Castillo Lockhart (MM B: 78568)

[Bodrik]

 

 

Un fuerte dolor de cabeza la mantenía encerrada en su habitación de desde hacía algunas horas, pero era imposible para ella poder dormir de todas maneras permanecía con los ojos cerrados intentando calmarse mientras abrazaba un almohada en forma de estrella que le recordaba a su hermoso corcel. Se dio por vencida y permaneció dormida por un par de horas.

 

La habitación era amplia, adornada con algunos muebles y todavía conservaba aquellos juguetes que sus familiares le hubieran regalado los primeros meses de edad, esos meses donde pudieron llamarla bebe, esos meses que pasaron más aprisa que las hojas llevadas por la más fina brisa.

 

Al despertar la pequeña contemplaba todo aquello deseando haberlos podido disfrutar por algunos años como hacían las personas normales, pero sin duda tener tampoco tiempo de nacida y verse como una adolescente de 16 años también tenía sus ventajas.

 

La mayoría de las niñas sueña con crecer y disfrutar de la juventud o de la adultez en algunos casos, pero el caso de la pequeña Bodrik era distinto, ella se vio forzada a crecer sin una elección previa, crecer solo porque su Naturaleza de Semivampiro así lo exigía crecer sin disfrutar de su infancia como todos.

 

Aunque no lo expresara muchas veces, la pequeña deseaba en su interior jugar con esos hermosos juguetes que adornaban su habitación, una habitación decorada como su alma de niña, de rosa y de blanco y miles de muñecas en los rincones, y qué decir de los amigos de infancia que jamás tuvo.

 

Claro en su mente y en su apariencia tenía 16 años y eso no cambiaba, sentía como adolescente aunque bastante seguido la bebita salía a relucir deseando el cálido abrazo de su abuelo y los mimos de su abuela, pero 16 sin duda.

 

El castillo andaba ruidoso, tal vez sería bueno bajar para saludar a los demás.

[Ela Karoline]

La matriarca apenas tenía un par de minutos de haber terminado de arreglarse para el resto del día y conversaba con su esposo en la alcoba matrimonial sobre los tramites que tenían pendientes con relación al recién nacido, algo que habían postergado para que tanto la madre como el bebe estuvieran más acoplados al entorno familiar y entonces poder ir afuera, con Eirian y sus cualidades debían ser muy cuidadosos hasta que el niño fuera enteramente capaz de controlar o al menos de ejecutar directrices o consejos venidos de sus padres.

 

“Amita, amito, viene por el sendero una de sus hijas, pero no viene sola” se escucho que decía uno de los elfos luego de tocar la puerta con lo cual el corazón de la rubia dio un vuelco --Voy a bajar, Eirian no debería…-- no necesitaba concluir la frase Ishaya sabía lo que estaba a punto de decir sobre todo después de aquel atentado terrible, por eso la madre cuidaba cada detalle de las personas que se le acercaban y si no estaba segura prefería mantenerse allá arriba donde por lo general solo la familia y los elfos podía acceder. Le dio un beso al nene, al padre y de camino al pasillo a Ezequiel y luego descendió por las escaleras en lo que Paula con su amiga recorrían en un carruaje el trayecto desde la verja de entrada a la propiedad hasta las pocas escalinatas sobre las que se encontraba la puerta del castillo. Pasó junto al cuadro de su abuelo Gilderoy Lockhart situado en el vestíbulo y cuando alcanzaba el pasillo escucho tres toques, Jops el elfo mayordomo estaba apostado y espero a que la rubia estuviera a pocos pasos de la puerta para abrirla.

 

Las orbes celestes enfocaron a una brujas, bueno a dos, pero en primera instancia se centraron en la chica de orbes azules, parecidos a los suyos y de cabellera castaña, el balbuceo “ma.ma” le confirmo lo que ya su corazón le había dicho esa que estaba frente a ella era Paula, la reciente maternidad le tenía la sensibilidad a flor de piel y no dudo en abrazarla, mientras escuchaba las recriminaciones sobre la falta de noticias, mismas que ella le había hecho a Patri entrada la mañana. El abrazo y el beso en la frente que le dio callo todo vestigio del pasado y le prodigo a la chica el calor de hogar que le hacía falta. Cuando por fin se separaron ante la pregunta de donde estaba el patriarca ella contesto que en su habitación, solo que no menciono que allá estaba su hermanito recién nacido, junto con Ezequiel a quien tampoco conocía, la familia durante su estadía en la escuela de magia, había crecido mucho.

