Shena Cindy de Ryvak M.

No estaba? Parpadeo perpegla...mmm comprar un cuadro? Sonrio, ella bien sabia el cuadro que deseaba...después de todo, no había funcionado tener una foto del chico peliverde, con aquel nuevo pensamiento que la hacia sonreir emocionada, dio las gracias al elfo, se giro con rapidez y volvio a la sala de exhibición para buscar si acaso, hubiese más cuadro del chico peliverde...

Le llevo un vaso de agua, aquel elfo, ella le miro por algunos segundos, algo parecido le encontro que le siguió con la mirada por un rato. Con lentitud bebió agua, era importante ahora que se encontraba en ese lugar y con la idea que tenía en mente. Era un buen lugar, no había duda de ello. Se acomodó su cabello largo y castaño y después aflojo la mascada verde que llevaba en el cuello, un solo y pequeño jalón y la mascada se desataría de su cuello, todo estaba listo y se preparo para la ocasión.

No entendia nada de lo que iba pasando. Sus anteriores heridas habían sido en un brazo y las piernas y no se había sentido como en esta ocasión. Escuchaba perfectamente tanto al medimago como a la enfermera, pero hablaban con sus terminos medicos que ella no entendia. Seguía sintiendose con debilidad, solo subia y bajaba la cabeza para hacer les entender que hicieran lo que fuese necesario. La enfermera le hacia otras preguntas y con mucho esfuerzo alcanzo a decir: --tengo mucho sueño-- Y pesadamente sus párpados se cerraron.

No sabia si fuera prudente contar todo mientras seguía en la entrada, solo había dicho estar herida. Un pergamino paso por el aire y aquella enfermera lo tomo en el aire y apenas lo miro, salió corriendo con el al interior de la clinica. Yo no me moví, temerosa de desmayarme ante el esfuerzo de caminar. Me sostenía del marco de la puerta intentando no respirar, ni de hacer movimientos bruscos de manera que me quede lo más quieta posible. Un minuto y volvió la enfermera y ya me explicaba porque se había retirado. Después de que le dije la necesidad de atención, quiso saber que era lo que tenía. --Estaba en la practica usual, cuando recibi un ataque con flecha, me dispararon por la espalda, no vi el atacante, solo sentí el impacto y troce como pude el cuerpo de la flecha, no veo la punta por eso no la extraje...ademas no se si eso me perjudique...

Escuche la respuesta educada pero negativa del elfo, despues se escucho una pieza de piano que fue a causa de la llegada de un nuevo cliente al estudio. Acto seguido, el diligente elfo se marcho a la recepción para ir atender al nuevo cliente. Me quede unos minutos en aquel pasillo, toque mi mejilla mientras meditaba: No era mi idea comprar un cuadro, solo me importaba conocer al artista. Sabia que el elfo habia cerrado magicamente el estudio y ni pensar en usmear en las otras habitaciones, no sería favorable esa conducta si deseaba causar una buena impresión, mejor regresar a la sala de exhibición, mientras llevaba la oportunidad de verle personalmente, regrese a ver el resto de las pinturas. Esperaba que no llegase la hora de cierre, así que fui al lado del cuadro del castillo y a partir de ahí comence a mirar los cuadros. Eran otros bellos paisajes, luego otros que erizaban un tanto por su crudeza, ya después habia retratos. No preste atención a ellos, fui como autómata hasta el retrato del centro, mi rostro de sorpresa, mis labios formaban un gesto de habla pero no emitio sonido alguno. Mis ojos no podian apartarse de él, !era el chico peliverde!Habia sido uno de sus modelos?...

- Que necesite un aliado??? Y te ofreces tú? !No me hagas reir! Que tengo los labios partidos...pero lo que me recuerda lo divertido que es causar caos. Ahh! Comprende, la vida tranquila y calmada...es...!tan aburrida! !Vamos!De que sirve tanto talento, habilidades y poder, si no es para poner a los demas a nuestros pies? Solo piensalo, no puede uno dejar las cosas al azar, tampoco siendo un alma caritativa se puede ostentar el poder, porque se debe ser fuerte y estar dispuesto a todos esos delicados detalles de dominar. No en balde tenemos la historia...

