Runas Antiguas VII

[Kahlan Blackthorn]

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Tres cajas repletas de runas antiguas salieron del Ateneo, resguardando en su interior un mensaje muy especial para sus alumnos. Era momento de colocarse en la piel de catedrática, dejando de lado sus ocupaciones dentro de otros ámbitos en Londres. El tibet era el sitio elegido por Malfoy, no había mejor lugar para despertar el poder de las runas, buscando revelar el secreto que deseaban entregar a sus pupilos. Montañas antiguas se elevaban formando un circulo casi perfecto, dejando en su interior un hueco poblado por una peculiar villa con casitas de techos rojizos y blancos, asemejándose a un tablero de ajedrez gigante.

 

─Agradezco el permiso otorgado…─comentó obsequiándole una reverencia al monje. Era el jefe de aquella tribu tibetana, respetado por todo y admirado por muchos más─Iré al templo que me ha asignado, confiaré mis conocimientos a las antiguas deidades y despertaré a cada uno de los dioses que me guiarán junto con mis acompañantes en esta aventura…─cambiando su atuendo optó por una túnica naranja, despojándose de todos los lujos y riquezas que poseía o llevaba consigo en ese momento. Sus pasos la condujeron por una senda rodeada por pequeños setos y bonsáis, aquellos árboles que le brindaban un ligero dejo de paz.

 

Podría haberse lanzado al ruedo como guepardo, empleando su habilidad de Animagia. Empero, prefería mostrarse como era realmente una vampira portadora de diversos conocimientos y una habilidad, extrañando las reprimendas que Báleyr le diera o los consejos de Suluk Akku. Ambos arcanos vivían en los recuerdos de Malfoy, despertando en ella su venita deseosa de trasmitir los conocimientos que poseía. Las puertas del templo de abrieron de par en par ante ella, revelándole un paisaje hermoso enmarcado por una cascada de agua cristalina y a lo lejos un pequeño bosque repleto de runas antiguas de pies a cabeza.

 

Justamente ese era ese el sitio, donde sus alumnos desarrollarían su clase de Runas Antigua. Pero antes de eso tendrían que descifrar el mensaje enviado por la rubia, encontrar el sitio exacto y transportarse a él sin problemas. Reconocer las marcas que les dejo en el camino y rastrear el traslador exacto, no era una tarea sencilla, pero esa era la misión de las runas antiguas colocar a los deseos por saber de ellas en una encrucijada─Veamos qué les parece este juego…─lanzando un puñado de runas al aire observo el mensaje que las mismas formaban. Conocerlas de pe a pa, sí que era una delicia para la Nigromante, saber moverse por esos terrenos y no dejar un solo cabo suelto.─Malfoy…─se presentó ante la silueta que apareció en la puerta del templo.

 

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@Lyra Katara Selwyn

@@Thomas E. Gryffindor

Editado 8 de Agosto del 2016 por Juv Malfoy Croft

[Thomas E. Gryffindor]

