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Luna21

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Todo lo publicado por Luna21

  1. En seguida mis labios se sellaron y el hechizo no produjo ningún efecto en ella. Seguramente este no sería su segundo duelo como el mío y ella sabía desenvolverse mejor que yo en estas situaciones aún así me las apañaba para que no pudiese atacarme o si lo hacía no me causara mucho daño. Pronunció algo que sin pensarlo dos veces alcé mi varita y antes de que las tres cuerdas pudiesen separarse al salir de la varita con un pequeño temblor en la voz.- Evanesco.-. Así las tres cuerdas que iban a salir para envolverme desaparecieron quedándose en nada, sonreí al ver que no me iban a inmovilizar y ahora era el momento de atacar, pensé en como podía inmovilizar a Mía, era bastante lista y seguro que se le daban mejor los duelos que a mi. -Pues perfectamente hermanita. Me alegro de que estés aquí y estés bien.- Era un placer hacer duelo con alguien que sabía que no iba a hacer daño ni dejar que me pasara nada. Le sonreía aún sujetando la varita en su dirección. -Desmaius.- Un rayo salió de mi varita, este no haría nada solo la dejaría inmóvil e inconsciente durante un ratito. Aunque aún sabía que no iba con ventaja. Había que probar cosas.
  2. Tras haber citado a mi hermana en un callejón, llegando a él con paso firme resonando mis tacones por las paredes, veía a los jóvenes que aquella noche salían a divertirse un poco. Ya era casi media noche, la luna estaba llena miraba a ambos lados buscando a mi hermana para mi segundo duelo aunque no mortífero. Aquel parecía un sitio poco habitado, las casas ya estaban viejas y la única luz que brillaba era la tenue de las farolas. Me arreglé la cabellera y miré la vestimenta elegida, un corset negro y unos pantalones vaqueros azules con unos zapatos de tacón negros. Aunque no sabía si eso me dificultaría la movilidad, esperaba que no. Llegando al lugar acordado vi a una sombra negra que me esperaba sonriente. La joven me recibió cordialmente con una agradable sonrinsa.- Buenas noches hermana ¿Como estas hoy? - La miré más de cerca dejando que su silueta se marcara por la luz de una farola, ahora devolviendo le reverencia. Sin pensarlo dos veces apuntaba con la varita en mi dirección sin más esperar un rayo salió de su varita antes de que pudiese llegar y sin pensarlo dos veces saqué la varita de la manga. -Protego.- Un escudo salió de mi varita envolviéndome en un circulo que absorbió completamente el rayo. Mire a la joven con un gesto de amabilidad. La miraba con firmeza clavando mis ojos grisáceos en ella apuntando le con la varita repasando los hechizos en mi mente, al fin y al cabo todo esto no era para hacerle ningún daño, solo era cuestión de practica. -Rictusempra.- Una luz salió de mi varita provocandole unas cosquillas donde comenzaría a retorcerse de la risa.
  3. Estando en el despacho uno de los elfos que tenía conectados con la planta baja en varios lugares del museo así como la puerta de entrada, en el bar o en las casonas de los animales. Me avisó que una joven y la que parecía ser su hija llegaban al museo asentí sonriente indicándole que las atendieran. El trabajo se me acumulaba y esto no podía seguir asi. Froté mi barbilla para buscar una solución, claro que estaba Aleister pero aún no sabía que debía de hacer, por lo que yo misma debería atender a la joven y luego ocuparme de Aleister y Sean. Elfo Lian con @Esme2016 -Buenos días señorita y bienvenida al museo nigth.- El elfo miró a la pequeña sonriente desde su altura pero siempre sin acercarse demasiado se encaminó a la mitad del hall.- Seguro que a la niña le encantaran los animales. Ha venido al lugar indicado, pero me temo que las señoritas están ocupadas en este momento y creo que les dará alegría atenderle ellas en persona.- El elfo asintió con la cabeza acompañando a toda momento a las dos chicas hasta el lugar de recepción. -Pero estoy seguro señoritas que en seguida serán atendidas.- Lian se quedó mirando a las escaleras que daban a los despachos después de escuchar el ruido de la puerta. Todos los elfos estaban conectados para saber que pasaba en cada lugar del museo en cada momento. Luna con @ Me levanté de la mesa en la que miraba a Sean y su respuesta me sorprendió, una media sonrisa se dibujó en mi cara.- Estás perdonado Sean, ahora se me acumula el trabajo.- Hice pausa y me coloqué en frente de él.- Más tarde me ocuparé de.. nuestro asunto.- Pasé por su lado de camino a la puerta -Si quieres puedes venir a hacer una visita al museo, está mucho mejor que ayer y hay clientes esperándolo para ver, a demás.. tengo que iniciar al joven que vino antes para que empiece su trabajo lo antes posible.