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^Animaga Black^

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Mensajes publicados por ^Animaga Black^

  1. - Liberacorpus- Gritó la Black cuando logró llegar a la celda en donde se encontraba Blackimse. Había pasado la punta de su varita por entre los barrotes para no perder ni un segundo de tiempo.

     

    El cuerpo de su compañera cayó al suelo, pero los rápidos de sus piernas les hicieron saber que no se habían dañado de gravedad. Ahora sí movió unos treinta grados la vara para indicarle que la cerradura era el próximo objetivo.

     

    - Alohomora

     

    Un chispazo salió de la hendija donde se coloca la llave y la puerta se abrió de par en par. Amber, dando dos zancadas, llegó hasta la mortífaga un con un movimiento rápido de manos logró desatarla. Pero la tomó por los hombros con fuerza para sacarla del lugar. Parecía que se trataba de un rehén y no una aliada.

     

    - Toma, esta es para ti – le dijo es voz muy baja entregándole la varita que llevaba de repuesto. Necesitaba moverse con cautela ya que Blackimse no llevaba máscara encima.

     

    Ambas salieron de la celda, con su propia varita en alto lista para atacar.

  2. Era la segunda vez en la misma semana que convocaban a la Black para tareas de rescate, se sentía importante. Aún contenía un frasco con poción multijugos del cabello del posadero en Oklahoma. Como al parecer sería un mes álgido había decidido extender el alquiles allí.

     

    Tendré que lavar estos pantalones luego – murmuró la pelirroja terminando de subirse el cierre.

     

    Llevaba unos shorts cortos de jean que le marcaban bastante las atribuciones del hombre. Encima estaba con el torso desnudo, aunque bastante poblado de vello. Rezaba para que el efecto de la poción durase lo suficiente pues no le gustaría quedar en pechos a delante de la comunidad de Ottery. En los pies tampoco llevaba nada. Ya había conocido el suelo de Abaddon, así que no necesitaba cubrirlos.

     

    Salió del lugar transformada en Robert. Lleva una varita de repuesto y tres pociones de resurrección en forma de cápsula. Tardó sólo dos minutos en llegar al punto de encuentro y, más allá de los rostros ocultos tras máscaras, supo que los que se encontraban junto a la espada traslador eran Radamantys y Mia.

     

    Creo que no llegué tarde – dijo con vos gruesa tocando el filo.

     

    Su cuerpo se teletransportó hasta la Isla de Tulum. Allí de nuevo se encontraba frente a la prisión fenixiana.

  3. Robert Strimberg

     

    La primera etapa estaba cumplida, y el vitoreo de sus compañeros le hizo saber a la Black que era momento de pasar al siguiente paso. Así que se escabulló con la varita en alto para repeler algún hechizo si los fenixianos pretendía atacarla. Dobló en un recodo y la voz inconfundible de Radamantys la guió hasta su celda.

     

    - Hemos llegado – le dijo - ¡Alohomora!

     

    La cerradura de la celda crujió dejando en libertad al mortífago. Le parecía gracioso que no utilizaran otra protección para con los barrotes, pues hasta un niño podría liberar al más temible de los seres del mal.

     

    - Toma, de seguro la necesitarás – Murmuró la Black sacando una varita de repuesto y dándosela a Radamantys.

     

    Ahora sólo esperaba que aquella aventura terminara bien. Tanteó con la mano izquierda el interior de su túnica para asegurarse que las pociones y las varitas restantes estaban en su lugar. Luego se colocó detrás del mortífago para seguirlo tras sus pasos y atacar a cual persona se le acercara.

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  4. Robert Strimberg

     

    El último trago de la poción multijugos llegaba al estómago de la Black. Muy pocas veces en su vida había experimentado aquella transformación por ello estaba emocionada. Esa mañana había conseguido arrebatarle un pelo al posadero que le alquilaba la habitación en Oklahoma, de nombre Robert. Así que en cuanto la poción comenzó su efecto, primero, el rostro de Amber se ensanchó, luego le crecieron bigotes y barba. Las orejas se le redondearon bastante a comparación con las de ella y los ojos tornaron el color negro a un celeste.

     

    - Qué apuesto soy… - dijo mirándose al espejo e impostando una voz masculina.

     

    Se encontraría con sus compañeros mortífagos, aunque ella aún no lo era, para ayudarlos a rescatar a otra parva de seguidores de Voldemort. Se aseguró de llevar consigo tres varitas de repuesto y tres pociones para resucitar. En el último viaje que realizó a Oriente había adquirido unos cuantos brebajes cuyo efectos eran más poderosos que el propio Herbovitalizante.

     

    Desapareció de su habitación para llegar hasta el lugar de encuentro. Allí la esperaba una cantidad considerable de mortífagos que se reunían alrededor de una espada. Era el traslador.

     

    - ¿A que no adivinan quién soy? – bromeó mirando a Gazel y atusándose la barba.

