Edmund Browsler

Luego de haber culminado con el examen de vuelo el chico se sentía mucho mas confiado con sí mismo, puesto que le había ido de maravilla con la escoba, así que esperaba que también le fuera igual en el siguiente examen que se le avecinaba. El joven sentía un poco de angustia pues debía de concentrarse al máximo sino quería equivocarse y de esta forma reprobar el examen de aparición.

Se encaminó por el estrecho pasillo hacia el Centro Examinador de Aparición donde se llevaría a cabo su examen, frente a él había un gran puerta de madera que no tenía manilla sólo un letrero con letras doradas que citaba:"Exámenes de Aparición". Entonces el chico comenzó a pensar como rayos iba a poder entrar en aquella extraña oficina sino tenía como abrirse.

Dió un paso adelante, pero en ese preciso momento la puerta se abrió una joven salió de allí y con una sonrisa dibujada en sus labios preguntó si Ed era el siguiente en realizar la prueba lo que hizo que el ojiverde tragara saliva y su frente se tornara un poco sudorosa por los nervios, pero luego intentó despejar su mente lo más que podía ya que no se daría el lujo de reprobar aquel examen.

Asintió una vez y entró en aquella estancia, era una sala completamente diferente estaba completamente pintada en un blanco bien pulcro, sólo destacaban dos grandes círculos dibujados en el suelo de color rojo de aproximadamente dos metros de diámetro cada uno y estaban separados por unos diez metros. Se limpió el sudor que corría por su cara y fue a situarse en el círculo que estaba a su izquierda.

Miró la expresión de su examinadora la cual era de total serenidad, seguramente por el hecho de todas las veces que había aplicado aquel examen a los magos que sencillamente ya estaba acostumbrada a eso. Recordó que una vez ya se había aparecido, pero en conjunto con su padre, aquella extraña sensación le gustaba poco pero aún así era muy útil para todos los casos, así que debía de enfocarse en su objetivo.

El Batería Evans se llevó una enorme sorpresa cuando el paisaje de la sala comenzaba a cambiar, aquello no se lo esperaba pero aún así le podría ser de mucha ventaja, el joven sólo tenía que pensar con claridad en un lugar que lo hiciera sentir tranquilo y confiado para que de esta manera pudiera concentrarse mejor y con mas claridad en su examen de aparición. Cerró los ojos.

Esperó por un momento y comenzó a abrirlos lentamente. El sol estaba en su punto mas alto del aquel cielo azul completamente despejado que parecía ser infinito, un viento fugaz hizo que el cabello del joven se le despeinara y le trajo el aroma de la primavera que era la estación favorita de Ed. Comenzó a detallar mejor el lugar en el que se encontraba, era un enorme prado que se expandía a lo lejos, el pasto en el suelo parecía recién cortado y muchas flores lo rodeaban.

Preparó su varita con firmeza en su mano derecha y comenzó a relajar cada músculo de su cuerpo, sentía el sol brillante y caluroso en su piel, además de el cantar de los pájaros que según le pareció tonaban una de sus melodías favoritas. Pensó en las 3 D's que era el último tema que había leído por lo que se lo recordaba perfectamente y también por el hecho de que había practicado mucho con su padre en casa.

- Destino - Susurró para sí mismo. Comenzó a concentrarse plenamente en aquel círculo rojo que se encontraba a diez metro de su derecha, no hubo problema, conocía perfectamente su ubicación por lo que el joven estaba satisfecho de su máxima atención en ese momento.

- Determinación - Dijo de nuevo en un leve susurro dejando que cada partícula de su ser se contagiara del deseo completo de ocupar el espacio que el joven ya había visualizado, probablemente éste era el paso mas difícil para que el chico lograra aparecerse, así que tuvo que esperar un rato hasta poder estar seguro de que podía realizar el siguiente paso del proceso.

- Deliberación - Culminó en otro susurro. Aunque aquel hecho había ocurrido en unos pocos segundos, el ojiverde logró detallar cada uno de sus sentimientos en aquel preciso instante, así como si hubiese ocurrido en cámara lenta. Su cuerpo se dirigía en la nada, como si un pasara por un pequeño tubo para poder llegar hacia el lugar en el que él estaba completamente concentrado.

Sintió también levemente como si se le hubiese ido el oxígeno, mientras su cuerpo era jalado entre tiempo y espacio, su mente seguía pensando en aquel círculo rojo y su ser sentía aún mas el deseo de poder aparecer en él. Los pies del chico volvieron a tocar el suelo y abrió los ojos lentamente con un ligero matiz de temor en ellos.

Estaba en el otro círculo rojo, lo había logrado, aunque le había costado muchísimo trabajo y preparación haber podido realizar su aparición el ojiverde estaba muy satisfecho consigo mismo. Una sonrisa se expandió por sus labios y extendió ambos brazos mirando al cielo azul. El sol seguía brillante y comenzaba a quemar su piel, pero no le importaba, había logrado efectuar su aparición y ese hecho lo llenaba completamente de orgullo.

La salió volvió a cambiar su estado hacia como se encontraba un tiempo atrás, de nuevo estaba pintada en un blanco bien pulcro de lo que sólo destacaban dos grandes círculos dibujados en el suelo de color rojo. Se acercó hasta su examinadora la cual le comentó que sus resultados estarían en la mayor brevedad, así que el chico se despidió y le agradeció a la joven y salió de la sala mientras se dirigía contento hacia su Castillo.

Luego de haber entrado el joven ojiverde en la Oficina de su jefe, junto con Harry, éstos se saludaron y se sentaron para tratar los temas que tenían pendientes. La mente de Ed revoloteaba en todas las cosas que habían por hacer, pero aún así el chico estaba muy bien organizado en todo.

No habían pasado ni unos minutos cuando la puerta de la oficina sonó dos veces y alguien abrió la puerta, en el umbral estaba Cye Lockhart la jefa de la Oficina de Cuidados Antimuggles, la rubia saludó a Ed y a Harry con un beso en la mejilla para luego sentarse y saludar también a Angus.

Pero al parecer a la joven se le había olvidado su medicamento en su mansión por lo que salió de la estancia alegando que tenía que ir a buscarlo rápidamente y no podía perder mas tiempo. Cerró la puerta de la oficina y desapareció de vista.