Casi se va hacia atras con el imprevisto saludo, aquella joven de hermosos ojos que le miraban amables pero extrañados de verle sosteniendo su figura apoyandose en el marco de la puerta, había llegado hasta ella, y le explico que era enfermera. La chica castaña hizo un gesto de alivio y contesto a la joven. --Buenas tardes. Gracias, eh...yo soy Shena Cindy y me alegro de encontrarle. Disculpe, vengo por una emergencia, verá, estoy herida, le agradecería si puede hacer algo. Estaba desesperada, con el agrigo ocultaba mi cuerpo, pero temblaba por la perdida de sangre, a la desesperada, me había envuelto un camison largo alrededor de mi torso, y aunque troce la flecha, no había retirado la punta por miedo a empeorar mi estado, solo esperaba haber llegado a tiempo...

Casi suelto una risita nerviosa pero solo sonrio al ver la cara asombrada del elfo. Voy animada como si fuese la primera vez que lo viera, como si en este momento hubiese entrado en el local, atraida por la belleza de la recepción, escuchando la bella música de piano y de haber contemplado el interesante cuadro en la sala de espera. Una mágnifica mansión, donde se veía un mago visualizando desde una de las ventanas, el bello jardín donde una hermosa bruja de cabello azul, se columpia alegremente mientras sostiene un pequeño niño, sentado sobre sus piernas y al cual abraza protectora. No sabe porque pensó: "seguramente es la familia de magos propietaria del local, se ven que son felices, pero que extraño que el padre y esposo se vea tan distante y alejado de su familia". Y luego de observar el cuadro, nacio ese deseo de ver más, admirar más el trabajo de aquel artista tan creativo. Lo que le llevo a mirar con curiosidad aquella sala de exhibición. De este acto, le surgió un vehemente deseo por conocer al artista, aquel ser dotado que lograba con aquellas pinceladas, conmover las fibras más intimas de su ser. Noto que le miraba con gran desconfianza pero divertida, ignoro su gesto y cuando llego cercana al elfo le dijo: -buenas tardes. Se encuentra el autor de tan bellas pinturas? Quiero conocerle, por favor.

Revisaba con mucho interes el folleto, era bastante interesante y me emocione al imaginar mi estancia en el hotel. Entonces me saludo el elfo y me ofrecio ayudarme con mi registro. -- Gracias, que amable-- El elfo me pidió mi nombre para el registro-- Si claro, Shena Cindy R. Malfoy, quiero una habitación en el segundo piso por favor. Le vi hacer el registro y luego me dio la llave correspondiente. Sonreí al escuchar que me acompañaría hasta mi habitación y le seguí emocionada mientras la hacia preguntas: --Hasta que hora ofrece servicio el restaurante? Hay servicio a la habitación? A quien puedo dirigirme para solicitar ayuda? Esto pintaba de lo más emocionante y fui a donde el elfo marchaba.

Bueno, un buen plan que no se concreto de la forma prevista, pero tenía por delante más oportunidades y eso era algo a mi favor. Lo vi como su mirada hechaba chispas y eso era mucho muy atractivo, lo hacía más interesante a mis ojos, era mejor que no fuese tan dulce y que hubiese "ese fuego" que amenazaba con calcinarme hasta los huesos. Sonreí, sabía contenerse, con la varita recogí la ficha que me aventó. Tal vez, cualquieea opinaría que mis métodos no eran los más adecuados pero yo sabía que nuestro encuentro, era algo que no podría olvidar tan facilmente y quien sabe, tal vez su curiosidad lo hiciese volver a pedirme los libros y entonces tendría una nueva ocasión de charla con él.

