Alba Ryddleturn

-Avis- dije rápidamente para hacer aparecer a 12 loros verdes que se pusieron delante de mí para protegerme ante cualquier hechizo que lanzara alguno de los del bando de la orden.

 

Aquella batalla se estaba tornando entretenida, éramos bastantes de ambos bandos, estaba parejo para cualquiera, pero sin duda los mortífagos teníamos que quedarnos con la victoria, dejando la mayor cantidad de cuerpos tirados desangrándose en aquel hermoso parque acuático. –Que desperdicio- dije mirando a mí alrededor. – ¡Se ensuciará todo con la sangre sucia de ustedes!- grité.

 

-¡Sectusempra!- apunté a Lisa Weasley Delacour. Si el hechizo le impactaba, le abriría grandes cortes en su cuerpo, haciendo desangrar a la mujer. -¡Veamos de que son capaces! – dije mofándome de todos los presentes. – ¡Vamos mortífagos, que de esta no sale vivo ninguno de ellos!- esperaba que mis compañeros se alentaran para matar a cada uno de los del bando contrario.

Tranquila en mi pieza en el castillo Ryddleturn, sentí como mi antebrazo ardía ante el llamado de los mortífagos. –Es la hora- me dije mirando el tatuaje. Saqué mi varita apuntando a mi cuerpo, mi vestimenta cambio a ser de negro por completo con una capucha, además de en mi cabeza aparecer la máscara la cual tapaba mi identidad, y hacía que mi voz cambiase a más aguda. –Estoy lista-. Haciendo un medio giro, desaparecí para dirigirme a la acción.

 

Aparecí al lado de algunos de mis compañeros de bando. –Vaya esto se pone interesante- hablé para los presentes. –Habrá que jugar con ellos un momento, a ver quién sale mejor parado de esto-. Tenía mi varita lista para lanzar el primer hechizo a quien se interpusiera en mi camino. – ¡Que empiece el juego!- aquel que podía costarme la vida, pero si era por aunque sea dejar moribundo a uno de aquellos que se creían los súper héroes del mundo mágico, lo valía sin duda alguna. Tenía que hacer el intento.

http://i.imgur.com/GF5snaK.png

 

Según los papeles que había visto en la oficina, la familia Gaunt tenía los servicios de red flú y el hechizo anti aparición vencidos. Había que informar a la familia si es querían seguir con ellos o simplemente se quedarían desprotegidos ante alguna visita indeseada.

 

Hacer los trabajos del departamento resultaban entretenidos, sobre todo si me dirigía a las mansiones en mi escoba que era lo que me encantaba hacer. Si andaba apurada, usaba la aparición, pero si tenía tiempo como este día, me iba de castillo en castillo volando en mi nimbus 3000.

 

Descendí a los jardines de la familia Gaunt lentamente, teniendo un aterrizaje casi perfecto, si no hubiese sido por una piedra un poco grande que pise al tocar el suelo. –Menos mal que no hay nadie- dije riendo al casi caer de bruces.

 

Con mi escoba llevándola en mi mano, subí los escalones de la mansión para golpear con fuerza. No espere demasiado para que apareciera un elfo de la familia. –Vengo del departamento de transportes, necesito un patriarca de la familia- hablé de forma sencilla y concisa. El elfo me dejó pasar a la entrada del castillo, para esperar junto a la puerta. Dejé la escoba apoyada en la pared, para esperar paciente a que alguien de la familia apareciera.

Vengo por algunos cambios wiii mas lo que espere para el mes jjajaja xD ya aqui va!:

 

Colocar esta foto debajo de "Ficha de personaje"

 

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ANTES: Aspecto Físico: es una chica que mide 1.70, de contextura media, bastante atlética y ágil, pelo largo de color castaño claro, a veces se puede ver un poco rubio, eso es por las tinturas muggle que utiliza de vez en cuando, con unos ojos de color verde. Habitualmente viste con ropa muggle casual, unos jeans azul oscuro, polera, zapatillas, poleron, además de siempre llevar sus gafas de sol consigo.

 

AHORA: Aspecto Físico: es una chica que mide 1.70, de contextura media, bastante atlética y ágil, pelo largo de color castaño claro, a veces se puede ver un poco rubio, eso es por las tinturas muggle que utiliza de vez en cuando, con unos ojos de color verde. Habitualmente viste con ropa muggle casual, unos jeans azul oscuro, polera sin mangas, zapatillas, chaleco de hilo.

 

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ANTES: Cualidades Psicológicas: es una chica sociable, amigable, considerada con los demás. Cuando alguien que es parte de su círculo, necesita ayuda, lo trata de ayudar lo más posible en lo que se pueda, pero si este le traiciona, se verá las consecuencias que le deparará. Es por esto que su círculo de amigos, y familiares, son muy pocos, porque son los de verdad, y no le han traicionado, los demás que han pasado por su vida, que se han hecho llamar “amigos o familia” ya no están en este mundo para contarlo. Es valiente, arriesgada pero calcula primero la situación a la que se esta sometiendo. Gusta de cuidar de los suyos, como si fuese lo único que tiene, si estos están en peligro, es capaz de arriesgar su vida por ellos.

 

AHORA: Cualidades Psicológicas: es una chica sociable, amigable, considerada con los demás, bastante coqueta cuando considera a un hombre guapo. Cuando alguien que es parte de su círculo, necesita de ella, lo trata de ayudar lo más posible en lo que se pueda, pero si este le traiciona, se verá las consecuencias que le deparará. Es por esto que su círculo de amigos, y familiares, son muy pocos, porque son los de verdad, y no le han traicionado. Los demás que han pasado por su vida, que se han hecho llamar “amigos o familia”, ya no están en este mundo para contarlo. Es valiente, arriesgada pero calcula primero la situación a la que se esta sometiendo. Gusta de cuidar de los suyos, como si fuese lo único que tiene, si estos están en peligro, es capaz de arriesgar su vida por ellos.

 

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Agregar en "otros datos":

 

*El tatuaje de la “Marca Tenebrosa” que se encuentra en su antebrazo izquierdo, solo lo puede ver ella y sus colegas mortífagos, ya que este tiene un poderoso hechizo que le hizo un mago desconocido que conoció en un viaje al occidente.

*Su máscara que utiliza en las redadas o asaltos, hace que su voz cambie a un tono muy grave para no ser reconocida por el enemigo, además de cubrir su cabeza por completo.

