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toji

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Mensajes publicados por toji

  1. A Toji no le gustó la expresión impasible del profesor, este permanecía impávido ante las palabras desafiantes de su nuevo pupilo. Como fuera, Fushiguro no iba a comenzar una ridícula batalla de gallos entre profesor y alumno, no era de esos que desafiaban a cualquiera solo por el simple hecho de querer hacerlo… ¿O debería hacerlo? Realmente podía si quisiera, pero estaba allí por una razón más poderosa que su orgullo y no iba a dejar que la singularidad del anciano que iba a entrenarlo en la magia del equilibrio opaque los verdaderos motivos que habían llevado hasta allí a Toji. —Por supuesto maestro, desde luego que soy digno de aprender los conocimientos que tenga usted buenamente a trasmitirme…— respondió intentando sonar lo más calmado posible, era su oportunidad para superar el primer encuentro con el guerrero anciano. —… es simplemente que me tomó por sorpresa, nada más — sentenció acomodándose el haori que llevaba sobre los hombros.

    —Está usted en lo cierto, junto con el libro venían varios artículos que traje conmigo… pero no caí que lo del desierto era obra de la arena del hechicero— confesó ya con un poco más de humildad. Su educación tradicional no le permitía desviarse de la verdad y no iba a conseguir nada siguiendo por ese camino, así que asumió su falta con una ligera reverencia en forma de disculpa. Sin embargo, el siguiente comentario del anciano sacó a Toji de su letargo provocando una mueca un poco divertida en su rostro. ¿Enserio que la característica más destacable de la arena del hechicero había sido descubierta sin querer? Miró al guerrero con otros ojos, quien le diría al mago oscuro que un guerrero versado en la magia guerrera y devoto como solo ellos lo eran, pusiera en entredicho las historias sobre su propio pueblo, aunque el anciano no haya pronunciado nada al respeto Toji leyó entre líneas. 

    —Si que tengo una pregunta, maestro… — dijo cuando este acabó la explicación de los diferentes objetos y hechizos que venían vinculados a la magia del equilibrio. — … entiendo que el anillo anti-veneno protege al portador de los efectos del Cinaede, pero si el mago objetivo del Cinaede también lleva consigo un anillo anti-veneno no le haría efecto ¿no? ¿O mi planteamiento es erróneo? — esta parte del uso del hechizo y su anillo de defensa no le quedaba muy claro al nipón por lo que esperaba que el guerrero Uzza se la aclarase enseguida. 

    @ Bakari

  2. El tejido entramado que regía los recientes acontecimientos ocurridos dentro de circulo ponían en sobre aviso al nipón. Nada invadía sus pensamientos mientras meditaba, era su momento para disfrutar de sí mismo y su subconsciente. Estaba amaneciendo, el sol se colaba por la rendija de la cuadriculada ventana de la posada en la que se había hospedado la noche anterior. Había decidido ir en transponte muggle, al menos hasta llegar a la ciudad capital, para tener tiempo de asimilar y hacerse a la idea de lo que estaba a punto de comenzar, sus próximos estudios que correspondían al libro del equilibrio. ¿Lo conseguiré esta vez? La duda se le coló como lo hacían los primeros rayos solares a través de la ventana de la habitación. ¿Su mente y corazón caótico eran capaces esta vez de someterse al equilibrio?

    —¡Lo haré mejor esta vez! — resopló para sí mismo mientras estiraba las extremidades, poco a poco y con cuidado se levantó para darse una ducha y ponerse en marcha hacia el punto de encuentro que le había indicado el Uzza que le enseñaría en esa ocasión. Su llegada a EL Cairo, capital de Egipto le había resultado un poco ajetreado, las grandes tormentas de arena que soplaban sobre el desierto africano provocaron varias turbulencias mientras lo sobrevolaba. 

    Cuando Toji leyó la misiva que le habían enviado desde Uagadou le instaba a llegar a un punto concreto del desierto, en donde no se podía aparecer. Debía de buscar el camino hasta encontrarse con el Uzza que le esperaba para enseñarle sobre la magia del equilibrio. Esa misma mañana Fushiguro se calzó sus zapatos y se vistió con ropa cómoda para poder caminar por el desierto, por encima su característico haori negro y estampados de color plata y blanco. Una vez listo, Toji abandonó la posada y salió dirección al desierto. Llegó a un pequeño poblado de granjeros y criadores de camellos que se habían emplazado justo al borde de donde se podía aparecer. Amablemente el nipón pidió en la lengua local que le alquilasen uno de los camellos para poder llegar al punto de encuentro, Toji había leído en libros muggles que esas criaturas eran las indicadas para atravesar largos caminos por el inhóspito e incierto desierto. 

    Los muggles que le habían alquilado el camello le sugirieron que llevase un pañuelo para poder taparse la cara en caso de tormenta. Toji miró desconcertado y un poco confundido por qué no le veía la lógica a lo que le estaban diciendo, pero no lo dijo, simplemente asintió conforme había sido informado. Se aventuró a montarse en la criatura, acomodando la catana que llevaba sujeta a su cintura empezó la ruta. La arena del desierto estaba tranquila, al menos de momento… mientras disfrutaba de las vistas que ofrecía el mar dorado que se extendía allá por donde su cambio de visión le permitía ver. —¿Iré por el camino correcto? — se preguntó en voz alta, no esperaba que nadie le responda ni mucho menos la criatura que lo llevaba en su lomo. 

