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Pandora's Box Night Club (MM B: 86577)


Cissy Macnair
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Ya llevaba la mitad de su bebida cuando el chico le sonrió al elfo y se despidió de el. ¿Pero que demonios? bueno siempre te encontrabas con gente rara en este mundo, los elfos solo servían de servidumbre y algunos llegaban a ser un poco más como Artemis pero solo porque ella estuvo desde chica con ella.

 

-¿Es normal que sonrías tanto a todo?- si, se escuchaba mezquina, pero no era culpa suya; no había visto a su madre y eso la ponía un poco molesta, y siempre cargaba con la gente.

 

Tomó un trago de su bebida y se volteo hacia el chico una vez más -disculpame, ando un poco molesta y no es justo desquitarme contigo, Soy Ariadna...- después de como se estaba portando era justo decirle su nombre.

 

El chico no respondió a la primera vez que le habló, parecía como si no la estuviera escuchando, aunque la música no estaba tan alta como otros dias. Ella por fin dejo su bebida y lo toco en el hombro, el chico dio un respingo y volteo a mirarla.

 

-Hey dije que me disculparas y mi nombre es Ariadna...- comento mientras miraba la reacción del chico frente a ella.

 

@@Danny Lestrange

Editado por Ariadna Macnair Gryffindor

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Ladea un poco la cabeza a mirar el desconcierto en el rostro de la chica cuando le había hablado al elfo, y agradeciendo además. Danny sabía que la mayoría de las familias trataban a los elfos con cierto aire despectivo y en ocasiones hasta cruel. Se había quedado pensativo al acordarse del crucio que le había lanzado el patriarca de la Ravenclaw y se estremece al pensar que habría podido tocarle incluso a él. No era culpable de nada, claro, pero al parecer el maltrato a esas criaturas era normal entre los magos.

 

—¿Como? Ah sí, sonrío siempre. O casi siempre.

 

Le responde nuevamente, sonríe divertido y después se cubre la boca aguantando una risita. Al parecer su personalidad tampoco era muy común entre los magos, pero Danny no pensaba que fuese tan malo por lo que no cambiaría por nada del mundo. Su aura era algo divertida a excepción de sus etapas volubles que solían atormentarle, cambios drásticos de humor que le provocaban verdadero sufrimiento, pero a lo que se reponía en pocos días.

 

—¡Ah! ¡Lo siento Ariadna! Yo me llamo Daniel Lestrange, pero me llaman Danny.

 

Le responde después del sobresalto al ser tocado, era su culpa ya que se había distraído y había descuidado la conversación. Danny debía estar muy atento pero a veces los estímulos del entorno lo distraían mucho, como por ejemplo la suave vibración que podía sentir en la mesa debido al sonido de la música, la cual aunque no fuese a un volumen alto, el chico tenía la capacidad de darse cuenta que algo estaba sonando.

 

—Puedo percibir un sonido constante, ¿Que se escucha?

 

Le pregunta con interés sin dejar de mirar sus expresiones.

 

 

 

 

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Un Lestrange, bueno por tal apellido no había de que preocuparse pensó la Macnair para sus adentros, desde hace décadas que esa familia era del bando oscuro. Así que revelar su identidad no iba a ser un problema, aunque a decir verdad el era algo peculiar.

 

Por su forma de moverse y de mirar los labios, la chica supo de inmediato que Danny era en parte sordo y su siguiente pregunta solo lo comprobó. Vaya que si sonaba un tipo de musica electrónica de esa que encuentras también en los antros de moda de los muggles. Ella ya la ubicaba de sus viajes recientes y sinceramente no pensaba que sus tia y su madre pudieran conocer tales canciones.

 

-Si es algo de electronica- respondió ahora dirigiéndose a sus ojos, pues eran su medio para comunicarse. Nunca había conocido un mago con esa discapacidad, pero a decir verdad a primera vista ni te percatabas que no te lograba escuchar;¿Serian tantos años de practica?

 

Estaba apunto de hacer algo que nunca pensó que haría, pero nadie conocido a la vista se encontraba y estaba harta de tantos años de parecer elegante y recatada con la gente. Inclusive alguien alguna vez le había insinuado que era demasiado frigida y eso la molesto mucho, porque en su interior solo pensaba en las locuras que podría hacer todo el tiempo, pero dentro del bando siempre tenias que verte intimidante y oscura para que funcionara nuestra fachada.

