Valeskya Granger

Hola!

Buenas noches:

Enrick, pues tal y como lo hemos hablado vía msn, pues paso a aceptarte oficialmente como miembro de esta familia. Mañana haré los cambios necesarios, pues andamos viendo unas situaciones que tendrán repercusiones en la familia n.n

Eres bienvenido y espero que te la pases muy bien ahijadoso

Y creo que con esto completo las dos líneas.

Saludos

EDITO:

Cambios realizados ^^

Suspiró al escuchar la respuesta de Alicia con respecto a la información que había terminado de proporcionar; no era la primera vez en que un miembro del bando al cual pertenecía, se veía en serios aprietos por algún descuido. Era difícil ordenar sus prioridades ”¿bando ó trabajo?” Y la respuesta siempre era la misma: ninguna. Tener ese trabajo le permitía enterarse de acontecimientos, como la noticia que El Profeta había sacado en su primera plana; aunque por otro lado, tenía que disimular muy bien que no le preocupaba lo que pudiera suceder con un compañero de bando.

”Solo tendrá que ocultarse por ahí, en lo que la situación se controla”, pensó la ojivioleta con firmeza, pues seguramente los supuestos ataques mortífagos que se habían suscitado, absorberían la atención de todos los aurores y, por supuesto, del gabinete. Se tranquilizó un poco mientras se aferraba a esa idea y observó a la Jea del Gabinete, quien la felicitaba por el reporte que había expuesto. La Granger soltó una risita, bastante satisfecha de sí misma, aunque no tuvo tiempo de hacer algún comentario más, cuando alguien entró a la oficina; al girar su rostro para ver de quién se trataba, se llevó una grata sorpresa.

- ¡Hermione! ¡Qué sorpresa! No esperaba toparme contigo aquí.- Sonrió y explicó a Alicia. -Ya nos conocemos… Es mi prima.- Tal vez el encontrarse con alguien conocido en su lugar de trabajo, era un motivo suficiente como para sentirse de mejor humor.

A continuación, escuchó las instrucciones que le daba a la joven, las cuales tenían que ver con una conferencia de prensa e informar sobre las acciones que se tomarían con respecto a aquella nota publicada. Estuvo a punto de comentarle a Alicia que no creía en la necesidad de tener que cuidar del Ministro, pero lo creyó imprudente; permaneció en silencio, tomando nota mental del procedimiento que se llevaría a cabo y cuando finalmente escuchó lo que tendría que hacer, se puso de pie automáticamente. ”Un nuevo pretexto para ir con los aurores e informar de la situación”, pensó la fenixiana al mismo tiempo que se frotaba las manos con cierto nerviosismo:

- Iré con Elvis, a preguntar cómo van las investigaciones y de paso informar acerca de las medidas que tomarán con respecto a ambos casos que te acabo de comentar. Así que si me disculpas, me retiro.- Dio media vuelta y salió al mismo tiempo que Hermione; al encontrarse en el pasillo, la saludó de manera más familiar: devolviendo el abrazo mientras sonreía. - El trabajo apenas se siente, cuando hago lo que más me gusta.- Exclamó, dirigiéndose a su prima; pronto cumpliría un año de laborar allí y estaba más que satisfecha por todas las cosas que había aprendido.

Tenía mucho tiempo que no hablaba con Hermione, pues sabía que la Academia y su trabajo, absorbían gran parte de su tiempo. Había tenido la oportunidad de darle clases y estaba plenamente segura de que era una chica con mucho talento; sabía acerca de sus preferencias hacia la Orden del Fénix y que estaba a unos cuantos pasos de lograrlos. Finalmente se despidió de la chica y salió de la Oficina del Ministro, mientras emprendía el camino hacia el departamento de aurores.

La joven retrocedió un par de pasos, sobresaltada por el ruido que ocasionó la puerta al abrirse súbitamente. Sin perder más tiempo, entró a la oficina de la Jefa del Gabinete, quien se encontraba sentada cómodamente; por la expresión en su rostro, la fenixiana dedujo que había algo en ella que provocaba un poco de miedo durante esa mañana. ”¿Estará enojada?” Se preguntó mientras ocupaba uno de los muebles que estaban frente a ella; con la mayor discreción que tuvo, observó el lujo que rodeaba aquella oficina y sin querer suspiró, pensando en que todos esa distinción se perdía al momento de llegar al baño que llevaba meses sin ser reparado debidamente.

- Buen día Alicia, disculpa que esté tan temprano, pero los asuntos de seguridad no pueden esperar.- La ojivioleta cruzó las piernas y miró a su interlocutora fijiamente. - Espero que tus días hayan sido mejores que los míos.- Murmuró distraídamente como respuesta a la pregunta que le habían hecho. - Verás, hace un par de días he acudido al Departamento de Aurores con el fin de ver cómo estaban las cosas y casualmente he terminado involucrada en una reunión que estaban llevando a cabo en esos momentos.-

La Granger dejó escapar las palabras con claridad, haciendo una breve pausa antes de comenzar con su pequeño informe; ”¿Por dónde comenzaré?” Pensó, mientras recordaba todo lo ocurrido en aquella reunión que había terminado de forma inesperada; sintió un malestar en el estómago al recordar aquella nota que había leído en el profeta, pero finalmente decidió comenzar por el tema de aquella denuncia. Inhaló profundamente, acomodó un mechón de su negro cabello detrás de su oreja y juntó ambas manos, un poco nerviosa por lo que iba a decir:

- A pesar de las múltiples denuncias que les hacen llegar acerca de ataques mortífagos, hay dos casos principales en los que todo el Departamento se verá involucrado.- Escuchó murmullos provenientes de afuera y se quedó callada, como si esperara a que alguien más entrara. Cuando vio que no eran más que imaginaciones suyas, continuó. – El primero, es la denuncia realizada por la señorita Taurogirl en contra de Mey Potter Black, en donde ésta es acusada de pertenecer a la Orden del Fénix. Han decidido enviar un citatorio para que comiencen las declaraciones.- Había hablado muy rápido, tratando de restarle importancia al asunto, aunque sabía a la perfección que sería algo imposible de no fijarse.

- Casi al final de la reunión, he leído una nota en el Profeta sumamente interesante, en donde hablan acerca del Ministro de Magia.- Hizo una pausa, mientras se preguntaba si su jefa había leído ya esa nota. - Y todo finalizó con una noticia acerca de un par de ataques en la Reserva y en… no recuerdo el otro lugar. ¿Tienes conocimiento acerca de esta noticia? – Inquirió la ojivioleta un tanto preocupada por lo que estaba a punto de ocurrir.

Varios días habían transcurrido desde la última vez que había estado allí; estaba cansada, pero con bastantes ánimos y cualquiera podía darse cuenta de eso, por la expresión que la joven llevaba en su rostro: estaba radiante de alegría y sin motivo aparente. Ese día había elegido vestir con un traje que estaba compuesto por una falda corta, un saco y una blusa debajo de éste; el color predominante era el rojo, con unas zapatillas a juego. Sabía que era bastante llamativo, algo poco acorde con lo que acostumbraba a usar, pero su humor la incitaba a ser alguien distinto ese día.

- Lo primero será encontrarme con Alicia lo más pronto posible.- Murmuraba la ojivioleta, al mismo tiempo que sus apresurados pasos la llevaban una vez más a la Oficina del Ministro.

Recordó su última visita al departamento de aurores, en donde sin querer había terminado involucrada en una reunión que le había traído consigo un dolor de cabeza. Suspiró, al pensar en las posibles consecuencias, pero no había marcha atrás y lo único que había que hacer, sería esperar a que las cosas sucedieran. Se preguntó si la Jefa del Gabinete de Seguridad se encontraría allí en esos momentos, pues si el artículo que había leído en El Profeta era cierto, era posible que se encontraba muy ocupada y pensando en una manera eficaz de ponerlos a todos a trabajar.

La fenixiana miró sobresaltada a su alrededor, dándose cuenta que en ese momento se encontraba en el ascensor. ”¿Tan rápido?” Se preguntó sorprendida, pues había estado tan sumida en sus pensamientos, que apenas se había fijado en cómo había llegado hasta allí. En sus manos llevaba un montón de pergaminos, producto de todo lo que había escrito, entre lo cual se encontraban varias conclusiones y una que otra carta que pronto enviaría. Cuando la voz anunció que se encontraba en el segundo piso del Ministerio de Magia, sonrió y avanzó rápidamente hasta llegar al departamento.

