Annick McKinnon

La ojiverde sonrió al mirar el llamativo letrero del local. No había duda de que había arribado al lugar adecuado. Hacía tiempo que no portaba reloj así que observó alrededor para ver si se topaba con alguien a quien pudiera preguntarle la hora, pero en ese momento nadie se encontraba cerca. Durante algunos segundos permaneció sin moverse.

«Creo que debí sugerir que nos encontráramos afuera y no adentro», pensó con pesadumbre. No quería ingresar y toparse con la novedad de que Eli Tonks aún no había llegado. Era demasiado tímida como para estar mucho tiempo sola en un sitio como ése y rodeada de personas desconocidas.

Suspiró. Tampoco podía arriesgarse a no entrar y hacer esperar a su amiga, ya que a ésta no le haría mucha gracia. Echó un último vistazo al letrero y atravesó las puertas dobles que estaban abiertas de par en par, como dando la bienvenida a los clientes.

Sus ojos no tardaron en acostumbrarse a las coloridas luces intermitentes que iluminaban el interior del local. La alegre música que inundaba el ambiente podía ser capaz de contagiar a más de uno a bailar, pero la pelirroja estaba más atenta a vislumbrar los rostros de quienes se encontraban ahí.

Llevaba un vestido corto, fresco y cómodo de color coral, y unos tacones que hacían juego con él. Su cabello estaba semirecogido, dándole un mejor aspecto a su forma ondulada.

―Aún no llega –murmuró para sí misma luego de un momento–. Si me deja plantada la mataré.

Se acercó a la barra para observar mejor el menú. La mayoría de las bebidas le resultaban desconocidas. Aquel era un tipo de negocio que no solía frecuentar pero sin duda era del estilo de Eli, con mucho alcohol y chicos guapos (xD).

Definitivamente no deseaba pedir una simple bebida que pudiera consumir en un día y un lugar cualquiera, pero como no sabía mucho sobre el tema pensó que lo mejor era pedir algún consejo a la persona que la atendiera

¡Hola! Hace tiempo debí actualizar mi ficha así que lo hago antes de que nuevamente lo olvide. Muchas gracias a quien se tome el tiempo para editar.

1. En Familias: Quitar a la familia Lovegood y poner:

* Gryffindor

2. En Elfos: Deseo modificar la descripción. Eliminar lo actual y reemplazar por esto:

* [b]Eneas[/b]: Joven y de complexión menuda; tiene ojos castaños, orejas grandes y nariz respingada. Su tono de voz es pausado, tranquilo y un poco agudo. Es servicial, minucioso y paciente. En general suele comportarse bastante amable con todas las personas y otros seres de su misma raza.
* [b]Dido[/b]: Elfina joven de complexión delgada, ojos verdes y nariz pequeña y chata. Aunque es fiel a sus amos siempre suele respingar. No comprende por qué Eneas es tan servicial con todos los magos y no sólo con Annick.

3. En otros datos: Quiero agregar el link al topic de la boda con Elvis F. Gryffindor así como algunos aspectos del clan al que pertenezco (los paladines), además de los oscuros(?) motivos de mi regreso a la Orden. Como todos los puntos están separados prefiero dejar el código de toda esa sección para que no tengan que estar buscando entre tanto texto.

* Se casó con Elvis Gryffindor de manera clandestina, sin que el Ministerio de Magia se enterara de su enlace matrimonial. La ceremonia (acorde a las tradiciones druidas) se llevó acabo en un [url="http://www.harrylatino.org/index.php?showtopic=99011"]bosque de Escocia[/url].
* Su patronus adopta la forma de un [b]águila real[/b]. 
* Tiene una lechuza hembra de plumaje blanco, su nombre es [b][i]Elwing[/i][/b]. 
* Tiene tres mascotas: una Golden retriever llamada [b][i]Kyara[/i][/b]; un perro samoyedo de nombre [b][i]Pólux[/i][/b]; y un gato siamés llamado [b][i]Lestat[/i][/b]. 
* En el dorso de la mano derecha lleva un símbolo casi imperceptible que revela su pertenencia al clan de los Paladines. Dentro de este grupo su fiel amigo es un corcel azabache de ojos oscuros y profundos, de ahí que su nombre sea [b][i]Maeglin[/i][/b], que significa 'mirada aguda'.
* En el lado izquierdo del cuello tiene un pequeño lunar en forma de media luna idéntico al de Salazar, pues ambos lo heredaron de su madre. 
* Siempre lleva consigo un guardapelo plateado que contiene las fotografías de sus hermanos. Tal objeto tiene grabado un extraño relieve que hace recordar a un fénix emergiendo de las cenizas; y sólo había otro par idéntico al de ella, uno lo portaba Mark y el otro Salazar, cada uno con las respectivas fotos de sus otros dos hermanos. 
* Sólo ella tiene el cabello pelirrojo como Lyla, su madre; sus hermanos son castaños como su padre. 
* Le gustan los lugares tranquilos; en general no se siente cómoda en medio del bullicio y la multitud, sobre todo si está rodeada de extraños. 
* Sus familiares y amigos suelen llamarla An o Anni. 
* Se encariñó tanto con Hilary J. Gryffindor (hija de Elvis) que la considera como su hija.
* Luego de varios hechos, Annick decidió abandonar las filas de la Orden del Fénix por diversos motivos. No obstante los ideales de la pelirroja no cambiaron en absoluto, por eso mismo continuó luchando contra las artes oscuras desde su empleo en el Cuartel General de Aurores, y tiempo después regresó a la Orden (aunque en esta ocasión sus motivos no eran por el grupo en sí sino porque temía los peligros que su esposo podía correr como miembro activo).

4. En Cronología de cargos agregar esto:

* Antes de su salida de la Orden del Fénix llegó a ostentar el rango de Templario.

5. En Link a Bóveda Familiar 2 eliminar la actual y agregar la de la familia Gryffindor:

[url= http://www.harrylatino.org/index.php?showtopic=80701]Bóveda Familia Gryffindor[/url]

¡Gracias! *deja chocos* o.o

Hacía mucho tiempo que la Poulain no pisaba el Ministerio de Magia; específicamente desde que había renunciado a su empleo en el Departamento Auror. Aunque llevaba semanas pensando en la necesidad de volver a trabajar la posibilidad de regresar a la institución mágica no había cruzado por su mente, pero en ese momento estando en el ascensor se imaginó volviendo a aquel sitio.

Ese día el Ministerio parecía estar bastante movido. La pelirroja no recordaba haberlo visto así desde hacía tiempo. Se estaba preguntando si sucedía algo cuando el traqueteo del elevador se detuvo. Las puertas se abrieron y dejó al descubierto un pasillo que conocía muy bien. Salió y comenzó a avanzar hacia la recepción.

Mientras caminaba recordó a la antigua recepcionista, de quien no habían sabido nada luego de que los motífagos habían atacado el Departamento. Supuso que alguien la estaría reemplazando, pero al llegar no vio a nadie. Parecía que el Cuartel en pleno estaba bastante ajetreado, pero en ese momento reconoció a una figura que salía de la antigua oficina de Elvis.

─¡Seba! –exclamó sonriendo, aunque no sabía si era el momento adecuado. Parecía en sus sospechas eran ciertas y algo sucedía–. Venía a buscar a Elvis, y de paso quería aprovechar para visitar a mi prima Sophie y saludarte. ¿Cómo estás?