 

-¿Quieres venir a la pista a bailar un poco?- le pregunto al Lestrange, que por unos instantes se había quedado mudo ante su propuesta.

 

@@Danny Lestrange

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—Bueno, no sé muy bien como es la música electrónica pero a veces puede sentirse en la forma que vibran las cosas.

 

Le responde con una sonrisa divertida. Danny podía reconocer el volumen, cuando algún sonido se alargaba e incluso el ritmo. Aunque lamentablemente la melodía no y era una pena. Sin embargo eso no le impedía mantener su carácter tranquilo y con cierto aire de alegría al menos cuando no pasaba por sus etapas "oscuras", y comenzaba a deprimirse, tener ataques de ansiedad o de rabia, etc. Esperaba que no sucediera pronto o de ser posible nunca.

 

—Soy horrible bailando, nunca tuve buena coordinación, ¿Me perdonarías si de pronto me muevo sin soltura? O me ayudarías un poco, si quieres.

 

Le pide mientras lo mira. Aquella chica se veía bastante agradable y no había hecho ningún gesto de desagrado cuando Danny le dijera su nombre. Aunque se había quedado con la duda de qué familia pertenecía aquella chica, él pensaba que podría preguntarlo después. Mientras tanto acepta la propuesta de bailar, y se pone de pie para darle la mano y caminar a la pista.

 

—Haré el ridículo, te lo advierto.

 

No sabía qué más decir y el mago tampoco se había podido negar a la experiencia, sobre todo porque aquella joven estaba siendo muy amable con él. Aquello a Danny le agradaba y le extrañaba ver la forma en la que se desenvolvía en el lugar, con bastante soltura, como si ya conociese ese local desde hacía mucho tiempo. Es por eso que para no estropear la conversación, el muchacho le mira nuevamente mientras camina a su lado para preguntar.

 

—¿Vienes muy a menudo?

 

 

 

 

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  • 2 semanas más tarde...

Ella se rió divertida, sinceramente el chico era muy simpático y ella no esperaba que contestara de esa manera. La mayoría de la gente se hubiera rehusado, pero al parecer el no, a pesar de como bien decía no sabia bailar. -Bueno si te lías con los pies yo te ayudo a moverte, bailar es divertido a pesar de mi nulo contacto con la gente es algo que siempre me gusta hacer.

 

La toma de la mano y lo guía hasta la pista de baile, no le gustaría estropear el momento. Debido a que su familia y la suya siempre habían sido amigas ella podía confiar en el mago y mientras llegaban y comenzaban a bailar le contesta -Es negocio de mi familia en realidad, así que antes venia muy a menudo. De hecho hace poco que eh vuelto de un viaje y pues tenia años sin venir ni pasar por estos rumbos.

 

Comenzó a bailar al ritmo de la música y sonrió, hace días que no se sentía tan feliz y el enojo que le dio hace unos momentos se apago. Habia días en los cuales era bueno distraerse de toda la realidad y vivir solo así, sin motivo bailando y moviendo las caderas, no sabias si en algún momento iba a llegar el motivo de tu felicidad y tenia que encontrarte sonriendo. Aunque sinceramente estos últimos días estaba de un bajón horrible.

 

-Y cuéntame ¿tu siempre has vivido aquí?- pregunto dejandole ver que le hablaba y como el había dicho, no era muy bueno moviéndose, pero ella le agarro las manos y le guió un poco la música no era muy difícil de bailar.

 

@@Danny Lestrange

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—Supongo que eso significa que no importa mi torpeza.

 

Le responde de buen humor cuando la chica le toma de la mano. Danny se pone de pie y camina hacia la pista con una risita divertida. Él sabía que a pesar de que no podía oír se daría cuenta del ritmo de la música por la vibración del suelo y además por el movimiento que vería de los demás bailarines. No sería difícil aunque un poco vergonzoso.

 

—De acuerdo, allá voy.

 

Le responde y comienza a moverse al mismo ritmo de ella, o al menos eso pensaba. Él era muy observador pero en cuestión de ese tipo de movimientos se le complicaba un poco y al parecer Ariadna se había dado cuenta.