- Me puse de espaldas a Sean abriendo la puerta poco a poco y asomando la cabeza por la ventana vigilando que nadie nos había visto salir, excepto mi elfina que llegaba a la vez que salía del despacho. Miré a Sean indicándole que saliera del despacho rápidamente para acompañarlo escaleras abajo. Luna con @@Aleister Crowley Bajé las escaleras que daban al hall y dejé a Sean esperando mientras mis tacones resonaban fuertemente entrando en el bar donde se encontraba Aleister almorzando me quedé mirándole en la puerta con algo de seriedad, aunque mi carácter no era así, me acerqué a él con pasos firmes con cada clac de mis tacones dibujé una sonrisa en mi cara para que no se asustará y le agarré del hombro. -Querido Aleister vas a comenzar tu trabajo, para que te vayas acostumbrando hoy harás una visita conmigo para que veas como va y como deben tratar a los visitantes, aunque eso es lo menos importantes. - Le iba contando mientras le hacia levantar de su silla y nos encaminábamos al hall. -Las historias son muy simples, esto se trata de intentar no aburrir al visitante si no que se infiltre en las historias que guardan los animales y piezas únicas de este museo.- Le miraba para asegurarme de que me estaba entendiendo.- Ahora nos acompañaras. ¿Verdad? En el hall con todos. Una vez que llevé a Aleister para su primera visita y que se fuera familiarizando, aunque todo aquello era una prueba para ver si verdaderamente el joven valía para estar en el museo. Estábamos todos dispuestos a comenzar la visita, sonreí y me puse en frente de todos.- Bien ahora comenzaremos por fin, bienvenidos al Museo Night, es un lugar lleno de sorpresas y sobretodo de magia.- Aunque lo de mágico no era nada nuevo para ellos. Pensé en mi interior mirándolos a todos. - Comenzaremos por las casonas de los animales y debo recordad que deben tener sumo cuidado con ellos y sobretodo no acercarse a ellos.- Me agaché para revolverle el pelo a la niña que acompañan a Esme.- Pequeña tú seras mi ayudante y les darás de comer si deseas.- Aunque algunas personas pensaban que iba más a un zoo, puramente esos animales deberían estar disecados. - Por segundo pasaremos a ver los más importantes cuadros del mundo de los pintores más famosos, como pablo picasso, Leonardo Da-Vinci, etc.- Ya no les quería aburrir más y comencé a andar hacia la primera casona esperando para ver las reacciones de los presentes.
  4. Cuando ni aún Sean había contestados a mis palabras, algo detrás de la puerta sonó. Me levanté para recibir a quien fuese, mi elfina tan sirviente le abrió la puerta apartándose para que pudiera pasar. Cuando vi a un hombre de negro, le miré de pies a cabeza y le sonreí. Ahí estaba el hombre al que esperaba eché un vistazo al reloj de mi muñeca y alcé una ceja. -Aleister me alegra que hayas venido.. por fin, te estaba esperando.- Sonreí amablemente y escuché lo que dijo algo que no me gustó mucho.- No ***iste nada Aleister por favor. Aunque..- Sin dejarme terminar la frase salió cerrando la puerta tras de si. Miré a Sean confusa encogiéndome de hombros. - Hombres..- Reí tontamente y me volví a sentar en la mesa en frente de Sean. Regresando a nuestra conversación.- Bueno Sean .. ahora tendremos un rato para conversar, dime ¿Que necesitas?- Si era que necesitaba algo, o que quería no sabía bien, este hombre siempre andaba con misterios y "trabajitos"
  5. Estando en el despacho sentada leyendo algunas cosas con el profeta enfrente un café en la mesa a medias y un cigarrillo posado en mi mano al cual daba caladas tranquilamente. La mañana ya estaba llegando a Ottery , pero aún estaba el museo vacío, era extraño que Aleister no se había pasado tras haber quedado con el la noche anterior. Unos pasos resonaron en la entrada del despacho y uno de los elfos situado en las entradas avisaba que un joven acababa de entrar, ya que estaba en la puerta de los despachos pensaba que era el joven que esperaba, pero al abrirse la puerta con una agradable sonrisa estaba Sean, mis ojos se abrieron enormemente y quedé paralizada sorprendida. En seguida me levanté. -Sean.. ¿Que haces aquí?- Le miré levantando mi brazo donde llevaba el reloj apenas empezaba el día. Y así me preguntaba que hacía allí.. quizas vendría a cobrar su deuda que le prometí noches anteriores. Me acerque a donde estaba él sentandome en la mesa en frente de él. -¿Ha pasado algo? ¿Queres algo? - Ya me preocupaba su llegada aunque no seria por parte del ministerio aquella vez. Eso me alegraba, le miraba fijamente clavando mis ojos en él observándole de arriba abajo sonriendo. Ahora comenzaba a rizarme el rojizo el pelo como cuando su presencia me ponía nerviosa.. inquietante.
