Idiomas & Runas Antiguas

[Valky]

Pronto aquella sala en el parlamento empieza a vaciarse, los duendes aprovechando la salida que Nathan les estaba otorgando, la tomaron sin dudar. No sabía a que lugar llevaría ese portal, pero esperaba que pudieran hablar con ellos luego, después de todos no eran tan inocentes en todo ese asunto o al menos esa era la impresión que la pelinegra tenía.

—¿Sabes el nombre de la profesora? —Le preguntó usando el lenguaje de las serpientes, una vez que se acercó a Nathan.

Ella había llegado tarde, pero en la nota que recibió con las indicaciones para dicha clase no constaba el nombre de la persona que la impartiría. ¿Y si quien estaba dando la clase era una impostora? Estaba intentando encontrarles lógica a los acontecimientos. Un profesor jamás hubiera atacado a alguien sin razón, siempre se cuidaban de guardar las apariencias, sin embargo, esa mujer no se esforzaba mucho en ocultarlo y tampoco en intentar matar a alguien.

—Creo que hemos caído en una trampa—siseo la bruja aun con la varita en la mano.

Repaso todos los acontecimientos y aunque la rubia había seguido la fachada de ser una profesora y conocedora de la materia, viéndolo desde otro punto de viste. Había sido Nathan, conocido por ser miembro activo de la Orden del Fénix, quien en un intento por evitar una muerte lanzara el primer hechizo. ¿Acaso de trataba de hacer quedar mal a la Orden?

Ya se imaginaba los titulares sensacionalistas del siguiente día “La Orden del Fénix ¿Héroes o los verdaderos villanos?, se le podían ocurrir cosas peores, pero en ese momento la verdad es que no quería darle más vueltas al asunto. Lo que de verdad quería era averiguar el nombre de la persona que estaba dando la clase y sobre todo el paradero de la profesora real.

—¿Quién es usted? Es claro que no es profesora del Castelobruxo ¿Qué ha hecho con la verdadera? —Preguntó aun sin bajar la varita.

[Kahlan Blackthorn]

El caos corría por sus venas, tal y como lo hacía la lava al ser expulsada por el cráter de un volcán descendiendo por la base de ese cuerpo rocoso. Todo se salió de control de un momento a otro, no había un solo atisbó de razón por parte de los alumnos que se pusieron a lanzar hechizos como desesperados. Posiblemente para demostrar de forma errónea su poderío dentro del mundo mágico, el accionar de James fue por demás puramente de protección para con la Vidente. Los ojos de la mujer admiraban el tesón que poseía el Australiano, pero no por eso caerían en los insensatos arrebatos de los otros magos.

Proteger y saber que proteger, distaba mucho de ser lo mismo. Porque una a una las runas flotaron en el firmamento, brotando de ellas un poder que era solo conocido por la Macnair. El bien y el mal se encontraban del mismo lado de la balanza, solo restaba como saber inclinar la misma y no dejar que uno predominará sobre el otro. Le sorprendía la imaginación que Kaori, poseía asegurar que delante de ella no estaba la profesora de Idiomas & Runas Antiguas.

Ladeando la cabeza, le causaba gracia ver como atacaban a seres que eran simples ciudadanos. El asegurar que pertenecían a una facción u otra, no derivaría en nada más que un juicio o ser acusados ante el órgano correspondiente—Si quizás sea un espejismo o un fantasma que se escapó del otro mundo—su voz sonaba desprovista de toda clase de preocupación. Su varita se mantuvo en la pretina de su pantalón, la misma no sería usada por la vampiro, si ellos deseaban quedar como los malos del filme no se los negaría.

Varios duendes corrían despavoridos por todo el salón, agolpándose contra el boquete que estaba en la pared. Las criaturas seguían causando el mismo daño que al principio, ya que la magia que las controlaba no provenía de ninguno de los presentes en ese sitio. Todo esta siendo manipulado por seres superiores, no por nada los dioses nórdicos eran conocidos por crear destrucción masiva. Tyr emergía desde las profundidades del Inframundo, proyectando parte del poder que poseía y dejaría sentir sin el menor miramiento.

Berkana marcaba el renacimiento en medio de todo ese caos, al concluir todo lo referente a la enseñanza impartida por la rubia. No existiría dato alguno, ni físico, ni mental que se pudiera grabar en los recuerdos de cada uno de los alumnos. Mannaz abrió una brecha entre la arrogancia y la persistencia, no le importaba tener que entregar todos los conocimientos que poseía respecto a esas tablillas de madera, si con eso acababa de raíz con el problema.

—Podemos continuar con la clase o si lo desean, acaben de derrumbar lo poco que queda en pie—algiz reposaba en su surda. James y ella estaban bajo la protección de los dioses nórdicos, no necesitaba emplear la magia. La conexión con esos seres era inquebrantable, Inguz se aferraba a la piel de la Animaga. Se había transformado en un imán para dicha magia, conectándose al mismo por completo con James. El escudo invocado por las runas era mucho más poderoso que la magia tangible, porque residía en seres que contaban con el don de crear o destruir a placer todo lo que se les cruzará en el camino.

—Todo comenzó de la nada, yo no me adjudicaré ninguna responsabilidad de lo ocurrido dentro de estas paredes. Quedará solo como un pasaje que poco a poco perderá nitidez en los recuerdos que crean que pueden generar en sus cabezas—poniendo su mano sobre el hombro de James, le hizo entender que la vía de la violencia desmedida no les conduciría a nada bueno. Inguz y Eihwaz los dotaban de fuerza y los defendían de todo, porque confiaban en que poco a poco la razón haría acto de presencia. Teiwaz y Ehwaz el guerrero que se movía dentro del pecho de ambos magos, no dejaría que algún daño fuera irreparable en los implicados.

La voz del orador recobraba la compostura, devolviéndoles el aliento a los duendes que aún no lograban salir por el boquete. Tan pequeños y conflictivos a la vez, jamás entendería porque recaía sobre las manos de esos seres la economía del mundo mágico. Ni siquiera eran capaces de escapar sin ponerse el pie uno a otro, caso contrario el resto de las criaturas que al estar bajo el control del lenguaje que la Neozelandesa dominaba, no opusieron la mayor resistencia. El show terminó con aplausos por todo lo alto, al aceptar las demandas que cada uno de los países expusieron por medio de propuestas que serían analizadas a detalle por el consejo para darles una respuesta satisfactoria.

@@David James Dumbledore @@Nate Weasley @ @