Gala de Navidad 2018

[Dennis Delacour]

La rubia terminaba de recuperarse de aquel momento que había tenido tan confuso, había visto mucho más allá de lo que pudo haber leído de la historia del bosque en algún momento. Como había podido tener acceso a esa visión no lo sabía y el hecho de que su cabeza se sintiera como si hubiese salido de un torbellino no era de mucha ayuda. Por eso cuando Xell y Tama le soltaron preguntas sobre el guardián y que era lo que había visto se quedo en silencio sin saber que decir, simplemente tratando de asimilar la información que le daban.

 

 

— La verdad no era ninguna de las opciones que me dan, no vi ni un duende ni un gigante, todo lo contrario — dijo mientras se ponía en pie y se sacudía un poco el polvo de su ropa. — Era alguien que parecía nacida de la madre tierra, del bosque mismo y que estaba en armonía con todas las criaturas y plantas del lugar, se veía ágil y fuerte, pero sobre todo se le notaba el amor por el bosque — termino de decir tratando de recordar lo que había visto.

 

— No se si era el guardián del bosque, solo se que tenía un fuerte lazo con el, además no se que tiempo fue el que vi. Es posible que a lo largo del tiempo el bosque haya tenido diferentes guardianes que han velado por el, tal vez debemos encontrar al actual y ayudarlo a resolver lo que ocurre — dijo con una nota de esperanza en la voz. Quería salvar a su amado bosque sin importar el esfuerzo que conllevara.

 

En ese momento vio como se acercaba su amigo Antoni a quien le dirigió una sonrisa y con un movimiento de su mano a modo de saludo le daba la bienvenida a su pequeño grupo de protectores del bosque.

[Tamarindo]

Se me abrió la boca de par en par. podría haber entrado un elefante de lo abierta que se me habia quedado la boca cuando Dennis habló de lo que habia visto ella en su visión. Así que ahora eramos tres chicas, con tres visiones diferentes de tres posibles guardianes diferentes... estupendo, seguro que ahora tendríamos que ponernos de acuerdo de a quien buscar y como para que arregle esto... porque asi no se puede entrar al bosque, ni las criaturas salir.

 

Y si el guardían está atrapado dentro y no puede hacer nada? Necesitará nuestra ayuda? Que dudas tengo ahora, por >Merlín >.<

 

Pero Dennis siguió hablando y dijo algo que podría tener sentido a todo lo que habíamos visto, por qué no caimos antes en eso?

 

--Oye, lo que acabas de decir, Dennis, tiene mucho sentido... puede que hayamos visto a posibles guardianes a lo largo del tiempo, y que sean todos ellos realmente guardianes pero no de la misma época. Ahora queda saber cuál es el actual y como podemos dar con él, o como podemos ayudarle con el bosque.

 

Me quedé pensando un segundo y añadí.

 

--Porque tampoco creo que le haga gracia que entremos en el bosque como está ahora y nos pongamos el peligro, no? O a lo mejor necesita ayuda porque el solo no puede con esta magia oscura que encierra el bosque... No sé, tengo muchas dudas y hambre, muchisima hambre...

 

Y como si mis tripas supieran que las habia mencionado de cierta manera, crujieron muy fuerte que creo que todos habíamos oido el ruido, y me puse roja, agarrandome la barriga. "Ups... jeje"

 

Miré a todos lados a ver si alguien mas lo había oido y vi que se acercaban dos chicos hacia nosotros... Uno era Antoni, que lo conocia de otras aventuras por el Bosque... la otra chica me resultaba familiar pero no se de qué la conocia... Puede que de ir a alguna casa de fiesta y verla... quien sabe, aunque ultimamente hace meses que no salía del negocio... (?)

[Xell Vladimir Potter Black]

Mantenía cierta esperanza sobre mi visión, aunque nada garantizaba que fuera cierta, sobre un guardián duende que protegiera el Bosque. No quería menospreciar a Tamarindo, La Diosa Tierra sabría porqué nos había dado visiones diferentes sobre el mismo protector, aunque la imagen de un Guardián gallardo y gigantesco era atractiva.

