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Sajag

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Mensajes publicados por Sajag

  1. Una risa infantil llenó sus oídos. El Arcano intentó alejar esa cantinela malévola que le atacaba como si fuera capaz, ella sola, de romper con su ánimo positivo. La reconoció. No la había oído nunca. La había oído una compañera de habilidad. La oía su pupila. Era... maligna, capaz de revolver el espíritu de las personas. Era... un niña... Era... el espíritu del mal que se acercaba a los que veían, a los que realmente "Veían" y estaban en su momento anímico más flojo para atacarles, debilitarles, devorarles su "Ojo Interior" y que desaparezcan. Ese espíritu que sólo se susurraba en los pasillos del templo en el que había profundizado en los estudios de la Videncia, era bien conocido por los antiguos y casi olvidado por todos.

     

    Pero estaba allá, persiguiendo a la muchacha. Sajag frunció la frente, cursada por algunas arrugas de edad, ante la idea de tener frente a él a esa lamia que vivía de absorber la fuerza de los Videntes. Se había tardado en localizarlo, pensó que había sucumbido pero la muerte de algunos de sus compañeros, de vez en cuando, de forma imprevista, le informaba que aún seguía con vida en algún sitio.

     

    No se esperaba verla en la prueba de su alumna.

     

    El Arcano se levantó y apartó el instrumento musical. Allá a lo lejos, el cielo se oscurecía, como si fuera a explotar la tormenta. Pero no era una tormenta normal y corriente. La preocupación por Leah Ivashkova le hizo abandonar la seguridad de la Pirámide y ahondar en la zona del Laberinto. Si no andaba equivocado, su pupila estaría en él, a punto de llegar.

     

    Y el espíritu maligno...

     

    -- ¡Tú puedes, Leah! -- gritó, haciendo bocina con las manos... Su voz se convirtió en un grito que cruzó el espacio, difundiéndola por todas partes. Buscaba animar a su pupila.

     

    Pero también buscaba distraer al espíritu devora videncias para que la dejara en paz y le buscara a él. Sajag estaba preparado.

  2. El Arcano se asomó a la escalera de la Pirámide y frunció el ceño. Era un hombre mayor a pesar de que su pelo lucía con su color natural y que su cuerpo se conservaba como de mediana edad. Pero los años asomaban, certeros, cuando se sentí preocupado. Hoy lo estaba. No sabía porqué sentía algo en el aire que no le gustaba. Olía a espíritu quebrado y a infelicidad. Tal vez su alumna...

     

    Cerró los ojos y "vió".

     

    No. Ella no era. Había luchado contra una terrible tormenta acuática que había amenazado una y mil veces en tumbarla y hacerle fenecer en las aguas y, sin embargo, había vencido. Su espíritu era valiente. Había sabido vencer.

     

    - Es usted una mujer de éxito, Viktoria - le dijo al aire. Quién sabe si el viento, antojadizo, le llevaría el murmullo para animarle ahora ante su segunda prueba.

     

    Era difícil pero, de todas sus alumnas, esta mujer era la que mejor había demostrado tener claridad de Videncia. Sabría utilizar bien su Ojo Interior y podría conseguirlo, no tenía ninguna duda. Y sin embargo...

     

    Con un gesto de su mano, el sítar que aguardaba en el interior del edificio cruzó los aires hasta su mano. Sajag se sentó en uno de los escalones y pensó que a la muchacha le vendría bien sentir la canción que iba a dedicarle. Seguro que le ayudaría a "Ver" cómo llegar hasta el laberinto sin sufrir ningún percance.

     

    Y, en teoría, no la estaba ayudando... Sólo era un pobre viejo que tocaba su instrumento musical mientras esperaba.

  3. Notaba los esfuerzos de la muchacha. Aunque no podía entrar en el Portal, el Arcano de la Videncia estaba unido a ella con el anillo que descansaba en su dedo. Aún no estaba vinculado pero, aún así, él sentí la suficiente energía para "notar" lo que ella veía allá dentro. No pudo evitarlo, lanzó un suspiro al ver que el Portal se iba abriendo, demasiado lento, casi con pereza, como si no estuviera decidido a dejarla salir. Nunca había visto que el Portal se tomara tanto tiempo para decidir si el novicio postulante estaba preparado o no. ¿Por qué dudaba? ¿Habría fallado, como en su primer intento?

     

    Tardó en abrirse por completo. Fueron unos minutos muy duros para el Arcano. Cuando la vio salir, ilesa, se dio cuenta que tenía los dientes apretados con fuerza, tanta que la mandíbula tardó en abrirse para poder pronunciar las palabras que estaba esperando la mujer.

     

    - Srta. Malfoy... No tengo que decirle nada. Ha salido... Su intuición es acertada. El Portal se ha abierto y la ha dejado llegar ante mí así que...

     

    Sí, le dolía la mandíbula de tanta presión ejercida. Hasta ese momento, no se había percatado de la tensión, del nerviosismo, que le había causado aquella alumna. Tal vez, necesitaría unas vacaciones... Tal vez volver a la India... Respirar en el aire aquel perfume de azafrán y vivir de los recuerdos de antaño... Descansar... Tal vez la edad le estaba alcanzando a marchas forzadas...

     

    - Así que mire su dedo. El Anillo rosa se ha vinculado y ahora luce como un verdadero Anillo de Videncia y usted y yo y el resto de Videntes del pueblo, de Ottery, de Londres... ¡Del mundo!... están unidos en un sólo sentimiento. Porque, señorita Juv Malfoy Croft, lo ha conseguido. Ya es oficialmente, una Vidente. ¡Felicidades! Verá que todos sus esfuerzos han valido la pena.

     

    El arcano se sintió cansado. Había sido una dura prueba vista desde el lado del espectador. Realmente, había acabado agotado.

  4. "Y mañana por la mañana lo encontraré en la pirámide, para convertirnos en colegas, si todo sale bien."

     

    Esas palabras le habían producido una sonrisa en los labios y un deseo de que llegara el día siguiente para ver cumplir los sueños de la Directora del Ateneo. Estaba seguro que sí, que todo saldría bien y que pronto habría una nueva Vidente Vinculada en el pueblo.

     

    Sin embargo...

     

    La chiquilla rumana correteaba descalza alrededor de la cama de la Warlock y cantaba una canción infantil monótona y hasta odiosa de las veces que la repetía. Se paró de repente y la miró, con sus ojos claros. Pretendía minar su paz en las horas de descanso previas a la prueba.

    - No eres nada, no sirves para Vidente, eres incapaz de despertar el Ojo Interior. No eres capaz de conseguirlo. Te hundirás en el agua. ¡Te ahogarás!

    Se puso a saltar a la comba, repitiendo una y otra vez, "Te vas a morir", "Te morirás", "Te vas a morir", "Te morirás", "Te vas a morir", "Te morirás", "Te vas a morir", "Te morirás..."

    Paró de nuevo de forma tan abrupta que hasta pareció que iba a seguir saltando de un momento a otro.

    - Fallarás el primer obstácul0. Sólo las lágrimas de las velas te indicarán los golpes de remo que tienes que dar en la barca para evitar chocar contra todo lo que baja del torrente. Las inundaciones arrastra maderas gruesas, trozos de muro que flotaban por la fuerza violenta de las aguas, pedazos de tejados de algún poblado de la parte superior del cauce... Golpearán una y otra vez la barca hasta hundirla. Las velas te hubieran indicado como guiar la barca por el agua, dando remadas, girando en un lado o en otro, consiguiendo evitar los golpes pero... Olvidarás los cirios y morirás en el intento. Si pudieras "Ver" serías capaz de evitarlo, pero no sabes... NO eres Vidente... Morirás mañana...

     

    La chiquilla desapareció como de la nada, ¿habría sido un sueño?, ¿una pesadilla...? ¿Una Visión...? ¿Una premonición que buscaba minar la confianza en sí misma?

     

    La muchacha rumana corría por la arena de la orilla, descalza, hasta alcanzar el camino que llevaba hacia el Laberinto. Se dividía en tres direcciones y la chica se puso a reír, muy divertida.

    - También fallarás ésta porque no sirves, no sabes nada de Videncia. El Arcano no te enseñó nada. No sabe nada y tú sabes que perdiste tu tiempo. No es nada. Tú no eres nada. No sabrás usar la Visión para decidir entre el camino correcto. Uno encierra piedras lacerantes que te destrozarán los pies y el cuerpo, si te caes. Otro tiene defensas tan naturales como las lianas de los árboles, que sujetarán tus pies, y los aguijones de los avispones, que envenenarán tu piel. El tercero oculta arenas movedizas que te ahogarán en cuanto intentes cruzarlas. Los tres son la muerte. No puedes llegar a la puerta del Laberinto porque no sabes "ver" el método correcto para hacerlo. Eres una demonio muerta. Estás muerta... Muerta... Estás muerta...