Supuso que no había nada de malo en pasar de la recepción. Muchos de los empleados la conocían y no creía que se atreverían a correrla siendo que la directora era su prima Granger (?). Saludó al castaño con un beso en la mejilla.

─¿Qué pasa?, ¿llego en mal momento?

Después de pasar un largo rato recorriendo el Callejón Diagon, la pelirroja decidió pasar por el Magic Mall. Hacía mucho tiempo que no visitaba el lugar, y supuso que podría entretenerse un rato viendo los objetos mágicos, las pociones o viendo el área de criaturas.

Decidió comenzar en la trastienda. Aún recordaba que la última vez que había estado en ese lugar había comprado a Kyara, la hiperactiva Golden retriever que tenía como mascota. Al ingresar al lugar fue notorio el característico aroma que se desprendía de la presencia de tantas criaturas y sus respectivos alimentos; pero no le incomodó así que siguió avanzando sin titubear.

Pasó un largo rato observando criaturas peligrosas y leyendo las tablas que contenía información sobre ellas. Había muchas restricciones para adquirir criaturas mágicas así que ni siquiera meditó la posibilidad de comprar alguna. Después se dirigió hacia el área de criaturas no mágicas, y ahí se encontró con un gran reto: comprar o no comprar otra mascota.

Acaba de ver un cachorro de pelaje esponjoso y blanco. Si no se equivocaba se trataba de un samoyedo. Se convenció de que sería bueno para Kyara tener un amigo con el cual jugar así que se decidió a llevarlo consigo; pero en el camino se topó con la sección de gatos y vio a una pequeña gata siamés que le encantó. «No creo que a Elvis le moleste si llevo dos mascotas más a la mansión Gryffindor», pensó.

Estaba decidido, adquiría ambos animales. Con emoción buscó el sitio donde tenía que realizar el pedido y pago correspondientes. Al llegar tomó una ficha y comenzó a llenarla. No era la primera vez que estaba ahí así que conocía el procedimiento. Al terminar revisó que todos los datos fueran correctos y lo entregó al empleado en turno.

─Espero que todo esté en orden –dijo con una pequeña sonrisa mientras entregaba dos formatos completamente llenos.

ID: 55476

Nick: Annick Poulain

Bóveda: 83272

Fecha: 2013-03-28

 

 

Nombre del producto: Perro (samoyedo)

Objetos, Criatura o Poción: C

Catalogación: X

Puntos por unidad: 10 puntos

Cantidad de unidades: 1

Precio por unidad: 100 G

 

Precio total: 100 G

Total de Puntos: 10 puntos

 

Si es una criatura para personaje, colocar el Rango Social del comprador: Unicornio de Bronce

ID: 55476

Nick: Annick Poulain

Bóveda: 83272

Fecha: 2013-03-28

 

 

Nombre del producto: Gato (siamés)

Objetos, Criatura o Poción: C

Catalogación: X

Puntos por unidad: 10 puntos

Cantidad de unidades: 1

Precio por unidad: 100 G

 

Precio total: 100 G

Total de Puntos: 10 puntos

 

Si es una criatura para personaje, colocar el Rango Social del comprador: Unicornio de Bronce

Bolu (Elvis xD), ya hablé contigo por MP sobre la situación de la Poulain/Lovegood, así que aunque ya aparezco en el árbol genealógico de la Gryffindor vengo a hacer oficial mi adscripción a la familia. Supongo que la pondré como la adoptiva. Dejo la fichita:

• Nick: Annick Poulain

• Ficha Personal: http://www.harrylatino.org/index.php?showtopic=82464

• Bóveda Personal: http://www.harrylatino.org/index.php?showtopic=83272

• Parentesco: amm... ¿esposa de Elvis? xD sería muy extraño aparecer como prima o algo más... o no sé xD

¿Ahora sí oficialmente soy parte de la familia? +.+

Querido diario:

Es la primera vez que escribo en tus páginas por el simple hecho de que hasta hace poco escuché sobre ti (o tal vez ya lo había hecho pero no lo recuerdo, ¡es tan típico que me suceda algo así!). Eso no es nada sorprendente. En general soy muy despistada, y si a eso le sumamos que soy demasiado tímida como para socializar con mis compañeros fenixianos es obvio que nunca hubiera sabido de ti de no ser porque escuché esa información sin querer.

Hace unas semanas decidí incorporarme nuevamente a las filas de la Orden. Llevaba tanto tiempo fuera que ahora tengo la sensación de que todo ha cambiado. Por supuesto eso no es verdad. El Cuartel y los terrenos siguen siendo los mismos, lo único que ha cambiado es la gente que transita por él, e incluso yo... Reconozco algunos rostros, pero para la mayoría de ellos soy una completa desconocida, mientras que otros simplemente tienen mejores cosas que hacer que reparar en las nuevas presencias.

Como sea. Estoy muy contenta por haber regresado, pero últimamente temo haber tomado una decisión precipitada. Sé que el grupo necesita mucho apoyo en el campo de batalla, apoyo que no me considero capaz de brindar. Ésa fue una de las razones por las cuales dimití con anterioridad. Pensé que ya lo había superado, pero en los últimos días pareciera que los recuerdos reavivaran y me siguieran como una incómoda y traicionera sombra.

En fin. ¿Ves que incluso me cuesta trabajo expresarme contigo? Probablemente dentro de poco te busque nuevamente. Merlín sabe que de vez en cuando necesito de un amigo con el cual compartir mis alegrías y temores, y en ausencia de muchos de mis amigos quién mejor que tú para guardar mis secretos.

Hasta entonces.

Annick

Dietrich Kohl (mago alemán perseguido por Bodo Klinger. Tiene información importante para los paladines de la Mano de Plata)

El rubio comenzaba a preguntarse si podría pagar el hospedaje con el poco dinero que había logrado hurtar en Central Perk. Estaba tan absorto observando el sitio y pensando en lo que haría que no se había percatado de que había más personas cerca de él. Fue hasta que una voz femenina con un peculiar acento lo hizo reparar en su presencia.

Vio a dos chicas, una de ellas al parecer estaba a cargo del lugar y la otra, la que se había dirigido a él, parecía ser una clienta en busca de hospedaje. Observó detenidamente a la pelipleteada; era guapa y su acento y últimas palabras lo hacían pensar en que era francesa.

─Tiene razón, madame. No hay que correrr el riesgo –al igual que en Central Perk le había sido imposible ocultar su acento alemán; pero a diferencia del otro local, en esta ocasión se bajó la capucha y dejó ver sus facciones.

En su aspecto físico no había nada especial sino sólo los rasgos comunes de cualquier alemán; aunque sus ojos azul claro, casi grises, siempre llamaban la atención.

No tenía conocimiento de que el grupo Blackrock tuviera contactos fuera de Alemania, así que supuso que no había razón para desconfiar de la francesa. Además, si deseaba pasar desapercibido tenía que hacer un esfuerzo para mezclarse entre los demás inquilinos, y no mostrar su rostro hubiera levantado sospechas.

─Dietrich Müller, a su servicio –dijo haciendo muestra de galantería e inclinándose ante la francesa–. Parrece que he llegado a un buen lugar, con herrmosas y amables huéspedes.

A pesar de que intuía que la peliplateada no representaba ningún peligro, pensó que lo mejor era mantener oculta su verdadera identidad, así que mintió en cuanto a su apellido.