    Pasado unos minutos la una pequeña brisa se empezaba a levantar, los negros ojos de Toji se resentían con cada parpadeo y poco a poco la visión se le nublaba. ¿Pero que estaba sucediendo? ¿Era cierto lo que los locales le habían advertido antes de partir hacia el desierto? Fushiguro pasó sus manos por sus ojos para aclar su visión, pero no tuvo éxito, poco a poco la oscuridad se apoderó del nipón. Su respiración se tornó más rápida, más acelerada que le hacía competencia con las palpitaciones de su corazón. NO entendía nada de lo que estaba pasando. —Quizás sea obra del Uzza, una especie de prueba… — tal como vino se fue aquel pensamiento de su cabeza, no podría ser que sin siquiera conocerse y de buenas a primeras el guerrero le prepare una “trampa” antes siquiera de empezar la clase… ¿o es que ya había empezado la clase? Como bien pudo, sacó la varita del interior del haori y apuntó a su cara. —Casco Burbuja — Toji se hechizó a sí mismo para colocarse una protección provisional, todo gracias a sus grandes conocimientos en encantamientos. Acto seguido pensó en curarse para restablecer poco a poco su visión y mientras llevaba el casco se colocó el anillo de amistad con las bestias para comunicarse con el camello y guiarlo a través de la tormenta, creando un vínculo mental con la criatura. 

    —¿Pretendía dejarme perdido en medio del desierto? — acusó al Uzza bajándose de la criatura. Miró desafiante al anciano que se encontraba sentado en posición de meditación. 

    @ Bakari

  3. Holi, hace mucho que no me pasaba por aquí ... ññ

     

    Planilla de compras para PERSONAJES

    ID: 82426
    Nick: Tazz
    Link a la Bóveda Trastero: Bóveda trastero #110316
    Link a la Bóveda de la cual se hará el descuento: Bóveda #80733

    Link al Premio obtenido (en caso de gala/concurso): ---
    Nivel Mágico: XXIV
    Fecha: 2022-06-07

     

    Llave utilizada (para criaturas baby y Nundu): --
    Criatura: Escarbato
    Puntos: 40
    Precio: 2000 G

     

    Llave utilizada (para criaturas baby y Nundu): --
    Criatura: Streeler
    Puntos: 40
    Precio: 2000 G

    Total de puntos: 80

    Total de Galeones: 4000 G

     

    Gracias! 💚

     

    Perdón... me equivoque, luego me paso a dejar la compra! 😓

  4. hermanita mía de mi kokoro 💚

    ya te felicité por otros lados pero dejo constancia que me he paso por aquí para desearte un muy buen feliz cumpleaños!!! Ha sido un placer volver a reencontrarnos después de nuestra abandonación mutua (?) jajajajaj 

    En fin ... que eso .. 

    Espero que hayas pasado un bonito día!!! 

    💚

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  5. Tazz Malfoy 

    El primogénito de Ludwig se echó el ultimo sorbo de vodka que le quedaba en el fondo del vaso, con esmero hizo notar al camarero que le sirviera un nuevo vaso de lo mismo que estaba bebiendo. Miró de reojo cundo Cillian se acercó al acompañante de Mica y se lo llevó, dejando a la bruja a solas con el Tazz. El camarero puso el vaso con la bebida renovada y a Tazz se le apeteció solamente beberla. —Madre mía, ¿Que estarán planeando los recién casados…? — soltó cuando el novio se fue con el acompañante de Mica. —Si, seguramente nos hemos cruzado más de una vez… antes trabajaba en el ministerio de magia como Investigador y sanador — hizo una pequeña pausa para beber nuevamente del vaso de vodka y continuó. — …ahora trabajo por libre como rompedor de maldiciones, todo muy aburrido. 

    Sonrió y alzó el vaso para brindar por los recién casados. Echó un vistazo a la pista de baile que estaba justo detrás suyo y vio gente haciendo uso de los pasos prohibidos que solo salen en este tipo de eventos en donde la gente va un poco más contentilla. Sin embargo, bailar no era su fuerte, pero ya llevaba más de un vado de su zumo de la felicidad y poco ya le importaba si hacía el ridículo o no. Había perdido de vista a sus hermanas desde la ceremonia, al parecer algo relacionado con lanzar el ramo o algo parecido las mantenía ocupadas y por eso no estaban increpando a Tazz con charlas banales y propias más de la edad de ellas. 

    —¿Te gustaría bailar? —soltó después de acabarse con un último sorbo del vaso y depositándolo en la mesa se levantó de la barra y se dispuso junto a Mica. —Es sabido que ambos padrinos deben bailar después de los novios…— extendió la mano derecha con la esperanza de que no rechace la invitación. —… aunque ya vamos un poco tarde, los novios ya bailaron y el resto de los invitados ya están puesto a ello— sonrió intentando rebajar lo incomodo de la situación. Una de las cosas que Tazz quería sacar de la fiesta de la boda es diversión, no estaba para nada más que para acompañar a su padre y pasarlo bien bebiendo y conociendo gente interesante. De momento lo estaba consiguiendo... 