 

 

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http://i.imgur.com/8zaYjJD.png

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Nombre del Personaje: Dominic Walker.

Sexo: masculino.

 

Edad: 30 años.

Nacionalidad: estadounidense.

Familia(s):

*Familia Walker

 

Padre(s) Sanguíneo: Anthony y Melissa Walker.

Padre(s) Adoptivos: --

Perfil del Personaje:

Raza: semi vampiro.

 

Aspecto Físico: mide 1.80, es de ojos cafés, es calvo, porque no le gusta el cabello largo, prefiere raparse para que “no estorbe”, de piel blanca, su cuerpo es musculoso, grandes músculos, obtenidos por sí mismos, nada de pastillas raras, por lo que tiene un aspecto deportivo, y lo es. Usualmente viste, con una musculosa blanca o negra, unos short, zapatillas.

 

Cualidades Psicológicas: es de muy pocas palabras, siempre se mantiene al margen de todas las situaciones, pero está atento a todo lo que ocurre a su alrededor a pesar de que no se note. Esto es una de sus mayores cualidades, su silencio, piensan que no hace nada, que es inofensivo, pero en cualquier momento puede salir con alguna sorpresa bajo la manga. No es muy sociable, pero es bastante interesado con las chicas guapas, de seguro con ellas le sale el habla, es un caballero innato. Es un hombre muy poco confiado. Solo le importa él, a menos que este junto a algún familiar.

 

Historia: se crió durante 8 años con sus padres vampiros, realmente solo su padre lo era, ya que este se enamoro de una humana, la cual no quiso que la transformara, lo cual el vampiro acepto. Por esta situación fue desterrado del lado de los vampiros, y se fue a vivir con su esposa a una pequeña aldea en Texas. De este matrimonio, nació Dominic, el cual era un semi vampiro por la condición de sus padres. Saco todas las cualidades de los vampiros, su gran fuerza, rapidez, regenerarse de las heridas, tener agudos sentidos, transformarse, etc. Lo bueno de ser un semi vampiro, que no tenía ninguna de las debilidades, como a la luz, las cosas religiosas, y podía tener una vida normal como cualquier humano, pasando desapercibido.

 

El vampiro tuvo una infancia, muy normal junto a los demás humanos con los que convivía, lo único que había noches que salía de cacería, pero no de personas, si no de animales. No era muy partidario a la sangre de los humanos. A los 8 años, su madre quedo embarazada de una niña, la cual llamaron Alba. Lo malo de este nacimiento, es que la pequeña había llegado en un mal momento para la familia, porque estaban en medio de una guerra en el pueblo.

 

Un día de guerra, la madre de Dominic desapareció todo un día con la bebe, y llego por la noche sin ella. Dominic no entendía donde estaba su hermana, y su padre tampoco entendía. La mujer explicó que había ido a dejar a la niña a un lugar seguro, y que Dominic también debía partir de ahí para poder salvar su vida. Dominic no hizo caso, y siguió con ellos, hasta que su casa fue destruida, y atraparon a sus padres. A él lo dejaron inconsciente. Al cabo de unas horas, despertó, y fue por ellos. Solo encontró a su madre, moribunda entremedio de los escombros. Las últimas palabras que dijo su madre, fue que se fuera donde su tía (hermana de ella), y que buscara a su hermana.

 

El chico, nunca olvido aquella imagen de su madre morir. Hizo caso, y se fue donde su tía, que vivía en New York, la cual lo crío desde aquel momento. Ella le contó el porqué se había producido aquel altercado en el pueblo, y es que estaban buscando al vampiro que vivía entre ellos. Hasta que descubrieron a su padre, y mataron al joven matrimonio. Además, su hermana, no era vampiro, porque su madre se había involucrado con herrero del pueblo, el cual fue el mismo que había vendido a su padre, declarando que era un vampiro.

 

Dominic no podía creer lo que escuchaba, pero era la verdad. Desde aquel momento, fue que cambio su personalidad, y comenzó a desarrollar aquel frío y calculador hombre que es ahora.

 

A sus 18 años, cuando ya había terminado la escuela de magia y hechicería en Hogwarts, se dedicó a viajar por el mundo en busca de aventuras, y además de buscar por todos lados a su hermana Alba. Nunca se quedaba por mucho tiempo en un lugar, por su personalidad solitaria, solo conseguía una que otra pelea si se le presentaba, le encanta entrenarse, disfrutando ver sufrir a otros por su mano, sin emplear la magia. Además de tener muchos amoríos con distintas mujeres.

 

 

Mmmmmm creo que eso no mas hasta ahora. Seguro vuelvo en un mes para otro cambio jajajaja despues de que me editan la ficha, me doy cuenta que me faltan cosas jajajaja pero bueeeee XD

 

Saludotes y agarrones al admin que me haga la edición :$ bueno y unos chocolatitos y ... gracias!

Bien, vengo por mi cambio nick. Espero no arrepentirme ajajajaj me encanta mi nick pero es que igual quiero probar ver que tal otro? xD ademas cuando roleo, me dicen "Black", y ni pertenezco a esa familia ajajja aunque no me ofende, al contrario *.* pero bueno, cosas mias ajjaja. Yo queria galeones, muchos galeones! pero nunca pude ganarlos, ojala se emborrachen y gasten sus galeones en eso, los que se los ganaron, ja! xD que picada :Z ejejej.

Bueno, si no me gusta el nuevo nick, me jogare la vida en la gala de navidad para volver al antiguo! go! jajajaja

 

 

 

Nick Actual: AlbaBlack
Nick Nuevo: Alba Ryddleturn
Premio obtenido: Juegos Individuales

 

Adios nick hermoso T.T

Con Luca Van Halen

 

Estrecha la mano de mago que me ofrecía. Agradecía el gesto, eso significaba que le gustaba el trabajo que estaba realizando. –Encaminemos entonces-. El hombre me dio el paso, bastante caballero, eso era algo que siempre me gustaba de los varones, que no perdieran el respeto ante una mujer.

 

En el camino para salir del ministerio, iba pensando que nunca había ofrecido la instalación de inmediato, pero como era temprano, y el mago estaba un tanto urgido por obtener el hechizo en su hogar, había que ser lo más eficiente ante los clientes. El Van Halen me saco de mis pensamientos.

