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Luna21

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Todo lo publicado por Luna21

  1. Tras ver todo aquel espanto descanse en el sillón del despacho desde donde oía los gritos de algunas brujas y a un chico recién llegado... -Espero que de esto no se corra el rumor y el museo tome fama de problematico...- dije cabizbaja pensando en que aquel negocio sería el que daría de comer al futuro bebé. Pues todo aquello imaginaba que dentro de unos meses sería por donde corretearia el pequeño, al que por cierto aún no había pensado el nombre. Mi estres me causaba estragos y maleatar escuché las palabras tranquilizantes de mi Mamá y decidí calmarme y dirigir la vista hacía los jardines de un color mustio y apagado que se encontraban a la parte traseras. Tras ver como los elfos ya se habían puesto en marcha aquello me tranquilizaba pues poco a poco el museo iría retomando su postura de como tal era un museo. Vi entonces a algo que volaba hacia mi ventaba , se posó en el poyete esperando a ser abierto y entrar para dejar una nota sobre la mesa llena de papeles. Cogí aquella nota la leí pacientemente y sólo deseé que aquello no fueran malas noticias. Mi cara cambió al ver que el mago Antoni había venido como tal estaba pensando antes en él y decidió pasarse por el museo , este esperaba mi llegada en el bar ni imaginar como estaría aquello... sin pensarlo más levante agarrando mi barriga que ya se hacía notar suavemente sobre mis curvas, aquello no me gustaba pues mi figura perfectamente marcada ahora se rompía tras aquella barriga donde dentro estaría mi bebé ageno a todo aquel desastre. -Mama ahora vuelvo Antoni ha venido y espero que nos eche una mano - deposité un beso en su mejilla y salí pacientemente del despacho, bajando por las escaleras y viendo como todos los presentes peleaban con esos animales que emitían un sonido horrosos.. estaba claro que aquello no era bueno para los animales ni para el bebé, Caminando dificilmente y apartando a algunos animales de mi camino con un simple giro de mano llegue por fin al bar donde el pequeño Antoni esperaba allí. Fui a recibirle con un cómodo abrazo o lo que la situación me permitía. -Oh Antoni me alegra tanto de verte necesariamente necesitabamos tu ayuda... ya ves el museo descuidado y ahora invadido por unos seres esto no puede ir a peor. - o eso es lo que yo imaginaba. Me senté a su lado cuando un elfo vino a tomarnos nota. -Simplemente me pones un zumo de lo que tenga.. si es que aún queda algo por ahí dentro. - Me dirigí hacia el joven escuchando sus palabras y se me vino a la cabeza.. El renacer completamente me habia olvidado.. como estaría mi amiga Lady debía citarme con ella lo antes posible y así contarle aunque lo notaría mi estado. -¿ Y cuentame pequeño como éstas? -Quedando sentada a su lado al frente de la barra mis ojos brillaban al verle llenos de cariño hacía aquel pequeño. ~Off~ Perdón por no poder nombrarles pero ando desde el teléfono y no me deja u.u Muchas gracias por venir a todos. Los adoro <3
  2. De un momento a oro me encontraba organizando los papeles del despacho, las escrituras del negocio y vigilando que el dinero ingresado y necesitado para hacer las remas en el hotelera el correcto así era todo en orden almacene los papeles cuando mi querida madre desaparecida toco a la puerta... -Oh cielos mamá ¿donde te habías metido!?- La abracé tranquilamente negando con la cveza que todo aquel desastre se haya producido en su desaparición estaba claro que no podía abandonar aquello un momento más y ahora era necesario ponerse manos a la obra y a limpiar... -Viste todo este desastre los elfos no hicieron nada, los animales están hambrientos, desnutridos ahora como vamos a arreglar todo esto.- Un elfo interrumpió su conversación avisando de que el joven también desaparecido había llegado estaba claro que seguro se había enterado de su recién llegada. Estaba enfadada pero también alegre de que cuando más se necesitaba habia llegado. Decidí bajar tranquilamente sin ganas de peleas simplementen para comenzar con la nueva restauración y abrirlo cuanto antes al público.. O de lo contrario tendrían quebcerrar aquel museo. Conforme bajaba por las escaleras cual fue el desastre que me enxontre , había ahora 4 personas más de las esperadas. ¡Pero que había pasado! Un montón de animales s habían apoderado del museo algunos ardían por lo hechizos lanzado por los magos que estaban alli , de nuevo negué con la cabeza esto iba de mal en pero.. Recién acabé de la escuela pero tampoco recordaba ningún hechizo para espantarlos por lo que decidí subir de nuevo al despacho. Los magos presentes se me quedaron mirando esperando una respuesta que fue nula... Rápidamente negué con la cabeza y me fui a buscar a los elfos. -Vengan todos los elfo del servicio urgente!- Mi voz resonó por todas las paredes del museo. Y en seguida aparecieron los elfos presbtes en el castillo. Pensé en echarles la bronca , pero no había tiempo para ello por lo que ahora lo que mas me preocupaba eran los animales. -Pongan se inmediatamente a alimentar a los animales. Pongale la comida corresponiente hay d sobra en el almacén para todos los animales y después poganse a limpia el museo lo quiero ahora mismo para abrir lo más rápido posible.. Eso o su estancia aquí será infernal.- estaba enfadada por todo aquel desastre pero no había tiempo para eso obviamente subi a mi despacho esperando a que todo el problema con los animales estuviera solucionado enseguida y ponerse con las libres... Había mucho que hacer. Y necesitaba ayuda para abrir el bar y ponerlo de nuevo.. Me preguntaba donde estaría Antoni hacia tiempo que no lo veía...