     @ Mica Gryffindor

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  6. Fushiguro, Toji

    Astronimía

    Pronto se adelantó al resto de sus compañeros para investigar en los cuerpos inmóviles que la Malfoy había encantado. Según la misiva que había recibido, debía de encontrar una carta astral que les podía ayudar con la misión y que esta la llevaba uno de los malandros que la habían robado de a saber dónde… —Noeline, déjame que los cachee yo y los desarmo— irrumpió entre los cuerpos inmóviles y la bruja pelirroja. —Ojalá encuentre la carta astral que han robado estos delincuentes— sonrió dibujando una mueca en su rostro, quería transmitir seguridad en sus palabras puesto que confiaba que esos documentos les indicasen una vía segura para encontrar los tesoros robados. 

    Toji rebuscó y rebuscó entre los bolsillos de los supuestos malandros, pero apenas encontró nada que le pudiera indicar que ni siquiera ellos hayan sido los perpetradores de tales robos. —Negativo, solo un par de varitas que ya no las necesitarán y poco más… os los dejo aquí desarmados por si los queréis identificar y tomar pruebas de ellos— dijo Fushiguro mirando a la bruja que hacía fotografía para recabar pruebas. 

    Resignado, el nipón se separó de los cuerpos y de sus compañeras que estaban inmersas en las tareas de recolección de pruebas, mientras Ludwig seguía con la elaboración de su pócima. A Fushiguro no le quedó más remedio volver a intentarlo con el telescopio que le había dejado el profesor Kyle. Apuntó el artefacto de Astronomía  hacia el cielo oscuro, se acercó hacia la lente para observar lo cualquier indicio o cualquier pista que les pueda ayudar a avanzar en la investigación. —mmm— murmuraba para sí mismo. — Creo que puedo percibir algo en el desplazamiento de las estrellas— indicó sin apartar la vista del lente. —Se puede visualizar Venus esta noche… es un poco improbable dado que a estas fechas y según la altitud y longitud de nuestro hemisferio es muy poco probable ya que el sol está por medio… pero es raro que en esta ocasión sí que podamos ver Venus… quizás es una pista— soltó con la duda dibujada en su rostro. 

    —¿Quizás querrá decir que las cosas normalmente no son como suelen ser? — añadió un galimatías que ni él mismo estaba seguro de que sea del todo acertado o no. 

     

    @ Kahlan Blackthorn  @ Ludwig Malfoy Haughton  @ Kaori M.  @ noe_snape

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    La decisión del lugarteniente de la marca le llegó como un soplido de esperanza, esperanza renovada que sabía casi a victoria. Hace mucho que el grupo de magos tenebrosos no hacía actividades propias de su denominación de origen. A Toji el corazón le empezó a palpitar acelerado, emocionado a más no poder, por debajo de la máscara de oni que llevaba esbozó una liguera sonrisa de satisfacción tan solo por imaginar lo divertido que iba a ser la incursión al ministerio de magia. —Ya iba siendo hora de tomar alguna decisión… nos hemos pasado demasiado rato hablando de los … “y si…” que pensaba que íbamos a echar raíces en estas catacumbas. 

    Zenin salió del rincón en el que había estado escuchando todas las aportaciones que hacían sus compañeros de bando. Cada una más divertida que la anterior, aunque sin embargo poco realistas a su criterio, cabe recalcar. La más sensata fue la de atacar directamente al ministerio, cuando antes, y así poder derribar los muros de la injusticia impuesta por el orador y predicador Rory Despard. Rememoró momentos de gloria de cuando las fuerzas obscuras movían los hilos que regían la sociedad mágica. —En marcha pues… — aceleró sus pasos para poder rumbo a Londres, al ministerio de magia. 

    Una vez allí, Zenin acarició la empuñadura de su katana, le reconfortaba… aun no encontraba el momento adecuado para atravesar a alguien con su filo. Ya llegará su momento. —Kiorke— susurró el Zenin mientras dibujaba una floritura con la varita. Un látigo de un color azul neón salió de la varita y controlándolo con la mente le ordenó que derribara y decapitara las estatuas que se erguían en sobre la fuente en el hall del ministerio. —¡A divertirse! — exclamó extasiado con el sonido de las estatuas golpear el suelo y romperse. 

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  8. Tazz Malfoy 

    Era su turno para trasladarse a la fiesta en la mansión del que a partir de ahora también era su padre, Cillian. La idea de trasladar la celebración a un sitio diferente le resultaba muy interesante, fuera de lo común y eso le animó un poco. No sería como la típica boda en la que todo se celebra en el mismo sitio con la misma decoración… pero era la boda de sus padres, ellos merecían eso y muchísimo más y Tazz haría lo que estuviera en sus manos para conseguir todo lo que su progenitor y su marido le pidiesen. —¿Debería cambiarme de ropa? ¿Eso aún se lleva? — no se resistió a preguntárselo a una de las invitadas que había por ahí, a lo lejos veía a los invitados con ropas diferentes a las de la ceremonia, pero el Malfoy seguía con las mismas, tampoco hizo esfuerzo por querer cambiarse…

    Poco a poco fue caminando dirección a la barra, su sitio preferido en este tipo de eventos. Siempre le resultaban interesante, incluso algunas reveladoras, las charla que mantenía con la gente que se acercaba a pedir una u otra copa. Tazz se aflojó un poco la pajarita que le apretaba el cuello, no se había dado cuenta que aun la llevaba y la ceremonia, en donde le habían ordenado estar bien guapo ya había acabado y ahora tocaba el turno de divertirse y emborracharse un poco. Varias personas estaban ya ocupando sitio en la barra… El pelinegro se acercó a la barra junto a la que sin duda era la señora Burke, la recordaba de haber ido a su boda y beberse su vodka. —Buenas noches… ¿vienen de parte del novio o del novio? — soltó la broma sin más. Era lo típico que se pregunta en las bodas, por parte de quien vienen. 

