Dark Dragona

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Discutía con aquel engendro cuando vio a Irony ponerse entre ambos y no supo descifrar la alegría que tuvo al ver como esta le abofeteaba tan fuerte a aquel vampiro chupa sangre. Sonrió de lado, pero esa felicidad le duró poco cuando él también recibió su merecido y sintió un fuerte golpe en el pecho.

Se tuvo que arrodillar un momento sintiéndose herido, apoyando un puño en el suelo. Se levantó mirando un poco preocupado a Irony e insultándose a sí mismo, esto le pasa por perder su tiempo con Damian, ese no valía ni el tiempo de una hormiga.

Miró como se alejaba e intentaba calmarse, no sabía muy bien que hacer, si irse o...dejarla sola con aquella víbora. Prefería estar con ella, esperaba que al menos en el viaje lograra hacer las paces. Pero eso significaba acercarse a uno de los profesores.

Una vez que estuvo solo, pues Damian se había ido refunfuñando junto al grupo. Pensó un momento su estratagema. No era bueno en estrategias, esa era Irony, pero sí era algo bueno y eso era su creatividad y sabía como aprovecharla como en estos momentos tan extremos. Solo esperaba que Irony no se enojara más con él pero quería pedirle disculpas por su comportamiento de niño pequeño.

Se acercó a los profesores los cuales ambos estaban hablando mientras no venían más alumnos, parece que había más tardones de lo que se imaginaba. Se encontraba un poco nervioso, aún le dolía el pecho pero estuvo en situaciones peores así que no le costó soportarlo.

- Buenos días -saludó cortés y educadamente a los profesores- Mi nombre es Nathan White, realmente yo ya me he graduado, vine tan solo a visitar a mi amiga Irony. Siento si he causado algunas molestias -realmente lo decía por cortesía pero luego se dio cuenta de que no iba mal encaminado pues seguramente muchos habrían notado la escena- No sé cuan peligroso podrá ser aquel lugar al que vayan, pero si es así ¿podría ir con ustedes? No seré ninguna molestia y podría defender a los alumnos en caso de peligro mayor -esperaba que esa escusa sirviera.- o ayudar de alguna forma, se extrañan los días de cuando uno solo tenía la preocupación de estudiar -comentó sabiendo que ellos lo entenderían y que posiblemente por eso, por un día, hicieran una excepción, eso si eran majos y no les importaba. Al fin y al cabo si a el le pasara algo no correría por cuenta de nadie. Él estaba solo, y se valía solo, y sabía que Irony era igual, pero de todas formas quería tener una oportunidad para disculparse.

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Vio a Liss aparecer en la clase y se vino a su grupo. Le caía muy bien aquella chica, le parecía muy simpática y amable. Le sonrió invitándola a que se uniera, cuantos más fueran mejor.

- Claro, vente con nosotras. Ven, te presento a Lumiere -le dijo presentando a ambas chicas. Notó que Liss se encontraba rara, no estaba tan... ligera, en lo que cuerpo se refería, como antes. Además, no hacía tanto frío para que se encogiera tanto. Se preocupó un poco por su compañera por si le había sucedido algo- ¿te encuentras bien? -le preguntó pensando si tuviera alguna lesión o algo por el estilo.

Algo más capturó su atención al escuchar un gran golpe y se sorprendió al ver a Irony con Damian y...¿Nathan? ¿que hacía el aquí? No sabía que tuviera permitida la entrada... aquel chico no cambió, siempre suicidándose y metiéndose donde no debe, pero no podía criticarle ya que ella era otro tanto de lo mismo.

Miró de reojo como Irony se alejaba de ellos quedando un poco fuera del grupo seguramente para tomar un poco de aire y relajarse. Si alguien tuviera que ir a verla seguramente sería Alexis, ella era la única que podía calmarla, si fuera Dragona solo lo estropearía más así que prefirió quedarse donde estaba a pesar de que quería relajarla un poco.

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Sin duda se enfureció por eso ¡¿un león?! venga ya, se había enfrentado a cosas mucho peores, mucho más letales y mucho más feroces. Él en su lugar ya se hubiera traumado y ahora mismo estaría en un manicomio o psiquiatra como mínimo chupándose el dedo contando las locuras que ha visto y que lo dejaron loco en aquel lugar.

- Tu a mi no me das órdenes chaval -le miró con unos ojos totalmente serios y duros queriendo agarrarle del pescuezo. Aquel pensamiento le hizo gracia recordando como lloraba cuando Sira le había levantado con una sola mano y casi ahogado con la misma.

Sonrió de lado. Je, claro, ahora se iba de rositas diciendo que solo quería su amistad, no se la creía ni él. Tenía tantas cosas en mente de aquel tipo, y ni una buena que era lo más increíble. Bueno, sí tenía algo que le hacía destacar lo admitía, su arrogancia. Se veía a kilómetros que se creía el mejor cuando realmente era tan solo un patán.

- Diría que domaría a aquel león para luego mandarlo a que te coma, pero seguramente le daría una indigestión al comer una lagartija -dijo refiriéndose a él. ¿Quién se creía que era? Nathan tenía más autoridad en él que Damina en él.

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- No, no sé nada, espero que lleguen pronto o se perderán la aventura. -le respondió la pregunta a Romina. La verdad era que quería comenzar ya, empezaba a aburrirse un poco. Esperaba que no se tardaran, deseaba comenzar ya el suicidio, es decir posible muerte, es decir clase, es decir aventura peligrosa... no espera, estaba bien, clase.

- Creo que aún falta más gente... -aún no contó si faltaba alguien más pero era probable que sí.- ¿Tú sabes por un casual a donde vamos? -le preguntó a Lumiere, seguramente no pero era más que nada para entablar conversación y que no se sumiera todo en un silencio incómodo. Estaría bien que contara donde había ido la clase en la que ella estuvo anteriormente. No supo porqué repetiría, le parecía bastante fácil; arriesgado, mortal, posibles lesiones (mentales), pero fácil.

Vio como Alexis llegaba con una entrada casi triunfal si no fuera porque aún faltaban personas por llegar detrás de ella. Pero si hubiera sido la última sin duda sería la más destacada del grupo. Le gustó mucho su presentación, sin duda tenía garra y fuerza. La saludó con la mano sonriéndole, al menos ya tenían a alguien para que calmara a Irony por si esta se enfadaba de nuevo por algún... incidente.

Vio aparecer a Alexis no muy lejos de donde estaban pidiendo explicaciones, ella también lo haría y en su lugar se enfadaría de la misma forma. Claro que no tenían el mismo carácter por lo que Dragona aparentaba llevarlo con más calma. Pidió un resumen y sintió con eso que la llamaban.

- Esta es la clase de duelo -le resumió tal como ella quería- parece que no les bastó con generales y quieren volver a intentar matarnos -sonrió de lado pero en parte ya no sería si esa broma sería cierta o no.

Vio entonces que Liss se acercaba a ella, parecía calmarla al verla. Lo entendía, estar en una clase nueva donde no conocías a nadie debía de ser bastante difícil. Parecía algo asustada, se veía que adoraba más a los animales que ella ya que la había visto escapar para no atacar a ningún animal. Tendría que mostrarle un hechizo aparte del sectusempra que le pudiera valer para defenderse ya que lo iba a necesitar. Justo detrás de ella vino corriendo una leona y rápidamente apuntó con su varita al felino:

- Incarcerus -dijo y de su varita salieron tres cuerdas y ataron a la leona, una en torno a su morro para que no pudiera abrirlo, otra ató sus patas delanteras a su cuerpo y otra sus patas traseras también pegadas a su cuerpo de forma que no se pudiera mover gracias a la dureza y anchura de las cuerdas.