 

--Hola Ruby, las amistades de mis hijos son bienvenidos-- dijo ofreciéndole una mano a modo de saludo a la chica, que su memoria fotográfica no olvidaba, si mal no recordaba habían coincidido en un sitio en común, solo que quizás ella no la había notado pues estaba muy entretenida sentada al borde de una mesa con Mica, la hermana de Elvis Gryffindor, el tio de Cye. La matriarca la invito a pasar al salón recibidor, donde estaba la chimenea conectada a la red flú. Con un ademán de su nívea mano la invito a tomar asiento en uno de los cómodos sillones que conformaban la habitación, luego ella misma sentó al lado para poder contemplarla y toco una campanita de plata que resonó en la cocina e indicaba que la matriarca estaba pidiendo un servicio según el momento del día.

 

--Ah Ruby, muchas gracias por lo que me corresponde, tú también eres muy guapa-- dijo Cye sonriéndole por primera vez a la invitada de Paula. --Te sorprendería saber que encontré esta propiedad casi en ruinas, luego de la muerte de mi abuelo, yo como Paula me fui a estudiar lejos y no regrese hasta que termine la primera parte de mi educación, pero se pudo restaurar en su totalidad y se convirtió en mi hogar y el de toda mi familia-- le comento luego del pesado silencio.

 

En ese preciso instante la elfina apareció cargando una bandeja con una jarra llena de zumo de frutas, vasos con hielo, un platón con pequeños emparedados canapés salados. Puso la bandeja en la mesa cercana a las brujas mientras que otro elfo traía el servicio de Té, la bebida caliente favorita de la matriarca, sin importar la hora del día. font=trebuchet ms,helvetica,sans-serif]--Que te gustaría tomar, zumo o té, por favor siéntete libre de probar los bocadillos que ha traído Heyda o se ofenderá-- [/font] bromeo, pues la elfina nunca haría eso. Espero la respuesta de la chica mientras le pedía a Heyda que no olvidara a Adam, quien estaba recluido en su habitación recuperándose de cierto incidente que habían mantenido en reserva.

 

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Mientras las dos brujas conversaban, alguien llamo a la puerta, Noah que se encontraba cerca decidió ir a ver de quien se trataba, seguido de Heyda que luego de atender a las brujas en el salón se reunión con el joven y la bruja recién llegada. Se trataba de Tamarindo una amiga según sabia de la Señora Sagitas y su hermana Amya y tenía entendido que ahora de Cye e Ishaya. Le sorprendió mucho verla llegar con una cestota llena de mazapanes, identifico de inmediato el aroma de un bocadillo que a su ama la derretía la magdalenas.

 

---Muchas gracias joven Noah por abrir la puerta y aliviarle el trabajo a esta servidora-- le reconoció al Lockhart para luego dirigirse a Tamarindo. -Si la señorita me permite puedo tomar la cesta para que no cargue peso, ¿viene a visitar a la amita Cye y al amito Ishaya?-- pregunto y luego se dio cuenta de que no había presentado al mago. --Señorita, el joven es Noah Lockhart hijo de los amitos, joven la señorita Tamarindo es amiga de la familia y de su tía Sagitas y Amya, si gustan pasar al salón recibidor allí encontraran a la Amita Cye-- señalo con total educación.

 

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En la cocina la dulce elfina personal de Cye preparaba una bandeja con zumo y algunos bocadillos, además de una jarra de agua fresca, pues le habían encomendado el atender a Adam aquel día. Cuando estuvo lista subió todo escaleras arriba, hasta la habitación del mago, toco tres veces a la puerta y luego giro el picaporte y de espaldas empujo la puerta y entro para que no se le cayera nada de la bandeja, cuando se dio la vuelta se encontró con la mirada del Lockhart.

 

--Amito espero que hoy se sienta mejor, su mamá pidió que le trajera estos bocadillos y la niña Bodrik fue muy precisa al ordenar que lo mantuviéramos bien hidratado, por eso su madre le manda esto-- se acerco a la mesita dispuesta para los desayunos y dejo la bandeja para tomar un vaso diferente a las costosas vajillas de porcelana o los vasos de cristal tallado en los que solían servirse las bebidas, era de un material diferente, capaz de conservar el calor si el contenido era caliente o de mantener helada la bebida si ésta era fría.