- Bueno, mientras esperamos a Cye.. - Comentó Ed dirigiéndose hacia el black y el Potter Blue -. Luego de lo 'ocurrido' en el Estadio New Traffor, supongo que todos los daños que le realizaron a éste serán resueltos por el Ministerio de Magia ¿cierto Angus?

El Batería Evans esperó la respuesta de su jefe mientras sacaba unos papeles de su maletín.

- Ahora bien tenemos pendiente proporcionar las instalaciones Estadio para las prácticas de algunos equipos de quidditch que lo han solicitado.. - Continuó haciendo una leve pausa -. Así como también el juego de polo en hipogrifos en el Possum Perpetuo, del cual Cye nos ampliará la noticia en cuanto llegue..

Bueh no han pasado 1 mes.. pero Ueki me dijo que en cuanto tuviera mis permisos viniera..

♦ Bando: Orden del Fénix

♦ Rango en el bando: Initie

Wiii al fiiin *-* Soy ODF +.+

El Batería Evans se había dado vuelta levemente para que su vista pudiera recorrer las gradas del estadio, su corazón comenzó a palpitar rápidamente y la frente le sudó un poco. Se llevó la mano hacia la cara y se la limpió un poco. Ante él aquel estadio estaba completamente repleto de magos y brujas que exclamaban a gritos al equipo que apoyaban.

Ed se levantó de su asiento y fue rápidamente al baño cerrando la puerta de un portazo. Fue hacia el lavabo y se lavó la cara, su mirada quedó un momento fija en el espejo mirando aquellos ojos verdes que eran tan brillantes como los de su padre. El ojiverde sonrió y salió del baño decidido y ésta vez con muchas ganas de comenzar con aquel evento.

Al entrar de nuevo en la cabina su compañero Harry le había preguntado donde había estado y el joven le había contestado con una evasiva argumentando que había ido un momento al baño y sin dar mas explicaciones. Sacó su varita de sauce y la sostuvo firmemente en su mano.

- Bien Harry, creo que es hora de comenzar - Comentó Ed sonriente.

El Ministro Español se había puesto de pie y había avanzado hacia adelante, lanzó unas señas hacia el ojiverde y éste se acercó de inmediato a su micrófono el cual estaba mágicamente encantada para que se escuchara con claridad en todo el Estadio New Trafford.

- Bienvenidos sean todos a otro gran evento de quidditch auspiciado por el Departamento de Juegos y Deportes Mágicos de Londres. En ésta ocasión se enfrentan las grandes selecciones de España e Inglaterra, en una disputa que seguro los dejará sin aliento- Comenzó el joven e hizo una pausa para luego a agregar -. Damas y Caballeros, tenemos el privilegio de tener con nosotros al señor ministro español: Alejo Gutiérrez.

Entonces el chico se alejó del micrófono un poco y tomó un sorbo de agua ya que parecía como si la garganta le quemara, pero luego se le pasó un poco y se quedó sentado en la cabina escuchando las palabras del Ministro de Magia Español.

La mente del Batería Evans divagaba por los recuerdos de su pasado, la primera vez que había asistido a este estadio había sido en compañía de su abuelo Santy, para aquel entonces el joven aún tenía muy poca edad y experiencia, pero en este caso era uno de los encargados de aquel partido de quidditch que sería entre Inglaterra y España, lo cual Ed asumió estaría muy reñido su resultado.

El ojiverde prestó atención a las palabras que le decía el Director del Departamento de Juegos y Deportes Mágicos, Angus Black. Al parecer no se tenía idea alguna de cuando se aparecería por fin el Ministro de Magia, pronto llegaría el Jefe de su Oficina, y mientras, Cye debía de estar afuera ayudando a los magos que estaban a cargo del orden de entrada al Estadio New Trafford.

Angus asintió y se escabulló entre otro grupo de magos que se acercaba a el Palco VIP, dejando a Ed a cargo de la cabina. Se sentó y tomó un poco de agua ya que el joven estaba un poco nervioso, era la primera vez que hacía algo como eso. Pero entonces la puerta de la cabina se abrió y por allí entro Harry, su Jefe de Oficina, el cual se sentó y comenzó a preguntar por el Ministro.

- Bueno ese es el dilema del día Harry - Comentó el ojiverde un tanto preocupado -. Pero seguro que no ha de tardar, ya sabes que siempre es bueno llegar un poco después para dar una buena entrada..

Entonces fuera de la cabina se escuchaba un estruendo de personas que gritaban y saludaban fervientemente a un mago que no alcanzaba a ver. Así como también los flashes de las cámaras se hacían notar a cada rato. Ed se llenó de ansia, tal vez pronto comenzara todo.

- Creo que el Ministro viene llegando Harry - Dijo Ed mientras miraba por la ventana de la cabina.

El Batería Evans terminó todo el trabajo que tenía pendiente en el Ministerio de Magia para entonces dirigirse hacia su habitación en el Castillo Batería ubicado en Ottery St. Catchpole. El joven estaba muy cansado por lo que lo primero que hizo fué tirarse en su cama y cerrar los ojos descansando un poco. El reloj que yacía en su mesita de noche sonó al llegar la hora en la que el chico había colocado la alarma. Era tiempo de alistarse para ir al partido entre España e Inglaterra, que seguramente sería un evento magnánimo.

Encendió la ducha y dejó de que la tina se llenara completamente para darse un baño de agua caliente y ver si así recuperaba sus energías. Mientras estaba en la tina el ojiverde pensaba en como sería el partido, Inglaterra tenía muchísimas posibilidades de ganar, también Ed esperaba que el cuartel de aurores asistiera a tiempo, pues un partido comentado por el Ministro seguro atraería a muchísimos indeseables.

Llevaba puesto lo que parecía ser un traje de gala negro con rayas blancas que iba ajustado con su musculoso cuerpo, una camisa de color blanco y una corbata de color morado pues Ed había decidido que debía de variar un poco el color, por lo que se veía muy bien, así que decidió que era tiempo de irse ya.

Minutos después Ed aparecía por medio de un traslador en una calle empinada que estaba completamente desierta. Sonrió, ya que no tenía que utilizar su varita la cual estaba guardada en su túnica. Caminó cuesta abajo la calle hasta llegar a la parte trasera del Estadio New Trafford. El ojiverde abrió la reja y luego las volvió a asegurar ya que por allí solo entrarían los miembros que irían hacia el Palco VIP.