-¡Claro! -le respondió a Liss feliz de que se uniera a ella luego de parar a la felina y dejó que las demás también se presentaran.

Hola! bueno, imagino que ya algunos me vieron ya empezar a postear y es que soy muy compulsiva al menos cuando tengo tiempo (cosa que no tendre cuando comience las clases u.u') y bueno, se que roleo mucho pero de igual forma me gustaría especializarme más en otra de las áreas:

Nick: (Pues eso, esta arriba (?) XD) Dark Dragona

Área de interés: Duelo

Skype: pregunta a Adr (?)

Entró al despacho cuando la directora les dio su permiso. No sabía porque la mujer hablaba de esa forma, parecía más misteriosa de lo que ya aparentaba. Avanzó junto con su compañero y se sentó donde esta le había indicado. Vio aquella daga y por sus palabras comprendió que aquel tan famoso juramente era de sangre, cosa que la intrigó más. Mientras no fuera en la vena de las muñecas (cosa que le daba mucha grima) no le importaba hacerse un corte en la palma de la mano.

Escuchó su cuestionario, era normal que quisiera saber porque se habían decidido por querer trabajar en aquel lugar, tal vez también porque no era normal, ya que cuando miró para entrar no había nadie. Dragona fue la primera en coger iniciativa para responder su interés y antes de hablar cogió una de las bebidas la cual le parecía agua para aclarar su garganta y relajarse un poco ya que incluso se había olvidado de que estaba nerviosa.

Justo cuando se dispuso hablar apareció otra persona la cual parecía confundido, igual el que una mujer mayor apuntase a dos niños con una daga no era lo más normal de ver. Le sonrió tranquila mente para que viera que realmente no pasaba nada.

- En primer lugar, encantada, yo me llamo Dark Dragona -dijo más que nada por el que acababa de entrar ya que algo le decía que su directora ya sabía quienes eran- Quisiera dar las gracias por que me admitieran en este trabajo y daré todo mi mayor esfuerzo -sonrió para luego sí, responder a la pregunta de Juv- Quise entrar aquí porque me gustan los misterios, soy muy curiosa y siempre quiero saberlo todo y resolver aquello que nadie supo, me gustan mucho los retos, -admitió- por eso creí que este lugar era el más indicado para mí -dijo sinceramente, ademas el de criaturas mágicas estaba lleno.

Dijo finalmente y no supo si ahora llegaría el momento de que le hiciera un leve corte, pero claro, no sabía exactamente que era lo que tenía que decir. Seguramente esperaría a que su compañero respondiera también la pregunta. Dio un sorbo más de su agua mientras le miraba sentada y movía sus pies hacia delante y hacia atrás. Era una manía que tenía, tenía que moverse cuando estaba nerviosa o tenía que hablar en público o estaba ilusionada... pero tenía que mover algo de su cuerpo o sino sentía que iría a explotar.

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- Bien -respondió. La verdad, le gustaba su espíritu de aventura, a pesar de todo y de poder estar en peligro queriendo divertirse con todos. Sabía que no todos pensaban de la misma forma pero le gustaba ese pensamiento de su amiga Romina. Cuando le hizo la última pregunta no pudo evitar soltar una risa, la verdad es que lo había intentado pero no vio ninguno.

- Yo ya fui en un tiempo y te digo que no funciona de nada, lo único que consigues es desahogarte. -le contó- Además, luego de que le hubiera dicho toda la aventura que pasé seguramente me pondría un expediente de que enloquecí y veo cosas en mi mente. -realmente era así porque nadie se iba a creer lo que contara que pasó en aquel lugar.

Observó que llegó otra chica, le sonaba de algo, posiblemente le hubieran hablado de ella. Vio que estaba un poco perdida, debía de ser una repetidora, lo mejor sería ir advirtiéndola de que este curso no será tan normal como el anterior. Se acercó a Lumier junto con Romina y la saludó con una sonrisa.

- Hola, en cantada, yo soy Dark Dragona -ya prefería dar su nombre completo y que la llamaran como quisiera- y ella es Romina -dijo mirando ahora a su compañera. Le parecía extraño que las demás aún no hubieran llegado.

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No pudo evitar sorprenderse cuando Irony le dijo aquello de la clase, ¿en que pensaban los profesores? espera... ¿seguro eran profesores entonces? ¿Qué clase de director aprueba que los alumnos vayan a sitios tan peligroso? Vale que estaban acompañados pero de igual forma podía suceder algo y él al menos en su lugar siendo un principiante (como el vampiro) que no sabía ni manejar la varita no firmaría nada que dijera algo parecido.

Miró a Irony sin saber realmente que decir ya que la estaba reprochando bien. ¿Qué importaba que le vieran? Lo mucho que podía pasar era que le dijeran que tenía que irse, no podían hacerle nada que le perjudicase. Se cruzó de brazos, queriendo saber que ley le prohibía estar aquí.

- Yo soy el más capacitado para protegerte las espaldas, lo sabes -le dijo recordando que no sería la primera vez y que ya que eso sería tan peligroso necesitaría a alguien como él.

Vio aparecer a otra chica que no conocía pero que Alessandra le presentó. Siempre le resultaba curioso ver a dos gemelas, por el parentesco.

-Encantada- le dijo con una sonrisa y le dio dos besos en la mejilla preguntándose si sería tan cariñosa como su amiga Alessandra.

Entonces vio aparecer a ambos fantasmas siendo regañados por la rubia, sí, habían hecho algo y casi que no quería preguntar el que. Sabía que si era cierto que muchos espíritus se aburrían por no tener cosas que hacer pero aún así siempre se podía estar ocupado, claro que eso significaba a prender algo y no estaba del todo segura si a esos chicos precisamente les importara eso.

Su atención cambió cuando un hombre, el dueño de los hipogrifos, se acercó para hablarles. Miró al hipogrifo, así que Nara, era un nombre muy bonito. El hombre miró a los animales que estaban deseando estirar las alas, parece que era la primera en hacer la carrera, se puso un poco nerviosa pero lo disimuló bien pues también estaba emocionada.

- De acuerdo... si me disculpáis -dijo a las chicas preparándose para la carrera. Miró el hipogrifo con quien iba a correr acariciándole las plumas- encantada, yo soy Dragona -le sonrió y con cuidado, montón encima de aquel hipogrifo. Era la primera vez que montaba en uno y sin duda se sentía muy bien, era una sensación nueva.

Se puso en la línea de salida y esperó a que diera la señal mientras miraba el escenario, esperaba que no resultara muy peligroso.-vamos a por la meta- dijo decidida a ganar y parece que su hipogrifo la apoyaba en esa idea, se veía igual de entusiasmado que ella. Aferró las riendas y en cuanto dio la señal salió corriendo para luego ver como el animal extendía sus alas y las agitaba emprendiendo vuelo comenzando ya la carrera.

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Le estaba mirando fijamente a aquel vampiro queriendo tenerlo controlado cuando vio que se movía y frunció el ceño, y frunció más el ceño cuando vio lo que hacía. Ese cretino... ¿Pero como se atrevía a hacer eso? Además, menuda originalidad, eso podría haberlo hecho cualquiera, pero sabía que Irony no era de esas chicas a las que podrías atraer con un regalo como ese.

Él sabía bien lo que a ella le gustaba, aquello que a ella le haría feliz. Podía hacerle la cita más perfecta que haría que incluso sonriera. Si no fuera por que ese patán se pusieran justo en el medio. Aunque tenía que reconocer que ese no era su único obstáculo, también el lugar no tenía aquello que él necesitaba para su cita perfecta. Ningún local se le podía asemejar.

