Jump to content

Juliette Macnair

Magos Expertos
  • Mensajes

    413
  • Ingresó

  • Última visita

  • Días ganados

    2

Mensajes publicados por Juliette Macnair

  1. El tiempo es incierto.
    ──────────── • • •

    Apareció en un haz de luz que cortó al ambiente por completo, y se paró frente a la imponente entrada de la Mansión Macnair, su hogar ancestral, con una mezcla de nostalgia y determinación palpable en el aire. El crepúsculo arrojaba sombras alargadas sobre el camino empedrado, mientras el viento susurraba entre los árboles centenarios que rodeaban la propiedad. Había pasado mucho tiempo desde su última visita, demasiado tiempo para una mujer que siempre había sido fiel a sus raíces, aunque fueran oscuras y retorcidas.

    El eco de sus pasos resonaba en el vestíbulo vacío cuando cruzó el umbral en una nueva aparición, recordando cada rincón de la mansión como si fuera la primera vez que lo veía. El olor a madera antigua y a incienso quemado la envolvía, reconfortante y familiar. Cada mueble, cada tapiz, llevaba consigo la historia de generaciones, una historia de poder y oscuridad que la había moldeado desde su adolescencia.

    Se detuvo en el centro del salón principal, dejando que la quietud del lugar la envolviera como una capa pesada. Había regresado, sí, pero las razones de su retorno eran más complicadas de lo que estaba dispuesta a admitir. La ausencia de Aaron Black pesaba en su corazón como una losa, una herida que se negaba a cicatrizar, incluso después de todos estos años. Su amor por él había sido su mayor debilidad y, al mismo tiempo, su mayor fuerza, pero ya no podía seguir viviendo del pasado, ¿verdad?

    Un suspiro escapó de sus labios mientras sus ojos recorrían la habitación, buscando algún indicio de cambio, algún rastro de vida en un lugar que parecía congelado en el tiempo. Pero la mansión guardaba sus secretos con celo, revelando poco de lo que había sucedido en su ausencia.

    Con paso firme, se dirigió hacia la biblioteca, el santuario de su padre, su hermana, su tía y la mayoría de los integrantes de su familia, donde los libros antiguos y los pergaminos amarillentos guardaban conocimientos prohibidos y oscuros, aquel lugar que le daba refugio y la esperanza de encontrar todas las respuestas del mundo. Juliette sabía que sólo allí encontraría el camino que debía seguir, aunque no estuviera segura de estar lo suficientemente lista para abandonarlo.

    Se desplomó en el alfeizar de la ventana, y toqueteó con las puntas de los dedos las gotitas que comenzaban a arrastrarse por la misma luego de que la tormenta rugiera con furia. La más joven de los Macnair había vuelto, y no tenía intención de desaparecer por un largo, largo tiempo.

    • Me encuerva 1
  2. Muchos años después
    ──────────── • • •


    Apareció entre llamaradas verdosas emanando de la chimenea polvorienta que con el tiempo había acumulado, no sólo la soledad de una familia ausente, sino también, la maraña de secretos enredándose entre las telas de araña que colgaban de los ganchos y los artefactos oscuros que los ancestros alguna vez custodiaron con tanto valor. La bruja Rosier se desprendió rápidamente de su pesada capa de viaje y con ayuda de su varita, pronuncio un lumos elegante para poder iluminar un poco aquella habitación.

    Taconeó lentamente sobre la madera, acercándose a las pesadas y verdosas cortinas para poder moverlas al fin, dejando paso al gélido paisaje que se alzaba majestuoso en aquel bellísimo jardín. Habían demasiados secretos que aún pesaban en su alma, y debía enfrentarse a todas las consecuencias de los mismos, pero esta vez, con un porte totalmente diferente. Echaba de menos a su familia... quería con ella a sus tías, prima, hermana y a su padre. Anhelaba regresar en el tiempo, a aquellos momentos en donde se permitían los berrinches, y luego se consolaba entre los brazos de sus seres más queridos.

    Pero estaba sola, otra vez.

    ⸻ ( ... ) quisiera que las cosas hubiesen sido diferentes. ⸻le habló directamente al retrato familiar, y luego de un pequeño suspiro decidió abandonar la biblioteca, fundiéndose entre las sombras para reaparecer en la comodidad de su alcoba.⸻ Al menos esto no ha cambiado nada, sigue igual que siempre.

    Deslizó las puntas de los dedos por los muebles blanquecinos, y en cuanto palpó la fineza del espejo en su tocador, se dejó caer sobre una banca para poder admirarse en el reflejo polvoriento del mismo. Sopló. Tosió. Y volvió a mirarse con más claridad.

    Ay, Juliette. Sí, has madurado, pero tu corazón sigue latiendo por un pasado extinto. 

    Se habló a sí misma, y luego miró sobre su hombro.

    Sé que estás ahí, Dróvik... ¿Hay noticias de mi hijo o aún se niega a dirigirme la palabra luego de su exquisito descubrimiento respecto a la verdadera identidad de su padre?

    Él mantuvo el silencio, y ella sólo suspiró con frustración.

    Todo sería más fácil si estuviera aquí conmigo ( ... ) Dime, ¿crees que él también sepa la verdad, sombra?

    • Love 1
    • Me enluna 1
  3. Los aplausos llenos de euforia, y luego los murmullos de los comensales causaron que la bruja frunciera sutilmente el ceño con cierta incomodidad, el bullicio nunca le agradó en su totalidad, y la inconformidad con las reformas sólo aumentaban el disgusto hasta hacerle fruncir el puente de su nariz. Eso sí, agradeció de sobre manera esa libertad de movimiento que el Ministro efectuaba para poder volver a acomodar los mechones oscuros de su cabello, y entonces, finalmente, seguir de cerca al mago en dirección al exterior.

    Un suspiro de alivio escapó de sus pulmones cuando la brisa fresca le inundó los sentidos, y con suavidad se quitó el sombrero fascinador para dejar al descubierto su rostro, se abrió los botones de su chaqueta de vestir, y con la mano libre, acomodó las arrugas que pudieron formarse en su abdomen: sólo faltaba deshacerse de los molestos tacones.

    Me alegra que estés colaborando en esa área, Eobard ( ... ) por supuesto, espero que sea en favor de las criaturas.⸻dijo finalmente, con el brillo inundando sus esmeraldas otra vez, y mientras caminaba tranquilamente sobre una línea imaginaria, se volvió hacia él para poder deslizar su mano por uno de los brazos masculinos hasta lograr sostenerse y mantener la cercanía con el mago.⸻ El azul te queda espléndido, pero el verde es exquisito.

    Guiñó su ojo.

    En realidad vine por chismosa. ⸻contestó con una sonrisita cómica, observando las carpas y posteriormente el lago comenzar a agrandar su tamaño a medida que ambos se iban acercando a la orilla.⸻ Kalevi estudia aquí y se niega rotundamente a abandonar Hogwarts.

    Soltó un suspiro.

    Ya no lucho contra él, pero quiero asegurarme de que estará seguro en este Castillo y que sus conocimientos serán adecuados para un joven como él. ⸻dio un pequeño apretón al brazo masculino, como si hablar de ello le causara cierta dificultad, y luego soltó un pequeño suspiro, la situación era compleja.⸻ Al menos me siento ligeramente tranquila, tú estudiaste aquí y te convertiste en un mago realmente inteligente.