 

-No hay problema- reí. –Para nada, si no hay interrupciones, la instalación estará en unos cuantos minutos-. Íbamos saliendo del ministerio para dirigirnos a un callejón aledaño para no ser vistos cuando hiciéramos la desaparición.

 

Tomé el hombro del mago. –Vamos, tú llévame, que nunca he ido al castillo de tu familia, no conozco el lugar- le dije sonriendo al mago. Algo de acercamiento teníamos que tener aunque sea, de apoco lo iba ir tanteando, hasta ver donde se podía llegar.

Con Luca Van Halen

 

Espere paciente a que el joven rellenara cada parte del formulario que estimara conveniente. Lo bueno de que la gente fuese al departamento a pedir los servicios, era que iba con las ideas claras, no había que esperar a que pensaran que debían colocar en cada apartado.

 

-A ver permiso- estreché mi mano para tomar el formulario que había terminado el Van Halen. –Si, esta todo correcto- esbocé una sonrisa, mientras guardaba el pergamino en mi bolso. –Si quiere- dije mirando el reloj que estaba en una de las muralla – podemos ir ahora mismo a su mansión a instalar el hechizo, usted decide.

 

No tenía nada que hacer en la oficina, por lo que me podía retirar e ir hacer aquella instalación de inmediato si el mago lo quería con tanta urgencia. Así podía salir de la oficina, y de todo el bullicio que tenían los estudiantes de la academia en la recepción.

Con Luca Van Helen

 

Escuchaba atentamente cada palabra del guapo joven. Nada se podía hacer desde el trabajo, había que ser sería en aquella oficina. –Claro que se puede hacer, solo tiene que llenar estos papeles.- Me incliné para buscar en el cajón más bajo, recordaba que ahí había dejado los formularios cuando había ordenado.

 

-Este es el formulario que debe llenar. Si quiere podemos instalar también red flú, aquí está el apartado- apunté en el pergamino. –Si solo desea el hechizo anti aparición, deje el otro en blanco.

 

 

Presente:

Por medio del presente memorándum, indico que sí deseo mantener los siguientes servicios, y estos consciente de los costos:

Indicar detalle de los servicios solicitados, ejemplo:
- Conexión de la red flu:
-- Conexión a X - 300 galeones (Cada conexión)

- Hechizo antiaparición activado: 800 galeones.
- [indicar detalles del hechizo antiaparición]

Total: X galeones, que autorizo que se descuenten de: [indicar bóveda de la que se descontarán los servicios, adjuntando el link]

Agradezco de antemano su atención.
- Indicar aquí: [Nombre de la Familia-Mago-Negocio]
- Tópico de Registro de la Familia o Negocio. [Adjuntar Link]
- Tópico de la Granja, Mansión, Castillo o Tienda. [Adjuntar Link]

 

Hacía tiempo que no iba alguien a la oficina a pedir nuestros servicios. Llegaba a ser sorprendente que el joven se haya acercado hasta nuestras oficinas. Una leve sonrisa se podía apreciar en mi rostro.

Atendiendo a Luca Van Helen ( @ )

 

Estaba tranquilamente en mi oficina, como era de costumbre. Aquel día que había llegado temprano a trabajar, no había nadie más que Sophie en su oficina, y yo sentada haciendo nada, más que contando papeles sin sentido. Me imaginaba que Roxanne estaría en su oficina, haciendo los papeles os exámenes de vuelo y aparición, ya que como estaba prácticamente sola, era bastante trabajo.

 

De un momento a otro, sentí bullicio fuera de la oficina, venía desde la recepción. Como no había nada que hacer, me levanté del asiento para dirigirme a la recepción para ver quienes eran los nuevos que iban por sus exámenes. Pase por el lado de todos. –No conozco a nadie- dije en voz baja, dirigiéndome a uno de los asientos de espera.

 

Vi como llegaba Roxanne a recibir a los 3 chicos que estaban esperando. Hice un gesto con la mano a la Rambaldi saludándola, para no interrumpir su trabajo. Era lo de costumbre, solo exámenes, nada para mí o Sophie. Me quede sentada viendo como los chicos ponían atención a las palabras de la jefa.

 

Instantes después llegaron 2 personas más. –De seguro vienen por mas exámenes- dije en voz baja para cruzándome de brazos. Centre mi mirada en el hombre que se acerco a la recepcionista. Algo curioso, porque se notaba que no venía a dar examen alguno. Lo que alcancé escuchar fue “anti aparición”, por lo que me levanté, y me acerqué al hombre.

 

-Hola, yo le puedo ayudar. Alba Ryddleturn, mucho gusto- hablé estrechando mi mano. –Sígame por favor-. Caminé hacía la oficina, entrando, y sentándome en mi escritorio. –Siéntese por favor- apunté la silla que se encontraba frente a mí.

 

-Escuché que necesita el hechizo anti aparición ¿o me equivoco?- le pregunté.

Rol de Guardianes

 

Caroline tuvo la genial idea de proteger a la aspirante, la cual no estaba preparada al parecer para aquellos tipos de trabajos, estaba recibiendo toda la furia de los fantasmas. Yo solo me quede mirando lo que la Mortífaga hacia, y esperaba apoyo sobre la propuesta que le había hecho a los fantasmas.

 

Caroline me apoyo. La miré dando cierto agradecimiento, para poder trabajar en equipo. Pero no todo salió bien. Los fantasmas varones se quedaron pensando la propuesta, al parecer querían aceptar, pero Amy no estaba dispuesta, quería volver a la vida a como diera lugar. Se apodero del cuerpo de Caroline.

 

-¡A perfecto, lo que nos faltaba!- dije sacando mi varita del pantalón. Justo en ese momento llegó Anne, estaba igual de sorprendida y enfurecida por lo que acababa de suceder. Ante las palabras de Anne, la fantasma que estaba apoderada del cuerpo, podía hacer y deshacer ahora con el cuerpo de la Mortífaga. -¡Sal ahora de ahí o atente a las consecuencias!- dije sosteniendo firmemente mi varita.

 

-¡Esto es lo mejor que ha pasado en la vida!- decía la fantasma con su voz, pero con el cuerpo de la Mortífaga. – ¿Vas a salir o no?- advertí. -¡No!- respondió con firmeza la fantasma. -¿No? Perfecto. ¡Imperius!- apunté a Caroline. El hechizo le dio de lleno. Como su mente no estaba por completo en su poder, fue efectivo el hechizo.

