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Allensote

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Todo lo publicado por Allensote

  1. Nick en hl.org: Allen Murdock Nombre: Allen Casa de Hogwarts: Slytherin País: Colombia
  2. Título de la canción: This Must be the place Nombre del grupo: Talking Heads Género: Pop Dedicatoria completa: a ti Home is where I want to be Pick me up and turn me around I feel numb, born with a weak heart I guess I must be having fun The less we say about it the better Make it up as we go along Feet on the ground, head in the sky It's okay, I know nothing's wrong, nothing Oh! I got plenty of time Oh! You got light in your eyes And you're standing here beside me I love the passing of time Never for money, always for love Cover up and say goodnight, say goodnight Home, is where I want to be But I guess I'm already there I come home, she lifted up her wings I guess that this must be the place I can't tell one from the other I find you, or you find me? There was a time before we were born If someone asks, this is where I'll be, where I'll be oh! We drift in and out Oh! Sing into my mouth Out of all those kinds of people You got a face with a view I'm just an animal looking for a home and Share the same space for a minute or two And you love me till my heart stops Love me till I'm dead Eyes that light up Eyes look through you Cover up the blank spots Hit me on the head I got ooh! https://www.youtube.com/watch?v=o9gK2fOq4MY
  3. Hola! Vengo a pedir el cambio de nick y subnick, y la llave. Cambio de Nick: ID de usuario: 121436 Nick actual: Allen Nick nuevo: Allensote Premio obtenido: Primer lugar de Poemas Cambio de subtitulo: Subtitulo deseado: Pobre soñador Premio obtenido: Primer lugar de Poemas Llave: Slytherin Muchas gracias por los premios, la verdad no me lo esperaba. Trataré de estar mas activo para ganar muchos mas. Saludos!
  4. -Sí, soy de Francia. Entre tú y yo hasta no hace mucho vivía una vida muggle plena y aburrida, pero por cosas del destino he resultado acá- contestó tratando de no revelar mucho de su pasado. Era una historia algo larga y no quería aburrirla con los detalles. Puso el libro sobre la mesa y se lo mostró a la bruja de cabello color plata. -Mira esto es lo que quiero leer: La búsqueda de la Quintaesencia. Ya desde el titulo como que te atrapa. Me lo recomendó un profesor, es sobre encantamientos- -Me encanta la lectura y en eso me la pasó por todo lo que tengo que aprender. ¿A ti te interesa?- observó el titulo del libro que descansaba en la mesa al frente de su compañera. -¿Micropuff? ¿Qué es eso?-preguntó al no tener idea alguna de que se trataba. Al castaño no le importaba pasar como ignorante y prefería preguntar, lo importante era conocer y dejar el ego de lado. Era alguien que aprendía muy rápido y tenía una capacidad sobrehumana para memorizar diferentes cosas. -Este sitio es asombroso y un tanto misterioso. Dicen que te puedes encontrar todo tipo de hechizo o maldiciones, en especial en la sección prohibida- una sonrisa traviesa se dibujó en su cara, tal vez incitando al mal pero mas que todo a la curiosidad. El hecho de que existieran libros que no fueran permitidos leer lo volvía loco. -Me pregunto que tan difícil será entrar- sus ojos cafés miraron al techo fingiendo inocencia, pero lo que en realidad quería era despertar el interés de Litsy, quizás infiltrarse en aquella sección y sacar cualquier manuscrito. @Litsy
  5. El castaño se exaltó al escuchar la voz chillona de Alessandra quién lucía realmente hermosa. Sus ojos pardos contemplaban en ella la hermana que siempre había añorado, era una persona muy sociable y activa, y a pesar de lo ocupada que era siempre emitía una energía de color sol que le alegraba el día. -¡Ale! Me asustaste. No estaba husmeando, me había perdido- mintió sin descaro alguno. -Me alegra que al final hayas decidido venir. Estás hermosa- exclamó con una sonrisa de miel. Una nueva voz se dirigió hacia ellos con autoridad y decisión. No tuvo que pensar dos veces para adivinar de quién se trataba. Una brisa fría le pasó por la espalda y al sentir la mano delgada en su pecho una mezcla de nervios y excitación penetró su cuerpo. Sus miradas se cruzaron y la mente del mago hizo reset, como intentando escapar y a la vez controlar el hambre voraz y el deseo carnal que sentía cada vez que tenía cerca a la Black Lestrange. -Me he perdido dando un pequeño paseo por mi cuenta dentro de la mansión. Me disculpo por mi intrépida curiosidad- dijo entre risas -Alessandra te presento a Juv, ella y yo nos conocimos hace poco y desde entonces estamos juntos. Y Juv te presento a Alessandra, mi hermosa hermana- dijo dandole un pequeño abrazo a la rubia bajita, no podía evitar consentirla por lo tierna que se veía la mayoría del tiempo. El mago no estaba acostumbrado a tener pareja y no sabía bien que decir o como comportarse con su familia y ella presente, aún así esperaba que se llevaran bien ya que quería pasar un buen rato, distraerse de las obligaciones del mundo mágico, y conocer un poco mas a las dos vampiro. Los labios de la bruja se acercaron a los suyos robando unos segundos de su realidad. Su belleza no tenía comparación alguna, cada vez que la veía y que la sentía era como si fuese la primera vez. Se despegó antes de quedarse extraviado en ese trance, no quería ser grosero con su hermana para la cual era una sorpresa todo lo que estaba pasando. -Me parece perfecto. Yo estoy listo para irnos en cualquier momento- dijo manteniendo la compostura. -Ale, Juv y yo vamos a escaparnos unos días a Francia- le explicó bajando la mirada hacia ella, mientras su mano estaba entrelazada con la de la vampiro. El castaño mostró su brazo desocupado invitando a Alessandra para que se enganchara a él. Así los tres salieron juntos de la mansión dirigiéndose al Jardín donde se encontraba la mayoría de invitados. -Un poco de Whiskey de fuego no me caería nada mal- respondió con una sonrisa nerviosa. Un trago para disfrutar de la ceremonia y calmar la incomodidad que sentía la cual era solamente su inexperiencia en este tipo de situaciones. Se quedó atónito al escuchar las palabras de Juv, directa e importante como siempre. Se sentía halagado por la manera en la que se expresaba, eran palabras que llenaban de felicidad su corazón. -Perdón por no comentarte nada al respecto Ale. La verdad es que no soy una persona que le gusta hablar mucho de su vida privada. Juv es alguien muy especial para mi y me encuentro muy feliz de tenerla a mi lado- sentenció obsequiándole un guiño a Juv. Un elfo se acercó con el trago que había ordenado. Agradeció con una sonrisa y levantó el vaso haciendo que el líquido bajara enseguida por su garganta. -Otro, por favor- le ordenó a la criatura. -No me dejen tomar solo. Unos varios tragos al año, no hacen daño- @ @
  6. Hola! Quisiera hacer un cambio en mi ficha de personaje. Quiero agregar a la Familia Delacour como mi familia Sanguínea y agregar la Boveda de la Familia. Muchas gracias!
