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Dark Dragona

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Mensajes publicados por Dark Dragona

  1. Miraba a Robb mientras este le contaba, le alegraba que hubiera podido alcanzar su sueño ya que eso siempre era el objetivo de cada persona y lo que uno más quiere, sin duda debía de ser muy bueno en su trabajo y dar lo mejor de sí. No había nada mejor que trabajar en un lugar que a uno le guste y en donde esté cómodo.

     

    Eso le hizo pensar un momento cual era su sueño... y se quedó en blanco. No sabía realmente cual podía ser... nunca tuvo uno, al menos que ella recordaba. Lo tuvo sí, una vez pero... luego pasó lo que pasó y nunca más volvió a tener ningún deseo que quisiera cumplir realmente, al menos no algo que fuera exclusivamente para ella misma.

     

    Asintió con la cabeza ante la pregunta del chico, había conseguido trabajo en el mismo edificio que él pero claro estaba ella no serviría para el mismo trabajo, menos con lo despistada que era, ella estaba unas cuantas plantas más arriba.

     

    - Trabajo en el Departamento de Misterios -dijo para luego mirar a su compañero Jeremy quien seguía sentado, con esto parecía que daba terminado el interrogatorio y que ya no había nada más que añadir así que se quedaba tranquila- Y él es mi compañero -le dijo presentándole.

     

    Nunca hubiera imaginado presentando a un miembro de su familia un amigo suyo, principalmente porque antes no tenía familia. No sabía como sería eso pero dudaba que pasara algo malo, no había razón para que ninguno se llevara mal, al menos que ella creía. No parecía que se conocieran ya que sino Robb se hubiera dado cuenta de su presencia y lo hubiera hecho notar.

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  2. Subió hasta la sexta Planta donde se encontraba el Departamento de Transportes Mágicos. La clase de Rol Básico 60 la había mandado allí por una tarea así que supondría que no sería la única que estaría en aquel lugar, seguramente vería a alguno de sus compañeros para el mismo propósito al que había venido ella.

     

    Se había puesto un simple vestido blanco y unas sandalias, y su pelo estaba atado en una trenza que caía sobre por su hombro, no hacía tanta calor pero ya estaba acostumbrada a los climas fríos y húmedos.

     

    Temía de que tuviera que pagar por hacer aquel examen ya que había invertido en usar sus ahorros para afiliarse a un local y así ir ganando dinero, el problema era que no se lo darían hasta que pasara el mes y eso con suerte ya que le advirtieron de que no siempre iba con tiempo. Sin embargo se relajó cuando le dijeron de que al ser una estudiante no debía pagar nada. Sino no hubiera problema tampoco en pedir dinero a uno de sus padres, el problema era que parecían estar siempre muy ocupados ya que nunca los veía pero 100 galeones realmente no eran nada y siempre podía pedir un préstamo ya que los conseguiría muy pronto.

     

    Parecía que pronto se iba a saber todo el departamento de memoria, ya se conocía de la primera hasta la novena planta porque en esa última era donde ella trabajaba y se fijaba siempre como eran las plantas anteriores a esta además de que ya se había pasado por algunas otras.

     

    Avanzó pro el pasillo mirando si encontraba alguna cara conocida, mas todo estaba alborotado de gente y parecía que había mucho ajetreo así que no pudo ver nada. Cuando llegó a la recepción pudo notar que varias de sus compañeras ya habían llegado al lugar antes que ella seguramente para lo mismo, al menos era improbable que en aquel lugar pasaran cosas inesperadas... ¿Verdad?

     

    Vio que Irony estaba pidiendo también el examen y esperó a que la atendieran para que luego le tocara a ella, parecía que la chica o estaba demasiado en su mundo o un poco frustrada que no se había dado cuenta de su presencia.

     

    - Buenos días... -le dijo a la recepcionista- Vine por lo del examen de Vuelo. -mientras la recepcionista buscaba unos papeles miré a mi alrededor y noté que Irony, posiblemente al escuchar su voz, se había dado cuenta de que estaba allí así que la saludó con la mano y con una sonrisa para luego atender de nuevo a la recepcionista quien llamaba su atención nuevamente.

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  3. Miró a su compañero el cual hablaba con un tono dudoso como si se hubiera olvidado de algo importante que fuera primordial, a lo mejor algún detalle menor que alguien pasara de largo por ser lo más obvio del mundo... podía ser, eso solía pasar muy a menudo.

     

    Comenzó a pensar un momento antes de responder cuando una voz conocida llamó su atención y giró su cabeza para ver de quien se trataba y no pudo evitar sorprenderse al ver a uno de sus familiares de la familia Targaryen.

     

    - Robb, que sorpresa verte -le dio dos besos en la mejilla como saludo ¿trabajaba allí? No lo sabía, ¿o es que vino por alguna otra cosa? Le escuchó hablar, parecía un poco preocupado aunque no quisiera dejarlo mostrar, pero le gustaba ver como la gente se preocupaba por los suyos.

     

    - Tranquilo -le sonrió para que comprendiera que todo marchaba bien y que realmente no tenía nada que ver con la Targaryen- En la Targaryen todo está bien, estoy aquí por un suceso desagradable que le pasó a una amiga -resumió, aún no había conocido del todo a Katie, pero por el momento parecía que su presencia no la desagradaba, así que era suficiente como para decirlo de ese modo.

     

    No sabía si Robb se preocuparía por algo que no tuviera que ver con alguien que no tenía ninguna relación con su familia ya que no lo conocía tan al fondo. Igual él conocía a la chica agredida o tal vez no, quien sabe, pero tampoco quería involucrarlo en algo que pudiera molestarlo.

     

    - No sabía que trabajaras aquí -no pudo evitar preguntar pero ahora que lo pensaba no le quedaba tan mal estar trabajando en aquel lugar.

  4. Abrió los ojos sorprendida cuando delante de ambas apareció un libro en llamas, por suerte no fue a más y todo quedó arreglado gracias a aquel chico de antes. No pudo evitar impresionarse por como reparaba todo, aún se sorprendía las cosas que se podían hacer con la magia ya que antes donde ella estaba esta estaba demasiado limitada por el riesgo de que los muggles se dieran cuenta de su existencia y te quemaran en la hoguera o algo por el estilo.

     

    ¿Quién habría sido el que provocó aquello? No le parecía muy chistoso eso de quemar un libro, si fuera uno de la escuela aún un poco lo entendería. Por suerte no ocurrió nada grave así que tampoco había porqué alarmarse tanto. No había tantas personas en aquel lugar como para intentar descubrir quien sería el culpable pero tampoco quería montar una polémica en aquel lugar donde normalmente la gente va para estar en un sitio tranquilo.

     

    Ocultó una risa ante el comentario de Morrighan, parecía que se le ocurrían siempre frases muy ingeniosas al momento, al contrario que ella que siempre se le pasaban por la mente cuando ya era tarde o cuando ya no venía al caso. Miró a su acompañante, ella tampoco había sufrido daño alguno así que todo siguió como estaba con la diferencia de que ahora serían uno más, si el chico quisiera estar con ellas claro estaba.

     

    - Yo soy Dark Dragona -se presentó ella también después de Morrighan y también le indicó que se sentara con ellas, parecía un chico educado y agradable que no rechazaría la petición de dos damas, además de que a ambas les debía una por haberlas asustado un poco con aquel espectáculo del libro en llamas.

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  5. Esperaba que no fuera demasiado peligroso el ser poco sociable ya que a veces le daba un poco de corte eso de hablar con un grupo a quien apenas conocía, ya sabía cuales eran las consecuencias de eso pues le había pasado hace tiempo pero esperaba poder cambiar ahora aquello y poder ser un poco más valiente en cuento a grupos se refería ya que esa sin duda debía de ser su meta. En cuanto perdiera aquel miedo hubiera superado todos sus miedos posibles, bueno... casi todos.

     

    Al menos en aquel mundo podía sentirse más como en casa ya que no era la única diferente, ahí todos tenían magia sin excepción, eso estaba claro, además de que parecía que también había gente como ella por lo que aminoraba su miedo a hablar con los demás. Tal vez incluso encontrara muchas amigas en aquel lugar, pero en un principio le iba a costar, esperaba que alguien la ayudase en aquel sentido.

     

    <<Mery>> se quedó con el nombre, al menos ese era fácil de memorizar, lo que era bueno ya que ella era muy mala memorizando nombres, esperaba no cometer ninguna metedura de pata al confundirse de persona solo por el nombre como ya le había pasado.

     

    Se dio cuenta de que estaba haciendo un nudo de nada, no tenía porque estar tan nerviosa, al fin y al cabo no estaba haciendo nada malo y tampoco debía importarle lo que pensaran los demás, ella era ella y a quien no le gustase que se aguantara. Es tan fácil pensarlo...

     

    Escuchó a la chica que le contaba de que iba la fiesta, parecía que era la que estaba a punto de comenzar aunque los ánimos del lugar no ayudaban ya que no parecía que hubiera ninguna fiesta en aquel lugar si no fuera por los adornos colocados.

     

    En un principio no tendría porque estar aquí si se celebraba la salida de una compañera que ella no conocía, aunque tampoco le iba a hacer un mal gesto a su nueva conocida, era muy pronto para decir que era amiga ya que ella podría pensar lo mismo. Sin embargo todo cambió cuando le dijo que también se celebraba la entrada de ella y de las demás personas que serían sus compañeras de casa la cual parecía que una de ellas sería aquella chica que acababa de entrar que sin duda tenía más valor que Dragona.

     

    Se acercó con Mery a la chica que también era nueva mientras esta le decía lo mismo, se notaba que estaba apurada, lo que tenían las fiestas, que eran muy ajetreadas. Aún así tal y como se lo había dicho la chica no se hubiera enterado de mucho tan solo que había una fiesta.

     

    - Hola -le sonrió a la peliplateada- También acabo de llegar -le dijo para que se sintiera tranquila de que no era la única nueva al menos que había llegado en aquel momento- Me voy a apuntar a la fiesta ya que es para celebrar nuestra llegada ¿te apuntas con nosotras? -le dijo refiriéndose a ella y a Mery, realmente no se le daba mal entablar con la gente, lo que le costaba era empezar o acercarse, pero una vez que comenzaba se sentía a gusto, siempre y cuando la aceptaran claro.

