Jump to content

Prueba de Legilimancia Nº 1


Rosália Pereira
 Compartir

Publicaciones recomendadas

Lo último que vio Rosalia Pereira fue a Thomas atravesando el umbral de la puerta. Era el primer joven en ése Ateneo y ése país, que cruzaba aquella puerta. Muchos alumnos ni siquiera habían llegado a la mitad de las enseñanzas de la Arcana, porque se perdían dentro de su cabeza. Y era lo que Rosália esperaba del joven aprendiz, aunque automáticamente rompió con los prejuicios que la híbrida tenía. Allí mismo pudo entender como el Consejo de Arcanos tenía razón, el predisponerse a las personas podía volver todo más tenso y tedioso, pero los convertía en mejor persona o eso quería creer.

 

Su anillo verde esmeralda brilló, por la piedra del mismo color. Aún Thomas no había terminado la prueba pero aquellos anillos estaba ligados. De hecho, cuando Thomas regresara a la Sala Circurlar, y si todo salía bien, el anillo del joven le daría más poder al de Rosalia. Más recuerdos a los que apropiarse, más pensamientos que podría modificar. Ésa era la ventaja, que enseñar Legeremancia la volvía incluso más poderosa.

 

~Resiste. Concéntrate~

 

Rosália le habló a su Anillo. Le murmuro aquellas palabras suavemente, depositando sus labios sobre la piedra de jade. Sabría que ésas palabras le llegarían a los oídos de Thomas Elros Gryffindor, aunque éste no tuviera idea alguna. Se depositarían en su cabeza como si las acabara de pensar como si se estuviera dando ánimos él mismo. Rosália estaba un poco menos nerviosa, pero se dispuso a ver como iba Thomas. Rosália sabía que el joven debía enfrentarse a unas situaciones en particular para salir victorioso de la prueba. La Legeremancia era el tema allí, asi que toda la prueba debía estar relacionado al Arte de las Mentes.

YrPEYwy.png

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

-¿No te atreves a responder? ¡Claro! Porque sabes que es verdad lo que digo. Tú eres yo, y yo soy tú… Pensamos lo mismo… Somos lo mismo, Elros. Sé que muy dentro de ti sabes que todo lo que te digo es cierto. Eres un pedazo de escoria… ¡Basura! Todo lo que le ha pasado a tu familia… Absolutamente todo lo trágico… las muertes, las caídas… ¡TODO! Ha sido por tu ineptitud. Tus padres murieron por tu mal proceder… Zahil y Aranel dieron su vida inútilmente con tal de asegurar un mejor futuro con tu viaje al pasado. ¡Ilusas! Par de brujas sin consciencia… Muertas por dos mortífagos cobardes que se acunaron toda una vida en tu familia… Sí… en la Gryffindor… a espaldas de tus padres- manifestaba la vil sombra detrás del espejo de Oesed, rasgando hasta la fibra más dura y firme del corazón del inefable; el cual estaba completamente desvalido frente a sí mismo. -¿A qué te refieres con eso último que me dijiste? Yo… yo no entiendo… ¿Por qué dices que los miembros de la Marca Tenebrosa emergieron desde la cuna de mi familia? ¡Eso es mentira!- gruñó el joven pelirrojo estando de rodillas en el humedecido piso, al mismo tiempo que golpeaba el suelo con su puño derecho una y otra vez. -¿Dices que miento? ¡Tú eres el que miente! Quítate la venda de los ojos y reconoce que aquella fatídica noche en la Cámara de la Muerte sentiste el aura de tus primos Mith y Oscurus… ¡Sí! Los hijos de esa malnacida de Sofía Elizabeth Granger fueron quienes asesinaron con la maldición imperdonable a las dos mellizas de la pobre de Arabella- respondió sin pelos en la lengua; lanzándose a reír a carcajadas frente a un incrédulo fenixiano veinteañero que no sabía cómo contestarle a alguien que se suponía que era el mismo… No sacaba nada en refutar algo que él pensaba…

 