     

    Sin esperar más tocó la espada y, como si la acabasen de meter en una licuadora, apareció en Tulum. Miró a sus alrededores para asegurarse que todos sus compañeros estaba allí y luego depositó sus orbes en la inconfundible estructura de Abaddon.

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  5. QUINTA PLANTA CON ALEERA - SALIDA

     

    - Gracias - fue lo único que pudo decir la Black mientras sostenía un vaso de líquidos poco tentadores.

     

    Pestaneó varias veces para procurar que las imágenes que la rodeaban, hasta ese momentos dobles, volviesen a la normalidad. Esa sala ya la cara de la sacerdotiza le parecían muy familiares, habría jurado que en el último tiempo ya había estado allí.

     

    Aguardó unos minutos antes de levantarse de la camilla. Volvió a agradecerle y se fue del lugar. Ya estaba con vida.

  6. QUINTA PLANTA - CON ALEERA

     

    El especto de la Black permanecía flotando a lado de Aleera, invisible para los ojos de la mortífaga. Aquella alma que imploraba por reencontrarse con el cuerpo de la pelirroja no dejaba de mirar con detenimiento cada uno de los movimientos de varita que discurrían del puño de Aleera.

     

    - Sólo un poco más...

  7. Quinta planta - Resurrecciones neutrales - Entrada

     

     

    El cuerpo sin vida de la Black esperaba la atención de la sanadora, inmóvil en una camilla. La palidez en el rostro y los labios morados generaban en ella una expresión muy triste. En los últimos meses era la segunda vez que terminaba allí, aunque esta vez herida por las manos del “bien”.

     

    - Este día Aleera tendrá mucho trabajo…- susurró un enfermera al pasar al lado de Amber.

     

    - No la he visto hace unos cuantos días...- le contestó otra mujer. - Tal vez la atienda otra persona.

  8. Hola a todos y todas, vengo a reclamar mi puesto de tricampeona (?)

     

    (En realidad venía a aclarar, también, que el tercer puesto no es el tricampeón... Tricampeón es el que sale campeón tres veces)

     

    Dicho esto, paso a dejarles el link a mi topic del tablero. Si está mal o algo, avísenme cuanto antes porque no sé cuánto tiempo tenga.

     

  9. La bruja llegó y se encontró con una hermosa colina de hierba. La vista era espectacular y, sin dudarlo, la posibilidad era inmejorable. Observó la meta y bajó a una velocidad de miedo. Cruzó el verde camino disfrutando de la inminente gloria y llegó a la meta, feliz, porque al fin podría volver a casa con su familia.

     

    - Esto es emocionante - dijo para sus adentros, con una lágrima cayendo por su rostro. Anhelaba abrazar a su mentor, agradecerle por mantenerla a salvo todo ese tiempo. La travesía había terminado y ella, ella se había salvado de la muerte por última vez.

  10. Al parecer, la ración que había usado para el almuerzo no tenía suficientes calorías, su valor nutritivo no era el más alto, sin duda, pero no esperaba volver a sentir hambre y sed a tan poco rato de haber disfrutado de su almuerzo.

     

    Sacó, descuidada, un poco más de comida y bebida. La refrescante agua le devolvía parte de su energía, y el trozo de carne la fortalecía enormemente. Esperaba poder mantenerse así largo rato...

  11. Su agotamiento mental le imploraba un segundo de paciencia, un segundo más que, en vista de la salida tardía, podría costarle la vida. Sin embargo, debía centrarse principalmente en mantenerse lo suficientemente firme para no caer bajo las propias necesidades de la naturaleza. Hurgó entre los bolsillos de la mochila recién adquirida y tomó un trozo de comida y destapó una botellita de cristal llena de agua.

     

    Comió y bebió como si fuese la última vez. Pensándolo bien, quizás lo sería...

  12. La pelirroja comenzó un viaje a nado, atravesando las aguas turbulentas hasta llegar a la otra orilla. En la misma pudo hacerse de una pequeña mochila que probablemente contendría provisiones para lograr pasar esa fase con tranquilidad. Aguardó con calma y se les adelantó a todos antes de pensar un segundo qué hacer con aquello.

     

    Sacó los menesteres y comenzó a clasificarlos, identificando a cada uno para lograr comprender su futura misión. Tomó con calma la situación hasta que se encontró un pequeño cubo de madera, lo único que la aguardaba en el fondo.

     

    - ¿Un dado? - Murmuró más para sí misma que para alguien más... Este momento se volvía sumamente raro.

     

    Sus pasos la llevaron por un sendero desconocido y su travesía parecía a punto de terminar. Pero nunca las cosas terminan sin pasar antes por un clímax de adrenalina. Estaba preparada para un remolino de emociones que la llevarían al más allá. Confiada en sí misma, la Black inició su carrera hacia la meta de aquella extraña carrera.

     

    - Espero que Angus no me mate, pero al parecer algunos ya iniciaron demasiado rápido su trabajo. - Unos tributos ya le llevaban muchísima ventaja cuando decidió ponerse en marcha. - Siempre con estos ataques, por favor.