     

    - Oh disculpa -se alteró un poco al ver que no se había presentado correctamente- soy un poco despistada -sonrió un poco avergonzada- mi nombre es Dark Dragona. Tu nombre era Issa ¿verdad? Encantada.

     

    A primeras parecía una chica muy agradable con la que le gustaría estar en aquella casa, pero prefería no precipitarse, no de nuevo, sabía las consecuencias que eso podía llevar por eso prefería no juzgar a las personas por lo que aparentaba.

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  6. Jeremy le había entregado la denuncia a Elizabeth quien estaba atendiendo en ese momento y Kim la tomó para ocuparse ella del caso para tenerla junto a la de Dragona. Les indicó a los dos magos que la siguieran y Dragona caminó seguida del vampiro para luego sentarse en las sillas que la mujer le indicaba.

     

    - Aún no conozco del todo a Katei para saber los enemigos que tienes pero... -dijo pensando si estaría bien decir solo su nombre ya que la mujer había sido muy formal y parecía muy atenta y buena en aquel trabajo en el que estaba- No se quieres podrían ser ya que le tapaba la luz en sus rostros, sin embargo eran dos mujeres seguro por el todo de su voz -el cual le sonaba pero no recordaba muy bien donde había escuchado esas voces ya que era en lo que menos se fijaba y no quería decir algo de lo que no estaba completamente segura- y ambas parecía que se compenetraban muy bien juntas. Se notaba que no eran principiantes y que sabían lo que hacían -dijo segura- Pero que yo sepa Katie no había hecho nada malo y aún así ellas la atacaron sin siquiera tener razón aparente.

     

    Procuraba que su tono fuera formal y firme ya que decía todo lo seguro que tenía en mente, no quería dar suposiciones que luego no pudieran ser del todo ciertas. Todo lo dijo con tranquilidad y despacio para que no hubiera confusión aun a riesgo de que repetía algunas cosas de lo que había dicho en la ficha, pero era mejor así para tener las cosas claras, era la primera vez que hacía esto y quería hacerlo bien.

     

    Miró a Jeremy, no sabía si él tendría algún dato más que aportar ya que él había visto lo mismo que ella, y si alguien pudiera conocer a aquellas mujeres que atacaron a su familia sería ella y no él pues fue Dragona quien estuvo en un período corto en la Orden, sin embargo fue por estas cosas que vio que prefirió retirarse antes de que fuera tarde pues no quería acabar como una delincuente ya que eso parecía que eran aquellos fenixianos.

     

    La situación debería sonar cómica que los defensores del bien fueran los que atacaran a personas inocentes sin tener ninguna prueba contra ellas, solo por diversión, porque sabía que lo hacían por diversión tan solo, lo había visto, y que los mortífagos fueran los que los acusaran de aquel delito y quisieran justicia. Sin duda los papeles se habían intercambiado y ahora sin duda no se podía diferencial el bien del mal. Pero como bien sabía ella eso no existía, lo que había tan solo en ese mundo eran aliados en los que uno podía confiar, y enemigos los cuales estaban contra ti.

     

    Miró el lugar mientras escuchaba hablar a Jeremy, era una manía que tenía de querer saber como es el lugar en donde se encuentra, tal vez algún instinto o algo por el estilo, igual podía ser algún medio de defensa por si ocurría algún imprevisto y supieran donde estuvieran las cosas que podría utilizar en caso de emergencia como una especie de asalto. Quien sabe, pero tampoco era una manía mala que tuviera que verse obligada a quitar, o al menos que eso era lo que ella pensaba.

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  7. Intentó memorizar su nombre el cual le había parecido muy bonito, lo había escuchado muy pocas veces pero siempre le había parecido que aquel nombre tenía clase, por eso le llamaba la atención. Sin embargo antes no había conocido a nadie que lo tuviera, solo lo había visto en algunos libros o autores.

     

    La escuchó hablar mientras le contestaba a su pregunta, al menos no le había parecido mal que se dirigiera a ella porque había conocido a personas, curiosamente la mayoría chicas, que no le gustaban hablar con desconocidos o que preferían estar sola, eso dependía también de la personalidad de cada uno. No los culpaba, había veces que Dragona también sentía que necesitaba estar sola.

     

    Cogió el libro que tenía entre sus manos y el jugo que el elfo le había dado y siguió a la chica mientras pensaba quien sería el otro chico que se había sentado en la otra mesa, sin duda parecía agradable, le sonaba de algo, igual lo había visto de pasada cuando fue a algún lugar pero no recordaba donde, tampoco le sonaba como alguien importante, aunque igual lo era, quien sabe.

     

    Se sentó en una de las mesas donde Morrighan se sentó y dejó allí el batido, le agradaba tener a alguien con quien platicar solo esperaba que no le estuviera molestando ya que era probable que hubiera venido allí tan solo para leer, no sabía si quisiera entablar una conversa, aunque por el momento bien que podía haberse negado y más la invitó a estar con ella así que no tenía porque precipitarse, solo tenía que encontrar temas interesantes...

  8. http://i1281.photobucket.com/albums/a514/IronyHeartilly/Nathan_zps06889650.jpg

     

    Estaba muy cabreado con esos profesores, ya comenzaba a dudar que lo fueran ya que realmente no lo veía así, los profesores no harían tales cosas como esas. Se alegró de haber terminado la Academia fuera de ese colegio para no tener que aturar a unos profesores así pero temía por los que aún tenían que cursar con ellos.

     

    Observó como muchos duendecillos aparecían casi de la nada y iban contra todos ellos inútilmente, Nathan emitió un rugido profundo de demonio provocando que todos aquellos seres enanos corrieran asustados desapareciendo tal como habían venido.

     

    Miró a los demás alumnos sin decir nada, no tenía nada que decir realmente, no haría caso de aquellas personas o lo que fuera que fuesen porque sencillamente no se lo merecían, ojalá se cayeran dentro del volcán, no creía que la pérdida fuera mucha en este caso, el único problema era como salir de aquella isla antes de que fuera demasiado tarde.

     

    Miró a Irony cuando esta se adelantó, sin duda había estado bien cuando le dijo todo aquello a esa chica antes, sabía que ella no necesitaba guardaespaldas pero no podía evitar ponerse así cuando alguien estaba contra a uno de sus amigos.

     

    Asintió con la cabeza cuando esta le hizo la seña de que le siguiera y con paso decidido pasó por el lado de los profesores fulminándolos con la mirada sin detenerse y llegó hasta donde se encontraba Iro. Si algo le pasaba...tenía que defenderla.

     

    Miró atrás al grupo de personas y pudo ver que la gran mayoría les seguía, eso le alegraba, ya que significaba que seguirían a Iro hasta el final como en aquel caso, sin duda la clase era la más valiente que había visto, al menos hablando de clases normales... un momento ¿esto se podía considerar clase normal? Prefería mil veces el cuartel que aquellos profesores, al menos los instructores estaban justificados de porque los trataban así.

     

    Siguió a Irony de cerca esquivando las hojas sintiendo que el volcán estaba a punto de explotar, esperaba que pudieran refugiarse a tiempo antes de que fuera tarde pero por suerte, aunque el reloj seguía corriendo, parecía que aún había tiempo para eso. Confiaba en Irony y que ella se pondría a salvo, no era una suicida... y si se suicidaba, lo hacía pensando o con una razón.

     

    Escuchó las palabras de su compañera de que había alguien en aquella isla y se centró para ver si podía sentir alguna alma en especial que les estuvieran vigilando pero debía de estar lejos si fuera así porque no lograba sentirla dentro de su rango.

     

    Siguió tras de la pelirosa dentro de aquella cueva entrando de segundo y miró a su alrededor extrañado, esa cueva no estaba hecha de forma natural, eso era obvio, entonces... ¿para que harían la cueva? ¿refugio para cuando el volcán estallara como estaban haciendo ellos? ¿O tal vez una trampa...? Tenía un mal presentimiento pero esperaba que solo fuera su imaginación... de todas formas ya era tarde pues ya todos habían entrado a la cueva, era mejor estar atentos.

     

    El fuego azul de aquellas antorchas le resultaba algo peculiar, la gente que hizo aquella cuava no era normal y seguramente conocerían la existencia de la magia, esperaba que no fuera una magia más poderosa que la suya porque si se llegaran a enfrentar entonces la batalla podía llegar a ser bastante difícil de ganar.

     

    Más adelante la cueva se agrandaba un poco, o al menos dio esa sensación con los múltiples cristales que había allí, el lugar le parecía que emanaba un aura un tanto extraña, se fijó en uno de esos cristales y dio un paso atrás poniéndose en guardia cuando vio a un chico idéntico a él pero lleno de tatuajes y unos ojos totalmente rojos que parecía que mostraban el infierno.

     

    - Tengo el poder... -decía con una sonrisa demoníaca en la que mostraba todos sus colmillos afilados, llevaba una capa negra y estaba sentado sobre un trono- Ya nadie me podrá detener... -aquella voz le perturbaba en la cabeza como un martillo.

     

    Sintió que la respiración se le agitaba y quería escapar de aquel lugar pero cuando más se adentraba más cristales había que mostraban aquella visión que le perturbaba. No... no era real... no era real...

     

    - ¿Por qué huyes? -le decía- Sé que tu también lo quieres... tienes este poder en tu interior... ¿porque no lo liberas? Todos quieren poder y sabes que tú también -ese era su peor miedo... volverse loco, que la locura lo afectase, que enfermara...

     

    - No sirve de nada huir... estoy dentro de ti y voy a renacer... lo sientes, quieres todo este poder, así que... ¿porque no lo tomas?

     

    Miraba a sus lados intentando escapar pero era inútil, por un acto reflejo, golpeó aquel rostro provocando que uno de esos espejos se rompieran en cinco fragmentos y sus nudillos sangraran por el golpe.

     

    - Jamás te dejaré salir... ¡Vete! ¡Vuelve dentro de mi! ¡Jamás te dejaré salir! ¡Así que largo! ¡¡NO QUIERO TU ESTÚPIDO PODER!! -gritó y de pronto la imagen se volvió difusa hasta que desapareció de todos los espejos, había llegado al lado de Irony y se sentó al lado de ella limpiándose el sudor de la frente sintiendo que una de sus manos estaba temblándole. Odiaba... odiaba ese ser en el que podía convertirse porque tenía miedo de lo que podía llegar a ser... Tomó aire intentando recuperarse, parece que su compañera había tenido una visión parecida a la de él en el que mostraba uno de los miedos de cada persona.

