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Aleister Crowley

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Mensajes publicados por Aleister Crowley

  1. Levantándome luego de quitar mi venda y antes de adentrarme al jacuzzi, sentí la mirada en mi cuerpo por primera vez de la Macnair; una sonrisa de amistad fue devuelta de mi parte en lo que ella me preguntaba que me había pasado en la pierna.

     

    -No pasa nada- negué agradecido de su preocupación y me acerqué a ella desde donde estaba para que al adentrarme al jacuzzi pudiera quedarme a su lado, y ya estando cerca le respondí con unas prudencia- sólo fue algo que me pasó en las clases… Me la aplasté-

     

    En eso oí la voz de una de las chicas del jacuzzi que al parecer nos tenía toda la atención porque rápidamente comenzó burlarse de Cissy. Al parecer la quería sacar de quicios hace rato ya que era ya la segunda vez que tiraba sus sarcasmos hacia ella. Su frase fue bastante original, había que aceptarlo, pero aunque dibujó una sonrisa de diversión en mis labios al imaginar que lo que decía era verdad, la apacigüé para que Cissy no se molestara conmigo. Preferí no responder más que con una mirada fulminante de seriedad antes de internarme en el agua ignorándola, oyendo que continuaba parlando con “fantásticas ideas” de diversión perversa en contra del sexo masculino y aunque hablaba en plural a cada momento, ya estaba claro que yo era el único presente en el jacuzzi.

     

    Aquello logró sonrojarme con un leve nervio en mi piel de gallina al imaginar quizá qué cosas tenía en mente; de todos modos ya intuía que ahí todos eran o aspirantes, o mortífagos, por lo que de una u otra forma, no estaba con gente angelical, y la fiesta no sería una fiesta de cumpleaños para una niña de 6 primaveras, era lo mínimo que me debía esperar.

     

    Ya desde dentro del jacuzzi solté una risa baja al notar que Cissy se dormía por lo relajante de las burbujas, parecía que había tenido una pesadilla,; y con Lizzi mi madre al otro lado, que se veía con una juventud que definitivamente no representaba su edad, decidí intentar relajarme al igual que ellas. Pero la verdad es que a cada periodo de tiempo una leve mirada se me desviaba hacia Leah que se veía hasta con su aura con deseos de travesear, chocando mi mirada con sus expresiones sarcásticas.

     

    Estaba entre poco más de 5 mujeres, y ello provocó que me pasara muchas cosas por la cabeza, aunque intentara mantener la calma, intentando disfrazarlo y esconderlo para que las chicas no lo notaran. Lo peor era que la pierna me ardía bajo el agua. Tal vez era algún jabón o qué se yo; y en mi estómago cada vez más sentía un cosquilleo testosterónico que bajaba traviesa y curiosa hacia el borde de mi entrepiernas, haciéndome sonrojar más y más. Escondí mi cuerpo entre las burbujas e hice como que disfrutaba todo aquello cerrando los ojos en una actuación de que las burbujas me relajaban.

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  2. Abrí la puerta al momento que me lo solicitó y asentí con la polera aún en las manos saliendo, sosteniéndola al nivel de mi ombligo de forma inconsciente. Parecía estar cubriendo los algunos bellos que tenía en conjunto de los de mi pecho que cubrían mi cuerpo desde el bañador al ombligo. La expresión corporal de mi cuerpo parecía entumido, mas solo era por el poco de pudor que sentía de imaginar que me vieran "así" junto a Cissy "así también" saliendo de un baño. Desde ese momento me juré hacer más ejercicios para mejorar mi cuerpo; aunque por lo menos podía representar mi edad con el físico que tenía; tampoco estaba tan mal. Dije en mi mente y ordené mi cabello rebelde un poco con mis manos echándolo hacia atrás, a medida que revisaba mirando la venda que cubría una de mis piernas.

     

    En eso caí en la cuenta: ¿Dónde estaba mi varita?

     

    Revisé entre el bañador, mis piernas y nada. Pero no había captado que el bañador poseía unos pequeños bolsillos en donde la varita esta a medio caer tambaleándose desde ahí. La tomé al instante y dejando la polera con despreocupación a la par de mostrar mi cuerpo con indiferencia, la guardé junto a la ropa de la Macnair acercándome con ella al jacuzzi y a medida que llegábamos, sintiendo unos empujones suaves por mi espalda instándome a entrar al fin comprendiendo a lo que me refería con ser el único hombre.

     

    -Sí, sí. Ya voy un momento - sonreí divertido negando y me puse a un lado hincándome para quitarme la venda de la pierna, descubriéndose una parte de mi gemelo hinchado y más rojo que el resto. Me levanté con cuidado y me interné en el jacuzzi al lado de Alyssa y mi madre tan joven un poco más allá, como uno que se veía, ya que hace poco sabía que era un vampiro.

     

     

     

    OFF: me salió un verso sin ningún esfuerzo *-*

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  3. Tomé su mano desprevenida de lo que hacía y tiró de mí llevándome a otro lado. Por un momento una adrenalina mezclada con coquetería pasaron como un rayo por mi estómago subiendo hasta mi garganta ¿A dónde íbamos? ¿De verdad era necesario ir a otro lado? Y en eso llegamos a una puerta, me metió dentro y se internó conmigo después, cerrándola por detrás, en lo que al entrar me di cuenta de lo estrecho que era, quedando su cuerpo apegado al mío en esa extraña sensación de estar toqueteando el cuerpo de alguien que podría ser tu profesora, pero me molestó tanto; es más, sonrojé un poco sin entender qué era lo que hacíamos allí y le pregunté para qué habíamos venido; en lo que respectaba a ella, parecía no importarle demasiado.

     

    -Bien, veamos- dijo poniéndose frente a mí y noté que llevaba la varita en la mano lo que me hizo tocar la mía al instante guardada bajo el bolsillo. Por un momento llegué a creer que se le había ocurrido alguna atrocidad sádica: en este mundo uno nunca sabía cuándo se llegaría a tocar con algún maniaco; pero a diferencia de eso me apuntó con la varita más que nada para indicarme algo y añadió en tono de mandato que me quite lo del torso. Aquello me hizo sentir un cierto pudor, pero luego ciertamente comprendí que estábamos allí por mi propia petición de ayuda: allí sería más fácil cambiarse la ropa a diferencia de estar frente a todos los otros extravertidos de la fiesta. Por lo que le miré por un momento indeciso, hasta que me decidí tomar los bordes de mi polera desde la cintura con cuidado de no pasarle a dar un golpe por el estrecho espacio. A medida que subía mi polera descubriendo mi torso sentí un impacto mágico que llegó a mis piernas entre un susurro y floritura de Cissy con su varita, transformándose lenta y periódicamente el pantalón que llevaba puesto en un bañador mucho más pequeño pero bastante cómodo. Ya tenía la polera fuera de mí. Lo único extraño de la situación fue que se me habían desaparecido los calzoncillos por debajo del bañador, pero no dije nada respecto al tema; y en el caso de mis piernas, una de ellas se veia cubierta por una venda que venía desde antaño.