El Gryffindor se hallaba en los terrenos del cementerio en la mansión de su familia, cuando Tanis (el elfo de su padre) apareció cerca suyo con una caja muy peculiar en sus manos. -Señor... amo Thomas... Tanis ha traído un encargo proveniente de la Universidad. Llegó a los pies de la fachada de la mansión con un mensaje que decía que debía ser entregado estrictamente a usted, señor- expresó el leal sirviente del director de Hogwarts justo cuando le entregó aquella especie de cofre místico al infantil pelirrojo; desapareciendo del lugar a través de un minucioso chasquido de dedos que lo conduciría hacia las inmediaciones de la cocina donde le esperaba Rhaenya para continuar con los quehaceres de la morada fenixiana. <<Vaya... esto despliega una poderosa energía que jamás había sentido antes... es como si... como si desease que la abriera>> cavilaba muy intrigado el chico; el mismo que optó por dirigirse hacia las instalaciones privadas de su dormitorio en el tercer nivel de la casa que alojaba a decenas de familiares. Una vez allí, en completa soledad, el legionario reveló el misterio que tanta curiosidad había incitado en él; descubriendo una serie de runas antiguas talladas delicadamente en trozos de madera, las cuales cayeron sobre la cama del veinteañero en absoluto desorden. -Esto debe ser obra del profesor que está a cargo de mi nuevo conocimiento... Bastante complicada la forma de introducirnos en el mundo del alfabeto rúnico, pero divertida a la vez... debo reconocerle el esfuerzo- expresó en voz alta el alquimista, al mismo tiempo que sus manos comenzaban a dar vuelta cada una de las inscripciones con tal de poder observarlas detalladamente. -Son 33... si no me equivoco... o quizás conté mal- deducía el joven con las ganas y la adrenalina reflejadas en sus ojos, ansiando poder comenzar pronto con el aprendizaje. -Pero ¿qué será lo que significará esto? ¿Por qué han llegado a mí las runas... y no fueron presentadas en la cátedra misma cuando el docente las enseñara tranquilamente? Esto es muy raro... debe existir algo detrás de todo; una especie de mensaje oculto o una indicación que me oriente de mejor manera... pero "esto" es un puzzle inmenso, y no tengo la más mínima idea por dónde comenzar- agregaba el inglés, recordando que aquellos signos se usaron para escribir en las lenguas germánicas antiguas, principalmente en Escandinavia y las islas británicas; aunque también se emplearon en Europa central y oriental, durante la Antigüedad y la Edad Media, antes y durante la cristianización; datándose el hallazgo de algunas de alrededor del año 150.

Con la emoción a flor de piel y con la inquietud perturbando todos sus sentidos; Thomas dirigió su centro de atención hacia uno de los ejemplares de libros arcaicos sobre runas que su padre había pedido en la biblioteca de Alejandría, con el propósito de que su pequeño retoño no llegase en blanco a la clase. Ya con el tomo entre sus manos; el medimago empezó a buscar la información necesaria que le colaborase con su único propósito en dichos instantes. Lo que sí tenía noción el vidente, era sobre la existencia de variados alfabetos rúnicos y las influencias que estos tuvieron con el paso del tiempo, por lo que su concentración primaria se basó en poder identificar cuál de todos era el que estaba tallado en aquellos trozos de madera. -Futhark antiguo... futhorc anglosajón, futhark joven o escandinavo... de ramas cortas-sueco/noruegas o de ramas largas-danesas. Tenemos de Helsingia, islandesas, marcómanas, medievales y dalecarlianas... ¡Vaya enredo!- examinaba con una pizca de frustración, al mismo tiempo que se cogía la cabeza con ambas manos en señal de lío mental; anhelando que aquel día no fuese tan complicado y pronto pudiese comprender.

Editado 8 de Agosto del 2016 por Thomas E. Gryffindor

[Lyra Katara Selwyn]

Me alegré al saber que por fin tendríamos la clase de runas antiguas, concimiento necesario para poder abrir el portal que quería, lo veía como una gran forma de poder recordar el pasado sin necesidad del pensadero.

 

La clase sería en el Tibet, sitio que no conocía por lo que me gustaba ir a un lugar nuevo. Elegi ropa de algodón, la cual era fresca y resistente, además que no se arrugaba mucho, si bien esto no era importante.

 

El pantalón era color caqui y la playera de mangas cortas era almendra pálido. Odiaba las blusas de mangas largas, no sabia bien los motivos de esto, pero no me gustaba. Lo mio era lucir el color blanco de mi piel y sobre todo, al tatuaje del gatito blanco persa que se encontraba en mi antebrazo izquierdo. En ese momento, estaba despierto y mirando a su alrededor.

 

En la mano derecha llevaba mi varita y los anillos correspondientes a las habilidades que tenía aprobadas. Llevaba los anillos y amuletos ganados con los libros de hechizos, no los consideraba un lujo, más bien era protección. Esta vez no llevaba el monedero de piel de moke tampoco, ya que eso si era un lujo. Tome el mensaje que me había llegado y un libro de runas antiguas.

 

Esa vez no iba a llegar al lugar por medio de la aparición. Ni por medio de una criatura o una moto voladora, menos teniendo a mi disposición un portal que era más elegante.

 

-Fulgura Nox- Pensé, concentrándome en el hechizo, no quería que me llevará a otra parte.

 

Se abrió en mi cuarto de la Selwyn un portal bastante grande. Me asomé por el mismo, pero solamente vi una villa con casitas de techos rojizosy blancos. Lo miré extrañada, pero igual atravesé el portal y lo cerré.

