Libro De Las Auras - Enero 2021

[Gahíji]

Mas. Más y más. Caía uno, llegaban mucho más. El círculo se repetía una y otra vez. Los aprendices lo hacían bien. No era suficiente aún.

 

El aburrimiento llego mientras terminaba con el grupo de atacantes que se dirigían a la posición en la cual me encontraba. Sin varita. Sin báculo. Solo la armadura y yo creando fuego. Fuego que a su paso dejaba rastros de destrucción. Mi estilo era. Si aumentaban los sentimientos en mi persona todo era un caos.

 

Vislumbre las auras de los aprendices quienes intentaban vincularse con él libro. Ambos habían conjurado el aura del poder como pedí. No había pedido nada más. Ellos tomaron la iniciativa. Corrían el riesgo de agotar sus energías. En este caso, las mías.

 

Medite si retirarme y dejarlos allí. Se creían muy listos pues deseaba ver que harían ahora.

 

Solo les quedaba un aura por usar o aprender. Se habían pasado de la raya aquella vez. Dejarlos que aprendieran por las malas seria lo justo y lo correcto.

 

Sabía que pronto regresaría a casa, me alejaría de aquel lugar. Todo volvería a la normalidad en cuestión de tiempo. Cuando estuviera bajo el árbol de fuego, tocando el laúd y tomando algún alimento meditaría si el Gryffindor y el Licaón merecían vincularse o no y ostentar un grado superior de poder.

 

Analice todo. La respuesta era sencilla ante la interrogante de aquel aprendiz.

 

-la magia Uzza necesita varita o los objetos mágicos para poder ser realizada –finalice dando por zanjado el tema.

[Thoth]

Demian Luxure

 

El egipcio se decepcionó más de aquel pueblo, tres veces le preguntó y dos ignoro, en verdad esos guerrero era algo que siempre le desagradaria el egipcio. En eso que notó que no existía algún desafío más, algo por su mente se comenzó a configurar. Y clavo la mirada en @ .

 

-Al parecer tendremos un tiempo libre, y me preguntaba, si te parece usar estas auras en combate. Bueno, algo extra mientras que el Uzza medita si nos encontramos aptos para su desafío. - Luxure a ese momento ignoro si ese instructor le parecía o no esa propuesta.

 

En ese instante su objeto mágico le murmura en parsel sobre qué destruyera a ese Guerrero, aunque el mago hablando ese idioma les negó esa petición. No obstante, existía un aura que no se había activado. Y fue por eso, que terminando todo ese preámbulo. Hizo reverencia a su amigo, y se preparo para el combate.

 

-¿Entonces si estas de acuerdo Gryffindor veamos si podemos luchar contra algo más que criaturas?- ésto lo expresó, ya que no daría tregua al mismo por haberle hecho o usar una barrera de agua al mismo. En eso golpeó dos veces su Vara de Cristal al suelo. - Supongo, que algo de energía me queda. - El egipcio no estaba seguro del mismo.

 

-Y viendo, que el Uzza espera algo más, entonces yo comenzaré. - Hace pausa. -Vara de Cristal Expelliarmus-

 

Y el objeto mágico del Gryffindor salió disparado de su mano a unos cuatro metros hacia adelante, en esa distancia que le separaba el mago dislumbro unos doce metros. Y observando como su rival buscaría el objeto mágico, invoca el aura de la confusión ésta envolvió a Elvis y en un momento del combate sólo le permitiría pronunciar Lumos por lo que estaría seguro que esté no haría nada.

 

Y apuntando nuevamente su objeto mágico a él.

 

-Avada Kedavra

 

Lanzando de esa forma el maleficio contra su amigo, el mismo viaja rápidamente a gran velocidad contra este. Por esa razón, observó al Uzza, y esperando que este se encontrara e el mismo le cuestiono.