Pero no dejaría que nada le parase, la llevaría por todo el mundo si fuera necesario para que ella fuera feliz, cosa que no lo sería si estuviera con él, ese no sabría hacer feliz ni a una mosca, y eso que él es más que basura a la que ellas debían de sentirse atraídas.

Se sorprendió que ella lo abriera y que no se mosqueara, sobretodo su comentario lo enfureció más. ¿Qué diablos había puesto en esa caja? Quiso ir hacia ese vampiro cuando vio que ella le había descubierto. Intentó no parecer dudoso y siguió con su pose normal.

- Nadie me impidió el paso así que imaginé que no habría problema a que viniera. -le dijo sinceramente, era increíble que enfadada siguiera siendo tan hermosa- ¿Es que vas de excursión? -no comprendía aún porque estaban dando la clase fuera, en cualquier caso le parecía que eran pocos estudiantes o igual es que se le pegaron las sábanas.

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Estaba distraída con una flor que había cogido de la hierva, una margarita, tocando sus suaves y blancos pétalos. Antes siempre le gustaba arrancarlos preguntando lo típico de que si aquel chico la quería o no la quería. Pero ahora no lo necesitaba, ahora le parecía una pérdida de tiempo que realmente no servía para nada.

Prefería no molestar a Irony ya que solo lo empeoraría más así que se acercó a Romina moviendo la flor entre sus dedos haciéndola girar de un lado a otro. Parecía que la chica no quería volver al psicólogo, no sabía porqué, si la última aventura había sido muy divertida además que fue de lo más normal... en su imposible totalidad claro.

- ¿Que tal? -le dijo a su compañera luego de que esta se presentara, aun faltaba porque viniera gente, esperaba que July y Gene vinieran también, ¿o estarían aún demasiado traumadas? Iba a preguntarle si sabía algo de ellas pero seguramente sabría lo mismo que ella así que no tendría caso hacer una pregunta a la que ya sabía respuesta.

- ¿A donde crees que nos enviarán esta vez? Yo apuesto por una plaga de zoombies-o igual eso no era tan extraño- ¿o mejor por animales parlantes? ¿tú que dices? -le guiñó un ojo al tiempo que le dedicaba una sonrisa. Seguro el psiquiatra con ellas se forraba.

No sabía que era lo que les tocaría esta vez y no sabía si quería saberlo tampoco, pero algo estaba claro, vivos o normales no iban a salir. Seguro ya se cansaron de ellos por no haber conseguido matarlos antes y ahora los envían directamente a la boca del lobo. O a lo mejor lo que querían era que no volvieran a pensar con razonamiento como antes, en cuyo caso eso último lo estaban consiguiendo.

Estaba distraída con el tan hipogrifo que no se había dado cuenta del barullo que se había formado- ¿Cómo te llamas precioso...? -le dijo al hipogrifo mientras seguía embelesada con sus blancas plumas. Entonces sintió que alguien chocaba con ella casi tirándola pero logró mantenerse en pie ya que el golpe no había sido muy fuerte.

-Alessandra -dijo sorprendida al verla y le respondió el abrazo cuando esta la aplastó.-Pasaba a explorar por aquí cuando vi los hipogrifos y no pude evitar acercarme- se excusó- ¿y tu? - Si estaba ella aquí... ¿los otros dos también? escuchó risas detrás y como la rubia miraba detrás de ella, sí, si que estaban.

Se alegró de ver a su amiga, y se preguntó si habría más conocidos por allí que, no como ella, hubieran escuchado de la carrera de Hipogrifos. Lo que sí esperaba que los otros fantasmas no hicieran ninguna travesura pero por las risas que estaba escuchando detrás suya... algo le decía que ya era tarde.

Caminaba con las manos cruzadas por la espalda mirando a su lado. Era la primera vez que iba por ese lugar, igual se había desviado demasiado, por un momento pensó que hasta se había perdido. Pero el lugar era muy bonito y quería seguir explorando que era lo que se encontrara.

Llegó a un lugar que no supo distinguir muy bien lo que era a lo lejos pero parecía una feria. Fue a ver de que se trataba hasta que escuchó un ruido de un animal el cual no había escuchado en su vida. Parecía una especie de graznido. Se dirigió a donde escuchaba aquel sonido y se encontró con que estaban celebrando una carrera de Hipogrifos.

Abrió los ojos sorprendida pues era la primera vez que veía aquel animal que solo había visto en libros. Era aún más bonito de lo que se había imaginado. Todos los que estaban ahí parecían algo distraídos y no se habían dado cuenta de su presencia, no sabía si podría estar ahí o no.

De nuevo escuchó ese graznido, el mismo, y descubrió que provenía de un hipogrifo en específico, uno blanco que tenía unos peculiares ojos rojos que le llamó mucho la atención. Se acercó a él alzando levemente la mano para no asustarlo hasta que llegó a su lado. El animal la miró un momento analizándola con la mirada para luego relajarse un poco al ver que no era un peligro y Dragona le acarició las plumas que tenía por el lado del pico acariciándole un lado del rostro.

Sus ojos brillaron emocionada, el animal era tan hermoso y tan magnífico... quisiera saber si podía montarlo pero no sabía si ya pertenecía a alguien. A lo mejor ella no podía ir a la carrera... ¿o si? Aunque sería la primera vez que participaría en una.

Los rayos de sol del amanecer penetraron en la habitación de Dragona, esta entre abrió los ojos despertando de uno de sus sueños. Bostezó con algo de pesadez, no recordaba que sueño había tenido pero no debió de ser muy bueno por como se sentía en ese momento.

Apartó las sábanas para levantarse y se estiró para despertar los músculos, aunque eso le daba aún más sueño, pero tampoco quería seguir durmiendo. Hizo la cama y fue al baño donde se vistió y se puso su nuevo conjunto: Una falda corta de color blando con un cinturón rojo donde tenía una funda que guardaba su varita, una camisa del mismo color y unos guantes sin dedos rojos.

Se peinó su larga cabellera castaña oscura mirándose al espejo y se lo dejó suelto dejando que su flequillo tapada levemente uno de sus ojos. Se miró al espejo viéndose ya lista para la acción. Era el momento, no sabía a donde irían esta vez, igual sería aún más emocionante que en Generales, eso tenía que verlo.

Se colocó su colgante, aquel en forma de corazón, rodeando todo su cuello. No se desprendía de él y no lo haría nunca, para ella era una cosa muy preciada, lo único que le quedaba de aquel pasado. Vio sus ojos tristes en el espejo al prestar atención al collar y sacudió la cabeza, no era momento para eso ahora, en este momento tenía una nueva vida, una academia y una nueva clase, a la cual por cierto, llegaba tarde.

Se puso sus deportivas y salió de su habitación cuando tuvo ya todo listo, se sentía emocionada por esta clase, se moría por ver las aventuras que le esperarían esta vez ¿Cómo querían matarnos esta vez los profesores? Primero fue psicológicamente con la aventura de los Umpalumpas, luego querer matarnos literalmente lanzándonos a un montón de leones, ahora… ¿qué tocaría ahora?

Caminó hasta llegar a la academia viendo como los demás iban a sus clases, alguno con más apuro que otros, seguramente porque llegarían tarde. Se sorprendió al ver un pajarito azul en el suelo y se agacho para verlo, el pobre tenía el ala rota. Lo cogió con cuidado con sus manos procurando no hacerle daño.

