vs Elvis F. Gryffindor

[That is not my name]

Le había enviado la invitación a mi viejo amigo @ para que nos reuniéramos en el patio central del Templo Paladin, lugar de reunión de la Orden de la Mano de Plata, con la única intención de llevar un entrenamiento de combate para mejorar neustras habilidades en el campo de batalla, a pesar de que el nivel mágcio era diferente entre ambos.

 

Llevaba la típica vestimenta de un paladín y mi varita estaba aferrada en mi mano derecha, esperando poder ser utilizada en aquella ocasión después de tanto tiempo sin enfrentarme nuevamente con aquel mago, desde que habíamos tenido la fortuna de salir seleccionados en los octavos de final del torneo anual de duelos de nuestro grupo.

 

La única condición que teníamos en ese momento era el no utilizar los conjuros del clan, debíamos de practicar todo lo que podríamos usar en un duelo normal de competencia para que no resultara demasiado complicaod nuestor enfrentamiento, sobre todo porque esos poderes podrían resultar benéficos para quien estaba en el rango superor, es decir, de mi amigo Elvis.

[Mael Blackfyre]

La luz de la luna iluminaba todo de un colo azulado. Los bordes de aquel templo, el suelo, la copa de los árboles y nuestras siluetas. Todo lo que emitía sombra, convertía aquel sitio en algo más tenebrosa, parecían personas que estaban escondidas observándonos, pero solamente estábamos Ishaya y yo. Me había colocado una túnica negra y simple, con broches de oro con forma de león. Mis zapatos eran gruesos, asi que la brisa nocturna casi ni me afectaba. Se movía tanto mi cabello como el borde de la túnica. Miré a mi rival, que se encontraba a unos ocho metros y me aferré a mi varita.

 

— Es una noche hermosa. ¿No crees? —le comenté, esperando conocer la razón por la cual el fenixiano me había llamado para practicar. Hacía poco que habíamos entrenado dentro del Templo, ¿Por qué usar el mismo sitio pero para utilizar el resto de las habilidades que poseíamos? Teníamos que aprovechar la tranquilidad. Y si mi amigo necesitaba practicar, entonces tendría que empezar a verlo como un rival. le dirigí una sonrisa y una reverencia. Sus modales al parecer se iban disipando, o tal vez estaba desconcentrado. Era de los que creía que un buen duelo consistía en dar buenos movimientos en el momento oportuno. Pero un buen golpe de inicio, era también muy bueno—. Limitate...

 

Mi varita apuntó directamente al pecho de mi rival. Aunque no había salido nada porque el efecto había caído directamente contra Ishaya. Su varita vibró y le estaba alertando que había sido hechizada. No podría lanzar ni rayos ni invocaciones por un buen momento, y eso me daría el tiempo suficiente para empezar a quitarle las opciones a mi contrincante. Si éste quería entrenar, entonces no tenía que recurrir a la piedad, sino al objetivo simple de ganarle. Tenía algunos trucos en mente y conocía las tácticas de Ishaya.

 

En aquel patio de piedra, no había más que enormes baldosas de piedra, tan grises como lo eran las paredes internas. Por encima había algunas antorchas que iluminaban algunos bancos, tambien de piedra. Había dos estatuas a nuestros costados, uno del Gran Uther y al otro, del poderoso Thor, ambos personajes relacionados a los poderes que podíamos usar. Era un patio de como treinta metros cuadrados, asi que teníamos la suficiente libertad para movernos. Ya había dado el primer paso, el duelo había comenzado, así que hasta no ver a mi contrincante en el suelo, totalmente inutilizado, no pararía.