    @ Eobard Thawne
    off. nunca es tarde para ganar dinero (?)

    • Me gusta 1
    • Me enluna 1
  4. Londres: Boutique. 

    Una enorme sonrisa se dibujó en las facciones de la Macnair cuando oyó la característica voz del mago, y con suavidad giró sobre sus tacones para poder enfrentarle. La mujer a cargo sólo asintió con respeto, ejerciendo una pequeña reverencia a modo de saludo antes de retirarse en dirección al mostrador y de esa manera darles un poco de privacidad.

    Buen trabajo. ⸻dijo con la mirada fija en el elfo, y luego de que él asintiera, desapareció en el mismo chasquido plateado que la vez anterior, sólo entonces, la bruja volvió a volcar su atención en el mago.⸻ Lo sé, pero tengo que hacer vida social si quiero que los Rosier vuelvan a ser igual o más importante que las demás familias importantes.

    Entrecerró la mirada.

    Además, tú me debes un baile. ⸻dijo con dulzura, y ocultó la risita que le generó la teatralidad del hombre cuando se percató de su falta de atuendo, sus brazos se cruzaron con elegancia a la altura de su pecho, y giró su cabeza en dirección a la modista para indicarle con la mirada que comenzara a buscar las telas para ambos atuendos.⸻ La estirpe estadounidense emana de ti, pero no te queda nada mal, Eobard.

    Ronroneó con suavidad mientras se acomodaba las ondas de manera delicada, luego comenzó a caminar bien cerca del mostrador para poder fijar su atención en los cristales y piedras preciosas que tintineaban bajo la luz del local. Soltó el agarre de sus brazos, y extendió su mano para poder alcanzar la muñeca del mago, jalándolo hacia ella para que pudiera también ver lo que Juliette.

    Dime, ¿le hago caso a Madame Delacroix o sigo con ese verde esmeralda? ⸻apuntó con suavidad a las piedrecitas, ladeando suavemente su rostro, como si con aquella simple inclinación pudiera descifrar algo más profundo que colores y brillo.⸻ Me pregunto qué clase de color o atuendo utilizaría un hada...

    @ Eobard Thawne

    • Love 1
    • Me enluna 2
  5. Cruzó sus piernas con elegancia mientras le escuchaba, y asintió dándole la razón respecto a los Rosier, ella sabía que habían sido, en su tiempo, una de las familias más influyentes en Inglaterra, pero poco a poco, como la mayoría de los pertenecientes a los Sagrados Veintiocho, sus miembros se fueron dispersando hasta desaparecer de los registros y hacerse polvo en conjunto a sus pergaminos.

    Soy la única Rosier aquí, bueno, mi prima Genevive también lo seria, pero ella nació y creció, como la mayoría de los miembros de esta familia, en la magnífica Francia.

    Frunció el puente de su nariz.

    ¿Y qué hay del MACUSA? ¿Aún tienes problemas con ellos? ⸻preguntó con una aparente distractibilidad, pero en realidad, sí que le importaba conocer su respuesta.⸻ Uhm, así que estás cansado de correr ( ... ) ¿te quedarás aquí, entonces? En Inglaterra, quiero decir.

    Le miró con dulzura antes de soltar una melodiosa risita cuando él halagó su cabello, y como era lo usual, la bruja alzó su mentón con cierta vanidad, deslizando una de sus manos por las ondas antes de dar una pequeña sacudida elegante con su cabeza. Se sabía hermosa, y eso no era ninguna novedad.

    Por Salazar, por poco había olvidado tal catástrofe. ⸻guió el dorso de su mano a sus labios, y luego volvió a sonreír con amplitud.⸻ Supongo que podríamos hacer una que otra visita a los aclamados bares londinenses, pero en secreto ( ... ) si me llego a enterar de que Kalevi hace algo así, lo colgaría de la torre más alta.

    Intentó fingir seriedad, pero su vivaz mirada le delataban inconscientemente, o al menos cuando estaba al lado del mago, su semblante oscuro y dominante, parecían inexistentes. En lugar de una matriarca respetada, pasaba a ser esa jovencita de esmeraldina mirada que le sacaba varias canas coloridas a su padre.

    Ahora venía lo difícil.

    Kalevi piensa que Willian Grimsditch, un respetado y aristocrático auror estadounidense es su padre, mi ex esposo, por supuesto. ⸻aclaró de inmediato, como si de alguna forma le avergonzara la situación, y luego soltó un pequeño suspiro, sus labios se presionaron antes de cerrar los ojos.⸻ William lo sabe, se casó conmigo a sabiendas de que yo no sabía con exactitud quién era el padre, si él o el joven de mi pasado que se apareció momentáneamente en mi vida y luego, por supuesto, desapareció.

    Alzó la mano.

    ¡Y no lo culpo! Lo que ocurrió entre nosotros fue un desliz del destino, no debía pasar, y él quebrantó las reglas. ⸻intentó explicarse, pero mientras más hablaba, más se percataba de lo complejo del asunto, y es que ni ella lograba entenderlo del todo.⸻ En esos años desconocía quién era él, por el encantamiento desmemorizante que efectuó en mí, pero cuando comencé a recuperar algunos fragmentos, de pronto hilé algunas cosas y me di cuenta de que esa persona estaba más cerca de mí de lo que pensé.

    Con nerviosismo se volvió a incorporar, abandonando su asiento para poder caminar con tranquilidad alrededor del mago, y acercarse así, a las flores que brillantes se mecían mágicamente cuando ella les acariciaba. Decirlo en voz alta era angustiante, le asfixiaba la garganta y le provocaba una fuerte presión en su pecho. Un secreto que prometió llevarse con ella una vez abandonara ese mundo, pero cuando se enteró y confirmó que él era el padre, William le aconsejó que debía decir la verdad o luego seria demasiado tarde.

    Kalevi es muy cercano a su verdadero padre, y lo ama como tal, pero ( ... ) ⸻miró hacia arriba por un par de segundos para sostener las lágrimas, y luego bajó el mentón luego de sentir el temblorcito en su labio inferior; con una mano en su abdomen, continuo.⸻ Padre e hijo se aman y conocen, pero ninguno de los dos sabe la verdad, Kalevi no sabe que él es su padre, y él no sabe que es su hijo.

    Volvió a mirar a Eobard.

    Su padre ( ... ) su padre es Aaron Black.⸻ terminó por confesar.

    @ Eobard Thawne
    off. *música de tensión de telenovela* (?)

    • Me gusta 1
  6. Calles de Londres.

    Caminó tranquilamente por fuera de las pomposas vitrinas de los locales de moda que desplegaban sus mejores telas, diamantes y colores para atraer a cualquier transeúnte pasando por fuera. En cuanto había recibido la tarjeta de invitación se armó de valor para ir en la búsqueda de algún atuendo acorde a la temática del baile, aunque aquí entre nos, aún existían dudas en la mujer: ¿asistir o no?