Se ciño el abrigo largo y oscuro, caminaba tratando de que sus pasos fuesen firmes pero aún poniendo todo su empeño, su andar era vacilante y incierto. Su rostro se encogía en gestos de dolor reprimido, no iba a dejar escapar de su boca ni un grito, ni un ay, sus labios se sobreponian sobre si mismos y lo único que escapaba a traves de ellos eran apagados gemidos. Sus ojos centellaban en un extrallo brillo, castaños igual que su hermosa cabellera larga y sedosa. Llego evitando dar tumbos al cruzar la puerta, miro recelosa hacia el interior... Como saber a quien dirigirse? Se quedo en estado alerta a unos pasos del marco de la puerta. Sus enchinadas pestañas abanicaban sobre sus ojos intentando decidirse en hablar.

Como no lo había pensado pensado antes? Con tantas emociones del día, sencillamente se dejo llevar como una hoja en la corriente del agua. Ahora estaba por llegar las nueve de la noche y ella necesitaba descanzar. Había muchas buenas opciones en el callejón Diagon, pero un nombre en especial llamo su atención, era precisamente por algo secreto, sus labios dibujaron una feliz sonrisa y llego a la recepción del hotel. Desde la entrada le fascinó, llego al mostrador y saludo a un elfo que estaba ahí, también un mago pelinegro estaba junto al mostrador, hablaba con otro mago castaño. --Buenas noches caballeros--Saludo la castaña, después tomo un folleto que vió encima. Fue una suerte, porque vió todos los servicios y quedo impresionada. --!Que lugar tan genial! Deseo hospedarme. Puede indicarme como o donde me registro?-- Expreso la chica, y muy emocionada por realizar lo necesario y quedar en tan buen hotel, espero por que le atendieran.

Siguió adelante, ahora veía algunos retratos. Observo el fondo, tratando de adivinar si le era conocido algo de lo pintado. Había gente que tenían algo extraño...sus ojos, parecían seguir los movimientos de la castaña, eso la maravillo, pero se preguntaba porque se encontraban aquellos cuadros ahí, serían la familia del artista? Aquello dudaba que lo descubrierá en la exposición. Continúo adelante, en el centro de aquella sección, se paro atónita...no podía creerlo! Era el retrato de un chico peliverde, tenía oculto la mitad del rostro, una capucha evitaba verle a los ojos, sería?...serían sus ojos color miel? Podría ser acaso, que se tratará, de aquel chico que vio en su infancia? Sintió la necesidad de conocer si el artista sabía de aquel chico, y pensando en preguntar por su nombre, paradero y cualquier otro dato que se pudiese, fue en busca del elfo y hacerle todas aquellas preguntas.

Tome de nuevo la cámara, con el puño limpie un poco las lágrimas para ver claramente. --Si van los dos en la foto, juntense un poco más cerca y pongan una cara más amable. Espere a que ambos siguieran mis indicaciones y ya cuando estuvieron listos tome la foto. La cámara era instantánea, así que en menos de un minuto estubo lista la credencial y coloque en el espacio de usuario los dos nombres. Se la extendi a la chica. Después iba a tomar la ficha que lleno Antoni y una gran idea me vino a la mente. Lo mire a sus ojos miel tan hermosos y dije con mucha confianza: -- La credencial es de ambos, como su elección fue tomarse la fotografía juntos, solo se expide una credencial. Solo podran llevarse TRES libros. Le mire, lo vi sonreír cuando me extendio la ficha de prestamo y dijo. --No hay problema, son los que llevamos. --Es lo que veo, asi que me imagino que ESTOS te los llevaras despues, verdad? Le mostré entonces los volumenes: *El templo Paladin *Antológia de la familia Malfoy *Magia blanca, la fuerza de un Paladin

En mi rostro, mis labios formaron una sonrisa--!Oh, si, que estupenda idea! Me ponía muy alegre ver que el chico tenía tan buena amiga. Mire por la cámara y me di cuenta que él tenía su cabello desornedado. Deje la cámara y me acerque a ellos, cuando estuve frente a ellos, apareci un cepillo de cerdas suaves y le peine el cabello, le pase la mano por la cien y le hice una caricia. --Tu cabello es lindo -- le di un pequeño beso en la punta de la nariz y me aparte -- lo tendrías mejor si lo cepillaran, se nota que hace mucho que no te lo peinan, mi madre...--Me detengo y abro los ojos con espanto, le miro a sus ojos y le digo con dolor--!perdón! !perdón! Yo no quise...!!Ay, disculpa!--La culpa, la impotencia me arranca las lagrimas-- Yo...yo...!yo te regalo a mi madre!así podras tener el amor maternal que necesitas !quiero que seas feliz!-- El llanto llena mis ojos y sostengo la mirada en ti-- Mereces ser feliz baby, lo mereces todo!

