Evarela Black Haughton

No sabía (o bueno xD no recordaba) que había que venir aquí para que aceptaran las bóvedas de los negocios xDDD así que, aquí estoy (?

Nombre del Negocio: Librería Mágica Sage ~

Link a la Bóveda del Negocio: http://www.harrylatino.org/topic/107992-boveda-negocio-libreria-magica-sage/

Trámite a Realizar: Aprobación de la bóveda

Nombre del Negocio: Terrortours

Link a la Bóveda del Negocio: http://www.harrylatino.org/topic/108113-boveda-negocio-terrortours/

Trámite a Realizar: Aprobación de la bóveda

Gracias Mía

De repente una voz susurrante la sobresaltó. Evarela miró en dirreción al recién llegado, al que ni si quiera había oído llegar. Claro que, al tratarse de un vampiro, era normal que fuese totalmente sigiloso. La piel de aquel ser era la más blanca que la banshee había visto jamás. Todo aquel vampiro resultaba bastante escalofriante, aunque la bruja estaba más que acostumbrada a tratar con ese tipo de seres a diario. Lo que más le sorprendió de todo aquello fue que Edmund llamara por su nombre al mayordomo.

- Gracias - dijo también la castaña.

Asintió, un tanto confundida, cuando escuchó que debían seguir al vampiro. Al parecer, su socio había preparado todo aquello con atenlación. Mientras caminaban por un largo pasillo, donde había numerosas pinturas de lo que parecían ser más vampiros, el mago le indicó que antes de ofrecer cualquier servicio debían comprobar que estos eran lo suficientemente buenos para los clientes. La Black asintió, estaba totalmente de acuerdo en aquel punto, pero todavía le sorprendía la rapidez con la que el Browsler había reaccionado.

No pudo evitar sonreír al escuchar que sólo pasarían allí la noche. Estuvo a punto de decir algo más, pero prefirió dejarlo para cuando estuvieran a solas. No tardaron en llegar a un enorme salón, decorado a corde con la época a la que pertenecía aquel edificio. Lo que más llamó su atención fue la enorme mesa ubicada en el centro de la estancia, preparada para una cena íntima para dos. Evarela tomó asiento cuando su acompañante retiró la silla para que lo hiciera.

- ¿Ah sí? - inquirió observando el vino antes de darle un sorbo - Pues he de decir que está exquisito - dejó la copa sobre la mesa y miró a Edmund a los ojos - Has conseguido sorprenderme con este viaje.

En el centro de la mesa había un plato con canapés variados y otro con una ensalada de los más bariada. Evarela tomó uno de los canapés y le dio un mordisco. Lo dejó sobre su plato y volivó a centrarse en el mago. Aquella era una oportunidad que se presentaba muy pocas veces y no pensaba dejarla escapar.

- Y dime ¿piensas dejarme dormir sola en un castillo lleno de vampiros?

Después de comprar en la planta de pociones, la pequeña elfina apareció en la primera planta. Había decidido que era mejor dejar las pociones en el castillo Black antes de seguir con las compras. Caminó sin hacer ruido alguno y se dirigió hacia el mostrador. Llevaba dos pergaminos que su ama le había dado para que realizar la compra de objetos. La idea era llevarse unos cuantos pero la elfina no sabía si quedarían algunos de aquellos productos. Claro que, ahora que su ama trabajaba allí, estaría más al tanto del stock de los productos.

Dejó el pergamino sobre el mostrador y esperó a que algún empleado se diera cuenta y la atendieran. Quizá tuviese que carraspear o algo parecido, pues dudaba que sus orejas llegasen a verse por encima del mostrador. A veces ser bajita no era ninguna ventaja.

ID: 35247

Nick: Evarela Black Haughton

Nivel Mágico: XXI

Link a la Bóveda Trastero: Bóveda nº107601

Link a la Bóveda de la cual se hará el descuento: Bóveda nº84076

Fecha: 2016-03-25

Nombre del producto: Gema de la Desaparición

Objeto, Criatura, Poción, Consumible o Libro de Hechizo: Objeto

Catalogación: AAAA

Puntos por unidad: 80

Precio: 4000G

Nombre del producto: Moto voladora

Objeto, Criatura, Poción, Consumible o Libro de Hechizo: Objeto

Catalogación: AAAA

Puntos por unidad: 80

Precio: 4000G

Precio total: 8000G

Total de Puntos: 160

La pequeña elfina parpadeó un tanto sorprendida. ¿Su ama había hablado de destripar a Yiyi? No, su ama no podía hacerle eso cuando siempre le había servido bien. Evarela no había dudado en abrir en canal a One, uno de los elfos de la familia Haughton, pero él se lo había buscado. Ninguna criatura de su raza debía hablar de malas formas a los magos o brujas. se atrevió a levantar la vista cuando escuchó que el mago se había ido. Agarró el paquete y dejó sobre la mesa otro pergamino.