  3. Tras un tiempo alejada de todo. Desaparecida sin saber nada de nadie encerrada en un apartamento entre el mundo muggle centrada en asuntos fuera de todo. Caminé por el callejón observando a la gente, ahora ya había más jóvenes tomando cervezas y preparándose para su verano, uno más y este verano iba a ser pegado a mi familia, el primero desde hace mucho tiempo aunque aún no tenía pensado viajar a ningún lado. Buscaba entre otros lugares el negocio que había dejado en manos de mis amigos y familia aunque sin avisar no sabía que podía haber pasado ni como me lo encontraría. Pero conforme iba llegando al sitio deseado pasó lo que mas imaginaba parecía como si hubiese estado cerrado estos meses de mi ausencia.. mi madre se iba a enterar. -¡Mamá!- Grité en medio de la calle, me había olvidado por completo de avisarla de mi vuelta, debería estar preocupada no sabía, pero ahora estaba furiosa.. Subí las escaleras con un poco de polvo mirando con cara asqueada no me extraña que no viniese nadie si no lo cuidan y lo mantienen limpie. Ingresé la llave en la cerradura y la volví a guardar en el interior de mi capa. Mis ojos se abrieron más que nunca.- ¡¿Pero que demonios ha pasado aquí?!- A pesar de saber que no podía alterarme acaricié mi barriga que ya resaltaba mi figura delgada y perfecta. Los elfos descansaban sin aparecer por allí, el suelo estaba lleno de polvo, las paredes con telarañas, ni me quería imaginar como estaban los animales y figuras que residían allí dentro.. no sabía si era buena idea ir a verlo. Caminé hacia los despachos del personal para ponerme manos a la orden rápidamente y volver a revivir aquel museo que aun no estuviese antes muy visitado sabía que podía aunque fuese sola... -¡Eruuu!- Grité dentro de mis despachos sabían que el elfo me había oído. A los pocos segundos apareció en la puerta de mi despacho. -Oh señorita que bien tenerla de vuelta. Como puede observar nadie se pasó por aquí en el tiempo que usted se fue y sin usted no sabíamos que hacer.- Alcé la mirada hacía el elfo una mirada de odio que hizo que este agachara la cabeza sabiendo que había hecho mal.. ahora debía avisar a mi madre de que estaba aquí y las cosas iban a cambiar. Agarré un pergamino y una pluma decidida a escribir. Hice un rollo con el pergamino y lo até a una lechuza que guardaba para la familia y trabajadores del museo, esperé en el despacho paciente de una respuesta rápida...
  4. Tras salir del museo corriendo por asuntos que no tenían nada que ver, tras estar un tiempo fuera no sabía quien se había quedado en el museo, pero confiaba en que estaban Cirse y Alessandra allí dentro y que en mi ausencia no pasaría nada. Las puertas del museo se abrieron rápidamente y un elfo amablemente me vino a saludar y a informarme de la situación. -Señorita Luna un joven reconocido en el museo ha entrado acompañado por la señorita Cirse y se fueron rápidamente al despacho de esta. No ha habido ningún problema. Si desea algo estaré en mi lugar.- Asentí ante las palabras del elfo. ¿Pero qué? Si bien había descrito el elfo Andrew el viejo amigo del museo estaba visitando a mi querida Cirse.. Por que habían permitido eso. Mi mal humor iba subiendo y corriendo por mis venas, que demonios había pasado aquí. Me iba durante unos segundos. Donde estaban las visitas, y los elfos atendiendo, nadie quedaba en el bar.. Con ello había que hacer algo, no podía ser que ambas chicas no hubiesen invitado a nadie, después de que iba anunciando la apertura del museo por todo Ottery y el callejón diagon. Subí rápidamente hacía los despachos y me di cuenta de un detalle.. El chico que había sido contratado precisamente para servir su ayuda no había vuelto a aparecer por el museo.. Todo aquello me ponía demasiado nerviosa y no iba a ser yo sola la que llevara todo aquello, mientras que las demás se ocupaban de sus asuntos personales y el museo lo dejaran a mi cargo. Entre dando un portazo al despacho y tirándome a la silla que había detrás de una mesa cuadrada llena de papeles que debía de ordenar, pero ahora no sería el momento. En aquel lugar había decidido que no iba a mover ni un dedo más yo sola. Las venas de mi cuello se hinchaban por momentos antes de que me diese un ataque allí sola, me respaldé en la silla y un elfo amablemente vino a servirme una copa de vino que bebía tranquilamente mientras que esperaba alguna noticia..