─¿Cuánto cobrran porr pasarr la noche aquí? –preguntó dirigiéndose a la otra mujer– ¿Incluye algún serrvicio como la comida, o sólo el hospedaje?

Probablemente esa información ya había sido solicitada por la francesa pero al contar con poco dinero tenía que sopesar sus posibilidades de quedarse ahí o no.

Dietrich Kohl

El alemán caminaba por el Callejón Diagon a paso presuroso. De vez en cuando miraba discretamente hacia atrás para asegurarse de que nadie lo seguía, y no era para menos que estuviera un poco paranoico. Desde hacía días había entrado de manera ilegal a Inglaterra, perseguido por un grupo de magos, eso sin contar con los problemas que se estaba generando al intentar mezclarse entre los magos ingleses.

Acababa de salir de uno de los negocios de comida, pero antes de hacerlo había aprovechado una oportunidad para hurtar un poco de dinero de uno de los comensales que se encontraban en Central Perk. Ahora tenía el estómago lleno y unas cuantas monedas que le permitirían alimentarse al menos un par de días más, pero a cambio la sensación de culpa lo perseguía como una traicionera sombra.

Llevaba ya casi una semana cuidándose la espalda y temiendo que en cualquier momento alguno de los enemigos le echara el guante, ésa era una de las razones por las que había tenido pocas oportunidades de dormir y cuando lo había logrado en general lo había hecho en lugares inhóspitos. Comenzaba a extrañar las comodidades de una cama, por eso al pasar al frente de uno de los negocios se detuvo en seco para releer un letrero.

“El refugio mágico. Asilo del peregrino”. La fachada era sencilla, de madera color blanco. El lugar parecía humilde y por eso mismo daba la impresión de que casi nadie reparaba en él. Parecía un lugar sumamente humilde y el rubio pensó que era algo que podía pagar con el poco dinero que con el que contaba. Necesitaba asearse y sobre todo descansar. Sabía que por una parte era algo arriesgado pero por otra supuso que el enemigo esperaría que durmiera en lugar abierto y no hospedado en el afamado callejón.

Decidió arriesgarse. Aún no tenía pistas sobre los paladines a los que buscaba así que daba lo mismo si dedicaba un día a descansar o no. Sólo deseó que el enemigo tuviera la misma escasa información que él, y que la localización del Templo del Clan de la Mano de Plata aún no hubiera sido descubierto. SI eso sucedía se desataría una guerra que afectaría a muchos…

Aún tenía esos pensamientos rondando en la cabeza cuando el ojiazul, cubierto totalmente por una capucha que impedía que sus facciones se observaran a simple vista, atravesó el umbral de la entrada, pero se quedó boquiabierto con lo que veía. El interior no era lo que había esperado, y sin embargo le agradaba. ¿A caso el cansancio y el poco sueño lo estaban haciendo alucinar? Se quedó petrificado, como encantado por lo que veía.

OMG! Para estar hechas con paint y esas cosas la verdad es que les quedaron excelentes!! *O* Ya mismo me pongo mi firma bonita; además me encantó el detalle de las frases *-* y esa de Lilo sobre la familia es tan para mí. xD

Graciaaaas, son unas genias :3 Les dejo chocolates... bueno, a Eli no, a ella le dejo un pedazo de carbón u.ú *la pellizca*

¡Qué buena idea! Recuerdo aquellos viejos tiempos cuando recién ingresé a la Orden y se hacían firmas temáticas. Era lo mejor *O* así que quiero unirme :3

Paú me ganó a Boo sólo no pelearé porque ahora es mi nieta u.u (???) xDD

Elijo a Lilo Dejo dos imágenes, una es muy grande y la otra es muy pequeña. Ustedes deciden con cuál les es más fácil trabajar:

Opción uno :3

Opción dos. Ésta me gusta más

Habían pasado tan sólo algunos minutos desde que Annick había decidido tomar una ducha. Generalmente no era tan rápida bañándose pero el hambre había tenido un efecto sorprendente. Luego de vestirse (con unos jeans cafés y una blusa beige con bordes del mismo tono de los pantalones) se dispuso a desenredar su cabello. Su forma ondulada y lo rebelde que era hacían que la tarea fueran un poco más complicada, pero en pocos minutos pudo atarlo a una media coleta.

La mansión aún se escuchaba bastante silenciosa, cosa que resultaba hasta cierto punto extraña, pues en general tanto las matriarcas de la familia como los hijos de Sophie solían ser un poco escandalosos y siempre había alguien hablando, gritando, riendo o provocando algún tipo de sonido o accidente. «Comienzo a pensar que tengo repelente o algo», murmuró la pelirroja al pensar que la mansión Lovegood se encontraba en la misma situación.

Salió de su habitación con la firme intención de asaltar la cocina. Estaba recorriendo el pasillo que conducía hacia las escaleras cuando Kiara, la Golden retriever, comenzó a ladrar, y a los pocos segundos pasó a su lado como una flecha en dirección a la entrada principal. La Poulain sospechó que alguien había tocado a la puerta; aunque no había escuchado ningún sonido pensó que podía confiar en los sentidos de su mascota.

―Kiara, si has hecho todo ese escándalo sólo porque quieres salir te aseguro que esta noche te dejaré afuera –murmuró a sabiendas de que no cumpliría su amenaza.

La golden retriever ladraba y gimoteaba al mismo tiempo que intentaba arañar la puerta. Cuando la fenixiana se encontraba a mitad de las escaleras vio que uno de los elfos domésticos caminaba apresurado para atender el llamado. «Buenas tardes, señorita», lo escuchó saludar. «¡Oh, no, no hagas eso!». Por los gritos de Freddy, Annick dedujo que una vez más la perrita estaba demostrando cuán efusiva era, y supuso que estaba dando vueltas alrededor de la recién llegada o intentando lamer su rostro.

―¡Kiara, ven aquí! –gritó justo cuando llegaba al final de las escaleras – ¿Quién es, Freddy? –preguntó mientras intentaba vislumbrar a la visita. De inmediato reconoció a la chica que estaba aún parada en el umbral de la entrada– ¡Sara! –el elfo doméstico abrió la puerta de par en par para permitirle la entrada a la castaña– ¡Pero qué alegría verte!, ¿qué haces aquí?, ¿cuándo llegaste? –las preguntas brotaban de sus labios tan rápido que seguramente aturdirían a la joven Granger.

―¡Pero qué…! –la Poulain intentó reprimir una carcajada, pero le fue imposible.

Se había quedado dormida mientras leía el periódico recostada en la cama, pero durante el letargo se había recorrido tanto hacia la orilla que un pequeño movimiento la llevó casi al punto de caer al suelo. Por suerte la sensación de vértigo la hizo despertar a tiempo para evitar golpearse en la cabeza; no obstante había quedado en una posición ridícula, con la mitad de su cuerpo en el piso y la otra intentando sostenerse de la colcha.

Aún entre risas se reincorporó y se sentó a orillas de la cama. No sabía durante cuánto tiempo había estado dormida, si habían pasado horas o tan sólo algunos minutos, pero sentía los ojos sumamente pesados. Aquello comenzaba a preocuparle. Llevaba días en que a pesar de dormir lo suficiente siempre parecía tener sueño, al grado de que los ojos se le cerraban solos.