--Bueno, como quieran, pasemos a las fotos y en un santiamen podran llevarse los libros, claro que deben llenar esta ficha, coloquen el título de los libros, el autor y la fecha de edición. Permitan me. Saco una cámara y opero la misma, ajusto la lente, la cantidad de luz y dispongo de el opturador. --Bueno, listo. Quien es el que se tomará primero la foto?

La música de fondo era linda, tengo que reconocerlo, pero esperaba el show y solo eso me emocionaba, mire el nombre en letras verdes en el escenario, con curiosidad mire a los lados, si, las personas se movian preparando la presentación, por lo que se podía ver, era un grupo el que estaba por presentarse. Levante mi mano y llame a uno de los elfos: --Es tan amable de traerme un vaso con agua, muchas gracias, que gentil.

Tardaron un poco, al parecer el chico peliverde era tan joven como lucia, eso me alegro. Supe de magos que aunque lucian como adolescentes en verdad no lo eran, pero en su actuar se descubria su verdadera edad. Eso me emociono aún más, lo más seguro que yo lo aventajaba como con un año biológico y como tres años mentales, sonreí, era tan simpático, pero no iba a dejar escapar mi oportunidad, que podía tener muchas otras, sobre todo por aquello de esa cancioncilla, no la recordaba toda, pero era de esa versión muggle del rey Arturo niño y el mago Merlin, en el momento que estaban convertidos en ardillas...Ahh! Tan lindo el amor! Definitivamente, me prepare, este mundo era de los valientes que se arriesgan y yo no era ninguna cobarde, además que siempre lucho por lo que me importa. Ahora llegaban, traian su formulario, el chico expresaba su parecer, le escuche perfectamente y hasta me agrado su respuesta, no era un chico vanidoso ni de esos que van presumiendo de ser "carita", era inresistiblemente sencillo. No dijo nada en particular, hasta parecía querer ignorarme, acerco su brazo con el formulario en su mano para ofrecermelo, se notaba querer escapar cuanto antes... Su actitud me derritió, era tan lindo y tierno!, sonreí con la certeza del triunfo. Con mi mano izquierda sujete su muñeca sin preocuparme por tomar el formulario que me entregaba, mi mano derecha le sujeto de su cabello en la nuca y lo atraje hacia mi, el factor sorpresa me ayudo, cuando al mismo tiempo me acerque a sus labios y los mios se posaban con dulzura en los suyos, al probar el candor del chico, adivine que nunca antes había besado a alguien, sus delgados labios sabian a inocencia y se alarmo de mi cercania. Yo estallaba de alegría, Era nuestro primer beso de amor!! Ya me sentía tan especial, solo quería poder trasmitirle lo mucho que me gustaba y lo mucho que me importaba.

La chica castaña llego al bar, si su fuente era certera, su visita al local sería fructífera. Se acomodo su larga cabellera castaña, la sedocidad y brillo natural, enmarcaba muy bien su rostro. Segura de su actuar, encamino sus pasos hasta una mesa cercana a la pista, era parte del plan. Si todo iba bien, deseaba tener oportunidad de sorprender con lo que traía entre manos. Paso a un lado de una joven pelinegra con un hermoso vestido blanco, sonrió, era de buen gusto al parecer, vio sus ojos verdes y entonces apreto con fuerza sus dientes...esa chica era más elegante, más atractiva y ella solo contaba con su vestido verde y aquella carta bajo la manga. Se sintió un tanto insignificante, ella era casi una squib, como luchar? Su mano temblo, siguio adelante y se acomodo en el asiento. Trato de no pensar, ella era menor debía serle de ventaja, además no podía rendirse sin luchar, no, la verdadera batalla apenas estaba por iniciar y ella ocuparía todas sus habilidades. Estaba ansiosa y se recargo en el respaldo y fijo la vista en el escenario.

