sv2021 Jupiter Justice vs Venus Victory

[Darian Mcnair]

TURNO 27

El partido seguia picante cualquier equipo podia llegar a ganar, ninguno de los dos daba lugar a nada porque sabian que si que le daban alguna ventaja al lado rival, posiblemente contribuirian a su propia derrota. El marcador seguia 40 a 30 a favor de Venus Victory pero nada estaba decidido hasta que el buscador tome la snitch, lo cual esperaban que fuera pronto y asi uno de los dos esquipo alzarse con la victoria... Los cazadores de Jupiter Justice utilizan una tactica llamada "Parkin's Pincer" la cual hace que todos los cazadores vayan a un solo objetivo, en este cazo era el cazador rival que llevaba la pelota. Al hacer esto lograron su objetivo y la pelota estaba de nuevo en manos de Jupiter Justice, mas especificamente en las manos de Darian, el cual voltea rapidamente su saeta de fuego y sale ejectado como un misil hacia los aros rivales.

 

 

Se da cuenta que puede altamente bloqueado por los otros jugadores y empieza a pensar en la mejor forma de aprovechar el robo de la pelota que habian realizado hace instantes en un esfuerzo combinado. Escaba un cazado, esquiva otro, pero ya no podia con todos, asi que haciendo una locura, salta de su escoba para quedar colgado de una sola mano y con la otra mano le hace un pase a Mica. Fue una maniobra audaz, pero evito que el rival le robara la pelota, que dicho sea de paso, ya estaba cayendo a la manos de la capitana de Jupiter Justice.

 

 

[Mica Gryffindor]

Turno 28

Por suerte el movimiento en conjunto de los tres guardianes había resultado favorable, logrando Darian robar la Quaffle a Kraven, quien estaba a punto de ganarla. Era el momento de ponerse en marcha, pegando su cuerpo todo lo posible a su escoba para volar de la manera más veloz posible hacia los aros de sus rivales.

Al voltear para esperar el pase, nota que Darian se encuentra bloqueado por los rivales, con peligro de perder nuevamente el ataque. Observa entonces la arriesgada jugada que hace el fenixiano, quedando casi colgado de la escoba para lograr un pase certero.

La Quaffle viajó a velocidad alta, debió moverse apenas unos pocos metros para meterse en la trayectoria y atraparla ágilmente. Era el momento de definir nuevamente ¿lograría encestar? ¿igualaría el marcador? Eso esperaba…

Observó los tres aros y escogió el central para tirar, pues era el más acertado. Se aproximó cuanto pudo y realizó un tiro fuerte hacia el mismo, esperando que el guardián no llegase a atraparla.

[Adrian Wild]

Turno 28

 

La vibración provocada por los gritos de vitoreo, abucheo, sorpresa o ánimo, en general, la vida que rebosaba todo aquel estadio inserto en el Coliseo de Roma, hacía que mi euforia aumentara cada vez más y más. Intentaba, inútilmente, descifrar algunos de los rostros de las gradas, que pasaban a gran velocidad cuando sobrevolaba sus cabezas al retomar la posición o al lanzarme a despejar una bludger que amenazase con atacar a un compañero. Pero, en un segundo en el que paré para observar la posición de mi compañera golpeadora, pude ver a una muchacha alzar una bufanda con los colores del equipo, muy animada. Era Dennis. Le guiñé rápidamente un ojo y entonces fue cuando escuché el grito de Shelle.

 

Analicé rápido la jugada y pude entender, sin haberla escuchado bien, lo que pretendía hacer. Valkyria volvía a lanzarse hacia los aros donde Azrael ya se preparaba para la defensa y una bludger venía directa hacia mí, pero mi compañera había tenido una gran idea de dos palabras: golpe conjunto. Y vaya golpe dimos. Si no hubiera sido por la euforia del momento, me hubiera sentido terrible. Aunque debo reconocer, que de vez en cuando le echaba un ojo a la cazadora para comprobar que no estuviera gravemente afectada.

 

Como comprobé instantes después, no lo estaba. Aquello me motivó para seguir esquivando golpes de bludgers y lanzando alguna que otra hacia su equipo. ¡Estaban remontando y no podíamos permitírselo! Cada "vamos Venus Victory" que escuchaba lanzarse desde las gradas prendía más la llama de mi entusiasmo. Hacía tanto que no me sentía tan... Libre. Volar a grandes velocidades con una Saeta de Fuego, como lo era también mi escoba personal, cortando el aire y sintiendo cómo resbalba a mi alrededor.