     

    Creí que ya todo había pasado, y le asentí a mi compañera con un deseo en mi pecho de agradecerle incluso con un gran abrazo que se quedaría en el secretismo de aquel baño. Pero una potente fuerza me detuvo al momento que vi como se abría su blusa y se acercaba a mi pasando su mano para apoyar su varita ante el poco espacio que teníamos. Aunque claro, sólo intentaba quitarse la ropa-sarcasmo- la cual caía al suelo a medida que se inclinaba a mi. Mi garganta se anudó en un sonrojo. Aquel cuerpo era demasiado para un chico como yo: era unas diez veces más trabajado y definido que el escuálido cuerpo de joven que aun poseía Aleister, más no pude impedir el mirarla, era imposible; la observé completa esperando que no lo notara. Al momento de inclinarse, intenté alcanzar incluso su piel; quería sentirla, y acerqué mi mano; pero obviamente se daría cuenta y no quería pasar vergüenzas aún, por lo que lentamente me retracté un poco avergonzado de mi mismo.

     

    Cuando ya había terminado se separó cuanto pudo nuevamente y se apuntó de la misma forma que a mí con la varita, pero esta vez oí el hechizo:- Morphos- dijo, y su ropa interior cambió su apariencia a un bañador femenino que cubría toda su parte delantera, lo cual generó una sonrisa en mi cara. Se veía bien.

     

    -¡Genial!- Mi boca se destapó al fin en un deseo de ya acabar con ese momento torturador de testosterona- te queda muy bien.-Me decidí al fin y rápidamente deslicé la yema de mi dedo índice en su viente y le miré en una sonrisa baja- En serio.-finalicé la frase casi en voz baja y rápidamente cambié de tema. Moví los ojos hacia abajo:- ¿Será bueno dejar la ropa aquí? –Intenté mirar al suelo mirando más a sus piernas que a la ropa y volví a subir la mirada- Se ve que por aquí hay mucha gente experta para interpretar las cosas de las formas más exóticas posibles. –Aunque para mi hubiera sido un alago que aquellos fueran verdad.

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  4. -Me atoré la pierna en un montón de arena - sonreí leve respondiendole a Lizzy que tenia una mirada preocupada. Sonreí más y le dí un beso en la mejilla- No pasa nada, estoy bien. ¿Tú mejoraste desde ayer? Te veias mal en casa cuando lleguamos, ¿recuerdas madre?

     

    En ese momento oí un hola expresivo que se levantaba del sillón y se aproximó a nosotros saludandonos y presentandose, en lo que respondí en brevedad ya que noté que tenía ansias de saludar a todos-. Oh, vaya. Yo voy en el primer nivel recién. ¿Está complicado el II?

     

    Las conversaciones me llegaban por todos lados: por una parte Cissy, por otra parte, Lucy, por otra parte las otras chicas, en la cual una (quien me había recibido) comenzó a quitarse la ropa gritando ¡Jacuzzi! a medida que caminaba hacia el, llamando toda mi atención cuando se desprendia de sus prendas en el camino. Volví la mirada hacia Cissy notando que me había observado mirarla, y esta continuó la conversación conmigo indicando mi mala interpretación e invitandome al jacuzzi preguntando a mi y a mi madre, aunque sentí su mirada esmeralda pura en mis ojos.

     

    Claro que quería, quería aceptar rotundamente, pero: a mi alrededor miraba: mujeres, mujeres, mujeres...y luego mi mirada volvía a la Macnair sintiendo que sería el único hombre en ese jacuzzi, ya que a Christopher no lo veía con el animo de participar. Y rodeado de mujeres de seguro que entraría en un pudor extremo; jamás me había sentido una persona lo bastante segura como para creerme el galán, y lo peor es que en esos momentos andaba sin ningún traje de baño, y que darme en calzoncillo frente a ellas me mataría de verguenza.

     

    Cissy me había hecho una pregunta, por lo que aun con todo lo que pasaba por mi mente, intenté responderle con seguridad asintiendo :- Si, si voy. Pero... ¿Me ayudas?- Me decidí a preguntarle, seguro de que sabría algún hechizo- Es que...no sabía, no tengo nada que ponerme y...son... todas mujeres. -dije con un tono de sonrojo en las mejillas aun sin creer que estaría en medio.

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  5. Me dejé acercar sintiendo su mano en mí nunca y le acerqué por la cintura apegando nuestros vientres – ¿Y qué es lo correcto?- susurré mirándole si no eran sus ojos, su cuerpo, sacando a flote filosofías internadas en mi inconsciente. En eso mis ojos se desvían a sus labios que a cada segundo los sentía más cerca; sentí su respirar en mis labios que me traspasó el cuerpo, y sin aguantar más, acerqué mi nariz a la suya cerrando los ojos con un rubor. Era extraño lo que estaba sucediendo, pero estaba sucediendo y lo intuía, sabía que ella quería. Seguí conversando con ella a medida que casi nuestros labios se tocaban para un beso, mientras movía su cintura muy débilmente, bailando.

     

    Sonreí alagado al oírle pedir que nos volviéramos a ver. Y antes que nada, acercándome y topando mis labios con los suyos le respondí deslizándolos hacia arriba para pasar a llevar su labio superior en un beso. Le miré esperando su expresión y con el corazón a mil pulsaciones lo más relajado posible intenté hablar, habiéndoseme subido el calor: la verdad…de seguro pensaré todo el tiempo en visitarte en la librería –rocé su nariz con cariño. Y en ese momento se me vino la inseguridad de haber hecho algo que ella no quería, más continué sacrificándome con la valentía que podía: siempre que quieras podemos salir…Puedo ir a buscarte –sonreí leve.

     

    No sabía que estaba haciendo con todo eso. ¿En qué me había metido? Después de todo ni yo quería salir: estaba como embobado con ella.