     

    http://i1281.photobucket.com/albums/a514/IronyHeartilly/DarkDragonaBarraMortia_zps0b910a20.jpg

    Todo se había vuelto un caos por un momento, temblores, discusiones, duendecillos que no tenían nada que ver y que se acoplaron... por suerte todo eso solo duró unos segundos. Irony supo como apaciguar la cosa no solo con lo de Liss, porque tenía que reconocer que se había pasado un poco, sino también con el tema de los profesores, ella nunca había estado en una situación semejante así que no sabía que se tenía que hacer en esos casos y, aunque pensaba que lo mejor era ir a la costa donde estaba el mar, mejor sería seguir a Iro que parecía que era la que sí sabía del tema.

     

    Los duendecillos ya se habían ido gracias al grito que pegó Nathan, se había asustado un poco y puesto en alerta instintivamente con pedazo grito como si también fuera un lobo asustado pero luego se recompuso normal y miró a los profesores luego de ver a Irony.

     

    - ¡Yo también deserto! -dijo en alto para seguir a Irony- Si queréis acusar a Iro de traidora tendréis que acusarme a mí también -sentenció y siguió a los dos que ya se estaban adentrando hacia el volcán.

     

    No comprendía que era lo que le pasaba a los profesores, primero los intentan matar llevándolos a ese templo en México, luego en duelo ya directamente los mandan a un lugar donde un montón de animales les quieren comer, y ahora esto. ¿Seguro quieren que sigan con vida? Había comenzado a dudarlo.

     

    Prefirió no pensar más en eso ya que sin duda se había pasado con eso del infiltrado, eso debía de ser la gota que colmó el baso pero no sería tan ruda como para darles una bofetada, aunque bien lo merecían, y una parte de ella bien quería volver al pasado para hacerlo pero no podía hacer eso y además de que si lo hacía se perdería de nuevo.

     

    Sintió que una especie de líquido resbalaba por su brazo y miró este para ver de que se trataba, no se había dado cuenta de que se había hecho una herida en el codo, seguramente tras aquella caída cuando se perdió, y ahora estaba sangrando, era solo una gota de sangre que resbalaba hasta su mano, no era nada, lo único que temía era que atrajera a algún animal salvaje.

     

    Se limpió aquella sangre manchándose un poco los dedos, iba a curarse con un hechizo cuando las palabras de Irony desviaron su atención ¿alguien en aquella isla? Era posible... ya nada la asombraba, o eso era lo que ella creía.

     

    Entraron a la cueva la cual llamó su atención, no solo por las llamas azules sino también por aquella paredes que parecían talladas a la perfección en las cuales vio un símbolo extraño que no supo identificar.

     

    - ¿Qué significará? -no lo pudo ver bien y no tuvo mucho tiempo pues un grito la alteró, uno que provenía del interior de la cueva pues todos ya habían entrado en esta y ella se había quedado atrás. Corrió para llegar hasta donde estaban cuando se paró en seco al ver delante de ella como en un espejo se reflejaba... una niña.

     

    Era una niña de cinco años que estaba llorando, perseguía a alguien que no podía ver porque le daba la espalda. Luego a otro lado pudo reconocer a Irony, corrió hacia ella pero esta le dio la espalda y se fue, lo mismo cuando apareció Romina, Alexis, Jeremy, July, Nathan... todos aquellos que consideraba sus amigos se estaban yendo sin que ella pudiera evitarlo y lo único que podía hacer era llorar en aquel oscuro luego donde había acabado.

     

    La soledad... ese era el mayor temor que Hikari tenía... esa personalidad oculta de Dragona que nadie conocía, aquella niña que una vez fue y que no lo recuerda pero que aún sigue viviendo en su interior. Aquel espejo había mostrado un temor de una de sus personalidades.

     

    Dio un paso atrás un poco temblorosa, sintiendo que la sangre se le helada cuando al dar media vuelta se topó con otro espejo frente a ella, ahora era ella, ya crecida, pero se veía distinta. Sin expresión alguna en sus ojos, era otra de sus personalidades.

     

    Se quedó petrificada al verlo... Abismo, era el nombre que le había puesto, solo que esta vez... no tenía boca, ni oídos. Estaba sorda y muda... nunca antes había pensado que Abismo tendría algún miedo pues era una personalidad que parecía no sentir nada, pero ahora que lo pensaba, si le quitaban la música, no tendría forma de expresar lo que realmente sentía en su interior por más tristeza que fuera...

     

    Sintió que su corazón daba un vuelco asustado e intentó escapar de esas imágenes, corrió por la cueva pero se encontró con otro espejo de frente. Ahora, aparentaba ser más ella, pero tenía los ojos rojos y una sonrisa diabólica en la cara. Parecía que había enloquecido... Aquella personalidad era la que más temía, porque era alguien que quería tomar el control de ella, Furia. Sin embargo, nunca hubiera imaginado que tuviera aquel miedo pues era muy orgullosa como para admitirlo.

     

    Se vio cubierta de sangre, parecía haber acabado de llegar a una cruenta batalla y sin duda, parecía loca, Furia solo podía controlarse a sí misma, pero era cierto que cuando se pasaba... comenzaba a matar sin piedad y ni ella misma podía controlarse... ese era su miedo... volverse loca y no poder parar de matar.

     

    Sentía que no iba a poder aguantar mucho más ¿Aquellos espejos iba a mostrarle los miedos de todas sus personalidades? Sentía que le faltaba el aire y volvió atrás intentando escapar cuando se vio de frente de varios espejos. Esta vez sí era ella, era Dragona, pero parecía confusa.

     

    - ¿Quien soy...? -dijo con una tétrica y apagada voz que a la Dragona que estaba viendo aquellos espejos hizo que se le helaran hasta los huesos. Olvidar... ese era otro de sus mayores miedos... Cerró los ojos no queriendo seguir viendo, sentía que no podía soportarlo más.

     

    Dio media vuelta para correr dentro de la cueva de nuevo aunque ya no sabía donde estaba, se sentía en medio de una pesadilla en la que no podía escapar, sabía que no era real... que solo eran ilusiones... pero al fin y al cabo eran ilusiones dentro de ella que se podían hacer realidad...

     

    Se paró en seco y abrió los ojos a más no poder, ahora era otro miedo, otra personalidad... Yurena... aquella que sin duda había sufrido más. Deseó que nadie viera aquello, esperaba que nadie pudiera ver su miedo porque entonces no sabía que podría hacer si alguien supiera aquel secreto suyo de su pasado que aquel espejo le estaba mostrando en aquel momento.

     

    Estaba rodeada de espejos con la misma imagen impactante, en las paredes, en el techo... e incluso en el suelo. Estaba ella... sujetando una espada pesada temblorosa frente a un chico de ojos marrones... Una mujer detrás de ese chico decía algo que ella no había llegado a escuchar de la impresión que estaba viviendo.

     

    Iba a bajar la espada cuando aquel chico de cabellos castaños se abalanzó sobre ella clavándose la espada que ella sujetaba. El chico la abrazó mientras ella veía como la espada que sostenía atravesaba su pecho provocando que el chico le quedara tan solo unos segundos de vida...

     

    Todo se volvió negro, ahora estaba Yurena de pie, en un lugar donde no había nada, y delante de ella estaba el chico de espalda. Yurena dio un paso adelante pronunciando su nombre pero el chico giró levemente la cabeza para mirarla con odio en sus ojos, un odio que parecían mil flechas clavándose en su corazón.

     

    - Te odio... -la voz pareció retumbar en la cueva y Yurena, más Dragona misma, se quedaron en shock, sintiendo que su corazón había parado de latir. Sabía que eso no era verdad... eso no podía ser verdad, eso no fue lo que pasó...

     

    Bajó la cabeza sintiéndose débil y notando como las lágrimas querían salir de sus ojos... no, había prometido no volver a llorar... no podía volver a hacerlo, no ahora, no ahí.

     

    Sin previo aviso, bajó su cabeza de los cristales del techo donde estaba viendo las imágenes y frente a ella se encontró un espejo roto en cinco fragmentos donde pudo ver todos sus miedos en cada fragmentos.

     

    - Estoy.... sola -decía Hikari llorando en un fragmento de abajo.

     

    Al lado de ese había otro donde estaba Abismo donde no se escuchaba nada... todo era oscuridad y no había nada...

     

    - Mataré... a todos... -susurraba Furia en un fragmento de un lado con una sonrisa lunática- los mataré a todos... mataré a todos los humanos...

     

    - ¿...Quién soy...? -decía Dragona en un fragmento que estaba en el otro lado con una voz desorientada, sin saber a donde ir, quien era, donde estaba... sin saber nada.

     

    - Te odio... -volvió a repetirse la última imagen de Yurena en aquel fragmento que estaba ubicado arriba de los demás en donde se veía aquella mirada de aquel chico que ella amó y aquella voz que provocó ansias de morir en aquel momento.

     

    Sintió que su cuerpo temblaba sin poder evitarlo, se había quedado parada en el sitio, no se podía mover y su corazón bombeaba con fuerza, sentía que no podía respirar como si algo le estuviera oprimiendo el pecho y al final no pudo aguantar más y... perdió el conocimiento.

     

    OFF

     

    o.o

     

    No puedo poner el link porque aún no tengo el dinero que se necesita para hacer esa tarea. Espero a que le respondan la pregunta de Ironía que es la misma que la mia XD

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  9. Eso esperaba, no quería un combate fácil, eso no tendría nada de gracia ya que no la obligaría a estar a su máxima capacidad, por eso prefería competir contra quien podría llamarse su rival, claro que para eso tenía que darle una oportunidad cosa que ya se la había dado antes a Jeremy pero, a pesar de que era bueno, tenía que reconocerlo, era algo distraído. Más igual tuviera que esperar a ver ya que no quería precipitarse, no le gustaba cuestionar a su rival antes de conocerlo al igual que no le gustaría que eso hicieran con ella. Dragona era muy respetuosa en el tema del combate.

     

    No pudo evitar que el chico se apoderara del control de la criatura que ella había creado, se mordió la lengua maldiciendo y aguantando el dolor que este le había hecho en la pierna pero había sido algo flojo comparado al de Jeremy así que era mejor dejarlo para delante antes de que este le tomara la delantera cosa que no podía permitir, necesitaba contar a partir de ahora.