    —Sírveme un vodka con un hielo por favor— ordenó al camarero que se acercó a tomarle la orden. —Soy Tazz, por cierto— se presentó a las personas que estaban también bebiendo en la barra. —Gracias— se llevó el vaso la boca y dio un sorbo pequeño.  

    @ Mica Gryffindor

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  9. Tazz Malfoy 

    Maestría con Escobas 

    El estómago se le había revuelto como consecuencia del viaje en traslador, no se había acostumbrado aún a los desplazamientos mediante objetos encantados. Trastabilló un poco al aterrizar en el suelo, pero lo disimuló como bien pudo para que sus compañeros de misión apenas no se percataran de su torpeza. Resopló aliviado sabiendo que pudo llegar a tiempo para no perder el traslador… el tiempo se le había echado encima y eso casi le provoca que le dejasen tirado en aquel bosque londinense. Una vez recuperó la compostura, echó una rápida mirada para buscar a alguien conocido.

    Su mirada se detuvo un segundo en la mujer de cabello castaño… ¿Es imposible? ¿No puede ser…? Soltó una pequeña risita nerviosa. Se acercó un poco dubitativo porque no podría ser cierto, no podría ser real… ella “estaba desparecida” en su defecto lo que se podría traducir en “estaba muerta”. Ya hace mucho que la había llorada, que había pasado el duelo por perderla… Un padre no puede pasar por la pérdida de una hija o un hijo, es algo que no debería darse en ninguna circunstancia… sin embargo, Tazz lloró a Valkyria durante mucho tiempo, destrozado… —¿Cómo es posible? — soltó sin pensarlo. Obviamente no era el momento adecuado para resolver asuntos familiares, pero todos aquellos sentimientos de perdida a los que se enfrentó cuando Valky desapareció empezaron a aflorar. 

    —Perdón… Yo podría tener algún conocimiento sobre las escobas voladoras— añadió al requerimiento del Kyle sobre las escobas como método de huida si así fuera el caso. —Claro, aun o poseo la maestría con las escobas, pero he presenciado a mi hermana Noe en sus entrenamientos de quiddicth, eso debe de contar… — intentó fingir una broma para rebajar la tensión de la situación. Se había percatado de la presencia de su padre y su hermana y para su sorpresa también se encontraba su amigo Toji. Resultaba ser un grupo un tanto curioso… 

    —Gracias, Kyle— tomó la escoba que le ofrecía el jefe del equipo y atravesó el portal que abrió el mago después de darles las indicaciones pertinentes. Tazz salió disparado con la escoba que le habían dejado y haciendo piruetas y demás en el aire para comprobar que tenía conocimientos en vuelo puesto que al graduarse de Hogwatrs pasó su licencia de vuelo y aprobó con buena calificación…. o eso recordaba. 

    @ Kahlan Blackthorn  @ noe_snape  @ Ludwig Malfoy Haughton  @ Kaori M.  

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  10. Fushiguro, Toji 

    Astronomía 

    Por fin habían llegado al punto real de encuentro, el viaje con el traslador le resultaba muy rudo, poco adecuado para la importancia de la misión que tenían entre manos. Pero poco podía hacer al respecto, ya habían utilizado la varita como medio de transporte y pese al descontento el viaje no le había resultado tan alocado como la última vez que tuvo que utilizar uno de esos. La mirada del nipón se desvió ligeramente cuando reconoció a su amigo Tazz, que también participaba de la misión. Era la primera vez que ambos estaban en el mismo sitio y más con el resto de los Malfoys revoloteando por ahí. —¡Bienvenido! — dijo casi en un susurro mientras se desplazaba por su lado, pero sin detenerse. —Por poco no llegas… — se colocó junto a la Karkarov intentando alejarse un poco de los Malfoys. 

    —Estaré atento a las estrellas… — interrumpió al Blackthorn. —… quizás descubra una vía alterna libre de trampas… pero necesitaría un telescopio, no he traído el mío— soltó sin pensarlo mucho. Ahora ya un poco más centrado en las tareas que le habían sido encomendadas intentó buscar una manera diferente para hacerse con un telescopio que le ayude en las catacumbas para guiar al grupo por una ruta un tanto más seguro.