Su ama le había encargado la compra de varias pociones y no podía volver si no tenía todo el pedido. Si su ama descubría que le había faltado alguna poción, si que sería capaz de matarla con un gran cuchillo que solía guardar cerca de su almohada. Sujeto con fuerza las pociones recién adquiridas y esperó a ser atendida de nuevo.

ID: 35247

Nick: Evarela Black Haughton

Nivel Mágico: XXI

Link a la Bóveda Trastero: Bóveda nº107601

Link a la Bóveda de la cual se hará el descuento: Bóveda nº84076

Fecha: 2016-03-25

Nombre del producto: Poción Agudizadora de Ingenio

Objeto, Criatura, Poción, Consumible o Libro de Hechizo: Poción

Catalogación: AAA

Puntos por unidad: 40

Precio: 2000G

Nombre del producto: Amortentia

Objeto, Criatura, Poción, Consumible o Libro de Hechizo: Poción

Catalogación: AAAAA

Puntos por unidad: 160

Precio: 8550G

Precio total: 10550G

Total de Puntos: 200

Edmund se negó a que Evarela pagara las tasas ministeriales de su propia bóveda mientras colocaba una de sus manos en la cintura de la mujer. Ésta lo miró y sonrió, pero no se movió, esperando a que el mago hiciera algo más. La otra mano hizo lo mismo que la primera mientras seguía hablando. A penas un paso los separaba y la banshee tuvo que hacer un gran esfuerzo por no besarlo. Durante unos segundos los grandes ojos verdes de la bruja se posaron en los labios del mago pero la pregunta hizo que llevara la vista hacia sus profundos ojos azules.

- La verdad es que no, tendría que mirar un par de libros.

Entonces la escena cambió. De repente, un frío invernal recorrió su cuerpo, haciéndola tiritar. Acababan de aparecerse en una colina bastante inclinada. La Black miró a su alrededor, algo atónita ante lo que acababa de hacer su nuevo socio. Era de noche y a penas podía ver dos pasos más allá. Miró el rostro de Edmund, o al menos lo intentó, pero éste se limitó a agarrarla de la mano para guilarla sobre aquel suelo empedrado. Hacía un frío de mil demonios pero prefirió no decir nada, se limitó a abrazarse así misma mientras seguía caminando al lado del mago. En cuanto soltó su mano Edmundo rodeó su cuello con un brazo.

- ¿A dónde? - inquirió de forma automática.

Entonces vislumbró un imponente castillo en medio de un frondoso bosque. Conocía aquel lugar, pues hacía años se había celebrado allí una gran fiesta de mortífagos pero aquel hecho no podía decirlo en voz alta. Aceleró el paso, todavía con el cuerpo del hombre pegado al suyo, hasta que por fin llegaron a la puerta del gran edificio. Con una floritura de la varita, que segundos antes había aparecido en su diestra, abrió la puerta y se adentró en el vestíbulo. El cambio de temperatura era más que notable.

- ¿Para qué me has traído aquí? No soy la más indicada para hacer de guía turística en este castillo.

Nick: Evarela Black Haughton

ID: 35247

Conocimiento: Defensa Contra las Artes Oscuras

Nivel de Magia: XXI

Link a la Bóveda: http://www.harrylatino.org/topic/84076-boveda-de-evarela-black-haughton/

Link a la Ficha: http://www.harrylatino.org/topic/81831-ficha-de-evarela-black/

Evarela miró algo sorprendida al profesor cuando les indicó que se tomaran de las manos. Debía ser una broma. Pero no lo era, pues tanto el mago como la bruja no tardaron en agarrar las manos de la Black, que todavía no había movido ni un ápice, creyendo que en cualquier momento Lestat iba a empezar a reirse de ellas para decir que todo era una broma. Pero estaba claro que todo aquello iba muy en serio, cuando una corriente azul comenzó a envolverlas. Reprimió el impulso de agarra su varita cuando el mago les indicó que no se soltaran por nada del mundo.

- ¿Pero qué demonios está pasando? - inquirió la castaña levantando el tono de voz.

Aquel torbellino de luz azul los engulló en un abrir y cerrar de ojos. Giraban sin parar y debido a ese movimiento insperado Sagitas le clavó las uñas a Evarela, que le respondió con una mirada de pocos amigos, a pesar de no encontrarse en muy buenas condiciones. Con tanto giro su estómago comenzaba a revolverse. Si todo seguía así, terminaría por hacer algo que no agradaría a sus acompañantes. Cerró los ojos durante unos segundos, tratando de tomar el control sobre su cuerpo.

