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Aleister Crowley

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Mensajes publicados por Aleister Crowley

  1. De un pasillo conjunto al hall salieron un grupillo de duendecillos y se acercaron volando hacia el conjunto de personas que aún estaban en el hall. Las cosas del lugar habian comenzado a volar y a estrellarse en las paredes. ¡Y es que parecía que se habian hecho con una varita. Traían una entre las manos! Cada uno tomaba una punta y el resto sostenían el largo de ella y apuntaban a lo que pillaban. Un rayo extraño y verdoso saltó al conjunto de personas peligrandolos (Kutsi, y laimi, y ale, y todos los que estaban ahi, claro U.U)

     

    Y lo peor es que ni idea se sabía de dónde estaba Aleister.

     

     

    ---

     

    Lo habían dejado en la sección de criaturas, encerrado con un león y una leona en una jaula. Al parecer, estaba en grandes problemas.

     

    Aleister Crowley ...

    Intenté mantener la calma suspirando despacio apegado a la puerta del recinto para no despertar a los leones que estaban en un sueño profundo. Al parecer no les interesaban mucho a los duendecillos, es mas, tenian un conjunto de ellos muertos y aplastados al rededor de sus plantas. Si bien, se habian estado alimentando de ellos como podian, incluso tal vez, solo los habian estado matando por diversión.

     

    Eso me causaba un poco de desesperación, pero intenté mantener mis sentimientos en una baja frencuencia. Intuía que de alguna forma, y esto siempre lo habia creido, los animales presentían lo que a uno le sucedía, o lo que uno sentía; y yo no queria que ellos supieran que venido de visita. Asi que lentamente me senté en el suelo, mantuve una respiración equilibrada, e intenté mantener la mente en blanco.

     

    ¡Malditos monjes! Ojalá esto si funcione. Meditaba con alteración, inspirando y exhalando. Inhala, exhala; inhala, exhala. "Accio, accio varita" intentaba susurrando, pero al parecer ya alguien la tenia entre manos, por que el hechizo no podía efectuarlo. O tal vez sólo no me funcionaba por que no sabía utilizarlo. Que lio el mio.

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  2. No era ningún ladrón, claro que no. Pero ya estaban en la ayuda gracias a los dioses. En mi caso, intentaba hacer lo que hacia.

    -Disculpa, señorira- Dije entre jadeos golpeando como podía a los demonios de bolsillo y saqué mi varita con rapidez para que no fuera a caérseme.

     

    -Relashio!- apunté al grupo de duendecillos que se las veian conmigo. Ya me tenian a la mitad de altura elevándome por las piernas, un chorro de liquido hirviendo salió de la punta de la varita y gritaron entre espasmos soltándome y cayendo al suelo como moscas muertas. Me soltaron al instante entre alaridos. Mi cuerpo rápidamente se dejó caer por la aceleración de gravedad; estaba a unos 2 metros sobre el suelo. Me sostuve de los cuerpos de los duendecillos que llevaban mis manos y con un lumos en la punta de mi varita comencé a lanzar rayos por doquier enfurecido. Los rayos salian de par en par y al pronunciar el Incendio un grupo de ellos comenzó a quemarse con fuego y los que se me abalanzaban se detenian paralizados cada vez que los apuntaba, aunque algunos más que inteligentes eran que hasta el cabello me lo llevaban a mordidas y tironeadas. Locos se pusieron los que me sostenian en el aire al tenerlos agarrados por las patas, y furiosos comenzaron a morderme los dedos y caí de par en el piso tropezando con la mesa y cayendo de lado. Lo más rápido que pude tomé la mesa más cercana y la expulsé con magia golpeando a un sin fin de duendes y haciendome paso camino hacia el pasillo de los animales. Más y más aparecian, y al parecer, con el lumos con mayor razón se me abalanzaban.

     

    -Los pobres animales deben estar un fiasco- Dije por bajo sosteniendo con fuerza mi varita intentando guardarla en un lugar seguro entre mi ropa y volteé a ver como estaban las dos chicas que habian aparecido. Obervé a quien habia pasado a atraer conmigo por la escalera y no la verdad no estaba muy feliz: los duendecillos estaban haciendole la vida imposible al momento que ayudaba a una nueva persona @@Laimi Evans .

     

    En los momentos más peligrosos es donde le encanta estar esta gente mágica,hablaba conmigo mismo, ..Justo ahorita la gente llega, pensaba, o tal vez la gente venía y se encontraba con esto. Eso debe de ser. Me dije e hice una mueca volviendo en si.

     

    Al momento pasó un personaje con una zapatilla Le habian sacado un zapato a Laimi. Volví a encaminarme y observé si en mi mano seguia mi tesoro mágico, mi varita, y... ¡no estaba mi varita!