 

--Es una vaso auto-rellenable, solo tiene que ponerle un poco de agua y pensar en la bebida que quiere y el vaso se la proporciona, ya sabe su madre y cuanto objeto raro venden en la gran tienda-- movió la cabeza en gesto negativo --Ella se lo presta para que no tenga que caminar por si nos tardamos un poco pero advirtió que si piensa en cerveza de mantequilla o whisky de fuego vendrá a jalarle las orejas-- concluyo en forma seria aunque sus ojos almendrados y grandes le mostraban ese raro sentido del humor elfico que combinado con lo que había aprendido de los humanos y mágicos resultaba un poco cómico e inocente.

 

--Su madre vendrá en cuanto organice algunos asuntos y atienda a varias personas que han llegado, pero yo iré a avisarle a la niña Bodrik que usted está despierto y listo para un chequeo, y no, no proteste que no le servirá de nada, antes bien déjese mimar-- advirtió primero y luego sugirió en un tono más bajo con cierto cariño por el mago. --Mientras tanto usted sea buen niño y coma todo, que luego la niña Bo le da esos potingues que saben feo y pierde apetito, ande, ande-- insto llevando la bandeja y colocándola en el regazo del mago y salió.

 

Afuera en el corredor desapareció y volvió aparecer ante la puerta de Bodrik. Toco tres veces y no espero que la invitaran a pasar sino que abrió la puerta y entro, la elfina conocía a la niña desde muy chiquitita así que algo de confianza había. --Niña, su abuela le pide que cheque a su tío Adam que ya está despierto, lo deje con algo de comida y bebida-- entonces noto el semblante pálido de la muchacha, bueno no es que siempre estuviera de carmín debido a que era una semi-vampiro, pero se le notaba desmejorada como si no hubiera dormido bien o algo le doliera.

 

--¿Se siente bien?-- pregunto preocupada, pues iba con la intensión de informarle varias cosas. --Ay ojala que usted no se me enferme, no ahora que abajo esta la señorita Tamarindo con el joven Noah, su tía Paula ha llegado con una amiga, no sé si se quedaran y su abuelo esta con Eirian y Ezequiel en su habitación-- ella siempre lograba informar de todo de una forma muy singular. --¿Quiere que le pase algún potingue de esos que tiene en su maleta de sanadora?-- pregunto, aunque el remedio era peor que la enfermedad, pues si decía que si, empezara a sacar frasco por frasco y a preguntar ¿este?, ¿este?

 

@ @@Adam Lockhart @ @@Patri Gryffindor L @ @@Ezequiel granger @@Bodrik @

[Tamarindo]

Me abrió la puerta un joven, y me quedé con cara de que a lo mejor me había confundido de casa, porque no lo conocía de nada... aunque tampoco es que cpnociese a todos los de esta casa, como para saber si me habría confundido o no de sitio, vaya con mis courrencias

 

le iba a estrechar mi mano libre, ya que la otra tenía la cesta de comidas dulces, pero un elfo se interpuso entre los dos y oh, nos presentó.

 

--Que elfo tan simpático!!

 

Si que era simpático, parecía aducado y agradable, no como el "Harapo" ese de sagitas y los locos elfos indefinidos (?) de amya, XD

 

--Oh, no hace falta que me lleve la cesta, no pesa nada, tiene un hechizo para que no se note que pesa kilos con tanta magdalena para Cye. Muy amable, caballero elfo.

 

No hacia falta, obvio, asi que mejor entrar e ir a donde nos decía.

 

--Si gustas, guíame hasta donde están tus amos, así podré darle personalmente la cesta a Cye y saludarles. Gracias.

[Bodrik]

 

 

Habitación #25 Con Feixac

Como si se tratara de un sueño la chiquilla alcanzo a escuchar como tocaban la puerta de su habitación, pero ni pudo levantarse o invitar a que pasara pues la pequeña cabeza ya estaba ahí frente a ella en un parpadeo la pequeña cabecita se asomó nada apenada porque así era Feixac, ella nada tenía que ver con Heyda que era tan cuidadosa y cariñosa, sino que se trataba de una elfina atrevida por eso no le extrañaba la amistad existente entre Martelac y ella que tenía el mismo nivel de confianza a la hora de dirigirse a los miembros de la familia.