    —Perdón, Blackthorn ¿Me podría dejar un telescopio? No he traído el mío propio… no creí necesitarlo, pero ya ve que nos sería de ayuda— dijo dirigiéndose al jefe de equipo. A simple vista le parecía una persona coherente y que se expresaba de manera adecuada, explicando los detalles actuales de la misión y actualizando cada detalle a la vez que iba ocurriendo. —Podría poner en prácticas mis conocimientos recién adquiridos sobre la astronomía si me deja un telescopio— se acercó aún más Kyle. Volvió su mirada hacia el cielo encantado que les cubría a lo alto de las catacumbas, había algo en ellas que le despertaban un pequeño cosquilleo, le inquietaba un poco el desconocer el posible camino que habían de tomar para poder recuperar las reliquias que habían sido sustraídas. 

    @ Kahlan Blackthorn  @ Ludwig Malfoy Haughton  @ noe_snape  @ Kaori M.  

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  11. Tazz Malfoy 

    El pelinegro escuchaba atento lo que explicaba la guerrera sobre el equilibrio, el caos y la sincronía que debe haber en todas las cosas. Tazz tenía sus propias ideas que había ido desarrollando a lo largo de sus estudios e idas y venidas de la vida. Sin embrago, era partidario de respetar los diferentes puntos de vistas de las personas, eso le había servido mucho a la hora de adquirir diferentes perspectivas de la vida vista desde los ojos de las personas con las que se encuentran en el camino. Para el primogénito de la nueva generación de los Malfoy, las habilidades y el poder no solo eran parte imprescindible de la vida de los miembros de la familia, el conocimiento era la punta de la lanza que se blande para defender el honor de la familia. 

    —Es muy interesante lo que dice sobre el caos… lo comparto en parte, pero estoy deseoso de poder más acerca de ello— dijo sin pretender interrumpir el soliloquio que estaba protagonizando la Uzza. Enseguida la guerrera introdujo los diferentes tipos de poderes asociados a la magia del equilibrio, este ya era un tema por demás interesante para el Malfoy, que ya había leído varios tomos acerca de los secretos que entrañaba este tipo de magia, ahora solo tenía que estar atento a las aclaraciones que le proporcionase 

    —Si, el anillo lo llevo en la mano izquierda— repasó la forma circular del anillo con la yema de su dedo anular de la mano derecha mientras y dejaba ver el objeto a su maestra. Le había quedado más que claro no dejarse morder mucho menos envenenar por un basilisco, por supuesto no quería morir. Acto seguido, la Uzza hizo sonar un pequeño frasco con semillas que luego explicó que era como arena de color plateada, que una vez vertida en una superficie esta ser convertiría en hielo. —De hecho, he traído todos los amuletos y objetos necesarios para poder aprender el uso de los mismo junto a la magia del equilibrio--  le mostró así mismo los pétalos del pensamiento y el amuleto de la resurrección que también llevaba consigo. 

    —Me ha quedado todo claro, maestra… me gustaría poder ponerlo en práctica si usted así lo considera apropiado… — dijo el pelinegro cuando la guerrera finalizó su explicación. 

    @ Runihura

    off: perdón, espero que aun se pueda rolear. u.u 

  12. Tazz Malfoy 

    Portador de los anillos. 

    Minutos después de saludar a toda la familia que como él habían madrugado para preparar la mejor de las veladas que padre y Cillian se merecían. Varita con varita cada miembro del equipo que se había dedicado a la organización de la boda subía a las habitaciones que les habían asignados para cambiarse y prepararse para recibir a los invitados… Tazz hizo lo mismo, solo tenía que calcarse las ropas que le había dejado preparado el elfo de la familia. Tal como había bajado los escalones los volvió a subir, de dos en dos para acelerar el paso. Fue directo a la cama en donde se encontraba su esmoquin negro que habían escogido para el portador de los anillos. Se vistió y peinó como bien pudo para volver a bajar y enfrentarse a los invitados. 

    —Listo… ¿Te perderás un evento importante nuevamente, Dark? — sonrió mientras rememoraba las largas charlas que mantenía con su puma cuando era pequeño. Tazz se despidió de la imagen que atesoraba en la mesita de noche de la cual lo observaba y simulaba las conversaciones y en muchas ocasiones parecía que el animal le respondía. —Ya te contaré cuando acabe la ceremonia, se casa mi padre con alguien que al parecer le quiere mucho… eso espero, se lo merece — el pelinegro miró una última vez la fotografía y cruzó la puerta de la habitación. 

    Como siempre el tiempo se le había echado encima, en un momento mientras estaba en la recepción su hermana le sorprendió tomándolo de la mano y llevándoselo a la habitación de padre. Le dedicaron unas palabras para reconfortarlo y hacerle saber cuánto lo querían sus hijos. Los tres Malfoys abandonaron así la habitación de Lud ya preparado para la ceremonia, el resto de los invitados ya estaba en posición y Tazz asustado se toqueteó los bolsillos del esmoquin para confirmar que los anillos seguían en el sitio en donde los había guardado. Los novios ya estaban en posición y el primogénito de Lud también se encontraba en su sitio a la espera que Darla, quien presidía la boda le indicase que debía de entregar los anillos. 

