Avril Malfoy

Tara viró su cabeza hacia ambos lados, negando con la misma. Aquel joven representante de los centauros había previsto que la rubia usaría su remera para transformarla y se le adelantó, realmente la había dejado anonadada. Alzó un ceja, así como su misma varita, colocándola en lo largo de su nariz, rozando levemente su frente.

De no estar allí en aquél lugar peleando, de seguro estaría en una reposera a orillas de aquél lago bebiendo alguna exótica bebida y bronceando su piel. De hecho estuvo a punto de proponérselo al joven pero luego recordó que ambos estaba allí para ser probados hasta el último aliento, para defender a sus casas y para obtener a un ganador. Solo uno de ellos dos se saldría con la victoria.

Alzó su vista hacia arriba, hacia la exacta rama en la que la jefa de su casa estaba sentada, observándolo todo. De seguro si alguno de los dos salía lastimado, ella se encargaría pues era una bruja experimentada y con un gran manejo de los hechizos, por no decir de jóvenes estudiantes como ellos dos.

Recordó su estancia en Beaubaxtons y la manera en que ganó en Mini Torneo de duelos que habían organizado el último año. Si bien no utilizaban hechizos tan complicados y las señoritas del colegio francés eran mucho más refinadas y menos agresivas que aquellos estudiantes, se sintió muy bien al subir al lugar más alto del podio ese día y se preguntó si esta vez le pasaría lo mismo.

Pero no pudo hilar mas sus pensamientos pues un nuevo y repentino rayo nacía de la varita del joven y se dirigía hacia ella una vez más. Esta vez el rayo era otra cosa y no parecía del todo peligroso, no como el que pudo pronunciar completamente justo antes de que el conjuro de Dovakhin impactara en ella…-¡Sectumsempra!- gritó y apuntó con su varita hacia el mago que se encontraba a 11 metros de ella.

Por fortuna un segundo después de que el rayo ya haya nacido de su varita, los brazos de Tara comenzaron a ponerse rígidos como así todo su cuerpo. Cayó como si estuviera muerta en el piso arenoso provocando que se provoque una pequeña tormenta de arena alrededor suyo. Por suerte su ataque ya viajaba seguro hacia su objetivo, el cuello del centauro que en caso de impactarle le provocaría profundos cortes en sus arterias más importantes que harían que se quedara sin sangre en cuestión de minutos. Ella estaba dura e inmóvil mirando como aquel atardecer llegaba a su punto culmine y se iba convirtiendo en noche poco a poco.

La joven Tara había sido elegida de entre todos sus compañeros de casa, Los Aethonans de Salem, para competir en aquella fase del Torneo de las Cuatro Casas que cada año tenía lugar en la Academia de Magia. La joven, con su corta pero abundante cabellera blonda suelta y bien peinada, sentía una presión extra. Tenía que desenvolverse como nunca, de la mejor manera posible para poder alzarse con la victoria y de esa manera ganar puntos para su casa.

Mientras caminaba hacia la Jefa de su propia casa, que sería la encargada de llevarlos a ella y a su contrincante, un joven que asistía a la casa de los Centauros, al lugar pautado para la batalla mágica, arreglaba su campera de cuero de color negra, que combinaba a la perfección con sus pantalones negros, ajustados y de una tela muggle llamada lycra. Debajo del abrigo llevaba únicamente una musculosa blanca que se podía confundir con una camiseta de dormir. Había dejado el hábito de vestir elegante para los duelos, pues no era una buena idea a la hora de moverse con libertad.

Cuando los tres estuvieron listos, fueron mágicamente trasladados hacia el escenario propuesto para luchar. Un lugar paradisíaco, una especia de playa pues el suelo era de arena y estaban junto a un lago de aguas tan cristalinas que podía verse perfectamente en ella y aún así notar cada pequeña imperfección en su piel. Las palmeras le lucían imponentes por todo el lugar como así algunos abetos pero lo que realmente le había llamado la atención a Tara había sido una fuente con una estatua del Dios Adonis en el medio, dando un espectáculo de belleza refinada y elegancia.