 

-¡¿Qué me has hecho?! ¡Porque no puedo moverme!- gritaba la fantasma. Reí. Tenía el cuerpo de Carolina bajo mi poder, solo hice que se quedara parada de brazos cruzados frente a nosotras. –No podrás hacer nada ridícula, o sea es para la fantasma no para ti Caroline, disculpa por esto- le hablé, dando un pequeña sonrisa.

 

-Ahora sal de su cuerpo, porque no te servirá de nada estar ahí dentro, estas bajo mi poder. Solo te queda aceptar lo que les ofrecimos, al parecer tus “amigos” ya están convencidos-. Los otros fantasmas miraban anonadados la escena que teníamos, pero asentían con la cabeza cuando les miré.

Rol de Guardianes

 

La mujer que habíamos dejado atrás con Romina, había llegado tras nosotras presentándose como Caroline Ryddleturn, otro familiar por Ottery sin conocer. La miré con cierto asombro. -¿Ryddleturn? Vaya, yo también. Bueno después hablamos de eso cuando resolvamos esto- le dije, mientras que aparecía frente a nosotras la fantasma de Amy para juntarse con los demás.

 

Ambas mujeres estaban haciendo preguntas a los fantasmas, los cuales en vez de ayudarnos con las respuestas, estas era mas difíciles de resolver. Los tres querían que los otros se fueran, y a la vez ninguno se iría. –Que gran dilema este- decía con cara de desconcierto, tomando mi barbilla pensando que podíamos hacer. A Romina le habían llegado ciertas cosas que lanzaba la fantasma en la cabeza, y el cuerpo. – ¿Estás bien chica?- le pregunté. Sería lo que nos faltaba si salía una herida sin antes resolver las cosas.

 

-Si ninguno se va a ir, tendrán que convivir los tres- dije mientras caminaba cerca de los fantasmas. Los tres me miraban de una manera fulminante. –No me miren así, si ninguno se quiere ir, tendrán que aprender a verse las caras.- Los fantasmas se miraban con cierto odio. –Me imagino que tienen problemas por su fama, ya que ahora nadie los admira como antes, y menos ahora que están en un lugar donde no mucho de nosotros los magos conocemos- miré a los fantasmas y las chicas.

 

-La idea que tengo es que como no se irán, puedan hacerse conocidos en el pub, haciendo recitales en vivo, así los magos que vengan puedan admirar su voz, haciendo de esta manera que vuelvan a tener su fama como antes- terminé sonriendo fingidamente, esperando que no me lanzarán o hicieran algo en contra de mí.

Un nuevo día había llegado. Tenía que ir a la oficina para dar cuentas de lo que había hecho fuera del departamento. Más bien tenía que llevar los formularios ya completos por los patriarcas y matriarcas, de las mansiones a las cuales había visitado la semana anterior.

 

Hasta el momento me estaba yendo bien con las visitas que había hecho, por lo que le iba a comunicar a Sophie, si es que la encontraba, de lo que había hecho. Si no se encontraba, solo me sentaría en mi escritorio, comenzando a archivar los papeles que ya tenía listos.

 

Subiendo por el elevador, yo tranquila dirigiéndome a mi fuente de trabajo, mientras iba apretada por otros magos y brujas que iban junto conmigo. Poco a poco se fueron bajando a medida que iba subiendo. Quedaban solo 3 magos, para cuando yo me baje.

 

Llegue a la planta de transporte, dirigiéndome sin mirar más a nadie, solo a mi oficina. Fue cuando percate que un sujeto se acercaba a la oficina donde yo pertenecía. –Hola ¿se le ofrece algo? ¿Necesita ayuda?- hablé al mago antes de que pudiese abrir la puerta.

Rol de Guardianes

 

No pasó mucho tiempo cuando apareció Anne junto a nosotras. – ¡Que tal! Bueno la cosa no está muy bien por aquí como veo- le decía mientras intentaba seguir esquivando las cosas que tiraba la fantasma. –Es terrible esta chica- reía. No podía dejar de causarme gracia el hecho de que estuviese aquella muggle en un sitio de magos.

 

-Así que tiene más amigos, habrá que conocerlos. Iré por ellos a ver qué tan terrible son- hablé a ambas brujas presentes. Cuando me disponía a partir camino en busca de los otros fantasmas, apareció una chica. –Que tal Romina, soy Alba, y ellas son Anne y… aun no me dice ella su nombre- apuntaba a Caroline. –Bueno hay que ver qué hacemos con esta que ves ahora- le hablaba a la recién llegada.

 

-Pero además hay que ver los otros fantasmas que le ayudan, que es lo que yo iré a ver yo. Así que acompáñame, y vemos que tal los otros. Dejemos a las chicas acá, y luego volvemos- le dije a Romina. Comencé a caminar, sin antes hacerle una burla a la fantasma de Amy. – ¡A que no me das loca!- le gritaba sacando la lengua. -¡Cállate maldita!- se enfurecía la fantasma, tirando mas y mas cosas por todo el local.

 

Nos dirigimos a la puerta que estaba en un extremo para ir en busca de los otros fantasmas. Guarde mi varita bajo mi manga, porque no sería necesaria para contra los fantasmas. Tenía algo en mente para poder solucionar el problema, pero quería saber quiénes eran los demás fantasmas. Al entrar a la bodega del local, no tuvimos que esperar mucho para poder divisar a los fantasmas.

 

Uno de ellos estaba bailando, mientras el otro estaba sentado simulando fumarse algo. –Así que ustedes son los otros molestosos que están en el local. Yo a ti te conozco también, eres Michael Jackson- apuntaba al que estaba bailando, ya que cuando les hablé ambos fantasmas dejaron de hacer sus cosas. –Y a ti también, pero no recuerdo tu nombre- sabía que lo conocía. Mi años viviendo con muggle, me hacía conocer a todos sus celeridades, pero que ese momento no recordaba.

 

-Bob Marley- habló el fantasma que simulaba fumar. -¡Ah claro! El gran Bob. Que placer tenerlos por acá-. Eran grandes expositores de música, que a mí me gustaban. –Digan porque osan molestar a la gente que está aquí- les pedí explicaciones. –Es algo que a ustedes no les importa- habló el fantasma de Jackson. –Creo que tendremos problemas acá también- le susurré a Romina.

