Pandora's Box Night Club (MM B: 86577)

[Mica Gryffindor]

La continuación de la historia narrada por aquel hombre la hizo saber que había llegado tarde, de algún modo. El hecho de que narrase su pasado “de luz” y asociara su persona a la Orden del Fénix, así como la idea de “luz y oscuridad” presente en todo mundo, solo le daba a entender que ya había oído hablar de ella y, sabiendo cómo pensaba la mayoría de los mortífagos, que habían acudido a hablar en su contra.

Entonces ¿qué lo llevaba a su encuentro? ¿Por qué estaba allí y revelando aquella parte de su vida que, de seguro, no sabía todo mundo? Se sintió intrigada, aunque cualquier pensamiento se disipó ante la nueva cercanía lograda por el caballero. Su mirada se desvió a sus labios, tan cerca, tan provocativos, aunque pronto él se desvió nuevamente a su oído, volviendo a susurrarle.

No pudo evitar morderse el labio ante sus palabras. La pregunta que él hacía tenía una respuesta, claro estaba, pero era muy personal. Cada mago era diferente y cada cambio de rumbo tenía motivos de lo más particulares.

-Lealtad -murmuró finalmente, sin apartarse un solo milímetro de la posición -Una lealtad que pocos saben descubrir. No es fácil abandonar los ideales grupales para tener los propios, y mucho menos escoger con libertad a quién o quiénes ser leal -su voz era suave, aterciopelada, y el tono con que hablaba daba a la conversación el mismo toque íntimo que él había logrado. – Es trampa, ya me has robado una respuesta, se suponía que no iba a dártelas… -agregó, sonriendo.

@ Kaiser Lord Pilu

[Kaiser Lord Pilu]

-No es la primera vez que me acusan de ser extremadamente persuasivo jefa, pero en mi defensa debo decirle que no era mi intención hacer trampa- Agregó sonriendo sin dejar de mirarla mientras dos de sus dedos recorrían suavemente el cuello de la bruja.

-La lealtad es una excelente razón, pero en mi opinión, la única lealtad verdadera es la que nos debemos a nosotros mismos y cuando traicionamos nuestros propios ideales o códigos, es ahí cuando comenzamos a perderlo todo, ¿No le parece?.- añadió acercándose otra vez al rostro de la bruja, esta vez en dirección a sus labios, conteniendose unos pocos centímetros antes de llegar a la ansiada meta

-Entiendo la situación, entiendo los rumores que no dejan de girar sobre ud cuáles buitres jefa, esos infundios que tratan de envenenar los oídos de magos y brujas en contra de su persona, pero si ud me lo permite puedo hacerlos callar, tal vez solo por el esta noche, tal vez para siempre-

Al terminar de exponer su punto de vista los dos dedos del mago habían llegado esta vez al labio inferior de la lugarteniente.

-Permítame ser su escudo y espada y cuando llegue el momento tal vez Ud. pueda ser la mía...

@ Mica Gryffindor

 

 

[Mica Gryffindor]

Aquellos dedos recorriendo su cuello la sorprendió, pero le resultó agradable. Fue el primer contacto piel a piel. Permaneció donde estaba, cerca suyo, mientras escuchaba cada palabra. ¿Cuándo había dado al caballero la confianza como para que la acaricie de ese modo? Tal vez no había sido ella sino el alcohol el que daba permisos silenciosos. A fin de cuentas, no estaba disconforme, le agradaba.

-Claro, no hay que perder nuestra esencia -sus palabras respecto a la lealtad parecían haber sido tomadas de su propia mente, como si él supiera exactamente lo que quería oír a cada momento.

Se mantuvo firme pese al notable acercamiento del mago, que parecía estar a punto de besarla, deteniéndose a tan solo centímetros. Estuvo tentada de romper aquella distancia, concretando por fin el deseo que empezaba a nublar un poco su mente, pero de ese modo se perdería del modo de proceder de aquel caballero. Le estaba entregando las riendas de la situación.