 

—Te dije que soy malo.

 

Le recuerda mientras le sigue los pasos. Era divertido y por un momento se pregunta qué se sentiría poder bailar siendo capaz de escuchar el sonido. Tal pregunta jamás tendría respuesta pero no le importaba mucho, en ese momento estaba feliz siendo conducido por la joven ya que él de plano había perdido el ritmo. Era una suerte el saber seguir instrucciones.

 

—Estuve muchos años viviendo fuera del pueblo, en realidad regresé apenas hace pocos meses así que todavía me estoy acostumbrando al ambiente. El todo muy distinto y nuevo para mí.

 

Finaliza. Y era verdad, ya que el joven mago había vivido toda su vida con padres adoptivos y apenas había vuelto cuando su familia de sangre había reclamado su custodia nuevamente. A Danny esto le molestaba muchísimo pero no podía hacer nada ya que había sido un trato entre ambas familias. Él como comodín pero ya no importaba. Ahora tenía un reto al cual superar y estaba saliendo bien, esa idea tenía mientras seguía bailando con ella.

 

 

 

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- Si, bueno todos somos torpes en alguna cosa- contesta riendo un poco, pero el era bueno en seguir instrucciones, así que no tardo mucho en seguirle el paso a la ojiverde -Por ejemplo a mi ponme a hacer deporte y soy descoordinada, no juego quidditch porque me caigo de la escoba al intentar anotar o agarrar la Snitch.

 

Entonces ellos dos estaban en las mismas, era difícil llegar y no conocer a nadie. Pero era más difícil llegar después de tantos años y que las personas que conocías no estuvieran para recibirte, aunque se lo merecía. No debía haberse ido de aquella manera, solo esperaba que su madre apareciera para poder decirle los motivos por los cuales se había marchado, no 3s que importarán a esas alturas del partido, pero tenía que hacer un esfuerzo para que ella no la odiara. Suficiente era que odiara a su padre, no tenía que odiarla a ella también.

 

-Bueno, estamos en las mismas condiciones. Así que te invito a que recorramos el pueblo juntos, quizá encontramos algo interesante que no había hace tiempo ¿no crees?- pregunto y en el mismo momento apareció un elfo con algunas bebidas, tanto baile le estaba dando sed y la acepto con una leve sonrisa.

 

- Oye quiero hacerte una pregunta, pero es algo personal y no quiero que te sientas incómodo ¿puedo hacerla?- Espero a que le diera bandera verde y trago un poco de saliva, no quería ser descortés, pero enserio tenía una duda y ansiaba saber la respuesta -¿desde cuando eres sordo? digo es que es la primera vez que conozco a un mago con esa condición. Solo me entro la curiosidad, espero no ser irrespetuosa y si lo soy no tienes porque responderme lo entenderé-

 

@@Danny Lestrange

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  • 3 semanas más tarde...

El chico se adapta rápidamente a los movimientos de Ariadna, aunque a él no le salía muy bien todavía le divertía sentir que estaba moviéndose al ritmo de la música y de vez en cuando levantaba la vista del suelo para reír con ella, mientras prestaba atención a la conversación que tenían. Al momento de enterarse de que la chica tenía problemas en vuelo a Danny se le escapa una carcajada.

 

—También soy pésimo. Hace apenas pocas semanas tuve que conseguir equipo de protección completo para protegerme al volar, y no necesariamente al jugar quidditch sino cada que monto en una escoba.

 

Le responde cada vez con menos timidez, ya que a medida que avanzaba la conversación con Ariadna el chico tenía mucha más confianza y soltura para platicar cosas sin sentirse intimidado, o temeroso de lo que fuese a pensar de él. Era un buen avance, a decir verdad, y eso era ya decir mucho si se tomaba en cuenta como solía ser de manera regular.

 

—Sería divertido explorar, claro que estoy de acuerdo en hacerlo, ¿Sabes? Yo estaba comenzando a dar caminatas en mis ratos libres pero lo hacía solo. Me he metido en algunos problemas por mis travesuras pero ya mejorarán las cosas para mí, solo debo ser cuidadoso.