El comentario de la Potter Blue la hizo reír a la vez que abría los ojos. Pero las palabras de Lestat tornaron su gesto serio. ¿Estaban viajando por el tiempo o algo similar? Lo cierto era que no le imporaría visitar ciertas épocas pero no era algo que entrase en sus planes más cercanos. Además, si todo aquello era verdad - algo que tenía toda la pinta de serlo - podría ser que jamás pudieran volver. Optó por hacer caso al Rambaldi en todo lo que decía.

- ¿Entonces nos podemos soltar ya?

Sagitas se adelantó y agarró la primera runa. La banshee se acercó a la que parecía una P con punta y la agarró, sin alejarse demasiado del mago. Quería pensar que si de verdad llegaba a meter la pata Lestat podría ayudarla. Después de todo, él era el experto. Acto seguido agarró otra que era como un triángulo tumbado y abierto por la base y finalmente una F, similar a la de Sagitas pero arrugada. Miró a su compañera y después al profesor.

- ¿Tenemos que leerlas para salir de aquí? Creo que no saldremos nunca de esta cosa - miró las runas que había cogido - ¿Una ayudita? - inquirió mirando a Lestat con cara de niña buena.

Hace demasiado tiempo que no actualizo mi ficha xD ya va siendo hora... aunque de momento solo puse el formato nuevo y arreglé todo para que no se vean unas cosas más grandes que otras e.e

Dejé todo conforme está ahora xD que conste (? en fin, gracias a quien actualice *-*

http://i264.photobucket.com/albums/ii192/xtraordinarygirl-/Club/eva.png

Entonces otra persona más llegó a la trastienda. Evarela miró durante unos segundos a su hijo, quizá él quisiera ocuparse del siguiente cliente, pero Emmet había desaparecido. Quizá era su hora del descanso o simplemente se había ido a la parte de dentro, a la que solo podían acceder los empleados. La banshee se encogió de hombros y esperó a que el recién llegado caminara hasta ella. No pudo evitar reír al reconocer a Liam.

- Puede ser - respondió agarrando el pergamino que había dejado sobre la mesa - Pero como es trabajo de los elfos no me preocupa demasiado.

Lo cierto era que aquel mago le parecía un poco bipolar. Tan pronto era arisco y se alejaba, como daba conversación como si la conociese desde hacía mucho. Dejó aquellos pensamientos a un lado y se centró en la compra. Sabía que su compañero no cometería ningún error pero aun así tuvo que mirarla.

- Todo correcto Liam - comentó archivando el pergamino - ¿Te lo llevas ahora o lo enviamos?

Off

Compra de Liam aprobada.

- De nada - respondió la banshee con amabilidad.

Mientras archivaba la compra Ishaya se dedicó a mirar la lista de las criaturas que quedaban. Después de aquello rellenó otra hoja de compra y se la dio a la bruja. Evarela la miró y asintió al ver la criatura que había adquirido. La mortífaga comprobó que todavían le quedaban runespoors, a pesar de que el mago ya lo había hecho. Asintió y miró a Ishaya. Aquel mago acabaría con los pocos animales que les quedaban.

- Todo está en orden - asintió de nuevo - Si prefieres te lo podemos enviar... pero con la caja en la que irá es suficiente. Claro que, es mejor tratarla con delicadeza, nada de golpes.

Off

Compra aprobada Ishaya xD

- Es la idea - respondió Evarela refiriéndose a la cita. Cuando sus mirada se encontraron sintió que una extraña sensación en el estómago.

Todavía no sabía muy bien por dónde le saldría el mago, el compartamiento del último encuentro la había descolocado un poco. Primero la besaba y después actuaba como si fuese cualquier otra persona, por eso actuaba con precuación. Su gesto cambió, la sonrisa de sus labios se esfumó y su ceño se frunció. El comentario a cerca de lo bien que trataba a los clientes la pilló totalmente por sorpresa. Sabía que no decía aquello a la ligera y tenía una idea aproxima de a qué cliente se refería en concreto. Se encogió de hombros y volvió a sonreír.

- Intento que los clientes se sientan a gusto, para que regresen... - respondió con el mismo tono de sorna que el Browsle había empleado.

Caminó hasta colocarse al lado de Edmund. Estaba tan cerca que podía percibir su aroma y tuvo que hacer un gran esfuerzo por mantener la atención en lo que decía sobre el negocio. Clavó su verde mirada en la carpeta que su socio había dejado sobre la mesa. No tardó en sevir otra copa y la Black bebió de la suya tras brindar. Miró al mago y dejó el vaso sobre la mesa.