Sabía que había nuevas incorporaciones y solo pensar en que tendría que recordar más nombres, hizo que se mareara un poco; en la última reunión, apenas había logrado distinguir una que otra cara nueva, así que solo saludó a la gente con la que se topaba, con un automático ”Buenos días, buenos días”, palabras que comenzaron a sonar cansinas después de un par de minutos. Abrió su oficina y aventó los pergaminos, mientras se dirigía con rapidez a la oficina que se encontraba enfrente: la de Alicia Spinnet. Al llegar, tocó un par de veces la puerta y murmuró lo suficientemente alto para hacerse notar:

- Alicia ¿Te encuentras allí? Me gustaría hablar contigo de algo importante. –

Off:

923, 928, 932, 939, Cuartel de aurores.

Wow = descarga eterna -.-

xD

Oliver: o.O

Seth: Nick tan raro e.e bienvenido a la familia xD ojalá disfrutes tu estadía y pases pronto a rolear a la mansión. Te agrego como hijo de Rose (:3) en un ratito y ya xD. Si necesitas ayuda o algo, ya sabes a quien acosar xD

Rose: Tu Nick es lo mas molón XDD. Tenemos planes que elaborar mi maldetosa cofcofnegocioscofcof xD

Seh, ando seca de ideas y de expresiones; ya no iba a pasarme por el foro, me piqué viendo un anime xD.

Voy a editar! ^^

Edito:

Todo listo, para cualquier duda o aclaración, con mi secretaria (?)

El pobre elfo Polo había terminado bañado en jugo de calabaza, cortesía de su prima Sophie; tal parecía que la simple idea de cocinar, era tan aterradora para ella, como para los elfos, que al haber escuchado el comentario de la ojivioleta, se habían formado en grupos y resguardaban celosamente la comida que habían llevado para preparar. Inmediatamente, algo de humo comenzó a salir de aquella parrilla, síntoma de que la fiesta estaba comenzando a partir de ese momento.

Pese a su resistencia, la rubia había accedido a enviar un patronus y fue entonces cuando la ojivioleta lo recordó: ese hechizo era un medio de comunicación con la Orden, por lo que supuso que a su prima no le agradaba mucho la situación; había vuelto a tomar asiento, dejando que la otra joven se encargara de todo lo demás, cuando de repente escuchó las palabras de alguien que se acercaba, y antes de que pudiera ver de quién se trataba, el ruido de un golpe seco se hizo presente y la Granger giró bruscamente para ver lo que había pasado.El patronus se había estrellado en el rostro de la joven que recién iba llegando y se quedó en su lugar, sin saber qué hacer: o reírse o preocuparse para ver si Fiamma había resultado lastimada:

- ¡Por los cabellos del viejo Merlín! ¿Estás bien? – Preguntó la Granger, pero al ver el rostro de su amiga, era evidente no era así. - Discúlpanos, apenas estábamos en proceso de invitación y sabes a la perfección que tú siempre serás bienvenida aquí, amiga.- Murmuró atropelladamente al mismo tiempo que se acercaba a Fiamma para verificar que solo había sido un susto - Nos acabas de ahorrar la fatiga de tener que ir a avisarte… Y quita esa cara de amargada, que no pega para nada contigo.- Exclamó, negando con la cabeza como muestra de desaprobación.

- ¡Vaya! ¡Hoy es el día de las caritas tristes! – Añadió la ojivioleta al ver llegar a Silverlyn, acompañada de un comentario sarcástico. - ¡Por amor a los chocolates! ¡Esta es una fiesta, no un funeral! Y estamos celebrando un par de días sin ataques de mortífagos, añadiendo el hecho de que ya llevamos un año usurpando esta mansión. – Comentó alegremente a la rubia de ojos grisáceos mientras la invitaba a ella y a Fiamma para que se sentaran cómodamente, pero nadie contaba con que Sophie anduviera especialmente hábil con la varita ese día.Un par de hechizos fueron necesarios para desaparecer los atuendos de ambas chicas y cambiarlos por lindos trajes de baño.

- ¿Y yo qué? – Reclamó la joven mientras ponía las manos en la cintura, mostrando fingida molestia. - Solo porque soy la prima, no tengo privilegios…- Sin más, agitó su varita y su atuendo había desaparecido, dejando solamente un traje de baño con un modelo similar al que traía Sophie, solo que en color negro… el favorito de la ojivioleta. Comenzó a avanzar hacia la laguna, lista para probar la temperatura del agua, cuando escuchó la voz de Joacoo que iba acercándose a ellas para saludarlas. Sin perder más tiempo, la joven fue corriendo al encuentro de su hermano y lo abrazó cariñosamente.

- ¡Qué bueno que veniste! – Exclamó radiante. - Pasa y toma asiento… Pero espera ¿ya conoces a Fiamma? Es una de mis mejores amigas.- Giró hacia la pelinegra y le dijo. - El es Joacoo, mi hermano.- No hacía falta decir más, solo esperaba que ellos pudieran llevarse bien. Más allá se encontraba la rubia, luciendo su cuerpo y olvidándose que tenía dos hijos a los cuales no había llevado a la fiesta [?].

Las sorpresas no se terminaban ese día, pues alguien había decidido ir a hacerles una visita; se quedó perpleja contemplando el rostro de Marbetz, alguien a quien quería muchísimo y a quien creía desaparecida en combate [?]. El rostro de la Granger era de sorpresa mezclada con alegría: ”los fantasmas vuelven”, pensó, mientras se acercaba para saludar más de cerca a la joven; sin duda esa sería una ocasión para reencontrarse con viejos y nuevos amigos. Acomodó su negra cabellera y se acercó hacia la recién llegada para saludarla; pero un rápido movimiento por parte de ella, provocó que Sophie quedara sin la parte de debajo de su traje.

- Ahora recuerdo que no debo acercarme mucho a mi sobrinita.- Murmuró por lo bajo la joven, mientras veía correr a ambas. Comenzó a reír al ver a la rubia corriendo por todo el lugar en busca de la victimaria; bajó la mirada un tanto avergonzada, al darse cuenta que su hermano había visto aquella penosa escena. - ¡Hola Mar! ¡Bienvenida a casa! – Gritó para hacerse notar, pensando en que seguramente tardaría un buen rato en que su sobrina volviera a aparecer. Volvió a reír inevitablemente, sin darse cuenta que alguien más había aparecido en la mansión.

- Hola guapo.- La ojivioleta saludó, sintiendo un leve escalofrío al sentir el beso del Gryffindor sobre su cuello. - Andamos celebrando unos cuantos regresos y creo que has visto a Sophie en su fase exhibicionista.- Aún riendo, dio media vuelta y lo saludó con un beso en los labios. - Bienvenido a la fiesta sin control de las Granger y compañía.-

Off:

Me proyecté escribiendo ._.

La figura de la fenixiana apareció en las afueras del Magic Mall, envuelta en una túnica violeta que tenía bordes plateados en las orillas, apenas visibles; en su rostro se formó una mueca de asombro al ver la majestuosidad de aquel edificio. ”Definitivamente los rumores eran cierto”, dijo para sus adentros, recordando los elogios de todas las personas que habían asistido a realizar sus compras allí: no habían escatimado en gastos y era evidente que también habían puesto una considerable cantidad de encantamientos a su alrededor.

Suspiró profundamente antes de entrar, tratando de no pensar en las amplias posibilidades de perderse en el interior del lugar. No podía perder mucho tiempo mirando, además ya tenía en mente la compra que iba a hacer: ”fácil, rápido y seguro”, pensó la ojivioleta, mientras atravesaba el amplio pasillo que seguía a la puerta de la entrada. En su mente ya tenía planeado todo: una mascota vendría a cambiar sus hábitos y probablemente su vida; al inicio había pensado en una criatura mágica, pero había desechado la idea y finalmente había optado por algo diferente.

Como era de esperarse, al cabo de unos cuantos minutos, se podía considerar como una bruja oficialmente perdida en un laberinto al cual llamaban centro comercial; después de pasar por lo menos tres veces por el mismo lugar, decidió preguntarle a uno de los empleados que trabajaban en el Magic Mall. La mirada de la Granger buscó decididamente a un mago que iba pasando, el cual llevaba una túnica azul que tenían las iniciales CM; después de una breve charla, éste le indicó hacia dónde estaba la trastienda.