     

    -¡Santos grillos!-bufé y me decidí a correr entre toda la jarana invadido por duendes en dirección a los animales. Tenía que llegar. Por lo menos en el pasillo de entrada ya habia un sin fin de personitas azules alfombrando el suelo o quemadas, petrificadas o muertas.

     

    -¡Hay que capturarlas!- grité por el pasillo oyéndose muy opaca mi voz y continuamente hablando mi voz comenzó a perderse en el tumulto de personillas y los sonidos de sus aleteos. - ¡Yo no sé hacerlo, no soy muy estudioso de los hechizos que digamos, y por más aún, me robaron mi varita!-se oyó un grito de mi parte y nada más.

  3. ¡LOS ANIMALES DEL MUSEO ESTAMOS DE REHENES!

     

     

     

    http://img3.wikia.nocookie.net/__cb20111002135109/es.harrypotter/images/f/fe/P2_Duende_de_Cornualles.jpg

     

     

    Off:

    NUEVO ROL: iNVITAMOS A TODOS A SUMARSE AL ROL DE ALGUNA FORMA, LA IDEA ES DRAMATIZAR DE NUEVO EL ASUNTO :3 ESTO ESTÁ QUE ARDE. ¡POBRES ANIMALES, NO HAN COMIDO EN SEMANAS, Y MÁS ENCIMA SIENDO ATORMENTADOS POR CRIATURAS!

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    La oscuridad era absoluta. Acababa de terminar de subir la escalera rumbo al despacho de Luna cuando un reboloteo chillón, entre risas agudas y malévolas se oyeron a lo lejos de un par de pasillos. Me volteé: y nada.... el sonido se detuvo. Volví a mi posición y seguí mi camino: Espera, creo que de nuevo se oía: escuché risotadas chillonas y aleteos sucesivos de lo que parecerían pequeños pajaritos del diablo o gorriones con un conjunto de moscas. Y luego se oyeron unos pasos a lo lejos, más abajo.

     

    ¿Había llegado gente a ver al grupo de pájaros que se asentaba en la sección de aves mágicas?- me interrogué alzando una ceja. No, no podía ser, tal vez era algún elfo dándole comida a los animales o...- ¿de verdad habian llegado clientes con toda esta roña, desorden y polvo que adornaba cada área de las paredes? Mejor era ir a ver. Si, porque era extraño que los duendes no hayan limpiado nada ni hecho absolutamente ningún trabajo ni mantención por lo que parecía. Esto estaba un abandono total. Pensé en Luna recordando que le gustaba mantener esto vivo, o aunque sea así había sido en el primer día; y me dije: Luna no está aqui, de seguro. Entonces quién...

     

    Y bajé corriendo las escaleras entre la oscuridad Había algo ahí, era un cuerpo sumido bajo la oscuridad subiendo la escalera (@Kutsy) ; y pasé a atraerla y me volteé pasando a llevarla conmigo y cayendo escalones a bajo entre los últimos peldaños.

     

    -¡quién eres! -grité alterado a la defensa- lo siento, ¿eres un cliente? ¿qué deseas?- y de nuevo mi mente se bloqueaba- ¡Ladrón, ladrón!

     

    En el mismo momento, lo que jamás imaginé que sucedería ocurrió. Un conjunto de duendecillos que ni cuenta me había dado de donde aparecieron comenzaron a esparcirse dando aleteadas y gritando en la oscuridad con gritos agudos de tetera endemoniada; gritando y riendo en el aire se abalanzaron contra nosotros tirándonos el cabello, babeándonos y arrastrándonos por el suelo. Sus insignificantes y diminutos ojos de duendes cornualles alumbraban el pasillo terroríficamente.

     

    -¡Duendecillo! ¡Perros del demonio! -gritaba como condenado dándoles bofetadas y patadas siendo tomado por completo desde las cuatro extremidades, mientras a Kutsy le intentaban sacar los zapatos. Prendieron las luces y me di cuenta que cada rincón del lugar estaba invadido por esos demonios. Ni una punta de las paredes estaba virgen de ser pisadas por esas alocadas patas.

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  4. Entré al terreno del museo sin ganas de siquiera acercarme a la entrada. Sabía que me había responsabilizado de un trabajo, había sido contratado y todoy para qué, si cuanto tiempo era que no había venido. Según yo ya al tercer día estaría despedido, pero me sorprendió y tuve un gran sentimiento de nostalgia cuando fui a la oficina de registro de negocios y vi aún mi nombre en los empleados, que tierna esa Luna, sonreí recordando los momentos que pasé en el museo y me decidí a seguir caminando hacia la entrada.

     

    ¿Pero qué le iba a decir? No tenía nada lógico o convincente para poder chamullar, pero era verdad que no habia estado aqui, ni siquiera en este mundo mágico; me había ido, pero no sabía cómo, no recordaba...Tal vez había sido víctima de algún encantamiento, pero que tonto sonaría si le diría algo así, sólo recordaba una batalla con una chica y un chico que habían llegado al museo hace tiempo destruyendo todo mientras nosotros corriamos tras ellos intentando atraparlos como unas verdaderas ratas arrancando de su depredador. Pero qué pasó conmigo después ni idea...