Un viento fugaz golpeó la cara del chico, hizo que sus cabellos se alborotaran y se le puso la piel de gallina; miró soberbiamente a ambos lados y arqueó una ceja. Subió las escaleras hasta llegar al lugar donde estaba la cabina de relatores y se percató de que ya estaba allí su Jefe. Sonrió al verlo y saludó gustosamente.

- Buenas tardes Angus - Comenzó el chico -. ¿Y el señor Ministro?

Su mirada se dirigió periféricamente por todo el lugar y no alcanzó a ver a nadie más. Pero en las gradas que se encontraban frente a ellos comenzaban a llenarse de magos y brujas ansiosos porque empezara aquel Evento de Quidditch. El ojiverde forzó un poco la vista intentado distinguir personas que él conociera pero era un intento inútil pues no alcanzaba a ver a una distancia tan lejana, como aquella.

Hello Hello :3

Pues vine a pedir ciertos cambios por que ya me gradué *-*

♦ Rango Social: Unicornios de Bronce.

♦ Conocimientos:

- Maestría con escobas.

- Idiomas.

♦ Bando: Orden del Fénix (*).

(*) = O sea ya me gradué y todo, ya posteé el bando al que quiero pertenecer.. pero aun no tengo los permisos.

Si no se puede modificar aún está bien, si se puede pues Genial

El joven Potter Blue había respondido a el saludo que le había hecho el ojiverde muy amigablemente, pues ya se conocían. Aunque el sería su Jefe durante el tiempo restante pues el joven ya estaba por graduarse de la academia y aspiraba un puesto de mayor importancia en aquel Departamento.

- Yo muy bien Harry, la verdad muy feliz - Respondió ampliando una sonrisa en su cara -. Bueno Harry primeramente..

Pero el Batería Evans se detuvo cuando la puerta de la oficina fue tocada por alguien dos veces y entró sigilosamente Mireya, nuestra secretaria y nos informó que Angus nos esperaba en su despacho, pues al parecer tenámos asuntos importantes que tratar.

- Enseguida vamos Mireya.. - Contestó Ed guiñándole un ojo.

Entonces la secretaria asintió y salió de la Oficina por lo que Ed intuyó que se dirigía hacia la Oficina del fondo que era la de su compañera Cye, aunque el joven no estaba muy seguro si la chica se encontraba en ese momento allí, pues que el recordara ella había salido a finiquitar lo de Polo en Hipogrifos en el Possum Perpetuo.

- ¿Sería mejor? ¡Tenemos que ir a verlo! - Contestó el ojiverde con una risita -. Ahora bien Harry, digamos que Angus puede ser un poco.. mmm.. crispante. Pero una vez que lo conoces te acostumbras.. a él solo le gusta que trabajemos..

Dicho esto ambos salieron de allí en dirección a la Oficina de Angus que era la primera que se veía en el Departamento y la mas amplia. Harry tocó dos veces la puerta, pero ni bien había respondido angus cuando Ed ya había posado su mano en el pomo de la puerta y la abría. Una vez que se encontraban en la estancia Angus había respondido con un seco 'pase'.

- Buenos días Angus - Dijo el joven entrando en el despacho y lanzándole una sonrisa a el Director del Departamento como saludo, para luego sentarse y explicar -. Entregué todas las entradas a los miembros del Ministerio ah y supongo que ya te habrá llegado al legalización de el Departamento de Cooperación Mágica Internacional.

Entonces el aspirante a fenixiano se sentó y esperó las palabras dle Black.

El joven Batería Evans estaba muy cansado por el ajetreado día que había tenido. Estuvo todo aquel día repartiendo las entradas a el encuentro España vs. Inglaterra de la Copa "Teodor Simulador" a todos los miembros del Ministerio de Magia, pues era un magnánimo evento.

Subió al ascensor el cual cerró con un ruido metálico y subía a la planta que el ojiverde le había indicado, aunque primero había hecho una parada en la planta número cuatro y unos cuantos memorándum en forma de avioncitos de papel entraron y comenzaron a revolotear de un lado a otro. Se le escapó un bufido al chico.

- Séptima Planta, Departamento de Juegos y Deportes Mágicos.

Anunció la voz de mujer mecánicamente y las puertas del ascensor se abrieron de par en par. El chico salió agradecido por haber dejado aquellos molestos memorándum atrás. Caminó sigilosamente por todo el largo pasillo hasta llegar a la recepción donde estaba Mireya a la cual saludó con una sonrisa y siguió su camino.

Se dirigió directamente a la Oficina de el Director del Departamento, Angus Black y tocó dos veces a la puerta, pero no recibió contestación alguna. Así que el chico sacó un sobre amarillo de su maletín donde tenía la pancarta de un evento que tampoco se debía de pasar por alto.

Luego Ed se encaminó hasta su oficina, pero alcanzó a detallar como un nuevo miembro se hacía presente en el Departamento. Su mano se posó en el pomo de la puerta y la abrió entrando en la estancia. A su vista estaba un chico que ya conocía por las numerosas redadas en las que había participado.

- Buenas tardes Harry - Saludó sonriente -. Al parecer eres mi nuevo Jefe. Felicidades.. ¿Que tal? Me parece muy bien por que tenemos muchísimo trabajo.

Luego de haber tocado la puerta pasaron un par de minutos hasta que se escucharon unas pasos en el interior y la puerta se abría. Una chica ojimiel se encontraba frente a el joven Batería y sonrió hablando con un acento francés que se denotaba fácilmente.

Ed entró en aquella estancia mirando a su alrededor y un poco distraído, pero volvió en si cuando la chica comenzó a hablarle de que ya todo se encontraba arreglado y sólo esperaban a la firma de la encargaba de leyes internacionales. El ojiverde suspiró con alivio, ya que no tenía mucho tiempo que perder.

- Hello, Soy Ed Batería Evans - Comenzó hablando con una sonrisa en sus labios -. Bueno en realidad no cuento con mucho tiempo, le agradecería mucho si me las enviara las autorizaciones a el Departamento, o un memorándum me bastaría.. son muy eficientes.