No sabía si aquel hombre leía mis pensamientos o es que realmente había una gran conexión tanto física como psicológica. Solo una noche, y sentía como si lo conociera de antes. Aquella atracción me estaba dando miedo, pero jamás había echado pie atrás, y menos ahora.

 

El mago al escuchar mis palabras de irnos, tomo mi mano, y se puso de pie. Observaba cada movimiento que él hacía. Segundos seguidos me atrapo junto a su cuerpo. Aquella química que había entre nuestros labios era increíble. –Esta salida es lo mejor que he hecho- pensé.

 

El joven Delacour había tomado la mejor decisión o en realidad era lo que esperaba escuchar: irnos juntos. Estaba a punto de abrir la boca para poder dar mi opinión de donde podíamos dirigirnos, ya que me daba la opción a mí de elegir el lugar. El único que tenía en mente era el castillo de mi familia era donde mejor podíamos estar, pero él se adelanto diciendo que nos fuésemos a su castillo.

 

Me parecía buena idea, si después de todo ir allá o acá daba igual, la cosa era salir de allí con él a un lugar más privado, no estar ante tanta mirada y bullicio. Era divertido sí, pero para otras ocasiones. Miré a Andrew antes sus palabras, y lo único que asomo ante mi rostro fue una sonrisa espontanea. –Bien, vamos entonces- de la mano del Delacour, salimos del local.

Rol de Guardianes

Era el primer trabajo que tenía que hacer por los mortífagos. Me sonaba bastante entretenido el ir a solucionar ciertos problemas de los camaradas, y esta vez lo haría en grupo, era una buena iniciativa para conocer a los que me faltaban, que en realidad eran bastantes.

 

El lugar donde me tocaba ir, era familiar, ya que había estado ahí anteriormente, era el negocio de Anne. Sabía el lugar y como entrar exactamente. Caminé hasta llegar a la puerta donde aparecía ante los ojos de magos y brujas el logo del local. Entré con toda confianza al lugar. Había una mujer dentro, que no había visto antes, pero de seguro que era parte de la guardia, si nos habíamos quedado de juntar ahí, el lugar donde nadie entraba por los molestos fantasmas que ahuyentaban a la clientela.

 

-Hola, soy Alba…- mi frase quedo a medias, ya que me tuve que agachar porque un vaso se dirigía directamente a mi cabeza. -¡Hey! ¡¿Qué fue eso?!- vasos volaban por doquier. Comencé a caminar agachada hasta el lado de la bruja. –Así que este el problema que tenemos- en un momento pude ver la silueta del fantasma. – ¡Yo te conozco! Eres una cantante muggle… ¡Amy Winehouse!- eche a reír. No podía creer que estuviese ella molestando a los clientes.

 

-♪Meet you downstairs in the bar and hurt, your rolled up slee…♪- esquivaba un vaso. -♪…ves in your skull t-shirt, you say what…♪- esquivaba otro. -¡Cállate!- gritaba el fantasma de Amy. -♪…did you do with…♪ bien, no sabía que cantaba tan mal- le hablaba, mientras reía ante la reacción de la fantasma. –Y dime ¿Qué haremos?- hablaba a la bruja que tenía de compañía. -¿Esperamos a los demás o intentamos hacer algo nosotras?

Me dirigía a la sala cambiante junto a Roxanne. Nunca había entrado aquel lugar antes, siendo que llevaba un tiempo trabajando en el departamento. Entre a la sala, y esta se cerró tras de mí. Me había volteado a ver qué era lo que pasaba, pero de un momento a otro, estaba en un globo aerostático.

 

Era una vista hermosa de un campo, donde se podía apreciar a cientos de metros de altura, un pasto verdoso, que con pequeños puntos negros se apreciaban casas y/o animales, al horizonte las hermosas montañas, y arriba un esplendoroso sol. -¡Que maravilloso!- grité al cielo. Podía sentir la brisa sutil en mi rostro, mientras cerraba mis ojos y disfrutaba de todo aquello. –Si esto es todo lo que debo hacer, esta prueba es hermosa- hablaba para mí.

 

Estaba disfrutando de todo aquello, cuando escuche el sonido como de un desgarro de ropa o algo así. Me miré, y no pasaba nada. Pero acto seguido, se escuchaba como la brisa del aire se hacía más densa. El globo comenzó a desestabilizarse, y a perder el control. Pude ver que el sonido no era mi ropa ni el viento, sino que el globo se había roto.

 

-Rayos, tendré que repararlo- busqué entre mi ropa la varita, pero no estaba. – ¡Pero qué diablos!- tenía que tomar una Deliberación rápida para salvar mi vida- ¡Ya no me gusta esta prueba!- intentaba buscar respuestas que no tenía de ningún lado. Buscando alguna forma de poder salvar mi vida, ya que el globo cada vez era más inestable, veo a unos metros otro globo que cada vez se alejaba.

 

-¡Ese debe ser mi Destino!- grité. –Con que en esto consiste, es ver si es que puedo concentrarme lo suficiente. Bien lo lograré-aquella era la Determinación que había tomado, y era lo que tenía que hacer. Visualice el globo, cerré mi ojos e hice desaparecer poco a poco mis nervios. Ya estaba calmada, y me imaginé en el otro globo. –Vamos yo sé que puedo- susurraba.

 

Unos instantes después, pude sentir que estaba en tranquilidad, que el aire sutil volvía a pasar por mi rostro. Abría los ojos lentamente, y lo había hecho, estaba en el globo que se veía a lo lejos. – ¡Wuju! ¡Lo logré!- gritaba alzando mis brazos al aire. – ¡Lo logré!

No había encontrado a la Rambaldi para entregarle el pergamino que llevaba lleno. Estaba ya hace media hora más o menos esperando a ver si aparecía la bruja, pero nada. Debía estar ocupada en otros asuntos. De igual manera, no me movería de ahí hasta que me recibiera el pergamino.

Necesitaba aquella licencia, para poder participar de una vez por todas en las redadas que yo tanto quería experimentar. Aparecer y desparecer, era un arma muy necesaria en aquellas situaciones cuando la cosa no pintaba bien. Viajando en escoba me demoraba el doble, además de no servirme para escapar en situaciones como aquella.