 

Le responde de buen humor sin dejar de seguir el ritmo del baile, el cual de vez en cuando se le complicaba porque sentía como sus pies se descoordinaban de repente. Pero eso no le impide divertirse y volver a mirar al rostro a la chica para entender su pregunta.

 

—¿Mi sordera? Yo nací así, una especie de defecto genético supongo. Creo que es más allá del oído, algo así como ese extraño nervio que lleva los impulsos al cerebro pero de eso sabe mucho mejor mis padres adoptivos.

 

Se le escapa decir. Era cierto que Danny no se había criado con su verdadera familia que eran los Luxure, pero al principio no había salido a tema cuando recién se acababan de conocer. Quizá ahora habría más tema para conversar. El que el muchacho se desenvolviera con esa soltura era un verdadero milagro.

 

—¿Te sientes cómoda en este pueblo? Cuéntame un poco de ti.

 

 

 

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La Macnair escuchaba atentamente cada palabra que decía el mago, no era complicado imaginarse algún trastorno en el cerebro, y sinceramente lo hacía totalmente peculiar y algo atrayente que tuviera una condición que le hacía usar mejor todos sus sentidos.

 

-Osea ¿Que eres adoptado?- pregunto la bruja escuchando su respuesta, y sonriendo ante la idea de volver a pasear por el pueblo con alguien nuevo - Si podríamos ir a dar una vuelta sin duda, hay muchas cosas nuevas que me gustaría descubrir.

 

Escucho su pregunta sobre ella y miro un poco en otra dirección, no era muy buena hablando de ella misma. No sabia si se sentía cómoda en aquellos momentos, toda su vida había cambiado y solo hacía unas semanas que llego a la ciudad.

 

-Pues cómoda me siento dentro de lo que cabe. Apenas tengo poco que regrese así que no conozco mucha gente entonces eh andado un poco solitaria- respondió con una sonrisa -Y que te puedo contar sobre mi. Pues vengo de unas familias algo peculiares, siempre hay pleitos y hasta hace unas semanas viví en Italia 5 años y volví. Ahora trabajo como comerciante se podría decir, ¿y tu?-

 

@@Danny Lestrange

Editado por Ariadna Macnair Gryffindor

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Ríe un poco y niega con la cabeza como respuesta a la pregunta de la chica, mira a su alrededor y se da cuenta de que la música se había detenido, él suponía que aquello era lo que había pasado puesto que las vibraciones que percibía habían desaparecido.

 

—Soy un Lestrange de sangre, pero durante los primeros quince años fui cuidado por una familia adoptiva. Esto yo no lo sabía, pero al cumplir esa edad fui reclamado por mi familia verdadera y mis padres adoptivos tuvieron que contarme la verdad.

 

Explica manteniendo la vista fija hacia un lado, voltea a mirarla a ella y sonríe con expresión triste.

 

—Defectos en la genética, ya sabes.

 

Finaliza. No sabía como explicar lo demás, que al no tener una sola gota de sangre demonio en sus venas y por ende cero poderes de esta raza, había sido rechazado por aquella familia hasta apenas dos años atrás, pues actualmente el muchacho contaba con diecisiete años de edad.

 

—Cosas de familia, pero bueno... tú me dices cuando puedes comenzar con la exploración del pueblo y nos ponemos de acuerdo, ¿Qué dices?

 

Continuaba muy atento al movimiento de los labios de la chica para comprender cada una de las palabras que le decía. En ese momento entiende que no era el único que se sentía fuera de lugar ahí aunque las condiciones de vida de ambos hayan sido muy distintas. Tenían que adaptarse al lugar tanto uno como el otro, así que no había gran diferencia.

 

—Lamento mucho que no estés pasando una vida muy agradable por aquí. Y mi otra familia tampoco es muy, por así decirlo, tradicional.

 

En ese justo momento recuerda el incidente con algunos familiares suyos hermanos gemelos, quienes al descubrirlo habían advertido que no le perdonarían su travesura, y la chica le había hechizado con la maldición imperio para obligarlo a meter la cabeza en una poción hirviendo. Danny no dice nada, solo suelta una risita.

 

—Trabajo en una estación de radio, qué contradictorio, ¿Cierto?

 

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Editado por Danny Lestrange
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