De pie frente aquella pintura se sintio abstraida a un paisaje similar, en el lugar, la hierba estaba alta y como había hecho dias antes, miraba la lejania pensando en el porque de su vida tan austera, cuando había gente como la que moraba en ese castillo y donde se veía que llevaban una vida más llevadera, comida suculenta de diario, vestidos lindos para salir...no podía evitar sentir envidia. Se levanto de aquella roca, enfadada camino, se iba creando en la mente una forma de vida diferente, aunque pobres sus padres la amaban y se quitaban el bocado de la boca para darselo a ella. Metio su mano al bolsillo de su delantal, tenia un panecillo suave, su tesoro de ese dia, pero estaba tan enfada por las diferencias entre aquella gente "rica" del castillo y su propia miseria. Guardo el panecillo y continuo caminando, su madre le decia que no había porque amargarse la vida, que existian personas aún más desgraciadas, ella no podía creerlo: que podía ser peor que tener una casucha, sin siquiera un camastro y tener tan poco dinero que los harapos que le cubrian, eran su pijama, su ropa de diario y hasta sus "galas" para algunas celebraciones del pueblo? Esos pensamientos cruzaban por su mente cuando descubrio entre la alta maleza a un chico que estaba recostado boca abajo, se agitaba, penso en que estuviese durmiendo pero luego capto unos sollozos, se paro de pronto, era ese chico raro de cabello verde, le habia visto vagar por las calles y también había visto cuando jovenes del pueblo le golpeaban. Tal vez y por eso estaba llorando, quizás de nuevo le alcanzaron y lo lastimaron. Según decian no tenía padres, vivia con una mujer de mala nota, sus padres decian que esa mujer condenaba su alma al vender su cuerpo por unas monedas. Solo de pronto un día vieron aquel chico, como se acerco tanto a una de las casas, los perros habían ladrado furiosos, eso alerto a los vecinos de la presencia del niño. Un niño de cabello verde, muchos decian que no era un niño, sino un demonio, tenían tanto miedo de él que le echaban a sus perros y le corrian de todas partes. Dudo en acercarse, nunca escucho que los demonios lloraran, era triste verle. Con pasos vacilantes se acerco y con voz temerosa le dijo: --tienes hambre? Repentinamente el niño se levanto, sus ojos estaban llorosos pero le gustaron por su color miel, le sonrio y saco el panecillo suave que tenía y lo ofrecio al chico. Aquel niño se quedo mirando, aún más de lo que ella imagino, pudo ver en esa mirada miedo, recelo y deseo. Ella mantuvo su brazo extendido y espero, vio como los labios delgados del chico formaban una extraña línea de sorpresa. Después de un largo tiempo, el chico estiro su brazo para tomar el panecillo, unas marcas sangrantes estaban en su muñeca, me estremeci de solo pensar el como llego a estar herido y aunque tenía mil preguntas solo lo mire con una sonrisa que me costo mucho esbozar. Ahora si que pense que mis padres hablaban con verdad, existian personas aún más desafortunadas. Como cuando despierta de un pesado sueño, la castaña regreso a la realidad, era increible que con solo mirar aquel cuadro se vio transportada a ese ayer tan lejano y triste, aunque su actitud ante la vida había cambiado desde ese día. Siguió observando los otros cuadros, eran bellos, en un tramo no había ningún cuadro, seguramente fueron comprados y quedo ese espacio vacio, lo que le extraño porque recordaba haber visto ocupado ese muro, pero dejo de preocuparse y siguió la contemplación.