Mientras estaba sentada esperando, el departamento seguía con los alumnos a la espera de que los atendieran, al parecer, definitivamente se necesitaba gente en el departamento, por lo menos para poder tomar los exámenes de vuelo y aparición.

(Otro día, con Sophie)

Las palabras de aliento que me daba Sophie me tranquilizaban bastante. Era como pensaba. La Ryddleturn me comprendía, y solo quería escuchar lo que tenía que decir, como era de protocolo en esos casos. –Si claro, no volverá ocurrir. En la próxima por último te mando una lechuza- sonreí.

Seguí los pasos de Sophie para ir a su oficina, y ver como estaba el asunto de las visitas por ottery. Al parecer todo seguía igual a como me había. –Ah bien, entonces esta todo como la última vez. Si no me equivoco quedamos en…- miré al techo tratando de recordar la última visita que había hecho. –Te pase un formulario de la familia Delacour, pero cuando me fui estaba en la familia Evans McGonagall, la cual no termine o creo que estaba con Roxanne en aquella visita, no recuerdo- colocaba cara de desconcierto. No podía recordar con exactitud aquello.

-Si estaba con Roxanne, de seguro ella terminó el trabajo, es lo que espero. ¿No te trajo el pergamino listo?- esperaba que así fuera, porque si no, tendría que ir a dar las explicaciones pertinentes a la familia, tras no terminar bien el trabajo.

-Supongo que invitado a unos tragos a Roxanne me la gano ¿no?- reía ante el dicho de la bruja.

El mago no mostró miedo alguno ante la insinuación de haberlo matado. Mostraba que el hombre confiaba en que no quería hacerle daño, había entendido el mensaje como esperaba. No sabía si el Delacour comprendía mis palabras o solo lo hacía de lo osado que era. No le importaba si tuviese novio o no, el hombre seguiría adelante. De igual manera, daba igual, si solo había dicho esas palabras para saber si el mago era capaz de arriesgarse o no.

 

El cuerpo de Andrew se acercaba al mío tan rápido que no me pude percatar para detenerlo o era que yo no quería hacerlo. Cerraba los ojos para sentir aquellas caricias que solo recibía sin hacer oposición alguna, era hora de dejarse llevar, sin más que pensar. Sus palabras cada vez sonaban tan peligrosas como las que yo decía. Sabía jugar mi juego, y él ya se había pasado de la línea.

 

Ya no había distancia alguna entre nosotros. Aquel local donde sonaba música, bullicio de conversaciones, el tintinear de vasos, copas y botellas, se había transformado en un lugar solitario, no existía nada ni nadie, solo él y yo. No escuchaba otra voz ni sentía otra presencia cerca más que él.

 

-Habría que comprobarlo- le susurraba. Pase mis manos por el hueco que quedaba entre nuestros cuerpos para poder tomar su rostro. Observaba cada región de su rostro mientras lo acariciaba. En la comisura de sus labios es en donde me detuve. Fue aquel instante en donde ya no había punto de regresó. Sin percatarme, nuestros labios se habían juntado en un suave beso. Por mi mente pasaron miles de pensamientos en esos instantes. Sabía que todo aquello, estaba recién comenzando.

 

En unos instantes donde mi mente volvió en si, por la caída de un vaso, por topar la mesita que teníamos cerca con un pie. Me separé de él levemente. Pude percibir todo nuevamente, la música, el bullicio, todo. Había olvidado por completo el lugar donde estábamos. –Creo que no es lugar para continuar- le hablé mientras lo observaba. Volví a besarlo, para que de aquella forma alejarlo de mí, y volver a estar sentados. –Hemos llegado lejos- le decía mientras pasaba mi índice por su mejilla. –Será mejor que nos vayamos a otro lado o eso haré yo por lo menos. No se puede más acá- hablaba cerca de él. –Tú decides lindo- terminé dándole un pequeño golpe con mi índice en su nariz.

Hacía tiempo que no me pasaba por aquel lugar para comprar algo. Lo último que había adquirido fue la escoba con la cual había llegado ahora. Entré a la segunda planta para ver que poción escogería. Quería tener algo que me ayudara en situaciones difíciles, por lo que me tomé mi tiempo para inspeccionar todo.

 

Me pasee por todo el lugar leyendo atentamente cada poción. Algunas eran realmente increíbles los efectos que podían llegar a producir, como había otras que encontraba que serían un gasto innecesario de mí monedero o para cualquier mago que estuviera en sus cabales.

 

Me dirigí al mostrador en busca de los pergaminos que uno debía llenar. Me devolví con el papel en las manos, y una pluma en la otra. Habían unas cuentas pociones que me habían encantado, pero me tenía que decidir solo por una, por dos razones: una porque el formulario solo aceptaba un producto y la otra, porque no tenía suficientes galeones como para regodearme como quisiera.

 

Con el formulario lleno, volví al mostrador, para pasarle ya completo a alguno de los empleados que estaban a cargo. Lo dejé encima, esperando a que me atendieran.

 

ID: 118643
Nick: AlbaBlack
Bóveda: http://www.harrylatino.org/index.php/topic/103981-boveda-de-albablack/
Fecha: 19-10-2014

Nombre del producto: Esencia de Díctamo
Objetos, Criatura o Poción: P
Catalogación: AAA
Puntos por unidad: 40
Cantidad de unidades: 1
Precio por unidad: 2000G

Precio total: 2000G
Total de Puntos: 40

Si es una criatura para personaje, colocar el Rango Social del comprador: --

En caso de ser criatura, objeto o poción para familia o negocio: --

 

Espera que todo estuviera correcto.

 

 

OFF:

Pregunta ¿la poción la puede ocupar el personaje? Lo digo, porque me entro la duda que sale para colocar si lo uusa solo si es criatura

Había sido la mejor opción irnos a aquel rinconcito del local. Ahí ya no estábamos en la mirada de todos, aunque sabía que todos estaban en los suyo. De igual manera, era mejor estar más en “privado”, era forma de dar rienda suelta a la imaginación de cada uno para seguir con todo adelante. Hacía tiempo que no conocía a un mago con tales características, creo que nunca. Eso era lo que me gustaba de él.

 

Esperaba expectante a la respuesta que saldría de la boca de Andrew. Como siempre escuchaba atenta cada palabra para no perderme nada. Cambiaba la mirada desde sus ojos avellanos a sus labios, que cada vez eran más tentadores. Pero eso tenía que esperar. Había que ir de apoco o eso era lo que se debía hacer en esos casos. Muchos pensamientos y emociones iban y venían.