  6. Todos salieron del museo, cada uno marchándose por su lado. Así como Sean se fue con Luna y Lady con Aleister, al que a la mañana siguiente le tocaba trabajar de nuevo como a Luna. La noche al fin cayó en Ottery y sobre el callejón, los locales estaban cerrando menos algunos bares abiertos hasta la madrugada. ..... A la mañana siguiente caminaba firme sobre mis pasos haciendo resonar el por toda la calle los pasos de mis tacones que aquella mañana había decidido ponerme para el segundo día de trabajo en aquel museo. Tras todo lo ocurrido la pasada noche este podría ser un buen día donde los visitantes empezaran a depositar sus dineros en visitas el museo empezara a dar sus frutos, tras todos los gastos de las destrucciones del museo. Llegué a las escaleras sacando del collar la llave maestra que habría todas las puertas de cada rincón de aquel museo, subiendo las escaleras las abrí cerrándolas a mi paso, pues aún era pronto pero debía arreglar un par de asuntos más aquella mañana antes de abrir el museo para dar paso a los visitantes, entré en el hall, todo parecía tranquilo nadie se había quedado allí a pasar la noche excepto los elfos que trabajan como vigilantes de noche. Subí hacia los despachos de las jefas y trabajadores, abriendo la puerta del mío que presidía con un rotulo dorado con letras negras en la parte superior de la puerta donde se podía leer. "Luna Gryffindor Targaryen". Sonreí al verlo y recordar que era responsable de aquello. Pasé al interior dejando mi capa en el perchero y mirando algunos papeles, preparando los del ministerio para la llegada de Aleister y mirando las cámaras de seguridad de los animales, así comprobando que todo estaba en orden una vez más. Se respiraba tranquilidad y eso era lo que me gustaba. Me coloqué la ropa y el pelo para tenerlo todo preparado para recibir a los visitantes y mientras me colocaba en el medio del hall, cuando ordenaba a los elfos que abrieran las puertas y los guías se preparaban junto a las jaulas de los animales que aún dormían en sus habitas. Ahora estaba todo preparado para la llegada de los nuevos visitantes y esperaba la entrada de Aleister pronto por la puerta. Hoy podía ser mejor día que ayer. Sonreí satisfecha para mi esperando pacientemente.
  7. Aleister me frenó ante sus dudas. El joven tenía razón. Y la mala suerte esta vez iba para Lady o quizás no. Los miré a ambos. Eran buenos chicos, pensaba. Me dirigí andando con paso firme hasta el joven.- Aleister, pensé que querías quedarte con la muchacha, no tienes obligación de quedarte.- Sonreí, debía de ser buena jefa. Miré a Lady.- Cielo tú si quieres puedes volver mañana, te ofreceremos una visita guiada por mi misma, si gustas.- Llamé a Sean para que se acercará, quizás mi idea no le gustará mucho. Pero esa noche me apetecía pasarla en compañía. -Por que no vamos todos a tomar una copa por ahí. Yo invitó.- Miré hacia el fondo del hall.- Cirse, puedes venir si quieres.- Me giré hacia Sean encogiéndome de hombros y susurrándole un lo siento. Volví a abrir las puertas del museo para que pudiesen salir, portando la llave en el cuello. Siempre, para no perderla.- ¿Vamos?
  8. Estaba en el hall esperando para que me avisaran de que todo estaba correcto. Pues íbamos a cerrar. Con la capa puesta sobre el rostro y todo preparado. Las puertas del museo se habríeron dejando entrar el frío y gélido viento de la calle. Me giré arqueando una ceja para mi.- ¿Y ahora que?- Suspiré susurrando es que aquella noche no me iban a dejar irme. Me giré visualizando a una chica, solo esperaba que no fuera los mismo niñatos de antes. Con una cara bastante familiar. Abrí los ojos para verla, y allí estaba mi querida Lady, si solo era ella la podía dejar junto con Aleister pues también estaban allí las otras jefas, y no era necesario que me quedara más tiempo allí. Me acerqué a ella sonriendo. -Querida Lady ¿Como tú por aquí?- Le deposité dos besos en sus mejillas.- Bueno yo debo irme ya, pero te dejaré a cargo de Aleister, es su primer día así que no se lo tengas muy en cuenta, aún no sabe mucho del negocio. La miraba en medio del hall, esperando a Sean.- Bueno debemos irnos, Aleister te dejo a cargo de Lady, si tienes algún problema en los despachos arribas esta alessandra, y por ahí anda Cirse. Comentalo con ella. Y mañana cuando vuelva hablaremos.- Me encaminé hacia la puerta.- Disfruten del museo chicos y tengan cuidado con los animales. - Pasé por el lado de Aleister y le acaricié el hombro guiñándole un ojo.- Cirse me voy, tengan cuidado. Hasta mañana. Saliendo del museo, cerré las puertas detrás de Sean encaminándonos por el Callejon.
  9. Mire a mi alrededor y así era. Ahora que Aleister se había ido, mi madre permanecía en su despacho y parecía que los visitantes se habían marchado tras todo el jaleo anterior. Pues Ottery entraba en altas horas de la noche.- ¿Que te parece si cerramos el museo y vamos por ahí? Mañana hay demasiadas cosas que hacer si queremos abrir.- Le sonreí avisando a los elfos que prepararan todo para cerrar. -Bien voy a avisar y a Aleister para cerrar.- Salí hacía el hall, dado por s tamaña, sabía que me oirían debido al eco.- Aleister, por favor preséntate en el hall, he de decirte algo. - Esperé en el hall hasta que viniera el joven. Sabía que mi mama podía quedarse ahí si no le apetecía salir. Un elfo se me acercó. -Por favor encárgate de revisar las salas del museo y comprobar que no queda nadie más. Vamos a cerrar.- El elfo salió corriendo para hacer lo que le había ordenado.