 

-Creo que si es ese el lugar donde hay que empezar.- Murmuré.

 

Encontrar el lugar exacto de la clase no iba a ser tan fácil como lo había creído. Suspiré, recordando que nunca había sido buena con los acertijos, de todas formas abrí el sobre con las instrucciones. Solo contenia un par de runas.

 

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Me alegraba haber elegido tennis, como siempre. Parecía que esa iba a ser una caminata muy larga. Sin embargo, esas sencillas runas deberían de dar una pista importante. Abri el libro que llevaba en la mano, parecía una turista extraviada.

 

La primera runa cuyo nombre era AC, significaba roble. La siguiente se llamaba Bjarkan, que significaba abedul, diosa de la fetilidad: fecundidad y vigor de la vegetación, en especial de la vegetación salvaje, ¿ y dónde abundaba esta? En un bosque, claro.

 

Me dirigí al bosque más cercano esperando encontrar más pistas y llegar a tiempo para tomar la clase. ¿Qué tanta diferencia habría entre las runas antiguas y las de ahora? Ni siquiera sabia si estaba interpretando bien las runas, pero lo esperaba.

[Thomas E. Gryffindor]

-Veamos... Lo mejor será contarlas una por una; así tengo una certera impresión de cuántas son... y no deduzco nada, ya que el estudio de las Runas Antiguas es bastante detallado y preciso. Entonces... una, dos, tres... diez, once, doce... veinticuatro y... no, son veinticuatro justas ¡Sí! Y si el número de trozos es éste, no me cabe la menor duda que el alfabeto corresponde a Futhark Antiguo- concluyó el Gryffindor con determinación, estando recostado encima de su cama mientras revisaba concentrado todos los pedazos de madera tallada que venían adentro de la curiosa caja que Tanis le entregó en las manos. -El libro de la biblioteca dice que... esta metodología rúnica fue usada para escribir en proto-nórdico alrededor del año 400, y se encontró en la piedra de Kylver en Gotland, Suecia, por primera vez. Cada una tiene un nombre, elegido para representar el sonido de sí misma... por lo tanto, son veinticuatro fonemas diferentes... Vaya deducción tan lógica- se decía a sí mismo el ojiverde, recordando que debía resolver la problemática central que conllevaba a que esas piezas estuviesen bajo su propiedad y no la de otro ciudadano común y corriente de Ottery. Fue así que el medimago optó por desenvainar su varita de pirul y, con un ligero movimiento de muñeca al tener a "Lion" firmemente sujetada en su diestra, cerrar las cortinas que dejaban ingresar algunos rayos de luz por los amplios y transparentes ventanales que daban hacia los jardines traseros de la morada fenixiana. <<Muchas veces... el estudio de las Runas Antiguas sirve para consultar algo en concreto, pero... también se tienen registros de que solían utilizarse para atraer y proyectar energías que facilitaran algún proceso de sanación y/o de protección de civilizaciones completas... o para conocer el pasado, presente y futuro con la finalidad única de organizarse cuando lleguen tiempos difíciles... Pero, creo que esta vez las usaré para preguntar el real motivo de su llegada a la mansión de mis padres>> cavilaba el alquimista extrovertido algo enredado, hasta que finalmente unas cuantas runas del oráculo empezaron a iluminarse con una fluorescencia verde que emanaba una poderosa aura que jamás había percibido Thomas. -¡Maravilloso! Son solamente seis las que están destellando la luz esmeralda... no las tocaré... creo que usaré... ¡Wingardium Leviosa!- exclamó muy emocionado el muchacho, conjurando el famoso encantamiento levitatorio que conformó una especie de cruz entre las seis runas elegidas involuntariamente ante la mirada expectante del retoño menor de Annick.

