Dark Dragona

Dark Dragona hablando con Nathan

Sus ojos se tornaron de tristeza cuando su primo le dijo aquellas palabras, aquel cristal... ¿había entristecido tanto que de verdad lo necesitaba? Sabía, gracias a la "inocente" excursión que había tenido en la academia donde él se coló solo para estar con Iro que su mayor miedo era volverse loco, la verdad es que no lo imaginaba de tal modo, seguramente ese ya no sería Nathan y no quería que su primo muriera así que antes que eso prefería que se olvidara de Iro, aunque para ello tuviera que marcharse...

Movió su silla a su lado para rodearlo con sus brazos en un confortante abrazo, siempre era poco tiempo el que estaban juntos, la primera y última vez que se habían visto solo había durado unos días, y ahora volvía a pasar lo mismo, notaban una conexión a pesar del poco tiempo que pasaban mucho ya que eran muy parecidos aunque claro está cada uno tenía sus diferencias.

- Creo que se donde conseguirla- le afirmó al tiempo que recordaba aquel local que su amigo Cilian poseía. Dijo que el local cambiaba a gusto de uno y que podía llegar a tener aquello que la persona buscaba así que con seguridad tendría aquel cristal. No le extrañaba que su primero no se hubiera atrevido a entrar ya que la primera impresión que tuvo de aquel hombre no fue muy buena que digamos y sin duda, como cualquier otro, no querría ser cortejado de nuevo por aquel chico.

A Dragona en el fondo le hacía gracia, pero seguiría muriéndose por más graciosa que sea la cara de los demás. Le sonrió a Nathan para que viera que todo fuera bien preguntándose donde iría ahora, pero sentía que ni él lo sabía, así que prefirió disfrutar los últimos momentos con él antes de su partida ya que posiblemente no lo volvería a ver de nuevo en mucho tiempo.

Al final no le pudo contar lo que pasó aquel día... igual era lo mejor, si se lo contaba a alguien, a quien fuera, aunque sea a sí misma delante de un espejo, sentía que rompería a llorar, y no quería hacer un escándalo en aquel lugar, no le gustaba dar la nota y que todo el mundo la mirara, por eso agradeció que no estuviera tan metido en sus problemas que no se acordara de los de ella.

Dragona había aprendido con el paso de los tiempos que estaba destinada a ser infeliz por una parte y a darlo todo por sus amigos a pesar de aquel peso, podría desahogarse con ellos, lo sabía, pero eso no quitaba el hecho de lo que pasó y de la tristeza que emanaba de su corazón y que nadie podría curar, no creía volver a conocer a nadie que pudiera sustituirlo. Podría ayudar un poco a que el dolor fuera un poco menor, pero sin duda aquel veneno seguiría ahí consumiéndole todos los días el corazón. Aun encima hacía muchos días que no lo veía... era como si se hubiera olvidado de ella... eso hacía que no quería hacer nada, pero Dark nunca se olvidaría de él y de todo el amor que vivió... nunca.

Dragona se dispuso a ir a aquel lujoso local, realmente nunca había ido antes a un lugar así pero una amiga tutora suya le había obligado a saber de aquellas cosas, los modales y comportamientos así que tenía una idea de como hacer. Estaba seria, con una mirada que no presentaba nada, casi parecía otra chica, pues cuando tenía una misión, más una misión como esa, sufría un cambio de personalidad mucho más serio. Nadie imaginaría que podía llegar a ser así pero cuando de trabajo se trataba prefería hacerlo bien.

Salió de su casa con un largo vestido negro el cual tenía un corte en un lado de la falta dejando mostrar su pierna y unos tacones que le prestó su hermana en la mansión Lestrange de donde salía, eran unos zapatos que ella tenía de cuando era más joven y que no había tirado porque le daban pena. Se puso una gabardina por arriba para protegerse de la noche y estar oculta a miradas curiosas.

Llegaba un poco tarde, pero no importaba, los ministros siempre se hacen derogar como las novias. Sentía además que la acción aun estaba por comenzar. Cuando llegó a la entrada pudo divisar a la persona que estaba buscando, aquella la cual se burlaba de su bando. Cogió la varita instintivamente pero antes de que pudiera hacer nada una chica se interpuso y la guardó de nuevo intentando disimular. Tan cerca pero a la vez tan lejos...

- La suerte no te va a durar más de esta noche sanguijuela -susurró para sus adentros pensando que era la persona más fea que había visto. Sin duda Dragona trabajaba mejor sola, no negaba que le gustaba sentir la compañía también en su trabajo pero era muy pésima trabajando en equipo.

Entró al lugar sin ser vista mirando a sus lados, había algunas personas que por alguna razón le traían mala sensación. Adentrándose un poco más al ver que no había nadie y a lo lejos pudo distinguir a tres personas que por su comportamiento dedujo que era de su equipo. Sin embargo estaban atentos a otra cosa y sus sospechas se hicieron ciertas pues no estaban solos.

Ellos estaban pendientes de dos guardias pero divisó que uno se dirigía por su espalda con una mirada que no le gustó a la primera y caminando más rápido que aquel 'guardia' viendo que iba a sacar una daga Dragona le rodeó el cuello con el brazo ahorcándolo y con la otra mano le tapó la boca para que no gritara y se metió rápidamente con él detrás de una de las puertas de ese pasillo, antes de que pudiera hacer nada con aquella daga que tenía en la mano con un ligero movimiento de manos le giró la cabeza hasta que se escuchó un crujido "crack" y dejó caer el cuerpo ahora sin vida en el suelo.

La bruja lo examinó pero no parecía tener muchas más cosas, dio media vuelta para ver en que habitación había llegado a parar, sabía que los demás guardias no la habían visto así que sus compañeros estarían a salvo irónicamente sin saber que una principiante les había salvado.

Dragona se levantó aquella mañana luego de haber tenido un sueño el cual se olvidó al segundo, siempre le pasaba que sus subconsciente se iba demasiado rápido y no podía memorizar el sueño. Se levantó con una idea en la mente y fue al cuarto de baño a lavarse la cara y a cambiarse de ropa. Se puso un ligero vestido negro sin mangas y unas sandalias, le gustaba mucho aquel vestido porque le permitía movilidad gracias a que la falda le llegaba por encima de las rodillas y aquella tela de seda tan fina era imposible de morphear lo que lo hacía perfecto para los combates.