  10. Una vez más Sean volvia conmigo para bailar. Dejé al joven Aleister atrás con un elfo. Y sin dejar de clavar mis grisaceos ojos en Sean comenzamos el baile. Ya no me acordaba de como bailaba la noche anterior. Ahora iba recordando todo lo sucedido. Le sonreí amablemente mientras seguía el contoneo de sus caderas aferrándome a él, sintiendo su cuerpo con el mio. La música seguía sonando y nosotros seguíamos tomando. Aliester se marchó a investigar por lo que le asentí sin separar mi mirada de la de Sean. La noche caía sobre Ottery. Y por mi cabeza pasaba el pensamiento de donde podíamos ir después, pues toda la noche no nos íbamos a quedar aquí. -¿Usted que cree señor Sean?- Sonreí y le bese la mejilla acercándome a su oído mientras bailábamos.- ¿Crees que después podemos ir a un lugar más.. mm.. privado?- Me volví para mirarle sobresaltando en mi rostro esa sonrisa picara que me salía al pensar en esas cosas. Girábamos ambos al compás de la música, movía mis caderas como si de un vals fuera. Y las canciones iban pasando. Me quedé mirando fijamente a Sean y sin más le robé un beso de sus labios que sabían a whiskys.- Muy ricos, señor Sean.-
  11. Di un giro sobre mi misma y mi rojizo pelo floto hasta caer de nuevo en mi espalda. Mire al joven tomándole de las manos.- ¿Acaso no puedo invitarle a bailar? - Le escuché hablar indicándome que volviera con Sean.- Señor Aleister ¿acaso no le agrada mi compañía que ya quiere que vuelva a mi sitio?- Cogí la copa de whisky y tome otro sorbo, que volvió a quemar mi garganta. Saqué mi varita Di un toque con mi varita y empezaron a sonar "The Beatles" -¿Que tal así, señor Aleister? -Sonreí intentando bailar esto a lo antiguo. Reí por mi nivel de alcohol que portaba en el cuerpo.- Bueno si dice que me vaya me iré usted se lo pierde.- Le sonreí y me giré alejándome hacia un asiento acompasando mis pies con goples de cadera. El ambiente había mejorado, ahora tocaba pensar en como hacer para que no volvieran a entrar semejante gente así y destruyeran el museo de nuevo. No dejaría que arruinaran el negocio, y en vez de un museo recién abierto se pareciera a los monumentos de Roma .
  12. El joven asentía, sus respuestas parecían firmes. Sentía mucho todo aquel desastre, pero la verdad no se podía hacer otra cosa. Sabía que el museo avanzaba poco a poco, que mañana sería otro día y que los visitantes llegarían y traerían dinero. Por lo que tenía un buen sentimiento de parte de los dioses de que aquello iba a funcionar. El joven se levanto para ir a pedir más vino, me aleje un momento de Sean y lo agarre del brazo, los efectos del whisky iban haciendo mella en mi.- Vamos Aleister, baile, y deja de beber, no te nos vayas a emborrachar.- El elfo que había detrás de la barra me miraba negando con la cabeza. Pues ya todos sabían como me ponía cuando tomaba algo de alcohol, aunque si era muy joven para tomar. Pero solo de edad. Le sonreí viendo como se servía uno de los vinos. Me acerqué a la barra.- Aleister, siéntete como en casa, puedes tomar lo que quieras y si deseas preparártelo tú. Aunque para eso están los elfos.- Sonreí amablemente.- Como gustes.- Y me alejé bailando, meneando las caderas.
  13. Después de acabar de hablar con el chico. Me levante sonriendo y feliz, por fin había paz en el museo. Observé el brindis de Sean y alcé mi copa para chocar con la suya y después beber un trago largo de aquel whisky, saboreando y recordando lo que había hecho noche anterior con el whisky una sonrisa se produjo en mis labios cuando miraba a Sean que esta vez sus ojos estaban con brillo de picardía. Me acerqué a su oído.- Se lo que estas pensando pero tendrás que esperar un poquito.- Sonreí dándole un beso en el cuello que me erizó el bello. Le sonreí suavemente, dándole un beso en la mejilla y dejando le marcado el labial rojo que portaba en mis labios. El cual le quité con cuidado. La música seguía sonando canción por canción, me levantaba para bailar por todo el bar moviendo mis caderas picaramente.- Vamos chicos muévanse un poco.