 

Cuando el mago llegaba a la respuesta que quería escuchar, se acerco un poco más a mí, quedando solo a unos centímetros el uno del otro. Sentí aquel roce en mi pierna, que hizo cambiar mi mirada hacia abajo viendo el recorrido, para luego dirigirla nuevamente al Delacour. Reí mientras mordía mi labio inferior. Comencé desde el principio.

 

-Bueno, ante tus gestos, la academia no llena del todo tus expectativas, pero ya verás que es bien entretenida. Yo por lo menos lo pase bien- miré el techo recordando mis pasos por ella. Había sido una linda experiencia, que incluso había compartido a mi protector como profesor. Volví hacia sus pupilas, ladee un poco la cabeza. En un rápido movimiento, tomé su camisa atrayéndolo hacia mí, colocando mi varita en su yugular, mientras que nuestros rostros, quedaban tan cercas como lo había hecho él. El uno del otro podía sentir la respiración.

 

-Si yo quisiera te podría matar- dije suavemente. En cada palabra había un leve roce entre nuestros labios. –Es por esto que debes ir a la academia- y comencé a deslizar lentamente la varita por su cuerpo hasta llegar a su abdomen donde me detuve, y tal como apareció la hice desaparecer. Solté su camisa, y se la comencé a acomodar a como estaba antes e hice un pequeño esfuerzo en alejarlo de lo cerca que habíamos estado.

 

Volví a mi posición mientras sonreía. Esperaba que el mago no se asustará, y que tomara aquello como un juego al que estábamos ambos involucrados. No quería perder aquella conexión, si no que más bien, juntarnos más. –Con que te gustan los problemas inesperados. Si es así no te importaría si tuviera un mago poderoso como novio, si al final ya te estarías metiendo en ellos, si piensas en raptarme- hablaba mientras con mi pierna rozaba la suya.

 

-Y si me raptaras ¿A dónde me llevarías?- miré curiosa a Andrew. Quería saber exactamente hasta donde era capaz de llegar. Hasta el momento ninguno había pasado la línea roja, pero era solo cosa de minutos que alguno sucumbiera ante los encantos del otro. Yo hacía grandes esfuerzos por retener las emociones que sentía. –Y para que sepas, yo te puedo enseñar muchas cosas…-paré unos segundos en la frase mirando fijamente al mago- en duelo claro- bromee.

Estar en aquel escritorio me hacia bien. Volver a las labores del trabajo era algo que me gustaba. Comencé a registra los cajones del escritorio, para ver si había nuevos pergaminos que leer o si estaban como los había dejado. Era como pensaba. Todo estaba tal cual yo había dejado la última vez que estuve ahí. Estaba comenzando a leerlos, para ver en donde habíamos quedado, para luego preguntar si ellas habían visitado todo ottery o si seguíamos con el trabajo, bueno, si es que seguía con él.

 

De un pequeño saltó salí de mi lectura, al escuchar esa voz familiar que decía mi nombre. Era Sophie. Me alegraba verla después de tanto tiempo, y al parecer ella a mí también. Era tiempo de dar explicaciones. –A mí también me da gusto verte- le esbocé una pequeña sonrisa. –Bien, he estado bien, y bueno, ahora vienen las explicaciones ¿no?- reí levemente. Al parecer la bruja no estaba molesta, y eso me daba mucho gusto, me dio la fuerza necesaria para hablar.

 

-Bueno volví después de un largo viaje que hice, quería buscarme a mí misma, y lo he conseguido. Pero necesitaba irme sin decir más, sin dar explicaciones a nadie, es por ello que me fui- agaché levemente la cabeza, para seguir hablando. -Pero vengo a pedirles disculpa tanto a ti, y a Roxanne por esto. Es entendible si me quieren despedir, pero si no es así, sabes las energías que tengo para trabajar y colaborar en lo que sea- miré, y le sonreí a la bruja. Sabía que ella entendería, notaba que Sophie solo quería saber que era lo que había sucedido conmigo.

(Otro día)

 

Había pasado demasiado tiempo desde que no iba a la oficina. Quería volver, y era exactamente lo que iba hacer, lo único es que debía dar las explicaciones pertinentes tanto a Sophie como Roxanne por mi gran ausencia. No temía a decir la verdad, solo el pequeño cosquilleo en mi estomago, me hacía pensar en que si me despedirían o no. Pero no perdía nada con explicarles lo sucedido. Lo más que podía perder, era el puesto.

 

Llegué a la sexta planta, donde había estudiantes pidiendo formularios como siempre. No me detuve a ver quien era, por si conocía a alguien. No era mi intención entablar una conversación en ese instancia, solo quería aclarar el asunto y ya.

 

Me dirigí sin mirar a los lados, solo al frente a la que era mi oficina. En el camino no me encontré con ninguna de mis jefas, por lo que me daba un pequeño respiro. Entre a la oficina, la cual estaba vacía. Seguro que Sophie estaba en terreno. Con mi pequeña salida sin retorno, había tenido mucho trabajo para ella sola. Me senté en mi escritorio, esperando a que llegara.

Reí tímidamente cuando dijo que mi acento era atractivo y sensual. Obviamente era una mentira, solo quería ser un caballero, y la había resultado. Me gustaba su forma de pensar y contestar ante lo que yo decía, era lo que esperaba de un hombre, y por fin lo había encontrado en uno. Ante el gesto de acercarme hacía él, no sabía cómo lo iba a tomar, pero no espere demasiado para sacar mi duda.

 

“Atrevida”, esa era la palabra que hice pensar al Delacour. En otra instancia, podría sonar mal aquella palabra, pero a él le gustaba, y eso era lo que importaba. Sonreí ante sus palabras. Mis ojos seguían pegados en los suyos, la química que sentía que había entre ambos era bien buena y fuerte, por lo menos era la que sentía, y también esperaba que él lo pensara.