    Tazz sonrió desde su lugar asignado mientras los novios se decían los votos. Era cuestión de minutos que le llegara su turno para entregar los anillos y así de esa manera sellar las promesas que ambos se estaba haciendo. —Sí, por supuesto…. — identificó por los gestos de Darla que ya le tocaba entregar las alianzas. —Aquí tenéis— alargó la mano que sostenía la cajita de terciopelo negro y con la otra lo abrió dejando al descubierto ambos anillos brillantes como los rostros de los novios al jurarse amor eterno. —¡Qué seáis muy felices! — dijo asintiendo con la cabeza mientras retrocedía para volver a su sitio y dejar que Darla continue con la ceremonia. Los ojos Tazz se empaparon un poco, estaba feliz porque su padre había encontrado a la persona indicada, era un momento importante para la familia y agradecía el poder estar allí compartiendo con la gente que apreciaba.

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  13. Tazz Malfoy

    La capa de viaje con la que había llegado a casa hace unas horas aún seguía encima de la silla del escritorio en la habitación del pelinegro. Pequeñas gotas de agua caían de ella y mojaban el suelo de la habitación, habían pasado alrededor de dos horas desde que había abandonado las calles parisinas, allí llovía… y en Londres también, eso le preocupó un poco ya que en pocas horas el acontecimiento más aclamado por los miembros de la comunidad mágica europea, la boda más esperada de la temporada, la boda de Ludwig y Cillian. Tazz estaba muy orgulloso de lo que ha conseguido su padre hasta ahora, pese a las diversas circunstancias que haya tenido que pasar a lo largo de su recorrido, todo en conjunto han hecho de él la maravillosa persona que es ahora, el gran padre que siempre ha sido y el esposo perfecto que llegará a ser. 

    —Solo me he encargo de los anillos, ¿no? — preguntó al sirviente que le llevaba el traje que le habían encargado para asistir a la boda. —Espero que sea lo primero de todo, así seguro que puedo dedicarle más tiempo a la barra libre…— sacudió la cabeza para despejarse, no había podido dormir apenas por culpa de los asuntos que le quedaban por resolver y de los que se estaba encargando su amigo Toji. 

    Con un chasquido de los dedos larguiruchos del elfo domestico que lo estaba asistiendo, la bolsa que protegía el esmoquin dejando al descubierto el ropaje negro e impoluto que le habían elegido para la ocasión. —Gracias, es todo… ahora ve a la cocina y tráeme un café bien largo y un zumo de naranja natural— ordenó al elfo para tener un poco más de intimidad mientras tomaba un baño y se preparaba para bajar a saludar a la familia que ya hacía más de una semana que no pisaba la mansión. Tras media hora de estar metido en la bañera reflexionando acerca de los últimos acontecimientos sucedidos en su ultimo viaje. Si lo pensaba bien, las cosas se le habían estancado un poco, tanto él como su amigo estaban en un punto muerto con respecto a sus investigaciones y sus planes. Se puso un batín para salir del cuarto de baño y fue directo al armario para coger algo de ropa cómoda y bajar al jardín. 

    —Gracias, Chávez— el elfo le había dejado la bandeja con lo que le había pedido para tomar encima de la mesita de noche de junto a su cama. Bajó las escaleras de dos en dos y se adentró en los jardines… el personal de la organización estaba montándolo todo y poniendo los detalles que habían sido escogidos por sus padres. —Buenos días, familia… 

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  14. Dados: 16 + 18 + 19 +31 = 84.

    Fushiguro, Toji. 

    El fuego que había invocado la Dumbledore había abierto un camino entre las acromántulas que estaban a punto de usarlos de aperitivos. A lo lejos en el claro se veía la sombra alejarse de la pelirroja, Toji y Ada corriendo hacia ella abriéndose paso a punta de espada y de hechizos. Al entrar al claro vio que no había salida por ningún lado, era como una especie de callejón sin salida. ¿Ha donde habían sido guidos? ¿Será que todo era una trampa o… solo si demostraban ser excepcionales podrían hallar la salida? Las dudas entraron en la cabeza del nipón como el agua fría entra en la piel desnuda de una persona que toca por primera vez la nieve. Fushiguro sacudió la cabeza para sacar los pensamientos que le molestaban e intentó concentrarse en la situación. 

    —Debemos avisarle a la señorita Balck Lestrange— dijo mirando a la francesa. — No sabrá donde hemos ido, y si mis sospechan son ciertas esto nos conducirá a un sitio oculto— finalizó concentrándose en su varita. El nipón apunto a una roca pequeña y susurró un encantamiento para transformarla. —Morphos— la piedra de unas dimensiones de más o menos unos 15cm se convirtió en un cuervo. Fushiguro el dio la orden para que vaya a buscar a la compañera que se había separado de ellos hace un buen rato. La criatura convertida de una piedra salió en busca de la Black Lestrange y no desaparecerá hasta haberla encontrado y entregado el mensaje. 

    De pronto los árboles que tenían en frente se abrieron dejando un hueco que indicaba el camino que debía continuar para encontrar a los centauros. Al fin el grupo estuvo reunido a medias, solo faltaba la Black Lesntrange que pronto los encontraría. —Noeline, no volvamos a separarnos tanto… a partir de aquí las cosas, me temo, no se pondrán tan fáciles… — aliviado de haber podido reunirse nuevamente con la hermana de Tazz, Toji sugirió que debían continuar con cautela, quizás estaban a punto de encontrar la guarida de los centauros y tenían que estar juntos ahora más que nunca. —He enviado un aviso a la señorita Mia para que nos alcance en este claro y así poder entrar todos juntos…— finalizó recapitulando el pequeño plan que había confeccionado en su cabeza obviamente sin que nadie se lo pidiese.  