Los ojos verdes del chico centellearon un poco, aunque la chica no lo alcanzó a ver. Ésta asintió con desgana y nos miramos un rato hasta que por fin dije.

- Por cierto, de una vez paso a entregarte las invitaciones, hay para todos los miembros de este Departamento, que estarán ubicados en los palcos centrales. Y ésta para ti.. - Mientras sacaba una entrada para la joven -, en la tribuna alta, que es donde estarán los Directores de los Departamentos junto con el Ministro.

Luego de entregárselas salí de la Oficina para dirigirme hacia el siguiente Departamento, aquel sería un largo día.

Caminamos hacia el ascensor metálico y éste comenzó a ascender hacia la planta número nueve que era donde se encontraba el Departamento de Cooperación Mágica Internacional. Se detuvo con un ruido seco y la voz mecánica de la mujer volví a escuchar anunciando cada oficina del los departamentos. Me despedí de Severus mientras iba en camino hacia la oficina opuesta.

Estuve andando un rato por el estrecho pasillo donde varios y brujas entraban y salían muy apresurados por allí hablando unos idiomas que no alcanzaba a entender, pues yo sólo sabía inglés, francés y español.

Llegué hasta lo que parecía la recepción, no me detuve a captar los detalles de la misma pues no tenía mucho tiempo que perder en ese Departamento, cuento antes saliera, mejor. Allí estaba una bruja muy alta y a mi parecer poco agraciada, pero igual la saludé con gentileza.

- Buen día.. - Comencé -. Me gustaría hablar con la Directora del Departamento, Gabrielle Delacour, es para finiquitar los detalles del siguiente Evento de Quidditch en el Estadio New Trafford..

La bruja asintió y se encaminó hacia lo que, a mi parecer, era la oficina mas grande de aquel lugar. Pasados unos minutos regresó diciéndome que la Directora me atendería.

Me dirigí hacia la puerta que estaba de frente y el mármol del suelo amortiguaba el sonido de mis pasos lo que provocaba un ligero eco en la distancia. Mi mano se posó en la puerta tocando dos veces seguidas.

Alcancé a notar el matiz de voz y supe perfectamente a los que se refería el Weasley, una sonrisa se dibujó en mi cara al tiempo en que me levantaba de el sillón e iba a buscar mi abrigo de color verde oscuro. Entonces el chico extendió una mano y ambos nos las estrechamos con fuerza, como si fuera una competencia de pulseada.

Entonces rebusqué entre todos los documentos que tenía en el cajón debajo del escritorio, estaban muy bien ordenados, pero aún así era un lío tener que buscar aquellas fichas allí. Finalmente alcancé a encontrar lo que buscaba el trato con el Departamento de Cooperación Mágica Internacional para finiquitar los detalles de aquel evento próximo.

Abandoné junto con Severus la Oficina, éste comenzó a hablar pero mi mente estaba un poco distraída, hasta que volví en sí cuando el joven Weasley comenzaba a elogiarme por mi trabajo y se me escapó una leve risa.

- Pues sí, aquí estamos siempre a la orden.. - Comencé y maticé con mi voz la última palabra para que el chico entendiera que yo le había captado -. Yo tengo que ir al Departamento de Cooperación Mágica Internacional para terminar el asunto del Evento de Quidditch.

Caminamos hacia el ascensor metálico y éste comenzó a ascender hacia la planta número nueve que era donde se encontraban estos dos departamentos. Se detuvo con un ruido seco y la voz mecánica de mujer volví a escuchar anunciando cada oficina del los departamentos. Me despedí de Severus mientras iba en camino hacia la oficina opuesta.

- Pues la verdad sí, pero de la decoración se encarga Cye, ya que eso es algo que le apasiona mucho a la chica, pero se verá mejor cuando sea Jefe - Respondí sonriendo con amabilidad -. Si he jugado muchas veces al Futbol, a decir verdad creo que no existe algún deporte del cual yo no haya practicado.

Entonces cuando el joven estaban a punto de hablarme acerca de su propuesta la puerta de la Oficina fué golpeada dos veces y yo había llamado a entrar. Estaban Cye y Hdao que luego de entrar y saludar siguieron su camino hacia el Possum Perpetuo, para finiquitar los detalles de aquel encuentro. Noté una cierta mirada de tensión entre Severus y Hdao, pero no me inquieté en absoluto.

- Ahora si dime - Dije.

Entonces el Weasley comenzó a platicarme su propuesta deque luego de el encuentro de Quidditch que se venía en el Estadio, la disponibilidad de éste para practicar con un equipo no perteneciente a la liga.

- Bueno sí, tendremos un encuentro entre Gran Bretaña y la selección de España dentro de unas semanas, pero el estadio estará tan concurrido con los arreglos que sería imposible anterior - Comencé a explicar con un matiz de voz suave -, por lo que te sugiero que sea posterior a este gran evento que se realizará en un par de semanas y sí, el ministro estará presente. Aunque esto sería mas bien con la Oficina de Regulación de Deportes Existentes..

Abrí un cajón del escritorio rebuscando entre todos los documentos que se encontraban allí, buscando la planilla para la solicitud del Estadio New Trafford. Luego de un rato de rebuscar finalmente la encontré y se la enseñé a Severus mientras le indicaba lo que tenía que hacer.

- Como ahorita esa Oficina se encuentra sin Jefe, yo me haré cargo de eso - Dije sonriente -. Tienes que rellenar todos los datos allí: Nombre del equipo, nombre y apellido de los jugadores con sus respectivas posiciones, capitán, entrenador y sanador particular (si poseen), cuidad perteneciente del equipo y los horarios en los que practicaran.

Le entregué la planilla al joven Weasley al tiempo en que agregaba:

- Ah y me firmas allá abajo por favor, puedes traer la planilla cuando la tengas lista.

Tras haberle hablado a Severus alguien tocó la puerta de la Oficina justo en el momento en que éste se diponía a contarme todo con lujo de detalles.

- Adelante - Exclamé.

Era Cye Lockhart, la Jefa de la Oficna de Cuidados Anti-muggles la cual entró en la Oficina tan sonriente y amigable como siempre, pues nos llevábamos muy bien.