 

-@Gahíji ¿Acaso le salvaras la vida? -

[Mael Blackfyre]

Cada respiro que emitía dentro de Azkabán, podía ver que una estela de vapor salía despedida de mi boca. La oscuridad en aquel sitio podía jurar que se movían, que se sentía, que se escuchaba. En el medio de todo aquel caos, el Uzza Gahíji, estaba sereno, pero también estaba seguro que se encontraba concentrado. ¿Qué estaba esperando? Era el primer Uzza que se dedicaba mayormente a observar. Tal vez todo dependía del aura de cada persona, como el libro lo indicaba

— Creo que deberíamos concentrarnos en esto, Demian. Ya tendremos tiempo para ello —le dije a mi amigo egipcio mientras notaba como aquel hipogrifo había llevado a los dementores casi al exterior de aquella habitación. Pero estaba seguro que no podría durar demasiado así. Todo pasó demasiado rápido y abrí mi boca en modo de exclamación. No podía creer que el mago no tuviera algunos modales—. ¡¿Qué demonios te pasa?!

Aquella exclamación salió de mi boca cuando el joven mago, me traicionaba desarmándome en ése momento. No podía creer que siendo que lo había defendido tanto de los dementores como de los chacales, él solamente se había limitado a atacarme. Sin si quiera prestar atención en los animales que lo estaba atacando por el frente. Esperaba que como mínimo alguno de esos pajarracos le arrancaran un buen trozo de piel.

Era una suerte que mis reflejos ante las batallas estuviera intacto. Primero en recorrer aquellos cuatro metros en tan solo dos zancadas. Me aferré mi varita mientras levantaba la cabeza y Demian Luxure me lanzaba un Avada Kedavra. Me puse de pie mientras las Necrohands que había invocado segundos antes, me rodearon por completo como si fuera un capullo, sirviendo ante la maldición asesina, que chocó contra ellas y despidieron chispas verdosas hacia todas direcciones.

— ¡Maldito Luxure! ¿Eres idi***? ¿Acaso no sabes a quien te acabas de enfrentar? ¡Soy Elvis de la Familia Gryffindor! No necesito que nadie me defienda —miré al Uzza. Estaba perdiendo la paciencia pero el Maestro Uzza sabía que no era contra él. Levanté mi varita pero algo me obligó a recitar un “Lumos”. Mi varita se encendió. ¿Qué pasaba? Mi cabeza encontraba en ése momento una respuesta.

En ése preciso instante obligué a mi Hipogrifo Patronus a desaparecer. Eso permitió que los dementores volvieran a ingresar al recinto, justo a espaldas del Luxure. Pude notar como los dementores se abalanzaban en carrera contra él. ¿Estaba esperando aquello? Las manos fantasmales aun quedaban enfrente de mi para protegerme. Esperaba enseñarle una lección con aquello, ahora siendo mi turno de actuar.

Invoqué ésta vez un Aura de Confusión. Era automáticamente para que el primer hechizo del Luxure sea un Aguamenti en vez de que la utilice para poder defenderse de aquellos dementores que ya tenía encima. Esperaba que el aura funcionara, porque aunque el Uzza nos había dado libertad, sabía que las auras consumían energía de más y no estaba en aquel momento para darme por vencido.

[Thoth]

Demian Luxure

 

-No exageres.-

 

Y se cruza de brazos, mientras que el agua lo seguía defendiendo. Además, sus manos fantasmales sería fácil que acabará con cualquier criatura. En ello bajo la mirada.

 

-Aguamenti

 

Y un chorro de agua salía disparado. En fin, cuando no quedó amenaza de alguna criatura, las manos fantasmales fueron contra el Gryffindor. A la par que el mago invoca el agua. Y viendo a su compañero le expresa.

 

Imperio

 

Y su acción restante, aquella cuya aura no lo obliga a lanzar el lumos. Sería para que creará el arqueora para así proteger al egipcio. Ya que aún se encontraba activa todas las auras. Y el mago solo se limitó a crear el Aura de Inmunidad

[Gahíji]

Definitivamente el colmo era. Se había pasado de la raya el aprendiz. En vez de estar cuidando lo que le rodeaba simplemente deseaba pelear y sangre. Eso le daría.