Conocía al chico sin embargo, en algún momento se había enfrentado con él, recordaba haberlo liberado de unas cuerdas que ella misma le había lanzado…sería un duelo peculiar. Alzó las cejas mientras se ubicó frente a él, a unos once metros de distancia, mientras que la fuente con el Adonis estaba a medio metro de ella, a su izquierda. El lago sin embargo estaba ubicado a la derecha de ambos, a tan sólo tres metros del joven centauro.

De repente y sin hacer ninguna reverencia ni muestras de que el duelo daría inicio, el joven la atacó con un hechizo bastante agresivo, un rayo de color verde comenzó a dirigirse hacia su ubicación raudo y con ganas de impactar. La rubia alzó su varita y apuntó hacia la estatua de granito que tan cerca de ella estaba diciendo: -¡Locomotor fuente!- de manera que se arrastró con fuerza hasta ponerse delante y evitar así que el rayo fuera a parar en ella. Sin embargo el Adonis se partió en mil pedazos y Tara se agachó para no recibir un piedrazo en la cabeza. –Pobge Adonis, si que ega bonito…- mencionó con su marcado acento francés, que aún después de tanto tiempo viviendo allí no había podido hacer desaparecer.

El atardecer reinaba en el lugar y como era debido, la representante de los Aethonans se presentó inclinando una rodilla y haciendo la reverencia correcta: -Mi nombre es Taga Lestrange y soy la gepresentante de la casa de los Aethonans de Salem. Le deseo un buen duelo y…tenga cuidado con las cuegdas.- comentó en un tono algo sarcástico dibujando una tenue sonrisa en sus labios.

Apuntó hacia el cuerpo del joven, que llevaba una remera justo sobre su torso, sin nada por debajo de ella y dijo: ¡Morphos!- convirtiéndola de inmediato en una avispa marina, que aunque joven, estaba perfectamente adosada a su cuerpo e inyectó su veneno de manera inmediata en el pecho del Centauro sintiéndose especialmente agresiva por la falta de su ámbito habitual, factor por el cual, segundos después de haber hecho el daño para lo que había convocada, murió sin más remedio convirtiéndose una vez más en la remera del joven mago, pero habiendo cumplido exitosamente con la misión. –A eso le llamo yo dag la vida por alguien más…- dijo riendo divertida. Este enfrentamiento sería más que interesante.

Hola

A mi me avisaron ayer por mp que me tocaba contra Helike y bueno, contesté un poco después de las 12 HL, pero espero que cuente. Sinceramente estoy dispuesta a seguirlo al duelo

Pero bueno, si deciden que ya no se puede seguir, me avisan si? xD

La tercer hermana de los Lestrange, la única fémina del trío estaba algo rezagada en la clase de duelos avanzada, había quedado inspeccionándolo todo en el último lugar, perdiéndose en sus pensamientos como solía hacer todo el tiempo, hilando fantasías en su cabeza decorada con aquella melena blonda que le llegaba ya hasta los hombros. Había tomado la decisión de dejar a su cabello crecer sin cortarlo porque de esa manera se diferenciaría en algo de sus hermanos: Lysander y Agatone Lestrange. Tres gotas de agua.

Entornó sus ojos para ver mejor cuando escuchó su propio nombre de labios de su profesor Near, el mortífago. No había notado que la llamaba hasta que un halo de luz resplandeció desde el objeto que tenía en su mano. Una percha en apariencia, y para colmo rota y ultrajada, maltrecha era en realidad un traslador, que llevaría a dos duelistas al escenario de batalla, al lugar donde ambos se enfrentarían para evaluar sus aprendizajes, para medir habilidades y para entrenar. Para aprender de aquellos grandes en el arte del duelo y tal vez, en algún futuro no muy lejano, poder convertirse en algo parecido a ambos…

Sin dudar asintió y caminó dando zancadas firmes pero agraciadas hacia él, al parecer su contrincante esperaba que fuera el mismo enseñante el que se batiera a duelo con ella, pero sobre el final, cuando avistaron a Tara, se había dado el pequeño cambio de planes. La francesa sonrió alzando levemente las cejas, el duelo no sería tan difícil para su rival ahora, pues ambos estaban al mismo nivel.