     

    Volvió a desaparecer de los sueños de Leah Ivashkova, tal vez para siempre. O no...

     

    Un sonido exasperante de cantos de pájaros, mezclando cantos, graznidos, chillidos agudos, "píos-píos" exagerados... Los animales que las emitían estaban en las partes altas de los arbustos y matas que componían el laberinto. La Directora debería pasar entre ellos. En cuanto metiera un pie en el laberinto, la atacarían.

    - Te picarán los ojos, te comerán la lengua, te desangrarás en mil dolores. Los pájaros son asesinos. En cuanto entres en el laberinto, estarás muerta; no llegarás a la Pirámide. Sólo la Videncia te enseñará el modo para cruzarlo pero eres nefasta. No vales nada. No te presentes a la prueba. Seguirás siendo mediocre pero estarás viva. No vayas, morirás si lo intentas. No llegarás a ver al Arcano en la Pirámide...

     

    La muchacha rumana no volvió a aparecerse a Leah. Tal vez había sido suficiente con ese ataque para desanimarla. ¿Se presentaría, igualmente, a la prueba?

  5. El Arcano esperaba pacientemente. De todos sus compañeros, tal vez Rosália y él eran los que mejor dominaban la paciencia en la enseñanza de sus habilidades. Era necesario. El Ojo Interior no aparece cuando quiere, no obedece cuando necesitas, no lo tienes cuando sería necesario... El Ojo Interior estaba vivo y, demasiado a menudo, tenía sus propios criterios para abrirse ante el Vidente.

     

    El Arcano, además, dominaba el Mantra y la Meditación, las dos muy aconsejables para el dominio de la Videncia. En este momento, el Arcano estaba levitando, a un palmo del suelo, con los ojos cerrados, en la tradicional postura del loto. Era algo fácil de hacer y muy llamativo para los que no sabían usar la magia para eso. Sentirse liviano aligeraba las penas y dejaba atrás malas energías. Te permitía entrar en un estado de contemplación desde el que los problemas se veían de otra manera. En ese momento se encontraba cuando lo vi. Era un hombre oscuro, mirada oscura, todo él oscuro. Llevaba sombrero.

     

    Perseguía a alguien.

     

    El Arcano abrió los ojos y bajó hasta el suelo, tal vez de una forma más violenta de lo que estaba acostumbrado. Sentado en el frío suelo de la Sala de Ourobus, miró hacia el Portal, cerrado. Le hizo una pregunta en silencio y, éste, mostró una pequeña rendija de luz que venía desde dentro. Se preparaba para dejar salir a la muchacha. La demonio parecía haber demostrado su valía...

     

    Parecía que la prueba se acababa pero... ¿Saldría ella por su propio pie?

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  6. - El sándalo...

     

    Al Arcano no se le escapaba el significado de esa palabra y todo lo que implicaba. Por supuesto, eso le hizo gracia y esbozó una sonrisa aún más amplia de las que ya tenía con regularidad con sus alumnos. Aquella mujer estaba siendo la mejor de las pupilas que había pasado por su humilde habitación, una gran compañía. Ahora que le tenía que hacer la pregunta, sabía que la añoraría.

     

    ¿Sería loable mantenerla un poco más sólo por el placer de su conversación?A ella también parecía gustarle que compartiera con ella las anécdotas de los años de enseñanza. Por un momento, llegó a pensar que podría incluso compartir experiencias. Ella era la directora de aquel lugar, seguro que sabría muchas con la que pasar una buena tarde. Aspiró y saboreó el aroma que invadía el lugar. Menta... Sándalo... Olor a cera...

     

    Lo correcto era hacerle la pregunta y citarla de nuevo en la pirámide. No estaba bien abusar de los alumnos por un goce propio y muy particular que en nada ayudaría al desarrollo del conocimiento de la Videncia.

     

    - Aún puedo enseñarle muchas mancias con las que puede "Ver" el futuro, el pasado, el presente de las personas o las cosas. Puedo mostrarle mil mancias diferentes con las que adivinar el futuro y tenerla aquí mil días más, a mi lado, disfrutando de su compañía. Leer las líneas de las manos, el movimiento de la agujas en el agua, la formas que se ven en las nubes, el canto de los gallos, la forma en que cae el polvo de harina en una mesa de madera, la sal derramada o las entrañas de un pavo... Hay mil mancias insospechadas que puedo enseñarles pero...

     

    El Arcano alzó la vista, por fin, dejando de ver las ya velas apagadas.

     

    - Sin embargo, sólo son técnicas en las que interviene una cosa que ya tiene usted, el "Ojo Interior". Debe entender que su Ojo se abrirá ante cualquiera de esas materias o incluso inventar usted misma una nueva porque el Ojo Es Suyo, la forma en que visualice depende de usted y sólo de usted. Así que... ¿Quiere Pasar la prueba de Vinculación con el Anillo? ¿Quiere quedarse conmigo un poco más y hablar del graznido del Augurey en los días de lluvia?

     

    En realidad, siempre podía volver algún día a hablar con él cuando ya no estuviera en clases. ¿Por qué nadie de los Videntes había vuelto a visitarle? Era algo sobre lo que pensar. Tal vez creyeran que no era necesario seguir ampliando conocimientos sobre la Videncia, como si todo acabara con la Vinculación, como si no hubiera aún mil tiradas de cartas que compartir con una tisana al lado.

     

    - Es su elección. Si decide vincularse, la prueba empezará mañana en los terrenos de la Universidad, junto al estanque. No me verá, al menos físicamente, puesto que estaré esperándola en la Pirámide. Estaremos unidos con nuestro "Ojo Interior" en todo momento. No la dejaré sola pero la dejaré que decida su libro albedrío en todo momento.

     

    Se sintió triste. Sabía que era una despedida. Como con todos.

  7. Sajag la vio entrar en el Portal y, sí, puede confesarlo, sintió miedo. Aquella mujer era fuerte pero la pasión le podía. Tenía que ser capaz de superar las limitaciones pasionales que la desorientaban. Para la Videncia, necesitaba tener la mente libre de preocupaciones amorosas que pudieran turbar las interpretaciones de sus Visiones.

     

    - Podrá morir en el intento si no se centra...

     

    Él no podía saber qué sucedía dentro del Portal. Le estaba vedada esa última fase, a él y a todos los Arcanos. Reconocía que él podía usar la trampa de la Videncia pero no lo iba a hacer. Prefería seguir esperando; a veces, "Ver" las acciones de un demonio no era lo más aconsejable para la calma espiritual de un vidente, incluso de un ser humano. Suelen ser imágenes y sentimientos difíciles de asimilar.

     

    Por eso, no hizo más que esperar a que la mujer pudiera tener la calma suficiente para "Ver" y no actuar como una demonio enfadada por problemas de amor. Había de ver, de saber "Ver" con el Ojo interior, no con el corazón, o el Portal no le dejaría salir del interior y perdería toda oportunidad de vincularse con el Anillo, desapareciendo del dedo en que ella lo había puesto antes de entrar.

     

    - Vea, señorita Malfoy... "Vea..."

  8. El tiempo que pasó entre que se giró a buscar las velas y se giró hacia su pupila fue mínimo. Sin embargo, alzó un poco la barbilla, orgulloso, al notar que la mujer estaba "viendo". La sonrisa bonachona crecía en su rostro. Él vio lo mismo que ella había visto y sonrió. Se giró para verla allá, algo sorprendida por la nueva experiencia que había sufrido. Guardó silencio hasta llegar a su lado y sentarse en el lugar que había abandonado momentos antes. Soltó las velas y estas flotaron al lado del Arcano, prestas a encenderse en cuanto él las utilizara para su clase.

     

    - ¿Sorprendida? El Ojo Interior es así, aparece, se va, vuelve... Es como un niño, juguetón, imprevisto, impredecible...

     

    Bajó la mirada hacia las cartas que había volteado y meditó la respuesta de la mujer. Después levantó la mirada y cruzó sus ojos con los de ella. Asintió sin decir palabra. Había interpretado correctamente las cartas.

     

    - Lo logrará.