La puerta de su habitación estaba semiabierta. Miró a su alrededor en busca de Kiara, la Golden retriever que tenía como mascota, pero ésta no estaba. Seguramente había salido a merodear por la casa... por supuesto nadie se imaginaba que había logrado colarse a la habitación de Valeskya y estaba masticando los zapatos de la bruja. (xDD)

La ojiverde se estiró un poco y dio un tremendo bostezo antes de ponerse de pie y encaminarse al baño para tomar una ducha. Esperaba que aquello la reanimara. Tenía hambre y se preguntó si la hora de la comida ya había pasado. De ser así alguien lo pagaría (?). ¿Por qué no le habían avisado?

Lo cierto era que en ese momento los integrantes de la familia no se encontraban en la mansión. Lo más seguro era que cada uno se encontrara en sus respectivos empleos. Por eso nadie había acudido a atender el llamado del grupo de magos que estaban recorriendo los jardines. De hecho, si la pelirroja no se asomaba por la ventana o salía a tomar aire seguramente no se enteraría de que tenían visitas.

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Off: No sé si Sophie sea quien deba atenderlos La latiguearé para que venga (?)

¡Boo! (?) ¿les sorprende verme? No sé por qué tengo la impresión de que no soy la única que no pisa este topic desde hace tiempo xDD

Como sea... ¡bienvenidos a todos!, ¿qué esperan para rolear? Ok, no xD Obviamente todos son aceptados Algún día Valeskya vendrá a actualizar el árbol genealógico. Algún día (?) jaja re-mala, me aprovecho de que la hermanosa no anda por aquí xD

Bien. Cualquiera de nosotras podría adoptarlos, pero no sé si prefieran ser hijos, primos, sobrinos, ahijados, tíos, etc. Ustedes decidan. Si alguno quiere que yo lo adopte no duden en contactarme para ponernos de acuerdo en la historia :3

Saludos.

Mañana roleo en la mansión

Annick no conocía a muchos de los magos y brujas que también habían sido asignados a la mesa dos, pero todos comenzaron a formar pequeños corrillos para charlar entre ellos. Afortunadamente su prima Granger se les unió, tan alegre como solía mostrarse, proponiendo tirar bolas de nieve como el año anterior. La ojiverde sonrió y movió un poco la cabeza al recordar que en aquella ocasión Elvis había recibido uno de los impactos.

La recién llegada informó acerca de cómo se encontraban los gemelos, y la pelirroja se sorprendió al escuchar sobre la posibilidad de que podían quemar o inundar la casa. «Creo que tendré que visitar la mansión un día de estos para asegurarme de que mi habitación sigue en pie», murmuró al imaginar que en cualquier momento podría encontrarla destruida. Pero eso no era lo importante. Hacía mucho que no visitaba a la familia y sabía que tenía que darse tiempo para hacerlo.

A los pocos minutos la auror se disculpó para ir al baño, y cuando ésta se ponía de pie la pelirroja se percató de que cerca de ellos se encontraba una pequeña cartilla con el menú de la noche. Le dio un rápido vistazo; los títulos eran tan peculiares que no pudo evitar sonreír un poco. Se reclinó un poco para acercarse más al Gryffindor y mostrarle la papeleta.

―¿Has visto los nombres de las bebidas y los platillos? –pero de pronto notó que algo helado caía sobre su espalda y un escalofrío recorrió su cuerpo.

Tal como lo había dicho, de manera imprevista Sophie comenzó una guerra de nieve. Su primera víctima fue Elvis, pero como la pelirroja estaba cerca de él un poco de nieve salpicó sobre su espalda.

―¡Sophie! –exclamó luego de voltear y darse cuenta de que aquella travesura era obra de su prima.

En sus brazos aún podía notarse que su piel se había erizado debido al frío. Tomó un pañuelo y secó lo que en ese momento ya se habían convertido en gotas de agua resbalando por su piel. «¡Lo pagarás!», gritó tratando de no sonreír, algo que no logró. Sacó la varita y transformó un vaso en una bola de nieve (?), la cual lanzó hacia la rubia.

Finalmente la Navidad había llegado, y como todos los años la comunidad mágica se preparaba para la tradicional gala. En aquella ocasión habían corrido rumores de que el lugar donde se llevaría a cabo la celebración sería el antiguo Castillo de Hielo de la Reina de las Nieves, y que la música estaría a cargo de la Orquesta Mágica. Annick sospechaba que sólo la mitad de los rumores eran ciertos; aunque debía reconocer que en los últimos años el Ministerio se había esmerado en los preparativos, por lo que cabía la posibilidad de que muchas cosas fueran ciertas.

El reloj estaba a punto de marcar el momento de partir así que la pelirroja comenzó a buscar el abrigo que llevaría. Traía puesto un vestido largo y sencillo en color azul con corte en v que le permitía lucir los aretes y el pequeño dije plateados que estaba usando; la prenda se ajustaba al pecho y el resto, con tela vaporosa, caía libremente. Había decidido llevar el cabello semisuelto por lo que sólo lo había atado a una media coleta sosteniéndola con un par de pequeños broches plateados, y el resto caía sobre su espalda luciendo su característica forma ondulada.

Aquel año no se encontraría con Elvis en la gala pues ambos habían salido juntos de la mansión Gryffindor, donde estaban viviendo luego de que se casaran. Aparecieron a las afueras del castillo, y de inmediato el frío clima hizo que la ojiverde se estremeciera un poco. Lo primero que saltaba a la vista eran unas imponentes figuras de hielo que custodiaban la entrada a manera de guardianes. Tras ellos se alzaba un arco que conducía al interior del recinto. Varias personas comenzaban a congregarse por lo que la comitiva avanzaba poco a poco.

Al atravesar ese arco una voz femenina les anunciaba la mesa que les correspondía. Los casi recién casados fueron informados de que les correspondía la mesa 2 ubicada de frente y al fondo del Salón del Trono. Mientras se acercaban los murmullos se hacían cada vez más notorios dentro del salón. Muchos invitados observaban con curiosidad la ornamentación debido principalmente a los afilados carámbanos de hielo que pendían del techo.

―Mi amor, –dijo Annick poniéndose de frente al castaño y sonriendo, antes de que llegaran a la mesa– fue en esta época en que nos besamos por primera vez y también cuando me pediste que nos casáramos, ¿lo recuerdas? –como llevaba tacones no hubo necesidad de ponerse de puntillas para poder darle un beso en los labios.

En los ojos esmeralda de la chica podía notarse un brillo especial que sólo aparecía cuando hablaba del Gryffindor o se encontraba cerca de él. Amaba a su esposo de una manera que nunca hubiera imaginado y que ella misma no podía explicar. Elvis simplemente la hacía sentir feliz de una modo inexplicable, y lo único que deseaba era intentar brindarle la misma felicidad a él.

Reanudaron el camino hacia la mesa dos en la cual ya había algunas personas. Annick sonrió al reconocer entre ellas a Agatha y supuso que más miembros de la familia Gryffindor se les unirían después.

―Buenas noches –saludó a los presentes con una sonrisa. Después se acercó a Agatha, la saludó con un beso en la mejilla y un abrazo y le sonrió ampliamente–. Me alegra verte aquí.

Había reaccionado un poco tarde y acababa de caer en la cuenta de que había sido muy efusiva con la Gryffindor a pesar de que había convivido relativamente poco con ella. Sólo esperaba no haberla incomodado pues en ocasiones tenía la impresión de que la rubia era un muy reservada.