-Pobre… -dijo al ver que estaba herido- no te preocupes pequeño, en seguida te pasará- digo cogiendo su varita y apuntó al pequeño pájaro azul pensando- Espikey –las heridas del pequeño ave se curaron y sonrió feliz al ver como este se animaba y movía sus alas ahora como nuevas.

Le pareció que le había dado las gracias y acto seguido el pequeño pájaro agitó sus alas para ir a los cielos. Dragona sonrió feliz y vio como otro pájaro del mismo color se acercaba a él, debía de ser su pareja. Vio como se marchaban juntos, cantando felices, y Dragona volvió a andar a seguir su camino rumbo a la primera clase que, como había dicho la carta, no sería en un aula (que novedad).

Caminó hasta encontrar los Jerdines Sumaes mientras guardaba su varita de nuevo, la verdad era que no había ido aún aunque lo tenía en mente, no desperdiciaba una oportunidad de estar en medio de la naturaleza. Le gustaba mucho respirar el aire libre y escuchar el sonido de los animales, le resultaba muy relajante. Pero últimamente tenía cada vez menos tiempo.

Caminó mirando todo el lugar, era muy bonito como se veía todo desde ahí. Tenía que pasarse más a menudo, parecía que no iba mucha gente a aquel lugar. Vio a los lejos que ya varios alumnos habían llegado y juntó sus manos por detrás acercándose al grupo y viendo a uno de los profesores.

Sus ojos se abrieron de la sorpresa al ver a Cillian, ¿sería su profesor? No pudo evitar alegrarse pues ya lo conocía de antes al haber visitado su local y le relajaba conocer a uno de los profesores, además de que el otro también parecía muy simpático.

Sonrió a sus compañeros como saludo, aquel chico que no sabía si a ella le caía bien o mal, a aquella chica que era sin duda que le había caído fatal, no lo entendía porque a Dragona le había caído bien, extraño, ¿verdad? Finalmente se dirigió a los profesores, parece que no había llegado tan tarde al final.

-Buenos días –dijo- me llamo Dark Dragona, pueden llamarme como gusten –dijo recordando que muchos o la llamaban Dark o la llamaban Dragona o un diminutivo de este, curioso porque Dragona no se podía abreviar.- Es un placer estar aquí y daré todo mi esfuerzo en esta clase –finalizó con una gran sonrisa en su rostro, estaba preparada para la aventura.

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Caminaba por los alrededores de la academia, así que ahí es donde estudiaba Irony… no pudo evitar entrar por curiosidad, no sabía si le dirían algo pero poco le importaba. Llevaba su ropa negra como siempre y unos guantes sin dedos del mismo color.

Miró a su alrededor, el lugar parecía bastante acogedor sin duda, aunque seguramente al entrar en una de las aulas a uno le diera sueño, o al menos al que tuviera que cursar en ellas alguna materia.

Caminó con paso seguro, no le importaba lo que dijeran de él, aunque odiaba que hablaran a espaldas de los demás. Podía sentir muchas almas y a una parte de su demonio interior le entró apetito de comer alguna sin duda apetitosa… Eso le dio una idea, podría comerse el alma de cierto vampiro y adiós a su problema.

Llegó a los jardines luego de mirar parte de la academia, parecía que ahí también había gente a pesar de que serían horas de clase. Se sorprendió cuando de entre las personas distinguió a su perfecta hermosa musa compañera Irony… acompañado de aquel cretino Damina (Damian).

Frunció el ceño no sabiendo muy bien si le dejarían entrar en la clase, por el momento le bastaba con vigilarlo, porque como le llegara a tocar un solo pelo a la chica de la cual estaba enamorado lo mataba. Era evidente que Damian solo quería llevársela a la cama para luego dejarla y no permitiría que le hiciera eso.

Apoyó su espalda en la pared estando a unos metros lejos de ellos, observando con los brazos cruzados. Tal vez no sería tan malo cursar la academia si así al menos podría vigilar a ese gamberro.

Roll Off:

Hola ^^ me llamo Natalia, vivo en España y tengo 17 años. Voy a cursar 2 de Bachillerato y quiero entrar a la universidad para estudiar audiovisuales. Vale, no se me ocurre que más poner de cosas que no les interesen de mi (¿)

Mi personaje se llama Dark Dragona, es muy bipolar pero normalmente de entrada siempre es muy amable y le gusta mucho estar en harmonía con la naturaleza. El único problema que tiene es su curiosidad y la suerte que la acompaña pero de igual forma le sigue gustando explorar e ir de aventura.

Luego Nathan es mi personaje secundario, con un pasado misterioso y siendo el mismo muy misterioso, menos cuando está con Irony que como es su amiga desde hace tiempo pues la trata mas normal (curioso porque si lo hiciera al revés sería probable que incluso le cayera mejor a ella XD.

PD: siento no saber hacer tanto tocho en of como mi amiga Ivana o.o

Caminó por la mansión Targaryen hasta encontrar lo que buscaba, debía de ser este tal y como le había dicho Robb. Tocó el traslador y todo le dio vueltas. Finalmente cayó en tierra. Miró a su alrededor mientas se levantaba. Era de noche y la luna era la única luz que iluminaba el sitio inundándolo todo con un toque más bello y a la vez más misterioso.

Respiró profundamente aquel aire puro, a pesar de que la noche pareciera terrorífica podía de igual forma sentirse en armonía con la naturaleza, nunca desperdiciaba aquello. Caminó por aquel lugar mirando los árboles, sin duda parecía que iba a aparecer un puma y la iba a comer, pero estaba preparada, con su varita en mano.

Sus ojos distinguieron gracias a la luz de la luna aquel chico que la había invitado en su aventura. Sonrió al verlo de espaldas y sin hacer ruido se acercó hacia él sin que este la viera y le hizo un golpecito en la espalda al tiempo que de sus labios salía un...

- Boo...

Miró a Mia quien la reconoció al intante, le sorprendía encontrarla aquí pero en parte eso también la alegraba ya que le parecía una chica simpática. Le sonrió con un saludo sin saber si lo que dijo de su discurso iba en serio, realmente no tenía planeado ninguno, solo dijo lo que pensaba.

Todo parecía que se había sumado a un revuelo, miró a aquel felino con el que Irony había acabado que estuvo a punto de comer a su compañera. La saludo con la mano disculpándose también para que no se enfadara tanto agradecida por la ayuda. Miró a Mia de nuevo para saber a donde iba pero parecía que se defendía bastante bien.

Miró el cielo, parecía que estaba a punto de tronar, curioso, en aquellos lugares solo llovía pocas veces y en una temporada del año. Mira que suerte tenían que justo vinieron en esa época del año. Aunque lo prefería antes de la calor, solo esperaba que no cayera ningún trueno cerca o podría surgir fuego y eso era ya mucho más peligroso.

Miró a Juana y le preguntó si estaba bien, el animal no la había llegado a tocar pero sí debió de darse un gran susto luego de pensar que si no fuera por Irony hace unos segundos hubiera sido devorada.

Miró a su alrededor, ahora era un leopardo el que las estaba mirando amenazantes, curioso que solo vinieran carnívoros y rinocerontes asesinos ¿verdad? Apuntó a aquel felino que los amenazaba y pronunció:

- Sectusempra -el rayo que salió de su varita recorrió los 6 metros que la separaban de aquel animal y le impactó en toda la cabeza probocándole heridas sangrantes que en un momento a otro le mandarían a la muerte. Escuchó un graznido y miró, ahora era un buitre solitario que estaba cayendo peligrosamente sobre Mia Torre, antes de que el animal la alcanzara pronunció puntando a aquel ave carroñero- Incarcerus- tres cuerdas salieron de su varita y luego de recorrer los cinco metros que la separaban del animal una ató sus alas a su cuerpo haciéndolo caer, otra unió sus dos patas y la otra se ató entorno a su pico impidiendo que lo abriera.