No pudo evitar sentirse algo expuesta cuando el mago empezó a mencionar las habladurías que habían llegado a sus oídos, los modos en que sus propios compañeros de bando la presentaban a quienes llegaban era verdaderamente inquietante. La propuesta de “callar” los rumores por esa noche le sonó totalmente tentadora, deseaba que sucediera, que él se ocupara de hacerla olvidar.

Finalmente, sus dedos se detuvieron en el labio inferior de la bruja, mientras ella tan solo asentía ante sus últimas palabras. La mención de esos rumores la habían hecho sentir tal vez mucho más susceptible de lo normal, expuesta. La necesidad de dejar todo eso de lado se volvía centro, dejando cualquier otro objetivo de lado.

-Sé mi escudo -susurró finalmente. No hablaba más allá de esa noche, no al menos hasta conocerlo y saber que realmente era de confianza. Estaba dándole permiso para nublar todo lo demás en ese mismo momento.

 @ Kaiser Lord Pilu

[Kaiser Lord Pilu]

La noche seguía cumpliendo su trabajo prodigiosamente hasta el momento, logrando cobijar los deseos del mago y también de su nueva socia. El bosquejo que habitaba su mente antes del encuentro resultaba prácticamente idéntico al del resultado obtenido hasta el momento, casi perfecto, tal como el mecanismo de un reloj suizo, todas las piezas estaban en posición, en perfecta armonía. Cualquier duda que el black tuviese antes de embarcarse en esta empresa había sido disipada totalmente y ahora encontrándose tan cerca de la líder y embelesado por su perfume solo pensaba en complacerla, después de todo parecían haber recorrido caminos diferentes que los habían llevado a lugares similares.

-Lo seré- Atinó a decir, antes de encontrar finalmente  los labios de la fémina, fundiéndose por fin en un indómito beso.

Y mientras ambos eran arrastrados poco a poco por la sed, en dirección a las sombras de ese pequeño cubículo, el mago pudo disfrutar de algunas de las bondades que la bruja tenía para ofrecer, después de todo el vestido era lo suficientemente ceñido para la tarea.

La lujuria se estaba apoderando totalmente de la situación y la pequeña mesa de madera que habitaba la cabina hubiera bastado para liberar aquél frenesí sin problemas, pero mientras se encontraban entrelazados el mago sintió un dolor indescriptible que lo obligó a separarse bruscamente de la bruja, aquel tormento se asemejaba al de una daga clavada precisamente en el corazón. Los luceros esmeralda característicos del mortífago abandonaron su tonalidad hasta sumirse en un color carmesí.

-Esa maldita!- Dijo enfurecido sosteniéndose el rostro con una mano intentando calmarse

 

@ Mica Gryffindor

[Mica Gryffindor]

Aquellas palabras quedaron atrás con el deseado encuentro con sus labios, que se fundieron con los de ella, que los recibieron ansiosos, como si durante todo el encuentro hubieran aguardado ese momento.

La Gryffindor no dudó en entregarse poco a poco, dejándose llevar por el deseo repentino de olvidarlo todo y perderse en el cuerpo de aquel hombre. Una de sus manos se perdió entre el oscuro cabello del joven, acariciándolo mientras permitía a su lengua sumarse a la intensa danza que sus labios habían comenzado.

Las manos del Black parecían no querer pedir permiso, dedicándose a recorrer su figura, tentándola aún más a concretar la necesidad que se forjaba por pertenecerle. De a poco empezaba a recostarse sobre el banco que rodeaba el cubículo, buscando más cercanía con el cuerpo del caballero y preocupándose muy poco por el modo en que su vestido empezaba a exponerla para él.

Pero todo acabó casi tan bruscamente como había comenzado. Le costó un momento comprender la repentina distancia impuesta por su acompañante, que ahora pasaba a tomarse el rostro, maldiciendo a alguien que no parecía estar presente.

Se acercó con cautela, tomando su mentón con suavidad, al tiempo que su otra mano intentaba que descubra su rostro, para mirarlo a los ojos.

-¿Estás bien? -susurró, preocupada.