-Iré en un momento- alcanzó a responder, pero como era su costumbre la Joven elfina no se quedaba con ninguna de sus apreciaciones y por supuesto cualquiera hubiese notado el malestar de la princesita de la familia que seguramente parecía que en cualquier momento podría vomitar debido al fuerte dolor de cabeza que había sufrido durante casi todo el día.- No lo creo Feixac, tan solo estoy demasiado cansada, en ese hospital me traen de los pelos con la cantidad de emergencias y ahora ni me dejan ejercer mi profesión de Ginecóloga- comentoó con algo de malestar en la voz. Si bien Fexac era por decirlo de alguna manera algo entrometida, también lograba inspirar confianza en su familia.

No es que no le gustara ejercer la sanación en general y que por ejemplo no disfrutara atendiendo a sus familiares de cualquier dolencia, pero es que la directora la tenía ya como a una enfermera prácticamente cambiando camas en el hospital y emergencias como la de la feria del libro nada tenían que ver con la pasión con la que la muchacha atendía a sus pacientes regulares.

- ¿Paula? – desde cuando tenía una tía llamada paula. Realmente no la conocía.

Se puso de pie como pudo, haciendo lo que parecía mucho esfuerzo, peor en realidad no se encontraba tan débil como para no arreglarse – Ayúdame a elegir un atiendo ligero para ir a ver a Adam y después a mi abuelo y el nene- no lo dijo pero pocas ganas tenia de ir a atender visitas o en todo caso esta sería su última opción – dime qué tal se está desenvolviendo Noah- bueno a el tal vez lo vería más tarde.

@, @@Noah Lockhart, @@Adam Lockhart, @@Ezequiel granger,@ Zamolódchikova, @Tamarindo

[Noah Lockhart]

Vi la cara de la joven un poco confundida parada en la puerta cuando Heyda se interpuso entre nosotros e hizo las presentaciones, - es un gusto conocerla permítame ayudarle esa sesta se ve pesada - acompañe a la joven hasta la cocina donde se encontraba Cye y paula quienes ya llevaban un tiempo hablando.

Llegando a la cocina le pregunte a mi mama si acaso sabia algo acerca de Bodrik - Hola mami siento interrumpir pero tenemos visitas y también quería saber si Bo esta bien ya que escuche que tenia dolor de cabeza y estaba un poco palida he pensado en ir a su habitación a ver como se encuentra -

@ @Tamarindo @ Bodrik

[Ela Karoline]

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@@Noah Lockhart estaba recibiendo a Tamarindo y la elfina Heyda hacia las presentaciones de rigor entre ambos, ofreciéndose a cargar la cesta que la amiga de la familia traía a quien de plano le dijo que no, aunque quizás no fuese esa su respuesta ante la solicitud del joven. Por lo pronto la elfina los guio al Salón-Recibidor donde se encontraban Cye y Ruby la invitada de Paula.

Cuando Cye los vio entrar abandono con elegancia su asiento, y dando un par de pasos al encuentro de las dos personas. Noah fue el primero en hablar disculpándose por interrumpir y anunciar la visita, y la verdad es que cuando la bruja escuchaba ese “mami” el corazón se le derretía y cualquier cosa que hubiera que perdonar, que no era el caso, estaba ya olvidado.

--Hola cariño-- dijo acercándose para posar sus labios en la mejilla del muchacho en un maternal beso, luego sus ojos enfocaron a Tamarindo y una sonrisa plena cubrió su boca y alcanzo sus ojos, tanto por la presencia de la bruja como por aquel olorcillo que estaba olisqueando desde hacía un momento, mientras que una voz en su mente le recordaba que la gula era un pecado.

--¡Bienvenida al hogar de los Lockhart @@Tamarindo ! No esperaba que cumplieras tu promesa, de ahora en más creeré “casi” todo lo que me digas-- saludo y bromeo mientras se acercaba para darle un abrazo, que si no le gustaba los contactos, pues muy mal, porque los Lockhart eran de esa clase de personas que no se frenaban a la hora de mostrar afecto a las personas que les importaban.

--¿Ya conociste a mi guapo hijo? Ella es Ruby una amiga e invitada de Paula otra de mis hijas-- hizo las presentaciones del caso y entonces volvió el rostro para contestar la pregunta que había quedado en el aire de Noah.
--Feixac anda ha ido a verle, seguramente tu compañía le hará mucho bien, en lo que yo subo llevale este besito-- dijo de forma traviesa besándolo en la otra mejilla, sabiendo que de esa manera el besaría a la pelinegra ¿a que era efectivo su método de incentivar el afecto entre los familiares?

--Por favor, Tama ven a sentarte -- ofreció a la bruja visitante.