Sin perder más tiempo, se fue directamente hasta el lugar que el empleado le había indicado; como era de esperarse, cada rincón del lugar estaba ambientado hasta el más mínimo detalle de acuerdo a las características de lo que había allí. La fenixiana fue directamente hacia el lugar donde tenían las diversas especies de felinos, deseando fervientemente que se encontrara el animal adecuado. Sus ojos resplandecieron de emoción al ver que ahí estaba, luciendo algo aburrido y mirando a su alrededor…

ID: 73699

Nick: Luna Peverell Granger

Bóveda No. 79714

Fecha: 2011-09-08

 

Nombre del producto: Tigre Blanco

Objetos, Criatura o Poción: C

Catalogación: X

Puntos por unidad: 10

Cantidad de unidades: 1

Precio por unidad: 470 G

 

Precio Total: 470 G

Total de Puntos: 10

 

Rango Social: Unicornio de Bronce

Un par de días habían transcurrido y el mar de emociones que atormentaban a la fenixiana, poco a poco comenzaban a disolverse: diversos acontecimientos ocurridos en tan poco tiempo, le habían levantado un poco el ánimo. En la Orden había nuevos ascensos y a pesar de no poder acudir al templo blanco para presenciar tan magnífico evento, estaba contenta por sus compañeros, pues todos merecían esa nueva responsabilidad que conllevaba un nuevo rango. Suspiró mientras caminaba en aquel lugar: un largo camino, rodeada de imponentes estatuas, que representaban a los antiguos líderes de la Orden del Fénix.

- Qué recuerdos…- Dijo, al mismo tiempo en que soltaba un profundo suspiro. Tenía la necesidad de plasmar sus pensamientos sobre aquel libro llamado Phoenix Memories, en donde todos los testimonios de sus compañeros y también de los aspirantes del bando, quedaban guardados y envueltos en el misterio que rodeaban sus páginas.

La ojivioleta escuchó el sonido que provocaba el agua que emanaba de una fuente, situada al fondo de aquel camino; a medida que se acercaba, podía ver que un resplandor dorado se iba intensificando cada vez más. ”¡El Diario!” Dijo la joven para sus adentros y comenzó a caminar apresuradamente, para evitar que aquel libro desapareciera. Se sentó sobre el verde césped, justo a un lado de la fuente; aquella elegante pluma, apareció frente a sus ojos, lista para ser utilizada por la Granger. Con tranquilidad, comenzó a escribir:

Querido Diario:

 

Pocas han sido las ocasiones en que he podido frecuentarte, ahora me da gusto volver a saludarte nuevamente en tan poco tiempo; espero que mis compañeros te hayan contado cosas más interesantes y emocionantes que las mías. Vengo a decirte que me encuentro de mucho mejor ánimo: el compartir bellos instantes con mi familia y me ha ayudado a mantener mis pensamientos algo distantes. ¿Recuerdas que te conté acerca de la fiesta familiar? Pues te aviso que por fin, después de tanta interrupción, por fin estamos a punto de dar inicio.

 

Siempre hay que celebrar el primer aniversario, por ahí leí en la revista “corazón de bruja” que si no realizas aunque sea una comida familiar, es de mal augurio para los años venideros; como a nosotras no nos gustan mucho las fiestas, pues hemos improvisado un pequeño lago y unas palapas para hacer una comida familiar. Te confieso que eso es algo que me mantiene emocionada y a la expectativa, porque no tengo la menor idea si Sophie será capaz de llevar a hombres desnudos a la mansión. Solo de imaginarme la situación, hace que me dé un ataque de risa.

 

En fin, no me concentraré en detalles acerca de lo que sucederá… tal vez más adelante venga a contarte lo que sucedió y cómo terminamos todos. ¿Sabes las nuevas noticias de la Orden? Ha habido ascensos y eso es algo que me da mucho gusto, pues con eso se ven recompensados los esfuerzos de muchos de mis compañeros; me hubiera agradado ir al templo blanco, pero por alguna razón, siempre evito ir… si mi memoria no falla, solo he ido en una ocasión. Creo que eso es todo lo que tengo que contarte el día de hoy, ha sido un buen escrito, tomando en cuenta que solo han pasado dos días ¿no crees?

 

Saludos.

 

Luna

Lealtad & Sacrificio

Terminó de escribir y cerró el libro, viendo que éste poco a poco se iba desvaneciendo, dejando tras de si, una estela de brillo dorado; la ojivioleta sonrió y cerró los ojos, mientas sentía que el peso del diario, poco a poco se iba aligerando.

La fenixiana había saludado e inmediatamente buscaría un lugar en el cual pudiera acomodarse y escuchar lo que el resto de las personas que se encontraban presentes tenían que decir. Se sentía un tanto incómoda al ver tantos rostros nuevos, por lo mismo, solo se había propuesto escuchar toda la conversación y hablar lo estrictamente necesario; ignoraba cuáles eran los nuevos cargos que habían sido ocupados y esperaba que pudiera enterarse de eso sin tener la necesidad de andar preguntando.

Apenas prestaba atención a lo que sucedía a su alrededor: sabía que la intención de la junta era ponerse al corriente acerca de la situación laboral que se estaba presentando, así como también conocer a las nuevas personas que se integrarían a la oficina; suspiró, deseando que todo terminara lo antes posible, el humo del cigarrillo comenzaba a resultarle algo incómodo. Había sujetado una de las plumas que se encontraban sobre aquella mesa y había comenzado a hacer anotaciones, varias de ellas sin sentido aparente.

Su mirada se enfocó hacia la actual jefa de Gabinete cuando ésta había comenzado a explicar las funciones que ellos como departamento tenían que realizar. Al finalizar, otra de las funcionarias presentes en la junta, comenzó a hablar y la ojivioleta supuso que sería uno de los nuevos enlaces, o bien, quizás conocía muy bien a Alicia; se sobresaltó y volteó bruscamente ante el regreso de Evarela, la directora del departamento. Acto seguido, una de las nuevas empleadas de prensa apareció y tomó asiento; la cabeza de la Granger daba vueltas, pues no contaba con tener que recordar tantos rostros nuevos.

Enarcó una ceja al escuchar que aquella persona, llamada Patrick, hacía mención acerca de la labor desarrollada por el escuadrón y por los aurores durante el Mundial de Quidditch,; sin embargo continuó en silencio, escuchando lo que la directora del departamento y la jefa del gabinete de seguridad tenían que decir. ”No debí haber salido de casa”, dijo para sus adentros, al darse cuenta que su estado de ánimo estaba perjudicando mucho más de lo que imaginaba su desempeño en la oficina. Transcurrieron varios minutos hasta que finalmente aquella junta había finalizado; no pudo disimular un suspiro de alivio mientras se levantaba con rapidez de su lugar.

Asintió ante el gesto de su jefa y la siguió, abriéndose paso entre el resto de funcionarios que iban saliendo; ”¿cómo entramos tantos en este lugar?” Se preguntó, al ver que con la salida, el lugar parecía mucho más concurrido que en el inicio. Finalmente siguieron hasta la oficina que ya conocía y entró, junto con la otra chica que había hablado en la junta; tal y como lo había supuesto, era su nueva compañera: el enlace con los inefables. Después de las debidas presentaciones, la fenixiana se dio cuenta que pronto cumpliría un año trabajando en esa oficina; un poco aturdida por esa noticia, saludó con una leve inclinación de cabeza a su compañera mientras exclamaba:

- Bienvenida a la oficina Leis, un placer…-

Hubiera querido decir un par de palabras más, pero un estruendo en la oficina sobresaltó a las tres mujeres: libros disparados hacia todos lados y un armario al acecho, provocaron que la ojivioleta se hiciera a un lado con rapidez y tratando de fundirse con la pared. Miró con recelo a Alicia, quien parecía histérica y finalmente decidió que su estancia en ese lugar ya comenzaba a hacerse innecesaria; vio que su nueva compañera ya había partido y comenzó a abrirse paso entre todos los libros que yacían en el suelo, hasta llegar a la salida y murmurar rápidamente, sin saber si Spinnet la escucharía:

- Iré al cuartel de aurores… Y sin más, comenzó a caminar y salió de la oficina.

- ¿Futuro maridín? – Preguntó la ojivioleta, tratando de retomar el comentario que su prima había hecho momentos antes que llegaran a la laguna. La expresión de susto en el rostro era más que evidente. - Tendría que estar muy enamorada o muy loca para hablar de marido y matrimonio… Pero bueno.- Sonrió y puso las manos en la cintura, como si estuviera analizando la situación.