Entonces se percató de la presencia de Severus y luego saludó a éste con un beso en la mejilla. Pero no iba sola. Estaba con Hdao, la chica lo presentó aunque ya nosotros nos conocíamos desde hacía mucho tiempo atrás, pero al parecer Cye no lo sabía.

- Si Cye, ya nos conocíamos - Comenté sonriendo -. Me alegra que vayan inmediatamente a ver lo de las nuevas actividades, Cye, espero que luego que terminen me pases información sobre los juegos que eligieron.

La rubia asintió con un ademán de sonrisa para luego agregar el hecho de que se tenían que ir ya pues iban de salida, esperaba que les fuese muy bien.

- Nos vemos - Dije dirigiéndome hacia los dos, para otra vez quedarme frente a Severus -. Ahora si dime.

El sol comenzaba a salir por el este, este iluminaba la superficie de las calles de Londres con un matiz amarillo y naranja, tan popular del amanecer. Un viento fugaz pasó por aquel lugar anunciado la llegada de un nuevo día de trabajo. Iba vestido con un traje gris y unas camiseta de color blanco con una corbata la cual estaba bien anudada en mi cuello de un color verde que sobresaltaba sobre el traje.

El atrio del Ministerio de Magia estaba tan normalmente abarrotado de magos y brujas que iban a cumplir sus labores diarios. Como era tan temprano había mas gente, ya que ésa era la hora de entrada al trabajo. Escuché unas voces de varios magos que me llamaban pero los ignoré dirigiéndome hacia el ascensor ya que no tenía humor para detenerme a hablar con alguien y mucho menos de llegar tarde a mi oficina, ya que todavía tenia mucho por hacer.

Supe que ya había llegado a la planta numero siete en cuanto la voz mecánica femenina lo anunció con su voz gélida. Salí del ascensor y éste cerró sus puertas con un chirrido, pero no le presté mucha atención. Caminé con serenidad por todo el largo pasillo hasta llegar a la recepción, donde estaba Mireya y un joven hablando acerca de un tema que no alcanzaba a escuchar.

- Buenos días Mireya, espero que hayas amanecido bien - Saludé sonriente y entonces me detuve tras reconocer a quien la acompañaba -. Hola Severus ¿que tal?

Entonces Mireya comenzó a hablar mecánicamente recitando cada una de las palabras que se habían mencionado en su anterior conversación con el Weasley, alegando la disponibilidad del Estadio New Trafford.

- Acompáñame hasta mi oficina Severus, para que me cuentes todo bien - Dije de nuevo para entonces dirigirme hacia la recepcionista -. Avísame cuando llegue Angus.

Caminamos un poco mas por el pasillo estrecho hasta llegar a la Oficina de Patentes Descabellada, abrí lentamente la puerta y entré a aquella estancia seguido por Severus. Coloqué el maletín sobre mi escritorio y me senté en el sillón mientras invitaba a el joven a sentarse en la silla que estaba frente a mi escritorio.

- Ahora si, cuéntamelo todo - Puntualicé.

Escuché atentamente las palabras de Hdao, las cuales eran muy interesantes la verdad. Aquello que aquel joven planteaba era muy bueno, pues ahorita teníamos cantidades grandes de juegos que faltaban por patentar y la idea de comenzar con la movilización de aquello nos sería muy gratificante.

- La verdad Hdao que lo que me planteas está muy bueno - Comenté con un tono pensante, tampoco sabía si sería de muy buena idea interrumpir a Angus en su oficina, pero al fin y al cabo me decidí y le sonreí al joven que estaba frente a mi - Sígueme.

Caminamos por el estrecho pasillo hacia el final donde estaba la oficina del Director del Departamento de Juegos y Deportes Mágicos, Angus Black. Giré lentamente el pomo de la puerta y entré a la Oficina donde estaban aún el Black y la Weasley.

- Angus, creo que esto te podría interesar mucho - Dije secamente.

El Jefe asintió y luego hizo un par de comentarios que no alcancé a escuchar pues me había dado vuelta para ir a buscar de nuevo a Hdao. Mientras salía la puerta de la Oficina se abrió y Sara hecho a andar hacia su Departamento.

- Bien hdao, el Director te recibirá ahora - Dije y el chico me siguió hasta la Oficina de Angus.

Vi como el joven entraba en la Oficina al tiempo en que me daba vuelta y tomaba mi capa de viaje para irme a descansar a el Castillo Batería.

- Como digas Angus - Contesté secamente al tiempo en que arqueaba una ceja, soltaba un leve bufido y miraba hacia la ventana por la cual no se veía absolutamente nada, pero sólo lo hacía por complacencia.

Mientras el director del Departamento revisaba los informes con cierta desgana la puerta de la Oficina se abrió ligeramente. Pude notar como la vista de Angus cambiaba rotundamente de estar aburrido con el trabajo a repentinamente aparentar que estaba muy ocupado revisando aquellos reportes.

Una chica estaba en el umbral de la puerta, era muy linda y la reconocí al instante, era Sara Weasley. Me sorprendió mucho verla en aquella Oficina ya que no trabajaba allí y en realidad no tendría ninguna necesidad de hacerlo pues su empleo no lo requería. De inmediato cuando la chica comenzó a hablar pude entender de que se trataba todo eso, una sonrisa se dibujo en mis labios y tuve que apretar bien mis dientes para reprimir una carcajada, jamas se me hubiese pasado por la mente que Angus estuviese de lover.

De repente, luego de que la chica intercambiara un par de miradas con el Director del Departamento, notó mi presencia allí y se volvió para saludarme,gesto que yo respondí.

- Hola, Sara ¿que tal? - Respondí sonriente -. Por cierto, felicidades nueva Miss HarryLatino..

Entonces la chica comentó algo acerca de que un joven estaba fuera esperando para que el Jefe del Departamento lo atendiera, pero según se veía, Angus estaba muy ocupado como para atenderlo. Otra vez tuve que reprimir la carcajada y simplemente parecer divertido en aquel ambiente. Por lo que me dijo que él sólo atendería al chico si era sumamente importante.

- Tranquilo Jefe, veo que esté muy.. em.. ocupado. Yo me haré cargo de eso - Comenté con aire aún mas divertido pues Sara parecía una loba feroz que se lo machacaría en cuanto yo saliera de allí. Fuí hasta la puerta giré el pomo y añadí antes de salir -. Suerte, le hará falta.