@ Kaiser Lord Pilu

[Kaiser Lord Pilu]

-Lo estaré jefa- Dijo casi al mismo tiempo en qué sentía el tacto de la bruja sobre su rostro, aunque su mirada ya no se fundía en la de ella, simplemente se encontraba perdida navegando otros horizontes, rememorando días pasados, como aquel cuando realizó esa fatídica elección que lo llevó a una servidumbre obligatoria por casi dos años.

Es increíble como la vida puede cambiar de un segundo a otro, él siempre se había considerado un don Juan, un Playboy y disfrutaba estar con cuánta mujer  le atrajera, hasta esa noche de verano, dónde realizando el clásico proceso de conquista, resultó hechizado por los artilugios de una mujer, esta no era una mujer cualquiera, solo que lo descubriría de forma tardía.

-Lo lamento mi señora, realmente quería que pasemos un momento placentero, pero es evidente que aún tengo ciertos asuntos que resolver- Explico El black intentando concentrarse en el presente - Y creo que le debo una explicación- Comentó mientras sus ojos comenzaban a recuperar su tonalidad habitual.

-Es una larga historia, pero en resumen puedo decirle que durante dos años fui víctima de una maldición que me alejo totalmente de la comunidad mágica europea, durante eso tiempo me encontré en una prisión, pero en una prisión para la mente, mi cuerpo prosiguio y mi espíritu persevero solo que controlado por alguien más, alguien que me hizo hacer cosas indescriptibles, cosas que ni siquiera se le hubiesen ocurrido al señor oscuro- Hizo una pequeña pausa para tomar las manos de la fémina.

-Finalmente, cuando se aburrió de ser mi titiritera y la maldición se debilitó un poco por el paso del tiempo, logré retomar el control de mis acciones y enfrentarla, puedo asegurarle que requirió el límite de mis habilidades, pero al final como a los de su clase logré volverla cenizas- La mirada del mago volvió a perderse por completo al recitar la última frase

-Pero aquella mujer tenía un as en la manga y la maldición que había invocado sobre mi constaba de dos partes, la segunda y a la cual todavía por momentos se debe mi voluntad, consta de una cadena que envuelve mi ventrículo izquierdo y que según sus deseos y designos puede manipular respondiendo a mis sentimientos o sensaciones, cómo infortunadamente acaba de presenciar mi señora-

 

@ Mica Gryffindor

 

 

[Mica Gryffindor]

Pese a que apartó la mano que cubría su rostro, la mirada del caballero no era la misma que tan solo minutos atrás. La frustración que sentía por no haber logrado concretar lo que tanto deseaba, un fuerte sentimiento de preocupación se instaló en la Gryffidor. Le dio el tiempo que él necesitó, permaneciendo e silencio, a su lado, hasta que él comenzó a hablar.

-No necesitas explicarme nada, solo… -empezó, pero él pareció preferir confiarle lo que sucedía.

Al parecer, una mujer se había encargado de hechizarlo, al punto de volverlo su sirviente y, pese a haber logrado librarse de ella, en su corazón seguía presente parte del accionar de la bruja, por medio de la cual lo seguía manipulando.

-He escuchado excusas mejores para evitar un encuentro no deseado –dijo tranquilamente, enderezándose en su asiento.

Empezaba a creer que había sido una mala idea dejarse llevar. Se sentía susceptible y vulnerable, había dado a ese hombre la potestad de hacerla sentir protegida, deseada. Ahora, no sabía qué pensar. Si era real lo que él decía, se esforzaría por buscar la manera de quitarle tal maldición.

-Si… si lo que dices es real ¿cómo puedo ayudarte? –intentó saber, aún contrariada.

@ Kaiser Lord Pilu

[Kaiser Lord Pilu]

-Nunca evitaría un encuentro con una mujer como ud jefa, por lo menos estando en mis cabales- Declaró el black mientras tomaba las manos de la fémina.