- Como bien lo has dicho prima, mi hermana debe andar ocupada disfrutando las mieles del amor con Elvis.- Dijo soñadoramente al mismo tiempo que daba un saltito y una vuelta, visiblemente emocionada, respondiendo con eso a la última pregunta hecha por la rubia. - Por cierto ¿no has pensado en emparejarte con un Gryffindor? Solo faltas tú y con eso, todos nos convertiríamos en una gran familiaaaa.- Y sin más, su mano se dirigió hacia el cielo, señalando algo inexistente.

Su mirada violácea examinaba una a una las palapas que Sophie había hecho aparecer para complementar el paisaje: una serie de palapas, acompañadas de unas cuantas sillas, en uno de los extremos se encontraba un asador listo para usarse y unas cuantas hieleras. Chasqueó los dedos e inmediatamente, los elfos de la familia aparecieron, visiblemente sorprendidos ante el escenario que se mostraba ante ellos; una sonrisita de satisfacción apareció en el rostro de la pelinegra, al ver que por lo menos habían logrado impresionar a alguien.

- Bien chicos y chicas.- Dijo la fenixiana, dirigiéndose a los elfos con una mirada amable. - Solo falta la comida y la bebida… Así que a vaciar esa cocina y no se preocupen en tener que preparar las cosas, que nuestra rubia favorita aquí presente, es la que se encargará de demostrarnos sus habilidades culinarias.- Exclamó maliciosamente, al mismo tiempo que se frotaba ambas manos. - Después de traer todas las cosas, se traen un traje de baño y unas pociones para la indigestión… Claro, hablando del improbable caso de que alguien resulte envenenado con la comida hecha por la prima Sophie.-

Su comentario seguramente traería consecuencias, así que con la mayor discreción que pudo, comenzó a alejarse de la furia de la Granger neutralosa; finalmente se dejó caer en una de las silla, cruzando piernas y brazos con elegancia, preguntándose si al final todo eso tendría éxito. ”Pocos o muchos, hay que disfrutarlo”, pensó, totalmente convencida de que algo bueno saldría de todo eso. Volvió a levantarse para abrazar a su prima cariñosamente, aunque había algo más que la joven tramaba, pues no solía demostrar tanto afecto con las personas.

- ¿Quién es la mejor prima del mundo? ¿Quién, quién? – El tono de su voz rayaba en una ternura anormal en ella. - ¿Quién es la Granger que llamará a todos con su patronus? – Era una indirecta bastante evidente, pero no tenía otra opción, a menos que quisiera mostrar a todos aquella luz sin forma que desde días atrás venía creando y el cual no podía llamar “patronus” como tal.

No pudo evitar sorprenderse al ver lo que su prima había creado con simples movimientos de su varita: el paisaje recién improvisado, era algo que podían considerar seriamente para dejarlo después que la tan anhelada fiesta llegara a su fin. Eso le hizo preguntarse a la ojivioleta si en algún momento de sus vidas podrían terminar haciendo una celebración decente para el aniversario de la familia; ”siempre pasa algo que lo arruina todo”, dijo para sus adentros, mientras contemplaba maravillada lo que tenía frente a sus ojos.

- Yo sé de alguien que se pondría histérico si se entera de tus planes.- Exclamó la Granger mientras reía. - Aunque… Si guardamos el secreto hasta la hora del magno evento, no creo que puedan hacer algo ¿no crees? – Decía, divertida tan solo de imaginarse las expresiones en el rostro de los chicos que estuvieran presentes. - El caminito es simplemente magnífico primita… Solo hay que añadir algo más…-

Materializó su varita, mientras realizaba unos leves movimientos con ella y hacía aparecer unas esferas, las cuales iluminarían el camino en la noche; volteó a observar con sus ojos violetas a la rubia, quien le preguntaba si no se le ocurría algo más que añadir al camino. La más bella de las Granger, comenzó a caminar al mismo tiempo que le hacía señas a su prima para que la siguiera; al cabo de unos minutos, llegaron a la parte más profunda de los terrenos de la mansión: un pequeño claro.

- Un charquito estará bien, primita… Es algo para disfrutar con la familia y no creo que se pongan de violentos si no les gusta ¿verdad? – Dijo la ojivioleta con tono casual, al mismo tiempo que murmurando unas palabras extrañas [?] y realizando complejos movimientos con la varita, comenzó a brotar agua de la tierra [?] hasta que finalmente quedó todo listo:

- ¿Qué te parece primita? Se ve bastante anormal (e.e) ¿Ves lo del fondo? Hace que parezca agua cristalina, pero en verdad solo es pintura azul.- Murmuró distraídamente la ojivioleta, mientras ponía una mano sobre su barbilla. - Comida, sillas, invitados, bikinis y.... ¿Dónde está Annick? - Finalizó.

Se encontraba encerrada en el interior de su habitación, sentada justamente en el centro de su cama; las blancas sábanas estaban cuidadosamente arregladas, obra de la elfina Breena, quien se encargaba que todo lo concerniente a la ojivioleta estuviera en completo orden. Su mirada se centraba en una esfera de luz que daba vueltas por todo el cuarto; sin una forma definida, el patronus se deslizaba de un lado a otro, mientras que la fenixiana se preguntaba qué era lo que estaba pasando.

”Un nuevo motivo para darle forma a mi felicidad”, divagaba la Granger por ratos, mientras su mirada se mantenía enfocada en aquella resplandeciente luz. Tal vez los sucesos ocurridos dentro de la Orden le habían afectado más de lo que hubiera esperado; quizás no solo era eso, solo necesitaba una razón en la cual pudiera concentrarse para estar feliz. Suspiró profundamente, pensando en que el encierro le hacía más daño del que ella misma quería reconocer; no sabía si se debía a su estado de ánimo o era real, pero en ese momento sintió un aura extraña [?] que estaba cerca de ahí.

- Aún queda algo de esos mortífagos.- Dijo despreocupadamente la ojivioleta mientras dejaba caer su varita a un lado de ella y el patronus amorfo desaparecía. En ese momento, la voz de su prima se escuchó por todos los alrededores de la mansión Granger, anunciando que acudieran a su llamado. - Por fin ha vuelto y más viva que nunca.- Susurró al mismo tiempo que una leve sonrisa se dibujaba en sus labios.

Tratando de que los ánimos volvieran a ella mientras se levantaba y daba un vistazo a su aspecto: lucía unos jeans, una blusa en color rosa, con la imagen de un pollo rockero (?) y unos tenis. Su cabellera negra estaba amarrada a una coleta y su rostro aparentaba a alguien mucho más joven de lo que otros pudieran pensar; bajó rápidamente, preguntándose si su prima aún tenía esa loca idea en su mente de llevar a magos encuerados a bailar en la fiesta de aniversario. Rió de sus ocurrencias mientras llegaba a la parte de atrás de la mansión.

- Ya llegó por quien llorabas, primita.- Dijo la fenixiana con malicia, mientras observaba hacia el jardín. - Veo que vienes con ganas de trabajar en la fiestecita ¿no es así? – Puso ambas manos en los hombros de la rubia, haciendo como si fuera a treparse sobre ella [?]. - ¿Los hombres singuen incluidos en tus planes originales, Sophie? ¿O ya tienes algo más planeado? – Inquirió con picardía.

¿Cuánto tiempo había transcurrido desde la última vez que había visto aquel misterioso diario? No lo sabía, pero en esos momentos necesitaba encontrarlo, plasmar todo los sentimientos que llevaba guardando desde hace tiempo. Era de noche, la luna y las estrellas se alzaban en el cielo, como testigos silenciosos de aquel panorama: estaba sentada uno de los árboles más altos de aquel bosque negro, sin ganas de hablar con nadie, solo esperando a que algo pasara.

Cerró los ojos y suspiró, creyendo que se trataba de un sueño y que en cualquier momento despertaría. Sintió que algo caía sobre sus piernas y abrió los ojos sobresaltada; el diario se encontraba allí, acudiendo al llamado de la fenixiana. Mucho tiempo, mi querido amigo, pensó, mientras una sonrisa se esbozaba en sus facciones. Una helada brisa, agitó con suavidad su negra cabellera, mientras decía en un susurro:

- Juro solemnemente dar testimonio de mi vida dentro de la Orden...-

Las páginas del libro comenzaron a moverse con rapidez, todas en blanco, producto de aquel mágico encantamiento que impedía que otros miembros leyeran lo que los demás escribían. Vio un par de páginas que tenían una pulcra escritura: eran sus pensamientos que había plasmado meses atrás; sabía que no podía tardar mucho tiempo, pues seguramente otro de sus compañeros necesitarían del diario. Sin perder más tiempo, tomó la pluma y comenzó a escribir:

Querido Diario:

 

Creí que no nos volveríamos a encontrar, no hace falta que sepas las razones, solo agradezco la oportunidad de escribir nuevamente entre tus páginas. El próximo mes cumpliré dos años dentro de la Orden y lejos de sentirme alegre, la nostalgia me invade; no puedo evitar recordar a todas aquellas personas que me acompañaron desde que fuimos initiés y que ahora ya no están acompañándome. Sophie y Arabella han partido de aquí, para poder vivir tranquilamente con sus hijos; trato de entender sus motivos, pero la verdad es que en estos días me he sentido sola.