El ave cayó sin poder evitarlo incapaz de romper aquellas cuerdas. Luego que Mia hiciera lo que más gustase con él, por suerte lo había visto justo a tiempo, todos estaban más atentas al suelo y nadie se había fijado siquiera que se había formado unas nubes que amenazaban tormenta.

Rió por el comentario que le había hecho su amiga July y la saludó de igual forma con una sonrisa de lado.- Linda espada -le comentó, sin duda le había gustado como había matado a aquel león. Ella también tenía una parte sádica que era la que le ayudaba a tener fuerzas para luchar.

Vio que una chica, la más pequeña de todos, se acercaba reprochándole algo a July. ¿Que había pasado en Generales? No se había dado cuenta de eso. Al menos por suerte parece que no se lo había tomado tan en serio y lo quiso olvidar con un apretón de manos. Sin duda era muy simpática y valiente a pesar de su edad.

- Encantada -le dijo con una sonrisa. No había podido conocerla en Generales, pero ahora sí. Sin duda parecía muy valiente, no temía a ninguno de estos animales.

Cuando July le preguntó si había visto a las otras dos miró a su alrededor. No las distinguía aún, esperaba que estuvieran bien pero sabía que ellas sabían defenderse, confiaba en ellas y no habría ningún problema en eso.

- A mi tampoco me gusta dañar animales, creo que están controlados por las profesoras, pero la ley de los animales es que sobrevive el más fuerte, si no quieres morir tienes que matar. Yo también me apeno por ellos pero no hay más remedio, tampoco voy a dejar que me coman. -miró a su alrededor a ver si venía alguno, tenía que estar alerta.- Pero aunque te encuentres con que tienes que matar a tu animal favorito, a veces en la vida tendrás que tomar decisiones igual de difíciles. Lo que no entiendo es lo que dijo que no quería ver sangre, espero que se refiriera a nosotras y no también por los animales. -dijo, con toda sinceridad lo que pensaba. Ella nunca podía mentir en lo que decía.

Miró a Juana luego de comentar aquello por lo de su varita. La miró un momento, debía de estar rota por algún lado para hacer eso. Era extraño que una varita no obedeciera a quien antes eligió.

- Tendrías que ir a que te la miraran a Ollivander's, ahí imagino que te la arreglarán o en todo caso te darán otra mejor. -ella no entendía mucho de varitas, solo sabía cuales eran los núcleos que se especializaban en las batallas.

Luego de estar un rato en silencio cambiaron de tema preguntando con que animales tuvieron que luchar. A ella le había apenado, sobretodo el guepardo, pero prefería eso a tener que sentir sus garras desgarrándole la piel. A veces un desmaius no era suficiente ya que eso solo era momentaneo y tan solo te daba un margen de tiempo, y si luego venían más animales cada vez tendrías a más a quien enfrentarte y acabarías necesitando ayuda.

- Dos felinos, un guepardo y una leona -creyó recordar. Al menos ahí no había linces, le encantaba esa criatura al igual que el guepardo, pero eso sería aún más cruel que esto al poner de prueba que matáramos a un animal en peligro de extinción.

Miró a July quien fue la siguiente en cambiar de conversa preguntando con que nota habían aprobado. Sonrió orgullosa de lo que ella había sacado, sin duda July lo había hecho bien, es más, creía que se merecía mucho más.

-Yo un extraordinario -dijo orgullosa y luego miró a Juana para saber su nota. A ella no la conocía tanto como para saber cual se merecía pero seguro que de igual forma se merecía una buena nota por su valor. No cualquiera se metería en un laberinto donde había un minotauro con la varita estropeada como la tenía ella.

Vi que July gritaba un sectusempra y miró a quien estaba apuntando, un rinoceronte venía corriendo hacia ellas dispuesto a hacerles daño. Aferró su varita apuntando al animal al ver que aquel sectusempra no había sido suficiente y pronunció ella otro:

-Sectusempra -el rayo que salió de su varita recorrió los 5 metros que le separaban del rinoceronte y le dio de lleno en la cabeza dejándolo con heridas profundas y letales que lo hicieron retorcerse de dolor y que pronto lo dejarían sin vida. Odiaba hacerlo, pero a la hora de la verdad se defendía, prefería tomarlo como un respeto de la ley del más fuerte.

- ¡No! -se despertó de golpe con sudor frío en la frente y la respiración agitada, tenía el puso acelerado y sentía sus ojos húmedos. Había despertado con la mano alzada hacia arriba como si hubiera intentado alcanzar algo. Otra pesadilla... Se puso las manos en el rostro ocultándolo más que nada para intentar tranquilizarse hasta que su pulso volviera a su estado normal.

Odiaba sus pesadillas... respiró hondo y se levantó de la cama algo agotada, parecía que no había podido dormir bien. Hacía tiempo que tenía siempre pesadillas pero... estaba acostumbrada ya, o eso quería pensar... ya que por más que pase el tiempo el dolor seguía e incluso aumentaba.

Al menos había algo que la animaba, la clase de Duelo. Respiró hondo, le daba algo de flojera ya que su padre ya le había enseñado todo lo que tenía que saber pero de todas formas tenía que ir a que la evaluasen. Daba un poco de lata cuando ya te sentías experta en duelo pero de todas forma iba a ir y a demostrar todo lo que valía, solo tenía que despertarse de su mal sueño.

Abrió el grifo y se lavó la cara, no le gustaba mucho hacerlo pero en este caso lo necesitaba para despertarse. Se puso unos pantalones cortos que prácticamente mostraban toda su pierna, unas deportivas y top blanco. Se peinó su cabello y decidió atarlo en una trenza. Iba a hacer calor así que quería prevenirse.

Cogió agua y algo de comer por si le entraba hambre. Esta vez si que venía preparada, lo puso todo en un bolso pequeño que tenía atado a su cintura. Tenía que comprarse uno de esos bolsos moke, le vendría bien sin duda. Se puso el colgante, algo dudando por si lo llegaba a perder, pero no lo perdió en la clase de Generales, menos en esta.

Cogió su varita y cuando tuvo todo preparado cogió aquel translador que venía con la carta que ya había leído de antemano. Todo dio vueltas y aterrizó con una rodilla doblada en el suelo y el pie flexionado y un puño en el suelo mientras sujetaba en la otra mano su varita. Sí, le gustaba mucho esa forma de aterrizar porque era la más cómoda, la que te ayuda a mantener el equilibrio y lo más importante... queda muy guai.

Se levantó y se sacudió la ropa mirando a su alrededor, todos sus compañeros habían llegado al mismo tiempo que ella, seguramente como las profesoras tenían previsto. El lugar era enorme. Sinceramente no hacía ni caso de las profesoras, no le enseñarían algo que ella ya no supiera, si eso la ayudarían a mejorar un poco pero no mucho más.

Vio que muchos animales se abalanzaban sobre ellos con gran fiereza, muchos de sus compañeros ya los eliminaros con sus hechizos. Seguramente estaban controlados por las profesoras ya que no era normal que aquellos animales atacaran de frente, menos los grandes felinos.

Ante ella vio corriendo ferozmente un guepardo, se apenó mucho, siempre le había gustado aquel animal, era uno de sus favoritos, le fascinaba su velocidad y las manchas que tenía bajo sus ojos las cuales se alargaban rodeando su hocico por los lados. Lo apuntó con la varita sin temblar, sus ojos por un momento no mostraron nada, inmunes, como si no sintieran, aunque por dentro seguía teniendo su llama.