Efectívamente, la tirada de aquellas runas adoptaba el nombre de "Cruz Celta"; especial para ayudar al mago a ver la situación con mayor claridad cuando éste estaba desconcertado, justo como Elros. La primera de ellas hablaba sobre el origen de la desorientación, siendo la runa "Haglaz" /ᚺ/ la que simbolizaba el sacrificio que tendría que pasar el legilimago. Luego, la segunda trataba de indicar en qué dirección debía el adolescente orientar su esfuerzo para salir de dicha confusión, siendo la runa nórdica "Fehu" /ᚠ/ la propicia para adentrar al veinteañero en un círculo de bienestar y paz interior, momento exacto para encontrar la iluminación a través de una búsqueda espiritual. La tercera decía relación con los obstáculos que impedirían el progreso del chico y le mantendrían bloqueado por cierto tiempo, manifestándose la runa "Thurisaz" /ᚦ/ como la asociación real entre la vida y la muerte. Posteriormente y en el centro de la cruz, estaba aquella que determinaba la gran solución para superar los problemas, siendo la runa "Ansuz" /ᚨ/ la que simbolizaba la revelación y la verdad; valores que le darían suerte a Elros en la toma de decisiones futuras. Ya bajando se hallaba la quinta runa, la misma que aconseja sobre el cómo actuar, yaciendo "Isaz" /ᛁ/ allí como la fuente de la iniciativa y la madre de la impulsividad, lo que le indicaba al Gryffindor que debía dejarse llevar por sus instintos. Y finalmente, al último de la cruz, estaba la runa "Wunjo" /ᚹ/, la misma que incentivaba a reflexionar sobre todo lo aprendido en un largo caminar enmarcado por la victoria y la armonía consigo mismo y con los demás que le rodean. -Es algo muy confuso... pero la interpretación de estas seis piezas me ayudará a meditar sobre lo que debo hacer ahora... y sé lo que tengo que realizar, no hay tiempo para vacilar- exclamó el aspirante a animago, al mismo tiempo que guardaba el resto de las runas en la caja mientras cogía con su zurda las seis llaves claves que le conducirían a su lugar de destino. <<Fulgura Nox>> pensó, instantes previos a abrir un portal tridimensional que lo absorbió como si fuese un agujero negro, sin saber hacia dónde lo llevaría.

Editado 10 de Agosto del 2016 por Thomas E. Gryffindor

[Cissy Macnair]

-¡Cissy! Te acaba de llegar un paquete- gritó Hermenegildo, sin abrir la puerta de mi despacho en el Mall.

 

Enarqué una ceja y suspiré, apartando los papeles que tenía sobre la mesa. Seguro que era otro cargamento de Poción para Olvidar o de Matalobos, ya que había estado muy demandada el último tiempo. Como no quería estropear mi trabajo de la semana, que era mucho por cierto, decidí que mejor me preparaba por si había alguna botellita rota.

 

-¡Tráelo!- dije a Her, que abrió la puerta tras mis palabras y depositó sobre mi escritorio una pequeña caja de madera acompañada con una nota que poseía el sello de la Universidad-. ¿Quién la dejó?- pregunté, cautelosa.

 

-La enviaron directamente desde el Ateneo- respondió el secretario, rascándose la nuca con una mano-. Me voy a seguir colocando el papeleo. Lyra hace un buen trabajo, por cierto. Liam está desaparecido y Goderic hizo el inventario ayer... creo que vamos bien- se encogió de hombros pero no se marchó, como esperando que yo dijera algo más.

 

Era lo que siempre hacía desde que Zack y Leah se habían ido. Ambos le agradaban mucho a Her pero yo había evitado hacer muchos comentarios al respecto, porque la ausencia de mis amigos me molestaba.

 

-Bueno...- dijo finalmente, mientras yo comenzaba a abrir la caja y se dio la vuelta, cerrando la puerta tras él al salir.

 

La caja contenía un puñado de runas dibujadas en piedras redondeadas y lisas, como las piedras de alguno de los tantos ríos de Irlanda que había visitado en mi niñez. Los dibujos eran precisos, probablemente tallados y luego pintados, porque al pasar el dedo sobre una noté que estaba marcada la piedra misma. Bien, aquello significaba que mi clase de Runas estaba por empezar pero no entendía el motivo de que me enviaran al trabajo las dichosas cosas, digo, yo tenía que ir a la clase de todos modos, ¿no? Enarqué una ceja y abrí la nota. Reconocía la caligrafía de inmediato y sonreí.