Escuchó que su halcón Blackheart estaba despierto y fue hacia él para acariciarle y darle los buenos días al tiempo que le daba algo de comer, le encantaba aquel animal y pensaba usarlo aquel día, escribió una carta y se la entregó al ave para que fuera a la dirección destinada, en muy poco tiempo aquel animal se había convertido en un amigo, sin duda le gustaba mucho tenerlo con ella y dejarlo volar libremente tal y como ella también le gustaría hacer.

El halcón llegó a la casa de Romina y se puso en el borde de la ventana golpeando el cristal con el pico para llamar su atención, no era la primera vez que lo veía así que ya sabía de quien se tratara por lo que no se extrañaría tanto. En cuanto Romina leyera la carta descubriría que esta vez la había citado para un combate:

"Hola Romi, buenos días, ¿qué te parece comenzar el día con un buen combate? Te espero en el cementerio. Saludos."

El mensaje era corto y preciso, ya que no sabía que más poner. Ella ya sabía que cementerio debía de ser, el cual pertenecía a la marca, bando en el que ambas estaban ingresadas. Dragona ya se había pasado por allí y fue el primer lugar que se le ocurrió para un buen combate, así le mostraba lugares a Romina ya que aunque esta sabía donde estaba nunca antes había ido y ella lo sabía.

Dragona ya se encontraba en el cementerio con la varita en mano esperando a su amiga. En un radio de siete metros no tenía nada, ni lápidas, ni animales, ni insectos... a excepción de pequeñas piedras dispersadas por el suelo. Cuando vio llegar a Romina sonrió e hizo una reverencia como saludo contenta de que hubiera venido, sentía que ese iba a ser un combate interesante ya que no era la primera vez que ambas chicas combatían y Dragona sabía que Romina había mejorado considerablemente pudiendo incluso llegarla a superar, era mejor no bajar la guardia.

- Sectusempra -pronunció apuntando a Romina que estaba a diez metros de ella provocando que el rayo que salió de su varita diera en el pecho de Romi provocandole serias heridas sangrantes que la llevarían a la muerte. -Me alegro de volver a verte -sonrió.

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Sin duda alguna su primera parecía teniendo aquella perspicacia de hacía tiempo, lo que era curioso con lo despistada que ella era. Tomó su sorbo de aquel café que el elfo pronto le había traído, estaba muy rico aunque eso no quitaba su pésimo estado de ánimo, no quería preocupar a Dragona pero necesitaba hablarlo con alguien y ella era la única persona que le quedaba en aquel lugar, prácticamente ya no tenía nada por lo que vivir.

- No se que hacer -dijo al fin apoyando la taza de nuevo en la mesa- Ya no me queda ninguna razón por la cual estar aquí, lo mejor sería que me fuera- soltó todo lo que tenía dentro- después de todo nadie notará mi ausencia.

Realmente eso era cierto, todo el mundo parecía haberlo olvidado y no tenía ya nada que lo atara a aquel lugar. Podía conseguir un trabajo, una casa nuevos amigos... pero eso no era su estilo. Había pasado toda su vida luchando y sentía que no podía hacer nada más aparte de eso, tal vez fuera un completo desastre en todo y prefería irse ahora a intentarlo, fracasar, y que lo echen y recuerden de una forma tan desastrosa.

Bien era cierto que podía servir a los mortífagos en aquella guerra, pero seguía sin ser lo mismo. No los cuestionaba pero si se quedaba aquí tenía también que conseguir un lugar donde vivir y todo de nuevo, no le compensaba en ninguno de los sentidos. Por un momento había pensado en morirse pero eso no arreglaría nada. Eso le recordó la otra razón por la que había ido a visitar a Dragona.

- Pero antes de irme necesito que me hagas un favor- le pidió esperando que lo aceptara pero sabía que lo iba a hacer, ella era incapaz de negarle algo a nadie- Necesito... ese cristal -le dijo directamente sabiendo que la bruja sabía a lo que se referiría pues no podía ser otra cosa- El problema que no se donde encontrarlo en aquel lugar- tantas tiendas y le parecía curioso que ninguna tuviera algo que se asemejara a lo que él buscaba. Había mirado en todas las partes posibles pero no encontró respuesta, a excepción de un puesto en el que no se atrevió entrar porque estaba aquel... no sabía ni como llamarlo, profesor que había conocido cuando les acompañaron, de todas formas dudaba que ese pudiera vender algo bueno.

Hola! no había visto que ya lo habían abierto o.o deberían mandar un MP al grupo para avisar (*mira por si acaso no se había fijado*) sí, no esta XD todos lo profesores lo mandaron, sino fuera porque de por casualidad entré mañana se me acabaría el plazo o.o Y yo quiero ganaros a todos XD Ya conozco a la mayoría a pesar de que repito. Bueno, eso suena mal ya que realmente lo dejé por cuestiones de estudio a ver si esta vez logro acabar la clase XD

Mi personaje:

Dark Dragona Targryen Black Lestrange es una chica muy misteriosa pero sobretodo curiosa. Es una humana con apariencia de 17 años, en su sangre fluyen unos genes desconocidos que le inyectaron en un experimento pero desconocen que experimentaron con ella. Es aspirante a mortífaga queriendo llegar alto para honrar a un amigo suyo que tuvo en un tiempo pasado y que esté orgulloso de ella: se crió en un grupo de mortífagos donde le enseñaron el arte de vive el más fuerte, aunque por dentro se cuestiona varias cosas está segura de los ideales que sigue, a pesar de que no aparenta muy peligrosa tiene una personalidad que es todo lo contrario a lo que aparenta y cuando la activan puede llegar a ser letal.