 

No esperaba, sin embargo, que Dennis hubiera tenido una tercera visión, totalmente diferente a la nuestra. Era asombrosa su explicación de una figura amante de la naturaleza que mantenía una armonía con todas las criaturas y fauna del lugar.

 

- ¿Seguro que no tenía forma de duende? - insistí de forma muy pobre, algo desilusionada. Me daba la sensación que alguien nos estaba poniendo a prueba con aquellas visiones tan diferentes.

 

Creo que Tama y yo tuvimos una reacción similar, con mucha sorpresa de la dificultad que entrañaba tener tres figuras de Guardián totalmente diferentes. Dennis sugirió una posible solución que Tama afirmó como posible. Yo mantenía mis dudas...

 

- ¿Creeis que son múltiples guardianes entonces...? Supongo que uno sustituiría al otro... aunque también cabe otra posibilidad...

 

Me parecía algo de soberbia pensar en otra explicación, por lo que guardé el silencio un segundo, mientras esperaba que Antoni y su acompañante añadieran algo. Como ellos también hubieran tenido visiones, totalmente diferentes a las nuestras, todo se iba a poner muy difícil. Al fin, me atreví a exponer mi idea.

 

- Puede ser que el Guardián no sólo sea un ser concreto. Tal vez sea.. ¡Un transforma pieles! - Sopesé que eso era verdaderamente difícil puesto que muy pocos magos de ese tipo quedaban en el mundo, aunque yo había conocido a uno durante mi aprendizaje de la habilidad de Animagia. - O tal vez sólo es alguien que proyecte la imagen que nosotros queramos ver... Es decir.. Yo he visto la imagen de un duende, tú la imagen de un gigante y tú, Dennis, la de un ser natural... ¿Y si es la misma persona, ser, criatura..., que se nos presenta a cada uno de forma diferente? Un ser espiritual que tenga un poco de lo que hemos visto cada una...

 

Era una idea difícil, sabía por experiencia que las explicaciones más fáciles suelen ser las más adecuadas, así que me sentí algo boba explicando eso. Tamarindo hizo un comentario gracioso que elevó mi ánimo. Le sonreí a todos, con gracia.

 

- ¡Yo también tengo hambre! ¿Qué hacemos? ¿Intentamos entrar rompiendo la barrera vegetal? ¿Buscamos una hamburguesería...?

[Darla G Dumbledore]

 

 

Le sorprendió un poco la desaparición del hombre mientras escuchaba las palabras de Antoni sobre que era uno de los más antiguos del lugar. ¿Cómo es que la música la podía encantar de esa manera? Pero no era extraño, ella conocía de esas magias, solo que creía que solo era posible con humanos, no con vampiros y sin embargo, el anciano había sido capaz de hipnotizarla a ella también.

 

--Sí he oído de ese poder de la música Antoni, de una canción muy suave y melodiosa, cantada por las ninfas y sirenas, la música es un lenguaje universal y antiguo capaz de atravesar barreras incluso las de la mente, y también las del tiempo y el espacio. ¿El árbol de los deseos? ¿Está en peligro?

 

No la dejaba de sorprender lo fuerte que la magia era en Ottery pero aún más en los lugares cercanos al Bosque, el origen de la magia era la tierra, la madre naturaleza, el poder venía de ellos y por ellos fluía, del aire, el agua, la tierra y el fuego. No debería extrañarle después de tantos años vividos.

 

En ello pensaba aún cuando el mago la tomó del brazo que ella le había tendido con confianza y desaparecieron juntos para hacer una aparición conjunta en donde él le señalaba, el Bosque Prohibido con su árbol de la esperanza. Había gente cerca y el grito la hizo pensar que estaban dañados, ella no sentía nada por lo que se volvió preocupada hacia Antoni, si algo le pasaba Darla no se lo perdonaría.

 

--¿Estás bien? --preguntó preocupada, pero en seguida sabía que no había sido nada, habría olor a sangre, y la bruja que había gritado ahora lo aclaraba, la emoción.

 

La charla sobre duendes, gigantes y ninfas, o lo que fuera la joven ligada a la naturaleza la sorprendió. ¿Cómo podía haber tres guardianes? ¿O cuál de ellos sería el guardián real? Estaba convencida que todos los que habían sido vistos tenían de algún modo relación con el bosque pero ¿cuál?