-A pesar de que he escuchado maravillas de lo que ud puede hacer con una varita y con su cuerpo durante una batalla o conflicto, no me gustaría involucrarla en un evento de tal magnitud, es una situación sumamente peligrosa y no me gustaría involucrarla, aunque debo admitir que disfruto mucho de su compañía a pesar de que nos conocemos hace prácticamente nada-

Al terminar la frase, el mortífago soltó una de las manos de la bruja y se dedicó a buscar en uno de los bolsillos de su ropaje, hasta encontrar el objeto deseado. Luego depositó sobre la mesa una tarjeta aparentemente en blanco.

-Cuando ud lo desee, en esa tarjeta encontrará mi dirección en ottery, la de mi penthouse en Milano y la de mi locación en San Petersburgo- Agregó sin dejar de mirarla. -En cualquiera de esas locaciones podemos terminar esta conversación y tal vez la parte más placentera que tuvimos en esta reunión con una cena de por medio, mientras tanto hasta que nos volvamos a encontrar, me encargaré de buscar la información necesaria sobre el problema que me aqueja y también buscaré la forma de acallar esos rumores sobre su persona- Agregó casi al mismo tiempo en que se ponía de pie para abandonar el establecimiento, no sin antes besar la mano de la hermosa líder.

 

@ Mica Gryffindor

 

Editado 11 de Noviembre del 2022 por Kaiser Lord Pilu

[Juliette Macnair]

Primera noche de diciembre
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Abandonó la comodidad de la oficina para poder apreciar en carne propia el ambiente que se provocaba en el club desde que ella había tomado las riendas del asunto en la ausencia de las mujeres Macnair, y es que nunca antes le había interesado tanto el negocio familiar hasta que se hubo comprometida con un destino deplorable, y la música fuerte, la oscuridad y el alcohol se volvieron sus grandes amigas. Deslizó los largos dedos por las ondas castañas de su cabello, y al paso, sacó un antifaz de color azabache que cubría solamente sus ojos, el cual estaba particularmente encantado para que ninguna persona (ajena a los trabajadores del club) pudiera reconocerla.

El anonimato era su mejor arma y cualidad.

Bajó por las escaleras lentamente, deshaciéndose del molesto abrigo que resguardaba su cuerpo para quedar fundida en un traje de dos piezas que era bastante cómodo para bailar: un corsé negro bien ajustado con algunas terminaciones en encaje, y una falda del mismo color que aunque se ajustaba a sus muslos, caía en pequeñas ondas sueltas poco antes de sus rodillas, haciéndole lucir igual de elegante como de costumbre.

Al paso le robó una copa de vino a uno de los vampiros que servían en la barra, y luego de guiñarles un ojo, comenzó a deslizarse cual sombra por entre los magos y brujas, para poder llegar al medio de la pista. El centro de la perdición, la lujuria y el deseo. Sus ojos se cerraron con tranquilidad mientras comenzaba a moverse al ritmo de la música, siempre siendo resguardada por la mirada intensa de Marcus Argéadas que parecía un halcón listo para atacar a cualquiera que se le acercara demasiado a la más joven de los Macnair, y cómo no, si era los ojos y oídos de Castalia.

[-_Vegueta_-]

Eran años que no volvia a Pandora box, pues, al caminar entre las viejas calles del callejon, quede un poco sorprendido, ese viejo cartel totalmente iluminado, ese puerta un poco desgastada por los años, parecia que nunca realizaron mantenimiento!!!?...

Mis manos buscaron en mi bolsillo un viejo ticket Vip, del mismo, pero  lo unico que encontre fue basura, y algunos papeles arrugados, algo comun en mi, nunca nada util. En el otro bolsillo de mi chaqueta, se encontraban algunos billetes muggles... totalmente inecesario en este mundo, pero aun sin pensarlo me encamine para entrar. 

La musica se escuchaba por cada centimetro del lugar, las luces brillaban, no habia cambiado nada, pero aun asi mis pasos iban decididos a la barra, aunque no tenia ningun galeon, mi magia me permitia engañar a los ojos de otros.

Pose mi puño en la barra, al tiempo que pedia algo fuerte, en esos momentos no se me ocurrio ningun nombre, nada... ¿ Que pasa con mi mente ?