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Tras salir de la Oficina del Director me dirigí hasta la Oficina de Información. Allí afuera estaba de pie un joven que reconocí al instante y que al parecer tenía ciertos planes para próximos eventos del Departamento.

- ¡Hola Hdao! - Exclamé al estar cerca de él - ¿Que se te ofrece por acá?

Ueki no!! >.< Era solo el cambio en el nombre de mi personaje xDD

Pero no el de la ficha! +.+

Pliisss *o*

Hello :3

Quiero unos cambios +.+

♦ Nombre del Personaje (Nick): Ed Brian Bateria Evans Shacklebolt.

♦ Aspecto Físico: Alto de unos 1.85 mts aproximadamente. Cabello color negro con reflejos verdes estilo moderno con varios flecos lo cual hace que sea un cabello rebelde. Piel de color blanco bronceado. Ojos de color verde brillante. Una sonrisa amplia del aspecto de un ángel. Cuerpo atlético, con pectorales y bíceps que resaltan siempre, muy apuesto.

♦ Cualidades Psicológicas: Un poco alocado, divertido, pero siempre muy responsable y dedicado en las cosas que hace, desde pequeño fué independiente y lo sigue siendo, claro le gusta estar rodeado de gente, es muy amigable y sociable, cuando se enamora puede dar hasta la vida por ella, es inteligente, le gusta reir y hacer bromas, incluso es muy sarcástico.

♦ Historia de Personaje:

Nahuel Browsler y Crissell Black tuvieron a su único hijo en su luna miel. Un año después cuando estuvieron en su casa en Londres, Inglaterra; los asaltó un grupo de magos que Ed nunca supo quienes fueron ni alcanzó a vislumbrar quienes fueron pues su padre Nahuel lo había escondido en el armario. Entonces éstos magos asesinaron a sus padres sin piedad.

Nunca llegaron a descubrir a los responsables de aquel acto criminal, por lo que el chico vivió con eso toda su vida en casa de su abuela materna Umbriell Black, la cual falleció unos 9 años después de manera natural en su propia casa de campo ubicada en Gales. Ed tiene unos pocos recuerdos borrosos de cuando esto sucedió.

Desde entonces Ed se dedicó a vivir la vida de una manera alocada e irresponsable gastando el dinero de sus padres en todos los caprichos juveniles que tenía, hasta que le quedó muy poco. Entonces el joven se dió cuenta de que necesitaba de educación, para poder trabajar en un futuro. Por lo que ingresó a la Academia de Magia y Hechicería, con dotes mágicos jamás conocidos por él.

El Director del Departamento de Juegos y Deportes Mágicos se encontraba sentado en su sillón con unos papeles en mano, al parecer examinando unos cuantos reportes que no alcancé a observar, pero tampoco me interesaban mucho, sólo me limitaba a hacer mi trabajo.

Luego Angus hizo unos comentarios sobre los reportes que faltaban, pero lo que él no sabía era que ya los había terminado. Al parecer después se le ablandó un poco el corazón e hizo unos cumplidos por mi trabajo, ¿que le había pasado? ¿Sería que había encontrado a el amor ya?. Pero también supuse que era una falta impresión de amabilidad, lo cual era mas probable.

- Si lo sé - Contesté sin expresión alguna - Por cierto.. aquí están los últimos reportes.

Saqué de mi maletín otro par de documentos y se los entregué a Angus:

Nombre: Anna T. Ryddleturn

Familia: Ryddleturn.

Patentes:

♦ Lanza la bludger

Juego en el que un grupo de personas lanzaría una pregunta a otro de sus compañeros, y este se vería obligado a responderla.

Aceptado. Es un juego interesante, pero se pondría mejor si al jugador que responda incorrectamente lanzarle una bludger.

 

♦ Encuentra el traidor.

Podría tener dos versiones, una en la que fuese un único equipo encargado de superar ciertas pruebas para alcanzar una meta o un premio, el traidor, elegido al azar debería de entorpecer esta tarea, el equipo deberá de averiguar quién es el traidor o perderán.

La otra versión sería que fuesen varios equipos, y en cada uno de ellos hubiese un traidor, los equipos competirían entre ellos, y solo el equipo que ganase se llevaría el premio, aunque solo en el caso de que hubiesen averiguado quien es el traidor entre ellos. El equipo que quede en último lugar si no ha logrado encontrar al traidor, dicho traidor también será ganador.

Aceptada la segunda versión. Es más concisa y mucho mejor planificada, ya que los traidores no les dirán a su equipo vía (msn o mp) que son ellos, pues sino pierden.

 

♦ Policía y ladrón.

Un juego bien sencillo al que todos habéis jugado más de una vez, seguro. En este caso uno será policía, otro ladrón, otra sanadora y los demás serán ciudadanos. Algunos de los ciudadanos también podrían llegar a convertirse en cómplices.

El ladrón por mp mandará mensajes a sus compañeros, avisándoles de que están muertos o de que se convirtieron en cómplices, el policía deberá de averiguar quién es el ladrón antes de que todos estén muertos.

Según como vaya muriendo la gente tiene que avisar de ello en el tópic correspondiente y cuando el policía crea que sabe quién es el ladrón deberá de avisar en el mismo tópic.

La sanadora podrá resucitar a los muertos.

Rechazado. Hay una imprecisión con respecto a los MP que se enviarían, por lo que derivaría a una sucesión de tiempo incompleta.

Nombre: Andrea L. Black.

Familia: Black.

Patentes:

♦ Lanzamiento de cuerno de Erumpent

El juego consistiría en aventarlos y ver el que menos daño quede después de lanzarlos o el que destruya más cosas por eso.

Aceptado. La segunda opción es la mejor, con respecto al que destruya mas cosas.

 

♦ Polo en hipogrifo

Es como el juego muggle, pero en vez de caballos se usarían hipogrifos.

Aceptado.

 

♦ Carreras de hipogrifos

En vez de caballos los jinetes usaran hipogrifos, el primero que llegue a la meta gana. Los hipogrifos pueden atacar a otros hipogrifos o a los jinetes.

Aceptado.

 

♦ Damas chinas mágicas

Como el ajedrez mágico, pero que las pelotitas imploten al ser comidas por las del otro.