Arregló su short de color verde musgo tirándolo hacia abajo y acomodó los breteles de su camiseta sin manga de color blanca. Quise elegir un atuendo cómodo para moverse con total libertad en el entrenamiento pero de cualquier manera ambas prendas combinaban a la perfección. Escondió su varita mágica dentro de uno de los borcegos que calzaba, altos hasta mitad de pantorrilla y acordonados al frente, también de color verde oscuro, y tomó el transporte mágico un segundo de que el mismo partiera a destino.

Aterrizaron en un lugar bastante peculiar, muy completo pues tenía desde montañas hasta llanura, pasando por las ruinas de un volcán y una cascada de agua que no debía estar muy lejos de allí. Unos animales haciendo su vida salvaje caminaban alejados de ella y en su fuero interior Tara rogó que ninguno de sus hechizos fuera a parar con ninguno de ellos. Pero no entendía porque su compañera la llamaba “profesor”.

-Pues el profesor no ha venido o por lo menos…- giró su cabeza para ambos lados buscando rastros de alguna otra persona que no fueran ellas, que se apostaban divididas por siete metros entre una y una-…estamos solas tu y yo.- Y enmarcó una de sus sonrisas mas radiantes. Duelear la ponía de un extraño buen humor, seguramente una pasión heredada de su madre.

No supo si la escuchó, ni tampoco ni había notado el cambio de contrincante, pero si vio claramente como una llamarada violeta viajaba rauda hacia ella con una furia incontenible mientras ella sacaba su varita y apuntaba hacia la chica que la estaba atacando. Lo había estudiado en los libros de hechizos avanzados, pero nunca había visto uno en sí y menos que fuera hacia ella recorriendo rápidamente los siete metros que las separaban. Diez segundos antes de que la llamarada llegase a destino, la rubia agitó su varita y pronunció muy claramente apuntando a su rival: -Séneca- y su arma vibró, signo de que el efecto que había conjurado fue exitoso.

Pronto su rival comenzaría a sentir mucha sed, estaría en poco tiempo deshidratada lo que le impediría hablar, pronunciar conjuros y encantamientos. Todo eso hubiese pensado Tara si hubiese estado en pie y consciente, pero el fuego la había alcanzado después de que hubiera pronuncia el seneca, y su cuerpo no aguantó tanto calor. Se desplomó en el piso rodando hacia atrás, haciéndola alejar unos cuatro metros hacia atrás, quedando tendida en el suelo a 11 metros de la joven que envió el fuego…

Holaaaaaa! No me dejen afuera de la claseee T_T

Bueno, mi nombre muggle es Carla y tengo una X cantidad de años xD Soy de Rosario Argentina y juego en el foro desde hace muucho tiempo. No soy nueva y me doy maña en lo que son los duelos. Curso la materia porque es lo que mas me gusta hacer en el foro y quiero mejorar todo lo posible la asignatura, quiero optimizar mi juego y encontre la mejor manera de hacerlo aqui, en la Academia una vez mas xD

Mi personaje es una estudiante que vino de Francia para conocer a sus dos hermanos mellizos. Los tres son exactamente iguales solo que ella es francesa y habla con un acento muy extraño. Cursó Beuxbatons y ahora esta viviendo aquí en Londres.

Bueno nada mas por el momento, espero que pueda haber un duelito para mi *-* en caso de no poderse por la tardanza, lo entenderé. Saludos a todos!!!

Recién me entero de que te debía una conversación Gaby xD Nunca me lo dijiste antes o.o. Sinceramente pensé que todo estaba relativamente bien y que podríamos jugar tranquilamente como veníamos haciendo hasta ahora, sin roces ni rencillas, simplemente jugar un juego de rol xD

Pero bueno, no sé, si sentís que te debo respuestas, preguntame xD. Ahora si no me preguntás o no me decís que es lo que tengo que decirte, te pido por favor que no me coartes el juego, porque te juro que es la primera vez que leo que te debo respuestas, nunca me contactaste jamás para pedirmelas, ni jamás me dijiste que te gustaría que te las dé. De hecho, siempre pensé que no querrías hablar conmigo Gaby xD

Mandame un mp con las preguntas que quieras hacerme, con esos "puntos" que mencionas que te tengo que clarificar. En FB no porque me tenés block xDDDDD.