- Puedo ocuparme de los trámites, pero deberíamos esperar a tener ingresos suficientes en la bóveda. Claro que también puedo pagarlo de la mía - hizo una breve pausa - Y sí, deberíamos ofertar más destinos, cuanto más variedad, más clientes. ¿Se te ocurre algún sitio más? Claro que, deberíamos visitar los nuevos destinos, para comprobar que todo sería tal y como queremos.

- Necesito muchas cosas pero por hoy sólo me llevaré estas dos - comentó sonriendo.

Desde su regreso había adquirido casi todas las criaturas de tres x que tenían en el Concilio. Ahora que trabajaba allí, tenía menos tiempo para gastar galeones. Asintió cuando su hijo le dijo que estaba todo en orden. Y no era para menos, si se equivoca rellenando sus propios formularios podría hacerlo también cuando revisase lo de los clientes. Entonces un mago llegó hasta el mostrador cuando la bruja se disponía a irse.

- Buenos días - dijo mirando a Ishaya. Tomó su formulario y lo revisó - Todo en orden Ishaya. Tienes suerte, te llevas uno de los últimos fénixs.

Off

Compra aprobada Ishaya

- ¿Llego muy tarde? - inquirió cuando alcanzó al grupo.

Se encontraban en medio de la nada, en un círculo de piedra, con el sol en el punto más alto, haciendo que hiciera más calor del que debería. Los ojos esmeraldas de la banshee observaron las caras de los presentes. Estaban Elvis y Agatha, los encargados de dirigirlos por aquella travesía extraña en la que se suponía que iban a adquirir nuevos poderes y conocimientos. Miró durante unos segundos a su sobrina, dedicándole una breve sonrisa mientras ella les daba la bienvenida.

Acto seguido vinieron el resto de presentaciones. Estaban Mía y Cissy, viejas conocidas y compañeras de bando. También estaba Goderic, su compañero en el Concilio. A penas había tratado a aquel mago pero tampoco quería hacerlo. Después se presentó una bruja llamada Emily, a la que la banshee ni si quiera conocía. La siguiente bruja también era mortífaga, o al menos eso creía Evarela, pues tampoco la conocía demasiado. Elvis fue el siguiente en hablar, a cerca de las posibles dudas que los alumnos pudieran tener.

Evarela había usado aquellos hechizos, anillos y amuletos con aterioridad, la vez anterior que había intentado adquirir aquel maldito libro. Había optado por llevar cada uno de esos objetos, sabía de buena mano que los necesitaría. Entonces algo ocurrió, algo que Elvis había hecho. Unas cuantas criaturas comenzaron a salir de una de las puertas. El Gryffindor los invitó a que intentaran encerrarlos de nuevo. Evarela lo miró y acto seguido puso los ojos en blanco. Al menos no eran basiliscos.

La Black se centró en el anillo de amistad con las bestias mientras clavaba su verde mirada en un duendecillos de cornualles. Entonces comenzó a percibir lo asustado y enfadado que estaba. Evarela lo invitó a que volviera a la puerta y, con solo pensarlo, el animal volvió por donde había venido. La bruja probó de nuevo con otro duendecillo y obtuvo el mismo resultado. Desvió la atención hacia el resto de sus compañeros y se percató de que estaban teniendo bastante éxito. Y, de repente, un extraño olor llegó hasta su sentido.

Buscó el origen de aquel olor y lo vio justo cuando Goderic se hacía así mismo un aguamenti. Frunció el ceño. ¿Qué demonios había pasado? ¿A caso uno de los animales lo había atacado? Al parecer, el animal que había arremetido contra el mago se disponía a hacerlo de nuevo. Evarela observó la escena divertida, olvidando por unos segundos todos los animales que todavía estaban libes. Pero no ocurrió nada más, Emily no tardó en interceder.

- Oh, qué pena - murmuró la mortífaga.

Entonces llegó su parte favorita: el Salvaguarda Mágica. Evarela había aprendido aquel hechizo a base de golpes. Aferró con fuerza su varita, que sujetaba en la mano derecha, dispuesta a desaparecer en cualquier momento. Elvis les encomendó que terminaran de meter a los animales tras aquella puerta y lo siguieran. La Black suspiró. Aquella idea no le gustaba demasiado. Agitó la varita a la vez que pensaba <em class='bbc'Salvaguarda Mágica/em>. De repente su cuerpo dejó de pesar, volviéndose totalmente incorpórea. Flotó hasta la puerta por la que había desaparecido Elvis y la atravesó con facilidad.

Cuando llegó al otro lado el hechizo cesó. Miró a su alrededor y observó un arco de piedra al fondo de la estancia. Solo esperaba que no hubiese ninguna sorpresa desagradable más allá.