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  6. Sonreí por un momento al notar la situación en la que estaba metido. No me había dado cuenta que ya estaba entre bastantes personas, algunas sentadas que como decía Cissy pertenecían a cursos más avanzados, algunas chicas, incluso mujeres ya bien hechas, que habían sido graduadas en la universidad ya hace mucho tiempo estaban presentes; y la música que ya estaba en su punto máximo gracias a la Atkins resonaba en el lugar. De seguro llegaría más gente, eso todos lo esperaban, aunque a decir verdad, se veía bastante dificil ya.

     

    Por mi parte, con esa cantidad de personas que había llegado me sentía cómodo para una buena socialización, es más ya me habia adaptado un poco a toda la gente, aunque aun me preocupaba el no conocer a nadie más que a Luci. Era bueno para socializar, pero esto era una fiesta, no un club de conversación, y se notaba que este lugar había sido preparado para que llegara mucha gente más, bastante. Me ayudó a comprobarlo el globo que descendió por arte de magia del techo sin notar quién lo había hecho, y explotó sobre la cabeza de Catherine saliendo al instante un olor a cerveza. Al parecer los globos estaban todos rellenos con sorpresas; lo había intuido desde el principio y esperaba que no me tocara caérseme uno encima, sería desagradable andar con ese olor durante toda la fiesta.

     

     

    -Si...madre -respondí a la duda de la Macnair que al parecer se había atragantado con saliva de la sorpresa que era hijo de Luci -. Lo sé, lo sé...Sé a qué vas...-miré a Luci de reojo esperando que no se molestara y volví la mirada a Cissy-. Aunque créeme que tuve un buen recibimiento en el Castillo. No creo que sea tan tan malo estar ahí, ¿o si? -Esperaba no tener lios con la conversación porque mi madre se encontraba justo al lado de nosotros y no hubiera sido buena idea una discusión en plena fiesta, me dije con un tanto de diversión en mi mente.

     

     

    Por Cissy había sabido ya un leve perfil sobre el joven Christopher que yacia más allá del sillón, y es que parecía saber sobre todos en ese lugar desde antaño como por arte de magia, incluso de Luci; parecía que de todos. Por un momento eso me generó una sensación extraña de que todos estabamos siendo investigados, cosa que no logré sacar de mi subconciente por un buen momento, hasta que Cissy se puso a discutir con la Atkins, y entre eso, Luci conectó conmigo consultándome qué tal me estaba yendo en la universidad. Por un momento le miré incrédula de que me esté preguntando eso ahora y por un momento presentí que ni siquiera sabía en que periodo de la universidad iba, pero no me causó molestia alguna, solo una leve indiferencia y diversión, más le respondí con una sonrisa sincera:

     

     

    -Uh...madre, -o Luci...cómo sea. Siempre se me dificultaba decirle por su titulo adoptivo debido a su edad. Le sonreí con cariño- sólo voy en Introducción -asentí. Sabía que hasta ahora no habiamos tenido mucha comunicación-. Es genial, aunque desearía ya estar en clases de duelo -comenté completando la frase a medida que agitaba la mano izquierda que estaba libre sin copa como si agitara mi varita-. Sería bueno aprender. Por cierto -intenté hablarle más despacio inclinando mi cara hacia ella para que nadie oyera a medida que mi cabello cubria parte de mi faz - sufrí algo en la pierna -susurré- y ando un tanto compiicado. No se me a curado desde la universidad.

     

    Off: Luu que te parece dejar el tema de la universidad para conversarlo en el castillo? :o ya que la fiesta temporalmente fue después que el castillo y alla ahorita estamos hablando de lo mismo e.e

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  7. Saludé a Cissy con agrado tomando su mano. Me sorprendió, la verdad; era la primera chica que me saludaba con esa formalidad: con una tomada de manos en medio de lo que se podía notar el inicio, o esperemos que no, el intento, de una gran fiesta. Una bastante preparada. Pero de todas formas aquello me pareció algo si no tan peculiar, interesante mas bien.

     

    - Oh, va. Se ve todo muy bien preparado, espero que venga bastante gente -le respondí. - Yo por ahora sólo conozco a Luci, mi madre-apunté a donde ella estaba-. Adoptiva, pero madre al fin y al cabo. -alcé los hombros.

     

    En eso uno de los chicos presentes comenzó a toser como condenado. Sus ojos lloriqueaban y se torcia para poder respirar, hasta que bebió y pudo reanimarse. Yo por mi parte no le tomé mucha atención y me contuve simplemente en por primera vez llevar la copa que se me habia sido entregada, a mis labios.

     

    Por otra parte, Cissy inició una conversación con él, que por lo que oí se llamaba Christopher, y al finalizar me anexó a la conversación preguntandonos si cursabamos la Universidad, juntos. Yo lo miré por un rato con la copa en la mano indiferentemente de su aspecto o altanería, y luego de un rato de silencio dije:

     

    -No lo conozco, pero por mi parte si -volví con una sonrisa media la mirada a Cissy-. Tal vez el es de otra generación. Puedes llamarme Aleister -Alcé un poco la copa saludando al chico e inclinando levemente la cabeza a medida que me presentaba.

     

     

    Lo particular de la situación fue ese instintivo sentimiento de atracción que tuve hacia Cissy desde el momento del saludo, no por atracción fisica (algo totalmente posible), sino sólo por su gesto de saludarme tan formal y educadamente. Aquello me llamó mucho la atención. Pero la imagen sobrevalorada de ella en mi subconsciente se desconfiguró completa e involuntariamente al momento que una de las chicas Leah, soltara de sus labios una supuesta propuesta de baile nudista en el jacuzzi por Cissy.

    Por su puesto, su sonrisa de burla de dejó ver al instante cuando vio mi cara de sorpresa, pero habia logrado su objetivo claramente con ella: ***erle la existencia. Por mi parte, no me lo había creído totalmente, se notaba lo traviesa que habia sido su declaración, aunque no podia negar que era original. Se me presentó a medida que hablaba con mi madre.

     

    -El placer es todo tuyo, y mio - sonreí leve. Esta vez no supe si saludar de beso o con la mano por lo que simplemente no hice nada mas que reverenciar levemente mi cabeza -. Aleister, un placer.