  5. Sean me seguía apoyando , y ambos pensábamos igual o eso parecía, un padre y una madre era lo mejor para el bebé, estaba claro que a su mamá la iba a tener siempre.. pero a su padre no se sabía, no se que pasaría con Sean en un par de meses al fin y al cabo el tenía su vida. Asentí a sus palabras sonriendo le y acariciándole la mano. Alessandra comenzó a levantar el tono de voz, mis latidos se aceleraron, no entendía porque Alessandra no pensaba como nosotros, por que no podía buscar a un hombre del que enamorarme, si me llegara a querer aceptaría al bebe igualmente, agaché la cabeza escondiéndola entre mis brazos, alguna solución tendría que haber... pero nunca se sabría cual era la correcta. Asentía a todas las palabras que decía mi madre y observaba como Sean la miraba imaginándome los pensamientos que podían pasar por su cabeza a lo que puse los ojos en blanco. Empezaba a tener la necesidad de salir de allí me estaba agobiando necesitaba beber hasta perder el sentido y correr lejos de allí donde todo fuera más fácil, o quizás regresar al pasado donde todo aquello había ocurrido y des hacerlo... Acaricié mi barriga y empecé a observar las puertas de salida para mirar a Alessandra.- A mi parecer.. creo que es la mejor opción.. ya que Sean y yo no podemos estar juntos.- Miré a Sean.- ¿Verdad? Y puesto a que no permitiré que a mi bebé le pase lo mismo que me hicieron a mi, no quiero que le falte el apoyo de un padre.. - De nuevo unas lagrimas brotaron de mis ojos invadiendo todos mis sentidos y recorriendo mis mejillas lentamente como si de una carrera para ver cual llega antes al final, fuese.
  6. Ambos estábamos tensos y la situación no mejoraba por ahora, pero Sean salió a mis palabras y se aclaró aunque imaginaba que Alessandra con todo aquello ya sabía que era sin que yo me pudiese explicar, le sonreí por aclarar lo que mis tartamudas palabras querían decir, y agradeciendo su gesto hacia a mi, eso demostraba que no me iba a dejar sola, frente a mi madre. Pero ahora Alessandra estaba haciendo el papel de madre y soltando la charla de las protecciones y demás, pero una cosa llevo a la otra y como siempre que pasaba eso o en la mayoría de los casos el alcohol.. estaba de por medio aunque no se si le haría mucha gracia saber que una botella de whisky ayudaría mucho en aquello. Veía a Sean algo más nervioso de lo normal, pero la conversación estaba llegando al momento de las conclusiones al igual que las habíamos tomado antes la rubia quería saber que pasaría con aquello que creía lentamente en mi interior.- Pues... no teníamos pensado abortar, si no en que se quedase entre nosotros y entre ambos aunque separados lo criaríamos.- Seguro que ella había pensado como yo que era mejor tener un padre que estuviera con él todos los días y con el que pudiese formar una familia. Un idea se me vino a la cabeza ¿Y si se podría hacer de Sean un padre formal? Un padre que no tuviera miedo a comprometerse y que se quedara conmigo, tarde o temprano comenzaría a cogerme cariño.... Al mirarlo sabía que aquello no podía ser, negué con la cabeza y volví a la conversación con la rubia.- Tenemos pensado en cuidarlo ambos aunque sabes que yo no quiero que mi bebe crezca como un padre, por lo que nos dedicaremos a buscar a un hombre que se enamore de mi.. mientras Sean...- Le miré breve mente por la punta del ojo agachando la cabeza.- Me ayudará a criarlo y obviamente ejercerá de padre como debe ser... o eso creo. - le sonreí aquello no era muy convincente pero era lo que había al menos por ahora.
  7. Me quedé paralizada ante el beso en los labios que Sean depositó en mi, era algo que no me esperaba y algo nuevo por mi parte viniendo de él. Asentí a tus palabras en cuanto a lo de apoyarme en él.- Aún así va a ser difícil convivir con todo esto..- Le susurro en sus labios sin separarme mucho de él refiriendo a su novia. Sentía su respiración junto a mi y le dediqué una sonrisa. Unas lagrimas volvieron a caer sobre mis mejillas cuando la puerta se abrió dando paso a una mujer rubia que vestía normal, sequé mis lagrimas rápidamente aparentando normalidad venía algo apurada, seguro que se había preocupado de más y más al verme con Sean al que no le dedicó mirada ni palabra alguna, le sonreí al verla que se acercaba a la mesa levantándome para darle dos besos. -Buenas mamá, me alegre verte..- No sabía como lidiar con aquella situación no era nada fácil tenerlo que decir y más cuando a Alessandra no le caía nada bien Sean, era algo que solía pasar.- Verás máma... si te cité aquí fue por que... por que...- Tal y como hice con Sean agaché la cabeza mirando a mi pancita que aún no se hacia notar y la acaricié indicando que algo estaba pasando ahí dentro. No sabia como aquello podía causar alguna impresión o reacción en Alessandra, a pesar de todos esperaba que fuera buena.