Hola

Hace mucho que no paso por aquí, y a llegado el momento de actualizar algunos datos de mi ficha. Son varios, espero que no resulte demasiado trabajo e.e

1. En Familias: Quitar a la familia Poulain y poner:

* Lovegood (matriarca)

2. En aspecto físico: Borrar todo y poner esto:

Tez blanca, pero sin llegar a ser pálida; cabello pelirrojo y un poco ondulado que le llega casi a la cintura; ojos grandes, verdes y muy expresivos, con pestañas largas y rizadas; labios perfectamente definidos, ni muy delgados ni muy carnosos. En el lado izquierdo del cuello tiene un pequeño lunar en forma de media luna heredado de su madre.

Estatura y complexión medias que ayudan a resaltar las formas de su agradable figura. Posee, de manera innata, cierto aire de elegancia que la hace tener presencia y atraer miradas, aunque ella no suele percatarse de eso.

En su atuendo (entre elegante y casual) suelen predominar los colores claros, principalmente el blanco.

3. En Cualidades psicológicas: Borrar el primer párrafo y reemplazarlo por este:

Suele ser un poco tímida, lo que la hace ver como una persona seria y poco amigable, aunque en realidad es más bien melancólica y reservada. A raíz de la muerte de sus padres y hermanos se volvió taciturna y un poco impasible.

4. En historia: Reemplazar todo x.x

»[i]¿Trágica?[/i] ‒murmuré para mí misma y me quedé reflexionando. Jamás había considerado la posibilidad de relacionar esa palabra con mi vida, así que no estaba segura de qué responder.

Luego de un rato de silencio en el que me dejé llevar por los pensamientos, volví a hacer uso de la palabra. 

»[i]Podría decirse que todo lo sucedido en mi vida encaja perfectamente en el concepto de tragedia, pero siendo honesta no considero que tal palabra defina mi historia[/i] ‒comenté pausadamente mientras seguía manteniendo la mirada fija en la cristalina agua de la fuente que estaba frente a nosotros.

»[i]¿Por qué?[/i] ‒repetí, esbozando una leve sonrisa al mismo tiempo que en mi mente evocaba varios recuerdos gratos‒ [i]Sencillo. A pesar de todo he sido feliz.[/i]

[i]Nací en Castle Combe, Inglaterra. Mi padre era descendiente de una de las familias más antiguas del mundo mágico: los Black. No obstante, contrario a los ideales de muchos de sus antepasados, mis padres eran fieles seguidores del grupo conocido como la Orden del Fénix. Tal tendencia, como era de esperarse, los sometía al constate peligro de ser atacados por los llamados mortífagos. Y al final fue eso lo que los orilló a la muerte, al igual que a mis hermanos...

Durante mucho tiempo ese doloroso recuerdo se mantuvo oculto en mi memoria. Sólo en algunas ocasiones mis sueños se veían entorpecidos por imágenes borrosas de aquel desafortunado momento. Pero fue hasta hace poco que supe toda la verdad, y mis recuerdos se aclararon como cuando la luz logra difuminar un mar de borrosas sombras:

Cuando tenía 5 años presencié la muerte de mi hermano Mark, quien sólo era dos años mayor que yo... El hogar de la familia se encontraba en los límites del bosque que rodeaba al pueblo donde vivíamos, y cerca corría un riachuelo al que a mis hermanos y a mí nos gustaba ir a jugar.

Era una tarde de primavera; el sol se encontraba en el horizonte, desparramando tenues rayos nacarados en los alrededores. Se escuchaba claramente el canto de algunas aves que comenzaban a regresar a sus nidos antes de que la noche llegara, y daba la impresión de que las ramas de los árboles murmuraban al ser mecidas por la brisa.

Esa tarde Salazar había preferido permanecer en casa leyendo un libro, así que sólo salimos Mark y yo. Nos habíamos quitado los zapatos y jugábamos en una parte del riachuelo donde había varias piedras en las que algunos animales buscaban refugio. Observábamos atentamente el agua, que apenas nos llegaba a los tobillos, y con un ágil movimiento de mano Mark atrapó una salamandra.[/i]

Cerré los ojos y el recuerdo vino a mi memoria como si lo estuviera visualizando en un pensadero:


[indent]–[i]¡Mira, un renacuajo![/i] –exclamé emocionada.

–[i]No es un renacuajo, es una salamandra[/i] –puntualizó mi hermano tomando al pequeño ser entre sus dedos y observándolo con atención–. [i]Sí, es una salamandra común.[/i] 

–[i]¿Hay salamandras que no son comunes?[/i] –pregunté inocentemente.

–[i]¡Pues claro![/i] –respondió él como si explicara algo demasiado obvio–. [i]Hay salamandras de fuego, o sea que saltan en las fogatas.[/i]

–[i]¿En serio?[/i] –dije sorprendida– [i]Sabes mucho. Cuando sea grande quiero saber todas las cosas que tú sabes[/i] –añadí con una sonrisa y gesto de admiración hacia mi hermano mayor.

–[i]Claro. Te enseñaré todo lo que sé.[/i]

Había quedado conforme con la promesa de mi hermano y continué hurgando en el agua en busca de más animales o piedras curiosas, pero no habían transcurrido ni dos minutos cuando varios cracs resonaron en las cercanías.

–[i]¡Búsquelos! [/i]–se escuchó una voz áspera– [i]Y recuerden que los necesitamos vivos.[/i]

Cuatro enmascarados habían aparecido de la nada vistiendo ropas negras y llevando las varitas en ristre. Nos habían tomado tan de sorpresa que nos quedamos quietos, observando lo que ocurría.

–[i]¡Miren![/i] –prorrumpió uno de ellos mientras nos señalaba–, [i]¿serán sus hijos?[/i]

–[i]No me importa si lo son o no[/i] –respondió otro–, [i]venimos por ellos, no por sus hijos.[/i]

–[i]Lo sé, pero no creo que sea conveniente dejar testigos[/i] –dijo el primero  apuntando su varita hacia mí.

Mark reaccionó casi en seguida y se colocó delante de mí con los brazos extendidos.

–[i]No voy a permitir que le hagan daño a mi hermanita[/i] –profirió valientemente.

–[i]¡No debemos perder el tiempo. Hagamos lo que venimos a hacer y larguémonos![/i]

Rápidamente el resto de los mortífagos comenzó a dirigirse a nuestra casa, pero uno de ellos, el que había levantado su varita contra mí, permaneció en el mismo lugar, observándonos.

–[i]Aunque sean un par de mocosos pueden estropear nuestros planes[/i] –susurró como hablando para sí mismo–. [i]Sí, lo mejor será mantenerlos quietos.[/i]

Fue así que lanzó un rayo morado que dio de lleno en el pecho de mi hermano, provocando que cayera inconsciente. Como se encontraba parado sobre una gran piedra enlamada, resbaló y su cabeza pegó contra otra de ellas. El agua comenzó a teñirse de rojo mientras el mortífago corría a alcanzar a sus compañeros.

–[i]¿Mark?[/i] –pronuncié con voz trémula llevando lentamente una temblorosa mano hacia su rostro– [i]¿Hermano? Despiértate, tengo miedo.[/i][/indent]


Volví a abrir los ojos lentamente y dejé escapar un silencioso suspiro.