  7. -Seis horas…- habló con la voz rota y la boca seca. Los ojos pardos agotados contemplaban el vacío, el vacío lleno de estantes, de libros, de hojas, de manuscritos, de esculturas, de estudiantes concentrados, y mas que todo, de estudiantes perdidos. Una mano sostenía el libro: La búsqueda de la Quintaesencia y la otra se rascaba la cabeza. Encontró una mesa desocupada y descansó tomando asiento en una de las sillas. -Sí, seis horas para encontrar este libro- ratificó con un gran suspiro, se encontraba extenuado y desmotivado. Todavía no lo podía creer. La replica del Dios de la sabiduría se había mofado del castaño con el acertijo que lo tuvo rondando todo ese tiempo por la biblioteca. Nunca hubiese imaginado que se demoraría tanto para encontrar tan solo un libro, y todo por pedir ayuda a ese Dios vago y sin oficio. Había venido varias veces pero nunca había experimentado algo igual. Atónito y de mal gusto miraba de mala gana la portada algo gastada del libro; no tenía muchas ganas de leerlo ahora. A pesar de lo sucedido, la majestuosidad y gracia del lugar le daban un aire de optimismo que lo confortaba por el tiempo perdido, tiempo que no había sido suficiente para recorrer el sitio en su totalidad. Alzó la cabeza y observó el paisaje gélido y en silencio a través de uno de los grandes ventanales, los copos de nieve caían y se amontonaban pintando la ciudad de blanco. Por un momento pensó que se encontraba afuera, que sus ojos ardían y sus manos ya no sentía pero bastó con pestañear para volver a la calidez que lo arropaba y lo protegía del exterior. Fue entonces cuando se dio cuenta de que alguien lo estaba observando, era una figura de cabello plata y de ojos miel que se hallaba a unos pocos metros. -¿Litsy?- se cuestionó el mago en su mente. -Sí, es ella- alzó una mano y la movió en forma de saludo hacia su compañera de clase. Tomó el libro y poniéndose de pie se acercó a la bruja. -Hola, que pena interrumpir tu serenidad y tu lectura pero me demoré tanto en encontrar este libro que mi deseo de aprender se ha desvanecido casi por completo- expresó tomando asiento a su lado. -Soy nuevo en esta ciudad, en este país mejor dicho ¿Te importaría charlar un rato?- propuso el francés con una sonrisa pintada de amabilidad y de curiosidad. @Litsy
  8. -Todavía estoy vivo- anunció al mundo con una voz ronca y carrasposa, una voz de whiskey de fuego, de agua y miel fermentada, de vodka y de quién sabe que mas. Sus ojos apenas se abrían, los párpados le pesaban unos venti tantos quilates y el estomago vacío le rugía como un Colacuerno Húngaro. El cuerpo muerto sobre la cama, pisoteado y machucado por la velada de farra y parranda de la noche anterior, con su cara recostada sobre una media extraviada y su varita clavada en una de sus costillas. Abrió sus ojos por primera vez para confirmar que ninguna luz exterior traspasaba las cortinas de la ventana de su habitación. Esto le presentaba dos hipótesis: La primera que todavía era de madrugada y había pasado un par de horas desde que perdió la consciencia, y la segunda que había dormido mas de 12 horas y ya era de noche otra vez. La dulce y placentera resaca de almíbar, de avellana fue interrumpida por la música que se escuchaba a lo lejos. El castaño extendió su brazo por primera vez para alcanzar el reloj que salía de uno de sus zapatos. -¡Rayos! ¡La cena familiar!- exclamó sorprendido desplomándose en el suelo. El totazo que se dio le sirvió para recuperar un poco su ser. Se levantó del suelo, muerto pero no tan muerto, se desvistió y se metió a la ducha para iniciar su ritual de resurrección. Ni el chapuzón de agua fría fue suficiente para despertarlo al comienzo, unos segundos pasaron para que surgiera efecto y después de unos minutos por fin estaba vivo otra vez. -Otra noche mas…- Se arregló y se vistió como un relámpago, sabanas, camisas, pantalones, medias, reloj, almohadas volaban por la habitación hasta que todo quedo en perfecto orden. Una camisa blanca con una corbata roja, pantalón negro y zapatos era lo que tenía puesto, el cabello hacia atrás mostrando su blanca frente y el reloj en su muñeca izquierda. Estaba listo y dispuesto para pasar un rato agradable con su familia. -Me desperté a tiempo. Por la hora parece que acaba de empezar- dijo con un gran suspiro. Bajó las escaleras de un salto y cuando llego al pasillo se frenó para mirarse en el espejo para asegurarse si su presentación era la correcta, cuando esto fue comprobado se dirigió a donde la música, las conversaciones y las risas provenían. -¡Muy buenas noches a todos! Espero estén pasando una muy buena velada- anunció con una pequeña venia y una sonrisa nerviosa ya que habían mas personas de las que imaginaba y no conocía a la gran mayoría. @@Dennis Delacour @@Mia Zoeh @ @@Lisa Weasley Delacour @@Mei Black Delacour @@Wendolyn Maxwell @