    Empujó la puerta y una campanita resonó sobre su cabeza, desprendiéndose brillantina dorada que al caer sobre sus cabellos se deshizo como si nunca hubiese ocurrido nada. La moda libanesa parecía ser el sello personal de Macnair, desde que era muy joven y comenzó a asistir a eventos de la alta sociedad, siempre pareció destacarse por su elección exquisita de moda. Y obviamente, para esa ocasión, no habría excepción alguna.

    Acompañada de su elfo doméstico, le entregó con elegancia una fina carta de color carmín, y luego de sonreírle con complicidad, le ordenó a desaparecer para ir en la búsqueda del mago que sería partícipe de tan maquiavélico plan. Si él aceptaba, ella también lo haría a la invitación, y si se negaba, por supuesto tomaría su excusa para huir de tales exigencias.

    ⸻ Madame Rosier, qué placer tenerla en mi tienda nuevamente.

    Madame Rosier,
    se repitió esa frase.

    Londres ha estado un poco dormido al parecer, pero creo que pronto habrá un baile que promete ser inolvidable.

    ⸻ Inolvidable quedará usted cuando le enseñe las nuevas telas que me han llegado.

    Una risita escapó de sus labios, y Juliette asintió con suavidad para poder seguirle de cerca el paso una vez que su elfo hubo desaparecido en una radiante luz platinada. Se quitó los guantes de seda para poder deslizar las puntas de sus dedos por las nuevas telas, y volvió a asentir, realmente convencida de la calidad de las mismas.

    Aún no sé qué llevaré... esperaba que pudiera orientarme esta vez.

    ⸻ Un color borgoña ( ... ) quizás inclinado a los tonos morados. ⸻la mujer se detuvo frente a la pared, y la castaña enseguida se percató de la inmensidad de su tienda, guinchas que iban midiendo por ahí y por allá, maniquíes que cambiaban continuamente sus poses, y hasta el ruidio de los cristales chocando entre si le daban el aura mágica al lugar.⸻ Podríamos probar con esto, sí ( ... ) por lo general decido acentuar el color de sus ojos, pero pienso que es momento de salirse de los tonos platas y verde, ¿usted qué dice?

    @ Eobard Thawne

    • Love 1
    • Me enluna 2
  7. Se quedó a esperas de lo que su acto hubo ocasionado, y en cuanto apreció el intento de su contrincante por evadir el hechizo lanzado, poco después oyó la queja de dolor por el profundo corte propinado en su espalda por la Daga de Sacrificio ante la falta de su palabra al juramento pronunciado por la más joven de los Macnair con anterioridad.

    Chasqueó la lengua.

    Sentía los hilitos de sangre correr por su brazo izquierdo, y el ardor palpitante de su mano derecha que le nublaba la razón a ratos; sacudió la cabeza para seguir dándose valor, aguantando el ardor y volviendo a caminar por ahí, bordeando el barranco de la plataforma rocosa, pronunció con una elegancia innata.

    Deberás curarte esa herida con urgencia, sé lo que digo, y no me molestará ayudarte una vez finalicemos esto.

    Agitó la tela de su vestimenta de combate, y retrocedió varios pasos sin dejar de observar al mago que intuía se estaba retorciendo de dolor; el latido de su corazón era frenético y sus pulmones exigían a gritos una nueva curación, ¿acaso ella había sido demasiado cruel? Soltó un pequeño suspiro, recordando las enseñanzas de su familia, y luego de sonreír para sí misma, volvió a apuntar al mago de manera rápida:

    Silencius. ⸻quizás sí había cierta satisfacción al ganar.

    Se agachó de golpe para volver a agarrar un poco de arena, y la elevó un poco hasta dejarla caer suavemente frente a su nuevamente esmeraldina mirada; se encogió de hombros a modo de disculpa, notando que le sería imposible pronunciar palabra alguna, vio entre la cortina de lluvia que él abrió la boca pero nada salió de su garganta.

    Sí, creo que ya debería comenzar a curarme ( ... ) ⸻soltó un pequeño suspiro, agarrando la varita con firmeza y apuntando al corte que cruzaba en su mano derecha; la herida había empeorado ante el roce con la madera y el pequeño enfrentamiento con el wampus, así que pronunció sin demora.⸻ Episkey

    El alivio volvió a embriagar sus sentidos, sintiendo cómo lentamente se iba deteniendo la sangre hasta dejar una marca oscura apenas visible entre tanta suciedad; volvió a mirar al frente, ¿qué más podrían hacer en aquel enfrentamiento más que mirarse mutuamente a través de la lluvia rojiza hasta esperar la sentencia final? Se hizo un moño alto, agarrando las hebras castañas de cabello con ayuda de la varita de ébano, y luego de relamerse los labios, acercó uno de sus dedos al borde de los mismos.

    @ Eterno Black Triviani @ Runihura

  8. Tragó en seco cuando vio al animal arrastrar su pesada garra por el piso, y lentamente Macnair fue imitando las acciones del Wampus, manteniendo la mirada ensombrecida para no dejarlo ingresar, y al mismo tiempo adquiriendo una forma de actuar que hiciera al animal bajar sutilmente la guardia: si él creía que la tenía entre sus garras, ella tendría una sola oportunidad.

    Guardó la varita con elegancia en una de sus botas, aprovechando aquel movimiento para agarrar una roca afilada, y mientras extendía la tela de su vestimenta se fue acercando al Wampus; en un abrir y cerrar de ojos, Macnair fingió distracción, el felino saltó hacia ella y sin titubear, golpeó con la roca directo en la cabeza del animal. Con rapidez depositó su mano en el muslo del mismo, y sintió la energía expulsarse con frenesí por la punta de sus dedos hasta generar una Marca de sangre, la misma forma abstracta que divisó durante su clase teórica ahora se lograba visualizar en el Wampus, y sin tiempo que perder, pronunció.

    Obedire. ⸻susurró con seguridad, y la misma sensación se propagó por su sistema, como si el mundo se hiciera nada por un lapso de tiempo, y de pronto dos corazones comenzaran a latir como uno solo; Macnair fijó entonces su mirada en el animal, y ordenó a que la defendiera a toda costa del Wampus al otro lado de la plataforma rocosa. 

    Se incorporó con rapidez del suelo, manteniendo ahora su completa atención en el mago que la miraba con intensidad a través de la cortina sangrienta que se iba formando a su alrededor, y sin dar ventana de vacío, volvió a hacer uso de su varita, arremetiendo con fuerza en dirección al hombre.

    ¡Sectumsempra! ⸻exclamó con fuerza, sintiendo el deslizar de su lengua cual tintineo de serpiente seguido del rayo blanquecino que brillante cruzó buscando frenético el pecho del mago; de impactarle, le provocaría varios cortes sangrantes que lo dejarían fuera de combate. Entonces, volvió a alzar el mentón, agitando ligeramente el mismo para que los mechones castaños de sus cabellos rebelde le despejaran la mirada.

    Bajó los hombros de golpe.

    @ Eterno Black Triviani

  9. Mantuvo la mirada bien fija en su contrincante, aprovechando el lapso de tiempo para volver a incorporarse, y de esa manera caminar lejos de la orilla de la plataforma rocosa. No hubo sonrisa ni satisfacción alguna cuando le vio fallar, sólo la pura concentración y la seguridad en cada una de sus acciones. Aguardó, aguardó, y aguardó. Entonces él finalmente atacó.