  14. Todo sucedía demasiado rápido. Los dos bandolos habían salidohttp://cdncache-a.akamaihd.net/items/it/img/arrow-10x10.png por el tejado, el cual después se derrumbó. Sean salió corriendo después de que le tiraran la botella de whisky.. una perdida muy mala. Los elfos corrían de un lado parahttp://cdncache-a.akamaihd.net/items/it/img/arrow-10x10.png otro, limpiando. Con mi varita en mano me quedé mirando los cuadros y eché a reír.- Pensaron que les iba a poner los verdaderos, serán...- Comenté en mi cabeza cuando los elfos cambiaban los cuadros, por otros nuevos. Algunos limpiaban las paredes. Y con el toque de la varita las aguas desaparecieron y hubo un aroma nuevohttp://cdncache-a.akamaihd.net/items/it/img/arrow-10x10.png en el museo. El barro del museo desapareció. En el tejado se vieron varios rayos de luz.. -Por merlín, Sean baja de ahí te van a dar.- Andrew cayó haciahttp://cdncache-a.akamaihd.net/items/it/img/arrow-10x10.png la calle resbalándose del tajado, negué con la cabeza, mala suerte.. Cuando Sean bajó empezó a ayudar con su varita a limpiar todo, de verdad estaba todo echo un asco. Susurraba un único hechizo apuntando al castillo.- "Reparo"- -Bien, bien ya esta todo mejor.- El museo había quedado como nuevo, aunque los animales aún estaban asustados y confusos. Incluso una jirafa había desaparecido. No le di más importancia, la sustituiríamos. Ahora sin esos dos, podíamos celebrar la fiesta en paz. - Bien chicos, siento lo ocurrido no lo teníamos preparado, ha sido un duro comienzo, pero esta anocheciendo y debemos de preparar la fiesta.- Los elfos se ponían a mi disposición mientras que les ordenaba ir a la cocina y que arreglaran el bar para la celebración. Pusieron mesas que al instante se llenaban de comida, mientras esperábamos en el hall. Llegó algo volandohttp://cdncache-a.akamaihd.net/items/it/img/arrow-10x10.png con una nota escrita. Que decía "Para Cirse" La recogí del suelo y se la llevé para que la leyera sin más. Le dediqué un sonrisa tranquilizadora, y me dirigí a Sean y a Aleister. -Bien chicos, gracias por su ayuda. Ahora que se acabó todo vamos a festejar.- Sonreí conduciendo a los todos los presentes hacía el bar.- Un elfo se acercó a nosotros cuando entramos al bar para servirnos. -Sirve una botella de whisky para Sean y para mi.- Me gire a los presentes. Para dejarles que pidieran . El elfo se fue para traer lo pedido. Ahora tocaba hablar con el joven que había empezado a trabajar, en un momento difícil, un comienzo demasiado difícil.- Aleister por favor, siéntate tenemos que hablar. - Me dirigí a una mesa teníamos que comentar su contrato. - Bien, como sabes acabamos de abrir y lo sucedido va a costar muchos galeones, que tendrán que salir de nuestro bolsillo.- Hice una parada mirándole a los ojos.- Como comprenderás el museo aún no tiene dinero. Por lo que el primer mes tendremos que pagarte algo menos, cuando avancemos te podremos subir el sueldo, siempre que sigas con nosotros.- Le sonreí amablemente, pues sabía que eso era una mala noticia, aún había mucho trabajo que hacer. -Después de la fiesta. Mañana podremos decidir de que te vas a encargar tú y para el fin firmar tu contrato. ¿Estas de acuerdo? -El elfo que había venido antes me sirvió un vaso de whisky, bebí un sorbo que quemó mi garganta sintiendo su sabor.- Por lo que mañana a primera hora te espero en mi oficina.- Sonreí levantándome y acercándole un baso a Sean para que se sirviera el whisky. -Festejemos pues.- Di un toque con mi varita y una música comenzó a sonar detrás de la barra. Me levanté y comencé a mover mis caderas sintiendo la música.
  15. El joven muchacho se comportaba de una manera agradable, imaginé que sabría comportarse de cara al público, y si habría que hablar de muchas cosas respecto a su trabajo.- Bueno tú tranquilo, cuando desees ven a hablar conmigo. -Cuando me iba a girar el roto de una porcelana se escuchó horriblemente sobre el suelo del castillo. Y la maldad se extendió por sus pasillos. -ANDREW. -Estallé en mil y un pedazos pues ese niño ya me la había vuelto a liar, empezaron a correr arañas, ratones y la suciedad se extendió por todo el museo. Me dirigí a Aleister con cara de preocupación y algo de cansancio. -Va a ser mejor que vengas a ayudarme.- Agarré la varita de el interior de mi corse y salí corriendo hacia el bar. Todo tenía una pinta horrible. Pero que habían hechos. Avancé hacía Andrew con la varita en mano, mientras mi pulso temblaba y casi las lagrimas afloraban de mis ojos .
  16. Acompañé a la joven que había estado antes con Andrew cuando sucedió todo y a la que dejé a cargo del elfo, para que le fuera de guía en su visita.- Bien mavy, si quieres podemos ir al bar. Y ahí si me esperas, intento encontrar tiempo, y organizamos la fiesta. En seguida estaré con vosotros.- Le sonreí con mis labios carnosos y con ligero tono de carmín rojo, al igual que mi pelo. Volví con el joven del renacer. Si recuerdo que buscaba trabajo en el renacer que Kevin le ofreció trabajo, bueno quizás le interesaba echarme una mano a cambio de un par de galones. No me vendría mal, ya que Alessandra no se encontraba en condiciones de atender a los visitantes. Y Cirse aún no había aparecido. Me quedé pensativa mientras miraba al joven. -Aleister. Un nombre bien bonito. Pues la verdad me hacen falta un par de manos, las cosas se descontrolan aquí, y yo sola no puedo. - Miré a los lados, pero debía comentárselo a Alessandra, aunque creía que ellas estarían de acuerdo en dejar que el joven trabajase allí.- Bueno, supongo que estas contratado. Si bien gustas puedes ir a darte una vuelta por el museo. Tenemos obras de artes del antigüo egipcio. Pero ninguna exposición especial. Y después cuando te familiarices con el museo, puedes mandar a uno de los elfos a buscarme y subir a mi despacho para firmar los papeles del MM, y todo eso.- Sonreí al muchacho dandole un suave golpe en el hombro.- Y luego hablaremos sobre las visitas y aclararemos ciertos aspectos.- Le sonreí .- Bienvenido al museo Aleister.