  9. El bullicio de la gente, el alboroto y la actividad de la metrópoli eran nulos en este parte de la ciudad. El tiempo que se había demorado para llegar a este sector de Ottery había sido mas de lo habitual ya que se había quedado dormido en el bus, y ahora se hallaba a unos quince minutos de su destino. Las calles eran albinas por la nieve, los altos robles que la seguían de lado estaban esqueléticos y muertos, las cenizas se desmoronaban de la boca del castaño al ritmo de sus largos pasos, su cara era iluminada por la chispa que salía de ese rollito de papel. El humo del cigarrillo se mezclaba con el vapor de agua frío que salía de su boca y juntos se condensaban en el aire creando este pequeño fantasma que rodeaban su existencia gracias a la ausencia del viento. Llegó a la verja negra de la mansión Black Lestrange vistiendo un esmoquin negro de doble botonadura con solapas en pico, una camisa blanca cuyo cuello estaba desabotonado; sin corbata, y unos pantalones y zapatos del mismo color que el saco. Exhaló el ultimo respiro del papelillo que moría en sus dedos, infló sus pulmones sacando pecho y se dirigió a la puerta principal de la casona con paso firme y seguro. El paisaje de la mansión era alucinante, un óleo hecho por el mismísimo Camille Pisarro, no solo por la arquitectura del lugar sino por su esencia, era siniestra y cautivadora a la vez. El bosque que la rodeaba se notaba que estaba llena de sorpresas o de misterios. Llegó a la puerta principal junto con otros invitados los cuales estaban entrando después de anunciarse con un elfo. -¿Y qué? ¿No va a entrar con los demás?- le refunfuñó pensando que era parte del grupo que acababa de entrar. -Por supuesto- le respondió el ojos café entrando con autoridad al lugar. Su postura era perfecta, sus pasos eran suaves y lentos, sabía como comportarse en este tipo de eventos. Examinó a los otros invitados para ver si reconocía a alguien pero al poco tiempo se dio cuenta de que todos eran desconocidos y en cambio decidió examinar el lugar. Observó la delicadeza y el detalle del árbol genealógico hecho a mano, estampado en la muralla, un documento de gran valor y un grabado de orgullo familiar que mostraba el linaje y la jerarquía de esta familia. Paseó por la sala hasta llegar a la cocina en donde trabajaban los elfos los cuales preparaban insaciablemente todo para que la boda fuera perfecto. Le estaba echando un vistazo al pastel de los novios cuando uno de los elfos amenazó con sacarlo a patadas. Revisando de lado a lado se dio cuenta que los presentes estaban distraídos por el preámbulo de la ceremonia que dentro de poco comenzaría y aprovechó, sin que nadie se diese cuenta para subir las escaleras de madera que conducían a la segunda planta. Era un mago bastante curioso y al quedar fascinado con lo que había visto hasta ahora, quería descubrir y entretenerse un poco mas. Sin darse cuenta había entrado en un gran biblioteca llena de libros, pergaminos, plumas, mesas y mucho mas. Fue en este momento en el que se acordó que debía avisar de su llegada a Juv o mas bien, ahora debía buscarla, después de todo ella fue la que lo invitó. También tenía que esperar a su hermana Alessandra quién la había comentado que iba a venir un poco mas tarde que él. -¿Debería ir al jardín?- se cuestionó saliendo del cuarto. @ @
  10. Título de la canción: TQM Nombre del cantante/grupo: Little Jesus Género musical: Tu madre Dedicatoria: Para ti, a la persona que mas quiero matar! Úsame cuando tu estado de ánimo no esté muy bien Llévame por todos lados y cuando estés mejor olvídame Dile a todas tus amigas, escríbeles ja ja ja Ahora que estás muy arriba no sabes si pronto vas a a bajar Tuve un mal presentimiento ayer, las nubes bajaron a ver Como mis manos temblaron y mis piernas no pudieron correr Solo te quiero para que me digas lo que ya sé de mí Llevarte hasta la cima del Universo y dejarte ahí Sólo te quiero para que me quites el sueño Y me prestes un par de secretos hasta que dejen de ser y sean la verdad Perder el tiempo y no encontrarlo ni un momento Porque el planeta va muy lento y a veces siento que me quiero bajar Estoy tratando de ocultarlo, que no puedo controlarlo Me controla a mí y no me deja ver lo simple que puede ser Todo el tiempo estoy pensando en el peor de los casos Y a veces no me puedo contener, dime qué debo hacer Sólo te quiero para que me digas lo que ya sé de mí Estoy tratando de ocultarlo, que no puedo controlarlo Me controla a mí y no me deja ver lo simple que puede ser Todo el tiempo estoy pensando en el peor de los casos Y a veces no me puedo contener, dime qué debo hacer ¿Cuántos minutos de cada año tengo que disimularlo? Me siento en otro planeta y no sé si voy a volver https://www.youtube.com/watch?v=uqrTfgA_ATw
  11. Hola familia! Espero que todos se encuentren de maravilla, que hayan tenido un findesemana de mucho descanso, relajo y fiesta. Y que tengan una semana de muchos éxitos. Me paso porque se me había olvidado darles mi link de mi bóveda para que lo añadan en el registro. Muchas gracias Ale por acordarme, eres una hermana muy buena *le doy abrazo y bife de chorizo*. Bienvenida Zoelia a la familia! Espero te quedes por mucho tiempo y que le des mucho amor y protección a mi tía Dennis. @
  12. La rubia era un corazón salvaje cuyos movimientos eran fieras galopantes que iban y venían sobre el castaño. Ardiendo como una brasa lo asfixiaban de placer y la fricción era el combustible su gozo. La noción del tiempo estaba siendo alterada cada vez que los dos chocaban, y chocando llegaron al encontronazo final. Derrotado pero con una sonrisa de oreja a oreja, el francés presenciaba el fin de aquel acto como la introducción de algo nuevo. Contemplaba a la vampiro tumbada sobre su pecho y reflexionaba sobre la vida y sobre la muerte. Leía la poesía de sus cabellos sol deslizándose entrelazados entre sus largos dedos. Buscaba conservar su razón, filosofía o amor. Su reacción era una expresión congelada cuando en esa mirada encontró la ambición de aquellos ojos azulados. Era un magnetismo de pieles distintas como dos imanes que fueron separadas hace mucho tiempo atrás y estaban juntos otra vez. El mago se sentó de repente como recordando algo importante pero sin nada que recordar. -Ven conmigo.