»[i]Jamás olvidé ese suceso, al menos no en esencia. Siempre estuve consciente de que había presenciado la muerte de mi hermano mayor, pero hasta hace poco recordé a mis padres, mis verdaderos padres... Seguramente te sorprenden esas últimas palabras, pero pronto comprenderás todo.

Para empezar debes saber que ese asalto mortífago no sólo suscitó la muerte de Mark, mis padres también fallecieron al oponer resistencia, y supongo que para hacer un trabajo limpio asesinaron a mi hermano Salazar[/i] –añadí con una amarga sonrisa, aunque siempre me había preguntado el por qué no me habían matado a mí también.

[i]Tal parece que la pérdida de toda mi familia, y el haber presenciado la muerte de Mark, provocó que mi mente se cerrara y olvidara lo demás. Por esa razón he dicho que a pesar de todo he sido feliz.

Al enterarse del ataque, varios miembros de la Orden del Fénix acudieron a prestar ayuda, pero era demasiado tarde. Cuando llegaron la casa estaba consumiéndose en llamas y algunos mortífagos trataban de huir. A mí me encontraron inmóvil, al lado del cuerpo inerte de Mark; y Lucien Poulain, un amigo de mi padre que iba entre la comitiva que había prestado ayuda, decidió adoptarme al saber que no tenía ningún familiar vivo.

Como ves crecí siendo parte de la familia Poulain, sin saber que mis verdaderos padres habían fallecido. Quizá ahora te preguntes cómo es que nunca recordé todo eso. Bien. Como dije, siempre estuve consciente de que presencié la muerte de mi hermano, pero mis padres... perdón, los Poulain, en un intento por no hacerme sufrir más, decidieron hacerme creer, y hacer creer a sus propios hijos, que Mark había sido su hijo mayor. 

Es así que crecí creyendo que tanto Mark como yo pertenecíamos a los Poulain, y la verdad es que siempre fui muy feliz con ellos. Pero con el paso de los años nuevas imágenes aparecían en mis sueños, hasta que con el tiempo fui recordando a mi verdadera familia; y fue hasta hace poco que se me ha explicado toda la verdad. Por supuesto tal revelación fue un detonante para desenterrar mis recuerdos, y una de las primeras cosas que hice fue regresar a Castle Combe. Quería volver a ver el lugar donde había vivido con mis padres y hermanos.

Por supuesto, a pesar de que ahora sé que pertenezco a otra familia, sigo considerando a los Poulain como mis padres y a sus hijos como mis hermanos. Después de todo ellos me acogieron al quedar huérfana, me trataron como si fuera su verdadera hija y he sido muy feliz a su lado. No les reprocho no haberme dicho la verdad porque sé que lo hacían para evitar que sufriera, y estoy segura que mis padres se los hubieran agradecido de todo corazón.[/i]

Hubo un minuto de silencio, en el que el sonido del agua de la fuente se mezcló con el de silbido del viento.

»[i]¿Cambiar algo? [/i]–murmuré dubitativamente. Durante un fugaz momento pensé en que podría decir que desearía que mis padres y hermanos estuvieran a mi lado, pero... – [i]Si las cosas no hubieran sucedido de esa manera, mi vida sería totalmente diferente; quizás no hubiera conocido a las maravillosas personas que me rodean. Aunque no voy a negar que me hubiera gustado vivir a lado de mi verdadera familia...[/i]
 
Una pequeña sonrisa apareció en mis labios al recordar algo que había sucedido hacía pocas semanas:
   
»[i]Por supuesto la vida me tendría reservada una grata sorpresa al descubrir que el segundo de mis hermanos, Salazar, había sobrevivido al ataque mortífago que años atrás nos separó[/i] –mi sonrisa se hizo más evidente al pensar en que eso no era lo único que había traído alegría a mi vida–. [i]Ahora sólo espero recuperar el tiempo perdido a lado de mi hermano, y también disfrutar plenamente de mi relación con Elvis Gryffindor[/i] –noté un cosquilleo en el estómago mientras decía esas últimas palabras, algo que en general solía suceder cuando hablaba del castaño, muestra de lo enamorada que estaba de él.

5. En objetos mágicos: En objeto 1 deseo modificar las características de mi varita:

Varita mágica: madera de ébano, centro de fibras de corazón de dragón, razonablemente flexible. En el mango tiene grabado un símbolo en forma de estrella, es por eso que la llama Ilmarë, "luz de estrella".

6. En otros datos Agregar al principio esto:

* Se casó con Elvis Gryffindor de manera clandestina, sin que el Ministerio de Magia se enterara de su enlace matrimonial. La ceremonia (acorde a las tradiciones druidas) se llevó acabo en un bosque de Escocia.

7. En links de interés: Modificar el link a bóveda familiar 2

[url= http://www.harrylatino.org/index.php?showtopic=99008]Bóveda Familia Lovegood[/url]

8. No había notado que modificaron el título del topic... ¿podrían quitarle lo de Black y dejar sólo Ficha de Annick?

Es todo. ¡Muchas gracias! Saludos

¡Hola!, ¿les sorprende verme? a mí sí me sorprendería xD

Lily y Meri, pues no veo motivo para que no sean aceptadas xD ¡bienvenidas! En próximos días seguramente será editado el primer post para agregarlas al árbol genealógico; pero mientras tanto es obvio que pueden pasar a rolear a la mansión cuando quieran :3

Saludos a tod@s

Fumus...

Hola Lily pues en realidad el msn es opcional. Lo pedimos porque nos gusta conocer y convivir con las personas en off-rol, pero si no quieres dejarlo es obvio que nadie puede obligarte a compartirlo, así que no hay problema

Hola a todos

Por cierto, se supone que tengo activadas las notificaciones en este topic pero hace meses que no recibo nada en otras palabras, culpen al foro de mi vaguez u.u (?)

Sophie continuaba hilando frases que no tenían ningún sentido para Annick. Parecía como si la rubia le hablara a alguien a quien nadie podía ver; o como si la Granger tuviera una doble personalidad con la que se estaba debatiendo en aquel momento. Pero lo más alarmante era que la rubia seguía lanzando hechizos sin ningún control; incluso la pelirroja tuvo que volver a tumbarse en el suelo para evitar el impacto de uno de uno de ellos, hasta que finalmente escuchó la voz de Elvis lanzando un hechizo hacia Sophie.

─Está bien, amor, creo que ha sido lo mejor. No entiendo qué le ha ocurrido –comentó ante las palabras de Elvis, comprendiendo que quizás el Gryffindor se sentía mal por la medida que había tenido que tomar ante aquella incomprensible situación–. ¿Tú te encuentras bien? –preguntó posando una de sus manos en el rostro del castaño.

Había muchas preguntas en el aire pero lo que más le importaba a la ojiverde en aquel momento era estar segura de que el ex-auror estaba bien. Después volvió a observar a su prima, tratando de buscar una explicación lógica para el comportamiento de la rubia, pero no la encontraba. Entonces vio que la varita de la bruja se encontraba a escasos centímetros de su mano, cuando despertara le sería fácil volver a tomarla y atacarlos así que la pelirroja decidió tomarla y alejarla de Sophie.

─¿Qué hacemos? –temía que la rubia quisiera agredirlos nuevamente una vez que recobrara el sentido, pero era obvio que no podían mantenerla en aquel estado por mucho tiempo–. ¿Creen que intente atacarnos? No quisiera atarla… –concluyó expresando en voz alta lo que estaba pensando.