Y nada más supongo, no creo que esto tendría que ser razón para discordia por favor. Si no entro ahora lo haré más adelante , o no lo haré. Es un juego por Dios xDD

Pues es mi familia, siempre lo ha sido. Le tengo un cariño especial. Voy a ser hija tuya pues, de quien mas? (??) xDDD Como voy a volver a rolear con Avril, la haré volver de su exilio (?) xD he pensado en volver a todo. Y Avril siempre fue hija de Crazy xD asique si me aceptas pues yo encantada xD Me avisas si? Por cualquier cosa.

Asique supongo que puedo oficialmente decir: Holaaaaaaaaaaaa familia te extrañe tantooooo! *OO* Ya me voy a pasar por el castillo *O*

Gracias Manu, muchas gracias en verdad *O*

Emmm, hola a todos xD Pienso volver a mi nick de siempre en cuanto tenga la oportunidad xD y por ello me gustaría volver a mi familia.

Sería esto factible? No me hallo en ninguna otra familia, me costó mucho elegirla en primera instancia y cuando la encontré pues me gustó, me siento parte no se xD De cualquier manera sabré entender si no puedo volver. Saludos xD

Holaaaaaa! No me dejen afuera de la claseee T_T

Estoy enferma, con fiebre y bastante fastidiosa, esa fue la razón por la que no pude venir aquí a postear la presentación como todos los demas pero me acaba de bajar la fiebre un rato entonces aqui estoy!

Bueno, mi nombre muggle es Carla y tengo una X cantidad de años xD Soy de Rosario Argentina y juego en el foro desde hace muucho tiempo. No soy nueva y me doy maña en lo que son los duelos. Curso la materia porque es lo que mas me gusta hacer en el foro y quiero mejorar todo lo posible la asignatura, quiero optimizar mi juego y encontre la mejor manera de hacerlo aqui, en la Academia una vez mas xD

Mi personaje es una estudiante que vino de Francia para conocer a sus dos hermanos mellizos. Los tres son exactamente iguales solo que ella es francesa y habla con un acento muy extraño. Cursó Beuxbatons y ahora esta viviendo aquí en Londres.

Bueno nada mas por el momento, espero que pueda haber un duelito para mi *-* en caso de no poderse por la tardanza, lo entenderé. Saludos a todos!!!

Pasó una mano por su nuca levantando así su cabello. Ya lo tenía bastante crecido, le llegaba casi a los hombros. En el momento de volver de Francia en un torbellino de locura se lo había cortado corto, bien rapado en la nuca y con algunos mechones más largos en el frente pero al ver a sus dos hermanos tan idénticos a ella y aún más, con el cabello corto, decidió dejárselo crecer para marcar esas diferencias necesarias entre ellos.

Esa noche estaba eufórica pues en la tarde había recibido sus puntuaciones de la clase de Duelo Basico. ¡Que satisfacción había tenido al leer que era la nota más alta! Junto con otra de sus compañeras, habían obtenido un extraordinario en sus calificaciones y Tara estaba exultante. Su duelo, que había sido contra el profesor del bando mortífago había sido dinámico y divertido, con la cuota justa de dificultad para ella. Claro que él no había corrido peligro en toda la clase pues sabía perfectamente como defenderse de los ataques de una alumna, pero ella había sabido desenvolverse a la perfección.

Se puso un jean y una camperita de cuero negro y salió a tomar unos tragos a la Taberna de la Academia, lugar especial para que los estudiantes fueran a despejar sus cabezas con un buen vaso de alguna bebida acorde.

Al llegar al lugar notó que la puerta estaba algo desvencijada y sucia, aún así apoyó la palma de la mano en la madera humedecida y la empujó provocando unos cuantos ruidos molestos y bastantes tenebrosos por cierto, presentando ante los ojos de la francesa el antro.

Una barra con varios vasos encima era lo primero que se veía y detrás un tabernero regordete y bajito limpiándola, con un delantal algo sucio y desordenado. Tara hizo una mueca de asco pero continuó cu camino hacia la misma ya que estaba sola, no pretendía ocupar una de las mesas y menos aquella que estaba junto a dos tortolitos que no paraban de besuquearse.

-Get a room…- murmuró entre dientes mientras se acomodaba en una de las banquetas y pedía un wiskhy de fuego para festejar las tremendas calificaciones.