- Susurró el mago y de un salto se levantó de la camilla. Se colocó solo el pantalón y con el pecho pelado alargó su brazo para alcanzar la mano blanca de la Malfoy y así la ayudó a ponerse de pie. No era por ser grosero pero ignoró los deseos de la rubia. Aún así sus intenciones eran las mejores y quería aprovechar la sensación que ambos sentían, y demostrarle lo que esto significaba para él. Esperaba que compartiera su entusiasmo y lo siguiera en la aventura que quería embarcar. Ambos salieron de aquel cuarto que ahora era un sauna o un baño turco con un vapor generado por los dos. Descalzos recorrieron el hotel el cual estaba despierto como a todas horas. El mago iba al frente, era el líder de esta corta travesía hacia la que solo él sabía cual era la meta. Corrían como dos niños, libres y sin preocupaciones, sonrientes y felices. Pasaban entre la gente causando un poco de estrago, accidental e inofensivo. -Siendo tu la dueña no creo te pongan problema, ¿Cierto?- Era su excusa por haber tumbado a uno de los empleados y a la montaña de maletas que este conducía hacia una de las habitaciones. Se guiaba por los letreros y las señales del laberinto de pasillos y corredores, sin pedir ayuda volteó su cabeza hacia la vampiro y notó su mirada confundida. -Las mejores experiencias son las que no se planean. Los que surgen de la emoción del momento.- Exclamó mientras pasaban en frente de un cuarto en el cual habían dejado olvidado una botella de vino sin estrenar y dos vasos limpios sobre un carrito de Hotel. No había nada mas que explicar, cualquier duda sería disipada en unos pocos minutos. Se detuvo cuando halló la puerta de vidrio que lo separaba de su objetivo. -Las damas primero.- Con una venia le indicó la salida hacia el mundo exterior y la entrada a la playa. Preludio de una noche estrellada El cielo era ligero y vasto, su fondo enteramente negro estaba ornamentado con diminutos y distantes diamantes que alumbraban los sueños de las almas dormidas, e irradiaban la vida de aquellos que toleraban la insomnia para presenciar el espacio interminable que se abría como un espectáculo único e irrepetible; un show para los caídos, para los lunáticos, y peor aún, para los enamorados. No era una noche como las otras, ya que todas eran distintas, no era una noche de narcosis, ni de sueños perdidos, no era una noche de repetición de distancias, ni de satélites sin órbita. Era una noche sin ruidos, el silencio era adrede y cómodo, solamente interrumpido por el canto de las chicharras y el dulce vaivén de las olas. Era una noche sin engaños, de soledad compartida, de pasión correspondida. Sin escudo, y sin ropas, sin miradas disconformes, sin sonrisas fraudulentas, y sin la careta idi*** de la gente que tira y tira para atrás. -Por mas perfecta que sea esta noche, no le llega ni a los tobillos a tu belleza.- Confesó el humano de ojos tristes y de corazón solitario. Los astros alumbraban tenuemente a los dos cuerpos que caminaban sobre la arena pero en especial a la Malfoy como si la reconocieran desde lejos. Sabían lo que Allen no pero sospechaba, le susurraban y le aconsejaban que debía caer por el ángel caído que tomaba forma a su lado y al mismo tiempo lo advertían del peligro inminente y la complejidad de aquel ser extraño, diferente y único de ojos tristes y de corazón solitario. Se sentaron sobre la blanca arena y vertió el liquido rojo oscuro de la botella sobre las dos copas, pasándole una a la rubia su mirada se extravió en la distancia.-Hay una pequeña historia que conozco la cual dice que miles de años atrás, en el cielo nocturno una estrella celeste destacaba entre todas las demás. Su brillo era tal que su calor se sentía como un sol. Era intermitente, importante y palpitaba por su propia voluntad. Si quería se volvía una estrella fugaz, traspasaba la noche para hacer tu sueño realidad. Si quería se escondía detrás de otro astro o se mezclaban en una alguna constelación. Habían estrellas que la envidiaban y querían ser como ella, o planeaban en desaparecerla, trataban de engañarla o de herirla pero ella siempre estaba un paso, dos pasos adelante de todas estas. Habían otras que querían obtenerla, querían conquistarla para ser leyenda, como si se tratase de un objeto, de una joya, un país. Y aunque algunas estuvieron cerca de apresarla y someterla, ella pudo ver a través de estas descubriendo sus verdaderas intenciones y volvía a ser inalcanzable y libre. Entre todo esto, un pez nadaba en el inmenso mar todas las noches para contemplarla, para verla nada mas. No buscaba comprenderla ni le ofrecía nada en especial. Hablaban a veces por unos segundos y a veces por horas, y no se podían dejar de ver todas las noches hasta que una noche la estrella bajó para descansar con el pez en su pequeño coral, y encontró en el pez lo que ni la infinidad de estrellas, cometas, planetas, y galaxias le pudieron dar y sin poderlo explicar, atraída por una fuerza de gravedad que solo ella sintió se quedó en el mar para nunca mas al cielo regresar.- Terminó la historia y sus ojos cafés brillantes se dirigieron a la rubia. -Nunca me había gustado esta historia o mas bien no la había entendido. Siempre he sido un pesimista, viviendo por el simple hecho de vivir, soñando despierto, esperando a ser salvado de mi desinterés y pereza, sin un motivo por el que luchar mas que por mi ego y mis ganas de competir, buscando una distracción de este mundo de televisión sin color, de sus personajes de blanco y negro. Dicen que un optimista es una pesimista con experiencia y son momentos como este los que comprueban por qué y para qué existo. Son personas tecnicolor como tú y noches estrelladas como estas, vivas y de fuego, las que calientan mi cuerpo y se quedan eternas en mi memoria.- Expresando aquello que muy pocos habían escuchado le dio un sorbo a su copa y lo conservó en su boca por unos segundos hasta que le dio paso para que bajara por su garganta. Cruzó su mano por encima de su cuerpo para reposar en la mano de la Malfoy, y torciendo la parte superior de cuerpo se acercó para darle un beso pero se detuvo antes de que sus labios se juntaran con los de ella. -Se me olvidaba. Todavía no sé tu nombre y no tendrás mas de mí hasta que me lo digas.- Dijo con una sonrisa que disimulaba su expresión seria. @