 

-Juv... veo que no se le van las ganas de aventuras- musité, guardando todo de nuevo y colocándome una capa por encima de la ropa. Ni siquiera iba a cambiarme, prefería hacerlo luego de que llegara al lugar que la bruja me había indicado.

[Lyra Katara Selwyn]

Podría utilizar de nuevo el haz de la noche, para ver si esta vez lograba saltarme un paso evitando la búsqueda del trasladador que nos llevaría a la clase, pero enseguida me imagine a un guepardo amenazando con la pata a una minina y obligándome a hacer el recorrido si o si. A

 

Tenía que ponerle más ganas al asunto y fijarme en el camino con más atención. Me encontré con una extraña ruina "isaz", misma que significaba hielo. Imagine que eso quería decir que estaba lejos de mi objetivo. Encontré otra runa, llamada "kaunan". Era un poco complicada porque en algunos lugares significaba "kenaz", por lo que podía tratarse de una ulcera o una antorcha.

 

Decidi pensar que era una antorcha, lo que significaba caliente y que estaba más cerca de mi objetivo. Por último, después de ir siguiendo varias runas que me llevaban de esa forma por el camino corecto, encontré una conocida como "raidō", misma que significaba viaje.

 

Me fije bien en ese sitio, ¿eso quería decir que había encontrado el trasladador? Busqué con la mirada cerca del lugar y me pareció curioso encontrar una bola de estambre. Sin dudarlo, la tomé y pronto fui llevaba a un lugar hermoso, aunque el sitio que me interesaba era el templo. Con las puertas de par en par, reconoci a la Malfoy y sonreí.

 

-Profesora Malfoy, lamentó la tardanza.- Me disculpe.-Lindo sitio para la clase.

 

Con ella no necesitaba presentación, asi que la guardaría para el momento en que llegaran mis compañeros. Guarde disimuladamente la bola de estambre que había servido de trasladador en el bolsillo derecho de mi pantalón, deseando empezar la clase.

[Thomas E. Gryffindor]

<<¿Dónde demonios me encuentro?>> pensó Thomas para sus adentros mientras caminaba, algo desconcertado, por el lugar donde su cuerpo se había materializado tras sumergirse en aquel portal que conjuró con ayuda del arte de los Uzza. De cierta forma, el área que ahora pisaban sus pies le parecía conocida, tanto así que prontamente pudo deducir el sitio exacto donde las runas le condujeron con sumo misterio. Según sus propios cálculos, su imagen adolescente se hallaba en la meseta asiática, al noreste del Himalaya; región que ya había tenido la grata oportunidad de conocer de la mano de Cissy Macnair, quien fue su docente de Maldiciones hace bastante tiempo atrás. Recordaba con cierta intriga toda aquella batahola que tuvieron que vivir antes de arribar a la zona más alta de la Tierra, con una elevación media de 4900 metros que, con el favor del ilustre mago Merlín, no lograron ocasionarle dicho malestar físico originado por la adaptación a la baja presión de oxígeno estando en una altitud considerablemente mayor a la habitual en Gran Bretaña. -Creo que tanta aventura entre las miles y millones de montañas que existen en el planeta... me pasará la cuenta con el paso de los años. Aunque, debo reconocer que el trekking es bastante entretenido- expresó el pelirrojo con una sonrisa a flor de labios, al mismo tiempo que sus pies se encaminaban con templanza rumbo a un pueblo con casas de techos peculiares que se asemejaban lo suficiente a un tablero de ajedrez mágico por la sencillez de ambas tonalidades que se lograban vislumbrar desde su ubicación; destacándose el rojo y blanco entre tanta muralla de piedra antigua. <<Ése que se ve por allá... ¿No es el Monte Everest?>> se preguntó el legilimago cuando su mirada esmeralda se cruzó con la majestuosa frontera con Nepal, corroborando que efectivamente la magia de los pequeños bloques tallados en madera le habían trasladado al mismísimo Tíbet en Asia Oriental. Fue así que, sin pensarlo por más minutos, el patriarca de los Granger comenzó el descenso hasta el mítico poblado; afirmándose de las rocas, de vez en cuando, para no resbalar por lo corrediza que era la senda hasta su objetivo final. El ambiente, al estar en plena estación veraniega, debió haber estado seco; pero Agosto se caracterizaba por ser un mes lluvioso junto a Julio, sobretodo por las noches, por lo que era común apreciar ciertos charcos de agua estancada en las rutas más transitadas por los turistas muggles que se protegían del sol durante el día, y del frío cuando la luna y las estrellas se apoderaban del firmamento que cubría a los aficionados al senderismo y la excursión, sin importarles los obstáculos que el clima y la naturaleza les imponían.