     

    - ¡Silencius! -dijo apuntando a Jeremy con su varita antes de que dijera su segundo hechizo provocando que de su boca solo saliera <<Mor...>> librándose así de poder ser gravemente herida de una posible picadura venenosa.

     

    Tenía que librarse ahora del oso pero... la herida que le había hecho no era tan grave y aún podía esperar, era demasiado arriesgado dejarlo ahí pero no tenía otra elección, a fin y al cabo eso era el duelo, un riesgo a muerte. Necesitaba lanzar algo contra Jeremy antes de que fuera demasiado tarde.

     

    - Sectusempra -un rayo salió de su varita dando de lleno en Jeremy provocándole heridas gravemente sangrantes que le conducirían a la muerte si no reaccionara pronto. Estaba en apuros, ella lo sabía, pero tenía que arriesgarse, podía defenderse del animal un poco más tarde el cual se había puesto a 7 metros lejos de ella dispuesto a volver a atacarle cuando Jeremy le diera la orden.

     

    Seguramente eso tampoco se lo había esperado el chico ya que, al menos ella en su lugar, pensaría que mataría al animal, pero no era porque ella le gustaran los animales, sino porque era su estrategia, arriesgada, pero que si funcionaba podía llegar a ser una muy buena.

     

    - Voy a obligarte a hacerte pensar a ver si así tu cerebro se acostumbra a hacer funcionar las neuronas que parece que tienes pocas -sonrió de lado esperando que el chico se cabreara.

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  10. Levantó la vista cuando vio aparecer una chica en aquel lugar que le llamó la atención, no solo porque se acercó a ella sino porque pidió un libro sobre dragones y, como bien indicaba su nombre, eran sus criaturas favoritas. Sin duda siempre había estado hipnotizada por esos animales infernales aunque nunca supo porqué, tal vez sería cosa de su padre seguramente ya considerando como era su casa, claro que aún no lo había conocido...

     

    El elfo le dio el jugo a Dragona tal como se lo había pedido mientras un chico se acercaba a ambas para darle el libro que la mujer había pedido, sin duda muchas casualidad pero fue una suerte aquello sin duda. Miró como se alejaba el chico, parecía que se conocían de algo pero no quiso entablar ninguna conversación así que tampoco parecían tan cercanos.

     

    - Hola, me llamo Dark Dragona -le sonrió a la mujer que se había acercado cuando acabó de hablar con aquel hombre- ¿Quieres tomar algo? -dijo ofreciendo el asiento que tenía al lado -¿Te gustan los dragones? -le preguntó imaginando que la respuesta era afirmativa ya que sino no hubiera cogido aquel libro por lo que la pregunta era un poco absurda pero era la mejor que había encontrado.

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  11. Pudo ver como hacía desaparecer sus cuerdas y rápidamente viendo que la estaba apuntando Dragona, que ya tenía su varita apuntada a él pensó instintivamente:

     

    - Zancadilla -provocando un embrujo en Jeremy quien cayó de bruces al suelo al atarle un lazo mágico a los tobillos provocando que aquel rayo que había hecho hacia ella saliera hacia otra dirección.

     

    - Morphos -pronunció apuntando ahora a la roca que estaba al lado de Jeremy la cual era más alta de dos metros y esta, al tener la masa suficiente, se convirtió en un gran oso pardo adulto con afilados dientes y garras el cual fue hacia Jeremy con la intención de hacerle grandes heridas sangrantes en todo su cuerpo.

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  12. Dark Dragona (Abismo)

     

    Abro mis ojos lentamente después de estar atrapada en aquella oscuridad que llaman sueño, pero yo nunca sueño, yo no tengo sueños ni los tendré nunca pues no soy mas que aire en medio de la nada. Vuelvo a cerrar los ojos un momento para luego apartar las sábanas y levantarme con mi expresión normal la cual no muestra nada y me pongo mi vestido negro con tirante que llega por debajo de las rodillas.

     

    Me miro al espejo y cojo el cepillo para peinarme el largo cabello mientra miro mi reflejo fijándome en la blancura de mi piel, en mis labios y en mis ojos, viendo a alguien que el espejo no muestra con aquella imagen pues Dragona se sentía muy cansada esa vez. Miro el reloj y comprendo porqué, apenas era muy temprano, casi las siete, y ya de por sí me había acostado tarde.

     

    Salgo de mi habitación pero todo es silencio, no se escucha ni el sonido de los pájaros en la Dragonstone, lo cual de por sí era raro, era como si el día estuviera con su misma actitud silenciosa. Voy a la cocina y cojo una manzana la cual muerdo sintiendo aquel sabor en mi paladar. Trago y luego de terminar la manzana dejo el corazón de esta en la papelera y cojo un libro, un cuaderno y una pluma.

     

    Me pongo las sandalias negras y salgo de la casa sin hacer ningún ruido, seguramente los demás sabrán que me fui momentaneamente, dudo que les importe igual, últimamente están bastante ocupados, con la única persona que estoy es con Emilia y con ese chico nuevo Jim que hace poco que le conocí.

     

    Camino con pasos lentos por aquel tranquilo lugar, el aire se siente raro con tanto silencio pero poco me importa. Abro el libro que cogí y leo mientras camino hacia la academia sin levantar ni un momento la mirada para ver pues no necesito eso, conozco el camino y mi cuerpo puede ir solo mientras mi subconciente viaja a la historia del libro.

     

    Me gusta mucho las artes debo admitirlo, la mayoría de ellas, sobretodo la poesía y la literatura, aunque lo que más aprecio es la música. Debe de ser por los sentimientos que estas expanden y transmiten... lo que es curioso ya que yo no muestro ningún sentimiento nunca... tal vez porque es la única forma que tengo de expresarme o de sentir algo.

     

    Había intentado hacer un libro, un libro sobre mi historia al menos para que todo lo vivido quedara escrito y para la prosperidad, pero entre el tiempo y la inspiración que se me iba a otro lugar no pude, además de que tendría que revivir todo aquello que me pasó y todo aquello que sentí... todo...

     

    Cierro el libro cuando termino el capítulo y levanto la cabeza pudiendo distinguir que ya llegué a la academia. Es increíble como todo seguía igual de silencioso... o igual sería yo que escuchara así al sentirme de esta manera.

     

    Camino hasta el gran salón donde ya comienzo a oír algunas voces las cuales se están apagando, debe de ser por ser tan temprano que no hay tantas personas ni tantos temas de conversa, mejor, puedo no escuchar a nadie con concentrarme un poquito pero si no hay ningún murmullo sin duda es mucho mejor.

     

    Me siento en la mesa de los tritones que es la casa a la cual no entiendo porqué pertenezco y cojo el cuaderno y la pluma comenzando a escribir. Sé que podía haberlo hecho en mi cuarto o sería más cómodo en la biblioteca, pero había llegado allí porque simplemente mis pasos me llevaron hasta allí, además de que el lugar estaba tranquilo y no había nadie molesto que interrumpiera a gritos así que estaba bien...

  13. Sus ojos se deslizaron hacia aquellas personas que estaban en aquel lugar, todo parecía un poco desordenador, parecía como si hubieran tenido una fiesta hace unas horas. Ella nunca había sido partidaria de las fiestas hasta que un amigo suyo le mostró como son las fiestas de verdad y desde entonces tuvo una opinión distinta, pero claro que tenía que estar bien planificada y con todo lo necesario para que uno se divirtiera.

     

    Le llamó la atención aquel fantasma el cual parecía que todos veían. Le habían mencionado aquello, de que los fantasmas de las casas podían ser visibles ante cualquiera pero nunca supo porque ese misterio.

     

    Desde donde ella estaba no pudo distinguir bien las voces así que no sabía de que estaban hablando pero parecía que aquella chica se había asustado un poco, o al menos parecía alterada. Luego de que entablara unas palabras con aquel fantasma esa misma chica comenzó a recogerlo todo dejándolo impoluto sin ningún signo de cómo estaba hace unos segundos.

     

    No parecía que se habían dado cuenta de su presencia. Tampoco era tan extraño, siempre había sido invisible para muchas personas así que lo tenía asimilado, además de que no había hecho ningún ruido ni llamado la atención de nadie ni siquiera con su presencia así que tampoco era tan extraño pero había veces que le daba un poco de vergüenza entrar a hablar con la gente, o al menos si era un grupo de gente, si fuera una persona solitaria ahí la situación sería distinta y sí tendría el valor para comenzar a platicar con ella o el.

     

    Cerró los ojos un momento, no se sentía ni bien ni mal por aquella situación en la que estaba, simplemente se sentía lo que ella llamaba neutral porque era una sensación en la que no sentías nada y todo te es casi indiferente, sin que nada te altere. Claro que aquella personalidad era muy frágil de cambiar pero siempre le venía en esas situaciones cuando estaba medio en su mundo y nadie le hablaba ni estaba con ella, a lo mejor era como una autodefensa para no verse afectada de nuevo por aquello que llaman soledad.

     

     

    Miró a aquella chica que había notado antes y como sus ojos se habían fijado en su presencia, curioso ya que hacía unos minutos que estaba ahí y nadie lo había hecho así que no pudo evitar sorprenderse cosa que no lo mostró y por fuera su rostro seguía igual de indiferente, sin mostrar ni sonrisa ni tristeza.

     

     

    Escuchó su nombre cuando se presentó y el apellido Haughton se repitió en su cabeza, tal vez conociera a su compañera de Academia Irony o la hubiera visto alguna vez ya que ella pertenecía a esa misma familia. Miró su personalidad y no estaba segura de si con esa actitud si conociera a Irony iban a llevarse bien o mal ya que conocía a su compañera y era bastante peculiar además de un poco seria.

     

    Cuando la chica terminó de explicarle que iban a hacer una fiesta no pudo evitar pensarlo un momento ya que lo que ella quería era que le enseñaran el lugar ya que acababa de llegar, pero también sería una oportunidad para conocer a todos los demás que estaban en su casa. No le gustaba estar con gente que no conocía pero igual reconocía algún rostro o sino podía hacer nuevos amigos en aquel lugar.

     

    Le hizo una reverencia como saludo a Anne, no sabía si llamarla Anne o Mery pero pensó que el segundo nombre sonaba un poco más formas ya que no conocía aún a la chica para hablar tan a la ligera.