La pequeña elfina de grandes ojos azules apareció directamente en la segunda planta. En más de una ocasión habia acompañado a su ama a aquella tienda para comprar numerosas pociones. A Evarela le encantaban las pociones y, desde que había vuelto, se había aficionado a comprarlas en grandes cantidades. En aquella ocasión y debido al poco tiempo libre que tenía la bruja, había optado por mandar a su sirviente a que realizara un par de compras. Por suerte para los elfos, los hechizos anti aparición que impedíaa los magos y brujas aparecer en numerosos sitios no afectaba a esas criaturas.

En cuanto sus pies tocaron el suelo, comenzó a caminar. Se dirigió directamente hacia el mostrador, con la vista fija en el suelo. Sabía que no debía mirar a los ojos los magos y brujas, ella estaba por debajo de los seres humanos y así se comportaba. Entre sus huesudos dedos mentenía un par de pergaminos algo arrugados pero totalmente legibles. Cuando llegó al mostrador, depositó el papel delante del empleado más cercano y esperó la aprobación.

ID: 35247

Nick: Evarela Black Haughton

Nivel Mágico: XXI

Link a la Bóveda Trastero: Bóveda nº107601

Link a la Bóveda de la cual se hará el descuento: Bóveda nº84076

Fecha: 2016-03-18

Nombre del producto: Fluido Explosivo

Objeto, Criatura, Poción, Consumible o Libro de Hechizo: Poción

Catalogación: AAAA

Puntos por unidad: 80

Precio: 4000G

Nombre del producto: Amortentia

Objeto, Criatura, Poción, Consumible o Libro de Hechizo: Poción

Catalogación: AAAAA

Puntos por unidad: 160

Precio: 8550G

Precio total: 12550G

Total de Puntos: 240

Después de atender a Arabella no había nadie más. Evarela miró pero solo vio un par de personas observando las numerosas criaturas que allí se vendían. Al parecer les iba a llevar un rato así que la banshee optó por archivar la última compra. Debía certificarla para que esas criaturas llegaran al lugar indicado por la nueva dueña. Tomó una pluma y anotó el destino. Esperaba no meter la pata al mandarlo al castillo Gryffindor.

Entonces alguien más llegó hasta el mostrador. Evarela levantó la vista para encontrarse con Ishaya, el mejor cliente del Magic Mall. Hizo el amago de atenderle pero su hijo apareció y no tuvo oportunidad de hacerlo. Esperó a que ambos magos terminaran y, cuando el Tonks se fue, carraspeó para captar la atención de Emmet.

- ¿No piensas decirme nada? - inquirió sonriendo. Agarró un pergamino en blanco y lo rellenó - Creo que ahora que no hay nadie aprovecharé para llevarme un par de criaturas.

ID: 35247

Nick: Evarela Black Haughton

Nivel Mágico: XXI

Link a la Bóveda Trastero: Bóveda nº107601

Link a la Bóveda de la cual se hará el descuento: Bóveda nº84076

Fecha: 2016-03-18

Nombre del producto: Runespoor

Objeto, Criatura, Poción, Consumible o Libro de Hechizo: Criatura

Catalogación: XXXX

Puntos por unidad: 80

Precio: 4000G

Nombre del producto: Fénix

Objeto, Criatura, Poción, Consumible o Libro de Hechizo: Criatura

Catalogación: XXXX

Puntos por unidad: 80

Precio: 4000G

Precio total: 8000G

Total de Puntos: 160

En caso de comprar una criatura, colocar el Rango Social del Comprador: Órden de la Cruz Dorada

Evarela se sobresaltó al escuchar la voz de Edmund. Daba por hecho que el mago tardaría más tiempo en llegar pero, al parecer, llevaba ahí un buen rato. Podía ser tan sigiloso cuando se lo proponía que la banshee ni si quiera había reparado en su presencia. Entre ese pequeño detalle y la penumbra del lugar no era de extrañar que no hubiese reparado en él. Sonrió mientras se giraba hacia el mago mientras hablaba a la par que sacaba una botella de whisky de fuego. Al parecer había detalles que no olvidaba.

No tardó en servir cuatro copas, que la empleada había colocado sobre la mesa. Gracias a las velas que el dueño había convocado Evarela pudo ver el gesto de desaprobación de Wendy cuando se percató que uno de los vasos era para Warren. Habían contratado a aquellas dos personas por separado y se habían enterado, una vez formalizado todos los trámites, de que eran madre e hijo. La banshee no era muy reacia a estar cerca de squibs pero no podía manifestar aquel hecho delante de su socio. Además, Wendy había sido la mejor candidata de todas las que se habían presentado.

- Por Terrortours - repitió alzando su copa para beber después.