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-Vamos Elros... no te apunes, respira tranquilo... uno, dos, tres...- repetía el muchacho conforme avanzaba por el trayecto trazado hasta el pueblo oriental; pero su caminar se detuvo "en seco" cuando su centro de atención quedó fijo sobre una especie de signo pintado de carmesí sobre una piedra, tal como si se tratase de una runa recientemente forjada. <<La esvástica... sí, es ella. He visto esta representación en varios libros de Historia de la Magia. Se consideraba un símbolo solar, pero para los tibetanos es un amuleto mágico muy ligado al fuego... ¿Qué pasará si la toco? Parece estar fresca>> reflexionó el fenixiano segundos antes de que sus dedos pasaran por encima de la runa, la misma que lo volvió a transportar involuntariamente al inicio de una especie de camino custodiado por setos y bonsáis. -Era un traslador... ¡Magnífico!- exclamó sonriendo, con la emoción erizando todos los vellos de sus brazos al ver cómo se alzaba una especie de templo muy cerca de donde su apuesta figura se había aparecido. -Buenos días Juv... ¡Lyra! Otra vez coincidimos en nuestras metas académicas... Es un gusto compartir con ustedes- saludó el legionario cuando su silueta cruzó las puertas del monasterio, dirigiéndose a su antigua directora en el Departamento de Misterios y a la bruja empleada bajo el Concilio de Mercaderes londinense; cautivando sus orbes con el paisaje que se reveló ante él, desde la cascada de agua cristalina hasta lo que parecía ser un bosque al interior de Tashilhunpo en Shigatse (según lo que pudo descifrar a "duras penas", previo a cruzar el umbral de la residencia tibetana tras oír un idioma extraño proveniente de un monje de atuendo simpático).

Editado 14 de Agosto del 2016 por Thomas E. Gryffindor

[Kahlan Blackthorn]

─Lyra…─le saludó con una ligera reverencia─Parece que has dado con el mensaje exacto…─asintió lanzando un puñado de runas al aire. Un nuevo mensaje se formaba, aquellas piezas de madera danzaban armónicamente, buscando el sitio que les correspondía dentro de esa misiva. Tenía una conexión muy especial con esa clase de magia y lenguaje, reconociendo los diversos tipos de runas que existían en el mundo─Thomas…─saludó al joven. Sus alumnos habían dado con el camino exacto, no era sencillo saber lo que deseaban comunicar las runas a simple vista o intentar entenderlas con algún libro o escrito antiguo como apoyo.

 

─Espero no haberles complicado mucho la vida…─camino a sus anchas por el templo. Entornando sus ojos hacia el inmenso bosque que se extendía como un manto verde, cobijando todas y cada una de las runas que se había encargado de colocar en la copa de los árboles─No todo en esta vida es sencillo y las runas se encargarán de que lo aprendan de una forma poco usual…─rearmando un nuevo mensaje desvio su vista hacia Katara. Una a una las runas que estaban dentro de la caja de la joven comenzaron a vibrar con fuerza, agitándose como castañuelas en las manos de una bailarina española. El norte, el sur, el este y el oeste fungirían como eje principal de esa aventura, el conocer el horizonte que cada tablita delineaba para dar con el paradero del resto de sus hermanas.

 

─No será sencillo, pero Odín estará guiando sus pasos en todo momento…─explicó emanando de sus orbes lapislázulis una turbia mirada. Era el momento ideal para comenzar a develarles el secreto, no podía seguirlo ocultando por más tiempo─Dentro de las cajas que les envíe se encuentra grabada una inscripción tendrán que usar las runas que les obsequie, podrán usar además el alfabeto rúnico que esta tatuado en los troncos de los árboles de ese bosque…─señalando los troncos marcados con una equis negra que resplandecía con fuerza. La tarea no sería sencilla, ya que varias de las runas estaban dibujadas de forma errónea.