     

    -Encantada de conocerte Anne –dijo- mi nombre es Dark Dragona –hizo una muy corta pausa y a su mente vino algunas palabras que le habían dicho tiempo atrás cuando se negaba estar con las demás chicas e ir a fiesta como toda persona normal ya que ella prefería leer a estar en una habitación llena de gente donde no cogía ni una hormiga. No quería comenzar mal de nuevo y que la trataran como rata de biblioteca, además de que si no le gusta al final se podía ir con alguna excusa. Esta vez quería comenzar con buen pie ya que ahora tenía la oportunidad de empezar de cero en esta otra nueva vida- Me encantaría ir a la fiesta. –le respondió- ¿Qué se celebra? -le preguntó.

     

    Vio como luego entraba una chica que por lo que decía también debía de ser nueva y sin duda había tenido mucho más valor que ella, pero tampoco le interesaba ahora micho lo que pensaran de Dragona, ya había sido muchas cosas y no le importaba lo que pensaran ya los demás, si fuera así se hubiera suicidado hace mucho tiempo. Aún así reconoció el valor de aquella chica que acababa de entrar, aquel valor que ella también le costaba encontrar para socializar.

     

    Una parte de ella le hacía un poco de gracia, pues tenía valor para enfrentarse a cualquier suicidio que pudiera llevar a la muerte, pero no se atrevía a hablar con un grupo de personas. Parecía patético pero sabía las raíces de ese miedo y la razón, por lo que tampoco le preocupaba ya que tenía una razón muy buena para sentir ese miedo que sentía iba a tener durante mucho tiempo aún.

  14. Dragona llegó a aquel cementerio de huesos de elefante, había una ligera niebla pero eso no dificultaba del todo la vista, a pesar de eso y las nubes grises que cubrían el cielo se podía ver perfectamente sobretodo aquellos huesos de elefantes algunos rotos y viejos.

     

    Había quedado allí con Jeremy pues el muy tonto la había retado a un duelo. A ella no le gustaba eso de alardear pero tampoco podía decir que no a un desafío y menos cuando no le dio tiempo a negarse a su petición.

     

    Se puso en un lugar donde en un radio de siete metros no había nada, en el lugar no había vida alguna aunque seguro habría algún animal carnívoro vagabundeando por ahí como hienas o buitres en acecho de algo en lo que hincar el diente.

     

    Dragona llegaba un pantalón corto donde en su cinturón estaba sujeta su varita y un top de color negro junto con unas converse. Su pelo estaba suelto y su flequillo tapaba levemente uno de sus ojos, como acostumbraba a llevarlo la mayoría de las veces.

     

    Cogió su varita cuando vio llegar a su contrincante e hizo una pequeña reverencia cuando Jeremy estuvo a 10 metros de ella.

     

    - Aquí me tienes, espero que ya estés contento -dijo al chico que fue el que había llegado tarde al lugar donde él había pedido- Espero no decepcionarte -dijo recordando las palabras del chico de que ella no era mejor que él. Sin más, empezó el duelo:

     

    - Incarcerus -tres cuerdas salieron de la varita de Dragona recorriendo los diez metros para luego impactar en Jeremy. Una se ató en sus ojos impidiendo que pudiera ver, otra a la altura de su boca impidiendo que pudiera hablar, ambas cuerdas atadas fuertemente y con un espacio considerable entre ambas haciendo que tuviera que quitárselas con magia una a una, finalmente la tercera ató sus muñecas pegándolas a su cuerpo obligando a que su varita apuntase hacia el suelo.

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  15. Parecía que su comentario le había sentado bien a su futuro profesor, ahora lo que tenía que hacer era eso mismo que acababa de decir y no decepcionarle para que sus palabras no fueran mentira ni fueran dichas en balde pues odiaba alardear y mucho más odiaba mentir, sobretodo porque eso último se le daba fatal.

     

    Terminó del todo su bebida y la dejó suavemente sobre la mesa sin hacer siquiera el más mínimo ruido y lo miró mientras el chico decía eso último. Vivos posiblemente, enteros también esa probable que salieran, normales y con la mente entera y funcionando correctamente... ahí eso era algo mucho más discutible.

     

    - Impresionarte -le respondió la duda luego de pensarla en su mente cosa que solo duró un segundo realmente cuando en verdad para ella fueron más. Sonrió de lado, no sabía porqué pero ese día se sentía positiva y capad de hacer cualquier cosa, hasta el más impensable suicidio... pero eso era siempre así que tanto no se notaba.

  16. Le miraba mientras Hades hablaba, sin duda le seguía sonando extraño pero tampoco era tan barbaridad como para ir exagerándolo todo, sobretodo porque luego se convertiría en rumor y odiaba a conciencia los rumores ya que lo único que tenían cierto en ellos era el nombre de las personas, de lo demás prefería no fiarse.

     

    ¿Como se debe aburrir un profesor? Siempre había imaginado que eran los que más deseaban que llegara el verano para no tener que corregir más exámenes o aguantar más estupideces de los alumnos, que lo deseaban más que los propios alumnos. Igual simplemente eso era cada uno o si de verdad le gustaban aquel empleo. Cuando uno debe trabajar en algo que le gusta sea siendo profesor o en otra cosa a pesar de que uno siempre se queja porque sino no sería humano le debería de gustar partir ese trabajo.

     

    Sonrió de lado ante lo que dijo, la verdad era que no iba a dejarse matar tan fácilmente, siempre había sido un hueso duro de roer y así sería por el resto de su vida. Pero que una espina clavada en la planta de un pie, mucho peor.

     

    - Solos buena gente y te aseguro que todos seguirán tus órdenes. Pero si vas a intentar matarme antes tendrás que luchar -sonaba interesante eso de un duelo de alumna contra maestro, era evidente quien iba a ganar pero de todas formas seguía sonando interesante- no te lo dejaré fácil, eso te lo puedo asegurar.- no solía ser de las que alardeaban pero en ese momento no sabía porqué se sentía revolucionaria.

  17. http://i1281.photobucket.com/albums/a514/IronyHeartilly/Nathan_zps06889650.jpg

    Miró como reaccionaban los alumnos y sin duda le pareció una buena actitud esa de defenderse a ellos mismos y seguir queriendo estar en equipo y no desconfiar los unos de los otros a pesar de que no muchos se llevaban del todo bien.

     

    No pudo evitar sonreír de lado, si el fuera el profesor estaría orgulloso de aquella clase por no haberlo pensado ni un momento y además mantener la calma de ese modo. Sin embargo, esa sonrisa se borró cuando vio a aquella chica medio animal hablarle así a Irony.

     

    - Oye, no te pases -dijo acercándose a Liss sin poder evitar que en su rostro se reflejara cabreo -Que nadie te escuche cuando tu hablas es tu problema pero no tienes derecho de hablarle así cuando fuiste tú la que empezó - estaba bastante cabreado por que le hubiera dicho eso a Irony.

     

    Miró a Jeremy y enarcó una ceja ante su comentario, esperaba que no pensara que el intruso fuera uno de ellos porque si no le daría un golpe bien merecido por pensarlo. Igual él estaba un poco anticuado pero no quería sospechar sin pruebas y confiaba en la deducción que había hecho Irony antes.

     

    Además de que no solo fue eso, aún encima también había llamado cría a Iro cosa que le cabreó aún más y no pudo evitar ahora dirigirse contra él.

     

    - Aquí el único crío que hay eres tú Damina, -le dijo eso ya a propósito- veo que no tuviste suficiente la última vez cuando te derroté en un duelo -tenía que haberlo matado ese día pero dejarlo en ridículo le había parecido la mejor opción. -¿Por qué no aprendes tu también un poquito más de modales?

     

    Igual se estaba calentando de más, ultimamente se enfadaba mucho con facilidad y no sabía muy bien porqué pero en este caso no podía pararlo.

     

    De pronto todo comenzó a temblar, era el terremoto que temía que comenzara a enunciar la llegada de que el volcán estaba cerca de explotar. Se agarró instintivamente a un árbol para seguir de pie, en el mismo que Irony ya que era el más próximo de todos. Mientras, los demás caían sin poder evitar perder el equilibrio. Se les acababa el tiempo...

     

     

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    Se distrajo con Romina cuando esta le llamó la atención cuando la saludó. Parece que no se había enterado de mucho así que intentó pensar el mejor resumen para intentar decirselo lo más corto y entendible posible.

     

    - Bueno, primero que a Jeremy le picó un Billiwig y Irony lo usó de globo, gracias a eso pudo ver que el volcán entró en erupción y justo ahora acaban de volver los profesores y Cillian ha dicho que hay un espía entre nosotros y que hay que matarlo -le contó e hizo una pausa para ver su reacción- tranquila, eso último es mentira, yo confío en todos vosotros y se que no puede haber nadie, además, dime que ganaría el espía metiéndose en una clase e.e aparte de una muerte segura nada. Mejor por eso no te preocupes -recordó también lo de Nathan pero prefirió ahorrarse esa parte del resumen...

     

    Le sonrió a su amiga luego de ver su reacción, vamos lo más normal del mundo. Ya deberían acostumbrarse a que los profesores los enviaran a un lugar donde pudieran morir en este caso a una isla con un volcán a punto de entrar en erupción. Lo que sí es nuevo es eso de que los profesores acusan a uno de los alumnos pero ya era lo que faltaba por venir así que prefirió dejarlo correr y no hacerles caso, no haría caso a una cosa tan absurda como esa. Esperaba que Romina hiciera lo mismo y no comenzara a sospechar de nadie.

     

    Escuchó entonces el barullo que se estaba formando y como los chicos se habían alterado. Vio que el tono de voz comenzaba a aumentar demasiado y, un poco dudosa, pero sabiendo que no la iban a matar... ¿verdad? fue hacia ellos intentando calmar un poco la situación antes de que fueran a peor, se suponía que eran un grupo, compañeros, que tenían que llevarse bien... nadie parece entender esa palabra ¿cuando la quitaron del diccionario? Tendría que comprarse uno nuevo más actualizado.

     

    - Calma vamos, no es momento indicado para discutir, Less, deberías pdirle perdón a Iro porque eso que dijiste fue muy feo -le dijo con total sinceridad sin poder evitar reñirla. Debería saber como era Irony y que ese era su caracter normal y no tenía ninguna mala intención al llamarle la atención de una forma que no había sido tan grosera como la de Liss.