     

    Tenía un poco de temor, pero no de Luna, si no que me sentía un poco culpable. Aunque era duro y un tanto frio a veces con la gente, tenia mi personalidad, pero no me gustaría haber tenido el apodo de irresponsable y desleal . Sólo quería verle la cara pronto a Luna y pues, verificar si simplemente se había olvidado de retirar mi nombre de la lista de empleados o era una broma, porque le había fallado en todo sentido, y lo peor de todo es que de seguro había sido el único.

     

    Entré por la puerta y el polvo me hizo estornudar, e hice una mueca de incomodidad por mi mismo; me decidi y levanté la frente sacando pecho y ordenando mi ropa negra y mi cabello un poco mas largo de lo normal dejandolo ordenado tras mis hombros y me encaminé directo a la oficina de Luna por sobre el polvo y la oscuridad, quién de seguro estaba igual de guapa que siempre. Lo siento Luna, dije entre mi mientras caminaba y mordí mis labios porque estaba seguro, y esperaba que no fuera así pero, casi nunca me rebajaba por alguien más, y al parecer tendría que hacerlo ahora si quería el trabajo....A no ser....que me haya extrañado, dije dentro de mi y sonreí un poco notando que aún en momentos asi mi buen sarcasmo continuaba en pie.

     

    @Luna21

     

     

    Off:

     

    Les quiero pedir perdón a todos, Luna, en especial :( crei que ya no estaría en los afiliados jeje u.u mp.

  5. Tanto tiempo era que no venía por este castillo que temía me hayan olvidado, y de seguro que sí. Situaciones no me habian ni siquiera dejado tomar la academia aun, pero ya estaba aqui, esperaba que estuviera alguien o que me encontrara a alguien para poder explicarle la situación.

     

    Me adentré por los sitios del castillo y enfoqué mi caminata directo hacia este. Esta vez llevaba una ropa un poco más clara: Polera amarilla mostaza, jeans y unas zapatillas de montaña, ya que por un buen tiempo vesti solo con tonalidades negras.

     

    -Ojalá estuviera Ariane, quien me adoptó, asi me ahorro una buena explicación de quién soy-murmuré un tanto nervioso, aunque si bien decidido a que tenia que internarme de una vez por todas con la familia que me habia aceptado a mi llegada en este mundo mágico. Èxitos, Aleister, busqué mi varita en mis bolsillos por si acaso.

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  6. Y nos encaminamos hacia el lugar donde habia apuntado. En el recorrido hacia el lugar, un pequeño micropuff se posó sobre la cabeza de Lady, lo cual me generó una sonrisa. Lo empujé con un dedo, deslizandose por su cabello, hasta caer a su busto.

     

    Reí. -parece muerto- Comenté mientras me sentaba.

     

    Oh verdad, ¿se supone que tenia que darle el asiento a la chica antes de sentarse el hombre no? Neh, que lo haga ella, dijo mi mente. No estaba acostumbrado a ser tan amable, pero bueno, creo que esto servirá: Saqué mi varita disimuladamente, e impulsé con suavidad el asiento de mi compañera hacia atrás para que pueda tomar su lugar.

     

    -Ahora si. ¿Qué tal te ha ido en el renacer?- Sonreí leve.

  7. Mi boca sonaba incluso dos metros de distancia alrededor de mi, a cualquiera que me haya visto comer en ese momento. Siempre era así, aunque a veces sabía comportarme. A veces...

     

    El bar estaba escasamente con clientela, aunque habian unos que otros en las orillas llenando algun espacio del bar, y sirviendose copas o no sé qué cosas. Yo por mi parte, comia unos quequitos bien ricos hechos por los elfos, y un capucchino al cual no habia nada que reprochar. "Estaba en mi salsa". Con los dedos blancos de azucar polvo y mis labios manchados en capucchino me piyó Luna. ¡Que verguenza! Cuando la vi esbocé una sonrisa para no reir y me contuve. Asentí a todo lo que decía, afirmando con una u otras palabras; y para no lograr que finalmente me echaran del trabajo, me levanté, y tomando un último queque, me lo eché a la boca mientras me limpiaba, dejando a medias el capucchino, al momento que le seguía el paso a la jefa rumbo al hall.

     

    -Perdón, no habia desayunado- Dije apenado y sonreí leve.

     

    Hasta que llegamos al hall. Y para mi sorpresa estaba la chica de la taberna. Creo que su nombre era Esmeralda. Claro, cómo olvidarlo si ese dia, con la embarrada que habiamos dejado en aquel bar, sería dificil de olvidar; pero al parecer estaba acompañada, de una niña. ¿Sería su hija?