-Sectusempra -pronunció y un rayo salió de su varita directamente hacia el guepardo luego de recorrer una distancia de cinco metros que los separaba. El rayo impató de lleno en la frente del animal, entre sus dos ojos provocándole una herida letal que lo obligó a pararse en seco y a retorcerse en el suelo de dolor.

En sus ojos apareció fugazmente un color rojo que se fue tan rápido como apareció cuando vio a aquel animal retorcerse por el dolor sufriendo por aquellas heridas que ella había provocado. Miró a su alrededor, atenta, por si venía algún otro animal hacia ella.

Una leona corría al igual que había hecho el guepardo anterior mente peligrosamente hacia ella, aunque claramente más lento. Ante de que pudiera acercarse a Dragona más de seis metros la apuntó con su varita y volvió a pronunciar- sectusempra- provocando que de nuevo un rayo saliera de su varita e impactara en la cabeza de la leona que se abalanzaba sobre ella provocándole los mismos cortes sangrantes que le había hecho al felino anterior y también se paró en seco rugiendo de dolor con aquel herida letal. Ambos gatos eran tan lindos... que crueldad, ¿como se les ocurre a las profesoras venir aquí? Pobres animales...

Aquellos dos animales, guepardo y leona, no tardaron en morir. Miró a su alrededor atenta, sus compañeros también habían logrado vencer a aquellos animales que venían hacia ellos. Sinceramente le había parecido una especie de prueba un poco peligrosa. Ella porque ya le habían explicado las funciones de un duelo, pero a muchos otros no había sido igual y si a uno le agarraba el miedo eso podía llegar a ser letal. Nunca le gustó ir de caza y nunca le gustará.

Se cruzó de brazos mientras esperaba impaciente al chico- llega tarde- en sus ojos verdes por un momento brilló una luz roja. Tenía que controlarse pero sentía que estaba a punto de explotar, hacía tiempo que no se descargaba. El problema era quien podría salir mal perjudicado si hiciera eso.

Miró al chico quien por fin llegó- llegas tarde- le espetó. Al menos sabía lo que había que hacer, era algo. Le siguió luego de pasar por aquella sala, le parecía bastante peculiar, le gustó mucho, era original sin duda.

Caminó por esos pasillos mientras escuchaba al chico, aunque hacía como que no porque seguía enfadada. Que bien habían empezado. Respiró hondo, tenía que controlarse un poco o sus ojos la delatarían. Dejó que los nervios la consumieran para deshacer la rabia que llevaba. Funcionar funcionó algo.

Cerró los ojos un momento y cuando los volvió a abrir estos volvieron a ser "normales" verdes con sus pupilas achatadas. Su rostro pareció relajarse también, no le gustaba ponerse así pero había veces que no podía evitarlo, era paciente, pero tenía sus límites, y cuando ese límite llegaba... era mejor callarse o correr, o podían suceder cosas... como la última vez.

Sacudió la cabeza para despejar esos pensamientos de su mente, no era el momento, ahora estaba en su nuevo trabajo, en su nueva vida. Sintió con esas palabras en su cabeza un leve pinchazo que parecía llevaba veneno en su pecho... pero a eso estaba acostumbrada. Ya lo había soportado durante hace tiempo.

- ¿Es la primera vez que vienes? -preguntó para romper el silencio que ella había creado mientras buscaban el despacho de su jefa, esperaba que fuera simpática al menos y que les explicara como iba su trabajo. Había escuchado algo de que tendrían que hacer un juramento, pero eso era solo un rumor, no sabía si sería verdad, pero esperaba que sí.

Despertó con la llegada de un nuevo día, un día muy especial pues era cuando iba a comenzar a trabajar. Se había puesto unos pantalones y una camisa corta que tenía un leve escote. Su colgante en forma de corazón colgaba sobre el cuello y se había puesto una trenza por encima de su hombro dejando su flequillo el cual tapaba levemente uno de sus ojos verdes.

Caminó hasta llegar al lugar, nerviosa. Al llegar vio que el departamento donde ella iba a trabajar estaba en la novena planta. ¿no podían haberla puesta más arriba? No era que le tuviera miedo a las alturas, pero cuanto más tardaba en llegar más nerviosa se ponía, tenía que haber comido algo pero tenía miedo de que por el gran nudo que tenía en el estómago le sentara mal.

Al fin, llegó a la novena planta, departamento de Misterios. Ahora técnicamente tendría que ir a la oficina de investigación secreta, el problema, que no sabía donde estaba, se sentía bastante perdida. Mucha gente pasaba ya por ahí y parecían seguros de lo que tenían que hacer, pero ella no tenía ni idea.

Miró a su alrededor en busca de alguna pista, sabía que iba a ser la aprendiz de uno de sus compañeros de academia, ¿donde estaba? En un principio se había alegrado de estar con alguien conocido ya que eso la relajaba. Pero no estaba, y se sentía perdida, muy perdida. Había dicho que haría todo lo que pudiera por hacer un buen trabajo, el problema... que no sabía que era lo que tenía que hacer.

Si al menos hubiera alguien que le mostrara las cosas... igual tendría que ir junto a la directora, había escuchado hablar de la directora de todo el departamento de misterios, pero nunca la había llegado a conocer. Luego, su jefa de oficina sabía su nombre, pero no mucho más.

Por un momento quedó pensando si tendría que haber esperado abajo, igual todos los nuevos tendrían que empezar desde abajo y explicarían todas las plantas. Pero no había visto nadie abajo, ¿o igual es que llegó demasiado pronto? Que hacer... aun encima no sabía como se vería al estar ahí parada sin hacer nada mientras los demás parecía que trabajaban duro. Esperaría un poco más para ver si llegaba su compañero, sino preguntaría donde esta el despacho de la directora, eso todos lo deberían saber.

Hola! me llamo Dark Dragona, vine aquí por petición de Memi realmente no para unirme a la familia sino... para pasarme ya que ya tengo dos familias. Bueno, aquí dejo la ficha con mis datos, espero que no haya problema en que me pase por la casa a saludar, además de que soy hija de Vrael y tan raro no quedaría. Saludos.

 

Ficha: http://www.harrylatino.org/index.php/topic/104358-ficha-de-dark-dragona/

Bóveda: http://www.harrylatino.org/index.php/topic/104359-boveda-de-dark-dragona/

Sanguínea o Adoptiva: conocida

¿Por qué quieres pertenecer a esta familia? Porque Memi me lo pidió, además, siempre quise conocer a Mei.

Parentesco: Soy hija de Vrael

Había salido al fin de aquella... lo que sea que fuera esa estructura, ya no sabía ni lo que era. Caminó con sus compañeros siguiendo a la profesora Adr, todos estaban muy confusos. Normal, hasta ella, pero en el fondo, después de tantas trampas mortales, de haber podido morir, de haber podido quedar atrapadas para siempre... a pesa de eso, al final fue divertido.

Respiró hondo ya relajada, no sabía que sería al final de toda esta aventura, si preferirían olvidarla o si ya se volvieron algunos locos. Los que no sabían que había pasado... que siguieran sin saberlo, dudaba que lo fueran a creer.

- Volvamos -dijo pues cuando la profesora Adr los llevó hasta el traslador que los llevaría a su aula. Irony fue la primera en tocarlo, se notaba que quería salir pronto de aquel lugar pues parecía aún un poco mareada. Ayudó a July ir hasta allí, necesitaba ir pronto a curar sus heridas. Luego ayudó a Nylea quien seguía un poco mareada y seguramente más confundida que nadie y quería saber que había pasado.