 

Sé que es egoísta de mi parte al querer que ellas estuvieran en la Orden, pero tal vez el poder compartir ciertas cosas que ahora ya no podré, me hace extrañarlas aún más. Creo que tú mejor que nadie debes saber que hace poco hubo elecciones y que ahora nuestro bando cuenta con una nueva nibble; he tenido la oportunidad de vivir esa experiencia más cerca de lo que nunca creí haber imaginado.

 

Es cierto lo que me habían dicho y que siempre me negué a ver: la gente saca lo peor de sí mismos. Trato de quedarme con las cosas buenas que aprendí, pero todavía trato de encontrarlas jajaja; si, he terminado desilusionada por todo lo ocurrido y solo las personas que realmente me conocen, saben mi sentir y las razones por las cuales me siento así. Solo sé que no volveré a ver las cosas de la misma manera y ahora que lo estoy escribiendo, me pongo a pensar si todos esos acontecimientos son lo que me han mantenido alejada de la Orden durante estos días.

 

¿Sabes? Hace poco nuestra familia cumplió un año de fundación y teníamos planeado festejarlo, pero entre ataques de mortífagos, junto con falta de ganas, no hemos podido hacerlo. Tal vez en estos días retomemos la fiesta… No me vendría mal distraerme un rato, después de todo, la rubia loca de Sophie mencionó algo de strippers. En fin, yo creo que una reunión familiar me levantará mucho el ánimo.

 

Me despido, pues creo que ya me he extendido demasiado; espero venir con más frecuencia a contarte todo lo que me ha estado pasando.

 

Luna

Lealtad & Sacrificio

Una vez que la Granger hubiera guiado a su prima y a su hermana directamente hacia la sala, vio a la pelirroja acomodarse en uno de los sillones; por el contrario, ella se lanzó un clavado hacia el mueble más grande, de tal manera que quedó acostada cómodamente. No hizo caso a las miradas acusadoras de su mala educación, por parte del Freddy, el elfo doméstico que iba ingresando con una bandeja; supuso que alguien le había hecho algún pedido o probablemente había sido voluntariamente, como normalmente solía ser entre las criaturas de ese tipo.

- ¡Ajaaaaá! Así que a ella si le traes cosas ¿y nosotras qué? – Exclamó la ojivioleta mientras señalaba acusadoramente al elfo. Como consecuencia, el pobre Freddy preguntó repetidamente si se le ofrecía algo a ella o a Sophie; sonrió ampliamente mientras exclamaba. - Era broma, era broma.- Con un gesto en la mano rechazó con amabilidad la propuesta, mientras la pelirroja hacía una sugerencia acerca de una posible fiesta.

- ¿Cena romántica? ¿Solo nosotras tres? Cualquiera podría pensar mal de nosotras.- La joven rompió a reír con su pequeña broma, cesando casi de manera inmediata y prosiguiendo con el tema como si nada hubiera pasado. - Me agrada eso del caminito con pétalos de rosa, pero solo que fuera una cita a solas ¿ustedes saben no? – Dijo la fenixiana mientras miraba pícaramente a las otras chicas; sería interesante ver hasta qué punto podrían aceptar algo como eso. Inmediatamente Sophie hizo su propuesta indecorosa [o.o], lo cual dejó aturdida a la ojivioleta durante algunos instantes.

Lo primero que hizo al reaccionar, fuer darle un zape a la rubia: ”¿strippers? ¿Convertiremos nuestra mansión en un chip & dale?” [???] Se preguntó la ojivioleta mientras hacía un esfuerzo para no reírse de la locura que se le acababa de ocurrir a su prima. Se puso a pensar que realmente no era una mala idea, de no ser porque querían festejar con algo que fuera más familiar, y eso implicaba a tener a sus primos, hermanos, sobrinos, niños y demás géneros ajenos al femenino.

- Pues yo no tengo inconveniente en que medio Ottery asista, aunque particularmente preferiría que fuera algo familiar… Ya saben: Grangers y de paso invitar a los Gryffindor.- Susuró Luna, respondiendo a la pregunta que había formulado su hermana; era obvio que si había una familia a la cual no podían excluir, eran ellos precisamente. Trató de no concentrar sus pensamientos en el ojiverde abandonador [?], así que continuó con el tema como si nada hubiera pasado. - Que sea en el exterior, con un caminito que los guie hasta la laguna… Esperen ¿tenemos laguna? Podríamos hacer algo sencillo y nada de formalismos ¿qué opinan? – Hablaba más consigo misma, como si estuviera uniendo ideas.

- Un caminito de piedras, una comida casera, una laguna, hombres encuerados bailando, juegos infantiles… debe tener de todo ¡lluvia de ideas! – Finalizó.

Off:

Flojera enorme seguir, ahí ustedes junten todo y me avisan xD

La ojivioleta parecía estar disfrutando de la escena, pues aún continuaba sentada en el suelo, de tal forma que parecía que estuviera bronceándose, pero en el interior de la mansión. Podía sentir que la piel en donde había recibido el golpe, aún palpitaba debido al dolor; hizo su cabeza hacia atrás, dejando que su negra cabellera tuviera una bonita caída [?]. Observó a su hermana, quien le había preguntado extrañada sobre qué era lo que quería decir; tenía mucho tiempo que no la veía, incluso muy pocas veces habían tenido la oportunidad de platicar, pues siempre había una cosa u otra que lo impedía.

- Estamos recordando nuestros años de infancia, querida Sophie.-

Le respondió la Granger a la rubia rápidamente, al ver que parecía muy divertida con la situación. En ese momento se dio cuenta de lo que había dicho, pues por más que quisiera, no tenía recuerdos de niñez al lado de su hermana; su rostro se ensombreció un poco, pero sabía que así como esas experiencias, había otras que formaban parte de un pasado que ella no podía recuperar. Alcanzó a escuchar a Annick, quien mencionaba acerca algo de dos pies izquierdos, lo que provocó que Luna frunciera el ceño y le respondiera con enojo fingido.

- ¡O seaaaaaa! No es mi culpa que te interpongas en mi camino ¿qué hacías parada allí? Exclamó mientras señalaba acusadoramente a la pelirroja y con la otra mano intentaba levantarse con ayuda de Sophie. - Tuuuu…. No te rías, que nunca se sabe cuando te va a tocar, primita.-

Una mirada misteriosa atravesó por las hermosas [?] facciones de la joven, quien finalmente terminó riéndose y le extendió una mano a la ojiverde para ayudarla a incorporarse también. Como si nada hubiera ocurrido, la fenixiana comenzó a sacudirse la ropa, tratando de quitar restos inexistentes de polvo que se hubieran adherido a la tela durante su estancia en el suelo; finalmente su mirada violácea recorría de un lado a otro, pasando de su prima a su hermana y viceversa. ¿Cómo era posible que no lo recordaran? De Annick lo pasaba, pues ella no había estado desde el origen de los tiempos [?] ¿Pero de Sophie?

- Entérense de una vez que un Aniversario, es una celebración que ocurre de forma periódica… El cual en este caso es un año.- Había adoptado un tono de voz serio, como si una profesora intentara enseñar a sus alumnos. - Y no tiene que ser precisamente una persona quien tenga que cumplirlo. El mes pasado cumplimos un año desde la primera vez que llegamos a vivir a esta mansión.- La joven se colocó entre ambas chicas y las abrazó, mientras veía con ojos soñadores hacia el techo, como si hubiera algo muy importante.

- Tenemos que celebrar tan memorable día, aunque ya estemos un poco atrasadas.- Comenzó a jalar a ambas chicas, mientras se dirigía a la sala. - ¿Quién hubiera pensado que duraríamos viviendo tanto tiempo aquí? Todas las cosas que ha vivido esta mansión y solo por tenernos de huéspedes ¡es algo que no podemos dejar pasar! .- Sentenció la ojivioleta con un grito, como si estuviera regañándolas. - ¿Alguien propone algo para comenzar la celebración lo antes posible? El tono de su voz pasó de la efusividad a una ternura daba miedo. - ¿Sophie? ¿Annick?