     

    Dragona cayó al suelo sin poder evitarlo y tuvo que esperar allí en el suelo hasta que pasara el temblor el cual se le hizo eterno, nunca había sufrido ningún terremoto pero comenzaba a marearse bastante. Cuando el temblor paró sintió que su cabeza seguía dando vueltas como si las ondas se repitieran en estas y tuvo que esperar un poco antes de poder levantarse porque sentía que sino volvería a caer.

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  18. Le habían dicho que necesitaban hablar también con Jeremy así que salió un momento de aquel departamente para lanzarle un oppugno a un perro que justo paraba por allí el cual utilizó para mandarle un mensaje el cual había escrito y se lo puso sujeto al collar que el animal tenía. Mientras el perro iba a buscar a su compañero ella volvió a entrar a la segunda planta de aquel edificio.

     

    Sabía que el patronus sería más fácil pero no se encontraba preparada aún para eso. Así que mientras pudiera evitarlo mejor hasta que se sintiera preparada del todo para poder ver aquel patronus el cual le causaba demasiadas emociones juntas. A no ser que fuera una emergencia prefería no utilizarlo.

     

    Mientras el chico no llegaba se sentó en una de las suyas y miró la hoja que anteriormente la recepcionista le había dado para que fueran a inspeccionar la casa, le parecía mucho lío pero no creía que hubiera ningún problema.

     

     

    Petición para Cateos

    - Nombre: Dark Dragona

    - Lugar deseado para realizar el Cateo (Link):

    http://www.harrylatino.org/index.php/topic/99690-auasua-mansion-black-lestrange-auasua-mm-b-78195/page-71

    - Razones para el registro: La órden del fénix atacó a KatieBlack en la mansión Black Lestrenge

    - Otros Datos: El ataque se concentró en la entrada de la mansión

     

    Luego de rellenar aquella hoja se la entregó a la recepcionista que le había dado y justo Jeremy apareció a su lado y sonrió de lado al ver que sí había funcionado lo del mensaje con el perro, era la primera vez que se alegraba de verle.

  19. http://i1281.photobucket.com/albums/a514/IronyHeartilly/Nathan_zps06889650.jpg

    Cuando escuchó las palabras de Jeremy no pudo evitar voltearse y ver aquel volcán que parecía estar a punto de entrar en erupción, la verdad no sabía la respuesta que el chico había dado, en su vida había visto pocos volcanes, algunos activos y otros no, pero nunca tuvo la suerte de que este llegara a estallar por lo que no sabía muy bien cómo hay que reaccionar.

     

    De sus labios salió una palabra mal sonante pues esperaba que la lava no llegara hasta ellos, y aunque así fuera ese no sería el único problema, las cenizas también aquellas que parecían secundarias cuando se hablaba de un volcán podrían llegar a ser letales. Muchos poblados que vivieron en el pie de un volcán activo la pasaron bastante mal por ella, llegando hasta el límite que era la muerte.

     

    Abrí más los ojos dándose vuelta a la dirección de aquella voz que hizo que se le pusieran la piel de gallina, por un momento deseó que la tierra le tragara, prefería hasta los insultos de Irony antes de enfrentarse a ese tipo que le daba repelús.

     

    Tal vez su mente prefirió olvidarlo todo...tal vez su memoria quiso que sobreviviera a lo que pasó... porque tuvo un lapsus y de pronto lo único que recordaba después del volcán era que se estaba levantando del suelo y que tenía que ayudarles, algo que le parecía ya más normal.

     

    No pudo evitar esbozar una sonrisa de lado en la que se viera sus colmillos, ¿morir? jamás iba a dejar que alguien como aquel lo llegase a matar. No sabe las atrocidades que en su vida a vivido y no era nada en comparación contra ese tipo.

     

    Su parte rebelde quería mandarle de nuevo a la mier** y hablar con Irony solo por fastidiar, sin embargo lo que dijo después le desconcertó por un momento y no pudo evitar sorprenderse ¿un infiltrado? ¿Qué clase era esa? ¿Es que ahora iban a sospechar los unos de los otros? No habían mencionado nada de eso antes y de pronto ellos siendo los profesores se vienen con esas.

     

    Se cruzó de brazos molesto ¿que era aquello si se podía saber? si era una broma no tenía gracia. No se creía que eso fuera posible por el simple hecho de que no se lo creía.

     

    - ¿Que prueba tenéis para acosar a unos alumnos de esa manera si puede saberse? -no podía evitar enojarse ante aquella idea porque se suponía que los profesores debían de hacer que los alumnos estuvieran juntos y que supieran trabajar en equipo, no todo lo contrario haciendo que sospechen los unos de los otros.

     

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    Echó una hojeada al volcán que Jeremy y ahora todos estaban viendo, sin duda parecía molesto y a punto de entrar en erupción. Cruzó sus manos tras su espalda, nunca antes había visto tan de cerca un volcán, solo sabía de ellos por lo que había visto en algunas ilustraciones y por lo que le habían contado. Ahora que lo pensaba... cuando le contaron la historia de Pompeya le había quedado gravado todos los pasos que pasaba cuando un volcán entraba en erupción y antes de que la erupción se diera antes había varios terremotos como anunciando que algo malo iba a llegar. Le había gustado mucho aquella historia de Pompeya porque le pareció muy triste como murieron todas esas personas...

     

    - No tengo idea -contestó la pregunta de Jeremy tranquila con una sonrisa en los labios, todo lo contrario de lo que estaban sus compañeros, pero el hecho de alterarse no mejoraría las cosas, y ella ya de por sí pensaba mal estando tranquila, a saber lo mal que pensaría si se alterara. Sabía que ese era uno de sus mayores defectos y que cuando se dejaba llevar por alguna emoción fuerte como de ese tipo luego las cosas que creía hacer bien y podía hacer bien le salían torcidas.

     

    Miró a los profesores impacientes porque nos dijeran su primera tarea, apartó la mirada disimuladamente no queriendo ver los gestos que hacían con Nathan, el pobre le daba mucha pena... ella en su lugar no sabría que hacer, aunque cuando se levantó parecía un poco confundido pero ya no alterado... ¿se habría golpeado demasiado fuerte en el suelo?

     

    No comprendía como un profesor podía mostrar eso a los alumnos, debería estar restringido o por lo menos no hacerlo delante de todos porque le parecía que ya todo el mundo se había enterado que pasaba por su mente. La verdad, ella nunca había pensado antes en el físico de Nathan, tenía demasiadas cosas en la cabeza como para pensar en eso pero sería la comparación que estaba haciendo con aquel otro chico que tiempo atrás se había enamorado que Nathan le parecía un chico normal y que Cillian estaba exagerando un poquito con su obsesión.

     

    Sus pensamientos fueron a otra parte cuando el profesor siguió hablando después de decir que era lo que pasaría con Nathan. No pudo evitar sorprenderse por lo que dijo... ¿que no venían a buscar objetos? Esto no tenía ni pies ni cabeza ¿que haría un intruso en la clase? Si no ganaría nada...

     

    Miró un momento a sus compañeros esperando que no llegaran a creer aquella barbaridad, debía de ser una prueba para tenerlos a prueba, no podía ser otra cosa por que se suponía que los profesores debían mantener el orden y con eso no provocaría más que todo lo contrario.

     

    - No debemos comenzar a sospechar los unos de los otros, yo confío en todos y se que ninguno es un infiltrado -no pudo evitar decir al grupo preocupada por que se pudiera formar el pánico con lo que dijo Cillian y luego aún encima el volcán.

     

    No conocía a muchos pero sí a la mayoría, Irony, Jeremy, Romina, Alexis, Less...eran los que más conocía y no se creía que ninguno pudiera llegar a ser algo parecido, y los demás aunque no los conociera del todo eran sus compañeros y por tanto confiaba en ellos. Seguro parecía una niña pequeña inocente pero no podía evitarlo.

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  20. - Asustándolos -le contestó a Alexis, era lo único que se le ocurría ya que no había lugar donde poder esconderse. Sin embargo necesitaba algo grande para eso... un expectrus grande por ejemplo pero el suyo no era lo que buscaba. De pronto, al ver a un rinoceronte correr asustado por aquella pelea y la cantidad de indios se le ocurrió una idea. Escuchó la voz de Juana y asintió con la cabeza buscando algo con que poder ahuyentar a los indios.

     

    - Oppugno -pronunció apuntando al rinoceronte, que era el animal más grande que había visto en todo el lugar y este quedó bajo sus órdenes con la orden de atacar a los indios con su feroz cuerno. Mientras el animal se dirigía ferozmente a embestirlos lo volvió a apuntar pronunciando- Engorgio - pronunció y un rayo que salió de su varita le dio de lleno al rinoceronte aumentando tres veces su tamaño original asustando a muchos de los indios que tenían atrapadas a las profesoras.

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  21. http://i1281.photobucket.com/albums/a514/IronyHeartilly/Nathan_zps06889650.jpg

    Dudaba que Irony fuera a buscar a Dragona y sería un iluso si de verdad esperaba eso. Tal solo podía esperar a que ella volviera sola o que al menos se acordara de hacer las chispas... pero sabiendo como era ella seguro ni se acordó de aquel detalle que habían mencionado los profesores anteriormente por si uno se encontraba en apuros.

     

    Vio aparecer a dos alumnos más y frunció el ceño al ver que uno de ellos era Damian. ¿Que no podía perderse por una vez? Ya lo tenía cansado aquel vampiro, dudaba que alguna vez se llevaran bien ya que con buen pie no habían empezado y Nathan podía llegar a ser muy testarudo para volver a cambiar de idea, tendría que pasar algo muy grave para que fuese así.

     

    Sonrió de lado al ver como Jeremy era picado por uno de esos pequeños Billywigs, sin duda eso hizo gracias, pero no supo que pensar cuando Irony se dirigió hacia él intentando que no se fuera de aquella forma, ¿en que estaría pensando?

     

    Se cruzó de brazos un poco molesto porque con ese no era igual de borde que con él. No pudo negar que hizo gracia lo que dijo la chica sobre el globo y le dieron ganas de pinchar a Damian a ver que pasaba y si salía volando.