     

    -Hola- miré a mi conocida a los ojos y al instante miré a la pequeña que creí me seguia con la mirada. Claro, me estaba mirando. Sonreí levemente, para intentar agradarle y volví la mirada a Esme -No creí encontrarte de nuevo, ¿cómo estás?

     

    De seguro la pequeña se preguntaba en la mente quién me creia yo, o quién era este personaje que parece dementor con su ropa de negro.

     

    -Luna, no te preocupes - me acerqué a ella y le hablé un poco más bajo - intentaré hacer las cosas bien. Y perdona por haberte hecho tanto lio anoche.

     

    Le sonrei levemente, y llevando mi dedo indice despacio a su mejilla, mágicamente le dejé dibujado un pequeño patito.

     

     

    @Luna21@Esme2016

  8. Ya habia llegado hace un par de minutos al bar, asi que subitamente me acerqué a Lady por detras. Con la música y todo era dificil que me viera tan rápido, asi que tome su cintura por sorpresa, y sonriendo le saludé.

     

    -¡Ey, hola! Perdón eh...habia llegado antes. ¿Cómo estás?- Titubeé al ver lo bien que se veia, más lo disimulé, o lo intenté aunque sea, volviendo la mirada a otro lado y cambiando de tema rápidamente.

     

    -Esta camisa es un lio- reí mostrando mi camisa blanca ensanchada a medida que recorria el antebrazo; y el pantalon y los zapatos oscuros, no faltaban en esa ocasión. Claro que no. Y continué mi conversacion; -.Crei haberme perdido, pero llegué bien. Tu te ves genial al parecer, te ves linda. ¿Entramos? -apunté hacia adentro.

     

    @

  9. Nuevo dia, nuevo look.

    Ya iba camino al museo, subiendo las escalinatas de piedra. ¿Me habré tardado? Me recalcaba regañandome por haberme levantado un poco a destiempo, aunque aun era aceptable la tardia del atrazo, de todos modos. Vestia un pantalón de tela negra con zapatos formales y una camisa oscura la cual habia dejado un par de botones sin abrochar para dejar ver un collar antiguo: una runa odínica, que usaba hace mucho tiempo ya. Sentía que me daba "suerte".

     

    Y en eso entro al museo y me encamino al despacho de Luna. Habia quedado en una charla personal junto a Luna por motivos ya más elaborados respecto al trabajo. Toqué un par de veces la puerta y entré.

     

    La mano me bofeteó la cara al instante. ¡Que porfiado el chico con la pelirroja!, me dije. Estaba ahi en el museo nuevamente, a primera hora en el despacho. No hice más que reir y mirando a Luna sonrei amistosamente avisandole que mejor luego vendria.

     

    -No quiero ser molesto, ayer ya se las ***i, asi que... -alcé el pulgar hacia ariba al estilo romano abriendo la puerta por mi espalda- avisenme. Lo siento Luna, creia que venia atrazado pero he llegado muy temprano, al parecer.-

     

    Y me encaminé al bar. No habia desayunado en casa, asi que decidi que seria un buen momento para uno.

  10. Off: tengo que ir a inscribirme ahora al MM o no es necesario? .-.

     

    On:

     

    Con el ánimo un poco más aceptable, me decidi a esperar a que Joaquin terminara su dicurso, aunque claro, no le escuché mucho. Sólo me limité a esbozar una sonrisa amistosa, o más que amistosa: deseosa que terminara de vociferar, porque queria ir al baño...

     

    Ya tenia las manos en mi entrepierna cuando acabó, entregandome su mano de nuevo en gesto de paz. Yo ya iba de a poco, lentamente, camino hacia el baño. Y saqué una mano de mi entrepierna estrechandola con su mano más que nada porque estaba apresurado de mear, y le respondi que estabamos en amistad y que no se haga problemas. Mis pasos se oyeron a crujidos en las tablas del piso cuando corri al baño apresurado y me encerré. Uff. Una verdadera sonrisa y cara de satisfacción iluminó mi rostro.

  11. Y al fin se dignó a saludar. Le miré, más no me digné a levantar mi mano y saludar. Aún no confiaba en él.

     

    -Que bueno por tí que seas socio y gran amigo...- dije y me adelanté a posicionarme al lado donde se paraba la clientela, alejandome del duo. Habia tomado la idea de poder trabajar en el lugar, y no sé si fue primera impresión o simple percepción, pero ya no me apetecia la idea.

     

    Suspiré sin saber cómo continuar. Si me iba, parecería un idi***, así que me limité a seguir ahi.

     

    -Ok, si hay tanto tanto trabajo que hacer, como dices, podría echar una mano. Necesito trabajo y a eso venia- respondí, al momento que limpiaba con mi varita, una pequeña cantidad de barro que habian dejado los zapatos del último cliente-. Aunque aqui no hay espacio ni para una hormiga más. Pero creo que...podré convivir con ustedes dos. Tenia que conocerte después de todo.