Saboréo el licor unos segundos y lo ingirió, notando como el líquido quemaba su garganta. Volvió a beber y dejó la copa vacía sobre la mesa de Wendy. Miró a Edmund cuando le preguntó si la acompañaba al despacho. Asintió y se dirigió hacia las escaleras, seguida de cerca por el mago. Una vez arriba, se quitó la capa y la colgó en el perchero. Debajo llevaba un sencillo vestido negro, de falda y manga larga con un bonito escote en forma de V. Se apoyó contra una de las mesas, quedando frente al Browsler.

- ¿Y bien? - inquirió mirándolo de la cabeza a los pies.

- ¿Un oriental? - inquirió su elfina.

- Sí - respondió la bruja con claro disgusto.

- Pero ama... si a usted no le gustan las cosas orientales - respondió la sirviente con cierto temor.

Evarela suspiró. Debía pasarse por aquel lugar simplemente porque así se lo habían ordenado. No es que le hiciera especial ilusión pero a fin de cuentas, era algo que debía hacer. Observó la fachada del negocio que tenía delante. El olor de las especias típidas de la comida oriental llegaban hasta su nariz, haciendo que su rostro mostrara una mueca de desagrado. Primero la gala en Japón y ahora eso. Parecía que aquella cultura la perseguía.

- Te llamaré si necesito algo - se limitó a decir por toda respuesta.

Yiyi desapareció tras una reverencia. Sabía que no debía decir nada más sobre es tema, después de tantos años al servicio de la mortífaga había aprendido a no meterse demasiado en sus asuntos. Evarela le dio la última calada al cigarro para tirarlo al suelo. Se dirigió hacia el interior del negocio, todavía con la capucha cubriéndole el rostro. Llegó hasta un recibidor y esperó a que la atendieran. Lo único bueno de un negocio así era que no faltaría el alcohol.

- ¿Hola? - inquirió.

La lluvia no parecía querer dar tregua a Londres, el ćumulo de nubes grises que se cernía sobre Diagón así lo indicaba. Por esa misma razón había pocas personas que se atrevieran a vistar el lugar que daba cobijo a los negocios de los magos y brujas. El viento acompañaba a la lluvia, soplando con fuerza, meciendo carteles y las escasas túnicas que se dejaban ver. Varios charcos se habían formado sobre los ladrillos que cubrían el suelo y, en ese momento, la mujer encapuchada esquivó uno.

No necesitó buscar demasiado, sabía que el negocio en cuestión se ubicaba en el número 59. Caminó sin prestar demasiada atención al resto de locales, dirigiéndose directamente a su destino. Cuando estuvo frente a la fachada negra de dos plantas se detuvo y alzó la vista para observar el lugar elegido por su nuevo socio. No pudo evitar sonreír al leer la frase de letras rojas. Tras unos segundos, caminó hasta la puerta para golpearla tres veces y no tardó en adentrarse cuando se abrió.

Cuando la puerta se cerró tras ella, Evarela apartó la capucha de su rostro. La estancia estaba completamente en tinieblas pero entonces, tras dar el primer paso, una vela se iluminó delante de ella. La llama a penas conseguía alumbrar su alrededor pero al menos le ayudaba a ver dónde pisaba. Siguió caminando hasta que pudo vislumbrar dos mesas y dos personas sentadas tras cada una de ellas. La Black caminó hasta colocarse en medio de los dos muebles y miró a sus empleados.

- Buenas tardes señorita Black - saludó Wendy.

- Buenas tardes - saludó la Black mirando a la mujer - ¿Qué tal todo por aquí?

- Bien, bastante tranquilo - respondió Wendy en seguida - Warren saluda a la señorita - dijo a modo de reproche.

- Ho-hola - saludó el mago, sentado tras la otra mesa.

- Hola Warren - respondió la banshee por educación - ¿Hay algo para beber? Todavía no he tenido tiempo de traer nada de mi bodega, pero de alguna forma hay que celebrar la apertura.

Buenas noches duendecillos *-* el otro día me avisaron de que debia venir al banco a reactivar la bóveda de uno de mis negocios que reabrí hace poco xDD así que, eso vengo a hacer. No sé si deba llenar las líneas pero por si acaso os conté todo esto xDDD

Formulario para solicitar ediciones

Nombre del Negocio: La Botica Slug & Jigger

Link a la Bóveda del Negocio: http://www.harrylatino.org/topic/92884-boveda-negocio-la-botica-slug-jigger/

Trámite a Realizar: reactivar la bóveda

Muchas gracias *-*

La luna llena brillaba imponente en lo alto del oscuro pero despejado firmamento, acompañada por incontables estrellas que salpicaban el cielo allá a donde la vista miraba. El viento mecía con suavidad las finas ramas de los ancestrales y escasos árboles que decoraban las afueras del Castillo. El ulular de una lechuza rompió el silencio sepulcral que parecía haberse adueñado de la peculiar escena. Evarela observó unos segundos el imponente edificio antes de avanzar hacia la puerta principal.