  13. Sus manos ascendían, lentamente y con ternura, delineando el paisaje que se extendía al frente de sus ojos. Sus pechos eran dos lunas iluminando el camino imprescindible que sus dedos debían recorrer para alcanzarlos. Salvajes y alegres, blandían y rompían el cielo, cubrían y protegían su misterioso corazón. De boron eréctil, de delirio, para robarles un beso, para acomodarse entre ellos y morir sonriendo. Eran joyas preciosas que colgaban abajo de su delgado cuello. Al palparlos te dabas cuenta de que debías cuidarlos, nutrirlos y recordarlos porque eran ápices, nacidos de ella, que reclamaban una especial apreciación, o mejor dicho, una especial devoción. Su boca golpeaba el vértice, simétrico y perfecto, donde nacía el ángulo de sus piernas. El agua caía derramándose por la comisura de sus labios. Empapaban su rostro como el rocío de la mañana. Era una mermelada sin nombre, una combinación de aceite y de sudor, era miel, era agua con sabor a ella. Había naufragado, se encontraba solo en una isla en la mitad del océano, extenuado por aquel sol infernal, esta fruta tropical era su razón de vida, la salvación de su desolación, cada gota, cada sorbo, lo llevaban al desenfreno. Era tequila que lo emborrachaba y lo saciaba sin saciar, era una droga que lo hacía alucinar, un veneno que lo conducía hacia la locura. -No me iba a quedar con las ganas de probarte.- El mago regresó al hotel, al cuarto de masaje iluminado por luces cálidas. Sus ojos cafés divisaron a la Malfoy quien no quería hacerlo esperar. -Veo que no quieres perder el tiempo.- Regresaron al baile, al tango, después del break que se habían tomado para calmar el hambre. La lujuria y a la pasión aumentadas por el deseo de ambos. Eran almas tercas que no les bastaba con solo existir, almas libres que veían al reto de cara, almas curiosas que querían explorar lo que no estaba escrito. Una canción desesperada que pocos pueden escuchar. Seguía los movimientos notando la experiencia de la rubia. Eran calculados pero impredecibles. Lo sometían y lo arrastraban por sensaciones que no había conocido jamas. Se preguntaba si alguna vez había experimentado algo igual. Se preguntaba lo que no se tenía que preguntar. Nada importaba. Todo tenía su color, su sonrisa, sus besos, su mirada, su desnudez, su actitud. La detuvo por un momento para colocarla al lado suyo, todavía de espaldas pero sobre la camilla retomando los movimientos cerró los ojos como tratando de frenar lo que no se podía frenar. Un misil apunto de destruir el mundo. Sus músculos se tensaron, las venas de sus brazos sobresalían. La sangre le hervía tanto que el sudor se evaporaba. La temperatura de la habitación estaba siendo generada solo por él. Sus manos colgaban de la vampiro perdiendo su fuerza cada vez mas, hasta que ya no pudo mas. Un huracán de placer pasó entre sus huesos. En este instante el mundo tenía sentido, vivir tenía sentido, Dios tenía sentido. Todo pensamiento de odio, de desesperación se desvanecía como lagrimas en la lluvia. Y así, el Delacour cayó en la camilla, ebrio y extenuado, y mas que satisfecho. Una mitad de su cuerpo en la tierra, la otra mitad en el cielo, y las dos mitades juntas de cara contra el mundo. @
  14. -¡Zancadilla!- exclamó la Rambaldi y Allen sintió como un lazo juntó ambas piernas tumbando su cuerpo al suelo justo antes de poder llegar a la segunda planta. Por suerte sus manos suavizaron la caída. A pesar de que había tomado la delantera no pasó por su mente lo rápido que reaccionaría la bruja, estando siempre un paso mas adelante. Aquí se veía reflejada la inexperiencia del mago. Levantó la cabeza justo para ver como la bruja le pasaba al lado burlándose. El mago intentó remover lo que lo restringía sus tobillos pero sus manos no eran suficientes, sacó la varita de su bolsillo y la apuntó hacia estos. -Finite- deshaciendo el encantamiento. Este era el fruto de lo que había aprendido en el corto tiempo que llevaba en Londres. La magia era un tema completamente nuevo y poco a poco aprendía y crecía como mago. Se levantó sacudiendo su camisa y su pantalón. Se quedó estático al observar que Saori había desaparecido. Avanzó cauteloso con la varita en mano, no debía subestimarla. -Saori, no te tienes que esconder. Tú ganaste la carrera, ven por el premio.- En su otra mano llevaba un turrón sangranarices. No sabía de que forma se lo daría pero era lo único que había encontrado antes de que iniciará la carrera. Tratando de captar cualquier movimiento o sonido que ella emitiera, escuchó el crujido del piso de madera atrás de una de las vitrinas. -¡Reducto!- un rayo salió disparado de la varita y la vitrina explotó. Esperaba sorprenderla con la explosión. Caramelos, sombreros, libros y varitas salieron volando en varias direcciones. @
  15. Harry Potter y el Cáliz de fuego es sin duda mi película favorita. Es la película que pone a Harry como un novato a competir por el Cáliz de Fuego contra magos avanzados y mas preparados que el y lo gaaanaaa! Tiene dragones y tiene sirenas. También tiene el baile y ahora no recuerdo que mas tiene. Creo que es la película que mas me vi de Harry Potter. Después sigue el prisionero de Azkaban sin duda, para mi mas que todo porque es la que introduce los dementores . Mi libro favorito es de las Reliquias de la muerte, es un librazo.