    Inspiró profundo,
    y cerró los ojos de golpe.

    El corte fue limpio, certero, la palma de su mano derecha ahora lucía una preciosa herida que rápidamente comenzó a sangrar y a doler. Mordió el interior de sus labios, aguantándose las ganas de curarse, y entonces volvió a tomar una posición defensiva, invocando a la Daga del Sacrificio con la mismísima mano herida, viendo cómo la misma se materializaba perfectamente entre sus dedos hasta que logró agarrarla con firmeza.

    Immolo oppugnare ( ... ) ⸻murmuró cual serpiente de cascabel mientras iba deslizando el filo de la hoja por la zona de su hombro descubierto, sacrificándose claramente para agredir de vuelta a su compañero, y luego de sentir el ardor que la herida le iba provocando, sólo entonces, una pequeña sonrisita se asomó en la delicadeza de sus acciones: no era imitación, sino mera planificación.

    Fijó su mirada en él.

    Juramento de sangre.⸻volvió a inspirar el aire caliente que se iba formando a su alrededor, y sin tardar, siguió murmurando con la misma expresión de frialdad.⸻ Yo juro no defenderme. ⸻su iris pareció extinguirse, ahora el color azabache inundaba por completo su mirar, con aquellas palabras le impediría a su compañero defenderse en lo que siguiera el duelo, a lo menos por un lapso largo de tiempo, y si él quebrantaba el juramento, recibiría un corte letal que requeriría de una curación inmediata.

    Soltó el aire acumulado.

    Y de pronto, sin aviso alguno el suelo volvió a temblar con furia, botando a la Macnair al suelo ante verse sorprendida por aquel acto maquiavélico; de un rincón de las rocas, una abertura ni muy grande ni muy pequeña, comenzó a emerger lentamente un bestia que era familiar para ella, el felino caminó bien agachado a pesar de que podía hacerlo perfectamente sobre sus patas traseras, y buscaba frenético conectarse con la mirada de la bruja: el juego comenzaba a exasperarla.

    Imposible, eres un Wampus ( ... ) ⸻murmuró para sí misma, qué ironía de la vida, que el propio animal de su casa ahora estuviese a punto de atacarla; la castaña imitó sus movimientos, adoptando una posición menos erguida, sólo para intentar estar alerta y contar cada paso efímero del animal, mantenía la varita de ébano bien firme en su mano izquierda, mientras sentía el ardor de las heridas escocerle hasta los huesos.

    Un dardo letal o una danza,
    ahora sólo existía una opción.

    @ Eterno Black Triviani

  10. La clase acabó, y en un abrir y cerrar de ojos, el suelo tembló bajo sus pies, rugiendo violentamente hasta hacer que los cimientos se dividieran sobre sus cabezas como montañas flotantes, algo muy irónico para ella dado su pasado cruel con el Averno, y entonces, lentamente se fue transformando la arena hasta que majestuosamente diera inicio al duelo. Macnair se mantuvo con firmeza, depositando sus pies contra el suelo mientras la energía lentamente se iba propagando por sus venas, y aunque su corazón se agitaba frenético, el miedo en sus ojos se volvió inexistente.

    Con elegancia se arrastró por ahí, observando a la esfinge directamente a los ojos, y sin pronunciar palabra alguna, le enseñó la mirada a modo de respuesta; sus pupilas comenzaron a extenderse lentamente hasta que de pronto su mirada se tiñó de negro y no hubo más que el vacío por dentro, dando así, la dichosa clave del acertijo.

    Se volvió al frente, a la orilla de su suelo.

    Mucha suerte. ⸻murmuró cuando volvió a prestar atención a su contrincante, y con suavidad inclinó su cabeza a modo de reverencia, extendiendo su mano derecha a un lado mientras mantenía firme su varita de ébano.

    Antes de iniciar el juego, se atrevió a palpar con la mano izquierda la cortina sanguinolenta que caía cual lluvia por todas partes, y sólo por un par de segundos, se dio un momento para conectar con la sangre, respiró profundamente y en cuanto volvió a guiar su mano hasta ella, deslizó delicadamente los dedos manchados de aquella tintura rojiza hasta dejar una fina marca vertical en el lado derecho de su rostro.

    Volvió a mirar al frente, y se agachó hasta el suelo para poder deslizar su mano libre por la arenilla sutilmente húmeda, y sin esperar demasiado, pensó en el hechizo maldición, el cual inhabilitaría el siguiente hechizo que su compañero ejerciera en contra suya, provocándole confusión para darle un poquito de picante al inicio del duelo. Sin una sonrisa en sus facciones, volvió a fijar la frívola mirada en el hombre esperando atenta su siguiente movimiento.

    @ Eterno Black Triviani  

  11. Buena jugada, pensó. Inmediatamente después de la explicación de Runihura, la bruja se deslizó como la sombra que era por los rincones del lugar, eligiendo una zona que estuviese cerca de aquel río carmesí que parecía extenderse por finas hebras hasta cual matriz, invadir por completo el Templo. Se dejó caer sobre un montículo de rocas, y observó sobre su cabeza, meditando ante el cielo nocturno y llenándose de valor con el aullido de los lobos. Pum, pum, pum. Su corazón latía cada vez más deprisa, sentía un poco de miedo, por supuesto: ¿Qué sucedería si volvía a fracasar?

    Alzó el mentón, y de un saltito se volvió a bajar.

    Volvió a sostener su varita de ébano con firmeza, dando un par de pasos por su alrededor hasta que su lamparita interna encendió, giró cómicamente sobre sus talones, y quedó de pie frente al montículo de rocas en el cual se había sentado, apreciando cómo parecía realmente una montañita del tamaño perfecto como para imaginarse algún caballo no-maj.

    Apuntó con seguridad a la misma, y pronunció claramente:

    ⸻  Morphos. ⸻el ruido de las rocas poco a poco hizo tambalear el Templo, apilándose firmemente hasta que poco a poco comenzaron a adoptar el tamaño adecuado para que de pronto, luego de una pequeña explosión de tierra, dejar visualizar el cuerpo erguido de un Aethonan; sus alas, suaves como las plumas de algún cuervo se extendieron inmensas hasta llamar la atención de quién fuese, y sólo entonces, la bruja Rosier se acercó a la criatura para poder extender su mano, acariciar detrás de sus orejas, el lomo y finalmente, concentrarse en el costado del cuello.

    Cerró los ojos en cuanto comenzó a idear la Marca de Sangre sobre la piel del animal, apreciando cómo se iba generando una marca en el costado, extendiéndose bellamente hasta dejar una figura abstracta, y al mismo tiempo, un sello característico de la Macnair; sintió la vibración en la torrente de sangre de su anatomía, una energía imparable y la satisfacción de estar a punto de lograr una conexión indolora, esperaba. Juliette pronunció, sólo entonces, las palabras para sellar la conexión con el animal.