Su larga trenza castaña se mecía al compás de su paso lento, a la par que los bajos de la túnica negra que cubría su cuerpo. Debajo se podía observar el vestido que llevaba, del mismo color que la prenda exterior. La capucha cubría la mitad de su rostro que, para una ocasión como aquella ni si quiera se había molestado en cubrir. No tardó en atravesar la puerta principal, donde algunos de sus compañeros ya habían realizado defensas.

Se colocó en el centro de la estancia, manteniendo una distancia prudente de unos seis metros del mago o bruja más cercano. Durante todo el camino había mentenido aferrada su varita de sauce en su mano derecha. Con la contraria apartó la capucha para contemplar mejor su alrededor. Tenía claro quien iba en su grupo y, al parecer, ya habian llegado casi todos.

- Que empiece la fiesta... debí traer un par de botellas.

Evarela no pudo evitar fruncir el ceño cuando su prima apareció. Cuando ella trabajaba en el Concilio todavía no se habían puesto en funcionamiento las bóvedas trastero por lo que había pasado por alto aquel pequeño detalle. Miró a su prima y le dedicó una pequeña sonrisa de agradecimiento. No era extraño que metiese la pata el primer día pero por suerte Lyra estaba allí para ayudarla. Dejó a su prima hablando con Cilian y se centró en la bruja.

Al parecer había cometido un pequeño error que la banshee también había pasado por alto, pero al ser el primero lo habían dejado pasar. Evarela suspiró. Debía fijarse más en los pequeños detalles antes de dar por apta una compra o terminaría por liar mucho las cosas. Agarró el pergamino para comprobar que todo estaba en orden.

- Supongo que es para ti, pues has puesto tu bóveda... se te olvidó poner el rango social - agarró la pluma y lo puso - Eres unicornio de oro si no mal recuerdo ¿Quieres que te lo enviemos a algún sitio en especial?

Off

Compra aprobada

Arabella xD no te voy a rechazar la compra por el rango pero que no se te olvide la próxima vez.

Wanda McGregor

La joven aprendiz llevaba un rato atareada ordenando el almacén, pues lo habían dejado un poco abandonado en los últimos días. Sin duda, debido a la cantidad de trabajo que tenían en el Concilio. Después de apilar unas cuantas cajas ordenó unos cuantos pergaminos que había apilados sin mucho miramiento. Wanda no solía quejarse, pero algunos de los empleados eran un poco despistados y desordenados. Cuando estuvo todo listo, salió a la parte donde se atendía a los clientes.

Su primera idea había sido quitar el polvo pero se percató de que había unos cuantos clientes esperando para ser atendidos. Se sorprendió al ver que una de ellas era de Goderic, uno de los nuevos empleados de la tienda. Tomó su pergamino y lo miró. Obviamente aquel mago no iba a cometer un fallo cuando él mismo revisaba muchos pergaminos como aquel al cabo del día. Aun así, no podía saltarse el protocolo aunque se tratase de un empleado.

- Todo en orden Goderic, aunque creo que ya lo sabías - dijo guiñándole un ojo al mago. Acto seguido miró a la bruja que estaba esperando para ser atendida - Hola - saludó dedicándole una sonrisa - Todo en orden señorita Cartwright - dijo archivando las dos compras.

Off

Compras aprobadas.

Era extraño volver a pisar el Magic Mall como empleada, sobretodo después de haber pasado tanto tiempo. No pudo evitar pensar en aquella época mientras caminaba por la planta baja del gran edificio. Todavía llevaba puesta la ropa normal pues era el primer día que acudía a su trabajo. Su túnica negra de viaje cubría el vestido verde esmeralda, a juego con sus ojos, que llevaba debajo. Sus tacones resonaban a cada paso a la par que su larga trenza se mecía de un lado a otro. Llegó hasta el mostrador y se adentró en el lugar que solían ocupar los empleados.

Por lo que pudo ver había bastante movimiento en la tienda pero primero debía ponerse la túnica que la identificaba como empleada. Se adentró en las dependencias en las que solo podían entrar los empleados y se colocó la túnica que la identificaba como trabajadora. Una vez lista, salió de nuevo a la parte donde los clientes esperaban para ser atendidos. Se acercó al mago que estaba esperando y tomó el pergamino para echarle un vistazo.

- Sí, por suerte aun nos quedan Kneazle y Puffskein. Todo está en orden. ¿A dónde mandamos la compra?

Miró a la bruja que estaba esperando para ser atendida y comprobó la compra. Negó con la cabeza mientras dejaba el pergamino a un lado.

- Lo siento Arabella, pero sólo puedes llevarte uno. No puedes comprar la misma criatura en la misma compra. Tenemos otros animales, por si quieres comprarte otro.