Rechazado. Se supone que se debía de innovar con los patentes, idear nuevos juegos. No copiar unos que ya están hechos o parecidos entre la comunidad mágica.

Nombre: Sabugo Batería Evans.

Familia: Shacklebolt.

Patentes:

♦ Parchís mágico.

El popular juego de mesa muggle, pero realizado con dados mágicos y comandos de voz.

Aceptado.

 

♦ Duelo subacuático.

Con la potencia de los rayos reducidas al aumentar la densidad del ambiente (????)

Rechazado. Aunque tengan el encantamiento casco-burbuja los hechizos verbales (la gran mayoría) resultarían casi imposibles de ser ejecutados, así como también la complicación de corrientes marinas, etc. También para evitar confusiones entre roles.

 

♦ Carrera de coches voladores.

Pues eso, una carrera de coches mágicos con hechizo desilusionador.

Aceptado. La carrera puede ser en campo abierto.

El sol comenzaba a salir por el este, este iluminaba la superficie de las calles de Londres con un matiz amarillo y naranja, tan popular del amanecer. Un viento fugaz pasó por aquel lugar anunciado la llegada de un nuevo día de trabajo. Iba vestido con un traje gris y unas camiseta de color blanco con una corbata la cual estaba bien anudada en mi cuello de un color gris mas oscuro.

El atrio del Ministerio de Magia estaba tan normalmente abarrotado de magos y brujas que iban a cumplir sus labores diarios. Como era tan temprano había mas gente, ya que ésa era la hora de entrada al trabajo. Escuché unas voces de varios magos que me llamaban pero los ignoré dirigiéndome hacia el ascensor ya que no tenía humor para detenerme a hablar con alguien y mucho menos de llegar tarde a mi oficina, ya que todavía tenia mucho por hacer.

Supe que ya había llegado a la planta numero siete en cuanto la voz mecánica femenina lo anunció con su voz gélida. Salí del ascensor y éste cerró sus puertas con un chirrido, pero no le presté mucha atención. Caminé con serenidad por todo el largo pasillo para ir hasta la Oficina del Director de el departamento, el cual seguro ya había llegado.

No toqué la puerta al entrar, simplemente giré el pomo lentamente y entré en aquella estancia, en la que muchos pagarían por no estar, pero a mi sinceramente me daba igual. El jefe se encontraba sentado en su sillón y examinando unos papeles. Éste levantó la mirada hacia mi en cuanto me escuchó entrar.

- Buenos días, Angus - Dije - ¿Que tal estuvieron los reportes? ¿Algún error?

Lo raro sería sino hubiese ninguno, ya que al director le gustaban tan perfectas las cosas y era tan exigente que en realidad seguro le habría hecho unas cuantas cosas. Mientras, mi mente divagaba por la otra parte de los reportes que aún me faltaba terminar.

- Claro Cye - Respondí sonriente -. Cualquier cosa yo te envío una lechuza hasta tu Mansión.

La chica asintió una vez y me dio un beso en la mejilla, para luego salir por la puerta de la Oficina la cual cerró con un golpe seco. Me sacudí la cabeza y me froté el cuello al darme cuenta de las muchas horas que habíamos estado sentados allí trabajando.

Extendí mis extremidades y bostecé, estaba muy cansado. Me levanté de la silla acomodándome la camisa para luego tomar todos los patentes que habíamos hecho hoy. Los organicé conforme habían llegado hasta aquí y los metí en un sobre, doblando la punta de éste.

Salí de mi Oficina y me dirigí hasta la de Angus, el director. Toqué dos veces a la puerta y un "Adelante" me respondió de adentro. Giré la manilla de la puerta y entré en aquella estancia cerrando la puerta detrás de mi.

- Buenas tardes Angus, que bueno tenerte de vuelta - Dije sonriendo -. Aquí tienes la mitad de los patentes, la otra mitad te los entrego mañana.

Le entregué al Director del Departamento aquel sobre amarillo, éste lo abrió y comenzó a leer detenidamente su contenido:

Sugerencias de Juegos para Patentar.

 

Nombre: Principe Godric.

Familia: Evans Mcgonagall

Patente: Torneo de Duelos.

Aceptado. El proceso de realización del torneo se está comenzando a ejecutar.

 

Nombre: Felias Snape.

Familia: Triviani.

Patentes:

Carrera de escobas: Aprobado y llevado a cabo en la pasada navidad.

Domesticar Dragones: Rechazado. Los dragones son muy peligrosos y no todos los magos pueden domesticarlos, solo aquellos que tienen experiencia y ciertas habilidades mágicas. Y también limitaría la participación de la comunidad mágica.

Ajedrez mágico real: Aprobado. Aunque la idea no es nueva igual sigue siendo atrayente, por lo que se acepta para emplearla luego.

 

Nombre: Abel.

Familia: Evans McGonagall

Patente: Carrera sobre dragones.

Rechazado. Aunque los dragones estén entrenados siguen siendo peligrosos, y como sería en campo abierto si a algún mago se le llega a salir de control correría con graves riesgos. Y en caso de poder ser aprobada luego deberá contar con ciertas condiciones y limitada su participación.

 

Nombre: Natcoi

Familia: Evans Mcgonagall

Patente: Juego de Volleyball con Puffskeins

Rechazado. Es una idea un tanto descabellada y por más que un puffskein no se oponga a jugar pasándoselo de unas manos a otras, tampoco se puede jugar volleyball ya que hay ciertas técnicas y destrezas en este juego que resultarían perjudiciales para con el animal.

 

Nombre: Avril L. Malfoy.

Familia: Malfoy.

Patente: Accio y Expulso (el billar con varitas)

Aprobado. Es un juego interesante, la técnica y la destreza con estos hechizos es muy importante aquí, así como también el hecho de tener esa concentración al jugar.

 

Nombre: Heitt Malfoy.

Familia: Malfoy.

Patente: Quidditch bajo el agua.

Rechazado. Debido a que los jugadores deben mantenerse bajo el agua con encantamiento casco-burbuja el cual tiene una duración limite no así el juego de Quidditch que puede durar mucho tiempo. Por otro lado no hay Hipocampos en Gran Bretaña lo cual sería una limitante y por ultimo una sardina como sustituto de la snitch sería un poco lenta para los buscadores. PD: Tal vez con otros factores el juego se podría llevar a cabo.