    Obedire. ⸻de pronto el mundo pareció  apagarse por un par de segundos a su alrededor, el corazón de la bruja comenzó a latir al unísono con el del Aethonan, y en cuanto sus miradas se encontraron, una sonrisa sutil se dibujó en la finura de sus labios. Inclinó su cabeza, y le ordenó a que la siguiera devuelta con la guerrera; el animal, con su cabeza ligeramente cabizbaja, imitaba las acciones de Juliette a la perfección, cual vasallo con su reina, la figura alada le cubrió las espaldas con mucha protección.

    @ Runihura  @ Eterno Black Triviani

  12. Extrañada por las expresiones de la guerrera, la bruja Rosier siguió el paso de la fémina con la pura mirada, admitiendo dentro de sí, que le provocaba más temor cuando ésta parecía conservar la calma e irradiar pura serenidad. Con atención escuchó las palabras de Runihura, 'proteger' y 'dañar', se repitió unas cuantas veces antes de volver a concentrarse en la lección.

    Soltó un pequeño suspiro cuando vio la señal en su dirección, y luego de bajar los hombros de un solo tirón, comenzó a acercarse a paso lento a las paredes imponentes del templo.

    Está bien. ⸻asintió con respeto, comenzando a prepararse mentalmente para tan importante elección; era tan sencillo cortar la piel, pero tan difícil concentrarse en aquello de lo cual debes genuinamente desprenderte.⸻ Catarsis, purificación de las pasiones mediante las emociones que provoca la contemplación de una situación trágica.

    Murmuró para sí misma, recordando las páginas del enorme y viejo diccionario que su abuelo cuidó por tantos años con recelo en su biblioteca personal. Con suavidad materializó la Daga del Sacrificio, la cual, sólo para esta ocasión, le serviría para arrancar de raíz toda aquella contaminación que cegaba a su raciocinio y le quitaba la fuerza para emerger victoriosa.

    Sin intención de lastimar, mantuvo los labios bien pegados, y luego de soltar el aire acumulado, deslizó el filo de la hoja por su muñeca izquierda, que cual mantequilla, pareció encajar perfectamente hasta abrir las dos capas de piel y de esa forma, dejar que la sangre rojiza comenzara a emanar sin dificultad.

    El corazón se aceleró rápidamente, contrastando con la relajada respiración de la Rosier, y con suavidad, extendió su brazo para que la muñeca pudiera quedar sobre el recipiente; lentamente las gotas de sangre fueron cayendo sagradas sobre el mismo, y vio, con sorpresa, cómo aquellas gotas parecían bien calientes, letales inclusive. El veneno desprendiéndose de su anatomía para limpiarla de todas aquellas impurezas que traía pesadamente sobre sus hombros.

    Suficiente... ⸻murmuró para sí cuando sintió un ligero escalofrío en sus piernas, y con suavidad intercambió la daga por su adorada varita de ébano, enarbolándola en dirección a su muñeca para poder curarla con un:⸻ Episkey.

    Soltó un pequeño suspiro,
    se sentía cansada pero liberada.

    @ Eterno Black Triviani  @ Runihura

    • Realizado 1
  13. Apareció envuelta entre las sombras a pocos metros del lugar pactado, la varita de ébano se hubo rápidamente deslizado por su antebrazo hasta quedar perfectamente posicionada entre la firmeza de sus dedos, y con ayuda de una floritura a la altura de su cadera, comenzó a transformar su vestimenta mientras no detenía su marcha.

    Su mirada esmeraldina se hallaba fija en su destino, ésta vez zanjaría de raíz el poderoso Libro de la Sangre, confiando que, su arduo estudio luego del fracaso monumental que hubo experimentado con Runihura, diera los frutos correspondientes para este nuevo encuentro ( ... ) recordaba perfectamente las palabras de su familia, que como bálsamo para sus heridas, tales memorias del pasado le conferían aquel conocimiento y entusiasmo para lograr recuperarse de una enorme derrota.

    Y entre la niebla espesa que su abracadabra realizó, la bruja Rosier salió elegantemente portando un traje de combate de color blanquecino, ligero y bastante cómodo para poder saltar o moverse con sigilo. Quizás no era el negro característico de sus sombras, pero con los años, había aprendido a portar colores que pudieran expresar la humanidad que siempre intentó recuperar.

    Aquí vamos otra vez...

    Murmuró antes de traspasar las imponentes puertas que resguardaban recelosas el majestuoso templo de la guerrera, y mientras su mirada era iluminada por todo ese conocimiento emanando de cada recoveco, su atención terminó dirigiéndose al hombre a su lado, y luego a la mujer que les esperaba. Asintió con respeto para ambos, y volvió a posicionarse con relajo, aguardando porque la clase teórica se hiciera presente.

    @ Eterno Black Triviani  @ Runihura

    • Realizado 1
  14. Una amplia sonrisa se dibujó en sus facciones en cuanto oyó las palabras de @ Mael Blackfyre , y asintió con amabilidad a sus palabras, haciendo una pequeña reverencia con su cabeza antes de poder responder a las mismas.

    Será un placer compartir algo con usted en cuanto se desocupe, si me disculpa, estaré entre la multitud. Mucha suerte.

    Le guiñó un ojo con naturalidad, y continúo hacia el interior de aquella hermosa e imponente infraestructura de la escuela inglesa; un pequeño suspiro escapó de su boca en cuanto se halló a solas, haciendo que un mechón rebelde de cabello castaño se alzara dulcemente de su rostro hasta que ella misma tuvo que acomodarlo devuelta.

    Pensaba en el joven Kalevi, en cuánto le gustaban aquellos muros y lo mucho que se había encariñado con sus compañeros, lo egoísta que era ella por querer apartarlo del único mundo que había sido real para él desde que el mundo prisión se hubo roto en millones de pedazos. Sin embargo, la bruja Macnair tenía miedo, un profundo temor porque la verdad se supiera y la mentira le explotara en la cara, eran esos momentos en los que pensaba en Arya, y en lo mucho que le hacía falta su apoyo y resguardo.

    De brazos cruzados volteó sutilmente el rostro, encontrándose con aquella peculiar capa de constelaciones y en cuanto inclinó un poco más su mentón, se percató de que era nadie más y nadie menos que su viejo amigo de aventuras @ Eobard Thawne

    Vaya, vaya, vaya... ⸻murmuró en cuanto llegó al lado del castaño, deslizándose entre las personas cual sombra y con una elegancia innata había chocado el hombro ajeno con el propio de manera cariñosa.⸻ Por favor, dime que el MACUSA no te envió a vigilarme.

    Bromeó con dulzura, activando antes de eso, el anillo para oídos indiscretos por si alguien le oía a su alrededor, y es que no había cavidad para rumor alguno cuando se trataba de Estados Unidos. Volvió a mirar al frente, terminando de oír las palabras del Ministro, y volvió a sonreír cuando miró de soslayo aquella serpiente tan característica, que en muchas ocasiones, pudo ver con honores en los atuendos y objetos de su propio hijo.

    Uhm, me gusta mucho cómo te queda el color verde... me recuerda a un viejo Eobard, un poco más jovial y con menos canas en el cabello. ⸻hizo hincapié a la Marca Tenebrosa, y volvió a depositar sus preciosas esmeraldas en el mago.⸻ Dime, ¿qué haces aquí?