  8. Estando en el bar tan alegre con Antoni, el joven había vuelto y me alegraba de eso, allí ahora también estaba Esme que se preocupaba por mi. Ahora todo estaba bien sabía que todo iba a ir bien tal como lo prevenía, pero aún así tenía un asunto entre manos algo importante, de Aleister no se sabía nada el joven había desaparecido y eso me preocupaba si se iba así del trabaja no empezaba muy bien. Llamé a un elfo que enseguida vino y le susurré al oído que fuese en busca de Aleister ahora era el momento de hablar sobre todo lo del trabajo con él pero difícil sería si desparecía. También tenía intenciones de llamar a Sean para que viniera creía tener una charla pendiente con él y ahora también con Alessandra, lo pensé varias veces antes de hacerlo y busqué un pergamino una pluma que flotaba según los movimientos de mi varita que saqué de un lado del corset. Tras terminar la breve nota sabía que llegaría al destino donde estuviera Sean, y cuando llegara reunir a ambos para mantener esa conversación. Di un toque con mi varita y el pergamino se doblo, se lo entregué a uno de los elfos para que lo mandara junto con una lechuza, ellas no fallarían en ningún momento. Volví tras hacer esto con Antoni y Esmeralda.- Bien chicos tengo asunto que aclarar y muchos papeles por hacer, si ven a Aleister le dicen que le espero en mi despacho. Espero que disfruten en el museo, y lo siento por tener que abandonarles así el deber me llama.- Sonreí revolviendo le el pelo a la pequeña y con paso firme y resonando mis tacones por todo el hall llegué a donde se encontraban el chico, amigo de Alessandra y esta misma. -Mamá necesito que te reúnas en mi despacho a la llegada de Sean, mandaré a uno de los elfos para que te avise...- Le sonreí mirando al otro joven, quizás puede ser que molestase un poco mi presencia, y fueran algo más que amigos, esto me hizo arquear una ceja al muchacho.- Si no molesto... disculpen.- Sonreí y volví a mi despacho rápidamente quedando sentada al frente de la puerta en la silla de piel de la mesa del despacho.
  9. -Es inútil Sean, siempre han rehuido de mi o cuando me han conocido se han asustado, ¿Demasiado sexy? Quizás.- Reí ante mi egocentrismo en aquel momento bien dado. Le sonreí levemente levantando mi cabeza de la suya.- Pero aún así imagino el encontrar el "amor" algún día.- Si es que el amor existía ya no creía en él.. el placer que provocaba el sexo había superado al del amor. -Vos ahora solo tenes que preocuparte por tu hijo... o hija, en que siempre estés a su lado, que sepa que tiene un papá y una mamá que lo aman.. solo quiero eso, no quiero que crezca con desconocidos.. como.. yo..- De nuevo mi voz se apagó suavemente mientras le mantenía clavado los ojos grisáceos en los suyos. En aquellos momentos son en los que cogería una botella de whisky y la bebería entera trago por trago, pero por el bien de los 3 no lo haría, ahora sabía que Sean me vigilaría más que nunca respecto a lo del alcohol entendía que le preocupaba su hijo.
  10. En realidad lo que quería era un hombre que me quisiera o al menos me respetara, que fuera cariñoso conmigo, y que siempre estuviese ahí. Mis pensamientos se iban fuera de lugar de aquellos hombres casi no había, miraba a Sean con tristeza sus palabras eran verdaderas, claro que quería que fuese feliz, por el bien de todos mi equilibrio mental no era demasiado bueno para criar un niño yo solo. Recordando mi infancia, sabía que no podía hacerle nada a aquel bebé que portaba en mi interior.- Eso quiero Sean un hombre que permanezca a mi lado, que me quiera y quiera al bebe.. pero como que para mi es algo imposible, muy difícil.- Pues aquella pelirroja que era yo no podía tener pareja estable los chicos no se fijaban en ella como tal, por lo que se le hacía el doble de difícil.- Obviamente quiero un padre para mi hijo.. un padre estable.. Sean..- Susurré dejando que el hilo de mi voz se apagase poco a poco. Sean puso la mano en mi barriga ambos sabíamos que allí estaba el pequeño, puse la mano encima de la suya acariciando mi barriga y apoyé mi cabeza sobre la suya en modo de complicidad soltando unas últimas lagrimas por mis ojos al recordar todo el pasado de mi dura infancia.