Le encanta combatir ya que siente una gran liberación en la lucha de forma que no está oprimida en ninguno de los sentidos y es una buena forma de desahogo, en ese ámbito lo único que quiere es mejorar, quiere hacerse más fuerte para así poder proteger a sus amigos. Es amable aunque tiene sus ataques de ira, nadie querría verla sin paciencia XD Le gusta tambien mucho el chocolate, tiene una gran debilidad por él, en especial el blanco XD cuanto más dulce mejor. Se siente bien cuando está con amigos y siempre está dispuesta a ayudarles en todo lo que necesiten de la mejor forma que le sea posible.

Es algo tímida pero en cuanto coge confianza o si se siente bien en un ambiente no hay quien la pare. También es hiperactiva, no le gusta aburrirse, siempre está haciendo algo aunque sea leer un libro o dar un paseo por el bosque disfrutando de la naturaleza o suicidándose. Es muy sensible pero intenta ser fuerte y superar todas las adversidades que la vida le quiere dar. Su otra gran debilidad se podía decir que es muy distraída y siempre anda en las nubes imaginando, la mayor parte del tiempo se encuentra en su mundo y también, aunque no destaca tanto, es muy protectora con aquellas personas a las que quiere y es capaz de hacer cualquier cosa por ella aún le cueste la vida en ello.

Ego (yo):

Perdón que lo ponga así pero suena más profesional ?) XD

Me llamo Natalia, soy de España, más concretamente Galicia. Tengo 17 años, pero dentro de un par de semanas cumpliré los 18. Estudio 2 de bachillerato (previo a la selectividad) y por eso estoy algo ocupada ya que quiero entrar en la universidad para hacer Audiovisuales *-* pero espero poder seguir igualmente la trama. Soy muy parecida a mi personaje asi que no tengo mucho más que contar XD basé mi personaje partiendo de mí, luego fue que de ahí le hice unos poco recortes pero en general soy igual ?) con la diferencia de que aquí soy algo más vaga XD.

Hago algunas actividades como taekwondo y pronto voy a ir a un campeonato de OPEN de España en Madrir, ¿alguien me recomienda algún sitio para visitar? Para los interesados y entendidos soy cinturón DAN (para más información preguntar por skype (?)) Realmente no se que más contar, no se como hicieron los demás para conseguir escribir tanto XD aun me costó un poco expandirme para no destacar con un post corto entre tantos largos ?)

xD estoy impaciente porque empiece las clases ^^ espero ganaros a todos *regala chocos a todos* y que todos nos llevemos bien claro XD aunque hay pocos que no conozco ya. Saludos y buenos dias-tardes-noches ^^

Oh, casi se me olvida, mi skype: dark.dragona

Sonó la alarma del despertador y Dragona se cubrió aún más con las sábanas, le daba tanta pereza levantarse aquel día, parecía que el aburrimiento del anterior día en el que no tuvo nada que hacer aún le perduraba. Era malo que se sintiera aburrida porque se ponía aún más pesada de lo que ya era si es que eso era posible, sin duda lo mejor era que Iro no la viera en ese estado o entonces acabaría matándola de tanto dolor de cabeza.

El sol apenas se asomaba y nadie todavía se había levantado, pero el hecho de que sonara la alarma, estando debajo de las sábanas le hizo pensar en porque sonó si nunca ponía alarma. Abrió los ojos de golpe y apartó las sábanas- ¡las clases!- pensó rápidamente y se vistió con un poco de apuro habiendo despertado sin querer a Blakheart, su halcón quien tenía la suerte de seguir durmiendo.

Se puso unos pantalones cortos guardando su varita en su cinturón, una camisa de manga larga y hombros descubiertos y se ató los cabellos en una coleta para estar más preparada y que el aire de aquella mañana acabara de despertarla mientras iba corriendo a las clases con la tostada en la boca. No quería llegar tarde el primer día. No había tenido tiempo de mirar el reloj, lo que le ponía aún más nerviosa sin saber si llegaba tarde o demasiado pronto.

Cuando llegó a la clase respiró hondo descubriendo que todavía no había llegado nadie lo que le hizo sentirse como una tonta ya que toda esa carrera para nada. Al menos le sirvió para despertarse, sin duda se había desvelado, pero se maldijo por no haber pensado en coger agua, parecía que no aprendía de las otras clases que debía coger provisiones por si acaso.

Sus compañeros comenzaban a llegar y saludó con una sonrisa a aquellos que conocía, igual venía alguien a quien podría conocer y llevarse bien. Miró luego a los profesores, un poco extrañada porque no les pidiera que se presentaran como hacían todos, posiblemente sabrían ya quienes eran aunque había algunas personas allí que ella no había visto antes. Lo único que les dijeron, como si estuvieran entretenidos en una batalla mental entre ellos, fue la bienvenida.

Observó aquella calavera que el mortífago hechizaba mostrándola como un translador, no sería la primera vez que tocaba un cráneo para ir a una "excursión" aunque eso le hizo recordar aquella aventura tan loca, pero dudaba que esta vez volviera a darse el caso, lo que no entendía era esa moda de poner una calavera de translador.

Una vez que los profesores desaparecieron miró a su grupo ya formado asintiendo con la cabeza y fueron junto a aquel objeto, Dragona fue la primera en tocarlo sintiendo como tiraban de ella y todo cambiaba viéndose ahora en un lugar totalmente distinto. Parecía que volvía a estar en una ruinas pero esa vez no eran maya-egipcias-griegas-romanas-mexicanas como las que vio por primera vez en Generales, pero sí eran antiguas.

Detrás de lo que en un tiempo había sido una civilización había un profundo bosque que simulaba tener una profunda oscuridad mortal en sus entrañas, parecido al bosque prohibido... seguro los profesores los metían ahí. Dragona estaba convencida de que en aquella ocasión, como era la última, iban a acabar por matarles cosa que no pudieron en las anteriores clases.

Dio media vuelta observando lo que tenía detrás al percibir aquel olor marítimo que parecía no había saboreado en años. Frente a aquellas ruinas, unos pocos kilómetros a lo lejos se encontraba el mar, parecía que había sido una ciudad costera en su tiempo. Cerró los ojos un momento, hacía mucho tiempo que no respiraba aquel aire salado propio de la tierra donde ella provenía y no podía evitar sentirse a gusto y un poco nostálgica.