    • Me gusta 1
  15. Una amplia sonrisa se dibujó en sus finas facciones, enseñando esa fila de dientes perlados que iluminaban peculiarmente sus ojos cuando se sentía orgullosa de sí misma. Mordió su labio inferior con entusiasmo, y luego de asentir dos veces, le volvió a mirar.

    Bueno, las rosas son... parte importante del escudo de mi familia, y crecí con las enseñanzas de mi adorado abuelo. ⸻contó con tranquilidad mientras enarbolaba la varita para encantar la botella de whisky y de esa manera comenzar a organizar las cosas sobre la mesita.⸻ Hace algunos años decidí que quería ampliar mis conocimientos, y siento que podría dedicarme fácilmente a esto.

    Encogió sus hombros.

    Bueno, es la decisión más inteligente mantenerse lejos del radar... ⸻respondió a lo dicho por el mago, pero le restó importancia, no podía ahondar mucho en el pasado y juntarlo con el presente, muy a pesar de la confianza que profesaba con él, era consciente de que ya no luchaban por el mismo ideal que antaño.

    En cuanto los vasos de cristal estuvieron servidos, y la comida se hubo perfectamente acomodado, la bruja Macnair se dejó caer sobre el asiento, observando al mago detenidamente; no pasaba por alto el malestar que le aquejaba al contrario y por supuesto, maquinaba secretamente en su cabeza para recordar algún ungüento mágico, de esos que ocupaba su tía Castalia para cuando la castaña se metía en problemas.

    Te agradezco tus palabras, aunque es una mera ilusión, a pesar de que no soy inmortal, mi belleza prevalece. ⸻alzó el mentón con encanto y luego le miró con dulzura.⸻ Yo veo a mi mismo compañero de aventuras, ahí, en la profundidad de tu mirada, puedo aún sentir esa alma guerrera que tanto te caracterizaba.

    Deslizó una mano por sus ondas castañas, y luego procuró de agarrar el vaso con cuidado, dando algunas vueltas a la bebida antes de dar un pequeño sorbo. Pronto tendrían ocasión para brindar, ahora sólo debía dar un buen trago para poder explicar el enredo de historia que tal vez jamás alcanzó a comentarle al mago.

    Una forma muy amable de decir que soy muy compleja de amar a causa de los fantasmas que me persiguen, ¿verdad?

    Comentó con una sonrisa un poco triste, y luego asintió ante la mención de su hijo.

    En realidad ese hijo existía desde que nos conocimos... en ese tiempo, era muy joven y mantenía a Kalevi resguardado en un mundo prisión, ya sabes, dada mi condición y la maldición que me perseguía.

    Negó suave, toda una vida.

    Kalevi es un muchacho realmente inteligente, cursa en Hogwarts, casa Slytherin, educado por los mejores... ⸻pausó un momento, y luego soltó un pequeño suspiro, necesitaba contarle a alguien el secreto que más le consumía por dentro.⸻ Mi querido Eobard, me temo que le he mentido todo este tiempo en relación a su padre, y me aterra que se entere, si lo hace, podría perderle para siempre.

    Acomodó un mechón tras su oreja.

    Quizás éste sea el comienzo de una nueva aventura, aunque es un poco aburrida, ¿no? 

    Dio un sorbo a su bebida, y luego corrió su mirada para poder fijarla en su alrededor, callando por un par de minutos para disfrutar de esa paz que su hogar le brindaba. Él tenía razón, seguía siendo la misma pero mucho más madura, se notaba en sus ojos, en sus acciones lentas y cuidadosas, pero esa sonrisa vivaz, juguetona e infantil, dejaban en evidencia el corazón aniñado que aún le seguía caracterizando.

    Me encantaría presentártelo, Eobard. Estoy segura de que se llevarían bien... a él le gustan cosas parecidas a ti, ¿sabes? 

     

    @ Eobard Thawne
    Off. Ni sé qué escribo pero en mi cabeza suena bien (?)

    • Me enluna 1
  16. Deslizó su mano derecha por el cabello almendrado mientras fijaba su mirada en el reflejo del espejo, acomodó las ondas de tal forma, que las mismas se desplegaron elegantemente por su espalda de una manera bastante natural. Luego extendió la misma mano en dirección a los guantes, y luego de cubrir sus manos con la tela, volvió a cerciorarse que su traje verdoso de dos piezas estaba perfectamente acomodado, o que se viera, al menos, lo suficientemente serio como para pasar desapercibida entre los miembros adheridos a la educación mágica en Inglaterra.

    ‘Algún día Kalevi se enterará de la verdad, no puedes seguir ocultándola’ cubrió la mitad de su rostro con el encaje, y volvió a retocar su lápiz labial mientras repetía lo leído semanas atrás ‘Inglaterra es un caos, tú eres estadounidense, estudiaste en Ilvermorny, trabajaste para el MACUSA ( ... ) es tu deber’.

    [ • • • ]

    El imponente Castillo parecía proyectarse con fuerza frente a sus ojos, y aunque tenía sentimientos encontrados con el mismo, no podía evitar comparar la edificación con los cimientos fuertes de su escuela en América. Pero aún más, volvía a sentir esa repulsión, la ofensa que vibraba fuertemente en su sangre mágica por las nuevas e indignantes reformas que habían sido enviadas para toda la Comunicad Mágica en otras áreas, ¿con qué saldría ahora?


    ¡Vaya! Sumo inquisidor. ⸻leyó con una sonrisita cuando se encontró con @ Mael Blackfyre , y luego de dirigirle una intensa mirada a través del encaje, asintió con elegancia a modo de saludo y respeto.⸻ Segunda vez que nos encontramos, qué placer.

    Murmuró sin mucho ánimo, y sin tardanza alguna, siguió su camino para agarrar un lugar que le permitiese ser los oídos y ojos del MACUSA, y al mismo tiempo, que fuese representativo de su familia.

    ¿Podría llegar a considerar impartir clases en Hogwarts? 

    Acomodó su cuerpo con elegancia contra uno de los pilares, cruzando sus brazos y manteniendo su mirada frívola bien fija en @ Ludwig Malfoy , que nuevamente, parecía decepcionarla. Ninguna sonrisa se dibujó en sus facciones, pero tampoco hubo expresión alguna que indicara un desconcierto o una molestia. Era una muñequita detenida en el final de la multitud que tanto le desagradaba, reflexionando para sí, y guardando información para los otros.

    ¿Aceptar con tanta facilidad a los sangre sucia y a los no-maj? Más allá de la diferencia de sangre, más allá de la cultura y los conocimientos, lo que más le indignaba a Juliette era la historia violenta que los no-maj repitieron constantemente a través del tiempo en contra de su especie, y cómo de destructores eran con su propia naturaleza. Era totalmente inaceptable hacerles partícipe de su mundo sagrado sin una consecuencia, sin un escalafón por debajo de ellos, quienes verdaderamente valoraban lo que tenían a su disposición.

    Soltó un pequeño suspiro,¿Por qué Kalevi se negaba tanto a abandonar Hogwarts? ¿Dónde estaba Aaron cuando el Mundo Mágico necesitaba de su escrutinio? Bajó finalmente su mentón para poder ver el suelo de manera pensativa. 