  11. Estaba claro que no había elegido el mejor padre para el niño y que lo que pensaba que iba a hacer sería, el vendría a ver al niño y demás pero todo aquello se quedaría ahí. Asentí cabizbaja pensando en más cosas lo entendía perfectamente siempre había sido así aunque últimamente intentara sentar la cabeza y tener un novio firme y estable. Sin más solo se me ocurrió decir una cosa.- Tendré que buscar un padre que me ayude a criar al... niño..- Bebí de nuevo del vaso de frutas y miraba a la puerta para saber cuando vendría Alessandra a pesar de no haberle echo caso, sabía que a ella siempre la tendría. -Será lo mejor vos debes ser libre y..- Me quedé sin palabras en aquel momento claro que el quiere ser libre y no aceptaría otra cosa a cambio, y yo no quería a nadie que fuera como él, por lo que necesitaba a alguien a mi lado, ahora más que nunca. De nuevo mis lagrimas rodaban por las mejillas aquello no podía empeorar más, la situación no era aguantable y no sabíamos como podía acabar aquello.
  12. Tan atento como era él a veces, cuando sacaba su lado pervertido demostraba ser un chico sensible en algunos caso y este no era para menos, se acercó a la barra donde estuvo hablando con el camarero mientras que esperaba en la mesa en silecio, seguía pensando en como llevaría todo esto. Enseguida vino con una bebida de frutas asentí a su proposición, pero cualquier bebida sin whisky no era lo mismo aunque tenía que ser así ahora debía tomarme esto en serio tenía una vida pendiente de mi... y no era plan para jugar. Bebí un trago del coctel saboreando lo poco a poco. -Y bien... ¿que haremos a partir de ahora? - Pensaba en que claramente el embarazo lo tenía que sufrir yo, en casa de los Gryffindor y él con su novia o familia, aunque si que nos veríamos a veces.- No quiero que sea, tú por un lado y nosotros por otro...- Al decir nosotros me toqué la barriga suavemente agachando la cabeza. Espera su respuesta mirándole firmemente a los ojos.
  13. Sean dejaba claro que no quería estar presente cuando lo supiera mi madre. Alessandra seguro que se alegraba de saber la noticia y me gustaría que el joven estuviera presente, sabía que siempre los iba a tener y algún debía enfrentarse a ello. Pero ¿Y por que no ahora? Saque la varita un pergamino y una pluma que escribia con los movimientos de la varita. Me quedé pensando en la forma de decirlo para que no se alarmara. Di un toque con la varita intentando que Sean no me viera y el papel se convirtió en un avión que salió camino de donde estuviera Alessandra. Tras enviar esto miré a Sean sonriente la cosa estaba más calmada e hice una señal para que no se preocupara por la nota que acababa de enviar. El silencio reinaba entre nosotros y lo miraba estando al frente de él con los ojos aún húmedos quedando en silencio hundida en mis pensamientos, de que iba a ocurrir ahora.
  14. -Tendremos que aclarar lo de tu novia, antes de que la cosa vaya a más, no se que se ponga celosa del niño o niña o lo que sea y vaya peor, o haya más problemas.- ¿Más aún? Lo dudaba pero el tema de su novia era algo delicado y bastante difícil de llevar. Miré a Sean seriamente, como cree que ya había hablado con mi madre, obviamente que no, aunque no sabía su reacción y esperaba que fuera buena o eso creía, intenté dirigirle una sonrisa a Sean aunque no salió del todo y negué a su respuesta.- No, aún no hablé con ella, si quieres la puedo avisar y que venga... ahora... aquí.- Agaché la cabeza secando las últimas lagrimas que salían de mis ojos y recorrían mis mejillas suavemente, Sean seguía a mi lado apoyandome
  15. Nada más que no podía dejar de llorar sin pensar en nada solo maldiciendo, aunque había que afrontar aquello, miles de ideas de comentarios de miradas.. se pasaron todo por mi mente, pero no solo podía lamentarme debía de seguir, Sean se acercó a consolarme algo que me tranquilizó y me alegró, pero necesitaba beber, y no me iba a dejar... Tenía que buscar la manera de salir hacía la barra y conseguir un trago de whisky. Cuando las palabras de Sean resonaron en mi oido no pude evitar sonreir por aquello, claro como no él siempre veía sexy a cualquier mujer que fuera sexy de ver.- Bueno ya se verá si dentro de unos 7 meses cuando engorde unos kilos me seguirán viendo igual.- Reí ante lo único que se me ocurrió decir en aquel momento, algo no muy lógico. Miré a todos lados, hacia la barra, la puerta, y el camarero tras mirar a Sean, no me dejaría ir sola, sabía que quería mi vaso. Aparte aquello de mi mente y pensé en sus palabras, obviamente no era el padre ideal, y no había sentimientos, no era nada, pero ahí estaba.- Sean... tú tienes una familia, bueno una mujer o como la consideres.. Cuando se entere...- Lo único que pensé fue que vendría a matarme o matar a mi bebé. Negué con la cabeza hacia aquellos pensamientos. -No se que debemos hacer, se que quieres o querrás al bebé, pero lo que no puede ser.. no puede ser.- Mi voz se iba desvaneciendo conforme terminaba la frase, estaba claro a lo que me refería pero se que él no estaba dispuesto a abandonar.