 

Una voz conocida me hizo girar la cabeza casi ciento ochenta grados para encontrarme con su emisora.

 

— ¿Maida?

 

El generalizado "uuuuh" y los "bieeen" que llenaron las gradas en aquel momento me hicieron regresar la atención a lo que sucedía en el campo de juego. Juv, compañera tutora de Hogwarts y ahora una sorprendente guardiana apenas descubierta —muchos estábamos descubriendo una faceta Quidditchera de gente que no sabíamos que la tenía— había parado espectacularmente la última ofensiva de mi equipo a sus aros, después de que el golpe conjunto de sus golpeadores hubiera fallado, afortunadamente. Y en un rápido movimiento defensivo, uno de los cazadores de Jupiter Justice le arrebató la quaffle a uno de los nuestros haciendo uso de una técnica que nunca había visto tan bien ejecutada. Le pasó la pelota a Mica y esta me pasó por el lateral, lanzada hacia los aros que Azrael protegía.

 

— De eso nada... —dije lanzándome a mi vez, tras ella.

 

Fije la vista en la bludger más cercana, que se aproximaba a ambos de frente. Me incliné en mi escoba para ganar velocidad y tuve que ascender en un ángulo muy pronunciado cuando la pelota cambió su rumbo repentinamente, subiendo en una completa vertical. La sobrepasé y, al mirar hacia abajo, vi que Mica estaba a punto de lanzar. Le di un tremendo golpe de martillo en picado a la bludger, que caería sobre la muñeca de la muchacha de no apartarla a tiempo.

 

«Lo siento», pensé, aunque sin mucha verdad. Todos allí sabíamos lo que era el juego.

[Dana Gryffindor]

Turno 28

EL GUARDIÁN

(Como capitana voy por él)

 

El tiempo se estaba agotando, los buscadores estaban cada vez más cerca de la snitch y había una ventaja por parte del buscador de JJ. Debiamos ser precisos y mantener a la raya al oponente, necesitábamos una ventaja y una anotación de ellos sería... bueno, prefiero no pensar en eso.

 

Wild estaba próximo a la Bludger y fue el quien se aventuró a dar el golpe de martillo en dirección a la capitana de los JJ, la Gryffindor ya había visualizado los aros por lo que se dispuso a arrojar la quaffle ¿Acaso Adrián podría evitar que dispare?

 

Lo que vi sucedió muy rápido, Wild arrojó la Bludger con la potencia de 100 caballos y a su vez nuestro guardián, Azrael, se mantuvo firme en el aro central, inclinándose hacia adelante y sosteniéndose apenas con sus rodillas en la escoba con ambas manos extendidas listo para detener la quaffle en caso de que Wild no logre detener a la capitana.

 

Contuve la respiración por un segundo, el estadio estallaba con gritos de los fans, me concentremos en la posible atajada del guardián.

 

Confío en ti, pensé.

[Balderik Von Alexandros]

X

 

 

De nueva manera el partido estaba empatado, no lo podía creer el castaño que tras llevar ventaja de dos anotaciones sus rivales les pisaran los talones y les empatararan. Habían jugado muy bien dándolo todo en la cancha, el cuarenta a cuarenta era el reflejo de un partido de lo más reñido entre los dos equipos. Su mirada se clavó en las cazadoras rivales tras la anotación de JJ. Su guardián no había podido detener el disparo pero tras el empate la quaffle quedó suelta y a disposición de su equipo nuevamente. Volo por lo aros escuchando el griterío de la fanaticada Justice, pero sus propios seguidores también les alentaban. Envuelto en un euforia por el apoyo tomó la quaffle y con velocidad se enfiló para atacar. Pasó cercano a las gradas donde visualizo a su chica, Ada Camille. Aún no eran pareja formalmente pero habían salido juntos un par de veces. Con la quaffle en su poder como cerca de ella y me mando un beso, soltando la escoba un segundo y le dedico una sonrisa larga por el apoyo mostrado.

 

Volviendo al partido se libró de una cazadora rival, para después burlar a otro, subió al cielo un poco alto y con sus perseguidores se libró de ellos para pasar libre en dirección de los Aros que custodiaba Juv. De nueva cuenta David estaba libre y con agilidad y fuerza Pasó la quaffle a David en su dirección confiando en su destreza con los disparos. volando en picada sin perder de vista la jugada esperando que él anotada enseguida y por tener la ventaja en el marcador una vez más. Pero la guardiana Juv era toda una muralla, junto a sus compradores unos rivales muy difíciles. Pero esperaba que los Venus Victory se llevarán la victoria a casa.