    • Love 1
    • Me encuerva 1
  17. Mansión Rosier.

    Tic-tac. Las manecillas del reloj indicaron las tres menos cuarto de la madrugada, y el arduo (desquiciado) trabajo por la bruja Macnair no estaba dando los frutos que había esperado. Un suspiro pesado escapó de sus labios, volviendo a agarrar el carboncillo para poder dirigir el mismo a la nueva hoja amarillenta y de esa manera, volver a concentrarse para recitar algunas palabras del Averno.

    ⸻ Estás totalmente desquiciada, baja eso.

    Abrió los ojos de golpe cuando oyó a la sombra a su espalda, y destrozó el carboncillo hasta hacerlo polvillo, uno que terminó por arruinar la obra que aún ni había comenzado. Chasqueó la lengua con frustración, y antes de dirigirse a su protector, sacudió sus manos contra la tela de su vestido azabache.

    Sin levantarse, giró sobre su eje hasta seguirle con la mirada enrojecida, pues él, entendiendo el mensaje con astucia, ya había comenzado a difuminar su figura hasta perderse entre la oscuridad que le conferían los ventanales.

    Oh, primero me insultas y ahora te escondes cual cobarde... eres la peor sombra del Averno que me han podido obsequiar.

    Sacudió su cabeza con gracia.

    ¿Qué haré contigo, Dróvik? ¿Gusano o cucaracha? Tú decides.

    ⸻ Él ha vuelto a Inglaterra.

    Él quién. ⸻dijo inexpresiva.

    @ Kaiser Lord Pilu ... tu amiguito de andanzas melodramáticas en el Caldero, ¿lo recuerdas?

    La bruja frunció el ceño con cierta confusión, deteniendo un momento su amenazadora postura para poder hacer memoria en la vida de Juliette Macnair, y es que luego de su, experiencia en las profundidades montañosas de Lowlands, en ocasiones sus recuerdos se entremezclaban con las vidas pasadas que el cónclave le incitó a experimentar.

    Ajá. ⸻mordió el interior de sus labios con suspicacia, y luego se levantó del suelo para poder caminar a su escritorio, abrió el viejo cajón olvidado, y con cierta desesperación comenzó a rebuscar entre las cartas que solía conservar, una por persona, sólo para recordar.⸻ Ya recordé a ese rufián... ¿se habrá metido en problema otra vez?

    • Me encuerva 1
  18. Con suavidad asintió a sus palabras, recordando perfectamente el momento en que ambos decidieron bailar una sola melodía de cortesía para luego escapar a quién sabe dónde, siempre que estuviera lejos de la multitud, y aunque aquello no se concretó por azares del destino, conservaba cada momento junto a él como un pequeño regalo que la vida ponía en frente para ella. 

    Veo que conociste a las rosas... ⸻murmuró con una sonrisa ladina, agradeciendo con un gesto elegante la colocación de la delicada flor entre sus cabellos almendrados, y luego de que él volvió a su lugar, le invitó a finalmente pasar.

    El ceño fruncido ante la mención de la incursión de los libros le trajo recuerdos incomodos, aún sentía una profunda frustración por no haber sido lo suficientemente convincente como para vincularse con el libro de la sangre y su poder albergado en aquellas sagradas páginas. Más no hizo mención del mismo, pues a pesar de conocer al mago durante tantos años, la sangre Macnair tiraba con más fuerza y eso significaba, no mostrar debilidad ante cualquiera.

    ¿Un simple mortal como tú? Imposible, estoy segura de que albergas algo mucho más poderoso que un mago corriente. 

    Le miró con dulzura mientras le guiaba por los pasillos de la Mansión Rosier con un deje de orgullo en su caminar, y cómo no hacerlo, si literalmente había reconstruido los cimientos de su infancia, levantado escombros y revitalizando un apellido que pareció, por muchos años, perdido y hasta extinto para siempre en el tiempo. Las impolutas paredes blanquecinas daban una luz bastante peculiar y significativa, como si Juliette intentara contrastar la oscuridad que desprendían sus sombras con la pureza de su corazón, y vaya que sí lo había logrado.

    Caminaron tranquilamente en dirección a la cúpula de vidrio que daba a los jardines, todo a su alrededor estaba decorado con jarrones llenos de rosas blancas, cuadros de los miembros más distinguidos y figuritas históricas que contenían magia poderosa albergada en su interior. Cada detalle estaba perfectamente (re)pensado por la bruja, y cada rincón exclamaba con fuerza que ella era una heredera innata de los Rosier.

    No hace mucho recibí un whisky de fuego desde Bulgaria, regalo de un viejo amigo que ahora es profesor en Durmstrang... sólo esperaba el momento perfecto para poder compartirlo contigo. 

    Extendió su mano en dirección a la mesita de té que se encontraba perfectamente en medio del, estéticamente, invernadero, y luego de que ambos pudieron acomodarse en sus respectivos lugares, la bruja relajó sus hombros. Dirigió su mirada verdosa a la contraria, y luego de presionar tantito sus labios, contestó a su pregunta inicial.

    Han pasado muchas cosas desde mi vuelta a Inglaterra, incluso intenté rehacer mi vida con otra persona... pero, supongo que un corazón como el mío, requiere de alguien que realmente comprenda el peso que llevo, y que por supuesto, me robe el aliento por completo.

    Dijo con una pequeña sonrisa.

    A veces me pregunto si realmente valió la pena el trato que hice con Artemius, sé que quería estar más tiempo para mi hijo, pero cuando miro mi vida, siento que es tan vacía. No es la vida que hubiese elegido, en lo absoluto.

    Se encogió de hombros.

    Admito que, pienso mucho en nuestras aventuras, y echo de menos a la joven que alguna vez fui. ¿Crees que he cambiado demasiado, Eobard?

    @ Eobard Thawne
    off. siempre dramática, nunca indramática (?)

    • Me encuerva 1
  19. Primera noche de diciembre
    ─────────────────

     

    Abandonó la comodidad de la oficina para poder apreciar en carne propia el ambiente que se provocaba en el club desde que ella había tomado las riendas del asunto en la ausencia de las mujeres Macnair, y es que nunca antes le había interesado tanto el negocio familiar hasta que se hubo comprometida con un destino deplorable, y la música fuerte, la oscuridad y el alcohol se volvieron sus grandes amigas. Deslizó los largos dedos por las ondas castañas de su cabello, y al paso, sacó un antifaz de color azabache que cubría solamente sus ojos, el cual estaba particularmente encantado para que ninguna persona (ajena a los trabajadores del club) pudiera reconocerla.

    El anonimato era su mejor arma y cualidad.

    Bajó por las escaleras lentamente, deshaciéndose del molesto abrigo que resguardaba su cuerpo para quedar fundida en un traje de dos piezas que era bastante cómodo para bailar: un corsé negro bien ajustado con algunas terminaciones en encaje, y una falda del mismo color que aunque se ajustaba a sus muslos, caía en pequeñas ondas sueltas poco antes de sus rodillas, haciéndole lucir igual de elegante como de costumbre.