Bueno, no puedo apoyar a ningún otro tributo sinceramente porque sino me matan porque ella es la mejor! xD

El unico tributo en ganar todas las pruebas hasta ahora, se merece el apoyo de todos!

Y ya llevo el blinkie que lo certifica hero: xD Suerteeeeeeeeeee!

Una vez más el profesor se tuvo que proteger del implacable ataque de Tara, lo que supuso que la chica no era tan novata como se creía y que tenía una habilidad innata para el arte duelística, que muy probablemente habría heredado de sus padres.

El animal que segundos antes estaba petrificado ahora estaba muriendo desangrado sobre la árida arena del Lejano Oeste y la rubia acomodó las alas de su sombrero inclinándolo hacia delante. –Escuché mal…pegfecto. Habgás desatado mi fugia señog pgofesog- dijo por supuesto en tono de broma, sabía que no podría dañarlo aunque lo quisiera de veras, pero tenía que esforzarse para sacar una buena puntuación, por lo que exclamó, apuntándolo con su varita en forma firme y sin dudar: -Sectumsempra- el rayo, tantas veces usado y tan agresivo como era, una vez más surgió de su arma volando raudo y veloz directo hacia el pecho de Zack.

-Sectumsempra- repitió con la misma fuerza y determinación de siempre, para que otro rayo de igual magnitud que el primero y con el mismo objetivo que el anterior, el pecho del rival momentáneo, fuera expulsado por su varita e hiriera por fin al mortífago.

Motivo del reporte: Comi y bebí

Link: http://www.harrylatino.org/index.php?showtopic=98019&view=findpost&p=4319741

La joven no sabía ya que hacer, estaba aburridísima pero sabía que debía prepararse debidamente para la próxima prueba que tendría lugar en unas pocas horas.

Por ese motivo sacó de su mochila un emparedado, de los pocos que le quedaban y se lo comió. También bebió un sorbo de agua fresca para calmar su sed y esperar tranquila el momento en que deba acudir a la arena...

Motivo del reporte: Tara comió y bebió

Link: Click aquí

Su corazón estaba acelerado y su respiración producía un movimiento elevado de su pecho, que subía y bajaba con una frecuencia increíble. Llevaba sus cabellos atados en una cola de caballo y se había atado la campera deportiva en la cintura, porque ya hacía rato que había entrado en calor. Debía entrenar, mantenerse activa pues la tranquilidad que estaban teniendo aquellos juegos la perturbaba.

Corría a orillas de un lago de manera totalmente solitaria, no quería que sus músculos se dejasen estar demasiado y que, llegado el momento de reaccionar, los mismos no le respondieran como quería. Unas cuantas gotas de transpiración corrían por su sien recorriendo su rostro y comenzaba a tener sed y a sentir el cansancio, por lo que se detuvo un momento apoyándose en un árbol.

Luego de beber un trago de agua de su cantimplora, que sacó de su mochila vio algo que la dejó perpleja. A su hermano Lysander. Estaba bañándose en el lago, cantando a viva voz y comiendo, completamente solo también. ¿Dónde estaría Agatone? ¿Cómo era que n lo acompañaba? El vampiro solía contar los pasos que sus hermanos daban, pero hacía ya mucho que no lo veía por allí.

Mientras su hermano se acostó en la bolsa de dormir, ella se sentó bajo la copa de aquél árbol en el cual se había apoyado pretendiendo que estaban juntos, que nunca se habían separado, que jamás deberían enfrentarse en un combate a muerte, que no debían matarse a sangre fría. Sacó de su mochila uno de los sándwiches que tenía y le dio un mordisco, pensativa. ¿Qué hubiera pasado si ella jamás se hubiera presentado?

Sus pensamientos fueron interrumpidos por un ronquido de Lys y Tara puso los ojos en blanco, mientras se terminaba su emparedado. Las cosas nunca cambiarían entre ellos, el verdadero enemigo era el Capitolio, tal y como le había dicho Tone antes de partir para la primera prueba.