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Off: Me quedaré con tu varita y te enviaremos en San Munguis muajaja (?)

¿Se dan cuenta que podríamos hacer lo que queramos con Valeskya? xDD

Annick apenas tuvo tiempo para intentar asimilar aquella extraña situación cuando un rayo esmeralda salió disparado hacia donde se encontraba de pie junto a Valeskya. Bastó un segundo para que parte de la pared estallara, al igual que una pequeña mesilla de patas largas y finas sobre la que se encontraba un gran florero de cristal que estaba vacío. Piedras, astillas y otros materiales volaron en diferentes direcciones de la habitación, dejando un enorme boquete cerca de la puerta.

La ojiverde se había agachado y tirado hacia un lado para intentar protegerse, a pesar de ello un pedazo de vidrio le provocó una cortadura en el brazo izquierdo originando un hilillo de sangre que resaltaba en su piel; pero la chica no se percató de eso. Las palabras que decía Sophie eran hasta cierto punto desconcertantes; en otra situación la pelirroja hubiera soltado una carcajada ante el reproche que la rubia le hacía al Gryffindor, pero parecía que lo que sucedía no era ninguna de las bromas que le gustaba gastar a su prima (?).

Annick estaba a punto de decir algo pero la Granger lanzó un segundo hechizo hacia la ventana. La pelirroja palideció temiendo que hubiera dañado a Elvis pero mientras intentaba reincorporarse no apartó la mirada de Sophie, aunque sólo podía apreciar la silueta de la rubia debido a que el polvo aún no se disipaba por completo. La Poulain aferraba con fuerza su varita. No sabía o más bien no quería hacer uso de ella, pero su prima se estaba comportando de una manera muy extraña y tendría que defenderse si era necesario. No entendía qué sucedía.

—S-Sophie… –murmuró trémulamente, imaginando que la auror podría lanzarles otro maleficio. Deseaba correr hacia Elvis y asegurarse de que se encontraba completamente bien, pero temía que cualquier acción alterara a la rubia–, Sophie, ¿por qué no nos sentamos a hablar? Ambos, me refiero Elvis y a ti, podrían exponer sus argumentos y tratar de entenderse uno al otro, ¿no lo crees?

La Poulain miró al Gryffindor como pidiéndole ayuda. No sabía qué hacer. Por una parte deseaba quitarle la varita a la rubia para que ya no continuara lanzando hechizos, pero por otra le preocupaba que Sophie tuviera una reacción más violenta. ¿Era una crisis de estrés o algo similar?, ¿o acaso su prima estaba…? El solo pensamiento de que la auror estuviera perdiendo la cordura le parecía inconcebible por lo que la apartó de su mente. En tanto, quiso dar un paso para acercarse a su prima pero notó la fuerte dolencia en el tobillo que se había lastimado al intentar salir del sótano. No tuvo otro remedio que contener un gemido de dolor y mantenerse en el mismo lugar, expectante ante la siguiente acción de la auror.

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Off: Ya, pongámosle una camisa de fuerza y llevémosla a San Munguis su locura es obvia

Luego de la pregunta de la pelirroja el elfo doméstico abrió los ojos de tal manera que parecía que estaban a punto de salírsele de las órbitas. Era obvio que la petición de Annick lo ponía entre la espada y la pared, pero antes de que pudiera articular algún sonido lo siguiente que ocurrió pasó demasiado rápido como para que alguien hubiera podido reaccionar. Sophie había salido del sótano, tan velozmente que la ojiverde apenas tuvo tiempo de percatarse de ello.

Por una parte había tomado a la pelirroja por sorpresa pero por otra era como si ésta hubiera estado esperando alguna acción similar, así que se olvidó por completo del elfo y salió disparada tras su prima, no obstante al llegar hasta la puerta e intentar abrirla supo que la rubia había querido evitar que saliera. Dio un golpe en seco con la varita pero no ocurrió nada, parecía que la Granger se había encargado de encerrarla muy bien.

Annick estaba a punto de utilizar un recurso desesperado que implicaría abrir un enorme boquete en la pared, pero repentinamente la puerta del sótano se abrió. Aquello había sido tan inesperado que estuvo a punto de resbalar escaleras abajo. Por fortuna sus reflejos la ayudaron a recuperar el equilibrio, aunque notó una leve punzada en el tobillo izquierdo. No obstante dejó de prestarle atención cuando reconoció la voz de la persona que sin querer llegaba en su ayuda.

—¿Sophie?, ¿dónde está?, ¿la viste?, ¿qué le pasa? –planteó tan rápido aquellas preguntas que posiblemente estaba abrumando a la recién llegada. Tratando de ignorar el pequeño dolor del tobillo se acercó hacia Valeskya y casi de inmediato comprendió las palabras de la ojivioleta, dándose cuenta de que en realidad la había confundido con la rubia–. ¡¿Hacia dónde fue?!

En otra situación la Poulain se hubiera detenido antes de utilizar aquel tono, pero las sospechas que tenía sobre Sophie no podían esperar. No tenía tiempo de detenerse a dar explicaciones por lo que apenas estuvo fuera del sótano comenzó a correr sin tener idea de hacia dónde dirigirse. Cuando se percató de eso paró en seco e hizo uso del único encantamiento que podía ayudarle a develar si había alguien más en la mansión. Su esperanza era que la rubia siguiera en la casa, de lo contrario no tenía idea de dónde podía ir a buscarla.

Casi al instante supo que había gente en la sala pero en definitiva quien buscaba no estaba abajo sino arriba, junto con alguien más. La ojiverde comenzó a subir hacia uno de las habitaciones de huéspedes que casi nunca eran utilizadas. Notaba que alguien iba cerca de ella y supuso que se trataba de Valeskya. Cuando estaba a unos metros del lugar indicado, levantó su varita e hizo un movimiento como si se tratara de un látigo, logrando abrir la puerta de un golpe.

—¿Pero qué…? –la escena que se dibujaba en la habitación logró dejar en silencio a la pelirroja. No le hubiera sorprendido encontrarse a Elvis ahí de no haber sido por la manera en que la rubia había procedido. Las circunstancias sólo lograban confundirla.

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Off:

Al fin estoy de vacaciones *-----* sorry por el largo tiempo que me perdí T____T Sorry por el rol, traté de unir todo, espero que no resulte muy incoherete

Annick mantenía la impresión de que la rubia quería evitar que bajara al sótano, y de no ser por el recuerdo de su actitud nerviosa la ojiverde hubiera aceptado la invitación al lago sin ningún reparo. Pero lejos de lo que posiblemente deseaba Sophie, su interés por averiguar qué ocurría se acrecentaba más. Aún conservaba algunas de sus habilidades adquiridas entre los paladines, por lo que agudizó el oído en espera de captar algo que la ayuda a descubrir qué ocultaba la Granger.

―Insisto en que deberíamos asegurarnos… después podremos ir a donde quieras... –comentó, y aprovechó que su prima había bajado la guardia y logró escabullirse hacia la puerta que conducía al sótano. Al comenzar a bajar las escaleras sacó su varita para hacer que la luz iluminara el lugar.

A primera vista todo parecía en orden, lo cual extrañamente hizo que la pelirroja sintiera una incomprensible mezcla de alivio y desilusión. La reacción que Sophie había tenido al principio aún la hacía mantener la ligera sospecha de que algo pasaba, pero en el sótano no había nada… o al menos eso parecía. No obstante, sin ser demasiado evidente con sus intenciones, apenas movió los labios susurrando «Homenum Revelio» y otro hechizo que descubriría algún objeto peligroso en la habitación. Pero nada sucedió.