     

    No sé por qué presentia que este chico creia que yo habia sido criado de chico a manos de Ariane. Seguramente por eso sentia esa mirada de él que "me daba mala espina". Me miraba como un niño o qué.

    Sólo hace unos años que habia sido parte de una adopción a los Crowley; y hace poco me estaba internando en este mundo mágico. Lo extraño era que habia sido criado por muggles, pero...mi sangre no era muggle. Tal vez algun dia encontraria la familia real, pero no era lo que me importaba por ahora.

     

    -Sorry, madre, por el escándalo- dije al aire -Y a tí también- Miré al chico -. Aunque de verdad te veias como...un i****** recién. Parecias animal. Y luego abrazando a mi madre. Pff. -Ordené mi cabello, encaminandome hacia algun lugar- ¿Tienen baño? Estoy que me hago.

  12. Mi compañera un poco defraudada, creo, rapidamente respondio a Luna que vendria en otro dia, adjuntando la respuesta de esta última hacia mi que yo no quería quedarme con Lady, lo cual negué con la cabeza y miré a la nombrada, para que comprendiera que eso era mentira, volviendola al instante hacia Luna, quien dio la idea de salir todos juntos. Volteé meticulosamente mi mirada a Sean, y negué irónicamente dentro de mi. De seguro nos odiaría luego de eso.

     

    -No, Luna, no te preocupes- Vi salir a Lady hacia afuera presentandose por su nombre y tirandome indirectas-, yo iré con Lady a otro lado. o tal vez me quede, pero en el patio, o no sé, ya le preguntaré. Despreocupate- Acaricié el cabello de Luna despacio despidiendome con una leve sonrisa, para luego abrirme camino a la salida.

     

    Ya sé Lady, ¡habia oido tu nombre cuando Luna te saludó!. Y le sonreí, al alcanzarla en la puerta. Está bien, te acompaño. Luego podemos irnos a Ottery juntos, o quien sabe.

     

    Mi voz lentamente se apago a medida que saliamos y cerrabamos la puerta tras los chicos. Esperaba no haberles ***ido la noche, no haber sido tan molesto, y no haberme ganado el mal humor hacia conmigo con Luna. Y acerca de Sean...pues...pues él no me importaba mucho.

  13. De la nada salió un bestial personaje gritando desenfrenadamente hacia Antoni, que acababa de irse. Alcé una ceja mirando, y sonreí a medias, un poco incómodo. Y más incomodo fue cuando se abrazó con Ariane quién se aferró a su cuerpo respondiendole a su pregunta de tono irrespetuoso. hice una mueca. Pues y quién eres tú, también; alcé mi voz antes que la chica, dirijiendome al joven.

     

    -Si, Ari...-aún no acostumbraba a decirle madre- por qué voy a estar mal, si ese chico, Antoni, no es mala persona. Lo conocí cómo chef en el renacer. Esa vez, en su local, un chico le habia pegado y él no hizo nada. No sé por qué motivo tendría que haberme hecho algo a mí. No creí que lo hiciera, y de todos modos, sé defenderme. No sé por qué te preocupas tanto.- Alcé una mirada a aquel chico un tanto alterado con mi adrenalina. No sé, la verdad, yo no era de los personajes que se enojaban o alteraban, pero esta vez habia sido diferente. Uno: No tenía idea que mi madre tenia novio, o al parecer, eso parecian a simple vista abrazado a tal compañia. Dos: la primera impresión del chico para mi no fue buena; salió cómo un animal a gritar a la calle. Y tres: Si, creo que aparte de alterado habia un pequeño dejo de celos hacia mi madre.

     

    Suspiré controlándome.

     

    -Ok, ¿molesto en algo? o...¿quieren que ayude en algo?-les miré-. Sólo pasaba a visitar, pero parece están ocupados.

  14. Y no fue mucho lo que hice, porque antes de llegar, ya nos habiamos encontrado con Luna, quien le habia dado la bienvenida a la chica. Hace unos segundos no habiamos encontrado, y la verdad era que yo tampoco le recordaba su nombre.

     

    -Soy Aleister Crowley,¿ y tu?- Habia dicho preguntandole luego por su nombre. Y creo haber entendido que ella creia que yo le habia invitado a una copa o algo asi, y yo solo me referia a llevarla al bar para que no se perdiera, pero que mas da. Una copa u otra era lo mismo. De seguro valdria la pena, o eso esperaba.

     

    Y en mitad del camino apareció Luna con el otro chico de nuevo. Les vi las caras. Era obvio que solo el "cerrar el museo" era porque querian irse de ahi para "algo mejor". Rei para mis adentros.