Cuanto odiaba cuando los animales se sacrificaban por un duelo entre magos. Le molestaba terriblemente la cuestión, por eso evitaba usar aquellos hechizos que involucraban bestias reales, pensantes, sangrantes y mortales. El tigre que Zack mismo había creado murió por obra de un sempra enviado por el mortifago y luego, un nuevo animal hecho de la misma roca paró el petrificador, quedando duro momentáneamente.

En cuestión de pocos segundos Tara hizo algunos cambios en cuanto a su posición. Giró sobre sus talones y desapareció, para volver a reaparecer al otro extremo sobre la locomotora antigua, parada en su techo. Ahora estaba a unos ocho metros de él, pero en el sentido opuesto al que estaba antes. De esta manera el tigre, aun inmóvil presa del conjuro de la rubia, se ubicaba a un metro detrás del nigromante. De ninguna manera podía interferir entre él y el babosas que apenas había formulado en su mente.

El rayo iría hacia el mago y si lograba su cometido, haría que el mismo tuviera serios problemas estomacales y no pudiera pronunciar palabra por bastante tiempo, lo que le daría a la francesa mucha ventaja a la hora de batallar.

Un mechón de cabello platinado se le movió a la frente y ella lo apartó de un soplido cuando notó que el tigre volvía en sí, a moverse con esos movimientos tan agiles y feroces. Entendió que lo manejaría quien lo había creado y eso era nuevamente efecto del profesor, por lo que pronunció una vez más: Opuggno- y volvía a tener el control de la bestia ella. – A matag pgecioso- le dijo ordenándole nuevos comandos.

El felino iría directo a atacarlo, saltando sobre su cuerpo y mordiendo su cuello con sus filosos colmillos. -¿Escuché bien o dijo que le gusto profe?- gritó la rubia poniéndose las dos manos los lados de su boca para que su voz haga eco y lanzando una carcajada divertida. La cosa estaba buena.

Le pareció que el nigromante se estaba divirtiendo de la misma manera que ella. No por nada sería enseñante de duelos, debían de gustarle mucho las estrategias, los enfrentamientos, el cruce de poderes. Ella estaba feliz de haberse encontrado con alguien así, le gustaban aquellas personalidades combatientes, fuertes y que jamás retrocedían un ápice.

El ya archiconocido escudo transparente absorbió su ataque primario, mientras el segundo lo recibió un tigre surgido de los escombros, creación de su profesor que no dudó en correr hacia ella con los dientes afilados y las garras salidas-¡Oppugno!- exclamó la blonda justo antes de que el felino quisiera saltar sobre ella- Ahoga te vas pog donde viniste y cualquieg ataque que me quisiegas hacer a mi, se lo hagás a aquel que te cgeó- y la fidelidad de la bestia se volvió enteramente posesión de la Lestrange con solo movimiento de varita, un efecto que actuaría sobre el animal al instante en que lo había conjurado y de inmediato, el ágil mamífero cambió su rumbo, y corrió a atacar a Zack. Le clavaría los dientes en la yugular.

Tara corrió a toda velocidad unos metros a su derecha y desde allí, quedando no totalmente frente a su contrincante sino mas bien inclinado, apuntó con su varita a su costado, diciendo: -Petrificus Totalus- un conjuro en forma de rayo que no iba en la misma dirección que el tigre, que lo tenia de frente sino que arribaría por otro lado, por uno de sus lados y lo petrificaría de manera que no pudiera defenderse de nada, ni mover los labios para hablar ni su varita para apuntar.

Motivo del reporte: Indicar que Tara comió y bebió.

 

Link: http://www.harrylatino.org/index.php?showtopic=98019&view=findpost&p=4313496

Creo que asi esta bien xD Saludos!

Despertó de un sueño reparador. Había juntado fuerzas durante toda es anoche para lo que vendría pues el haberse enfrentado a dementores la había agotado por completo. En su cuerpo aún había estremecimientos involuntarios, cosquilleos a través de su espina dorsal y nuca, sus vellos aún se envaraban a causa del recuerdo del mal trago que aquellas criaturas le habían hecho pasar.

Por suerte en su sueño se sintió feliz, más que de costumbre y logró descansar todo lo que había deseado, pues la prueba siguiente aún no estaba prevista por parte del Capitolio. Se desperezó y se vistió con el equipo que le había preparado su mentora, unas calzas blancas con una tira azul en cada costado y una campera deportiva del mismo color y con las mismas rayas, con un bordado de color azul en donde se encontraba su corazón que decía : Tara.