 

─Los vikingos empleaban runas para invocar el poder que sus dioses les ofrecían, ya saben que en esos tiempos se creía fervientemente en deidades que proveían todo lo que ellos poseían. Desde los alimentos hasta las ropas o armas que potaban dentro del campo de batalla…─externo atrayendo a su mente aquellas épicas historias─Al igual que los nórdicos y los celtas, cada una de esas tribus realizaba rituales para diversos dioses. Muchos de ellos ofrendaban animales, alimentos y objetos labrados por ellos. Era una muestra sincera de agradecimiento y pleitesía, no era necesario sacrificar la vida a menos que fuera dentro del campo de batalla y muchas veces no tenía que llegarse a esos extremos…─cruzándose de brazos les cedió el paso. Dos enormes puertas les permitieron el libre acceso dentro del terreno boscoso, quedaba en ellos encontrar la primera clave.

 

@Cissy Macnair, @@Lyra Katara Selwyn, @Thomas E. Gryffindor

Editado 17 de Agosto del 2016 por Juv Malfoy Croft

[Lyra Katara Selwyn]

Por lo visto no seríamos tan extrañs los que estudiarámos ese conocimiento. No era la primera vez que compartía una clase con él y tal parecía que estábamos destinados a obtener al mismo tiempo el portal que nos podría llevar al pasado, gracias a este conocimeinto.

-Thomas, tienes razón, una vez más nos encontramos en una clase.- Comenté.

A decir verdad, se me había hecho raro que no coincidiéramos en el libro del caos, pero no era tiempo de plaitcar, Juve seguia con la clase. ¿Alfabeto rúnico tatuado en los troncos de los árboles? Eso era una novedad, no me imaginaba como sería leer eso.

Me tranqulice por unos momentos al escuchar que no tendríamos que sacrificar ninguna vida, lo cual era un alivio.Todavía no se me quitaba el malestar ocasionado por el cuerpo con el que estuve trabajando en Nigromancia y no quería repetir una vez más. Atravesé las enormes puertas para pasar al bosque.

Miré la caja con las runas, parecían estar vivas. Otra ve´z teníamos que buscar algo, pero ¿la clave de qué? Saque una de las runas, esperando encontrar algo.

-Esta bien, seguiré, de todas formas ya me llene de curiosidad.- Murmuré, en voz muy baja de forma que nadie pudiera escucharme.

La runa que había sacado sin ver el interior de la caja, era conocida como Runa Mannus, conocida como la humanidad.

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Esta runa se refería a la necesidad de los hombres de ayudarse mutuamente. Simboliza ayuda para resolver un problema tanto en el terreno laboral y aprendizaje.

Eso era una runa curiosa, porque el libro aconsejaba ponerse al día y mejorar la relación con los demás, dudaba que a Juve le gustara que me pusiera a platicar con mis compañeros.

En un árbol cercano me encontré en tatuada en su tronco, una runa parecida a una flecha, pero hacia abajo. Recordaba haberla visto al reves en el libro, hacia arriba.

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Si no me equivocaba, era la Runa Teiwaz, del dios de la Guerra. Recordé lo que el libro decía. Aun a pesar de encontrar muchos obstáculos debes de seguir combatiendo porque el éxito está al final del camino. Le tocará demostrarse de lo que es capaz, es el momento de demostrar sus capacidades para dirigir o crear.

-Esta esta más de acuerdo con lo que Juve nos dijo que no sería fácil. A lo mejor solo es una indicación de que no debemos rendirnos ¿Y lo de la Runa Mannus? ¿Querrá decir que nos debmos apoyar para lograr salir adelante en esta tarea? -Pregunté en voz alta, un poco frustrada.

Nunca me habían gustado los acertijos, menos este que además parecía ser un rompecabezas, por lo que seguramente saldría de la clase con un dolor de cabeza. Regresé con la profesora. No podía llevarme el tronco del árbol, pero le mostraría la runa.

-Juve, diste que solamente debíamos encontrar la primer clave, ¿verdad?- Pregunté.-Encontré dos que podrían estar muy relacionadas. En realidad Runa Mannus salió de la caja y la otra estaba en un tronco, pero te muestro el dibujo.

Se las enseñe .