-Yo… yo no había querido indagar más en mis pensamientos… La idea de creer que los gemelos Granger mataron a las hijas de mi madrina… Yo… yo… Es inconcebible. Ese fatídico recuerdo del día del viaje con el giratiempos… Quisiera olvidarlo… sacarlo de mi mente para que éste pase a estar erradicado en mi corazón- hablaba a través de un susurro el alquimista, sollozando a ratos y entrecortando cada una de las palabras que brotaban desde lo más interior de su ser… su alma. -Después de tu partida al año 2016… Todos pensaron que tú fuiste el culpable de todo, Elros. Algunas de tus hermanas pusieron en tela de juicio tu lealtad con la Orden del Fénix y… te ligaron a los mortífagos… ¡SÍ, ELROS! Tú eres el que dio pie al atentado de la mansión de los leones de Ottery… Nadie más que tú. Eres el despreciable humano con la responsabilidad de todos los hechos adversos- se explayó el pequeño endemoniado, mirando fijamente al desplomado inefable. -LA CULPA TE HA DE CORROER TODA LA VIDA- vociferó sin piedad; tanto así que sacó de Thomas la seguridad que éste tenía en su espíritu para poder arrebatar sus dichos, pero no de forma verbal, sino a través de su don psíquico. <<Resiste. Concéntrate>> fue el murmullo que se sintió en sus oídos y que le dio mayor convicción a sus ideales, sumando un tenue vibrar de un anillo plateado que se tornaba verde. Tras plantarse bípedamente, una vez más, frente a la criatura detrás del espejo; el aspirante a legilimago fijó sus orbes esmeraldas en los suyos propios a través del cristal; y luego de memorar aquel tranquilo lugar que le recordaba a la felicidad vivida junto a su familia para poner su mente en blanco, decidió sumergirse en el cerebro de su reflejo… no para saber lo que éste pensaba, sino para modificar sus recuerdos y librarse de aquel sentimiento de culpa que le atormentaba día a día por las muertes que se habían producido en el año 2035. El pelirrojo no sabía muy bien lo que hacía o si alguien, en alguna parte del universo, le estaba guiando a manipular su propio temor; pero él era valiente… como todo un Gryffindor; y ya estaba decidido a terminar con su melancolía y sufrimiento de meses posteriores al atentado en la mansión de sus padres y familiares en Ottery.

 

Poco a poco fueron pasando por su consciencia las imágenes de la muerte de sus padres, la caída de las mellizas y el pavor de la naturaleza oculta de los gemelos… todas las escenas más trágicas en su vida; pero eso no era lo que quería suprimir de su mente, sino más bien el pesar y la culpabilidad de creer que había sido él quien produjo eso. -¿Qué? ¿Qué es lo que estás haciendo? ¿Por qué me miras así? ¡Sale! ¡Sale de mi mente! ¡Sal ya! ¡Vete de aquí! ¡Intruso! ¡Vete!- exclamó como un energúmeno el chaval, en el mismo santiamén en que el vidrio del objeto legendario empezaba a trizarse por todos los rincones. Un fuerte dolor de cabeza afloró en el ahora osado aventurero, quien se había alzado victorioso en los obstáculos previos a su arribo a la pirámide del Ateneo, por lo que aquella cefalea pasó a segundo plano cuando su negatividad y resentimiento dieron paso a la luz. Finalmente se reunieron todas las quebraduras en un único punto en la zona frontal de la cabeza del chico; y, en ese preciso instante, el espejo de Oesed se destruyó en miles de astillas cristalinas que se esparcieron pulverizadas por el firmamento níveo de aquella estancia en donde se había realizado la prueba de la Legilimancia. -Lo… lo he logrado- suspiró aliviado, entrecerrando sus ojos justo cuando un resplandor violeta inundó todo el escenario; encandilando por completo a un nuevo Elros Gryffindor que había nacido en medio de su propia mente.

Editado por Thomas E. Gryffindor
Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Rosália pudo ver como su anillo vibraba. No era como las otras veces, donde hacía aquello y despedía un aroma a rosas, se estiraba como las mismas plantas y brillaba como si el propio sol lo estuviera iluminando. Eso significaba una sola cosa y Rosália no pudo evitar sonreír. Su alumno estaba a punto de terminar la prueba. Si le hubiera ido mal lo sabía. Ella no podría hacer nada pero se enteraría quisiera o no. Cuando una persona fallaba, dejaba de existir en ése plano.

 

"Thomas es más fuerte de lo que creía"

 

Rosália no sabía que hacer, si mantenerse apoyada en la pared, si caminar alrededor del Ouroboros o irse fuera de la pirámide para dejar de pensar en lo que podía pasar. Tenía miedo de que Elros saliera de la puerta y no la encontrara, o lo que era peor, que quisiera volver a atravesar el umbral y algo peligroso sucediera, claramente que siendo asi no podría hacer tanto. Decidió caminar nuevamente alrededor de la serpiente que se comía su propia cola.

 

Estar en ése sitio le dió esperanzas. Se dijo a si misma que podría repetir ésa experiencia con otros alumnos. Se dió vuelta de golpe, como si alguien la hubiera llamado. ¿Era Thomas?

YrPEYwy.png

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Tan pronto como aquel resplandor violeta hubo cegado sus expresivas esmeraldas; Elros se sintió atraído por una fuerza descomunal que le condujo apresuradamente hacia una brecha témporo-espacial, similar a un agujero negro, que absorbió su cuerpo a través de una turba eólica que le desmaterializó por completo de aquella habitación lumínica en donde se había enfrentado a sí mismo frente al mítico espejo de Oesed. Su espíritu estaba satisfecho con el logro que consiguió gracias a su coraje y perseverancia, demostrando que era digno del arte de la Legilimancia al igual que su amado padre. Quizás eso era lo que más le enorgullecía en el fondo de su corazón, el saber que Elvis estaría con el pecho enaltado tras enterarse en la Universidad que su primogénito había obtenido el Aro de la habilidad y que al igual que él, su pequeño pelirrojo de cabellos revueltos ostentaría el título noble de legilimago. Aún estando con sus ojos cerrados, sintió el cierre de golpe de una puerta tras su vasta espalda; hecho que le instó a despejar paulatinamente su visión y así darse cuenta que estaba, una vez más, dentro de la Sala Circular de la Pirámide del Ateneo. Su nuevo anillo vibraba con evidente poder y majestuosidad en su dedo meñique derecho, emitiendo destellos verdosos por toda la estancia, los cuales se reflejaban con algunos diamantes que yacían incrustados en las paredes de piedra de la legendaria habitación del Ouroboros. En eso, un pensamiento se transmitió claramente en su mente, recitando: “Thomas es más fuerte de lo que creía”; lo que le causó cierta gracia al reconocer la fuente cardinal y primordial de aquellas sabias palabras… su erudita maestra.