Fue a abrir el refrigerador y se preparó tremendo desayuno con cereales, leche, dulces y manteca. Pan francés tostado, tocino frito y huevos. Comió todo despacio, masticando y degustando cada sabor, intentando disfrutar de esto al máximo antes de volver a la pobreza de antes. O antes de morir.

Bebió un sorbo de agua, por suerte Dolla la había provisto de todo eso con las monedas que tenía destinadas para ese mismo fin. Se sintió satisfecha luego de pasar allí, en la sala común de Slytherin como una hora, simplemente desayunando. Tenía planeado visitar la taberna de los tributos en el día de hoy, por lo que luego de cepillar las platinadas hebras de su cabello, salió del lugar rumbo a aquel bar que habían improvisado en los campamentos.

Alzó las cejas platinadas, que no se veían por el sombrero que llevaba puesto, e hizo una pequeña reverencia con sus piernas inclinándolas. Le pareció que su profesor le tenía miedo por la manera en que se había defendido de su rayo. Simple, demasiado simple. Sólo algunos cuervos que había invocado para que los mismos chocaran contra él y el hechizo no pudiera alcanzarlo. Ella hubiera usado otra estrategia, pero dejaría que el Nigromante se dé cuenta sólo de eso.

Miró a su alrededor estudiándolo todo, por el momento no planeaba usar nada de lo que el lugar le ofrecía sino otra de sus estrategias que, por más que el mortífago tuviera la ventaja de poder adelantarse a sus hechizos, no le serviría de mucho si ella lo ponía contra las cuerdas.

-¡Sectumsempra!- gritó y movió su varita como si estuviera dándole una estocada al aire, comportándose como una perfecta esgrimista, pero usando la magia que de ella nacía cada vez que movía con fuerza su varita. Un rayo color plateado esta vez, mucho más peligroso que el anterior, surgió de su arma para dirigirse al pecho del profesor y causarle profundos cortes, que de no curarse lo dejarían en pocos minutos sin sangre en sus venas, secándose cual fruta añeja, moribundo.

-Expelliarmus- agregó a su ataque implacable para volver a vomitar otro rayo, esta vez de un color borravino. El mismo, en caso de impactar correctamente, pues iba directamente dirigido hacia él, le sacaría la varita de su mano, expulsándola a unos metros hacia su costado y privándolo de defenderse. –A veces mi quegido pgofesog no es lo mejog teneg las… ¿Cómo es que le llaman? Ah si, las integcalaciones…- dijo en un tono burlón aunque no desprovisto del respeto que le debía al mortífago. Si hubiese sido contra el fenixiano, lo trataría peor.

Ajustó las solapas de su capa de viaje de color celeste marcando una espectacular sonrisa que hacía que la chica pareciera la más dulce del universo. Sus cabellos rubios crecían libres pues no quería ser una copia tan exacta de sus dos hermanos, aunque Lysander también lo estaba dejando crecer. Sin embargo el suyo iba creciendo suave y sedoso, con leves ondas que enmarcaban su rostro.

Guardaba en el bolsillo la nota de sus profesores. Todo extraordinario, nada podía satisfacerla más pero no había contado con que si ella demostraba tener buenas habilidades para el Duelo, en el primer encuentro la colocarían a luchar con alguien de lo más interesante: su propio profesor.

Se colocó un sombrero que iba a tono con su capa y puso sus manos detrás de su cintura, en su mejor imagen de ángel mientras se dirigía a una de las salas dispuestas en la Academia para llevar a cabo un duelo. Se paró en las puertas de varias de ellas mirando el entorno, ya que en un enfrentamiento contaba de manera fundamental hasta que la vio. Sabía que si entraban en aquella sala vivirían miles de aventuras.

El recinto era muy pequeño, medía un metro y medio por un metro tal vez y la única cosa existente en ella era un óvalo de colores varios, desde violáceo y rosado hasta azulado en los extremos. A ratos se volvía transparente. – Es un pogtal lógicamente pgofesor Zack, lo que no sabemos es a donde nos llevagá- le dijo dando media vuelta y mirando con expresión traviesa a su profesor que debía dejarla decidir el lugar a luchar.