     

    No conocía el hechizo para curar aquella picadura, y si lo conociera tampoco iba a ayudarle. Él nunca fue ningún experto en la varita realmente hasta que se vio "obligado" a convertirse en mortífago, pero dentro de aquel extraño grupo en el que solo había durado una semana solo pudo aprender lo básico y los detalles los tuvo que deducir por él mismo, en eso su ingenio si servía, tal vez solo sería para matar y nada más, últimamente pensaba mucho en aquello. Menos cuando estaba con Irony, ella parecía ser la única que lograba calmarlo, igual porque estaba atada a su pasado o por lo que sentía por ella, quien sabe, pero ella era su única cura.

     

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    Caminó por aquel oscuro bosque, Dragona se había metido tanto en la selva que hasta se había olvidado de la sugerencia de los profesores de lanzar chispas si se encontraban en apuros. Pero ella no estaba en peligro, solo se había perdido y quería aprovechar para inspeccionar un poco más aquellos alrededores.

     

    Por un momento se preguntó que tal le irían a sus compañeros, seguramente no muy bien pero dudaba que se pusieran a matarse los unos a los ojos... ¿verdad? No los creía capaces... aunque tampoco los conocía a todos ni tampoco con los que había hablado los había visto al borde de su paciencia así que casualidad sabe que es lo que sucederá si eso pasa.

     

    Miró a su alrededor, parecía que se adentraba cada vez más en aquel profundo bosque y cada vez había menos luz. No sabía si sería por que estaba anocheciendo o porque la frondosidad se había hecho más profunda y los rayos del sol no llegaban penetrar bien en aquel lugar.

     

    Agudizó la vista cuando distinguió algo brillar en el fondo. Con cuidado, se acercó a aquel extraño brillo que destacaba entre toda aquella oscuridad se que estaba formando y pudo ver que era una pequeña hada que se había atorado en una rama de un árbol. Alzó la mano intentando cogerla pero se pronto sintió que una rama apartaba su mano con un golpe que le llegó a dejar un rasguño.

     

    Abrió los ojos sorprendidas sin saber muy bien de que se trataba, volvió a intentarlo de nuevo pensando que sería una casualidad o imaginaciones suyas pero otra rama volvió a apartar su mano llegando a empujarla lejos.

     

    Miró un momento desde donde estaba al hada, intentaba librarse de aquella rama que parecía la había atrapado, era extraño pensar como había podido quedar atascada en aquel lugar. La rama estaba un poco más arriba que ella pero podía llegar si se estiraba un poco, el caso era que no podía si el árbol no le dejaba, ya que parecía que era eso.

     

    Echó un ojo al árbol y con cuidado de no pisar sus raíces se acercó a él y puso una mano en su tronco bajando levemente la cabeza cerrando los ojos, dudaba que llegara a funcionar pero no pasaría nada por intentarlo además de que no había nadie cerca que la acusara de estar loca por hablar con un árbol, más ella era de las que sabía que las plantas tenían alma y podían sentir, en especial aquel árbol que casi la tiró al suelo.

     

    - Me llamo Dragona... No quise irrumpir en tu bosque para nada malo, solo vine en busca de algunas cosas porque me lo mandaron pero no quiero causar ningún daño -susurró con sinceridad- ¿Por qué tienes atrapada a esa hada? ¿Te sucede algo? Parece que te duele mucho... -se sorprendió de aquella última frase saliera de sus labios ya que ni se le había pasado por la cabeza antes, fue como un extraño impulso como si se hubiera conectado momentáneamente con la naturaleza, tal como siempre le había gustado hacer.

     

    Dio unos pasos atrás y de repente aquel árbol abrió sus raíces mostrando que dentro de estas tenía clavado un objeto que brillaba y que al parecer era el causante de su rebeldía. A los animales también le pasaba que cuando alguna cosa se clavaba en algún lugar se volvían fieros, no sabía hasta ese momento que también pasaba en los árboles.

     

    Bajó con cuidado sujetándose a una de las raíces hasta llegar a la altura de aquel objeto. Lo arrancó de donde estaba necesitando usar un poco de fuerza porque estaba bien sujeto y cuando lo sacó trepó de nuevo fuera de aquel agujero.

     

    Se levantó sacudiéndose un poco la ropa de la tierra que se había pegado a esta y las raíces que se habían abierto se cerraron. El árbol que parecía que todo el tiempo se estuviera moviendo como si el viento lo agitara se paró y soltó el hada que tenía atrapada siendo esta libre de nuevo y volando celebrando aquel triunfo.

     

    Miró el objeto que había arrancado, era una daga la cual parecía tener algo escrito en la hoja que no llego a leer bien. Estaba en otro idioma pero de todas formas no se veía muy bien tal vez por el transcurso de los años. Se encogió de hombros y la guardó sabiendo que en algún momento le podía ser de utilidad. Se sintió bien de nuevo al poder poseer nuevamente un arma en su poder, por más pequeña que fuera, la hacía sentirse un poco más protegida, aunque sabía que la varita también era poderosa no es lo mismo cuando uno se especializa toda su vida en utilizar todo tipo de armas.

     

    Una pequeña luz voló cerca suyo dando círculos. Era el hada que había ayudado a que volviera a estar libre. Sin duda se notaba que estaba muy feliz y no paraba de bailar en el aire dejando caer a su paso unas pequeñas estrellas que desaparecían en el segundo.

     

    - Por ayudarme, puedo concederte un deseo -le dijo el hada con una pequeña voz aguda pero bonita. Había escuchado que cuando ayudaba a un hada esta te podía conceder cualquier deseo que estuviera dentro de su alcance, le parecía sorprendente eso de poder pedir cualquier cosa pero también muy peligroso sobretodo si el deseo estaba en sus manos.

     

    No le gustaba mucho poder tener aquella libertad, su instinto se disparaba y luego ni se reconocía a si misma por eso prefería pedir algo que no fuera para ella, algo que no fuera egoísta, claro que tampoco sabía así que mejor pedir algo normal que necesitaba en ese momento.

     

    - Quisiera poder llegar al campamento donde están mis compañeros ¿puedes? -le dijo al hada su deseo y esta asintió con la cabeza.

     

    La pequeña criatura comenzó a frotar sus manos muy rápido como si las estuviera calentando y de estas comenzó a salir mucho polvo dorado parecido a la luz que la rodeaba. Cuando tuvo el suficiente polvo que necesitaba se lo lanzó a Dragona cubriéndola de aquella luz y en una abrir y cerrar de ojos la bruja apareció detrás del campamento al tiempo que aquellos polvos iban cayendo y desapareciendo de su cuerpo.

     

    Se miró por todos lados y miró a su alrededor sorprendida de lo que una criatura tan pequeña como un hada podía llegar a hacer. Escuchó voces y caminó rodeando el campamento llegando a donde estaban los demás de sus compañeros que, para su sorpresa, aún no habían llegado todos.

     

    Al parecer no había perdido tanto tiempo como ella había pensado y bien que podía haber estado inspeccionando un poco más la isla, claro que otra oportunidad como esa de que un hada te lleve no la iba a volver a encontrar, o eso creía.

     

    - ¿Me extrañabais? -dijo con su habitual sonrisa seguramente sorprendiendo a los que estaban allí y sobretodo sorprendiendo a Irony quien hubiera deseando que se perdiera para siempre en el bosque.

     

    No pudo evitar volver a sorprenderse cuando vio que Jeremy estaba flotando como si fuera el globo de Irony, sin duda parecía una comedia ¿se había perdido algo? Cruzó sus manos tras su espalda esperando que sus compañeros llegaran pronto antes de que llegara la noche, eso podía llegar a ser peligroso más si estaban en un lugar que no se conoce muy bien.

     

    Quisiera contarle a alguien lo que le había pasado, pensó en Romina para eso pero aún no estaba, además de que fuese quien fuese nadie la creería cuando contara su historia del hada. Esperaba que no le dijeran nada por la daga, no pensaba usarla contra nadie pero siempre venía bien tener un arma de urgencia a mano, se podía necesitar para muchas cosas.

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  22. http://i1281.photobucket.com/albums/a514/IronyHeartilly/Nathan_zps06889650.jpg

     

    Vio como su corazonada era cierta y la chica lograba salir de aquella trampa natural por sí misma. Prefirió no decir nada, se sentía de nuevo como un cabo al que nadie le importaba su opinión, odiaba esa parte del entrenamiento donde la palabra gusano era la más acertada para decírselo a una persona de aquel rango. Lo que gustaba de aquel lugar era dar los insultos o las conversas, no ser quien recibiera los insultos.

     

    Caminó con el mismo paso apresurado junto con Irony para no quedarse atrás por si volvía a pasar cualquier otra cosa, el bosque siempre estaba lleno de algún peligro pero este tal parecía que no iba a ser del todo así, o al menos de momento ya que todo parecía normal: Los sonidos de las naturaleza, los odiosos mosquitos...

     

    Pronto llegaron al campamento, parecían ser los primeros en llegar a aquel lugar además de que fue al final bastante sencillo. Demasiado... y esa sospecha sumido a esa soledad que emanaba el lugar le hizo darse vuelta y abrir los ojos al comprobar que sus sospechas eran ciertas.

     

    - Dragona... no está -no pudo evitar decir lo evidente pero parecía que Irony no se había dado cuenta de ese detalle. Ni él tampoco hasta que fue tarde, esperaba que al menos siguiera viva...

     

     

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    Irony había podido salir ilesa de aquellas arenas cosa que la alegró bastante, aunque parecía aún más enojada que antes así que prefirió tan solo esbozar una ligera sonrisa a modo de disculpa que ella pareció no ver, al menos podía haber sido peor, no dijo tanto como ella había creído que iba a decir por haber intentado ayudarla.

     

    Intentó seguir el paso de Irony pero iba demasiado rápido, al igual que Nathan quien poco a poco también la fue dejando atrás. Se paró un momento cuando vio que se había perdido y no sabía por donde seguir, casi parecía que estaba caminando en círculos. Cogió la varita un poco nerviosa mirando a sus lados por si apareciera alguna criatura o algo por el estilo cuando el suelo bajo sus pies se abrió.

     

    Cerró los ojos mientras sentía que caía y se cubrió el rostro para cubrirse de aquella hojas que le veían a la cara. Aterrizó cayendo de culo en el suelo, por suerte había caído en una zona donde había hierba lo que pudo amortiguar un poco su caída. Miró hacia arriba, donde se levantaba un muro de tierra de más de diez metros, por aquí le iba a costar volver así que sería mejor que buscara algún otro camino.