Giró la vista hacia sus profesores cuando las llamas de aquella hoguera que habían encendido le llamaron la atención, era curioso como aquellos profesores les enseñaban a matar a sus compañeros matándose entre ellos mismo, eso sí que era nuevo. Sin embargo notó algo extraño cuando el mortífago intentaba hacer algún otro hechizo y no podía, más sobretodo aquel que fue dirigido hacia su profesora. Enarcó una ceja sin comprender que estaba pasando, incluso sus rostros ya no estaban ocultos...

No pudo evitar sorprenderse al ver que se trataba de aquel profesor que había visto en aquella taberna y su profesora era... su bisabuela. Tenía que habérselo esperado, era normal que alguien tuviera un puesto en la academia de profesor ya que parecía el mejor de todos desde un punto de vista económico al menos, pero le parecía mucha casualidad que fueran justo aquellas personas.

Escuchó un intento por parte de sus compañeros de un hechizo, alguien estaba comprobando que efectivamente, no solo a los profesores, a ellos también se les había cortado la magia. Eso no le gustaba nada, era demasiado peligroso, más incluso que aquel plan de aquel "amigo" en el que el boggart se había ido de control y casi les mataba.

Probó ella un hechizo-serpensortia- pero tampoco funcionó, no salió ninguna serpiente, ninguna chispa siquiera de la punta de su varita, así como estaba parecía un palo común y corriente. Se mordió el labio interior pensando que sin magia lo único que le quedaban a todos eran las armas, ella tenía una, pero hacía tiempo que no la utilizaba desde que salió de su ciudad natal, lo mejor era no usarla a no ser que fuera esplícitamente necesario.

- ¿Qué está sucediendo? -preguntó directamente a los profesores, ellos debían saber que era. Sin duda alguna esa era la situación más peligrosa en la que pudieran encontrarse. Miró a sus lados alerta, al menos tenían las llamas para espantar a algunas criaturas, pero seguían sin poder estar seguros del todo.

Había tenido un día aburrido, tenía muchas ganas de entrenar pero no sabía con quien ya que todos parecían muy ocupados últimamente y ella también, deseaba que el día tuviera más horas en las cuales pudiera dedicarse unas pocas horas para hacerse más fuerte, pero eso se veía algo demasiado idílico para que pudiera ser verdad. Hacía tanto tiempo que no cogía su varita, realmente unos días pero para ella habían pasado meses, sin nadie con quien poder usarla. Quería poder practicar antes de intoxicarse y olvidarse de las cosas.

Se metió en la cama resignada, el silencio reinaba en aquella oscura noche de luna nueva en la que no se escuchaba ni los cantos de los buhos, realmente algo sospechoso pero prefirió no pensar en eso o no podría dormir, esperaba que mañana fuera un día menos ajetreado pero lo dudaba ya que parecía tener la misma pinta que el mismo con el que se había despertado.

Había conciliado pronto el sueño pero de pronto se sintió mareada y notó que sus pies tocaban el suelo y estaba en otro lugar, no sentía la calidez de sus sábanas ni la ligereza de su pijama y en su mano podía notar el duro tacto de la madera de su varita. No había frío en aquel lugar pero todas esas sensaciones le obligaron a abrir los ojos.

No pudo explicar su sorpresa cuando se vio parada en aquel lugar, con una ropa que realmente no tenía pues no recordaba haber comprado aquellas botas largas que le llegaban por debajo de las rodillas y aquel pantalón a juego de color negro, más sobretodo aquel top rojo que mostraba su vientre.

Escuchó unos ruidos que le sonaron familiares y se acercó a ver mientras pensaba que aquel lugar le sonaba de algo pero no lograba recordar el que. Entonces se hizo la luz en su dormida (literalmente) cabeza. ¿Cómo era posible que estuviera en aquel lugar? Creía que ya lo tenía olvidado luego de tanto tiempo que había pasado después de aquella "excursión".

Reconoció a aquella chica, era un de sus compañeras de academia la cual había conseguido matar a una víctima que había encontrado, realmente no comprendía aquel sueño y que haría ella en él pero se veía mucho más fuerte de lo que recordaba y no pudo evitar sonreír de lado recordando la primera vez que había luchado con ella, sentía que en esta ocasión sería diferente ya que se veía mucho más fuerte.

- Cuanto tiempo sin vernos -llamó su atención luego de que acabara de hacer lo que quiera que quería hacer y a saber por qué, le daba mucha envidia que pudiera practicar de aquella forma pero por lo menos ahora ella de alguna forma también podía... si es que eso era real- Realmente es toda una sorpresa -dijo sinceramente pues nunca hubiera pensado encontrarse a alguien de aquel modo. ¿Quien estaría en el sueño de quien? O igual era una Juana que su subconciente había creado para aquel sueño. Eso es y será siempre un misterio sin resolver... hasta que se lo pregunte a Juana en persona cuando despierte.

- Creo que esto va a ser muy interesante -murmuró al tiempo que hacía una reverencia mirando la distancia de diez metros en la que se encontraba ella y su rival. Sin duda tenía toda la pinta de simular un duelo, no solo la ropa sino incluso aquel amplio suelo en el que no había nada en un radio de 7 metros al rededor de Dragona a excepción de bezoares que extrañamente se encontraban en aquel lugar... ¿serían de chocolate? Por un momento se tentó a probar si al menos estaban bañados en aquel dulce.

- Sectusempra -comenzó su primer movimiento apuntando a Juana provocando que en cuando el rayo que salió de su varita le diera en su pecho le provocaría serias heridas sangrantes que la llevarían a una dulce muerte rápida y dolora. Esperaba que supiera reaccionar a tiempo, parecía que ya había calentado antes con aquel quien fuera que acababa de matar, sin duda el chocolate se veía muy bien al lado de la sangre, nunca antes había hecho aquella combinación...

Dragona sonrió contenta cuando consiguió aquela animal por fin, tanto tiempo deseando que llegara el momento y no supo más que decir que un gracias a la dependienta. Podía haber salido mejor, pero al menos tenía ya a su animal el cual provocaba que a la maga le brillaran los ojos sin que esta pudiera evitarlo.