     

    No dijo nada más, ¿para qué añadir palabras vanos a lo que ya era obvio? Hizo un leve movimiento de manos y las cartas se movieron de la mesa, se juntaron de forma ordenada y el mazo se guardó dentro de la caja. Las velas, a su vez, aterrizaron encima de la mesa, aún sin encender, siete velas sobre un candelabro sencillo de madera.

     

    - Las velas lloran, ¿sabe? Sus goterones de cera se llaman lágrimas y se leen desde tiempos muy antiguos. Una vela arde, no hay más emoción en este hecho. Sin embargo, sus lágrimas nos hablan. Sólo ha de saber entender su significado. Dejar que le llenen a sus oídos, a su Ojo interior... La cera corre, o se detiene, cae seguido o en regueros discontínuos, se juntan, se alejan, inclusos algunos se juntan con los regueros de la velas adyacentes. Es un mundo inimaginable ver caer una gotita y verla hablar para nosotros.

     

    Había dicho "nosotros" pues ya consideraba a su pupila como una Vidente en ciernes.

     

    - Has de practicar la paciencia porque hay que dejar que la vela se consuma para conseguir ver una inclinación de las lágrimas y de las llamas. ¿Quiere probar ahora? Ya ha visto como funciona... Lo ha... "visto"

     

    Fue como una señal y las velas se encendieron todas a la vez.

     

    - Cerrar los ojos... Susurrar la pregunta o sólo la piense, no hace falta que la diga en voz alta. Compruebe las lágrimas de las velas, como se desarrollan, dicen que siete es el número mágico porque es el conjunto de todas lo que tiene que valorar. Si sólo cae una lágrima hacia la derecha, su respuesta será positiva a lo que ha preguntado, puede significar fortuna en algo o que encuentre la solución a los conflictos. Si fuera a la izquierda, por lo contrario, la respuesta será negativa, con problemas en ciernes en varios campos de su vida, que tanto puede ser en el amor como en el trabajo o la amistad. Si caen varias lágrimas que se acaban juntando, compruebe también hacia que lado pero implica que superará todos y que se alternarán momentos de paz con otros menos tranquilos, habrá problemas que resolver. Si no se juntaran las lágrimas, suele traer un mensaje tranquilizador, tendrá momentos grandes de tranquilidad que le ayudarán a superar cualquier incertidumbre. Si alguna se para y hace que se amontonen el resto de lágrimas, sin llegar al suelo, la solución está a la vuelta de la esquina por lo que quedarán solucionados. Si cayera rauda hasta la mesa, se acercan noticias agradables que no esperaba...

    El Arcano decidió que era el momento para contestar, por fin, la pregunta.

    - ¿Cómo puede controlarlo? De ninguna manera. El Ojo Interior viene y va cuando quiere sin control. Puede engañarlo para que salga cuando usted quiera y no la pille de improvisto. Verá...

    Las velas seguían ardiendo y las gotas empezaban a formar el dibujo que después tendría que interpretar. Había que tener paciencia para que las velas se acabaran. Aunque parecía que había algún embrujo que las ayudaba a consumirse mientras el Arcano hablaba.

    - Algunos usan una imagen, otros una palabra, un olor, un sentimiento... Verá, señorita Viktoria. Si asocia una palabra, "mariposa" por ejemplo, a cada episodio de Visión, a la larga consigue que al mencionar esa palabra en alto o en su cabeza, el Ojo "busque". No sé si queda claro el concepto... Tuve una vez un alumno que usaba la comida para sus clases de Videncia. No llegó a vincularse pero montó un restaurante porque tenía muy buena intuición con las recetas para sus clientes.

    Sonrió un poco como si hubiera contado un chiste.

    - A veces es una imagen, una foto, un recuerdo, una sonrisa... A veces es un aroma...

    La voz de Sajag se apagó un instante, recordando a aquella muchacha que retozaba en medio de un campo de azafrán, aquel olor picante y florido, aquel sentimiento de amor que... Parpadeó y volvió a sí mismo.

    - Bueno, veamos... Pregunta... ¿Cuándo cree que le haré la pregunta para pasar la prueba para Vincularse y cuál será su respuesta? Pregúntele a las velas, a ver qué le dicen, aunque... Tal vez ya lo sepa de antemano. No haga trampas...

    La sonrisa creció en el rostro del Arcano.

  9. El Arcano la escuchó de espaldas, ya que seguía decidido a no impulsarla a hacer lo que ella no decidiera. Como un ramalazo, compartió con ella ese pensamiento extraño sobre el Amor. Frunció el ceño. Tal vez no se daba cuenta que el Anillo de Videncia provisional que había recibido para cruzar el Portal les había unido fuertemente.

     

    Se dio la vuelta poco a poco, para dar algo de dramatismo a su actuación y, también, porque el ancho que había adquirido con el tiempo no le daban la agilidad que había disfrutado antaño, cuando era joven.

     

    - No se dará nunca por vencida, señorita Juv. Si algo me maravilla de usted es la tenacidad con la que lucha por lo que quiere. Lo conseguirá, sin dudarlo, porque es fuerte y decidida.

     

    Sajag no solía ser agasajador, no entraba en su naturaleza. Pero sí le gustaba la sinceridad y aquella mujer rubia le maravillaba, no sólo porque tenía un físico y un carácter atractivo, era también por su gran poder de decisión que le daba la fortaleza suficiente para superar todos los devenires del futuro.

     

    - Cruce sin miedo. Si... Si algo pasa en el interior del Portal, recuerde... Roce el anillo con sus labios y murmure mi nombre. La sacaré al instante. Vaya... Y vuelva como una Vidente.

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  10. Sagaj entró despacio en la Sala de Ourobous, leyendo un pergamino antiguo, de los enrollados. Cualquiera que le viera podría pensar que se trataba de un filósofo griego que caminaba por la Academia Atenea. Quitando su pelo liso marrón... Quitando su túnica de alegre colorido... Quitando su tono de piel algo oscuro... Quitando su tono de voz extranjero que aún se notaba a pesar de los años en Londres...

     

    - ¿Señorita Black Lestrange? ¿Qué hace aquí?

     

    El Arcano ladeó levemente la cabeza en un gesto que pareció extraño pero divertido al notarse en el ese aire de desconcierto que hacía mucho tiempo que no mostraba. Al fin y al cabo, era el Arcano de la Videncia. Nada se le escapaba.

     

    - ¿Cómo atravesó el lago y el laberinto...? ¿Teníamos... cita?

     

    Sí, era claro que el Arcano estaba desorientado. Nadie podría llegar hasta allá sin haber sido citado por un miembro de los más sabios en Habilidades. Los medios naturales se interpondrían en su camino y no le dejarían pasar. Hubieran saltado muchas alarmas de intromisión y alguien le hubiera detenido. Entonces... ¿Cómo es que estaba allá, ante el Portal?

     

    El Pergamino se enrolló totalmente y cayó al suelo. Sajag no necesitó la varita para levantarlo de nuevo y, al tocarlo, lo vio. La vio.

     

    "Conseguí evitar que Londres, pereciera…"

     

    "Todo ha desaparecido.

    El pueblo de Ottery Saint Catchpole, tal como era conocido en el mundo de los Brujos, no existe. Los terrenos colindantes han sido rodeados de hechizos protectores e intimidadores para magos y muggles, en un intento de hacer olvidar al mundo que hubo un lugar mágico que se llamó así. Es inmarcable y ha sido borrado de la mente de los que, alguna vez, lo conocieron. No hay manera de encontrarlo y permanecerá olvidado para todos en un nunca jamás que el tiempo ocultará en las entrañas de sus ruinas.

    Será olvidado..."

     

    El Arcano parpadeó y volvió a la realidad. Una gran sonrisa se expandió por su rostro y la perplejidad mudó a un mudo orgullo.

     

    - Entiendo...

     

    No añadió nada más porque no hacían falta las palabras. Las Visiones les unían en aquel momento. Se acercó a la mujer y le agarró por los hombros, un leve contacto que duró poquísimo. Lo justo de pronunciar un "Gracias" muy emotivo.

     

    - Supongo que siente algo por dentro... Ha visto crecer su Videncia y ha sabido utilizarla. Ahora... Mire su dedo...

     

    Hoy había sido un caso muy especial y Sajag estaba muy orgulloso de lo sucedido. La mujer había empezado por el final y ahora sólo quedaba recoger su premio.

     

    - Normalmente, un pupilo ha de asegurar que quiere pasar la prueba antes de entrar en el Portal. La situación ha provocado que usted haya entrado sin ese requisito y que haya salido viva de ahí dentro. Sólo puedo decirle que... Gracias. Gracias por lo que ha hecho pero solo se puede entrar en el Portal de la Videncia una vez, nunca más. Así que no puede hacer la prueba para ser Vidente. Lo siento. No hay manera de engañar al Portal para que pase su prueba, ahora que ya lo ha usado.