     

    Se levantó mirando que aún seguía entera y se sacudió la ropa la cual se había ensuciado. Milagrosamente no se había lesionado. Miró a sus lados pero no había nadie y sentía que los demás ya estaban demasiado lejos como para que la pudieran escuchar, seguramente ya estaban en el campamento y sin embargo ella se había perdido... otra vez. ¿Por que siempre le pasaban estas cosas a ella? seguro Irony se iba a molestar aún más e incluso no iba a querer volver por ella... ¿Alguien querría?

     

    Comenzó a caminar sin rumbo esperando encontrar alguna señal de alguno de sus compañeros, era imposible que hubiera acabado tan lejos donde ninguno estuviera... ¿verdad? Aferró su varita la cual seguía en su mano y miró hacia los lados esperando no toparse con otro minotauro o su sustituto de esta isla. Por lo menos... salir entera, ¿sería mucho pedir?

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  23. Cogió la empuñadura de la daba y asíntió con la cabeza mientras escuchaba a Juv. Deslizó la hoja por la palma de su mano hasta hacerla sangrar mientras recitaba el juramento que ella le acababa de decir: Yo Dark Dragona, juro fidelidad al Departamente de Misterios. Evitando a toda corta revelar los secretos sobre las investigaciones o averiguaciones que hagan en nombre de esta dependencia Ministerial....

     

    Cuando terminó de recitar el juramento, una gota de sangre cayó de su mano seguida de otras dos y no pudo describir que era aquello que sentía en ese momento mientras las llamas se avivaban pues nunca había hecho un juramento así. No era dolor lo que sentía, ni miedo... sino todo lo contrario, ansias y ánimos... además de un ligero dolor en la palma de su mano.

     

    Ya todo finalizado, suponiendo que ya estaba, le entregó la daga a Juv y luego cogió su varita apuntando a la herida de su mano pensando Espikey para sanar la herida y volvió a guardar su varita.

     

    - Daré todo mi esfuerzo y empeño por el Departamento de Misterios -aseguró haciendo una leve reverencia mirando a la directora pues por más tiempo que pasara le sería difícil olvidar los modales que en su anterior vida había adquirido. Dragona en ese momento se veía serena, responsable y serie, afirmando todas y cada una de sus palabras anterior mente dichas.

     

    Todo eso dio a su fin cuando volvió con su compañero y se sentó a su lado, pues su rostro volvió a relajarse y sus labios se doblaron de nuevo en una sonrisa, ahora queriendo ver a Jeremy haciendo él el juramento.

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  24. http://i1281.photobucket.com/albums/a514/IronyHeartilly/DarkDragonaBarraMortia_zps0b910a20.jpg

    Miraba tan concentrada sus alrededores para intentar saber de que se trataba aquella criatura que le había parecido ver antes cuando Irony se le adelantó y le lanzó piedras a lo que ella había supuesto anteriormente de que era un mono. Aún así seguía mirando a su alrededor no del todo convencida cuando sintió que chocaba con Irony.

     

    No pudo evitar abrir los ojos un momento por la sorpresa de ser tan torpe, al menos parecía un poco más calmada ya que no la había gritado tanto pero de todas formas esta vez si había sido su culpa por ser una despistada. Se disculpó bajando la cabeza y miró a Nathan quien se puso a su lado para que no se distrajera con alguna otra cosa más.

     

    Caminaba mirando el suelo para ver por donde pisaba o si encontraba algo nuevamente, solo se escuchaba a los animales y a su mente no pudo evitar recordar aquel sueño que tuvo anoche y sonrojarse levemente.

     

    /Analepsis/

     

    En el sueño había visto un espejo que flotaba delante de ella el cual reflejaba blancura a pesar de que a su alrededor todo era oscuro. Cayó en el espejo del cual salió una luz blanca que la cegó y de pronto se había visto en una habitación blanca impoluta de la que no había salida, solo cuatro paredes. Se escuchó un ruido tras ella y cuando se dio vuelta ya no hubo pared de detrás, sino suelo de azulejo y columnas y las vías de un tren.

     

    - Ejem -el sonido sonó tras ella y al darse vuelta de nuevo ya no había pared, la estación continuaba. Contra la columna estaba apoyado un chico de capa negra y cabellos castaños con ojos marrones y no dudó en ir a abrazarlo contra si y besarlo con todo su sentimiento. El chico le había respondido el beso con la misma profundidad y sintió como su corazón dio un brinco cuando su novio giró y la apoyó contra la columna para profundizar el beso.

    - Te extrañé... -susurró con lo poco que quedaba de aliento después de aquel beso, era lo único en que podía pensar en aquel momento mientras volvía a ver aquel al que una vez le entregó su alma.
    - Y yo -su voz sonaba igual de dulce para ella, más angelical incluso. Sus ojos, aunque todos los vieran normales, ella los veía especiales, y su aroma, su tacto... todo de él le parecía más hermoso que un ángel.
    - ¿Dónde estamos? ¿Como... llegaste hasta aquí? -le preguntó Dragona abrazándose a su cuello.
    - Realmente, tu viniste -no pudo evitar sorprenderse por eso. ¿Estaría en el limbo? O sería tan solo su mente, ¿habría muerto? ¿Estaría soñando?
    - ¿No llegas tarde? -sonó la voz del chico y de pronto Dragona le despertó de golpe con la respiración agitada. ¿Seguro... fue un sueño?
    /fin de la Analepsis/
    Todo le había parecido tan real que desde el primer momento dudó si de verdad se trataba de un sueño o no. Era la primera vez que le pasaba, pero sabía que los espíritus podían conectarse mediante los sueños, claro que lo normal en las personas era no recordarlo.
    Cuando volvió del mundo de los sueños a la vida real se sorprendió al ver como Irony ahora tenía su misma altura a pesar de que ella es más alta que Dragona. Miró al suelo pudiendo observar que estaba en unas arenas movedizas.
    Miró a Nathan quien ya se había puesto manos a la obra y cogía unas lianas de unos árboles las cuales lanzó hacia uno de los brazos de Irony. Dragona hizo lo mismo, cogió una liana mirando hacia arriba y abrió los ojos al ver que algo caía al tirar de esta. Se apartó justo a tiempo cuando una serpiente cayó en el suelo, una que parecía de las venenosas. La apuntó rápidamente con la varita.
    - Sectusempra -pronunció y un rayo salió de su varita el cual impactó en la serpiente matándola de un golpe, por un momento la había asustado.
    Nathan la devolvió de nuevo al problema de Iro y se puso a su lado lanzándole la liana cerca de la otra mano de la chica para que la cogiera teniendo ella el otro extremo.
    - Vamos Irony, no hay nada de malo en recibir ayuda -le dijo esperando no cabrearla más de lo que estará por intentar ayudarla.
    http://i1281.photobucket.com/albums/a514/IronyHeartilly/Nathan_zps06889650.jpg
    Miró a su prima quien sin duda seguía igual de distraída que en los viejos tiempos y se puso a su lado para que no volviera a distraerse con alguna otra cosa. Al final su curiosidad será quien la mate, no un kraken, o un dragón, o una criatura mágica, o por envenenamiento, no... por curiosidad, no sabía que opinar al respeto sobre eso, pero tenía que admitir que él también tenía una parte que era muy curiosa, solo que a diferencia de ella miraba las consecuencias que aquello podía contener.
    Los bichos del lugar comenzaban a molestarle bastante, cuando iba de misión a los bosques que se parecían a estos no tenía esos problemas gracias al traje que lo normal era que cubriera todo el cuerpo.
    Se sorprendió cuando vio que Iro se había atorado en unas arenas movedizas. Sabía que era lo suficientemente terca como para no aceptar su ayuda pero no estaba del todo seguro si conocía la forma de salir. Él había escuchado que era tumbándose en las arenas y arrastrarse por ellas pero eso lo veía aún más peligroso así que prefería no comprobarlo.
    Actuó rápidamente y cogió una liana asegurándose de que no había nada sujeto a esta y rodeando las arenas movedizas como luego haría Dragona se puso delante de Irony para lanzarle el extremo de esta quedándose él con el otro extremo. Dudaba que quisiera ayuda pero no quería arriesgarse, prefería soportar luego los insultos que esta le echaría.
    Miró a Dragona quien estaba entretenida con una serpiente, le llamó la atención para que no perdiera más tiempo y se centrara. No supo muy bien si estuvo correcto decirle eso a Iro pero lo descubriría pronto.
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  25. No pudo evitar sorprenderse cuando le dijo aquello de que le daría clases y no supo como comportarse. Casualidad..., ¿por que? Al menos tenía la pinta de ser un profesor bueno y no de esos que te llevan a una reserva natural para matarte, pero prefería no fiarse de las apariencias.

     

    Sonrió al escuchar eso de que quería tener una clase activa y a la mente le vino "cuidado con lo que deseas" porque cualquier deseo tiene sus cosas malas. Ella sin duda era activa, nadie podía negar de ello, pero también lo eran sus compañeros y al final la clase podía acabar de una forma u otra, todo dependía como lo quisiera Casualidad.

     

    - Yo y todos mis compañeros somos muy buenos con la varita -dijo con toda confianza, pues ella sabía que era verdad. Romina, que era la que parecía que menos sabía del tema, con un poco de práctica podía llegar a superarla. Dragona quería llegar a los alto, ser reconocida y no pudo evitar que sus ojos brillaran pues le gustaba mucho el duelo.

     

    Lo curioso era que no había cogido la varita en toda su vida, solo una vez cuando se la entregaron. Luego de haber invocado arañas con la primera, sin duda una linda primera impresión pero por lo menos no había roto los cristales como una amiga suya. Pero ahora tenía la varita perfecta para ella y ahora que sí la usaba estaba estudiando todo a conciencia para poder ser tan buena como lo era con las armas.

     

    - Te aseguro que será una clase... memorable -esa era la palabra clave, pues solo casualidad sabía lo que iba a pasar en ella. Ya prefería no hacer suposiciones, cualquiera diría que en una clase de duelos no podía pasar nada, pero luego de que los leones casi les comiera en la última prefería no hacer ninguna opinión al respeto. -¿Tú también vas a querer matarnos? -bromeó, no sabía si su futuro profesor entendería de que estaba hablando o quizá sí. Sino tampoco le importaba contar a todos los peligros que se tuvo que enfrentar desde que vino a la Academia. Si una madre quisiera librarse de su hijo solo tenía que mandarlo a este lugar.

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