Libro de la Sangre (#4)

[Sagitas E. Potter Blue]

Hice un mohín con los labios, casi le saco la lengua a mi sobrina Fee cuando me habló de esa manera.

 

-- No hay ataque que valga, si me escondo no me pillas y no me podrás ordenar nada. Conociéndote, capaz que me obligas a que haga algo indecoroso, o peor, que te dé el dinero de mi bóveda para una fiesta sorpresa de las tuyas.

 

Mi réplica a mi sobrina era, sin embargo, pronunciada en un tono divertido, pues no podía enfadarme nunca con ella. Sin embargo, permanecí atenta a las palabras de Lisa. Era, aunque me pesara, una gran profesora y sabía mucho de hechizos; por algo era la jefa de seguridad. Si ella no los conocía... Por ello, intenté grabarme todas sus palabras en mi cabeza, porque tendía a olvidarme de lo que decía para enfrentarme a ella de forma continuada. Y eso, con un docente, no podía permitírmelo.

 

-- La daga une dos almas -- repetí, flojo, pensando en el valor de esa frase. Sentí un escalofrío. Realmente, los poderes que otorgaba aquel libro no eran para tomárselos a la ligera. -- ¿Ein?

 

Casi boté de mi asiento al sentir que se dirigía a mí por mi apellido. Ay, ay, eso sonaba demasiado formal y estaba segura que no iba a gustarme.

 

-- ¿Yo qué hice? -- gemí. Como profesora, tenía razón en decirme que aprendiera bien el uso del libro. Me sentí vulnerable y me puse a reír de una forma leve e histérica al mismo tiempo. -- ¿En tablas? Pues iba a ser divertido que yo le ordenara que no me ordenara nada...

 

Pero no era mala idea la forma de usar así el hechizo. Así que iba a cambiar mi estrategia. Cada vez que alguien me tocara le iba a apretujar entre mis brazos. ¡Qué tuvieran cuidado con mis abrazos de oso, que podían tener doble "sentido" en más de una ocasión, por si acaso..." Arrugué el ceño y murmuré por lo bajini:

 

-- ¿Infante? Cada cual se defiende como quiere, ¡faltaría más que por ser profa se crea en el derecho de insultarme! -- Vaya, de repente, me sentía bien ofendida por esa acusación sin fundamento. ¿Sin fundamento? Bueno, "casi" sin fundamento. -- Puedo aprender este libro como el que más, pero eso no significa que me guste batallear contra nadie, si no me es absolutamente necesario. Y estoy en mi derecho de no querer usar los hechizos, aunque sepa hacerlos. No es buen mago quien mejor pelea, sino quien decide cuándo es mejor pelear o cuándo es mejor dejar pasar la ofensa para evitar males mayores.

 

¿Yo sermoneando a la profa? Ahora sí que no salía viva de esta clase, seguro... Y como si viniera a corroborar el sentimiento de vulnerabilidad que ya tenía, un Uzza se acercó a nosotros. Su voz era demasiado seria y profunda como para contestarle, así que cuando dijo que si teníamos más preguntas, que habláramos, simplemente negué con la cabeza.