  13. El círculo se mantenía expectante ante la tranquilidad, mantenida desde hacía días. Amber no dudaba de su capacidad para hacerse con el triunfo, pero una voz interior le aseguraba que, dentro de poco, nada podría seguir como se mantenía hasta el momento, tan relajado y con tantos tributos unidos.

     

    Sus pies repiqueteaban en la tierra, con impaciencia, como esperando algo que no parecía querer llegar. Todo estaba tan sereno, tan pacífico, que cuando la voz llegó desde los recodos más profundos del bosque, se le erizaron los pelos de la nuca, y dio un salto que no pudo contener.

     

    - … ¿qué pasará ahora? – Cerró la voz que, al parecer, anunciaba el inicio de un nuevo tramo de duras pruebas, lo que significaba el regreso de las muertes y el sufrimiento. El dolor y la agonía no se hacían esperar.

     

    Un cuervo revoloteó unos segundos por sobre su cabeza y se posó unos pocos segundos antes de reanudar el vuelo hacia el cielo, en el que reinaba un sol encandilador. La carta que tenía en su regazo, al parecer estaba traducida para que sólo los más hábiles lograran superarla. No cualquiera podría terminar con aquel trabajo, por lo que relajó su mente y focalizó su concentración en resolver aquel inesperado reto: el enigma que la ayudaría a avanzar… o eso creía.

     

    Sus pulsos se aceleraban a medida que descubría lo que relataba el mensaje encriptado, por lo que, cuando terminó, cerró los ojos unos segundos y tomó suficiente fuerza para volver a abrirlos y aceptar la realidad.

  14. Vio partir a la profesora, quedándose con una mano a mitad de recorrido que pretendía despedirla. Pensó que seguramente Sagitas estaría atareada y eso adelantó su pronta partida.

     

    Un trueno le anunció que ese día no sería el indicado para volverse volando así que caminó por el pasillo para llegar a su despacho y así, recurrir a la ancestral red flu que conectaba su hogar con el lugar de trabajo.

     

     

    ****

     

     

    La noche la pasó bien rápida y al día siguiente se levantó a las 7am para comenzar con la tarea que le había encomendado Sagitas. Sólo quedaban algunas nubes grises que indicaban la lluvia torrencial que había azotado Ottery los días anteriores

    Se colocó de nuevo el equipo Quidditchero para volar. Para su suerte, el día anterior, en menos de dos horas había conseguido los dos sobres y una torta de manzana.

     

    - Ahora a la Academia...- murmuró torciendo el cuerpo para cambiar la dirección de la escoba.

     

    Estaba feliz porque obtendría ya la licencia de maestría en escobas, y si en alguna oportunidad la materia quedaba vacante, con gusto ella se postularía para darla. Así que, demostrando, la alegría que le invadía el cuerpo, su vuelo se llenó de giros, fintas, zigzagues, entre otras maniobras.

     

    Bajó de su escoba en el centro del estadio, y notó que la mujer de cabellos violetas la estaba esperando en una de las tribunas.

     

    - Buenos días – gritó Amber dando grandes zancadas pisando el césped – Aquí tengo los sobres… Se me ha hecho difícil encontrar el de la gárgola.- lanzó una carcajada algo nerviosa.

     

    Extrajo del bolsillo de su túnica los pergaminos y se los dio a Sagitas.

     

     

     

     

     

     

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    Off rol:

    Aquí dejo los links. Perdón por el rol corto, pero estoy en medio de un viaje de estudio y no tengo nada de tiempo. Gracias por haberme dado la clase, me divertí muchísimo roleando con vos. Besos!

     

    SOBRE 1:

    http://www.harrylatino.org/index.php?showtopic=98561&view=findpost&p=4351113

    http://www.harrylatino.org/index.php?showtopic=98561&view=findpost&p=4351481

     

    SOBRE 2:

    http://www.harrylatino.org/index.php?showtopic=97696&view=findpost&p=4351475

    http://www.harrylatino.org/index.php?showtopic=97696&view=findpost&p=4352231

  15. La idea de ir hasta el árbol del ahorcado se intensificaba con cada día que pasaba. Creyó que hasta prefería estar herida y así tener que ocuparse de algo. Al fin y al cabo , en la estadía dentro de la Arena, fueron más los días que estuvo pasiva que luchando contra sus compañeros para ganar las pruebas.

     

    - Sólo un poco más… un poco más…

     

    Cada tanto hablaba en voz alta para no sentirse tan sola. Y una vez más sacó de su mochila una ración de COMIDA, que engulló sin pensarlo. Luego, para no perder la rutina bebió un poco de AGUA.

  16. Escuchó con detenimiento las palabras de su sobrino. Sabía que él se encontraba en lo cierto y sólo esperaba que la resolución final de este eterno juego se terminara cuanto antes.

     

    Volvió a darle un bocado a su COMIDA, era el último tramo de aquel emparedado que le quedaba y lo mismo con la botella de AGUA que terminó en un solo sorbo.

     

    - Ya quiero que este acabe… es la muerte más agónica que he vivido…- sus palabras destilaban ironía.

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