     

    -Hola, Luna. Ya vine. -Eché una mirada a Lady, y volví la mirada a Luna indicandola- Te buscaban- Sonreí.

     

    Y es que se iban. Habia acertado.

    Y al parecer tenia que quedarme. ¿O no? Por que Luna ya se estaba despidiendo de mi, y hasta un guiño me hizo. Yo sólo alcé una ceja mirandola.

     

    -Oye, Luna. Espera. ¿Ya puedo irme a casa no? Se supone que ibamos a cerrar. No voy a estar trabajando extras, yo tengo que hacer...- Y miré nuevamente de reojo a Lady, haciendole entender que si queria realmente salir a tomar algo juntos podiamos hacerlo en otro lado incluso, pero que no iba a trabajar gratis. Aparte la noche habia sido complicada con "esos dos niñetes", y queria distraerme para comenzar bien el trabajo mañana por la mañana.

     

    - Yo no me quedó- continué con la mirada hacia Luna- I'm sorry, mañana es cuando comienzo- Le sonrei a medias.

  15. Y luego de unas horas volvia, saliendo del conjunto de arboles que formaba el bosquecillo. Mi bolso iba al tras de mi espalda, y habia aprovechado la soledad, para cambiarme a una ropa mas cómoda. Vestía una polera blanca y un pantalon ancho color crema, con zapatillas bajas.

     

    Y caminando llegué hasta las cercanias. Me decidí y toqué a la puerta intentando hacerlo con fuerza, ya que el castillo se veia bastante grande, y de seguro ni me escucharian.

     

    -¿¡Hola!?- grité, golpeando más la puerta.

  16. Antoni luego de una regañada se levantó eendose a otro lado. Con un rodeo de ojos, me fui a otro lado, y saqué un libro que al parecer me parecia interesante. Y es que mi memoria últimamente estaba bien trabajada, por lo que pude memorizar varias planas al instante, y las que no, las iba guardando con magia en mi subconciente para traspazarla en un cuaderno al llegar al hogar.

    ¿Buena idea habia sido venir? Si...así ya tenia algo más aprendido en mi mente, sobre el libro claro, como también sobre los elfos, cosa que antes ya tenia más o menos aclarado.

     

    -Letto, ¡toma!- Le lancé una bolita, y al llegar esta cerca de él , se transformó en un sombrerito. ¡Suerte! le dije, y ya un tanto apresurado, me sali casi al trote del lugar, pero sin llamar la atención.

     

    El local estaba siendo adornado por cosas rosas y corazones, y decidí irme de allí y volver para otra ocasión. Salí del local, y me puse a correr a toda velocidad, metiendome por un pasadizo hacia el callejón knockturn. Ufff, cuando ya estaba bien alejado, metí mi mano bajo la ropa, y saqué un libro rúnico de material mágico complicado, entrando a una de las puertas anexada a los primeros muros que formaban el callejón.

     

    Desde ahora el libro es mio, supuse, o tal vez más adelante lo devuelva. Acababa de sacarlo de la biblioteca, y gracias a los dioses aquí tenia a un conocido que me permitiría transportarme a otro lado.

  17. En mi paseo por el museo aun quedaban cosas que la magia no habia logrado arreglar. Gracias a los dioses que andaba con un elfo. A cada momento sacaba mi varita e intentaba arreglar las cosas con lo que pudiera, y al llegar a la seccion de animales, me preocupé de encontrar el alimento para alguna de ellas, por que para mi sorpresa algunas se habian vuelto a la vida, y lo unico que se me ocurrió en algunos casos peligrosos, fue petrificarlos con un petrificus o a veces atarlos, aunque algunos fueron ayudados de mejor forma por aquel elfo.

     

    Entre esa y otras cosas, se oyó la voy de Luna, entre sobria y..un poco tomaada.

     

    - Hay que volver, pero esperemos un poco ¿no?- miré a mi compañero, pero respondió "no" con sequedad, y desapareció. ¡Y es que parece que era el elfo más gruñon del museo! Pero no puedo negar que no se negó a ningún mandato o petición, excepto esta. Obviamente por sobre mi, estaba su ama Luna.

     

    En eso fue que por un corredor a poca luz, me dirigía al bar cuando choqué con un cuerpo femenino.

     

    -¡Oh, lo siento!- Alcé la mirada dando un paso atrás. ¡Pero que chico era este mundo! Era la chica que el otro dia me habia atendido en el renacer.

     

    -Oh, hola. ¿Qué, hace ud acá? Al parecer, el museo está por cerrar. Voy rumbo al bar, ¿me acompaña? Es decir, ¿me recuerdas?...- frunzo el ceño. Creo que por ahi debi haber empezado. Bajé la mirada.

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  18. Mi pregunta recién dicha hacia Antoni habia sido la verdad con un tono bastante relajadoy despreocupado, pero dada la situación creo que no era bastante inteligente haberlo dicho en ese momento. El hombre explotó en rabia.