 

-Siempre la familia, yo también hice un viaje largo, pero volví por ellos. Para mí son todo- confesé al mago. Nunca me daba vergüenza decir aquello, estaba orgullosa de ser parte de los Ryddleturn, a pesar de que no eran mi familia sanguínea, pero yo me sentía como si lo fuera. -¿Con que soy la primera? Creo que eso es un punto a favor para mí- interrumpí. Pero tan pronto terminaba mis palabras, Andrew se acerco tanto a mi rostro, que mis pulsaciones subieron a mil por hora o eso lo que sentía. Llegué a sentir su respiración en mi piel, antes de que se hiciera a un lado y me hablará al oído como yo lo había hecho. Pero él fue más allá, y no me lo esperaba, pensaba que yo era la que iba delante de él, pero ciertamente él no se quedaría atrás. Cada vez me gustaba más aquella conversación.

 

Cuando el Delacour volvió a su sitio, bebí un gran sorbo de cerveza, que casi termino el vaso, solo quedo una pequeña línea del brebaje. Aquel acercamiento, hizo que me pusiera un tanto nerviosa, pero me daba mas ánimos de seguir con ello. Mientras el hombre me preguntaba, miré a todos lados a ver, y encontré lo que buscaba. Termine de escuchar al mago, y contesté, mirando nuevamente sus ojos. –Trabajar en el Ministerio de Magia, especialmente en el Departamento de Transporte, me encargo de instalar trasladores y las red flú. Es algo bastante entretenido, porque salgo a terreno a instalar todo, no es todo el día metida en la oficina como otros departamentos de ahí, que les llegan a salir raíces de tanto estar sentados- reí.

 

Me voltee a la barra, y le hice una seña al bartender para que se acercara. –Nos llevas los tragos allá, y lo mío me lo cambias por un mojito- e hice un gesto a una mesita. –Ven- tomé sutilmente el antebrazo derecho de Andrew, para luego bajar lentamente hacia su mano y tomársela. –Vamos- y lo dirigí a un sillón para dos que estaba en un rincón del local. No sabía con exactitud porque había hecho eso, solo lo hice. En ese momento, pensar no era lo que convenía, sino que más bien actuar, y era exactamente lo que hacía.

 

-Bueno, aquí estaremos más cómodos, y más privado. Espero no te moleste mi “atrevimiento”- aquella última palabra la había recalcado con mi voz, tratando de llamar su atención, aunque pensándolo bien, ya estábamos muy atentos el uno del otro. Los tragos habían llegado justo cuando yo terminaba mis palabras, por lo que tomé un poco del trago con la pajita que traía. Lo deje en la mesita, me giré hacía mi derecha para mirarlo de frente, apoye mi codo derecho en el respaldo del sillón y mi cabeza descansar en mi mano, cruzándome de piernas.

 

-¿Y tú qué haces a diario?- sabía que el mago era recién llegado, por lo que no tenía mucho que hacer en ottery. Pero había hecho aquella pregunta, para pasar más discreto lo que en realidad quería preguntar. –Aparte ¿tienes novia? Lo digo, para no tener problemas inesperados- la última frase la solté de forma lenta, para sonar interesante.

El viaje que había tenido me había hecho bien para desarrollar otros lados en mi personalidad, como el hecho de relacionarme de mejor manera con los hombres, ser una mujer mas coqueta, y segura de mí ante ellos. Aquel hombre había contestado en primera instancia con una sonrisa a mi cercanía hacia él, lo que significaba buena señal, para luego seguir con su nombre.

 

-Mucho gusto, Andrew- contesté con una leve sonrisa coqueta al mago. Estaba con la botella de cerveza de mantequilla en la mano, el bartender no me había traído ningún vaso, por lo que hice aparecer uno en mi mano derecha, me serví y bebí, para poder seguir conociendo al mago. Había abierto la boca para seguir hablando con él, pero sin previo aviso, se acerco un hombre presentándose a Andrew.

 

Voltee el rostro para ver de quien se trataba. Al parecer era un trabajador del local. Lo miré sin disimular mi molestia al ver que solo le hablaba a Andrew, y yo al parecer tenía una capa de invisibilidad, porque ni una mirada me dio. –Ja, que mal educado- y bebí un sorbo de la cerveza. –Si adelante te espero- le contesté amablemente a Andrew, que se dirigía para contestarle al camarero o no sé de que trabaja exactamente ahí.

 

Me dispuse a apoyarme en la barra a la espera del mago, pero no fue demasiado, ya que este dio termino rápido y repentino al otro. –Vaya- sonreí mientras movía mi cabeza en forma de aprobación. Miré nuevamente al mago a sus ojos, y escuche atentamente cada palabra. –Exactamente, y por lo que escucho, eres nuevo por acá. Me gusta tu acento- por mi mente pasaban muchas cosas que decir, pero creo que iría demasiado rápido.

 

-Una guía o…- me acerqué cerca a su rostro, y le susurré al oído- lo que quieras puedo ser- levanté mis cejas reiterada veces, y terminé tomando un leve sorbo de mi vaso. –Cuando quieras me avisas. Y, bueno dime, ¿cuándo llegaste, y porque decidiste venir aquí? Aunque te digo ahora, fue la mejor opción, porque si no, no me hubieses conocido, o sea perdón, no te hubiese conocido- bromeé al mago.

Caminando por las calles de ottery, sin un lugar en específico al cual acudir. Seguía un paso lento pero seguro como era de costumbre. Paso tras paso, sin un rumbo, me llevo a llegar a aquel lugar. Algo donde despejar la mente. Miré mi atuendo, y si era adecuado, algo casual, justo para ir a conocer a alguien nuevo en un lugar como ese.

 

Acomode mi cabello suelto, y entré. El sonido que producían mis tacos habitualmente, quedaban acomodados bajo la alfombra del lugar. Aquellas luces me hacer perder un poco la razón, pero eran justas y precisas del ambiente para el ambiente. Nunca había estado ahí, me estaba perdiendo gran diversión.

 

Me dirigí directo a la barra, a beber algo para así empezar la acción. –Una cerveza de mantequilla- era lo que siempre pedía, y no era tiempo de pedir algo fuerte, tenía que disfrutar, y buscar alguna compañía. Mientras esperaba el trago, pude ver que a mi lado se encontraba un mago bastante guapo. Aquel cuerpo musculoso, hizo que mis sentidos despertaran. Había que conocerlo.

 

Con mi cerveza de mantequilla en mano, que recién habían dejado encima, me aproxime a su lado. -¿Qué tal guapo? Alba Ryddleturn ¿y tú?- le miré directo a sus ojos color avellano. Esperaba a que el hombre estuviese solo, y no haya estado esperando a alguien.

 

@@Andrew J