     

     

     

     

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  8. La música continuaba suave y lenta permitiendo oír cada respuesta de Mía, en conjunto de las luces que apoyaban el ambiente. Luego de haber actuado tan torpemente con ella por la simple irracionalidad que generaban en mi su hermosura y perfecto cuerpo que no pude controlar, creí haberle hecho sentir incómoda con mi actuar por un momento. Pero aunque hubiera sido así, finalmente oí decir que dudaba en desear perder el contacto conmigo. Sonreí involuntariamente e intenté unir nuevamente mis labios sonriendo con levedad intentando que no notara que me había alagado aquello.

     

    -Sólo eso quería escuchar –acaricié su mejilla disfrutando de la noche- no sientas que soy un torpe, me he puesto así por ti –y con soltura tomé su cintura volviendo a su cercanía moviéndonos al son de la música que lentamente iba cambiando de baladas a música alternativa más motivada. En eso fue que oí de ella a medida que recibía una caricia por mi cuello que ella podría ser lo que yo quisiera. Sentí una sensación deliciosa recorriéndome. Pero agregó: tal cual lo estás pensando...

     

    ¿Incluso lo que estaba pensando? Sentí un nudo en el estómago ¿Es que acaso en el mundo mágico se podía leer la mente? Aquello me ponía en un nivel más bajo, pero el que “no nos precipitáramos” me llamó mucho la atención de ella, cosa contraria que sentía desde el principio de la noche con ella. Dejé de bailar lentamente con ella y sin creerlo me volví a su mirada con una sonrisa:

     

    -¿En serio no quieres precipitarte? –miré sus ojos hechicero, y un tanto atrevido incluso, notándose unas facciones de diversión en mi faz. Al parecer Aleister esta vez se había soltado demasiado. Tal vez era el alcohol, pero la verdad es que el baile y la cercanía le habían ayudado mucho. Esta vez sólo quería disfrutar aquel momento, y los días siguientes no perdería la oportunidad de tener unos buenos libros a mano en conjunto de una larga visita a la librería en el que más que los libros, la visita sería hacia Mía.

  9. La sorpresa se me vino encima al ser recibido con tanta atención. Con una amplia sonrisa y extrovertismo fui saludado por una de las chicas. Era muy linda. Alyssa Black Triviani, dijo entregándome una copa en mis manos tratandome como si siempre hubiera sido su amigo y llevándome del hombro hacia un lugar. Sólo pude tomar una sonrisa amplia en mi rostro con un poco de sonrojo.

     

    -Vale, vale- decía divertido siendo llevado por ella- no es necesario todo esto- Reí, y ya de ahí que estábamos plantados al centro del salón,sintiendo aun su mano en mi hombro, llevo delicadamente mi mano a la suya bajándola con cuidado y mirando al resto de las chicas con un sentimiento de nerviosismo en mi estomago apaciguado eso si en mi semblante solo un poco sonrojado. Miro mi mano aun sobre la de Alyssa y horrorizado de que no se haya sentido sobrellevada separo mi mano al instante.

     

    -¡Ay, lo siento!, uh..Si, eso, mi nombre. Soy Aleister, gracias por la entrada. -miré a Alyssa quién parecía muy animada aún. Luego al notar a las chicas no pude retraerme y tuve que saludarles. -Vale, no sé que decir, me trajeron hasta aquí. ¿De qué va la fiesta? Hola...-dije un tanto retraído. Noté a mi madre entrar a la fiesta igual y reí a mis adentros esperando a que no me haya visto. Vaya entrada a la que había sido expuesto.

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  10. Al parecer mis pensamientos se habían reflejado en mis ojos, en mis actos, en mis facciones, porque al instante noté su interés, recibiendo la pregunta de qué era lo que me pasaba, mirándome con intriga y comprensión. Había sido involuntario...Me dio su punto de vista intentando saber si estaba incomodo diciendome: "Sólo necesito saber que era lo que te ocurre o lo que quisieras, y eso seré"...para mi. Eso había entendido aunque sea.

     

    Le miré por un momento entre mi cabello oscuro y se me formó una sonrisa de agradecimiento por su ternura. ¿Lo estaba diciendo enserio?

     

     

    Sentí que lo decía enserio. No solía tener citas jamás como aquellas.

     

    -Eh...-mirándole acerqué su cuerpo suave por su cintura- A mí no me pasa nada. -mentí regalándole una leve sonrisa cambiando de actitud, y por un momento quedé en silencio mirándole- Sólo que...-intenté dar vueltas al asunto- es una noche especial y...-tocando su vientre miraba su cuerpo desde arriba -temo no volver a verte...-subí la mirada volviendo a mirarle.

     

    Me puse un poco nervioso, pero ya era un basta de actuar como un bebe, estaba perdiendo una gran noche con una gran chica.

     

    -Si quieres que regresemos a sentarnos un rato- apunté rapidamente con la mirada el lugar- podemos hacerlo en un rato más... Sólo dime algo-volvi a su mirada:-... ¿A qué te referías con que serías lo que yo quisiera? - quería aclararlo porque ya se me estaban pasando imágenes obscenas por la mente, qué cosas no.

  11. Vale, me encantaría ^^ Gracias. También podríamos rolear, en eso no hay problema :3333 pero estoy en una situación critica mugglemente ya que tuve un paro de mes y medio en la universidad, y se junto con la fecha de vacaciones y nos darán a ful hasta diciembre, asique mientras menos roles, mejor D: por ahora...

     

    En cuanto al numero puedo pasartelo al momento que hablemos por skype C: no tengo problema en eso :3. Por cierto, no entendí bien como va eso de ir publicando todo lo que uno hace D:

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  12. Aleister Gustav Hamilton Rosier

     

     

    -Una fiesta en medio día, por Dios, que locura bufé mirando la invitación esperando que no fuera una gran broma. Tiré la carta hacia un lado en conjunto con el cartucho egipcio. Ya bastante había conocido sobre el calor que gobernaba la Universidad, ¿por qué tenían que hacerlo ahí en pleno día? Qué locura. Ojalá fuera que hubiera algún tipo de hechizo en donde quiera que se lleve a cabo la fiesta, para regular la temperatura del aire, ya que era imposible que en estos lugares se utilizaran ventiladores. Alguna magia debía haber.

     

    -Ok, ok, iré. -Busqué entre mi poca ropa que tenía en mi closet en el castillo Rosier, y saque una polera oscura para nada llamativa, en conjunto con un short que me quedaba un tanto ancho. Tomé unas nuevas zapatillas obtenidas con magia en un extraño acontecimiento en clases introductorias, y me puse el collar tocando el cartucho. Me aparecí al instante bajo un sol sofocante y para nada amigable.