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Mientras tanto en la habitación No. 25, como bien había anticipado la jovial elfina de ojos almendrados que respondía al nombre de Feixac, la pequeña princesa, no se sentía bien, aunque tampoco había aceptado su ofrecimiento de pasarle de esos frasquitos coloridos que usaba para sanar, algún día o mejor dicho, en otra ocasión le haría pregunta sobre sus diversos usos ya que la pelinegra era una conocedora de las artes sanatorias y seguramente tendría más paciencia que su propia ama para explicarle, sobre todo ahora que la rubia solo tenía ojos para Eirian, sus hijo y nieto y si quedaba tiempo… otra vez para Eirian.

Si, estaba celosa, extrañaba las largas platicas con la matriarca, las risas y las constantes salidas a comer en los lugares del Callejón Diagon a donde siempre la acompañaba, ahora poco salía de casa y cuando lo hacia todos quedaban con el alma en un hijo para cubrir su ausencia y estar pendientes del recién nacido, casi que en los ojos de la elfina se podía leer “¡Que tiempos aquellos!” volvió a fijarse en @@Bodrik y frunció el ceño al escuchar el descontento de la Lockhart como sanadora, pero si ella amaba su trabajo, no se había mudado al hospital de pura casualidad,

--Como es eso que a la niña no le dejan trabajar de gine, gine, ginecosa esa, ¿Qué no es usted la mejor?-- dijo recordando que Cye siempre decía que su nieta era la mejor en su rama, que era responsable y comprometida --Pues mire niña, plante cara así-- dijo mostrándole un semblante serio y amenazador --Y no haga caso a los que digan que no, yo hago eso cuando no me quieren deja hace mi trabajo, ya sabe uste que hay cada envidioso…-- obviamente ella se refería a los elfos y nunca podía compararse con el trabajo de la pequeña Lockhart de quienes dependían vidas, pero si no era un buen consejo por lo menos debía sacarle una sonrisa.

Camino hacia el armario en busca de una prenda ligerita, pero bonita, aunque a decir verdad dentro de aquel escaparate no había nada feo, tanto porque la pequeña tenía un excelente gusto, como por todo lo que le había regalado su abuelo de vuelta de los viajes era estupendo y porque de haberlo la matriarca le hubiera prendido fuego, ja no toleraba la ropa mal hecha, no teniendo un atelier.

--Si, es tía de uste, no sé los detalles, pero llego, ummmm que le parece este-- explico y luego pregunto tomando un gancho con un bonito vestido que seguramente resaltaría el tono de su piel. --O este otro-- esta vez escogió uno de seda fría que resaltarían la larga cabellera negra como marco a ese hermoso rostro.

--El joven Noah está muy cómodo en casa, hasta parece que estuviera aquí desde chiquitico, y es tooo un caballero, hasta le ahorro la pereza a la Heyda de abri la puerta, ¡figúrese!--

[Noah Lockhart]

*Recibi el beso de mami* - si ya nos presentaron en la puerta - vi como se movia la pequeña nariz de mami -lo se huele delicioso pero no comas muchos o arruinaras tu figura perfecta , aunque asi habría mas de ti para abrazar -*escucho la respuesta de mi mama a mi pregunta* oh bien, creo que la ire a ver pero antes me llevare una de estas *me acerco a la canasta y tomo una *.

 

Llego hasta la habitación de Bodrik y toco la puerta - puedo pasar - una vez adentro encuenro a Bo en la cama acostada y a feixac con dos vestidos - si a mi me preguntan yo elegiría el segundo se ve mejor.

 

-Hola sobrinita como estas, me entere que estabas un poco indispuesta y quería ver como te sentias, necesitas algo te traigo algo de la cocina ?.

​@ @@Bodrik

[Tamarindo]

Todos muy amables me llevaron ante Cye, asi como que es la reina del lugar y tenia que saludarla para no ser descortes (?).

 

--Preciosa casa... más... normal de lo que estoy acostumbrada

 

Es que comparadas con las de sugus (sagitas) y la de amya... todo era mas normal

 

--Pues claro que cumplo mis promesas, Cye, vine a traerte lo que te dije que te traería. Lo que no esperaba es tanta gente aquí, espero que lleguen.

 

Puse la cesta sobre una mesa cercana para que todos pillaran una magnadela. El chico llamado Noah se cogió una y se fue, no entendí bien a donde, tampco es de mi incumbencia...