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  15. Fushiguro, Toji

    La pista que seguía el característico grupo escogido sutilmente por el MACUSA les había llevado por un sendero que se encogía con el pisar de las botas de los magos y brujas que lo recorrían. La Malfoy estaba en la delantera, atravesando rauda el pequeño camino que estaba resguardado por altos y frondosos árboles que se alzaban perenes describiendo el camino hacia una explanada, más bien un claro desde el que no se podía distinguir ningún otro camio a seguir. La Black Lestrenge aún no daba señales de haber encontrado nada en su pequeña incursión por solitario, o al menos no había compartido nada de información con sus compañeros. Toji siguió muy de cerca a la primera ministra de Francia que había encontrado una especie de fluido algo raro. —¿Qué es eso, Ada? — preguntó el japonés finalmente tuteando su compañera, ya iba siendo hora de que dejaran las formalidades un poco de lado. 

    —¿Qué ha encontrado?… parece ser un fluido un tanto extraño— añadió mientras se detenía junto a la Dumbledore. Por su parte Noeline se adentró en el claro sin reparar que sus dos compañeros que estaban detrás suya ya no la seguían. Toji puso más atención a las señales que mostraban los fluidos y reparó en que estos conducían hacia donde había marchado la Malfoy.  —¡Detente!... ¡No te adentres allí! —chilló a la pelirroja. Mientras veía como la hermana de su mejor amigo Tazz, se adentraba sola en el claro que según indicaba por las huellas de fluidos, era el nido de unas acromántulas. 

    Sintió un tirón en su mano derecha que le devolvió a su conciencia. —Incárcerus— sentenció el nipón apuntando a una de las acromántulas que se abalanzaban hacia ellos. —Gracias Ada, me he despistado un segundo— añadió mientras se cercioraba de que se habían encargado de ambas criaturas. —Si, creo que será conveniente disponer de otra arma— miró a los ojos de la Dumbledore y acto seguido metió la mano en su monedero de piel de moke y sacó la katana, era espléndida… no se cansaba de mirarla… el arma de la familia que podría ayudarle a recuperar su vida… en un futuro… —Por tu derecha, Ada— dijo mientras atravesaba una criatura que había caído de uno de los árboles que tenían junto a ellos. —Debemos ir tras la señorita Malfoy… seguro necesita nuestra ayuda…— blandiendo la Katana para limpiar los restos de sangre que dejaban los cadáveres de las acromántulas. 

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  16. Tazz Malfoy 

    Maestría con Escobas 

    El aire parisino de primavera estaba cargado de frescura y d buenas vibras, más no el ruido que del tráfico que siempre desentonaba la hermosura de la ciudad capital. Era media tarde… estaba anocheciendo lentamente y el cielo en el horizonte se teñía de un naranja muy opaco, melancólico incluso. Era una imagen perfecta para el Malfoy. Llevaba dos días en Paris por asuntos personales que últimamente le mantenía ocupado, al menos desde que había terminado de trabajar con su padre en Italia. Ya hace meses que en Europa del sur se veían casos de la gripe férrica que meses atrás había asolado a un 2 por ciento de la población europea. Después de encontrar la cura junto al equipo de sanadores e investigadores que colaboraban con el gobierno Italiano Tazz volvió a Londres para seguir con asuntos más personales. 

    El pelinegro bebió el ultimo trago de su café expreso y metió los pergaminos que había estado leyendo sentado en la terraza parisina. Contempló por unos segundos las vistas que le regalaba la capital francesa y los guardó en su memoria… a saber si volvía a tener esa tranquilidad con la que se había bebido el expreso, al menos no hasta que resuelva todo el asunto de su pasado y la desaparición por casi 10 años en los que estuvo… bueno, sobreviviendo como bien pudo. Se había puesto de pie, se encajó la capa de viaje negra y larga que vestía es tarde primaveral. Se giró y se adentró en la muchedumbre y acto seguido despareció envuelto en un pequeño haz de luz tenue que se fundió con el resplandor del sol pagándose. 

    Tazz volvió a aparecer y esta vez a las afuera de un bosque que le recordaba al lugar en donde había crecido. Ciertamente era un bosque de las afueras de Londres, Tazz no los conocía todo, por supuesto, pero un par de ellos había pisado en su juventud. Nada más aparecer un grupo de magos y brujas estaba junto a unos escasos metros de distancia dispuestos a acercarse y tocar un objeto, que desde la distancia a la que se encontraba el Malfoy no distinguía. Algo dentro del pelinegro le dijo que se diera prisa, que quizás la reunión a la que se había sido convocado no era allí en medio del bosque. Desconcertado se acercó un poco más al grupo de magos, pero una de ellas a la que no identificó gracias a la oscuridad acercó la varita al resto del grupo… 

    —¡Esperen! — grito mientras aceleró aún más para llegar a el que parecía un traslador a punto a punto de accionarse. —¡No os vayáis siiiiinn miiiiiiiii! — en el último segundo alcanzó a tocar la varita con la punta de sus dedos. 