     

    -Maldición-dije sin poder creerlo, y me acerqué a a puerta cercana que seguramente era la entrada a la fiesta ya que habían dos fantasmas como guardias frente a ella, que no me dejaron pasar. -A verdad, esto -les mostré el cartucho recordando lo último que decia en la carta, y estos rápidamente me dejaron entrar. Dentro efectivamente estaba más fresco, pero creo que era por naturaleza, no percibí alguna magia, quién sabe. Lo único que sabía era que la decoración estaba excelente.

     

    Mantuve la calma sin nada de nerviosismo, pero si en que tal vez era de las tipicas fiestas tomateras con litros y litros de alcohol. Se oía música pero no mucho griterío, al parecer aún faltaba mucha más gente por llegar. Lo cual confirmé al adentrarme a la sala: el sonido retumbó en mis oidos al entrar, reconocí al instante el equipo muggle.

     

    Ahí estaban un grupo de chicas que se movian con soltura y autoridad, de seguro eran o profesoras o lideres de una u otra cosa, para nada eran alumnos; pero también habian compañeros más avanzados, de seguro. Lo que si era seguro era que no se veía ninguno de mis compañeros de la Introducción ahí.

     

    -Disculpen- dije al aire- me llegó una invitación. ¿No habrá estado equivocada? -. Un nerviosismo me llenó, pero mantuve la seria calma estética de mi cuerpo mirando a los presentes. Por un momento miré al cielo y un montón de globos flotaban allí "amenazantes", en conjunto de guirnaldas. El suelo estaba rodeado de cerveza - espero que hallan licores un poco mas finos- en conjunto de snack y un sinfin de cosas para pasar una fiesta en grande.-

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  13. Claro que me sentía a gusto. Su cuerpo lentamente se acercaba al mio a momento que rodeaba mi cuello. Deslicé suavemente mis manos por su cintura sintiendo lo atrayente de sus curvas, -no podía creerlo- y rodeando con mis brazos su cuerpo le seguía el ritmo suave.

     

    Sentí su voz delicada chocar como una suave brisa sobre los contornos de mi oído indicándome calma. En ese momento una cadena irracional de sensaciones se apoderaron de mi, chocando en las paredes de mi estómago como fuegos artificiales y dejándome mudo de nervios y ganas de llevar mis labios a su cuello probando de su piel y perfume tan atrayente. Me estaba cautivando demasiado.

     

    ¡Pero es que ni siquiera le conozco!

    ¡Y qué importa! Respondía mi mente. ¡Estás en un mundo diferente, Aleister, ella podría ser cualquier persona, despierta! No es el mundo muggle.

     

    ¿Despierto? ¿Es un sueño?-concluí un tanto sarcástico y negué sin poder separarme de ese cuerpo ario. Y es que incluso hasta me superaba un par de centímetros de estatura, sólo un par, pero aun así estábamos tan cerca como verdaderos enamorados, aun siendo recién conocido, aun sin saber muy bien quién era yo ni yo ella.

     

    ¿De verdad no le importaba la edad?

    O es que sólo yo estaba pensando mucho y ella ni la mitad de los pensamientos que yo tenía se le habian pasado ni se le pasarian por la cabeza. Incluso hasta novio podría tener…

    ¡Déjate llevar, Aleister, fluye! Ya deja de preocuparte.

     

    ...

     

    -Oye- me decidí a iniciar una conversación con una suavidad extrema en mi tono de voz, incluso podria decirse que hasta con prudencia, esperando su respuesta. Me separé un poco y miré sus ojos con cariño apegando suave mi frente junto a la de ella, lo que luego de un par de segundos retiro recordando mi conflicto mental, mas continuo la pregunta:

     

    -… - No pude decir nada. Sólo me quedé mirando sus ojos y bajé o desvié un poco la mirada sin saber como continuar. Eran muchas dudas: ¿Era mortífaga? ¿Era realmente la persona presente con quien estaba hablando era alguien más?. Es que recientemente entrando a la Universidad había sido reclutado para uno de los bandos reconocidos dentro del mundo mágico, lo que me generaba un sentimiento de intriga de que quizá esté siendo espiado. Era hermosa, pero la desconfianza me había entrado en el punto más alto, por lo que mi mente no se pudo controlar frente al conjunto de pudores, sentimientos de atracción y misterios generados por la misma persona: Mía Black Lestrange. De todas formas, mis manos no dejaban de acariciar su piel sobre todo el contorno de su cintura; se sentía deliciosa y bella. Era imposible no hacerlo.

  14. Pues de seguro se sentía a gusto, ella había sido quien había elegido el lugar.

    La sentí acercarse a mi y sentarse al roce con mis piernas mirándome y tomando mi diestra entre sus manos pidiéndome salir a bailar. Bailar...

     

    -Bailar, eh...-buscando pequeñas escusas en mi mente. Le miré- Si, como quieras-alcé por lo bajo las cejas- Tendrás que corregirme si lo hago mal. -dije casi arrepintiendome de haber aceptado. Pero así mejor, si no, la terminaría aburriendo. Me levante trayéndola por sus dos manos esperando que no mucha gente estuviera viendo el show que haciamos, aunque no me avergonzaba para nada estar con una chica tan guapa, sino me avergonzaba quizá de qué manera vayan a verme "bailando", ¡esque esto no iba conmigo!. Después de todo no había mucha gente ahí.

     

    -Vale...-intenté reconocer el estilo de música que se oía en el ambiente y me quedé frente a ella a un paso de distancia... Tomé su cintura indeciso. -¿Así?...-Reí- Perdona, estoy oxidado- dije sonrojando.

  15. Intenté convencerme de lo ilusorio de la situación: nuestras manos continuaban juntas mientras caminábamos por el callejón. Sonreí leve al notar que en sus labios se formaba una sonrisa al venírsele una idea a la mente y rápidamente me hizo una descripción del lugar al que iríamos, lo que acepté con deseo continuando la conversación hasta llegar al lugar. Me llevé una gran sorpresa eso si cuando vi por todos lados la figura de una serpiente fluorescente mostrándose como una calcomanía en cada silla y mesa del lugar.

     

    ¿Es que Mía era simpatizante de la Marca Tenebrosa? Me pregunté incrédulo y me respondí: No, tal vez…incluso, simplemente se siente con la seguridad para poder internarse en lugares así. Quién sabe. Lo que era por mi parte, me sentí muy a gusto en el lugar. La música no era ni tan potente ni tan relajada, era música ambiental y las luces en conjunto con la hermosa estética del lugar me persuadieron a disfrutar aquel momento.