-¿Qué significa cuando una runa aparece en su posición invertida? - Pregunté.- Ni siquiera se si estoy interpretando bien las runas. Me estoy guiando por lo que significan, ¿o debería guiarme por su valor en el alfabeto? Porque si es por alfabeto, solo llevo una "M" y una "T" si no me equivoco y asi no me dicen nada.

Esperé la respuesta de la Malfoy, deseando que la runa invertida no fuera un mal presagio y que hasta el momento estuviera interpretando bien las runas.

Editado 18 de Agosto del 2016 por Lyra Katara Selwyn

[Thomas E. Gryffindor]

-Juv, que tranquilidad encontrarte por estos lados- volvió a saludar a la bruja, dirigiéndole una sutil reverencia antes de volver a orientar su mirada esmeralda hacia Lyra con un dejo de cordialidad y camaradería evidente tras las múltiples ocasiones en que ambos magos se habían topado durante su formación de postgrado. -Claro que no nos complicaste demasiado la vida, querida. Si el estudio universitario involucra una aventura peculiar, se hace mucho más amena la clase- agregó Thomas mientras ojeaba el andar de la Malfoy a través del templo tibetano, percatándose que el vasto bosque que tenían por delante sería el entorno mágico donde sus destrezas deberían florecer para esclarecer los mensajes ocultos que poseían las runas que analizarían durante su estadía en Asia Oriental. -Muy bien profesora... confío en que los dioses nórdicos nos guíen para que la misión no sea tan confusa. Le reconozco que en un comienzo estaba con la mente en otra parte muy, pero muy diferente al centro de concentración que se debe tener en estas instancias, pero cuando arribé al Tíbet, me di cuenta que esto no sería nada fácil, y lo tomé como un desafío personal- comentó el legilimago, no sin antes canalizar sus ojos en la caja misteriosa de Katara, la cual vibraba con fuerza al igual que una de sus runas en la bolsa que había escogido para colocar el resto de las piezas talladas que no tenían nada que ver con la misiva inicial. -Entiendo Juv, será una tarea digna de efectuar. Me quedan claras las indicaciones, por lo que emprenderé el rumbo hacia el interior del templo para hallar el mito que esconden estas paredes rodeadas de una mística arboleda- añadió con una sonrisa a flor de labios, al mismo tiempo que pudo contemplar las variadas equis azabaches resplandecientes en algunos troncos del área a indagar a continuación. <<Mitos y leyendas populares que han sido los cimientos de un montón de civilizaciones>> caviló, luego de cruzar dos enormes puertas que le permitieron ingresar al terreno boscoso donde debería descifrar las claves secretas.

Fue en eso que el fenixiano extrajo la runa que se movía con efervescencia al interior de la bolsa que contenía la caja que había llegado a su domicilio; encontrándose con una pieza llamada "Uruz" /ᚢ/ del alfabeto futhark antiguo; mismo tallado que simbolizaba la contención de la energía para poder dirigirla solamente hacia un único objetivo provechoso, lo que le indicaba que debía disipar su mente de lo ajeno con tal de focalizarse sin descanso en su encomienda primordial para salir victorioso. -Quizás esto es un incentivo para no decaer con las preocupaciones externas... la vida familiar, mi local comercial en Diagón, mi trabajo en el Control de Comercio Universal... Ufff, una serie de problemas que aquejarían a cualquiera en realidad. Debo ser precavido porque puede no ser cierto todo esto que interpreto del libro que mi padre me prestó de la biblioteca de Alejandría- exclamó con dubitación, aproximándose a uno de los árboles más cercanos que estaban en el perímetro que la Malfoy les había mostrado a ambos estudiantes. Allí se podía vislumbrar que en la copa del mismo yacía otro fragmento nórdico, por lo que Elros escaló ágilmente hasta la parte alta para cogerla y analizarla con sumo cuidado con una pizca de curiosidad. -¿Dagaz? No, no creo... pues le falta la barra paralela del lado derecho... ¿O será Gyfu? Porque en ese caso le sobraría una barra a la equis- pensaba en voz alta desde la cima del alerce, distinguiendo que la Selwyn volvía a reunirse con la directora de Misterios en el punto de partida.

Editado 20 de Agosto del 2016 por Thomas E. Gryffindor