 

--¿Ustedes también oyeron música? --preguntó recordando la experiencia de ella y Antoni con el arpa.

 

Mientras todos comentaban sobre cómo era el guardián del bosque que creían haber visto en el lugar, o mejor dicho en su visión de pronto una de las jóvenes que creía haber visto algún día entre los accidentosos propuso algo, o mejor dicho dió dos opciones.

 

--Para enfrentar una batalla hay que estar bien alimentado --comentó pensativa, claro que ellos no querrían saber con qué se alimentaba ella cuando iba a la guerra en el pasado --quizás podamos recoger un poco de fruta para el camino, Antoni ha mencionado que hay un árbol encantado, un árbol de los deseos, lo vio en su visión --comentó mientras daba un paso hacia el bosque y se daba cuenta que la cobertura de hierbas y telarañas que había visto en su propia visión estaba ahora frente a ella pero ¿por qué habían todos visto algo distinto? --yo quiero comer granada --dijo de pronto, inconexa pero pensativa, masticar algo rojo la ayudaría a pensar.

 

 

 

 

http://i.imgur.com/pRPNZzd.jpg

 

 

@ @ @@Dennis Delacour @@Tamarindo perdón la demora

 

 

[Anthony R. Dracony M.]

La respuesta de Kimberly me hizo caer en una ensoñación sobre una mansión que visite hace cuatro años en Ottery: ---------------Sirenas ¡cierto!......en la fuente de mármol de aquella mansión de la que intente ser parte de la familia en los primeros meses en que llegue a la ciudad...la canción que entonaban en la noche y al amanecer, siempre me transportaba a un lugar lleno de flores que sobre volaban muchas hadas.....un mundo feliz que deseaba visitar, pero solo podía soñar con el cuando cantaban las sirenas de la fuente de mármol blanco que se hallaba en la entrada de la mansión, de las ninfas no estoy seguro, aunque vi algunas cuando visite la cabaña de los hermanos de Cindy...

 

 

La sensación que viene tras la aparición, me hace notar el momento exacto en que aparecemos cerca de otras brujas, con @@Dennis Delacour me saludo más amistosamente, son bastantes las misiones y aventuras en las que nos hemos ayudado mutuamente y su caracter dulce y alegre es contagioso. Luego veo que también está Tamarindo...si que tengo tiempo que no la veo, pero es una joven muy simpática. Una bella rubia es la que más dirije la charla: @ si mi memoria no me falla, ella es una sacerdotisa, lo cual me recuerda a los "hermanos" de mi amada Cindy...seguro y andan celebrando con ella estas fiestas...y me entra un deseo de ir a "robarmela" para tenerla solo para mi....aunque claro...como dice Reacon: "Que no este, no significa que no me ame....es solo cosas de familia..."supongo que debo esforzarme en sentirme feliz por ella, ya que tiene a esos nueve "hermanos"...

 

Me giro a ver a Kimberly cuando con rostro preocupado me pregunta: --¿Estás bien?-- la miro también dudoso del motivo por el que me hace esa pregunta...--Si....claro que estoy bien ¿porque sería lo contrario?-- Menciono a modo de duda...luego conecto hechos...el grito de la compañera, el instante en que aparecemos...si, le ha dado mucha emoción que nos sumemos a la búsqueda del mencionado guardian del Bosque.

 

Ryvak abre los ojos de sorpresa....--¿Batalla?-- eso no se esperaba escuchar....pero saca a "Cobra", al menos tiene buenos hechizos de los cuales echar mano si de verdad hay que luchar...¿será que deben abrirse camino hasta el árbol de los deseos?....él solo puede pensar una cosa por este momento: que Cindy regrese con él...ya que sus otros sueños murieron desde que nacieron...

[Sagitas E. Potter Blue]

 

 

El Bosque Prohibido llevaba quieto mucho tiempo. Parecía muerto o herido de gravedad, sin vida aparente. A lo lejos, aquellos humanos que parecían querer entrar en él pero no lo hacían todavía. El Guardián del Bosque permanecía aletargado pero no se había perdido ni uno sólo de sus palabras. Estaba sorprendido, algo al menos. Sabía que existían humanos buenos, o relativamente buenos. Pero no todos eran así, no todos eran fiables. ¿Qué decidiría el Duende...? ¿Les dejaría pasar?