    Mía se sentó a la mesa y me invitó esta vez a sentarme a su lado. Sentí una suave voz cerca de mi oído al momento que mi compañera se me acercaba con sensualidad mientras me sentaba. “¿Qué te parece el lugar?” Oí a mi oído. Encogí mi cabeza hacia un lado escondiendo mi cuello: el motivo era que un cosquilleo me recorrió completamente desde el cuello hasta la médula, más volví mi mirada hacia ella mirándole a los ojos.

     

    -¿Tú crees que no?-rozo cariñoso su nariz suave con mi dedo índice y sonrio- Es un mejor lugar que la cantina eso es seguro…- y ahora estamos más cerca, complementé en mi mente con una sonrisa.- Espero que estes a gusto también.

     

    Eso lo decia muy enserio. Con la mujer a gusto todo el resto viene por añadidura, decía mi padre muggle.

  16. Hola. Vale, vine a dejar mi fichita ya que quiero internarme en el juego de foro en si, y también claro, en la marca, en la mini marca por ahora xd. jeje. Veamos que tal surge todo, espero ser buen aprendiz y todo eso xd C: aqui les dejo mis dateetos:

    Nick: Aleister Gustav Hamilton Rosier
    Skype: mermoody23
    Disponibilidad horaria: 4 dias aprox a la semana. en las tardes o noches

    ¿Dónde necesito más ayuda? Creo que manejo el tema del rol, pero mi personaje tiene carencias sociales xD y en duelos...

    chau,

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  17. Aleister G. H. Rosier

     

    Le recojo el libro y miro el titulo de portada mientras oigo lo que busca.-Oh, pero...al parecer aún no le encuentras...Yo busco algo para mejorar mi manipulación con la varita -le deposito el libro en sus manos y le sonrio-. Estoy cursando la universidad. ¿Viste la nueva remodelación?- Comento mientras saco un nuevo libro para ayudarle en su búsqueda y miro el título-. No, definitivamente este no sirve- lo vuelvo a dejar en su lugar -, deberías ir a darte un paseo-le sonrío-. De seguro estás más avanzada que yo, yo aún comienzo.

     

    En ese momento pasó un elfo al vuelo repartiendo perfume por el aire para aromatizar el lugar, mientras otro a lo lejos ayudaba a una persona con su búsqueda, dándole una exagerada reverencia. Mantuve la mirada en este último y saqué conclusiones...

     

    -¡Emy, Emy, pero aquí hay elfos al servicio! -hice que se volteé, señalándoles-. Podrías preguntarle a ellos, yo no estoy muy familiarizado con esta biblioteca aun para ayudarte...Pero puedo acompañarte e ir a otro lugar luego, ¿qué te parece?-

     

    ¿Qué es el tiempo?, cuando te das cuenta que este mismo es quien te da unas sorpresas tales como encontrar gente de años, la cual sigue siendo tan amigo tuyo como en aquel momento.

  18. Al llegar a la estancia en que se encontraba Luna, noté una cara conocida que le acompañaba. Espera, me dije por un momento, antes de intentar reconocer al chico que estaba con ella mencionando el mal aspecto que yo llevaba, y volví a mirar a Luna. Noté que tenía una panza mucho más grande de lo que normalmente la tenía. Mi mirada se volvió hacía Sean, y comprendí.

     

    -No Luna, calma. - El elfo ya estaba ahí- Ayúdame tú, elfo cómo quiera que te llames. Me quedé sin varita. Me la arrancaron en grupo la manada de duendecillos. Y Luna, por cierto...-esta vez le hablaba un poco más delicado que antes, tal vez porque mi desvirtuada realidad debido al conjunto de acontecimientos me hacía pensar que hablarle más despacio le calmaría de tantos problemas, aparte que estaba embarazada; u otro motivo que habría sido era que me sentiría dolido, por alguna razón, al verle embarazada seguramente de tal tipo. No dije nada, claro, sólo continué con el tema: ...Me llegó carta para iniciar la universidad, las clases están por comenzar, debo irme, lo siento. Vendré fuera de tiempo los días siguientes para recuperar, no hay problema.

     

    Mi preocupación por el arma natural y extensión de cuerpo de cada mago, la varita, que en mi caso se había perdido era exuberante.

     

    -¡Por dios! -Bufé sin tomar atención a la situació,n ni menos a Sean, y salí corriendo de sus presencias en busca de mi varita. - dónde carajos se metió el elfo, hijo de su madre élfica!

    -Dígame, señor...- Dijo con una voz aguda y nerviosa como si se hubiera sentido insultado.

    -¡Mi varita!- Gruñí. El alfo abrió un poco los ojos como si estuviera asustándose. Y sacó de su espalda una firme extensión de madera cilíndrica. Definitivamente era mía esa cosa. Suspiré en plena calma al saber que no le había pasado nada a mi varita y se la quité haciéndole un par de preguntas exaltado:- ¿Quién la tenía?¿dónde estaba?¿desarmaste a alguien para conseguirla?

    -No, no señor, su varita continua siendo su varita; de eso estoy muy seguro. Estaba botada al final de los pasillos de los animales más peligrosos y un amigo mio que por orden de la ama Luna estaba al cuidado de los animales me avisó que estaba allí y me la trajo. Tal vez las pequeñitas cri-criaturas llamadas duendecillos de cornualles -me miró con un dejo de tristeza al imaginar los que estaba por decir- murieron todos al llegar al lugar de criaturas peligrosas, ya que ahi estaba su varita, entre varios cuerpos en el suelo.

    -Vaya, hay que barrer -le sonreí con calma- . Yo debo irme, comenzaron mis clases. Si puedes podrías ir a explicarle mejor la situación a Luna, pídele unas disculpas de mi parte. Me fui como un ingrato. -comencé a buscar la carta de la universidad que me serviría de traslador sacándola de mis bolsillos-. Ah, si...Y a su compañero hazle alguna jugarreta, que se la merece -Le di un golpecito en el hombro al elfo en forma de amistad y este por lo pequeño de su cuerpo se desequilibró cayendo al suelo. Tomé la carta y desaparecí en un santiamén.

     

    El pequeño ser doméstico se puso en pie nuevamente con dificultad y sobándose el brazo golpeado negó con la cabeza desapareciendo rumbo a donde estaba su ama. Buena suerte, Señor Aleister.