  16. Las palabras de Sean me hacían pensar, no parecía que el que estuviera hablando fuese él, pues si tenía razón en algunas cosas. Asentí a su prepuesta de no llamar al bebe como si llamases a un coso extraño, pero para mi era así, algo extraño, una personita que tenía dentro y que ahora debía decidir que hacer. Seguía acariciando la barriga para ver si aquello todo esto era real, para que en cualquier momento despertará y estuviera en la mansión en mi habitación durmiendo tranquilamente y que todo quedase ahí... pero no aquello no pasaba era cierto, y ahí estaba Sean intentando afrontar la situación a la vez que yo. Mi gesto cambió cuando retiró el vaso de mi mano, era la única forma de alejar todo, no podía quitármelo, por más que fuera el "padre", mi cara cambió a un estado de enfado.- ¡Ah no no no! No puedes quitarme la bebida -Me levanté furiosa de la mesa.- Oh que crees que es fácil para mi, es... es... es mi cuerpo.- Acaricié mis preciadas curvas.-¿ Crees que todo esto acabará bien al final? - Señalé mi esbelta figura y marcada por el vestido que llevaba. De un momento a otro me senté en la silla, apoyé la cabeza en la mesa y comencé a llorar desconsoladamente. Todo aquello no podía estar pasando.
  17. La respuesta de Sean me sorprendió, había pensado que nada más decirle esto iba a salir corriendo de aquel lugar y posiblemente que no lo volviera a ver nunca más, o al menos cerca de mi. Me ofreció un pañuelo con el que sequé dos lagrimas que caían por mis mejillas en forma de decepción a mi misma. -Diras que vamos a hacer, no me voy a encargar yo sola de esto..- Miré a mi barriga sin poder dejar de tocarla, era extraño saber que algo.. había allí dentro, miré a Sean.- Gracias por tus palabras me alegra saberlo. Estaba claro que sola no iba a estar, tenía a la familia Gryffindor, a mis amigos a Antoni, Lady, Bel y demás que me ayudarían y apoyarían en todo momento y sobretodo mi madre a la que seguramente le diera alegría saber la nota o quizás no. Pero lo más importante era el apoyo de él, aunque en ambos casos no había sentimientos, ni a caso mutuos... -Creo que lo mejor será buscar.. un padre, no quiero que... esto.. crezca solo con una madre.- Ese había sido el caso de mi infancia, pero sin madre ni padre, con una desconocida, que me recogió de la calle, me dio alimento, ropa y me educó hasta cumplir la mayoría de edad.
  18. Miraba a Sean de rara forma pues aquello era algo incomodo, claro que sabía a lo que se refería despues de todo muy amigos simples no eramos, aquello quedaba clara entre ambos. Pero ahora recordaba por que tenía que quedar con él. Lo miraba con seriedad mientras que su mirada quedaba clavada en mi escote, algo que ya estaba acostumbrada sobretodo viniendo de él. Había algo demasiado serio e importante que aquel hombre debía saber tras beber un trago de aquella bebida exótica, me dispuse a decirle, las manos me sudaban y estaba algo nerviosa. -Veras Sean... todo esto tiene un por qué, pues no estamos aquí ambos por nada.- Tragué saliva una vez más y le miré seriamente a los ojos mientras mis manos bajaban a mi barriga.- Recuerda aquella noche, en el lugar donde tú y yo...- Me acaricié de nuevo la tripa.- Ya sabes... bien pues verá la cosa no se queda ahí, te lo puedes imaginar.- Agaché mi cabeza intentando que Sean no viera la lagrima que caía sobre mis mejillas pues aquello no era fácil de explicar.
  19. Lo miré con desafío sonriendo mientras tomaba la carta de bebidas riendo con los nombres que portaba esta, algunas bebidas parecían realmente exóticas y dispuestas para ofrecer un rato agradable en compañía, miraba de reojo a Sean cuando el elfo se acercó y le señalé un cóctel que creía conveniente. -Bueno, creo que podemos salir a tomar algo como amigos. ¿Por que no?- Miré alrededor comprobando que el local seguía vacío alegrándome de esto, y en realidad pensaba que porque no podíamos salir una noche aunque sabía que Sean no me tomaba como una simple amiga, ni si quiera como una chica normal. El elfo enseguida me trajo el vaso con el cóctel exótico que había pedido, bebí un sorbo de este y le ofrecí un trago a Sean. Me acomodé en la silla mirándole de frente con mi típica sonrisa, observando como Sean echaba pequeños vistazos a mi escote que me hacían reír.