     

    Di un paso hacia atras alzando una ceja al momento que me levanóo la voz, y vi unos ojos rojizos sobre los suyos. Hice señal de que se detenga con una mano, mientras llevaba una mano a mi bolsillo tanteando mi varita listo para cualquier cosa.

     

    Pero nada pasó.El chico salió corriendo del lugar asustado. Miré de reojo a Ari, y un tanto confundido alcé la voz por si acaso alcanzaba a escuchar:

     

    -¡Eh, viejo, si quieres puedo ayudarte en lo que sea, si es que puedo. No hay problema!- Pero lo unico que se oyó luego de mi griterio fue la campanilla que seguia oscilando sobre la puerta cono un timbre cada vez que alguien entraba o salia.

  19. La reacción del elfo me accionó en una leve compasión. Al parecer ya habia entendido su respuesta, cuando de la nada apareció un joven que pidiendome permiso para hablarle se le acercó y le habló casi en privado; yo no escuché nada, aunque sea. Y a su petición simplemente no respondí, pero el se animó a hablarle , ya que a eso me refería con mi silencio.

     

    El elfo salió en picada a la busca de quizá qué cosa. En eso fue cuando se dirijo a mi el tal recién llegado y se presentó. Yo le quedé mirando con cara de qué onda.

     

    -Ya...eres Antoni, ¿y...?- Proseguí sacado de si. No entendia, y ni le conocía. Lo ubicaba , sí, pero...¿para qué se habia acercado? -Ahm...ya sé ¿Dije algo malo sobre el elfo no es asi?

  20. Me saludó con besos en cada mejilla y me tomo de la mano llevandome hasta allá. Ay no, afectivismo. Reí para mis adentros, más dejé que hiciera. Me coloqué donde tal estaban los que atendian, y entre buscando y buscando en el manuscrito, Ariane no llegó a nada, estaba quemado. Volví a sentir su mano, y con una sonrisa rodé los ojos mirandole. Ya, ya... dije soltándome. En serio no es necesario. Mi cara se cubria con un poco de cabello.

     

    Osea, no era que me avergonzara. Era mi madre adoptiva, y era bastante joven aún; se veia muy bien. El problema era que...era demasiado cariño para alguien adoptivo, y era mi madre, aunque adoptiva, y por lo mismo no me atrevia a seguirle la onda.

     

    Cambiando de tema, y separandome un poco entre las estanterias, revisando una u otra varita (algunas bastante llamativas a decir verdad), tomé conversación con el tal Antoni:

     

    -Ey, ¿y te arreglaste con Andrew al final?- le "tiré el palo" por si con eso llegaba a reconocerme, tal vez de la libreria, o más seguro del renacer, mientras con una floritura de mi varita, por lo lejos le hacia un arreglo en el cabello a mi madre, embalsamandoselo y ennudandolo por un borde.

  21. Off: 3: No hay culpa para que disculpe. Disculpa a mi por meterte en el rol xD

     

    On;

     

    Con un suspiro de cansancio, o aburrimiento, o qué cosas pasarían por mi cabeza que suspiré, pero le seguí al tal Letto, hasta que terminé por sentarme. Le miré. Se veia tan atento y rápido yendo de allá para acá, trabajo y trabajo, y qué con el descanzo, me dije. Hasta que me decidí. Hice la reverencia de respuesta, inclinando un poco mi cabeza, y ordenando mi pelo que habia tapado levemente la faz de mi cara, levanté la mirada y le pregunté:

     

    -No, no quiero nada. Si quieres yo me lo sirvo. ¿Oye, a ti te pagan?- Alcé una ceja preocupado. Al parecer no todos se preocupaban de eso, pero tal vez debia darle propina o algo asi. Aunque era un elfo, que más da, dirian algunos, no.

  22. Finalmente ya no era cosa de suposición, si no más observación el ver que Luna ya habia sido sucumbida al abismo del alcohol. Terminé por reir cuando volvió a coger un whiskey. Y al fin la música cambió a algo bueno, y aunque no estaba seguro de si el rock se bailaba o no, Luna no lo hacia tan mal. Lo lamentable fue que mi forma de negarle el baile le habia hecho sentir, y me dijo que yo me lo perdia. Tal vez era verdad, me dije a mi mismo, pero no me atreví a cambiar la situación, ella ya iba rumbo a su asiento.

     

    En ese momento un elfín se me acercó, y molestandole le hice vibrar una oreja con mi mano, lo que le causó un disgusto y se fue. Reí nuevamente y le pedí que me tragera algo bueno, por favor. Un trago o algo, pero no tan fuerte. Miré a Luna. No terminaría tan ebrio como ella, aunque ella, creo, estaba en la previa.