     

    A pesar de la negativa, el rostro del Arcano seguía orgulloso mientras se separaba un par de pasos para darle de nuevo el espacio vital propio que le correspondía.

     

    - Hoy ha pasado por una prueba que nadie antes había sufrido, ni siquiera yo. Y la ha superado con creces. No pasará la prueba del portal porque ya la ha pasado al entrar ahí cuando... esto era diferente... Bienvenida al mundo de la Videncia. Es usted una Vidente vinculada al portal por méritos propios.

     

    En la mano de Mía Black Lestrange lucía el anillo rosado. Lo había conseguido.

  11. El agua se hizo turbulenta en el instante que llenó todo el lugar que, segundos antes era pura ruina infranqueable. El líquido elemento se movía de un lugar al otro y rellenó lo que una vez fue el lago que rodeaba la Pirámide. En aquel momento en que un acto de Visión había despertado la magia, la isla volvió a aparecer y el agua la rodeo. La Magia era poderosa en aquella mujer que estaba en el borde del agua, tanto que una barca emergió de sus profundidades y se plantó delante de ella para dejarle cruzar.

     

    Era algo que no se veía en mucho tiempo. La Magia había vuelto durante unos instantes y las serpientes del bosque la vieron alejarse. Tal vez se hubieran preguntado a dónde iba aquella mujer mágica que jugaba con fotos en el suelo y se reía, pronunciando una palabra que para ellas no significaba nada.

     

    Rosier...

     

    Pero la muchacha acababa de pasar una prueba más y estaba preparada para superar otro obstácul0. Pero la magia no duró tanto y decayó. En cuanto la barca llegó a la orilla y ella se bajó, todo se paró de nuevo. Aún tendría que usar de nuevo la Videncia si quería recomponer lo derruido.

     

    Pero iba por buen camino. El final de todo estaba cerca... Sólo dependía de ella si lo conseguiría.

  12. El Arcano esperaba en la Sala del Ourobous para acercar a su pupila al Portal de la Videncia. Mientras esperaba, intentaba leer un pergamino enrollado muy antiguo. Sin embargo, su mente no leía aquellas palabras rúnicas y no interpretaba el mensaje que le transmitían. El Vidente estaba "viendo" a la señorita Malfoy, pisando las maderas con mucha firmeza. Sonrió pues sabía que lo había conseguido en cuanto sintió como usaba su "Ojo Interior" para superar aquella prueba.

     

    - Sabía que pasaría, señorita... Sólo necesitaba confiar en usted.

     

    Lo dijo en el aire pero supo que su positivismo se extendería por toda el área del Ateneo y que, de alguna manera, ella lo notaría. Supongo que lo hizo puesto que sus siguientes dos pruebas fueron cruzadas con limpieza y rapidez. El Arcano se giró a tiempo de verla entrar en la pirámide. La sonrió, con un claro sentido de alivio en su voz.

     

    - Debiera reprobarla de nuevo, señorita Malfoy, por los sustos que me ha dado hoy. Demasiados esfuerzos que, por fin, han dado su fruto. Tomé...

     

    En la mano del Arcano, el pergamino empezó a girar y retorcerse, transformándose en un pequeño anillo rosa que él le ofreció.

     

    - Es su anillo de Aprendiz. Piénselo bien antes de ponérselo, señorita Juv. El Portal SABE lo que ha sucedido antes de llegar antes de él y será muy exigente. Será cruel, será exigente. No le permitirá ni un sólo fallo ni le dará más oportunidad. Si falla, desaparecerá de este mundo y nadie recordará que existió si quiera ni se preguntarán qué pudo suceder... No volverá a intentarlo nunca más. Sea sincera consigo misma...

     

    Guardó un momento de silencio para que la mujer entendiera que era su única oportunidad de vincularse con el Anillo de Videncia.

     

    - Sólo si se sienta segura de pasar la Gran Prueba, afirme su deseo para que el Portal se abra. Sólo si le convence a él le dejará traspasarlo y sufrir la última experiencia que le marque como Vidente. Yo confío en usted, si le sirve como referencia.

     

    El Arcano se alejó unos pasos y la dejó allá, delante del Portal cerrado, para que decidiera sin más presión que la que ella misma se impusiera.

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  13. El Arcano contempló el actuar de la pupila. Sabía que estaba haciendo un esfuerzo por no mirar la Bola de Adivinación y se concentraba en las cartas. No las miró, ya sabía lo que iba a salir. Contempló los ojos de la mujer y admiró su calma. Era algo muy importante en un Vidente, el control de las emociones.

     

    - La Sacerdotisa le habla de su instinto, señorita Viktoria. Tiene una gran intuición y es un rasgo positivo de todo Vidente. El Colgado le indica un cambio que llegará y por el que tendrá que decidir si hacer o no un sacrificio, deberá pensarlo mucho antes de tomar la decisión. La Luna confirma sus dos cartas anteriores, le dice que hay un reto que deberá solucionar con calma y buen juicio. Sus peores enemigos, señorita, pueden ser los que se esconden en su cabeza. No los deje triunfar nunca y será una mujer excelente.

     

    Ya lo era, por supuesto, y Sajag veía mucho más allá de la verborrea de felicitar a un pupilo por una interpretación certera. ÉL SABÍA el poder que guardaba la mujer en su interior.

     

    - ¿En serio? - Una sonrisa floreció en los labios del Arcano, por su mentirijilla. - No lo hubiera adivinado nunca. Un lince... Mi animal fue una mariposa, un coleóptero algo grueso en estas circunstancias... Pero...

     

    La sonrisa desapareció al recordar... Recordar... Algo que hacía mucho tiempo que no hacía... La muchacha de trenza negra corría entre los campos de azafrán y movía los brazos, huyendo de él con gritos y risitas. Parecía volar... como una mariposa...

     

    - Busque en las cartas. Busque si pasará la prueba. - Un brillo picaresco lucía en los ojos del Arcano ahora. - Mientras, yo prepararé las velas y le enseñaré que compruebe cuán larga será su vida en este mundo terrenal.

     

    Sajag se levantó y le dio la espalda. No le era necesario buscar las velas de forma manual pero no quería ver la cara de la muchacha mientras barajaba y decidía tres nuevas cartas y buscaba respuestas.

  14. Miles de ofidios, esparcidos por el suelo donde una vez hubo un lago, empezaron a moverse. Había vuelto. La Dama de pelo Rojo había vuelto. Las serpientes no distinguían los colores pero hacía mucho tiempo que la mujer había pasado por allá y habían ordenado matar a todos los que cruzaran por el camino. Muchas habían muerto desde entonces y otras habían crecido, libres, alimentándose de osados o cabezotas. Al final, los humanos habían desaparecido y ya no se adentraban en el Bosque.

     

    Ahora, la mujer había regresado.

     

    Porque debía de ser ella, ¿quién sino tendría el conocimiento para hablarles y el tatuaje grabado en su piel? Ya no quedaba nadie. No quedaban humanos que se atrevieran a pasar por aquellos dominios malditos.

     

    Las serpientes la observaron y la dejaron pasar. Eran animales, muy perceptivos, quizás. Pero animales al fin y al cabo; no sintieron un movimiento en la Magia tras su paso. Como si una corriente eléctrica hubiera cruzado por encima del lugar... La Magia se movía en aquel trozo del bosque.

     

    Pero las serpientes no lo notaron. No entendían de magia. Siguieron poblando el lugar, sin entender que un cambio se avecinaba. El Basilisco, más grande y dominador de aquel territorio, sólo vio que alguien merecedor de paso cruzaba por allá.

     

    Después todo volvió a la normalidad. Se necesitaban más fragmentos de recuerdo para que la Magia volviera.

     

    Aunque había sido el primer paso...

  15. La visión de Sajag le hizo removerse en el camastro. Había perdido toda esperanza de volver a ver a aquella pupila. Sin embargo, estaba delante de él, con el anillo en la mano. La mujer rubia, demonio orgulloso, lo había vuelto a intentar y estaba allá, ante el Portal. ¿Cómo lo había conseguido?

     

    El Arcano despertó con los ruidos de la torre, desplomándose. Aquello tenía que ser un déjá-vú pero... ¡No, allá estaba la Hydra y las rocas cayendo a su alrededor! Salió con la túnica marrón oscuro que usaba de pijama antes que su propia casa cayera al suelo y desapareciera. Frunció el ceño... ¿Habrían retrocedido en el tiempo? Algo imposible hasta para un Arcano...