 

<<Señorita Rosália>> caviló con paz en su interior, endosándole aquel mensaje cerebral a su mentora, quien le estaba esperando impaciente alrededor de la serpiente que se comía su propia cola. Una vez que la Arcana se dio vuelta, el joven veinteañero le sonrió complacido y le mostró a la distancia su nuevo anillo que se acomodaba, como enredadera a la viga, en el dedo más pequeño de la mano en la que comúnmente manipulaba su varita. -Creo que he logrado salir ileso de la prueba, maestra… También recuerdo todo- manifestó el inefable, al mismo tiempo que encaminaba sus pies (ahora no descalzos) hacia la ubicación de la mujer brasileña, con el objetivo de acortar la separación entre ambos y poder así mirarla frente a frente sin mayores obstáculos ni barreras. -Fue algo… extraño, pero sentí su energía pura; alentándome a ser valiente… a no derribar mis brazos… Muchas gracias por confiar en mí y hacerme su discípulo. Me siento afortunado de haber contado con sus enseñanzas- añadió serenamente, sin dejar de contemplarla concisamente a las avellanas ambarinas que tanta curiosidad le causaron en un comienzo de la aventura. Finalmente Elros cogió, gentilmente, la mano izquierda de la Pereira y besó su dorso con caballerosidad; instantes previos a que éste orientara su andar hasta la salida de la sala de la estrella de cinco puntas en el suelo del cuarto mítico de las Siete Puertas. <<¿Hora de irnos?>> preguntó el carismático mago usando su habilidad, no sin antes darse la media vuelta en el umbral de la pirámide para vislumbrar la silueta femenina y encantadora de Rosália por una vez más, antes de partir hacia su nuevo y desconocido destino.

Editado por Thomas E. Gryffindor
Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Rosália tenía razón, era Elros que se estaba acercando a la puerta, ya que había finalizado la prueba. Se acercó unos pasos aunque quería ver desde allí, tomando un poco de distancia. La figura del joven de cabello tan rojo como el fuego y unos ojos verdes, apareció tras el umbral. La puerta brilló intensamente con una luz violeta y desapareció, dejando detrás solamente la pared. Rosália asi lo vio, había conseguido aprobar ésa peligrosa prueba. Todo se resumía al anillo, era una copia exacta al de la Arcana.

 

“Thomas es más fuerte de lo que creía”

 

Rosália no solo era legeremántica, sino que también dominaba el arte de la oclumancia. Nadie podía leerle la mente, por lo que aprovecho a implantarle un pensamiento a su joven pupilo, por darle alguna especie de incentivo, para recompensar por todo el trabajo realizado. Aquello le costó caro porque le dio paso a que el joven se acercara a darle un beso en su mano. A Rosália no le agradaba el contacto humano, porque no era humana, pero la pequeña parte que si lo era, le había dicho que lo permitiera.

 

~No tengo demasiado para decirte, Thomas. Solamente he sido el medio para las profundas y peligrosas aguas de la Legeremancia. Ahora estás solo, pero podrás enfrentarte a todo tipo de problemas, estoy segura~

 

Rosália se limpió la mano disimuladamente, como si estuviera ansiosa por irse. El anillo estaba completamente ligado a Thomas Elros Gryffindor. La piedra de jade era del mismo tono que sus ojos, un lindo gesto que lograba ver la Híbrida. Le dirigió una reverencia y como siempre, sin más expresiones que las que había dicho, explotó en miles de pequeñas hojas verdes que se esfumaron como si fuera humo. Lo único que quedó fue una flor tan roja como la sangre, que empezó a penetrar en la piedra de la sala, como si fuera agua sobre la arena. Rosália se había ido y allí empezaba Thomas un nuevo camino con su Aro de la Habilidad.

YrPEYwy.png

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Guest
Esta discusión está cerrada a nuevas respuestas.
 Compartir

Sobre nosotros:

Harrylatino.org es una comunidad de fans del mundo mágico creado por JK Rowling, amantes de la fantasía y del rol. Nuestros inicios se remontan al año 2001 y nuestros más de 40.000 usuarios pertenecen a todos los países de habla hispana.

Nos gustan los mundos de fantasía y somos apasionados del rol, por lo que, si alguna vez quisiste vivir y sentirte como un mago, éste es tu lugar.

¡Vive la Magia!

×
×
  • Crear nuevo...

Información importante

We have placed cookies on your device to help make this website better. You can adjust your cookie settings, otherwise we'll assume you're okay to continue. Al continuar navegando aceptas nuestros Términos de uso, Normas y Política de privacidad.