  20. Cuando casi la visita estaba acabando y aún estaba con Esme y compañía empecé a oír voces, voces dentro del museo y que los elfos no me hubiesen avisado que raro. Miré a los acompañantes y tras haberles enseñado la sala donde estaban aquellos valiosos cuadros les invité a salir de allí.- Bien .. ahora debo encargarme de unos asuntos, ya saben lo que pase.- Le sonreí a ambas chicas.- Pero las dejaré con el elfo para que les siga haciendo la visita. El elfo enseguida apareció haciéndome una señal de que todo estaba correcto. ¿Todo correcto? Si había alguien en el museo y no había sido avisada, podría ser Alessandra que estaría recibiendo a alguien, el elfo se llevo a los invitados por el museo enseñándoles las salas egipcias y pasando por distintas etapas de la humanidad de los muggles. Los tiempos de Grecia y Roma, las increíbles historias del mundo egipcio, hasta la primera guerra mundial etcétera. Salí corriendo para ver que pasaba y en efecto estaba Alessandra en modo cariñoso con un joven.. Estaban susurrando algo y solo pude entender "Te amo" ¿Acaso aquel señor era el novio de mi madre? ¿Y por que no me había llamado para presentarme? Algo raro pasaba allí y me proponía averiguarlo, aunque sentía romperle aquel mágico momento. -Ejem Ejem.- Tosí en modo de hacer notar mi presencia y ambos se giraron.- Espero no interrumpir nada importante. Mamá.- Resalté aquella última palabra pues quería ver si sabía de mi lo más seguro que fuera que no como en la mayoría de casos sucedidos anteriormente con los demás familiares. Me acerqué al joven y le dediqué una agradable sonrisa.- Encantada soy Luna Gryffindor, hija de Alessandra y una dueña más de este hermoso museo.- No quería molestar más por lo que tras presentarme le dí un beso en la mejilla a Alessandra y le guiñé un ojo.- Bien les dejo solos si gustan suban a los despachos o a la sala de empleados para no tener que estar aquí en medio, ahora debo a ir a atender el museo, algo que hacen los dueños.- Ahí iba una indirecta para Alessandra pues desde que habíamos abierto el día pasado solo se pasó una vez y nada más supimos de ella, aunque si que teníamos algo pendiente con Aliester. Fuí hacia el bar para ver que todo iba correctamente antes de volver con los clientes. Y cual fue mi sorpresa. -¡Antoni!- El joven estaba acurrucado en una silla a la luz de la hoguera. Fui corriendo a abrazarlo.- ¡Que sorpresa! Pero porque no me avisaste de que estabas aquí.- También es que estaba un poco ocupada pero no era razón para que no me avisara era un joven agradable y me gustaba tenerlo allí , aunque no pudo disfrutar plenamente del museo la vez anterior debido a las molestias que hubo con Andrew y compañía. Pero me alegraba saber que había vuelto.- ¿Como estas pequeño?
  21. Elfo Lyan con @ Un joven mago entró en el museo sabiendo muy bien que quería hacer, parecía que ya había visitado el lugar pues sabía donde estaba el bar dentro del museo. El elfo se acercó a la barra para subir a un escalón que me permitía estar a la altura de los magos y asistirles. Traía la capa y la ropa mojado, <si tan magos son porque no utilizan la magia para no mojarse>. Pensó el elfo, ya que él no tenía ese don para hacer magia. El joven venía calado, parecía que fuera llovía y no dudó en pedir un whisky que le sirvió el elfo enseguida cogiendo un vaso y sirviendo le al joven, cuando este pronunció algo sobre un poción le miró extrañado.- Lo siento señor pero que creo que la señorita Luna no nos ha autorizado para hacer pociones.- La pequeña criatura se giró para ver el mostrador de bebidas comprobando que no tenía nada para hacer pociones. -Señor siempre puede encender el fuego de la chimenea que reservamos para ocasiones como esta. Como usted deseé señor.- El elfo señaló a una cortina que tapaba algo que parecía una chimenea, y que efectivamente lo era, pues aquel era un lugar muy grande y no se iba a calentar solo. Luna con @@Esmeralda Slytherin R. y @@Aleister Crowley ( Sean desapareció) Veía como la chiquitina hija de Esme estaba encantada con el mono, pero aquello no era un zoo y la visita debía continuar. Les dirigía hacia el lado de las pinturas repuestas anteriormente tras el incidente de Andrew, pero ahora ya estaba todo arreglado afortunadamente y listo para ser visto. Abrí las dos puertas que daban lugar a un pasillo enorme con las paredes cubiertas de cuadros de algunos artistas famosos, como pablo picasso, el extraño arte de Salvador Dalí. Sonaba una música tranquila que te invitaba a disfrutar de los cuadros y a absolver todo el arte que proporcionaba todas aquellas pintadas e incluso algunas esculturas. Miré a la niña esto no le iba a gustar tanto como los animales pero formaba todo parte del museo aquello no era un lugar para divertirse solo si no también para aprender. Miraba a Aleister preguntándome si iba a decir algo, si sabía algo sobre todas aquellas pinturas para ir decidiendo que hacer con él y luego pasar a la visita de mi querida madre que esperaba en los despachos de arriba.