  16. -¿El cliente número 120 que cae en tus bromas?- Exclamó sorprendido.-Ya veo, eres una experta en este tema. Así no me siento tan mal de haber.- Dijo entre risas, risas que enmascaraban las verdaderas intenciones del mago, estaba seguro de que esto no se iba a quedar así. Por lo general no le molestaba cuando le jugaban una broma, al contrario, siempre apreciaba una buena broma y no estaba molesto, era mas su instinto de competencia y el deseo de quedar a mano con la Rambaldi. -¿Un placer?- Pensó -el placer va a ser todo mío...- Los dientes sobre salían en la sonrisa falsa del mago, no podía esperar a que pagará lo que le había hecho. -¿Quieres subir al segundo piso? Sé que hay muchas bromas y caramelos para probar. ¡Ya sé! ¿Por qué no hacemos una carrera a ver quien llega primero?- Saori asintió -En sus marcas. Listos...- y arrancó enseguida sin aviso alguno. Subió rápidamente las escaleras, esperando encontrar primero alguna broma o caramelo para jugarle. @
  17. Este encuentro erótico es una danza salvaje donde los cuerpos se reconocen despertando así la sensualidad y la emoción de cada uno de ellos; como cuando dos nubes se chocan con un ímpetu desenfrenado creando una tormenta la cual desemboca en embestidas que son rayos, y en gemidos de vigor que son truenos. Es un descubrimiento de lo propio, a través de estos movimientos ambos se conectan y se comunican en un acto que va mas allá de lo verbal. Lo carnal toma el control y en un lapso de 3 o mas canciones, sus mentes se liberan y se desenchufan del mundo real. Cada problema, berrinche, arrebato, enojo, disgusto y desilusión son lanzados por la ventana hacia el olvido como un periódico de ayer, y a cambio, ambas manos logran atrapar el placer el cual es tangible y pasa por las yemas de sus dedos, por los roces de sus cuerpos, por el sabor de sus labios y por el aroma de sus seres. La consciencia de Allen va y regresa al movimiento de sus caderas, cuando regresa sus ojos detallan el atlas blanco de la ninfa desnuda, sus ojos azules no son mar ni son cielo, son fuego. Una llama que revela las intenciones que esconde, o que no esconde pero que su aspecto de angel se encarga de distraer, de despistar. -Así que así son los vampiros- pensó -Pueden ser la perdición para cualquier humano.- No era solo el hecho de ser vampiro lo que causaba este interés en el humano. Algo mas la hacía especial. -¿Compartiremos el tiempo suficiente para averiguarlo? - Reflexiona por unos breves segundos y su mente se desconecta de nuevo. Su mirada es directa y con autoridad como lo son sus movimientos, queriendo domar a la vampiro, queriendo demostrar su fuerza y su coraje. Quizás demostrando su hombría, quizás demostrando su humanidad, o quizás es un mensaje que advertía que no se iba a dejar dominar tan fácil por esos ojos zafiro y esa piel de terciopelo. Sin dudarlo, aprovechando el control que le había dado, sin pudor y con rigor, su cintura se abalanza sobre ella como un guerrero empuñando su espada y arremetiendo, y embistiendo, como las olas del mar cuando chocan contra la orilla. Y cuando sus miradas se cruzan, los labios enseguida se topan con los de ella, con un beso intenso y profundo. No la quiere dejar pensar, no la quiere dejar escrudiñar algún plan en esa cabeza de maquina, astuta y lúcida. Sus esfuerzos no son lo suficientes para someterla, ya que en un solo movimiento y sin aviso los dos vuelven a la posición inicial. Sus cabellos de oro ahora caen como una lluvia dorada sobre la cara del mago, una sonrisa traviesa sobresale. Empieza a descender por su pecho, con sigilo y picardía. Su rostro de cisne se acerca prontamente hacía el núcleo de placer de Allen: perpendicular y férreo. Sus dedos agarran los lados de la camilla como si se fuera a caer. Sus párpados se cierran y la comisura de sus labios se extienden formando una mueca; consecuencia del deleite que le produce aquel acto. Su mano como un puño deja de agarrar la camilla y se acerca hasta su boca para ser brevemente mordida. Es un momento de esos que esperas que sean eternos, un momento en el que te pueden matar sin arrepentimientos ni culpa, en el que 2 y 2 son 5 y deseas que esta noche fuese irreversible. El masaje es delicado y suave, caliente y húmedo, y a la vez es como si pequeñas punzadas eléctricas lo atravesaran cada vez que su lengua se topa con la punta de aquel monumento. Apunto de perder la razón, sus manos bajan hacia la cabeza de la Malfoy quien levanta el rostro para mirarlo. Es una imagen que quedaría grabada para siempre en su mente. Toca su rostro y lo guía suavemente para que vuelvan a estar frente a frente.- Ahora es mi turno— dice mientras la agarra de las caderas y le sube cada pierna color nieve, una en cada lado de sus mejillas. Apoyando las rodillas de la Malfoy sobre la camilla, un arco se forma en frente de su nariz la cual siente enseguida el calor e inhala el perfume natural de su cuerpo. Sin pedir permiso consume de aquel durazno, fruta prohibida del jardín de eden, la cual despierta un apetito voraz el cual solo puede ser saciado por la misma; como la cura para todos sus males, como el sueño que se hace realidad. Con sus labios recorre cada rincón de aquel monte en el cual reside la diosa Venus. Sus ojos permanecen abiertos para ver la reacción de su cara a la distancia y comprobar que esto es de su agrado, y sus manos agarran esa delicada cintura para presionar su feminidad contra su rostro, y su boca la aprieta cada vez con mas fuerza, y su labios se vuelven uno con los labios de la vampiro y siguen un ritmo que coge cada vez mas velocidad. Como el caballero que es, es su deber devolverle el favor y gran atención que le había dado. @
  18. No había vuelta atrás y había caído en las manos de aquella chica traviesa. El mago se dio cuenta de las intenciones de Saori justo cuando el dulce caía dentro de su boca. No podía creer lo ingenuo que había sido incluso cuando era obvio que estaba intentando contener su risa. Y pensar que había recibido el dulce con una sonrisa pero esta era una regla de la vida: los que aparentan ser los mas inocentes, son con los que hay tener mas cuidado. La cara del mago se puso roja y el humo salía a toda presión por sus dos orejas. Sus ojos casi se le salen de la cara y varias venas sobresalían por el lado de su cuello y arriba de su cabeza. A pesar de que no duró mucho la reacción del dulce, era una sensación que jamas había experimentado; como si su cabeza hubiese explotado. Levantó la cara hacia el techo y sus manos pasaron por su nariz y por sus orejas para comprobar que todo se encontraba en el lugar correcto. Con una mano en el pecho miró indignado a Saori quien con una sonrisa había disfrutado lo que había pasado. Sabía que esto no se iba a quedar así y juró que se vengaría de la Rambaldi. -¡Oh vaya! No me lo esparaba. Parece que caí en tu broma- dijo entre risas -Mi nombre es Allen Delacour.- respondió extendiendo su mano. -Un placer conocerte. No sé si te interesa explorar las demás plantas, sé que hay otras cosas igual de divertidas.- Propuso Allen disimulando con una sonrisa inocente sus verdaderas intenciones. -Dos pueden jugar a lo mismo.- Pensó. @