     

    ¿O no...?

     

    La Hydra avanzaba hacia el lago y vio, a lo lejos, la figura de la señorita Malfoy Croft, adelantada, huyendo de ella. Sajag murmuró unos hechizos que retrasaron a la bestia para que la mujer pudiera dedicarse a cruzar el lago tal como la otra vez no había podido.

     

    - Puedes hacerlo, usa tu Ojo y mira bien lo que sucede cuando pisas la madera incorrecta. Siente lo que sucede cuando mueres y, sabiéndolo, no la pises. Busca otra madera, llega a la orilla.

     

    El Arcano sintió miedo. Él había visto que su pupila iba a pasar la prueba de vinculación y estaba dolido porque no había sido así, en aquel momento no había entendido como una Visión suya había fallado estrepitosamente. ¿Y sí...? ¿Y sí había visto el triunfo actual y no el pasado, por eso no coincidían? Eso animó al Arcano, quien usó su magia para cambiar su ropa por su túnica amarilla. Se encaminó hacia la pirámide, huyendo de las ruinas de la Torre de Astronomía del Ateneo. Debía llegar para recibir a Juv, porque esta vez estaba seguro que lo conseguiría.

     

    Aunque tendría que superar la segunda prueba. Aquí no sólo bastaba con elegir, tenía que comprobar con una visión de futuro qué camino escoger, "VER" lo que sucedía en todos los caminos y, entonces, decidir cual usar de los tres.

     

    - ¿Podrás hacerlo? - su pregunta quedó en el aire porque nadie le veía mientras cruzaba el lago, tras su pupila, viendo sus progresos sin que nadie notara su presencia.

     

    En la tercera prueba será donde tendrá que usar con mucha precaución su Ojo, puesto que, según donde deje lo que lleva en las manos, se romperán y la Hydra la matará por ello. Deberá elegir el sitio correcto donde dejarlo para apaciguar a la Bestia.

     

    El Arcano llegó a la pirámide y entró a esperar. Si esta vez todo salía bien... Juv entraría de un momento a otro.

     

     

    Prueba Videncia #14:
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  16. Visión apuntada en el librito de un tal Sajag, encontrado en las ruinas insospechadas de un lugar maldito, el 07/06/2018:

     

    "Todo ha desaparecido.

     

    El pueblo de Ottery Saint Catchpole, tal como era conocido en el mundo de los Brujos, no existe. Los terrenos colindantes han sido rodeados de hechizos protectores e intimidadores para magos y muggles, en un intento de hacer olvidar al mundo que hubo un lugar mágico que se llamó así. Es inmarcable y ha sido borrado de la mente de los que, alguna vez, lo conocieron. No hay manera de encontrarlo y permanecerá olvidado para todos en un nunca jamás que el tiempo ocultará en las entrañas de sus ruinas.

     

    Será olvidado...

     

    Pero hubo una vez un gran pueblo en este lugar inmarcable, un lugar donde crecía un Ateneo de enseñanzas poderosas, un centro cultural donde se impartían clases de estudios mágicos, magias arcanas y habilidades. Yo lo sé. Yo era uno de aquellos Maeses. Hace 20 años, yo era el Arcano de Videncia y ayudaba a mis pupilos a despertar su Ojo Interior. Pero un día... Un día...

     

    Una antigua pupila usó sus poderes de todas las habilidades conseguidas y entró a la fuerza en el lugar, destruyendo todo a su paso. Después, entró en el Portal y desapareció... No sabemos lo que ocurrió pero ahora todo está perdido. Su ausencia provocó un caos en el tiempo inesperado para todos. El lago se secó, el laberinto se pudrió y su vegetación dejó ver todo su interior, la escalinata de la pirámide cedió a su peso y la construcción cayó al suelo de la isla, haciéndola desaparecer. Ourobus, anillos vinculados, Arcanos, Ateneo... Todo desapareció en un instante. No quedó nada más que deshechos inmundos.

     

    ¿Qué fue lo que pasó?

     

    Eso es lo que tendrá que solucionar usted, Srta. Black Lestrange. Su prueba de Vinculación a la Habilidad ha comenzado. Deberá presentarse a las ruinas que encontrará a su paso y deberá usar su Ojo para "ver" quién fue y cómo lo hizo. A medida que vea y deshaga sus acciones en cada uno de los tres obstácul0s que traspasó, se irá reconstruyendo. Sabrá que ha conseguido pasar cuando llegue a la Pirámide y me vea dentro, esperándola.

     

    Puedo "ver" cómo fue. ¿Puede usted verlo y salvar el futuro del pueblo, Srta. Black Lestrange?"

  17. Era agradable la sensación de sonrojo de aquella muchacha. Sabiendo lo que sabía de ella, algo que no podía ni mencionar en voz alta ni contar a nadie, ni entre sus compañeros Arcanos, era satisfactorio ver esa reacción en su rostro, tan alejada de la imagen que había visto y que, seguramente, la volvería a ver en sus pesadillas. No. No era agradable ser Vidente. Menos aún tener tanto control de la Habilidad como para conseguir el grado de Arcano. A veces, sin embargo, estos pequeños detalles eran una vida para él y su espíritu solitario.

     

    - Bravo. Lo que ves está basado en tu propia experiencia. Tú ves una hoja, otro verá una forma geométrica, alguien puede ver una escena... Todo está en la mente. Lo que cuenta es la interpretación que le das a lo que ves. La Videncia es exacta, la interpretación depende de cada uno de los que la hacen. Las palabras son demasiado amplias. A veces... A veces sólo ves imágenes, sentimientos, incluso sólo colores o algún otro sentido exaltado, ves olores o percibes movimientos. La interpretación es lo que te hará ser una gran Vidente.

     

    Era una afirmación. Sajag sabía que lo conseguiría. La dejó hacer con la baraja hasta que se la tendió. Sopesó el tocarla pero la tomó

     

    - Las cartas son poderosas armas en las manos de un Vidente. Van más allá que las engañifas para muggles sobre amores perdidos o tesoros bajo una baldosa. Son valerosas piezas en un tablero de ajedrez que te adelanta las jugadas de tu enemigo, de un contrincante imaginario, de cualquiera que se asome a tu terreno. Saber. Conocer. Adelantarte... Bien usada, la Videncia en la diferencia entre ganar o perder una batalla.

     

    El Arcano sabía que la muchacha podía perderse en un significado desviado de lo que decía y, aunque no le gustaba hablar, a veces es preferible explicar algo más que dejar lagunas en la mente de los iniciados.

     

    - Usar bien la Videncia no implica usarla para el Bien. Ni para el Mal. ¿Existe eso? Es usarla conociendo lo que nos proporciona e interpretando de forma neutral. Nunca, Srta. Viktoria, introduzca los sentimientos en una interpretación o habrá perdido. Las cosas son como son. Intentar cambiarlas es posible pero... ¿Merece la pena afrontar los cambios que pueden producirse?

     

    Mientras él barajaba las cartas e iba poniendo las cartas en semicírculos, boca abajo, una bola de adivinación a la derecha de la mesilla donde estaban sentados empezó a ponerse opaca. Pronto, una nube de movimientos rápidos dejaban paso a imágenes poco-menos-casi definidas. Al final, un hermoso lince caminaba por un suelo lleno de horajasca. Oía algo, se notaba con el movimiento continuo de las orejas en busca del sonido que captaba. Sajag ni la miró y siguió repartiendo las cartas en semicírculos concéntricos que se solapaban un poco, dejándolo como un ramo de naipes boca abajo.

     

    - Tome tres cartas, de círculos diferentes. Dígame... ¿Cree que morirá ese animal? Sin mirar la bola, por favor. Las cartas se lo dirán. Algo me dice que ese tipo de animal es importante para usted. No se involucre, sólo interprete las cartas.

  18. El Arcano no lo dijo pero le gustó que usara igualmente el calificativo de Maestro. Pocos lo usaban con él y era un nombre antiguo que le habían dedicado mucho tiempo cuando no vivía en Londres. Ahora, a veces, lo echaba de menos. Por ello, la sonrisa se extendió en su rostro regordete. Contempló a su pupila, a quien ya había aceptado desde mucho antes aún que ella se presentara en su puerta, desde que había visto que los dos Directores estarían un día a su lado, leyendo los posos. El hombre ya había sido vinculado y ahora era el turno de la mujer.