  22. Me quito la capucha a lo que respondí con una cara molesta, no quería que si me encontraba a alguien me reconocieran y siempre iba con la capucha por lo que pudiera pasar, pero a Sean le importaba más mi belleza, le sonreí haciendo un gesto para indicarle que pasase al interior del local. Observe el interior era bonito pero no había mucha gente a penas nadie se podía considerar, así estaríamos más cómodos con más intimidad . Señalé una mesa que estaba al fondo del local en la oscuridad tenue de este, sonreí a Sean cogiéndolo del brazo.- Que quieres tomar señor Sean, ¿Un whisky?- Reí por todo lo que había pasado con el whisky. Me acerqué a la barra para pedirle una botella y dos vasos sacando algunos galeones de mi bolso, me ajuste el corsé dejando ver mi escote algo pronunciado, e intente arreglar un poco mi pelo, sonreí al ver que estaba bien y fui con paso firme hacía la mesa donde estaba Sean.- ¿Y bien, que pasa?-
  23. En pocos minutos de enviar el avión Sean apareció girando la calle sonriéndome como siempre, llegó al frente mío solté los rojizos mechones de pelo para saludarle, parecía que no venía de muy lejos a saber que estaba haciendo.. - Un poco nada más, pero me alegro hayas llegado pronto, hacía tiempo que no te veía.- En realidad no tanto pero era un frase que siempre quedaba bien, me acerqué a su ser que guardaba la distancia conmigo , ahora quedábamos a pocos centímetros le sonreí poniendo a la altura nuestros ojos. -Bien ¿Te parece si entramos? Parece buen lugar... para nosotros.- Reí tontamente, así como pensé antes esperaba no encontrarme nada desagradable dentro pues aquello parecía comenzar como una velada tranquila, ¿Junto a Sean? Lo dudaba, pero al menos lo pasaríamos bien. Me coloqué detrás de Sean con gracia para que pasara el primero al bar, y volví a colocar la capucha en mi rostro para no ser reconocida, desde fuera ya se podía oír el jaleo del ambiente.
  24. Aquella noche había decidido salir a dar un paseo y ver que me encontraba por el callejón. Había elegido un vestido negro de encaje y escote de corazon acabado en corseé. Algo extraño en mi, unos zapatos de tacón y un recogido normal dejando los rizos rojizos sueltos al lado derecho de mi hombro. Cogí un papel que saqué del bolso y una pluma. Le di un toque con la varita convirtiendo en un avión de papel que llegaría a donde estuviera el joven Sean. Fue el primer que vi en el paseo tranquilo por el callejón, tenía buena pinta, pero como siempre no sabía que me me podía encontrar dentro. Esperaba que esa noche fuera divertida. Con Sean aún más, sonriendo para mi misma esperé al joven apoyada en la puerta arreglando mi pelo para su llegada.
  25. Ya estabamos todos en camino de la primera casona, por los cristales se podía ver a un león relajado durmiendo, al pequeño mono que había sido quemado anteriormente pero que ya estaba totalmente curado, los elfos habían hecho un trabajo estupendo. La pequeña hija de esme me acompañaba entusiasmada cuando la cogí al llegar al cristal de la pequeña casona haciendo venir al mono que acudía a la llamada. Entregué a la pequeña un trozo de plátano para que se lo diese al mono. Me giré para ver a Aleister ahora era su turno. -Aleister nos puedes que sabes sobre los animales africanos. Improvisa sin más.- Lo miré sonriente y le dediqué una caricia para que no se pusiese nervioso, mientras que la pequeña le temía al mono este se posaba en mi hombro y le hacía señales a la pequeña para que le diese el plátano. Cuando Aleister iba a hablar un avión de papel aterrizó en mis pies, lo abrí y lo leía en voz baja. Era una carta de Alessandra para Aleister y para mi. Lo miré arqueando una ceja. ¿Cuando había entrado? ¿Habría pasado algo? Despues del día anterior no habría hablado nada con ella. Para responderle, mandé a la elfina que nos acompañaba para que me trajera un papel y una pluma. Le dí un toque con mi varita y este se convirtió en un avión de papel que voló escaleras arriba hasta su destino. El despacho de mi madre. Le sonreí a Aleister para tranquilizarlo y me acerqué a él.- Alessandra nos espera en su despacho al terminar debemos ir.- Le sonreí y le dejé que explicara los animales para continuar con la visita.

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