  19. Los ojos del mago se voltearon hacia arriba al no recibir ayuda por parte de la maga pero por suerte uno de los duendes que atendía el lugar se apareció de la nada y asistió al mago con su problema. Sólo un chasquido bastó para desaparecer todos los dulces de sus manos y reaparecerlos sobre el contador de la caja. La eficiencia de los elfos era algo que no se podía negar, se preguntaba cuanto tiempo pasaría para obtener su propio elfo para así facilitar las diferentes actividades rutinarias que a veces daba tanta pereza realizar. En unos pocos segundos la compra fue realizada y la bolsa con los caramelos sería guardada mientras exploraba las otras plantas del negocio. Escuchó la suave voz de la desconocida, quien no lo había ayudado, la cual le ofrecía un dulce de envoltura roja que descansaba en la palma de su mano. No lo pensó dos veces y aceptó ese gesto de amabilidad extendiendo su mano para coger el dulce. Ninguna sospecha o duda pasó por su cabeza ya que la maga se veía demasiado inocente para saber lo que se traía algo entre manos. -Muchas gracias.- dijo abriendo el caramelo y poniéndolo en su boca. @
  20. Los locales del Callejón Diagón pasaban lentamente por ambos lados. Sus cabellos castaños caían sobre sus ojos por la brisa fría que pasaba en frente de su cara. Una camisa blanca, pantalones y zapatos negros era la vestimenta del mago. Sus ojos cafés observaban las diferentes fachadas y vidrieras que estos sitios exponían en los cuales se notaba el esfuerzo y trabajo duro que sus dueños habían plasmado cada uno de ellos. Aún así su meta era el negocio: ๑Moco de Troll๑, el cual era un lugar que siempre había querido conocer, y no iba a perder la oportunidad ahora que se estaba adentrando en el mundo de la magia. Sus pasos empezaron a ser mas rápidos y siguiendo fielmente las instrucciones que le habían dado sus ojos se agrandaron cuando vio el letrero que tanto había esperado encontrar. Era mucho mas pequeño de lo que imaginaba, solo una puerta celeste y unas paredes amarillas separaban el negocio del callejón. Su mano derecha sacó un papelillo de su bolsillo el cual contenía las palabras claves para poder entrar. -¡Travesura realizada!- Exclamó esbozando una sonrisa y así la pequeña puerta celeste se abrió, de la nada una nube de burbujas le daban la bienvenida al local. El lugar era mucho mas grande de lo que imaginaba, los estantes exponían todo tipo de objetos y de cosas divertidas. El mago no dudo en moverse hacia ellos y poder así encontrar caramelos de todo tipos, desde Grageas de todos los sabores y ranas de chocolate, hasta Piruliés con sabor a sangre y tarros de cucarachas. Sin duda no se iría del lugar sin comprar unos cuentos dulces, en especial las plumas de azúcar las cuales era perfectas para comer en las clases de la academia. Empezó a coger cuanto dulce se encontraba y cuando ya sus brazos estaban repletos de ellos se dirigió a la caja registradora. Pudo notar que había otra maga de estatura baja a quien decidió pedir auxilio ya que no quería que ninguno de los dulces se cayeran. -Disculpa me podrías ayudar a poner los dulces en la caja, por favor.- Se dirigió a la castaña de rasgos asiáticos con una sonrisa. @
  21. -Efectivamente, eso es lo que mas se destaca de los vampiros.- Respondió y trago saliva al tener de nuevo esos labios color granate a unos pocos centímetros de su boca. Cada segundo que pasaba, cada mirada que se lanzaban, y cada roce de sus manos hacían que cayera aún mas en el encanto de la rubia, quien no tenía la intención de frenar e incitaba al mago a rendirse ante lo que estaba aconteciendo; como una avalancha. Sus ojos cafés eran cada vez mas negros por la dilatación de sus pupilas, la atracción se manifestaba en la biología del humano y revelaba sutilmente el trance en el que se hallaba. -Contigo será una cena de ensueño-. Sus orbes se encontraron una vez mas con los de ella, en ellos se exhibía un poco de brillo, brillo que se no se desvanecía y relucía sin temor a ser visto. -La verdadera pregunta es si tú estás lista.- Sintió como los labios de la Malfoy chocaban suavemente con su cuello. Una corriente eléctrica pasó por su cuerpo y sus ojos se voltearon hacia arriba, quedándose blancos por un segundo. Se dejó llevar de la mano por la vampiro mientras se adentraban en un lugar mucho mas privado, sabía que ella siendo la dueña del hotel se iba encargar de no ser interrumpidos. Siguió las instrucciones de la Malfoy haciendo caso omiso, y como un niño dejó que tomará el control. Seguía cada movimiento de la vampiro y volvió a admirar su cara de angel cuando estaba concentrada desabotonando su camisa. Era alguien decidida que sabía lo que quería, y no desperdiciaba tiempo para obtenerlo. Se acostó bocabajo sobre la camilla como le había indicado y en un instante la ropa restante que llevaba puesta desapareció debajo de la toalla que estaba sobre esa parte de su cuerpo. -Como por arte de magia.- Se quedó sorprendido y pensó en voltear la cabeza para comprobar si había sucedido pero decidió no hacerlo; no quería demostrar que era muy nuevo en el tema de la magia. Sus músculos se tensionaron por un momento pero al sentir sus suaves y cálidas manos en su espalda se relajó, podía intuir que el aceite tenía algún extracto de menta ya que la piel se sentía fresca a pesar del calor que el cuarto y que Allen producía. El masaje se tornó mas interesante al sentir los labios de la vampiro pasar por un linea recta sobre su espalda. No pudo evitar morderse el labio inferior tratando de contener el gozo que sentía. Ninguna palabra salía de su boca pero era evidente que disfrutaba de la atención y el buen trato que estaba recibiendo. Estuvo apunto de perder la cabeza cuando se percató de que ya no eran solo sus labios los que se hallaban sobre su espalda. Como una droga ella se había apoderado de su ser, y una sensación de placer y de delirio recorría cada poro de su piel. Solamente la imagen de los dos volando sin volar flotaba por su mente. Abrió sus ojos y dio la vuelta al escuchar la sugerencia de la Malfoy, la cual no hacía falta hacer pero finalmente comprobaban que todos sus esfuerzos efectivamente tenían la reacción deseada en el mago. La sensación de peligro y deseo se apoderaban del cuerpo del mago, una sensación de calor cubría y adormecía sus sentidos que por lo general eran muy agudos. Primero se perdió en su mirada y después cerrando los ojos y con un beso se perdió en su existencia. Fue en este momento; cuando dejaron de ser dos: sin límites, sin obstáculos, que se dio cuenta de que era hora de tomar el control. Sin dudarlo ni un segundo, tomó aquel cuerpo blanco y de un solo movimiento cambió la posición de los dos. Sobre ella podía observar desde un mejor ángulo la belleza y sublimidad que tenía enfrente, con un brazo extendido se apoyaba en la camilla mientras que su otra mano delicadamente recorría su cara de porcelana bajando por su cuello y mas abajo de este, descubriendo y palpando las colinas blancas que ahora se encontraban desprotegidas, imposibles de ignorar. Sus labios cayeron ligeramente sobre una de sus mejillas, al lado de su oído. -Solo tú puedes calmar este apetito.