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  19. Típico y natural ya se me hacía leer más o menos los libros uno seguido de otro, y este era el día en que había terminado ya mi último libro, así que qué mejor cosa hacer que ir en busca de nuevo conocimiento a algún lugar.

     

    Me encaminé a House of book, título que leía desde lejos, eché un vistazo hacia adentro al llegar, y al ver que era un lugar cómodo decidí quedarme. Comencé mi búsqueda. ¿Qué tema me interesaba inspeccionar hoy? En eso estaba nombrando entre susurros cada uno de los títulos caminando lentamente por las columnas de libros cuando una voz reconocible me saludó con optimismo. Me volteé y se me lanzó encima a besar cada una de mis mejillas haciéndome sonrojar. Aún no podía ver bien quién era, pero cuando capté su aura rojiza que provocaban sus cabellos, y su perfume; su voz se me hizo reconocible en un santiamén. ¿Cómo no había podido reconocerla? En mis primeros días en el mundo muggle ella había sido la primera persona que había conocido en el callejón, sin contar al sujeto extraño que me dio entrada al mundo mágico.

     

    No recordaba bien si en un museo o en una librería que le había conocido, pero al parecer siempre andábamos en las mismas. Ya bastantes veces nos habiamos topado, desde ahora ya sólo faltaba formalizar los encuentros para que sean más interesantes:perv: (?) .Esta vez el encuentro involuntario había sido en la librería.

     

    -Wow, hola, Emily, ¿cómo estás?- consulté dándole un leve abrazo entre mi chaqueta delgada. Vestía un pantalón color café y unos zapatos bastante formales. No era mi intensión, era la situación. Venía desde otro lugar. -Hace tiempo que no nos veíamos, por poco te olvido - sonrojo leve y apunto con la mirada a la pila de libros- ¿Qué buscas?

  20. Vengo por enésima vez a solicitar actualización, y espero que eta vez esté bien T.T xD @

    . Debe quedar asi :c ?

     

    Aleister G. H. Rosier

    http://photos1.blogger.com/blogger/5106/1102/1600/Juggle-joker.gif

    Datos Personales:

    Nombre del Personaje: Aleister Gustev Hamilton Rosier
    Sexo: Masculino
    Edad: Joven
    Nacionalidad: Británico

    Familia(s):

    *Familia 1:
    *Familia 2: Rosier (Adoptiva)

     

    Padre(s) Sanguíneo: John Hamilton /ficticio/
    Padre(s) Adoptivos: Luci Rosier

    Trabajo: Empleado en Museo Night, Callejón Diagón



    Poderes Mágicos:

    Rango Social: Aprendíz
    Bando: Neutral
    Rango dentro del Bando: -
    Puntos de poder en objetos: -

     

    Hechizos adicionales: -

     


    Puntos de poder en criaturas: -

     

    Criaturas controlables en asaltos y duelos: -

     

     


    Habilidades mágicas: -

    Conocimientos especiales: -

    Medallas: -

     

    Perfil de Personaje

    Raza: Humano

    Aspecto físico: Pelo negro medio largo, trigueño, de metro sesenta y ocho y complexión nada fuera de lo común. ¿Forma de vestir? Lo que tenga a mano... Aunque siempre intenta verse bien con lo que tiene. Prefiere la ropa oscura, aunque depende de la situación

    Aspecto Psicológico: Ama el conocimiento antiguo y la filosofía. Cree en las energías y las fuerzas de la naturaleza, y su forma de actuar está casi difícil de describir por el poco tiempo que lleva en estos lares. Suele no preocuparse mucho de las relaciones de pareja, pero como toda persona, a veces se imagina qué tal sería vivir junto a alguien más. Tiene un espíritu de superación y siempre está con la mente a un paso más allá, intentando adelantarse a su futuro.

    La vida mágica le ha sido una sorpresa, y por tanto está en constante deseo de aprender más, en especial en estos momentos en que su vida laboral ha iniciado en conjunto con sus clases en la universidad.

     

    Historia:

    Aleister luego de una vida muggle como niño, al ir creciendo fue observando diferencias entre sus amigos. Desde pequeño se había afanado por las técnicas de los ilusionistas muggles: supuestos "magos" reconocidos, que él con mucha menos edad que ellos, las hacía perfectamente, incluso algunas las hacía sin saber cómo.

    Ya más de joven se unió al algunos grupos de estudiosos de grimorios o libros antiguos, y captó su potencial en la magia, y en esto, su familia que era completamente cristiana lo tachó poseído por el demonio por lo que prefirió huir de casa. Con un poco de dinero y unas barajas de cartas, más su potencial, ganó algo de dinero para poder solventar sus gastos.

    Un día se encontró con un mago, un verdadero mago, al igual que él lo era. Le dijo que pertenecía a un supuesto "Ministerio de Magia". Aunque sonaba algo alocado, Aleister prefirió escucharlo, y sin que este pudiera predecir lo que sucedería, fue lo que le abrió la puerta para adentrarse al mundo mágico. Jamás supo el nombre de aquel personaje.

    Actualmente está viviendo en la familia mágica Rosier en donde ha sido adoptado; pudo encontrar un trabajo y está estudiando al mismo tiempo, con las ansias de igualarse al nuevo mundo que para él ha sido un maravilloso regalo. Gracias extraño.

     

     

    Pertenencias:

     

    Objeto mágico legendario: -

     

    Objetos mágicos

    Objeto: Varita

    Clasificación: XX

    Puntos de poder: 20

     

     

    Pociones mágicas

    Objeto: -

    Clasificación: -

    Puntos de poder: -

     

     

    Criaturas mágicas

    Criatura: -

    Categoría: -

    Puntos de poder: -

    Poder en asaltos: -

     

     

    Libro de hechizos

    Libro:

    Nivel:

     

     

    Poder de criaturas

    Tipo de poder:

     

     

    Consumible en batalla

    Nombre:

    descripción:

    categoría:

     

     

    Criaturas en la reserva

    Criatura 1:

    Clasificación:

    puntos de poder:

     

    Elfos: -

     

     

    Licencias, Tasas y Registros

     

    Licencia de aparición: -

    Licencia de Vuelo en Escoba: -

    Registro de XXX: -

    Personajes Secundarios: -

     

    Otros datos

     

     

    Cronología de cargos

     

     

    Premios y reconocimientos

     

     

    Links de interés referentes al personaje

     

    Link al perfil de comprador MM: -

    Link a bóveda personal: Bóveda de Aleister

    Link a bóveda trastero: -

    Link a bóveda de negocio: -

    Link a bóveda familiar 1: -

    Link a bóveda familiar 2: Rosier

     

  21. Holu, vengo a solicitar una edición...Hace tiempo no tenía actividad, pero ya me he actualizado x.x Espero todo lo haya escrito bien, y tengo la duda, porque postulé al ministerio de mágia. Si salgo en San Mungo, por ejemplo, ¿esa actualización la hacen los moderadores, o yo tengo que venir a actualizar mi ficha en ese instante? Gracias.