Luego de agradecerle y dejar que aquel ave se posara en su brazo el cual levantó para ese propósito salió de la tienda con su nueva y primera mascota. Nunca había tenido una oficial aunque sí una vez había por así decirlo adoptado a un lobo de mascota. Lo extrañaba pero dudo que pudiera volver a verlo, esperaba que estuviera bien e incluso hubiera podido encontrar una manada ya que siempre lo veía solo.

Miró al halcón un momento y sonrió sabiendo ya que nombre podía darle, en honor a un amigo suyo que había conocido también hace tiempo atrás y al cual le debía mucho, mucho más que su vida incluso. No pudo evitar preguntarse que sería de él... poder podría contactar si viniera el problema era que siempre lo veía ocupado e igual no sabía donde se encontraba ella ahora después de lo que pasó en su antigua ciudad natal. Tal vez pensaría que estaba muerta... Sin duda no se arrepentiría si pondría su nombre en el halcón en su honor. Con estos pensamientos se alejó de aquel lugar pensando que seguramente no sería la última vez que la vieran.

Dragona caminó por aquellas tan conocidas calles con una sonrisa en sus labios. Se veía tranquila pero realmente por dentro estaba muy emocionada. Había conseguido ganar mucho dinero luego de trabajar mucho con esfuerzo y se lo tenía merecido. Tenía una meta y al fin puede conseguirla.

Entró al lugar quedando impresionada por lo primero que se encontró, no era la única que había venido a aquel lugar para conseguir algún animal. No sabía muy bien que era lo que había que hacer ya que era la primera vez que venía, si fuera por ella podría llevarse todos los animales pero eso sería demasiado y no quería arruinar a su padre.

Bajó a la trastienda siguiendo a un mago que también había bajado por allí y vio maravillada todos aquellos animales. Prefirió no fijarse mucho y no adentrarse a donde estaban los animales más poderosos y quedarse en la zona de los animales muggles antes de ver un dragón y morir por no poder comprarlo.

Escuchó el sonido de aquel ave en particular que ella estaba buscando y sus ojos se posaron en aquel halcón de cola roja magestuoso y hermoso. Se acercó a él mirándolo a los ojos y le sonrió, ese, quería ese que le había llamado. Era tan hermoso, aun no era del todo adulto pero tampoco era una cría, se podía decir que era un adolescente como ella.

- Perdón... -llamó la atención de uno d los empleados del lugar cuando acababa de atender a otro cliente- Quisiera un halcón de cola roja. -le costaba mantenerse tranquila en aquel lugar ya que era todo tan emocionante con tantos animales tan adorables que daban ganas de abrazar y comer a besos...

ID: 104358

Nick: Dark Dragona

Bóveda: Bóveda 104359

Fecha: 06/10/2014

Nombre del producto: Halcón de cola roja

Objetos, Criatura o Poción: C (Criatura)

Catalogación: X

Puntos por unidad: 10 puntos

Cantidad de unidades: 1

Precio por unidad: 500 galeones

Dragona miró a Nathan con una mirada interrogante, sentía que no se comportaba normal y era razonable, seguramente en su mente tendría muchas dudas además de que ahora que lo pensaba no tenía ya razón para seguir en aquel lugar. La única razón que le había atado hasta ahora era Iro pero ya después de que ella eligiera a Damian, justamente su compañero de trabajo, no tenía ya más razones para quedarse. Notaba que era algo por el estilo, él se parecía mucho a ella y podía saber aquellas cosas con un poco de imaginación o con tan solo pensarlo.

Bajó un momento la mirada, el aire se había formado tenso, sabía que él había venido aquí expresamente para encontrarla y para hablar con ella. Esperaba poder ayudarlo de alguna forma si era lo que él quería pero no sabía como. Al menos lo que más sabía hacer Dragona era escuchar y en eso no tenía ningún problema. Puso sus brazos encima de la mesa volviendo a mirar sus ojos azules.

- Dime... ¿cómo esta? -empezó a entablar conversación, al menos el lugar quiera o no era un buen sitió para hablar, por lo menos no había tantas personas ese día así que no había ningún problema en susurrar un poco. -¿Pasó algo? Se te nota deprimido -dijo directamente para no hablar con rodeos esperando la respuesta del chico con una pose que a ella le dio la impresión por un momento que se sentía como una madre hablando de los problemas que tiene su hijo para intentar ayudarlo de alguna forma. Más o menos era eso lo que pasaba con la diferencia de que en vez de madre era su prima. Lo curioso es que Dragona siempre es la pequeña de un grupo, y en ese caso no había excepción, sobretodo con Nathan siendo un demonio de más años de los que aparentaba.

Oficina de investigación secreta

Siguió a su compañero hasta llegar a aquel lugar, esperaba que al menos encontraran algo que les pudiera servir para su trabajo ya que como era el primero era preferible hacerlo bien. Tenía una ligera idea de como poder empezar pero prefería tener alguna base si eso fuera posible.

Cogió el archivo L que su compañero le entregaba, la verdad es que parecían ladrones o algo similar tal vez por la oscuridad de aquella sala ya que el ambiente era parecido al de las películas de ese tipo así que para ver mejor lo que hizo fue... encender la luz. Ya todo parecía un poco más normal.

Había muchos archivos que empezaban por L pero de todas formas, aunque no estaban completamente ordenador por lo menos estaban bien colocados así que no le costó trabajo encontrar el archivo de Lisa quien estaba buscando. Acercó aquella carpeta abriéndola sobre la mesa llamando la atención de Jeremy ya que le parece haber encontrado algo.

Se maldijo a sí misma por la estupidez que había cometido, pero aún no era el final no, todavía salvarse, el espectáculo no había hecho nada más que comenzar. Se obligó a centrarse más ya que quería ganar aquello de la forma que fuera. Era muy competitiva y no le gustaba perder, menos en algo que sin duda era lo mejor que le salía.