- Cambiando así los movimientos delicados por unos mas rápidos e intensos. La respiración y el sudor de ambos mezclándose con la esencia de menta y con el aroma de sus cuerpos. Sus labios encontraron esta vez su cuello, y delicadamente sus dientes mordieron su piel sucumbiendo ante el deseo. El anhelo de sentirla aún mas cerca hacía que no existiese el tiempo, que no existiese nada mas, sino ella: elástica y galáctica. -Te he esperado todo mi vida.- Susurró seguido de un beso, un beso de esos labios rojos sabor vino. Su mano pasó por la parte de su cuerpo superior como si estuviese tocando las teclas de un piano, y finalmente se extendió sobre la camilla para poder continuar con mas gozo el acto sublime de dos almas perdidas que finalmente se habían encontrado. @
  22. Hola muy buenas noches! Vengo a solicitar la aprobación de mi bóveda personal. -Nombre de la Bóveda: Bóveda de Allen -Link a la Bóveda Personal: Bóveda -Trámite a Realizar: La aprobación de mi bóveda. Gracias por tu atención! *Le dejo chocolates*
  23. 1.- Link al tópico de su ficha de personaje: Ficha de Allen 2.- Link de las bóvedas de negocios que posea el usuario: Negocios activos de los que no es socio Bóveda N° 80297 Negocio Wishes Banned & Strange Passions 3.- Link del tópico de registro de sus familias: Familia N° 1: Familia Delacour Familia N° 2: 4.- Link a las bóvedas de sus familias: Bóveda Familia N° 1: Bóveda Familia Delacour Bóveda Familia N° 2: Saldo en Bóveda previo a la Migración 2021: 11600 G
  24. @ Eres la mejor. Estaré pendiente para lo de bóveda y para todo lo demás que tenga que hacer. Me encanta ser tu hermano y como dije anteriormente ser parte de esta muy genial y respetada familia. Ahora mismo iré a buscar ese grupo en las tres escobas para conectarme mas con ustedes. Estoy seguro que será muy divertido conocerlos a todos y estar con ustedes. Prometo en esta semana hacer rol en la mansión de la familia. Iba a hacerlo en el finde semana pero me enfermé y he estado sin ganas de hacer absolutamente nada. Los quiero a todos! Saludos.
  25. -Al contrario, me han contado cosas maravillosas de los vampiros, y ahora que te conozco podré comprobar si todo eso es cierto.- En su cara se dibujaba una sonrisa pícara, no iba a desperdiciar la oportunidad de conocer mejor a la Malfoy, y menos ahora con la buena primera impresión que había causado en ella. Claro que ser humano tenía sus límites, pero a pesar de todo el humano es un ser que siempre busca la manera sobrepasar estos límites, y esto es algo en lo que Allen cree firmemente. Se puede decir que no consideraría el hecho convertirse en un vampiro si tuviera la oportunidad. Ya que el no tener las habilidades y las ventajas de los vampiros, el ser humano, es un mayor reto. -Hay que viajar cuando se tiene la oportunidad, pero no solo para tomarse un descanso, sino para aprender y crecer. Me encantaría escuchar en algún momento esos sitios malditos a los que nadie se atreve a ir.- Se podía ver el interés que tenía el mago al escuchar eso. Su vida hasta ahora había sido bastante aburrida y ordinaria. Hasta hace poco había descubrido que era un mago, y que había mucho mas en el mundo que la aburrida vida muggle. Siempre había sentido que no pertenecía con sus padres adoptivos, a pesar del buen trato y de la buena vida que le habían dado, sentía que había algo mas, y se emocionó al saber que su linaje era una de las familias mas importantes en el mundo de la magia. Empezó a seguir a la vampiro por el pasillo que conducía a una puerta de roble. Imaginaba que aquí era donde se encontraba el spa. Escuchaba atentamente a lo que ella le decía y reaccionó con una sonrisa a la nueva propuesta que le había presentado. -Por supuesto que te lo permito. Sería mas que un placer recibir un masaje tuyo.- Fue solo único que salió de la boca de Allen. La situación se había tornado mas favorable de lo que hubiese imaginado. Su mente no seguía a la razón; había decidido disfrutar lo que estaba pasando sin importar las consecuencias. -Lo mas seguro es que resulte con esos colmillos en mi cuello.- Pensó mientras se adentraba al spa, pero el peligro era algo que disfrutaba. -Al final las cosas pasan por una razón.- Era la excusa que daba para situaciones como estas, era obvio que podía hacer algo mas al respecto, pero ignoraba todo cuando algo tan interesante estaba al alcance de sus manos. Además, la gran impresión que la Malfoy había causado en él, y lo mucho que lo atraía lo hacían seguir sus instintos y sus deseos. También quería averiguar que clase de mundo se encontraba dentro de ella. En un abrir y cerrar de ojos, los labios de los dos se juntaron. Esto era algo que se veía venir desde el momento en que se miraron a los ojos, y quizás algo que Allen pudo que haber hecho primero, pero el hecho de que ella había tomado el primer paso le causaba mas placer. Al sentir su mano detrás de su nuca no pudo evitar colocar sus manos en la cintura de la vampiro. No podía imaginar como sería tocar y descubrir el cuerpo que se escondía entre aquellas telas. Sus ojos se había cerrado inconscientemente y sus labios habían reaccionado con un leve movimiento. Fue rápido y fugaz, tiempo suficiente para dejarlo atónito y contento, pero no satisfecho ya que inevitablemente quería mas. -Veo que no eres de las que pierden el tiempo. Tienes que saber que un beso a veces suele ser el climax de una noche inolvidable, así que ahora las expectativas son mayores.- Dijo mientras que sus manos que todavía se encontraban en su cintura jalaban el cuerpo de la Malfoy hacia él. Acerco su boca hacia un lado del cuello blanco de la vampiro y pasó su lengua suavemente. Su nariz inhaló el aroma que provenía de ella, separó su mano derecha de su cuerpo para que sus dedos escondieran el cabello dorado de la vampiro atrás de su oreja, y con sus labios acercándose a su oído susurró -Espero tú estés lista para una noche inolvidable.- @

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