Estaba fascinada por encontrarme ahi, era una gran suerte haber encontrado el puesto de bibliotecaria. Me daba la excusa perfecta para leer todo cuanto mi interes quisiese. Los alumnos eran de lo más estudiosos y cuando visitaban la biblioteca se comportaban de la mejor manera y ella agradecia ese actuar. Estaba consultando un herbolario tranquilamente cuando se acercaron dos de los alumnos. De inmediato llamo mi atención aquel chico peliverde, también me impresiono gratamente sus ojos miel y sus labios delgados que se me antojaban... Sonreī al verlos llegar hasta mi, me alegre de inmediato, pase mi mano por mi cabello castaño largo y espere a que hablaran. La que explico todo fue la chica pelinegra que deseaban pedir unos libros en prestamo. Les explique sobre hacerse socios y les entregue los formularios, estaba de suerte, el formulario pedia los datos de los magos y yo ansiaba conocer al chico. Hable con seguridad y viendo la oportunidad, exprese mi deseo de tener una foto de él, para asegurarme bien, mencione lo de "su novia". La joven me contesto que no era la novia, aquella respuesta me brindo esperanza, lo dificil seria llegar a tomarle una sin camisa...!wuau! Creo que la joven me leia la mente, pero no me importo que lo supiera, les vi alejarse, unos minutos y podría llevar a cabo mi plan.

Esta feliz recorriendo los pasillos del asombroso castillo. No le importan las clases, ni pasar tiempo en el comedor. Ya ha estado afuera, practicando con su escoba, una de las cosas que le apacionaban por sobre las demas. Mucho ha disfrutado, su rostro se ilumina con una amplia sonrisa. De todo lo que conoce ahora, surcar el cielo es lo que disfruta más. Solo por eso, considera bueno haber venido a Hogwarts y conocer el mundo mágico. !Todo es tan fantástico!...quisiera ser más que una niña ilusionada...se siente un fraude, no gusta de las mismas cosas que los demas...suspira profundo y tomando su querida escoba, se marcha decidida a su dormitorio, tiene ganas de escribir a casa y confesar que tiene ganas de regresar con los suyos.

Aquel elfo era de pensamiento rapido, en cuanto salimos del estudio uso su magia elfica para cerrar el estudio... Una sonrisa picara se asomo en la comisura de mis labios y me lleve la mano a la boca para cubrirla !era tan gracioso! Avance por el pasillo, un tramo más y estaría en la sala de espera pero entonces vi que el elfo se marchaba. Asi que pensaba que podia robar algo más, no? Sellar el estudio magicamente daba esa impresión, pero tal vez...paso frente aquel salón, el letrero daba la bienvenida a una exposición, y sin pensarse lo mucho entro a ver. Su boca se abrió de admiración genuina...se adentro al salón para no ser vista por el elfo, vio a un mago admirando las pinturas y fue cerca de él, entonces vi aquel cuadro de un castillo, me parecia mucho muy familiar...?porque me hacia sentir nostalgica? No lo entendia, pero quede atrapada por la belleza de la estructura y ese cielo en atardecer tan bello...un gran artista debio captarlo, pase a ver otro más y la curiosidad me asalto, sería bueno conocer al artista.

Las cosas salieron bien, el elfo fue fácil de engañar, la castaña tenia ganas de reir pero ahora interpretaba su papel de dama ofendida. Su plan iba de lo mejor, apretaba la foto sobre su pecho...eran bellisimas! Con la luz adecuada, todo en su conjunto le parecía una fotografía bien lograda, con todos aquellos accesorios la fotografia le parecio soberbia! Se habia salido con la suya, no pago las fotografías y el elfo le dio hasta una tarjeta para regresar despues por un trabajo del propietario de ese lugar.

El elfo aparecio rápido, era bueno que en esta local atendieran bien, en algunos tardaban siglos en siquiera saludar, recordaba amargamente su ida a esa joyería donde ni siquiera los elfos le saludaron !ey, que buena idea se le vino a la mente! Siguió indicaciones para que tomaran la fotografía, y el elfo se fue, ella estaba llena de emoción por llevar a cabo su nuevo plan. Se cambio haciendo uso de su varita, cuando llego el elfo a entregarle las fotografías, se fingió ofendida y grito con tono molesto: --!que insulto es esto!ha usado un lente para este trabajo que me ofende. !yo no lusco así! !yo no estoy gorda! !jamás me había imaginado que les gustase burlarse de los clientes! No voy a dejar le estas para que las muestre, pero no pienso pagarlas, es más, voy a demandarlos por daños y su mal trato.