Sonrió de lado a pesar de tener aquellas medialunas clavadas, era a partir de ahora que el duelo se volvería interesante. La miró sin poder evitar sentirse contenta, no había nada mejor que aquella adrenalina que en aquel momento sentía. Aferrando su varita pronunció al mismo tiempo de que Alexis pronunciara su segundo hechizo:

- Fortificum- inmediatamente delante de Dark apareció una muralla de diamante como si hubiera salido del suelo mismo de cuatro metros de alto y nueve de largo en donde impactó aquel rayo de ese sectusempra que Lex le mandaba. El muro aguantó a la perfección aquel rayo protegiéndola sin ningún problema.

- Supongo que es momento de ponerse serios -decía al tiempo que se quitaba las medialunas estando aún tras aquel muro protegida y pensaba- Episkey- para sanar las heridas de aquel seccionatus- Creo que ya e calentado bastante -sonrió de lado esperando a que Alexis hiciera su movimiento. Tenía la desventaja pero por lo mejos la bruja tendría que romper antes aquel muro para poder llegar a ella.

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Vio como se despedía de una chica que realmente no había visto antes, no le interesaba y menos en aquel momento, le alegraba que su prima hubiera hecho nuevos amigos y una vida pero ese no era su caso... se notaba que ese no era su lugar y sabía que la única a la que le podía contar esas dudas que tenía era a ella pues era la mejor consejera o en el mejor de los casos la mejor oyente. Cualquiera que la conociera diría que es simpática y divertida pero lo que Nathan cree que lo que más destaca de ella es su paciencia, su infinita paciencia de lograr poder tratar con un patán y escuchar las tonterías que este decía, esa era una cosa que no compartían, Nathan podría escuchar, pero si en mitad de la historia esta no le gustaba su mente se iba por cosas que para él son más interesantes.

Luego de que aquella chica se fuera, ya que no quería molestar, se dirigió hacia Dragona notando la sorpresa en su rostro. No era tan raro verlo en una biblioteca por lo que imaginaba, y seguramente sería así, que aquella sorpresa se trataba también de alegría por volverlo a ver. Sin duda era como una niña pequeña.

- Hola -la saludó y se sentó a su lado- Que bonito lugar, no me extraña que te pases aquí la mayor parte del tiempo- intentó comenzar una conversación. Realmente el no era muy bueno explicándose, igual ni lo hacía... siempre necesitaba un pequeño empujón para poder decir a alguien que era lo que pasaba por su mente.

Vio que el elfo se acercaba a él para preguntarle que era lo que quería, si algún libro o refresco o algo por el estilo pero Nathan solo le pidió un café con leche, necesitaba despejarse un poco, llevaba días sin dormir, realmente no recordaba cuando había sido la última vez que había cerrado los ojos pero eso no le afectaba tanto gracias a su habilidad de Demonio.

Miró aquel circuito estando a tres metros en el aire junto a la supervisora. Sonrió de lado ya que esa prueba le había gustado, no le importaba si arriesgaba, al fin y al cabo siempre le gustaba arriesgarse. Se puso en marcha y en cuanto se sintió preparada comenzó a volar por aquel circuito. Se notaba que era la primera vez que montaba ella sola en una escoba pero se defendía bastante bien.

Pasó por esos aros que Rosanne había hecho aparecer. Alzó la mirada para ver el segundo desafío, agarrar una llave azul para poder abrir la puerta. Buscó aquella llave y cuando la encontró voló rápido esquivando las demás las cuales chocaban contra ella, como si fuera intencionadamente, probocándole algunos rasguños entre moretones. Alzó la mano logrando atrapar aquella llave del color del cielo y con ella abrió la puerta.

Abrió los ojos al ver la última prueba que le quedaba, había un montón de insectos en aquel lugar, demasiado grandes. Sin pensarlo dos veces se abalanzó a través de aquel laberinto esquivando los insectos que intentaban picarla pero aunque la perseguía intentaba ser más rápida que ellos. Al fin vio el final de aquella prueba y antes de ser picada por uno de aquellos mosquitos dio una especie de empujón para acelerar en el aire logrando salir ilesa... más o menos ilesa, pero al menos estaba entera.

Miró a la mujer sonriendo, lo había conseguido... Respiró hondo ya aliviada y contenta de haberlo podido lograr. Al final resultó que le había gustado montar en escoba y ya no quería bajar. Pero según palabras de la supervisora ya había aprobado y cuando puso los pies en el suelo le costó volver a sentir aquella sensación de nuevo de no volar. Prefería la escoba, se sentía mucho más libre. Tenía que conseguirse una, pero ella quería una Saeta de Fuego... Sin duda era la que más le había llamado más la atención pero esa vez no la había cogido ya que no sabía como le iría en la prueba.

Abrió los ojos sorprendida luego de la regañina que la jefa le había dado, por un momento pensaba que le tenía más manía a ella pero lo comprendió luego cuando le mostró aquel premio y no pudo evitar emocionarse. Le brillaron los ojos sin poder creerlo. Nunca hubiera imaginado estar en aquella casa como nunca hubiera pensado poder llegar a ser la prefecta de la misma.

Casi no podía contener sus altos de alegría cuando cogió aquel premio sintiendo que las palabras se le atascaban en la garganta sin saber que decir. Miró a Kissa quien también se había sorprendido, realmente la veía más capacitada a ella para ese trabajo, aunque ambas habían llegado a ser igual de problemáticas así que no sabía porque le habían elegido a ella pero estaba muy emocionada por ello.

- ¡¡Muchas gracias!! -miró de nuevo a Lisa sonriendo a más no poder. -¿Que tengo que hacer? -no sabía muy bien cual podría ser su función realmente y esperaba poder estar a cargo de todo ya que le parecía mucha responsabilidad. Esperaba poder llegar a la altura aunque ahora que lo pensaba no sabía que había podido hacer para que la eligieran a ella ya que acababa de entrar hace poco en aquella casa.- ¿Porque me eligieron a mi? -dijo esperando que no se viera como una queja sino todo lo contrario ya que ella era muy curiosa y no podía evitar preguntarse cualquier detalle que se le venía a la mente.

Sonrió de lado, era su oportunidad y no podía desperdiciarla desvaneciendo unas cuerdas que tan solo la molestaban. Apuntó a Romina susurrando aun con dificultad -Expelliarmus- el rayo que salió de su varita llegó hasta Romi sin que esta pudiera impedirlo y su varita salió disparada de sus manos a cinco metros de la maga.