- Nada, solo que nos metimos allí dentro- ya no sabía ni como llamarlo- nos metimos en medio de un laberinto donde había un minotauro, y como la única forma de salir era controlarlo con unos brazaletes según decían las runas escritas en la pared y así lo hicimos, y cuando tuvimos ya los brazaletes estos liberaron la maldición de los Umpalumpas convirtiendo el minotauro de nuevo en el rey umpalumpa quien nos llevó a la salida -dijo con tono normal como si fuera lo más normal del mundo.

Esperó un mometno a que la chica la mirara raro por su historia y luego la ayudó a levantarse para ir al traslador, mejor sería descansar en la academia, seguramente cuando volvieran todos pensarían que fue un sueño o no se creerían lo que habían visto en esta aventura.

Cuando ya todos tocaron el traslador y volvieron a la clase ella miró un momento aquella edificación y contempló el bosque por última vez, al menos ella no quería olvidar su primera loca aventura digna e imposible de contar. Finalmente tocó el traslador y todo le dio vueltas. Apareció en el aula donde ya todos sus compañeros estaban intentando recuperarse sentándose en las mesas.

Las profesoras aparecieron poco después, esperaba que tuvieran psicólogos para los alumnos, aunque lo que más hacía falta también era un médico para alguno de sus compañeros que habían resultado heridos. Miró a las profesoras e intentó disimular su sorpresa, pues se había olvidado por completo de que estaban en una clase y que ahora venían las notas.

Ayudó a llevar a su comopañera que estaba insconciente, no sabía todo lo que se había perdido... casi que mejor. Igual su sueño parecía más real que la realidad. ¿Alguien debería contarle todo lo que pasó o mejor que quede en la inopia? Miró como los Umpalumpas les guiaban a la salida tarareando una canción. Mejor en la imnopia.

Miró a sus compañeros cuando se volvieron a reunir. Romina ayudaba a July que aún estaba herida y no podía caminar. Irony no parecía encontrarse muy bien, parecía que había sucedido algo ya que tenía un poco de sudor en la frente. Alexis parecía igual que ella, bastante confundida, y Jeremy similaba haber salido de una pelea... eso significaba que había cabreado a Irony.

Puso una mano sobre el hombro de Irony quien parecía estar algo blanca- Se acabó todo -le susurró para animarla aunque ella le caería mal seguro, pero de igual forma sentía que tenía que hacerlo. Siguió adelante y escuchó a la profesora... cantar. Eso le sonó también algo extraño, igual se golpeó la cabeza. Entonces escuchó lo que su otra profesora, ¡ya se había olvidado de ella! ¿También estaba dentro?

Le pidió a los Umpalumpas que fueran a buscar a los demás que se encontraran perdidos en el laberinto por si alguien más además de la profesora estuviera allí sin saber donde está la salida.

Vio una luz al final de aquel túnel, por un mometno le pareció que todo había sido un sueño y que estaba despertando de un coma. La canción de aquellas personitas pequeñas la devolvieron a la realidad... ¿seguro no estaba soñando? Ya que más da, venga, pues a seguir con el sueño, al menos había acabado bien y todos seguían de una pieza.

Salió al fin de aquel lugar, la luz le cegó por un momento. Respiró profundamente aquel aire libre del bosque. Sí, estaban fuera. Se sentía tan extraña. Escuchó más pasos de la profesora Adry llegando también con ojos abiertos mirando a aquellas personitas, parecía que no había estado tan lejos pues tardaron poco tiempo en encontrarla.

Sin duda había sido una abentura interesante, había hecho nuevos amigos y había explorado como nunca. Y eso que era solo el comienzo... estaba deseando que comenzaran las siguientes clases a ver que será lo que les esperaba.

No se había dado cuenta de la ausencia de sus compañeros hasta que Alexis se lo mencionó. Quería ir a ver pero ya había ido ella y Dragona no podía porque estaba concentrada en el minotauro. Todas alzaban sus manos con el brazalete hacia la criatura con los cuatro objetos.

Cerró los ojos concentrándose con fuerza al tiempo que la luz aumentaba y esta llenó toda la sala, impidiendo ver a nadie. Poco a poco aquella luz blanca fue menguando hasta reducirse a la nada. Había sido como un flash de una cámara pero prolongado. Por un momento se sintió confusa. Ya no tenía el brazalete. Miró a sus compañeras que también habían quedado cegadas por aquella luz.

Cuando sus ojos se volvieron a acostumbrar luego de pestañear varias veces se sintió aún más confusa al ver donde antes estaba el minotauro. Ahora había... había... Se frotó los ojos un momento y lo volvió a ver, los volvió a frotar perpleja y volvió su vista a aquel punto, aquel minotauro se había convertido... en un Umpalumpa.

- ¿Pero que...? -no supo que decir, eso si era extraño. Sin duda, era lo que faltaba. Pero como... no entendía nada. Este se levantó del suelo y se sacudió la ropa, parecía también algo confuso. Estiró sus dedos haciéndolos estallar y luego dio pasos al frente con mucha superioridad.

<<Muchas gracias por liberarme de la maldición>> escuchó su voz, no sabía si la escuchaba en su mente, porque a pesar de que aquella criatura era tan pequeña su voz sonaba muy clara <<Soy el jefe de los Umpalumpas, hace años que nos habían hecho una maldición>> Explicó << A mi me convirtieron en un minotauro (vete tu a saber porqué, les gustaría aquel animal) y a mis compañeros en estatuas>>

Dragona se quedó por un rato perpleja, pestañeó intentando volver al "mundo real" y se arrodilló en el suelo para estar un poco más a su altura.

- Pues... de nada -dijo aun un poco confundida. Sin duda esto era muy raro.

<<No os preocupéis, como agradecimiento, os llevaré a la salida. Eso me parece muy poco después de todo lo que os he hecho pasar, pero me parece que es lo que queréis. Si necesitáis alguna cosa que yo pueda hacer estaré dispuesto a darosla>>.

Todo fue muy rápido pero aún así no apartó la mirada para estar atenta de todo lo que pasaba. No fue fácil pero pudieron conseguir aquel amuleto que portaba el minotauro justo a tiempo. Aunque había sido una tarea dura. Quería ayudar pero sabía que si se metía podía ser solo una molestia y al final no acabaría ayudando nada más bien todo lo contrario.

Vio que las chicas había regresado con aquel último brazalete que les faltaba. No le gustó ver a su amiga de esa forma con aquellas quemaduras, pero al menos estaban vivas. Volvió su vista al minotauro el cual parecía que seguía queriendo resistirse y logró romper las cuerdas que lo ataban. Sus ojos parecían más rojos que el infierno, sin duda lo habían hecho enfadar.

Vio que Irony usaba el plan B, ese que a todo el mundo le gusta: correr. Se mordió el labio sabiendo que era lo más conveniente. Miró un momento a Jeremy quien estaba paralizado y cogiéndolo por la manga de su camina lo obligó a reaccionar para salir de allí junto con los demás.

Por el camino se habían encontrado a otra compañera inconsciente, menudo momento, al menos parecía que seguía viva. Miró a July quien estaba herida y no podía correr bien. Soltó a Jeremy que ya corría más que ella para salvar su vida y sin previo aviso cogió a su amiga lesionada sobre la espalda para poder cargarla mejor. No pesaba mucho así que podía resistir un buen rato con ella sobre su espalda, sola no podía correr y de la otra forma como había estado hasta ahora se retrasaría.