 

-- ¿Merece la pena? -- Dijo el Duende Gromit, en voz alta.

 

Como si le estuviera oyendo, un árbol se encendió en algún lugar del Bosque, iluminando el cielo de un tono rosáceo violeta. Pocos podrían ver su fulgor, rodeado de tantas ramas, maleza y telas de acromántula que rodeaban el Bosque. Pero alguien lo sintió dentro, alguien lo vio, alguien lo notó, alguien intuyó el cambio... El Duende lo supo enseguida, el Árbol de los Deseos quería ser encontrado.

 

El Guardián se movió, al fin, con un ligero movimiento de hombros que alguien podría tomar como desidia o aceptación.

 

-- Si es eso lo que quieres... Si tú crees que se lo merecen... Que así sea...

 

El Guardián fue en su busca.

[Xell Vladimir Potter Black]

 

Gromit caminó lentamente, su mano de piel olivacea enfundada en unos guantes de telaraña que le había tejido una pequeña acromántula. Bueno, pequeña, tener solo medio metro la hacía ver así ante sus hermanas mayores. Había estado rescatando cuantas criaturas había podido, se había relajado bebiendo del agua de la fuente, claro que primero había debido golpear suavemente con su espada, para que la escarcha nocturna, que ya amenazaba en ser nevada, dejara acceder a la mágica agua del lugar.

Sus habitualmente redondos ojos se fruncieron en señal de molestia al observar lo que le habían hecho a su bosque. Sí, era suyo, finalmente había decidido darse a conocer, nadie lo podría volver a dejar fuera de ese lugar. Gromit se había sentido desilusionado alguna vez, y había pensado que los hombres no merecían conservar la magia del lugar, pero luego había recordado que no todos ellos eran malos pero sobre todo, que ellos no eran los únicos habitantes del lugar, cada criatura, desde la más grande a la más pequeña mariposa merecían conservar su hogar. Por eso él estaba de nuevo acá.

Y en realidad algunas de las plantas más salvajes, las que susurraban molestas por las noches, complotando con el viento que era atrapado en los tejados por las veletas, habían decidido revelarse. Y no estaban solas, las acromántulas, la pequeña Craminea se lo había dicho, sus hermanas querían recuperar para sí el bosque, él no les dejaba comer cualquier cosa, pero debía haber un orden, no se podía dar rienda suelta a la maldad y cuando ellas querían atrapar y castigar a todo humano que se les cruzara, rozaban eso. Los humanos no le caían bien. Ellos merecían muy poco respeto por su parte, después de lo que había sucedido con sus padres. Los humanos a un lado y el Bosque a otro. La experiencia, sin embargo, le decía que algunos humanos merecían la pena, al igual que algunos animales (como su amiga la acromántula). Así, les dejaba pasear por el Bosque, vigilados de cerca por su ardilla, en realidad una ninfa que le ayudaba en su ardua tarea de vigilar aquel lugar inmenso.

—Escuchadme habitantes del Bosque Prohibido —dijo con voz firme y alta mientras se detenía a medio metro de la espesura ahora impenetrable del lugar —soy Gromit Bar Lagar, nieto de Gromit Bar Lijan, estoy aquí para que la magia vuelva a fluir pura y sin maldad en el lugar. Que las hojas regresen a ser brotes, que las espinas se envuelvan en sus ramas y no dañen la piel de las criaturas, que las telarañas se vuelvan cual la escarcha que se derrite con el sol de la mañana, que los árboles abran sus ramas y dejen que el sol, aún el menos cálido del invierno, llegue a regalar sus rayos a cada brizna que cubre el suelo del lugar, que la nieve solo caiga y cubra todo sin congelar la vida ni impedir amar.