     

    -Luna, vuelvo en un instante, ¿ya?...Eh...¡Gracias!- Agradecí al elfo que acababa de traerme una copa, y continué con la conversación con Luna por sobre la música: -Vengo en un instante, iré a revisar el Museo, ¿vale?-

     

    Y seguido a esto me encaminé hacia la puerta de salida, mirando hacia un lado y luego a otro, sin saber dónde empezar, por lo que me volteé rápidamente.

     

    -¡Ey, tú!- llamé al elfo anterior -. Acompáñame, así me facilitas las cosas -dije. Y al instante, dejando su ropaje de barman, se encaminó flotando rápidamente hacia mí, siendo sustituido por alguien nuevo, que se ponia la ropa de aquel barman anterior.

     

    -¿Por dónde?-

    -Por acá le recomiendo, Señor-

    -No me digas "Señor"- Y me encaminé a explorar.

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  23. Al momento que me levantaba sentí una suave tomada de mi muñeca y me volteé para ver que Luna me detenía instandome a que me ponga a bailar y dejase de tomar alcohol. Le miré y sonreí, la verdad se veia más ebria que yo, y yo sólo llevaba un vaso, lo cual era nada.

     

    -¿Me está invitando a bailar señorita?- Alcé una ceja mirandole a los ojos divertido -. Deberia dejar de beber usted, que se va a poner viejita. -Tomé una pequeña copa de vino recién hecho por los elfos y le sonreí-. No se preocupe y vaya a acompañar al joven que dejó allá- Señalé con la mano abierta a Sean y miré a Luna. -Luego puedo acompañarle a una pieza, si es que la música se calma, ya que esta música realizada por tornamesas y aparatos muggles, sin letra interesante y ritmos repetitivos me vuelven loco.

     

    Esperaba que no fuera amargura mi forma de ser, pero tal vez era por mi oido musical. Estaba acostumbrado a los instrumentos y a la música más realizada.

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  24. Y levanté mi cuerpo del suelo abriendo un ojo justo cuando Luna habia comenzado a hablar. Parece que el sueño me habia ganado. Ordené mi cabello a tientas peinandome con los dedos y me levanté fácilmente, lo cual era complicado, ya que andaba con una ropa un tanto ajustada.

     

    -De nada, Luna. Fue una pérdida de tiempo esos chicos.- Respondí, mirando de reojo al chico que le acompañaba.

     

    Y nos viramos hacia el bar. Cada uno pidió su whiskey, y yo un vino frutal de los que tanto gustaba. Ojalá estos elfos lo hiceran ricos como la última vez en un local de por ahí. Eso sería lo óptimo, más no fue lo que me preocupó más. Luna al momento me solicitó ir a una mesa a conversar sobre el nuevo trabajo, y a decir verdad, se veia un poco preocupada con respecto a como comenzar a decirme las cosas.

     

    -¿Qué sucede?- Inicié la charla, para luego escuchar el relato de falta de capital y tal. Le miré y vi como tomó una sonrisa no sé si apaciguadora o realmente sincera, pero no creí más importante que el mensaje en sí.

     

    -Uhm...Okay- Comenté simplemente al momento que sorbia un poco de vino recién llegado y le esbozaba una sonrisa retrazada. -Creo que podrá compenzarse la paga luego de que se acumule dinero- rematé.

    Igual era bien feo ganar poco y pasarse el dia en el museo, aunque tal vez habian turnos; cosa que dudo, ya que casi todas las cosas las hacian los elfos. Yo no haria trabajo de elfo por dinero vago, si no por dinero que valga la pena ¿no? Pero estaba bien, me habian aceptado rápido, y era que tanto ellos como yo estabamos necesitados de un trabajador como de trabajo respectivamente, asi que le respondi a cada una de sus sonrisas y a cada una de sus miradas, respondiendole afirmativamente.

     

    -Ok, en la oficina. Te llevaré un engañito- Sonreí levemente. Luego de eso, comenzó la fiesta.

     

    Le pasaron un whiskey al tal Sean, y Luna se levantó y moviendo sus caderas comenzaron entre conversaciones personales y coqueterias entre estos dos. Miré entre ojos y sorbiendo mi última cantidad de vino, me levanté intentando no molestar. -Discúlpen, voy por un poco más de vino- Me pasé por entre las sillas apenas, intentando no pasar a llevar a nadie, y les dejé por un momento, sentandome en una de las sillas personales frente al barman, o bar-elfo.

     

    -¿Qué hay de bueno aparte de vino?- Pregunté al encargado dejandole frente mi vaso vacio. En ese momento se me vinieron a la mente los recientes chiquillos que habian hecho estragos en el lugar ¿Qué habrá pasado con ellos? me pregunté a mi mente. El encargado dejó algunos licores de prueba frente a mi y me invitó a iniciar con el que quisiece. Sólo esperaba esta vez no enviciarme.

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