[David Augustus Lestrange]

Por desgracia, volvían a estar empatados. Era la segunda vez que habían desperdiciado una ventaja de dos goles, una lástima. El australiano podía haber marcado más goles de los que había anotado, pero primero una bludger y después una parada espectacular de la guadiana rival, lo había impedido. Estaba decepcionado, el partido estaba en un momento complicado para su equipo. Parecía que todo iba a acabar decidiéndose con la snitch dorada, pero la mala fortuna hacía que su buscador estuviese por detrás.

Por fortuna, en el Quidditch todo podía cambiar de un momento a otro, por eso era el deporte mágico preferido de todos, el deporte más emocionante que había existido jamás. Recibió la quaffle que le había pasado su compañero, era importante lograr marcar un nuevo gol y tratar de sacar una nueva ventaja. Mientras no se atrapase la snitch dorada, el partido todavía no estaba perdido. Confiaba en él y confiaba en sus compañeros. Lograrían ganar, estaba convencido.

Se movió todo lo rápido que la escoba que llevaba, una Saeta de Fuego, le permitía. Era una escoba rápida, así que la distancia que le separaba desde la posición donde había recibido la quaffle hasta los aros iban disminuyendo a toda velocidad. Tenía su mirada puesta en ellos, sabía perfectamente dónde iba a tirar. Había realizado todos sus lanzamientos a un mismo lugar a excepción de uno, del primero. Pero aquel tiro no sería igual que los demás. El australiano puso sus ojos en los aros y se preparó.

Tragó saliva y lanzó la quaffle a los aros exteriores usando su escoba como bate, haciendo por tanto una jugada de Quidditch conocida en el mundo entero como 'Efecto Finbourgh'.

[Goderic Slithering]

Fabian se encontraba con los pelos de punta. Ansioso y temeroso. Incluso su golpe apoyando al otro golpeador falló y no puede evitar culparse a sí mismo. Al menos se encontraban empatados, lo cual le permite reconfortarse y confiar en su equipo. Cierra los ojos y trata de concentrarse, puede escuchar en las gradas a un vendedor de waffles con forma de quaffle, vendedores de palomitas, los gritos de la gente apoyándolos y apoyando al otro equipo.

Sabe que debe enfocarse y tratar de hacer un buen espectáculo, por lo que deja de prestar atención a las cosas irrelevantes, con cada segundo su respiración se hace más pesada y los sonidos más lejanos. La distracción desaparece y solo se enfoca en sus compañeros, rivales, las bludgers, su escoba y su bate.

Cuando observa que Kraven le da un pase a David, es cuando sabe que debe actuar con rapidez y agilidad. Detiene una bludger que viajaba locamente sin rumbo y, con la precisión de un francotirador, lanza la bludger directo a la nariz de David. No estaba del todo seguro si pudiera detener el ataque y no le importaba del todo, ya que confiaba en la Guardiana, lo que sí deseaba y esperaba era poder golpear al cazador. El joven mago no era muy vengativo, pero sí muy protector, sabía que Kaori era una buena amiga de su padre y no dejaría que el otro equipo la golpease sin ninguna consecuencia.

Sí, era un juego pero no por eso dejaría que golpearan a Kaori de aquella forma y quedarse de brazos cruzados. Quizás no lograría su cometido pero no importaba, al menos limpiaría un poco su conciencia.

[Kahlan Blackthorn]

La emociones encontradas entre ambos equipos, no daban espacio para una tregua. Mirando el cielo fijamente confiaba en sus habilidades, ya lo había demostrado con dos atajadas magistrales. Dejando a uno de los cazadores con algo menos que un palmo de narices, no le gustaba la idea, pero así de competitivas eran las cosas dentro del Quidditch. A veces se ganaba y a veces se perdía, pero ella no sabía lo que era perder y jamás en su vida sería capaz de experimentar esa sensación tan lacerante para algunos, pero para otros parecía ser el pan nuestro de cada día. Desde siempre ganó y aquel partido no sería la excepción a la regla.