  17. Miraba a mi madre, con cariño y pena, pero tenía aceptar lo que ella me decía, la besé en la mejilla con cuidado. Sabiendo que ella necesitaba unos momentos a solas, y yo debía atender el museo. Ya que lo había dejado solo y con Andrew no era muy bueno idea aquello. -Bien, má, iré a ver si los cimientos del museo aún siguen en pie.- Reí seguro que ya la habían vuelto a liar. Enseguida un elfo entro corriendo en el despacho tocando antes a la puerta. Me susurró que habían llegado más clientes, en plural, aquello parecía ponerse interesante, pero también había malas noticias... problemas en el bar.- Iré a encargarme de los recién llegado, manda a un encargado para que arregle lo del bar, enseguida estaré allí. - El elfo salió deprisa por la puerta.- Bien madre, ahora sí, debo irme, nos vemos más tarde. Cuídate y si necesitas algo, avisa a algún elfo y subiré enseguida.- Le dí otro beso en la mejilla y le susurré al oído un te quiero. Le tenía un gran cariño a esa persona. Salí aprisa arreglándome el pelo y la ropa de camino al hall. Elfo Lian en el bar: El elfo que había mandado había salido corriendo hacia el bar, para limpiar o arreglar lo que hubiese sucedido. Se que no debería ser así, pues mandar a un elfo a que pusiera orden en el negocio no era lo correcto. Pero no podía estar en dos sitios al mismo tiempo y no podía dejar a mis visitantes solos por atender al crío de Andrew que volvía a hacer de las suyas. El elfo llegó apresurado. Cogió una bayeta limpiando lo manchado por Andrew en la pared, tras subirse a un taburete para poder alcanzar los restos de la bebida, echada por la pared. Más tarde se acercó a Sean para poder servirle lo que había pedido. Cogió la botella de whisky y se la sirvió junto a un baso a Sean.- ¿La va a compartir señor? -El elfo lo miraba desde detrás de la barra. Luna con @@Aleister Crowley: Tras arreglar mi pelo y algo preocupada por lo que estaba sucediendo en el bar, salió corriendo para atender al joven recién llegado.- Buenas tarde joven. Soy Luna. -Me quedé mirándole. -Un segundo yo a usted le conozco, aunque no su nombre.- Mis mofletes se sonrojaron era muy mala para recordar los nombres, pero si era el chico que anteriormente había estado en el renacer. Creía recordar que lo había invitado a que viniera.. o no. - Bienvenido, señor. Hoy es la inauguración, y como motivo de tal, le ponemos a su disposición una visita guiada por el museo. Y la invitación a la fiesta que tendrá lugar en un rato en el bar.- Sonreí arreglando mi alborotado pelo rojo, mientras aguardaba su respuesta, quizás le interesase algo del museo en especial Cuando hablaba con el joven entró una chica. Está decidió recorrer el museo por ella sola, aunque eso no estaba bien visto por lo que mandé a un elfo que la acompañara por su visita y le informará sobre la fiesta y la promoción. Dejé al chico solo un momento para hablar con el elfo.- Perdón joven ya estoy con usted. Es lo que tiene recién abrir y estar demasiado atareada. Elfo Eru con @ : -Buenas tardes señorita y bienvenida al museo nigth. Permita me presentarme soy Eru, y trabajo en este museo para la señoritas Luna, Alessandra y Cirse, dueñas del local y las cuales no puedan atenderle ahora mismo. Pero yo le acompañaré por su visita en el museo.- El elfo este un poco más oscuro y ligeramente más bajo miraba a la joven .- Le debo de informar que como motivo de la inauguración tiene gratis una visita guiada por el museo y la invitación a la fiesta que se efectuará en unos momentos en el bar de este museo especial. En cualquier cosa que pueda ayudarle le acompañaré hasta que alguna de las señoritas pueda atenderla.- El elfo esperaba al lado de la joven mientras observaban los cuadros.
  18. Elfo Eru con @@Kaya Moon: El elfo acudió rápidamente a atender a la señorita que recién había llegado y se disponía a recorrer sola los pasillos de aquel museo, aunque eso no era lo más recomendable. -Buenas noches señorita, mi nombre es Eru. La señorita Luna y la señorita Alessandra, dueñas de este hermoso museo están ocupadas en este mismo instante, pero le aseguro que en cuento puedan le atenderán, hasta entonces déjeme que le ayuda y le informe.- La pequeña criatura le dedicaba una pequeña sonrisa, desde la altura de la cintura de la muchacha. Estaban ordenados en ser amables y obedecer en todo. Y así hacían. -Bien, le informaré.- El elfo se preparó para echarle todo el texto aprendido horas antes de la apertura de puertas.- Estamos de inauguración, hoy es su día de suerte. Pues como motivo de la inauguración, le ofrecemos una visita guiada gratis por todo el museo, y las consumiciones corren a cargo de la casa. Al igual que en breves momento se celebrará una fiesta en el bar. Estaré a su disposición hasta que la Señorita Luna pueda bajar a atenderla. Disculpe las molestias señorita. Si hay algo que pueda hacer, estaré encantado en servirla. - El elfo bajo la cabeza para recibir la respuesta de la joven.