    Al paso le robó una copa de vino a uno de los vampiros que servían en la barra, y luego de guiñarles un ojo, comenzó a deslizarse cual sombra por entre los magos y brujas, para poder llegar al medio de la pista. El centro de la perdición, la lujuria y el deseo. Sus ojos se cerraron con tranquilidad mientras comenzaba a moverse al ritmo de la música, siempre siendo resguardada por la mirada intensa de Marcus Argéadas que parecía un halcón listo para atacar a cualquiera que se le acercara demasiado a la más joven de los Macnair, y cómo no, si era los ojos y oídos de Castalia.

  20. Horas antes del anuncio.
    Mansión Rosier.

    ⸻ Quiero quedarme y luchar a tu lado, es mi deber protegerte, madre. ¿Por qué no confías en mí?
    Confío en ti, pero te quiero lejos de aquí o no podré protegerme como tanto quieres.
    ⸻ Entonces ven conmigo.
    ¿Y huir? No. La decisión está tomada, te irás a Bulgaria. No me interesa si te quieres quedar o no, es una orden y debes acatar.
    ⸻ Aaron me dejaría, él confiaría en mí.
    ¿Si? Él no está aquí, y estoy segura de que él preferiría que estuvieras a salvo, Kalevi. Por favor, hazme caso.

    El muchacho miró a su madre detenidamente a los ojos, haciendo puño su mano derecha alrededor de la varita, y luego de tensar su mandíbula, asintió con respeto. Sabía que ella quería su bienestar, y que el estar pendiente de él, le significaría una debilidad, tal y como Aaron muchas veces mencionó. ¿Pero cómo podría dejar a su madre? Asintió lentamente mientras extendía su mano y le hacía entrega de la varita a la bruja Rosier. Ella le acercó a su cuerpo, depositando la cabeza de su hijo sobre su hombro para así ella enterrar la punta de su fina nariz en las ondas del mago, ahora él comenzaba a pasarle en altura, pero seguía siendo su pequeño niño. Eso nunca cambiaría.

    ⸻ Prométeme que te irás si algo malo sale, madre.

    Lo prometo. ⸻depositó un beso, y lo volvió a mirar a los ojos, luego desvió su atención a la sombra, que con paciencia estaba esperando al joven, en la entrada de un portal de sombras que Juliette previamente había abierto para ambos. 

    Y les vio desaparecer.

    Horas después del anuncio.
    Mansión Riddle.

    El silencio socavó todo vestigio de temor, el mundo enmudeció y de pronto, los verdaderos monstruos comenzaron a emerger de cada rincón en Inglaterra. Macnair se hallaba oculta en las profundidades de la enorme biblioteca, deslizando la punta de su uña negruzca por los gruesos libros como si buscara alguna manera de conocer las verdaderas intenciones detrás de aquella masacre que intuía ya se estaba llevando a cabo.

    ¿Por qué siempre debía volver cuando las cosas estaban fuera de control? ¿Por qué no hacerlo en medio de la paz y la utopía? Se quejó en cuanto la hoja de la cuchilla cortó uno de sus dedos, y enseguida llevó el mismo a su boca para poder absorber el líquido carmesí como acto reflejo. Con cansancio se dejó caer en el suelo, recostándose sobre la alfombra mientras miraba la altura del techo, y luego, lentamente, sentía el picor de la serpiente y la calavera comenzar a escocerle muy profundamente hasta hacerle gemir sutilmente de dolor.

    ¿Qué tengo que hacer...? ¿Cómo podré hacerlo?

    Susurró con dificultad, pues parecía que cada vez que sus huidas del mundo se extendían en el tiempo, el ardor era más intenso y al mismo tiempo poco exacto. Quería ir con sus compañeros, pero al mismo tiempo, tenía unas intensas ganas de huir. Ya nada tenía a su alrededor, ¿por qué seguir luchando por lo irrecuperable? 

    Un estruendo le despertó.


    Off. Holangas, perdón, perdón 😞 me rompí, no se cómo regresar,
    así que si alguien luego me llama a la bruja, yo encantada de ir (?)

    • Love 1
    • Me encuerva 1
  21. Diciembre traía consigo una sensación amena de nuevas oportunidades, si bien, los últimos meses desde su vuelta a Inglaterra se caracterizaron por un millón de situaciones que luego se escaparon de sus manos, la bruja Rosier se sentía peculiarmente satisfecha con la vida que llevaba últimamente entre las fortalezas de su hogar. Agradecía profundamente que Kalevi hubiese decidido abandonar el Castillo Black para volver con ella, y es que tenerlo en casa, rompiendo una que otra ventana, realmente le llenaba el corazón y le aliviaba las preocupaciones.

    En cuanto las puertas de la biblioteca se abrieron, se topó con la curiosa mirada de la sombra que con un puro gesto de sus dedos nebulosos, apuntaban en dirección a la entrada a modo de advertencia de un recién llegado. La castaña asintió con delicadeza, y luego de chasquear los dedos, le hizo desaparecer para dejarle en solitario. 

    Con ayuda de su varita y una elegante floritura alrededor de su cuerpo, hizo que las prendas de descanso se intercambiaran por un atuendo, que aunque no dejaba de desprender elegancia, se veía cómodo y bien dispuesto para cualquier paseo en caballo. Pantalones ajustados, camisa holgada blanca, chaleco azulino y unas botas negras que cubrían poco antes de sus rodillas; sus ondas almendradas desplegadas por su espalda, y un poco de color en sus mejillas para quitarse el pálido color del rostro.

    ¿Quién es, Élu? ⸻cuestionó a la elfina, y ella hizo un gesto con sus orejitas que la bruja no alcanzó a leer en su totalidad, pues se vio totalmente opacado por la característica presencia del Black Lestrange, haciendo ingreso a la Mansión con una sonrisa de oreja a oreja, o eso le gustaba imaginar a ella.⸻ Mira nada más lo que me trajo el viento...

    Ladeó el rostro con dulzura.

    Eobard, mi querido amigo. ⸻murmuró con suavidad, y lentamente se acercó al mago para rodear su cuello en un fuerte y cálido abrazo, que culminó con un beso sutil en un costado de su mejilla.⸻ Cuánto tiempo sin verte, desde la última vez en aquel baile francés... ambos desaparecimos, pero me alegra saberte sano y salvo. 

    Le miró con gracia.

    Bueno, dentro de lo posible... supe por ahí que estuviste un poco lastimado, ¿cómo te sientes ahora? ¿quieres algo para beber? Por Salazar, pasa.

     

    @ Eobard Thawne
    offrol. perdón, de noviembre a diciembre (?)

    • Me encuerva 1

Sobre nosotros:

Harrylatino.org es una comunidad de fans del mundo mágico creado por JK Rowling, amantes de la fantasía y del rol. Nuestros inicios se remontan al año 2001 y nuestros más de 40.000 usuarios pertenecen a todos los países de habla hispana.

Nos gustan los mundos de fantasía y somos apasionados del rol, por lo que, si alguna vez quisiste vivir y sentirte como un mago, éste es tu lugar.

¡Vive la Magia!

×
×
  • Crear nuevo...

Información importante

We have placed cookies on your device to help make this website better. You can adjust your cookie settings, otherwise we'll assume you're okay to continue. Al continuar navegando aceptas nuestros Términos de uso, Normas y Política de privacidad.