cosas fuese a su tiempo, claro no siempre poseía aquel control pero progresaba cada vez que lo hacía/practicaba; al igual que en este momento. Ese instante que podría ser uno o más segundos, incluso minutos; aquel instante, este estallo. Un siempre como cualquier otro. Bien significativo, sacando una sonrisa mientras la Raven le seguía besando su arqueada/chueca/como-sea sonrisa y proseguía a la acción siguiente: …incorporándose, irguiéndose un poco para sostenerse ya únicamente con la parte de su torso hacia abajo. Buscando con el brazo, ahora libre, las piernas de la chica y levantándoselas un poco para moverlas a un lado; quito su mano del cuello de ella para colocarlo en su espalda por debajo del brazo de ella. Para luego cargarle tal novios entrando a la habitación de hotel recién casados, aun con los ojos cerrados y en seguida bajarla a su lado y quedar nuevamente frente a frente. Viéndola, hacia abajo, directamente a los ojos tomándole con el brazo izquierdo por detrás (entre la espalda y su cintura) y tenerla pegada a él, con la derecha le ‘arreglo’ el fleco de su cabello hermosamente casi-plateado por detrás de la oreja izquierda de ella, bajando tranquilamente su mano por su cachete, del mismo lado, rosándole su lindo cachete con la parte externa de los dedos para finalizar acariciándole la mejilla con el pulgar brevemente y posar dicha mano en la mano de ella; mientras que la mano izquierda de él termino posándose dentro del bolsillo trasero izquierdo del de ella, percatándose de que condescendientemente le tocaba el mismo.

Lo siguiente, a decir verdad, ya lo presentía venir pero no se lo esperaba… una de las manos de la chica se paso de enrollarlo entre su cuello a posarse sobre su mejilla, el tacto frio de la palma dulcemente demoniaca de la Ravenclaw lo hizo vacilar mínimamente, sintió como a este le levantaban un poco el mentón y sin siquiera voltear los ojos, cerro los mismo acercando y besando suave e intermitentemente los labios de la rubia. De repente se había despojado de todo el exterior, concentrándose en solo una cosa. Ya con la mano, que no sostenía la mitad de su ser sobre la mesa, en el cuello de ella debajo de su cabello casi plateado que reposaba detrás de ella; se encontraban ya intercambiando saliva decentemente, encontrándose una lengua con otra de una forma armónica y complaciente. Eran él y ella, ahora, pensando en siquiera nada; porque todo lo demás que se debía pensar yacía en aquel siempre distantes en el pasado.

Tras el intercambio térmico de sus manos, este se medio levanto un poco y se inclino el torso, apoyando el codo del brazo libre sobre la mesa, para acercársele y darle un beso delicado en la mejilla opuesta a la que había tocado. Aun allí, semi de pie e inclinado hacia ella, -Entonces yo te gano de cursi… - dijo suave, colocándole el doble sentido a la cosa, viéndola a los ojos y a centímetros entre cara y cara. – esa es la magia de ellos. –desviando, un poco, la vista a través del cuello de la demonio para visualizas un punto fijo sin importancia aparente.

Se encontraba allí, sentados uno frente al otro; haciéndole compañía un montón de libros, con tanto que contar, enseñar o mostrar entre sus páginas además del silencio de ambos. Se distrajo viendo al exterior, a través de la ventana que daba al jardín trasero mientras sostenía la rana de chocolate que le había dado, la cual en realidad no le apetecía. Sumido en el paisaje el cual iba oscureciendo mientras pasaban los minutos, dijo- ¿vienes frecuentemente aquí? –buscando salir del breve trance. Volviendo la mirada a ella. –ya no vienen cartas como antes –abriendo el suyo y agitándolo. Para luego abrir la caja de golpe y que esta fuese a saltar de la caja con gran fuerza que cualquiera diría que era voladora haciendo caer en uno de los hombros de Isabella y luego dar otro salto para parar en la cabeza del joven. Aquel relajado lugar se convirtió en un tiempo de relajo, se preguntaba si habría leído ya todos o la mayoría de aquellos libros pero se limito a pensar la pregunta y sustituirla por otra. -¿Qué película pretendías ver?, -se acordó de que en el hotel tenían dos o tres pisos exclusivos para cine, salas kiosko y demás; y eso también le recordó la primera vez que se vieron lo cual esbozo un pequeña y distraída sonrisa- oye, ¿y qué hacías antes que llegase? –guiñándole un ojo mientras acercaba su mano al cachete de ella para acariciarle esas mejilla que tanto le gustaban que enrojecieran.

Entraron por fin al lugar, desde ya se escuchaban los murmullos y demás. Se giro para cerrar la puerta pero vio como elfo la cerraba tras ellos, se veía algo cuchi aquel elfo con la caja y las rosas en mano. Sería el mejor Mr. Postman seguro ¿) Recorriendo el lugar con la mirada- Seh, a menos que quieras ir a otr…­ -hasta que dio con el hombre que iba desnuedo- otro lado, si, mejor. –medio empujándola con su pecho para que siguieran caminando, seguían agarrados. Él ni se percataba de que iban de la mano, es decir, no le estorbaba ni nada. Sentía esa libertad de poder seguir usando su mano/brazo con la condición de que sostenía otra y ajeno a él. –Por favor no me sueltes, -le dijo en susurro, fingiendo seriedad para dar otro toque de humor (sin mencionar el toque perturbado que eso si era real), con el mentón/barbilla sobrepuesta en su cabeza haciéndola empezar a caminar e irse de aquella localidad. –si me roban de ti, será únicamente la culpa eh. ­–acercándola más hacia su costado con el brazo que seguía pegado al de ella.