Off:

¿Cuánto tiempo había transcurrido desde la última vez que había estado allí? Los recuerdos se agolpaban una y otra vez, tratando de estar siempre presentes en la joven. Muchas cosas habían sucedido, lo cual la habían mantenido un poco alejada de su querida familia: la Academia, la Orden y otras pequeñas aventuras. Suspiró profundamente, pues ese día se encontraba un poco desanimada sin saber exactamente por qué; ”probablemente tanto trabajo me está haciendo mal”, dijo la ojivioleta para sus adentros, mientras caminaba con paso decidido en el camino que se abría frente a ella.

El habitual césped cuidadosamente cortado, se extendía durante todos los terrenos que conformaban aquella mansión. La Granger se debatió si entrar directamente a la edificación, o dar un pequeño paseo a aquel jardín privado que se encontraba en las profundidades de aquel lugar. Sacudió brevemente la cabeza, desechando esa idea casi al instante, al pensar que estar sola no le ayudaría de mucho en esos momentos. Estaba tan distraída, que dentro de su mente, pareció escucharse un ”click”; ”¿qué día es?” Se preguntó a sí misma, mientras acariciaba distraídamente su barbilla.

- ¡Por la cara arrugada de Merlín!- Exclamó sobresaltada, al ver que ya había transcurrido casi un mes desde aquella fecha tan especial, que le había cambiado la vida. - ¡Aniversarioooo!- Gritó, mientras corría con las manos sobre el rostro, directamente hacia el interior de la Mansión.

Se sentía agotada, pero eso no le impediría hacer algo para ese día, tenía que festejar que hace un año, habían ido a habitar aquella mansión. ”¿Quién diría que aguantaríamos tanto tiempo juntas y sin tener que acabar matándonos entre nosotras?” Pensaba la joven, mientras que en su rostro se dibujaba una amplia sonrisa: todas las aventuras que habían vivido allí, ver que poco a poco la familia iba creciendo, ver que algunos se iban para buscar su verdadero ser [?], los continuos ataques de mortífagos, entre tantas cosas que aquella majestuosa edificación había tenido que presenciar silenciosamente.

Le sorprendió ver que la puerta se encontraba entreabierta, pero aún así con energía, terminó de abrirla con una patada; debido al a fuerza que había utilizado, no pudo frenar y fue a caer con la persona que se encontraba en medio del pasillo. Solo se escuchó el ruido de un golpe seco y al final, se veía a una chica pelirroja y otra pelinegra… ambas en el suelo. Afortunadamente, no había nadie que estuviera de testigo para ver tal escena; la ojivioleta se quedó sentada, mientras acariciaba su cabeza, un poco adolorida. Al final, reconoció a su hermana y la saludó, como si no hubiera pasado nada.

- ¡Hermanita! ¡Qué gusto verte! ¿Qué andas haciendo en el suelo? – Bromeó en un intento de hacer conversación. - Es como si te hubiera llamado con la mente… Tengo que hablar contigo y con Sophie.- Exclamó.

Hola! Buenas tardes:

Hace un rato, revisando la bóveda del negocio Night Whispers, noté que no tenemos ni un solo galeón T_T a pesar de que está abierto desde junio. Mi pregunta es: hay que hacer algún tipo de reporte para que ustedes hagan el pago mensual? Si es así, cuál es? Es que soy nueva en estas cosas y no se si se maneja igual que el de las familias xD. Agradeceré a quien me de una respuesta :3

Ah si! Otra cosa que estaba olvidando: en el censo de bóvedas, aparezco como única propietaria y no es así para que por favor puedan modificar y agregar a Silverlyn, como mi socia.

Eso es todo

Saludos.

- ¿Pero qué… rayos? – Murmuró la fenixiana, al ver el pergamino sobre el cual llevaba varios minutos escribiendo.

Se quedó con cara de sorpresa al ver que todo el pergamino estaba lleno de palabras que no tenían nada que ver con el título que había puesto. Suspiró profundamente mientras pensaba: ”estoy mal, mal”; le pareció escuchar una serie de murmullos provenientes del exterior, lo que le hizo suponer que sus demás compañeros habían aparecido. Estaba muy distraída, cosa que no le agradaba en lo absoluto; su mente era una revolución de emociones en ese momento y eso era lo que menos quería en ese momento.

Creyó escuchar a alguien que tocaba la puerta de su oficina, haciendo que se sobresaltara; pudo ver que la puerta se entreabría, para dar paso a un avión de papel. Parpadeó un par de veces y una de sus manos sostuvo el pergamino en el aire; leyó rápidamente y vio que se trataba de una Junta Directiva. Se puso de pie y al levantar su mirada violácea, vio que Alicia se encontraba allí; le indicó que allá hablarían.

Aventó el pergamino sobre el cual estaba escribiendo y lo dejó arrugado a un lado; el avión de papel lo guardó en el cajón del escritorio y acomodó su traje, procurando que no existiera alguna arruga o polvo. Comenzó a caminar rumbo a la Sala de Juntas, mientras pasaba sus manos sobre su negra cabellera, la cual caía en cortina sobre sus hombros; ”qué raro… junta matutina”, repetía para sí misma. Después de un instante y varias suposiciones, pensó que quizás conocería a sus nuevos compañeros.

El ruido de la plática que se estaba suscitando en aquella sala, llamó la atención de la joven fenixiana; entró a la sala y se llevó una sorpresa al ver que el lugar estaba más concurrido que de costumbre. Varias personas a las cuales no conocía se encontraban allí, conversando plácidamente entre ellos; se le hizo un poco extraño al ver la familiaridad con la que algunos de ellos se trataban. Era imposible tratar de pasar de manera desapercibida, así que solo habló en voz alta para saludar:

- Buen día.- El tono de su voz era cortés.- Soy Luna Peverell Granger, enlace con aurores.- Exclamó, presentándose a todos los que estaban presentes. - Espero haber llegado a tiempo.-

Off:

Alicia… Tu firmaaa

Hola! :3

Ainnn! *-*

Pues nada, he recibido muchos zapes para que me pasara por aquí; a pesar de que ya había hablado con todos vía msn, muchas gracias a los que me avisaron xD.

Caro: ya eres oficialmente nuestra hermanosa

Renji: hijito consen lalala

Nos estamos leyendo... el árbol está actualizado.

Bais

Era una soleada mañana para disgusto de la ojivioleta, quien caminaba con los ojos entrecerrados, visiblemente molesta ante los rayos de luz que entraban a través de los ventanales de se encontraban en el Ministerio de Magia. ”Esos de mantenimiento, adoran los días calurosos… con lo incómodos que son”, decía para sus adentros, mientras apresuraba el paso para llegar justamente antes que la puerta de aquel ascensor.

- Buenos días, buenos días.- Recitaba automáticamente la Granger a las personas que, así como ella, iban a sus respectivos lugares de trabajo.

Su tez pálida contrastaba con su habitual traje negro, el cual fungía como uniforme; se llevó una mano a la cabeza, al recordar el alboroto que se había suscitado en la Oficina del Ministro desde varios días atrás. Habían sido el blanco de visitas de los alumnos de la Academia y aunque ella se había limitado a quedarse encerrada en su oficina, esperando a que su presencia fuera requerida, cosa que jamás ocurrió.

Soltó un profundo suspiro mientras pensaba que tenía mucho tiempo que no tenía tanto trabajo; la voz femenina la sacó de sus pensamientos, anunciándole que había llegado al piso donde estaba la Oficina del Ministro. Comenzó a caminar con desenvoltura, mientras sus manos se mantenían ocupadas sobre su negro cabello, hasta hacer una coleta. Sus oídos se encontraban atentos ante cualquier señal de murmullos.

En su rostro se dibujó una sonrisa al ver que la oficina lucía tan ordenada como siempre; ”tal y como debe de lucir”, pensó la fenixiana. Su mirada violácea recorrió el lugar, en busca de las nuevas personas que se habían integrado al Gabinete, para conocerlas. No tenía ni la más remota idea de quienes eran, pero esperaba que pronto aparecieran; se dirigió a su oficina y se acomodó allí mientras buscaba un pergamino y una pluma para comenzar a escribir algo que llevaba por título: "informe".

--

[?]

Buenas noches:

Cuánto tiempo sin pasarme por aquí xD

Hermioneluna: bienvenida oficialmente a la familia, en un rato te agrego como nuestra primosa y cuando quieras puedes pasarte a rolear a la mansión +.+ solo cuida en hacer las dos líneas completas, para que no te llamen la atención por hacer spam.