Off

Compras aprobadas pero tengo varias cosas que decir xD

Cilian, tu nivel mágico es 8, no 7. Además pusiste mal la fecha... estamos ya en marzo xD hoy te lo paso, pero ten cuidado la próxima vez.

Arabell, como ya te dije, solo te llevas un Aethonan. Además pusiste mal tu ID. El ID es el número del perfil, no de la ficha. Igual que Cilian, ten cuidado la pŕoxima vez.

Lestat no tardó en responder a una de las dudas de Sagitas, claro que lo hizo con más palabras de las que a Evarela le hubiera gustado. La Black no solía dar muchas explicaciones a cerca de las cosas y rara vez se iba por las ramas; hablaba lo justo y necesario. Claro que, aquella era una ocasión especial y por eso atendió a las palabras del Rambladi con interés, después de todo estaba allí para aprender todo lo que pudiese sobre la Runas y su historia.

- ¿Estás seguro? - inquirió de forma automática cuando el profesor las animó a que tocaran los objetos.

Evarela se puso en pie y caminó hasta la mesa donde estaban el reloj y el medallón, que el mago había colocado allí tras animar a las brujas a que se acercaran. Observó aquellos objetos con atención. A simple vista no parecían ser mágicos pero cuando te fijabas mejor se podían observar las runas que tenían grabadas. La banshee acercó la mano al reloj más despacio de lo normal, como si temiese que en cualquier momento fuese a explotar o a cobrar vida. Pero no pasó nada cuando por fin lo tocó.

Notó un ligero cosquilleo que recorrió su cuerpo con rapidez, como un calambre pero más agradable. Soltó el reloj y miró a Lestat, que en ese momento hablaba sobre el alfabeto. La castaña tomó una de las tablas que el profesor había copiado para ella. La observó durante unos segundos hasta que escuchó de nuevo la voz del mago, respondiendo a su pregunta. Aquello era lo que realmente le interesaba a la mortífaga, la magia que se podía obtener de las runas. Al parecer, la magia de aquellas letras era muy poderosa y complicada, algo que le resultaba muy atractivo.

- Oh, entiendo... supongo que no estará al alcance de muchos magos pero suena muy interesante.

Entonces ocurrió algo extraño. La Black notó una fuerte sacudida de magia que le puso el vello de punta. Alargó la mano derecha de forma automática y su varita, que había dejado en la mesa, se materializó en su mano. Miró a todos lados antes de clavar la mirada en el mago.

- ¿Qué demonios pasa?

Evarela atravesó la puerta del salón principal, que estaba abierta como de costumbre, y se dirigió a los sillones y sofás más cercanos. Se sentó en el sillón que se encontraba en medio y sacó la varita. Mientras su hijo mayor saltaba por encima de unos de los sofás para quedar tumbado. La Black lo miró durante unos segundos mientras invocaba cuatro copas y dos botellas de whisky, una para sus hijo y otra para ella. Con otro movimiento de la varita las copas se llenaro, quedando suspendidas en el centro, a la espera de que las tomaran.

La banshee agarró una de ellas y le dio un sorbo mientras Emmet comenzaba con las preguntas. Cedirc no tardó en llegar, seguido de Divied. Evarela volvió a beber, saboreando el licor, mientras observaba a sus hijos con atención, como si quisiera grabar aquella imagen en su memoria. Después de todo, no sabría cuándo volvería a encontrarse con sus hijos de aquella forma. Después de otro sorbo más, se acomodó en el sillón.

- Bien, empecemos. Cedric también es tu hermano Emmet, espero que os llevéis bien. No hay nada más importante que la familia - comentó complemantemen seria.

Si había algo por lo que Evarela era capaz de dar la vida era por su familia, las dos familias sanguíneas que tenía y por la gran familia tenebrosa a la que pertenecía. Claro que, prefirió no comentar nada a cerca de los mortífagos de forma tan abierta. Había miembros de su familia que no pertececían al bando tenebroso y, después de todo, las paredes teían oídos. Nunca se sabía quién podía estar escuchando. Apartó aquellos pensamientos de su cabeza y se centró de nuevo en la conversación.

- Viajé al extranjero porque tenía ciertos asuntas que resolver. Estuve en varios países europeos y acabé en Escocia. Estando allí, en una taberna de mala muerte, un hombre intentó propasarse conmigo y lo maté - anunció sonriendo antes de beber de nuevo, como celebrando el asesinato - Claro que, no estaba solo. Sus amigos se me echaron encima y acabé en la cárcel. Un mago que resultó ser inglés intentó ayudarme y acabó en la celda de al lado. Después de unos meses conseguimos escapar y volví a mi hogar.