     

    Nombre: Aleister Gustav Hamilton Rosier

    Familia Sanguinea: Hamilton (Muggle, familia creada)

    Familia adoptiva: Rosier

    Padre Sanguineo: John Hamilton (Muggle personaje creado)

    Padre adoptivo: Luci Rosier

    Trabajo: -Empleado en Museo Night.

     

    Perfil del personaje

    Aspecto físico: Pelo negro medio largo, trigueño, de metro sesenta y ocho y complexión nada fuera de lo común. ¿Forma de vestir? Lo que tenga a mano…, aunque siempre intenta verse bien con lo que tiene. Prefiere la ropa oscura, aunque depende de la situación.
    Aspecto Psicológico: Ama el conocimiento antiguo y la filosofía. Cree en las energías y las fuerzas de la naturaleza, y su forma de actuar está casi difícil de describir por el poco tiempo que lleva en estos lares. Suele no preocuparse mucho de las relaciones de pareja, pero como toda persona se imagina a veces qué tal sería vivir con alguien más. Tiene un espíritu de superación y siempre está con la mente a un paso más allá, intentando adelantarse a su futuro.

    La vida mágica le ha sido una sorpresa, y por tanto está en constante deseo de aprender más, en especial en estos momentos en que su vida laboral ha iniciado en conjunto con sus clases en la universidad.

     

    Historia:
    Aleister, luego de una vida muggle como niño, al ir creciendo fue observando diferencias entre sus amigos. Desde pequeño se había afanado por las técnicas de los ilusionistas muggles, supuestos “magos” reconocidos, que él con mucha menor edad que ellos, las hacia perfectamente, incluso algunas las hacia sin saber cómo... Ya de más joven se unió a algunos grupos de estudiosos de grimorios o libros antiguos y captó su potencial en la magia, y en esto, su familia completamente cristiana lo tachó poseído del demonio, y huyó de casa. Con un poco de dinero y unas barajas de cartas, más su potencial, ganó algo de dinero para poder solventar sus gastos. Un día se topó con un verdadero mago, igual que él. Este pertenecía al Ministerio de Magia, pero sin identificarse, le abrió el camino hacia el mundo mágico que él no conocía aún. Jamás supo quién había sido.

    Actualmente está viviendo en la familia mágica Rosier, en donde ha sido adoptado; pudo encontrar un trabajo y está estudiando al mismo tiempo para igualarse al mundo mágico que para él ha sido un verdadero regalo

     

     

    Boveda familia 2: http://www.harrylatino.org/index.php/topic/105732-boveda-familia-rosier/

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  22. Mi espalda continuaba apegada a la pared de la celda acompañando a los leones. Mi mente la intentaba mantener tranquila y al parecer los leones no percibian que estaba en ese lugar. Tal vez era que los elfos les hechizaron, o tal vez todos los animales estaban hechizados en cada una de las secciones, lo cual hubiera sido una buena ayuda ya que con el tiempo que estuvo abandonado el museo, de seguro ya estaban todos o muertos, o desnutridos y flacos.

     

    El silencio prontamente fue perturbado por un ulular de buho.

     

    Abrí un ojo y en la esquina de un ventanal un buho estaba mirándome y volvió a ulular picando las esquinas de las ventanas con un mensaje amarrado a una de sus patas. Me levanté rápidamente, echando una mirada a los leones que se habian movido entre sueños rugiendo por estar haciendo mucho ruido.

     

    -¿Cómo quieres que llegue hasta allá?- expresaba con furor rogandole al buho que se aproximara más a mi, el cual pareció comprender. Voló hacia mi enseguida parándose en mi brazo y rasguñándome la piel para que le quitara el mensaje. Saqué la carta y era un mensaje de la Universidad. Volví a mirar a los leones. Que mala suerte había tenido hoy...¿Cómo iba a salir de esta?

     

    Me solté rapidamente del buho y este calló al suelo, y levantandose empezó a volar en circulos gritando y atacandome.

     

    -¡Qué quieres! ¿Comida? - Le tiré un duendecillo muerto que estaba en el suelo. En ese instante sentí que los leones habian despertado y comenzaron los rugidos. el buho sintiendo el impacto, se habia retirado al instante por el mismo ventanal por el que habia entrado, sin recibir propina.

     

    Lo siento amigo, dije en mi mente y volvi la mirada a los leones. Me incliné un poco y busqué una piedra o cualquier cosa que pillara en el suelo para defenderme. En ese momento recordé en mis tiempos de vida muggle en que habia trabajado de ilusionista y mago, en que en diversas ocasiones de peligro mi intuición mágica actuaba muy potentemente, incluso sin haber conseguido varita aun, ya que hace muy poco recién habia sabido sobre mi sangre mágica, pero en el mundo muggle siempre lo habia utilizado con facilidad, mejor que los muggles, por lo menos.

     

    Los leones se me abalanzaron. Sentí un impacto en el estomago y mi espalda chocó con fuerza en la puerta y caí al piso. Cerré mis ojos sosteniendo mi cabello esperando mi muerte.

     

    Los rugidos se oían fuerte, muy cerca de mi, y yo continuaba en la posición. Pasaron varios segundos y no veía cambios; alcé la mirada y me dí cuenta que yacía fuera de la celda, y los leones con furia me miraban desde dentro como si fuera un gran bocadillo que les hubieran arrebatado. Asustado me levanté con un éxtasis de adrenalina y sosteniendome de una esquina caminé lo más rapido posible rumbo a no se sabe dónde a buscar mi varita. Ojalá alguien la halla encontrado.

     

    Aunque sea el nivel de duendecillos habia disminuido por lo menos en ese sector, asi que decidí llamar a los presentes:

     

    -¡Oigan, chicos, hey! Ouh..- Sentí un dolor en el viente - ¡@Luna21!¡Hay que darle de comer a esos pobres animales!

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