Sin dejar de apuntarla volvió a pronunciar en un susurro sin que Romina pudiera evitarlo ya que tenía que ir a por su varita- Sectusempra- el rayo recorrió la distancia que les separaba impactando en el pecho de Romina provocándose serias heridas sangrantes que pronto la llevarían a la muerte. Sin duda ese duelo estaba siendo muy interesante. Pero Dragona podía llegar a ser tan testaruda como para no querer quitarse aquellas cuerdas.

Sonrió de lado sabiendo que ahora ella tenía la delantera gracias a su estrategia y Romina estaba en apuros gracias a eso ya que no permitiría que volviera a adelantarse a sus movimientos.

Hola, tengo una duda espero que no importe que la diga ahora por aqui ahora ya que mi duelo con Lex sigue o.o espero que sea verdad mi duda o.o cuando un hechizo no verdad se pronuncia sale o no sale? Espero que no o acabo de cometer la gran pata en mi duelo con Lex XDD u.u'

Observó la estrategia de Alexis que sin duda era buena si no fuera por el detalle que ella era quien controlaba la situación. Había hecho desvanecer aquellas cuerdas antes de que aparecieran sin embargo el sectusempra salió a tiempo antes de que dragona cayera al suelo por culpa de aquella zancadilla.

El espectáculo había acabado, había sido demasiado corto, pero la muerte a una de las protagonistas había llegado y cuando el protagonista muere la obra acaba. Alexis no pudo curarse a tiempo de aquel sectusempra y la profunda herida que tenía en su pecho provocaba que se desangrada para luego finalizar en la muerte.

- El espectáculo a acabado... -susurró dejando una hermosa rosa roja a los pies de Lex. Esperaba que en el infierno estuviera bien ya que como ella había dicho era su lugar favorita, igual iba a ir a visitarla algún día. Esperaba con ansias su siguiente encuentro deseando que fuera pronto cuando Lex quisiera la revancha.

Sintió que algo tiraba de su pie provocando que cayera encima de Athena sin querer -perdon... ¿qué fue eso? -miró a su pie y luego a sus lados para encontrarse de nuevo con la presencia de Lisa quien estaba como si nada hubiera pasado. Con lo que le había costado hacer aquella broma y tan rápido.

Su risa ya se había esfumado, había sido mucho más divertido con Mery , esperaba que Lisa no se enfadara mucho con ellas, aunque ella llegaría toda la culpa ya que fue la que hizo toda la trampa así que más le valía que no castigara a su amiga. Escuchó a Lisa dándoles un poco la regañina, aunque eso de la competición sonaba bien, parecía interesante. Le gustaría ver de que trataría todo aquello.

Asintió con la cabeza imaginando que las dejarían ir, no parecía que les reservara rencor por la broma anterior. Sería mejor que Dragona y Athena volvieran con las bromas más adelante ya que tenía algo de hambre y quería comer algo así que solo se limitó a asentir ante el típico sermón de una jefa.

Le escuchó con mucha atención, su curiosidad no conocía límites y de verdad quería saber que tipo de objetos se podía encontrar uno. Le sorprendió cuando le dijo sobre aquel libro, cuando acabó de contar por un momento le dio escalofríos. Aún así le intrigaba donde estaría aquella sala con todos esos objetos y si Juv le podría mostrar, le sonaba a que estaría muy protegido y con personal restringido. Como aún era nueva no conocía todo el departamento a la perfección.

Miró a Elvis cuando este se levantó y se despidió de aquella forma que pocos hacían en aquel lugar. De donde ella venía era normal que lo hicieran pero desde que había llegado a Londres no había conocido a ningún otro chico que lo hiciera de igual manera.

- Claro -le sonrió afirmando que algún día cuando tuviera tiempo hiría a visitarle a él y a Morri en la Gryffindor. Posiblemente incluso encontraría alguna otra persona que también conocía en aquel lugar. - Me ha encantado hablar contigo -se despidió de él para luego ver como salía del local.

Cuando desvió su vista sus ojos se agrandaron al ver a un chico de pelo rubio y ojos azules. - ¿Nathan? -preguntó al aire sabiendo luego que seguramente lo habría oído gracias a sus poderes avanzados de demonio ¿Qué hacía él aquí? Parecía que la estaba buscando.

Dragona asintió con la cabeza, no pensaba defraudar a su directora y se pondría dentro de nada manos a la obra para investigar el caso de Mei y Lisa. No sabía si sería mejor que ella fuera por una y Jeremy por otra pero ella pensaba que lo mejor aunque fuera una a una sería hacerlo ambos juntos para así aumentar las posibilidades de éxito por si a alguno se le ocurría alguna idea, solo esperaba que eso no sonara entonces demasiado sospechoso.

- Puede contar con nosotros -le dijo entusiasmada pero viéndose firme agradeciendo su apoyo, no podía esperar, era su primer trabajo y tenía que salir bien. Era la mejor forma de crear la mejor impresión además de demostrar de lo que era capaz.

Se preguntó un momento que era de eso de ese otro asunto del que hablaba, mas por sus palabras deducía que lo averiguaría cuando llegara el momento, parecía que aún era un poco pronto ya que sino se lo hubieran dicho ya.

Siguió escuchando atenta a Juv asintiendo con la cabeza para que viera que estaba atendiendo a sus explicaciones para luego ver como cambió de tema al de sugerir que conocieran a los demás inefables. Le daba un poco de vergüenza eso pero sí que quería conocer a todos sus compañeros, pero dudaba que ahí habría alguien que conociera o al menos que ella supiera así que conocería caras nuevas lo que también la alegraba.

- Estaremos en la reunión sin falta- le confirmó, solo tenía que esperara a que dijera día y hora, dudaba que estuviera muy ocupada ya que precisamente era algo del trabajo.

Volvió a asentir con la cabeza luego de que Juv le dijeran que podían mirar los archivos de la Oficina, no sabía si la ayudaría en algo pero cualquier detalle era primordial a tener en cuenta además de que una ojeada siempre que se tuviera permiso no haría mal a nadie, alguna cosa positiva podían sacar.