 

Nombre: Tazz T. Malfoy Black

Familia: Malfoy.

Patente: Vuelos sobre Thestrall’s.

Aprobado. Es una buena idea ya que son animales poco peligrosos, pero la participación de la comunidad magica estara condicionada a solo aquellos que puedan verlos para evitar riesgos de caídas y accidentes al montarlos para volar.

 

Nombre: Gatiux Malfoy.

Familia: Malfoy.

Patente: La quaffle asesina.

Aceptado. Sólo dos sugerencias: Se debería armar un croquis con las secciones del campo y sería mejor con bludgers de esta forma si sería “la bludger asesina” y se juegue con bates.

 

PD: Cualquier cambio, sugerencia o error, notificarlo cuanto antes.

Dejé a Angus leyendo aquellos documentos. yo salí de su oficina y me dirigí a la mía. Tomé mi capa y me fuí hasta el elevador, para irme a descansar a mi casa y volver mañana a continuar.

La puerta sonó dos veces con golpes secos. Esperaba que fuese Cye por que en verdad que me comenzaba a hacer falta, eran muchos patentes y la cabeza comenzaba a molestarme con un pullazo agudo y punzante.

- Adelante - Dije.

Allí en el umbral estaba Cye, Jefa de la Oficina de Cuidados Antimuggles, estaba muy bien vestida y el olor de su perfume hizo mejorar mi humor. Me acerqué hasta ella y saludé con un abrazo.

- Espero que estés lista para trabajar - Dije sarcástico y ambos comenzamos a reír.

Nos sentamos a ambos lados de el escritorio. En medio de él había una pila de documentos los cual transcribían los patentes de juegos que las Familias de la comunidad mágica querían que se dieran.

Compartíamos ideas mientras íbamos rechazando y aprobando las ideas de aquellos magos que nos habían dado para patentar. Unas eran extremadamente descabelladas e imprecisas mientras, que otras eran realmente interesantes y muy concisas en sí, merecedoras de llevarse a cabo cuanto antes, ya que prometían mucho.

El día se me pasó rápido, terminamos la mitad de los patentes en menos de lo que había creído poder hacer yo sólo. Ahora los documentos sólo eran unos pocos que quizás terminaría yo otro día rápidamente.

- Bueno Cye, es todo por hoy.. - Dije sonriendo -. Muchísimas gracias de verdad.

Un rayo de sol se asomó por el dosel de la ventana dándome en la cara, lo cual provocó que me despertara. Bostecé quedamente al tiempo en que estiraba mis extremidades. Sabía que aquel día iba a haber mucho trabajo, por lo que me levanté de la cama y me fuí a el baño.

Iba vestido con un pantalón negro y una camisa azul oscuro, envuelto en una capa negra. Bajé por las escaleras hasta llegar a la cocina, el elfo me había preparado un muy buen desayuno, todo se veía muy delicioso y mi apetito era demasiado. En cuanto acabé me despedí del elfo y salí del Castillo Batería, cruzando sus frondosos jardines y las inmensas verjas negras. La mañana apenas comenzaba y el sol salía por el este.

El atrio del ministerio estaba abarrotado de magos y brujas que iban y venían del sus trabajos laborales diarios. Me dirigí El elevador chirriante se abrió de par en par y entré a él. Otros dos magos entraron conmigo, no los conocía, pero por como iban vestidos supuse que eran del Wizengamot.

Aquella vocecilla de mujer habló mecánicamente cuando llegué a la séptima planta. Salí de aquel elevador y me encaminé por aquel largo pasillo hasta el final donde estaba la Oficina de Patentes Descabellada, la cual ahorita tenía mucho trabajo.

Abrí lentamente la puerta girando el pomo y entrando en aquella estancia, dejé mi maletín encima de el escritorio percatándome de que en el suelo había una carta la cual abrí rápidamente y leí en un susurro:

Ed:

He vuelto, y la holgazanería ha terminado. Necesito los informes de las sugerencias de juegos para ser patentados. Puedes pedir ayuda a Cye. Los espero en estos días en mi escritorio, sin falta.

Atte.

Angus Black, Director del Departamento de Juegos y Deportes Mágicos.

Así que el Director había vuelto por fin, conociéndolo supuse que no querría que lo molestara hasta haber terminado los reportes de los patentes que habían. <<Pero si hablábamos de holgazanería, había mucho por decir.>> Pensé con el ceño fruncido.

Arrugué el pergamino y lo tiré en la papelera. Esperaba a que Cye llegara pronto, así se me haría mas fácil terminar con aquello. Mientras, coloqué todos aquellos papales encima de mi revisándolos detenidamente.

El atrio del Ministerio estaba abarrotado de magos y brujas que iban y venían del sus trabajos laborales diarios. El elevador chirriante se abrió de par en par y entré a él. Otros dos magos entraron conmigo, no los conocía, pero por como iban vestidos supuse que eran del Wizengamot.

- Séptima planta, Departamento de Juegos y Deportes Mágicos, Incluye: Oficina de Regulación de.. - Decía aquellas voz femenina mecánicamente, mientras yo abandonaba el elevador y me lancé por el pasillo. Encontré a Sabugo el cual estaba mirando airadamente sin dirección en específico.

- Pa, traigo los reportes de San Mungo - Dije suspirando - Angus no ha estado ni está allí, la recepcionista buscó en todos los registros y nada.

Esperé mientras esperaba su respuesta, pero se quedó meditando un rato la situación. Caminé mientras tanto hacia mi oficina y vi que una carta estaba encima de mi escritorio. La abrí y la leí, era de mi compañera Cye, al parecer si me iba a ayudar con los patentes. Rápidamente agarré un pergamino y comencé a escribir en el:

Cye:

Te agradezco mucho tu ayuda, bien si quieres empezamos mañana, yo te voy explicando poco a poco como es. De nuevo muchas gracias.

 

Saludos y nos vemos mañana. Ed.

Con una floritura de mi varita el pergamino se convirtió en un pequeño avión de papel, el cual salió volando hasta la Oficina de Cye quedándose en su escritorio. Luego de esto tomé mi capa de viaje y me fuí a mi casa, esperando volver mañana para seguir trabajando.