 

Aura de Confusión –la neblina cubrió al Licaón. Azrael se vería obligado a utilizar Floreus mientras todo duraba.

 

¿Destrucción? ¿Querían guerra? ¿Caos? ¿Nada de misericordia? Habían encontrado al guerrero indicado. No era bueno hacerme perder la paciencia…. Lo habían logrado. Ni subestimarme. ¿Forzarme a los límites?, el peor de los errores. Knunu no estaba allí para protegerlos. 6 bolas de fuego conjuradas gracias al poder de los ancestros y guerreros Uzzas viajaron hasta ambos aprendices.

 

Un chasquido y las celdas restantes se abrieron. Allí, los prisioneros más peligrosos. Allí, asesinos sanguinarios sin nada que perder con varita en mano. Estos, conocedores de las artes oscuras y de la luz podían hacer lo que desearan. Movieron las varitas invocando la aura de de Muerte y el aura de la llama del Fénix. Ambas auras cubrieron a los aprendices provocándoles así que aprenderían por las malas los efectos de dichas auras.

 

-Interesante…

 

Prisioneros rezagados llegaron a la batalla invocando el aura del escudo fantasmal para protegerse tanto a ellos mismos como a sus compañeros.

[Mael Blackfyre]

De alguna manera, todo lo que estaba sucediendo en aquel sitio no parecía mejorar. No entendía por qué razón, Demian se había soltado de aquella manera. Tal vez porque estaba ansioso por lo que faltaba llegar o los aires de Azkabán no le pegaban para nada bien. Tenía que admitir que ése ambiente era cotidiano. Hacía mucho que no lo visitaba, pero había ido más de una ocasión, encerrando a muchas personas entre sus celdas.

Me enojé con Demian. Estaba seguro que de haber sido otra la situación, lo habría dejado solo allí. Pero estaba a un paso de lograr vincularme con el Libro de las Auras y una partecita realmente no quería dejar atrás a Demian. De lo que si estaba seguro, era que el Luxure tenía que encargarse de arreglar la situación. Levanté la vista e hice un circul0 con mi varita a mi alrededor:

— Detritus —pensé, creando aquella neblina que para toda mi suerte y rapidez, provocaron una excelente defensa para aquellas esferas, que en caso de impactar, me habrían lastimado seriamente. Era el primer Uzza que, conscientemente, quería provocar daño a sus alumnos. No había tenido ni siquiera una pizca de conocimiento o palabras de aprendizaje. Era demasiado rudo para mi gusto y estaba seguro que más de una persona habría hecho marcha atrás.

Más jaulas abiertas. Más varitas a la vista. Dos auras brillaron intensamente por encima de nuestras cabezas. Me costaba reconocerlas porque tenía que admitir, que las estaba aprendiendo en aquel instante, pero tuve una horrible sensación: no podía utilizar mi propio rango. Tenía que minimizarme, arreglármelas, por asi decirlo. Una tercera aura hizo pie. Fantasmas merodeaban por todos lados.

Murmuré un “morphos”. Sabía que aquellas acciones eran más de desesperado que de útiles pero tenía que pensar a futuro. Aquella aura no me dejaría impactar todos los hechizos que tenía como opciones, pero sin embargo al menos me movía. Aquella columna de piedra que sostenía la gran antorcha de fuego se transformó en un lobo. La fuente que sostenía las llamas cayeron a un costado de la habitación, esparciendo sus brasas por completo, mientras el lobo aullaba y de unos saltos llegaba delante de mi Detritus.

— ¡Haz algo, Luxure! Es tu culpa, no te quedes sin hacer nada —animé al mago. El lobo empezó a dar mordiscos al aire. Aquellos magos estaban a punto de hacer destrozos. El lobo se lanzó contra ellos.