- Gracias, creo que iremos a mirar en los archivos a ver si hay algún detalle que nos ayude -miró a Jeremy para saber si él pensaba igual que ella y si la acompañaría.

Bueno, aquí traigo ya la tarea echa XD espero que no importe que ponga el turno y acción primero que el hechizo y el nick, me suena que es más cómodo pero si está mal díganme y lo cambio, si se puede o.o Bueno, espero que vaya bien XD ya no se que más poner aquí para rellenar las líneas u.u' XD me tocó analizar al padre de Irony o.o Por cierto Fined, siento si me equivoco pero lo que dijiste aquí me confunde: Zbigniew: Silencius. Acción 1 - Turno 2.No querrías decir: Acción 2 - Turno 1?

1 Turno. 1 Acción - Valent: Expelliarmus

1 Turno. 1 Acción - Kritzai: Protego

1 Turno. 2 Acción - Valent: Sectusempra

1 Turno. 2 Acción - Kritzai: Incarcerus

2 Turno. 3 Acción - Valent: Evanesco (cuerdas boca y manos (ellos lo tomaron con que estaban juntas))

2 Turno. 3 Acción - Kritzai: Episkey (sectusempra)

2 Turno. 4 Acción - Valent: Silencius

2 Turno. 4 Acción - Kritzai: Morphos ( remera de Valent en serpiente) [slienciado]

3 Turno. 5 Acción - Valent: Morphos ( ropa en araña )

3 Turno. 5 Acción - Kritzai: Episkey ( sectusempra)

3 Turno. 6 Acción - Valent: Expelliarmus

3 Turno. 6 Acción - Kritzai: Sectusempra

4 Turno. 7 Acción - Valent: Episkey (sectusempra)

4 Turno. 7 Acción - Kritzai: --

El duelo parece que no está terminado pero a Kritzai no le falta mucho si no se cura pronto del veneno de aquella araña y Valent solo necesita otro episkey para curarse por completo del sectusempra.

Espero que vaya todo bien. Saludos ^^

Sonrió al ver lo que intentaba hacer, sin duda le caía muy bien la chica, tenía muchas agallas, pero no le iba a servir de nada en aquel combate pues pronto estará muerta. Solo le había dado tiempo a romper dos cuerdas y aun para colmo le faltaba la de los ojos. La apuntó sin ningún remordimiento, con un poco más de práctica podrá llegar a hacer un duelo interesante pero para ello aun tiene que morir un par de veces al igual que tuvo que hacer ella.

- Desmaius-pronunció apuntándola con su varita y un rayo salió de esta el cual impactó en Juana provocando que por un momento se paralizara, así la tendría controlada, seguidamente sin darle tiempo a que se fuera el efecto de su hechizo estando aún a diez metros de ella pronunció- Sectusempra -probocándole serias heridas sangrantes cuando el rayo que salió de su varita impactó de nuevo en el pecho de la Lovewood, dudaba que de esa forma pudiera curarse ya que ni siquiera había podido ver de donde venía el ataque gracias a que sus ojos seguían vendados. Dudaba que hubiera alguna forma de salir de esa.

-Temo que ya no puedes hacer nada -susurró y esperó a ver como caía muerta por no poder curarse aquella profunda herida al ser Dragona la poseedora en ese momento de su varita.

http://i1273.photobucket.com/albums/y411/darkdragonatargaryen/FirmadeNathan_zps2b837c4f.jpg

Después de estar un rato entrenando Nathan se paseó por aquella calles pensando, tal vez si de verdad iba a quedarse allí necesitaría encontrar un lugar donde quedarse además de un trabajo, por el momento no dormía en ningún hotel, no necesitaba dormir al ser un demonio pero a lo mejor sería no hacer sospechas y hacer por primera vez una vida normal. Pero eso a él no le iba.

Quisiera seguir con aquella chica que le gustaba aunque supiera que sería inútil, le había prometido que no se volvería a ir pero cada vez se estaba alejando más y parecía que pronto iba a olvidarle. Sintió un dolor profundo en el pecho al pensar eso, necesitaba encontrar eso pronto pero por lo que vio solo había un lugar en todo el maldijo Londres que podría tenerlo y lo tenía... ese tipo. Necesitaba ayuda, no podía volver a verlo o se moriría de tan solo pensarlo.

Buscaba a su prima y sabía donde encontrarla, le había dicho que la mayoría del tiempo se la pasaba en el local House of Books, no le extrañaba, siempre la veía con un libro en la mano sumergiéndose en la lectura. Entró a aquel local y se sorprendió por la cantidad de libros, ahora entendía porque Dragona le gustaba tanto estar aquí, sin duda debía de ser su paraíso más cuando además servían dulces, parecía un local hecho por ella.

Recorrió el lugar con la mirada tentándose de coger el también algún libro, ¿tendrían libros de estrategia? Igual uno de guerra le serviría. Pero lo primordial era encontrar a su prima ya que sentía que no le quedaba mucho tiempo, necesitaba aquel cristal costara lo que costara...

Les sonrió a las chicas contenta de que todas lo habían logrado, era bueno hacer este tipo de pruebas con amigas ya que así no te ponías tan nerviosa, o al menos eso pensaba ella. Escuchó a la mujer y miró que prueba tenía cada escoba lo que le complicó un poco porque no tenía ni idea de que prueba le saldría mejor.

Se dejó llevar por la curiosidad y cogió la flecha plateada, le daba más emoción al no saber que tipo de prueba sería, esperaba poder hacerlo bien como todas las demás, no sabía que tiop de prueba se podía escoger en estos casos pero parece que tenían suficientes como para aburrir incluso.

Una vez cogió su escoba de donde había señalado la mujer volvió de nuevo junto a ella con las demás dándoles ánimos y suerte a sus amigos que se estaban examinando con ella. Estaba lista para comenzar la prueba, le interesaba más la seate de fuego pero la flecha plateada también tenía su encanto por lo que tampoco se disgustó, la que menos le llamaba la atención era la corneta, los nombres influía mucho en ella.