Rio por lo bajo, brevemente, tras oir <<Supongo que es mi día de suerte.>> Mantuvo su mirada en su rostro, especialmente a los ojos; apenas diviso el cambio de rubor. Al minuto fue tomado de la mano y siguió a su interlocutora hombro con hombro, aunque el de él fuera más alto, mientras escuchaba lo que le decía. Lo último que dijo le resulto un poco gracioso también, por alguna extraña razón. Se imaginaba a los miembros como en un cuarto de concierto y haciendo cosas random y totalmente distintas entre ellos. Ya, bueno, igual no te me alejes mucho. No vaya a ser que si me presientan y den con que soy la visita más reciente de hace meses ¿) y se me vengan encima o algo. ­–diciéndolo principalmente en broma también, pero en lo profundo con cierta gran seriedad. No querría estar en un ambiente en el cual logre apartar la incomodidad que pueda producir y fallar en ello por quedarse o sentirse desamparado dentro del mismo. ¿A qué o por qué dices que es tu día de suerte?, siempre estas/te-ves de lo mejor. –dijo con la vista baja, hacia el elfo.

Vio al mismo elfo salir, pero esta vez arrastrando a alguien de la mano; era a quien buscaba. Este la soltó allí y la Ravenclaw fue hasta el joven llegándole con un beso en la mejilla y cargando una, bella, sonrisa extendida. No logro contener el darle un visto de arriba abajo. –Pues vine a traerte algo, ­-con una leve sonrisa, extendiendo hacia un lado su brazo donde sostenía una caja y el trío de rosas rojas. –además de pasarme un rato estrenando mi juguete.- golpeando falsamente el vehículo. -O es que estoy en área netamente restringida? –mirando a los lados cual fugitivo a modo de broma. ¿Y qué haces? –haciendo un gesto con la cabeza hacia el castillo. Volviendo a arrecostarse pero esta vez de lado para estar en cara a la chica.

Vio un elfo salir por la puerta a pasos torpes y apresurado, se acerco a él lo suficiente como para poder decirle: << Buenas noches joven ¿A quién anda buscando?>> El joven inclino un poco la cabeza para ver al elfo mientras le hablaba, parecía ansioso por la respuesta. –A, la demonio de, Isabella…- iba o buscaba como especificar que Isabella, ya que quizás podría haber más de una allí o confundir pero igual cono consiguió, en ese tiempo de milisegundo dar con algo mejor; aunque no sabía si estuvo en lo correcto en decir el adjetivo que había soltado. -…se encontrara aquí? A pesar de la hora, parecían entre las cuatro y media a cinco, seis de la tarde. Según la posición del sol… un cielo entre lo oscuro y claro, eso que ocurre cuando casi no hay sol ya porque se está ocultado pero sus rayos siguen perdurando en su lugar. Quedo estatico alli arrecostado del auto, no tenia intenciones de entrar, al menos aun y escoltado por el elfo; que poco signicativo (? o respetuoso seria eso.

Se acercaba cada vez más y mucho más rápido, en unos cuantos segundo a tenia el castillo frente a él y del tamaño de su mano a vista. Agradecía sinceramente a su rica (tanto personal, espiritual y económicamente) familia sanguineadoptiva, Atkins. Iba en auto, y obviamente no cualquiera sino nada más y nada menos que en su rojo Mercedes-benz SLS que había recibido como obsequio familiar para el Stark. Recorrió todo el patio de la Raven, en serio le resultaba muchísimo más fácil varias cosas; solo imaginar tener que caminar todo aquel recorrido sin mencionar ya lo que recorrió desde el castillo Atkins. Además que llevaba consigo ciertas cosas que de una manera u otra se hubiesen estropeado en el camino; además que aun no sabía aparecerse aun. Llego a la entrada del Castillo, la que daba al camino para carruajes, autos, o lo que fuese… en eso empezó a tocar la bocina o corneta. Agarro las rosas rojas pasión, un paquete en forma de triangulo (donde dentro habían ranas de chocolates sueltas), y un tótem de cadena de bronce con la forma de una cuelebre tallado en él y quien sabe por quién. Bajo del auto y espero, arrecostado del auto, a que saliera alguien; específicamente la que llevaba de diminutivo Isy. Aunque ya conocía, de oídas y uno que otro miembros de la familia solo de vista. Llevaba puesta su ropa normal de andar, o de salir mas bien. Con las flores y la caja en su mano derecha en frente de su abdomen para que fuesen visibles, y lo otro guardado en su bolsillo izquierdo trasero del pantalón y dentro de una tela también roja con detalles y bordados en oro al estilo Himalaya.