  19. Me tomé sus palabras irónicamente como no hacerlo de otra forma. Arqueé una ceja, lo que me había dicho no me había sentado muy bien, pero tuve que resistir a poner esa cara de odiosa, y dedicarle una amplia sonrisa, no iba a acabar con mi paciencia ese joven, podía con mucho más. Llamé elfo que aguardaba en la puerta para que por fin le diera su masaje. Asentí con la cabeza a la joven recién llegada en forma de despedida y salí por la puerta detrás de Sean. Cuando bajaba al hall de nuevo con Sean vi a la esperada Alessandra. Por fin había llegado pero no con muy buenas pintas, me paré en seco, parecía.. enfadada o frustrada, no sabía bien por lo que decidí ir a darle la bienvenida y anunciarle la fiesta. La seguí hasta la parte de los despaches, donde con una señal hice a Sean que aguardara era solo para empleados. -Me esperas un segundo en seguida estaré contigo esa mujer que está ahí dentro.. es.. es madre.- Le miré cómplice no era una situación muy agradable.- Si quieres puedes bajar al bar a tomar algo y de paso me vas pidiendo algo, creo que tú sabrás bien que quiero.- Le guiñé un ojo con la mano en el pomo.- Y portate bien.- Me acerqué a él y deposite un fugaz beso en sus labios rosados, sabían realmente bien. Con una agradable sonrisa entré en su despacho tocando a la puerta, donde me abrieron inmediatamente. -¡Mamá! Por fin estas aquí, que alegría verte.- Me acerqué y la besuque toda abrazándola, miré su ropa algo manchada de barro. Y el rostro me cambió por completo.- ¡Por merlín! ¿Que te ha pasado? ¿Te encuentras bien?- En esos instantes ya me empezaba a preocupar por ella, pues hacía tiempo que no la veía y no me agradaba verla así, de donde venía, quizás le habría atacado el mono chamuscado de Andrew. Solté una carcajada que enseguida tapé con mi mano. Estaba claro que no era el momento de invitarla a la fiesta ni mucho menos de comentarle que nos habían quemado a los animales y que una de las casonas había saltado por los aires, pero quizás en otro momento. Ahora solo faltaba Cirse. Por lo que aguardé arrodillada comprobando que no le faltaba ningún miembro a mi madre.
  20. Le miraba, mientras recorríamos las casonas de los animales, le miraba curiosa, pero eso parecía no interesarle demasiado, en su mente sabía que había más cosas, más allá de aquellos animales, por lo que eso me hizo sonreír, me giré en un momento en el cual el estaba concentrado en mis rizos rojizos, en un intento de sacarlo de allí y para no dejarlo solo, me pregunté si abría venido alguien más, ya que había odio el ruido de unos tacones en el hall del museo. Quizás sería Alessandra, ya iba siendo hora de que fuera. -Vamos a comprobar como esta el joven accidentado y luego a mirar si ha venido alguien, me pareció oír algo fuera.- Le sonreí indicándole la salida, cuando el mono chamuscado anteriormente se acercaba a mi. Cogí un trozo de plátano que portaba en mi pantalón y se lo ofrecí, este lo cogió y se fue miedoso, ahora que sabía que todos los animales estaban bien y la casona estaba siendo restaurada por los elfos todo iba más tranquilo. -Bien, si te apetece pasemos a esta sala, donde se encuentra el causante de todo.- Coloqué mi típica cara de molestia la misma que ponía cuando Andrew me causa alguna molestia, que no era la primera vez. Toqué a la puerta ya que oí una voz de mujer que la reconocí por aquella rara situación en el renacer unos días atrás. Asomé la cabeza por la puerta viendo a Andrew sin camisa tumbado en la cama -¿Va todo bien por aquí?- Me acerqué a la joven recién llegada.- Un placer conocerla, bienvenida al museo. Espero que todo este a su gusto, y en fin...- Suspiré.- Siento que el museo este en este estado, supongo que andrew ya le habrá contado.- Sonreí falsamente, a saber que le había contado ese niño... - Les recuerdo que las consumiciones en el bar de la planta baja hoy serán por nuestra cuenta.- En ese momento entró un elfo con unas muletas para Andrew.- Y en cuanto puedan me encantaría que asistieran a la fiesta que va a ver en el bar.- Le sonreí a los presentes y me giré a Sean acercándome de espaldas a él.
  21. -Bueno hubo algunos problemas con un joven... pero ya esta todo solucionado, o eso creo.- Miré a la casona de los animales que había sido incendiada.- Bueno este museo sufrió un pequeño cambio, ya que estos animales estaba disecados pero cuando les aplicamos un hechizo para moverlos al museo empezaron a tomar vida, y bueno ya lo podrás ir viendo por tu propia cuenta. - Sonreía señalando a las casonas de distintas zonas del mundo.- También tenemos una sala donde están expuestos cuadros de los más famosos pintores de Europa y demás. A parte le ofrecemos la oportunidad de comprar alguno de esos cuadros, o llevarse una replica de los más famosos. Sonreía haciendo de guía, me había estudiado todo sobre esos animales, y cuadros, así como las historias de sus ciudades o pintores, observaba como Sean me seguía pasando por las casonas de los animales. -Me imagino como son tus fiestas... -Le sonreí picaramente acariciándole la mejilla suavemente.- Pero no serán así, asi que por favor, nos conocemos y te pido que seas formal... Luego tendremos que hablar tú y yo.