El duende había elevado su espada y ésta poco a poco había ido tomando brillo cada vez más intenso, que se elevaba y bajaba hasta la tierra hasta que finalmente se había transformado en un báculo de madera recubierto de brotes verdes. Cuando al fin Gromit lo bajó golpeó con él tres veces la tierra bajo sus pies y el boque prohibido comenzó a vibrar y cada una de sus palabras se fueron haciendo realidad mientras la vida retomaba su curso natural y un sendero nuevo se dibujaba a la diestra del guardián, un sendero de gravilla que guiaba directo hacia el centro oculto del bosque prohibido, a un claro muy redondo, donde la naturaleza parecía desafiar el tiempo y al clima. En el centro perfecto círculo de césped recubierto de florecillas silvestres, había un árbol, frondoso, no tan alto como los demás, pero sí más luminoso, verde y lleno de frutos y flores, que parecía estar en verano y primavera, y cuyas raíces eran bañadas por un lago cristalino que parecía cantar alrededor de él mientras fluía misterioso y en círculos infinitos.

—Gromit regresó —parecían cantar las aves, el agua y el viento entre cada una de sus ramas que cobraban vidas y regalaban su fragancia a todo el lugar.

Solo restaba una cosa, comenzar a recorrer el nuevo sendero mágico que se había abierto en el lugar, atravesando el bosque donde aún algunos arbustos y árboles, más alguna que otra acromántula debían ser convencidas aún del regreso de su guardián y de dejar pasar una vez más a los magos y brujas para llegar al centro mágico del lugar, el corazón escondido del bosque prohibido. ¿Podrían demostrar ellos sus buenas intenciones y que son dignos de ingresar?

Gromit estaba convencido que, si no eran dignos para llegar al Árbol de los Deseos, serían dignos para servir de cena a las acromántulas que se habían rebelado.

[Tamarindo]

Mientras entre todos un poco discutíamos amablemente sobre si comer o no algo, porque yo la verdad es que tenia un hambre fiera jaja, eso de no desayunar es lo que tiene, pues habíamos dado la espalda un poco al bosque y lo cerrado que estaba, hasta que un viento algo cálido en aquella fria mañana habia peinado nuestros cabellos y nos había hecho darnos cuenta de que algo en el bosque había cambiado.

 

--Ey, fijaros todos. El bosque... ¡¡¡¡¡El bosque se ha abierto!!!!!

 

Grite un poco agarrando la manga de los abrigos de Dennis y Xell a la vez para que se fijaran en lo que estaba viendo...

 

--¿Vosotros también lo véis o es una visión más? Espero que estéis viendo lo mismo que yo... o me estoy volviendo loca del hambre seguro.

 

Otra rafaga de aire cálido nos dio en las caras, ahora ya todos mirando hacia el bosque y era la señal de que estaba todo mejorando al fin. No hubo que hacer nada, o puede que solo la intención que teníamos de ayudar a alguno de esos guardianes que habíamos visto bastó para que el auténtico guardían, fuese cual fuese, pudiera usar su magia para liberar al bosque de aquella magia oscura que lo tenía cerrado.

 

Nos quedamos mirando hacia el bosque, que volvia a lucir precioso y maravilloso como siempre, teniendo en cuenta que era navidad y algunos arboles no tenian hojas jaja. pero precioso a fin de cuentas... Y de repente una ardilla se acercó hasta el borque del bosque y nos miró... se puso a dos patitas y con las manos delanteras se acomodó el bigote, luego, a cuatro patas, se acercó hasta Xell, como si la reconociera y se volvio a poner a dos patas y a mirarla. Era un comportamiento un tanto extraño para una ardilla. Yo pensé que tendrían miedo de los humanos o al menos ser algo reacias a acercarse a nosotros. Pero esta ardilla estaba a los pies de Xell, mirandola expectante.

 

--¿Qué querrá la ardilla? --Susurré para no asustarla.

[Darla G Dumbledore]

La rubia sonrió aliviada y con un gesto de pena en su expresión, siempre le había salido el espíritu protector con los neófitos de su escuadrón y curiosamente el joven mago peliverde le recordaba a ellos, con fuego en la sangre pero jóvenes aún. Cosas que pasan por la mente de un vampiro de más de cien años en realidad.

 

--Perdón Antoni, con el grito temí que hubieras sufrido una departición, sabía que a mi no me dolía nada así que no podía ser yo, me alegro que no fuera nada y solo la emoción.