Solo queda pendiente Oliver ;O; dónde andará? Le enviaré mp acosador e.e xDDD.

En un rato edito todo ♫

Besos

Hola!

Oliver y hermione quedan aceptados.... Aunque bueno, me gustaría que especificaran primos de quien quieren ser, que somos tantos (?) xDDD.

Y bueno, cuando me confirmen, modifico el árbol y todo lo demás ^^

Ya no se cómo rellenar líneas para no hacer spam ando perdida del mundo y apenas me vengo reincorporando.

Maldeta hermanosa, ahora abusas de tus superpoderes

XD

Hola!

Pues nada, aquí vengo a actualizar los datos de mi ficha, con el presentimiento de que soy de las últimas e.e pero bueno, aproveché que estaba de humor (?). Dejo los codes y espero que esté bien n.n

Trataré de estar pendiente... Amm, no sé qué más agregar para que esto no sea spam xDD.

Saludos! :B

[indent][color="#2E8B57"][b][u]Datos Personales:[/u][/b][/color][/indent]


[color="#4169E1"][b]Nombre del Personaje:[/b][/color]
Luna Peverell Granger.

[color="#4169E1"][b]Sexo:[/b][/color]
Femenino.

[color="#4169E1"][b]Edad:[/b][/color] 
Joven. 23 años.

[color="#4169E1"][b]Nacionalidad:[/b][/color] 
Británica

[color="#4169E1"][b]Familia(s):[/b][/color] 
* Familia Granger [matriarca] 
* Familia Peverell

[color="#4169E1"][b]Padre(s) Sanguíneo:[/b][/color] 
Saya Black
Heishiro Lupin

[color="#4169E1"][b]Padre(s) Adoptivos:[/b][/color] 
--

[color="#4169E1"][b]Trabajo:[/b][/color] 
Oficina del Ministro de Magia, Gabinete de Seguridad, Enlace con aurores.


[indent][color="#2E8B57"][u][b]Poderes Mágicos:[/b][/u][/color][/indent]


[color="#4169E1"] [b]Rango Social:[/b][/color]
Unicornio de Bronce.

[color="#4169E1"][b]Bando:[/b][/color]
Orden del Fénix.

[color="#4169E1"][b]Rango dentro del Bando:[/b][/color] 
Knight.

[color="#4169E1"] [b]Nivel de Poder Mágico:[/b][/color] 
5

[color="#4169E1"][b]Puntos de poder en objetos:[/b][/color] Los asignarán los moderadores
[quote] [color="#4169E1"][b]Hechizos adicionales:[/b][/color] Los pondrán los moderadores[/quote]

[color="#4169E1"] [b]Puntos de poder en criaturas:[/b][/color] Los asignarán los moderadores
[quote] [color="#4169E1"][b]Criaturas controlables en asaltos y duelos:[/b][/color] Los pondrán los moderadores
(caso de que sí especificar cuáles)[/quote]

[color="#4169E1"][b]Habilidades Mágicas:[/b][/color]
--

[color="#4169E1"] [b]Conocimientos Especiales:[/b][/color]
* Conocimiento de Maldiciones.
* Runas Antiguas.
* Aritmancia (Adquirido)


[indent][color="#2E8B57"][u][b]Perfil del Personaje:[/b][/u][/color][/indent]


[color="#4169E1"][b]Raza:[/b][/color]
Vampiro.

[color="#4169E1"][b]Aspecto Físico:[/b][/color]
Es una joven que mide 1.70 m de estatura; debido a su condición de vampiro, posee una piel extremadamente blanca. Sus ojos son de color violeta, tienen forma almendrada y cejas delgadas, nariz pequeña y fina, sus labios son delgados. Su cabello es color negro azulado y completamente lacio, lo lleva siempre a la altura de sus hombros. De complexión delgada y proporciones normales.

[color="#4169E1"][b]Cualidades Psicológicas:[/b][/color]
Es una chica amigable, la mayor parte del tiempo se encuentra sonriendo. Sumamente leal a sus amigos, siempre los defenderá a costa de su propia vida si es necesario. Le agrada hacer bromas y ayudar a los demás, es tímida con las personas que no conoce. Es bastante confiada, se deja llevar por la primera impresión; por eso suele llevarse fuertes decepciones.  Es bastante distraída, pues suele reflexionar mucho las cosas antes de hacerlas. Su impuntualidad es su mayor defecto; siempre sincera, suele mostrarse fría y distante con la gente que no le simpatiza. Casi nunca se enoja, su carácter es demasiado tolerante con las personas que la rodean por muy antipáticas que sean.

[color="#4169E1"][b]Historia:[/b][/color]
Nació el 16 de Octubre de 1987; hija de Saya Dumbledore Peverell y Heishiro Lupin. Cuando estaba recién nacida, su madre la dejo al cuidado de sus familiares para que pudiera emprender un viaje en busca de su pasado. Creció creyendo que era hija única y durante ocho años estuvo extrañando a Saya, hasta que por fin regresó para reencontrarse con ella. Poco sabia de su padre, pero no cuestionaba su ausencia; se dedicó a vivir su infancia al máximo hasta cumplir los once años, que fue cuando ingresó a Hogwarts.

El sombrero seleccionador la envió a la casa de Gryffindor, ahí comenzó a tener amigos, los cuales hiciera que su vida diera un cambio radical. Fue una niña bastante tranquila y amigable, siempre procuraba mantener contacto constante con su madre a través de cartas; al finalizar el primer curso, le obsequian una hermosa lechuza de color gris; junto con sus amigos, deciden nombrarla Xion. A medida que va creciendo, comienza a llamarle la atención las costumbre muggles. 

Decidió seguir los pasos de su mamá, a pesar de no haber podido estar juntas desde el principio, le tiene una enorme admiración. Realiza un viaje en busca de una persona que la ayudaría a guiar sus pasos para ser miembro de la Orden del Fénix; decide quedarse por un tiempo a vivir en Escocia en donde conoce a cierto chico y tiene a su primera hija, a la cual decide nombrar como Prince. Como ella desea continuar su camino para saber todo sobre la Orden, decide separarse del chico y entre ambos acuerdan que cuidaría a su hija mientras ella regresa.

Con el paso del tiempo, la joven continua la comunicación a través de lechuzas para saber cómo se encuentra su hija. Sin embargo, después deja de recibir noticias de ella; esto la deja deprimida durante algún tiempo. Más adelante conoce a Coyo-t, que en aquel tiempo era un espía dentro de la Marca, y se enamora de él. Ignorando la situación de peligro en la que ambos se encontraban, continúan su relación y un 12 de junio nace su segunda, la cual deciden nombrar Allysson.

Poco tiempo después del nacimiento de su hija, se ven forzados a huir del lugar en donde vivían juntos; aunque la joven no se llega a entender completamente el por qué. Se ven en la necesidad de separarse y Luna se lleva a su hija; sabiendo en la situación en la que se encontraban y lejos de su familia, decide dejarla en un orfanato muggle para protegerla de los mortífagos. Poco después es atacada y es convertida en un vampiro; por alguna razón pierde todos sus recuerdos vividos hasta ese momento.

Luna abre los ojos en su nuevo hogar: El Castillo Peverell, al lado de su madre. Le explica en lo que se ha convertido, sin recordar a nada ni a nadie que haya formado parte de su pasado; decide seguir adelante, aunque siempre acompañada con una extraña sensación: la soledad. Decide entrar a la Academia de Magia y hechicería, en donde conoce a Gloria Rvn Beta Sommers, Arabella Gryffindor y Artemisa Evans.

Al finalizar sus estudios, es aceptada para ingresar a la Orden del Fenix; ahí se lleva una sorpresa al encontrarse con su padre y a partir de ese momento comienza a recuperar el tiempo que no habían podido convivir juntos. Después de un tiempo, conoció a Annick, quien ingresó al bando y por alguna extraña razón se llevaron muy bien desde el principio; cosa que Luna creyó que solo era simple casualidad. No pudo averiguar más acerca del extraño acercamiento que tenía con su nueva compañera dentro de la Orden, porque una de sus amigas (Gloria Rvn) desaparece; haciendo que la joven cayera en un estado de depresión.

Después de mucho investigar sobre su pasado, decide regresar a Escocia para buscar a su hija y al chico del que se había enamorado por primera vez. Le costó mucho trabajo encontrarlo y ahí fue donde le explicó que Prince se había vuelto un licántropo y que se encontraba de viaje en busca de la persona quien la había convertido. Poco tiempo después se reencuentra con Coyo-t y le confiesa parte de su pasado; al principio ella no le cree. Después de muchas búsquedas, por fin la logran localizar en casa de la familia Poulain; la ojivioleta se siente culpable por haber abandonado a Allysson y al encontrarse con ella, le explica lo que realmente sucedió. 