  22. -Puedo mandarte que un elfo te de un masaje. -Oi su grito de dolor.- ¿Te tomaste la medicacion? Te ira bien para el dolor- Le sonrei. -Como desees Andrew. -Intentaba comportarme bien y tratarle como si no hubiese pasado nada. Cuando estaba en la habitación con andrew un elfo entró apresurado . Me indicó que me agachara ¿habria pasado algo mas? Pero por suerte no, solo que alguien habría entrado en el museo. Comprobé que mi vestuario estaba perfecto. Organicé mi pelo. Y salí con una agradable sonrisa. -Buenos días señor. Bienvenido al nuevo pero no menos especial de Ottery. Espero que todo sea de su agradable gusto. Por ser el día de la inaguración le ofrecemos una visita guiada por el museo. Por quien usted desee y las consumiciones en nuestro pequeño bar a cargo de la casa. -Sonrei el joven era Sean. Recordaba que la noche anterior lo habia invitado a la inauguración pero por mala suerte no se había podido organizar ninguna fiesta. Recordé el accidente causado por Andrew. Me acerque a él y le besé la mejilla con dulzura. -Me alegro que hayas venido.. pero no se ha podido celebrar la fiesta... quizás tu me puedas ayudar.- volvió esa mirada picara y mi sonrisa perfecta.
  23. Elfo Eru con @@Andrew Potter333 : -Señor se encuentra en la enfermería del museo, se ha quedado inconsciente y por ordenes de la señorita Luna lo hemos alojado aquí hasta que se mejore. -El elfo se acercaba a Andrew para darle unas medicinas.- Si desea puedo avisarla para que sepa que está bien. - Luna : Uno de los elfos vino para avisarme que Andrew estaba bien, en realidad me había pasado al encerrarle con el elefante, pero se lo merecía. Me dispuse a visitarle y ver como estaba, para después quizás echarle. Llegué a la habitación Andrew estaba dolorido, lo observaba desde la puerta arqueando una ceja.- Enhorabuena Andrew, ahora mismo debería estar cubierto en llamas.- Sonreí acercándome lentamente. Suspiré.- ¿Necesitas algo más? ¿Te llevamos a San Mugo? ¿Quieres un masaje?- Intentaba ser amable y poner a su disposición mis medios para que lo que había pasado no se corriera la voz y el museo se cerrara.
  24. Pero ¡¿Que!? Cuando volví estaba todo en llamar. En serio a este chico no se le podía dejar en paz. Los elfos había corrido al rescate de los animales en llamas. Agarré mi varia y susurré "Aguamenti" Las llamas poco se iban apagando los animales en manos de los elfos. Miraba desde la altura a Andrew inconsciente, negué con la cabeza. No podía soportar a ese chico. Ordené a los elfos que lo llevaron a una habitación hasta que se recuperara, que le dieran medicamentos y lo que necesitara, para que después lo mandaran fuera del museo, estaba claro que este chico había perdido todas las oportunidades que tenía de volver a entrar en el museo, y eso que antes eran pocas. Agarré a la joven, tranquilizándola.- Ya esta todo solucionada, ordenaré a los elfos que arreglen la casona y los animales estarán vivos en un par de horas. Lo sentimos por las molestias, no teníamos previsto que se nos colara un ... niño, por aquí. - Tal y como dije los elfos reanimaron a los animales y curaron sus heridas con esmero. Así como volvían a poner otro decorado que teniamos guardado para cambiarlo en un tiempo. No tenía pensamiento de sacarlo tan rápido. -Y respecto a él.. Ya me encargaré más tarde.
  25. Andrew ya se había enfadado de nuevo, en realidad solo había dicho la verdad, pero no iba a permetir que me estropeara ese día, y no él, porque siempre tenía que ser él, no habías más tontos en Ottery. Por lo que le deje marchar y me dirigí a la otra chica.- Bien ¿te apetece que vayamos a ver a los pandas?. - Sonreí saliendo de la sala y cerrando la puerta tras de mi - Caminábamos por las casonas de los animales, vi que una estaba abierta, visualicé de que todo estaba correcto, excepto por un pequeño detalle, en lo alto de la trompa del elefante estaba Andrew. Comencé a reír sin parar, aquella escena era cómica, demasiado, eso le estaba bien merecido. El elefante le gruñía fuertemente, Andrew ponía unas caras muy graciosas, animé al mono a entrar, aquel simio encantador. Antes de entrar le susurré que le revolviera la ropa y le hiciera cosquillas. A cambio le di un plátano Aquel simio se fue feliz hasta lo alto del elefante e hizo lo que le mandé. Sin dejar de reir cerré la puerta con la llave que guardaba en mis pantalones. Ajusté mi corset.- Cuando estés dispuesto a comportarte le diré que pare.- Me dirigí hacia la otra chica sonriendo.- ¿Gracioso, verdad? Bueno los osos pandas son mucho más monos que esto. Acompáñame por favor.

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