 

--Bueno, no creo que batallar cortando lianas y rompiendo telarañas se le pueda realmente llamar batalla, es más bien un enfrentamiento contra la naturaleza empacada en no dejarnos entrar, además, si el árbol tan bello que dices ha sido atrapado, en cierta forma hay que irle a rescatar. No sé por qué siento que la magia tiembla y necesita de la ayuda de los demás.

 

El peliverde había sacado su varita, pero su expresión melancólica le preocupaba, notaba que algo le afectaba pero la rubia no se atrevía a preguntarle qué podía ser, ya que ella no tenía la confianza que tenía con él Darla. Pero para su desgracia un nuevo grito la sacó de balance y elevó su varita, dispuesta a defender a la dama, aunque pronto descubriría no hacía falta, el bosque estaba abierto al paso nuevamente, y era eso el motivo del grito.

 

--No tienes visiones mujer --dudó un momento antes de responder, ya que con tantos gritos no estaba segura de si no estaba un poquito afectada --y no creo que sea el hambre, yo aún no tengo y veo lo mismo que tú e incluso --señaló hacia donde una ardilla surgía del bosque e iba hacia ellas, parecía que buscaba algo y se detuvo delante de una de las jóvenes del trío.

 

--¿Nueces? --susurrando había respondido con una pregunta y se sintió casi una niña tonta, siempre había adorado a las ardillas y ver una la dejaba con expresión de niña asombrada, claro que ahora que lo pensaba debía sonar ridícula su respuesta, aunque no menos extraña que el hecho de que el bosque se limpiara, que estaba segura que más allá había visto un duende levantando un báculo y que una ardilla las viniera a buscar. Todo se trata de magia, pensó sobándose el cuello con la zurda, algo desorientada.

Editado 3 de Enero del 2019 por Darla Potter Black

[Anthony R. Dracony M.]

Se miró detenidamente...no sentía dolor pero que Kimberly mencionara la departición, mejor era cerciorarse, nada, no tenía heridas sangrantes por fortuna...Con precaución miro al bosque que dejaba ver una lianas con bastantes espinas largas y puntiagudas...le recordaban al cuento de la princesa que debía cortar con la mano desnuda, esas lianas y tejer unas camisas para sus hermanos convertidos en cisnes...mucho amaba la princesa a sus hermanos, como para sacrificarse y soportar el agudo dolor de arrancar esa maleza...también la Historia Mágica menciona una gruja que levanto espinos en un muro impenetrable hacia el reino de cierta princesa encantada que fue dormida y solo la espada de la virtud pudo abrir paso entre ese muro de vegetación espinoza. Solo por curiosidad se acerco mientras las jóvenes hablaban...unas de esas lianas se parecían a las que le atraparon a sus compañeros y él, en aquella isla donde el profesor de la Academia Mágica los llevo, muy mal la pasaron en aquella flora que obstaculizaba el avance y está temiendo sentir de nueva cuenta ese dolor en la carne... pero habrá que soportarlo si así puede lograr que el Bosque se salve...

 

 

Muerdo mi labio inferior, pensar en que será doloroso intentar entrar en el Bosque, me hace recordar mi pasado y un gran dolor se manifiesta en mi estomago...aún peor que cuando se siente hambre...sujeto con más fuerza la varita de mi "madre"...no hay más que decidirse, todo por el bien del Bosque.

 

Kimberly me aclara sobre lo que en verdad se intenta hacer...y vuelvo a pensar en la espada de la verdad y el escudo de la virtud que aquellas hadas le dieron al principe...tal vez tenga que ver más con la esencia del ser...me tomo la barbilla mientras pienso que no es "fuerza violenta" lo que se requiere...

 

Tanto escuchar de comida, me abre el apetito, si, busco con afán algunas moras silvestres...me harían sentir mucho mejor. Un nuevo grito me hace dar unos pasos hacia atrás y luego dirijo la mirada hacia aquel sendero que se ve como invitando a entrar...

 

 

--Creo que este sendero nos llevara a descubrir que está ocurriendo, puede ser una trampa pero no hay que desaprovechar la oportunidad de hacer un intento de hallar ese árbol ¿qué dicen, vamos de una buena vez?