A pesar del encuentro con su hija, Luna y Coyo-t deciden separarse; debido a las obligaciones de ambos. Transcurre poco tiempo hasta que en una de sus tantas reuniones con Sophie y Robin, descubren que las tres tienen un ancestro en común y por eso deciden mudarse a una mansión en Ottery para convertirse en la Familia Granger donde ellas tres son matriarcas.

Hace poco Annick regresó a las filas de la Orden después de un periodo de ausencia, del cual la ojivioleta nunca supo el porqué. El acercamiento que hubo entre ambas, hizo que al platicar la historia de sus vidas, descubrieran que son hermanas. Ahora ambas jóvenes conviven y comparten las locuras que no pudieron vivir juntas durante su infancia.



[indent][color="#2E8B57"][u][b]Pertenencias:[/b][/u][/color][/indent]


[color="#4169E1"][b]Objeto Magico Legendario:[/b][/color] 
Válido sólo para Orden de Merlín.

[color="#4169E1"][b]Objetos Magicos:[/b][/color]

[b]Objeto:[/b] Varita mágica. Hecha de madera de narciso, 30 centímetros de largo, en el mango tiene grabado la palabra "fuerza" en runas antiguas en color plateado y su núcleo está conformado por el cabello de un unicornio. Lleva el nombre de Yvaine, cuyo nombre significa "estrella caída".
[b]Clasificación:[/b] AA
[b]Puntos de poder:[/b] 20

[b]Objeto:[/b] Una cadena con un dije en forma de luna, que le fue obsequiado por Zahil Longbottom el día de su graduación. Lo utiliza para poder comunicarse con los demás integrantes de la Orden del Fénix. 
[b]Clasificación:[/b] AA
[b]Puntos de poder:[/b] 20

[color="#4169E1"][b]Mascotas y Criaturas:[/b][/color] 
[b]Criatura:[/b] Lechuza gris con motes blancos en su pecho, su nombre es Xion.
[b]Clasificación:[/b] X y no mágicas.
[b]Puntos de poder:[/b] 10

[color="#4169E1"][b]Criaturas en la Reserva:[/b][/color]
--

[color="#4169E1"][b]Elfos:[/b][/color]
* Elfina personal:Breena
* Elfo familiar: Freddy
* Elfo del negocio: Akane


[indent][color="#2E8B57"][b][u]Licencias, Tasas, Registros:[/u][/b][/color][/indent]


[color="#4169E1"][b]Licencia de Aparición:[/b][/color] 
Obtenida.

[color="#4169E1"][b]Licencia de Vuelo de Escoba:[/b][/color]
Obtenida.

[color="#4169E1"][b]Registro de XXX:[/b][/color] 

[b]Registros personales:[/b]
[url=http://www.harrylatino.org/index.php?showtopic=78783&view=findpost&p=3983473]Adquisición de conocimiento de Aritmancia.[/url]

[b]Registros mascotas y elfos:[/b]
[url=http://www.harrylatino.org/index.php?showtopic=78783&view=findpost&p=3573620]Elfos domésticos[/url].
[url=http://www.harrylatino.org/index.php?showtopic=78783&view=findpost&p=3624881]Criaturas[/url].



[indent][color="#2E8B57"][u][b]Otros Datos:[/b][/u][/color][/indent]


[color="#4169E1"][b]Otros datos:[/b][/color]
Su patronus es un koala adulto de 80 cm de altura (el cual se hace más fuerte cuando Robin Dumbledore conjura otro patronus de la misma forma y tamaño que éste) .-.

Robin Dumbledore, Silverlyn y Sophie Liz Dominé Evans, son sus compañeras de locuras, aunque la primera de la lista, se encuentra en desaparecida.

[color="#4169E1"] [b]Cronología de cargos:[/b][/color]
* Ingresó a la Orden del Fénix en Octubre de 2009.
* Estuvo algún tiempo como empleada en el Departamento de Cooperación Mágica Internacional.
* Fue Jefa de Casa de los Centauros de Blodwyn en la Academia.
* Dio clases de Rol Avanzado
* Entró a trabajar en la Oficina del Ministro, desempeñándose como enlace con aurores, el 04 de Octubre de 2010.
* Actualmente da clases de Generales en la Academia .

[color="#4169E1"][b]Premios y reconocimientos:[/b][/color]
--


[indent][color="#2E8B57"][b][u]Links de Interés Referentes al Personaje:[/u][/b][/color][/indent]


[color="#4169E1"][b]Link a Bóveda Personal:[/b][/color] [url=http://www.harrylatino.org/index.php?showtopic=78879]Bóveda nº 78879[/url]
[color="#4169E1"][b]Link a Bóveda Trastera:[/b][/color]
--
[color="#4169E1"][b]Link a Bóveda de Negocio:[/b][/color] [url=http://www.harrylatino.org/index.php?showtopic=93055]Bóveda nº 93055[/url]
[color="#4169E1"][b]Link a Bóveda Familiar 1:[/b][/color] [url=http://www.harrylatino.org/index.php?showtopic=86794]Bóveda Familia Granger[/url].
[color="#4169E1"][b]Link a Bóveda Familiar 2:[/b][/color] [url=http://www.harrylatino.org/index.php?showtopic=78201]Bóveda Familia Peverell[/url].

*Aplausos para la más vagosa* xD

Hola!

Bueno, ya tenía mucho que no me pasaba por estos lares a saludar xD.

Ya agregué a Belen al árbol como hija de mi ahijadosa así que cuando quieras puedes pasarte a la mansión a rolear :B

Moan, bienvenida a la familia! Jajaja bueno, ya nos conocemos y espero que superemos tus expectativas (?) xDDDD. Nah, cuando quieras, continuamos el rol que teníamos pendiente, ok? n.n

A Lily: Hola! ya te envié una lechuza explicándote lo del doble post,ojalá te sirva n.n y bueno, como ya lo dije, no te arrepentirás xD

Ya actualizo el árbol.

*Le lanza un coco inesquivable a Annick*

¿Qué rayos estás haciendo? Una vocecita dentro de la mente de la joven la reprendió después de que había invitado a Pakami a levantarse. Ahora se encontraba bailando con él en toda la habitación; era algo muy agradable para ella, el moverse con suavidad al compás de una melodía en la cual ella no tenía el menor interés en saber quién la tocaba o cómo se llamaba. Sus pensamientos solo se enfocaban al buen momento por el cual estaba pasando: tenía mucho que no se sentía tan a gusto con alguien.

No supo cuánto tiempo había transcurrido para que la canción terminara. La Granger sonrió y desvió la mirada rápidamente hacia otro lado, tratando de poner en orden sus pensamientos. Trató de controlar el ritmo de su respiración y se reprochó a si misma por ese comportamiento tan infantil que estaba teniendo. Solo volvió a prestar atención en el mago cuando éste le agradeció por la pieza; al mirarlo a los ojos, no pudo evitar recordar lo que había sucedido el día en que había ido a visitarlo.

De repente volvió a sentirse avergonzada y quería bajar la vista, pero algo se lo impedía. ¿Acaso quería que volviera a suceder? Solo había sido un impulso, o eso era lo que la fenixiana quería creer; pero la realidad era muy distinta, porque desde aquel instante, no había dejado de pensar en el momento de tenerlo nuevamente de frente para hablar con él. Y ahora que lo tenía tan cerca, su mente estaba en blanco, sin saber qué decir o cómo reaccionar.

Durante unos segundos que se le hicieron eternos, pudo sentir su respiración muy cerca de la suya y cerró los ojos al sentir sus labios. La joven se dejó llevar por el momento, mientras sus manos se dedicaban a acariciar su rostro y su cabello; aquel beso que no había logrado concretar la vez pasada por temor a su reacción. Fue entonces cuando se separó bruscamente de Pakami y lo quedó observando:

- ¿Qué pretendes? ¿Has venido a cobrarte de lo que te hice la vez pasada? – Respiraba entrecortadamente. - Si es así, ya lo has logrado.- No quería enamorarse, se negaba a sentir algo especial por él. - Te pido por favor que no vuelvas a jugar conmigo de esa forma.- La lluvia aún continuaba, incluso parecía que no iba a tener fin. Se quedó callada y temerosa por la reacción del joven mago.