     

    Era sabia. Había estado reflexionando y Sajag casi había podido leer el hilo de sus pensamientos. Era el Arcano de la Videncia pero, a su vez, era Sabio entre Sabio del resto de las Habilidades, no le había costado nada seguirlos. Sonreía, bonachón, intentando mantener un gesto trivial y pasajero. Lo que su mente contenía ahora era una acumulación de imágenes de ella en situaciones que no debiera conocer. Este era otro de los peligros de la Videncia que daba vulnerabilidad los que se vinculaban a ella.

     

    - Se ha de ser fuerte para resistir el conocimiento del Todo, humilde para aplicar sus enseñanzas. Grande para manejarla en beneficio de todos. La Videncia no es fácil.

     

    ¿Para qué insistir? Después de muchos alumnos de aquella población, Sajag sabía que no iban a usar aquella Habilidad para lo correcto pues... ¿quién sabía qué era lo correcto? Todos creían que su forma de ver la Verdad era la correcta. El Arcano no tenía nada que objetar.

     

    - Yo le puedo mostrar el camino para Ver, pero el uso que le dé a la Visión dependerá de su ideología particular. No soy quién para juzgarla, srta. Viktoria.

     

    ¿Entendería aquella mujer que la había "visto" usando la Habilidad en su propia forma de entender el mundo. Nada que decir sobre el tema. Cada quién era cada cuál y todos aprendían que era difícil llegar a comprender el uso correcto. Tal vez, por eso, el Arcano procuraba no ir más allá de los muros del Ateneo, para resistir la tentación de entrometerse en cuestiones ajenas que no debían afectarle. Era difícil el camino de la Videncia cuando se puede "ver" el futuro, el pasado, el presente de quien te roza en el transporte público.

     

    - Sé que lo hará bien - no iba a decir más. Siempre era parco en palabras, hablar implicaba desvelar más cosas de lo que era necesario. Saber, conocer... Era imposible guardarlo siempre en la cabeza sin que se escapara. El Arcano sabía lo difícil que era convivir con un Vidente; sus parejas de antaño, escasas, habían acabado dejándolo ante la incertidumbre de que el muchacho que fue conociera cosas que ellas aún no habían hecho.

     

    Esperó que la muchacha tomara la bebida y contemplara los posos. Nadie entraba enseñado a leer los posos y, sin embargo, casi todos sus pupilos eran capaces de ver algo e insinuar su significado. Sin embargo, supo al instante que para la mujer no era la primera vez que practicaba aquella lectura. Su pose reposada y los movimientos exactos para tratar el poso, la forma de quitar el agua sobrante, el leve movimiento de ojos para concentrarse en los restos de la taza... Sí, aquella vez no era la primera experiencia con la lectura de los elementos en la tisana.

     

    - Interesante... ¿Una hoja de abeto...? ¿Sabe usted, querida Viktoria, que no es lo que ves sino lo que tu mente imagina? Es decir, usted ha encontrado una hoja de abeto camuflada en esas formas mojadas. Si aquí hubiera otro alumno y dijera que es un triángulo, también tendría razón. ¿Sabe explicarlo?

     

    Dejó la pregunta en el aire unos instantes, para darle tiempo a que lo pensara. Sabía que era una mujer reflexiva.

     

    - Sin embargo, lo que cuenta es que usted vio una hoja de abeto. Hojas perennes... Por supuesto que habla de usted, de su crecimiento personal. Es usted... una... persona admirable...

     

    No estaba bien que dijera eso, por supuesto... Seguramente alguien que conociera a la mujer no entendería que pudiera admirar a alguien con su... pasado... presente... futuro... Oscuridad. Fortaleza... Sangre... Pero el Arcano estaba por encima de las trivialidades mundanas de aquel pueblecito que dividía todo entre lo bueno y lo malo sin más. La gente no era tan simple. La gente no estaba encuadrada. Las personas estaban plagadas de matices...

     

    - Mi pregunta anterior está enlazada con esto. Ha visto una hoja de abeto. ¿Cree que su visión en la misma taza por el alumno que hubiera visto un triángulo sería la misma que la suya?

     

    Sajag estaba algo filosófico aquel día, algo que odiaba profundamente. Sabía, sin embargo, que responderse estas preguntas era ideal para sus alumnos.

     

    - La Videncia es una ciencia ambigua y, sin embargo, precisa. Curiosa habilidad, ¿verdad? Querida, NUNCA dejará de ver, es una maldición unida a la Habilidad. Nunca podrá prescindir de su Ojo Interior en cuanto éste se abra al exterior. Nunca. Será maldito entre los suyos, criticado por sus compañeros, envidiado por los que conozcan su poder, le temerán por ello.

     

    Sus ojos se habían nublado un poco y parecían mirar a un punto alejado de la habitación, muy lejano, como si estuviera en otro continente y estuviera viendo un pasaje totalmente diferente.

     

    - Sólo dejará de "ver" cuando esté muerta. Pero... - Sajag volvió su vista a la mujer. Los tenía algo rojizos y... ¿llorosos? - Hay muchas formas de estar muerto sin estar muerto. Piénselo antes de que sea tarde, Viktoria. ¿En verdad quiere seguir adelante? Si es así, le enseñaré retazos de usted con las cartas. Le enseñaré a cerrar momentáneamente el Ojo. Pero créame es más difícil cerrarlo que abrirlo por primera vez.

     

    La baraja se bamboleó en el aire, donde seguía desde antes, como si estuviera impaciente de barajarse sola.

  19. El Arcano suspiró por segunda vez aquel día ante la actuación de su pupila. No. No era lo que esperaba de ella. Así no sería nunca una Vidente vinculada. Era más honorable pararla ahora que dejar que se muriera en el interior del Portal y que su cuerpo desapareciera de por vida.

     

    Por ello, Sajag movió las dos manos y un polvillo inexistente rodeó a la Hidra antes de que la Bestia acabara con el cuerpo de la mujer. Había intentado cruzar todos los obstáculos sin demostrar que sabía Ver y que estaba preparada. La Hydra quedó paralizada unos segundos. Movió a su pupila para que quedara a salvo de la embestida y, después, la volvió a dejar en el otro lado del agua, junto al camino que llevaba al Ateneo. Ella despertaría en algún momento y no recordaría nada. Pensaría seguramente que se había dormido y que tendría que volver a su casa, sin recordar nunca que había intentando pasar la prueba.

     

    A su vez, el Arcano inició el regreso a su habitación. Necesitaba meditar sobre lo sucedido. Tal vez se había relajado tanto que permitía a sus pupilos que se adentraran en peligros indeterminados sin estar preparados. No. No volvería a suceder. A partir de ahora, sus clases serían más difíciles, mucho más difíciles. No volvería a sufrir la decepción de ver el fracaso de sus pupilos por su propia culpa.

     

    Desapareció y todo volvió a la normalidad. La Hydra a su lugar de origen y la demonio a su mansión. Nada quedó como muestra que habían pasado por allá.

  20. El Arcano estaba cansado. Dos alumnas... Dos intentos fallidos... Ambas descansaban ahora en otro lugar, fuera del Ateneo, en sus respectivos domicilios. Odiaba seguir adelante a pesar de ver el fracaso en que se convertía su trabajo. Se preparó una tisana de hierbas frescas y saboreó su olor sin probarla. Se obligo a recordar que no todos los magos estaban destinados a conseguir los secretos de las Habilidades. Todos podían tener un atisbo de videncia en sus vidas, un leve asomo del Ojo Interior que propiciaba pequeños logros en la vida cotidiana pero... Pero pocos conseguían llevar a vincularse con los conocimientos intrínsecos que proporcionaba el Anillo.

     

    Suspiró y tomó un sorbo tras otro hasta que quedaron los posos en apenas unas gotas de agua. Movió la taza con cuidado y dejó que éstos se movieran un poco hasta quedar en una forma que arrancó una sonrisa en el rostro del viejo.

     

    - Ojos verdes, transmiten confianza en sí misma. Belleza innata en su rostro, cabellera rubia, cicatrices ocultas, tatuaje brillante y poderoso en su cuerpo... Interesante mujer de túnica blanca que cubre a un demonio perspicaz... ¡Bienvenida, Srta. Viktoria!

     

    Sajag abrió la puerta de entrada que permitía el paso a la mujer que había descrito en voz alta aún antes de que ella estuviera visible. Era curiosa y observó el interior de su aposento.

     

    - Bienvenida a mi humilde aposento. Sé que le produce curiosidad verme. Yo la he visto antes, ¿sabe? En el Ateneo. Es usted una mujer de éxito pero... ¿Es eso lo que realmente busca? ¿Qué le enseñe el Arte de la Videncia?

