Prueba del Libro del Caos

[Crazy Malfoy]

Crazy no pudo evitar sonreír de forma sardónica, al parecer el caos había decidido darle la espalda. Todos los hechizos que intentó conjurar se habían vuelto en su contra, convirtiendo el entrenamiento en una lucha contra su rival pero también contra el propio libro que intentaba aprender. Para aumentar todavía más su frustración, su rival estaba completamente decidido a negarle el acceso a toda la magia del caos que estuviera en su mano, casi como si su objetivo no fuera practicar aquellos hechizos, sino evitar que el propio Crazy lo hiciera.

 

El cíclope atendió la orden de su invocador y solícitamente invocó una familiar protección mágica a su alrededor que detuvo la andanada de flechas ardientes. Acto seguido, el propio Pik realizó un hechizo que le abría las fosas nasales, lo cual fue muy conveniente ya que su rostro había comenzado a ponerse de color morado y Crazy quería continuar el duelo a pesar de todo. Su rival, ya recuperado, se dirigió al cíclope:

 

- Ciclope, usa Seneca en Crazy

 

La criatura se giró a mirarlo, con un brillo confuso en su único ojo. Se observó las manos y el pequeño palo que portaba, pero no hizo nada más allá de sacudir la cabeza y lanzar un pequeño grito de protesta. Mientras el animal intentaba seguir las órdenes de su dueño, Crazy no perdió el tiempo e, invocando la daga del sacrificio, se hizo un profundo corte en el antebrazo izquierdo mientras pronunciaba:

 

- Immolo oppugnare

 

Pik, que se encontraba en esos instantes concentrado en invocar la Rueda de la Fortuna, dejó escapar un quejido de dolor al sentir la sangre manando de su extremidad, para acto seguido comprobar que la magia del caos también había decidido darle la espalda a el y su varita no producía magia alguna. ¡Qué poder tan caprichoso! Crazy no perdió el tiempo, decidido a igualar la contienda, y conjuró:

 

- Maldición

 

Aquello, con suerte, lograría anular la magia de su contrincante al menos durante un rato, dilatando aquel caótico enfrentamiento.

[Pik Macnair]

Podía sentir aún los efectos del Cineade de Crazy en su garganta y sabía que no mejoraría de no curarse, odiaba tener aquella desventaja de poder y no poder usar hechizos tan potentes como muchos de los magos que conocía. Debía terminar de una vez con esa clase y encontrar una forma de conseguir galeones, necesitaba muchos. Se limitó a pensar Curación, haciendo que el amuleto que colgaba en su cuello actuara y lo curara de la herida del Cineade.

Crazy invocó la daga del sacrificio pero Pik no le vio ningún sentido a aquello, sus hechizos ya habían impactado en el Malfoy y el Seneca estaba cumpliendo su efecto. Sonrió complacido, viendo que todo salía como quería y hasta mejor de lo planeado. Crazy estaba a punto de atacar de nuevo, pero el Macnair se adelantó a su movimiento

— Usa Confundus en Crazy—indicó el Macnair. El cíclope solo tuvo que hacer un movimiento para que la mente de Crazy empezara a divagar antes de que este pudiera atacarlo— Ahora me toca a mi, ¡Rueda del poder! —dijo nuevamente invocando el poder del caos. Al comienzo de la clase había usado aquel hechizo y su efecto había sido decepcionante. Se sintió mas débil, limitado, como si el caos hubiera oprimido su poder… pero esta vez era diferente. El caos estaba de su parte. Se sintió mas poderoso que nunca

—Absorvere —dijo, luego escuchó un fuerte ruido en el claro. La muñeca con la cual Crazy sujetaba su varita se rompió violentamente y el dolor para él seria imaginable, además de esto, difícil seria apuntar correctamente luego de la herida. Con esto tendría bastante con que entrenarse.

[Crazy Malfoy]

Crazy sacudió la cabeza, espantando aquella repentina confusión. Creía haber invocado una maldición sobre su contrincante, pero al parecer se había limitado a agitar la varita sin realizar ningún tipo de magia. Entre la vorágine del caos y aquellos momentos de desorientación, aquel estaba siendo un duelo muy extraño. Esbozó una leve sonrisa torcida al ver que del antebrazo de su despreocupado rival seguía manando un chorro de sangre mientras acudía de nuevo a la magia del caos, invocando la Rueda del Poder. Sin esperar a comprobar el resultado, seguro de que el caos volvería a estar a favor de Pik como llevaba haciendo todo el duelo, lo apuntó:

 

- Absorvere

 

El brazo con el que su rival portaba la varita se rompió violentamente, provocando que lanzara un gruñido de dolor. No obstante, eso no lo detuvo y, decidiendo que la mejor defensa era un buen ataque, respondió con el mismo hechizo provocando que el brazo de Crazy se quebrara en un estallido de dolor. A pesar del sufrimiento, le resultó bastante cómico que ambos tuvieran las mismas heridas.

 

Comprendiendo que necesitaba curarse urgentemente si quería continuar el entrenamiento, invocó un Episkey y acto seguido una Curación que restañaron sus heridas y lo regresaron a la plena forma. Curiosamente, y a pesar de su avejentado cuerpo, sentía que el fragor de la batalla lo rejuvenecía, como si la memoria muscular lo retrotajera a las épocas en las que acostumbraba a comandar batallas.