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  17. Fushiguro, Toji

    El grupo de búsqueda de los centauros al fin empezaba a sacar cosas en claro, cada uno de ellos aportando desde sus conocimientos y habilidades pistas a seguir para alcanzar el objetivo que les había llevado hasta allí. Si bien el principio las cosas no habían fluido tan bien como se requería para la misión, bastó unos cuantos minutos para que el equipo se centrara en lo que de verdad importa, encontrar a los Centauros y obtener la primera parte de la profecía. Toji había tratado muy poco con los centauros y no solo por el hecho de que eran criaturas muy reservadas y que nos les gustaba la presencia de nadie que no sea de su especie, si no que esos seres eran considerados por demás inteligentes y que eran capaces de ver más allá incluso de lo evidente y Fushiguro no se podía arriesgar a que hablaran más de la cuenta. 

    —Bien pensado, señorita Dumbledore… — el nipón estaba de acuerdo con todo lo que había dicho la ministra de Francia con respecto a la pista sobre donde se podrían localizar a los centauros. Tenía mucha razón, las manadas con las características de los centauros tendían a residir cerca de algún arrollo o rio que les proporcione no solo comida si no también como salvaguarda de algunas criaturas o incluso de algún mago o bruja que intente cazarlos.  

    Toji continuó con la búsqueda de las posibles trampas que podía haber en esa zona, de momento no encontró ninguna durante el trayecto que habían recorrido, sin embargo, no descuidó el resto del camino que aún les quedaba por recorrer. Junto a él, la pelirroja Malfoy sugirió seguir una ruta alternativa a la que estaban siguiendo él y Ada y por supuesto el animal en el que se había convertido la Black Lestrange. Noeline se puso en la delantera y guio la escuadra hacia dónde ella que, de alguna manera que el japonés no cuestionó y pese a haber notado algo raro en el semblante de la Malfoy, decidió mantenerse callado y seguirla. —Hacia dónde nos dirigimos ¿Malfoy? — preguntó al ponerse a la altura de la pelirroja. —¿Tiene alguna pista que… tal vez quiera compartir con el equipo? — insistió aun con la varita en la mano, mirando en la oscuridad de la noche hacia delante… hacia la noche que se cernía frente a ellos. 

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  18. Fushiguro, Toji

    Astronomía 

    El japonés acudía a una de las aventuras, hasta ahora, más delicada y arriesgada de las que se había enfrentado. Debía formar partido en una persecución de sujetos que habían robado objetos antiguos de gran valor para el mundo mágico. Unos pergaminos ¿robados? ¿extraviados? Quien sabe…. Lo único que le informaron al nipón es que tenía que entrar en unas catacumbas y conseguir los pergaminos de las manos de los ladrones, sin embargo, en su misiva tenía un apartado específico que el indicaba que debía de conseguir una carta astral guardada por uno de los “presentes” y debía de utilizar un telescopio. Poco entendía de la misión a la que había sido convocado gracias a sus conocimientos de Astronomía. Fuera cual fuese el caso, el nipón estaba más que preparado para adentrarse en los sitios más inesperados y sorprendentes que la aventura le depare. 

    —Muy bien… con esto creo que ya tengo todo en orden— se dijo mientas se ponía sobre los hombros su haori de viaje, como de costumbre y casi como tradición, lo llevaba sobre su kimono de dos piezas de tonalidades grises y negra. Pocas veces se veía a Fushiguro con su Haori de viaje puesto entero y esta no era una de esas ocasiones. Bajó por la parte de atrás de la mansión de la familia Malfoy, su hogar desde hace varios años, y salió hacia los jardines traseros. Despareció en un instante, no sin antes cerciorarse de que llevaba todas sus pertenencias en el monedero de piel de moke y lo más importante, su catana familiar. —La noche es fría y alberga horrores— se repitió cuando reapareció un instante después en las afueras de un bosque londinense. 

    Dos voces que conocía muy bien llamaron su atención, Toji caminó hacia donde las dos figuras hablaban tan tranquilamente, no le constaba que los Malfoy también habían sido convocados para devolver los pergaminos, códices… libros, ect. —Muy buenas noches tengan ustedes— saludó una vez se puso a la misma altura que Noeline y su padre. Ahora para tener a la familia feliz solo faltaba el hijo mayor, de quien no sabía nada desde hace semanas… —Al parecer vamos a compartir misión… seguro que se encuentran en la misma situación que yo… — hizo una mueca de desconcierto y continuó. —Creo que nos hace falta un poco más de información con respecto a este caso… sin embargo, por el momento tenemos todo para empezar a indagar— hizo una pausa para fijarse en la varita de sauco que estaba en el suelo, al parecer, como sospechaba ese solo era el punto de encuentro para el grupo de la incursión.

    —¿Sabéis si esperamos a alguien más? — Nada más acabar la pregunta una bruja se les unió al grupo saludando y volviendo a formular la pregunta que ya había hecho el nipón. —Bienvenida, creo que es la persona que esperábamos, ya podemos tocar el traslador— dijo Fushiguro señalando con la mirada hacia la varita de sauco. 

     

    @ noe_snape  @ Ludwig Malfoy Haughton  @ Valky  @ Kahlan Blackthorn

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