     

    Dejó la taza en una de las mesitas y, de forma mágica, ésta desapareció en un pequeño fregadero mientras una taza limpia se depositaba en la bandeja y la tetera servía el agua caliente en ella. Un aroma de fresca hierbabuena se expandió durante unos momentos sobre otros olores que allá predominaban. Hierbas frescas, sándalo ardiendo en una mesita, limones abiertos con mechas encendidas en ellos... Allá todo olía.

     

    - Yo, querida mía - le indicó con un movimiento de las manos que se sentara ante la pequeña mesa ratonera donde la taza humeaba, esperando a ser ingerida - no enseño nada. Sólo le indico cómo puede despertar su Ojo Interior. Pero antes de ello ha de ser consciente de lo que ello significa. No podrá volver a ver el mundo de igual manera. Saber todo, a veces, no es lo que uno espera de esta Habilidad. A veces, no saber, es más caritativo para todos.

     

    Dejó que se acercara a la silla indicada y que mirara la taza. Una baraja se acercó, flotando sobre sus cabezas. El Arcano movió su dedo corazón y lo posó delante de él y, obediente, se posó con delicadeza entre su figura y la taza.

     

    - No voy a enseñarle nada. Nada que ya no sepa aunque no tenga constancia de ello. Si se siente capaz de despertar aquello que duerme en su interior, siéntese y dígame lo que le muestran los posos. Sólo si usted está dispuesta a trabajar duro para demostrarse que sabe dominar su Ojo Interior, puede quedarse, conmigo como guía.

  21. ¿A estas horas, la mujer soñaba?

     

    Eso no se lo esperaba, la rubia había aparecido en la zona del Ateneo, atendiendo su llamada, pero... ¿Qué había sucedido en aquel momento? Algo le había afectado, tal vez el mismo aliento de la Hidra hubiera entrado en su cuerpo, ¿o sería algo que hubiera comido antes de empezar su prueba de vinculación? Fuera lo que fuese, Juv Malfoy Croft había caído en el primer intento.

     

    El Arcano de Videncia dejó pasar uno de los pedruscos que aún lanzaba la Hydra y se acercó al agua del lago. ¿En qué momento, Juv había visto un mar en aquellas aguas? Eso no importaba, en cierta manera, si hubiera usado la Videncia para cruzarlo. Sin embargo, sólo había nadado. ¿Nadar? Contra una Hydra espectacular que la perseguía?

     

    Sajag negó con la cabeza y pinzó su nariz. Tal vez... Tal vez no estaba tan preparada como había previsto. Tal vez era mejor detenerla y que volviera a empezar... de nuevo. Él había sido claro... O eso pensaba hasta que vio el desarrollo de su pupila en el agua.

     

    - Llévale un mensaje a la señorita Juv Malfoy Croft. Dile que sabe lo que tiene que encontrar y lo que tiene que hacer con eso. Dile que la Hidra la olerá y le perseguirá en cuanto llegue a la orilla del lago. Que tendrá que cruzarlo a pesar que no encontrará el bote y que el agua estará lleno de trozos de madera. Unos aguantará su peso, otros no. Que use el Ojo Interior para ver cuáles son los que aguantarán su peso y le dejarán avanzar; que pise bien o se hundirá de forma irreversible. La Hidra es demasiado buena en el agua y no la dejará seguir.

     

     

    Era un lago... Con muchos trozos de madera, unos más fuertes y otros más débiles. Debería usar su "Ojo Interior" para saber cuáles le aguantarían el peso y "PISAR" sobre ellos o se hundiría. Al nadar... Se había hundido irremediablemente y estaba muerta. O al menos inutilizada para seguir. Sería mejor sacarla del agua y dejar que volviera a las clases...

     

    Supongo que todo lo que sucedió después, lo vio en las brumas del ahogamiento ya que... ¿En qué momento ella tenía más vidas que la suya propia e única para cruzar por uno de los tres caminos. Había muerto en el primero y no, no podía seguir probando más ya que estaba muerta. ¿Es qué tampoco había hablado con claridad?

     

    Antes de llegar al laberinto encontrará tres caminos; deberá elegir el correcto. En el primero, tendrá una pista forestal bien cuidada y limpia de ramas y piedras. En el segundo tendrá que luchar contra hierbajos reptantes que intentarán frenarla. En el tercero, un nido de colibríes asesinos intentarán picotearla y beber su sangre y saborear sus ojos. Que use la Videncia para saber cuál le permitirá llegar al laberinto. Cruzar será difícil en todos pero la Hidra la encontrará y matará en dos de ellos; que elija el que es más difícil pero en el que quedará herida pero viva. En el Laberinto...

     

     

     

    Debía elegir uno con la Visión, no probando cual era el que la dejaba con vida. Era curiosa la interpretación de sus palabras, sólo tenía que "VER" con el ojo interior cuál sería el correcto y elegirlo, no probar a la suerte y pensar que tenía vidas extras. ¡Esto no era un videojuego de esos muggles! ¡Aquí morías en serio y te quedaban sin Habilidad! No, que volviera a empezar de nuevo si quería conseguirlo. No podía tolerar nada de lo que ella había visto.

     

    Se llevaría el cuerpo del lago y diría al elfo que lo llevara a su mansión y... El elfo...

     

    Sajag quedó pensativo unos instantes y se permitió no usar la Videncia para tomar su elección. Tal vez no fuera todo culpa de la muchacha. Tal vez el elfo, tan nervioso con el ataque de la Hydra, no le hubiera pasado bien su mensaje oral y Juv no había podido entender la dificultad de la prueba.

     

    - ¡Está bien, muchacha! - le anunció, señalándola con la mano derecha, aunque seguramente ella no pudiera oírle; estaba muerta. - Dejaré que empieces de nuevo y esta vez hazlo bien porque no habrá una segunda oportunidad para hacer la prueba.

     

    La muchacha rubia apareció en el borde del lago de nuevo, olvidado todo lo que había hecho antes como si no hubiera ocurrido. Era una potestad del Arcano conseguir que los alumnos que no pasaban la prueba no recordaran nada. Eso le sucedería a ella ahora. Debería empezar de nuevo como si no hubiera entrado nunca en el agua (no en el mar), siendo perseguida de nuevo por la Hydra, rabiosa contra todos y, especialmente, contra ella.

     

    Después le decían que era un Arcano bondadoso... Otros compañeros Arcanos, por menos, la habrían mandado a casa sin más.

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  22. La Torre de Astronomía cayó al suelo levantando una gran polvareda. Los gritos de los estudiantes que huían se mezclaban con el gemido dolorido de los que estaban atrapados dentro. La gran polvareda que levantó en su caída cegó a todos los presentes. El bramido de una bestia anunció que volvía al ataque. Aquel animal quería acabar con todo y con todos. Sus ojos rojos embravecidos denotaban una rabia inmensa contenida que había dejado muertos y malheridos en el suelo. Magos, hechiceras, profesores, Uzzas y Arcanos se habían unido, por primera vez, para luchar contra aquella bestia aunque, de momento, todo inútil.

     

    Era una Hidra.

     

    Su aliento podía envenenar a todos los que aspiraran sólo el más mínimo átomo de ese gas; su sangre, si alguien conseguía hacerle un rasguño, era letal para quien la tocara, puro veneno que mataba con el roce. Sus cabezas, siete, capaces de desgarrar por sí mismas a cualquiera que se pusiera al alcance de sus fauces. Su naturaleza acuática le hacía peligrosa en el agua; su cola reptante la convertía en una asesina veloz contra quien posara sus ojos rojos.

     

    La Hidra atacaba a todos e iba diezmando a los que intentaban matarla. Sus sonidos irritantes se interpretaban como deseos de matar y matar... Sólo una persona sabía la verdad.

     

    Bueno... Dos.

     

    El Arcano de Videncia retrocedió unos pasos para seguir fuera de su alcance y consiguió alejar a un elfo que estuvo a punto de morir sin cabeza. Cuando le dio las gracias, le pidió un favor.

     

    - Llévale un mensaje a la señorita Juv Malfoy Croft. Dile que sabe lo que tiene que encontrar y lo que tiene que hacer con eso. Dile que la Hidra la olerá y le perseguirá en cuanto llegue a la orilla del lago. Que tendrá que cruzarlo a pesar que no encontrará el bote y que el agua estará lleno de trozos de madera. Unos aguantará su peso, otros no. Que use el Ojo Interior para ver cuáles son los que aguantarán su peso y le dejarán avanzar; que pise bien o se hundirá de forma irreversible. La Hidra es demasiado buena en el agua y no la dejará seguir.