Corrió siguiendo a Irony con July a su espalda y Gene a su lado. No le importaba cargarla, lo importante ahora era salir todas de aquel lugar y en una sola pieza. Sus piernas ya comenzaron a quejarse cuando al fin todas se pararon en lo que parecía ser una mazmorra.

Allí, algo agotada sus piernas pudieron descansar y se doblaron sin previo aviso acabando Dragona de rodillas pero hizo como si no le doliera. Soltó a July dejando que bajara de su espalda. Apoyó un momento las manos en el suelo recobrando aire y se levantó secándose el sudor. No era momento para un descanso.

Miró al minotauro que venía incansable hacia ellas e imitó a Irony provocando que con su varita otra de esas cadenas ataran la otra muñeca del minotauro. Era el momento, ahora lo tendrían controlado y sin escapatoria. Lo había conseguido. De todas formas, prefirió no bajar la guardia por si acaso.

Todas ayudaron a encadenar a aquella criatura y finalmente esta se vio incapaz de moverse. Ya estaba. Ahora según había dicho su compañera lo que había que hacer era concentrarse en él. Alzó su brazo donde tenía el brazalete en dirección al minotauro y puso su otra mano sobre su brazo mientras el brazalete comenzaba a emanar con una tenue luz blanca al mismo tiempo que los demás brazaletes los cuales cada uno tenían un color distinto que les rodeaba.

Se alegró entonces que Alexis estuviera con ella porque sino lo llevaba difícil para convencer a Irony. Miró a Jeremy pensando que había venido un poco tarde de más pero supuso que no le importaba resumirle, asi que según Irony no se callaba ni con un silencius, ¡entonces era inmune a ese hechizo?!

- Verás, estamos en un laberinto -intentó resumir al chico- en el cual hay un minotauro que es la clave para salir de aquí porque sino será imposible, por lo que si el minotauro muere no podremos salir nunca. Se puede controlar con estos brazaletes -le enseñó el que tenía puesto- pero solo tenemos dos, así que unas compañeras fueron a buscar los faltantes porque se necesitan más para poder controlarlo. Hasta que ellas no vuelvan con esos brazaletes para controlar a la criatura tenemos que distraerla. ¿Se entendió? -no supo si se había explicado bien.

- Yo me puedo ocupar de romper el muro, solo dime que tengo que hacer -le dijo a Irony luego de explicarle a Jeremy y escuchar su plan. Ella era la suicida que buscaba y sabía que Irony lo sabía, es más, seguro estaría alegre de eso.

Asintió con la cabeza ante la pregunta de su compañera mientras corría a su lado. Había que llegar a tiempo para que Irony no matara al minotauro y ganar tiempo confundiéndolo mientras July y Gene fueran a buscar el otro brazalete. Solo esperaba que Irony se lo creyera o sino estarían perdidas.

Se separaron para ir más rápido, por un lado el equivo de búsqueda de los braaletes de July y Gene, por el otro el de distración para entretener al minotauro donde estaba ella y Romina. Miró su brazalete y luego a ella y asintió con la cabeza sabiendo lo que ambas tenían que hacer.

Siguió corriendo hasta que sus ojos se toparon con una chica muy reconocible gracias a su pelo rosa. No estaba con el minotauro y no sabía si eso era buena o mala señal, esperaba que el patronus hubiera llegado a tiempo. Vio también a otro chico que estaba tirado en el suelo, a saber de que araña se asustó, y a la profesora.

- Buenos mal que estáis bien, no podéis matar al minotauro, es la única forma de salir de aquí -tomó aire para tranquilizarse sabiendo que estaba hablando demasiado rápido.- El minotauro es la única forma de salir -volvió a itnentarlo más despacio para que se le entendiera.- July lo descifró: con los brazaletes se puede dominar al minotauro -le mostró a Irony el que ella tenía- ella y Gene fueron a buscar los faltantes, mientras tenemos que distraer al minotauro pero sin matarlo, confundiéndolo para ganar tiempo a que ellas regresen, esa es la única forma de salir, controlando al minotauro -dijo despacio esperando que la pelirosa la creyera, creía haberse explicado bien- dime que aún no mataste- rogó.

Escuchó un suspiro y se giró para ver al chico que se estaba levantando del suelo, le parecía un poco extraño pero primero mejor sería conocerle antes de dar opinión. Igual al final hasta le caería bien. Así que se giró y le dio la mano para ayudarle a levantarse.

- Hola, me llamo Dragona, un placer -dijo sonriendole, cosa que no tenía nada que ver en una situación tan extrema como esa, pero bueno. - Y ella es Romina -señaló a su compañera- ¿Estás bien?

Luego de que el chico se presentara y dijera que sí se encontraba bien sin ninguna herida volvió a dirigirse a Irony de nuevo con tono algo más serio viendo también si ella tenía alguna pequeña herida, pero seguía perfecta.

- ¿Donde está el minotauro? Tenemos que buscarlo.

Escuchó las palabras de July y asintió con la cabeza, lo había sospechado cuando hizo la primera traducción sobre el minotauro, que decía que enfrentarse a él solo lo enfurecerá más. Parecía que había descubierto algo importante, y por lo que había traducido... no podrían salir de allí sin ayuda del minotauro.

Quien iba a pensar que aquel minotauro que se enfrentó a Teseo pudiera ser su única llave posible, pero seguramente no sería el mismo... y que ella sabía no habían dicho nada de que había tenido hijos. Siempre le había parecido una historia demasiado inventada, sin duda era una historia de dioses.

Aferró su varita y abrió la boca para invocar también su patronum pero entonces sintió un escalofrío en todo su cuerpo y por un momento se quedó paralizada. Desvió un momento la mirada, sabía como usar el hechizo, no era la primera vez pero.... aun era demasiado pronto, no sabía que podría soportarlo y tenía que mantenerse serena, no tenía sentido que se pusiera así de la nada y menos delante de persona. Agitó la cabeza para borrar la idea, además, el patronus de July sería suficiente, no necesitaba invocarlo ella también.

Un grito se escuchó, era de un chico... ¿o una chica? no lo tenía del todo claro, igual sería por el eco de las paredes. De igual forma estaba un poco lejos así que dudaba que pudiera ayudarle, parecía provenir del piso de arriba. No sabía quien sería el que había gritado pero le agradecía que estuviera en apuros ya que al menos la quitó de sus sombríos pensamientos. No sabía quien sería su compañero en apuros pero seguro estaría bien, alguien le ayudaría.

Puso su mano sobre la otra que tenía agarrada su varita al ver que temblaba ligeramente y así parar el temblor. Suspiró algo resignada y triste. ¿Sería capaz de volver a hacerlo alguna vez...? ¿Sería capaz de ver un rastro de él...después de lo que le había hecho? Suspiró profundamente intentando borrar eso de su mente, al menos de momento. Ese no era el sitio adecuado para volver a ser melodramática.

Nadie la había visto, lo que la tranquilizaba, miró a las demás y asintió con la cabeza. Irony era demasiado impulsiva así que tenían que correr antes de que lo acabasen matando. No había mucho tiempo, esta vez iban contra reloj. Solo esperaba que aquella criatura fuera lo suficientemente fuerte como para aguantar los ataques de Irony y la profesora para cuando llegaran.

Miró su brazalete, aún lo conservaba a buen recaudo tal y como lo había encontrado pero ahora sobre su brazo. Miró también a su compañera la cual le había dado el otro. Tampoco se lo había quitado en ningún momento.

- Vamos -dijo asintiendo con la cabeza y todas echaron a correr por donde habían ido Irony y Oniria. Esperaba que al menos el patronus de July llegara a tiempo.