 

--Te traje magdalenas suculentas y aun calentitas, bueno, se mantienen calentitas siempre, asi como templaditas, sabes? y bueno, no te prepcupes por tu figura, no engordan ni nada, puedes comer hasta estar a punto de explotar.

 

Eran unas magdalenas magicas que guardaban un poco el calor de recien horneadas y obvio por muchas que se comieran, no subías ni un gramo del peso.

 

Me senté y me quedé mirando a todos... no sabía ya qué mas decir...

[Patri Gryffindor L]

La joven bruja tomó a su hermano @@Ezequiel granger de su mano y juntos corrieron a despertar a @@Adam Lockhart . - Eze, me gustó tu idea del agua así que, ¿por qué no pruebas con un aguamenti? - Le dijo guiñándole un ojo al pequeño y riéndose por lo bajo divertida con el futuro acontecimiento. Sabía que su hermano mayor aún estaba herido pero, - un poco de agua no le haría nada malo, ¿verdad? - Ya tenía preparada la carcajada que saldría de su garganta en cuanto Ezequiel hiciera de las suyas pero de pronto, una voz conocida se oyó escaleras abajo y se detuvo para escuchar con mayor atención.

 

- ¿Escuchaste eso Eze? ¿Tenemos visita? - Le había parecido escuchar la voz de su querida amiga @@Tamarindo pero, ¿se lo habría imaginado? - ... hermanito termina de despertar a Adam y a Alexander y nos reunimos abajo. Voy a ver quien vino de visita... - y dicho aquello, salió del dormitorio y bajó las escaleras a toda prisa para encontrarse con aquella chica que, meses atrás, le había robado el corazón: su queridísima amiga: Tamarindo.

 

- TAAAAMAAAA... pero, ¿cómo es que estás aquí? - ignoró la presencia del resto de sus familiares, incluso estuvo a punto de chocar en su trayectoria con su otro hermano @@Noah Lockhart , pero no le importó. Debía echarse en brazos de su amiga y, así lo hizo, cayendo las dos al suelo en un fuerte estruendo y desparramando los dulces que la bruja había traído por toda la estancia. - .. uy. lo siento JAJAJJAJA... - Soltó una carcajada mientras trataba de ponerse en pie, cosa que no consiguió.

 

- Maadreeee.. ¡ayudaaaa! - Decía riéndose pero sin poder levantarse de la panza de Tamarindo. Era consciente de que la estaba aplastando pero, ¿qué podía hacer ella si le había entrado la risa floja?

 

@

[Alexander Fox]

Se encontraba en el jardín descansando después de llevar algunas horas corriendo de un lado a otro, le gustaba salir a correr a sentir un poco de adrenalina por el cuerpo. En su antiguo hogar debía salir a la calle y plantearse un recorrido, ahora, en la mansión de sus padres tenía terreno lo suficientemente grande para permitirle ejercitarse sin tener que salir.

 

Un sonido lo hizo girarse, unos de los elfos de la casa le señalaba que sus hermanos se encontraban ya despierto y que había visita, además de informarle algunas otras cosas. Alexander sonrió con alegría para acomodar su cabellera roja y levantarse, su vena curiosa se prendió y decidió averiguar que era todo lo que se estaba formando dentro de su hogar.

 

Escuchó los gritos de su hermana y otros ruidos, al parecer había bastante emoción en el lugar, por lo que se sintió muy feliz, fue hacia donde estaba el ruido encontrándose por el camino a su hermano Noah, decidió desacomodarle el cabello en modo de saludo para continuar su camino. Allí estaba su madre, una joven invitada que por los gritos de su hermana logró averiguar su nombre.

 

-Buenos días madre, la casa parece estar muy animada - habló suavemente con una expresión bastante tranquila, para luego girar para ver la situación de su hermanita con la joven invitada y no pudo evitar reírse sutilmente.

 

-Hermanita, vas a matar a la señorita - habló con una pequeña risa para intentar ayudarla a levantarse, teniendo cuidado de no lastimarla - Bienvenida al hogar de los Lockhart, señorita - saludó finalmente sin quitar su sonrisa divertida de su rostro para finalmente tenderle la mano y ayudarla también.

 

-y pensar que estaba en el jardín perdiéndome tu show de comedia hermana - bromeó Alexander con tranquilidad, la joven se había ido de viaje, así que estaba bastante feliz de verla de nuevo.

 

@@Patri Gryffindor L @@Tamarindo @@Noah Lockhart @