Libro del Equilibrio - Septiembre 2021

[Hannity Ollivander Evans]

Harmony Dumbledore 

 

 

El ser una jovencita traviesa estaba en su naturaleza al igual que molestar a sus hermanos mayores y Ernest obviamente no iba a ser la excepción,  aunque era hora de poner atención, de alguna forma sabe que la paciencia del guerrero Uzza esta al límite y sus juegos no ayudan mucho a que eso cambie.

 

Sin embargo le cuesta trabajo recomponer la postura, Ernest comienza a burlarse se que el profesor le llame señora, para ella no es molestia el título,  al contrario, en su trabajo en el ministerio francés se lo dicen a menudo, la verdadera molestia de la pelirroja es la actitud infantil de su hermano, y decían que era el mayor…

 

Ya no había tiempo para perder jugando,  si bien era una jovencita con poca experiencia al haberse graduado recientemente de Durmstrang, la falta de contacto con su familia le había hecho madurar, pues a casa solo iba a pasar navidades, el verano lo pasaba viajando sola, con su elfina doméstica. Aquello le había ayudado a ser más despierta que muchos otros magos y brujas de su edad, no desaprovecharía la oportunidad de aprender cosas nuevas por causa de juegos, pero tampoco desperdiciaría la oportunidad de molestar a Ernest aunque sea un poquito. 

 

El siguiente movimiento realizado por el guerrero la dejo sorprendida, no solo por el rayo, fue más bien por lo que había en el centro que este había tocado y lo que comenzaba a asomarse entre la arena, ¿un chacal o un coyote? Sí supiera más acerca de animales y criaturas probablemente podría diferenciarlos, lo que si sabía era que un canino carroñero se asociaba con Anubis, el dios de la muerte. 
El hocico del animal se convertía en una especie de entrada a una cueva, donde el guerrero decía que se encontraba la fuente del Nilo,  les daba indicaciones, pero más que eso, parecía en sí, una descripción de lo que debía  hacer y lo que debían conseguir antes de regresar para la prueba final.

 

Ernest como siempre, acaparaba la atención(?) mientras ella se colocaba el resto de las joyas de aquel libro y las anteriores. Su hermano tenía razón, Khufu no había prohibido hacerlo en equipo, pero también algo le decía que probablemente tenían que juntar sus semillas solos, aunque una ayudadita en el lugar era bueno para los tres.

-Lo que interesa está allá dentro, no en la organización- avanzó unos cuantos pasos antes que sus compañeros -¿Qué es lo que esperan? El profesor no los llevará de la manita- lo dijo más para su hermano al ver que no caminaba, su otro compañero, Arcanus, ella no podía hacer qué se decidiera o no por acompañarles, pero sería bienvenido si así lo deseaba.

 

Al principio la cueva era oscura, la pelirroja murmuró un lumos antes de adentrarse más, a medida que lo hacía  la luz iba apareciendo en el lugar, al igual que el frío  del lugar. La magia no dejaba de sorprenderle, solo ello le haría ver una cámara de hielo en el centro del corazón del desierto del Sáhara. La temperatura descendía dramáticamente a medida que avanzaban e iban apareciendo más y más ventiscas heladas, Incendio las llamas azules les proporcionaba calor y luz en aquella cámara ¿Qué podían encontrarse allí, además del camino hacia la siguiente cámara?
 

[Invitado Arcanus]

Todos los jóvenes habían superado exitosamente la primera indicación del guerrero Uzza. Realmente no había sido muy difícil si ya habían por lo menos leído el libro del equilibrio. Arcanus al parecer estaba tan excitado por terminar rápidamente la clase y poder utilizar los nuevos hechizos que pensó que dentro del frasquito tenía las semillas de hielo. Tal vez alguien había lanzado un confundus hacia él haciéndole creer que las había utilizado, pero realmente no había sido así. Al menos la ejecución del hechizo y su explicación si había sido satisfactoria.

Lo siguiente y luego de las correcciones del Uzza. Lo siguiente sería, como Arcanus suponía, un tipo de aventura en la que debía cooperar con sus compañeros para ir a por las semillas de hielo de una vez por toda. ¿Por qué no iba Khufu por él mismo y le ahorraba a los jóvenes una buena porción del tiempo? Arcanus resopló y miró hacia sus compañeros. Al parecer Ernest era muy hiperactivo ya que en seguida se dirigió hacia la entrada del lugar. Lo siguió Hannity y el joven hizo lo mismo.

- Sea como sea, vamos y traigamos esas cosas de una vez por todas para terminar con esto. Supongo que juntos nos llevará menos tiempo que separados, además no es como si hubiera un premio por hacerlo primero ¿no? - Arcanus se colocó los elementos que correspondían al libro del Equilibrio y se adentró siguiendo a sus compañeros.

Al entrar al lugar, el frío golpeó el rostro de Arcanus. Era algo irreal que un lugar tan frio como aquel estuviera en el medio de un desierto tan caluroso. Tal vez se tratara simplemente de magia, por lo que había que contrarrestar el frio con lo mismo. Arcanus pensó en unas flechas de fuego que salieron en diferentes direcciones alumbrando todo el lugar y también manteniendo una temperatura más amigable. No podía imaginar que sería lo que habría en la siguiente cámara. Pero confiaba que sus compañeros usaran sus habilidades para sortearla fácilmente y conseguir las semillas de una vez por todas.