     

    Un árbol arrancado de cuajo salió volando y cayó muy cerca de ellos. El Arcano ni se inmutó; sabía que no le iba a dar. El elfo, sin embargo, tembló ante la amenaza de la criatura que se acercaba.

     

    - Antes de llegar al laberinto encontrará tres caminos; deberá elegir el correcto. En el primero, tendrá una pista forestal bien cuidada y limpia de ramas y piedras. En el segundo tendrá que luchar contra hierbajos reptantes que intentarán frenarla. En el tercero, un nido de colibríes asesinos intentarán picotearla y beber su sangre y saborear sus ojos. Que use la Videncia para saber cuál le permitirá llegar al laberinto. Cruzar será difícil en todos pero la Hidra la encontrará y matará en dos de ellos; que elija el que es más difícil pero en el que quedará herida pero viva. En el Laberinto...

     

    Sajag movió la mano, espantando un posible mosquito. En el aire, una roca del portal de entrada de la Universidad chocó contra una especie de escudo invisible que cubrió tanto su persona como la del elfo, rebotando en el aire y cayendo mucho más lejos, sin hacerle daño.

     

    - En el Laberinto, encontrará lo que busca. Qué actúe como cree que sea correcto para calmar la furia de la Hidra. Sólo si el animal se siente calmado, podrá cruzar la puerta final que le lleve hacia la Pirámide, donde la estaré esperando. ¡Date prisa!

     

    El elfo salió corriendo para cumplir su encargo mientras más gritos señalaban que la Hidra estaba cada vez más furiosa y que alguien lo estaba pagando.

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  23. El Arcano esperaba, con paciencia, dentro de la Pirámide. Ya había pasado por muchas pruebas de este tipo y sabía lo que iba a suceder. Ser El Arcano de la Videncia tenía el doble handicap de no sólo saber lo que pasaba con sus alumnos durante la prueba sino saber con antelación lo que iba a suceder en ella. Era por eso que Sajag solía recurrir a la música para evadirse de las visiones que le saltaban encima una y otra vez. Rasgar las cuerdas de su viejo Sitar era una forma agradable de vencer los nervios hasta que la alumna llegara a su lado.

     

    Por ello, ahora esperaba, sentado en un mini asiento de madera, allá en la sala de Ouroboros, improvisando una adaptación a una canción hindú que narraba las aventuras de una niña por encontrar a su abuela en un pueblo lejano. Estaba tan absorto en la consecución de notas armónicas que una visión imprevista, relacionada con una sensación de paz, le sorprendió y tuvo que dejar de tocar.

     

    La señorita Black Lestrange había superado el primero obstácul0 de forma maestra. Había visto hasta tres posibles soluciones y ella había usado magistralmente su capacidad para Ver y convencer a los Grindylow para que la ayudaran. No eran criaturas fáciles. Era meritorio que lo hubiera conseguido.

     

    - Ánimo, sólo le quedan dos. Usted puede...

     

    Volvió a fijarse en el sitar y se concentró de nuevo. Había unas notas que se le resistían...

  24. El Arcano contempló la salida de una de sus alumnas. Estaba algo triste. Sabía de la dureza de las pruebas de vinculación y, a pesar de saber que eran necesarias, no disfrutaba con ellas. Era un Arcano justo que sabía lo duro que era alcanzar grandes metas y lo que se arriesgaba en el camino para conseguirlas. Sus pupilos siempre eran gente valiente para enfrentarse a esos obstácul0s temibles. Y esta muchacha lo era más porque ya había visto con su Ojo Interior lo que iba a suceder y, sin embargo, sabía que se presentaría en la prueba.

     

    Ambas.

     

    Porque la rubia que había estado durmiendo hasta el momento despertó casi al instante en que su compañera se iba. Ella también había vivido su futuro en aquel sueño y sabía lo que iba a sucederle si decidía seguir adelante.

     

    - Sabe que la prueba no va a ser fácil, señorita Malfoy Croft. Ha visto lo que le espera. Sólo la Muerte puede haber hecho que una Hidra sea la pareja que le espere en el Laberinto. ¿Está segura de querer pasar la prueba de vinculación para conseguir ser Vidente?

     

    Sagaj guardó silencio mientras ella expresaba su deseo sobre su pregunta. El Arcano lanzó un suspiro quejumbroso.

     

    -- Así sea. Tiene tiempo de meditar su decisión. Use la cabeza. Una Hidra no es una contrincante cualquiera. Si a pesar de ello insiste en mantener su palabra, deberá acudir a la orilla del lago en tres días para enfrentarse a lo que el futuro dicta. Le deseo que sus motivaciones sean suficiente para enfrentarse con lo que le espera. No es tarea para pusilánimes.

     

    El Arcano de Videncia guardó silencio. No tenía más que decir excepto un adiós a la alumna que se iba.

     

  25. "Buenos días, Señorita Black Lestrange"

     

    Su misión va a ser complicada y la finalidad de la misma es que llegue viva al interior de la Pirámide para poder cruzar el Portal y adquirir su vinculación con la Habilidad de la Videncia. Sé que está preparada y que hará un buen papel. Confío en usted para que lleve el desarrollo del cometido a buen término.

     

    Las instrucciones para tal fin son las que siguen:

     

    • Llegue al Ateneo con la ropa concreta que necesite para el desarrollo de la prueba. Intente visualizar qué tiempo va a hacer para que no lleve ni mucha ni poca. Recuerda que allá dentro del circuito no podrá salir a buscar ropa que le sea más útil.
    • Junto a esta nota encontrará una cesta que contienen múltiples regalos. No son para la familia. Son los que le ayudarán a pasar las pruebas. Contienen todo tipo de objetos, comida o animales (algunos en letargo, otros en sus huevos todavía) que necesitará en algún momento de la prueba. Podrá usar uno o varios en cada uno de los obstácul0s, eso depende de usted. Es su elección decidir si los usa o no y el número empleado; el que use, no podrá volver a ser utilizado jamás.
    • Los regalos están protegidos mágicamente para evitar cualquier intrusión. Sus lazos y papeles de envoltorio son irrompibles y no se puede penetrar en ellos más que con el Ojo Interior. Adivine cuál es el más correcto en cada una de las tres ocasiones que los necesitará.
    • tiene que sortear tres obstáculos:
    1. la barquichuela ha desaparecido, hundida en el fondo del lago que rodea; algo o alguien del entorno puede ayudarle y la solución la tiene en la cesta. Cuando lo consiga, cruzará el agua y llegará a la orilla.
    2. la flora que da acceso al laberinto ha desaparecido en una fornida maleza de rosas maléficas. Rozar los tallos supone sufrir un horrendo dolor y un efecto parecido a sus Embrujos Punzante; ciega y herida, sólo deseará la muerte. No hay manera de atravesar ese muro, ni por aire ni por tierra. Sólo podrá usar la varita una vez, para hacer un Accio y conseguir el agua pura que se encuentra en la puerta de entrada al Laberinto que usted no ve. Allá hay un vaso en el medio de dos grandes recipientes de agua, uno a su derecha y otro a su izquierda. El antídoto lo lleva usted encima. Decida de cual tinaja bebe porque su Ojo Interior le mostrará el agua que es correcta para mezclarlo en la dosis necesaria; una contiene esencia de la vida y la otra sólo es agua. Vaya con cuidado, en cuanto beba, deberá cruzar por el estrecho sendero de un palmo que se abrirá hasta usted y sólo tiene cinco minutos para atravesar el laberinto, pues ambas puertas están conectadas. Si no sale a tiempo, se quedará encerrada de por vida y sus huesos servirán de recuerdo para próximos postulantes a la habilidad.
    3. la tercera ya la conoce usted; espero que no haya olvidado los peligros que hay en los que está involucrado un zorro enjaulado y unos salvajes asesinos. Tiene cinco minutos para cruzar el laberinto, así que decida si tendrá tiempo de llevarse al animal herido hasta la pirámide o si llegará usted sola antes de que no tenga salida. Tal vez encuentre algo en la cesta que le ayude en este lío.

     

    Por supuesto, no puede usar la magia más que en el momento que le he anunciado. En el resto de la prueba, espero que su destreza con la Videncia le permita llegar viva hasta mí. La veré, o no, en el interior de la Pirámide, en la sala del Ouroboros.

     

    Namasté!

     

    Arcano Sajag de la Videncia.

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