La pelirroja se mordió el labio inferior ligeramente, y pensó que tal vez estaba actuando demasiado paranoica; o quizás sólo se trataba de que inconsciente estaba buscando algo que le hicieran recordar las vivencias en la Orden del Fénix o en al Cuartel de Aurores. Sin embargo supuso que si era verdad lo de las ratas sí tenían que asegurarse de que la plaga hubiera sido exterminada, pues no quería ni imaginarse a ningún animalejo de esos corriendo por la cocino u otra parte de la casa.

Murmuró el nombre de uno de los elfos domésticos de la mansión, y casi de inmediato un suave crack resonó cerca de las chicas. El elfo hizo una pequeña reverencia y preguntó qué deseaban.

―Freddy, –dijo la Poulain mirando fijamente al pequeño ser y mostrándole un rostro amable, como generalmente solía hacerlo– ¿han terminado con la plaga...? –No dijo nada más, pues de repente se le había ocurrido que si la rubia la estaba engañando con lo de las ratas seguro el elfo la delataría...

Mientras la rubia hablaba Annick comenzó a pelar una naranja, por eso no se percató de la reacción del elfo doméstico al que su prima interpeló para que dijera que era un ángel. Sólo volteó a ver a Sophie cuando ésta mencionó a uno de los candidatos para ocupar el director del Departamento de Aurores, y lanzó un resoplido e hizo un gesto que indicaban su poco agrado ante la perspectiva de que tal mago ocupara el puesto que había pertenecido a Elvis hasta hacía poco tiempo.

La pelirroja esperaba que fuera Sophie quien sustituyera al Gryffindor, pues consideraba que no había nadie mejor capacitado que ella o Seba. Mientras pensaba en ello arrancó un gajo de la naranja y se lo llevó a la boca, casi al mismo tiempo en que Sophie se abalanzaba en dirección al sótano, a una velocidad que pareció como si le hubieran clavado un alfiler en el c…odo (xD), y se colocó frente a la puerta mientras balbuceaba una compleja explicación.

―¿Ratas? –repitió enarcando la ceja derecha y mirando a la rubia con suspicacia–, ¿gigantes?.

De no haber sido por el sobresalto con que la rubia hablaba, a Annick le hubiera causado gracia la manera en que su prima estaba reaccionando; pero aquella escena estaba resultando demasiado sospechosa como para pasarla por alto.

―Si no te conociera diría que ocultas algo en el sótano... ¿acaso te adelantaste a hacer las compras navideñas y no encontraste un mejor lugar dónde guardar los obsequios? –comentó tratando de parecer que bromeaba, aunque sabía que ésa era una excusa muy absurda.

En el fondo se estaba preguntando si existía la posibilidad de que Sophie estuviera ocultando algo importante. No quería pensar en eso porque simplemente no podía concebir que alguien de su familia estuviera metido en asuntos truculentos, así que hizo un esfuerzo por relajarse y le dio una mordida a otro gajo de naranja.

―Bueno, si son ratas gigantes deberíamos bajar para ver el progreso de los elfos, y de paso asegurarnos de que hayan encontrado la madriguera para exterminar la plaga por completo –comentó antes de tomarse el último resto de jugo de calabaza que había en su vaso y así poder encaminarse hacia el sótano.

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Off: Bien malpensada la Annick

Me dices si le seguimos o paramos para lo del secuestro *0* Tal vez podrías rolear un flash back con Elvis, o no sé… y después sigo, lo rescato y lo encierro en mi habitación +.+ ok no xD

El interés es de familia xD

On:

La pelirroja sólo le había dado un par de mordidas al sándwich que había preparado cuando Sophie se adentró a la cocina. Como estaba terminando de masticar el bocado, la rubia le arrancó las palabras que ella hubiera usado: “dichosos los ojos”.

―Todo depende, primita… –respondió al comentario sobre quedarse más tiempo, y luego de un segundo de silencio completó la frase–, todo depende de lo bien que me trates.

Bebió un poco de jugo de calabaza que había encontrado a la mano, sin preguntar si pertenecía a alguien y arriesgándose a soportar la furia de algún dueño sediento.

―¿Traerte algo? Más bien tú deberías recibirme con una fiesta o mínimo un regalo. Me lo merezco por honrarte con mi agradable presencia (?) –bromeó–. ¿Qué hacías? Pensé que estarías en el Ministerio.

Hacía tantos días que no ponía un pie en el Departamento Auror que había llegado a la conclusión de que lo mejor era dimitir, por respeto a sus compañeros y a su poco interés para permanecer con el empleo. Y es que desde que había abandonado la Orden del Fénix, su desgana se había traslapado también a su trabajo en el Ministerio.

―¿Recuerdas la asquerosa plaga que invadió el sótano hace tiempo? –comentó con aire soñoliento–, estaba pensando en bajar a verificar que no hayan regresado esas cosas mohosas –tan sólo recordar el aspecto de esos bichos le provocó escalofrío.

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Off: Veamos si Annick logra descubrir las cochinaditas que hace Sophie en el sótano xD

―Por Merlín, qué cara…

Durante un momento la pelirroja observó su reflejo en el espejo prestando particular atención a las ojeras que enmarcaban sus ojos, los cuales lucían ligeramente hinchados y manifestaban el cansancio de la chica. Pensó en que sería imposible cubrir las marcas de la mala noche que había pasado, víctima de insomnio. Incluso aún continuaba sin poder encontrar cuál era motivo de su imposibilidad para conciliar el sueño pues ya no tenía responsabilidad alguna que le arrebatara la tranquilidad.

Alcanzó a escuchar que llamaban a la puerta, o al menos eso creyó. Como supuso que alguno de los elfos domésticos atendería el llamado no se preocupó por darse prisa para vestirse. No tenía planes de salir; a lo sumo se asomaría un rato al jardín para jugar con Kiara, la Golden retriever que tenía como mascota, por lo que su atuendo era completamente casual. Una vez que cepilló su cabello decidió bajar a la cocina para comer algo.

Era tarde por lo que supuso que nadie se encontraría en casa. Pero no le sorprendió toparse en uno de los pasillos con uno de los elfos domésticos, quien le entregó la invitación a una boda. Le agradeció mientras fijaba la mirada en el papel y leyó con detenimiento mientras continuaba avanzando hacia la cocina. Una vez en el recinto, pegó la invitación en la puerta del refrigerador para que todos pudieran verla y se dispuso a buscar todo lo necesario para un sándwich.

Mientras preparaba el refrigerio meditó sobre las cosas que podía hacer para matar el tiempo. Ya había pensado en jugar con Kiara pero después de eso las posibilidades se reducían. «Quizás tengo que comprarme otra mascota o incluso enseñarme a tejer…», se dijo con una sonrisilla y sacudió la cabeza. Entonces reparó en una de las puertas más cercanas y pensó que podía bajar al sótano para asegurarse de que no los había invadido una nueva plaga. Con suerte podría encontrar algo más en qué matar el tiempo, (quizás evidencia de las travesuras de Sophie).

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Off: saben que soy un poco lenta (y más ahora que estoy en finales) pero me esforzaré por postear al menos una vez a la semana