Llevó su dedo índice a sus labios y sopesó la idea. No tenía la menor idea de donde los llevaría aquél portal, pero en caso de ser peligroso debía sentirse segura porque iría con alguien que en verdad sabía defenderse. –Yo cgeo que lo mejor de una batalla es la aventuga…pog lo tanto digo de entgag y veg que nos depaga el destino. Y clago, pgacticag duelos también…- lanzó una carcajada elegante pero sonora.

Sacó su varita y se puso en posición de defensa, llevándola hacia delante y apuntando. Corrió la poca distancia que la separaba del portal y de un salto se zambulló en él, dejando que primero pasara su cabeza y torso, y por último sus piernas.

Al rodar en la superficie en la que había aterrizado, la sintió árida, seca y arenosa. Toda su indumentaria había cambiado también. El sombrerito gracioso que llevaba se había convertido del color celeste a color marrón, con las alas amplias que cubrían del peligroso calor del sol. Unos pantalones vaqueros de jean y un chaleco de cuero de vaca, completaban el atuendo. Un par de pistolas muggles colgaban de los lados de su cintura.

Unas cuantas casas, al parecer abandonadas se encontraban frente a las vías del tren y una locomotora antigua descansaba, exhausta de sus largos viajes, allí mismo frente a ellos. También había un bar, pegado a las casas y fuera del mismo un par de caballos bebían agua de un abrevadero. Ni siquiera una pizca de viento se veía por allí y el cielo era de un azul refulgente, ni una sola nube lo ensuciaba esa tarde. Era el lejano oeste.

-Vaya, vaya. Si pagece que es el Lejano Oeste- dijo la rubia poniendo las manos en su cintura y dando algunos pasos observando el lugar, mientras la separaban unos once metros de su profesor. Era amplio, no había personas que pudieran delatarlos como magos y era completamente distinto y divertido. –Lindo lugag ¿No le pagece profesog? – dijo mientras le hacía una reverencia delicada y lo fijaba con sus ojos, apuntándole con la varita para comenzar el encuentro.

-Desmaius- exclamó mientras blandía su arma mágica y de ella se desprendía un rayo de color azulino que se dirigía derecho hasta Zack, con la intención de dejarlo fuera de combate por al menos unos momentos, los que le darían la posibilidad de hacerse con una ventaja. Quedaría perdido, dormido, desmayado por una acción si el rayo era efectivo y daba en el blanco.

El exacto lugar en donde se ubicaba la prisión de Numengard, aquella cárcel en donde los mortífagos depositaban y torturaban a los desafortunados fenixianos que caían en las garras oscuras, esa ubicación tan indeseada para ellos. Allí era donde Tara se encontraba, ya con su apariencia de siempre, esa larga cabellera plateada.

En sus manos tenía un cadáver que sujetaba por los cabellos y arrastraba por todo el lugar. Era Gitax, un muerto en la ultima batalla que se había librado en su presencia. Los mortífagos la habían honrado con esa tarea, que consistía en llevarlo hasta allí y dejarlo, a la mercer de los mercenarios que se encontraban dentro.

Cruzó los portales mientras todos los obstáculos que la misma conllevaba se abrían para dejarle paso y lo dejó allí, en una de las sucias y heladas celdas que olía a excrementos humanos y humedad. Lo empujó hacia ella y cerró los candados, para dar media vuelta y retirarse. Alguno ya se encargaría de él. O no.

Nick del Tributo: Tara Lestrange

Link al posteo: http://www.harrylatino.org/index.php?showtopic=98019&view=findpost&p=4311104

Link al Inventario: http://www.harrylatino.org/index.php?showtopic=98018&view=findpost&p=4295319

Aqui mi aviso de que comí y bebí xD Gracias.

Hola holaaaaa! Vengo con una preguntonta xD Me siento mal proque todos ponen dudas super dudosas y yo simplemente quiero saber donde era que tenía que reportar que comí y bebí, porque con tanto topic me lio @.@

En serio, les pido mil disculpas pero juro que no recuerdo donde tenía que reportarlo xD Eso es porque hay mucho topic de reporte ÑÑ xDDDDD

Graaaaaacias de antemanooo! *O*