Sintiendo el aire golpear su rostro agitando con bravura su cabello, volvía aferrarse con la fuerza de sus piernas al palo de la escoba. No se caería de ella por nada del mundo, aunque hace unos turnos atrás estuvo a punto de romperse algo más que la crisma contra el suelo. Pero no esta vez, no si ponía las cosas como debía ser, centrándose en parar de nueva cuenta todo lo que deseará atravesar esos tres aros. Ni el mismismo Marte, podría con todo su poder frenar a la muralla que estaba delante de ellos.

La adrenalina volvió aumentar, disparándose en un tronito que emanó de su cuello. Fijando sus ojos en el objetivo que venía hacia ella, el cazador David parecía no estar conformen con el atajadon que le diera la rubia. Si deseaba jugar rudo, pues de ese modo sería y sin duda el perdería algo más que unos cuantos dientes tras en inminente encontronazo de fuerzas. Mirando como su compañero Fabián golpeaba la Bludger que andaba como loca directo a la nariz de David, ella no se quedó quiera dando un volantazo con su escoba se movió hacia el Aro exterior, esperando haber detenido la quaffle tras estirar su brazo para dicha acción.

—¡A por ellos, Espartanos!—continuaba con ese humor jocoso, posiblemente se ganaría otra tanda de vitoreos por parte de los fans de los VV. Pero así era eso provocar el salseo, buscando que la cosa se mantuviera más emocionante de lo que ya de por si estaba.

[Anthony R. Dracony M.]

 

 

 

 

No experimentaba por ahora cansancio a pesar de la tensión de su cuerpo, era sencillamente que su concentración era completa, por eso no entendía que gritaban desde los palcos, tampoco dedicaba sonrisas a las bellas fanáticas. Bien sabe que durante el resto del partido como al final de este, habrá quien le odie y quien le ame… amado, cierto. Lo dijo Shena Cindy: “Te amo”… aunque él no era nadie importante, ella lo amo desde el principio, una personita que le hace sonreír de solo recordarla, supo meterse en su corazón y ahora es quien le alienta y le acepta tal cual es.

 

Se esfuerza para ejecutar lo mejor posible su puesto de buscador, quiere muchas cosas que la vida le ha negado pero justo en este instante, su pensamiento es solo uno “No solo es desear las cosas, también es cuanto te esfuerces en alcanzarlo, si das el mayor esfuerzo de que eres capaz, no podrás sentir arrepentimiento porque la “lucha” también es una forma de salir triunfante en la vida”.

Se siente renovado gracias aquel pensamiento que no era porque fuese a disminuir la tenacidad por obtener la snitch, sino sacar más fuerza de voluntad en conseguirla.

Su rostro mudo de expresión, lo que tanto le preocupaba sucedió. La pelota dorada dio repentinamente un giro y cambio su dirección, él sujeto con fuerza el mango de su escoba e hizo algo semejante con sus piernas para imprimir fuerza al giro que se vio obligado a realizar, marchar a tal velocidad le iba a restar distancia en aquella maniobra, solo espera recobrar la ventaja que llevaba hasta hace un momento antes de ese caprichoso vuelo de la más pequeña pero atractiva pelota del quidditch.

Ahora si que necesitaba enterarse de como iban los equipos, por lo que su mirada miel giro hacia el tablero enorme del estadio, donde luce el marcador, dato importante para decidir si era el momento de tomar dentro de su mano derecha a la graciosa snitch, lo que vio no fue el tablero sino muy cerca suyo al buscador contrario, el que ahora si estaba “pisándole los talones”

[Melrose Moody]

Cassidy se aferró a su escoba intentando seguir al día con el partido pero al mismo tiempo, no dejando ni por un instante que su concentración se alejara de la snitch. Al final, el segundo impulso pudo más que el primero y Cassidy siguió alejándose en dirección a la pelota dorada, desconectando por completo cualquier otra fuente de información que no proviniera de ésta.

 

Ni siquiera el eco de los gritos en el escenario, las anotaciones o la temperatura que empezaba a variar hicieron mella en su concentración. Por el contrario, lo único que afectó su trayectoria fue la pelota misma, que en cierto momento dado, empezó a cambiar de posición de forma rápida, agitándose a un lado y hacia el otro con reflejos dorados que confundían la visión.

 

Cassidy viró la dirección de su escoba de forma repentina para ponerse al día con el asunto, sin siquiera notar que acortaba la ventaja respecto a Ryvak si no hasta que éste empezó a entrar en su línea de visión de manera permanente. Estaban muy cerca, él todavía llevaba la delantera pero ya no algo insuperable. Escuchaba el silbido del viento que rebotaba contra ambos.

 

Cassidy se permitió tener esperanzas.